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1.

Introducción

Se conoce como emprendimiento a la actitud y aptitud que toma una persona


para iniciar un nuevo proyecto mediante ideas y oportunidades. El emprendimiento es
un término muy empleado en el ámbito empresarial, en virtud de su relacionamiento con
la creación de empresas, nuevos productos o innovación de los mismos. La palabra
emprendimiento es de origen francés entrepreneur que significa “pionero” (Benavides et
al., 2021, p. 87).

El emprendimiento tiene su origen en el inicio de la humanidad, ya que el


hombre se caracteriza por asumir riesgos con el objetivo de generar oportunidades de
crecimiento económico que le permita mejorar la calidad de vida. El emprendimiento es
esencial en las sociedades, ya que permite a las organizaciones buscar innovaciones, y
transformar conocimientos en nuevos productos.

Es importante mencionar ciertos términos que están inmersos en la cultura del


emprendimiento, estos muchas veces son confundidos por la sociedad y tienden a
dificultarse el concepto de emprendedor y empresario a pesar de su estrecha relación
existen varias diferencias.

El uso del vocablo “emprendedor” se ha extendido a un sector amplio de la


sociedad, saltando del ecosistema startup a los medios y de estos al resto de la
población. Emprendedor es un adjetivo que hace referencia a la persona que emprende
acciones dificultosas (Cely y Egas, 2020, p. 102). Es de destacar, que en tiempos de
crisis económica en un país surgen los emprendedores, esto es, por la crisis que la
misma desencadena en el ámbito económico, social y medio ambiental, específicamente
los altos niveles de desempleo, que permite a los individuos transformarse en
emprendedores por necesidad, para generar un ingreso propio para ellos, y a su familia.

En cuanto al empresario, se define como aquella persona que se encarga de la


dirección y gestión de una compañía, negocio o industria. Su finalidad es la obtención
de beneficios económicos. Un empresario actúa como representación de la sociedad y
detenta su representación legal (Mero, 2018, p. 93). Por lo tanto, se trata de la figura que
adopta las decisiones generales en la organización, que planifica los logros a conseguir
y diseña los medios para alcanzarlos (estrategia empresarial), aunque puede delegar las
decisiones operativas.
2. Diferencia entre emprendimiento, emprendedor y empresario

Un emprendimiento es un proceso innovador que involucra múltiples


actividades para proporcionar soluciones a los problemas de las personas. Pero cada
negocio debe enfocarse en una actividad específica. Y solucionar una necesidad
particular. De esta definición surgen dos terminologías muy semejantes: Emprendedor y
Empresario.

A primera vista, los emprendedores y los empresarios pueden parecer dos caras
de una misma moneda. Los dos tienen que recorrer un camino similar para cumplir con
metas y objetivos finales: que sus negocios sean rentables y tengan éxito en el mercado.
Sin embargo, aunque hay similitudes entre ambos, también hay factores que los
diferencian.

Según el diccionario de la Real Academia Española el empresario es el “titular


propietario o directivo de una industria, negocio o empresa” y el emprendedor el que
“emprende, con resolución, acciones o empresas innovadoras” (RAE, 2022). Aquí
comienzan las primeras diferencias. En teoría, el empresario posee un negocio y lo
dirige y el emprendedor actúa con decisión e innova, pero en la práctica no todo es
blanco o negro, los matices importan y ayudan a conocer mejor la realidad de cada uno.

El perfil

El empresario suele moverse en las capas altas de la gerencia; puede ser el


propietario pero también pertenecer al consejo de administración o a la junta de
accionistas de la compañía. Su perfil de gestor le permite diversificar, sacar adelante el
negocio y obtener resultados. El emprendedor también sabe adaptarse a las
circunstancias y ser flexible, pero se centra más en la idea. Su misión es sacar adelante
un producto, servicio, proceso o modelo de distribución innovador, que no existía
anteriormente y que soluciona un problema que él mismo ha detectado. Por eso, no es
fácil que cambien de proyecto (Arellano y Rebaza, 2021).

El carácter

El empresario está al mando y esa es la función que desempeña, ayudado por su


perfil de gestor. El resto de las tareas, las delega en sus empleados que deben cumplir
con las metas de productividad de la compañía. En cuestiones de riesgo, el empresario
lo calcula al milímetro, analizando hasta dónde puede llegar para no perjudicar al
negocio. El tiempo que le dedica a su trabajo suele estar marcado por una jornada
laboral en la que las horas extra están planificadas y tienen un por qué concreto.

El emprendedor, sobre todo al principio, suele estar solo o contar con un equipo
muy reducido, por lo que debe hacer de todo. La incertidumbre forma parte de su día a
día. Según un estudio de Harvard Business School: “los emprendedores son menos
neuróticos porque necesitan una confianza excepcional en sí mismos para asumir los
riesgos de empezar un negocio”. Suelen poner en juego dinero, esfuerzo y tiempo para
sacar adelante su negocio. Lo que les mueve es la pasión (Montoya et al., 2019).

El objetivo

El empresario busca beneficios para cumplir con los objetivos de la compañía y


satisfacer las necesidades de los accionistas, socios, empleados y clientes que
conforman el entorno de la empresa. El emprendedor también busca beneficios y debe
cumplir con unos objetivos, pero su prioridad es cumplir con los retos personales y
sociales que se ha marcado (Feijó et al., 2020).

El día a día

Porque, ¿cómo planifica su semana el emprendedor? Y, ¿cómo lo hace el


empresario? Mientras que el “emprendedor” comienza por encargarse de todas las
facetas de su proyecto (plan financiero, creatividad, marketing, evaluación…), el
“empresario” se percibe más como una figura de control, de management y de
representación. Este también velará por los intereses de la compañía, pero desde su vista
del halcón, delegando la evaluación a sus managers y posicionándose como un capitán
que observa el temporal y dirige el timón de la tripulación (Marulanda et al., 2019).

Habilidad y experiencia

Aunque la habilidad y experiencia de ambas figuras pueda ser distinta, el


emprendedor y el empresario trabajarán por desarrollar su capacidad de adaptación a los
cambios y su flexibilidad. Ya sea con la mente fresca y llena de ideas del
“emprendedor” o con la experiencia de años y la estrategia del “empresario” ambos han
de ser capaces de sobreponerse a cualquier imprevisto, de adelantarse a los cambios de
su sector y de conocer tan en profundidad su producto que nada se les escape (Aguilar,
2018).
Más que una diferencia, esta es una habilidad compartida, un camino paralelo
hacia el mismo fin, del emprendedor y el empresario.

Ideas de negocio y trabajadores

A pesar de que existen diferentes tipos de emprendedores y empresarios, el


empresario suele tener la capacidad de adaptarse a cualquier sector o idea de negocio si
detecta una oportunidad interesante. Mientras que el emprendedor se centra en
desarrollar ideas propias con las que tiene una gran implicación personal.

Con respecto a los trabajadores, un empresario es un gestor y un jefe que


contrata trabajadores que le pueden ayudar a hacer crecer su negocio. Lo que más valora
es la productividad. Por su lado, el emprendedor, asume un papel de compañero líder
que de jefe propiamente dicho. Contrata a personas con las que posiblemente ha
desarrollado una afinidad personal y las invita a ayudarlo a convertir su sueño en
realidad (Zambrano et al., 2021).

Visión del mundo y éxito

El empresario ve el mundo como una oportunidad. La oportunidad de ganar


dinero e incluso de disfrutar con lo que hace. La mayoría valoran mucho la posibilidad
de compartir con otros (trabajadores, inversores, clientes) esa misma oportunidad. En
cuanto para el emprendedor no se trata tanto de una oportunidad como de una
obligación moral, de un compromiso con ellos mismos y con lo que hacen.

El éxito para un empresario está ligado con la rentabilidad del negocio, al


empleo creado, entre otros. El éxito es el bienestar que proporciona a sus empleados,
socios, inversores, clientes e incluso comunidad. Para el emprendedor, el camino del
éxito es mucho más difuso. Empieza por cumplir su sueño empresarial. Pero los retos
no terminan, sino que se van sucediendo (Aguilar, 2018).

3. Conclusiones

Concluyendo, emprendimiento es aquella actitud y aptitud de la persona que le


permite iniciar nuevos retos, nuevos proyectos. Porque, le permite avanzar un paso más,
ir más allá de donde ya ha llegado. Pero, hace que una persona esté insatisfecha con lo
que es y lo que ha logrado. Como consecuencia de ello, quiera alcanzar mayores logros
e iniciar nuevos caminos. Una de las principales diferencias entre emprendedor y
empresario es que el emprendedor es aquel que está siempre emprendiendo, llegando a
ser intraemprendedor, que tiene inquietudes mientras que el empresario asienta las bases
de la empresa u organización buscando que esta prospere a más. Es importante señalar
que el empresario es el resultado del emprendedor, y puede llegar a ser así. Un
emprendedor que se toma en serio su proyecto y se esfuerza por conseguir lo que quiere
puede terminar siendo un empresario con éxito. Ser emprendedor implica sobre todo
una actitud ante la vida, porque los emprendedores son personas que saben observar a
su alrededor para identificar oportunidades de negocio.

Bibliografía
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