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Un lugar en el que el usuario se deberá sentar cada vez que se sienta mal o tenga
pensamientos muy negativos acerca de algo o de alguien. Una vez se siente en la silla,
podrá descargar todos esos pensamientos y emociones negativas hasta que los haya
“masticado” lo suficiente.
Funciones:
Reglas:
1. La silla sólo puede utilizarse para rumiar. No sirve para otras actividades.
2. La silla es única para el usuario.
3. Cada vez que el usuario se sienta mal o se descubra a sí mismo pensando
demasiado en algo o alguien, deberá acudir a la silla y hacer el ejercicio.
4. Si el usuario se levanta de la silla y vuelve a rumiar sobre un tema, deberá
volver a la silla.
5. El usuario podrá verbalizar en voz alta las cosas en las que está pensando
“quiero una foto con X”, “nombre de persona”, etc.
6. No podrá darse permiso para rumiar si no está en la silla Tifón. Esta regla es la
más difícil de cumplir, pero también es la que garantiza que el ejercicio sea útil.