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DOSIER LITERATURA PREHISPÁNICA

LITERATURA AZTECA

TEXTO 1: “Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:


¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?
Nada es para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea de jade se quiebra,
aunque sea de oro se rompe,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.” (“Yo lo pregunto”, Nezahualcóyotl).

TEXTO 2: “Por fin lo comprende mi corazón:


escucho un canto,
contemplo una flor:
¡Ojalá no se marchiten!” (“Lo comprende mi corazón”, Nezahualcóyotl)

TEXTO 3: “Percibo lo secreto, lo oculto:


¡Oh vosotros señores!
Así somos, somos mortales,
de cuatro en cuatro nosotros los hombres,
todos habremos de irnos,
todos habremos de morir en la tierra…
Nadie en jade,
nadie en oro se convertirá:
en la tierra quedará guardado
todos nos iremos
allá, de igual modo.
Nadie quedará,
conjuntamente habrá que perecer,
nosotros iremos así a su casa.

Como una pintura


nos iremos borrando.
como una flor,
nos iremos secando
aquí sobre la tierra.
Como vestidura de plumaje de ave zacuán,
de la preciosa ave de cuello de hule,
nos iremos acabando
nos vamos a su casa.

Se acercó aquí
hace giros la tristeza

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de los que en su interior viven…
Meditadlo, señores,
águilas y tigres,
aunque fuerais de jade,
aunque allá iréis,
al lugar de los descarnados…
tendremos que desaparecer
nadie habrá de quedar.” (“Percibo lo Secreto…”, Nezahualcóyotl)

TEXTO 4: “¿Con qué he de irme?


¿Nada dejaré en pos de mi sobre la tierra?
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir,
a brotar sobre la tierra?
Dejemos al menos flores.
Dejemos al menos cantos.” (“Un recuerdo que dejo”, Nezahualcóyotl)

TEXTO 5: “Estoy triste, me aflijo,


yo, el señor Nezahualcóyotl.
Con flores y con cantos
recuerdas a los príncipes,
a los que se fueron,
a Tezozomoctzin, a Quaquauhtzin.

En verdad viven,
allá en donde de algún modo se existe.
¡Ojalá pudiera yo seguir a los príncipes,
llevarles nuestras flores!
¡Si pudiera yo hacer míos
los hermosos cantos de Tezozomoctzin!
Jamás perecerá tu nombre,
¡oh mi señor, tú, Tezozomoctzin!
Así, echando de menos tus cantos,
me he venido a afligir,
sólo he venido a quedar triste,
yo a mí mismo me desgarro.

He venido a estar triste, me aflijo.


Ya no estás aquí, ya no,
en la región donde de algún modo se existe,
nos dejaste sin provisión en la tierra,
por esto, a mí mismo me desgarro.” (“Estoy Triste”, Nezahualcóyotl)

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TEXTO 6: “¿Es verdad, es verdad que se vive en la tierra?
¡No para siempre aquí: un momento en la tierra!
Si es jade, se hace astillas,
si es oro, se destruye;
si es un plumaje de quetzal, se rasga.
¡No para siempre aquí: un momento en la tierra!” (“Vida falaz”,
Nezahualcóyotl)

TEXTO 7: “Me siento fuera de sentido,


lloro, me aflijo y pienso,
digo y recuerdo:
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera...
¡Vaya yo donde no hay muerte,
donde se alcanza victoria!
Oh, si nunca yo muriera,
si nunca desapareciera...” (“Sed de inmortalidad”, Nezahualcóyotl)

TEXTO 8: “En vano he nacido,


en vano he venido a salir
de la casa del dios a la tierra,
¡yo soy menesteroso!
Ojalá en verdad no hubiera salido,
que de verdad no hubiera venido a la tierra.
No lo digo, pero…
¿qué es lo que haré?,
¡oh príncipes que aquí habéis venido!,
¿vivo frente al rostro de la gente?
¿qué podrá ser?,
¡reflexiona!

¿Habré de erguirme sobre la tierra?


¿Cuál es mi destino?,
yo soy menesteroso,
mi corazón padece,
tú eres apenas mi amigo
en la tierra, aquí.

¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?


¿Obra desconsideradamente,
vive, el que sostiene y eleva a los hombres?

¡Vive en paz,
pasa la vida en calma!
Me he doblegado,
sólo vivo con la cabeza inclinada
al lado de la gente.
Por eso me aflijo,
¡soy desdichado!,

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he quedado abandonado
al lado de la gente en la tierra.

¿Cómo lo determina tu corazón,


Dador de la Vida?
¡Salga ya tu disgusto!
Extiende tu compasión,
estoy a tu lado, tú eres dios.
¿Acaso quieres darme la muerte?

¿Es verdad que nos alegramos,


que vivimos sobre la tierra?
No es cierto que vivimos
y hemos venido a alegrarnos en la tierra.
Todos así somos menesterosos.
La amargura predice el destino
aquí, al lado de la gente.

Que no se angustie mi corazón.


No reflexiones ya más.
Verdaderamente apenas
de mí mismo tengo compasión en la tierra.

Ha venido a crecer la amargura,


junto a ti a tu lado, Dador de la Vida.
Solamente yo busco,
recuerdo a nuestros amigos.
¿Acaso vendrán una vez más,
acaso volverán a vivir;
sólo una vez perecemos,
sólo una vez aquí en la tierra.
¡Que no sufran sus corazones!,
junto y al lado del Dador de la Vida.” (“Canto de la huida”,
Nezahualcóyotl)

TEXTO 9: “Sólo venimos a dormir,


sólo venimos a soñar:
¡No es verdad, no es verdad
que venimos a vivir en la tierra!
Como hierba en cada primavera
nos vamos convirtiendo:
está reverdecido, echa sus brotes,
nuestro corazón.
Algunas flores produce nuestro cuerpo
y por allá queda marchito.” (“La vida es sueño”, de Cantares Mexicanos)

TEXTO 10: “¡Lo he comprendido al fin:


oigo un canto; veo una flor:
oh, que jamás se marchiten!”

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(¿Qué es la poesía?, de Romances de los Señores de la Nueva
España)

TEXTO 11: “Pero ya va Quetzalcoatl; llega al reino de la Muerte al lado del Señor y de
la Señora del Reino de la muerte. Al momento les dijo: -He aquí por lo que he venido.
Huesos preciosos tú guardas: yo he venido a tomarlos. Pero le dice el rey de los muertos:
-¿Qué vas a hacer Quetzalcoatl? Y éste de nuevo responde: -Preocupados están los dioses
de quién ha de habitar la tierra.” (Creación del hombre)

TEXTO 12: Los Cinco Soles1


Se refería, se decía
que así hubo ya antes cuatro vidas,
y que ésta era la quinta edad.
Como lo sabían los viejos,
en el año Conejo
se cimentó la tierra y el cielo.
Y así lo sabían,
que cuando se cimentó la tierra y el cielo,
habían existido ya cuatro clases de hombres,
cuatro clases de vidas.
Sabrán igualmente que cada una de ellas
habría existido en un sol.
Y decían que a los primeros hombres
que dios los hizo, los forjó de ceniza.
Eso lo atribuían a Quetzalcóatl,
cuyo signo es Viento,
él los hizo, él los inventó.
El primer Sol que fue cimentado,
su signo fue Agua,
se llamó Sol de Agua.
En él sucedió
Que todo se lo llamó agua.
Las gentes se convirtieron en peces.
Se cimentó luego el segundo Sol.
Su signo era Tigre.
Se llamaba Sol de Tigre.
En él sucedió
que se oprimió el cielo,
el sol no seguía su camino.
Al llegar el Sol al mediodía,
luego Se hacía de noche
y cuando ya se oscurecía,
los tigres se comían a las gentes.
Y en este Sol vivían los gigantes.
Decían los viejos
que los gigantes así se saludaban:
"no se caiga usted",

1
Códice Chimalpopoca, Anales de Cuauhtitlan, folio 2. Trad. de Miguel León-Portilla, en Los antiguos
mexicanos.

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porque quien se caía,
se caía para siempre.
Se cimentó luego el tercer Sol.
Su signo era Lluvia.
Se decía Sol de Lluvia (de fuego).
Sucedió que durante él llovió fuego,
los que en él vivían se quemaron.
Y durante él llovió también arena.
Y decían que en él
llovieron las pedrezuelas que vemos,
que hirvió la piedra tezontle
y que entonces se enrojecieron los peñascos.
Se cimentó luego el cuarto Sol,
se decía Sol de Viento.
Su signo era Viento.
Durante él todo fue llevado por el viento.
Todos se volvieron monos.
Por los montes se esparcieron,
se fueron a vivir los hombres monos.
El quinto Sol:
Movimiento su signo.
Se llama Sol de Movimiento,
porque se mueve, sigue su camino.
Y como andan diciendo los viejos,
en él habrá movimientos de tierra,
habrá hambre
y así pereceremos.
En el año Caña,
se dice que vino a existir
nació el Sol que ahora existe.
Entonces fue cuando iluminó,
cuando amaneció,
el Sol de Movimiento que ahora existe.
Movimiento es su signo.
Es este el quinto Sol que se cimentó,
en él habrá movimientos de tierra,
en él habrá hambres.
Este Sol, su nombre Movimiento,
este es nuestro Sol,
en el que vivimos ahora,
y aquí está su señal,
cómo cayó en el fuego el Sol,
en el fogón divino,
allá en Teotihuacán.
Igualmente fue este Sol
de nuestro príncipe, en Tula,
o sea Quetzalcóatl.”

LITERATURA MAYA

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“Esta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo
inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.
Esta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un
animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques:
sólo el cielo existía.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en
toda su extensión.
No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo
y tranquilo. No había nada dotado de existencia.
Solamente había inmovilidad y silencio en la obscuridad, en la noche. Sólo el
Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados
de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules, por eso se les llama Gucumatz.
De grandes sabios, de grandes pensadores es su naturaleza. De esta manera existía el cielo
y también el Corazón del Cielo, que éste es el nombre de Dios. Así contaban.
Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gucumatz, en la
obscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gucumatz. Hablaron, pues,
consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su
pensamiento.
Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera
debía aparecer el hombre.
Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el
nacimiento de la vida y la creación del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la
noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.
El primero se llama Caculhá-Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es
Raxá-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.
Entonces vinieron juntos Tepeu y Gucumatz; entonces conferenciaron sobre la
vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca
el alimento y el sustento.
-- ¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe [el
espacio], que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el
cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta
que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.
Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación
de la tierra: -- ¡Tierra! -- dijeron, y al instante fue hecha.
Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando
surgieron del agua las montanas; y al instante crecieron las montañas.
Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las
montañas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la
superficie.
Y así se llenó de alegría Gucumatz, diciendo : -- ¡Buena ha sido tu venida,
Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chipi-Caculhá, Raxá-Caculhá!
-- Nuestra obra, nuestra creación será terminada -- contestaron.
Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las
corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas
quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.
Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el
Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo
estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua.

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De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y
meditar sobre su feliz terminación.”
(Popol Vuh, Capítulo I)

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