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UNIVERSIDAD TECNOLOGCA DEL CIBAO ORIENTAL

UTECO
UNIVERSIDAD ESTATAL

Asignatura: Bases Filosóficas de la Educación Dominicana

Título del Texto: Origen, Evolución y Filosofía de la Educación Dominicana

Documento Elaborado por el Profesor de la Asignatura:


Dr. Antonio Rosario Gomez

Cotui, Provincia Sánchez Ramírez


INTRODUCCION

Este documento que le pongo en sus manos es parte de un esfuerzo de investigación


que hace el profesor de la asignatura Bases Filosóficas de la Educación Dominicana.
Con el mismo pienso contribuir con los estudiantes facilitándole un material de apoyo
que le permita estudiar los contenidos que se imparten en el programa durante el
trimestre que cursan.

Este texto fue elaborado pensando en las dificultades que muchas veces presentan
los estudiantes para poder buscar los contenidos específicos que tiene el programa de la
asignatura. Se presenta en un solo documento todos los temas que los estudiantes
necesitan estudiar para participar en las clases que se imparte en el aula. Este texto no
puede ser utilizado por ninguna otra persona que no sea participante de dicha asignatura

Concepto de Filosofía
Etimológicamente, filosofía significa «amor a la sabiduría», aunque sophia debe
entenderse mejor como «entendimiento y ciencia». Philos, el «amigo» o el «amante» de
este saber intelectual puede entenderse, a la manera de Platón, como aplicado a aquel
que desea o está ávido de saber.

Filosofía: philo = amor, sofía = sabiduría.


Sócrates se clasificaba a sí mismo de filósofo, amigo de la sabiduría, en el sentido
ético-moral. Platón, influido por la escuela pitagórica, usa esta palabra con más
frecuencia que su maestro y en un sentido más amplio, distinguiendo la filosofía de la
ciencia matemáticas (La República) mejor que Aristóteles, quien la extiende a todo el
saber racional. La distinción entre la filosofía y la historia es muy clara. Xenócrates,
discípulo de Platón, divide la filosofía en tres partes: la teoría del conocimiento
(Lógica), natural (Física) y Ética
Para los griegos, la filosofía estudiaba a la naturaleza, al hombre, al conocimiento,
la política. En la Edad Media, la reflexión filosófica abordó (con San Agustín y Santo
Tomás) la naturaleza de Dios. En la Modernidad, la reflexión vuelve sobre el
conocimiento, los principios de la ciencia y los alcances de ésta. La filosofía aspira a un
conocimiento que abarque el todo o la totalidad de lo que existe.

La Filosofía tiene un objeto de estudio: la totalidad, el ser. Filosóficamente


hablando, el ser es todo lo que existe (seres abstractos y concretos), lo que son en sí
mismos, es decir, la totalidad de lo que existe. En el lenguaje común se dice "las cosas",
los científicos prefieren decir "los fenómenos", los filósofos dicen "los seres"; pero
todos nos referimos más o menos a lo mismo.

La Filosofía se produce en la sociedad y a través de la Historia, de ahí viene su


carácter histórico-cultural. En la sociedad se producen diferentes explicaciones para
dar respuesta a qué es el mundo, qué es la naturaleza, qué es el hombre. Dichas
explicaciones toman forma en el pensamiento mítico religioso y posteriormente en el
pensamiento filosófico.
Pensamiento Mítico Religioso:
Explica los fenómenos del mundo como obra de entidades divinas, explicaciones
que toman forma de mitos y éstos a su vez en religiones.

Pensamiento Filosófico
Se caracteriza por explicar los fenómenos u objetos del mundo a partir de
explicaciones racionales, y utilizando elementos propios de la naturaleza para
explicarla.
Métodos Filosóficos
En la filosofía griega, madre cultural de la tradición conocida como “occidente”
(junto con la romana y la judeo-cristiana), la filosofía se caracteriza por utilizar a la
razón como su principal elemento metodológico para explicar el mundo.
De ahí que en la filosofía de Aristóteles se trate de encontrar las causas de los
fenómenos. Sólo la razón nos permite encontrar dichas causas a través de lo que
percibimos, que son los efectos de éstas. De esta manera, podemos hablar de que la
filosofía utiliza diferentes métodos pero todos con la característica común de ser
racionales.
Método Mayéutico, utilizado por Sócrates, que consiste en un interrogatorio para que
quien contesta dé a luz su propio conocimiento.
Método Dialéctico, muy parecido al anterior, pero en el que se da una
retroalimentación entre el que pregunta y el que responde
Método Fenomenológico, que consiste en ir directamente al objeto o fenómeno y
examinar sus características.
Disciplina Filosófica
Son las formas en las que la filosofía se divide y especializa dependiendo del objeto
de estudio que esté examinando. Todas estas disciplinas están íntimamente relacionadas
unas con otras, siempre interconectadas.
Ética
Estética
Epistemología
Lógica
Ontología
Metafísica
Filósofos Pre-Socráticos.
Tales de Mileto (639-547 A.C)
Anaxímenes (585-524 A. C)
Anaximandro (610-546 A. C)
Parménides (510-450 A.C.)
Heráclito (535-484 A.C), entre otros.
El término se le debe a Aristóteles.
Historia de la Filosofía
Antigüedad:

Presocráticos
Sócrates
Platón
Aristóteles
Neoplatónicos.

Edad Media:
Padres de la Iglesia
San Agustín
Santo Tomás

Filosofía de la Educación

La Filosofía de la Educación es, por su propia naturaleza y expresión, un saber


filosófico. Este saber no es siempre bien recibido por los alumnos, porque sus temas,
que también son sus problemas, se plantean alejados de la realidad de sus vidas y de su
lenguaje y poco o nada vehículo a su comunicación, a su interés y a su creatividad. Esta
situación es lo más opuesto al origen y al significado etimológico del vocablo filosofía.
Ortega y Gasset escribió «que si el maestro ha de ser pedagogo, ha de ser maestro
filósofo. Este es el sentido que tiene la conversión herbartiana de la Pedagogía en
ciencia formal. Desde entonces queda obligado el maestro a estrechar sus relaciones con
la Filosofía». (1952)

El desprestigio actual de la Filosofía en ciertos países y, en consecuencia, de la


Filosofía de la Educación, radica en su teórico alejamiento de la vida. Esta concepción
de la Filosofía estrechamente vinculada o identificada con la ineficacia, la esterilidad, el
aburrimiento y a la incomprensión, se convierte en inutilidad. Ni lo fue en sus orígenes
y no tiene que serlo en la actualidad
Estamos convencidos de que la Filosofía que no surja del contacto con la realidad
cotidiana, sino al margen de ella, quizá sea Filosofía, pero no una filosofía de la vida y,
por tanto, no una Filosofía de la Educación.

Sin Filosofía de la Educación queda sin respuesta, al menos de modo explícito, todo
lo que afecta a la reflexión, a la crítica, al fundamento, a los fines y a los valores.
Interrogantes tales como: ¿Qué elegir? ¿Es posible educar sin un modelo de referencia?
¿Por qué un modelo y no otro? ¿Quién decide y quién debe decidir? ¿Se debe imponer
al educando una opción contra su voluntad? ¿Deben los políticos imponer su modelo
ideológico porque gozan de mayoría? ¿Qué dimensiones humanas hemos de educar?
¿Cómo debe ser ejercida la autoridad del maestro? ¿Quiénes han de educar? ¿Es posible
justificar cuál es la mejor educación? ¿Es posible la neutralidad? ¿Son indiferentes los
medios?...

Ubicación de la teoría del conocimiento en el campo de la filosofía y su aplicación


en la pedagogía.

Teoría del conocimiento / Epistemología

Del griego, “episteme” (conocimiento) y “logos” (teoría). Rama de la filosofía que


trata de los problemas filosóficos que rodean la teoría del conocimiento. La
epistemología se ocupa de la definición del saber y de los conceptos relacionados, de las
fuentes, los criterios, los tipos de conocimiento posible y el grado con el que cada uno
resulta cierto; así como la relación exacta entre el que conoce y el objeto conocido.

La epistemología es uno de los grandes temas de la filosofía de todos los tiempos:


¿Cómo dilucidar el acto de conocer? ¿Cuál es la esencia del conocimiento? ¿Cuál es la
relación cognoscitiva entre el hombre y las cosas que lo rodean? Si no tratamos de
responder estas preguntas, ¿Cómo podríamos pretender transmitir lo que conocemos? A
pesar de que es una operación cotidiana no hay un acuerdo de lo que sucede cuando
conocemos algo.

La definición más sencilla nos dice que conocer consiste en obtener una
información acerca de un objeto. En todo conocimiento podemos distinguir tres
elementos: El sujeto que conoce. El objeto conocido. La operación misma de
conocer. El resultado obtenido es la información recabada acerca al objeto. El sujeto se
pone en contacto con el objeto y obtiene una información acerca del mismo. Cuando
existe congruencia o adecuación entre el objeto y la representación interna
correspondiente, decimos que estamos en posesión de una “verdad”.

El conocimiento puede ser una contemplación, una asimilación o una creación. Es


una contemplación porque conocer es ver, una asimilación porque es nutrirse y es una
creación porque es engendrar. Para el mundo griego es una contemplación, para el
mundo medieval es una asimilación y para el mundo moderno es una creación. Los tres
representantes de estas concepciones son Platón, Santo Tomás y Hegel,
respectivamente.

El origen, el valor y el objeto del conocimiento también son entendidos de distintas


formas. El origen del conocimiento para los racionalistas está en el espíritu humano,
para los empiristas en la experiencia, para los críticos en un principio donde entra la
razón y la experiencia.

Educación Durante toda la Vida


Es una de las llaves de acceso al siglo XXI, debe ser una estructuración continua de
la persona humana de su conocimiento y sus aptitudes, de su facultad de juicio. Aquí se
evoca el concepto de “Sociedad Educativa”, donde toda la vida personal y social puede
ser objeto de aprendizaje. Es una experiencia global y que dura toda la vida, en los
planos cognoscitivos y práctico. Todos debemos “aprender a aprender”

Acerca de los Cuatro Pilares Para el Aprendizaje

De esta manera se pueden resolver problemas reales y en la práctica apropiarse de


un procedimiento de resolución de conflictos o problemas. Los estudiantes estarán más
capacitados para resolver cualquier dificultad que la vida les va presentando. Aprenderá
a no huir del conflicto, a no desligar su responsabilidad personal y social y tomaría así,
la distancia de los hechos para mirarlos críticamente, analizarlos y buscar respuestas
adecuadas a los problemas”. (Boletín: maestros práctica y cambio. No. 23, febrero 1997.
Centro Pobeda, Santo Domingo).

El avance teórico de la educación durante el siglo XX fue notable. Declaraciones,


documentos y textos académicos fueron aportando una visión para la educación y los
tipos de aprendizajes necesarios para este siglo XXI, demandados no solo desde el
mundo tecnológico y productivo-laboral, sino también desde el mundo social y cultural.
Entre los documentos orientadores hay dos publicaciones históricas de la UNESCO,
Aprender a ser: la educación del futuro (Informe Faure, 1972) y el Informe de la
Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques
Delors y recogido en el libro: La Educación encierra un tesoro (1996).

En este se plantea el doble desafío de la educación ante la cantidad de información


y conocimientos que ofrece este nuevo siglo, el cual se puede sintetizar en: “La
educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en
perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él”. Este doble
desafío se estructura, para cumplir el conjunto de propósitos que le son propios, en los
cuatro pilares de la educación propuestos por la UNESCO. En esta publicación los
pilares se definen como los aspectos en los que se apoya el proceso de aprender a lo
largo de la vida. Son cuatro aprendizajes fundamentales que deben sostener el sistema
de enseñanza y que en el transcurso de la vida serán para cada persona, sus pilares del
conocimiento. Reciben el nombre de:

A) Aprender a conocer. Se refiere a contenidos conceptuales: ideas, teorías,


definiciones, representaciones, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión.
También tiene que ver con la motivación, porque “de la misma forma que sin hambre no
aprendemos a comer y sin sed no aprendemos a beber agua, sin motivación no
conseguimos aprender”. De ahí que este pilar incluye las estrategias utilizadas por los
educadores para despertar el interés del estudiante. A lo largo de la vida hay que ir
construyendo conocimientos en el hogar, la escuela e incluso a través de los medios.
Estos conocimientos permiten enfrentar distintas circunstancias que se presentan
cotidianamente.

B) Aprender a hacer. Comprende las competencias personales que permiten enfrentar


situaciones cotidianas, resolver problemas y encontrar nuevas maneras de hacer las
cosas. Se refiere a contenidos procedimentales: capacidades, destrezas, habilidades y
estrategias, para poder influir sobre el propio entorno. Proporciona al estudiante una
formación técnica y profesional en el que aplicará sus conocimientos teóricos en la
práctica. Es esencial comunicarse en diferentes idiomas, así como interpretar y
seleccionar la información que se recibe, para rehacer puntos de vista y aplicarlos en el
modo de vivir y redescubrir el mundo. Los aprendizajes deben evolucionar, ya no deben
considerarse mera transmisión de prácticas más o menos rutinarias, aunque estas
conserven un valor formativo que no se debe desestimar.

C) Aprender a ser. Se compone de contenidos actitudinales implica potenciar las


capacidades de las personas a fin de lograr un crecimiento integral que favorezca la
autonomía, la toma de decisiones responsables, el equilibrio personal, la adquisición de
valores como la autoestima positiva, el respeto hacia sí mismo. Es un proceso
fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Aprender a existir, a vivir y a
ser es una necesidad que demanda la sociedad, con el fin de preparar a cada persona
para afrontar los desafíos del mundo actual. Para aprender a ser, es necesario identificar
las características que hacen a una persona única y diferente a las demás. La educación
debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia,
sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad.

D) Aprender a convivir. Este ámbito del aprendizaje opera en el campo de las


actitudes y valores. Supone contenidos actitudinales de valores sociales: solidaridad,
empatía, manejo de conflictos. Implica una toma de conciencia y la acción contra los
prejuicios y rivalidades diarias que se presentan en el desafío de vivir. Comprender los
diferentes puntos de vista de otros aunque no se compartan. Este aprendizaje constituye
una de las principales empresas de la educación contemporánea. La escuela debe
propiciar que los estudiantes participen y cooperen con los demás en todas las
actividades humanas. El ser humano necesita estar en contacto con sus semejantes, para
comunicarse y expresar sus ideas, emociones, sentimientos, para contar alguna
experiencia y dar y recibir afecto, con lo que se fortalece el aspecto emocional, el
intelectual y la autoestima. Se afirma, que estos aprendizajes no son independientes
entre sí, por el contrario, hay entre ellos múltiples puntos de contacto, coincidencia e
intercambio, por lo cual deben ser abordados de manera equilibrada en el curriculum, “a
fin de que la educación sea para el ser humano, en su calidad de persona y de miembro
de la sociedad, una experiencia global y que dure toda la vida en los planos cognitivo y
práctico.

Origen y evolución de la educación


La historia de la educación se ciñe, en un primer lugar, a la división de las edades
del hombre. Como se sabe la educación está presente en todas y cada una de las
sociedades de toda la historia pasada. En todas las sociedades, por muy primitivas que
fuesen éstas, se encuentra una educación que ha ido formando al ser humano de una u
otra manera, pero es educación.
La escuela surge concomitantemente con el desarrollo y evolución de las diferentes
sociedades y los distintos momentos históricos de la humanidad. Se ha visto en su
propio dinamismo, constantemente interrelacionada con factores políticos, religiosos,
económicos, culturales de aquí que su evolución no sea uniforme y dificulte por ello el
establecimiento de criterios para enmarcar su evolución (Ciscar y Uría, 1986).
Conforme al criterio anterior, se puede referir el caso de la escuela como institución
familiar, se trata de una institución creada para instruir, no para educar. Esta surgió
como complemento de la acción familiar, con una actuación delegada y para los hijos de
familias de clase social alta. Este tipo de escuela aparece en la antigua Grecia,
específicamente en Atenas con el ideal del cultivo del espíritu. En la antigua Roma se
habla de las escuelas del ludí magister, del gramaticus y del rethor siguen, aunque con
matices la línea iniciada por Atenas.

Según Lundgren (1992), si en Atenas la formación de la clase superior trataba de


inculcar en el niño cierto gusto y competencia, en Roma se centraba más en el dominio
de instrumentos específicos que el individuo necesitaba para tener un puesto en la
sociedad. Se trataba, tanto en Atenas como en Roma, de transmitir conocimientos sin
influir en la personalidad. A juicio de Lundgren, la meta estaba en confirmar la posición
social del niño y dotarle con las destrezas y el conocimiento necesarios para ejercer su
papel en la política e integrarlo como parte de la subcultura de su grupo.
La escuela como institución religiosa aparece desde la más remota antigüedad. Las
escuelas hindúes, las casas de instrucción de los templos egipcios, las escuelas de los
hebreos o las escuelas unidas a la evolución del cristianismo desde sus orígenes hasta la
actualidad son claros ejemplos. En ellas, como afirman sus autoras, es difícil separar la
cultura general de cada época y la cultura religiosa que transmiten. De la escuela como
institución militar para la formación del soldado, parecen existir ejemplos ya en el s. IV
antes de Cristo en Persia y en la escuela espartana.
Como institución estatal, la escuela surge con la formación del Estado en tanto que
institución que salvaguarda el bien común. La enseñanza, sobre todo a partir de la
Revolución Francesa, se convierte en un asunto de Estado derivado de la idea de que el
hombre tiene derecho a la educación.
Principios tales como los de instrucción universal, obligatoria y gratuita, o el de
libertad de enseñanza se han ido desarrollando con mucho progreso, dependiendo del
momento histórico de cada país. A finales del s. XVIII y principios del XIX empieza a
hacerse realidad un sistema educativo propio de cada país.
La escuela como institución social, aparece de la preocupación de la sociedad por
dar respuesta a sus necesidades. Es el caso de las escuelas gremiales o municipales, con
la presencia por primera vez de maestros seglares o laicos. Una preocupación de
transformación social se encuentra en los orígenes de la Escuela Nueva.
Hay que considerar, además, la escuela en relación con los movimientos culturales.
La escuela recoge las aportaciones de los grandes movimientos filosóficos, políticos,
pedagógicos. Sucede con el Humanismo y la Casa Giocasa, o el realismo pedagógico
del s. XVII, se recuerda por ejemplo la búsqueda del método universal de Comenio, el
Naturalismo de Rousseau, o las ideas de la Ilustración, la aparición de instituciones para
la educación de la mujer, etc.

También, las escuelas creadas para la formación de profesionales con aparición


muy temprana en la historia, recordar, por ejemplo, las escuelas de los sofistas, la
Academia de Platón o el Liceo de Aristóteles para la formación de filósofos - políticos
en el mundo clásico o en la edad media la preparación de los caballeros o la formación
de los gremios. En las civilizaciones clásicas organizadas en torno a la poli griega y a la
urbe romana se originaron las primeras formas de organización educativa y, a la vez, se
concebía la ciudad como una sociedad educativa total. La escuela ejercía sus funciones
formativas, pero también la comunidad entera, los jóvenes y los ancianos, el ágora y la
palestra, las normas y las leyes, el juego, el trabajo, el estudio, constituían un complejo
entramado de estímulos educativos.

Cuando en el difundido informe de la UNESCO, Aprender a ser (1973), se habla de


un diseño de ciudad educativa no se hace otra cosa que retomar la idea de la paideia
clásica, en la que la educación no se concibe como una actividad aislada, sino que
constituía un proceso complejo, compenetrado con el tejido social y con influencia
totalizadora y permanente.
La crisis del mundo antiguo junto a los procesos de feudalización de la alta edad
media supone un paréntesis en este proceso. La intensificación de las relaciones
económicas, sobre todo comerciales, a partir del s. XII va a provocar el resurgir de
nuevas nacionalidades y el inicio de la primera revolución escolar plenamente moderna.
Junto a este movimiento hay que mencionar el desarrollo de los gremios, el origen
de las primeras Universidades, más un importante reforzamiento del papel de la Iglesia,
sobre todo a partir de la Reforma y Contrarreforma en la institucionalización de la
educación.
A partir de esta época empiezan a configurarse lo que hoy se reconoce como
sistemas nacionales de educación que a través de su red de instituciones han cubierto
sus correspondientes áreas geográficas. Diversas motivaciones han ido justificando la
intervención del Estado en la educación desde la necesidad de hacer efectivo el derecho
a la educación de todos, a la utilización de la escuela como medio de inculcación
ideológica, junto a la influencia de los movimientos nacionalistas, la revolución
industrial, etc.
Los estados contemporáneos han ido desarrollando estructuras unas fuertemente
centralizadas otras descentralizadas, en las que la relación Estado - municipio ha
implicado diversas competencias y obligaciones. La escuela, creación originariamente
urbana, absorbida más tarde por el Estado en tanto que instrumento útil para la
normalización social, según los nuevos presupuestos políticos, se reivindica hoy como
servicio a la comunidad, o sea como institución vinculada a su territorio y a las gentes
que lo habitan (Escolano, 1984).
Los primeros sistemas de educación conocidos se basaban en la enseñanza de la
religión y las tradiciones de los pueblos. Dentro de este periodo de la educación se
puede encontrar al antiguo Egipto y los Países del Lejano y el Cercano Oriente. Las
escuelas comenzaron a enseñar los principios de la escritura, ciencias, matemáticas y
arquitectura. La mayor parte de la educación estaba en las manos de los sacerdotes. La
educación se centraba en la filosofía, la poesía y la religión, de acuerdo con las
enseñanzas de Confucio, Lao-tse y otros filósofos.
Rosanna Mascaraque (2015), plantea que la escuela tradicional del siglo XVII,
significaba método y orden. Siguiendo este principio, se identifican los siguientes
aspectos que caracterizan a dicha escuela: Magistro centrismo. El maestro es la base y
condición del éxito de la educación. Enciclopedismo. La clase y la vida colectiva son
organizadas, ordenadas y programadas. Verbalismo y Pasividad. El método de
enseñanza será el mismo para todos los niños y en todas las ocasiones.
Se sostiene que los pueblos más primitivos no tenían personas formadas encargadas
de enseñar unos valores y unos aprendizajes básicos para la formación de la persona.
Pero, sin embargo, el hombre recibía una educación, la cual se transmitía de padres a
hijos, de generación en generación y, simplemente ésta consistía en el aprendizaje de las
formas de vida, formas de cazar, se enseñaba en la práctica, se enseñaba a nadar,
nadando, a pescar, pecando, a sembrar, sembrando. etc., que ayudaban al hombre a
sobrevivir en su mundo y sociedad.
Rodríguez Ruiz, (2010) plantea que la educación no sólo se produce dentro de las
aulas de las escuelas públicas y colegios, sino que en cada lugar de este mundo se puede
producir la educación: en una cafetería, en casa de un amigo, en una biblioteca, en la
propia casa. Esto es debido a que la educación se comparte entre las personas por medio
de las ideas, culturas, conocimientos, opiniones, por todo ello, la educación no sólo se
produce a través de las palabras, sino que está presente en todas las acciones,
sentimientos y actitudes.
De hecho se ha ido desarrollando la idea de la educación como hecho social y la
acción educativa, que la propia sociedad como tal ejerce. En el siglo XX se desarrolló el
principio de democratización de la enseñanza a partir de los principios de universalidad,
obligatoriedad y gratuidad. Seguir avanzando en el siglo XXI por una escuela de
calidad, trabajando un currículo por competencia que forme un nuevo sujeto social
capaz de transformarse a sí mismo y transformar esta sociedad por una más justa y más
vivible.

Pobladores Aborígenes
Antes de la llegada de los españoles se sucedieron en la isla de Santo Domingo
varios grupos de pobladores del continente americano. Generalmente provenían de la
América del Sur e iban trasladándose por medio de balsas o canoas a través de las
pequeñas Antillas hasta establecerse en las grandes Antillas. Los aborígenes provenían
de las cuencas de los ríos Orinoco en Venezuela, Xingu y Tapajo, en la Guyana, como
pudieron posteriormente comprobar los españoles al colonizar esos lugares y observar
que las culturas eran similares.
La transmisión de herencias culturales, las mezclas de diversas culturas, los largos
periodos de resistencia de los grupos indígenas en las islas, así como la presencia de
nuevos factores geográficos y ecológicos hicieron que las culturas antillanas adquirieran
numerosos rasgos que la diferenciaban de las existentes en tierras continentales. Los
motivos de las emigraciones se atribuyen a diversas razones, entre ellas la económica,
consistiendo en la demanda de nuevas tierras para el cultivo de diversos productos. Otra
razón pudiera ser la búsqueda de territorios donde pudieran vivir en paz. Los
movimientos migratorios más importantes que se produjeron antes de la llegada de los
españoles fueron los siguientes: Los Siboneyes: Cuyo término significa hombre que
vive entre las piedras o las rocas. Los Siboneyes vivían de la caza, la pesca y la
recolección porque su hábitat solía ser las inmediaciones de las costas, donde trabajaban
también las piedras.
Los igneris, procedentes de Puerto Rico, pertenecientes a los araucanos,
sustituyeron en la isla de Haití a los Siboneyes, quienes habían llegado de Cuba. Los
Caribes: Pertenecientes al tronco de los arahuacos, habitaron más a las Antillas Menores
y solo visitaban la isla en incursiones belicosas. Los sub-tainos o arahuacos:
provenientes de América del Sur constituyeron una primera etapa del desarrollo
histórico de esta isla.
Los grupos pre agrícolas, no se sabe con exactitud cuando el hombre pobló por
primera vez las Antillas Mayores y la isla de Santo Domingo. En todo caso, ya se
conocen restos arqueológicos que atestiguan que la presencia del hombre en la isla de
Santo Domingo data de por lo menos 3,000 años antes de Cristo. De la vida de las
primeras culturas que poblaron la isla poco se puede decir. Eran todas tribus pre
agrícolas que se sustentaban de la caza, la pesca y la recolección. Sus instrumentos de
trabajo eran muy rústicos, gran parte de ellos de piedra, y variaban notablemente de
acuerdo a las características de cada cultura.
El grupo más antiguo que hasta ahora se ha localizado en la isla fabricaba sus útiles
de trabajo de piedra a base de sílex, un tipo de roca que permite formar núcleos y a
partir de ellos lascas de donde se hacían los instrumentos de trabajo más ordinarios,
como cuchillos, hachas, puntas, raspadores- Existían otros grupos a los que se le designa
como siboneyes, presentaban importantes rasgos diferentes. Tenían una tecnología de
alimentación de la piedra para fabricar sus útiles de trabajo, dejando fuera el sílex. Estos
siboneyes, al parecer, más que de la caza vivían de la pesca y también de la recolección,
y por eso se establecían preferentemente en las zonas costeras de la isla. De su
organización social se sabe poco y nada de su lenguaje, creencias, etc. Los siboneyes de
Santo Domingo llegaron a la isla antes del año 2,000 A.C. y constituyeron el núcleo
más importante de la población aborigen hasta inicios de nuestra era, cuando llegaron
inmigrantes provenientes de América del Sur.
De los grupos agrícolas, el .primer grupo importante de esta categoría fueron los
igneris, eran provenientes de Puerto Rico, se distinguían por tener un estilo cerámico
decorado con pintura, pertenecían al tipo de cultura saloide. Otro grupo importante
procedente de América del Sur eran los sub-tainos. Llegaron a ocupar la mayor parte del
territorio de la isla durante los siglos IV y VII de nuestra era. Los subtainos
constituyeron una primera etapa del desarrollo histórico de la cultura taina. Algunas de
los rasgos fundamentales que caracterizaban a los tainos de la época del descubrimiento
se habían gestado gradualmente en los siglos de existencia de la cultura subtaina.
A menudo no es fácil diferenciar los rasgos y los niveles de desarrollo entre tainos y
subtainos, pero en general los primeros se encontraban en un nivel de desarrollo
histórico mucho más avanzado. Otro grupo étnico que existió en las Antillas después de
la formación de la cultura taina fue el de los Caribes, que desplazaron a los pobladores
anteriores de las pequeñas Antillas y realizaban frecuentes incursiones guerreras contra
Puerto Rico y quizás también contra el oriente de Santo Domingo. Entre sus rasgos más
importantes están el sacrificio de hombres con fines de canibalismo, eran una cultura
guerrera, con conocimientos técnicos en algunas áreas más avanzados que los tainos, y
mantenían relaciones sociales con fuerte grado de matriarcado.
En reacción a la sociedad taina, esta surge como producto de la llegada a la isla, los
arauacos, grupo esencialmente agrícola, destacándose en el cultivo de la yuca, el tabaco,
la mandioca y otros productos. Dominaban técnicas relativamente avanzadas con las
que influían sobre el medio ambiente. Se organizaban en unas unidades tribales estables
regidas por normas consuetudinarias, crearon un sistema religioso con panteón de
dioses naturalistas. El físico de los habitantes de esta isla al llegar el conquistador
español era el siguiente: Median estatura, tez rojiza, orificios nasales abiertos, cabellos
largos, frente pequeña, entre otros.
Los rasgos más importantes que en la apariencia distingue a los tainos de los
subtainos es el gran desarrollo que lograron los primeros en las actividades artísticas y
artesanales. Los tainos desarrollaron la confección de una extraordinaria cerámica de
fines rituales y funerarios. Fabricaban gran cantidad de ídolos, amuletos, y otros
artículos religiosos y de lujo, confeccionados de piedra, madera, concha, hueso y de
otros materiales cuyos objetos no se han conservado, como los de algodón y de oro. El
hecho que más influyo sobre el desarrollo y multiplicación de estos objetos artísticos
fue el desarrollo de la jefatura tribal, ya que su posesión era signo de prestigio, rango o
jefatura.
En cuanto al Sistema de Producción Agrícola, los subtainos cultivaban la tierra
exclusivamente mediante el método de la roza o tala y quema de bosques, los tainos
inventaron el método conocido como de montones agrícolas. Consistía en amontonar la
capa vegetal de la tierra en áreas de forma circular de unos 12 pies de diámetro y 3 pies
de altura, donde la productividad de los cultivos aumentaba de manera notable. El
sistema era tan funcional que se considera que las tribus tainas tenían una productividad
por unidad de superficie mayor que la generalidad de los pequeños campesinos
minifundistas del país actualmente.
En cuanto a si organización social, a nivel tribal las unidades sociales primarias de
los tainos consistían en grandes familias, cuyos integrantes eran los moradores de una
gran vivienda o caney, de forma circular. Estas grandes familias se formaban de la
unión de varia familias naturales, basadas en el matrimonio estable de una pareja. Estas
familias naturales estaban compuestas por 25 o 30 miembros, que pertenecían de 5 a 8
familias, pero no tenían atribuciones sociales especificas entre los tainos. Cada aldea
taina de cierta importancia tenía su propio cacique o se encontraba unida a uno. La
población de las aldeas se dividía entre jefes y trabajadores, sin embargo, esta división
no significaba el establecimiento de clases sociales ya que los jefes no explotaban el
trabajo de los productores directos.
Al momento de la llegada de los españoles, la isla se encontraba dividida en cinco
grandes cacicazgos, aunque debe precisarse que no era una división rígida, sino relativa,
que obedecía a determinadas circunstancias.
El Cacicazgo de Marién: Este fue el primero conocido por los españoles y su líder
era Guacanagarix, quien gobernaba la costa Norte desde el extremo de la isla
extendiéndose al Oeste hasta las inmediaciones del río Yaque o Montecristi y toda la
parte septentrional de la Vega Real. El Cacicazgo de Magua: Estaba dirigido por
Guarionex, comprendía la mejor parte de la región que luego fue llamada La Vega Real.
Magua quiere decir reino de llanura. El Cacicazgo de Maguana: Gobernado por
Caonabo, quien era Caribe nacido en las Antillas Menores, llego a la isla siendo muy
joven pero por su agresividad y valentía se hizo temer al poco tiempo llegando incluso a
casarse con Anacaona. Este cacicazgo tenía la provincia del Cibao y casi todo el país
recorriendo el río artibonito. El Cacicazgo de Jaragua: Era el más extenso y poblado de
los cinco y debía su nombre a un gran lago. Se constituyó en el centro cultural más
importante de la isla. Su jefe era Boechio, quien al morir le dejo el trono a su hermana
Anacaona, y el Cacicazgo de Higüey: Comprendía toda la parte oriental de la isla. Se
extendía hacia la costa norte, el río Yaque, y hacia el sur el Ozama. Su gobernante era
Cayocoa.
En torno a la religión, esta ocupaba un papel de primer orden en la cultura taina.
Dividían sus dioses en fuertes y débiles, considerando a los caciques como los únicos
que estaban formalmente autorizados a comunicarse con ellos. Lo hacían a través de un
rito designado con el nombre de Rito de la Cohoba, precedida por la inhalación de una
droga alucinógena que hacía perder la razón a quien la tomaba y lo ponía, por ende, en
capacidad de comunicarse con los fuertes dioses. Estas manifestaciones religiosas
dieron lugar a que se fuera formalizando un grupo de personajes cuya especialidad era
la de servir de dirigentes en ritos religiosos y en la curación de enfermos. Estos
personajes eran llamados behiques y gozaban de muchos privilegios de los caciques.
Los behiques poseían capacidad para comunicarse con el mundo de los espíritus
llamados cemies, aunque en ese aspecto los caciques tenían mayor importancia religiosa
que estos arcaicos sacerdotes. Las ceremonias religiosas de los tainos estaban divididas
en dos puntos importantes: el rito de la cohoba y la celebración de los areitos. Los
areitos eran fiestas en las que se bailaban cantos legendarios en honor del poderío de los
cemies.
La Colonización de La Española
Los habitantes que Cristóbal Colón y su tripulación encontraron en la isla fueron
los Lucayos, Ciguayos, Taínos y Caribes. Eran comunidades de pescadores y
recolectores, que practicaban una agricultura rudimentaria. El desplazamiento de los
grupos humanos entre las islas del Caribe siempre fue intenso; el comercio y trueque
entre las tribus se combinaba con el intercambio de ofrendas, productos de la tierra y
objetos que ellos fabricaban. La colonización europea de América se inició cuando
Colón arribó a la Isla La Española y con los restos de una de sus naves construyó el
Fuerte La Navidad. El Almirante gobernó la isla durante ocho años, en un plazo
relativamente corto, los colonizadores se repartieron prácticamente todas las tierras
útiles de La Española, y con ellas sus habitantes.
Antes de partir a España, Colón dejó a cargo de la colonia a su hermano Bartolomé
Colón quien, como adelantado de la isla, fundó la ciudad de Santo Domingo en 1496.
Pero los desórdenes y las sublevaciones motivaron que la Corona Española enviara a
Francisco de Bobadilla para hacerse cargo de la situación, quien ordenó como primera
medida la detención de Cristóbal Colón y su familia, quienes fueron embarcados hacia
la Península. El 2 de noviembre de 1493 regresó Colón a "La Española", después de
haber pasado varios meses en la península donde fue recibido con honores por los Reyes
Católicos. Las pruebas y las noticias que sobre las tierras de Indias, ofreció Colon, le
permitieron organizar mejor la segunda expedición, con el fin de colonizar "La
Española", ya que sus caracteres fueron de fundación, expedición y conquista territorial,
apoyada en una campaña de sometimiento del grupo castellano hacia los aborígenes.
Gobierno de Nicolás de Ovando
Debido a los desaciertos administrativos de las personas que después de Colón
habían administrado la isla y el caos existente en “La Española", los Reyes Católicos
decidieron enviar un comisionado que armonizara la situación y creara un ambiente de
orden y respeto. La persona elegida para la misión fue el comendador de Lares, Nicolás
de Ovando, calificado de hombre prudente y capaz de gobernar mucha gente. Ovando
salió de España con poderes muy amplios, instrucciones precisas y el mayor contingente
que hasta entonces había para el nuevo mundo: 30 bajales, 24 carabelas, 2,500 personas
(incluyendo73 familias, diversos animales y provisiones de guerra y uso cotidiano). El
carácter gubernativo, así como los logros obtenidos en un periodo de siete años,
determinaron que con el comendador se produjera la verdadera colonización de "La
Española".
La labor inicial de Ovando fue de reconstruir físicamente el poblado de la nueva
Isabela, que había sido devastado por un huracán en 1502. La reconstrucción consistió
en trasladarlo al lugar donde actualmente se encuentra la ciudad de Santo Domingo,
acompañando a esta tarea la fundación de un conjunto de poblaciones. Con respecto a
los aborígenes tainos, al decir de algunos historiadores, Ovando tenía instrucciones de
darles buen trato, pero como los mismos se “rehusaban a trabajar”, Ovando informo a
los reyes el inconveniente y estos le otorgaron poder para que le hiciese trabajar con
“moderación”.
Según fuentes consultadas, Ovando tenía instrucciones que precisaban las
construcciones de villas y en ese sentido creo unas catorce, entre las cuales se menciona
Santa Cruz de Iguayana, Salvaleon de Higuey, La Buenaventura, Azua de Compostela,
San Juan de la Maguana, Puerto Real, Lares de Guaba, Villanueva de Jàquimo,
Salvatierra de la Sabana, Santa María de la Vera Paz, Puerto Plata y otras. El gobernante
delineó y concretizó lo que sería la vida de los indígenas, e introdujo nuevos cultivos
que conllevaron a mejorar considerablemente la economía de La Española.
Hay que decir que una cosa era lo que la corona española ordenaba que se hiciera
en la isla y otra cosa era lo que se hacía en la práctica, que no fue más que, la represión,
la coerción, la extinción a través de las matanzas masivas de los aborígenes, desde que
Colon pisó tierra en la isla, siendo la manifestación más cruel la que Ovando realizó en
el cacicazgo de jaragua en contra de los aborígenes.
En el orden político, actuó magistralmente en beneficio de la Corona al quitarle el
poder que tenían los roldanistas. Obligó a los españoles que vivían con indígenas a
casarse con ellas y así colocó a éstos en la condición de indígenas, para así utilizarlos
como tales. De ahí que supo aprovechar la situación de los llamados Caciques Blancos.
Durante la gestión de Ovando se incrementó considerablemente la producción minera,
realizándose dos fundiciones por año, en los lugares Buenaventura y Concepción de La
Vega y para 1506 se realizaban cuatro fundiciones.
La situación se tornó critica para Ovando en 1503, cuando más de la mitad de las
personas que lo acompañaron en el viaje a La Española fallecieron a causa de distintas
enfermedades y los negros que llegaron como sirvientes de los españoles habían huido
hacia las montañas, principalmente hacia la Sierra de Bahoruco. Ante esta situación el
Comendador de Lares escribió a la Corona para que prohibiera la importación de
negros, porque estos eran dados a escaparse a las montañas y esta acción podría ser
imitada por los indígenas.
Ovando también estimuló la agricultura, la cual fue practicada por los indígenas,
conjuntamente con la minería, por lo que ellos tenían que dedicarse a una doble
actividad. La ganadería tuvo un gran auge durante la gestión de Ovando, quien puso
énfasis en la crianza de ganado vacuno y caballar. La ganadería permitió luego el
desarrollo de la industria azucarera, así como el triunfo español en otras posesiones
americanas. No obstante la ardua labor que en el plano económico desarrolló Ovando,
debido a la falta de mano de obra, confrontó grandes problemas. De ahí que, en 1505,
permitió la entrada de negros esclavos y solicitara a La Corona española que autorizara
la importación de esclavos. Luego de la muerte de la reina en 1504, el rey Fernando
aprobó la petición de Ovando y quedó oficializada en 1505 la importación de negros
hacia la Isla Española.
La Encomienda
La Encomienda fue una institución indiana de trabajo forzado, sin salario, a través
de la cual el indio estaba obligado a prestar servicios por un tiempo, al español, y recibir
a cambio un buen trato, formación religiosa e instrucción elemental. La Encomienda era
un mecanismo de explotación de la Corona y Ovando tenia vasta experiencia sobre esta
práctica. En la Española los primeros repartimientos habían surgido del choque de los
intereses acaecidos durante el Régimen de la Factoría entre el Almirante Colón y el
grupo de Roldan. Ovando lo que hizo fue legalizarla en la Isla, a partir de 1503.
Las encomiendas establecían que los aborígenes eran libres y que debían ser
evangelizados, pero en la práctica nunca disfrutaron de la alegada libertad que se
señalaba, los españoles tenían el control sobre ellos y estaban encargados de determinar
qué cantidad tocaría a cada encomendero y el periodo que debía durar el reparto. Como
consecuencia de las encomiendas se aniquilaron físicamente la mayor parte de la
población aborigen ya que no sólo era una explotación despiadada, sino también la
separación radical de su medio de vida habitual.
La encomienda fue una cosa en teoría y otra en práctica, ya que la formación y
protección que debía brindar el encomendero, se convirtió en pura fórmula. El régimen
de esclavización a que se sometió el pueblo aborigen fue permanente y sus resultados
desastrosos. La sed, puesta de manifiesto tanto por la corona, como por los
conquistadores, que llegaron a "La Española", fue provocando la extinción de la
población taina.
El Virreinato Primer Gobierno de Diego Colón 1509-1514.
Diego Colón, quien era hijo del Almirante Colón, fue designado Gobernador de La
Española en 1509 por el Rey Fernando, con el propósito de solucionar el impase surgido
luego de la destitución del Descubridor y la anulación de las Capitulaciones de Santa
Fe. El hijo del Almirante obtuvo el nombramiento de Gobernador y Virrey, pero no
consiguió las otras estipulaciones consignadas en las Capitulaciones, pese a que tuvo el
importante respaldo familiar del comendador de León por haberse casado con su hija
María de Toledo. El Primer gobierno presidido por Diego Colon, recibió el nombre de
Corte Virreinal por la pomposidad y derroche que impero durante su gestión. Cometió
los mismos errores que su padre, al realizar un gobierno personalista y efectuando
repartimientos indiscriminados para favorecer a sus allegados.
Diego Colón dejó a un lado la política efectuada por Ovando quien rindió
excelentes servicios a la Corona, tanto en la restauración y solidificación de un nuevo
modelo Colonial basado en el régimen de las encomiendas. La política aplicada por
Diego Colon fue similar, en lo relativo al trato de los aborígenes, a la aplicada por
Bobadilla, con la diferencia de que este beneficiaba a los españoles, mientras que Diego
favoreció únicamente a los que estaban a su alrededor, razón por la cual se desató una
lucha de fracciones en La Española.
El Tesorero Real Miguel Pasamonte presidió la lucha contra el gobierno de Diego
Colon, quien en 1510 dispuso la construcción de su residencia, un palacio situado a
corta distancia de la orilla occidental del Ozama, el hoy conocido como el Alcázar de
Colón. Dicha construcción agudizó las contradicciones existentes en el seno de la
sociedad española, provocando que dichas quejas llegaran hasta España, en relación al
gobierno ejercido por Diego Colon.
El Virrey solicitó a la Corona permiso para marcharse de La Española, el cual le fue
concedido y a fines de 1515, abandonó la Isla en momentos en que ésta se encontraba
en una difícil situación económica ante la decadencia del modelo económico social de
las encomiendas basadas en la minería, quedando el gobierno de la isla a cargo de los
jueces de la Real Audiencia (1511-1516). La Real Audiencia fue creada el día 5 de
octubre de 1511, la cual estaba integrada por tres jueces, adversarios a Diego Colon.
Este Tribunal fue creado con el objeto de disminuir el poder del hijo del Almirante y
hacerle ver que su designación fue una especie de concesión y no de obligación.
La instauración de La Real Audiencia en la colonia fue el primer acto importante de
presencia, realizado por la Corte en la Isla La Española, esto así, porque ese organismo
tuvo funciones jurisdiccionales, al principio sobre todos los territorios descubiertos y los
que se fueran descubriendo, por lo que abarcó a todo el Nuevo Mundo hasta entonces
conocido. Los Jueces de la Real Audiencia eran los encargados de aprobar o rechazar
las medidas y decisiones que el gobernador pretendiera poner en práctica. Además,
podían intervenir, examinar y aprobar los negocios del gobierno, librar títulos a
relatores, abogados y procuradores. Asimismo, debían informar sobre los servicios
prestados a la Corona, al mismo tiempo que recabar honores y empleos para los
individuos que podrían merecerlos.

Los Dominicos y su Defensa de los Aborígenes.


Se afirma que el gobierno de Diego Colon, también confrontó problemas con la
Orden de los dominicos, la cual asumió la defensa de los aborígenes, para de esta
manera entrar en contradicción con los franciscanos que apoyaban la situación
imperante, es decir, la explotación de los aborígenes. Entre los sacerdotes de la Orden
de los dominicos se pueden mencionar Domingo de Mendoza, Pedro de Córdova, Fray
Antón de Montesinos y Bartolomé de las Casas, quien había llegado a la isla con fines
de enriquecerse, y que luego de haber participado en las matanzas de indígenas en
Jaragua e Higuey, desistió de sus propósitos y tomó los hábitos.
La oposición al maltrato que recibían los aborígenes se manifestó en el famoso
Sermón de Adviento o Sermón de Montesinos, en el que se proclamó desde el púlpito
que los indios eran libres por naturaleza y por derecho. Dicho sermón trajo como
consecuencia el disgusto de los colonos y de los franciscanos, las noticias llegaron hasta
el Rey, quien apoyó a los opositores, y dispuso la deportación de la orden de los
dominicos de la isla La Española, si persistían en sus empeños de defender a los
aborígenes. Los dominicos se vieron obligados a abandonar su lucha en la isla, pero no
en la Corte, y no cesaron hasta lograr que el monarca dispusiera la creación de una junta
de letrados para analizar la situación de los indígenas. De esta manera se puede observar
la labor de evangelización y la educación de ambas órdenes religiosas, mientras los
franciscanos estaban de acuerdo con la explotación, sumisión y obediencia de los
aborígenes, Los dominicos luchaban por la liberación y el derecho al respeto que tenían
los aborígenes.
Las Leyes de Burgos.
Debido a las constantes denuncias y protestas de la orden religiosa de los dominicos
en defensas de los aborígenes, la Corona Española se vio precisada a establecer en la
isla una legislación protectora, que se inicia con las Leyes de Burgos, promulgadas en
diciembre de 1512, ampliadas en 1518. Las Leyes de Burgos no fueron más que un
mamotreto jurídico producto de la defensa de los dominicos, en el que se establecía una
serie de obligaciones para darle un trato humano a los aborígenes, así como asegurar su
evangelización, pero cuando las mismas vienen a tener su efectos en La Española, ya
prácticamente los aborígenes habían desaparecido llegando a sus límites, produciéndose
la quiebra de la economía y eran sustituidos por esclavos africanos. Dichas Leyes
estaban imposibilitadas de cumplirse, porque afectaban los intereses de la Corona
Española, y pretendían impedir un proceso que desde 1492 se había iniciado, la
extinción de la población indígena, la cual para 1517 apenas era de 10 a 12 mil
aborígenes.
Los Repartimientos de Alburquerque.
Las Leyes de Burgos no fueron aplicadas en la Isla La Española, puesto que Don
Rodrigo de Alburquerque alcalde de la fortaleza, maniobró con los funcionarios del
Rey, con el objeto de que el gobernador Diego Colon, no tuviera la facultad de realizar
las reparticiones. Rodrigo de Alburquerque logró su objetivo, y al retornar a la isla
acompañado del Licenciado Pedro Ibáñez Ibarra, trajo consigo la facultad de realizar las
reparticiones que deseara. El alcalde dispuso de las direcciones de los nuevos
repartimientos.
Al abandonar Diego Colón la administración colonial en 1514, se produjo el
gobierno provisional de los Miembros de la Real Audiencia. Esta situación coincidió
con la muerte del Rey Fernando el Católico en 1516. El sucesor del Rey lo era su nieto
Carlos, pero como no tenía edad para gobernar, el Cardenal Francisco Jiménez de
Cisneros asumió la regencia de España.
La Educación Colonial

La educación colonial, por haber sido condicionada y ligada a una situación socio
racial y económico y por no haber sido una actividad abstracta realizada en el vacío,
sino determinada por una razón histórica, fue un instrumento al servicio de las clases
dominantes. La utilizaron como medio de obediencia, disciplina y adaptación a los
preceptos que demandaban los fueros y privilegios de España, por un lado, y de
hombres y grupos oligárquicos, por el otro. Cuando se trata de mirar a la época colonial
desde la perspectiva de la educación, especialmente si ésta es analizada como
instrumento social, se hace obligado hacer referencias, acerca de la estructura socio
racial, las creencias religiosas y las costumbres predominantes en la época.
En la estructura social colonial España pretendió trasladar a América las mismas
estructuras políticas, religiosas y económicas utilizadas en la Metrópoli. El logro no fue
completo, ya que no hubo variantes que no permitieron tal situación, entre ellos:
ambientes disímiles, grados de evolución y tipos de colectividad. En el orden
estrictamente social, las diferencias entre ambas sociedades son marcadas; en principio,
porque a América llega sólo una muestra de lo que es la sociedad hispánica. La masa
que viene a América está compuesta por individuos jóvenes en su gran mayoría,
licenciados, bachilleres. Viene también un pequeño grupo de agricultores y marinos de
diversos estratos.

Así es que, el carácter propio y original de la sociedad americana comienza a


gestarse desde la misma llegada de los españoles. Condiciones de tipo climático y
cultural comienzan a confabularse y hacen que las condiciones sociales en América
comiencen a tornarse particulares. Además, durante este proceso de conquista y
dominación de las nuevas tierras, surgió un factor inesperado, que hizo que se fueran
modificando lentamente las condiciones existentes. Fue naciendo un nuevo orden y una
nueva realidad humana. La aparición del mestizo, negro y mulato, viene a configurar y a
definir un factor que determina la estructura y las características de la sociedad colonial.

La inserción social del negro en la sociedad naciente hace permear atributos


culturales que posteriormente definirían la sociedad. Los caracteres étnicos determinan
la aparición de por lo menos seis niveles sociales, entre los que se puede observar:
Sector dominante, compuesto por blancos nacidos en España, entre ellos se encuentran:
los blancos adelantados, los repartidores y encomenderos; posteriormente, luego de la
primera etapa de conquista por; gobernadores, intendentes, obispos y arzobispos,
capitanes generales y peninsulares funcionarios de máxima jerarquía. Recae sobre ellos
la responsabilidad de poder político, además de los mayores privilegios sociales, tales
como la instrucción. Hijos de blancos españoles nacidos en América.

Esta situación les confiere privilegios blancos sociales, pero les niega acceso a
cargos políticos de importancia. Adoptaron exterioridades criollas aristocráticas, aunque
en su origen hay guerreros meritorios, segundones enriquecidos, osados aventureros y
hasta farsantes inventores de alcurnias. Blancos de Valga este calificativo para aquellos
blancos venidos de las islas Canarias, considerados como blancos de tercera clase. Sin
embargo, se presentan como laboriosos, no rehúyen una vida modesta y de actividad
dura y permanente. Pasó a constituir la porción más nutrida de la sociedad colonial en
la isla de la española. Poseen el poder de la creación, inicialmente existe una división
real, visible y palpable acerca de las Pardos condiciones físicas del pardo, pero
posteriormente estas condiciones se pierden. Finalmente, el pardo será reconocido por
descarte: “todo aquello que no es blanco, negro o indio es pardo”. Estos debieron
resistir, por largo tiempo las mayores discriminaciones. Considerados por nomenclatura
jurídica como un menor de edad, sin facultades para la toma de decisiones, ni siquiera
dentro del ámbito de su vida personal. Sometidos a los indios servidumbre, como forma
de pago, por las bondades brindadas por los españoles (“sacarlos del salvajismo en el
que vivían”). Son el extremo bajo de la sociedad colonial. Básicamente son utilizados
como el brazo ejecutor, la mano de obra de la actividad productiva. Son esclavos,
siempre fueron un objeto negros caro, y a finales del período colonial se perfilaban
como una máquina de trabajo difícil de mantener.
El criterio económico tuvo dentro de esta sociedad gran importancia, a tal punto
que puede ser parámetro de distribución social, sin embargo, no es la única condición,
ya que las condiciones raciales o estamentales comparten el mérito de dicha
clasificación. Esta situación marca la brecha que llama hacia el proceso de
emancipación. Las diferencias entre blancos peninsulares, un blanco criollo y un pardo
no eran realmente palpables, ni racial ni económicamente, pero el privilegio social y
político marca la diferencia.

Con respecto a la actuación del catolicismo, España no puede concebir su propia


identidad sino como católica, tanto por su historia de ocho siglos de reconquista como
por su enfrentamiento a la reforma protestante. Su proyecto político de expansión
colonial es, también, un proyecto religioso. Por ello, la Iglesia Católica desempeña una
doble función: la legitimación de la conquista y la conformación cultural de los
colonizados.

El mecanismo privilegiado que posee la Iglesia para la legitimación de la conquista


y, sobre todo, para la conformación cultural es la educación. Esta responsabilidad es
asignada a la Iglesia, primero, porque es lo usual en España; segundo, porque el aparato
político de la Metrópoli no tiene ni capacidad ni interés en organizar una estructura
sustitutiva; y tercero, porque la Iglesia ofrece garantía de que lo que se va a transmitir
responde a la concepción que tiene España no solo de la cultura sino de lo que puede
enseñarse a los educandos.

En cuanto a la Educación Colonial, las diferencias en la estructura social de la


colonia determinaron los diferentes sistemas educativos, con sus correspondientes
institucionalizaciones. A su vez, estos sistemas educativos reforzaron la estratificación
de la estructura social. Tomando en cuenta sus destinatarios, la educación colonial
puede clasificarse en: Educación indígena, educación del blanco, educación del negro y
mulatos.

En torno a la educación indígena, tres instituciones fueron los mecanismos básicos


desde el inicio, los frailes acompañaron a los expedicionarios que venían al nuevo
mundo, teniendo como función, organizar los primeros centros de evangelización de la
población aborigen. Los principales preceptos a enseñar eran: buen vasallo del Rey,
buen cristiano y buen productor. Esta educación fue el instrumento más importante para
la conquista pacífica y la sumisión política de los indígenas. La instrucción primaria en
la hispaniola comenzó en los primeros años del siglo XV1 con una escuela de primeras
letras fundada por el clérigo Hernán de Suarez. También las diferentes sectas religiosas
que llegaron a la isla de Santo Domingo, (Dominicos, mercedarios, Carmelixtas,
Franciscanos, Jerónimos, Capuchinos, Agustinos y Jesuitas), iniciaron una labor de
instrucción en el orden educativo y de evangelización, pero eso de ninguna manera se
puede decir que era parte de una estrategia de la corona española en el interés de
desarrollar un sistema de educación para la instrucción pública en el territorio de la isla,
más bien se puede afirmar que fueron esfuerzos particulares de esos grupos religiosos
que tenían sus intereses particulares y que luchaban por mantener el liderazgo no
solamente en el orden educativo y religioso, sino también en el aspecto económico.

En este sentido, la encomienda fue la institución más importante. La finalidad


educativa de la encomienda era: “Apartar a los indios de sus vicios” Instruirlos en los
buenos usos y costumbres enseñarles la religión cristiana. Enseñarles a vivir en
(convivencia ciudadana). Obligarlos a servir a los españoles. El fracaso de la
encomienda como fórmula de cristianizar al aborigen, así como la disposición de
órdenes religiosas dispuestas a desarrollar su apostolado en América fueron factores que
provocaron el establecimiento del sistema misional.

Las pocas escuelas particulares de primeras letras que existían en la isla, se


limitaban fundamentalmente a enseñar a “leer, escribir y contar”. Durante el periodo
colonial, el negro esclavo en sentido general, no tenía acceso a la educación. Entre la
educación catequizadora y colonizadora de indígena y la educación del blanco, no
existía lo que hoy se puede llamar educación popular. Sólo en ocasionales
oportunidades los amos dedicaron tiempo para la enseñanza de los negros, casi siempre,
para que atendieran alguna labor que exigiera poseer algunos conocimientos.

Se sostiene que la educación de blanco, al igual que la educación del indio, estuvo
fundamentalmente en manos de la Iglesia. Hubo maestros particulares no pertenecientes
a las instituciones eclesiásticas, pero estos fueron los menos y en su orientación y
contenidos dependían de la Iglesia.

Se afirma que a nivel de educación superior, se excluía de la comunidad


universitaria a los negros, zambos y mulatos, y quienes habían tenido en su familia
alguna infamia, por razón de un penitenciado de la Inquisición o “alguna nota pública
inmoral”. Además, el estudiante debía gozar de buena posición económica, pues la
universidad exigía fuertes cantidades de dinero para conferir los títulos académicos.

En la enseñanza universitaria, en cuanto a los contenidos de los aprendizajes, se


evidenciaba un arraigo en las humanidades, situación que era criticada en su momento
por los pensadores del período, quienes consideraban que las ciencias exactas y
experimentales debían ser tomadas en cuenta en dicha institución, para el progreso
efectivo. Las cátedras iniciales eran la gramática y la retórica. Los métodos de
enseñanza, eran apegados a la pretensión del desarrollo armónico de todas las
facultades, sin embargo, el más utilizado era el de leer, memorizar y repetir.

La educación colonial significó el inicio de una educación discriminatoria, en la


cual se atendían sólo a los grupos sociales privilegiados, dejando por fuera a una gran
mayoría. Es un período desarticulado en cuanto a lineamientos estatales, ya que el
Estado español no poseía ni la organización, ni la voluntad para educar a sus colonias.

Al reflexionar sobre la educación durante la época colonial del siglo XV1, en la


isla a de Santo Domingo, se puede afirmar que los métodos de enseñanza, eran
apegados a la pretensión del desarrollo armónico de todas las facultades, sin embargo, el
más utilizado era el de leer, memorizar y repetir. La educación colonial significó el
inicio de una educación discriminatoria, en la cual se atendían sólo a los grupos sociales
privilegiados, dejando por fuera a una gran mayoría. Es un período desarticulado en
cuanto a lineamientos estatales, ya que el Estado español no poseía ni la organización,
ni la voluntad para educar a la colonia española de Santo Domingo, ni a ninguna otra
colonia americana.

En esta reflexión final, de lo que fue la educación colonial en el siglo XVI en la


española, es importante hacerse la siguiente pregunta: ¿Por qué la Corona Española en
el siglo XVI, no desarrollo un sistema educativo a nivel primario y secundario con un
currículo formativo, y sin embargo, procedieron a crear dos universidades? Para
responder a esa pregunta es necesario hacer una breve explicación de lo que estaba
ocurriendo en el viejo continente europeo en ese tiempo.

La situación de Europa en el siglo XVI, en materia religiosa y educativa, que es lo


que más interesa para dar respuesta a la pregunta formulada, era que, en el seno de la
Iglesia católica, apostólica y romana, se estaba cuestionando mucho la situación de
corrupción, que consistía en la venta de indulgencias y otras modalidades de
irregularidades que se daban en la jerarquía eclesiástica. Fue así como Martin Lutero y
Juan Calvino desarrollaron sus planteamientos de reformas dentro de la Iglesia,
trayendo como consecuencia la división de la misma, y surgiendo de esas
contradicciones la religión protestante.

Ante esa situación, la Iglesia Católica, tomo la decisión de enfrentar los avances
que venía teniendo el protestantismo y en ese sentido organiza la contra-reforma, la cual
fue encabezada por San Ignacio de Loyola. Indudablemente que fruto de esa división la
isla española (hoy república dominicana y Haití), que fue la primera en ser conquistada
y colonizada por España sufre la consecuencia en lo que se refiera a la educación. Esto
debido a que la Corona española, al comenzar el proceso de colonización con la llegada
de Ovando, como gobernador de la isla, y también la llegadas de diversas órdenes
religiosas, en vez de iniciar la organización del sistema educativo, lo que hicieron fue
desarrollar un trabajo de evangelización y algunos de ellos como fue el caso de Hernán
de Suarez que fundo una escuela de primera enseñanza, no para alfabetizar a los
indígenas, sino para instruir en la enseñanza de las primeras letras a los hijos de los
españoles que ya habían tenido hijos con las indígenas o con las negras esclavas que
habían llegado procedente de África.

Se sostiene, que los españoles al iniciar la colonización en la Isla, no quisieron


establecer el sistema de educación primaria porque entendían una pérdida de tiempo
comenzar a formar bachilleres comenzando desde el nivel primario, en razón de que la
reforma protestante podía tomarle mucho tiempo y adelantársele en la promoción de esa
nueva orientación religiosa y perder la hegemonía religiosa que tenía la Corona
española en la Isla y demás territorios de América que ya habían conquistados y
colonizados. Pensaron que creando instituciones de educación superior podían avanzar
más rápido y contrarrestar las ideas luteranas y mantener el control. Fue así como
procedieron a importar bachilleres para inscribirlo en las universidades creadas para
tales fines, siendo el primero en inscribirse en la universidad Santo Tomas de Aquino,
Luis Colon, hijo de don Diego Colon.

En el siglo XVI, se crearon en la isla dos universidades: La Santo Tomas De


Aquino y La Santiago de La Paz, la primera fue creada mediante la bula papal in
Apostolatus Culmine de Paulo III y la segunda por los padres jesuitas, con la ayuda de
Fernando de Gorgón. La Universidad Santo Tomás de Aquino (1538-1823)
Actualmente llamada Universidad Autónoma de Santo Domingo, fue creada mediante la
bula papal In Apostolatus Culmine con el nombre de Universidad Santo Tomás de
Aquino, el 28 de octubre de 1538. El Papa Paulo III estableció con esta bula la primera
universidad de América.

La universidad dejó de ser un “Studium Generale”, que era manejado por la


congregación de los dominicos, para convertirse en el centro de la educación en el
nuevo mundo. Por medio de la anteriormente mencionada bula, se asciende este Estudio
General, que los dominicos dirigían desde el año 1518, a la categoría de Universidad La
naciente universidad toma como modelo la Universidad de Alcalá de Henares, y como
tal fue porta-estandarte de las ideas renacientes que surgían del mundo medieval, del
que emergía la España de los días de la conquista.

Se afirma que los Jesuitas tramaron esconder la Sanción General del Consejo de las
Indias para apoderarse del monopolio en el otorgamiento de grados vaticanos,
característica fundamental de una universidad. Esto, en detrimento de la Universidad de
Santo Domingo, establecida por la facción de la Iglesia del Convento Dominico. Sin
embargo, y aun en caso de no existir la Sanción General en 1538 (aun cuando sí existió,
solo que fue oficializada 28 años tarde en 1558,común en un contexto histórico en el
cual los anales históricos tardaban décadas en ponerse al día. En aquellos días no existía
una ley escrita definida que requisiere un sello virreinal para poder poner en ejecución
una bula papal. Evidentemente la Universidad de Santo Domingo otorgaba grados
académicos desde mucho antes que 1551, lo que la categoriza como "universidad", en el
sentido moderno del término, mucho antes que las universidades en México o Perú.

La universidad desapareció definitivamente en 1823, con la ocupación haitiana al


país, ya que muchos de los estudiantes fueron reclutados para el servicio militar, por los
haitianos. En 1914, por decreto del presidente de la República Ramón Báez, del
Instituto Profesional, crea la Universidad de Santo Domingo.

En cuanto a la Universidad Santiago de la Paz, esta surgió de la iniciativa de


Fernando de Gorjon, el cual en el 1537 obtiene el permiso para construir un colegio,
donde se podría aprender gratis las ciencias de la época. Luego este centro fue
convertido en La Universidad Santiago de la Paz, allí se enseñaba gramática y lógica. El
23 de febrero de 1558 el centro obtiene el título de universidad, pero no es reconocida
como tal hasta 1741 por una Cédula Real. Cuando los jesuitas llegan al país en 1649,
empiezan a dar clases en esta universidad y en 1701 el rey Felipe V de Borbón les cede
el edificio a los jesuitas para que impartieran allí clases a los seminaristas. La institución
queda abandonada con la expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús de los
territorios españoles en 1767 por orden del rey Carlos III.

En estos dos centros de educación superior, que se crearon en el siglo XVI en la isla
la española, se formaban los profesionales que la corona española necesitaba para que
expandieran las ideas del catolicismo creyendo que así podían detener la reforma
protestante que ya era una fuerza religiosa importante en Europa y que pretendía
expandirse por todo el mundo. En estas universidades se enseñaba Teología, Gramática,
Lógica, Retórica, Filosofía, Física, Medicina y Jurisprudencia.

Lo que ocurrió en la isla en el siglo XVI, fue el resultado de la lucha que mantenía
el imperio español con los demás imperios de los países bajos del norte de Europa, por
la hegemonía de la Frontera imperial del caribe como le llamo Juan Bosch. Esas fueron
causas muy importantes para que España no se preocupara por la creación de un
sistema de educación del nivel primario y secundario, sino crear universidades que le
sirviera de correa de transmisión de la ideología de la contrarreforma.

En Europa, se estaba produciendo un proceso de transición del feudalismo al


capitalismo, por tanto, se necesitaba crear una nueva religión ( el protestantismo) y una
nueva escuela , como fue el caso de la escuela laica, que iba a enseñar una nueva
concepción filosófica y pedagógica orientada a formar un hombre con un pensamiento
democrático, pues para esa época la clase social que tenía el dominio del poder
político y económico era la burguesía y esta tenía que desarrollar la democracia
representativa, que era la forma de gobierno más avanzada en los siglos XVI, XVII y
XVIII, por eso a la burguesía en ese periodo de la historia se le considero como una
clase social revolucionaria.

Es de ahí que se considera la reforma protestante y educativa como un paso muy


importante en la contribución del establecimiento del sistema capitalista en Europa,
pues tanto la religión como la educación son herramientas ideológicas que producen,
reproducen y sostienen la base de sustentación filosófica en la que se cimenta una
sociedad históricamente determinada. En el caso de la educación, el laicismo
pedagógico jugo un rol trascendental para el establecimiento de una escuela laica que
sirviera de base en la transmisión y reproducción de las ideas de la naciente clase de la
burguesía en Europa para el nuevo sistema que reemplazaba al viejo sistema feudal.

En general, la enseñanza en los siglos XVII, XVIII, y XIX, era semejante en todos
lados: el profesor leía y comentaba un texto. Los esfuerzos de Comenio por el desarrollo
de la educación universal le valieron el título de “maestro de naciones”. En este siglo
(XIX) intervienen las autoridades públicas en el área educativa. Se amplía y desarrolla la
educación a partir del protagonismo y participación que asume el Estado.

Estos hechos ocurren en principio en los países de religión protestante, mientras que
en los católicos siguen con su educación de orden religioso. En 1612 el conde Ernesto El
Piadoso de Gotha, presenta una ordenanza que marca la insistencia de la obligación
escolar y cuyo cumplimiento incumbe a las autoridades civiles, a las de carácter educativo
y pedagógico. En esta propuesta se dividen las escuelas en tres grados: inferior, medio y
superior; y en donde cada uno posee un programa propio (desde la lectura y escritura
hasta las ciencias naturales). Finalmente se dispone el pago de los maestros con fondos
públicos.

Es bueno destacar la importancia de la educación pública en distintos lugares: Los


Estados alemanes insisten con la obligatoriedad escolar y la mejora en cuanto a la
situación de los maestros. En el resto de Europa la educación pública logró cierto
desarrollo en los países de religión calvinista. En los países católicos no interviene el
Estado en la educación ya que la misma está dada por órdenes religiosas. Se puede
mencionar algunas instituciones pioneras en el área educativa en estos países como fue el
caso de La Compañía de Jesús que en este tiempo mantenía una estructura poderosa.

La Educación Durante la Ocupación Haitiana 1822-1844

Antes de producirse la ocupación haitiana por Jean Pierre Boyer, (1822-1844), la


educación escolarizada estaba limitada prácticamente al nivel elemental. La escolaridad
era tan reducida que sólo existían 6 escuelas en todo el país, las cuales se hallaban
distribuidas, dos en Santo Domingo, una en Santiago, La Vega, Azua, y el Seybo. En la
universidad (reabierta en el 1815) apenas se reunían al menos unas cuantas decenas de
alumnos, los que eran despreciados en cantidad respecto a la población existente en el
país para el momento.
En 1823 un año después de la llegada de Boyer, la universidad fue cerrada por el
gobierno haitiano, para luego ser puesta en función nueva vez, luego de la
independencia en 1844. En este periodo de ocupación haitiana, la educación fue más
asistemática que sistemática, debido a que era la gran minoría la que asistía a los lugares
de enseñanza escolarizada debido a una serie de dificultades.

Aportes de Duarte a la Educación

En el período de la ocupación haitiana surge un gran líder educador llamado Juan


Palo Duarte, al que cuando niño le fue cerrada la escuela al momento de la llegada de la
invasión haitiana, y fue quien luego crea un proyecto de enseñanza fundamentado en las
ideas pedagógicas humanistas, con una visión de libertad y de soberanía nacional que a
largo plazo produjo el triunfo y desde entonces la idea de liberación e independencia se
ha mantenido vigente en la sociedad dominicana.

Dentro de los aportes que hizo Duarte a la educación, está la docencia gratis a
jóvenes a los cuales influyo con sus ideas para que también a través de la agrupación
“La Filantrópica”, esos alumnos se dedicaran a la labor educacional, popular por medio
del teatro en las plazas. Hay que aclarar que con las clases que impartía es que éste va
forjando el camino para convertirse en un prócer de la patria.

Toda la producción intelectual de Juan Pablo Duarte, su Juramento Trinitario, su


Proyecto de Constitución, sus cartas, de donde se han extraído el mayor volumen de su
ideario, sus poemas, sus acciones y su vida ejemplar , constituyen en adición a su
trabajo en La Trinitaria, La Filantrópica y La Dramática, la fuente fundamental que
lo identifican plenamente como un grande educador de la nación dominicana; y sin
lugar a dudas el primer maestro humanista, lo es, porque aportó doctrinas acerca de
cosas tan puntuales como la independencia nacional y el acto eficaz del Estado
Dominicano mismo. Las plasmó y trabajó sin tregua por su realización y cristalización;
convenciendo a los dominicanos en torno a su necesidad de organizarse como entidad
jurídica y política independiente estableciendo su soberanía económica, social y
política; y a la preservación de las características históricas, religiosas, culturales,
identidades propias en torno a las cuales define la nación, muy diferentes a los de la
nación que en ese entonces sometía a su control. Y al hacerlo y reclamar ese derecho, lo
hizo sin que hubiese asomo alguno de desprecio o resentimiento hacia las características
a la nación o al pueblo haitiano.

En uno de sus poemas escribió: “Los blancos, morenos/ Cobrizos, cruzados/


Marchando serenos unidos y osados/ La Patria salvemos de viles tiranos/ Y al mundo
mostremos/ Que somos hermanos.” (Poema “Unidad de Razas”). Esta concepción de
Duarte, unida al juicio precedente señalado acerca de su admiración por el pueblo
haitiano, es un manifiesto de que Juan Pablo Duarte, ponderaba la necesidad de la
hermandad de todos los seres humanos, sin creer en la superioridad racial de ningún
género; esta meditación es eminentemente de naturaleza educativa.
A esos juicios de Duarte, de los cuales fluye un sentido de igualdad racial, únansele
en paralela dimensión, su visión (educativa por igual) acerca de la necesidad de
abrazarse a un ideal de justicia. Proclamó: “Sed justo, lo primero, si queréis ser felices”.
Igualmente postuló otras opiniones acerca de la importancia afectiva y misericordiosa
de ser justos y apegarse al ordenamiento jurídico que debían darse los dominicanos al
momento de ser libres.

Muchos años después, el gran pensador y humanista dominicano, Pedro Henríquez


Ureña, valorando la importancia del ideal de equidad de Duarte diría: “El ideal de
justicia está antes que el ideal de cultura: es superior el hombre apasionado de justicia al
que solo aspira a su propia perfección intelectual…” Justamente, esa visión es la que
estuvo presente en toda la vida de Juan Pablo Duarte: El sentido de justicia como norma
esencial en cualquier actividad humana.

La enseñanza que plasmó acerca de la honestidad como principio de vida individual


o colectiva de los seres humanos, en este caso de los dominicanos, es punto de partida
obligatorio para acercarse a la corriente ideológica del maestro. “En el año de 1844
habiéndole sido entregado por parte del Ministerio de Hacienda la cantidad de mil pesos
dominicanos (RD$1,000.00) para cubrir los gastos de viaje de las tropas que el
encabezaba en misión hacia Azua, una vez regresó con sus tropas a Santo Domingo, sin
que nadie le pidiera cuentas, devolvió ochocientos veintisiete pesos (RD$827,00.) e
informó por escrito y de manera minuciosa en que se habían gastado los cientos setenta
y tres (RD$173,00).”

Duarte ha sido para los dominicanos la mejor referencia, el modelo a imitar, el


paradigma moral, educativo y fuente que ha nutrido lo que hoy llamamos una educación
en valores. Valores que poseen una aceptación universal y que no se reducen sólo al
ámbito de su nacionalidad. Educo en base a valores como la honradez, honestidad,
justicia, amor al prójimo, amor a la patria, el sacrificio como entrega máxima en
beneficio de la colectividad.

Se sostiene que el prócer de la patria educó en las aulas (La Atarazana) y fuera de
ella en multiplicidad de formas. Con sus cartas, poemas, teatro, poesía, desprendimiento
y entrega. Su perspectiva acerca de la política, la filosofía, la justicia y el imperio de la
ley no podían ser más exquisitos, su reciedumbre moral y ética vinculada a su
aspiración futura de vida y deseo de felicidad. Las enseñanzas de Duarte, producto de
las circunstancias sociales que demandaba la nación tuvo que trascender los límites del
salón de clases para irse a las calles a sensibilizar al pueblo a través de sus discursos, los
cuales estaban forjados en base a una óptica benefactora y de carácter filosófico; sus
palabras encierran una amplia perspectiva del mundo, expresadas con la sencillez y la
humildad.

Algunos de los estudios realizados en correspondencia a la vida de Juan Pablo


Duarte, al clasificar los diferentes quehaceres a los que se dedicó, coinciden en numerar
que fueron doce (12) las actividades esenciales que ejerció, entre ellas: Estudiante,
maestro, tenedor de libros, comerciante, político, militar, músico, teatrista,
agrimensor… Aseveraciones, que no resultan difíciles de justificar, pues constituyen
escenarios de autenticidades, cuyas pruebas son como aguas cristalinas que brotan de
las intimidades de las piedras de manera natural y espontánea ante los ojos del menos
ilustrado de los dominicanos. Dicho inventario tiene como soporte documental varias de
las cartas escritas por el propio Juan Pablo Duarte y por los valiosos testimonios
presentados por su hermana Rosa, recogidos en sus acreditados Apuntes.

Sin lugar a dudas, la labor educativa del patricio Juan Pablo Duarte, después de su
regreso al país de Estados Unidos y Europa, con apenas 18 años de edad, orientó los
conocimientos adquiridos hacia el servicio de sus amigos y allegados, sin mezquindades
ni egoísmos con la plena conciencia de que el saber eleva y enaltece la conciencia y el
espíritu, desde ese momento empezó a cultivar el sagrado rol de instructor, la puesta en
marcha de la vocación de servicio de este idealista, tenía un sentido humanístico y
trascendente; aptitud característica de la dignidad y la integridad de este célebre hombre
dominicano.

Resulta de interés e importancia hacer referencia al nombre del establecimiento


comercial de Don Juan José Duarte, padre del joven Juan Pablo, llamado La Atarazana,
pues en un espacio de este almacén, cedido por su propietario, se convierte en escenario
donde dará inicio formal Juan Pablo Duarte a su labor educativa. Aquel lugar había
servido durante mucho tiempo para mercadear productos ferreteros, marinos, entre
otros. De aquel negocio salía el sustento de las necesidades financieras del hogar de
Don Juan José Duarte y Doña Manuela Diez; pero, a partir de la decisión del Prócer de
la libertad, se forjaría un nuevo accionar, que no consistía sólo para cubrir las
necesidades materiales de la familia, también se producirá otro alimento y no material el
cual no llegará exclusivamente a la mesa del hogar de la familia Duarte Diez, sino a la
colectividad, este alimento tiene otro destino y propósitos, tan nobles como el primero,
diseminar en la conciencia del pueblo la semilla germinadora de hombres libres,
armados de un ideal de justicia.

Se afirma, que en La Atarazana Juan Pablo Duarte promueve su fecunda labor y


ahora será extendida a otros espacios. Del fruto cosechado allí, surgirá La Trinitaria y
con ella el primer instrumento político revolucionario, la cual es constituida el 16 de
julio de 1838, que hará surgir la independencia. De la educación formal en La Atarazana
se echa a andar una idea, un proyecto, una aspiración, y de ahí Duarte se consagra como
educador.

En su rol de maestro, Duarte, enseñaba inglés, francés y latín. También filosofía,


política y derecho, especialmente hablaba de los Fueros Catalanes, especie de código de
derecho usado en la península ibérica durante la Edad Media y que sería la base del
derecho español a partir del alto medioevo, música, y teatro. Educó a la nación
dominicana fundamentado en los nobles principios de la necesidad de ser libres. En
cada una de las áreas del conocimiento que instruía estaba presente el amor, y se
entregaba como el “labrador que siembra semillas y cuida de ellas rociándolas cada día
al salir el alba o al ocultarse el crepúsculo con dedicación para que germinen”.

La Educación Durante la Primera Republica

Una vez proclamada la independencia de del país, hecho ocurrido el 27 de febrero


de 1844, se inicia un periodo llamado por los historiadores dominicanos como la
primera república. Este periodo comprende los años 1844 hasta 1861, año este último,
en que se proclama la anexión a España por el entonces presidente Pedro Santana. Con
la anexión a España, pierde la República Dominicana su independencia y por lo tanto su
soberanía.
En esos 17 años de duración que tuvo la primera república ocurrieron una serie de
cambios en todos los órdenes en este país. Esta nación, luego de proclamada la
independencia debió irse organizando, no solo en el aparato político, sino también en el
económico, educativo, religioso y social. El aparato educativo es la parte del sistema
encargada de mantener y reproducir el sistema establecido. Es de orden señalar, antes de
abordar el aspecto educativo, que, durante el periodo de la primera república, en la
mayor parte de ese tiempo, el país se vio envuelto en guerra contra los haitianos que se
resistían aceptar la independencia de esta nación.

De ahí que resulta difícil referirse solo a la educación obviando los hechos
históricos, pues son los hombres y mujeres quienes hacen la historia y por tanto son
ellos quienes dirigen y planifican la educación. Los sectores políticos que tuvieron
vigencia y dominaron el escenario nacional fueron: los liberales trinitarios, los
conservadores anexionistas pro español, y afrancesados, los primeros dirigidos por
Duarte y los segundos por Pedro Santana, y los últimos por Buenaventura Báez.

Se sostiene, que, en su proceso de organización del Estado, el sistema educativo dio


paso a la creación del ministerio de instrucción, cuyo primer ministro fue Tomas
Bobadilla, quien fue presidente de la junta central gubernativa, primer gobierno
colegiado que tuvo el país. Influenciado por el estado de guerra constante con los
haitianos y al hecho de que no se disponía de un sistema impositivo como del que
dispone el gobierno actual, los pocos ingresos que percibía el Estado provenían de los
impuestos a las exportaciones e importaciones y tenían que destinarse a los gastos de
guerra.

Conforme esa realidad, el ministerio de educación no contaba con los recursos


suficientes para desarrollar la educación. Como se puede apreciar en ese contexto
histórico, el sistema educativo requería de una base legal que lo orientara y sustentara.
Para el cumplimiento de esto el 13 de mayo de 1845 se creó la primera ley de
instrucción pública, donde se establecían las primeras normas para los maestros,
alumnos, autoridades y salarios.

Desde la fundación de la república se hizo cultura en el País, desde que se hacían


cambios políticos, cuando llegaba un nuevo mandatario se derogaban las leyes
educativas y se creaban otras. Esto ha ocasionado históricamente efectos negativos para
el desarrollo educativo de la sociedad dominicana.

En 1848 se legislo para dar origen al seminario conciliar como institución de


educación superior en el periodo de la primera república. En los inicios de 1844, el
currículo de la educación primaria era muy limitado, se enseñaba lectura, escritura,
cálculo y cuentas, bordados y oración a coro.
En el aspecto ideológico, la iglesia católica continuaba ejerciendo una gran
influencia en el aparato educativo, esta influencia provenía desde la época colonial.
Siendo esta institución la que mayor influencia ejerció, la filosofía educativa no tuvo
gran diferencia respeto a la época colonial, pues los fines educativos durante la primera
república perseguían la formación de personas obedientes al gobierno, a las leyes y a
Dios, con una actitud conformista.
Como puede notarse, se obviaba el desarrollo de un pensamiento crítico o racional.
Se aspiraba a formar sujetos conservadores. Era una educación dogmática, tradicional,
repetitiva, verbalista, consumidora de conocimiento, que estaba apegada a la filosofía
escolástica medieval.

Según fuentes consultadas, el padre de la patria, juan Pablo Duarte, se opuso a esta
ideología conservadora y conformista, propuso un nuevo currículo más amplio y de
formación universal. Debido a la fuerte oposición de los anexionistas y conservadores
de ese periodo histórico, dicho currículo no se pudo implementar.

La educación de la época era de carácter elitista, pues no todas las personas de la


sociedad tenían acceso a la educación, este era un privilegio de los miembros de las
clases dominantes. El sector privado, debido a las limitaciones del Estado en lo que se
refiere a los recursos, tuvo un papel destacado en lo que a oferta educativa se refiere.
Durante ese período, florecieron escuelas privadas, predominando las de varones. La
educación era sexista, es decir, había escuela de sexo femenino y de sexo masculino
separada.

En cuando a su estructura académica, el sistema educativo se dividía en niveles y


los niveles en ciclo. Para la primera república, como resultado de las reformas de 1851
en el nivel primario se estableció el castigo por ley, se le dio importancia a la lectura,
escritura, caligrafía, análisis de textos y se estableció premios para los alumnos
meritorios.

Para el nivel medio se ofreció formación en las áreas de administración e industrial.


A nivel superior se ofertaban 4 facultades: filosofía, jurisprudencia o derecho, ciencias
médicas y sagradas letras. Las leyes de instrucción establecían que se debían crear una
escuela de primera letra por cada común o pueblo y dos en cada cabecera de provincia o
capital de provincia. Dentro del ámbito privado, alcanzo gran renombre el colegio
Buenaventura que fue fundado durante el primer gobierno de Báez (1849-1853).

Dentro de los maestros que más se destacaron se debe mencionar a Manuel Aybar,
en cuya escuela llego a estudiar Juan Pablo Duarte. También el coronel Lorenzo Santa
María, Socorro del Rosario Sánchez (hermana de Sánchez), Manuel María Valencia
(llego a ser ministro de educación) también Ulises Francisco Espaillat quien fue un gran
defensor de la independencia e incluso llego a ser presidente en 1876, siendo un gran
intelectual y hombre honesto y finalmente Pedro Francisco Bono un gran defensor de la
nacionalidad.

También, fue ministro de educación en este periodo de la primera república, José


María Caminero, quien para el año 1851 concretizo la modificación de la línea
curricular. El salario de los maestros era de 30 y 20 pesos fuertes de acuerdo a la
asignatura que enseñara y un dato interesante lo es que desde los primeros años de la
creación de la Repuúlica Dominicana la educación se le asignaba el 4% del presupuesto
de la nación, no del producto interno bruto (PIB) como se le asigna hoy.

La Educación Dominicana Durante la Segunda República.


Para entender el proceso de transformación de la educación en la Republica
Dominicana en la segunda mitad del siglo XIX se debe señalar que esta se encuentra
vinculada a hechos ocurridos durante el siglo XVI, cuando la Iglesia comenzó a perder
su hegemonía en Europa, al presentarse las divisiones religiosas que dieron origen a
diferentes confesiones. Posterior a esta ruptura e identificada con la revolución francesa,
sellada tras varios coloquios políticos y religiosos, nace una nueva ideología educativa,
sostenida en el positivismo que transformaría la sociedad europea y luego las sociedades
en América Latina por medio del liberalismo y el racionalismo, que apareció de manera
tardía en la República Dominicana.
En la República Dominicana, durante el Siglo XIX, la política educativa de la
nación estuvo especialmente ligada a la Iglesia. Por ser un país de fuerte arraigo
católico, donde tradicionalmente la religión católica ha ejercido una fuerte presencia en
las instituciones de enseñanza.
Con la precaria situación de la Primera República, y frente a la inutilidad
organizativa de la educación pública, se abandonaron transitoriamente las escuelas
particulares y quedaron los nombres de algunos maestros. Estas escuelas siguieron
siendo domésticas o vecinales, y usualmente dependieron de la presencia de extranjeros.
Estos últimos se desempeñaron como preceptores privados o abrieron centros
educativos, buscando quizás desempeñar la actividad como medio de subsistencia. En
este sentido y desde 1835, se encontraban en Santo Domingo, y en condición de
exiliados, un grupo de venezolanos instruidos, algunos de los cuales se dedicaron a dar
clases a domicilio
Terminada la primera república, el 18 de marzo de 1861 se firmó el acuerdo de
anexión con la metrópoli española. Esta acción fue obra del general pedro Santana en su
tercer gobierno. Con la anexión la nación dominicana perdió su soberanía, pasando a
convertirse en una provincia de España.
Ante tal acontecimiento, los liberales, defensores de la nación, organizan el
movimiento restaurador, creado por Santiago Rodríguez y al cual se van a unir una gran
cantidad de figuras que más tarde se convertirían en héroes y próceres del pueblo
dominicano. Este movimiento dio impulso a la guerra de la restauración, con la cual se
logró la salida de las tropas españolas en 1865 y la recuperación de la soberanía
nacional.
Con la recuperación de la soberanía nacional se inicia el periodo de la historia
dominicana conocida como la segunda república, que comprende los años 1865-1916,
año este último en que se produce la primera ocupación militar norteamericana.
En el ámbito político van a surgir nuevos actores: la desaparición de Pedro Santana,
el predominio de Báez (sectores anexionistas y conservadores) que va a ser enfrentado
por Gregorio Luperón (sectores liberales y nacionalistas); el establecimiento de
dictaduras como la de Ulises Heureaux y de Báez en su cuarto gobierno; e
intervenciones constantes del gobierno de Estados Unidos.
En el aspecto económico, la industria azucarera se convirtió en la principal
actividad económica del país; también el aumento de la deuda externa con la toma de
préstamos como el Harmont, y los de la Westendorp, así como la hipoteca de las
aduanas dominicanas. En el orden social, los sectores en pugnas van a ser los dueños de
los ingenios y representantes de casas comerciales extranjeras contra los pequeños
comerciantes. En fin, la segunda república tuvo sus características propias de acuerdo al
momento histórico que estaba viviendo la humanidad.
En el aspecto educativo, la educación no se quedó atrás en este periodo continúo su
evolución, con nuevos maestros y figuras destacadas, leyes y organización nueva. Los
dos principales pensadores educadores en la primera mitad de la segunda república lo
fueron Pedro Francisco Bono y Ulises Francisco Espaillat, este último llego a ser
presidente de la república con el apoyo del partido azul lidereado por Luperón. Debido
al proceso de inestabilidad política que se vivió en esa etapa de la historia republicana,
sus ideales no se pudieron implementar, pues los liberales gobernaron muy poco tiempo
comparado con el tiempo que gobernaron los conservadores.
En el primer periodo de la segunda república, no se lograron grandes avances en lo
que se refiere a los métodos implementados, pues se incluía el castigo, golpear a los
estudiantes con regla o látigo y ponerlos de rodillas al sol y sobre un guallo. Esto no
debe sorprender a nadie, pues hasta hace muy poco tiempo era muy normal que en los
centros educativos, los profesores aplicaran el castigo a sus alumnos.
Se puede asegurar que los mayores avances en términos educativos que tuvo el país
durante el periodo de la segunda república, ocurrió durante el llamado periodo de los
gobiernos azules 1879-1899. Esto es así en razón de que en ese periodo fue que se
estableció en el país el insigne educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos, quien
debido a ser un luchador de la independencia de su país, tuvo que emigrar hacia este
país, donde fue bien acogido por Gregorio Luperón, líder del movimiento restaurador y
del partido azul. En 1884 se creó la Ley general de estudios, que se cree fue elaborada
por Eugenio María de Hostos. Pero una vez que se estableció la dictadura de Lilis, se
elaboró una nueva Ley general de estudios.
Se estima que para esa época había una alta tasa de analfabetismo, en la mayor
parte de la población. Se estima que el 80% de la población era analfabeta. El
presupuesto de educación en vez de aumentar disminuyo durante la primera mitad de la
segunda república lo que muestra el poco interés que tenían los gobernantes en que el
país avanzara; pues solo la educación permite a los pueblos salir del subdesarrollo. Es
necesario señalar que luego fue aumentando sobretodo en el periodo de 1882-1888
gracias a la creación de impuestos con el objetivo de favorecer el desarrollo de la
educación

Se sostiene que hacia los años 1875-1890 la educación dominicana alcanza un gran
apogeo, gracias a un grupo de maestros que se caracterizaron por su posición moralista,
entre los que se puede mencionar a Fernando Arturo de Meriño, de la corriente
escolástica, excelente orador; y el maestro Eugenio María de Hostos, de la corriente
positivista. Hacia 1875, el pensamiento y el sistema educativo vigente poseían una
fuerte influencia religiosa. La Iglesia Católica tenía a su cargo la totalidad de la
enseñanza, instrucción en la que prevalecía la educación cristiana y a la cual, desde su
pensamiento positivista, Hostos consideró carente y de muy pobre espíritu científico.
Eugenio María de Hostos, es considerado uno de los principales promotores de las
ciencias sociales en la educación dominicana y de haber un cambio en el método
pedagógico, Hostos impulsó el pensamiento positivista en la República Dominicana,
aunque como ya se ha afirmado, el positivismo llegó a la República Dominicana de
manera tardía. En 1876, habiendo ganado el concurso y el corazón de Gregorio
Luperón, Hostos funda la primera escuela de carácter esencialmente doctrinaria
Se afirma que Hostos, a través de sus escritos, comenzó a influir en personalidades
que se convirtieron en seguidores y defensores de sus ideas; entre ellos los hermanos
Francisco y Federico Henríquez y Carvajal, Américo Lugo, Salomé Ureña y otros
intelectuales que marcaron el proceso histórico del país. Siguiendo esta pauta, como
señala Camila Henríquez Ureña en su obra “El Ideario de Hostos”: Un gran aporte al
pensamiento dominicano lo constituyo el método de la enseñanza racional que Hostos
introduce. Hacía falta, pues, que en la educación dominicana se tomara en cuenta la
educación basada, no en la tradición escolástica, en la cual ocupa un lugar importante el
uso excesivo de la memoria, sino también basarse en el raciocinio estimulado por la
ciencia.
También, las mujeres se destacaron en el plano educativo durante el periodo de la
segunda república. Es bien reconocida la labor desempeñada por Salome Ureña de
Henríquez, quien recibió no solo influencias de Hostos sino también ayuda para crear el
Instituto de señoritas donde se formaron las primeras maestras dominicanas: Luisa
Ozema Pellerano, Mercedes Laura Aguilar, Altagracia Henríquez Perdomo, Ana
Josefa Puello, Leonor María Féltz y Catalina Pou. Otro maestro destacado durante este
periodo aparte de Hostos y Salome, lo fue Manuel de Jesús Peña y Reynoso, quien llego
a ser profesor en varias ciudades del país y fundo el colegio La Paz.
Hostos era partidario del positivismo filosófico, creado por el francés Augusto
Comte, es una corriente filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico es el
conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación
de las teorías a través del método científico. Hostos se opuso a la escuela religiosa que
era dirigida por Francisco Javier Billini. Defendía el uso de la razón, la igualdad entre el
hombre y la mujer y por lo tanto el derecho de esta a la educación.
Este pedagogo, fundamento sus principios en la enseñanza de las matemáticas,
propuso un currículo basado en las tres ramas del conocimiento, que para el eran las
más importantes: la naturaleza humana, la naturaleza exterior y la naturaleza de la
sociedad. En virtud de que defendía el uso de la razón, también propuso una educación
laica o libre de la religión y esto entro en contradicción con los intereses de la iglesia
católica que defendía una educación dogmática.
Es bien sabido que el obispo Fernando Arturo de Meriño enfrento a Hostos en el
plano intelectual. Cuando Ulises Heureaux logro establecer su dictadura, Hostos se vio
obligado a tomar el exilio, pues para los fines del dictador, las ideas de Hostos eran muy
avanzadas y constituían un peligro.
El arzobispo Meriño estaba muy preocupado por la creciente influencia de las ideas
positivistas en la juventud, esto constituía una profunda revolución de sentido laicista,
con la introducción de la escuela laica en la república dominicana. Como se sabe, los
filósofos - pedagogos positivistas europeos y latinoamericanos estaban en contra de la
educación que se enseñaba en las escuelas y universidades dominadas por el clero,
donde predominaban la teología, la filosofía, el derecho, las bellas artes y el latín, lo que
a su juicio causaba un atraso en los pueblos donde predominaba este tipo de enseñanza.
El padre Billini, fue uno de los que se unieron a quienes enfrentaron los planes de
reforma educativa de Eugenio María de Hostos, en 1881, como se apreciaría en los
contenidos de las instrucciones que envió el ministro de Instrucción Pública. Pero a
diferencia de las polémicas de Meriño, la principal objeción de Billini al modelo
pedagógico de Hostos estribaba en predilección por la educación clásica, alejada un
poco de todo lo que supusiera innovaciones o apertura a las nuevas ciencias contenida
en el pensamiento educativo de Hostos.
En conclusión, a partir de la llega de Hostos al País, en el año 1876, se produce una
ruptura histórica en cuanto al pensamiento filosófico- pedagógico, pues con él se
inaugura un nuevo modelo educativo que está llamado a ir reemplazando el viejo
modelo tradicional, dogmático, religioso, que implementaron los españoles desde los
inicios del siglo XVI, fundamentado en la Escolástica. Este nuevo modelo es laico,
democrático, liberal y racional. Eugenio María de Hostos, en su labor pedagógica y
liberal a nivel de América Latina y el Caribe, en las últimas décadas del siglo XIX
desarrollo en la República Dominicana una educación fundamentada en la escuela laica,
con miras a implementar una pedagogía racional, científica, para la civilización y
urbanización de una sociedad que era eminentemente rural. Buscaba alcanzar construir
una sociedad democratica- liberal e independiente.
A raíz de la muerte del presidente Ulises Heureaux en el año 1899, se produjo en el
país una situación de caos debido al surgimiento de la lucha intercaudillista encabezada
por los principales líderes caudillistas Horacio Vásquez y Manuel Jiménez. Los
primeros quince años del siglo XX fueron caracterizados por la crisis económica y
política que generaban las constantes rebeliones de los grupos políticos que luchaban
por el control del poder. A excepción de los cinco años que gobernó Ramón Cáceres,
que fueron de relativa paz, los demás fueron de inestabilidad y desequilibrio económico,
político y social en todo el país.
Debido a la situación que se describe en el párrafo anterior, la educación
dominicana no tuvo ningún avance a pesar de que la escuela Hostosiana se mantenía
vigente, pero sin apoyo de los gobiernos de ese periodo. Se puede mencionar la
construcción de escuelas en el gobierno de Ramón Cáceres, especialmente el proyecto
de escuela granja que este desarrollo para impulsar la agricultura donde se esperaba se
formaran los técnicos agrícolas necesarios para enfrentar el déficit agropecuario que
había en el país. Este esfuerzo no prospero por la falta de recursos económicos que se
necesitaba para su sostenibilidad.

La Educación en el Periodo de la Intervención Norteamericana Hasta el


Surgimiento de la Dictadura. (1916 – 1930).
Al producirse la ocupación norteamericana en el 1916, lo primero que hicieron en
materia educativa fue abolir la educación laica e instaron un nuevo modelo, el
pragmatismo pedagógico, fundamentado en la práctica. Se reorganizó el sistema
educativo. Se hizo énfasis en la educación primaria y ascendió la matrícula escolar. Se
promulgó una nueva Ley de Educación y se creó el Consejo Nacional de Educación.

Se establecieron escuelas secundarias, vocacionales y comerciales. Además, se


aumentó el sueldo a los maestros. Crear o expandir un número de instituciones en áreas
tales como educación, salud y relaciones laborales, que fueron puntales en la formación
de recursos humanos básicos que comenzaba a requerir la economía dominicana.

El almirante Knapp, gobernador de noviembre de 1916 a noviembre de 1918, tomo


particular interés en crear un sistema educativo dominicano, sustrayéndolo de su
dependencia municipal, como existía en ese momento, para crear una administración
educacional centralizada y dirigida por el gobierno nacional.

En 1917 el gobierno interventor creó una comisión de dominicanos a quienes encargó


preparar un informe sobre la situación de la educación en el país y dar sus
recomendaciones. Como resultado de esas recomendaciones, se dictaron importantes
leyes sobre la materia entre 1917 y 1918. Ley de Instrucción Obligatoria Pública. Ley
para la Dirección de la Enseñanza Pública. Ley general de Estudio. Ley para la Enseñanza
universitaria, ley sobre seminario conciliar.

Al momento de producirse la intervención norteamericana en 1916 más del 90% de


la población dominicana, que alcanzaba la cifra de 750 mil personas, no sabían leer ni
escribir. Se estima que para la fecha unos 200 mil habitantes estaban en edad escolar,
pero apenas entre 14 y 18 mil de estos estaban inscritos en alguna escuela y apenas el
40% por ciento asistía de manera regular. Esta asistencia se producía en Santo
Domingo y Santiago, que eran las únicas ciudades que contaban con un sistema
escolar.

Durante los primeros años de la intervención norteamericana en 1916, se produjo el


inicio de una “Revolución Educativa”. Las autoridades norteamericanas nombraron a
Julio Ortega Frier, como Superintendente de Educación. Este se empeñó, junto a otros
dominicanos -que al igual que él había estudiado en los Estados Unidos- en mejorar las
pésimas condiciones en que se encontraba la educación. En los primeros cuatro años ya
se daban cifras alentadoras sobre los progresos alcanzados. Cerca de la mitad de los que
estaban en edad escolar se había matriculado y alcanzaban el 85% de asistencia.

En las áreas rurales se pasó de 30 escuelas existentes en 1916, a 647 en 1920 con
unos 50 mil estudiantes. El vertiginoso crecimiento hizo notar la escasez de maestros,
entre otras causas por los bajos salarios que se ofrecían, lo que motivó que se duplicaran
los sueldos para maestros, atrayendo así un personal de mejor calidad que a su vez
entrenaba a los demás profesores.

En cuanto a la educación superior universitaria el gobernador militar Knapp, un


egresado de la universidad de Yale, en principio dispuso pocos recursos para la
Universidad de Santo Domingo que apenas contaba con 169 estudiantes. Las
autoridades decidieron usar los escasos recursos en las escuelas básicas y apostaron a la
masificación con mejor calidad.

No obstante, los avances ya enunciados, la falta de recursos frenó el desarrollo del


sistema educativo. En 1920 el gobierno militar creó un impuesto a la propiedad para
financiar la educación. Este en principio fue boicoteado por sectores nacionalistas y las
autoridades militares norteamericanas dijeron que los dominicanos más ricos tenían sus
hijos en escuelas privadas y no les interesaba la educación pública. El resultado fue el
inicio del deterioro de lo alcanzado en materia educativa en los primeros cuatro años de
ocupación.

Cuando las tropas de Estados Unidos fijaron fecha para su retiro de nuestro
territorio en 1924, el Gobierno integrado ya por dominicanos, estableció de nuevo el
impuesto a las patentes para financiar la educación. Sin embargo, el daño estaba hecho y
la matriculación cayó a menos de la mitad de la existente en 1920.

En un informe realizado en 1929 se señalaba que, no obstante, la construcción de


algunos edificios escolares los sueldos de los maestros eran muy bajos, nuevamente y el
personal no era suficiente para atender los requerimientos de las mayorías pobres de
campos y ciudades. Para ese año había la misma matrícula que en 1918.

Resumen de los Modelos Educativos


A partir de la llega de Hostos al País, en el año 1876, se produce una ruptura
histórica en cuanto al pensamiento filosófico- pedagógico, pues con él se inaugura un
nuevo modelo educativo que está llamado a ir reemplazando el viejo modelo
tradicional, dogmático, religioso, que implementaron los españoles desde los inicios del
siglo XVI, fundamentado en la Escolástica. Este nuevo modelo es laico, democrático,
liberal y racional. Eugenio María de Hostos, en su labor pedagógica y liberal a nivel de
América Latina y el Caribe, en las últimas décadas del siglo XIX desarrollo en la
Republica Dominicana una educación fundamentada en la escuela laica, con miras a
implementar una pedagogía racional, científica, para la civilización y urbanización de
una sociedad que era eminentemente rural. Buscaba alcanzar construir una sociedad
democratica- liberal e independiente.
Al llegar Trujillo al poder en el año 1930 estableció el modelo pedagógico
despótico, caracterizado por el orden y la disciplina en los centros educativos. Este a su
vez fue reemplazado por el modelo desarrollista en los 12 años del Doctor Joaquín
Balaguer. 1966-1978, este modelo buscaba construir una escuela que formara a los
jóvenes en la formación técnica-profesional, de manera que al terminar el bachillerato,
estos pudieran incorporarse al mercado de trabajo que para esa época en el país se
necesitaban manos de obras calificadas, ya que muchos inversionistas extranjeros
vinieron aquí atraído por las facilidades que le brindaba el régimen de Balaguer, y en
ese momento histórico había muy pocas manos de obras calificadas.

La educación Durante la era de Trujillo


Durante la intervención militar norteamericana a la República Dominicana, se
impulsó el desarrollo de la industria azucarera debido a los jugosos precios que este
producto tenía en el mercado internacional, provocado esto último por el estallido de la
primera guerra mundial en el continente europeo.

En razón de que para el desarrollo de la industria azucarera se necesitaba de


grandes extensiones de tierras en las que se pudiera cultivar la caña, que es la materia
prima de donde se extrae el azúcar. Pero, los dueños de las tierras en este país, no eran
los invasores extranjeros, sino los campesinos dominicanos, los cuales no poseían
títulos de propiedad, pues estas eran tierras comuneras.

Esta situación fue aprovechada por los norteamericanos para crear el tribunal de
tierra y exigirles a los campesinos que presentaran un título de propiedad de los terrenos
que ocupaban, en caso contrario serian desalojados de sus predios, los cuales pasarían a
manos del Estado dominicano, el cual durante el periodo de 1916-1924 estuvo
gobernado por el gobierno de los Estados Unidos.

Ante esa medida arbitraria de los ocupantes, los campesinos dominicanos se


resistieron a entregar sus propiedades y tuvieron que tomar las armas para defender sus
propiedades. A estos campesinos dominicanos, los intervencionistas norteamericanos,
les llamaron gavilleros. Este movimiento se hizo sentir fuertemente en la zona este del
país.

Para enfrentar las hostilidades de los gavilleros y para eliminar las luchas
caudillistas los invasores norteamericanos crearon la guardia nacional, cuerpo militar al
que ingresaría Rafael Leonidas Trujillo Molina. Este ingresa a la guardia nacional con el
propósito de conseguir poder militar con el que obtendría poder económico.

Mostró una gran disciplina y astucia en la persecución contra los gavilleros, esto le
valió una carrera meteórica en el plano militar, al punto de que para el 1924 cuando los
Estados Unidos abandonaron el país, ya Trujillo era el segundo jefe militar de más alto
rango.

En el gobierno de Horacio Vásquez en 1924, Trujillo fue nombrado jefe del ejército
y utilizo esta posición para convertirse en uno de los hombres más ricos del país. En
1929 estalló la crisis mundial en los Estados Unidos con la caída de la bolsa de valores
de New York. Dicho acontecimiento ocasiono estragos a la economía del país que
dependía principalmente del gobierno norteamericano hacia el cual se dirigían las
principales exportaciones de productos agrícolas y de donde provenían las mayores
importaciones.

La crisis mundial de 1929 termino provocando la caída de gobiernos democráticos


en el continente americano y la instauración de fuertes dictadura con el patrocinio del
imperio del norte. En nuestro país, los efectos de la crisis provocaron el surgimiento del
llamado movimiento cívico creado por Rafael Estrella Ureña que era ministro del
gobierno de Vásquez y aupado por Trujillo. Este movimiento provoco la caída de
Horacio del poder por medio de un golpe de Estado ocurrido el 23 de febrero de 1930.

De ese modo Trujillo logro instaurarse en el poder, organizó una farsa electoral el
16 de mayo de 1930 con la finalidad de mostrarle al mundo que había llegado de
manera democrática a la presidencia. En 1930 inicio el reinado de Trujillo tal como el
mismo le llamo el día de su juramentación.

Una vez establecido en el poder, Trujillo y sus colaboradores entendieron que


debían necesitar una serie de elementos con los cuales ejercer un férreo control sobre la
población y fue así como utilizaron los medios de comunicación, la iglesia, los
sindicatos, los partidos políticos, y la escuela que es la institución más importante para
la reproducción de la ideología de la clase dominante.

En los inicios de la dictadura fue nombrado como intendente el Lic. Ramón Emilio
Jiménez, el cual realizo una ardua labor al frente de dicha cartera. Jiménez fue sustituido
por Max Henríquez Ureña y a este lo sucedió su hermano Pedro Henríquez Ureña,
ambos hijos de la insigne Salome Ureña y de Francisco Henríquez y Carvajal.

En 1932 se promulgo una nueva ley general de estudio la cual sustituyo a la ley
general de estudios que habían implantado los norteamericanos en 1918. En 1933 el
régimen trujillista prohibió la aplicación de la enseñanza Hostosiana en las escuelas
dominicanas, debido a que las ideas de Hostos perjudicaban los intereses del dictador.
Las escuelas normales estuvieron cerradas hasta el 1943 cuando fueron reabiertas, pero
fueron sustancialmente modificados en su filosofía para ajustarlas a los planes del
mandatario.

La educación fue un instrumento muy bien utilizada por el gobierno del dictador
Trujillo con el fin de exaltar su figura, darle un carácter divino al déspota. Varios
intelectuales colaboraron con ese propósito, sobresaliendo Joaquín Balaguer, el cual
llego a ser secretario de educación, Manuel Arturo Peña Batle, Arturo Logroño, Manuel
de Jesús Troncoso de la Concha y otros más.

Se afirma que el aporte más importante dado a la educación por el régimen


trujillista lo constituyo la ley orgánica de educación 2909 del 5 de junio del año 1951, la
cual permaneció en vigencia hasta el 1997 siendo sustituida por la actual ley general de
educación 66-97, promulgada por el presidente Leonel Fernández.

La ley orgánica de educación dividía el sistema educativo en tres niveles de


enseñanza: el primario (1ero hasta 6to), el nivel intermedio (7mo y 8vo) y el nivel
secundario con una duración de 4 años: tres de formación común para todos los alumnos
y uno de formación diferenciada para atender a las aptitudes y presencias de los
estudiantes.

Durante la dictadura las escuelas normales, pasaron a ser dirigidas por órdenes
religiosas. En 1938 llego al país una misión de educadores chilenos con el propósito de
realizar un levantamiento de información a modo de diagnóstico del sistema educativo,
invitados por el secretario de Estado de Educación de ese entonces Víctor Garrido. Los
integrantes de dicha comisión fueron: el Dr. Luís Galdámez, Oscar Bustos Aburro y
Cesar Bunster.

Hay que destacar que para el año 1954 el gobierno de Trujillo firmo un concordato
con la iglesia católica, representado por el papa pío XII, por medio del cual la religión
católica se convirtió en la oficial del Estado dominicano y esta afianzo su influencia en
el ámbito educativo. En la era de Trujillo se impulsaron varios planes con el propósito
de combatir con el analfabetismo que afectaba al país y era muy amplio, alrededor del
70% de la población era iletradas, acentuándose más en la zona rural que en la urbana.

La cantidad de alumnos matriculados en las escuelas fue en aumento durante los


años de la dictadura. Así por ejemplo cuando se inició el mandato de Trujillo en 1930 el
país contaba con 50,739 y para el año de 1955, esto es 25 años después, contaba con
459,484, es decir la cantidad de alumnos en 5 lustros se multiplico por más de 9. En el
año de 1951 se introdujo el desayuno escolar, el cual se servía a los niños hasta el 5to
grado. Los libros que se utilizaban en las escuelas, sobretodo en el nivel primario eran
las famosas cartillas, las cuales tenían como portada la imagen del dictador.
La educación se caracterizó por tener una cobertura muy limitada, aunque en las
escasas escuelas imperaba el orden y la disciplina, protagonistas de la época lo
atribuyen al terror y la represión de la dictadura.
Se sostiene que había una educación de nivel, pero para una elite de la población.
Se afirma que a final de la Era de Trujillo había en el país unos 3,000 estudiantes
universitarios, y sólo cursaban carreras tradicionales como derecho, farmacia, medicina
e ingeniería.
Como se ha dicho, las pocas escuelas que funcionaban en el país estaban
localizadas en zonas urbanas, cuando la mayoría del pueblo dominicano residía en el
campo. Los llamados palacios escolares no eran tantos, de esa época se recuerda el liceo
secundario Juan Pablo Duarte y el Instituto Salomé Ureña, exclusivo para hembras, que
la educación se dividía; los hombres en una escuela y las estudiantes en otra.
 A nivel privado la educación era muy escasa, se limitaba a dos o tres colegios en la
capital, uno en La Vega y otro en Salcedo. Fue durante la década de los 50 que se inició
la distribución del desayuno escolar en las escuelas públicas. Las empresas suplidoras
eran propiedad de Rafael Leónidas Trujillo.
  Como se dijo anteriormente, la Ley Orgánica de Educación del 5 de junio del 1951
es una de las leyes más trascendentales para la familia y la niñez, la cual hizo
obligatoria la educación primaria. Mediante esta legislación se sustituyó la Ley General
de Estudios número 418 de 1932 y se organizó el sistema escolar en sus diversos
niveles: pre-escolar, primario, intermedio, secundario técnico vocacional, e hizo gratuita
toda la educación, exceptuando la universitaria. La obligatoriedad de la educación
primaria exigió una gran responsabilidad de los padres de familia, quienes se vieron
envueltos muchas veces en problemas legales cuando su hijo o hija no asistía a la
escuela.
En esta ley de educación se decía lo siguiente: “Un niño de ambulante con edad
comprendida entre 7 y 14 años, hacía pasible a su padre de una prisión correccional y el
pago de una multa. Esta ley también organizó las normas de funcionamiento del
personal, el sistema de evaluación de los estudiantes y su promoción, además de que
estableció el desayuno, la ropa escolar y la “Sociedad de Padres y Amigos de la
Escuela”.
  En conclusión, en relación a la era de Trujillo, se puede decir que en los 31 años de
la dictadura, la educación fue utilizada para servir a los intereses del dictador, su
filosofía educativa seguía conservando la tradición hispánica heredada de la época
colonial, con gran contenido religioso y contribuía a la formación de un individuo servil
y obediente, a través de la enseñanza fundamentada en un modelo educativo despótico.

La Educación Post-Trujillista

Aportes cultural y educativo en los siete meses del gobierno de Bosch

Después de la caída del régimen trujillista en l961, se produce el retorno de


intelectuales dominicanos, los cuales trajeron nuevas ideas que enriquecieron el debate
cultural, generándose a partir de ese momento un proceso de creación de los llamados
clubes culturales, una forma directa de participación de la sociedad civil en el ámbito
cultural. Todavía hoy esta modalidad organizativa existe en algunos barrios y sectores
rurales del país, lo que se constituye en un legado histórico.

La llegada al poder del destacado intelectual dominicano Juan Bosch en l963 trajo
consigo un cambio en la visión de la cultura. Bosch dio mucha importancia a la
formación de los gestores culturales, siendo una de sus primeras medidas el
otorgamiento de becas para que un gran número de técnicos, artistas e intelectuales del
país actualizaran sus saberes en el exterior. Entre los becados de ese grupo estuvieron el
folklorista Fradique Lizardo, Marcio Veloz Maggiolo y Mike Mercedes. Igualmente
distinguió a muchos escritores, colocándolos en funciones importantes de la
administración estatal y el servicio exterior.

La reforma constitucional realizada al iniciarse el gobierno de Juan Bosch produjo


una de las constituciones de más alto contenido democrático en toda la historia del país.
Durante su corto ejercicio se dio una amplia promoción a la educación en los valores de
la convivencia democrática, aspecto de gran importancia para una población que salía
de un gobierno dictatorial que sostuvo las riendas del poder durante tres décadas.

Otra de las acciones culturales del gobierno constitucional de 1963 consistió en


organizar un festival nacional de grupos folklóricos en el Palacio Nacional, evento que
significó una gran movilización cultural en todo el país y colocó la cultura popular en
un lugar trascendente del interés estatal.

El gobierno de Bosch introdujo en la escuela dominicana el modelo educativo


Hostosiano que había implementado Eugenio María de Hostos al país en la década del
1870, que consistía en una educación Laica, democratica, liberal. La educación pasó a
ser una prioridad nacional, proyectándose de inicio una campaña de alfabetización que
fue frustrada por el golpe de Estado que derroco el gobierno.

Algunos datos biográficos


El profesor Juan Bosch educador, desde su actuación política y como escritor,
ilustre dominicano ejerció el magisterio mediante las charlas, conferencias y
conversatorios que llevó por todo el país.

Las dotes de Juan Emilio Bosch Gaviño, mejor conocido como el profesor Juan
Bosch, un título dado a este ilustre ciudadano por sus aportes a la educación del pueblo
dominicano y a los ciudadanos de otros países donde vivió por razones políticas, lo
colocan en un sitial muy importante. Este ilustre dominicano ejerció el magisterio
mediante las charlas, conferencias y conversatorios que llevó por todo el país, donde
instruía a los ciudadanos sobre la necesidad de organizarse, educarse y crear la
conciencia sobre la unidad para llegar a crear una gran nación que fue la idea del prócer
Juan Pablo Duarte. El educador, escritor y político utilizó la radio como el medio de
comunicación por excelencia para enseñar a la población, donde a través de un lenguaje
sencillo, hablaba para todas las clases sociales.

Según las informaciones disponibles, este gran maestro sustentó el criterio de que
“la misión y el uso de los medios de comunicación es fundamentalmente instruir, educar
y formar a la población”. Con apenas un segundo curso del bachillerato sin concluir se
convirtió en catedrático de universidades de varios países como Estados Unidos,
España, Puerto Rico y en República Dominicana, por sus saberes adquiridos como
autodidacta. Se preocupó por crecer en lo personal y por su compromiso con la nación
dominicana se desempeñó con la profesionalidad de un egresado de la mejor
universidad del mundo.

Se sostiene que uno de sus grandes aportes a la educación dominicana fue el


llamado que mantuvo al pueblo y a todos los sectores profesionales de que la República
Dominicana para salir de la pobreza y de sus graves problemas históricos, lo que lo
obligó a mantener la educación como un estandarte determinante.

Según Luís de León, el profesor Bosch nunca se integró a una universidad a


estudiar pedagogía, pero que por su metodología empleada en la política y el modo de
dirigirse a su pueblo logró el título de profesor que se lo otorgaron los mismos
ciudadanos.

“El profesor Juan Bosch tenía la visión de que la transformación social, democrática
y política de la República Dominicana depende fundamentalmente de la educación, a la
que le dio una visión humanista, cultural y social”, precisó De León. Es considerado
padre de la democracia dominicana por haber creado dos de los partidos liberales del
país, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Revolucionario Dominicano.

Siendo un autodidacta varios países le otorgaron premios de excelencia entre los


que se cuentan Venezuela, Argentina, Costa Rica, Colombia, Cuba y Francia, esto fruto
de todos los saberes que acumulaba el prodigioso dominicano. Es catalogado como uno
de los maestros del cuento en América. “Los valores de la dignidad, las reivindicaciones
políticas y sociales, los humanos, los del campesino dominicano, los de la mujer,
patrióticos y de la dignidad se encuentran en la obra de Bosch”, señalo Luis De Leon.

De Leon indicó que es necesario que los maestros aprendan la metodología que
empleó Bosch en la enseñanza para que puedan llegar a los estudiantes y a la población
en general. Enseñar con visión de desarrollo y de progreso es otra de las cualidades que
deben ser imitadas por los profesores criollos del ilustre autodidacta.

Educación y Cultura en el Régimen de los 12 Años de Balaguer

La caída de Bosch por un Golpe de Estado, el ascenso de una Junta cívico militar,
el levantamiento armado de 1965 para reponer la Constitución de 1963, intervención
armada de los Estados Unidos y la consecuente llegada al poder del Dr. Joaquín
Balaguer en l966, dividieron al país. Proceso que se reflejó en la cultura mediante la
radicalización de los puntos de vista y las acciones que gobierno y oposición tenían
respecto a la realidad nacional y su perspectiva.

Mientras los sectores independientes fortalecían e institucionalizaban programas y


proyectos populares de cultura a través de los clubes culturales, los círculos artísticos-
literarios y las asociaciones sindicales gremiales, el Gobierno de Balaguer, desde sus
inicios instauró una política cultural caracterizada por la apertura a la cultura
norteamericana, devoción por la conservación del patrimonio inmueble y construcción
de obras de infraestructura física en la capital, Santiago y otras provincias del país.

En esta dirección se inscriben la construcción de la Plaza de la Cultura Juan Pablo


Duarte, en Santo Domingo, la restauración monumental del casco histórico de la capital
y otras provincias. Durante este período hubo un gran auge de centros de diversión
especializados en música americana y surgieron también emisoras radiales que sólo
difundían información y música extranjera.

Aunque surgieron instituciones como el Teatro Nacional, la Galería de Arte


Moderno y la Biblioteca Nacional, los sectores empobrecidos del país tuvieron escaso
acceso a las mismas, debido a que sus políticas estaban orientadas a grupos muy
reducidos de la población. Los medios de comunicación crecieron, pero bajo un estado
de censura que condujo a la desaparición física de varios comunicadores sociales.

En cuanto al patrimonio monumental, por medio del Decreto No.1397 del Poder
Ejecutivo dictado el 15 de junio de 1967 fue creada la Oficina de Patrimonio Cultural,
adscrita a la Dirección General de Turismo. Un año más tarde fue promulgada la Ley
No. 318 sobre el Patrimonio Cultural de la Nación, según la cual éste se subdivide en
Patrimonio Monumental, Patrimonio Artístico, Patrimonio Documental y Patrimonio
Folklórico.
La Comisión para la Consolidación y Ambientación de los Monumentos Históricos
de la Ciudad de Santo Domingo fue creada por Decreto No.2123 del 30 de marzo de
1972 el cual tendría a su cargo lo relativo a la restauración y ambientación de los
Monumentos y conjuntos monumentales de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán y
sus vecindades. El sector de los museos estatales, que hasta entonces estaba formado
por el Museo Nacional y el Alcázar de Colón, se ensanchó considerablemente con la
creación del Museo del Hombre Dominicano, el Museo de las Casas Reales, el Museo
Duartiano o de la Casa de Duarte, la Casa-Fuerte de Ponce de León, el Museo de la
Familia Dominicana del Siglo XIX, el Museo de Arte Moderno, el Museo Nacional de
Historia y Geografía y el Museo de Historia Natural.

La conservación del patrimonio bibliográfico tiene en la naciente Biblioteca


Nacional un importante soporte. Para acrecentar los fondos de la Biblioteca Nacional
fue promulgada la Ley No.112 del 15 de abril de 1971 sobre depósito legal de
publicaciones periódicas y de cualquier otra clase, incluyendo libros, folletos,
programas, hojas sueltas, postales o similares.

El 20 de mayo de 1977, a su vez, mediante el Decreto No.2891 el Poder Ejecutivo


puso en vigor el Reglamento Orgánico para el Funcionamiento de la Biblioteca
Nacional, sus dependencias y servicios. En este período abrieron sus puertas numerosas
universidades que ofrecían opciones diferentes a las carreras tradicionales.

Como reacción a las políticas culturales del gobierno, en esta etapa se genera una
gran acción cultural de resistencia que basándose en la búsqueda de lo nacional, la
integración de la comunidad a las actividades culturales y la denuncia frente al régimen,
se ensanchó por todo el país. Más de mil clubes culturales y una gran cantidad de
talleres literarios y grupos artísticos populares se generan, produciendo uno de los
momentos de mayor activismo cultural conocido en esta media isla.

Surgen nuevos historiadores, Frank Moya Pons y Roberto Casas, que reinterpretan
la historia, grupos de investigación folklórica entre los que se destaca Convite, la
Universidad Autónoma de Santo Domingo desarrolla un consistente programa editorial,
circulan suplementos culturales como aquí, del periódico La Noticia y Artes y Letras del
Listín Diario, al tiempo que la "nueva canción" o "canción protesta" prolifera,
alcanzando su mayor ebullición en l973 con el evento internacional "Siete días con el
pueblo". Pero todo este movimiento cultural alternativo empieza a cambiar de matiz a
finales de los setenta cuando el gobierno, atendiendo a reclamos de los clubes
culturales, incorpora al Estado las labores educativas que muchos de estas entidades
venían haciendo y les construye canchas de baloncesto a clubes que desde entonces
orientaron su actividad principalmente hacia las prácticas deportivas.

Los movimientos culturales más radicales, aunque continuaron con su línea de


acción, disminuirían drásticamente su labor con la llegada del PRD al gobierno en 1978,
ya que como desde sus inicios sirvieron de instrumento a grupos políticos proscritos por
el régimen gobernante, al producirse un cambio político en el país, parecieron perder
una parte importante de su razón de ser.

Durante los 12 años de gobierno del Doctor Joaquín Balaguer (1966-1978) se


construyeron numerosas escuelas, hospitales, carretera y muchos edificios
importantes. En sus gobiernos los aportes a la educación fueron desproporcionales con
la relación a las grandes sumas de dinero del presupuesto nacional dedicadas a las obras
de la construcción, sobre todo de vivienda multifamiliares.

Esta época de represión y autoritarismo. Muchas personas fueron desaparecida y


asesinadas. Algunos elementos que pueden caracterizar este régimen fue la austeridad,
la deportación política, la cesura a la prensa, percepción a los libros por asuntos
ideológicos, deportaciones de los dominicanos, la muerte de miles de jóvenes por
asuntos políticos, fraude electoral, construcciones de infraestructuras, corrupción de
Estado, complaciente con los norteamericanos y en este caso, muy importante
mencionar la falta de apoyo a la educación.

Se pusieron en práctica los más variados métodos de exterminios que historia


alguna pueda registrar. A modo de ejemplo: ametrallamientos a escuela, liceo y
universidades, asesinatos de profesores y estudiantes, asesinatos de obreros, campesinos
y profesionales. La represión en su gobierno, podría ser igual con la establecida en el
régimen de Trujillo. Pero gracias a su auspicia mantuvo la represión en un segundo
plano en una sociedad con niveles de educación mínimo.

Las escuelas y universidades eran manipulaciones por el Estado. Crecía en


infraestructura, sin embargo, inintencionadas en el desarrollo del intelecto.

Durante los 12 años del gobierno, los salarios fueron congelados. A pesar de que el
sector privado paulatinamente aumentó, el magisterio de escuelas públicas sufrió la
pérdida de sus mejores profesores, y lo mismo podría afirmarse de la enseñanza
universitaria.

Los mejores profesionales abandonaron por falta de oportunidades para investigar y


por los reducidos sueldos que devengaban, sin ningún tipo de seguridad laboral, seguro
de salud y era difícil conseguir ser pensionado.

En cuanto a la política de infraestructura, hubo un sinnúmero de construcciones


entre estas están los siguientes: construcción del Centro Olímpico, La Plaza de la
Cultura (que encierra el Teatro Nacional, los museos de Historia Y geografía, de Arte
Moderno, del Hombre, el de la Historia Natural y la Biblioteca Nacional), la Plaza de la
Salud, los Parques Miradores, el Jardín Botánico, hablan de la visión ampliada del
gobernante en cuanto a infraestructura.

La ley de educación que se promulgo el 5 de junio del año 1951 significó un hito en
materia educativa, estuvo vigente durante 46 años hasta 1997, por lo que la educación
estuvo enmarcada en el contexto de dicha ley. En ese gobierno se registran las
principales legislaciones: Ordenanza 2-29 del 4 de marzo del 1969. Que establece un
nuevo plan de estudios para la educación media nacional. Ordenanza 1-70, que procura
el desarrollo integral del estudiante del Nivel Medio, dividiendo en dos ciclos, de cuatro
y dos años en este nivel. Ordenanza 1-76 y 1-77, con el objetivo de aumentar la
cobertura de la enseñanza primaria y mejorar la calidad de la educación, sobre todo en
el ámbito rural.

La Educación en los Gobiernos del PRD

A pesar de los grandes esfuerzos institucionales para enfrentar la crisis que


presentaba el sistema educativo, debido a que en el año 1978 se hizo un diagnostico en
donde el sector educación no quedo bien parado, en los primeros años de la década de
1980 esta situación se acentuaba. Con el fin de salir de esta situación, en 1983 se creó el
Plan Nacional de Acción, donde se sugería un aumento en lo que tiene que ver con la
asignación presupuestaria al sistema educativo y una mayor voluntad política en la
solución de la crisis del sector educativo.

Durante el período 1978-1986, correspondiente a los gobiernos del Partido


Revolucionario Dominicano, las orientaciones en materia de políticas culturales
respondieron a la necesidad de crear un órgano operativo central que al tiempo de
revalorizar el trabajo cultural tendiera a evitar la dispersión y el voluntarismo que
caracterizaba a las instituciones culturales del Estado en su conjunto.

Desde el primer año del Gobierno de Antonio Guzmán, un grupo de intelectuales


dominicanos lleva al Congreso de la República la iniciativa de crear un organismo
superior de cultura, aunque la idea se desvaneció después de varias discusiones. Sin
embargo, el presidente nombró por decreto un Subsecretario de Cultura, dentro de la
Secretaría de Educación, con la función de "Encargado de Asuntos Culturales", el cual
estaba llamado a ir creando las bases para dar unidad a las acciones del Estado en las
áreas de educación y cultura.

En 1982, con la llegada del Dr. Salvador Jorge Blanco al gobierno, se retoman las
ideas del período anterior, creándose por decreto una comisión que en un plazo de 90
días debía formular el Anteproyecto de Creación del Instituto Nacional de Cultura.
Dicha comisión, presidida por el cineasta Agilberto Meléndez, cumplió la tarea
encomendada, abrió una oficina en el Museo de Historia Geografía y organizó dos
grandes festivales culturales, sin precedentes en la historia del país. Sin embargo, el
Proyecto de Creación del Instituto, no se materializó.

Sin embargo, tanto durante el gobierno de Antonio Guzmán como en el de Jorge


Blanco, se tomaron numerosas iniciativas en beneficio de la cultura, como fue la firma
de un acuerdo con la Organización de Estados Americanos, OEA, en l981, para
establecer el Centro Interamericano de Microfilmación y Restauración de Documentos,
Libros y Fotografías, con sede en Santo Domingo, República Dominicana. Dicho centro
tenía como propósito la conservación y preservación del patrimonio bibliográfico y
documental en general.

El 4 de julio de 1986 fue promulgada la Ley de Derecho de Autor, con la cual el


país cumplió con el compromiso contraído en la Convención Universal sobre Derecho
de Autor celebrada en París el 24 de julio de l971. Con la finalidad de fomentar la
realización de exposiciones, conferencias, seminarios, así como la presentación de
espectáculos artísticos fue creado el Centro de la Cultura de Santiago por Decreto
No.1937 del 28 de agosto de 1980. También fue creada la Comisión Encargada del
Programa de Rescate Arqueológico Submarino mediante el Decreto No.683 del 28 de
febrero de 1979, cuyos fines se orientaban a la preparación de planes para la instalación
de un Museo de Arqueología Submarina en Santo Domingo y en Puerto Plata.

La Educación en los Últimos Diez Años de Balaguer

En el 1986 el gobierno de Salvador Jorge Blanco del PRD concluyo su mandato,


retornando al poder el Dr. Joaquín Balaguer, quien nuevamente gobernaría por un
periodo de 10 años hasta el 1996 En las investigaciones que se realizaron con la
finalidad de encontrar las causas que provocaban los males del sistema educativo, se
encontraron informaciones que revelaban la difícil situación económica en la que se
encontraban los familiares de los estudiantes matriculados, donde más de un 70% vivían
en situaciones muy precarias.

Se sostiene que todo esto aumentaba los niveles de repitencia y deserción escolar,
sobre todo en la zona rural. Otro hecho que se puede señalar es que debido a la crisis
económica que vivió no solo el país, sino América Latina durante la década de los años
80, llamada por los economistas como la década de los años perdidos, muchos docentes
decidieron emigrar fuera del país, con lo cual se presentó un déficit de maestros y esto
debió ser corregidos con la inclusión de bachilleres como profesores. Por ejemplo, entre
los años de 1989 y 1990 unos 3853 maestros abandonaron la docencia.

El hecho más relevante de este período de diez años estuvo en la educación, ya que
es a principio de los noventa cuando el país se enrumba por los senderos de una
renovación curricular profunda a través del Plan Decenal de Educación. Igualmente se
conciben ideas novedosas como la de construir un complejo cultural en el barrio de
Villa Juana que incluyó una casa de cultura, un teatro, una biblioteca y una casa para
estudiantes de escasos recursos económicos. De estas iniciativas, el teatro no se terminó
de construir.

Mediante el Decreto No. 183-87 del 13 de abril de 1987 fue creada la Comisión
Permanente de la Feria del Libro, instancia que tiene jurisdicción nacional. En el campo
de las bellas artes fue creada la Escuela Superior de Danza en l990, el Patronato de las
Escuelas de Bellas Artes de Santiago y se abrió un proceso de reestructuración de la
Dirección General de Bellas Artes que condujo a la creación del Instituto Nacional de
Artes, mediante Orden Departamental 1-95 del 31 de enero de 1995, firmada por la Lic.
Jacqueline Malagón, Secretaria de Estado de Educación.

Nueve meses más tarde, y tras efectuar una reestructuración administrativa que
mejoró significativamente el salario de los maestros de arte, el Instituto Nacional de
Arte fue anulado por iniciativa del Dr. Jorge Tena Reyes, Sub Secretario de Educación
Encargado de Asuntos Culturales, mediante la Orden Departamental 13-95 del 9 de
octubre de 1995 firmada por el titular de la cartera, Dr. Andrés Aybar Sánchez. Para
dejar sin efecto la Orden Departamental 1-95, el Dr. Reyes alegó que dicha instancia
tenía una jerarquía jurídica inferior a la que creaba el Conservatorio Nacional de
Música, y que, por tanto, carecía de apego al ordenamiento jurídico.

El Instituto Nacional de Artes, al cual quedaron adscritas todas las instituciones


estatales dedicadas a la educación artística, empezó a funcionar en enero de 1995,
tomando como primera iniciativa la de estructurar un sistema integral de planificación
curricular que involucrara a todas las escuelas y academias de arte, reubicándolas, de
acuerdo a su alcance académico en un nivel básico, medio y superior.

Debido a esta situación que presentaba el sistema educativo, el sector privado


decidió intervenir en la búsqueda de soluciones, de este modo surgió Acción Para la
Educación Básica (EDUCA), los empresarios de Herrera también hicieron sus aportes
procurando una mejora en el aspecto educativo. De lo anterior resulto la elaboración
del llamado Decálogo Educativo, es decir una propuesta de 10 metas nacionales para ser
lograda durante la década de los años 90.
. El aspecto más importante en materia educativa de los últimos 10 años de
gobierno de Balaguer en materia educativa lo fue el diseño y la puesta en vigencia del
Plan Decenal de Educación en el 1992. Para el diseño de este plan, que se diseñó
durante la gestión de Jacqueline Malagón al frente de la secretaria de Estado de
Educación, Bellas Artes y Cultos, se contrató al Doctor Lorenzo Guadamuz, experto
educativo, quien desempeñó un papel muy importante en la elaboración de dicho Plan
Decenal.

Con la puesta en vigencia del Plan Decenal, se crearon los currículos de nivel
inicial, básico y media. Documentos que son estudiados en las distintas universidades
dominicanas por los estudiantes de educación. La década de los años 90 ha sido
conocida como la década de las reformas, pues durante ese decenio se diseñaron una
serie de reformas en todos los ámbitos de la vida social.

Se afirma que desde antes de los inicios de los 90, en algunas naciones de América
Latina realizaron ingentes esfuerzos por mejorar la calidad de la educación. Entonces se
puede inferir que los dominicanos con el Plan Decenal se introdujeron en esa ola de
reformas que vivía el continente de América Latina. Sin lugar a dudas, uno de los logros
importantes del Plan Decenal lo fue la creación y promulgación de la ley General de
Educación 66-97 que puso en retiro a la ley orgánica de educación trujillista 2909 del
1951.

La Educación y la Cultura en el Primer Gobierno de Leonel Fernández

El 16 de agosto del 1996 llego al poder el Doctor Leonel Fernández, fue donde se
promulgo la mencionada Ley General de Educación 66-97. Esta ley estructuro al
sistema educativo en 4 niveles: inicial, básico, medio y superior. Los tres primeros
niveles es una responsabilidad en la actualidad del Ministerio de Estado de educación
(MINERD) y el nivel superior es responsabilidad del Ministerio de Educación Superior
Ciencia y Tecnología. (MESCYT).

Si bien es cierto que la Ley General de Educación establecía que para el año 1999
se le debía otorgar el 4% del PIB a educación y que esto no se logró durante la primera
gestión de Leonel Fernández ,no es menos cierto que en su gobierno, los docentes
recibieron un alto incremento en su salario y que cada año se asignaban mayores
recursos a la educación, así como un aumento en el desayuno escolar y en la entrega de
libros de textos, la inclusión de la informática en las aulas, entre otros avances.

Es bueno señalar que con la puesta en vigencia del Plan Decenal de Educación
1992-2002 se establecieron las pruebas nacionales para los alumnos de 8vo grado con la
que concluían el nivel básico y para los alumnos del 4to del bachillerato con las que
obtienen el grado de bachiller. En los momentos actuales las pruebas de octavo grado se
realizan de manera diagnostica.

Es bueno señalar que desde 1996 al año 2000 se retoma el camino de la


reestructuración del aparato cultural del Estado, proceso al cual los tres gobiernos
anteriores habían dedicado esfuerzos significativos mediante el nombramiento de un
Subsecretario de Ecuación Encargado de Asuntos Culturales, la puesta en marcha del
Instituto Nacional de Artes y la formulación del proyecto que crearía el Instituto
Nacional de Cultura.
Esta vez, y tras numerosas discusiones en las que participaron diversos artistas e
intelectuales independientes, se creó el Consejo Presidencial de Cultura, mediante
Decreto No. 82-97, del 14 de febrero de 1997, dictado por el Presidente de la República
Leonel Fernández.

Este organismo, aunque no dio resultados positivos en cuanto a sus funciones


coordinadoras, debido a que al ser creado por decreto tenía la misma e inferior jerarquía
que muchas de las instituciones que le fueron adscritas, cumplió su misión principal,
que fue el de elaborar el Proyecto de Ley para la Creación de la Secretaría de Estado de
Cultura, documento que fue convertido en ley por el Congreso Nacional el 4 de julio de
l996 y promulgado por el Presidente de la República dos meses antes del final de su
mandato.

En este período se emprenden acciones significativas, como la realización del


Diagnóstico Participativo del Sector Cultural en la República Dominicana, en
colaboración con el PNUD, la realización de la Bienal del Caribe, el Festival
Internacional de Teatro, el Foro de Literatura la conversión de la Feria del Libro en
Feria Internacional del Libro y la inclusión del tema de la cultura dentro del conjunto de
componentes básicos del Diálogo Nacional.

Desde el Consejo Presidencial de Cultura fueron concebidos varios proyectos


nacionales de desarrollo cultural, como el Sistema de Orquestas Sinfónicas Juveniles, el
Sistema nacional de Bibliotecas Móviles, El Sistema Nacional de Casas de Cultura, el
Sistema Nacional de Escuelas Libres y el Programa Nacional de Formación de Gestores
y Animadores Culturales. En el campo editorial, a través de la Biblioteca Nacional, la
Comisión Nacional de Efemérides Patrias, el Consejo Presidencial de Cultura y la
Secretaría de Educación se auspició la publicación de obras de valor literario, histórico
y científico.

En materia educativa, es en este período que se da inicio a la aplicación del nuevo


currículo de la educación nacional, a través de una Ordenanza del Consejo Nacional de
Educación, medida con la cual el Plan Decenal de Educación pasó del plano de la
formulación al de la aplicación práctica.

Se entiende que uno de los aportes de este currículo, consistió en incluir la


educación artística en todos los niveles de escolaridad del Sistema Educativo Nacional,
introduciendo incluso la modalidad de un bachillerato en artes con mención en artes
plásticas, artes aplicadas, artes escénicas y artes musicales. Introducir de forma gradual
la computadora en las escuelas pareció ser uno de los mayores énfasis del gobierno en
materia educativa.

En l997 el Congreso de la República aportó su cuota de responsabilidad con la


educación dominicana aprobando Ley General de Educación, la cual tenía varios años
en proceso de estudio. La misma fue promulgada como ya se ha dicho por el presidente
Fernández, la cual modifico sustancialmente todo el perfil de la educación nacional. A
final de su mandato, el Presidente Leonel inaugura el edificio que aloja a las escuelas de
Bellas Artes y el Teatro Manuel Rueda en la capital.
La Situación de la Educación en las dos Primeras Décadas del Siglo XXI

Hipólito Mejía gobernó el país durante el periodo 2000-2004. El momento cultural


que se vive a partir de ese periodo representa la culminación de un proceso que ha
servido a los trabajadores culturales dominicanos para probar diversas formas de
organizar la actividad cultural desde la perspectiva del desarrollo global de la nación.

Es por ello que el Presidente Hipólito Mejía, desde la Secretaría de Estado de


Cultura, inaugurada en su mandato, pone todo su empeño en la estructuración y
aplicación de un Plan Nacional de Desarrollo Cultural acorde con las necesidades y
expectativas creadas, no sólo por la misma ley que da vida a la Secretaría de Cultura,
sino también, por las propuestas y opiniones de una gran cantidad de personas e
instituciones que a través de diversos foros consultivos y el Congreso del Plan Decenal
de Cultura, definieron el país cultural en el que se aspira vivir en los próximos diez
años.

Paralelamente, en este período se desarrollan diversos proyectos de gran incidencia


en la vida cultural dominicana, como la creación de la Editora Nacional, mediante
Decreto No. 243-02 del Presidente Hipólito Mejía, institución que de inmediato
emprende un programa de publicaciones entre las que figuran las Obras Completas de
Pedro Henríquez Ureña, La Cuna Cerrada, de Pedro Mir, La patria montonera, de
Ramón Francisco, así como textos de otros autores dominicanos entre los que se
encuentran Iván García, Efraín Castillo, Basilio Belliard, Ivelisse Prats Ramírez de
Pérez, Miguel R. Hernández y Maickel Ronzino.

Se da paso a un proceso de descentralización y democratización de la cultura a


través del establecimiento de direcciones regionales mediante la realización de grandes
jornadas culturales provinciales y barriales con intervención de la Orquesta Sinfónica
Nacional y otras entidades artísticas nacionales y locales. La Feria Internacional del
Libro y el Festival Internacional de Teatro aumentan su cobertura e importancia,
agregándoles nuevos componentes, como el de la gratuidad en el caso del Festival de
Teatro, y la extensión del tiempo, a la Feria del Libro.

La Bienal del Caribe, interrumpida hasta ese momento, vuelve a lucir su esplendor y
por primera vez la República gradúa más de dos centenares de animadores culturales
pertenecientes a diversas regiones del territorio nacional, con grado de especialización y
postgrado, gracias a un convenio entre la Secretaría de Estado de Cultura, el Ministerio
de Cultura de Cuba y la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Se inicia un amplio
plan de rehabilitación patrimonial, que incluye entre otros proyectos, el alumbrado de la
Ciudad Colonial en Santo Domingo y se auspicia el apoyo y rescate del patrimonio
intangible. Producto de esta línea de acción, la Secretaría de Cultura organizó una
jornada de apoyo a la tradición liborista de San Juan de la Maguana. Igualmente,
UNESCO, por gestión del Museo del Hombre Dominicano, declaró a la Cofradía del
Espíritu Santo de Villa Mella como Patrimonio de la Humanidad.

En el área educativa, tras la conclusión del Plan Decenal de Educación, el país se


aboca a un nuevo plan educativo, para lo cual, y tras un proceso evaluativo, se dan
pasos concretos que buscan mejorar la enseñanza, como es el lanzamiento de un
programa de aulas virtuales en combinación con diversas compañías telefónicas.
En la República Dominicana la educación básica inicia a los 6 años de edad y tiene
un tiempo de duración de 8 años de escolaridad. Para el 2011, estaban matriculados 1,
647,114 niños en este nivel, un 75% en el sector público, un 22% en el sector privado
y el resto en el sector semioficial. La tasa neta de cobertura en ese nivel educativo era
casi total (un 95%) entre el 2010 y 2011, sin embargo, un 36.5% de los niños asistían
con rezago, debido a que habían ingresado con una edad mayor de lo establecido por la
ley, habían repetido un grado o habían abandonado la escuela de temporalmente.

Como muestran estos datos, la cobertura en la educación básica dominicana ha ido


mejorando, pero no se ha podido lograr que los niños que ingresan al primer grado
concluyan el octavo en la edad establecida de 13 años. Existe una tendencia a que los
estudiantes que inician un ciclo escolar no lo finalicen y esto va en incremento, pues la
deserción escolar pasó de 1.6% a 3.9% durante el período de 2002 y 2007 en los niños
de 6 a 17 años, según datos estadísticos el Ministerio de Educación.

Según estadísticas del Ministerio de Educación, el 10% de los y las estudiantes del
nivel básico están en una edad por encima de la que debería tener en el grado que
cursan, lo que representa un factor determinante para el abandono escolar.

Un fenómeno que se vincula al abandono escolar es la violencia el cual se presenta


de forma generalizada en el país y afecta el contexto escolar.  Un 57.7% del personal
docente y un 59.2% del personal directivo de los centros educativos consideran la
violencia como un evento negativo que afecta al clima escolar.  El 43.7% del personal
directivo afirmó saber de casos de intimidación en sus centros educativos, mientras que
un 30% dijo conocer manifestaciones de acoso sexual y racismo en las escuelas. 

En relación a la calidad de los servicios educativos en el nivel primario, los niños


llegan a cuarto y quinto curso sin saber leer ni escribir, esto se hace evidente en los
grados tercero y cuarto donde se presenta un porcentaje de reprobados de un 12.3% y un
7.7% respectivamente, cuando el porcentaje nacional es de 5.9%.  Un estudio sobre
compresión lectora y matemática realizado en 2010 por el Ministerio de Educación
evidenció que los estudiantes obtuvieron un promedio de sólo un 38.2% en matemática
y un 34% de respuestas correctas en compresión lectora. Estas cifras y los bajos
resultados sobre aprendizaje presentados en las diferentes pruebas nacionales e
internacionales, reflejan la necesidad de tomar decisiones concretas que impacten en la
calidad educativa.

En la mejora de la calidad de la educación influyen elementos como la formación


docente, el cumplimiento del calendario escolar y la ejecución de un currículo
educativo que cubra las necesidades formativas del estudiantado.

Como se sabe, en la implementación de los distintos Planes Decenales de


Educación se han realizado grandes esfuerzos para aumentar la calidad de la enseñanza,
entre éstos se destaca la formación docente, donde se ha logrado que el 90% del
personal docente tenga un nivel de licenciatura. Sin embargo, ésta sola acción no ha
sido suficiente para lograr un proceso educativo de calidad.

Los programas de formación docente para las escuelas multigrados eran de suma
importancia para la mejora de la calidad educativa, ya que el 47% de los centros
educativos que ofrecen educación básica en el país funcionan por lo menos con una
sección multigrado. Esta realidad se observa en la zona rural apartada de la ciudad.

En cuanto al cumplimiento del calendario escolar, este es otro factor que influye
en la calidad educativa, se destaca que el sistema educativo en los inicios de este siglo
tenía un gran déficit de aulas para responder a la demanda educativa del Ministerio de
Educación, según el modelo de cuatro horas de docencia. Muchos centros educativos
compartían una misma edificación, distribuidos en tres tandas. Esto causa una
sobreutilización de los planteles escolares, y afecta el horario y el calendario escolar por
la falta de espacio y de tiempo, lo que se traduce en el bajo logro del aprendizaje de los
alumnos.

El Ministerio de Educación, para garantizar el cumplimiento del calendario y


horario escolar y la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje, implemento desde el año
escolar 2012-2013 la modalidad de tanda extendida, con docencia de 8:00a.m.4:00p.m.,
en 96 escuelas del país, como prueba piloto.
 

Por otra parte, el Ministerio de Educación, interesado en garantizar el acceso y la


permanencia en los centros educativos regulares de la población con necesidades
educativas específicas, ha creado los Centros de Atención a la Diversidad (CAD), los
cuales cuentan con un equipo multidisciplinario responsable para orientar y acompañar
a los docentes. El programa tenía una proyección de alcanzar las 18 regionales
educativas, esta meta no se ha logrado.

Ante esta falta de cobertura del programa la mayoría de los docentes aun no
conocen técnicas ni estrategias educativas ni son acompañados, para desarrollar un
proceso de enseñanza-aprendizaje que responda a las necesidades de los alumnos con
discapacidad, lo que afecta el buen desarrollo y permanencia en la escuela de esa
población. Debo decir que ahora se están haciendo esfuerzos por parte de las
autoridades educativas para lograr dicha meta.

Con todos los retos presentados, el proyecto Comunidad Educativa que Aprende se
desarrolla una alianza entre UNICEF con contrapartes claves del Gobierno, con la
finalidad de apoyar el desarrollo e implementación de políticas y programas, que
garanticen la calidad educativa y que lleguen a los niños de otros territorios no
priorizados en este proyecto de atención a la diversidad.  

En torno al seguimiento y monitoreo de la calidad educativa, es bueno señalar que


tras el anuncio del compromiso del presidente Danilo Medina, de dedicar el 4% del
Producto Interno Bruto a la educación preuniversitaria, el Ministerio de Educación puso
en marcha la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC); un espacio
de diálogo y concertación entre el gobierno, la sociedad civil, los organismos
internacionales y el sector privado, cuyo objetivo es lograr que el aumento en la
inversión redunde en mejores niveles de calidad, y crear un mecanismo único de
monitoreo y seguimiento, en el que participen distintos actores del sistema, los donantes
activos en el sector y la sociedad dominicana.

Esa iniciativa fue lanzada de manera oficial el 30 de octubre de 2012 por los
ministros de la Presidencia y de Educación y durante sus primeros tres meses 300
personas de los diferentes sectores, organizados en diez mesas de trabajo, acordaron
diez políticas del Plan Decenal de Educación 2008/18 a priorizar hasta el 2016.

En agosto de 2013 fue presentado el primer informe de seguimiento a este


monitoreo y en el nivel de educación básica se destacó, entre las conclusiones, que
existe un avance sustancial en el rediseño del currículo educativo en general, pero que
no fue posible, a pesar de su programación, contar con el rediseño curricular para el
segundo ciclo de la primaria y para la nueva Educación Media. Sin embargo, se pudo
avanzar en sentar las bases para la capacitación de los maestros en el nuevo enfoque del
currículo, la cual se tenía previsto iniciar a lo largo del verano de 2013, sobre todo a los
maestros más afectados por el rediseño, los de los tres primeros grados del nivel básico.

También, se plantea entre las conclusiones que se continúa con la política de apoyo
a aprendizajes en los primeros grados a través de las instituciones aliadas, se ha
diseñado el modelo pedagógico para los primeros grados y se ha creado y puesto en
marcha un espacio de capacitación continua y acompañamiento a los equipos técnico-
docentes.

En la actualidad se está haciendo grandes esfuerzos por desarrollar un diseño


curricular por competencia en las aulas de los centros educativos públicos y privados en
todos los niveles, bajo la modalidad de jornada extendida. El nuevo diseño curricular
por competencia es una realidad, en término teórico, pues en la práctica áulica está
siendo difícil su realización, debido a que la mayoría de los profesores no tienen la
competencia requerida. De ahí surge la necesidad de montarse en el vehículo del
cambio. También, el Ministerio de Educación debe abocarse a completar la jornada
extendida en lo que es la parte práctica con los talleres en el periodo vespertino, para así
lograr una verdadera educación de calidad en la República Dominicana.

Bibliografía

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