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Te saludamos compañera Yaisa, en estos momentos de tristeza queremos que sepas

que a nuestro modo y a la distancia también lamentamos la perdida que acabas de


sufrir, sabemos que por más palabras que expresemos es difícil acercarnos a lo que
estas pasando pero aún así tratamos de mantener lo que para nosotros es este abrazo
solidario y de camaradas que podemos brindarte.

Quizá no es momento de sacar lecciones de vida, pero para todos vendrá el momento
de volver reunirnos, mirarnos, hablarnos y compartir lo difícil que esta siendo para
cada uno de nosotros este momento y convertir nuestros lutos en reflexiones y
continuar nuestro andar.

No podríamos hablarte de lo difícil, lo buena o lo alegre que fue la vida de tu jefecita


pero esperemos que atesores en tu corazón los momentos que hayas compartido con
ella, por ahora no queda mas que tratar de pasar el trago y pensar en las palabras de
dos antiguos poetas que narran el breve momento en que pisamos esta tierra y lo
valioso que es apreciar el instante mientras aún habitamos la tierra. Abrazos
compañera.

Yo lo pregunto

Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:

¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?

Nada es para siempre en la tierra:

Sólo un poco aquí.

Aunque sea de jade se quiebra,

Aunque sea de oro se rompe,

Aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.

No para siempre en la tierra:

Sólo un poco aquí.

.
Canción del arpista al Faraón Intef

Es feliz este buen príncipe:


la muerte es un destino amable.

Una generación pasa,

otra perdura,

desde la época de los antepasados.

Los dioses que hubo antes descansan en sus sepulturas,

y también los nobles benditos yacen enterrados en sus tumbas.

(Sin embargo) los que construyeron las tumbas

han desaparecido,

¿qué fue de ellos?

He escuchado las palabras de Imhotep y Hardedef,

cuyas sentencias son recitadas íntegramente.

¿Adonde fueron?

¡Sus murallas se han desmoronado,

han desaparecido,

como si no hubieran existido nunca!

¡Nadie vendrá desde allí

a hablarnos de sus necesidades,

a calmar nuestros corazones,

hasta que también nosotros vayamos allí adonde ellos se fueron!

Así pues, regocíjate en tu corazón.

El olvido te favorece;

sigue a tu corazón mientras vivas.

Echa mirra sobre tu cabeza,

vístete con lino fino,

úngete con aceites propios de un dios.

¡Acumula tus alegrías,


que tu corazón no decaiga!

¡Sigue a tu corazón y a tu felicidad,

haz en la tierra lo que tengas que hacer como te dicte tu corazón!

Cuando te llegue el día de las lamentaciones,

el del Corazón Apesadumbrado (es decir, Osiris) no escuchará sus

lamentaciones, ¡los gemidos no salvan a nadie de la fosa!

Estribillo

¡Desahógate,

no te preocupes por nada!

¡Mira que a nadie se le permite llevarse consigo sus bienes,

mira que quien se marcha ya no vuelve!

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