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EL CHISTE POLÍTICO

O EL PODER DEL SOMETIDO

Un error frecuente de razonamiento consiste


en considerar el humor la antítesis de lo serio,
cuando un somero recorrido por la tradición
Rafael Jiménez Moreno humanista bastaría para corroborar que el humor
se opone solamente a lo solemne, como risible
y envanecida escenificación del poder absoluto.

Una de las características dores de chistes llamado «el sesenta» ca la risa»), a una fiesta organizada en
del humor es ser, sobre todo, que, al parecer, se reunía en el santua- la casa del rico Calias. El advenedizo,
un asunto de perdedores rio de Heracles en Diomeia. El histo- una vez recibido en el andron (única
riador Jan Bremmer (1999: 15) precisa habitación a la que podían acceder los
DANIEL SAMPER PIZANO las características de esta agrupación: hombres que no pertenecían a la fami-
lia), se presenta a la audiencia: «Todos
Los integrantes de este «club» no sabéis que soy un bufón y he venido
eran profesionales, sino aficiona- muy dispuesto porque pienso que es
-Ê  /  la carencia dos: por sus nombres podemos más chistoso venir a la cena sin invita-
de obras históricas que recojan la evolu- concluir que pertenecían a la clase ción que venir invitado». El anfitrión
ción del humor en las culturas clásicas. alta ateniense; uno de ellos, el biz- le responde: «Pues bien, ocupa un si-
De la civilización griega, por ejemplo, co Calimedon, fue un político de tio, pues los presentes, como ves, están
no sobrevivieron las teorías humorísti- renombre. Si tenemos presente que llenos de seriedad, pero tal vez algo ca-
cas desarrolladas por sus notables filó- en el siglo IV las bufonadas fueron rentes de risa». Filipo toma pues la pa-
sofos. Obras como Sobre la comedia (se- perdiendo aceptación social, cabe labra, pero fracasa en sus dos primeros
gundo libro de la Poética de Aristóteles) pensar que el club reunió a unos intentos. Desesperado, deja de comer,
y De la comedia y De lo ridículo (ambas conciudadanos deseosos de con- se envuelve en su capa, se tira al piso y
de Teofrasto) desaparecieron del acervo trariar el orden social imperante. gime. Únicamente cuando los invitados
literario occidental. Si hoy se sabe de su prometen reírse del próximo chiste, y en
existencia es porque algunos de sus frag- Sin embargo, no todos los contadores efecto la primera carcajada se deja escu-
mentos fueron citados por Cicerón en el de chascarrillos procedían de noble char, el comediante se atreve a reanudar
segundo libro de su De oratore.
La importancia que el mundo %LPUEBLOSOLOTOLERALAEXPOSICIØNDELAVERDADACONDICIØN
griego le concedió al humor resulta DEQUEPROVENGADELOSLABIOSDEUNLOCO
fácil de deducir, porque le atribuyó
al chiste un origen divino. Los relatos cuna. Bremmer (1999: 11-14) recuerda la cena. En un momento de la velada
mitológicos hablan de dos creadores: que, según testimonios recogidos por uno de los invitados menciona la habi-
Ilustración: Gabriella Di Stefano

Radamantis y Palamedes; el primero, el historiador Jenofonte, muchos de lidad de Filipo para las imitaciones y las
uno de los habitantes de las Islas de los primeros comediantes eran pobres comparaciones, pero el filósofo Sócra-
la Bendición, y el segundo, héroe fa- y a menudo intercambiaban chistes por tes interviene abruptamente antes de la
moso por su ingenio y prontitud de comida. En un pasaje de su obra El ban- actuación del gelotopoios para advertirle
respuesta. quete, escrita después de 380 a.C., se que sus gracias serían recibidas a condi-
En el siglo IV a.C. existió en los recrea la llegada sorpresiva de Filipo, el ción de que estuviera «callado en lo que
suburbios de Atenas un club de conta- gelotopoios (literalmente, «el que provo- debía callar».

Rafael Jiménez Moreno, comunicador social y egresado del IESA.

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En la sociedad ateniense la ins-
titución del banquete representaba el
espacio de encuentro donde la élite
discutía de política, fraguaba alianzas,
jugaba a los dados y procuraba reírse
con chistes, parodias e imitaciones hu-
morísticas. A partir del año 507 a.C.,
con las reformas democráticas de Clís-
tenes, la aristocracia perdió influencia
en la acción política y en las delibe-
raciones sobre las acciones de gobier-
no. El banquete, como práctica social,
quedó relegado estrictamente a la vida
privada. La aristocracia hizo suyas las
maneras propias de un estamento so-
cial ocioso, interesado en divertirse y
jactarse de su riqueza.
Con el paso del tiempo la clase
aristocrática logra hacerse de la rique-
za suficiente para costear los gastos
de numerosos comensales. Entonces
aparece en la lista de invitados un
personaje asociado con el chiste como
forma de entretenimiento: el kolax
(adulador) que se ganaba su comida
hilvanando bromas elogiosas sobre el
ho trephon (anfitrión, el que da alimen-
to). La existencia de esta práctica so-
cial queda confirmada en una comedia
escrita por Epicarmo, específicamente
en un escena donde un kolax le dice a
la multitud: «cenando con aquel que
me desea, que solo necesita pedírme-
lo, e igualmente con aquel que no me
desea, que no necesita hacerlo; du-
rante la cena soy ingenioso y provoco
grandes carcajadas y alabo a mi anfi-
trión». A mediados del siglo IV a.C.
la voz griega parasitos, literalmente
«aquel que come en la mesa de otro»,
se convierte en sinónimo de kolax.
En el campo semántico asociado al
humor adulante se documenta también
un término griego empleado en el siglo V
a.C.: bomolochos, «el que tiende embos-
cadas en los altares». Según las investiga-
ciones de Jan Bremmer (1999: 14):

La elección de ese lugar para


mendigar comida puede sorpren-
der, aunque no tanto si recorda-
mos que los griegos consumían
carne principalmente durante los
sacrificios. La costumbre de inter-
cambiar comidas por chistes era
probablemente bastante antigua
porque el verbo bomolocheuo tam-
bién significa «hacer el bufón» o
«dar rienda suelta a la obsceni-
dad». Parece que, con el paso del
tiempo, los bufones más destaca-
dos pasaron de los altares de los
píos a los más extravagantes salo-
nes de la élite ateniense.

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ENSAYO El chiste político o el poder del sometido

Como una línea asíntota, el contador la agelastos petra (roca sin risa), consi- algunos casos de monjas renega-
de chiste procurará acercarse cada vez gue por fin superar la depresión por das) que habían dejado sus mo-
más a la esfera del poder (primero al el rapto de su hija Perséfone gracias nasterios expulsados como casti-
salón del aristócrata, luego al palacio a las carcajadas que le arrancaban los go por sus faltas, movidos por el
del rey), con la intención de asegurar- chistes vulgares contados por la criada deseo de liberarse de la disciplina
se no solo el plato de comida y la copa Yambo. monástica o empujados por cir-
de vino, sino también el privilegio de cunstancias económicas… Eran
reposar en mullido tálamo. La histo- De la plaza al palacio exponentes de una curiosa mezcla
ria sorprende, a veces, con la coinci- La naturaleza subversiva de la risa ha de vagabundeo, delincuencia y
dencia de ambas condiciones —la del determinado su reputación. A lo largo artes del espectáculo, se ganaban
comediante y la del gobernante— en de los siglos, los jefes del poder tem- la vida echando mano del inge-
una sola persona, como fue el caso de poral y los jerarcas del poder espiritual nio, relegados a los márgenes de
la sociedad, siempre de un lugar
#AÓDASLASMONARQUÓASABSOLUTASELBUFØNCOMIENZAABUSCAROTRO a otro… En ese mundo marginal,
el loco o el necio gozaban de una
TRABAJO,OCONSIGUEENLACALLE PERONOENLAPLAZAPÞBLICANIEN extraña libertad (la Narrenfreitheit
MEDIODELOSPUESTOSDELMERCADO SINOENELCIRCO alemana). Se les permitía ridiculi-
zar a las autoridades tanto religio-
Agatocles, tirano de Siracusa (en el han sabido turnarse en las labores de sas como seculares con sus pala-
año 300 a.C.), quien, bufón y mimo satanización de la vis cómica. Un buen bras, canciones y actos.
por naturaleza, consiguió la populari- ejemplo de ello se encuentra en las
dad entre sus gobernados gracias a su llamadas Reglas Monásticas, del siglo En su ensayo, Berger comenta que en
capacidad para imitar a los asistentes a V d.C. En el apartado dedicado al si- una determinada época, cuya fecha
las reuniones de la asamblea. lencio, intitulado «Las Taciturnitas» se exacta no llega a datar, la locura se
No solo los filósofos se ocuparon lee: «La forma más terrible y obscena «profesionalizó». Los goliardos aban-
de la comedia y de lo cómico. Tam- de romper el silencio es la risa. Si el donaron la calle y la evolución del
bién importantes rétores de la Antigua silencio es la virtud existencial y fun- comediante se institucionalizó en una
Roma reflexionaron acerca del humor, damental de la vida monástica, la risa nueva figura: el bufón de la corte. No
uno de los tantos géneros del discurso, es gravísima violación» (citado por Le todos los bufones eran enanos, aunque
como medio de persuasión y recurso Goff, 1998: 46). En el siglo VI se pu- sí lucían curiosas vestimentas. Eran
psicológico para granjearse la buena blica la Regula Magistri, un intento de célebres por el ingenio, la astucia polí-
voluntad del público. Cicerón acu- fijar a la comunidad cristiana pautas tica y su malicia personal. Dependían
ñó el término scurra para referirse a de comportamiento físico y espiritual. por completo del monarca que le man-
la persona que desconoce los límites Este documento establece que, de to- tenía. El puesto del bufón de corte era
impuestos al humor por la seriedad das las manifestaciones de expresión muy precario y no despertaba mucha
(gravitas) y la inteligencia (pruden- del cuerpo («ese abominable atuendo envidia. Debía pasearse vestido con un
tia): el buen orador tiene que cuidarse del alma», según el papa Gregorio El disfraz absurdo y permanecer atento
mucho de no excederse en la carica- Grande), la risa es la peor. en todo momento a los cambios de hu-
turización, porque no todo lo ridículo Pero será de las entrañas mismas mor y de ideas de su señor. Las cortes
termina por parecer gracioso. Quinti- de la vida religiosa de donde surgirá europeas albergaron bufones entre los
liano se mostró, si se quiere, mucho una nueva modalidad de comediante: siglos XVI y XVIII.
más conservador que su colega, al afir- el goliards o bufón itinerante. Hábil Al igual que el tirano Agatocles
mar que los cómicos profesionales (el simulador, el goliardo no puede con- de Siracusa el rey Luis IX de Francia
mimus, el ethopoios y el sannio, o bufón siderarse un heredero de la tradición (1214-1270), conocido también como
de campo) habrían de buscarse entre griega del kolax, porque actúa en pla- San Luis, pasó a la historia como un
individuos de las clases inferiores: los zas públicas, procura el aplauso de líder político que cultivaba la doble di-
metecos, los esclavos o los libertos. las personas humildes y emplea como mensión de comediante y gobernante.
En palabras del historiador Fritz Graf resorte humorístico de sus chistes el En un tiempo de agelastas (personas
(1998: 31): «Para Quintiliano el ma- padecimiento de una demencia simu- sin sentido del humor) incurrió en el
yor peligro del orador reside precisa- lada. El goliardo no adula sino que ex- atrevimiento de decir que, por respeto
mente en el riesgo de acabar parecién- pone la realidad de la comunidad en a la religión, únicamente se abstendría
dose a un cómico». términos humorísticos, y lo hace con de reír los días viernes.
Del cómico se temía no tanto su la excusa de padecer demencia. Esta
propensión al uso de lugares comunes circunstancia histórica muestra que el [San Luis] era un hombre no
(de hecho, la retórica antigua basaba pueblo solo tolera la exposición de la solo propenso a la risa sino que
sus líneas de argumentación en una verdad a condición de que provenga se ceñía claramente a la figura del
lista de ideas de amplio consenso: de los labios de un loco. rex facetus, el «rey guasón», que
los topoi), sino más bien la tendencia Peter Berger (1998: 134-135) re- se convirtió en una de las repre-
a apelar al recurso escatológico como lata en su libro Risa redentora: sentaciones habituales del rey. El
disparador de la risa. De la potencia rex facetus llegó a ser una figura
cómica de la vulgaridad da debida Los bufones itinerantes procedían reconocible en un contexto social
cuenta el mito griego del origen de las con frecuencia de los monasterios y temporal específico: el de la cor-
estaciones; especialmente, aquel pasa- y eran individuos (generalmente te. En este contexto encontramos
je donde la diosa Démeter, sentada en hombres aunque también hubo una función regia casi obligatoria:

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El chiste político o el poder del sometido ENSAYO

bromear… Cabe incluso intuir Llama la atención el hecho de que calle, para desahogarse al menos
que la risa se estaba convirtiendo el humor político florezca espe- durante un instante haciendo de
en un instrumento de gobierno o, cialmente en los sistemas totalita- la risa una forma de liberación. Y
al menos, en una imagen del po- rios y que, por el contrario, ape- eso solo podía estar bien visto por
der (Le Goff, 1998: 45). nas se desarrolle en las sociedades el régimen nazi, que carecía del
abiertas, libres y democráticas. más mínimo sentido del humor.
Esto se aviene perfectamente con la Ni en la época de Weimar ni en
conjetura de la filósofa Corinne Enau- la actualidad alemana se pueden Acerca de los chistes políticos ba-
deau (1998: 20): «Grandeza y miseria encontrar ni por asomo tantos sados en el comunismo (anekdot en
del comediante que, lo mismo que el chistes sobre los poderosos como ruso) se han escrito decenas de libros,
rey en su corte, sólo goza de contem- en el Tercer Reich y en la Repúbli- incluso un trabajo de grado en la Uni-
plarse contemplado, de verse visto. La ca Democrática Alemana (Herzog, versidad de Stanford. Una de las obras
grandeza sólo existe por sus signos. 2014: 23-24). más interesantes es Hammer and tickle
Privados de exhibición, el rey y el co- (El martillo y la cosquilla) del periodista
mediante no son nada. No es que es- Herzog distinguió dos períodos en la británico Ben Lewis (2009). En el caso
tén desnudos: son nulos». fabricación de chistes políticos en la de la Unión de Repúblicas Socialistas
Caídas las monarquías absolutas Alemania nazi. El primero, de 1933 a Soviéticas se cumplen dos importantes
el bufón comienza a buscar otro tra- 1941, se singularizó por chistes poco principios: (1) a mayor discrepancia en-
bajo. Lo consigue en la calle, pero no críticos y orientados a señalar más las tre el ideal político y la realidad social
en la plaza pública ni en medio de los flaquezas humanas de los dirigentes aumenta la cantidad de chistes y (2) la
puestos del mercado, sino en el cir- que sus crímenes. El segundo lap- ideología del «delincuente» es mucho
co. Una nueva modalidad de entre- so, de 1942 a 1945 (época en la que más grave que el «delito».
tenimiento popular que toma, para se amplió la incongruencia entre la Lewis sostiene que su investiga-
la escenificación de sus prodigios, la Alemania de la propaganda nazi y la ción de campo y la consulta exhaus-
vieja arena circular donde el empre- Alemania del frente de guerra), se ca- tiva de archivos de la época revelan
sario Philip Astley, organizador de racterizó por la exacerbación del clima que el número de personas que fue a
ferias ecuestres, presentaba exhibicio-
nes acrobáticas a caballo, mezcladas #ICERØNACU×ØELTÏRMINOSCURRAPARAREFERIRSEALAPERSONA
con breves situaciones cómicas que QUEDESCONOCELOSLÓMITESIMPUESTOSALHUMORPORLASERIEDAD
servían de intermedio al espectáculo
principal. gravitas YLAINTELIGENCIAprudentia ELBUENORADORTIENEQUE
CUIDARSEMUCHODENOEXCEDERSEENLACARICATURIZACIØN PORQUENO
El humor político TODOLORIDÓCULOTERMINAPORPARECERGRACIOSO
Sería injusto presentar a la comedia y
a los comediantes como presencias an- político, la proliferación de las senten- prisión por emplear el humor como
cilares en el contexto de las relaciones cias de muerte y la judicialización de arma política es mucho menor que
de dominación política. El único mo- las diferencias ideológicas; un trienio el pensado tradicionalmente. Calcu-
tor de la risa no lo constituye una mesa en el que a los jueces no les importaba la que el régimen de Josef Stalin en-
opípara. A lo largo de la historia ha ha- tanto el delito en sí (el haberse hecho cerró en las cárceles soviéticas a más
bido quienes concibieron el humor y el gracioso) sino el pensamiento polí- de 200.000 hombres como represalia
sus distintos géneros como una suerte tico del infractor (amigo o enemigo del por sus veleidades humorísticas. Los
de contrapoder ciudadano frente a los nacionalsocialismo). Herzog (2014: momentos históricos de mayor repre-
abusos de los gobernantes. Como bien 13) concluye: sión coinciden con la purga estalinista
diría George Orwell (1968), cada chis- (1934-1939) y las rebeliones húngara
te es una pequeña revolución. Tras la guerra aparecieron más (1956) y checoslovaca (1958). En una
El humor político es un fenómeno de media docena de libros con entrevista concedida a Guillermo Alta-
moderno; algo impensable en épocas chistes políticos de los años de la res (2008) del diario español El País,
en las que el poder estatal no estaba le- dictadura nacionalsocialista. Los Lewis comentó:
gitimado por el pueblo, sino por Dios, editores de tales compilaciones
y todas las críticas eran interpretadas cómicas querían hacer creer a la El comunismo es el único sistema
como una blasfemia y causa de ana- gente que el que se burlaba de político que ha producido su pro-
tema. A las repercusiones filosóficas y Hitler entre las cuatro paredes de pia rama de la comedia… El comu-
legales asociadas al concepto de sobera- su casa era en el fondo un ene- nismo se convirtió en una máqui-
nía popular deben sumarse las comple- migo de los nazis o incluso un na de creación humorística, entre
jidades del reparto de poderes surgido a miembro de la resistencia. La más otras causas, porque su fracaso eco-
raíz de la Revolución Francesa (Herzog, reciente investigación ha puesto nómico y su obsesión por el control
2014: 19). de manifiesto que esa idea hermo- ciudadano precipitaron situaciones
Pero sería desorientador asociar sa, pero más bien fruto de un de- irremediablemente ridículas. Se tra-
el apogeo del chiste político con la seo, era tan solo una leyenda. Los taba de un mundo absurdo, de un
democracia. Es conveniente tomar en chistes políticos no eran una for- mal chiste. La teoría marxista de la
cuenta la opinión de Rudolph Herzog, ma de resistencia activa, sino más producción no funcionó ni un solo
autor de un análisis de la comicidad bien vías de escape para la rabia día: ya en las primeras semanas
y el humor durante la supremacía de acumulada del pueblo. Se conta- había graves problemas de abaste-
Adolfo Hitler: ban en las tertulias, en el bar, en la cimiento de alimentos y mercan-

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ENSAYO El chiste político o el poder del sometido

cías. Sin embargo, los periódicos también con la comprensión que se situaciones que molestan a la so-
oficiales se hacían los ciegos ante tenga de los factores que determinan ciedad, ilumina el juego político
aquella realidad, y aprovechaban el espíritu de una época. Ahora bien, oculto y descubre la verdad. Es-
sus titulares para alabar el triunfo a menudo se registran ciertos parale- conde el deseo de la élite oposito-
del socialismo real. El resultado de lismos entre diferentes tiempos histó- ra o gubernamental disidente de
la desconexión existente entre los ricos (en un curioso guiño a la frase producir una discusión de carác-
hechos cotidianos y la propaganda
del régimen fue el nacimiento es- %LCOMUNISMOSECONVIRTIØENUNAMÉQUINADECREACIØN
pontáneo de cientos de chistes. HUMORÓSTICA ENTREOTRASCAUSAS PORQUESUFRACASOECONØMICO
Consultado por el periodista, Lewis se YSUOBSESIØNPORELCONTROLCIUDADANOPRECIPITARONSITUACIONES
atrevió a formular un conjunto de va- IRREMEDIABLEMENTERIDÓCULAS3ETRATABADEUNMUNDOABSURDO
loraciones personales de mayor interés DEUNMALCHISTE
científico que anecdótico. Por ejem-
plo, los mejores chistes fueron inven- enunciada en El dieciocho brumario de ter público, sin que tenga por ello
tados en la Alemania del Este, porque Luis Bonaparte: «La historia se repite que comprometerse visiblemente
eran precisos y disciplinados: dos veces. La primera como tragedia, o pagar los costos institucionales
y la segunda como farsa»): reaparecen de la discrepancia con el poder; y
% Chiste 1: ¿Por qué, a pesar del en el ámbito público viejos chistes que hace que la gente sea propensa al
desabastecimiento, el papel higié- mantienen su estructura humorística, conformismo.
nico alemán tiene dos hojas? Por- pero cambian sus protagonistas. Her-
que hay que enviar una copia de zog (2014: 28) explica este fenómeno Para Schmidt, en general, el humor es
todo a Moscú. social del modo siguiente: un componente importante de la vida
% Chiste 2: ¿Cuál es la diferencia en- democrática y el hecho de que no sea
tre el capitalismo y el comunismo? Dentro del género de humor polí- perseguido es un símbolo de civiliza-
El capitalismo es la explotación del tico se encuentran algunos chistes ción. En los regímenes totalitarios la
hombre por el hombre. El comu- que en el fondo funcionan como impronta de los chistes políticos es
nismo es exactamente lo contrario. moldes en el que en cada ocasión mayor, porque en muchos casos es la
se puede introducir un nuevo única forma de oposición existente.
Los chascarrillos rumanos pertenecían contenido. La mayoría de esos Como reza un fragmento del Simplicius
a la tradición del humor negro: chistes siguen un modelo tan fácil Simplicissimus: «El miedo y el terror
de recordar que pudieron sobrevi- son la mitad de grandes cuando uno
% Chiste 1: ¿Qué hay más frío en vir a varios sistemas políticos. En se los toma a risa»°Ê
Rumania que el agua fría? El agua el fondo son apolíticos aunque se
caliente. sirvan de personalidades políticas. REFERENCIAS
% Chiste 2: ¿Por qué Ceausescu or- % Altares, G. (2008): «Todo fue un gran
chiste». El País, 20 de julio: «http://el-
ganiza un desfile del Primero de En América Latina la investiga- pais.com/diario/2008/07/20/revistavera-
Mayo? Para comprobar quién ha ción sobre las implicaciones del chiste no/1216504808_850215.html». Consulta:
sobrevivido al invierno. político tiene su cima en el estudio de 2 de junio de 2015.
% Berger, P. (1999): Risa redentora: la dimen-
Samuel Schmidt (1996). Este investi- sión cómica de la experiencia humana. Barce-
Los checos se caracterizaban por ser gador de la Universidad Autónoma de lona: Kairós.
certeros y surrealistas: Ciudad de juárez llega a conclusiones % Bremmer, J. (1999): «Chistes, humoristas y
libros de chistes en la antigua Grecia». En J.
de gran relevancia, que abonan los Bremmer y H. Roodenburg (eds.): Una his-
% Chiste 1: ¿Cuál es el país más planteamientos de Herzog y Lewis: toria cultural del humor. Madrid: Sequitur.
neutral del mundo? Checoslova- % Enaudeau, C. (1999): La paradoja de la re-
presentación. Buenos Aires: Paidós.
quia, porque ni siquiera interfiere % El chiste político establece mu- % Graf, F. (1999): «Cicerón, Plauto y la risa
en sus asuntos internos. chas veces el tono de las expecta- romana». En J. Bremmer y H. Roodenburg
% Chiste 2: ¿Por qué los checos son tivas sociales, aun antes de que lo (eds.): Una historia cultural del humor. Ma-
drid: Sequitur.
hermanos más que amigos de los hagan los especialistas en opinión % Herzog, R. (2014): Heil Hitler, el cerdo está
rusos? Porque a los hermanos no pública. Tiene como finalidad ri- muerto. Reír bajo Hitler: comicidad y humor
se les elige. diculizar al político y su imagen. en el Tercer Reich. Madrid: Capitán Swing.
% Le Goff, J. (1999): «La risa en la Edad
Es unidireccional y no da lugar a Media». En J. Bremmer y H. Roodenburg
Los del gulag soviético se alimentaban debate; y tiene fuerza porque es- (eds.): Una historia cultural del humor. Ma-
del género del absurdo: tablece una lógica eficiente para drid: Sequitur.
arruinar el prestigio del político. % Lewis, B. (2009): Hammer and tickle: a his-
tory of communism told through communist
¿Cuándo se celebró la primera % El humor político es una válvula jokes. Londres: W&N.
elección soviética? Cuando Dios de escape que emplea el pueblo % Orwell, G. (1968): «Funny, but not vul-
puso a Eva al frente de Adán y le para vengarse de los políticos, sin gar». En S. Orwell e I. Angus (eds.): The
collected essays, journalism and letters of
dijo: «Escoge a tu mujer». arriesgar la estabilidad del sistema George Orwell. Nueva York: Harcourt Brace
(los chistes no son construidos Jovanovich.
Esta seguidilla de chistes comunistas por el pueblo, pero se repiten por % Schmidt, S. (1996): Humor en serio: análisis
del chiste político en México. México: Aguilar.
sugiere que el humor está vinculado boca del pueblo). Expresa la con-
con el sentimiento de pertenencia y frontación entre el ingenio social
cohesión de un grupo humano, pero y el poder político. Enfrenta las

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