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Caso Atala Riffo y niñas vs Chile

Antecedentes Principales

Karen Atala Riffo, quien se desempeña como jueza de la República de Chile, fue
protagonista de un caso bastante controversial que se dio en el año 2012. Se puede
proporcionar como antecedentes que tanto ella como el padre de sus tres hijas decidieron
terminar con su matrimonio en el año 2002 a través de un mutuo acuerdo de que la madre
mantuviera la tuición de las niñas. El problema yace en el año 2004 cuando Atala reconoce
públicamente su orientación sexual declarándose lesbiana y comentando la relación que
tenía, en esos momentos, con una mujer. A su exmarido no le sentó bien la noticia y
decidió reclamar la custodia de sus hijas, por lo que ambos se someten a una demanda por
ello. La Corte Suprema de Chile falló en favor del padre de las niñas M., V. y R. y los
argumentos conclusivos de esta decisión son que se consideraba que su orientación sexual
y su convivencia con una pareja del mismo sexo producirían un daño a las tres niñas 1. La
sentencia fue muy criticada por considerarse discriminatoria y poco inclusiva. Sin
embargo, la señora Atala llevó su caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH) en donde alegó el trato discriminatorio y la interferencia arbitraria en la vida
privada y familiar que había sufrido por los tribunales chilenos, aparte, de seguir apelando
por el cuidado y tuición de sus hijas y que posteriormente resultó a su favor. El 24 de
febrero de 2012, la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado chileno
en el caso “Atala Riffo y niñas Vs. Chile”. En el fallo, se destacó especialmente el
reconocimiento de la orientación sexual y de la identidad de género como categorías
protegidas por la Convención, declarando que para comprobar la existencia de una
diferencia de trato en una decisión particular no es necesario basarla “fundamental y
únicamente” en la orientación sexual de la persona, sino que basta que en cierto grado se
haya tenido en cuenta, ya sea de manera implícita o explícita. Además, indicó que, al
tratarse de un acto de discriminación por orientación sexual, era necesario un test de
análisis. Esto significa que la restricción de un derecho basado en una categoría sospechosa
o prohibida de discriminación exige una fundamentación rigurosa y de tal peso que pueda
invertir la carga de la prueba y otorgar a la autoridad la responsabilidad de demostrar que
la decisión carecía de un propósito o un resultado discriminatorio 2.

Fallo de la Corte Suprema de Chile

Fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Alegados de la Corte Suprema de Chile

1
file:///C:/Users/56959/Downloads/Fallo_Atala_Resumen_Ejecutivo.pdf
2
https://iguales.cl/incidencia-politica/fallo-atala/#:~:text=El%20caso%20%E2%80%9CAtala%20Riffo%20y,la
%20tuici%C3%B3n%20de%20sus%20hijas%2C
Alegados de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Igualdad y No Discriminación a la Orientación Sexual: La Corte reiteró que el artículo


1.1 de la Convención es una norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas
las disposiciones del tratado, y dispone la obligación de los Estados parte de respetar y
garantizar el pleno y libre ejercicio de los derechos y libertades allí reconocidos “sin
discriminación alguna”. Es decir, cualquiera sea el origen o la forma que asuma, todo
tratamiento que pueda ser considerado discriminatorio respecto del ejercicio de cualquiera
de los derechos garantizados en la Convención es incompatible con la misma.

Principio del Interés Superior del Niño y las Presunciones de Riesgo: Se resalta en el
preámbulo de la Convención sobre los Derecho del Niño la prevalencia de éste mismo y
establece que se requieren “cuidados especiales”, y el artículo 19 de la Convención
Americana señala que debe recibir “medidas especiales de protección”. Se constató que la
determinación del interés superior del niño, en casos de cuidado y custodia de menores de
edad se debe hacer a partir de la evaluación de los comportamientos parentales específicos
y su impacto negativo en el bienestar y desarrollo del niño según el caso, los daños o
riesgos reales y probados, y no especulativos o imaginarios. Por tanto, no pueden ser
admisibles las especulaciones, presunciones, estereotipos o consideraciones generalizadas
sobre características personales de los padres o preferencias culturales respecto a ciertos
conceptos tradicionales de la familia.

Presunta Discriminación Social: Los Estado están internacionalmente obligados a adoptar


las medidas que fueren necesarias “para hacer efectivos” los derechos establecidos en la
Convención, como se estipula en el artículo 2 de dicho instrumento interamericano por lo
que deben propender, precisamente, por enfrentar las manifestaciones intolerantes y
discriminatorias, con el fin de evitar la exclusión o negación de una determinada
condición. Los Estados deben ayudar al avance social, de lo contrario se corre el grave
riesgo de legitimar y consolidar distintas formas de discriminación violatorias de los
Derechos Humanos. El Tribunal resaltó que, además, la señora Atala no tenía porqué
sufrir las consecuencias de que en su comunidad presuntamente las niñas podrían haber
sido discriminadas debido a su orientación sexual.

Alegada Confusión de Roles: Básicamente aquí se alega que la convivencia que podría
generar la señora Atala con su pareja daría una eventual confusión de roles sexuales y una
situación de riesgo para el desarrollo de las tres niñas. La Corte Interamericana de
Derechos Humanos aclara que, en efecto, es el Estado el que tiene la carga de la prueba
para mostrar que la decisión judicial objeto del debate se ha basado en la existencia de un
daño concreto, específico y real en el desarrollo de las niñas. El Tribunal observó que, en el
presente caso, la Corte Suprema de Justicia no falló con base en un análisis in
abstracto del alegado impacto de la orientación sexual de la madre en el desarrollo de las
niñas, sino que invocó la supuesta existencia de pruebas concretas. Por tanto, el Tribunal
concluyó que la Corte Suprema de Justicia no cumplió con los requisitos de un test
estricto de análisis y sustentación de un daño concreto y específico supuestamente
sufrido por las tres niñas a causa de la convivencia de su madre con una pareja del mismo
sexo.
Alegado Privilegio de Intereses: Este alegado se centra en la clara distinción que se hizo
respecto a la señora limitada por su orientación sexual y el padre de las hijas que alegaba
que el comportamiento de la madre era “inmoral” para que sus hijas tuvieran que
presenciarlo día a día. La Corte indicó que el alcance del derecho a la no discriminación por
orientación sexual no se limita a la condición de ser homosexual, en sí misma, sino que
incluye su expresión y las consecuencias necesarias en el proyecto de vida de las personas.
Precisó también que el ámbito de protección del derecho a la vida privada ha sido
interpretado en términos amplios por los Tribunales Internacionales de Derechos Humanos,
al señalar que éste va más allá del derecho a la privacidad. A su vez, se encuentra ligada al
concepto de libertad y la posibilidad de todo ser humano de auto determinarse y escoger
libremente las opciones y circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme a sus
propias opciones y convicciones.

Alegado Derecho a una Familia “Normal y Tradicional”: Aquí se plantea el presunto


derecho de las niñas de vivir en una familia “normal y tradicional”. La Corte observó que
en la Convención Americana no se encuentra determinado el concepto cerrado de familia ni
mucho menos el modelo de “tradicional”. El concepto de familia debe abarcar otros lazos
familiares de hecho donde las partes tienen vida en común por fuera del matrimonio, por
ejemplo. Luego, el Tribunal constató que el lenguaje utilizado por la Corte Suprema de
Chile relacionado con la supuesta necesidad de las niñas de crecer en una “familia
estructurada normalmente y apreciada en su medio social”, y no en una “familia
excepcional”, reflejaba una percepción limitada y estereotipada del concepto de familia que
no tiene base en la Convención al no existir un modelo específico de familia (“Familia
Tradicional”).

Conclusiones

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