Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
+ Constituciones consuetudinarias
+ Constituciones escritas
Las constituciones escritas son incorporadas por lo general a un texto único pero a veces formadas
por una pluralidad de textos.
+ Constituciones rígidas
Son aquellas Constituciones que para modificarse establecen un procedimiento más agravado que
el procedimiento legislativo ordinario.
+ Constituciones flexibles
Se modifican mediante el procedimiento legislativo ordinario, lo que significa que una ley del
parlamento puede cambiarlas.
Desde este punto de vista podemos decir que todas las consuetudinarias son flexibles pero no
todas las escritas son rígidas porque puede haber Constituciones escritas que no tengan previsto
un procedimiento especial para su modificación.
Esto alude al origen de las mismas, y a la menor o mayor participación que en el establecimiento
de las Constituciones han tenido los órganos de Gobierno.
Son Constituciones otorgadas aquellas que nacen de un acto voluntario del gobernante, en virtud
del cual cede parte de sus poderes en favor de la representación nacional del Parlamento.
Constituciones pactadas son aquellas que surgen como consecuencia de un convenio-pacto entre
el Gobeernante y el Parlamento, que representa a la Nación, y que denotan una situación de
equilibrio de poderes. Ejemplos: La Constitución Francesa de 1830 y la Española de 1876.
Constituciones populares, serían aquellas que expresan la voluntad de la Nación, como poder
Constituyente, que son aceptadas por el gobernante, como símbolo de representación de esa
voluntad. Ejemplos: La Constitución Española de 1812 y la de 1869, o la Francesa de 1791.
Aunque la explicación de esta clasificación parte de los supuestos históricos que caracterizaron, en
Europa, la desaparición del Antiguo Régimen y su sustitución por el Nuevo Régimen su valor no es
solamente histórico sino de circunstancias. Es decir, en nuestro tiempo también podemos
contemplar estas variables tipológicas en distintos países de la tierra, en los que no hay reyes pero
puede haber un dictador que en un momento dado autolimita su poder con una Carta Otorgada o
las seudo Cartas Pactadas por las que se gobiernan muchos países árabes y asiáticos...
+ Constituciones normativas
Las constituciones normativas son las que regulan racionalmente los procesos del poder y éstos se
cumplen conforme están previstos en la Constitución. La Constitución sienta como un guante al
pueblo que rige o, por utilizar un ejemplo muy gráfico, es como un magnífico traje que nos ha
hecho un buen sastre y que nos cae divinamente.
+ Constituciones nominales
Hay países en los que hay buenos textos constitucionales, que incluso responden al concepto
ideológico, pero que en la realidad no se aplican porque no hay suficiente madurez política en la
población ni en los gobernantes. Los procesos del poder no se desarrollan como algo deseable a lo
que se quiere llegar... Se trataría aquí del mismo traje del ejemplo anterior pero que está colgado
en el armario a la espera de que nuestro hijo adolescente crezca y pueda ponérselo.
+ Constituciones semánticas
Una constitución será semántica cuando en lugar de servir a la limitación del poder, es
instrumento para estabilizar y eternizar la intervención de los dominadores del poder político.
-Partes de la Constitución.
Es la que recoge el orden de valores que responde la Constitución, los principios constitucionales
que son esenciales para la comprensión del orden jurídico general y los derechos fundamentales
que la Constitución reconoce y protege.
No en todas las Constituciones hay parte dogmática, pero siempre hay parte orgánica. Lo normal
en los países de nuestro entorno geográfico y cultural es que existan ambas partes. Hay
determinadas Constituciones cuya parte dogmática está fuera de la misma, así por ejemplo en
Francia las distintas Constituciones que se han sucedido en el tiempo incorporan como parte
dogmática la famosa Declaración de Derechos del Hombre y el Ciudadano de la revolución
francesa que suele figurar a modo de preámbulo del texto constitucional. En la Constitución
americana de 1787 la parte dogmática está constituida por las diez primeras enmiendas a la
Constitución que se incorporaron a la misma en 1791 como consecuencia de la exigencia
planteada por algunos Estados federados con motivo de su ratificación.
Es la parte de la Constitución que regula el conjunto de los órganos en que se articula el poder del
Estado y su funcionamiento. Constituyen Derecho válido e inmediatamente aplicable, sin perjuicio
de la existencia de leyes de desarrollo. Se ocupan básicamente de los siguientes seis supuestos:
Las normas que se refieren al establecimiento y regulación de los órganos de poder determinan su
existencia y estatuto jurídico.
+ Normas reguladoras del proceso de elección de los titulares que detentan los órganos de poder
Las normas que regulan el proceso de elección de los titulares que detentan los órganos de poder:
cómo se forman el Congreso y el Senado, cómo se produce el nombramiento y cese de un
Gobierno, cómo se articula el gobierno del poder judicial, etc. Recogen tanto la designación como
la sucesión de dichos titulares.
+ Normas que regulan las relaciones entre los órganos del poder
Unas Constituciones las establecerán de una forma y otras la establecerán de otra. Según sean las
relaciones entre los órganos de poder, estaremos en presencia de una u otra forma de gobierno.
Estas normas regulan, con mayor o menor extensión según las distintas Constituciones, la forma
del Estado: bien un Estado unitario, un Estado federal, autonómico, etc.
Se trata de prever aquellos supuestos en que determinadas normas constitucionales pueden dejar
de aplicarse por la posible existencia de situaciones de excepción, desde catástrofes naturales a
situaciones de guerra.
La Constitución regula los poderes constituidos y fuera de ella y como autor de la misma se
encuentra el poder constituyente. Pero éste prevé en la propia Constitución su actuación como
poder constituyente constituido mediante el cual se puede cambiar la Constitución sin necesidad
de un proceso de ruptura.
-Supremacía de la Constitución.
En el artículo 335 se habla de la aplicación de la Constitución por los jueces quienes están
obligados a asegurar la integridad de esta, en caso de incompatibilidad o contradicción entre la
constitución y alguna ley u otra norma jurídica se aplicará siempre la Constitución. Las leyes o
demás actos de los órganos del Poder Público podrán ser anulados por la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia.
El artículo 335, califica al Tribunal Supremo de Justicia como garante de la constitución máximo y
último intérprete de esta, quien velará por su uniforme interpretación y aplicación. Las decisiones
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo sobre el contenido y alcance de las normas y
principios constitucionales son de carácter vinculante tanto para los demás tribunales como para
el propio Tribunal Supremo de Justicia.
-Órganos controladores de la Constitución.
Todos los tribunales, comenzando por el tribunal supremo de justicia en Venezuela, son los
órganos encargados de controlar la constitución y que controlan las garantías constitucionales.
Concentrado (o especializado): Implica que el Control Constitucional sea ejercido por un Tribunal
que cumpla dicha función para lo cual es necesario el uso de la acción de inconstitucionalidad y el
resultado es la extinción de la norma demandada a través de la declaratoria de
inconstitucionalidad.
Mixto: intenta compaginar las ideas del sistema difuso y del concentrado. Así, por ejemplo, todos
los jueces resuelven las cuestiones de constitucionalidad en las acciones ordinarias con efectos
inter partes, pero en ciertas acciones especiales, generalmente reservadas a ciertos órganos
(presidente, fiscal general) van directamente al Tribunal Constitucional cuya sentencia será erga
omnes. O bien el Tribunal conoce por apelación en los aspectos constitucionales de los casos
comunes pero es primera instancia en las acciones generales de inconstitucionalidad.
-Reforma de la constitución.
Por un lado, el paso del tiempo es inexorable y da lugar a una sustitución de unas generaciones
por otras. Cambian los contextos de todo tipo -ideológicos, técnicos, demográficos, geográficos,
históricos, etc. Y, lógicamente, se plantea el interrogante de si decisiones políticas fundamentales
que fueron alumbradas en unos contextos determinados han de ser indefinidamente aplicadas en
otros contextos y a otras generaciones o, si como se ha dicho, "cada generación tiene el derecho
de alumbrar su propia Constitución".
Por otro, es posible que, con independencia de lo anterior, se constate que la Constitución tiene
determinadas imperfecciones y/o carencias que requieran su complitud o perfeccionamiento.
Estos dos tipos de problemas nos abren el tema de la reforma de la Constitución. Pero el tema de
la reforma está muy ligado al tipo de Constitución de que se trate porque obviamente si estamos
en presencia de una Constitución flexible el problema de la reforma no existe, ya que se modifican
por una simple ley posterior del parlamento. Así que el enfoque del tema de la reforma presupone
la existencia de una Constitución rígida.
Ahora bien, más que distinguir entre Constituciones rígidas y súper rígidas resulta más exacto
diferenciar la posible existencia en la Constitución de un doble procedimiento de reforma: rígido y
súper rígido. Por otro lado, a la hora de reformar una Constitución, sea para completarla o sea
porque las circunstancias han cambiado, nos podemos encontrar con una necesidad de reformar
una pequeña parte o, por el contrario, toda o casi toda la Constitución. En el primer caso estamos
hablando de una reforma parcial; en el segundo nos encontramos con una reforma total. Por eso
lo normal, si hay establecido un doble procedimiento de reforma, es que el procedimiento rígido
deba seguirse para el caso de una reforma parcial y el súper rígido para el supuesto de una
reforma total. Sin embargo, hay aspectos de la Constitución que aunque de escasa extensión y
que, por tanto, serían aparentemente objeto de una reforma parcial, encierran elementos
esenciales de la voluntad del poder constituyente con lo que esa reforma "parcial" sustituiría y
anularía el orden de valores a que responde la Constitución. En ese caso se produciría la paradoja
de que una reforma pequeña en extensión tiene la consecuencia enorme de cambiar la decisión
política fundamental sobre la que la Constitución se sustenta y aunque sea pequeña no podemos
calificarla de parcial porque en realidad es una reforma total del sistema. Para soluciones este
problema se acude a equiparar ese tipo de reformas "parciales" a una reforma total de la
Constitución y se las somete al mismo procedimiento. A tal fin las Constituciones identifican
títulos, capítulos o artículos concretos cuya reforma se equipara a una reforma total.
En algunas Constituciones podemos encontrarnos también con algún artículo que establece la
absoluta irreformabilidad de lo en él regulado. A este tipo de preceptos se los conoce con el
nombre de cláusulas pétreas. (Ej. Las constituciones italiana y francesa establecen irreformable la
forma republicana de gobierno). Pero esto es puro voluntarismo porque una cosa es dificultar la
reforma con un procedimiento más o menos rígido y otra prohibir la reforma pues es absurdo
creer que se pueden poner trabas a la actuación del poder constituyente, cuyas notas distintivas
ya hemos visto con anterioridad, pues no hay nada que las revoluciones no puedan modificar...
Pero sin necesidad de revoluciones también es posible que el poder constituyente constituido
realice una reforma de las cláusulas pétreas mediante un doble paso: reformar primero el artículo
que califica como inmodificable algún punto de la Constitución y, a continuación, modificar este
último.
- La forma de la reforma
La reforma, fundamentalmente la parcial, hay dos formas de hacerla:
+ Forma normal
En la forma normal se cambia el texto del artículo o artículos a reformar. El texto anterior
desaparece y se sustituye por el texto nuevo.
+ Forma de enmiendas
+ Procedimiento de la reforma
Las reformas de las Constituciones están condicionadas por los mecanismos determinados -más o
menos rígidos- que cada Constitución establece en concreto. Pero podemos establecer algunas
líneas generales.
En la mayor parte de los casos es el propio parlamento el que se convierte en actor de la reforma
pero hay Constituciones que prevén la convocatoria de una asamblea especial cuya finalidad única
sea la reforma de la Constitución. En uno y otro caso el procedimiento rígido supone la necesidad
de una mayoría cualificada, es decir superior a la mayoría simple. El procedimiento súper rígido
requerirá mayorías más reforzadas, referéndum obligatorio, etc. Finalmente cabe añadir que en
los Estados Federales, debido a su complejidad, se suele establecer la cláusula de que, antes de
entrar en vigor, la reforma debe ser ratificada por un número mínimo de Estados federados.
+ Tiempo de la reforma
Con relación al tiempo de la reforma nos podemos encontrar con diversas situaciones:
. Que haya momentos en que por las circunstancias que concurren en los mismos, la propia
Constitución prevea que, mientras duren, no puede abrirse un procedimiento de reforma. Esto
suele referirse a las situaciones que regula el llamado Derecho Constitucional de excepción: los
estados de guerra o sitio, el denominado estado de excepción, el estado de alarma, etc.