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LA REVISIÓN CONSTITUCIONAL EN VENEZUELA

El 5 de julio de 1811 se firma en Venezuela la primera Constitución, pero también la


primera de la América Hispánica, independizándose del colonialismo español. Luego de un
siglo se conoció en México la Constitución más democrática de la época, producto de la
Revolución de Querétaro de 1917.

Venezuela, comenzó el siglo XX con una dictadura, que finaliza con la muerte de su
tirano Gómez en 1935. Luego vinieron gobiernos militares y derrocamientos de
presidentes. Se eligió democráticamente a Rómulo Gallegos, depuesto también. Más Juntas
Militares, de Gobierno y otra dictadura: la de Pérez Jiménez, que duró hasta 1958, cuando
una asonada cívico-militar la depone. Recobrándose la libertad, el rescate de la dignidad y
la garantía de los derechos fundamentales.

Roto así el hilo institucional, es necesario instalar en el país una Junta de Gobierno,
con legitimidad para mantener el orden social y el Estado sobre los cuales se levante la
obediencia y la responsabilidad del ciudadano. Se recomienza el país un ciclo constituyente
designándose una Comisión que tuviese como función sustancial redactar el Estatuto
Electoral para regular la elección de los miembros que compondrían las Cámaras
Legislativas reemplazando así el ilegítimo Congreso apartado por efectos del movimiento
del 23 de Enero. as elecciones se realizaron en diciembre de 1958 y el Bicameral Congreso
Nacional, instalado en 1959 con el cometido de sancionar una nueva Constitución, a más de
las propias como Cuerpo Legislativo. Abrogada la Constitución de 1953 no tenían por qué
seguirse las pautas para la enmienda o reforma sino que era ineludible sancionar una nueva
constitución y fue lo que hizo aquel Congreso, quien actuando como Constituyente
Originario la promulga el 23 de Enero de 1961. Hasta ahora la de más larga data.

La Venezuela de finales del siglo pasado requiere cambios: hay crisis; carencias; se
anhela un aparato estatal que esté a la altura de las necesidades del mundo actual; unos
partidos políticos que deben renovarse para que el pueblo vuelva a crecer en ellos y en sus
líderes; una justicia imparcial y no politizada y un conjunto normativo, dinámico y fluido
adecuado a la realidad política, económica y social del momento histórico.
La gran interrogante de la década del noventa no era más que dilucidar si la
Constitución se enmendaba o se reformaba. Y esta revisión, tantas veces sugerida, no se
realizó, tal vez no hubo voluntad política para ello. Es así como a la llegada al poder del
mandatario militar, aprovechándose de la situación política reinante, convoca una
Asamblea Nacional Constituyente para que elabore una nueva Constitución.

Proceso constituyente efectuado al margen de los procedimientos de reforma y


previstos en la Constitución de 1961, avalado por la antigua Corte Suprema de Justicia,
mediante sentencia del 19 de enero de 1999, emitida por la Sala Político Administrativa.
Esta Sala, admite la posibilidad un referéndum consultivo, creándose así, una instancia
política no reseñada ni regulado en el Texto de 1961. Con esta antigua sentencia, se inició
formalmente el proceso constituyente venezolano en 1999, excediendo los límites que la
misma Corte Suprema intentó luego ponerle, asumiendo un carácter originario que el
pueblo no le había conferido, interviniéndose los poderes constituidos del Estado y a la
Corte Suprema, que le había dado nacimiento, le puso término.

Se modifica una vez más, una Constitución en Venezuela sin acatar los preceptos que
el mismo Texto estableciera para ello, igual que en casi todos los procesos de reforma o de
enmienda anteriores, no sólo del país sino de América Latina. Recientemente el actal
Presidente de Venezuela anunció la revisión del vigente Texto Constitucional, pero el
pueblo no la aceptó en el referéndum del 2 de diciembre de 2007. Lo que si es claro es que
las reformas constitucionales no han servido para solventar los graves problemas que
aquejan a la sociedad en un momento determinado.

SUPREMACÍA, SISTEMA PARA ESTABLECER EL CONTROL DE LA


CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES DE LOS PODERES PÚBLICOS.

La Supremacía Constitucional es un principio teórico del Derecho constitucional que


postula, originalmente, ubicar a la Constitución de un país jerárquicamente por encima de
todo el ordenamiento jurídico de ese país, considerándola como Ley Suprema del Estado y
fundamento del sistema jurídico. Según cada país los tratados internacionales ratificados
por el país gozan de igual rango (rango constitucional) o superior a las leyes e inferior a la
constitución. La Supremacía de la constitución tiene su base legal en el Art.7 La
constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las
personas y los órganos que ejercen el poder público están sujetos a esta constitución.

Tipos de supremacía constitucional

Jerárquica: Esta es la supremacía jerárquica de la Constitución pues es un orden de


prelación o de fuerza de la que van derivando el resto de las leyes y ninguna puede ser
contraria a la constitución. La Supremacía Jerárquica está basada en el orden jerárquico que
le da la pirámide de Kelsen al ordenamiento jurídico de un Estado o nación. Esta es la que
le da el grado de superioridad a la norma constitucional otorgándole subordinación a toda
aquella ley que no sea la constitución.

Lógico - deductiva: Este tipo de supremacía expone las leyes a modos y formas de
razonamiento humano conforme a las reglas de la lógica y de la razón, partiendo de
principios universales para su ejecución.

Teleológica: Este tipo de supremacía es la que va a ir por encima del ordenamiento


jurídico y sobre las decisiones que puedan tomar los órganos de la administración pública o
administración de justicia, para que sea aplicada íntegramente la Constitución nacional con
el fin de alcanzar las metas del Estado.

Axiológica: Es un sistema o especie de ciencia que va a medir la importancia o


valores que tienen las personas dentro de la sociedad, y es lo que se da por el apego que
deben tener las decisiones, o las leyes que sean creadas o se puedan crear dentro del Estado,
incluso la suscripción de tratados internacionales. Esto quiere decir que lo establecido en la
Constitución en los artículos del 2 al 18 y en el Preámbulo de la misma son los valores
supremos de la Constitución. Ninguna decisión puede estar por encima de estos valores.

Supremacía formal

Es la que tribuye a determinados órganos la competencia de producción normativa, y


se encuentra sobre la base de relaciones de jerarquía, así como también establece
procedimientos básicos para el ejercicio de la competencia; se divide en tres aspectos a.-
Rigidez. b.- Establece un proceso legislativo para la creación de leyes. c.- Promulgación
solemne de la Constitución sobre sus principios. Deriva del carácter de rigidez de la
Constitución ya que es fruto de la voluntad suprema extraordinaria y directa del poder
constituyente el cual expresa esa voluntad mediante procedimientos especiales que difieren
a los de la ley ordinaria. La modificación de sus normas exige procedimientos especiales.

Supremacía material

La Constitución es formal al ser una ley que, a diferencia de otras, fundamenta y


ordena la validez de todo un sistema jurídico, estableciendo un procedimiento dificultoso
para su reforma, así como los criterios para la creación de otras normas. Y en otro sentido
es material, ya que en la Constitución se concentran los valores y principios fundamentales
que rigen a una organización político-social, los cuales solventan las necesidades vitales de
justicia de sus integrantes.

Orden Jerárquico del Ordenamiento Jurídico

Orden Jerárquico.

La palabra Orden tiene varios significados, pero el más importante viene de colocar
cada cosa en su lugar de acuerdo a una jerarquía lógica. En este sentido, el Orden
Jerárquico implica dar una estructuración de acuerdo a la importancia de cada elemento. Es
decir, siempre en primer lugar de ese Orden Jerárquico va a estar aquel elemento que es de
total relevancia para la continuación del mismo.

Orden Jerárquico del Ordenamiento Jurídico.

Establecidos ambos conceptos por separado, para poder determinar al Orden


Jerárquico del Ordenamiento Jurídico como a la Organización de el Sistema Jurídico de un
Estado partiendo de la Norma Máxima o Suprema, a partir de la cual se van a regir el resto
de las Normas. En el caso del Sistema Jurídico Venezolano, en el Ordenamiento Jurídico, el
Orden Jerárquico viene encabezado por la Constitución Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela; que al ser la Norma Suprema, ninguna otra ley puede tener
mayor Jerarquía que la misma (sólo en caso de tratados de Derechos Humanos donde
resulten más favorables que los establecidos en ella Artículo 23 de Constitución de la
república Bolivariana de Venezuela).
La Jerarquía de nuestra Constitución se encuentra reflejada dentro del Articulado
constitucional, específicamente en el Artículo 7: “La Constitución es la Norma Suprema y
el fundamento del Ordenamiento Jurídico. Todas las personas y los Órganos que ejercen el
Poder Público están sujetos a estas Constitución” (Principio de Supremacía Constitucional).
Este artículo establece claramente que sobre la Constitución no hay ninguna Ley; y que
cualquier ley que sea creada, debe respetar su contexto, de manera tal que cualquier Ley
que colide con ella será Nula.

Pero el Orden Jerárquico, no es un invento del Estado Venezolano. Esta estructura o


Sistema Jurídico fue concebido por el Jurista, Político y Filósofo del Derecho Austriaco
Hans Kelsen. Kelsen llamado también el fundador de la Teoría Pura del Derecho de
acuerdo a la concepción piramidal del Derecho pretendía dar un carácter de ciencia a la
misma. Sobre el particular, tenemos que decir que “piramidarizar” el derecho es una forma
de hacer ciencia en el sentido de categorizar las normas desde un estado superior a otro
inferior, esto pasa también por ejemplo en la biología, la taxonomía es una forma de hacer
ciencia en la misma, pero es insuficiente para proclamarla como ciencia: es decir,
remitiéndonos solo a esta categorización tendríamos que ver también los aspectos políticos,
muy ligados al derecho, pues no existe lo uno sin lo otro.

Jerarquía: Organización o clasificación de categorías o poderes, siguiendo un orden de


importancia

Subordinación: Dependencia de una persona o una cosa respecto de otra o de otras, por las
que está regida o a las que está sometida: en el trabajo hay siempre una subordinación de
los empleados respecto a su jefe.

La pirámide de Kelsen

Leyes Orgánicas

Una Ley Orgánica es aquella que se requiere constitucionalmente para regular ciertas
materias. Se oponen o distinguen de la ley ordinaria a nivel de competencias.
Habitualmente para la aprobación de leyes orgánicas son necesarios requisitos
extraordinarios como por ejemplo, mayoría absoluta o cualificada.
En los países en donde existe este escalón intermedio entre la Leyes ordinarias o comunes y
la Constitución, es normal que se limite la aplicación de las leyes orgánicas a una serie de
materias concretas (a este también se le denomina “reserva de Ley orgánica”). El
fundamento de esta limitación es doble:

• Obligar a la regulación con amplia mayoría parlamentaria de ciertas materias muy


sensibles.

• Evitar esa regulación, que es mucho más difícil de modificar, en otro tipo de materias más
cambiantes y que necesitan de mayor flexibilidad en su regulación.

En Derecho comparado, el antecedente jurídico más inmediato de las leyes orgánicas se


encuentra en el Derecho francés, en particular en la Constitución francesa de 1958, que
estableció un escalón intermedio entre la norma constitucional y las leyes ordinarias.

Se conoce como Ley Orgánica a la ley que se necesita desde el punto de vista
constitucional para regular algún aspecto de la vida social. Las leyes orgánicas tienen una
competencia diferente a las leyes ordinarias y requieren de algunos requisitos
extraordinarios, como la mayoría absoluta a la hora de su aprobación.

Su origen se remonta a la Constitución Francesa de 1958. Aunque depende de cada


legislación nacional, suele considerarse a las leyes orgánicas como un nexo o etapa
intermedia entre las leyes ordinarias y la Constitución. Las características particulares de
las leyes orgánicas exigen la amplia mayoría parlamentaria (por tratarse de temas muy
sensibles para la sociedad) y la mayor rigidez en la regulación (las leyes orgánicas no
pueden modificarse con facilidad o por voluntad de un gobernante). Básicamente las Leyes
Orgánicas desarrollan, amplían y regulan por el cumplimiento y aplicación de los Preceptos
Constitucionales establecidos en la Norma Suprema de cada Estado, tales como Educación,
Trabajo, Salud, Alimentación, Participación Ciudadana, entre otros.

Algunas de las Leyes Orgánicas que podemos nombrar dentro del Sistema Jurídico
Venezolano; son: Ley Orgánica de Educación, Ley Orgánica del Trabajo, Ley Orgánica de
Protección al Niño Niña y Adolescente, entre otras.

4.1.- Base Legal de las Leyes Orgánicas en el Ordenamiento Jurídico Venezolano.


Artículo 203 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (Primer aparte)

“Son leyes orgánicas las que así denomina esta Constitución; las que se dicten para
organizar los Poderes Públicos o para desarrollar los Derechos Constitucionales y las que
sirvan de marco normativo de otras leyes…”

4.2.- Procedimiento para la Aprobación de una Ley Orgánica en el Ordenamiento Jurídico


Venezolano.

Artículo 203 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (segundo y


tercer aparte),

“… Todo proyecto de Ley Orgánica, salvo aquel que esta Constitución califique como tal,
será previamente admitido por la Asamblea Nacional, por el voto de las dos terceras partes
de los o las integrantes presentes antes de iniciarse la discusión del respectivo proyecto de
ley. Esta votación calificada se aplicará también para la modificación de las leyes
Orgánicas.

Las Leyes que la Asamblea Nacional haya calificado de Orgánicas serán remitidas antes de
su promulgación a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para que
pronuncie acerca de la Constitucional del Carácter Orgánico. La Sala Constitucional
decidirá en el término de diez días contados a partir de la fecha de recibo de la
comunicación…”

4.3.- Iniciativa Legislativa para las Leyes Orgánicas en el Ordenamiento Jurídico


Venezolano.

Artículo 204 de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela (Numerales 1, 2,


3 y 5).

“La iniciativa de las Leyes corresponde:

1° Al Poder Ejecutivo Nacional

2° A la Comisión Delegada y a las Comisiones Permanentes.

3° A los y las Integrantes de la Asamblea Nacional, en un número no menor de tres.


5° Al Poder Ciudadano, cuando se trate de leyes relativas a los Órganos que lo Integran….”

La Ley ordinaria

Es la norma de rango legal que constituye, generalmente, el segundo escalón en la jerarquía


jurídica de las leyes de un Estado, tras la Constitución y paralelamente a las leyes orgánicas
u otras equivalentes (que suelen poseer requisitos extraordinarios para su aprobación y
versan sobre materias especiales), de mismo rango jerárquico y distintas a nivel
competencial óptico.

Su aprobación corresponde al Congreso o Parlamento, normalmente, por mayoría simple.


En los sistemas democráticos los miembros del parlamento o congreso son elegidos por
sufragio universal. La aprobación de las leyes se puede realizar por votación en el pleno de
la cámara, o por alguna de las comisiones legislativas que puede tener. Ley Ordinaria es la
ley común o civil en cuanto no es ni privilegiada en relación con una persona ni para un
Estado. Podemos decir que son los Actos sancionados por las Cámaras como Cuerpos
Colegisladores. Ocupan el tercer escaño en importancia dentro de la construcción piramidal
del Derecho.

5.1.- Base Legal de las Leyes Ordinarias en el Ordenamiento Jurídico Venezolano.

Artículo 202 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

“La ley es el acto sancionado por la Asamblea Nacional como cuerpo legislador. Las Leyes
que reúnan sistemáticamente las normas relativas a determinada materia se podrán
denominar códigos”.

Algunas son:

Ley Habilitante

Ley Penal del Ambiente

Decreto – Ley

Un decreto ley, en general, es una norma con rango de ley, emanada del poder ejecutivo,
sin que medie intervención o autorización previa de un Congreso o Parlamento.1
Este tipo de norma puede estar contemplada en el propio ordenamiento jurídico para ser
dictada en determinados casos, en virtud de razones de urgencia —que impiden, por
ejemplo, obtener la autorización para un decreto legislativo o la dictación de una ley
propiamente tal—, aunque requieren de convalidación por parte del poder legislativo,
habitualmente en un plazo breve. En los países cuya forma de gobierno es la monarquía
parlamentaria esta norma se denomina Real Decreto Ley, debido a que la norma
reglamentaria de mayor rango emitido por el poder ejecutivo en esos sistemas recibe el
nombre de Real decreto; así ocurre, por ejemplo en España.

Igualmente, se denomina decreto ley a las normas con rango legal, dictadas por un gobierno
de facto.

Llamado también Decreto Ley, se trata de un tipo de acto administrativo, generalmente


procedente del Poder Ejecutivo, el cual detenta un contenido normativo reglamentario por
lo cual su rango es jerárquicamente inferior a las leyes. Ejemplo de esto es claramente
identificado en la Llamada Ley Habilitante.

6.1.- Base Legal de los Decretos – Ley en el Ordenamiento Jurídico Venezolano.

Artículo 203 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (Último aparte)

“Son leyes habilitantes las sancionadas por la Asamblea Nacional por las tres quintas partes
de sus integrantes, a fin de establecer las directrices, propósitos y marco de las materias que
se delegan del Presidente o Presidenta de la República, con rango y valor de ley. Las leyes
habilitantes deben fijar el plazo de su ejercicio.”

Artículo 236 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (Numeral 8°)

“Son atribuciones del Presidente o Presidenta de la República:…

8° Dictar, previa autorización por una ley habilitante, decretos con fuerza de ley…”

Reglamento

Un reglamento es una norma jurídica de carácter general dictada por la Administración


pública y con valor subordinado a la Ley.
La aprobación corresponde tradicionalmente al Poder Ejecutivo, aunque los ordenamientos
jurídicos actuales reconocen potestad reglamentaria a otros órganos del Estado.

Por lo tanto, según la mayoría de la doctrina jurídica, se trata de una de las fuentes del
Derecho, formando pues parte del ordenamiento jurídico. La titularidad de la potestad
reglamentaria viene recogida en la Constitución Española. También se le conoce como
reglamento a la colección ordenada de reglas o preceptos.

Los reglamentos son la consecuencia de las competencias propias que el ordenamiento


jurídico concede a la Administración, mientras que las disposiciones del poder ejecutivo
con fuerza de Ley (Decreto ley) tiene un carácter excepcional y suponen una verdadera
sustitución del poder legislativo ordinario.

La finalidad del reglamento es facilitar la aplicación de la ley, detallándola, y operando


como instrumentos idóneos para llevar a efecto su contenido. Los reglamentos son reglas, y
solo tendrán vida y sentido de derecho, en tanto se deriven de una norma legal a la que
reglamentan en la esfera administrativa. Ejemplo del mismo, podemos mencionar el
Reglamento General de la Ley Orgánica de Educación.

7.1.- Base Legal de los Reglamentos en el Ordenamiento Jurídico Venezolano.

Artículo 236 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (Numeral 10°)

“Son atribuciones del Presidente o Presidenta de la República:…

10° Reglamentar total o parcialmente las leyes, sin alterar su espíritu, propósito y razón…”

Algunos reglamentos son

-Reglamento interno nacional de honorarios mínimos

-Reglamento de la ley sobre prácticas desleales de comercio internacional

-Reglamento que regula la inscripción en el registro del estado civil de nacimientos

-Reglamento de interconexión

Reglamento de la ley orgánica de la procuraduría general de la republica


Acto de Gobierno

Los Actos de Gobierno, son dictados por el Presidente de la República en ejercicio sólo de
atribuciones constitucionales, razón por la cual no pueden estar regulados o limitados por la
Asamblea Nacional mediante leyes. Tienen el mismo rango que la ley, y por ello, el control
judicial sobre ellos es un control de constitucionalidad.

El concepto de “acto de gobierno” o “acto público” nace en el Derecho francés durante la


etapa de la restauración Borbónica; a los gobernantes le permite excluir del recurso por
exceso de poder los actos de la Administración y fundamentalmente del Gobierno, que
aparecieran inspirados en un “móvil político”, calificándolos como actos judicialmente
inatacables.

En general los actos de Gobierno son aquellos que el Gobierno puede hacer sin necesidad
no de contar con la aprobación del Parlamento.

Por ejemplo, para construir una carretera. Lo decide el Gobierno y ya está.

Los Actos parlamentarios son los que salen del Parlamento. Básicamente las leyes., Los
presupuestos: La cifra anual con la que cuenta el Gobierno para hacer entre otras cosas las
carreteras.

Una ley, la puede proponer el gobierno o la oposición.

Se discute en el parlamento y si tiene más votos a favor que en contra se aprueba. Eso es un
acto parlamentario.

Decretos Ordinarios

Los Decretos, sin más, son emanados del Respectivo Ministerio o Ministerios que lo haya
confeccionado. En ningún caso tienen que ser aprobados por las Cortes, pero si pueden ser
considerados inconstitucionales por cualquier elector, por lo que puede poner recurso de
inconstitucionalidad, y entonces el Tribunal Supremo de Justicia ha de decidir si son o no
constitucionales y aplicables.
Un decreto es un tipo de acto administrativo emanado habitualmente del poder ejecutivo y
que, generalmente, posee un contenido normativo reglamentario, por lo que su rango es
jerárquicamente inferior a las leyes.

Esta regla general tiene sus excepciones en casi todas las legislaciones, normalmente para
situaciones de urgente necesidad, y algunas otras específicamente tasadas.

Tratados

Del latín tractatus, un tratado es la conclusión de una negociación, materia o negocio, tras
haberse debatido y conferido. La noción de tratado se utiliza para nombrar al documento en
que consta dicha conclusión y, en una sentido más amplio, al escrito o discurso sobre una
materia determinada.

Un Tratado Internacional es aquel que suscriben sujetos de derecho internacional y que


puede constar en uno o varios instrumentos jurídicos conexos. Esta herramienta suele
utilizarse para fijar límites territoriales o poner fin a un enfrentamiento bélico.

Uno de los tratados más famosos es el Tratado de Versalles, que se firmó en 1919 al
finalizar la Primera Guerra Mundial. Una de sus principales consecuencias fue la
imposición a Alemania y sus aliados de aceptar la responsabilidad material de la guerra.

Un tratado internacional es un acuerdo escrito entre ciertos sujetos de Derecho


internacional y que se encuentra regido por este, que puede constar de uno o varios
instrumentos jurídicos conexos, y siendo indiferente su denominación. Como acuerdo
implica siempre que sean, como mínimo, dos personas jurídicas internacionales quienes
concluyan un tratado internacional. Por ejemplo los gobernantes de cada país se reúnen
para ponerse de acuerdo con sus límites de países para no tener problemas con sus
territorios.

Lo más común es que tales acuerdos se realicen entre Estados, aunque pueden celebrarse
entre Estados y organizaciones internacionales. Los primeros están regulados por la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969; los segundos, por la
Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados celebrados entre Estados y
Organizaciones Internacionales de 1986.
Los acuerdos entre empresas públicas de un Estado y Estados no son tratados
internacionales. La Corte Internacional de Justicia tuvo la oportunidad de pronunciarse
acerca de esta cuestión en el caso “Anglo-Iranian Oil” (1952). Irán había firmado un
acuerdo con la empresa “Anglo-Iranian Oil” para la explotación de los recursos
petrolíferos. Este acuerdo tenía dos caras: era un acuerdo de concesión y al mismo tiempo
tenía la naturaleza de un Tratado entre Irán y el Reino Unido. Esta tesis no fue aceptada por
la Corte Internacional de Justicia porque los Tratados internacionales solo pueden tener
lugar entre estados y porque los acuerdos con empresas se rigen por las normas del Derecho
internacional privado.

Los Tratados internacionales deben realizarse por escrito aunque pueden ser verbales. En
este último caso no se regirían por la Convención de Viena de 1969.

Su denominación es indiferente pues, si se dan las condiciones anteriores, nos encontramos


ante un Tratado internacional independientemente del nombre que reciba.

Sentencia

Sentencia, del latín sententia, es un dictamen que alguien tiene o sigue. El término es
utilizado para hacer referencia a la declaración de un juicio y a la resolución de un juez. En
este sentido, una sentencia es una resolución judicial que pone fin a un litigio.

La sentencia judicial, por lo tanto, reconoce la razón o el derecho de una de las partes. En el
marco del derecho penal, la sentencia absuelve o condena al acusado. Si la sentencia es una
condena, estipula la pena correspondiente al delito en cuestión.

La sentencia consta de una parte expositiva (donde se mencionan las partes que intervienen,
sus abogados, los antecedentes, entre otras.), una parte considerativa (que expresa los
fundamentos de hecho y de derecho) y una parte resolutiva (la propia decisión del juez o
tribunal).

Existen diversas clasificaciones de las sentencias. Una sentencia absolutoria es aquella que
da la razón al acusado o demandado. La sentencia condenatoria, en cambio, acoge las
pretensiones del demandante o acusador.
La sentencia puede ser firme (no cabe la interposición de ningún recurso), recurrible (es
posible la interposición de recursos) o inhibitoria (no resuelve el litigio por problemas con
los requisitos del proceso).

La sentencia es una resolución judicial dictada por un juez o tribunal que pone fin a la litis
(civil, de familia, mercantil, laboral, contencioso-administrativo, etc.) o causa penal.

La sentencia declara o reconoce el derecho o razón de una de las partes, obligando a la otra
a pasar por tal declaración y cumplirla. En derecho penal, la sentencia absuelve o condena
al acusado, imponiéndole la pena correspondiente.

Sergio Alfaro la define así:

Acto judicial que resuelve hetero compositivamente el litigio ya procesado, mediante la


aceptación que el juez hace de alguna de las encontradas posiciones mantenidas por los
antagonistas luego de evaluar los medios confirmatorios de las afirmaciones efectuadas por
el actor y de la aplicación particularizada al caso de una norma jurídica que preexiste en
abstracto, con carácter general.1

Orden jerárquico conforme a la constitución de la República Bolivariana de Venezuela

Jurisprudencia dela sala constitucional

Tratados internacionales sobre los derechos humanos

Las políticas públicas desplegadas por el Estado venezolano, desde 1999, se orientan a
garantizar los derechos humanos y lograr la inclusión plena de los venezolanos y las
venezolanas, haciendo posible su realización y disfrute de manera integral y, especialmente,
los derechos colectivos económicos, sociales y culturales.

El Título III del Texto Fundamental desarrolla el articulado de derechos consagrados para
la construcción del nuevo modelo de nación, basado en el respeto de los derechos humanos.
El artículo 19, garantiza el respeto de los derechos humanos conforme al principio de
progresividad y sin discriminación, siendo obligatoria para los órganos del Poder Público,
de conformidad con la Constitución, con los tratados sobre derechos humanos suscritos y
ratificados por la República.
En Venezuela el artículo 23 de la constitución establece: “Los tratados, pactos y
convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen
jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan
normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas en esta Constitución y en
las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás
órganos del Poder Público”.

Instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados por el Estado venezolano:

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos

Adoptado y abierto a la firma, ratificación y adhesión por la Asamblea General en su


resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966

Entrada en vigor: 23 de marzo de 1976, de conformidad con el artículo 49 Lista de los


Estados que han ratificado el pacto

Declaraciones y reservas (en inglés)

Preámbulo

Los Estados Partes en el presente Pacto,

Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones


Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la
dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e
inalienables,

Reconociendo que estos derechos se derivan de la dignidad inherente a la persona humana,

Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede


realizarse el ideal del ser humano libre en el disfrute de las libertades civiles y políticas y
liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada
persona gozar de sus derechos civiles y políticos, tanto como de sus derechos económicos,
sociales y culturales,
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de
promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,

Comprendiendo que el individuo, por tener deberes respecto de otros individuos y de la


comunidad a que pertenece, tiene la obligación de esforzarse por la consecución y la
observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,

Derecho supranacional comunitario

Principios constitucionales

TÍTULO I

PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Artículo 1: “La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e


independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad,
justicia y paz internacional, en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.

Son derechos irrenunciables de la Nación: la independencia, la libertad, la soberanía, la


inmunidad, la integridad territorial y la autodeterminación nacional”.

En este primer artículo se establecen una serie de derechos que parecen olvidar los
oposicionistas al Gobierno Nacional, quienes claman públicamente por la intervención
extranjera y sostienen que preferirían tener como Presidente a un General de una fuerza
invasora, en lugar del Presidente que la mayoría de los venezolanos hemos electo. Se
transforman en traidores a su propio país y en caso de presentarse la situación que tanto
desean seguramente colaboraría con los enemigos de la patria como sucedió recientemente
en Libia, con los resultados que aún están por verse para ese país norteafricano.

Artículo 2: “Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de


Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su
actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la
responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el
pluralismo político”.
En este artículo debemos destacar la tan denostada solidaridad que ejerce el Estado
venezolano con los connacionales y con otros países (Latinoamericanos e incluso con los
Estados Unidos de América) que por cualquier motivo necesiten la colaboración del Estado
venezolano. La tan atacada colaboración que se ha realizado con los países
latinoamericanos en materia petrolera, permitiéndole la cancelación de la factura de
combustibles de manera que no afecte en demasía su economía, olvidando que durante más
de un siglo habíamos subsidiado a la economía más poderosa del planeta, como lo es la
estadounidense y la colaboración con ese país durante la Segunda Guerra Mundial y todos
los conflictos bélicos donde se ha involucrado mediante el suministro de combustible a
menos de cuatro dólares el barril hasta los años setenta del pasado siglo y en cantidades
enormes para movilizar su economía y su maquinaria de guerra para sojuzgar a otros
países. Igualmente hay que destacar que siempre se le da prioridad a los valores: vida,
libertad, justicia, igualdad y democracia.

Artículo 3: “El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y
el respeto a su dignidad, el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de
una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del
pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y
consagrados en esta Constitución.

La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines”.

En este artículo el Estado se compromete a defender y desarrollar la persona de todos los


venezolanos, así como promover la prosperidad y bienestar del pueblo, utilizando, como lo
expuso el Libertador ante el Congreso de Angostura en Febrero de 1919, las palancas de la
educación y el trabajo. No se establece que sólo los privilegiados por la fortuna deben ser a
quienes el Estado le asigne los recursos que debe distribuir equitativamente entre toda la
población y que para cumplir con su deber de hacer justicia debe asignar mayor cantidad de
recursos a quienes siempre han estado excluidos e invisibilizados durante toda la historia de
nuestro país. Esto sólo se puede realizar mediante la recaudación de Impuestos a quienes
producen y disfrutan de mayores riquezas, que nunca han cancelado lo que les corresponde
aportar como ayuda al mantenimiento del Estado, al igual que sucede en su amado Estados
Unidos de América y en todos los países del mundo, donde no existe la riqueza y renta
petrolera de la cual disfrutamos en esta tierra.

Artículo 4: “La República Bolivariana de Venezuela es un Estado federal descentralizado


en los términos consagrados en esta Constitución y se rige por los principios de integridad
territorial, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad”.

Este a mi parecer es uno de los artículos menos comprendido.

En primer lugar, el concepto de descentralización ha venido siendo interpretado como la


atomización del territorio nacional. A pesar de que la responsabilidad de cada Gobernador o
cada Alcalde sea para con quienes habitan el territorio bajo su responsabilidad, ello no
quiere decir que puedan desvincularse de sus deberes para con la nación y las acciones de
gobierno de su gobernación o alcaldía deben estar coordinadas con las del Ejecutivo
nacional para mediante dicha armonía en los esfuerzos se puedan potenciar los resultados
en beneficio de la población que es el principal objetivo de toda autoridad gubernamental.
En ocasiones parecen no tener conciencia algunos gobernantes locales (sobre todo de
oposición) en su rol de órgano ejecutivo de la administración pública.

En segunda instancia se olvida, a veces, el principio de integridad territorial y se han


fundado partidos políticos que abogan por la independencia territorial (ya ha sucedido en el
Estado Zulia).

En tercer término, se olvidan los principios de cooperación, solidaridad y concurrencia que


deben producir un efecto coordinado, como ya se mencionó anteriormente entre los
diversos niveles de la Administración pública (Nacional, Estadal o Regional y Municipal o
Local) para enfrentar los diversos y generalmente muy complejos problemas que sin el
concurso de los diferentes organismos gubernamentales serían muy difíciles de solventar.
Esta interrelación es vital para que de una vez por todas podamos enfrentar y resolver
tantos problemas que aquejan a nuestra patria.

Por último, el principio menos entendido por los venezolanos, quizás por ser novedoso en
nuestra Constitución es el de la CORRESPONSABILIDAD, esto quiere decir que todos,
absolutamente todos, debemos y tenemos la obligación de colaborar en la medida de
nuestras posibilidades en la solución de los problemas que nos aquejan. Ese concepto de
que sólo el Gobierno debe resolver los problemas debe ser desterrado de nuestras mentes,
ya que la Constitución nos obliga a tomar en nuestras propias manos la solución de los
problemas que nos atañen. La colaboración puede ejercerse mediante el aporte de ideas, la
colaboración en facilitar la realización de una obra, el acopio de materiales, nuestro trabajo
voluntario, en fin cualquier aporte que sirva para resolver el problema que tengamos
nosotros o nuestra comunidad. Es imprescindible que entendamos que no se trata de una
concesión graciosa de nuestra parte, sino un deber que nos impone la Constitución que
todos debemos cumplir.

Artículo 5: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce


directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley e indirectamente
mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado
emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.

Este es otro de los principios que generalmente se olvida puesto que debe recordarse que la
llamada “Potentia” o Poder originario reside exclusivamente en el pueblo y sólo lo ejercen
como Poder delegado o “Potestas” quienes son electos por este mediante el sufragio
universal. Este puede ser ejercido de una manera positiva en lo que ha llamado “Poder
obedencial” o negativamente en el denominado “Poder fetichizado”. En el caso del Poder
fetichizado se aprecia que luego de ser electo por sufragio universal el personaje se
transforma en una especie de dictador y utiliza el poder delegado para esclavizar al
otorgante de dicho poder y en lugar de servirlo como es su obligación aprovecha esta
posición privilegiada que le ha sido conferida para su propio beneficio o el de sus
allegados, instaurando un cerco a su alrededor para disfrutar de aquellos privilegios que
proporciona el detentar el poder político para generalmente transformarlo en poder
económico que a su vez le permite conservar y perpetuar el poder político. Se olvidan que
este poder emana de la soberanía popular y que por tanto puede ser revocado en cualquier
instante, si existen los mecanismos apropiados como en nuestra constitución.

Artículo 6: “”El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y de las entidades


políticas que la componen es y será siempre democrático, participativo, electivo,
descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables”.
Este principio parece haberse olvidado en algunas de las gobernaciones y alcaldías, en
especial las que se encuentran en manos del oposicionismo ya que persisten en creer que
los intentos que desde el inicio de este gobierno de descentralizar la asignación de recursos
para que las propias comunidades puedan realizar las obras más sentidas por ellos y no las
que sean apreciadas por estos entes que en muchas ocasiones quieren imponer sus criterios
según su conveniencia sobre los afectados directamente que siempre serán los habitantes de
las respectivas poblaciones. Se ha probado que mediante la planificación, diseño y
construcción de las propias comunidades de las obras que ellas necesitan además de
lograrse un ahorro significativo de recursos económicos se amoldan mejor a lo requerido
por estas y debido al concurso de la población directamente involucrada y a la
corresponsabilidad anteriormente mencionada los trabajos quedan mejor realizados por la
supervisión y control constante. Esto se ha visto recientemente con la ejecución del Plan de
Viviendas, donde las obras se han efectuado bajo el comando de la comunidad, lográndose
un ahorro de recursos de todo tipo, utilizando a la población de la misma zona e
incrementando el número de viviendas construidas con el mismo financiamiento asignado.

Igualmente se olvida que la alternabilidad está íntimamente ligada a la elección de nuestros


representantes y que de estar conformes con la dirección ejercida por un gobernante se
puede y se debe reelegirlo hasta que este se aparte del esquema que se haya convenido y en
este caso está la voluntad popular para revocarle el mandato, lo cual está plenamente
previsto en esta magnífica Constitución.

Artículo 7: “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento


jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el Poder Público están sujetos a esta
Constitución”.

Este principio constitucional ha sido olvidado en varias ocasiones por la oposición


venezolana, que siempre está buscando transitar por atajos para tratar de colocarse
ilegítimamente en el poder, puesto que saben a ciencia cierta que por la vía electoral no
tienen ninguna posibilidad de hacerlo. Por esta razón es que la población venezolana que
acompaña al Presidente de la República en el deseo de cambiar definitivamente la situación
que aún persiste en nuestro país tras varios siglos de desigualdad que afectan no sólo a las
clases más desposeídas de la población venezolana sino también a la clase media que en
muchas ocasiones se ve afectada por medidas tomadas de manera fraudulenta por quienes
detentan el poder económico en la nación (los sectores financieros, de industriales y
comerciantes, así como el sector importador) quienes cuando les parece conveniente a sus
intereses exanguinan a la población utilizando cualquier medio lícito o ilícito. En varias
ocasiones ha sido manifiesta la violación de los principios constitucionales: durante el
golpe de estado del 11 de febrero del año 2002; durante el sabotaje y paro de finales de ese
mismo año; con la aplicación de los llamados Créditos indexados y créditos balón para la
adquisición de viviendas y vehículos. Igualmente mediante las estafas programadas por
parte de los Constructores, Inmobiliarias y Entidades financieras coordinadas por las
Cámaras de la Construcción a nivel nacional, en contra primordialmente de la clase media
venezolana. También mediante la estafa programada en la venta de vehículos donde se
combinan delincuencialmente: Ensambladoras e importadoras de vehículos, Concesionarios
para su venta, con la finalidad de esquilmar a la clase media cuando desea adquirir este tipo
de bien. En definitiva toda una sociedad de delincuentes que se escudan en la famosa frase:
“Nosotros especulamos, pero damos empleo”. Luego se escapan hacia el exterior a disfrutar
de los dineros mal habidos y a financiar la conspiración para tratar de volver al país bajo un
manto de impunidad.

Artículo 8: “La bandera nacional con los colores amarillo, azul y rojo; el himno nacional
Gloria al Bravo Pueblo y el Escudo de Armas de la República son los símbolos de la patria.

La ley regulará sus características, significados y usos”.

Este artículo constitucional también se ha olvidado en varias ocasiones, puesto que hemos
visto desfilar a personas portando banderas con siete estrellas, luego de haber sido
decretada la colocación de la octava estrella en homenaje a la Provincia de Guayana que
tanto contribuyó en la etapa final de la Revolución independentista para la liberación de
nuestra patria. De la misma manera hemos visto desfilar con banderas negras y otros
adefesios para mostrar su antinacionalismo en las manifestaciones del oposicionismo
proyanqui.
Artículo 9: “El idioma oficial es el castellano. Los idiomas indígenas también son de uso
oficial para los pueblos indígenas y deben ser respetados en todo el territorio de la
República, por constituir patrimonio cultural de la Nación y de la humanidad”.

Principio de legalidad del poder publico

La legalidad o primacía de la ley es un principio fundamental conforme al cual todo


ejercicio del poder público debería estar sometido a la voluntad de la ley y de su
jurisdicción y no a la voluntad de las personas . el Estado sometido a la constitución o al
Imperio de la ley). Por esta razón se dice que el principio de legalidad establece la
seguridad jurídica.

Se podría decir que el principio de legalidad es la regla de oro del Derecho público y en tal
carácter actúa como parámetro para decir que un Estado es un Estado de Derecho, pues en
él poder tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas.

En íntima conexión con este principio, la institución de la reserva de Ley obliga a regular la
materia concreta con normas que posean rango de Ley, particularmente aquellas materias
que tienen que ver la intervención del poder público en la esfera de derechos del individuo.
Por lo tanto, son materias vedadas al reglamento y a la normativa emanada por el Poder
Ejecutivo. La reserva de ley, al resguardar la afectación de derechos al Poder legislativo,
refleja la doctrina liberal de la separación de poderes.

Esta relación entre el principio de legalidad y el de reserva de la ley esta generalmente


establecida -en una democracia- en el llamado ordenamiento jurídico y recibe un
tratamiento dogmático especial en el Derecho constitucional, el Derecho administrativo, el
Derecho tributario y el Derecho penal.

Principio de separación de los órganos del poder publico

La Constitución, en su parte orgánica, establece cuales son los poderes públicos, y


asimismo establece las competencias propias a cada uno de ellos. De allí pues, que el
Estado venezolano a través de su Carta Fundamental plasma el Principio de la Separación
de los Poderes.
Lo antes señalado encuentra su base constitucional en el artículo 136, el cual dispone: “(…)
Cada una de las ramas de Poder Público tiene sus funciones propias… “.

Abordando un poco lo que es el Derecho Comparado, se debe mencionar que el Principio


de separación de poderes, es la base del contencioso-administrativo en Francia que tiene su
origen en la Ley de Separación, institucionalizada en el modelo francés y que data del año
1790, la cual consagraba que “Las funciones judiciales están y han de permanecer siempre
separadas de la funciones administrativas. Los jueces no podrán bajo pena de prevaricación,
perturbar de cualquier manera, las operaciones de los cuerpos administrativos, ni emplazar
ante ellos a los administradores por razón de sus funciones”.

Algunos autores concuerdan en afirmar que fue Otto Mayer el primero que tuvo ocasión de
abundar en la importancia que para el derecho administrativo posee el principio bajo
análisis, según el citado autor, los pilares que lo sustentan son la idea de la moderación en
el ejercicio del poder y de la separación de los poderes. Así, Mayer exaltaba la concepción
estática de la división de poderes. Su función era la de disciplinar la actuación
administrativa siguiendo el modelo, en lo posible, de las formas de actuaciones judiciales.

De todo lo anterior se tiene que en razón del principio de separación de poderes en Francia,
fue que se fortaleció la administración y permitió el surgimiento del derecho
administrativo.

Finalmente, puede decirse en relación con este principio que el mismo es un elemento
característico y fundamental en los Estados de Derecho. Se refiere a la independencia que
debe mantener cada uno de los poderes, como garantía del respeto debido a los derechos
individuales y públicos.

Principio de colaboración funcional

El principio de cooperación, como también se le conoce, entre los diferentes órganos de


poder público tiene como finalidad la consecución de los fines Estado, lo cual se traduce en
la consecución del bien general o colectivo.

Este principio goza de rango Constitucional encontrándose consagrado en el último aparte


del artículo 136 que dispone: “Cada una de las ramas del Poder Público tiene sus funciones
propias, pero los órganos a los que incumbe su ejercicio colaborarán entre sí en la
realización de los fines del Estado”.

Encuentra el principio en comento su base legal en la Ley de la Administración Pública


(2.001) en el artículo 24 de la manera siguiente: “La Administración Pública Nacional, la
de los estados, la de los distritos metropolitanos y la de los municipios colaborarán entre sí
y con las otras ramas de los poderes públicos en la realización de los fines del Estado”.

El autor Moya Millán, explica este principio exponiendo las siguientes consideraciones:
Dado el sistema flexible de separación orgánica de poderes que la nueva Constitución
establece en su artículo 136, conforme al cual todos los órganos del Poder Público
colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado y el ejercicio de las funciones
propias de los órganos de cada una de las ramas del Poder Público (Legislativo, Ejecutivo,
Judicial, Ciudadano y Electoral) no es exclusivo ni excluyente, pudiendo excepcionalmente
haber, en dicho ejercicio, intercambio de funciones entre las distintas ramas del Poder
Público. Hay sin embargo funciones que se ejercen por cada una de ellas en forma
privativa, y en estos casos no puede haber interferencia, ya que habría entonces usurpación.
De allí que la incompetencia de orden constitucional o legal, sea uno de los vicios que
afecta la validez de los actos emanados del Poder Público, por cuyo motivo la función
pública debe desplegarse dentro de los limites o prescripciones, formas y procedimientos
señalados en la Constitución y en las leyes, en la oportunidad y para los fines previstos en
las mismas.

Puede puntualizarse sobre este principio, que si bien es cierto la Constitución de 1999
consagra una división de funciones que corresponden a cada rama del Poder Público, tanto
en sentido vertical como horizontal, se acepta la especialidad de la tarea asignada a cada
una de ellas, también es cierto que se establece un régimen de colaboración entre los
órganos que van a desarrollarlas para la mejor consecución de los fines generales del
Estado.

Principio de reserva legal

Como individuos (personas físicas) podemos hacer todo aquello que la ley no nos prohíba;
y como persona moral solo pueden hacer lo que la ley les permite, lo anterior se relaciona
con En un citado constitucional encontramos que la reserva legal. No es más que un
precepto de rango constitucional el cual dice que determinadas materias no podrán ser
regidas por decreto, sino por ley.

El Principio de Reserva Legal

El Poder Legislativo y los Poderes de ejecución

La reserva legal puede ser comprendida a partir de una definición en sentido negativo: “la
figura de la reserva legal viene dada por la consagración a nivel constitucional de
determinadas materias que, debido a la importancia jurídica y política que tienen asignadas,
sólo pueden ser reguladas mediante ley, desde el punto de vista formal, y ello excluye la
posibilidad de que tales materias sean desarrolladas mediante reglamentos o cualquier otro
instrumento normativo que no goce de dicho rango legal”

SISTEMA DE CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES,


DECRETOS Y REGLAMENTOS

El control de la constitucionalidad

Uno de los aspectos de mayor importancia en el ámbito de la supremacía de la


Constitución, resulta de la necesidad de que las normas jurídicas no entren en colisión con
el texto constitucional.

Se entiende por control de la constitucionalidad de las leyes, las operaciones encaminadas


a verificar si una ley es irregular y que debe conducir regularmente a la anulación o a la no
aplicación de la ley. Constituye una garantía, sustentada en el principio de la supremacía
jurídica de la Constitución.

Se dice, igualmente, que el control de la constitucionalidad de las leyes, no es más, que los
mecanismos destinados a asegurar la eficacia de la norma constitucional, los cuales
suponen modalidades distintas de solución de la cuestión de inconstitucionalidad.
En derecho comparado, existen dos sistemas claramente diferenciados tendientes a
establecer el control, el sistema europeo y el sistema americano. En el sistema europeo la
declaratoria de inconstitucionalidad sólo puede porvenir de una Corte especializada a esos
fines, denominado “control concentrado”; mientras que en el sistema americano el juez
goza de amplios poderes en la interpretación y en la aplicación de la ley, llamado “control
difuso o descentralizado”.

Algunos sistemas modernos, dignos de señalar son:

· El Modelo Mixto: En el que el control constitucional es concentrado, pero en un


órgano supremo del Poder Judicial;

· El Modelo Múltiple: Es aquél que realiza una yuxtaposición del control difuso, a
cargo de todos los jueces y del control concentrado en un órgano especializado

En el derecho dominicano, rige un sistema mixto de control de constitucionalidad, que


unida a las demás vías y acciones que puedan ser empleadas a los mismos fines, como son
la acción del recurso de amparo y la acción o recurso de habeas corpus, organizan uno de
los sistemas de control de constitucionalidad más amplios de los conocidos, una vez que en
él coexiste el control difuso de la constitucionalidad, con el control concentrado de la
constitucionalidad, además de las acciones específicas señaladas.

Control concentrado.

El método concentrado de control constitucional se caracteriza por el hecho de que el


ordenamiento jurídico constitucional confiere el poder de actuar como Juez constitucional,
a un solo órgano del Estado. Además por el carácter general, principal o constitutivo de sus
decisiones y objeto. En nuestro país la jurisdicción competente es la Suprema Corte de
Justicia.

La decisión dictada por la Suprema Corte de Justicia, en materia de control constitucional


tienen un carácter erga omnes, sobre la norma que actúan.

La característica principal del método concentrado de control de la constitucionalidad es el


control posterior, que permite anular actos estatales efectivos, pero inconstitucionales.
Control difuso

Este sistema de control constitucional es encargado a todos los tribunales del orden judicial,
incluyendo la Suprema Corte de Justicia, a la que corresponde ejercer el control
concentrado, en tanto ejerce funciones jurisdiccionales y ha de aplicar e interpretar la
Constitución, tanto cuando actúa excepcionalmente como jurisdicción.

Halla su fundamento en la realidad de que un juez no puede verse obligado a aplicar una
norma que entiende contraria a la Constitución.

La potestad de los jueces en la tarea de asegurar el control constitucional está referida a su


responsabilidad en la tutela de los derechos fundamentales y las garantías del debido
proceso judicial. Los jueces del orden judicial están en el deber de aplicar la Constitución.

En la modalidad de control difuso a cargo de todos los tribunales, se adopta decisiones


declarativas y no constitutivas, como las que se dictan por vía de la acción principal, y
cuyos efectos son interpartes, y no retroactivos. Esto quiere decir, que las normas que
juzgaren inconstitucionales los jueces del orden judicial serán nulas y sin ningún efecto o
valor sólo para el juzgador: Es decir que la decisión adoptada sólo tiene efecto en las partes
envueltas en el proceso concreto dentro del cual se adopta, no puede ser aplicada a tercera
personas. No declara nula la norma, simplemente, al pronunciar su inconstitucionalidad, no
la aplica en el caso que le es sometido.

El concepto de parte interesada. Quienes pueden ejercer la acción en principio

La parte interesada o acción popular se concretiza en una acción que por disposición del
artículo 67 inciso 1ro., de nuestra Constitución, permite a toda parte interesa acusar de
inconstitucional una ley, decreto, reglamento, resolución o acto que pretenda ser contrario a
la Constitución de la República. Como se ve, la expresión parte interesada, es la ventana
por la que cualquier ciudadano puede intervenir y participar en el control constitucional de
los actos y normas de los poderes públicos, siempre que la denuncia realizada por la parte
interesada sea serie y grave.

En la puesta en obra de esta acción, por la parte interesada, no existen las posiciones de
demandantes ni de sujetos demandados que defiendan sus intereses personales. No hay
emplazamiento contra una persona pública o privada, se circunscribe a la petición de que
sea declarada la nulidad de pleno derecho que afecta el acto de uno de los poderes del
Estado.

Como es dirigida contra un acto estatal, obviamente debe ser notificada al representante del
Ministerio Público, quien conforme a la ley, tiene de pleno derecho, la obligación de
defender los intereses del Estado, que ante el más alto tribunal es el Procurador General de
la República, quien deberá asumir la defensa de la acción, como también podrá hacerlo
cualquier persona física o moral que tenga algún interés de la misma naturaleza que el
interés del demandado para que sea mantenida la constitucionalidad el acto incriminado.

Procede igualmente poner en causa a cualquier persona conocida que tenga interés en la
solución del caso en razón de relaciones procesales precedentes, por ejemplo cuando la
acción principal es ejercida en el curso de un litigio entre partes, cuya solución dependa del
acto de los poderes públicos que se ataca.

Los requisitos de forma para introducir la acción son simples, basta el depósito de un
memorial en el que se expone la voluntad inequívoca de recurrir contra un acto claramente
individualizado con la precisión de las razones que fundamentan el recurso, esto es de que
manera son violadas las normas constitucionales.

Resulta obvio que la persona no tiene que justificar un interés legítimo y directo según el
criterio sentado por nuestro más alto tribunal, recientemente, lo cual se explica en el
fundamento de que su acción no está destinada a la protección de un derecho o interés
personal, se trata pues, de un interés inabstracto.

EL CONTROL JURISDICCIONAL DE LA CONSTITUCIONALIDAD EN


VENEZUELA.

FACULTAD DE LA SALA CONSTITUCIONAL CON RESPECTO A LOS DECRETOS


QUE DECLAREN EL ESTADO DE EXCEPCIÓN

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