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Este análisis puede también arrojar alguna luz más sobre la naturaleza de las

tensiones inherentes a los centros y órdenes político, social y cultural: que esa
tensión no es debida solamente a la antítesis, entre la organización y el ejercicio
del poder y la participación en el mantenimiento en un orden socio-cultural amplio,
aunque esta antítesis puede constituir efectivamente una base importante de esa
tensión, dicha tensión es inherente debido a:
1. Que las cualidades carismáticas del orden social (y la búsqueda de
participación en ellas) no están centradas o enfocadas, como hemos visto
antes, en una única esfera institucional, y de que quedan dispersas, aunque
diferentemente, en todas las esferas institucionales.
2. Esta tensión es debida también al hecho de que cada centro (sea el
político, cultural o social) está compuesto, aunque en grados diferentes, por
los diferentes componentes antes mencionados, cada uno de los cuales
puede tener diferentes relaciones con la dimensión carismática del orden
social y puede tener que enfrentarse con diferentes problemas
institucionales u organizativos.
Las clasificaciones de centros políticos: fuertes y débiles.
1. Un centro débil es el que, si bien realiza sus propios cometidos técnicos
(tales como las actividades políticas y administrativas externas del
centro político, o las actividades rituales y teológicas de un centro
religioso), sólo tiene pocas interrelaciones autónomas con otros centros
u órdenes simbólicos de la vida social y tiene poco acceso a ellos o
sobre los mismos.
2. Un centro "fuerte” goza de acceso a otros centros y puede derivar su
legitimidad de ellos (monopolizándolos y controlándolos o por medio de
alguna interdependencia más autónoma con ellos) y puede, en
consecuencia, regir ciertas implicaciones, tanto dentro como fuera de
sus propias esferas específicas
Los problemas de legitimación de los sistemas políticos, de la búsqueda de
participación en la esfera política y sobre el proceso de selección de las élites
políticas, amplían el tema y lo delimitan:
1. Amplía el alcance de legitimación y le hace abarcar un conjunto más amplio
de componentes. Le hace menos dependiente, como ha sido formulado con
frecuencia en el pensamiento occidental, de la eficacia de un sistema
político, respecto de la regulación de las relaciones entre grupos, o de su
afinidad con algunas concepciones de órdenes sociales y culturales más
amplios; y amplía el alcance de los criterios de legitimación a cada uno de
los componentes de la formación de centros antes perfilados.
2. Limita potencialmente la importancia de la legitimación de la continuidad de
los órdenes políticos, respecto de cada uno de estos componentes de la
formación de centros. O, más bien, en lugar de tratar la relación entre la
legitimación, respecto de cualquiera de tales componentes, y la afinidad de
un sistema como postulado, y la continuidad de un sistema político como
postulado, convierte a estas relaciones en una variable.

El problema alimenticio de los jóvenes (obesidad) y alimentos en las


escuelas

Analizamos algunas de las características que competen en la oferta de alimentos


gratuitos y la venta de ellos, la importancia de una buena dieta y el problema de la
obesidad suscitado por el exceso de alimentos de bajo valor nutricional, para las
escuelas públicas centrándonos en dos estados: La Ciudad de México y el Estado
de México.

El ofrecimiento de una alimentación balanceada y que tenga el aporte energético


suficiente para un óptimo desarrollo escolar en los jóvenes de México, es un tema
que se ha gestado desde ya hace varios años, el problema dado por la
infraestructura para la implementación de estrategias de resolución presenta
problemáticas tanto por el presupuesto, así como la cultura de una alimentación
balanceada.

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