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De etimología náhuatl, Tepetl, cerro; yacatl, punta naríz; co, en.

Así quiere decir: “En la

punta del cerro”.

Se localiza sobre la carretera federal 150 de Puebla a Tehuacán, entre Amozoc y San Hipólito, a 31
km de la ciudad de Puebla.

La población es de origen indígena e inicialmente fue fundada por Cortés en 1521 con categoría de
ciudad y bajo el nombre de Segura de la Frontera. En 1529 ya había una capilla a donde los frailes
iban cuando decían misa. Probablemente en 1535 se consagró allí una iglesia dedicada a San
Francisco. Esta construcción se encontraba en el sitio de la fundación inicial, siendo guardianía ya
desde 1532 según consta en “Anales de Tecamachalco”.

En 1533 los indígenas seguían construyendo el convento y la empresa fue tan ardua que les
redujeron los tributos. En 1558 los frailes proveyeron a la ciudad de agua traída de las colinas de
Acatzingo.

El templo fue consagrado por el obispo de Tlaxcala, Martín de Hojacastro, quien ocupó esa sede
de 1546 a 1558. Para 1580 el establecimiento estaba ya concluido. De acuerdo con la inscripción
del siglo XVIII localizada en el contrafuerte norte de la fachada, algunas partes del convento fueron
terminadas más tarde y la fachada de la iglesia fue reconstruida; se dio fin a este convento en el
año de 1593 y se reedificó su portada. Un informe manuscrito sobre Tepeaca interpreta sus
formas como resultado de las necesidades militares, teniendo por ello gruesos paredes y tres
cómodas cornisas en la elevación del templo hechas al parecer con objeto de resistencia ofensiva.
En otro tiempo fue casa de estudios.

Tepeaca

En la arquitectura de Tepeaca destacan lugares como: el ex convento de San Francisco, que ofrece
un aspecto de fortaleza, debido a su gran tamaño.

Los muros color hueso del templo tienen una solo nave, que es iluminada por una veintena de
ventanas.

El claustro tiene pilares de sección cuadrada, podemos encontrar muestra de adornos de estilo
isabelino, de la arquitectura de la época de los reyes Fernando e Isabel la Católica.

Data del siglo XVI. Su tamaño, su corona de almenas, sus contrafuertes y más que nada los dos
pasajes de ronda, denotan su función de templo y fortaleza.

Los muros color hueso albergan una sola nave iluminada por 20 ventanas. Su gran iglesia tiene
testero plano y el presbiterio más estrecho que la nave; el claustro lleva pilares de sección
cuadrada.

El templo es uno de los más espectaculares en su genero. La fachada principal es bastante sencilla,
presenta restos de pinturas florales en color rojo y una placa alusiva a su constrcción. La portada
guarda cierto estilo medieval en su arco y jambas. Como unica decoración pequeñas pomas que
subrayan la silueta del vano. Los laterales sobresalen por sus contrafuertes rematado por sus
garitones que se convinan con las almenas. El interior es de una sola nave cuvierta con bóveda de
nervaduras góticas, cuya tracería forma estrellas de diferentes diseños de las cuales sobresalen las
del presbiterio y el ciprés neoclásico; así tambien en el convento y claustro forman arcos
escarsanos en sus dos niveles. El portal sive de capilla de la tercera orden en cuya fachada muestra
un bello trabajo barroco de argamasa fechado en 1721.

Foto: Agencia Enfoque

Foto: Agencia Enfoque

https://www.flickr.com/photos/compyther/3113839834

http://visitpuebla.mx/destino/tepeaca/

https://tepeacanoticias.com/
2020/08/17/joya-invaluable-de-
pueblala-fachada-del-ex-
convento-de-tepeaca/

Un ángel soplando, en un rostro


matizado con mejillas rosadas, a
otro querubín ubicado al lado
izquierdo; un tlacuilo que lleva
palmas en mano y un Cristo tenue
con las manos abiertas y de
anchas líneas rojas que convive
con chalchihuites y ondas de agua
azul maya. Marco Antonio
Tlatelpa. Tepeaca Noticias
Ahí, entre el clásico color rojo teotihuacano y el azul maya con el que fueron iluminadas unas
estrellas que se ubican a más de 20 metros de altura, los paseantes se detienen para admirar el
par de encinos que se ubican en la puerta, que suben y se enraman en una rica decoración de
flores y de frutos, hasta llegar a un par de serafines en vuelo que saludan con la vista a san
Francisco, patrono de la comunidad religiosa.

“Las palmas que refieren al sacrificio y a la muerte, los encinos que significan la fortaleza de la
iglesia y de su fe, la rica iconografía del portón que sube hasta llegar a san Francisco, y que
continúa con la cosmología en la que aparece –según deducimos– Mercurio, planeta que se
complementa con unas figuras que refieren al maíz y al hombre, todos son signos que merecen
una correcta lectura iconográfica”. PAULA CARRIZOSA. Periódico oficial lajornadadeoriente

“Imaginemos los edificios prehispánicos llenos de colores que contrastan con el convento
deslucido, sin color, y la petición de los indígenas para dejarlos pintar, algo a lo que accedió el
fraile Juan Rivera. El convento está con un temple natural, llamado enlucido, la misma técnica
mural prehispánica en la que se plasma la nueva religión”, mencionó el arquitecto. Agregó que
este episodio deja ver el proceso de evangelización que iniciaron los franciscanos en la región,
para modificar la ideología de la población. PAULA CARRIZOSA. Periódico oficial
lajornadadeoriente

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