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RESUMEN

INTRODUCCIÓN: Las infecciones del sistema urinario constituyen un problema


de salud muy frecuente, afectan tanto a niños como a adultos. El incremento en
la resistencia bacteriana, favorecida por el uso indiscriminado de antibióticos,
determina la necesidad de normar conductas para el abordaje y tratamiento
inicial. Sin embargo, también es fundamental actuar incluso desde antes de que
éstas aparezcan, haciendo hincapié en el conocimiento de los factores de riesgo
a los que están expuestos los pacientes para padecer de infecciones urinarias.
OBJETIVOS: El objetivo principal es realizar una revisión bibliográfica narrativa
de la literatura actual sobre los factores de riesgo de las infecciones del tracto
urinario, con la finalidad de proporcionar conocimiento para no sólo hacer
diagnóstico oportuno y adecuado de esta enfermedad, sino además saber si los
pacientes que llegan a los distintos niveles de atención médica tienen algún
riesgo de padecer de estas infecciones.
METODOS: Dentro de los métodos, se hizo una revisión bibliográfica narrativa
en idioma español e inglés en las bases de datos PubMed‐Medline, Scielo y
Elsevier. También se han utilizado los metabuscadores Google Académico y
Science Direct. Se consultan además distintas páginas web
RESULTADOS: En cuanto a los resultados, los factores de riesgo son variados,
el sexo femenino es uno de los principales factores, la higiene y hábitos
miccionales son otros factores; aunque se puede asociar a patologías como la
diabetes mellitus, a las hospitalizaciones frecuentes y el uso de catéteres
vesicales entre otras. También se encontró que la Escherichia coli es el principal
germen encontrado.
CONCLUSIONES: El conocimiento de estos factores de riesgo puede ayudar a
distinguir a la población en riesgo de tener infecciones de vías urinarias y sus tan
frecuentes recurrencias teniendo en cuenta algunas características de los
pacientes como la edad, sexo e historia previa de infecciones del tracto urinario.
INTRODUCCIÓN

Las infecciones del tracto urinario en la actualidad constituyen una de las


primeras causas de consulta en cualquiera de los niveles de atención médica,
incluyendo en múltiples ocasiones causade hospitalización. Se define como un
término que se aplica a una amplia gama de condiciones clínicas que incluyen
las infecciones del tracto urinario inferior que involucra a la uretra y vejiga y las
infecciones del tracto superior o pielonefritis que afecta a la pelvis y parénquima
renal.
En cuanto a las infecciones urinarias recurrentes (IUR), definidas como la
presencia de 3 episodios de infección urinaria (IU) en los 12 meses previos o de
2 episodios en 6 meses, son 30 veces más frecuentes en mujeres que en
varones debido, principalmente, a factores anatómicos: una uretra más corta y
ancha y en íntima relación con la vagina. Su incidencia real es difícil de precisar,
pero se ha estimado que la mitad de las mujeres presentarán una ITU a lo largo
de su vida y que el 50% de ellas tendrá una recurrencia en los siguientes 6
meses.
Epidemiológicamente se estima que cada año se producen aproximadamente
unos 150 millones de casos de infecciones del tracto urinario a nivel mundial. En
países como los Estados Unidos se reportan al menos 7 millones de consultas.
Es la principal causa de admisión hospitalaria y responsable de una alta
morbilidad y mortalidad. Sólo en esta patología su etiología es predecible, ya que
E. coli es el principal patógeno (80-90%) y Trimetroprim/Sulfametoxazol
(TMP/SMX), ciprofloxacino, cefalosporinas, nitrofurantoina y fosfomicina son los
antibióticos más utilizados para esta entidad.
Las principales causas incluyen un tratamiento antibiótico corto o inadecuado o
la presencia de enfermedad urológica subyacente (litiasis renal, catéter urinario
o prostatitis crónica), que facilitaría la persistencia de bacterias en fase
quiescente y a nivel intracelular.

La ITU condicionan un uso frecuente y a veces innecesario de antibióticos en el


ámbito ambulatorio, lo que aumenta significativamente los mecanismos de
resistencia a los antibióticos, además de los posibles efectos adversos del
tratamiento. Las tasas crecientes de resistencia a los antimicrobianos, como el
observado aumento de la resistencia al trimetoprimsulfametoxazol o
ciprofloxacino, indican la necesidad de un control cuidadoso de su uso para el
tratamiento de infecciones urinarias.

Dado el incremento de uso antibiótico para el tratamiento de las ITU como única
medida profiláctica, también se le debe dar la importancia a una educación en
medidas higiénico-sexuales, con el objetivo de prevenir con medidas no
farmacológicas estos episodios de infecciones. Debido a los factores de riesgo
nombrados, se cree conveniente que la prevención de infecciones urinarias se
realice antes del comienzo de relaciones sexuales. Algunos estudios observan

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INTRODUCCIÓN

el actual inicio precoz de las primeras relaciones sexuales, situando una edad de
inicio habitual de 15 años o con anterioridad.

En nuestra revisión bibliográfica se han analizado los diferentes aspectos en los


que los factores de riesgo intervienen en el padecimiento de infecciones de vías
urinarias inferiores, con el fin de puntualizar los conocimientos para aplicar
buenas prácticas clínicas para su prevención y diagnóstico oportuno de este
importante problema de salud pública, que es una de las causas más frecuentes
de consulta medica a nivel de atención primaria y también causa de ingreso
hospitalario.

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MÉTODOS

Se realizó una revisión narrativa teniendo en cuenta la situación actual a nivel


mundial de las infecciones del tracto urinario. Las fuentes utilizadas en la
siguiente revisión bibliográfica han sido localizadas mediante los buscadores en
internet, utilizando bases de datos tales como PubMed-Medline, Scielo, Elsevier,
Cochrane Library. También hemos utilizamos Google Académico y Science
Direct como sistema de búsqueda de artículos óptimos teniendo en cuenta la
actualización y que su contenido esté relacionado con el tema.
Para el siguiente estudio trabajamos con aquellos artículos y libros publicados
en un periodo menor a 5 años, además que nos aportaran datos necesarios para
evaluar los objetivos propuestos y que a su vez nos aportaran datos cercanos a
los que pretendemos.
Los datos fueron extraídos por los autores directamente de los artículos y libros
seleccionados, también fueron evaluados por la experiencia como doctores
médicos que a diario tratan pacientes con estas patologías. El análisis se llevó a
cabo con otros estudios e investigaciones encontradas en los artículos
revisados.
Las palabras clave más utilizadas en la búsqueda han sido: Urinary Tract
Infection, UTI, epidemiology, risk factors, diagnosis, recurrent, rUTI, women,
higyene, prevention y poscoital. La búsqueda de los artículos ha sido en inglés y
español.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Los factores de riesgo que se han encontrado y estudiado incluyen el género


femenino, la anatomía femenina, aunque del total de las infecciones recurrentes
un 25 a 30% no están relacionadas con este factor de riesgo. Diabetes mellitus,
obesidad y antecedentes familiares son otros de los factores de riesgo para
padecer infecciones del tracto urinario. La literatura establece que las mujeres
con vida sexualmente activa son las más afectadas, y a pesar de ser un factor
de riesgo, las infecciones de vías urinarias no se clasifican como infecciones de
transmisión sexual (ITS); seguidas de las embarazadas y las mujeres
premenopáusicas, con una frecuencia de 5% a 0.7% de reportes de infecciones
por año.

Dentro de los factores no comunes se encuentra la vejiga hiperactiva es el


trastorno urinario más común; sin embargo, queda por aclarar su asociación con
las infecciones del tracto urinario. En un estudio también se demostró que la
micción infrecuente es un factor de riesgo febril tanto en el análisis univariado
como en el multivariado, y puede considerarse un predictor independiente. Este
síntoma podría conducir al desarrollo de una infección urinaria al facilitar la
acumulación de orina residual, el cual es un factor de riesgo conocido de
infección urinaria.
No existe una explicación definitiva de porqué sólo algunas mujeres contraen
infecciones urinarias y por qué las recurrencias tienden a ocurrir sólo en algunos
sujetos. Las infecciones repetidas generalmente ocurren en ausencia de
anomalías anatómicas en el tracto urinario. Se sospecha que las características
genéticas, conductuales y de virulencia bacteriana del hospedador influyen en la
causalidad.
Dentro de los factores se encuentra el mecanismo microbiológico por el cual
surgen las infecciones urinarias: el ascenso retrógrado de las bacterias es el más
común; en las niñas es causado por la cercanía del orificio uretral con el ano y
por la corta longitud de la uretra, en los niños varones la causa principal es el
prepucio integro. Otros menos comunes son: anomalías congénitas de vías
urinarias y la uropatía obstructiva y el reflujo. En adultos y de preferencia mujeres
se les puede relacionar, como habíamos mencionado, con el inicio de su vida
sexual y el embarazo.
Las bacterias que producen ITU se seleccionan del microbiota intestinal por
factores de virulencia que le permiten adherirse y colonizar el introito y la uretra
y migrar al tracto urinario. Se produce, entonces, una interacción entre las cepas
infectantes y la célula epitelial de la mujer gracias a factores de adherencia
bacterianos denominados pili o fimbria.
De los factores del hospedador encontramos que las mujeres con ITU recurrente
tienen una mayor predisposición a la colonización vaginal por uropatógenos,
debido a una mayor propensión de las bacterias a adherirse a las células
epiteliales vaginales. La ITU-R en las mujeres es un fenómeno muy frecuente

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

que aumenta con la edad, con el mayor número de ITU previas y cuando
transcurren menos tiempo entre una y otra ITU. Se ha determinado que una
mujer tiene 50-70% de riesgo de presentar una ITU durante la vida y 20-30% de
riesgo de que se repita. Otros factores también incluyen que la presencia o
ausencia de determinantes de grupos sanguíneos en la superficie de las células
uroteliales puede influir en la susceptibilidad individual a ITU.
La Escherichia coli tiene la adhesina FimH que se puede unir en forma específica
a dos uroplaquinas de la superficie luminal del epitelio vesical, constituyendo el
paso inicial de la intrincada cascada de eventos que conducen a las ITUs. Poco
después de adherirse al epitelio, las Escherichia coli son rápidamente
internalizadas en las células superficiales de la vejiga mediante un cierre de la
membrana alrededor del microorganismo activándose una compleja cascada de
fenómenos. Crece y se divide rápidamente formando grupos de bacterias
llamadas comunidades bacterianas intracelulares (CBI) que progresan a través
de varias etapas y culminan con propiedades similares a las biopelículas
bacterianas (grupos de bacterias unidas a una superficie o entre sí que
desarrollan una conducta comunitaria), lo que les puede permitir evadir la
respuesta inmune del huésped y los agentes antimicrobianos y así persistir en el
tracto urinario meses después de la infección. Eventualmente la bacteria se
desprende de la biopelícula, atravesando la membrana celular y brota al lumen
de la vejiga, encontrándose nuevamente al epitelio e iniciando una nueva ronda
de formación de CBI. Es posible que estas bacterias inactivas representen un
reservorio de patógenos en la vejiga, cuya activación pueda llevar a cabo la
recurrencia de la ITU.

En el medio comunitario la bacteriología de las infecciones de las vías urinarias


es hasta cierto grado predecible, y aunque diversas especies pueden ser la
causa, la mayor parte de las infecciones en todas las poblaciones son producidas
por bacterias gramnegativas y anaerobias facultativas; hasta en 80% de las
infecciones no complicadas se aísla E. coli. También es un factor de riesgo el
consumo de antibióticos reciente (altera el microbiota vaginal lactobacilar) y, en
nuestra experiencia, una gastroenteritis reciente (probablemente por una mayor
colonización vaginal y periuretral de uropatógenos).
La ITU condicionan un uso frecuente y a veces innecesario de antibióticos en el
ámbito ambulatorio, lo que aumenta significativamente los mecanismos de
resistencia a los antibióticos, además de los posibles efectos adversos del
tratamiento. Las tasas crecientes de resistencia a los antimicrobianos, como el
observado aumento de la resistencia al trimetoprim/sulfametoxazol o
ciprofloxacino, indican la necesidad de un control cuidadoso de su uso para el
tratamiento de infecciones urinarias
En este grupo de pacientes la presencia de enfermedad urológica subyacente
es excepcional. Varios estudios han demostrado que, en ausencia de una
historia clínica sugestiva (IU en la infancia, hematuria con coágulos, sospecha

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

de vejiga neurógena, nefrolitiasis o recidiva), los estudios urológicos tienen un


rendimiento diagnóstico bajo y no es coste-efectivo.

En la posmenopausia es menos conocido el papel de las relaciones sexuales.


En un estudio que incluía a 899 mujeres sin IU y a 911 con IU, se mostró que las
pacientes con IU tenían con más frecuencia relaciones sexuales (OR 1,4),
diabetes (OR 2,8), una historia previa de IU (OR 4,2) o incontinencia urinaria (OR
1,4). En las mujeres posmenopáusicas sin los factores anteriormente descritos,
el déficit estrogénico y la desaparición del microbiota lactobacilar vaginal podrían
favorecer las recurrencias. El descenso vaginal de estrógenos conduce a una
disminución de los niveles de glucógeno, sustrato que usan los lactobacilos para
formar ácido láctico, que mantiene un pH vaginal ácido, y para fabricar peróxido
de hidrógeno y péptidos antimicrobianos (bacteriocinas), que inhiben el
crecimiento de los uropatógenos en la vagina y en la uretra.
Por otro lado, los estrógenos también actúan en la musculatura pélvica y en la
mucosa uretral, favoreciendo la continencia urinaria y el vaciado de la vejiga. Se
ha observado que la aplicación de estrógenos vaginales reduce el número de
IUR, restaura el microbiota lactobacilar y mejora la continencia y el vaciado de la
vejiga.
Otra población ampliamente estudiada son los adultos mayores. En un estudio
cuyo objetivo era identificar factores de riesgo para desarrollar una ITU por E.
coli BLEE en adultos mayores. El 73.3% de los casos fueron mayores de 60
años, y sin diferencia en cuanto al sexo; a medida que aumenta la edad según
la literatura, la prevalencia de ITU se equipara entre hombres y mujeres.
En mujeres entre 65 y 70 años se ha detectado bacteriuria en 15-20% de los
casos, lo que sube a 20-50% en las personas sobre los 80 años de edad. En un
estudio prospectivo de 179 mujeres, entre 17 y 82 años, seguidas durante 12
meses después de un episodio índice de cistitis aguda adquirida en la
comunidad, 36% de las pacientes bajo 55 años de edad presentaron recurrencia
versus 53% de las mayores de esa edad; de las mujeres sin ITU previa, 11,8%
presentaron recurrencia versus 47,5% de aquellas que sí habían tenido ITU con
anterioridad. Al final se determinó que otros factores para el desarrollo de este
tipo de ITU E. coli BLEE son la edad, como se había mencionado, y sexo
masculino (en específico, porque en general cualquier ITU predomina el sexo
femenino).

Otros factores de riesgo determinados mediante estudios de cohortes y de casos


y controles son: más de 4 relaciones sexuales al mes, uso de condón o diafragma
vaginal con espermicida (alteraría el pH vaginal y reduciría la población de
lactobacilos), antecedentes de primer episodio de ITU antes de los 15 años de
edad, madre con antecedentes de ITU-R, nueva pareja sexual el último año (lo
cual se relacionaría con la frecuencia de la actividad sexual). No se ha
encontrado asociación de la ITU-R con condiciones del “estilo de vida” tales

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RESULTADOS Y DISCUSIÓN

como la ingesta de líquidos, la forma de limpiado genital, el uso de ropa ajustada


y el tipo de ropa interior.

Se ha demostrado que la modificación del comportamiento reduce el riesgo de


infección urinaria. Se encontró que las mujeres con infección urinaria recurrente
tenían antecedentes familiares más fuertes de infección. La mayoría de estos
estudios se han realizado en países desarrollados donde el nivel
socioeconómico es más alto y muchas prácticas de comportamiento entre las
mujeres difieren de las de los países en desarrollo. Muchos de los factores de
riesgo descritos para la población occidental difieren de la población oriental.

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CONCLUSIONES

Las infecciones del tracto urinario constituyen un problema de salud altamente


frecuente. El sexo femenino es el más afectado, siendo las mujeres jóvenes con
una vida sexualmente activa el grupo más vulnerable. El agente causal de mayor
relevancia es la bacteria Escherichia coli.
Dentro de los factores de riesgo tenemos el sexo femenino, mujeres jóvenes
cuyo inicio de su vida sexual fue antes de los 15 años; más de 4 relaciones
sexuales al mes, uso de condón o diafragma vaginal con espermicida;
embarazadas y mujeres premenopáusicas. Diabetes mellitus, obesidad y
antecedentes familiares fueron otros factores encontrados. La micción
infrecuente es un factor de riesgo febril.
También se encuentra el mecanismo microbiológico por el cual surgen las
infecciones urinarias: el ascenso retrógrado de las bacterias es el más común;
en las niñas es causado por la cercanía del orificio uretral con el ano y por la
corta longitud de la uretra, en los niños varones la causa principal es el prepucio
integro.
De los factores del hospedador encontramos que las mujeres con ITU recurrente
tienen una mayor predisposición a la colonización vaginal por uropatógenos,
debido a una mayor propensión de las bacterias a adherirse a las células
epiteliales vaginales.

Dentro de los factores no comunes se encuentra la vejiga hiperactiva es el


trastorno urinario más común; sin embargo, queda por aclarar su asociación con
las infecciones del tracto urinario.

No se ha encontrado asociación de la ITU con condiciones del “estilo de vida”


tales como la ingesta de líquidos, la forma de limpiado genital, el uso de ropa
ajustada y el tipo de ropa interior.
Una de las misiones principales de la atención médica primaria es la educación
poblacional, basada en distintos problemas que puedan surgir en un grupo
determinado. Es por ello que si se conocen los diferentes factores de riesgo para
el desarrollo de una ITU se podrían generar mejores estrategias para la profilaxis
y/o prevención de estas infecciones y no se vuelvan recurrentes.
Cabe destacar la posible disminución de la toma de antibióticos para el
tratamiento de las ITU, al haber promocionado la prevención y que no lleguen a
ocurrir estos episodios recurrentes. Por consecuencia si disminuye la toma de
estos, se podría reducir las resistencias a los antibióticos más frecuentemente
usados.
Las infecciones urinarias siguen siendo una de las formas más comunes de
infección en la comunidad; son una preocupación importante y causan una carga
personal y social sustancial debida a su prevalencia. Las medidas de prevención
y la profilaxis juegan un papel tan importante como el uso de medicamentos.
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