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MÓDULO III: INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN VEJEZ

TEMA 2: ATENCIÓN CENTRADA EN LA PERSONA - BUEN TRATO

1. INTRODUCCIÓN

El modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP) se caracteriza por ser un modelo de


atención integral, presenta un enfoque holístico de atención desde el respeto y la singularidad,
permitiendo hacer partícipe a la persona en las decisiones pertinentes sobre su atención.

Se trata de un modelo basado en la corriente psicológica humanista, donde el foco de atención


se centra en la persona, más concretamente en su desarrollo. Desde este modelo se pone de
manifiesto la importancia de respetar la idiosincrasia del sujeto, y de prestar especial atención
a los gustos, intereses, necesidades y motivaciones de la persona, y hacerle partícipe de todo
este proceso atencional.

Este modelo presenta como valor nuclear la autonomía, entendiéndola como capacidad y
como derecho de todas las personas, incluidas aquellas que presentan un deterioro cognitivo.

El concepto de autonomía se define como la capacidad para tomar decisiones en lo referente a


la propia vida y derecho a seguir viviendo de acuerdo a los propios valores y preferencias,
incluso cuando necesiten apoyos extensos o es preciso que sean representados.

La aplicación práctica de este modelo dentro del ámbito residencial ha demostrado tener
múltiples beneficios, sin embargo, también debemos tener en cuenta las limitaciones con las
que puede encontrarse este modelo en este tipo de organizaciones y los retos y riesgos que
conlleva para los profesionales que deben aplicarlo, por eso es necesario que para poder
asumir este modelo tengamos en cuenta algunas consideraciones sobre el mismo, y que
conozcamos las bases sobre las que se sustenta, sus características y su metodología.

2. MODELO DE ATENCIÓN INTEGRAL CENTRADA EN LA PERSONA

La Atención Centrada en la Persona (ACP) como un enfoque holístico en la atención desde el


respeto y la individualización, permitiendo la negociación en la atención, ofreciendo elegir en
la relación terapéutica y empoderando a las personas para que se impliquen en las decisiones
relacionadas con su atención (Morgan y Yoder, 2012).

A continuación se exponen las características del modelo de ACP:

- Enfoque
- Modelo conceptual
- Metodología

2.1.ENFOQUE DE LA ACP: DECÁLOGO

1. Todas las personas tienen dignidad. Con independencia de la edad, las enfermedades, el
estado cognitivo o el grado de discapacidad o dependencia las personas mayores son
poseedoras de dignidad. Por tanto, deben ser tratadas con igual consideración y respeto que
las demás.

2. Cada persona es única. Ninguna persona mayor es igual a otra. Cada persona tiene su propio
proyecto vital. Por tanto, la atención personalizada es imprescindible.
3. La biografía es la razón esencial de la singularidad. La biografía es lo que convierte en única a
cada persona mayor. Por tanto, ésta se convierte en el referente básico del plan de atención.

4. Las personas tienen derecho a controlar su propia vida. La persona mayor se considera
como un agente activo y protagonista de su proceso de atención. Esto quiere decir que se
respeta la autonomía de las personas y se buscan oportunidades y apoyos para que éstas
tengan control sobre su entorno y su vida cotidiana.

5. Las personas con grave afectación cognitiva también tienen derecho a ejercer su autonomía.
La autonomía no se entiende como una capacidad única y fija. Por tanto, no se renuncia a
trabajar desde la autonomía con las personas gravemente afectadas, identificando
oportunidades y apoyos que permitan su ejercicio. Y también la autonomía se entiende como
un derecho que, cuando la persona no es competente para tomar decisiones y actuar, es
ejercido de modo indirecto a través de los otros, quienes deciden teniendo en cuenta los
valores y preferencias de quien es representado.

6. Todas las personas tienen fortalezas y capacidades. Las personas mayores, aun teniendo
altos niveles de dependencia, también tienen fortalezas y capacidades, por lo que, la mirada
profesional no se fija solo en los déficits y limitaciones, y busca una relación que reconoce las
fortalezas y capacidades de cada persona y el fortalecimiento de las mismas.

7. El ambiente físico influye en el comportamiento y bienestar subjetivo. Especialmente en las


personas en situación de dependencia, el ambiente físico tiene gran importancia, y por este
motivo es preciso lograr entornos accesibles, confortables, seguros y significativos.

8. La actividad cotidiana tiene una gran importancia. Lo cotidiano, lo que sucede en el día a día,
las actividades que realizan las personas mayores, influyen de forma determinante en su
bienestar físico y subjetivo. Por tanto, se procuran actividades plenas de sentido que además
de servir de estímulo y terapia, resulten agradables y hagan sentir bien a las personas. El
proveer a la persona de actividades significativas para ella mejorará además su grado de
aceptación y participación en la tarea.

9. Las personas son interdependientes. El ser humano se desarrolla y vive en relación social,
necesita de los demás y a la vez influye en ellos. Esto se traduce en que los otros, los
profesionales, la familia, los amigos, y los voluntarios, son esenciales en el desarrollo del
proyecto vital de las personas y tienen un papel clave en el ejercicio de la autodeterminación y
en el logro del bienestar.

10. Las personas son multidimensionales y están sujetas a cambios. En las personas mayores
interactúan aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Requieren de apoyos diversos y
ajustados a las diferentes situaciones. Por tanto, es preciso ofrecer atención desde
intervenciones integrales, coordinadas y flexibles.
2.2.MODELOS CONCEPTUALES DE LA ACP

Se trata de modelos que ofrecen marcos conceptuales y otros modelos cuyo objetivo es la
construcción de instrumentos, o que sirven como guías para el proceso de mejora.

Estos modelos “promueven las condiciones necesarias para la consecución de mejoras en


todos los ámbitos de la calidad de vida y el bienestar de la persona, partiendo del respeto
pleno a su dignidad y derechos, de sus intereses y preferencias y contando con su participación
efectiva” (Rodríguez, 2013).

La ACP no tiene una acepción única. Aunque el denominador común a los distintos modelos es
reconocer a la persona como agente central y activo desde una apuesta por la autonomía y
derechos, sus componentes adquieren distintos matices en función del ámbito donde se
desarrolle, así, las aproximaciones ligadas a la discapacidad enfatizan la autodeterminación y la
normalización, mientras que los mas próximos al servicio sanitario destacan componentes
como la accesibilidad, la toma de decisiones compartidas o el autocuidado, etc. (Martínez,
2016).

Se diferencia de otros modelos centrados en la individualización en:

- El papel activo que se le otorga a las personas usuarias y sus efectos en la relación
asistencial y en el modo de intervenir.
- No usar prácticas paternalistas: dirigidas a cubrir las necesidades de las personas pero
sin tener en cuenta de la participación en el proceso. Los profesionales deciden, desde
una posición de expertos con capacidad para determinar lo mejor para las personas.
- Individualizar + empoderar, desde la relación social para que pueda seguir, en la
medida en que sus capacidades y deseos, gestionando su vida y tomando sus propias
decisiones.

2.3.ACP CÓMO METODOLOGÍA

La metodología del modelo de atención integral centrada en la persona hace referencia al


conjunto de estrategias y técnicas dirigidas a facilitar la participación de personas en sus
planes de atención o intervención (planificación centrada en la persona).

Para poder aplicar este modelo es necesario:


- Conocer en profundidad a las personas e incluir su proyecto vital (trayectoria,
vivencias, prioridades y deseos), acompañando y apoyando el proyecto de vida de
cada persona.
- Identificar las fortalezas y capacidades.
- Favorecer la participación de la persona mayor y de su familia o personas significativas
de su vida.

2.4.EFECTOS POSITIVOS DEL MODELO ACP

3. ORIGEN Y ANTECEDENTES DEL MODELO ACP


3.1.TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA

El modelo de Carl Rogers (1961) plantea que las personas tienen una serie de recursos que
pueden comprenderse y cambiarse o potenciarse, pero que para ello es necesario crear un
clima facilitador y una relación terapéutica de validación y de seguridad para que se
manifiesten todas esas potencialidades. Este modelo enfatiza las actitudes y cualidades del
terapeuta:

- Capacidad de aceptación incondicional


- Empatía
- Autenticidad
- Rol no directivo

“No es que este enfoque dé poder a la persona; es que nunca se lo quita” C.R

3.2.MODELO HOUSING

Despliegue de apoyo y recursos para que puedan seguir en sus casas, incluso en situación de
dependencia.
Personas que no puedan vivir en sus casa, en alojamientos que se asemejen lo más posible al
concepto de “hogar”.

“vivir fuera de casa, pero como en casa”

Espacios individuales y espacios comunes.

Organización en pequeñas unidades de convivencia (6-20 personas).

Que las personas lleven sus pertenencias: “hogar propio y significativo”.

Modo de vida parecido al hogar

Abordaje terapéutico desde la realización de las actividades cotidianas y significativas para


cada persona.

Atención 24 horas.

Atención organizada atendiendo al ritmo y preferencias de la persona.

Las actividades cotidianas no se planifican de manera estricta atendiendo a las necesidades


asistenciales.

Concepto “vivienda para toda la vida”.

Papel central a los familiares y allegados, fomentando su participación activa.

Integrados en el entorno: salidas, contacto con los vecinos y la comunidad.

Se permiten las plantas y los animales de compañía.

Profesionales polivalentes y con formación importante: soporte, cuidado personal, capacidad


de escucha, habilidad para buscar oportunidades y actividades que desarrollen la autonomía,
independencia y bienestar de las personas.

Atención personalizada, de acuerdo al modo de vida y preferencias de cada persona:


intervención considerando la protección de la seguridad, pero también desde la asunción de
riesgos.

Países nórdicos (años 60): pioneros en el cambio de residencias a modelos housing.

Dinamarca (1987): se abandona la construcción de residencias.

EE.UU. (años 80): The Culture Change Movemment in Nursing Home, en 1987 se aprueba la ley
OBRA (Omnibus Budget Reconciliation Acta).

- Houselhold Model / Alternative Eden /Wellspring Model /Green House

Unión Europea:

- Saumon Group (años 90), alojamiento alternativos a las residencias.


- Francia, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Alemania.

3.3.ATENCIÓN A LAS PERSONAS CON DEMENCIA

Tom Kitwood, fundador del Grupo de Demencias de la Universidad de Bradford (Bradford


Dementia Group), acuñó el término Atención Centrada en la Persona con Demencia
Su publicación de Demencia reconsidered: The person came first, enfatizó la necesidad de
situar a la persona en primer lugar, antes que la enfermedad.

La falta de comprensión de las necesidades de las personas con demencia y una interacción
negativa y poco comprensiva (“psicología social maligna”), como causa de muchas alteraciones
de conductas, como manera de expresar su malestar y necesidades psicológicas y sociales no
cubiertas.

Dawn Brooker desde una mirada psicosocial, propone el modelo VIPS de la atención centrada
en la persona con demencia (PCC), donde la enfermedad y la patología no es el aspecto único
ni predominante.

3.4.ACP EN ESPAÑA

Orientación desde los modelos asistenciales tradicionales: prioridad de los servicios sanitarios.

Años 80/90: se iniciaron proyectos pero no tienen un desarrollo significativo, además de estar
orientadas a personas con buen nivel funcional:

- Viviendas tuteladas
- Acogimiento
- Apartamentos para mayores

Diputación Forense de Álava (mediado de los 90): Manual de buenas prácticas en residencia de
ancianos

Referentes: Pilar Rodriguez

Modelo de atención centrada en la persona para la mejora de la calidad de vida de personas


en situación de dependencia.

Aspectos nucleares: la integridad y la orientación a la persona.

Fundación Pilares para la Autonomía Personal

Red Modelo y Ambiente

Guías:

Gobierno del Principado de Asturias: Guías de Buenas Prácticas para residencias y centros de
día de personas mayores y personas adultas con discapacidad (Consejería de Vivienda y
Bienestar Social del P. de Asturias, Varios autores, 2009, 2010).

Gobierno del País Vasco y Fundación Matías:

- Guía La atención gerontológica centrada en la persona (Martínez, 2011).


- Proyecto Etxean Ondo (En casa, bien), 2011.
A pesar del creciente interés, no se cuenta con el suficiente desarrollo ni con apoyo
generalizado por parte de las instituciones. La puesta en marcha de modelos aplicados es
escasa, nos encontramos en un momento de desarrollo inicial del enfoque ACP.

La ACP no solo se trata de un cambio ambiental, el cual de por si, ya es complicado, porque
requiere de un cambio radical en la organización de las instituciones, sino que además,
necesita de un cambio cultural que exige un cambio en profundidad no solo en las
competencias sino en la manera y el compromiso de hacer de los profesionales.

4. APLICACIÓN DEL MODELO ACP EN RESIDENCIAS

El ambiente físico es agradable y hogareño

- Apariencia hogareña, se evita el aspecto institucional


- Ambiente acogedor y agradable
- Ambiente tranquilo, confortable, sin ruidos, alegre
- Se permite y valora el papel de las plantas y las mascotas
- Las personas tienen cerca sus recuerdos y objetos más significativos
- Pueden acceder y controlar sus pertenencias

Conocimiento de la persona:

HISTORIAS DE VIDA: La biografía es la razón esencial de su singularidad, es el referente básico


del plan de atención individualizado.
Claves para favorecer los relatos:
La organización del centro o servicio es flexible.

Las persona mayores eligen y tienen control sobre su vida cotidiana.

Se proponen y organizan actividades agradables y significativas para las personas

- Pueden elegir en qué actividades participar sin ser obligadas


- Las actividades programadas tienen sentido, resultan significativas.
- Se valoran las actividades de la vida diaria (comprar, hacer la comida, barrer, coser,
cuidar plantas, etc.) como elemento terapéutico
- Las personas tienen apoyos y son animadas a participar en ellas

Se protege la intimidad de la persona:

- Se protege la privacidad en las atenciones corporales, procurando un trato respetuoso


y cálido.
- Se garantiza el derecho a la confidencialidad, sobre la información de carácter
personal.
- Se custodia su información personal: confidencialidad.
Se estimula y apoya la presencia de familiares, amistades y personas voluntarias en las
actividades cotidianas

- Las familias y amistades pueden participar en el plan de atención y en las actividades


cotidianas.
- No se enjuician las relaciones familiares
- Se busca el acercamiento familiar
- Programas de apoyo para la familias

Se facilita el contacto con el barrio y la integración en la comunidad

- Cuentan con apoyo para acceder a servicios y lugares del barrio.


- Se promueve el contacto con la vecindad y grupos de la comunidad.
- Se organizan contactos y programas intergeneracionales.

Profesionales formados en ACP:

- Valoran qué cosas pueden seguir haciendo y qué decisiones pueden seguir tomando.
- Se interesan por su biografía, sus preferencias, las rutinas que les hacen sentir bien y
por lo que les causa malestar (informándose, preguntándole a sus familiares).
- Saben manejar bien las alteraciones del comportamiento y tranquilizar a las personas.
- Intentan averiguar y comprender lo que les pasa cuando expresan malestar.
- Cuando la persona no es capaz de decidir, las familias y los profesionales deciden,
desde las preferencias y valores de la persona, teniendo en cuenta su historia de vida y
cómo se sienten (observando sus expresiones emocionales).
5. RETOS Y RIESGOS

Como ya hemos comentado anteriormente la implantación de este modelo en el ámbito


residencial supone un gran reto, pues implica el cambio a todos los niveles de las instituciones
tal y como las conocemos, y también de las competencias y actitudes de los profesionales,
pero el mayor reto es sin duda que supone un cambio cultural, en la visión que tiene la
sociedad sobre lo que es “cuidar bien”.

La ACP plantea una atención profesionalizada desde un modo de relación con las personas
usuarias basado en su empoderamiento. Esto implica el cambio de un modelo de atención
paternalista hacia un enfoque de derechos y de desarrollo de la autonomía de las personas, sin
por ello alejarse de las praxis profesionales basadas en la evidencia científica

5.1.PECAR DE EXCESO DE CONFIANZA

… no hace falta preguntar a las personas, porque … “las conocemos muy bien... ya sabemos lo
que quieren... siempre hacemos las cosas según sus gustos… no hace falta estar preguntando
siempre...“.

Como se ha insistido, la ACP es una forma de entender la relación asistencial desde el


empoderamiento del otro. No se ha de olvidar que aunque la persona confirme lo que ya el
profesional sabe, cuando se pregunta o se anima a elegir, no solo se ofrece la oportunidad de
decidir (confirmando su elección habitual o quizás cambiándola) sino que además se otorga al
otro el estatus de ser quien decide, quien dicta cómo quiere que su vida sea en ese momento
concreto. Ello forja una forma de relación más horizontal y desarrolla el sentido de auto-
eficacia en las personas.

5.2.LA FALTA DE AUTENTICIDAD O CAER EN LA INHIBICIÓN PROFESIONAL

El hecho de permitir y apoyar que las personas mayores tomen sus propias decisiones no
significa que los profesionales carezcan de papel ni mucho menos de responsabilidad en la
atención.

El empoderamiento de las personas para decidir cómo quiere que sea su día a día, es un
proceso que los profesionales deben apoyar, secuenciar y alimentar desde la escucha y la
cercanía. Algunas personas mayores han podido llegar a perder el hábito de tomar decisiones y
es entonces cuando se debe intentar que, dentro de sus capacidades, puedan retomar (al
menos parcialmente) este control.

No todas las decisiones están al alcance de las personas usuarias ni es posible respetar todas
sus decisiones o preferencias. La autonomía tiene límites y los profesionales han de saber
identificar las situaciones que requieren poner límites a la autonomía (como por ejemplo
cuando las decisiones de la persona suponen un claro daño para la persona o suponen un
perjuicio para otros) y, además saber, en estas circunstancias, cómo actuar desde la buena
praxis..

La autodeterminación es la capacidad de tener control sobre la propia vida, de elegir y decidir


responsablemente.

Es el derecho a mantener la propia identidad y a que se respete el proyecto de vida de cada


persona con independencia de sus capacidades.

No es una capacidad global ni estática, dependerá de la competencia cognitiva, emocional y


física, de la complejidad de la tarea y del entorno y apoyos que tenga la persona.

Es importante discernir que el hecho de permitir y apoyar que las personas mayores tomen sus
propias decisiones no significa que los profesionales carezcan de papel ni mucho menos de
responsabilidad en la atención.

En primer lugar, porque el empoderamiento, es un proceso que los profesionales deben


apoyar, secuenciar y alimentar desde la escucha y la cercanía. Algunas personas mayores han
podido llegar a perder el hábito de tomar decisiones y es entonces cuando se debe intentar
que, dentro de sus capacidades, puedan retomar (al menos parcialmente) este control.

En segundo lugar, porque no todas las decisiones están al alcance de las personas usuarias ni
es posible respetarlas. La autonomía tiene límites y los profesionales han de saber
identificarlos (como por ejemplo cuando las decisiones de la persona suponen un claro daño
para la persona o suponen un perjuicio para otros) y, además saber, cómo actuar desde la
buena praxis..

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