Crecimiento industrial y alianza de clases (M. Murmis y J.

Portantiero) ¿Por qué los autores

rechazan una necesaria oposición entre grandes terratenientes e industriales? ¿Qué factores
incidieron en la alianza de clases?

Murmis y Portantiero nos plantean que existe un supuesto general de que todo proceso de
industrialización genera todo tipo de estratificación y alianzas de clase, por lo cual el modelo
clásico de una oposición entre grandes terratenientes e industriales tiene dos componentes:

1. La oligarquía terrateniente, opuestos a los nuevos grupos de poder

2. Los propietarios industriales

Ambos autores rechazan este modelo clásico de oposición entre grandes terratenientes y
burguesía industrial, indicando que existe una alianza entre facciones de clase, donde
terratenientes se ven interesados en un avance de la industrialización y por otro lado un grupo
de terratenientes que no están incluidos en el sector hegemónico de esa clase. Por lo que se
puede ver que, el proyecto industrial, aunque tiene apoyo de la clase dominante, no formaría
parte de su agenda principal. Los autores observan que los terratenientes no rechazan las
actividades industriales como se ha establecido de manera histórica, sino que, dicen ellos, ha
habido una mirada solidaria hacia la industria, otorgando su apoyo a través de ideas
progresistas, como indican en el siguiente párrafo:

“O sea que, en los procesos de crecimiento tardío, el corte en cuanto a apoyo o rechazo a la
industria no coincide necesariamente con el corte entre fuerzas representantes de un orden
nuevo, globalmente "progresista" y un viejo orden globalmente retardatario, sino que dentro
de los partidarios de la industrialización y dentro de los sectores favorecidos por ella se darán
cortes fundamentales en cuanto a orientaciones sociopolíticas, cortes que obligan a complicar
el modelo simple de enfrentamiento social mediante la introducción del concepto de alianza
de clases, como condición para hacer posible el estudio de las relaciones de fuerza en la
sociedad y de la hegemonía en el Estado.”

Con la conformación del Pacto Roca-Runciman en 1933 se produce una fragmentación entre
los grupos rurales, ya que el mismo beneficiaba al sector ganadero más poderoso y a Inglaterra
sobre los derechos y licencias de importación de carne Argentina, por lo cual, la Unión
Industrial Argentina (UIA) en alianza con los obreros y los sectores subordinados de la
industria, reclaman contra los intereses agropecuarios en conjunto. Debido a esto, en 1933 se
anuncia el Plan de Reestructuración Económica, donde la UIA se adhiere. Por lo cual, la
industria se presenta funcional al Sistema y no en oposición a la oligarquía. Esta alianza de
clases fue el resultado de políticas gubernamentales que favorece a la industria y la reconoce
como funcional al sistema.