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MAMA

FEMENINA
La mama femenina se apoya en la pared
torácica anterior y se extiende desde la
clavícula y la 2.ª costilla hasta la 6.ª
costilla, así como desde el esternón hasta
la línea axilar media.

Debido a que las mamas tienden a


hincharse y volverse más nodulares antes
de la menstruación debido a la
estimulación cada vez mayor de los
estrógenos, el mejor momento para
la exploración es 5-7 días después del
inicio de la menstruación. Los ganglios
que aparecen durante la fase
premenstrual deben volverse a valorar en
ese momento posterior.
El aplanamiento de una mama convexa hace pensar Un pezón tirado hacia dentro, atrapado

Inspección en un cáncer. por los conductos subyacentes, señala


la retracción del pezón por un posible

cáncer subyacente. El pezón retraído


puede estar deprimido, o ser plano,
ancho o engrosado.

Se inspeccionan las mamas y los pezones con la paciente en posición sentada y desnuda hasta la cintura.
Brazos a los lados
■ Aspecto de la piel, incluyendo:
■ Color.
■ Engrosamiento de la piel y poros inusualmente prominentes, que pueden acompañar a una obstrucción linfática.
■ Tamaño y simetría de las mamas.
■ Contorno de las mamas. Busca cambios como masas, depresiones o aplanamientos. Compara un lado con el otro.
■ Las características de los pezones, incluyendo tamaño y forma, la dirección hacia la que apuntan, cualquier exantema o ulceración, y
cualquier secreción.

El eritema puede deberse a infección


local o carcinoma inflamatorio.
La asimetría debida al cambio en la dirección del pezón sugiere

un cáncer subyacente. Los cambios eccematosos con erupción,


El engrosamiento y los poros
descamación o ulceración en el pezón que se extiende
prominentes indican cáncer de
hasta la aréola se observan en la enfermedad de Paget de la
mama.
mama, asociada con un carcinoma ductal o lobulillar subyacente.
Brazos por encima de la cabeza; brazos en las caderas; inclinación hacia delante.
Para poner de manifiesto una depresión o retracción, que de otro modo resultaría invisible, pide a la paciente que suba los
brazos por encima de la cabeza y luego que presione las caderas con las manos para contraer los músculos pectorales.
Inspecciona de manera meticulosa el contorno de las mamas en cada posición. Si las mamas son grandes o péndulas, es útil
que la paciente se levante y se incline hacia delante, apoyándose en el respaldo de una silla o en las manos del examinador.

La depresión o retracción de las mamas en esta


posición indica un cáncer subyacente. Cuando el
cáncer o las bandas fibrosas asociadas se adhieren a
la piel y a la fascia que reviste los músculos
pectorales, la contracción del pectoral puede retraer
la piel y producir una depresión.
Palpación
En decúbito supino. Palpa una zona rectangular que se extienda desde la clavícula hasta el pliegue
inframamario o la línea del sostén, y desde la línea media esternal hasta la línea axilar posterior y la axila
por la cola de la mama.

Palpa cada lugar explorado efectuando movimientos pequeños en


círculos concéntricos, y aplicando una presión ligera, intermedia y
profunda. Es necesario presionar con más firmeza para alcanzar los
tejidos más profundos de una mama voluminosa. La exploración
debe abarcar toda la mama, incluidas la periferia, la cola y la axila
Examina con cuidado el tejido mamario, con atención a:
■ Consistencia de los tejidos. La consistencia normal del tejido varía mucho, dependiendo en parte del porcentaje relativo de tejido
glandular más duro y de grasa blanda. Puede haber una nodularidad fisiológica que aumenta antes de la menstruación, o una cresta
dura en el borde inferior de la mama, que es la cresta transversal de tejido comprimido a lo largo del margen inferior de la mama, sobre
todo si las mamas son grandes. Esta cresta se confunde a veces con un tumor.
■ Dolor a la palpación, por ejemplo, en la plenitud premenstrual.
■ Ganglios. Palpa cuidadosamente cualquier masa cuyas características difieran del resto del tejido mamario o que tenga un tamaño
mayor. En ocasiones, se denomina masa dominante y puede significar un cambio patológico que requiere estudio mediante
mastografía, aspiración o biopsia. Se valoran y se describen las características de cualquier ganglio:
■ Localización. Según el cuadrante o la carátula del reloj, indicando la distancia al pezón en centímetros.
■ Tamaño. En centímetros.
■ Forma. Redonda o quística, disciforme o de contorno irregular.
■ Consistencia. Blanda, firme o dura.
■ Delimitación. Bien o mal circunscrito.
■ Dolor a la palpación.
■ Movilidad. En relación con la piel, la fascia pectoral y la pared torácica. Mueve con delicadeza la mama cerca de la masa y observa si
se hunde.
EXPLORACIÓN
PELVICA
Exploración de los genitales externos
Inspecciona el monte del pubis, los labios y el perineo. Se
separan los labios y se inspecciona:
■ Labios menores
■ Clítoris
■ Meato uretral
■ Orificio vaginal o introito
Busca cualquier tumefacción, úlcera, secreción, inflamación
o nódulos. Palpa cualquier lesión.

Glándulas de Bartholin: Si la paciente informa tumefacción labial, se exploran las glándulas de Bartholin. Se introduce el dedo índice en la
vagina, cerca del extremo posterior del introito .Coloca el pulgar por fuera de la parte posterior del labio mayor. Se palpa cada lado, a su
vez, aproximadamente en las posiciones de las “4 y 8 en punto” y, entre el dedo índice y el pulgar, se confirma la tumefacción o el dolor a
la palpación. Nota cualquier secreción que salga por la abertura del conducto de la glándula y, si la hay, se toma una muestra para cultivo.
Exploración interna
Inserción del espéculo. Selecciona un espéculo de tamaño y forma adecuados, y humedécelo
con agua tibia. Es posible agrandar con sumo cuidado el introito vaginal al lubricar un dedo
con agua y con la aplicación de presión hacia abajo en el borde inferior; verifica la
localización del cuello uterino para angular con más precisión el espéculo. Con la otra mano
(en general la izquierda), introduce el espéculo cerrado más allá de los dedos con una ligera
inclinación hacia abajo. Evita tirar del vello púbico o pellizcar los labios al abrir y cerrar el
espéculo. La separación de los labios mayores con la mano derecha ayuda a evitar esto.

Una vez que el espéculo se ha introducido en la vagina, se retiran los dedos del introito. Rota el
espéculo hasta una posición horizontal, manteniendo la presión sobre la cara posterior, e
introdúcelo en toda su longitud.
Inspección del cuello uterino
Abre el espéculo con cuidado. Rótalo y ajústalo hasta que abarque el cuello uterino y pueda verse por completo. Fija el espéculo en su posición
abierta apretando el tornillo. Coloca la luz hasta que pueda observarse bien el cuello del útero. Si el útero está en retroversión, el cuello uterino
apunta en una dirección más anterior que la que aquí se ilustra.

Observa el color del cuello del útero, su posición, así como las
características de su superficie y cualquier ulceración, nódulo, masa,
hemorragia o secreción. Inspecciona en busca de secreción por el
orificio cervicouterino

Se toma una muestra del endocérvix y otra del


ectocérvix, o una muestra combinada con el cepillo del
cuello uterino (“escobilla”).
Inspección de la vagina. Retira el espéculo despacio mientras observas las paredes vaginales. Conforme el espéculo sale del cuello, libera la
rosca del pulgar y mantén el espéculo abierto con el pulgar. A medida que se vaya retirando, inspecciona la mucosa vaginal observando su
color y cualquier inflamación, secreción, úlceras o masas. Comprueba si hay alguna masa en la pared vaginal. Retira la pala superior o inferior
del espéculo (o utiliza un espéculo de una sola pala) y pide a la paciente que puje para evaluar dónde se encuentra la relajación de la pared
vaginal o el grado de prolapso uterino. Cierra el espéculo al pasar por el introito, para evitar estirar o pellizcar demasiado la mucosa.

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