Está en la página 1de 2

Cómo define o entiende Descartes la libertad en la cuarta meditación?

En esta cuarta meditación Descartes se centra en dar respuesta a una pregunta muy
acertada y relevante para poder corroborar todo lo que antes ha afirmado acerca de la
existencia de Dios. La cuestión es que, si Dios me ha creado usando esa bondad y
pureza que le son propias ¿Por qué me ha dado la facultad de equivocarme? ¿Cuál es
la naturaleza del error?
Aquí expondremos la tesis que defensa Descartes ante estas dudas.

El filósofo parte de la certeza de que “es imposible que Dios me engañe” (pág. 30 lín.
17), debido a su perfección, y de que él mismo es “como un término medio entre Dios
y la nada” (pág. 31 lín. 2.), aceptando así que ni por asomo puede aspirar a la
perfección de la divinidad. No obstante, no puede evitar preguntarse: pudiendo
haberme dado mejores facultades ¿por qué me hace Dios tan propenso a caer en el
engaño? Acto seguido toma conciencia de que no debe reprochar a Dios sus razones
para crear el universo conforme lo ha hecho, habiéndonos dado las facultades que
creía oportunas.

Entonces, decide analizar de dónde proceden sus errores y llega a la siguiente


conclusión: nos equivocamos por cómo usamos nuestra facultad de conocer (nuestro
entendimiento) y nuestra facultad de elegir (nuestra voluntad). Ambas facultades son
producto del libre arbitrio que me ha otorgado Dios. Esto significa que yo tengo la
capacidad de comprender la naturaleza de mis opciones, aunque muchas veces no la
vea clara y distintamente, o directamente ni la intuya, a causa de que mi entendimiento
es “finito”. También tengo la capacidad de elegir, y es que aun cuando me quedo con
una opción sin entender muy bien por qué, eligiendo una cualquiera por azar, con total
indiferencia, yo tomo la decisión última, yo siempre escojo. De aquí mismo es de
donde proviene el error: cuando hago uso de mi voluntad sin un entendimiento.
Entonces mi decisión será muy poco libre, muy poco consciente, porque no entiendo
qué implica lo que estoy eligiendo, las consecuencias que se desprenden.

En definitiva, la libertad es importante dentro del planteamiento cartesiano ya que es


clave para compatibilizar la perfección divina y la imperfección de un ser producto de
su creación. Entre las facultades que Dios nos confiere está la de entender la realidad
y la de elegir. Muchas veces elegiremos sin un entendimiento de nuestras opciones y
lo que significa nuestra decisión. Esto no es deseable según el filósofo, ya que nuestra
decisión no será libre siendo tomada sin saber lo que conlleva. Por esto Descartes
sugiere que para que haya libertad y no simplemente un juicio inconsciente el
entendimiento “debe siempre preceder a la determinación de la voluntad” (pág. 34, lín.
1).

También podría gustarte