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Música

Contenido
Sonido. Sus cualidades. Grafía analógica.
La propuesta que te acercamos tiene como objetivo que armes tu primera partitura analógica para ser tocada y/o
cantada por tus compañeros y compañeras al volver a clase. 

Acá te presentamos una manera de escribir los sonidos. Se llama grafía (escritura) analógica. Análogo quiere
decir similar, parecido. Es decir, el dibujo intenta parecerse al sonido. Veamos algunas cuestiones:

1- Cuánto más arriba va el trazo, más agudo es el sonido (el ladrido de un Pekinés es agudo), cuanto más abajo
está la línea, es más grave (como el ladrido de un Ovejero o el parche de un bombo).

Acá hay algunos ejemplos, ¿cómo los harías sonar? En este caso son todos sonidos para hacer con la voz. Se lee
de izquierda a derecha, como un texto.

Así dibujarías un sonido ascendente:

 
 
¿Cómo sonaría entonces la siguiente partitura? Acá aparecen, uno a continuación del otro, cuatro sonidos: tené
en cuenta que algunos permanecen fijos en el tiempo y otros se van modificando (la altura sube o baja).

Probá cantarlos. Fijate que el último es un poco más corto que los anteriores.

2- Cuánto más corto es el trazo, más breve es el sonido, cuanto más largo es, más se prolonga. Es decir, el
espacio horizontal que recorre el dibujo es una representación del tiempo que queremos que dure.

La siguiente partitura comienza con 4 sonidos cortos, luego dos un poco más agudos, uno un poco más largo y
más grave, otro marcadamente más prolongado y que desciende, y después de un breve silencio. Termina con un
sonido muy corto y grave.
 

 
Tené en cuenta que para conseguir diferentes sonidos no sólo hay que variar el objeto, sino que también podés
variar la acción que hagas:

- Hay objetos y acciones que te permiten hacer sólo sonidos cortos. Por ejemplo, golpear una mesa de madera
con la palma de la mano ahuecada o golpearla con una lapicera (los dos sonidos van a ser cortos, pero el
segundo será más agudo que el primero).

-Hay objetos con los que se pueden hacer sonidos largos: si golpeás la tapa de metal de una cacerola o algún bol
de metal el sonido permanece en el tiempo. O si variás la acción y sacudís unas llaves también podés hacer un
sonido largo. Tu voz es muy útil para producir sonidos largos, podés prolongar una “sss” o “shhhhh”, o silbar,
etcétera.

Investigá a tu alrededor en busca de sonidos, no te olvides de la cocina… y luego tocá la partitura anterior. Hacé
dos versiones diferentes de la misma partitura, es decir, utilizá sonidos distintos en cada una. Si podés, grabate.

 
3- Si el trazo se engrosa, el sonido es más fuerte (más volumen); si el trazo es fino el sonido es más suave
(menos volumen). Probá hacer sonar lo que sigue modificando el volumen según el trazo. Considerá también la
duración de los sonidos, y los silencios que hay en el medio:

Teniendo en cuenta todas las posibilidades que exploraste (cambios de duración, cambios de volumen y
cambios de altura), elegí algunos sonidos que te hayan gustado particularmente, armá tu propia obra y hacé la
partitura para que cuando vuelvas a clase puedan tocarla en el aula.

Te conviene usar la hoja apaisada, que te quede horizontal la parte más larga, y pensá que ese largo van a ser
más o menos 30 segundos.

-Podés primero tocarla para memorizarla y luego escribirla.

-O podés pensarla y escribirla para luego tocarla.

Ya tenés tu primera partitura. Guardala y se la hacés cantar a tus compañeros en tu próximo encuentro.

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