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CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
-l-
Agotada la tramitación procesal de ley, sin que se observe causal de nulidad que
vicie la actuación, procede la Sala a resolver el RECURSO DE APELACION
interpuesto por el Procurador Judicial de la parte actora, contra la sentencia
calendada el día veinticuatro (24) de enero de mil novecientos noventa y cuatro
(1994), proferida por el Tribunal Administrativo del Cesar, en virtud de la cual se
DENEGARON LAS PRETENSIONES DE LA DEMANDA, por las razones que se
precisan en el referido proveído.
"ANTECEDENTES:
"DECLARACIONES Y CONDENAS:
"HECHOS
"Los relata la demanda así:
"Señala que el asunto de los indígenas cobró una notoriedad no sólo a nivel
nacional, sino internacionalmente, teniendo un gran despliegue en los
diferentes medios de comunicación, en donde se hacía referencia de la
vinculación de ALBERTO URIBE OÑATE a tan detestable hecho; lo que
condujo a la destrucción moral de ALBERTO URIBE OÑATE y su familia,
integrada por su esposa, sus hijos, madre y hermanos.
"Que el señor URIBE OÑATE fue suspendido del referido cargo y posteriormente
fue declarado insubsistente su nombramientos (v.f.26 cuaderno 1).
"El señor ALBERTO URIBE OÑATE fue vinculado a un proceso penal originado
por el secuestro y homicidio de los indígenas ANGEL MARIA TORRES,
ANTONIO HUGUES CHAPARRO y LUIS NAPOLEON TORRES CRESPO, en
donde se le dictó medidas de aseguramiento consistente en detención
preventiva por el Juzgado 65 de Instrucción Criminal Ambulante del Distrito
Judicial de Santafé de Bogotá, D.C., como presunto cómplice de los delitos de
secuestro y homicidio de tres indígenas arhuacos, según consta en la fotocopia
del oficio 16O de 16 de mayo de 1991, emanado del despacho anteriormente
señalado (v. f. 215 cuaderno 2).
"Que tanto la muerte de los tres indígenas como la detención del señor URIBE
OÑATE, tuvo un amplio despliegue publicitario, a nivel local y nacional, según
consta en las ediciones de los periódicos El Espectador, el Diario Vallenato que
circularon el 20 de enero de 1991, del 2 de junio de 1991, del 13 de octubre de
1991 en el número (página 106), de 17 de diciembre de 1990, del Diario
Vallenato (folios 101, 102,103, 106,107,108 cuaderno 1).
"La referida decisión fue impugnada, siendo confirmada por la Sala de Decisión
del Tribunal Superior de este Distrito Judicial, al decidir el recurso de apelación,
por auto de 30 de junio de 1992 (v.f. 44 a 59, cuaderno 1).
"La que deberá ser estudiada a la luz del artículo 90 de la Constitución Nacional
vigente, en atención a que el apoderado del actor solicita la indemnización con
fundamento en dicha norma.
"Según LEGUINA, "... un daño será antijurídico cuando la víctima del mismo no
esté obligada por imperativo explícito del ordenamiento a soportar la lesión de
un interés patrimonial garantizado por la norma jurídica". (Cita de J. M. de la
Cuétara. La actividad de la Administración. Tecnos, pág. 554), "... no se trata.
de ningún perjuicio CAUSADO antijurídicamente, sino de un PERJUICIO
ANTIJURIDICO EN SI MISMO; por otra parte, se desvincula de la licitud o ilicitud
de la actuación de la que se deriva la lesión, con lo que se hace capaz de
abarcar la totalidad de supuestos de responsabilidad posibles... La
jurisprudencia, por su parte, ha acogido ampliamente los términos en que está
formulada la teoría, insistiendo especialmente en la idea de que la
responsabilidad surge cuando un particular no está obligado a soportar un
detrimento patrimonial".
"A estos efectos conviene comenzar por distinguir el concepto jurídico de lesión
del concepto vulgar de perjuicios. En este último sentido, puramente económico
o material, por perjuicio se entiende un detrimento patrimonial cualquiera. Para
que exista lesión resarcible se requiere, sin embargo, que ese detrimento
patrimonial sea antijurídico, no ya porque la conducta de su autor sea contraria a
Derecho (antijuricidad subjetiva) (sic), sino, más simplemente, porque el sujeto
que lo sufre no tenga el deber jurídico de soportarlo".
"Para que se configure el daño jurídico es preciso que el sujeto que lo sufre no
tenga el deber jurídico de soportarlo.
"Cabe anotar además que contra ALBERTO URIBE OÑATE se adelantó una
investigación disciplinaria que terminó con la absolución de la misma, pero ello
no impedía de ninguna manera la iniciación de la investigación penal.
"Porque de acuerdo con el artículo 388 del Código de Procedimiento Penal para
que se dicte medida de aseguramiento se requiere que contra el sindicado
resultara por lo menos un indicio grave de responsabilidad, con base en las
pruebas producidas en el proceso y esto es justamente lo que aconteció en el
caso de estudio, con fundamento en los testimonios de GENTIL CRUZ PATIÑO
y EVA ALONSO CAMACHO los que más tarde fueron valorados por otro juez y
bajo otras circunstancias que permitieron la cesación de procedimiento.
"De allí que la detención preventiva fue ocasionada por unos testimonios y en
tales condiciones no podemos endilgarle responsabilidad al Estado, sino a ellos
mismos, por lo que si procedía alguna actuación debería enderezarse contra
ellos.
"Es indudable que tanto las informaciones periodísticas como la detención del
señor ALBERTO URIBE le causaron un daño irreparable, pero de ninguna
manera imputable a la administración de justicia, sino a quienes de una u otra
manera permitieron su vinculación, tanto al proceso penal como al disciplinario”
(fls. 270 – 281 Cuaderno No. 1).
-II-
SUSTENTACION DEL RECURSO
"3. La Corporación, no obstante que admite que "es indudable que tanto las
informaciones periodísticas como la detención del señor ALBERTO URIBE le
causaron un daño irreparable" (página 12 del fallo), pero sitúa la responsabilidad
en otras personas, mas no en la NACION, falló en asunto de espaldas a una gran
realidad: Es evidente, notoriamente evidente, no sólo en Colombia sino en la
totalidad de los países, que cuando un hecho suscita o cobra gran notoriedad y
por lo mismo pone en movimiento a la opinión pública, esta misma comienza a
cuestionar la eficacia del Estado. Surge, así, la necesidad ( - urgente - ) de
encontrar ( - inmediatamente - ) responsables, culpables. Y surge, también con
la misma celeridad, el "chivo expiatorio". En este caso lo fue URIBE OÑATE y por
reflejo ( - o efecto dominó - ), su familia. Es que al fin y al cabo, hay que
satisfacer la voracidad de la opinión pública y ello se consigue a través de los
medios de comunicación. Hay que entregar un "resultado" el que, por su
precipitud, casi siempre, es desacertado e injusto. De haberlo percibido así, la
Corporación habría accedido a las súplicas de la demanda".
- III -
CONSIDERACIONES DE LA SALA
"5o.) Como contra el procesado ALBERTO URIBE OÑATE fue proferido auto
de detención precautelar por el Juzgado 65 de Instrucción Criminal Ambulante del
Distrito Judicial de Bogotá, por el delito indicado en la parte motiva de esta
providencia, pónese a dicho procesado a disposición de tal juzgado en la Cárcel
Judicial de esta ciudad. Ofíciese en tal sentido al mencionado Instructor y al
Director del referido plantel carcelario" (C. 2, fol. 43).
"Los cargos consistentes en que Uribe Oñate fue ubicado en el cargo que
ocupaba para que mantuviera una vigilancia permanente sobre la actividad
de la comunidad indígena y que entorpeció las diligencias carecen en
verdad de todo fundamento, sin más abono que ¡apropia estimación
subjetiva de los empleados de la Casa Indígena, quienes muestran poca
simpatía hacia él; prácticamente, el sumario sólo prueba sin discusión que
Uribe Oñate sabía del viaje que debían emprender los líderes arhuacos y
fue la persona que el día de la partida prestó su colaboración para
transportarlos hasta el terminal de transporte, pero de este solo hecho, no
puede deducirse que subjetivamente quería prestar una ayuda eficaz para
que se retuviera a las víctimas en un sitio determinado del itinerario y
posteriormente las eliminaran, comunicando a los autores materiales o
intelectuales de la delincuencia el conocimiento que tenía de la hora de
partida de los líderes arhuacos.
"Es entendible que Alberto Uribe Oñate se prestó a trasladar a los indígenas
hasta el sitio del terminal de transporte, más por un acto de gentileza o por
cumplir con su deber, por su condición de Director de la Casa Indígena, y al
estar convencido que ejecutaba un acto enteramente lícito, él pudo tener
una intención inocentemente distinta a la de prestar una ayuda para que ese
día los líderes indígenas fueran interceptados por los sujetos que luego les
dieron muerte.
"El Estado responderá patrimonialmente por los daños antijurídicos que le sean
imputables causados por la acción u omisión de las actividades públicas.
"Derecho a Indemnización.
g) La reparación por el daño causado debe ser integral, esto es, se debe
indemnizar tanto el daño emergente, como el lucro cesante y el daño moral. Ni la
Constitución Nacional ni ley alguna han puesto limitaciones en este particular.
"Por tal razón, resultará esencial que aquel que persigue una reparación no
se haya extralimitado o hubiera abusado de su libertad o derecho,
valiéndose de ardides o procedimientos mediante los cuales pudiera haber
inducido a error o al funcionamiento anormal de la Justicia que dio origen al
perjuicio".
"Se dice", "se cuenta", " la gente comenta", son todas ellas expresiones vagas,
sin valor positivo en el campo de la Investigación penal. "La gente", "el Pueblo"
son entes abstractos, indeterminados, que no pueden servir de sujeto
responsable de una referencia incriminatoria. Porque esas voces designan
confusamente a todos los hombres de un ámbito social, y a ninguno en
particular. Son voces genéricas, universales que no individualizan a personas
determinadas como fuente de unas afirmaciones.
"Del montón anónimo que es "la gente" o "el pueblo", nacen rumores y decires
cuyo origen es casi siempre oscuro. El rumor, ha dicho Ciordon all Port, en su
obra La Sicología del rumor, es un fenómeno social que parece delatar una sed
intelectual, cuando no una necesidad emocional. "El rumor - escribe el
mencionado autor - es afín a la divagación ensoñadora que en ocasiones
descarga ansiedades y tensiones sociales".
"Cada persona, en la cadena del rumor, es a la vez sujeto receptor y emisor del
mensaje que contiene. Mas, se ignora el primer eslabón o sujeto emisor
original responsable de dicho contenido. Y al pretender hallarlo, las pesquisas
se desvanecen en un remolino de círculos viciosos.
"En el vaporoso mundo de los rumores lo hallamos todo: desde los menudos
cuentos en tomo a discordias señoreras y querellas de comadreria, sucesos
insólitos extractados de esa amena crónica parroquias que deliciosamente
susurra en nuestros oídos, hasta la ráfaga saetera que hiere de muerte una
reputación ajena o compromete gravemente a alguien. El impacto de un
delito en el medio social desata, por lo regular, toda una epidemia de
rumores. Y hay quien prescribe, como medida profiláctico, una vacunación
de los organismos judiciales para preservarlos de este virus asolador.
" ... Por el hecho que se le imputaba al doctor ALBERTO URIBE OÑATE tanto la
esposa, como sus hijos, su querida madre doña Alicia y todos sus hermanos,
EDUARDO, ALICIA, MARTA, LUCIA Y WILSON como sus hijos ANDREA,
HERNAN GUILLERMO e IVAN, ellos sufrieron una tristeza y una cuestión de
mucho dolor, que se presentaba en los hogares de estas familias, hasta donde yo
sé a Doña Alicia muchas veces hubo que llevarla a varias clínicas, porque llegaba
al momento que prendía la televisión, y siempre escuchaba o veía que
mencionaban el nombre de su hijo ALBERTO URIBE OÑATE, en una ocasión
estando de visita en casa de doña Alicia Oñate de Uribe, timbró el teléfono y yo lo
levanté para responder a la llamada y la pregunta que se me hizo, que si esa era
la casa de la mamá del mata indio doctor Uribe Oñate, y de inmediato me
colgaron. Cuando yo me trasladaba a la casa de la señora MARIA EUGENIA
SALDAÑA DE URIBE, apenas me veía se ponía a llorar, ella, sus niños y muchas
veces le colaboraba, en parte económica, tanto para el sustento, como a veces
pago para las mesadas del colegio y llegó una oportunidad en que esos niños
tuvieron que haberse repartido entre los familiares del doctor ALBERTO URIBE
OÑATE, tanto es así que tuvieron que mandar uno para Cartagena, y también
había con los demás hermanos familiares el temor de salir a la calle, porque la
gente los señalaban para decirle que son familia del mata indio, o sea del que
mató los indios, y ellos más bien permanecían en sus residencias esperando la
buena suerte de Injusticia. Vivían amenazados, y recibían muchas ofensas e
insultos que no sabían de dónde llegaban, tengo conocimiento que por intermedio
del mismo doctor Uribe, cuando iba a la cárcel a visitarlo y fuera de ella recibía
amenazas de muerte para él o sus hijos o sus hermanos. A raíz de todo esto los
niños tuvieron que haberlos retirado de los colegios, había uno en el Militar, en el
Gimnasio del Norte y los otros dos que se me escapa dónde estudiaban... " (fls.
221 - 222 cuaderno No. 1).
Ra = $3.500.000 313,44
205.59
Ra = $ 6.357.507.66.
Ra = $877.680 373,44
205.59
Ra = $1.594.244.95
FALLA:
RESUELVE:
Para ALICIA MARIA OÑATE (madre), trescientos (300) granos de oro fino;