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OBLIGACIÓN DE DAR

FUNDADO. SE ADVIERTE EN EL PRESENTE CASO, QUE EL LOCADOR SE OBLIGA A


PRESTAR SUS SERVICIOS PARA UN DETERMINADO TRABAJO A CAMBIO DE UNA
RETRIBUCIÓN SIENDO OBJETO DE LA PRESTACIÓN EL SERVICIO Y LA
CONTRAPRESTACIÓN, UNA RETRIBUCIÓN. ASIMISMO, SEGÚN EL ARTÍCULO 1759°
DEL CÓDIGO CIVIL REGULA EL MOMENTO EN QUE SE PAGARÁ EL SERVICIO, PUES
LA CONTRAPRESTACIÓN DEBE SEGUIR A LA PRESTACIÓN Y NO SER ANTERIOR A
ELLA; SIN EMBARGO, LA RETRIBUCIÓN PUEDE HACERSE POR ADELANTADO O
PERIÓDICAMENTE, CUANDO EXISTA CONVENIO, POR LA NATURALEZA DEL
CONTRATO -PUES EL CONTRATO ES LEY ENTRE LAS PARTES-, O POR LA
COSTUMBRE.

CASACIÓN N° 4533-2018-CALLAO

CASACIÓN N° 4533-2018 CALLAO

MATERIA: Obligación de Dar Suma de Dinero y Resolución de Contrato. (Procesos


Acumulados)

El artículo 1764° del Código Civil establece que por la locación de servicios el locador se
obliga, sin estar subordinado al comitente, a prestarle sus servicios por cierto tiempo o para un
trabajo determinado, a cambio de una retribución. Estos servicios pueden ser de toda clase:
materiales e intelectuales. En efecto, el artículo 1765° del mismo cuerpo de leyes señala que
“Pueden ser materia del contrato toda clase de servicios materiales e intelectuales”. Así pues, el
locador se obliga a prestar sus servicios para un determinado trabajo a cambio de una retribución,
siendo objeto de la prestación el servicio y la contraprestación, una retribución. Asimismo, según
el artículo 1759° del Código Civil “Cuando el servicio sea remunerado, la retribución se pagará
después de prestado el servicio o aceptado su resultado, salvo cuando por convenio, por la
naturaleza del contrato, o por la costumbre, deba pagarse por adelantado o periódicamente”.

Lima, catorce de noviembre de dos mil diecinueve.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA: vista la causa cuatro mil quinientos treinta y tres - dos mil dieciocho, en audiencia
pública llevada a cabo en la fecha con los señores Jueces Supremos Távara Córdova, Hurtado
Reyes, Salazar Lizárraga, Ordóñez Alcántara y Arriola Espino; y oídos los informes orales;
producida la votación con arreglo a ley, se emite la siguiente sentencia: 1. MATERIA DEL
RECURSO: Se trata de los recursos de casación interpuestos por Uldarico Danny Martínez
Sierra y por Gerson Juro Pinto, obrantes a fojas mil ciento sesenta y cuatro y mil ciento setenta
y cinco, respectivamente, contra la sentencia de vista de fecha cuatro de mayo de dos mil
dieciocho, obrante a fojas mil ciento cuarenta y tres, expedida por la Segunda Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia del Callao, que Revocó la sentencia apelada de fecha siete de junio
de dos mil diecisiete, obrante a fojas novecientos setenta y nueve, que declaró fundada la
demanda de resolución de contrato y fundada en parte la demanda de obligación de dar suma
de dinero; en consecuencia, ordenó que Gerson Juro Pinto cumpla con pagar a favor de Uldarico
Danny Martínez Sierra la suma equivalente a cuatro unidades impositivas tributarias vigentes al
momento de pago, monto que equivale a los honorarios profesionales debitados en el proceso
de indemnización; y, Reformándola declararon Infundada la demanda de resolución de contrato
y Fundada en parte la demanda de obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, ordena
que Gerson Juro Pinto cumpla con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra la suma
equivalente al 40% (cuarenta por ciento) de S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), lo
que equivale a S/. 300,000.00 (trescientos mil soles), más el 40% (cuarenta por ciento) más sus
intereses legales que se fijen en dicho proceso de indemnización por daños y perjuicios
(Expediente N° 17479-2006), que corresponden por concepto de honorarios profesionales,
pactados en el contrato de locación de servicios e Improcedente los intereses legales del 40%
(cuarenta por ciento); en los seguidos por Uldarico Danny Martínez Sierra contra Gerson Juro
Pinto, sobre obligación de dar suma de dinero y resolución de contrato. 2. FUNDAMENTOS POR
LOS CUALES SE HAN DECLARADO PROCEDENTES LOS RECURSOS: 2.1. Esta Suprema
Sala mediante resolución de fecha quince de marzo de dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento
treinta y seis del cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso interpuesto
por Gerson Juro Pinto (demandante en el proceso de resolución de contrato) por las
siguientes infracciones normativas: i) Infracción normativa del artículo 139° inciso 5 de la
Constitución Política. Indica que la sentencia de vista adolece de motivación aparente pues no
da cuenta de las razones mínimas que sustentan su decisión, pues para resolver la controversia
era fundamental analizar e interpretar el contrato de locación de servicios suscrito entre las
partes. Asimismo, indica que se debía analizar el objeto y fin del contrato; sin embargo, no se ha
analizado ni las prestaciones a las que se habían obligado las partes. ii) Infracción normativa
de los artículos 1764° y 1361° del Código Civil. Alega que dichos artículos han sido citados,
pero no han sido analizados ni vinculados a la controversia, y por tanto, se sigue violando su
contenido. Así pues, nos encontramos ante un contrato que estipulaba que el señor Martínez
debía prestar sus servicios profesionales como abogado para un trabajo determinado, esto es,
hasta que concluya con sentencia que adquiera calidad de cosa juzgada. Siendo ello así, resulta
evidente que ha incumplido el contrato celebrado y no tiene derecho al pago del cuarenta por
ciento pactado en dicho contrato. iii) Infracción normativa del artículo 1428° del Código
Civil. Manifiesta que la sentencia de vista ha reconocido el incumplimiento por parte de Uldarico
Martínez, pero sin sustento alguno determina que no corresponde la resolución del contrato de
locación de servicios, existiendo contradicción y falta de razonamiento interno en la motivación,
pues no se explica cómo es que habiendo un incumplimiento injustificado del contrato,
corresponda se le pague la suma de trescientos mil soles (S/. 300,000.00). 2.2. Asimismo,
mediante resolución de fecha quince de marzo de dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento
cuarenta del cuaderno de casación, se declaró procedente el recurso de casación interpuesto
por Uldarico Danny Martínez Sierra (demandante en el proceso de obligación de dar suma
de dinero) por las siguientes infracciones normativas: a) Infracción normativa de los artículos
VII del Título Preliminar y 122° inciso 4 del Código Procesal Civil. Señala que Gerson Juro
se obligó a pagarle el cuarenta por ciento del monto obtenido en el proceso, y no en forma
proporcional al patrocinio. Asimismo, precisa que se ha pretendido sustentar su incumplimiento
en una supuesta resolución del contrato de locación de servicios, sin embargo, dicha pretensión
fue desestimada, por tanto, el contrato mantiene su vigencia y surte todos sus efectos. Del mismo
modo, indica que se ha afectado el principio de congruencia, pues se ha fundado la decisión en
hechos distintos de los que fueron alegados por las partes, incorporando como dato fáctico que
como no interpuso recurso de casación en el proceso de indemnización por daños y perjuicios,
solo correspondía su pago hasta la expedición de la sentencia de vista en dicho proceso, esto
es, hasta que ejerció su patrocinio. b) Infracción normativa del artículo 1362° del Código
Civil. Sostiene que en aplicación del principio de libertad contractual, el contenido de un contrato
y la ejecución de sus obligaciones no puede ser modificado por un tercero a menos que sean
contrarias a normas imperativas; lo cual ha vulnerado la Sala Superior. 3. ANTECEDENTES:
3.1. Proceso de obligación de dar suma de dinero Uldarico Danny Martínez Sierra (abogado),
ha interpuesto la presente demanda de obligación de dar suma de dinero, mediante escrito de
fecha veintiséis de noviembre de dos mil trece, obrante a fojas doscientos uno, solicitando que
el demandado señor Gerson Juro Pinto le pague la suma de S/ 1’662,400.00 (un millón
seiscientos sesenta y dos mil cuatrocientos soles) por concepto de honorarios profesionales, que
resulta de aplicar el 40% (cuarenta por ciento) a los S/ 4’156,000.00 (cuatro millones ciento
cincuenta y seis mil soles), obtenidos como indemnización por daños y perjuicios en el
Expediente N° 17479-2006, más los respectivos intereses legales. Asimismo, solicita el 40%
(cuarenta por ciento) del total de dinero que perciba el demandado por concepto de intereses
legales que se liquiden oportunamente en el mencionado proceso judicial. Como fundamentos
de su demanda sostiene que: (i) El veintisiete de abril de dos mil seis, suscribió un contrato de
locación de servicios con Gerson Juro Pinto a fin que se le brinde asesoría jurídica para iniciar
una demanda de indemnización por daños y perjuicios contra la Policía Nacional del Perú - PNP;
por tal motivo, refiere que pactaron en dicho contrato como sus honorarios profesionales el 40%
(cuarenta por ciento) del total de dinero de la indemnización y de sus intereses legales que se
obtuviera a favor de Gerson Juro Pinto en el citado proceso. (ii) Asimismo, alega que debido a
ello es que planteó la demanda de indemnización solicitando S/. 4’156,000.00 (cuatro millones
ciento cincuenta y seis mil soles), más intereses legales; añade, que patrocinó al demandado en
dicho proceso con toda probidad, diligencia y en forma exitosa; por tal motivo, la demanda fue
declarada fundada en todos sus extremos, encontrándose en ejecución. (iii) De otro lado, indica
que pese a obtener resultado favorable, el demandado actuó de mala fe, sin comunicación previa,
cambiando de abogado, ante lo cual procedió a requerir el pago de los honorarios, sin obtener
respuesta alguna. Medios Probatorios: - Copia del contrato de locación de servicios de fecha
veintisiete de abril de dos mil seis. - Copia de la demanda de indemnización por daños y
perjuicios. - Copias de las sentencias de primera y segunda instancia expedidas en el proceso
de indemnización. - Copia de las Resoluciones Vice Ministeriales N° 179-2012-IN/VGI y N° 002-
2013-IN/VGI, de fechas veintisiete de diciembre de dos mil doce y dieciséis de enero de dos mil
trece, respectivamente, donde aprueban el pago de sentencias judiciales, en dichas resoluciones
se encuentra el nombre del demandado Gerson Juro Pinto. - Copia del reporte del expediente
de indemnización en el cual se aprecia la consignación realizada al demandado por el pago de
la indemnización. 3.2. Contestación de demanda Mediante escrito de fecha veinticuatro de
febrero de dos mil catorce, obrante a fojas doscientos ochenta y dos, el demandado Gerson Juro
Pinto, contesta la demanda sosteniendo básicamente que: a. En efecto el veintisiete de abril de
dos mil seis, las partes suscribieron un contrato de locación de servicios, por lo que, ante la
necesidad de contar con un abogado aceptó la cuota del 40% (cuarenta por ciento) del monto
obtenido, ya que el demandante le indicó que si no presentaba la demanda, luego no podría
hacerlo por el plazo de prescripción. b. Asimismo, alega que posteriormente tomó conocimiento
que el Código de Ética Profesional del abogado limita el porcentaje planteado como cuota. c. De
otro lado, precisa que en el proceso iniciado por el demandante, se logró el monto de S/.
750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles) en segunda instancia; sin embargo, refiere que el
abogado ahora demandante no quiso interponer recurso de casación, y es ante esto que consultó
con otros abogados que le recomendaron interponer el mencionado recurso, es por ello que
designó nuevos abogados, obteniendo de esta manera el pago de S/. 4’156,000.00 (cuatro
millones ciento cincuenta y seis mil soles). d. Del mismo modo, indica que le comunicó al
demandante la decisión de cambiar de abogado, por lo que, señala que después de la primera
sentencia de vista el actor no presentó escrito alguno. Medios Probatorios: - Copia del contrato
de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis. - Copia de escritos
presentados en el proceso de indemnización por daños y perjuicios. - Copia del recurso de
casación interpuesto en el proceso de indemnización por daños y perjuicios. - Copia del correo
electrónico. 3.3. Puntos Controvertidos Mediante resolución de fecha diecinueve de setiembre
de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos sesenta y siete, se procedió a fijar el siguiente
punto controvertido: “Determinar si el demandado está obligado a pagar la suma de S/.
4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles) por concepto de honorarios
profesionales a favor del demandante” (sic). 3.4. Acumulación de procesos Mediante escrito
de fecha once de diciembre de dos mil catorce, obrante a fojas cuatrocientos treinta y ocho, el
demandado Gerson Juro Pinto solicita la acumulación del presente proceso con el de resolución
de contrato iniciado ante el Trigésimo Sétimo Juzgado Civil de Lima, Expediente N° 38045-2014;
por tal motivo, mediante resolución número doce, de fecha catorce de agosto de dos mil quince,
el a quo declaró Fundada la solicitud de acumulación de procesos; en consecuencia, se ofició al
Trigésimo Sétimo Juzgado Civil de Lima para que cumpla con remitir el Expediente N° 38045-
2014. Debido a ello, mediante Oficio N° 38045-2014-0-37° JCL-PJ, el Juez del Trigésimo
Sétimo Juzgado Civil de Lima, remitió el Expediente N° 38045-2014, sobre resolución de
contrato. 3.5. Proceso de resolución de contrato - Expediente N° 38045-2014 Gerson Juro
Pinto, ha interpuesto la presente demanda de resolución de contrato, mediante escrito de fecha
seis de noviembre de dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos veintisiete, solicitando que se
declare resuelto el contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis,
celebrado entre su persona con Uldarico Martínez Sierra, debido al incumplimiento de las
obligaciones por parte del demandado. Como fundamentos de su demanda señala que: i. El
veintisiete de abril de dos mil seis, suscribió un contrato de locación de servicios con el
demandado Uldarico Martínez Sierra, con el fin que el demandado le brinde asesoría jurídica
para iniciar una demanda de indemnización por daños y perjuicios contra la Policía Nacional del
Perú - PNP; por tal motivo, refiere que ante la necesidad de contar con un abogado a fin de
satisfacer sus necesidades a razón del accidente sufrido, aceptó que los honorarios
profesionales del abogado sean del 40% (cuarenta por ciento) del monto obtenido en dicho
proceso. ii. Asimismo, alega que en el proceso iniciado de indemnización, solicitó como
pretensión la suma de S/. 4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles),
obteniendo en segunda instancia el monto de S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles);
sin embargo, precisa que el abogado hoy demandado no quiso interponer recurso de casación,
y es ante esto que consultó con otros abogados que le recomendaron interponer el mencionado
recurso, es por ello que designó nuevos abogados, obteniendo de esta manera el pago de la
pretensión. iii. De otro lado, señala que el demandado no cumplió de manera diligente con sus
obligaciones, no participando en la casación, ni ante la Sala Superior ante el reenvío. Medios
Probatorios: - Copia del contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil
seis. - Escrito de casación en donde suscribe otro abogado. 3.6. Contestación de
demanda Mediante escrito de fecha nueve de febrero de dos mil quince, obrante a fojas
setecientos cuarenta y nueve, el demandado Uldarico Danny Martínez Sierra, contesta la
demanda indicando fundamentalmente que: a. El demandante aceptó el porcentaje por
honorarios; y, que es falso que no haya querido interponer recurso de casación, sino que más
bien el demandante no le dio el dinero para el pago del arancel, pese a haber terminado el escrito
de casación y llamarlo para que lo firme; añade, que el actor le cortó la comunicación pero
faltando un día para el vencimiento del plazo se le comunicó que otro abogado había presentado
el recurso. b. De otro lado, manifiesta que es falso que haya incumplido su obligación, sino que
el demandante de manera unilateral lo subrogó, sin justificación alguna. c. Del mismo modo,
señala que se trata de un contrato de prestaciones recíprocas, por lo que, refiere que la parte
que solicita la resolución debe acreditar haber cumplido con la prestación a su cargo. d.
Asimismo, alega que se obligó con el demandado a iniciar una demanda de indemnización, la
cual cumplió; sin embargo, precisa que el demandante no ha cumplido con el pago pactado;
además, sostiene que no procede la resolución del contrato pues este tenía una vigencia de seis
años, y dicha vigencia ya concluyó; agrega, que el actor pretende evadir su responsabilidad y no
reconocer el trabajo profesional realizado. 3.7. Puntos Controvertidos Mediante resolución de
fecha veinticinco de agosto de dos mil quince, obrante a fojas setecientos ochenta, se procedió
a fijar los siguientes puntos controvertidos: 1) Determinar si el contrato de locación de servicios
de fecha veintisiete de abril del dos mil seis, celebrado entre las partes a la fecha de la
interposición de la demanda se encontraba vigente o había caducado. 2) Determinar si don
Martínez Sierra, Uldarico, ha incumplido con las obligaciones a su cargo contenidas en el
Contrato de Locación de Servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis. 3) Determinar si
el contrato antes citado debe ser resuelto por el incumplimiento en las obligaciones a cargo del
demandado. 3.8. Sentencia de Primera Instancia Tramitada la causa conforme al proceso de
conocimiento, el Juez del Tercer Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao,
mediante sentencia de fecha siete de junio de dos mil diecisiete, obrante a fojas novecientos
setenta y nueve, declaró Fundada la demanda de resolución de contrato; en consecuencia,
resuelto el contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis;
ordenándose, la devolución de las prestaciones pactadas; y, Fundada en parte la demanda de
obligación de dar suma de dinero; ordenándose, que Gerson Juro Pinto cumpla con pagar a
favor de Uldarico Danny Martínez Sierra la suma equivalente a cuatro unidades impositivas
tributarias vigentes al momento de pago, monto que equivale a los honorarios profesionales
debitados en el proceso de indemnización signado con el N° 17479-2006, monto que incluye
todo concepto. Sustentó su decisión en lo siguiente: (i) En cuanto a determinar si el contrato de
locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis, se encontraba vigente o
caducado; al respecto, se debe señalar que de acuerdo al artículo 1768° del Código Civil, el plazo
máximo para este tipo de contratos es de seis años si se trata de servicios profesionales, si se
pacta un plazo mayor, el límite máximo indicado solo puede ser invocado por el locador. (ii) Las
partes no acordaron plazo límite para la prestación del servicio, pues la retribución debía
efectuarse una vez cobrado el monto a demandar, por ello era necesario un término favorable
del proceso. (iii) El abogado Uldarico Martínez ha iniciado un proceso de obligación de dar suma
de dinero derivado del contrato de locación de servicios, por tanto, al alegar la caducidad resulta
contradictorio. (iv) La duración del contrato no fue opuesta por el locador, por tanto, el contrato
se encuentra vigente y no ha caducado; que, si bien el abogado se obligó a iniciar una demanda
de indemnización por daños y perjuicios, y con ello alega que ya habría cumplido la obligación a
su cargo, no se condice con la finalidad del contrato, pues su obligación era prestar su asesoría
legal durante el inicio, tramite y finalización del proceso. Asimismo, al pactarse que el pago se
realizaría al finalizar el contrato, se infiere que el servicio concluía conjuntamente con el proceso
judicial. (v) Uldarico Martínez ha reconocido que se le comunicó que no presente escrito alguno
ante la Corte Suprema, de modo que su patrocinio culminó. (vi) En cuanto a determinar si el
contrato citado debe ser resuelto por el incumplimiento de las obligaciones a cargo del
demandado: En el presente caso, se evidencia que de manera efectiva el demandado dejó de
ejercer la prestación del servicio que le fue encomendado (asesoramiento legal), por tanto, no
continuó con la ejecución de la prestación a su cargo, incurriendo en causal de resolución
contractual por incumplimiento de la prestación. No podía imputarse al demandante el
incumplimiento de pago, pues aun no finalizaba el contrato, y solo resuelto el proceso se
encontraba obligado a pagar. (vii) Que, conforme se aprecia de autos la defensa judicial del
demandado concluyó antes de obtener sentencia definitiva en el proceso judicial, por tanto, la
retribución de sus servicios debe ser proporcional a dicho estado. (viii) Que, considerando que
el monto final obtenido no puede tomarse en cuenta a efectos de definir los honorarios
profesionales, debiendo considerarse la actividad procesal realizada y la complejidad, por tanto
corresponde establecer un monto de retribución ascendente a cuatro unidades impositivas
tributarias. (ix) Con respecto al proceso de obligación de dar suma de dinero, habiéndose
determinado la resolución del contrato de locación de servicios que sustenta la obligación de dar
suma de dinero demandada, disponiéndose la restitución de las prestaciones al estado en que
la prestación del servicio finalizó, determinándose como pago de la retribución del servicio
pactado en cuatro unidades impositivas tributarias, corresponde estimar la demanda de
obligación de dar suma de dinero en el monto señalado. 3.9. Apelación Mediante escrito de fecha
catorce de julio de dos mil diecisiete, obrante a fojas mil dieciocho, Uldarico Danny Martínez
Sierra, interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera instancia, alegando que:
a) La sentencia recurrida es arbitraria, ya que ha sido expedida sin el mínimo respeto de las
garantías fundamentales consagradas en la Constitución Política el Estado, vulnera su derecho
fundamental a probar; además, refiere que lesiona gravemente su derecho a la debida valoración
de pruebas y consecuentemente el debido proceso; toda vez, que el a quo, no ha valorado las
pruebas ofrecidas por su parte dentro del proceso como por ejemplo la declaración de parte del
demandado que obra a fojas ochocientos cuarenta y tres y ochocientos cuarenta y cuatro, prueba
que incide directamente en resolver las controversias existentes y discutidas en el presente
proceso. b) Asimismo, precisa que el Juez, ha declarado fundada la demanda de resolución del
contrato de locación de servicios sin valorar en absoluto las pruebas antes referidas y actuadas
durante el proceso, infringiendo de esa forma el artículo 197° del Código Procesal Civil; añade,
que su persona nunca se negó a presentar el recurso de casación, sino que el demandado
Gerson Juro Pinto, sin una comunicación previa y en forma unilateral le subrogó y presentó el
recurso de casación con otro abogado. No hubo incumplimiento de contrato por su parte, por lo
que, indica que no procede la resolución de contrato materia de demanda. c) Del mismo modo,
sostiene que la sentencia materia de apelación es incongruente, toda vez que el Juez ha
declarado fundada la demanda de resolución de contrato, asimismo ha declarado fundada en
parte la obligación de dar suma de dinero, ordenando al demandado pagar al demandante la
suma equivalente a cuatro unidades impositivas tributarias vigentes al momento del pago,
excediéndose en sus facultades y con argumentos no expresados por ninguna de las partes. d)
De igual forma, señala que Gerson Juro Pinto, luego de que su persona le enviara el treinta y
uno de agosto de dos mil ocho, vía email la demanda presentada el nueve de mayo de dos mil
seis, le cortó la comunicación y recién el día tres de septiembre de dos mil ocho, luego de
presentar el recurso de casación con otro abogado, se comunica con él, haciéndole conocer que
ya había presentado dicho recurso e incluso se lo envía vía email, conforme lo acredita con el
medio probatorio que ha adjuntado en autos. e) De otro lado, manifiesta que en el supuesto
negado que exista incumplimiento de contrato, el mismo se retrotrae a la fecha de
incumplimiento, en el presente caso de acuerdo al argumento de señor Juez el incumplimiento
se habría producido el tres de septiembre de dos mil ocho; en ese sentido todo lo obtenido a esa
fecha tiene que ser pagado por Gerson Juro Pinto y de acuerdo al porcentaje pactado en el
contrato, y no lo fijado por el a quo en cuatro unidades impositivas tributarias. f) Asimismo, alega
que la sentencia recurrida no ha sido debidamente motivada en razón que no precisa de las
razones mínimas que sustentan su decisión, amparándose solamente en frases sin ningún
sustento fáctico o jurídico, las alegaciones de las partes no han sido confrontadas o analizadas
fáctica ni jurídicamente, ésta situación le genera indefensión, agravándose que el mismo también
presenta incongruencia procesal; añade, que se ha vulnerado el derecho fundamental a la
motivación de las resoluciones; toda vez que en la sentencia materia de apelación no existe un
pronunciamiento claro y concreto sobre las razones de hecho y derecho por el cual no procede
el pago de los honorarios profesionales pactados en el contrato de locación de servicio y por qué
el pago de las cuatro unidades impositivas tributarias, existiendo un contrato válido de por medio;
por tal motivo, señala que contraviene los artículos 2° inciso 14 y 62° de la Constitución Política
del Perú, artículo 1354° del Código Civil y el artículo 289° inciso 2 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, referidos al derecho constitucional a la libertad de contratación. g) Por otro lado, precisa
que respecto a la oportunidad para solicitar la resolución de contrato por incumplimiento, la
presente demanda de resolución de contrato no cumple con los requisitos mínimos para su
procedencia por lo cual solicita que el Superior Jerárquico debe declarar nula la sentencia materia
de apelación y/o en su defecto declarar infundada la demanda de resolución de contrato y
reformándola declarar fundada la demanda de pago de honorarios profesionales en todos sus
extremos. h) Finalmente, sostiene que con respecto al pago de honorarios profesionales en el
supuesto negado de incumplimiento de contrato de locación de servicios, el señor Gerson Juro
Pinto tiene la obligación contractual y legal de pagarle todo el trabajo realizado hasta el día tres
de septiembre de dos mil ocho, fecha en la que fue presentado el recurso de casación por otro
abogado. 3.10. Sentencia de vista Elevados los autos a la Sala Superior en virtud del recurso
de apelación interpuesto por Uldarico Danny Martínez Sierra, la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Callao, mediante sentencia de vista de fecha cuatro de mayo de dos mil
dieciocho, Revocó la sentencia apelada que declaró fundada la demanda de resolución de
contrato y, fundada en parte la demanda de obligación de dar suma de dinero; y, Reformándola
declararon Infundada la demanda de resolución de contrato; y, Fundada en parte la demanda de
obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, se ordenó que Gerson Juro Pinto cumpla
con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra la suma equivalente a 40% (cuarenta por
ciento) de S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), lo que equivale a S/. 300,000.00
(trescientos mil soles), más el 40% (cuarenta por ciento) de sus intereses legales que se fijen en
dicho proceso de indemnización por daños y perjuicios (Expediente N° 17479-2006), que
corresponden por concepto de honorarios profesionales, pactados en el contrato de locación de
servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis; e Improcedente los intereses del 40%
(cuarenta por ciento) de los intereses legales; más costas y costos del presente proceso. Siendo
sus argumentos los siguientes: - Con respecto a la resolución de contrato, del contrato se advierte
que en él se acordó que don Uldarico Martínez Sierra debía iniciar una Demanda Indemnización
por Daños y Perjuicios a la Policía Nacional del Perú y que por su parte don Gerson Juro Pinto
debía pagar el 40% (cuarenta por ciento) del total de dinero que se cobre por la Indemnización
por Daños y Perjuicios, incluido los intereses legales, costos y costas del proceso, así como que
debía entregar (en la etapa administrativa) la suma de S/.100.00 (cien soles) y pagar las tasas
judiciales. - Pues bien, por parte de Uldarico Martínez Sierra vemos que cumplió con iniciar una
demanda de Indemnización por Daños y Perjuicios contra la Policía Nacional del Perú, la misma
que fue presentada el nueve de mayo de dos mil seis y recayó ante el Vigésimo Segundo
Juzgado Especializado Civil de Lima (Expediente N° 2006-17479-0-0100-J-CI-22°) la cual fue
admitida mediante resolución número uno en dicho Juzgado (folio veinte) y en donde por cierto
se aprecia de los actuados que don Uldarico Martínez Sierra participó durante el desarrollo del
propio proceso absolviendo los traslados y demás actuaciones, expediente que fue sentenciado
con fecha diecinueve de marzo de dos mil siete, mediante resolución número ocho que declaró:
Fundada en parte la demanda ordenando que la Policía Nacional del Perú abonara la suma de
S/.500,000.00 (quinientos mil soles) más intereses desde la fecha en la que se produjo el hecho
generador. Dicha demanda fue apelada por Uldarico Martínez Sierra, quien además ante la Sexta
Sala Civil de Lima presentó sus escritos absolviendo traslados y otros, Colegiado que emitió la
sentencia de vista de fecha diecisiete de julio de dos mil ocho, confirmando la sentencia de
primera instancia y revocando en cuanto al monto el cual, reformándolo, se fijó en S/. 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles). - En cuanto al recurso de casación contra la sentencia de vista
emitida por la Sexta Sala Civil de Lima, se aprecia que dicho recurso fue interpuesto con fecha
tres de setiembre de dos mil ocho por don Gerson Juro Pinto y suscrito por el abogado Santiago
Carrillo Tejada. - Gerson Juro Pinto ha reconocido que buscó otras alternativas y tomó la decisión
de cambiar de abogado, y si bien señala que Uldarico Martínez no quiso presentar el recurso de
casación, también es cierto que esta afirmación no ha sido probada, ya que, del correo
electrónico de fojas quinientos setenta no se aprecia la comunicación de que ya no sería
abogado, ni que éste se negara a la presentación del recurso. - Que, está acreditado que el
abogado presentó la demanda y continuó con su trámite, además que Gerson Juro Pinto tomó
la decisión unilateral de cambiar de abogado y no entregar el pago del arancel judicial por
concepto de recurso de casación, pues en ningún momento se ha acreditado la negativa de don
Uldarico Martínez Sierra a interponer dicho recurso, por lo que la demanda de resolución del
contrato deviene infundada. - Con respecto al pago de honorarios, como se puede apreciar de
los considerandos precedentes, este Colegiado ha determinado que la demanda de resolución
de contrato deviene infundada, por lo que el contrato de locación de servicios suscrito con fecha
veintisiete de abril de dos mil seis, mantiene sus efectos para las partes que lo celebraron, en
virtud del principio contractual pacta sunt servanda, recogido en el artículo 1361° del Código Civil.
- No obstante lo anteriormente expuesto, resulta evidente que don Uldarico Martínez Sierra
prestó sus servicios sólo hasta la etapa en la cual la Sexta Sala Civil de Lima confirmó la
sentencia de indemnización por daños y perjuicios y revocó su monto en S/. 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles), pues como ha quedado establecido el señor Uldarico Martínez
Sierra no interpuso el recurso de casación. - En consecuencia, no corresponde que el 40%
(cuarenta por ciento) de los honorarios pactados en el contrato de locación de servicios deba
determinarse en función al monto estimado en el recurso de casación (cuatro millones ciento
cincuenta y seis mil soles) sino más bien en función al monto que fuera revocado por la Sexta
Sala Civil de Lima en el proceso de indemnización por daños y perjuicios (Expediente 17479-
2006) y que reformándolo lo fijó en S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles); siendo así,
el monto que le corresponde a Uldarico Martínez Sierra por honorarios profesionales pactados,
en el contrato de locación de servicios, es el 40% (cuarenta por ciento) de la suma de S/.
750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), lo que equivale a S/. 300,000.00 (trescientos mil
soles). De igual manera, le corresponde al demandante el 40% (cuarenta por ciento) de sus
intereses legales que se fijen en dicho proceso. - En cuanto al extremo del pacto consistente en
que Gerson Juro Pinto debería pagar el 40% (cuarenta por ciento) de los costos y costas que se
fijen en el proceso de indemnización, se precisa que en el indicado proceso la resolución N° 03-
II de fecha veinte de octubre de dos mil nueve, que emitió la Sexta Sala Civil de Lima, otorgó a
su favor una indemnización sin costas ni costos (ver específicamente folio ciento treinta y nueve);
resolución que fue materia de recurso de casación por el Procurador del Ministerio del Interior a
cargo de los asuntos judiciales de la Policía Nacional del Perú, el que fue declarado improcedente
por la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema. Por ende, existiendo cosa juzgada en el
proceso de indemnización en el sentido que allí no existe obligación de pago de costas y costos,
no corresponde aplicar el porcentaje que por este concepto se pactó en el contrato de locación
de servicios suscrito por las partes. En lo referente a los intereses del 40% (cuarenta por ciento)
de los intereses legales que se liquiden en ejecución de sentencia, deviene en improcedente
dicha pretensión, por cuanto lo que se pretende es el interés del interés, lo que supone su
capitalización y contraviene el artículo 1249° del Código Civil. 4. RECURSOS DE
CASACIÓN: Este Supremo Tribunal conforme a los términos de los autos calificatorios de fecha
quince de marzo de dos mil diecinueve, obrantes a fojas ciento treinta y seis y ciento cuarenta
del cuadernillo de casación, ha declarado procedentes los recursos de casación interpuestos
por: I) Gerson Juro Pinto, por infracción normativa del artículo 139° inciso 5 de la Constitución
Política del Estado y de los artículos 1361°, 1428° y 1764° del Código Civil; y, II) Uldarico Danny
Martínez Sierra, por infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar y 122° inciso
4 del Código Procesal Civil y del artículo 1362° del Código Civil. 5. CUESTIÓN JURÍDICA A
DEBATIR: De la lectura de los fundamentos de los recursos de casación, así como de las
resoluciones de procedencia a que se ha hecho referencia con anterioridad en esta resolución,
se establece que la materia jurídica en discusión se centra en determinar si al expedirse la
sentencia de vista, que Revoca la sentencia apelada se han respetado los principios y garantías
exigidas por el artículo 139° inciso 5 de nuestra Constitución Política del Estado, esto es, si en el
transcurso del proceso se ha infringido el deber de motivación de las resoluciones judiciales, y
en caso de desestimarse estas causales se procederá a dilucidar las infracciones normativas
materiales por las cuales también se han declarado procedentes los
recursos. 6. FUNDAMENTOS DE ESTA SALA SUPREMA: Primero.- Que conforme se tiene
expuesto precedentemente, esta Sala Suprema ha declarado procedente los recursos de
casación por infracciones normativas tanto procesales como sustantivas, por lo que, coexistiendo
ambas causales, corresponde pronunciarnos en primer lugar sobre la infracción procesal
denunciada en ambos recursos, la que deberá entenderse como principal, dado su efecto
anulatorio si es que fuese amparada. Siendo pertinente, debido a ello, pronunciarnos respecto
de la infracción material, si es que previamente se han desestimado las procesales, dado que la
regla jurídica anteriormente invocada, las considera como subordinadas. Es menester precisar
que el recurso de Casación es un medio impugnatorio extraordinario que permite ejercer el
control de las decisiones jurisdiccionales, con la finalidad de garantizar la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unificación de la Jurisprudencia nacional por la Corte
Suprema de Justicia de la República, así como determinar si en dichas decisiones se ha
respetado el debido proceso, traducido en el respeto a los principios que lo
integran. Segundo.- Entrando al análisis de las causales procesales denunciadas en el recurso
de casación de Gerson Juro Pinto, en cuanto a la infracción del inciso 5 del artículo 139° de
nuestra Constitución Política del Estado, que comprende el derecho a la motivación de las
resoluciones judiciales, por el que los jueces están obligados a expresar las justificaciones de
sus decisiones, debe señalarse que en un Estado Constitucional y Democrático de Derecho, la
motivación de las resoluciones judiciales garantiza que los ciudadanos ejerzan un adecuado
control sobre el poder delegado a los jueces para impartir justicia. Tercero.- En su aspecto
procesal, el debido proceso comprende también el derecho a la motivación de las resoluciones
judiciales, reconocido en el artículo 139°, inciso 5, de la Constitución, que tiene como finalidad
principal permitir conocer a los justiciables el razonamiento lógico jurídico de los jueces para
justificar sus decisiones jurisdiccionales y, así puedan ejercer adecuadamente su derecho de
defensa, cuestionando de ser el caso, el contenido y la decisión asumida. La motivación de las
resoluciones judiciales constituye un deber para los magistrados, tal como lo establece el artículo
12° de la Ley Orgánica del Poder Judicial y, los artículos 121° y 122° del Código Procesal Civil;
por que dicho deber implica que los juzgadores señalen en forma expresa los fundamentos
fácticos y jurídicos, a la que ésta les ha llevado, acordes con la controversia suscitada,
respetando los principios de jerarquía de normas y de congruencia. Cuarto.- Sobre la dimensión
del derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales se ha afirmado que “no solo es
un derecho de toda persona (natural o jurídica) a recibir de los órganos de la jurisdicción una
decisión debidamente justificada, sino que constituye al mismo tiempo un principio que define a
la función jurisdiccional del Estado y, a su vez, una garantía instrumental para asegurar el
cumplimiento de otros principios y derechos fundamentales en el marco de un Estado
Democrático”1. Quinto.- Igualmente, como también lo ha señalado el Tribunal Constitucional, las
razones o justificaciones objetivas que llevan a los jueces a tomar una determinada decisión,
deben provenir no solo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios
hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso. Bajo esa visión, el derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales “es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad
judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el mero capricho de los
magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
derivan del caso”2. En el caso que nos ocupa la Sala Civil ha cumplido con exponer los
fundamentos de hecho y derecho en que sustenta su decisión, aunque con criterios que no son
compartidos por este Supremo Tribunal. Es decir formalmente ha cumplido con motivar la
sentencia, no existiendo vicio insubsanable que justifique un reenvío; sino más bien resolver en
definitiva el conflicto judicial. Sexto.- En cuanto a las denuncias de carácter material, se tiene de
autos que, el recurrente Gerson Juro Pinto sostiene que la sentencia de vista infraccionó los
artículos 1764°, 1361° y 1428° del Código Civil. Sobre el particular, en el expediente se aprecia
que Uldarico Martínez Sierra, el veintisiete de abril de dos mil seis, suscribió un contrato de
locación de servicios con Gerson Juro Pinto en virtud del cual, aquél ejercería la defensa de éste
como su abogado. Según la cláusula primera de aquel contrato, el locador se obligaba a iniciar
“una demanda de indemnización por daños y perjuicios a la Policía Nacional del Perú”; y, como
contraprestación, el comitente se obligaba a pagarle el “40% (cuarenta por ciento) del total del
dinero que se cobre por indemnización por daños y perjuicios”. El nueve de mayo de dos mil seis,
la demanda se interpuso y se solicitó S/ 4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil
soles) como indemnización más intereses legales. Luego del trámite correspondiente, la Sexta
Sala Civil de Lima, el diecisiete de julio de dos mil ocho, confirmó la sentencia de primera
instancia que declaró fundada la demanda; no obstante, la revocó en cuanto al monto
indemnizatorio, fijándolo en S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles). Como el monto no
correspondía a lo pretendido, el demandante interpuso recurso de casación; sin embargo, lo
presentó bajo el patrocinio de un abogado distinto, puesto que Uldarico Martínez Sierra, su
abogado, le manifestó su posición de no interponer recurso de casación porque la indemnización
obtenida le parecía suficiente. Uldarico Martínez Sierra no ha alegado y menos probado haber
redactado siquiera el recurso de casación. La Corte Suprema mediante resolución de fecha
diecinueve de mayo de dos mil nueve, declaró fundado el recurso de casación y ordenó que la
Sala Superior emita nueva sentencia. La Sexta Sala volvió a emitir pronunciamiento declarando
fundada la demanda en todos sus extremos y ordenando; finalmente, el pago de los S/.
4´156.000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles) por concepto de indemnización
por daños y perjuicios. Es decir, el monto total demandado. Sétimo.- En ese contexto, Uldarico
Martínez Sierra demandó el pago de sus honorarios profesionales como abogado, por un monto
ascendente al 40% (cuarenta por ciento) de los S/. 4´156.00.00 (cuatro millones ciento cincuenta
y seis soles), en tanto que Gerson Juro Pinto demandó la resolución del contrato de locación de
servicios por incumplimiento de sus obligaciones, puesto que, Martínez Sierra, solo lo patrocinó
hasta la expedición de la sentencia de vista de fecha diecisiete de julio de dos mil ocho. El Juez
de primera instancia declaró fundada la demanda de resolución de contrato; y, fundada en parte
la demanda de obligación de dar suma de dinero, disponiendo el pago de cuatro Unidades
Impositivas Tributarias como honorarios profesionales. No obstante, los jueces de la Sala
Superior, una vez interpuesto el recurso de apelación correspondiente, revocaron la sentencia
de primera instancia y, reformándola, declararon infundada la demanda de resolución de contrato
interpuesta por Gerson Juro Pinto contra Uldarico Martínez Sierra, y fundada, en parte, la
demanda de pago de honorarios, disponiendo que se pague el 40% (cuarenta por ciento) de los
S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles) monto que se obtuvo a través de la sentencia de
vista del diecisiete de julio de dos mil ocho. En lo que respecta a la resolución contractual, en su
considerando décimo segundo concluyeron que está acreditado que Uldarico Martínez Sierra no
solo inició la demanda de Indemnización de Daños y Perjuicios y que continuó con el trámite de
la misma hasta que la Sexta Sala Civil de Lima fijó como monto indemnizatorio S/. 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles), por lo que cumplió con los términos del contrato; sino también
que don Gerson Juro Pinto tomó la decisión unilateral de cambiar de abogado, lo que se sustenta
además en el hecho de no entregar el pago de la tasa por concepto de casación para su
presentación, más aún, si el abogado Uldarico Martínez Sierra expresó su voluntad de interponer
dicho recurso, por lo que la demanda de resolución de contrato deviene en infundada (según
criterio de la Sala Civil Superior). Octavo.- El artículo 1764° del Código Civil establece que por
la locación de servicios el locador se obliga, sin estar subordinado al comitente, a prestarle sus
servicios por cierto tiempo o para un trabajo determinado, a cambio de una retribución. Estos
servicios pueden ser de toda clase: materiales e intelectuales. En efecto, el artículo 1765° del
mismo cuerpo de leyes señala que: “Pueden ser materia del contrato toda clase de servicios
materiales e intelectuales”. Así pues, el locador se obliga a prestar sus servicios para un
determinado trabajo a cambio de una retribución siendo objeto de la prestación el servicio y la
contraprestación, una retribución. Asimismo, según el artículo 1759° del Código Civil: “Cuando
el servicio sea remunerado, la retribución se pagará después de prestado el servicio o aceptado
su resultado, salvo cuando por convenio, por la naturaleza del contrato, o por la costumbre, deba
pagarse por adelantado o periódicamente”. Esta última norma que regula sobre el momento en
que se pagará el servicio, establece en su ratio legis un criterio que tiene carácter universal,
cuando el servicio tiene carácter oneroso la retribución se debe pagar después de haber sido
satisfecha, aplicándose esta regla a las distintas modalidades de la prestación de servicios, lo
que responde a una razón lógica, pues la contraprestación debe seguir a la prestación y no ser
anterior a ella; sin embargo, la retribución puede hacerse por adelantado o periódicamente,
cuando exista convenio, por la naturaleza del contrato -pues el contrato es ley entre las partes-,
o por la costumbre. Esta es la regla. Noveno.- Esta acreditado en autos, conforme lo han
precisado las instancias de mérito, que las partes se vincularon en virtud de un contrato de
locación de servicios suscrito el veintisiete de abril de dos mil seis, y si bien consta en ese
contrato que el locador se obliga a presentar una demanda de indemnización por daños, no
puede a partir de allí, concluirse que sus servicios quedaban con ello satisfechos, puesto que el
objeto de aquel no era otro, sino la defensa o patrocinio en juicio respecto de una demanda de
indemnización por daños, cuyos servicios debían ser retribuidos, se entiende con el monto
obtenido como indemnización, es decir cuando el servicio está prestado; o, aceptado en su
resultado existiendo conformidad del servicio, más aún, si no se ha acreditado la existencia de
pacto alguno respecto al pago de honorarios adelantados o periódicos. Por lo tanto, cuando la
Sala Superior concluye que el demandado Uldarico Danny Martínez Sierra, al haber patrocinado
como abogado hasta la expedición de la sentencia de la Sexta Sala Civil que fija el monto
indemnizatorio en S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles) ha cumplido todas sus
obligaciones surgidas del contrato, interpreta erróneamente el artículo 1764° del Código Civil,
puesto que la “Locación de Servicios”, tiene como objeto la “prestación de servicios”, siendo que,
conforme lo ha señalado el juez de primera instancia, “no era solo su obligación presentar una
demanda, sino prestar su asesoría legal durante el inicio, trámite y finalización del proceso
encomendado”. Décimo.- El artículo 1361° del Código Civil establece que los contratos son
obligatorios en cuanto se haya expresado en ellos. Se presume que la declaración expresada en
el contrato responde a la voluntad común de las partes y quien niegue esa coincidencia debe
probarla. Asimismo, el artículo 1428° del Código Civil señala que: “En los contratos con
prestaciones recíprocas cuando alguna de las partes falta al cumplimiento de su prestación, la
otra puede solicitar el cumplimiento o la resolución del contrato y, en uno y otro caso, la
indemnización de daños y perjuicios”. En ese contexto, conforme se tiene de autos, los servicios
de Uldarico Danny Martínez Sierra como abogado de Gerson Juro Pinto, debían ejecutarse hasta
concluir el proceso de indemnización por daños, y no solo hasta la expedición de sentencia de
segunda instancia, siendo que a ello, es precisamente a lo que se obligó dado que, solo una vez
obtenido el pronunciamiento definitivo se debería tener por concluido el servicio, con la
consiguiente obligación de pagar la retribución. Sin embargo, conforme se advierte de autos,
Uldarico Martínez Sierra no cumplió con la ejecución del servicio completamente o integralmente,
puesto que una vez expedida la mencionada sentencia de vista de fecha diecisiete de julio de
dos mil ocho, suspendió el cumplimiento de sus obligaciones. Si bien, el Colegiado Superior
concluye que la falta de presentación del recurso de casación fue porque el demandante cambió
de abogado por una decisión unilateral, que reconoció que buscó otra alternativa; y que, además,
se vio imposibilitado de interponer recurso de casación porque no se le entregó la respectiva tasa
judicial; sin embargo, tal argumento no puede sostenerse, debido a que pudo solicitar el auxilio
judicial; además, dado que conforme se tiene del escrito de la demanda Gerson Juro Pinto,
precisó que solo buscó otra alternativa ante la negativa del demandado de interponer recurso de
casación, advirtiéndose además que de lo actuado en el proceso de indemnización por daños
seguido por Gerson Juro Pinto contra la Policía Nacional, se evidencia que el recurso de casación
fue efectivamente interpuesto, lográndose en virtud de él, obtener la indemnización pretendida
de S/ 4´156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles), no habiendo el demandado
Uldarico Martínez Sierra mostrado su oposición a la presentación del recurso por otro abogado;
por lo que el recurso de casación debe desestimarse también en este extremo, puesto que al
haberse incumplido los términos del contrato se ha producido la resolución del mismo por
incumplimiento de una de las partes. Décimo Primero.- Sin perjuicio de lo señalado, cabe
precisar que el artículo 1371° del Código Civil establece que la resolución deja sin efecto un
contrato válido por causal sobreviniente a su celebración, concordante con ello, el tercer párrafo
del artículo 1372° del mismo cuerpo normativo señala que por razón de la resolución las partes
deben restituirse las prestaciones en el estado en el que se encontraban al momento en el que
se produce la causal invocada, y si ello no fuera posible debe reembolsarse en dinero el valor
que tenían en dicho momento. En tal sentido, corresponde la retribución de los servicios en
proporción a las prestaciones ejecutadas hasta el momento de la resolución, estimándose la
misma prudencialmente en función al 25% (veinticinco por ciento) de lo obtenido en la sentencia
de vista de fecha diecisiete de junio de dos mil ocho, expedida por la Sexta Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lima, atendiéndose a las particularidades de este caso en concreto, en
la que se fija como monto indemnizatorio la suma de S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil
soles), debiéndose, por tanto, fijar en la suma de S/. 187,500.00 (ciento ochenta y siete mil
quinientos soles). Décimo Segundo.- De otro lado, en cuanto al recurso de casación interpuesto
por Uldarico Danny Martínez Sierra, se advierte de autos, que el recurrente denuncia la
infracción del artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Civil, así como del artículo
122° inciso 4 del mismo cuerpo de leyes, sobre la base de que la sentencia impugnada en
casación contiene una motivación incongruente, puesto que el demandado se obligó a pagar el
monto obtenido en el proceso sobre indemnización por daños y perjuicios, y no en forma
proporcional al patrocinio ejercido. Además, que se ha resuelto incorporándose un dato fáctico
referido a que no interpuso recurso de casación en el proceso de indemnización por daños y
perjuicios. Al respecto, una vez más se debe señalar que la instancia de mérito ha expuesto los
fundamentos de hecho y de derecho en que sustenta su fallo, aunque con criterios que no son
compartidos por esta Sala Suprema. Es decir formalmente ha cumplido con motivar la sentencia,
no existiendo vicio insubsanable que justifique un reenvío; sino más bien resolver en definitiva el
conflicto judicial. Décimo Tercero.- En cuanto a las denuncias de carácter material, se tiene de
autos que, el recurrente sostiene que la Sentencia de Vista infraccionó el artículo 1362° del
Código Civil. Al respecto sostiene que, en aplicación del principio de libertad contractual, el
contenido de un contrato y la ejecución de sus obligaciones no pueden ser modificadas por un
tercero a menos que sean contrarias a normas imperativas; lo cual habría vulnerado la Sala
Superior, puesto que ha dispuesto que el porcentaje que se le debe pagar no recaiga sobre la
totalidad de lo cobrado, sino sobre una parte, esto es sobre el monto que se ha fijado en la
primera sentencia de vista. Décimo Cuarto.- Según el artículo 1362° del Código Civil los
contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según las reglas de la buena fe y común
intención de las partes. La común intención de las partes a que hace referencia el artículo
precedentemente señalado no puede ser interpretada en forma distinta a la efectiva declaración
de la voluntad expresada por las partes en el contrato respectivo. En el presente caso, se tiene
que Uldarico Martínez Sierra, el veintisiete de abril de dos mil seis, suscribió un contrato de
locación de servicios con Gerson Juro Pinto en virtud del cual, aquél ejercería la defensa de éste
como su abogado. Según la cláusula primera de aquel contrato, el locador se obligaba a iniciar
“una demanda de indemnización por daños y perjuicios a la Policía Nacional del Perú”; y, como
contraprestación, el comitente se obligaba a pagarle el “40% (cuarenta por ciento) del total del
dinero que se cobre por indemnización por daños y perjuicios”. Sin embargo, ya se ha
determinado en esta resolución o sede casatoria, que si bien consta en ese contrato que el
locador se obliga a presentar una demanda de indemnización por daños, no puede a partir de
allí, concluirse que sus servicios quedaban con ello satisfechos, conforme lo señala el recurrente,
puesto que el objeto de aquel no era otro, sino la defensa en juicio respecto de una demanda de
indemnización por daños, cuyos servicios debían ser retribuidos, se entiende con el monto
obtenido como indemnización, es decir cuando el servicio esté prestado; o, aceptado en su
resultado existiendo conformidad del servicio cuando concluye el proceso en todas sus
instancias, no obstante, Uldarico Danny Martínez Sierra, al haber patrocinado como abogado
solo hasta la expedición de la sentencia de la Sexta Sala Civil que fija el monto indemnizatorio
en S/. 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles) ha incumplido sus obligaciones surgidas del
contrato, puesto que la “Locación de Servicios”, tiene como objeto la “prestación de servicios”,
siendo que, conforme lo ha señalado el juez de primera instancia, “no era solo su obligación
presentar una demanda, sino prestar su asesoría legal durante el inicio, tramite y finalización del
proceso encomendado”. En tal sentido, corresponde desestimar el recurso en este extremo. En
suma, se resuelve la causa conforme al mérito de lo actuado y al derecho, cumpliendo con las
garantías del debido proceso y con lo señalado en el artículo III del Título Preliminar del Código
Procesal Civil. Décimo Quinto.- De lo expuesto precedentemente, se aprecia que estamos ante
un caso complejo para resolver jurídicamente; aun cuando la secuencia de hechos sea
relativamente clara: suscripción de un contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de
abril de dos mil seis, entre el Abogado Uldarico Danny Martínez Sierra, en calidad de Locador y
el Señor Gerson Juro Pinto, como Comitente, a efecto de que el Letrado patrocine al segundo
en un proceso civil de indemnización por daños y perjuicios, pactándose como honorarios
profesionales el 40% (cuarenta por ciento) del monto total que se ordene pagar; demandándose
la suma de S/. 4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles). De plano y sin
mayores disquisiciones teóricas o doctrinarias el porcentaje cuota litis resulta exagerado, mucho
más si se considera que los daños y perjuicios habían sido sufridos por el demandante en dicho
proceso primigenio, encontrándose afectado seriamente en su salud. También es conclusión
válida que los servicios profesionales sólo fueron prestados parcialmente, siendo relevante la No
interposición del Recurso de Casación ante la sentencia de vista expedida en el proceso
antecedente de los acumulados que estamos decidiendo. No había justificación razonable para
no redactarlo y presentarlo; pues una mínima conducta diligente del Letrado era acudir a la
institución del Auxilio Judicial, no requiriendo necesariamente para la interposición de este medio
impugnatorio extraordinario la firma de la parte, pues el artículo 290° del Texto Único Ordenado
de la Ley Orgánica del Poder Judicial lo habilitaba. No ha probado tampoco que hubiese
redactado el texto de este recurso. Incumpliendo de esta manera la esencia del deber profesional
establecido en el artículo 1° del Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú, que
señala: “El Abogado debe tener presente que es un servidor de la justicia y un colaborador de su
administración; y que su deber profesional es defender, con estricta observancia de las normas
jurídicas y morales, los derechos de su patrocinado”3. De otro lado, con respecto a los honorarios
que debe fijar un abogado, se deber tener en cuenta el artículo 33° del citado Código de Ética,
que estipula que: “Como norma general en materia de honorarios, el Abogado tendrá presente
que el objeto esencial de la profesión es servir a la justicia y colaborar en su administración. El
provecho o retribución nunca debe constituir el móvil de los actos profesionales”, así como el
artículo 34° del mencionado Código de Ética, el cual establece que: “Sin perjuicio de los que
dispongan los aranceles de la profesión, para la estimación del monto de los honorarios, el
Abogado debe fundamentalmente atender a los siguientes: (…) vi. La capacidad económica del
cliente, teniendo presente que la pobreza obliga a cobrar menos y aún a no cobrar nada. (…)”4.
Del mismo modo, en cuanto al pacto de cuota litis, el artículo 35° del referido Código de Ética
dispone que “El pacto de cuota litis no es reprochable en principio. En cuanto no lo prohíban las
disposiciones legales, es admisible cuando el Abogado lo celebra por escrito antes de prestar
sus servicios profesionales sobre bases justas, siempre que se observen las siguientes reglas:
(…) 2. El Abogado se reservará el derecho a rescindir el pacto y separarse del patrocinio o del
mandato en cualquier momento, dentro de las situaciones previstas por el artículo 30, del mismo
modo que dejará a salvo la correlativa facultad del cliente para retirar el asunto y confiarle a los
otros profesionales en idénticas circunstancias. En ambos casos el Abogado tendrá derecho a
cobrar una cantidad proporcional por sus servicios y con la participación originariamente
convenida, siempre que sobrevengan beneficios económicos a consecuencia de su actividad
profesional. (…)5. Décimo Sexto.- Del mismo modo, no es tema controvertido que el locador
abogado Uldarico Martínez Sierra preparó el texto del escrito de demanda de indemnización por
daños y perjuicios, lo ingresó al juzgado competente, ejercitó el patrocinio en todo el trámite en
primera instancia; redactó y presentó el recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia; elevado el expediente ante la Sala Civil competente donde también desempeñó el
patrocinio de la causa en esta segunda instancia, donde se fijó un monto de S/. 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles), por daños y perjuicios; con lo demás que contiene. Siendo así,
y conforme lo establece nuestra Constitución en su artículo 24°, y el marco normativo laboral
infra constitucional, todo trabajo debe ser remunerado, de tal manera que no hay razón alguna
para dejar sin contraprestación los servicios profesionales del abogado por su desempeño como
tal hasta el estadio procesal ya referido. De ahí que para componer o resolver definitivamente
este conflicto, además de los fundamentos fácticos y legales expuestos anteriormente, este
Tribunal aplica el principio de equidad entendido básicamente como la justicia aplicable al caso
concreto. De igual forma también resulta reprochable la conducta del señor Gerson Juro Pinto,
quien habiendo hecho efectivo el monto total de S/ 4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta
y seis mil soles), no haya cancelado monto alguno a sus contraparte el locador Uldarico Martínez
Sierra, ni demostrado su voluntad de hacerlo. Décimo Sétimo.- De otro lado, el recurrente
Uldarico mediante escrito de fojas ciento cuarenta y siete obrante en este cuaderno de casación,
alega o expresa que su menor hijo se encontraría con una grave enfermedad de “cáncer
(leucemia linfática aguda, tipo t, del alto riesgo)” (sic), requiriendo un tratamiento especializado
adjuntando los siguientes medios probatorios: i. Informe médico de fecha uno de julio de dos mil
catorce, ii. Oficio N° 202-2014-ONDT/MINSA de fecha siete de julio de dos mil catorce, y, iii.
Fotografía de su menor hijo internado en la UCI-INEN; no obstante, conforme a lo establecido en
el artículo 394° del Código Procesal Civil no se puede ofrecer ni actuar medios probatorios en
casación. Décimo Octavo.- Finalmente, este Supremo Tribunal se pronunciará en sede de
instancia amparando un recurso de casación, pronunciándose sobre los extremos del recurso de
apelación interpuesto contra la sentencia de primera instancia a efectos de resolver
definitivamente este conflicto de intereses. 7. DECISIÓN: Por tales consideraciones, de
conformidad con el primer párrafo del artículo 396° del Código Procesal Civil: a)
Declararon FUNDADO el recurso de casación de fecha veintidós de junio de dos mil dieciocho,
interpuesto a fojas mil ciento setenta y cinco, por Gerson Juro Pinto; en
consecuencia, CASARON la sentencia de vista de fecha cuatro de mayo de dos mil dieciocho,
obrante a fojas mil ciento cuarenta y tres. b) Actuando en sede de
instancia: CONFIRMARON la sentencia apelada de fecha siete de junio de dos mil diecisiete,
obrante a fojas novecientos setenta y nueve, que declaró Fundada la demanda de resolución de
contrato y Fundada en parte la demanda de obligación de dar suma de dinero; REVOCARON el
extremo que ordena el pago de cuatro unidades impositivas tributarias, vigentes al momento de
pago, monto que equivale a los honorarios profesionales; y, REFORMÁNDOLA en dicho
extremo, ordenaron que se fije en el 25% (veinticinco por ciento) de S/ 750,000.00 (setecientos
cincuenta mil soles), lo que equivale a S/. 187,500.00 (ciento ochenta y siete mil quinientos
soles), más los intereses legales que se devenguen por este monto. c)
Declararon INFUNDADO el recurso de casación de fecha veintiuno de junio de dos mil dieciocho,
interpuesto a fojas mil ciento sesenta y cuatro, por Uldarico Danny Martínez.
d) MANDARON publicar la presente resolución en el diario oficial “El Peruano”, bajo
responsabilidad; en los seguidos por Uldarico Danny Martínez Sierra con Gerson Juro Pinto,
sobre obligación de dar suma de dinero y resolución de contrato; y los devolvieron. Intervino
como ponente el Señor Juez Supremo Távara Córdova. SS. TÁVARA CÓRDOVA, HURTADO
REYES, SALAZAR LIZÁRRAGA, ARRIOLA ESPINO. Lima, catorce de noviembre de dos mil
diecinueve. EL VOTO EN DISCORDIA DEL SEÑOR JUEZ SUPREMO ORDÓÑEZ
ALCÁNTARA, ES COMO SIGUE: I. MATERIA DEL RECURSO Se trata de los recursos de
casación interpuestos por Uldarico Danny Martínez Sierra y por Gerson Juro Pinto, obrantes
a fojas mil ciento sesenta y cuatro y mil ciento setenta y cinco, respectivamente, contra la
sentencia de vista, de fecha cuatro de mayo de dos mil dieciocho, obrante a fojas mil ciento
cuarenta y tres, expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte Superior de Justicia del Callao,
que revocó la sentencia apelada, de fecha siete de junio de dos mil diecisiete, obrante a fojas
novecientos setenta y nueve, que declaró fundada la demanda de resolución de contrato y
fundada en parte la demanda de obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, ordenó que
Gerson Juro Pinto cumpla con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra, la suma
equivalente a cuatro unidades impositivas tributarias vigentes al momento de pago, monto que
equivale a los honorarios profesionales debitados en el proceso de indemnización;
y, reformándola declararon infundada la demanda de resolución de contrato y fundada en parte
la demanda de obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, ordenó que Gerson Juro
Pinto cumpla con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra la suma equivalente al 40%
(cuarenta por ciento) de S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), lo que equivale a S/
300,000.00 (trescientos mil soles), más el 40% (cuarenta por ciento) más sus intereses legales
que se fijen en dicho proceso de indemnización por daños y perjuicios (Expediente Nº 17479-
2006), que corresponden por concepto de honorarios profesionales, pactados en el contrato de
locación de servicios e improcedente los intereses legales del 40% (cuarenta por ciento); en los
seguidos por Uldarico Danny Martínez Sierra, contra Gerson Juro Pinto, sobre obligación de dar
suma de dinero y resolución de contrato. II. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HAN
DECLARADO PROCEDENTES LOS RECURSOS 2.1. Esta Suprema Sala mediante resolución
de fecha quince de marzo de dos mil diecinueve, obrante a fojas ciento treinta y seis, del
cuaderno de casación, ha declarado procedente el recurso interpuesto por Gerson Juro Pinto
(demandante en el proceso de resolución de contrato), por las siguientes infracciones
normativas: i) Infracción normativa del artículo 139, inciso 5, de la Constitución
Política. Indica que la sentencia de vista adolece de motivación aparente pues no da cuenta de
las razones mínimas que sustentan su decisión, pues para resolver la controversia era
fundamental analizar e interpretar el contrato de locación de servicios suscrito entre las partes.
Asimismo, indica que se debía analizar el objeto y fin del contrato; sin embargo, no se ha
analizado ni las prestaciones a las que se habían obligado las partes. ii) Infracción normativa
de los artículos 1764 y 1361 del Código Civil. Alega que dichos artículos han sido citados,
pero no han sido analizados ni vinculados a la controversia, y, por tanto, se sigue violando su
contenido. Así pues, nos encontramos ante un contrato que estipulaba que el señor Martínez
debía prestar sus servicios profesionales como abogado para un trabajo determinado, esto es,
hasta que concluya con sentencia que adquiera calidad de cosa juzgada. Siendo ello así, resulta
evidente que ha incumplido el contrato celebrado y no tiene derecho al pago del cuarenta por
ciento pactado en dicho contrato. iii) Infracción normativa del artículo 1428 del Código
Civil. Manifiesta que la sentencia de vista ha reconocido el incumplimiento por parte de Uldarico
Martínez, pero sin sustento alguno determina que no corresponde la resolución del contrato de
locación de servicios, existiendo contradicción y falta de razonamiento interno en la motivación,
pues no se explica cómo es que, habiendo un incumplimiento injustificado del contrato,
corresponda se le pague la suma de trescientos mil soles (S/ 300,000.00). 2.2. Asimismo,
mediante resolución de fecha quince de marzo de dos mil diecinueve (fojas ciento cuarenta, del
cuaderno de casación), se declaró procedente el recurso de casación interpuesto por Uldarico
Danny Martínez Sierra (demandante en el proceso de obligación de dar suma de
dinero), por las siguientes infracciones normativas: i) Infracción normativa de los artículos VII
del Título Preliminar y 122°, inciso 4, del Código Procesal Civil. Señala que Gerson Juro se
obligó a pagarle el cuarenta por ciento del monto obtenido en el proceso, y no en forma
proporcional al patrocinio. Asimismo, precisa que se ha pretendido sustentar su incumplimiento
en una supuesta resolución del contrato de locación de servicios, sin embargo, dicha pretensión
fue desestimada, por tanto, el contrato mantiene su vigencia y surte todos sus efectos. Del mismo
modo, indica que se ha afectado el principio de congruencia, pues se ha fundado la decisión en
hechos distintos de los que fueron alegados por las partes, incorporando como dato fáctico que
como no interpuso recurso de casación en el proceso de indemnización por daños y perjuicios,
solo correspondía su pago hasta la expedición de la sentencia de vista en dicho proceso, esto
es, hasta que ejerció su patrocinio. ii) Infracción normativa del artículo 1362 del Código
Civil. Sostiene que, en aplicación del principio de libertad contractual, el contenido de un contrato
y la ejecución de sus obligaciones no puede ser modificado por un tercero a menos que sean
contrarias a normas imperativas; lo cual ha vulnerado la Sala Superior. III.
ANTECEDENTES 3.1. Proceso de obligación de dar suma de dinero Uldarico Danny
Martínez Sierra (abogado), ha interpuesto la presente demanda de obligación de dar suma de
dinero, mediante escrito de fecha veintiséis de noviembre de dos mil trece, obrante a fojas
doscientos uno, solicitando que el demandado, Gerson Juro Pinto, le pague la suma de S/
1’662,400.00 (un millón seiscientos sesenta y dos mil cuatrocientos soles) por concepto de
honorarios profesionales, que resulta de aplicar el 40% (cuarenta por ciento) a los S/
4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles), obtenidos como indemnización
por daños y perjuicios en el Expediente Nº 17479-2006, más los respectivos intereses legales.
Asimismo, solicita el 40% (cuarenta por ciento) del total de dinero que perciba el demandado por
concepto de intereses legales que se liquiden oportunamente en el mencionado proceso judicial.
Como fundamentos de su demanda sostiene que: (i) El veintisiete de abril de dos mil seis,
suscribió un contrato de locación de servicios con Gerson Juro Pinto a fin que se le brinde
asesoría jurídica para iniciar una demanda de indemnización por daños y perjuicios contra la
Policía Nacional del Perú (PNP); por tal motivo, refiere que pactaron en dicho contrato como sus
honorarios profesionales el 40% (cuarenta por ciento) del total de dinero de la indemnización y
de sus intereses legales que se obtuviera a favor de Gerson Juro Pinto en el citado proceso. (ii)
Asimismo, alega que debido a ello es que planteó la demanda de indemnización, solicitando S/
4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles), más intereses legales; añade,
que patrocinó al demandado en dicho proceso con toda probidad, diligencia y en forma exitosa;
por tal motivo, la demanda fue declarada fundada en todos sus extremos, encontrándose en
ejecución. (iii) De otro lado, indica que pese a obtener resultado favorable, el demandado actuó
de mala fe, sin comunicación previa, cambiando de abogado, ante lo cual procedió a requerir el
pago de los honorarios, sin obtener respuesta alguna. 3.2. Contestación de demanda Mediante
escrito de fecha veinticuatro de febrero de dos mil catorce (fojas doscientos ochenta y dos), el
demandado, Gerson Juro Pinto, contesta la demanda sosteniendo básicamente que: a. En efecto
el veintisiete de abril de dos mil seis, las partes suscribieron un contrato de locación de servicios,
por lo que, ante la necesidad de contar con un abogado aceptó la cuota del 40% (cuarenta por
ciento) del monto obtenido, ya que el demandante le indicó que, si no presentaba la demanda,
luego no podría hacerlo por el plazo de prescripción. b. Asimismo, alega que posteriormente
tomó conocimiento que el Código de Ética Profesional del Abogado limita el porcentaje planteado
como cuota. c. De otro lado, precisa que, en el proceso iniciado por el demandante, se logró el
monto de S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles) en segunda instancia; sin embargo,
refiere que el abogado ahora demandante no quiso interponer recurso de casación, y es ante
esto que consultó con otros abogados que le recomendaron interponer el mencionado recurso,
es por ello que designó nuevos abogados, obteniendo de esta manera el pago de S/ 4’156,000.00
(cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles). d. Del mismo modo, indica que le comunicó al
demandante la decisión de cambiar de abogado, por lo que, señala que después de la primera
sentencia de vista el actor no presentó escrito alguno. 3.3. Puntos controvertidos Mediante
resolución de fecha diecinueve de setiembre de dos mil catorce, obrante a fojas trescientos
sesenta y siete, se procedió a fijar el siguiente punto controvertido: “Determinar si el demandado
está obligado a pagar la suma de S/ 4’156,000.00 (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil
soles) por concepto de honorarios profesionales a favor del demandante” (sic).
3.4. Acumulación de procesos Mediante escrito de fecha once de diciembre de dos mil catorce,
obrante a fojas cuatrocientos treinta y ocho, el demandado, Gerson Juro Pinto, solicita la
acumulación del presente proceso con el de resolución de contrato iniciado ante el Trigésimo
Sétimo Juzgado Civil de Lima, Expediente Nº 38045-2014; por tal motivo, mediante resolución
número doce, de fecha catorce de agosto de dos mil quince, el A quo declaró fundada la
solicitud de acumulación de procesos; en consecuencia, se ofició al Trigésimo Sétimo
Juzgado Civil de Lima para que cumpla con remitir el Expediente Nº 38045-2014. Debido a ello,
mediante Oficio Nº 38045-2014-0-37° JCL-PJ, el juez del Trigésimo Sétimo Juzgado Civil
de Lima, remitió el Expediente Nº 38045-2014, sobre resolución de contrato. 3.5. Proceso
de resolución de contrato - Expediente Nº 38045-2014 Gerson Juro Pinto, ha interpuesto la
presente demanda de resolución de contrato, mediante escrito de fecha seis de noviembre de
dos mil catorce, obrante a fojas seiscientos veintisiete, solicitando que se declare resuelto el
contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis, celebrado entre su
persona con Uldarico Martínez Sierra, debido al incumplimiento de las obligaciones por parte del
demandado. Como fundamentos de su demanda señala que: i. El veintisiete de abril de dos mil
seis, suscribió un contrato de locación de servicios con el demandado, Uldarico Martínez Sierra,
con el fin que el demandado le brinde asesoría jurídica para iniciar una demanda de
indemnización por daños y perjuicios contra la Policía Nacional del Perú-PNP; por tal motivo,
refiere que ante la necesidad de contar con un abogado a fin de satisfacer sus necesidades a
razón del accidente sufrido, aceptó que los honorarios profesionales del abogado sean del 40%
(cuarenta por ciento) del monto obtenido en dicho proceso. ii. Asimismo, alega que, en el proceso
iniciado de indemnización, solicitó como pretensión la suma de S/ 4’156,000.00 (cuatro millones
ciento cincuenta y seis mil soles), obteniendo en segunda instancia el monto de S/ 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles); sin embargo, precisa que el abogado hoy demandado no quiso
interponer recurso de casación, y es ante esto que consultó con otros abogados que le
recomendaron interponer el mencionado recurso, es por ello que designó nuevos abogados,
obteniendo de esta manera el pago de la pretensión. iii. De otro lado, señala que el demandado
no cumplió de manera diligente con sus obligaciones, no participando en la casación, ni ante la
Sala Superior ante el reenvío. 3.6. Contestación de demanda Mediante escrito de fecha nueve
de febrero de dos mil quince, obrante a fojas setecientos cuarenta y nueve, el demandado,
Uldarico Danny Martínez Sierra, contesta la demanda indicando fundamentalmente que: a. El
demandante aceptó el porcentaje por honorarios; y, es falso que no haya querido interponer
recurso de casación, sino que más bien el demandante no le dio el dinero para el pago del
arancel, pese a haber terminado el escrito de casación y llamarlo para que lo firme; añade, que
el actor le cortó la comunicación, pero faltando un día para el vencimiento del plazo se le
comunicó que otro abogado había presentado el recurso. b. De otro lado, manifiesta que es falso
que haya incumplido su obligación, sino que el demandante de manera unilateral lo subrogó, sin
justificación alguna. c. Del mismo modo, señala que se trata de un contrato de prestaciones
recíprocas, por lo que, refiere que la parte que solicita la resolución debe acreditar haber
cumplido con la prestación a su cargo. d. Asimismo, alega que se obligó con el demandado a
iniciar una demanda de indemnización, la cual cumplió; sin embargo, precisa que el demandante
no ha cumplido con el pago pactado; además, sostiene que no procede la resolución del contrato
pues este tenía una vigencia de seis años, y dicha vigencia ya concluyó; agrega, que el actor
pretende evadir su responsabilidad y no reconocer el trabajo profesional realizado. 3.7. Puntos
controvertidos Mediante resolución de fecha veinticinco de agosto de dos mil quince, obrante a
fojas setecientos ochenta, se procedió a fijar los siguientes puntos controvertidos: 1) Determinar
si el contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril del dos mil seis, celebrado
entre las partes a la fecha de la interposición de la demanda se encontraba vigente o había
caducado. 2) Determinar si Uldarico Martínez Sierra, ha incumplido con las obligaciones a su
cargo contenidas en el contrato de locación de servicios, de fecha veintisiete de abril de dos mil
seis. 3) Determinar si el contrato antes citado debe ser resuelto por el incumplimiento en las
obligaciones a cargo del demandado. 3.8. Sentencia de primera instancia Tramitada la causa
conforme al proceso de conocimiento, el juez del Tercer Juzgado Civil de la Corte Superior de
Justicia del Callao, mediante sentencia de fecha siete de junio de dos mil diecisiete (fojas
novecientos setenta y nueve), declaró fundada la demanda de resolución de contrato; en
consecuencia, resuelto el contrato de locación de servicios, de fecha veintisiete de abril de dos
mil seis; ordenándose, la devolución de las prestaciones pactadas; y, fundada en parte la
demanda de obligación de dar suma de dinero; ordenándose, que Gerson Juro Pinto cumpla
con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra, la suma equivalente a cuatro unidades
impositivas tributarias (UIT) vigentes al momento de pago, monto que equivale a los honorarios
profesionales debitados en el proceso de indemnización signado con el Nº 17479-2006, monto
que incluye todo concepto. Sustentó su decisión en lo siguiente: (i) En cuanto a determinar si el
contrato de locación de servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis, se encontraba
vigente o caducado; al respecto, se debe señalar que de acuerdo al artículo 1768 del Código
Civil, el plazo máximo para este tipo de contratos es de seis años si se trata de servicios
profesionales, si se pacta un plazo mayor, el límite máximo indicado solo puede ser invocado por
el locador. (ii) Las partes no acordaron plazo límite para la prestación del servicio, pues la
retribución debía efectuarse una vez cobrado el monto a demandar, por ello era necesario un
término favorable del proceso. (iii) El abogado Uldarico Martínez ha iniciado un proceso de
obligación de dar suma de dinero derivado del contrato de locación de servicios, por tanto, al
alegar la caducidad resulta contradictorio. (iv) La duración del contrato no fue opuesta por el
locador, por tanto, el contrato se encuentra vigente y no ha caducado; que, si bien el abogado se
obligó a iniciar una demanda de indemnización por daños y perjuicios, y con ello alega que ya
habría cumplido la obligación a su cargo, no se condice con la finalidad del contrato, pues su
obligación era prestar su asesoría legal durante el inicio, tramite y finalización del proceso.
Asimismo, al pactarse que el pago se realizaría al finalizar el contrato, se infiere que el servicio
concluía conjuntamente con el proceso judicial. (v) Uldarico Martínez ha reconocido que se le
comunicó que no presente escrito alguno ante la Corte Suprema, de modo que su patrocinio
culminó. (vi) En cuanto a determinar si el contrato citado debe ser resuelto por el incumplimiento
de las obligaciones a cargo del demandado: En el presente caso, se evidencia que de manera
efectiva el demandado dejó de ejercer la prestación del servicio que le fue encomendado
(asesoramiento legal), por tanto, no continuó con la ejecución de la prestación a su cargo,
incurriendo en causal de resolución contractual por incumplimiento de la prestación. No podía
imputarse al demandante el incumplimiento de pago, pues aun no finalizaba el contrato, y solo
resuelto el proceso se encontraba obligado a pagar. (vii) Conforme se aprecia de autos, la
defensa judicial del demandado concluyó antes de obtener sentencia definitiva en el proceso
judicial, por tanto, la retribución de sus servicios debe ser proporcional a dicho estado. (viii)
Considerando que el monto final obtenido no puede tomarse en cuenta a efectos de definir los
honorarios profesionales, debiendo considerarse la actividad procesal realizada y la complejidad,
por tanto, corresponde establecer un monto de retribución ascendente a cuatro unidades
impositivas tributarias (UIT). (ix) Con respecto al proceso de obligación de dar suma de dinero,
habiéndose determinado la resolución del contrato de locación de servicios que sustenta la
obligación de dar suma de dinero demandada, disponiéndose la restitución de las prestaciones
al estado en que la prestación del servicio finalizó, determinándose como pago de la retribución
del servicio pactado en cuatro unidades impositivas tributarias (UIT), corresponde estimar la
demanda de obligación de dar suma de dinero en el monto señalado. 3.9. Recurso de
apelación Mediante escrito de fecha catorce de julio de dos mil diecisiete (fojas mil dieciocho),
Uldarico Danny Martínez Sierra, interpone recurso de apelación contra la sentencia de primera
instancia, alegando que: a) La sentencia recurrida es arbitraria, ya que ha sido expedida sin el
mínimo respeto de las garantías fundamentales consagradas en la Constitución Política el
Estado, vulnera su derecho fundamental a probar; además, refiere que lesiona gravemente su
derecho a la debida valoración de pruebas y consecuentemente el debido proceso; toda vez, que
el a quo, no ha valorado las pruebas ofrecidas por su parte dentro del proceso como por ejemplo
la declaración de parte del demandado que obra a fojas ochocientos cuarenta y tres y
ochocientos cuarenta y cuatro, prueba que incide directamente en resolver las controversias
existentes y discutidas en el presente proceso. b) Asimismo, precisa que el juez, ha declarado
fundada la demanda de resolución del contrato de locación de servicios sin valorar en absoluto
las pruebas antes referidas y actuadas durante el proceso, infringiendo de esa forma el artículo
197 del Código Procesal Civil; añade, que su persona nunca se negó a presentar el recurso de
casación, sino que el demandado Gerson Juro Pinto, sin una comunicación previa y en forma
unilateral le subrogó y presentó el recurso de casación con otro abogado. No hubo
incumplimiento de contrato por su parte, por lo que, indica que no procede la resolución de
contrato materia de demanda. c) Del mismo modo, sostiene que la sentencia materia de
apelación es incongruente, toda vez que el juez ha declarado fundada la demanda de resolución
de contrato, asimismo ha declarado fundada en parte la obligación de dar suma de dinero,
ordenando al demandado pagar al demandante la suma equivalente a cuatro unidades
impositivas tributarias (UIT) vigentes al momento del pago, excediéndose en sus facultades y
con argumentos no expresados por ninguna de las partes. d) De igual forma, señala que Gerson
Juro Pinto, luego de que su persona le enviara el treinta y uno de agosto de dos mil ocho, vía
email la demanda presentada el nueve de mayo de dos mil seis, le cortó la comunicación y recién
el día tres de setiembre de dos mil ocho, luego de presentar el recurso de casación con otro
abogado, se comunica con él, haciéndole conocer que ya había presentado dicho recurso e
incluso se lo envía vía email, conforme lo acredita con el medio probatorio que ha adjuntado en
autos. e) De otro lado, manifiesta que en el supuesto negado que exista incumplimiento de
contrato, el mismo se retrotrae a la fecha de incumplimiento, en el presente caso, de acuerdo al
argumento del juez, el incumplimiento se habría producido el tres de setiembre de dos mil ocho;
en ese sentido todo lo obtenido a esa fecha tiene que ser pagado por Gerson Juro Pinto y de
acuerdo al porcentaje pactado en el contrato, y no lo fijado por el A quo en cuatro unidades
impositivas tributarias. f) Asimismo, alega que la sentencia recurrida no ha sido debidamente
motivada en razón que no precisa de las razones mínimas que sustentan su decisión,
amparándose solamente en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico, las alegaciones de las
partes no han sido confrontadas o analizadas fáctica ni jurídicamente, ésta situación le genera
indefensión, agravándose que el mismo también presenta incongruencia procesal; añade, que
se ha vulnerado el derecho fundamental a la motivación de las resoluciones; toda vez que en la
sentencia materia de apelación no existe un pronunciamiento claro y concreto sobre las razones
de hecho y derecho por el cual no procede el pago de los honorarios profesionales pactados en
el contrato de locación de servicio y por qué sí el pago de las cuatro unidades impositivas
tributarias (UIT), existiendo un contrato válido de por medio; por tal motivo, señala que
contraviene los artículos 2, inciso 14, y 62 de la Constitución Política del Perú, artículo 1354 del
Código Civil y el artículo 289, inciso 2, de la Ley Orgánica del Poder Judicial, referidos al derecho
constitucional a la libertad de contratación. g) Por otro lado, precisa que, respecto a la
oportunidad para solicitar la resolución de contrato por incumplimiento, la presente demanda de
resolución de contrato no cumple con los requisitos mínimos para su procedencia por lo cual
solicita que el superior jerárquico debe declarar nula la sentencia materia de apelación y/o en su
defecto declarar infundada la demanda de resolución de contrato y reformándola declarar
fundada la demanda de pago de honorarios profesionales en todos sus extremos. h) Finalmente,
sostiene que, con respecto al pago de honorarios profesionales en el supuesto negado de
incumplimiento de contrato de locación de servicios, el señor Gerson Juro Pinto tiene la
obligación contractual y legal de pagarle todo el trabajo realizado hasta el día tres de setiembre
de dos mil ocho, fecha en la que fue presentado el recurso de casación por otro abogado.
3.10. Sentencia de vista Elevados los autos a la Sala Superior, en virtud del recurso de
apelación interpuesto por Uldarico Danny Martínez Sierra, la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia del Callao, mediante sentencia de vista, de fecha cuatro de mayo de dos mil
dieciocho, revocó la sentencia apelada que declaró fundada la demanda de resolución de
contrato y, fundada en parte la demanda de obligación de dar suma de dinero; y, reformándola
declararon infundada la demanda de resolución de contrato; y, fundada en parte la demanda de
obligación de dar suma de dinero; en consecuencia, se ordenó que Gerson Juro Pinto cumpla
con pagar a favor de Uldarico Danny Martínez Sierra la suma equivalente a 40% (cuarenta por
ciento) de S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), lo que equivale a S/ 300,000.00
(trescientos mil soles), más el 40% (cuarenta por ciento) de sus intereses legales que se fijen en
dicho proceso de indemnización por daños y perjuicios (Expediente Nº 17479-2006), que
corresponden por concepto de honorarios profesionales, pactados en el contrato de locación de
servicios de fecha veintisiete de abril de dos mil seis; e improcedente los intereses del 40%
(cuarenta por ciento) de los intereses legales; más costas y costos del presente proceso. Siendo
sus argumentos los siguientes: - Con respecto a la resolución de contrato, del contrato se advierte
que en él se acordó que don Uldarico Martínez Sierra debía iniciar una demanda indemnización
por daños y perjuicios a la Policía Nacional del Perú y que por su parte Gerson Juro Pinto debía
pagar el 40% (cuarenta por ciento) del total de dinero que se cobre por la indemnización por
daños y perjuicios, incluido los intereses legales, costos y costas del proceso, así como que debía
entregar (en la etapa administrativa) la suma de S/ 100.00 (cien soles) y pagar las tasas
judiciales. - Pues bien, por parte de Uldarico Martínez Sierra vemos que cumplió con iniciar una
demanda de indemnización por daños y perjuicios contra la Policía Nacional del Perú, la misma
que fue presentada el nueve de mayo de dos mil seis y recayó ante el Vigésimo Segundo
Juzgado Especializado Civil de Lima (Expediente Nº 2006-17479-0-0100-J-CI-22°) la cual fue
admitida mediante resolución número uno en dicho Juzgado (fojas veinte) y en donde por cierto
se aprecia de los actuados que Uldarico Martínez Sierra participó durante el desarrollo del propio
proceso absolviendo los traslados y demás actuaciones, expediente que fue sentenciado con
fecha diecinueve de marzo de dos mil siete, mediante resolución número ocho que declaró:
fundada en parte la demanda ordenando que la Policía Nacional del Perú abonara la suma de S/
500,000.00 (quinientos mil soles) más intereses desde la fecha en la que se produjo el hecho
generador. Dicha demanda fue apelada por Uldarico Martínez Sierra, quien además ante la Sexta
Sala Civil de Lima presentó sus escritos absolviendo traslados y otros, Colegiado que emitió la
sentencia de vista, de fecha diecisiete de julio de dos mil ocho, confirmando la sentencia de
primera instancia y revocando en cuanto al monto el cual, reformándolo, se fijó en S/ 750,000.00
(setecientos cincuenta mil soles). - En cuanto al recurso de casación contra la sentencia de vista
emitida por la Sexta Sala Civil de Lima, se aprecia que dicho recurso fue interpuesto con fecha
tres de setiembre de dos mil ocho por Gerson Juro Pinto y suscrito por el abogado Santiago
Carrillo Tejada. - Gerson Juro Pinto ha reconocido que buscó otras alternativas y tomó la decisión
de cambiar de abogado, y si bien señala que Uldarico Martínez no quiso presentar el recurso de
casación, también es cierto que esta afirmación no ha sido probada, ya que, del correo
electrónico, de fojas quinientos setenta, no se aprecia la comunicación de que ya no sería
abogado, ni que éste se negara a la presentación del recurso. - Está acreditado que el abogado
presentó la demanda y continuó con su trámite, además que Gerson Juro Pinto tomó la decisión
unilateral de cambiar de abogado y no entregar el pago del arancel judicial por concepto de
recurso de casación, pues en ningún momento se ha acreditado la negativa de Uldarico Martínez
Sierra a interponer dicho recurso, por lo que la demanda de resolución del contrato deviene
infundada. - Con respecto al pago de honorarios, como se puede apreciar de los considerandos
precedentes, este Colegiado ha determinado que la demanda de resolución de contrato deviene
infundada, por lo que el contrato de locación de servicios suscrito con fecha veintisiete de abril
de dos mil seis, mantiene sus efectos para las partes que lo celebraron, en virtud del principio
contractual pacta sunt servanda, recogido en el artículo 1361 del Código Civil. - No obstante, lo
anteriormente expuesto, resulta evidente que Uldarico Martínez Sierra prestó sus servicios sólo
hasta la etapa en la cual la Sexta Sala Civil de Lima confirmó la sentencia de indemnización por
daños y perjuicios y revocó su monto en S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles), pues
como ha quedado establecido, el señor Uldarico Martínez Sierra no interpuso el recurso de
casación. - En consecuencia, no corresponde que el 40% (cuarenta por ciento) de los honorarios
pactados en el contrato de locación de servicios deba determinarse en función al monto estimado
en el recurso de casación (cuatro millones ciento cincuenta y seis mil soles) sino más bien en
función al monto que fuera revocado por la Sexta Sala Civil de Lima en el proceso de
indemnización por daños y perjuicios (Expediente 17479-2006) y que reformándolo lo fijó en S/
750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles); siendo así, el monto que le corresponde a Uldarico
Martínez Sierra por honorarios profesionales pactados, en el contrato de locación de servicios,
es el 40% (cuarenta por ciento) de la suma de S/ 750,000.00 (setecientos cincuenta mil soles),
lo que equivale a S/ 300,000.00 (trescientos mil soles). De igual manera, le corresponde al
demandante el 40% (cuarenta por ciento) de sus intereses legales que se fijen en dicho proceso.
- En cuanto al extremo del pacto consistente en que Gerson Juro Pinto debería pagar el 40%
(cuarenta por ciento) de los costos y costas que se fijen en el proceso de indemnización, se
precisa que en el indicado proceso, la resolución Nº 03-II, de fecha veinte de octubre de dos mil
nueve, que emitió la Sexta Sala Civil de Lima, otorgó a su favor una indemnización sin costas ni
costos (ver específicamente fojas ciento treinta y nueve); resolución que fue materia de recurso
de casación por el procurador del Ministerio del Interior a cargo de los asuntos judiciales de la
Policía Nacional del Perú, el que fue declarado improcedente por la Sala Civil Permanente de la
Corte Suprema. Por ende, existiendo cosa juzgada en el proceso de indemnización en el sentido
que allí no existe obligación de pago de costas y costos, no corresponde aplicar el porcentaje
que por este concepto se pactó en el contrato de locación de servicios suscrito por las partes. En
lo referente a los intereses del 40% (cuarenta por ciento) de los intereses legales que se liquiden
en ejecución de sentencia, deviene en improcedente dicha pretensión, por cuanto lo que se
pretende es el interés del interés, lo que supone su capitalización y contraviene el artículo 1249
del Código Civil. IV. RECURSOS DE CASACIÓN Este Supremo Tribunal conforme a los
términos de los autos calificatorios de fecha quince de marzo de dos mil diecinueve, obrantes a
fojas ciento treinta y seis y ciento cuarenta del cuadernillo de casación, ha
declarado procedentes los recursos de casación interpuestos por: i) Gerson Juro Pinto, por
infracción normativa del artículo 139°, inciso 5, de la Constitución Política del Estado y de los
artículos 1361°, 1428° y 1764° del Código Civil; y, ii) Uldarico Danny Martínez Sierra, por
infracción normativa de los artículos VII del Título Preliminar y 122°, inciso 4, del Código Procesal
Civil y del artículo 1362° del Código Civil. V. FUNDAMENTOS Primero.- Respecto al recurso de
casación planteado por Gerson Juro Pinto, en cuanto a la infracción del inciso 5, del artículo
139 de nuestra Constitución Política, que comprende el derecho a la debida motivación de las
resoluciones judiciales, el suscrito coincide con la ponencia en cuanto a que en el caso que nos
ocupa, la Sala Civil ha cumplido con exponer los fundamentos de hecho y derecho en que
sustenta su decisión, aunque con criterios que no son compartidos por este Supremo Tribunal.
Es decir, formalmente la Sala Ad quem ha cumplido con motivar su decisión, no existiendo vicio
insubsanable que justifique un reenvío; sino más bien resolver en definitiva el conflicto
judicial. Segundo.- En cuanto a las denuncias de carácter material, se tiene de autos que, el
recurrente, Gerson Juro Pinto, sostiene que la sentencia de vista infraccionó los artículos 1764°,
1361° y 1428° del Código Civil. Al respecto, según es de verse a fojas 503 (T. II) de los presentes
actuados, con fecha 27 de abril de 2006, las partes celebraron un contrato de locación de
servicios en el cual el locador se obligaba a “iniciar una demanda de indemnización por daños y
perjuicios a la Policía Nacional del Perú” en atención a los daños causados por el incidente
acaecido con fecha 14 de mayo de 1996, en tanto el locatario se obligaba a pagar una retribución
económica ascendente al 40% del del total de dinero que se cobre por la indemnización por
daños y perjuicios incluidos los intereses legales, costos y costas del proceso. Tercero.- Que, el
artículo 1764 del Código Civil regula que: “Por la locación de servicios el locador se obliga, sin
estar subordinado al comitente, a prestarle sus servicios por cierto tiempo o para un trabajo
determinado, a cambio de una retribución”. Asimismo, el artículo 1765 del mismo cuerpo de
leyes, señala que: “Pueden ser materia del contrato toda clase de servicios materiales e
intelectuales”. Por su parte, el artículo 1768, señala que: “El plazo máximo de este contrato es
de seis años si se trata de servicios profesionales y de tres años en otra clase de servicios. Si se
pacta un plazo mayor, el límite máximo indicado solo puede invocarse por el locador”; y, el
artículo 1759 de dicho Código establece que: “Cuando el servicio sea remunerado, la retribución
se pagará después de prestado el servicio o aceptado su resultado, salvo cuando por convenio,
por la naturaleza del contrato, o por la costumbre, deba pagarse por adelantado o
periódicamente.” Estas normas debe interpretarse en conjunto con aquella prevista en el artículo
1362 del Código en mención, que establece que: “Los contratos deben negociarse, celebrase y
ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intención de las partes.” Cuarto.- Bajo esas
premisas normativas, y del análisis del contrato de locación de servicios submateria, podemos
concluir que la obligación del locador no se limitaba a la presentación de la demanda de
indemnización de daños y perjuicios, sino a continuar con el seguimiento del proceso hasta su
conclusión con la ejecución de la sentencia en cuanto esta haya sido favorable para lo cual debía
desplegar todos sus esfuerzo a fin de lograr la mayor indemnización a los efectos de satisfacer
la pretensión de su cliente, aun cuando eso implicase recurrir a la máxima instancia judicial vía
recurso de casación. Solo de ese modo se podría señalar que habría cumplido a cabalidad con
la prestación de sus servicios. Abona a dicha conclusión el hecho de que la contraprestación
está calculada como cuota litis (el 40% del total que se cobre por la indemnización, intereses
legales costas y costos) porcentaje que de por sí resulta ser exorbitante (leonino) teniendo en
cuenta la condición del comitente, quien, a la fecha de la celebración del contrato de locación,
se encontraba en una situación de necesidad (cuadriplejia) a causa del daño ocasionado y
por lo cual tuvo que demandar a la Policía Nacional del Perú. A efectos de valorar la conducta
del locador, debe tenerse en cuenta también que, conforme al artículo II del Título Preliminar del
Código Civil, la Ley no ampara el abuso de derecho y aún más también lo previsto en el artículo
34 del Código de Ética de los Colegios de Abogados del Perú, que señala que: “Sin perjuicio de
lo que dispongan los aranceles de la profesión, para la estimación del monto de los honorarios,
el Abogado debe fundamentalmente atender a los siguientes: […] vi. La capacidad económica
del cliente, teniendo presente que la pobreza obliga a cobrar menos y aún a no cobrar nada.
[…]”. Quinto.- No obstante, escrito presentado con fecha 03 de setiembre de 2008 que corre a
fojas 540, se advierte que el recurrente, Uldarico Danny Martínez Sierra, no fue quien presentó
el recurso de casación sino el abogado Santiago Carrillo Tejada, por cuanto ante la negativa del
citado recurrente a interponer el recurso, el demandante, Gerson Juro Pinto, se vio en la
necesidad de contratar otros abogados a fin de recurrir ante la máxima instancia judicial y así
obtener el monto el monto indemnizatorio demandado ascendente a S/ 4’156,000.00 soles, lo
que en efecto ocurrió mediante sentencia Casatoria Nº 5035-2008 que corre a fojas 124 de autos,
en virtud de la cual la Sexta Sala Civil de Lima, mediante sentencia de fecha 20 de octubre de
2009 a fojas 130, dispuso el pago del total pretendido por el demandante, Gerson Juro Pinto.
Ahora bien, el demandante, señala que le comunicó al recurrente, Uldarico Danny Martínez
Sierra, respecto a su decisión de cambiar de abogado y que este último asintió ello, lo cual se
acredita con el correo electrónico de fojas 744 en donde se le adjunta el recurso de casación
presentado y con la declaración asimilada que consta en el punto viii de su escrito de
contestación de demanda que corre a fojas 749, en donde señala que aceptó la decisión del
demandante. Sexto.- Ahora bien, el recurrente, Uldarico Danny Martínez Sierra, señala que el
demandante, Gerson Juro Pinto, fue quien no cumplió con pagar la tasa del arancel judicial del
recurso de casación o, en todo caso, con los requisitos para solicitar auxilio judicial, no obstante
ello no resulta creíble porque hasta la segunda instancia el abogado había obtenido una decisión
hasta cierto extremo favorable al demandante, entonces lo lógico es que el demandante quisiera
continuar con el mismo abogado defensor, a menos que este último se haya negado a continuar
con el proceso, como se concluye que ocurrió; deducción que tiene sentido por cuanto como
hemos señalado el abogado, Uldarico Danny Martínez, no se opuso a que otro abogado asuma
el caso. Más aun si de ser el caso que el demandante no contaba el dinero para el pago de la
tasa por recurso de casación, el abogado diligentemente pudo presentar a nombre de aquel
la solicitud de auxilio judicial, como lo efectuaron los nuevos abogados del demandante, pero
no lo hizo, tal como es de verse de la resolución de concesión del recurso de casación que corre
a fojas 572. Siendo ello así, se concluye también que el abogado, Uldarico Danny Martínez, no
cumplió a cabalidad con su prestación por lo que incurrió en causal de resolución de contrato,
estando facultado a solicitarlo el comitente, Gerson Juro Pinto, a tenor de lo previsto en el artículo
1428 del Código Civil que prevé que: “En los contratos con prestaciones recíprocas, cuando
alguna de las partes falta al cumplimiento de su prestación, la otra parte puede solicitar el
cumplimiento o la resolución del contrato y, en uno u otro caso, la indemnización de daños y
perjuicios […]”. Séptimo.- Sin perjuicio de la resolución declarada, corresponde que las partes
se restituyan las prestaciones al momento de producirse la causal de resolución, en atención de
lo previsto en el artículo 1372 del Código Civil: “[…] La resolución se invoca judicial o
extrajudicialmente. En ambos casos, los efectos de la sentencia se retrotraen al momento en que
se produce la causal que la motiva. Por razón de la resolución, las partes deben restituirse las
prestaciones en el estado en que se encontraran al momento indicado en el párrafo
anterior, y si ello no fuera posible deben rembolsarse en dinero el valor que tenían en dicho
momento. […]”. En este extremo, el suscrito coincide con el criterio utilizado por el juez A quo al
tomar como referencia la Tabla de Honorarios Profesionales del Colegio de Abogados de Lima6,
que señala que, en los procesos de conocimiento sobre obligación de dar suma de dinero, los
honorarios profesionales son de hasta 10 UIT. Pero tomando en cuenta la actividad procesal
desplegada por el demandado recurrente, Uldarico Danny Martínez Sierra, quien solo participó
hasta la expedición de la sentencia de segunda instancia y no durante la fase casatoria, en la
que se obtuvo el resultado mucho más favorable y satisfactorio para el demandante, corresponde
fijar prudencialmente como retribución el monto correspondiente a 4 UIT, equivalente en soles
al día del pago, a tenor de lo previsto en el artículo 1236 del Código Civil7. Razones por las
cuales, debe estimarse las causales de infracción normativa material formuladas por el
demandante, Gerson Juro Pinto. Octavo.- En cuanto al recurso de casación formulado por el
recurrente, Uldarico Danny Martínez Sierra, en particular respecto a la infracción normativa de
los artículos VII del Título Preliminar y 122, inciso 4, del Código Procesal Civil, cabe señalar que,
aun cuando el suscrito no comparta el criterio expuesto por la Sala Superior de mérito, no se ha
podido verificar que la sentencia de vista haya infringido el principio de congruencia procesal ni
de debida motivación, por cuanto ha tomado en cuenta las pruebas ofrecidas por las partes así
como los hechos que han sido alegados por estas, por lo que esta infracción denunciada
devienen en infundada. Noveno.- En cuanto a la denuncia por infracción normativa material del
artículo 1362 del Código Civil. Al respecto, como ya se ha referido en los considerandos
precedentes, la ley no ampara el ejercicio abusivo de un derecho, y si bien en ejercicio de la
libertad contractual las partes pueden determinar libremente el contenido de un contrato, ello no
impide al juez a que, una vez determinada la resolución del contrato, como ha ocurrido en el
presente caso, y en aplicación del tercer párrafo del artículo 1372 del Código Civil, pueda
establecer la forma de la restitución de las prestaciones cuando ello, por su propia naturaleza o
por la forma en que fue redactado, no pueda desprenderse claramente del propio texto del
contrato. Siendo ello así, la denuncia de la infracción normativa del artículo 1362 del Código Civil,
también deviene en infundada. Finalmente, teniendo en cuenta que las infracciones de orden
procesal han sido desestimadas corresponde emitir un pronunciamiento de fondo en sede de
instancia. VI. DECISIÓN Por los fundamentos expuestos y en aplicación del artículo 396 del
Código Procesal Civil, MI VOTO es porque se declare: e) FUNDADO el recurso de casación de
fecha veintidós de junio de dos mil dieciocho, interpuesto a fojas mil ciento setenta y cinco
por Gerson Juro Pinto; en consecuencia, CASARON la sentencia de vista, de fecha cuatro de
mayo de dos mil dieciocho, obrante a fojas mil ciento cuarenta y tres; y actuando en sede de
instancia: CONFIRMARON en todos sus extremos la sentencia apelada, de fecha siete de junio
de dos mil diecisiete, obrante a fojas novecientos setenta y nueve, que declaró fundada la
demanda de resolución de contrato de locación de servicios, de fecha 27 de abril de 2006,
ordenándose la restitución de las prestaciones pactadas; y, fundada en parte la demanda de
obligación de dar suma de dinero, ordenándose a Gerson Juro Pinto pague a favor de Uldarico
Danny Martínez Sierra la suma equivalente a 4 UIT vigentes al momento del pago por
conceptos de honorarios profesionales; con lo demás que contiene. f) INFUNDADO el recurso
de casación de fecha veintiuno de junio de dos mil dieciocho (fojas mil ciento sesenta y cuatro),
interpuesto por Uldarico Danny Martínez Sierra. S. ORDÓÑEZ ALCÁNTARA
OBLIGACIÓN DE HACER

INFUNDADO. SE COLIGE QUE EL FALLO EXPEDIDO POR LA SALA SUPERIOR SE


ENCUENTRA ARREGLADA A LEY E INTERPRETANDO EL ARTÍCULO 1148 DEL CÓDIGO
CIVIL CONCLUYE QUE EN EL CASO CONCRETO NO VERSA SOBRE CUMPLIMIENTO DE
UNA OBLIGACIÓN DE HACER CONTENIDA EN UN ACTO JURÍDICO DE ORDEN CIVIL,
CELEBRADO ENTRE LA RECURRENTE Y LA MUNICIPALIDAD, PUESTO QUE NO EXISTE
UN HECHO A CUYA EJECUCIÓN SE HAYA COMPROMETIDO CUMPLIR LA DEMANDADA
EN UN PLAZO Y MODO DETERMINADO.

CASACIÓN Nº 3321-2013-LAMBAYEQUE

CAS. Nº 3321-2013 LAMBAYEQUE

OBLIGACIÓN DE HACER.SUMILLA: La sentencia recurrida ha sido emitida conforme a ley


pues bajo una correcta interpretación del artículo 1148 del Código Civil se determinó que el caso
de autos no versa sobre cumplimiento de una obligación de hacer contenida en un acto jurídico
de orden civil celebrado entre la recurrente y la Municipalidad pues no existe un hecho a cuya
ejecución se haya comprometido a cumplir la demandada en un plazo y modo determinado que
habiliten al actor a la ejecución del mismo. Lima, tres de noviembre de dos mil catorce.- LA SALA
CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA; con el
acompañado, vista la causa número tres mil trescientos veintiuno - dos mil trece, en Audiencia
Pública de la presente fecha y producida la votación conforme a ley procede a emitir la siguiente
sentencia.- MATERIA DEL RECURSO : Se trata del recurso de casación interpuesto por la
Empresa de Transportes de Colectivos Sarita Colonia Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada contra la sentencia de vista expedida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte
Superior de Justicia de Lambayeque que confirma la resolución apelada que declara infundada
la demanda.- FUNDAMENTOS DEL RECURSO : Esta Sala Suprema Civil Transitoria mediante
resolución de fecha catorce de noviembre de dos mil trece declaró procedente el recurso de
casación por la causal de infracción normativa por aplicación indebida del artículo 1148 del
Código Civil, refiere que se vulnera su derecho al no tenerse en cuenta que ha demostrado que
la demandada tiene la obligación legal de expedir tarjetas de habilitación y registros a los
transportistas que lo soliciten -situación en la que también se encuentra la recurrida- por cuanto
la clase de obligación de hacer a la que se le hace referencia sobre el artículo citado es distinta
y diferente de la obligación que establece la norma especial en concordancia con los artículos 8,
10 literal f) y 11 del Reglamento Nacional de Administración de Transporte además de aclarar
que la recurrida ha desembocado en la confusión de mezclar la obligación normativa civil con la
obligación legal administrativa siendo este el motivo por el que confirma la apelada.-
CONSIDERANDO : Primero.- Que, en el caso de autos corresponde precisar que por causal de
casación se entiende al motivo que la ley establece para la procedencia del recurso 1 pues este
ha de sustentarse en las causales previamente señaladas en la ley es decir puede interponerse
por infracción de la ley o por quebrantamiento de la forma considerándose como motivos de
casación por infracción de la ley la violación en el fallo de leyes que debieron aplicarse al caso
así como la falta de congruencia entre lo decidido y las pretensiones formuladas por las partes y
la falta de competencia mientras los motivos por quebrantamiento de la forma aluden a las
infracciones en el procedimiento2 en tal sentido si bien todas las causales suponen una violación
de la ley también lo es que ésta puede darse en la forma o en el fondo advirtiéndose en el
presente caso que de haberse declarado procedente la denuncia casatoria por la infracción
normativa material corresponde a este Supremo Tribunal verificar si el razonamiento adoptado
por los jueces de instancia han sido emitidos con arreglo a ley.- Segundo.- Que, siendo esto así,
previamente a emitir pronunciamiento corresponde hacer una breve descripción del decurso del
proceso apreciándose lo siguiente: ETAPA POSTULATORIA: Demanda.- Según escrito de
demanda obrante a fojas veinte la Empresa de Transportes de Colectivos Sarita Colonia
Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada pretende que la Municipalidad Provincial de
Chiclayo le haga entrega de la tarjeta de propiedad y de los registros individuales
correspondientes a la flota vehicular de la recurrente bajo apercibimiento de multa progresiva en
caso de un eventual incumplimiento; alega que la empresa se constituyó en el año dos mil
teniendo como objeto prestar servicio de transporte público de pasajeros cubriendo la ruta
Tumán-Chiclayo habiendo solicitado a la demandada para dicho efecto la entrega de los registros
individuales y las tarjetas de operatividad recibiendo respuestas omisivas y negativas; sostiene
que su pretensión se sustenta en la Resolución de Alcaldía número 838-01-MPCH/A que aprueba
el plano de rutas interurbanas cortas y ha cumplido con todos y cada uno de los requisitos
administrativos que establece la ley de la materia incluido el pago de derechos según el Texto
Único de Procedimientos Administrativos - TUPA.CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA.- La
Municipalidad Provincial de Chiclayo se apersona al proceso mediante escrito corriente a fojas
treinta y uno, contesta la demanda y solicita que se declare infundada o improcedente por cuanto
se ha seguido un procedimiento regular respetándose el debido proceso, al derecho de defensa
y la pluralidad de instancias optándose por el silencio negativo cuando la petición administrativa
es contraria a la ley.ETAPA DECISORIA: SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA.- El Juez del
Cuarto Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque por sentencia que corre a
fojas ciento veinte declaró infundada la demanda por considerar que si bien corresponde a la
entidad municipal efectuar la entrega de los documentos que exige la empresa demandante ello
está sujeto a que la empresa actora demuestre que cumple los requisitos y condiciones que
prescriben las normas legales y administrativas para acceder a dicho permiso lo cual no se
cumple y al no existir el antecedente -causa de la obligación que convertiría a la actora en
acreedora de la prestación de hacer- no resulta atendible la demanda al no estar obligada la
Comuna de Chiclayo a la entrega de documentos (tarjetas de operatividad y registros
individuales) por carecer la demandante de autorización para prestar el servicio público de
pasajeros y si bien se indica en la resolución número doce de folios noventa que no se encuentra
en discusión o controversia establecer si la empresa demandada tiene o no autorización para
prestar servicio público de pasajeros pues ninguna de las partes ha alegado que la misma no se
encuentre operando cierto es que a criterio del Juez que suscribe dicha autorización resulta
necesario a efectos de amparar una demanda que contenga como pretensión una de
cumplimiento de obligación de hacer siendo también en criterio del Juzgador no la situación de
hecho esto es que una empresa se encuentre operando sin contar con autorización municipal
sino la causa de una obligación de hacer la cual como ya se indicó debe surgir del contenido
emanado de un acto de la autoridad municipal luego de evaluar los antecedentes documentales
de los solicitantes criterio que se reitera en aplicación de la Garantía Constitucional establecida
por el artículo 139 inciso 2 de la Constitución Política del Perú por lo que si se considera que la
autorización previa y expresa no es necesaria para que se obligue a una persona a cumplir con
una prestación y que basta con que la empresa esté operando en el servicio público de transporte
de pasajeros para exigir en el presente proceso que se le otorgue el registro individual y la tarjeta
de operatividad (como parece ser el criterio plasmado por los Jueces Superiores en la Resolución
doce) lo que correspondería es que se revoque la sentencia al ser una cuestión de fondo lo que
está en análisis y no la formalidad de la resolución.ETAPA IMPUGNATORIA: SENTENCIA DE
VISTA .- La Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
por resolución de fojas ciento cincuenta y seis confirma la sentencia apelada al considerar que
el caso de autos no versa sobre el cumplimiento de una obligación de hacer contenida en un acto
jurídico de orden civil celebrado entre la accionante y la Municipalidad demandada en la que ésta
se haya comprendido sobre la base del principio de libertad contractual a “expedir las tarjetas de
operatividad y registros individuales” de la flota vehicular de la empresa demandante por lo que
siendo así las cosas no resulta atendible acceder a la pretensión propuesta por la demandante
estableciendo por lo demás el Decreto Supremo número 017-2009-MTC en su artículo 49
numeral 49.1.1 que sólo la autorización y habilitación vigentes permiten la prestación del servicio
de transporte de personas, mercancías o mixto y la operación de una agencia de transporte de
mercancías para lo cual el interesado amerita cumplir una serie de requisitos y condiciones
legales o reglamentarias circunstancia que la actora no ha acreditado no obstante que éste
constituye un antecedente necesario para pretender lo que viene a reclamar en la vía
contenciosa.- Tercero.- Que, en el caso que nos ocupa es de verse de la revisión de autos que
a mérito de la Resolución de Alcaldía número 838-01-MPCH/A emitida el veintiuno de agosto de
dos mil uno la Municipalidad Provincial de Chiclayo aprobó el Plan de Rutas Urbanas cortas para
colectivos, camionetas rurales, microbuses y ómnibus y dispuso que las empresas y
asociaciones de transportes cumplan con actualizar sus registros y verificar el pago de sus
concesiones pudiendo la Municipalidad a través de la Dirección de Tránsito otorgar la concesión
de servicio según el Plan de Rutas habiendo la empresa de Transportes de Colectivos Sarita
Colonia Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada solicitado por escrito de fecha
veinticuatro de julio de dos mil dos ante la Oficina de la Dirección de Tránsito y Transporte de la
Municipalidad Provincial de Chiclayo su inscripción como persona jurídica en los padrones de
dicha entidad emitiéndose con fecha dieciocho de setiembre de dos mil dos la Ordenanza
Municipal número 011-A-2002 por la que aprueba el Reglamento Nacional de Administración de
Transporte de la Provincia de Chiclayo solicitando la demandante el diez de marzo de dos mil
seis la expedición de tarjetas de operatividad y registros individuales apelando de la denegatoria
ficta de dicho pedido el doce de marzo de dos mil ocho solicitando el siete de mayo de dicho año
la aplicación del silencio administrativo interponiendo posteriormente demanda contencioso
administrativa solicitando se ordene a la Municipalidad Distrital de Chiclayo que atienda su pedido
habiendo declarado el Juez del Módulo Corporativo Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lambayeque por sentencia de fecha cuatro de mayo de dos mil nueve fundada la demanda
decisión que al ser impugnada fue revocada por la Sala Superior por resolución de fecha ocho
de marzo de dos mil diez la cual reformando la recurrida declaró improcedente la misma al
considerar que la pretensión incoada implicaría una obligación de hacer más que una
impugnación de actos administrativos acorde a los conceptos previstos en el artículo 1 de la Ley
número 27444 - Ley del Procedimiento Administrativo General declarando de otro lado la
Municipalidad en mención por Resolución de Alcaldía número 963-2010-MPCH/A de fecha
veintidós de diciembre de dos mil diez que carece de objeto emitir pronunciamiento sobre el
recurso de apelación contenido en el expediente número 012698-2010-STD de veinte de mayo
de dicho año teniendo en cuenta lo expuesto en el Informe número 417-2010-MPCH-GDJ emitido
por la Procuraduría Pública Municipal suspendiendo por Resolución de Gerencia número 1382-
2013 MPCH/GDV y T dictada el veinte de junio de dos mil trece el trámite administrativo
promovido por Juan Andrés Vásquez García sobre convalidación de pagos hasta que la autoridad
judicial resuelva la controversia suscitada en el proceso judicial 455-2011 sobre obligación de
hacer.- Cuarto.- Que, conforme a lo establecido por el artículo 29 de la Ley número 27444 - Ley
del Procedimiento Administrativo General el procedimiento administrativo es el cauce formal de
la serie de actos en que se concreta la actuación administrativa para la realización de un fin por
lo que no debe confundirse con el proceso administrativo por cuanto el primero tiene por finalidad
esencial la emisión de un acto administrativo y a diferencia de la actividad privada la actuación
pública requiere seguir unos cauces formales más o menos estrictos que constituyen la garantía
de los ciudadanos en el doble sentido que la actuación es conforme con el ordenamiento jurídico
y que ésta puede ser conocida y fiscalizada por los ciudadanos.- Quinto.- Que, la pretensión
incoada por la empresa recurrente se encuentra regulada por el Decreto Supremo número 017-
2009-MTC el cual Aprueba el Reglamento Nacional de Administración de Transporte -publicado
el veintidós de abril de dos mil nueve, así como por el número 009-2004MTC que aprueba el
Reglamento Nacional de Administración de Transportes -publicado el tres de marzo de dos mil
cuatro-; el número 025-2002-MTC que modificó el Reglamento Nacional de Administración de
Transportes -publicado el veinte de junio de dos mil dos-; el número 040-2001-MTC que aprueba
el Reglamento Nacional de Administración de Transporte -publicado el veintiocho de julio de dos
mil uno-; el número 033-2001-MTC que aprueba el Reglamento Nacional de Transito -publicado
el diez de julio de dos mil- y por la Ley Orgánica de Municipalidades - Ley 27972 -publicada el
veinticinco de mayo de dos mil tres- siendo esto así y acorde a lo preceptuado por el artículo 1
de la Ley número 27584 - Ley que regula el Proceso Contencioso Administrativo la acción
contencioso administrativa prevista en el artículo 148 de la Constitución Política del Perú tiene
por finalidad el control jurídico por el Poder Judicial de las actuaciones de la administración
pública sujetas al derecho administrativo y la efectiva tutela de los derechos e intereses de los
administrados.- Sexto.- Que, conforme a lo señalado por el artículo 1148 del Código Civil la
obligación de hacer consiste en todas aquellas actividades positivas a que queda sujeto el deudor
siempre que no se trate de la transferencia de un derecho de propiedad u otro derecho real es
decir que por argumento de exclusión toda actividad positiva del deudor que no sea un dar es un
hacer cumpliéndose este cuando el deudor realiza la actividad de la manera y en las condiciones
de lugar y tiempo en que fue contradicha la obligación.- Sétimo.- Que, existirá aplicación indebida
(.) cuando se aplica una norma legal de manera errónea a determinado caso. Hay aquí una
norma (la defectuosa) aplicada y una norma (la correcta) que se ha dejado de aplicar.- Octavo.-
Que, de lo antes expuesto anteriormente así como de la revisión de autos esta Sala Suprema
colige que la sentencia expedida por la Primera Sala Especializada Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lambayeque se encuentra arreglada a ley e interpretando el artículo 1148 del Código
Civil concluye que el caso de autos no versa sobre cumplimiento de una obligación de hacer
contenida en un acto jurídico de orden civil celebrado entre la recurrente y la Municipalidad pues
no existe un hecho a cuya ejecución se haya comprometido cumplir la demandada en un plazo
y modo determinado o en su defecto a los exigidos por la naturaleza de la obligación que habiliten
al actor a la ejecución del mismo y si bien en un principio precisó que el obligar a exigir tarjetas
de operatividad y registro individuales de flota vehicular no constituye un acto administrativo que
recaiga en la esfera del objeto ordinario de la administración del Gobierno Municipal al no haber
dispuesto en modo alguno que dicho acto sea de naturaleza civil las alegaciones expuestas por
la empresa de transportes recurrente no resultan amparables correspondiendo que haga valer si
lo tiene a bien el derecho que alega en la forma de ley debiendo declarase infundado el recurso
de casación.- Fundamentos por los cuales y en aplicación de lo previsto por el artículo 397 del
Código Procesal Civil declararon: INFUNDADO el recurso de casación interpuesto por la
Empresa de Transportes de Colectivos Sarita Colonia Sociedad Comercial de Responsabilidad
Limitada; en consecuencia NO CASARON la sentencia de vista expedida por la Primera Sala
Especializada Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque que confirma la sentencia
del juez que declaró infundada la demanda; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial El Peruano bajo responsabilidad; en los seguidos por la Empresa
de Transportes de Colectivos Sarita Colonia Sociedad Comercial de Responsabilidad Limitada
con la Municipalidad Provincial de Chiclayo sobre Obligación de Hacer; y los devolvieron.
Ponente Señora Valcárcel Saldaña, Jueza Suprema.- SS. TICONA POSTIGO, VALCÁRCEL
SALDAÑA, CABELLO MATAMALA, MIRANDA MOLINA, CUNYA CELI

1 Monroy Cabra, Marco Gerardo. Principios de Derecho Procesal Civil, Segunda Edición,
Editorial Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359.

2 De Pina, Rafael. Principios de Derecho Procesal Civil, Ediciones Jurídicas Hispano


Americanas, México D.F, 1940, p. 222.
OBLIGACIÓN DE HACER

INFUNDADA. SE VERIFICA, QUE NO SE INFRINGIÓ LOS ARTÍCULOS 40, LITERAL C) Y


42 LITERAL C) Y D) DE LA LEY N° 27157 PUESTO QUE SE DESESTIMÓ LA DEMANDA DE
OBLIGACIÓN DE HACER DEBIDO A QUE EL DEBER DE NO ALTERAR LA NATURALEZA
DE LOS BIENES COMUNES NO RESULTA OPONIBLE AL CASO CONCRETO EN VIRTUD
A QUE LA EDIFICACIÓN CUYA DESTRUCCIÓN PRETENDEN LOS DEMANDANTES
FUERON CONSENTIDAS TÁCITAMENTE POR LOS ANTERIORES PROPIETARIOS DEL
PREDIO; POR TANTO, ESTAS NO VULNERAN LAS FORMAS CUYA INFRACCIÓN SE
DENUNCIA.

CASACIÓN N° 1377-2017-LIMA

CAS. Nº 1377-2017-LIMA

OBLIGACIÓN DE HACERSumilla: “La hermenéutica jurídica establece los principios


elaborados por la doctrinaria y jurisprudencia, para que el intérprete pueda efectuar una
adecuada interpretación de las disposiciones normativas. En este caso, la Sala Superior en su
fallo hace un ejercicio de interpretación conjunta (sistemática) del artículo 40 de la Ley Nº 27157
- Ley de Regularización de Edificaciones del Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y del
Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común y del artículo
974 del Código Civil. Por lo que, la sentencia de vista cumple con la adecuada aplicación e
interpretación de los preceptos normativos antes aludidos” Lima, veintisiete de junio de dos mil
dieciocho.- SALA CIVIL TRANSITORIA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA
REPÚBLICA ; con el acompañado; vista la causa en audiencia pública de la presente fecha; y,
producida la votación conforme a ley, se procede a emitir la siguiente sentencia. -I. MATERIA
DEL RECURSO: Se trata del recurso del recurso de casación interpuesto por Lidia Patricia
Aguilar Rodríguez y David Ángel Pastor Mogrovejo a fojas novecientos cuarenta y nueve,
contra la sentencia de vista de fojas novecientos veintitrés, de fecha doce de agosto de dos mil
dieciséis, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocó la
sentencia apelada de fojas cuatrocientos ochenta y dos, de fecha dos de julio de dos mil diez,
que declaró fundada la demanda; y reformándola, declaró infundada la misma. II.
FUNDAMENTOS DEL RECURSO: - Esta Sala Suprema Civil Transitoria mediante resolución de
fecha veinte de junio del dos mil diecisiete declaró la procedencia del recurso de casación por
las siguientes causales: a) Infracción normativa procesal de los artículos 12 del Texto Único
Ordenado de la ley Orgánica del Poder Judicial y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil:
La Sala Superior no motiva su sentencia -ni poca, ni mucha, ninguna- para sostener que la tutela
del derecho de los recurrentes debe hacerse valer por vía judicial distinta a la acción personal.
En todo caso, su pretendida motivación se limita a dos líneas contenidas en el considerando
número dieciséis, referidas a los derechos reales, y que ya estaban contenidas en la sentencia
que la Sala Suprema revocó por falta de motivación. Al omitir la exposición de tal motivación, la
Sala Superior incumple directamente el mandato de la última sentencia suprema recaída en el
proceso. -b) Infracción normativa material de los artículos 40, literal c) y 42 literales c) y d)
de la Ley número 27157-Ley de Regularización de Edificaciones, del Procedimiento para
la declaratoria de Fabrica y del Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva
y de Propiedad Común: El Reglamento Interno de Propiedad Horizontal establece una serie de
derechos y obligaciones para los propietarios de las casas A y B, demandantes y demandados.
Una de las obligaciones de los propietarios es que ninguno de ellos puede usar la propiedad
común como si fuera exclusiva, salvo que el otro propietario le hubiese vendido su porcentaje de
área común. En el caso de autos, los demandados incumplen groseramente dicha obligación al
construir edificaciones en un espacio (aires del pasaje) que tiene la condición de propiedad
común.III. CONSIDERANDO: PRIMERO : Debemos indicar que la “Casación” es un recurso
impugnativo extraordinario cuya finalidad es la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso
concreto y la uniformidad de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia 1,
conforme lo previsto por el artículo 384 del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364
2; por tanto, resulta importante además destacar que el recurso de Casación no tiene por finalidad
el reexamen del proceso, como tampoco la revaloración de los medios probatorios. En resumen
los fines de la casación, según se desprende del artículo procesal citado, es la nomofilaquia 3, la
predictibilidad 4, la dikelogia 5, y la Hermenéutica jurídica 6.SEGUNDO : Que, respecto de la
infracción normativa de los artículos 12 del Texto Único Ordenado de la ley Orgánica del
Poder Judicial y 122 inciso 3 del Código Procesal Civil. al respecto, habiéndose admitido a
trámite el Recurso de Casación por causal de falta de motivación de las resoluciones, sobre el
particular, debe señalarse que sobre el deber de motivación, el Tribunal Constitucional, máximo
intérprete de la Constitución, ha señalado lo siguiente: “(...) el derecho a la debida motivación de
las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las razones o
justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión (...)”. El derecho a la
debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza quejas resoluciones no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o
tos que se derivan del caso”. -TERCERO : El principio del debido proceso contiene el derecho a
la motivación escrita de las resoluciones judiciales. Este derecho, consagrado como principio
jurisdiccional en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Perú, tiene como finalidad
principal el de permitir el acceso de los justiciables al razonamiento lógico jurídico empleado por
las instancias de mérito para justificar sus decisiones jurisdiccionales y así puedan ejercer
adecuadamente su derecho de defensa, cuestionando de ser el caso, el contenido de la decisión
asumida. CUARTO : Ello se traduce en la explicación detallada que debe realizar el Juez de los
motivos que han conllevado a la decisión final. En esta fundamentación debe existir conexión
lógica entre los hechos narrados por las partes (demandante y demandada), y las pruebas
aportadas por ellos; coherencia y consistencia en sus razonamientos. Para que una motivación
sea el fiel reflejo de una aplicación racional del ordenamiento jurídico debe necesariamente
fundarse en derecho, lo que significa que la norma seleccionada debe estar en estricta
correspondencia con el petitorio y los fundamentos, dispositivo legal que debe ser válido, vigente,
y en caso de no ser vigente, si corresponde su aplicación o no al caso concreto 7.QUINTO : Del
contenido de la sentencia de vista, se aprecia que la decisión adoptada por el Colegiado Superior
se ha ceñido a lo aportado, mostrado y debatido en el proceso, de manera que dicho fallo no
puede ser cuestionado por ausencia o defecto en la motivación, en tanto se ha cumplido con
analizar las pruebas ofrecidas por las partes y con precisar la norma que le permite asumir un
criterio interpretativo en el que sustenta su ratio decidendi, en consecuencia, un parecer o criterio
distinto al que ha quedado establecido, no puede ser causal para cuestionar la motivación;
asimismo, no se advierte la existencia de vicio alguno durante el trámite del proceso que atente
contra las garantías procesales constitucionales; de tal manera que pasamos analizar la
infracción material denunciada. -SEXTO : Respecto a la infracción normativa de los artículos
40, literal c) y 42 literales c) y d) de la Ley número 27157; a fin de establecer si en el presente
caso se ha configurado la infracción material invocada, resulta necesario precisar cuál ha sido la
pretensión demandada. Así tenemos que Lidia Patricia Aguilar Rodríguez y David Ángel Pastor
Mogrovejo, interponen demanda sobre obligación de hacer, solicitando se ordene a los
demandados que procedan a destruir las construcciones que ilegalmente han edificado sobre los
aires del pasaje de cincuenta y un punto treinta y siete metros cuadrados (51.37m 2), que
mantienen en copropiedad con los accionantes, el cual colinda con la entrada de sus inmuebles
ubicados en los números 188 y 192 de la avenida Santa Catalina en el distrito de La Victoria,
inscritos en las Partidas Electrónicas números 43486160 y 43483838, respectivamente , los
cuales antes de su independización conformaban una sola unidad inmobiliaria. En ese sentido,
lo que corresponde dilucidar es si se ha vulnerado el Reglamento Interno de Propiedad Horizontal
que establece una serie de derechos y obligaciones, que se encuentran regulados en la Ley
número 27157.SÉPTIMO : La palabra hermenéutica derivada del vocablo griego “Hermeneuo”,
aludía al griego Hermes que clarificaba ante los humanos los mensajes de la divinidad, oficiando
de mediador. Todo mensaje requiere ser interpretado, y entre ellos los mandatos contenidos en
las normas jurídicas; pero no es fácil lograr una correcta interpretación si no se cuentan con
reglas precisas y claras, metódicas y sistemáticamente establecida. De ello se ocupa la
hermenéutica jurídica, que establece los principios elaborados doctrinaria y jurisprudencialmente,
para que el intérprete pueda efectuar una adecuada interpretación de las disposiciones
normativas. La hermenéutica brinda herramientas, guías, que van a auxiliar al juzgador para
hacer su tarea de la forma más equitativa posible. OCTAVO : Ahora bien, los artículos 40, literal
c y 42 literales c y d de la Ley número 27157, expresamente señala lo siguiente: Los bienes de
propiedad común pueden ser, según sea el caso: (.) c) Los pasajes, pasadizos, escaleras y, en
general, vías aéreas de circulación de uso común (.)”. De otro lado, el artículo 974 del Código
Civil prescribe: “Cada copropietario tiene derecho a servirse del bien común, siempre que no
altere su destino, ni perjudique el interés de los demás”. A su vez, el artículo 42 de la Ley número
27157, señala: El Reglamento Interno debe contener, obligatoriamente, lo siguiente: (.) c) Los
derechos y obligaciones de los propietarios; d) Los porcentajes que a cada propietario
corresponden en la propiedad de los bienes comunes, de acuerdo al criterio adoptado por el
Reglamento Interno, a fin de atender los gastos que demanden los servicios comunes, la
conservación, mantenimiento y administración de la edificación, y en las votaciones para adoptar
acuerdos en las Juntas de Propietarios (.).NOVENO : La Sala Superior en su fallo no desconoce
lo señalado en las normas antes citadas, por el contrario, hace un ejercicio de interpretación
conjunta (sistemática) del artículo 40 de la Ley Nº 27157 - Ley de Regularización de Edificaciones
del Procedimiento para la Declaratoria de Fábrica y del Régimen de Unidades Inmobiliarias de
Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común y del artículo 974 del Código Civil, donde señala la
existencia de un deber para el copropietario de no alterar la naturaleza de los bienes comunes,
ni de ocasionar perjuicios a los intereses de los demás copropietarios; sin embargo, debe tenerse
en cuenta que dicho deber no resulta oponible al caso de autos, toda vez que como se ha descrito
anteriormente, las edificaciones efectuadas sobre el primer piso de la Casa “B” y los aires del
pasaje común, cuya destrucción solicitan los demandantes, resultan pre existentes a la
adquisición que aquellos realizaron de la Casa “A”, no habiendo sido objeto de cuestionamiento
o reclamo alguno por los anteriores propietarios de dicho inmueble, quienes además, ya habían
consentido la primera edificación levantada en dicho pasaje común (construcción de loza y un
baño), efectuada por el original propietario de la Casa “B”, Jorge García Gonzáles,
construcciones que se edificaron antes de la adquisición realizada por el demandado; denotando
que hubo un consentimiento tácito para el uso exclusivo del pasaje común por el propietario de
la Casa “A”, acordado por los originales propietarios; por lo que no se advierte que tales
edificaciones contravengan norma legal alguna. -DÉCIMO : En esa medida, la Sala Superior al
desplegar la sentencia acatando los fundamentos antes expuestos, se advierte que no ha
contravenido las normas denunciadas. En consecuencia estando a lo precisado
precedentemente, y no advirtiéndose la infracción normativa alegada por la emplazada,
corresponde desestimar el recurso de casación en examen; ergo, la sentencia de vista se ajusta
a derecho por lo que el presente recurso deberá ser declarado infundado. - En aplicación de lo
regulado por el artículo 397 del Código Procesal Civil, declararon:INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por Lidia Patricia Aguilar Rodríguez y David Ángel Pastor Mogrovejo a fojas
novecientos cuarenta y nueve; en consecuencia, NO CASARON la de vista de fojas novecientos
veintitrés, de fecha doce de agosto de dos mil dieciséis, emitida por la Cuarta Sala Civil de la
Corte Superior de Justicia de Lima,DISPUSIERON : la publicación de la presente resolución en
el Diario Oficial “El Peruano” bajo responsabilidad; en los seguidos por Lidia Patricia Aguilar
Rodríguez y otra contra Edwin Sadi Bashi Flores y otra sobre obligación de hacer; y los
devolvieron. Ponente Señora Cabello Matamala, Jueza Suprema.- S.S. ROMERO DÍAZ,
CABELLO MATAMALA, ORDÓÑEZ ALCÁNTARA, DE LA BARRA BARRERA, CÉSPEDES
CABALA.

1 Así la jurisprudencia, en la actualidad se ha convertido en el instrumento, no de la ley, sino de


la justicia, que supera a la ley. El trabajo de un Magistrado es como el de un labrador; “no es
suficiente con dejar caer las semillas, sino que ello debe se cultivado y según sea el cultivo; el
árbol y el fruto mostraran su grandeza”. Francesco Carnelluti. “Como nace el Derecho”. Ediciones
Jurídicas Europa-América. Buenos Aires. 1959.

2Código Procesal Civil

Artículo 384.- Fines de la casación.-

(2) Artículo modificado por el Artículo 1 de la Ley Nº 29364, publicada el 28 mayo 2009, cuyo
texto es el siguiente: “Artículo 384 - Fines de la casación. El recurso de casación tiene por fines
la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la uniformidad de la jurisprudencia
nacional por la Corte Suprema de Justicia.”

3La nomofilaquia apunta a uno de los fines de la casación, y proviene de la obra de


Calamandrei. Alude a la finalidad de mantener la regularidad en la aplicación correcta de
las normas, al margen de la justa decisión del caso, “Nomo” es un sufijo griego que
significa gobierno, regla o ley (por ejemplo: autónomo), y “filo” o “fila” amor o afirmación
(en nuestro caso, apego incondicional a la
norma).http://www.legalmania.com/rincon_envidia/uzos8.htm.

4La predictibilidad, es una situación de confianza, o conciencia bastante certera respecto


de un resultado final, basado en la información veraz, completa y confiable de un
precedente, decisión o actuación previa brindada por el Órgano Jurisdiccional o
Administrativo.

5Es el análisis de la justicia. “Dikelogia”, es un nombre empleado ya por Althusius, que


redactó, en 1617, una obra denominada Dicaelógica. En el fondo hallamos ya la dikelogia,
p. ej., en la Politeia y en los Nomoide Platón. (,..)La Dokelogía pertenece, como la ética, a
la axiologia. GOLDSCHIMIT, Werner. “La Ciencia de la Justicia'Aguilar, Madrid, 1958. Pág.
10.

6Es el análisis de la justicia. “Dikelogia”, es un nombre empleado ya por Althusius, que


redactó, en 1617, una obra denominada Dicaelógica. En el fondo hallamos ya la dikelogia,
p. ej., en la Politeia y en los Nomoide Platón. (,..)La Dokelogía pertenece, como la ética, a
la axiologia. GOLDSCHIMIT, Werner. “La Ciencia de la Justicia'Aguilar, Madrid, 1958. Pág.
10.

7 Cas. N.º 5505-2014-Piura de fecha 13 de mayo de 2015.


OBLIGACIÓN DE NO HACER

EL REGIMEN LEGAL DE LOTERIA NO OBLIGA A LOS GREMIOS DE DISCAPACITADOS A


ORGANIZAR SUS LOTERIAS POR MEDIO DE LA BENEFICENCIA

CASACION Nº 3271-2008-LIMA

CAS. Nº 3271-2008 LIMA.

Obligación de No Hacer.

Lima, nueve de diciembre del dos mil ocho.-

La Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República, vista la causa


número tres mil doscientos setenta y uno guion dos mil ocho en audiencia pública de la fecha y
producida la votación correspondiente de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia:1.
MATERIA DEL RECURSO: Se trata en el presente caso del recurso de casación, interpuesto
por la demandante Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo contra la sentencia de vista
obrante de fojas novecientos cincuenta y uno a novecientos cincuenta y tres, su fecha catorce
de abril de dos mil ocho, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima,
que confirmando la sentencia de primera instancia obrante de fojas quinientos setenta y nueve a
quinientos ochenta y cuatro, su fecha treinta y uno de octubre de dos mil cinco, declara infundada
la demanda interpuesta por la Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo; con lo demás
que contiene.2. FUNDAMENTOS POR LOS CUALES SE HA DECLARADO PROCEDENTE EL
RECURSO: La Sala mediante resolución de fecha ocho de setiembre del año en curso, ha
estimado procedente el recurso de casación por las siguientes causales: a) Interpretación
errónea del artículo 9.1, inciso b), de la Ley 27050 - Ley General de la Persona con Discapacidad,
al establecer que dicha disposición modificó la anterior regulación que limitaba la potestad para
organizar loterías a las Sociedades de Beneficencia y Juntas de Participación Social y por
consiguiente, concluir que la Asociación de Discapacitados de Huaycán y la Asociación de
Sordos del Perú se encuentran autorizados para dedicarse a la explotación de juegos de lotería.
Agrega, que dicha disposición no ha derogado ni total ni parcialmente la Ley General de Loterías
(Decreto Ley 21921, modificada por Ley 26651), que establece una reserva de los Juegos de
Lotería a favor de las Sociedades de Beneficencia, así como tampoco amplía, ni modifica el
régimen legal de loterías, siendo que la norma en comentario tiene como única finalidad
establecer un recurso económico para el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con
Discapacidad (CONADIS), más no faculta a un tercero a realizar una actividad económica para
lo cual no contó con autorización legal. Asimismo, añade que si la intención de la ley es de darle
a los gremios de personas con discapacidad la facultad de realizar juegos de loterías, el
mecanismo jurídico hubiese sido modificar la Ley General de Ramos de Lotería e incluir a las
asociaciones de discapacitados como entidades facultadas a realizar tal actividad, lo que no se
ha producido; b) Inaplicación del artículo 28 del Decreto Ley 21921, modificada por la Ley 26651,
señalando que dicha norma es aplicable a la controversia, ya que establece de manera
imperativa que la autorización para crear o autorizar el funcionamiento de nuevos ramos de
loterías solamente se aprueba mediante Resolución Suprema, refrendada por los Ministerios de
Economía y Finanzas y Salud. Agrega, que la citada norma es pertinente para el caso sub judice,
pues con su aplicación se determinará que la creación o funcionamiento de Ramos de Loterías
sólo es factible mediante una Resolución Suprema conforme al citado numeral.3.
CONSIDERANDO: Primero. - Que, el recurso de casación tiene como fines esenciales la
correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia
nacional de la Corte Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código
Procesal Civil. Segundo.- Que, sobre el caso que nos atañe, y a fin de dictar una sentencia con
una mejor motivación, corresponde en el presente caso exponer previamente un resumen de los
principales actos procesales; como la demanda de obligación de no hacer obrante a fojas
noventa y uno a ciento seis interpuesta por la Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo
contra la empresa International Lotto Corp. Sociedad de Responsabilidad Limitada, solicitando
mediante su petitorio se ordene a la demandada cesar y abstenerse de realizar cualquier acto
destinado a anunciar, implementar, financiar, administrar, organizar, vender, sortear, ejecutar, o
de cualquier forma intervenir en un Juego de Lotería masiva, incluyendo el juego denominado
“La Grande”. Por considerar concretamente que hasta la dación de la Ley 27050, Ley General
de la Persona con Discapacidad, los juegos de azar sólo podían ser desarrollados por una
Sociedad de Beneficencia Pública o una Junta de Participación Social y que no obstante esa
autorización, no se ha modificado el régimen legal a los juegos de lotería. Añade que la
demandada sostiene que la referida ley, modifica el régimen legal aplicable a los juegos de
lotería, facultando a los gremios de personas con discapacidad a realizar juegos de loterías en
perfecta consonancia con los preceptos constitucionales y a la ley. Tercero.- Que, las respectivas
instancias de mérito han coincidido en declarar infundada la demanda interpuesta por la
Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo contra la empresa International Lotto Corp.
Sociedad de Responsabilidad Limitada, con costas y costos, sustentando principalmente su
decisión el Tribunal Ad quem en que en la Quinta Disposición Transitoria y Complementaria de
la Ley 26918 y el artículo 9 de la Ley 27050 - Ley General de la Persona con Discapacidad,
señalando que si bien la demandante refiere que ninguna norma ha habilitado a los
discapacitados a operar directamente una lotería, de la norma glosada precedentemente, aprecia
que expresamente considera el supuesto de que los gremios de personas con discapacidad
manejen o dirijan juegos de lotería y similares, con lo cual quedó modificada la anterior regulación
que limitaba la potestad para organizar loterías a las sociedades de beneficencia y juntas de
participación social. Respecto a los perjuicios alegados por la empresa demandante ocasionados
por el ingreso de nuevos operadores al mercado de loterías, indica que éstos no han sido
acreditados con medio probatorio alguno; sin embargo, este extremo alegado es intranscendente
para resolver el conflicto de intereses de autos, consistente en dilucidar si los gremios de
personas con discapacidad pueden implementar, administrar, organizar o manejar juegos de
lotería. Concluye que encontrándose la Asociación de discapacitados de Huaycán y la
Asociación de Sordos del Perú autorizados para dedicarse a la explotación de juegos de lotería,
con arreglo a las normas glosadas anteriormente, corresponde desestimar la demanda. Cuarto.-
Que, existe interpretación errónea de una norma de derecho material cuando concurren los
siguientes supuestos: a) el Juez establece determinados hechos, a través de una valoración
conjunta y razonada de las pruebas aportadas al proceso; b) que éstos, así establecidos, guardan
relación de identidad con los supuestos fácticos de una norma jurídica determinada; c) que
elegida esta norma como pertinente (sólo ella o en concurrencia con otras) para resolver el caso
concreto, la interpreta (y aplica); d) que en la actividad hermenéutica, el Juzgador, utilizando los
métodos de interpretación, yerra al establecer el alcance y sentido de aquella norma, es decir,
incurre en error al establecer la verdadera voluntad objetiva de la norma, con lo cual resuelve el
conflicto de intereses de manera contraria a los valores y fines del derecho y, particularmente,
vulnerando el valor superior del ordenamiento jurídico, como es el de la justicia. Quinto.- Que,
bajo el contexto dogmático precedente y a efectos de determinar si se ha incurrido en la
interpretación errónea del inciso b) del artículo 9.1 de la Ley 27050 - Ley General de la Persona
con Discapacidad, cabe dilucidar las siguientes interrogantes: i) Si la Quinta Disposición
Transitoria y Complementaria de la Ley 26918 - Ley de Creación del Sistema Nacional para la
Población en Riesgo - SPR, publicada el veintitrés de enero de mil novecientos noventa y ocho,
otorga la exclusividad a las Sociedades de Beneficencia Pública y Juntas de Participación Social
para organizar juegos de loterías y similares; y, ii) Si la citada Ley 27050, en su artículo 9 numeral
9.1 inciso b), publicada el seis de enero de mil novecientos noventa y nueve, modifica la referida
disposición. Sexto.- Que, cabe destacar, que cuando la parte pertinente de la Quinta Disposición
Transitoria y Complementaria de la Ley 26918 - Ley de Creación del Sistema Nacional para la
Población en Riesgo - SPR, señala que “Las Sociedades de Beneficencia Pública y Juntas de
Participación Social, transformadas o no en fundaciones, pueden organizar juegos de loterías y
similares. Pueden hacerlo por sí o, previo concurso, contratando con personas privadas,
nacionales o extranjeras”. No esta indicando que la palabra “PUEDE” constituye una facultad que
tienen las Sociedades de Beneficencia Pública y Juntas de Participación Social para organizar
juegos de loterías y similares, no obstante además alude a una competencia exclusiva de las
mismas para tal efecto, como sostiene la propia recurrente Sociedad de Beneficencia Pública de
Huancayo. Sétimo.- Que, en ese orden de ideas se tiene que, aún en el supuesto que la
normatividad precedente hubiese otorgado una exclusividad a dichas sociedades y juntas, la
misma quedó modificada a partir de la dación del referido inciso b) del artículo 9.1 de la Ley
27050, en la medida que establece como recursos de CONADIS, entre otros, los porcentajes de
los recursos obtenidos mediante juegos de lotería y similares, realizados por las Sociedades de
Beneficencia o directamente manejados por los gremios de las personas con discapacidad. Lo
que implica que dicha norma no obliga a los gremios de discapacitados a organizar sus loterías
por medio de las beneficencias sino en forma directa. Consecuentemente, la dación de una ley
no sólo puede tener efectos derogatorios, sino, también efectos modificatorios, respecto de otras
leyes y en el caso de autos, se ha configurado una modificación tácita de la norma. En tales
linderos de razonabilidad, no se aprecia una interpretación errónea del inciso b) del artículo 9.1
de la Ley 27050.Octavo.- Que, por otro lado, la causal de inaplicación de una norma material se
configura cuando: a) el Juez, por medio de una valoración conjunta y razonada de las pruebas,
establece como probado ciertos hechos; b) que estos hechos guardan relación de identidad con
determinados supuestos fácticos de una norma jurídica material; c) que no obstante esta relación
de identidad (pertinencia de la norma) el juez no aplica esta norma sino otra, resolviendo el
conflicto de intereses de manera contraria a los valores y fines del derecho, particularmente
lesionando el valor de justicia; por ende, la presente causal implica que el Juez deja de aplicar al
caso controvertido normas sustanciales que ha debido aplicar y que, de haberlo hecho, habría
determinado que las decisiones adoptadas en la sentencia fuesen diferentes de las acogidas.
Noveno.- Que, en relación a la causal invocada de inaplicación del artículo 28 del Decreto
Legislativo 21921, modificado por Ley 26651, en cuanto a la parte referida de la autorización para
la creación o funcionamiento de nuevos Ramos de Loterías sólo se aprueba mediante Resolución
Suprema, refrendada por los Ministerios de Economía y Finanzas y de Salud, cabe precisar que
si dicha norma esta dirigida a regular los Ramos de Loterías que conforme a la propia
normatividad, eran de manejo directo y exclusivo de las Sociedades de Beneficencia y además
al no exigir formalidad alguna el artículo 9 de la Ley 27050, para que los gremios de las personas
discapacitadas exploten dicha actividad, la aplicación al caso de autos del artículo 28 del Decreto
Legislativo 21921, modificado por Ley 26651 deviene en impertinente.4. DECISIÓN: Por tales
consideraciones, de conformidad con el Dictamen Fiscal Supremo, y en aplicación de lo
dispuesto por el artículo 397 del Código Procesal Civil: a) Declararon INFUNDADO el recurso de
casación interpuesto por la Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo obrante a fojas mil
dos a mil dieciséis; en consecuencia NO CASAR la sentencia de vista obrante de fojas
novecientos cincuenta y uno a novecientos cincuenta y tres, su fecha catorce de abril de dos mil
ocho, emitida por la Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima. b) EXONERARON
a la entidad recurrente de la multa, costas y costos del recurso en virtud del artículo 32 del
Decreto Legislativo 356. c)DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario
oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por la Sociedad de Beneficencia
Pública de Huancayo, con International Lotto Corp. Sociedad de Responsabilidad Limitada, sobre
obligación de no hacer; actuando como Vocal Ponente el señor Caroajulca Bustamante; y lo
devolvieron.-

SS.
SANCHEZ-PALACIOS PAIVA
CAROAJULCA BUSTAMANTE
MIRANDA CANALES
VALERIANO BAQUEDANO
MAC RAE THAYS

(*) Fuente: Poder Judicial


(**) Sumilla: Spij - MINJUS

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