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CASOS DE DERECHO A LA IGUALDAD

1. CASO AZUL ROJAS MARÍN


Información del caso:
El 12 de marzo la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió una
sentencia contra Perú por la detención ilegal, tortura, violación sexual, discriminación
por orientación sexual y afectación a las garantías y protección judiciales que sufrió
Azul Rojas Marín, una mujer trans.
Azul fue detenida el 25 de febrero de 2008 y trasladada a una comisaría donde sufrió
golpes, insultos y violación sexual. Dos días después, Azul denunció estos hechos, pero
la investigación preparatoria fue sobreseída y luego archivada.
El presente caso se relaciona con la alegada privación de libertad ilegal, arbitraria y
discriminatoria de Azul Rojas Marín el 25 de febrero de 2008 en razón de su orientación
sexual o expresión de género, así como la alegada violación sexual de la que habría sido
víctima mientras estuvo detenida. El caso también se relaciona con la indebida
investigación de los hechos y las afectaciones al derecho a la integridad personal que
estos hechos habrían generado a la madre de Azul Rojas Marín. La Corte
Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado demandado y le ordenó
cumplir  diversas medidas de reparación.
2. CASO OLIVERA FUENTES VS. PERÚ
Información del caso:
El caso se relaciona con la alegada violación de los derechos del señor Olivera Fuentes
a la igualdad y no discriminación, vida privada, garantías y protección judiciales, como
consecuencia de actos de discriminación basados en la expresión de su orientación
sexual ocurridos en un supermercado. En particular, el 11 de agosto de 2004 el señor
Olivera y su pareja del mismo sexo fueron amonestados por personal de la cafetería
“Dulces y Salados” del Supermercado “Santa Isabel de San Miguel” por desplegar
públicamente conductas de afecto. El 1 de octubre de 2004 el señor Olivera presentó
una denuncia por discriminación ante el INDECOPI, la cual fue rechazada, obteniendo
una última decisión desfavorable en sede de casación el 11 de abril de 2011. La
Comisión concluyó que el Estado vulneró la garantía del plazo razonable debido al
tiempo en que demoró cada autoridad en resolver los recursos interpuestos, sin que el
Estado haya proporcionado razones que justifiquen los lapsos transcurridos para la
decisión de cada recurso. A la vista de lo anterior, concluyó que el Estado peruano es
responsable por la violación de los derechos a las garantías judiciales, vida privada,
igualdad ante la ley y protección judicial consagrados en los artículos 8.1, 11, 24 y 25.1
de la Convención Americana, en relación con las obligaciones establecidas en el
artículo 1.1 del mismo instrumento.
3. CASO UTP
Información del caso:
Universidad Tecnológica del Perú (UTP), con sede en Chiclayo (región Lambayeque),
decidió separar al docente que discriminó a un alumno con discapacidad auditiva. El
video se viralizó el último miércoles 27 de abril, a través de las redes sociales después
de una clase virtual.
La hermana del alumno intervino durante la sesión para pedirle al profesor que tome en
cuenta la asistencia de su pariente porque, al no haber proyectado la lista en la pantalla,
no pudo escuchar si fue llamado o no. La joven indicó que su hermano es un estudiante
con discapacidad auditiva. “Mi hermano no habla, como usted siempre ponía en la
pantalla la asistencia. Por ese motivo había levantado la mano porque recién me indica
que no había proyectado. Quería decirle que está presente”, mencionó. El profesor de la
UTP preguntó si era un “problema temporal”. “No”, contestó la hermana del estudiante,
un poco incómoda por el cuestionamiento del catedrático: “Él es una persona
sordomuda, más que todo”.
Sin embargo, el maestro, lejos de aceptarlo comenzó a recriminar y discriminar al
alumno sobre el por qué estaba estudiando arquitectura y que la universidad solo lo
había aceptado porque no quería discriminar a nadie.
Yo entiendo que la universidad lo ha aceptado para no discriminar, pero en el futuro
cómo se va a desempeñar. Lo puede lograr, pero quién lo va a contratar”, dijo el
docente. “Yo creo que hay que poner paños fríos en esas situaciones.
Yo tampoco lo estoy discriminando, pero hay que pensar más allá en el futuro qué va a
ocurrir. Como toda carrera, todas son de conversación: uno tranza negocios, otros
coordinan almuerzos o trabajos”, continuó. No contento con sus palabras, menospreció
al estudiante en su futuro laboral: “En arquitectura hay un amplio campo, pero por su
condición va a ser siempre perfil bajo, una especie de dibujante para alguien más. Esas
condiciones no se adecúan a ninguna carrera, cómo se va a defender si todos los trabajos
son presentados a viva voz”.La Universidad Tecnológica del Perú (UTP) emitió un
comunicado tras hacerse conocido el caso y reveló que el docente había sido separado
de la institución universitaria.
“Desde la UTP, expresamos nuestro rechazo ante este hecho y frente a cualquier acto de
discriminación. Al respecto, informamos que el docente ha sido separado de la
institución”, se indicó en parte del pronunciamiento.
Además, lamentó por lo que había pasado el universitario con discapacidad auditiva
que no representan los valores de la universidad: “En la Universidad Tecnológica del
Perú, promovemos la igualdad, el respeto, la diversidad e inclusión, pilares
fundamentales de nuestra institución”.
4. UNA JUEZ SEÑALA "DISCRIMINACIÓN" A LAS MUJERES EN LA
GUARDIA CIVIL POR NO TENER CHALECOS FEMENINOS

Información del caso:

 La juez le da la razón a la guardia civil que se negó a usar un chaleco antibalas


masculino.
 La resolución admite "discriminación" en el caso.
 La oficial tuvo que comprar un chaleco femenino, pues en el instituto solo había
masculinos.
 No se adaptaban a su anatomía y le impedían sacar la pistola.

El Juzgado Togado Militar Territorial número 42 ha decidido archivar el caso de Alicia


Sánchez, la guardia civil que afrontaba la instrucción de un delito militar por
insubordinación tras haber optado en un control policial por vestir su propio chaleco
antibalas frente al oficial, que no se adaptaba a su anatomía y por lo tanto no la protegía.

Contra la absolución de Alicia Sánchez, que había sido defendida por la asesoría jurídica de
Asociación Unificada de Guardias Civiles, cabe la interposición de recurso de apelación, según
informaron a Europa Press fuentes de la AUGC.

A principios del pasado mes de agosto, en la prestación de un control policial y ante la carencia
de chaleco antibalas femenino de dotación oficial, la agente, destinada en Salamanca y que en la
actualidad se encuentra de baja psicológica, solicitó hacer uso del suyo propio que había
adquirido por unos 500 euros y que llevaba usando sin más problemas desde hacía unos años.

Sin embargo, el oficial al mando denegó su uso, ordenando que usara uno masculino a
sabiendas de que el mismo le impedía el acceso a su arma reglamentaria y a los grilletes debido
a su excesivo tamaño.

A pesar de esto, la agente, ante el riesgo para su seguridad, optó por hacer uso del suyo
particular, que era de su talla y le permitía acceder a los elementos de seguridad referidos.

Insubordinación militar

Su decisión tuvo como resultado la propuesta de instrucción de un delito militar de


insubordinación, que ha sido ahora archivado y que AUGC considera que suponía una "absoluta
sinrazón, una situación que se sobredimensionó y que, en cualquier caso, no debería haber
salido del contexto de la gestión ordinaria de personal ni del Régimen Disciplinario interno de la
Guardia Civil".

Se trata, en opinión de la AUGC, de una situación que revela la situación de "discriminación" de


las mujeres en la Guardia Civil, a las que se les impone el uso de unos chalecos antibalas
diseñados para hombres bajo la excusa de que se trata de prendas 'unisex'.

En este sentido, en la notificación del archivo del auto, el Juzgado recoge que "se pone de
manifiesto la existencia de una problemática que afecta particularmente a los componentes
femeninos de la Guardia Civil en relación a la poca disponibilidad de chalecos antibalas
específicamente diseñados para las mujeres y los inconvenientes de utilizar los chalecos de
dotación de los denominados estándar".
La juez también hace constar en su notificación que "a pesar de la existencia de una prohibición
generalizada de la utilización de chalecos antibalas externos que no sean de dotación, son
numerosos los miembros de la Guardia Civil que portan sus propios chalecos particulares".

En el texto también se señala directamente la "discriminación" que padecen las guardias


civiles en cuanto a su acceso a chalecos femeninos: "A juicio de esta juez, es evidente que la
razón de la actitud de la guardia Alicia no fue otra que poner de manifiesto la dificultad que le
entraña la prestación del servicio haciendo uso del chaleco antibalas oficial, la discriminación
en la adquisición de los equipos de trabajo para el desempeño de la actividad policial-
inexistencia de chalecos antibalas específicos femeninos-y la incidencia negativa en su
seguridad y salud con ocasión de los equipos de trabajo".

Peligro para las mujeres

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