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Justificación Teórica

“Barroco Mexicano”
Diseño de Productos I

Alumno: Flores Sánchez Carlos Eduardo


Profesor: Julio Ernesto Suárez Santa Cruz
Turno Matutino

Matrícula: 2203005923
Justificación

El barroco novohispano es una gran representación estética y de diseño, se crea


cuidadosamente y equilibradamente para una mayor apreciación, su historia y su estancia a
través de toda historia de México es lo que lo hace más llamativo. Al final de la diapositiva
muestro ejemplos hasta la actualidad de su presencia, y el como su uso le da un mayor
significado de solamente ser un simple decorativo de los objetos.
¿Qué es?
El barroco novohispano o barroco mexicano fue un movimiento
artístico que predominó en Nueva España del siglo XVI al XVIII.
Incluso, hacia el norte se extendió hasta principios del siglo XIX.
En este movimiento, las formas clásicas y los ornamentos se
organizaban o manipulaban para el espectador con la mayor
ilusión de movimiento, excitación visual, y participación
emocional. El estilo barroco había comenzado en Europa como
una especie de continuación del Renacimiento. Más tarde, se
lograron apreciar las diferencias drásticas entre los dos estilos. El
carácter dramático del arte barroco fue aprovechado por el
absolutismo religioso y secular.
La arquitectura, escultura y pintura barroca florecieron al servicio de la
Iglesia Católicas y de las monarquías que profesaban esta religión. En
general, los artistas barrocos se centraban particularmente en las formas
naturales, los espacios, los colores y las luces. El propósito era producir
una experiencia emocional fuerte, aunque silenciosa. Por su parte, los
artistas del barroco novohispano buscaban sorprender al espectador. Los
contrastes como luz y sombra, o lo repentino e inesperado, ayudaban a
alcanzar ese efecto. Procuraban la disolución de la unidad, en vez del
equilibrio. Las escenas solían estar muy cargadas de emoción,
representando momentos y poses de intensidad dramática exagerada.
Características del barroco novohispano

Mediados del siglo XVIII

El movimiento Barroco predominó en el centro y sur de


Europa desde finales del siglo XVI hasta principios del
siglo XVIII. Sin embargo, el barroco novohispano alcanzó
su clímax varias décadas más tarde. En Nueva España,
por ejemplo, varios edificios importantes que seguían este
estilo todavía estaban en construcción después de
mediados del siglo XVIII.
Gran influencia

En el Nuevo Mundo, y muy especialmente en Nueva España, este


movimiento tuvo una influencia profunda y duradera. El Barroco intentó
una síntesis de condiciones y experiencias opuestas.

Equilibrio de temas

Se buscaba un equilibrio basado en la tensión entre la mortalidad y la


inmortalidad, la sensualidad y el ascetismo, la juventud y la vejez.

Además, sus temas religiosos predominantes y sus estilos arquitectónicos


reflejaban en gran medida el expresionismo del período helenístico. La
influencia del clasicismo que había inspirado el Renacimiento italiano
estaba menos presente.
Reafirmaba doctrinas de la Iglesia católica

Al mismo tiempo, el sentimiento y el estilo Barroco


crecieron con el catolicismo o la Contrarreforma. El
Barroco novohispano reafirmaba y elaboraba ​las
doctrinas tradicionales de la Iglesia católica.

Entre estas doctrinas estaban: la eucaristía como


sacrificio, el papel intermediario del sacerdocio, la
devoción a la Madre de Dios, los poderes intercesores de
María y los santos, el valor espiritual de la vida religiosa y
otras.
Arquitectura

Catedral Metropolitana y Palacio del Presidente,


Ciudad de México

La arquitectura es la evidencia más palpable del


barroco novohispano. Hasta aproximadamente
1650, los edificios cívicos y monasterios y otras
iglesias de Nueva España mostraban una mezcla
ecléctica de románico, gótico y renacentista. Luego,
cedió a una versión americana del Barroco.
La arquitectura del barroco novohispano tendía a
simplificar sus fuentes europeas. La manipulación del
espacio era un aspecto vital de gran parte de la
arquitectura barroca europea. En cambio, la novohispana
prestaba mayor atención al modelado de superficies que a
la manipulación de masas y volúmenes. Este modelado
podía ser complejo y dramático. De hecho, la decoración
elaborada es el sello distintivo de este estilo arquitectónico
Pintura

Parte del fresco en la Catedral de Puebla México pintado por


Cristóbal de Villalpando

La pintura barroca de Nueva España se inspiró en la obra


importada de pintores españoles y flamencos. Estas obras
comprendían originales, copias y grabados. Francisco de
Zurbarán y Peter Paul Rubens fueron las influencias
dominantes durante la segunda mitad del siglo XVII. Sebastián
López de Arteaga, discípulo de Zurbarán, emigró de Cádiz a la
Nueva España en 1643.
Sus discípulos incorporaron el color, el estilo, y las fórmulas amaneradas del Barroco en el arte novohispano.
Además, el español Baltazar de Echave y Rioja ayudó a introducir sorprendentes efectos de textura en la
pintura de Nueva España. Así mismo, el realismo y claroscuro del arte novohispano adquirieron la exuberancia
y la coloración rosada de Rubens.
A fines del siglo XVII, la edad de oro de la pintura barroca
en Nueva España ya casi había pasado. De este período
destaca Cristóbal de Villalpando. Es considerado por
muchos el pintor más elegante y grandioso de México.
Muchas de sus obras son de proporciones heroicas,
altamente imaginativas con colores brillantes y llenas de
energía.
Representantes y obras

Pintura

En la pintura hay grandes artistas, cuyas obras se


encuentran en museos, como el Museo del Virreinato, en
Tepotzotlán, el Museo de El Carmen, en San Ángel,
Ciudad de México, el Museo de Santa Mónica en Puebla,
en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México,
entre otros lugares.

Santa Gertrudis la Magna, retrato por Miguel Cabrera.


Los pintores que más destacan fueron:

 Miguel Cabrera
 Juan Correa
 Cristóbal de Villalpando
 Simón Pereyns
 Juan Sánchez Salmerón

Cada quien tenía un estilo, Miguel Cabrera era muy solicitado en su


estudio, donde llegaban peticiones de cuadros para conventos, iglesias,
palacios, casas de nobles y más.
Miguel Cabrera

Miguel Cabrera, que nació en 1695, quizás en la ciudad de Antequera, en


el valle de Oaxaca, se convirtió en un símbolo del arte colonial. Llegó a la
capital del virreinato en 1719 y en unos cuantos años llegó a ser el más
prolífico de los artistas de su época. Su obra fue de calidad desigual.
Entre sus óleos hay obras maestras, pero también telas mediocres. Lo
anterior se debe a que, para cumplir con los numerosos encargos, creó un
gran taller del que salieron cuadros por centenares. Aunque muchos de
estos trabajos llevaban su firma, muy pocos en realidad fueron pintados
por él. De su vasta obra destacan una Sagrada Familia y una Crucifixión,
realizadas para la catedral de México, y un conocido retrato de Sor Juana
Inés de la Cruz, realizado en 1750. Cabrera murió en 1768.
Cristóbal de Villalpando
La Asunción de la virgen, sacristía del Templo de Santa
Prisca en Taxco por Cristóbal de Villalpando.

Cristóbal de Villalpando, sus primeros trabajos localizados se remontan al año


de 1675 en el retablo mayor del convento franciscano de San Martín de Tours
de Huaquechula donde se encuentran 17 pinturas suyas; sin embargo no
debe tomarse esa fecha como el inicio de su trayectoria artística. Aunque no
se tiene la certeza, se puede inferir que el pintor nace en Ciudad de México
en el año de 1649..

Sin lugar a dudas, Villalpando fue uno de los pintores de Ciudad de México
más destacado durante los últimos años del siglo XVII, prueba de ello es el
ciclo de pinturas triunfalistas que le fueron encargadas por el cabildo de la
Catedral de México, para decorar los muros de la sacristía de dicho templo.
Los lienzos que ejecutó para esa ocasión
fueron: El triunfo de la Iglesia católica, El
triunfo de san Pedro, El triunfo de san
Miguel (conocido como La mujer del
Apocalipsis) y La aparición de san Miguel
en el Monte Gárgano. Lamentablemente y a
causa quizá de fallas tectónicas en las
bóvedas del edificio, Villalpando no pudo
concluir el ciclo de seis lienzos, mismos que
completó Juan Correa.
Juan Correa

Juan Correa, pintor novohispano, estuvo


activo entre 1676 y 1716. Su pintura
abarca temas religiosos tanto como
profanos. Se considera que una de sus
mejores obras es la Asunción de la
Virgen de la Catedral de Ciudad de
México; varias de sus obras de tema
Guadalupano, llegaron a España;
también pintó temas Guadalupanos en
Roma (1669).
Simón Pereyns

Mientras estaba en prisión, pintó un cuadro


llamado “La Virgen del Perdón”, para que se le
perdonara la condena. Salió libre y donó el cuadro
al Arzobispo de México, de quien sus sucesores
mandarían ponerlo en el Retablo o Altar del
Perdón, en la Catedral Metropolitana
Arquitectura

Iglesia de San Manuel de Colohete, Honduras.

Durante el renacimiento en Europa, nació el estilo barroco, y


eso incluye a artistas como Miguel Ángel, Gian Lorenzo
Bernini, Leonardo Da Vinci, Sandro Botticelli u otros. España
tuvo su nuevo estilo del barroco, el cual edificio retablos con
columnas Estípites o salomónicas, este estilo se usó para
decorar principalmente iglesias, tal es el caso de la Catedral de
Santa María de la Sede de Sevilla, la Iglesia del Espíritu Santo
La Clerecía (Salamanca), o la Catedral de Santa Eulalia de
Barcelona. Después de la conquista de la Nueva España,
artistas como Jerónimo de Balbas, decoraron iglesias o
fachadas con una mezcla de estípites, geométricas, y retablos,
ahí nació el Barroco Novohispano.
Las estípites eran un papel crucial en la decoración de
retablos, un máximo exponente del estípite es el Retablo
de los reyes en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de
México construido y tallado a mano por Jerónimo de
Balbas en 1736. En la misma catedral se encuentra el
Altar del Perdón, también construido por Jerónimo de
Balbas, 1735, el original se destruyó en un incendio en
1965, el actual es una réplica exacta.
Santa Prisca en Taxco

Templo de Santa Prisca de Taxco.

Otra iglesia exponente es el Templo de Santa


Prisca en Taxco, que cada retablo aparenta ser una
capilla, exageradamente cargados de detalles,
querubines, santos y más. La iglesia está
completamente decorada por estos magníficos
altares, que son una joya, y muestran como
el Museo del Virreinato “Esplendor del Barroco
Novohispano”.
Templo del Carmen San Luis Potosí

Retablo de los Siete Príncipes Templo del Carmen San


Luis Potosí

Retablo de los Siete príncipes o Arcángeles, que abre


paso a la casa o camarín de los cinco señores.

Miguel, Gabriel, Rafael, Jehudiel, Azrael, Uriel y


Baraquiel. Portada y entrada del camarín calificado por el
crítico de arte Francisco de la Maza como la obra más
exuberante y ultra barroca, ya que es una de las más
bellas.
Capilla del Rosario Puebla

Altar central y cúpula de la Capilla del Rosario en Puebla.

La Capilla de la Virgen del Rosario, es la capilla anexa al Templo de


Santo Domingo en la ciudad de Puebla, México. Obra del siglo XVII,
fue calificada en su época como “La Casa de Oro”, así como la
octava maravilla del mundo. Constituye el más destacado ejemplo del
barroco novohispano y una de las mayores realizaciones artístico-
religiosas de México. La capilla está decorada con oro macizo de 18k.
El cual se extrajo de diferentes minas de la Nueva España,
representa ángeles, santos, y el magnífico Baldaquino Su base y las
12 columnas corintias realizadas en mármol de Tecali, representan a
los apóstoles.
En el primer cuerpo se aprecian algunos santos
dominicos, y en el segundo doce hermosas
columnas salomónicas cubiertas de rosas y
azucenas que enmarcan a Santo Domingo. Los
santos empotrados a los nichos del techo
sostienen racimos de flores, cuatro nervaduras
decorativas están abrazadas por plantas y están
dispuestas en forma de enredadera. La capilla se
caracteriza por ser de planta de cruz latina con
brazos y testeros cortos. Es una muestra
deslumbrante del estilo barroco del siglo XVII
novohispano, y un escenario para la fe y la
fantasía, en donde cada elemento tiene un
significado preciso.
Catedral Metropolitana de la Ciudad de México
La actual Catedral de Ciudad de México se comenzó a
construir en 1571. Cuenta con 17 capillas laterales, coro,
trascoro, y la capilla mayor, el retablo de los reyes, el cual
es un máximo exponente del barroco novohispano, por su
tamaño, estilo, decoración y ubicación: construido en
1736 por Jerónimo de Balbás, mide 25 metros de alto, 14
de ancho y 7 de profundidad, estando decorado con 3
capas de hoja de oro. El Altar del Perdón es un magnífico
trabajo, réplica del original, destruido en el gran incendio
de 1967 en catedral, que destruyó completamente el
retablo original, gran parte de la sillería del coro, y
carbonizó los órganos. El retablo muestra en secciones
columnas Estípites con santos y doctores de la iglesia,
destacan San Felipe Neri y San Ignacio de Loyola, así
como efigies de diferentes santos.
Objetos

Textura
barroca

Mueble
barroco
Esculturas con Barroco
Novohispano
Muebles
Barrocos
Coronación de Agustín de Iturbide
Capilla de San Felipe de Jesús

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