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Capítulo 88

Fisiología de la respuesta sexual


Manuel Mas

 CAMBIOS FISIOLÓGICOS DURANTE EL COITO


 MECANISMOS DE LA RESPUESTA SEXUAL
 ALTERACIONES CLÍNICAS DE LA FUNCIÓN SEXUAL
 BIBLIOGRAFÍA
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FISIOLOGÍA D E L A R E S P U E S TA S E X U A L 1135

La conducta sexual, además de ser esencial para la la congestión del plexo vascular perivaginal empuja hacia
supervivencia de la especie, representa una fuente primor- la luz vaginal a las paredes del tercio más externo de la
dial de gratificación para el individuo y un vehículo impor- vagina, lo que da a este órgano un aspecto de botella
tante de comunicación afectiva. Sus trastornos pueden ser invertida. La persistencia prolongada de tales fenómenos
causa de infelicidad, frustración y deterioro de las relacio- de congestión pélvica y genital cuando la excitación
nes interpersonales. La mayoría de estas alteraciones pue- intensa no es seguida de orgasmo se acompaña de sensa-
den ser aliviadas eficazmente mediante diversas terapias ción de pesadez, más o menos molesta en dichas áreas en
que exigen el conocimiento de la fisiología sexual y sus ambos sexos.
anomalías. Por otra parte muchos procesos patológicos no La respuesta de lubricación vaginal, manifestación
primariamente sexuales conllevan frecuentemente, ya sea precoz de la excitación sexual en la mujer, que a veces se
como síntoma o como complicación de su tratamiento, la traduce en la producción de abundante líquido, es tam-
aparición de alteraciones de la función sexual. El conoci- bién resultado de estos procesos. Durante algún tiempo
miento de sus mecanismos permite su prevención y tra- se atribuyó la producción de este líquido al cuello uterino
tamiento. o a las glándulas vestibulares de Bartholin. En la actuali-
La conducta sexual conlleva, junto con una comple- dad se sabe que la contribución de dichas glándulas es
ja interacción de factores intrapsíquicos, interpersonales mínima en términos cuantitativos; sólo aportan la secre-
y sociales que intervienen en su iniciación y manteni- ción mucoide, muchas veces inapreciable, de la fase de
miento, cuyo examen queda fuera de los objetivos de excitación avanzada. El líquido de lubricación vaginal se
este capítulo, una expresión psicofisiológica caracterís- forma, por el contrario, por trasudación de plasma san-
tica. Se trata de un conjunto de cambios físicos y men- guíneo, procedente del plexo vascular perivaginal inten-
tales que constituyen la llamada respuesta sexual. Ésta samente dilatado, a través de las paredes de la vagina. Su
consiste en una serie de cambios hemodinámicos, neura- utilidad fisiológica, además de facilitar la penetración y
les y hormonales que afectan especialmente al funciona- movimientos del pene dentro de la vagina, es la de neu-
miento de los órganos genitales y al cerebro, así como, tralizar el pH vaginal, que en ausencia de excitación se
en grado diverso, a la totalidad del organismo. La res- mantiene normalmente ácido como protección antisépti-
puesta sexual se suele describir esquemáticamente como ca, para permitir una mejor supervivencia de los esper-
una secuencia cíclica de etapas o fases características matozoides.
que se facilitan, refuerzan o inhiben entre sí. Se comen-
tan brevemente los principales fenómenos fisiológicos
que las caracterizan. Orgasmo

En la respuesta orgásmica se dan importantes dife-


CAMBIOS FISIOLÓGICOS rencias sexuales en cuanto a su frecuencia de presenta-
ción. Así, la mayoría de las encuestas indican que
DURANTE EL COITO mientras que casi todos los varones normales alcanzan el
Los cambios fisiológicos más notorios y característi- orgasmo tras la estimulación sexual, en un elevado por-
cos tienen lugar en los órganos genitales, aunque, en reali- centaje de mujeres, por lo demás sanas, la producción de
dad, la respuesta sexual es una auténtica respuesta la respuesta orgásmica es menos frecuente, sobre todo
integrada que implica al conjunto del organismo. Todos durante el coito (es más fácil inducirla mediante mastur-
nuestros órganos y sistemas modifican en diversa medida bación u otras formas de estimulación táctil por la pare-
su estado funcional durante ella. Estos fenómenos fisioló- ja). Ello refleja, sin duda, una insuficiente estimulación
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gicos, bastante constantes y similares en ambos sexos e (psíquica y/o física) y es mejorable con entrenamiento.
independientes del método de estimulación, se suelen Sin embargo, cuando se produce la respuesta orgásmica,
agrupar en tres fases principales cuyas manifestaciones de nuevo se dan grandes analogías entre ambos sexos.
más destacadas se resumen en la Tabla 88.1. Dicha fase está caracterizada por fenómenos contráctiles
de musculatura lisa y estriada. En el varón, los primeros
(contracciones del conducto deferente, próstata y vesícu-
Excitación las seminales) determinan la inyección del líquido semi-
nal en el bulbo uretral (fenómeno conocido como
La fase de excitación es muy similar en ambos sexos, emisión seminal), que se acompaña de la sensación de
con diferencias sólo en sus aspectos temporales (su de- “inminencia eyaculatoria”. El semen así colectado en el
sarrollo suele requerir más tiempo en las mujeres). Está bulbo es proyectado a continuación a lo largo de la ure-
caracterizada por procesos de vasodilatación, con consi- tra mediante la contracción rítmica de los músculos
derable aporte de sangre, en determinadas regiones. Con- isquiocavernosos y bulbocavernosos (eyaculación). En
secuencia de ello son los fenómenos eréctiles del pene y adultos jóvenes el semen se puede proyectar a una dis-
la vulva y de aumento de tamaño de órganos como el tes- tancia de 15 a 30 cm por delante del meato uretral. En
tículo, la mama y los genitales internos. En la mujer, sujetos de edad avanzada esta distancia se reduce pro-
cuando la fase de excitación se encuentra muy avanzada, gresivamente, lo que refleja la mayor debilidad de los

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Tabla 88.1. Resumen de los principales cambios genitales y extragenitales observados durante el coito

Órganos genitales Reacciones extragenitales


Fase Varón Mujer (ambos sexos)

EXCITACIÓN
- Erección del pene - Tumescencia del clítoris y - Ereccción de los pezones
labios menores
- Lubricación vaginal
- Aumento de tamaño y - Alargamiento de los 2/3 internos - Hiperventilación
elevación de los testículos de la vagina y elevación del útero
- Gran tumescencia del - Estrechamiento del tercio
glande, coloración púrpura externo de la vagina - Aumento de presión arterial
(“plataforma orgásmica”) (variable)
- Secreción mucoide - ”Rubor sexual” (eritema en
(glándulas uretrales) cara, tronco y nalgas)
inconstante
- Elevación del clítoris - Aumento de tono muscular
- Aumento de tamaño
de las aréolas mamarias

ORGASMOS
- Contracción de las vesículas - Contracciones uterinas - Espasmos musculares
seminales, próstata y conducto
deferente (emisión seminal) - Aumento de la ventilación
pulmonar
- Contracción de los músculos - Contracciones de la
bulbo cavernosos e “plataforma orgásmica” - Aumento de la taquicardia
isquiocavernosos con expulsión vaginal
del líquido seminal (eyaculación) - Aumento de presión arterial
- Contracciones del esfínter anal - Contracciones del esfínter anal - Alteración del estado de
consciencia

RESOLUCIÓN
- Involución rápida de - Disminución lenta de la - Sudoración
la erección del pene congestión pélvica
- Retorno de la presión arterial
a niveles pre-excitación
- Pérdida de la tumescencia
del clítoris y labios menores - Retorno de la frecuencia
cardíaca a niveles pre-excitación
- ”Período refractario” - Posible retorno a la
fase orgásmica (frecuente)

Los diversos fenómenos se relacionan en la secuencia aproximada en que aparecen (aunque muchos son simultáneos). Se intenta
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reflejar la analogía entre los cambios genitales de ambos sexos.

músculos propulsores. Simultáneamente hay contraccio- Resolución


nes rítmicas de los diversos músculos perineales. Los
fenómenos equivalentes en las mujeres son, respectiva- La fase de resolución consiste en el retorno a los nive-
mente, las contracciones uterinas (que se suelen corres- les funcionales iniciales, con reducción de la vasoconges-
ponder con los orgasmos más intensos) y de la misma tión y relajación muscular. Se acompaña de un “período
musculatura perineal que en el varón. Es la actividad refractario”, durante el que es difícil producir una nueva
contráctil rítmica de los músculos del suelo de la pelvis, respuesta sexual. Dura varios minutos y se alarga progre-
especialmente el pubocoxígeo, lo que determina los sivamente con la edad. Este fenómeno es más característi-
movimientos intermitentes de la “plataforma orgásmica” co del varón. En la mujer se pueden producir estados
a la que rodea. Estos cambios fisiológicos característicos similares de refractariedad, especialmente tras orgasmos
de la respuesta orgásmica femenina son esencialmente muy intensos. Sin embargo, tras el orgasmo femenino, con
similares, cualquiera que sea el modo de lograrla (esti- frecuencia se regresa a un nivel todavía alto de excitación
mulación del clítoris, penetración vaginal, etc.). sobre el que se pueden superponer sucesivamente algunos

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otros orgasmos si persiste la estimulación (“respuesta mul- Se han encontrado también cambios en los niveles
tiorgásmica”). plasmáticos de varias hormonas, siendo los más documen-
tados los aumentos de vasopresina durante la excitación, de
oxitocina durante el orgasmo y de prolactina tras el mismo.
Cambios extragenitales Se han descrito también aumentos más difusos y sostenidos
(no confirmados en todos los estudios) de adrenalina, gona-
La actividad sexual se acompaña de cambios somáti- dotrofinas y testosterona asociados con la actividad sexual.
cos generales y psíquicos, a veces muy intensos. La mayo- Hay importantes cambios psíquicos y sensaciones
ría de los descritos son bastante inespecíficos y se somáticas, de gran variabilidad entre los distintos indivi-
corresponden con los propios del ejercicio y, en cierta duos y según las situaciones, que se suelen percibir como
medida, de la respuesta de estrés (probablemente por las sumamente placenteras. Dichas sensaciones, aunque foca-
condiciones de registro en el laboratorio). Por otra parte, la lizadas especialmente en los genitales, pueden extenderse
utilidad fisiológica de muchos de estos cambios es eviden- a otras partes del cuerpo. Se producen diversas alteracio-
te; permiten, por ejemplo, aumentar el aporte de sangre y nes del estado de consciencia, siendo característica la ele-
oxígeno a los órganos genitales o disipar calor. vación de los umbrales de percepción dolorosa que ocurre
Tienen especial interés clínico las respuestas cardio- durante la excitación sexual intensa y, especialmente, en el
vasculares, por la elevada frecuencia de enfermedades de orgasmo. La experiencia orgásmica conlleva un estado de
este sistema (infarto de miocardio, hipertensión) y sus consciencia alterado que puede variar desde una sensación
posibles repercusiones sobre la función sexual. Los pri- de bienestar hasta una experiencia mística.
meros registros de función cardiovascular durante la acti-
vidad sexual obtenidos en el laboratorio mostraban unas
considerables elevaciones de la frecuencia cardíaca y la MECANISMOS DE LA RESPUESTA
presión arterial durante la excitación sexual, sobre todo
durante el orgasmo, alcanzando valores de hasta +100% y
SEXUAL
+80%, respectivamente, sobre los basales. Con el uso de La respuesta sexual se puede describir en términos
monitores portátiles, que los sujetos pueden llevar a su fisiológicos como el resultado de una sucesión coordinada
casa, los aumentos que se han encontrado en estos pará- de reflejos vegetativos y somáticos cuyo funcionamiento
metros son bastante más modestos y de menor duración. está influido por diversas hormonas, así como por proce-
Así, aunque los estudios disponibles son relativamente sos cognitivos y emocionales. Sus mecanismos se analizan
escasos, en varones sanos se ha determinado que el gasto a diversos niveles:
energético asociado a la actividad sexual con su pareja
habitual es de unos 2-3 MET durante la fase preorgásmi-
ca y 3-4 MET durante el orgasmo. Se ha encontrado tam- Órganos genitales
bién una notable variación tanto interindividual como
dependiente de la postura (el gasto máximo se produce Uno de los aspectos más destacados de la constitución
con el sujeto encima). En todo caso, los valores máximos de los genitales externos masculinos y femeninos son los
registrados con una actividad sexual vigorosa no suelen órganos eréctiles del pene y la vulva. De ellos, sus ele-
sobrepasar los 5-6 MET. Todos estos valores de gasto mentos más característicos son los cuerpos cavernosos y
energético caen dentro del intervalo comprendido entre esponjosos (Fig. 88.1). Durante la excitación sexual
los correspondientes a una marcha lenta (3 km/h, 2–3 aumenta el aporte arterial a los mismos, disminuyendo
MET) y una marcha rápida (8 km/h, 6–7 MET), y son simultáneamente la salida venosa, lo que resulta en su
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ciertamente inferiores a los empleados en correr a 13 aumento de tamaño (tumescencia) y, en los cuerpos caver-
km/h (10–12 MET). Se cree, por tanto, que los hallazgos nosos del pene, rigidez. Dicho fenómeno es consecuencia
iniciales de laboratorio pueden reflejar un importante de la oclusión de las vénulas subtunicales y comunicantes
componente de ansiedad al realizar la actividad sexual en en los cuerpos cavernosos dilatados al ser comprimidas
unas condiciones inusuales y estresantes. Se ha compara- contra la rígida túnica albugínea (Fig. 88.2). Por el contra-
do la respuesta cardiovascular concomitante a la actividad rio, en las partes en que no existe dicha albugínea gruesa,
sexual en un ambiente relajado y familiar a la del ejerci- como el glande del pene y el clítoris se produce tumescen-
cio que se realiza al ascender una veintena de escalones a cia pero no rigidez. Por otra parte, durante la erección
paso rápido. Las elevaciones de presión arterial y fre- completa del pene, con rigidez, la presión intracavernosa
cuencia cardíaca se hacen todavía menores cuando los se llega a elevar sobre la arterial sistólica, lo que indica que
sujetos se han sometido a programas de entrenamiento no se trata de un simple fenómeno de vasodilatación.
físico postinfarto. Dichos valores suprasistólicos de la presión intracaverno-
La hiperventilación, con aumentos de la frecuencia sa parecen ser consecuencia de la contracción adicional de
respiratoria de hasta 40 inspiraciones por minuto, que tam- los músculos perineales bulbocavernosos e isquiocaverno-
bién suele acompañar a las fases de excitación avanzada y sos, que comprimen la porción proximal de los órganos
orgasmo podría ser responsable del fenómeno de espasmo eréctiles repletos de sangre, aumentando así su presión. En
carpopedal que se presenta a veces en algunos sujetos. la fase de resolución cesa la dilatación arteriolar, con lo

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Glande

Cuerpo
esponjoso
Cuerpos
cavernosos

Glande del
clítoris
M. isquiocavernoso
Bulbo Cuerpo
cavernoso

Meato
urinario
Vagina

M. bulbocavernoso

Bulbo
Esfínter anal

Figura 88.1. Representación esquemática de la disposición de los cuerpos cavernosos y esponjosos en el pene y la vulva y su relación
con los músculos isquiocavernoso y bulbocavernoso, que los cubren parcialmente. En el varón, los cuerpos cavernosos forman dos
cilindros separados, aunque con grados variables de interconexión que ocupan la porción lateral y dorsal del cuerpo del pene. El cuer-
po esponjoso se extiende desde el bulbo hasta el glande, con los que forma una unidad. El equivalente en la hembra está representa-
do por el glande del clítoris, que se continúa hacia detrás por los cuerpos cavernosos y esponjosos (bulbo). En el varón el aumento de
tamaño, así como la elevación y, sobre todo, la rigidez de los cuerpos cavernosos, son un requisito necesario para poder introducir el
pene. En la mujer, la dilatación de los órganos eréctiles durante la excitación mantiene abierta la entrada de la vagina facilitando la
penetración y proporciona una especie de almohadillado alrededor del introito vaginal. El músculo bulbocavernoso de la mujer reci-
be también el nombre de constrictor vulvar; su actividad aumenta el contacto con el pene.

que disminuye el aporte de sangre y la presión intracaver- sivo (con fármacos vasodilatadores) o por lesiones de la
nosa. Las venas dejan de ser comprimidas, con lo que se inervación de los genitales.
permite la salida de sangre, reduciéndose el tamaño de los
cuerpos cavernosos. Ello, a su vez, disminuye la distensión
de los citados músculos perineales, que reducen su activi- Mecanismos neurales
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dad contráctil.
La erección y rigidez de estos órganos está determi- Inervación periférica e integración espinal
nada, por consiguiente, por un fenómeno primario y esen-
cial de naturaleza vascular (dilatación arteriolar y oclusión Los fenómenos eréctiles, así como los correspondien-
venosa) coadyuvado por mecanismos secundarios de tes a la respuesta orgásmica, se producen como resultado
musculatura estriada. No es sorprendente, por tanto, que de la actividad coordinada de la inervación simpática,
estos fenómenos sean altamente sensibles a procesos pato- parasimpática y somática de la musculatura perineal, que
lógicos, como la arteriosclerosis, y fármacos (por ejemplo se resume en la Figura 88.3.
los antihipertensores) que afecten a la hemodinámica de la La inervación sensorial más específicamente sexual se
región pelviana. Existen dispositivos mecánicos (prótesis origina en receptores táctiles situados en su mayor parte en
de pene) para reemplazar la función de los cuerpos caver- el glande del pene y el clítoris. Las fibras sensitivas forman
nosos. Consisten en un par de cilindros, semirrígidos o parte del nervio pudendo e ingresan a la médula espinal
inflables a discreción, que se introducen quirúrgicamente por las raíces dorsales S2-S4. Es de destacar que el clíto-
en los cuerpos cavernosos, a los que confieren una rigidez ris, siendo de un tamaño considerablemente menor que el
que imita la erección. Se utilizan cuando la producción glande del pene, contiene un número de terminaciones
fisiológica de ésta se ve impedida por trastornos vascula- nerviosas sensitivas bastante similar a éste. Ello se traduce
res graves que no respondan a un tratamiento menos agre- en una alta densidad relativa de la inervación sensorial del

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Fascia de Buck
Túnica albugínea

Vénulas
subtunicales Venas

Glande Arteria cavernosa

Cuerpo
esponjoso Espacios
M. bulbocavernoso
lacunares

Contracción del
Fascia de Buck m. bulbocavernoso
Túnica albugínea
Vénulas subtunicales
ocluidas
Venas ocluidas

Arteria cavernosa
Glande dilatada

Cuerpo Contracción del


esponjoso Espacios lacunares m. bulbocavernoso
dilatados

Figura 88.2. Mecanismo de producción del aumento de tamaño y rigidez de los cuerpos cavernosos del pene. El tejido eréctil cons-
ta de amplios espacios vasculares sinusoidales (espacios lacunares) rodeados de abundante musculatura lisa que reciben el aporte arte-
rial y de los que se origina el drenaje venoso. Los cuerpos cavernosos se encuentran contenidos en una gruesa funda fibrosa (túnica
albugínea). Otra cubierta, la fascia de Buck, engloba a los tres cuerpos eréctiles. Una vasodilatación inicial de las arterias cavernosas
y sus ramas aumenta la entrada de sangre, que llena los espacios lacunares, cuya presión se aproxima a los valores de la arterial media.
Al ocurrir este fenómeno en una estructura de paredes relativamente rígidas (las citadas envolturas) las venas resultan comprimidas
impidiéndose la salida de sangre. La contracción del músculo bulbocavernoso, que rodea a los cuerpos cavernosos, colapsa además
las venas dorsales del pene a las que también cubre. Al estar los cilindros repletos y sin posibilidad de drenaje, la contracción de los
músculos isquiocavernoso y bulbocavernoso aumenta más todavía la presión en su interior. En el cuerpo esponjoso se dan fenómenos
similares, aunque las presiones alcanzadas son bastante menores, por lo que no se produce rigidez ni se ocluye el conducto uretral
que discurre por su interior.

clítoris, lo que explica la gran sensibilidad de dicha estruc- tejidos eréctiles es relativamente pequeño y el tratamiento
tura a la estimulación táctil. con atropina y sustancias similares no suele interferir con
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La inervación vegetativa de los genitales juega un la erección. Se han detectado otros agentes vasodilatado-
papel primordial en la regulación de la respuesta sexual. res más potentes en concentraciones altas en las termina-
Se admite generalmente que la erección, especialmente la ciones parasimpáticas de estos tejidos, demostrándose su
de tipo reflejo (por estimulación táctil de los genitales), se liberación durante la erección (Fig. 88.4). De entre ellos
produce como resultado de la actividad de los nervios pél- cabe destacar diversos neuropéptidos (como el péptido
vicos (nervi erigentes o nervios erectores, raíces S2-S4) intestinal vasoactivo, VIP) y el óxido nítrico (NO), al que
del parasimpático sacro. La lesión de estos nervios, como se considera en la actualidad el neurotransmisor más
ocurre a veces como consecuencia de la cirugía radical de importante, a nivel de los cuerpos cavernosos, para la regu-
la próstata, produce disfunción eréctil. Los aumentos de lación de los fenómenos de erección. A ello se suman
secreción glandular (próstata, vesículas seminales, glándu- señales reguladoras locales como prostaglandinas de la
las de Cowper y de Bartholin, etc.) así como el de trasu- serie E y NO producido por el endotelio en respuesta a la
dado vaginal característicos de la fase de excitación son acetilcolina y la distensión mecánica. Sin duda se dan
también producidos por la actividad de estas fibras para- fenómenos de cooperación entre los diversos mediadores
simpáticas. intercelulares mencionados análogos a los procesos de
En cuanto a los neurotransmisores que utilizan, no cotransmisión que tienen lugar en otros órganos. Aunque
parece que la acetilcolina por sí sola desempeñe un papel dichos mensajeros químicos se han documentado en
importante, dado que el contenido en colinesterasa de los mayor grado a nivel de los cuerpos cavernosos del pene, la

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Estímulos:
- sensoriales Cerebro
- mentales

Cadena
simpática
paravertebral

Plexo hipogástrico Medula espinal


(simpático) toracolumbar
(T10-L2)

nervio Figura 88.3. Representación esquemática de la iner-


hipogástrico
vación de los genitales en la especie humana. Las
señales vasodilatadoras (erectógenas, líneas de trazo
grueso) principales son transmitidas por los nervios
Plexo pélvicos (también llamados nervi erigentes) que inte-
Médula espinal
pélvico sacra gran el parasimpático sacro, con probables relevos
(S2-S4) en el plexo pélvico, y continúan por los nervios
cavernosos hasta llegar a los tejidos eréctiles. De la
nervio pélvico médula lumbosacra emergen fibras simpáticas (líne-
(parasimpático)
as discontinuas) que, viajando por el plexo y el ner-
vio hipogástricos, producen las contracciones de
nervio
cavernoso musculatura lisa propias del orgasmo, así como la
reducción de la erección (detumescencia). Hay indi-
cios de que algunas de estas fibras transmiten seña-
les erectógenas, probablemente convergiendo con
Tejidos eréctiles: las parasimpáticas a nivel del plexo pélvico. El ner-
- pene vio pudendo, que emerge de la médula sacra, lleva
- vulva, vasos fibras eferentes que contraen la musculatura estriada
perivaginales perigenital (líneas gruesas), así como fibras sensoria-
les que transmiten información táctil de los genitales
(líneas continuas finas); en otras especies también
lleva fibras simpáticas, procedentes de la cadena
Músculos del suelo
de la pelvis: paravertebral que producen detumescencia; en seres
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- bulbocavernoso nervio pudendo humanos no está demostrado. Sobre los referidos


- isquiocavernoso (somático) “centros” espinales convergen señales periféricas y
cerebrales; éstas pueden ser tanto de tipo facilitador
como inhibitorias.
Mecanorreceptores
- pene
- clítoris

información, más limitada, existente sobre los órganos ción o el aumento de GMPc (inducidos ambos por el NO)
genitales femeninos indica que su regulación se hace por o el aumento de AMPc inducido por el VIP, las prosta-
mecanismos muy similares. glandinas E o la estimulación de receptores -adrenérgi-
A nivel de las células musculares lisas del tejido eréc- cos. Tales mecanismos de regulación tienen importantes
til, la “vía común final” para la producción de la erección implicaciones prácticas; así, a los citados fenómenos se
es la disminución de Ca2+ citosólico, lo que provoca su pueden deber los trastornos de erección sufridos con cier-
relajación y el subsiguiente aflujo de sangre. A ello se pue- ta frecuencia por sujetos que toman fármacos bloqueantes
de llegar por diversos mecanismos como la hiperpolariza- de receptores -adrenérgicos. A su vez, la inyección de

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Endotelio
ColM-R eNOS

ACol
Nervios erectores PGE Endotelina
(parasimpáticos) nNOS NO
VIP
2-R
VIP-R PGE-R ET -R
K+
NA
Na+
sGC AC
K+
GMP GMPc AMPc AMP

PDE-5 PDE-3
Contracción
Relajación Ca2+ (flacidez)
(erección)

Acol Célula muscular lisa

1-R
ColM-R 2-R
NA NA
Nervios simpáticos

Figura 88.4. Esquema de las principales señales intercelulares e intracelulares que intervienen en el control de la actividad contráctil
del músculo liso de los cuerpos cavernosos del pene. El óxido nítrico (NO), producido por los nervios erectores mediante la NO sin-
tasa neuronal (nNOS) así como por el endotelio mediante la NO sintasa endotelial (eNOS) en respuesta a la acetilcolina (ACol) y otros
estímulos como la distensión mecánica (shear stress), se considera en la actualidad el principal mediador intercelular erectogénico. El
NO ejerce varias acciones sobre las células musculares lisas que favorecen su relajación: activa la guanilato ciclasa soluble (sGC) que
produce GMPc, el cual reduce los niveles intracitosólicos de Ca2+; además, hiperpolariza la célula mediante la apertura de canales de
potasio (acción que también comparte el AMPc). La hiperpolarización se refuerza por la estimulación directa de la bomba sodio-pota-
sio por el NO (ambos fenómenos se indican en la parte superior izquierda de la célula muscular lisa aquí esquematizada). Se puede
también inducir erección mediante el aumento de AMPc por estimulación con péptido intestinal vasoactivo (VIP), prostaglandinas de
la serie E (PGE) y otros mediadores que activan la adenilato ciclasa (AC) produciendo AMPc. Ambos nucleótidos cíclicos son inacti-
vados por diversas fosfodiesterasas (PDE), de distinta especificidad. La fosfodiesterasa tipo 5 (PDE-5) hidroliza el GMPc, mientras que
el AMPc es hidrolizado en el cuerpo cavernoso predominantemente por la fosfodiesterasa tipo 3 (PDE-3). La inhibición selectiva de la
PDE-5, con fármacos como sildenafilo, tadalafilo o vardenafilo prolonga la vida del GMPc, potenciando así los efectos del NO y de
ahí su gran efecto facilitador de la erección. Otros inhibidores menos selectivos de las PDE, como la papaverina, aumentan los nive-
les de ambos nucleótidos cíclicos. A la izquierda de la figura se esquematiza la interacción a nivel preyuncional entre las neuronas
parasimpáticas y las simpáticas, que parecen inhibirse mutuamente usando, respectivamente acetilcolina (Acol) y noradrenalina (NA).
En ausencia de excitación sexual los órganos eréctiles se encuentran en estado de flacidez, consecuencia del predominio de señales
procontráctiles como las esquematizadas a la derecha del diagrama, entre ellas destacan señales generadas en el propio tejido (como
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la endotelina) o la acción tónica de las fibras simpáticas. Los receptores se representan como rectángulos: por ejemplo: ColM-R: coli-
nérgico muscarínico; 1-R, 2–R: receptores adrenérgicos, etc.). Las enzimas se representan como elipses.

prostaglandina E1 (alprostadil) en los cuerpos cavernosos to de la disfunción eréctil (sildenafilo, tadalafilo, vardena-
representa una herramienta muy eficaz para el diagnóstico filo) actúan por dicho mecanismo.
y el tratamiento de la disfunción eréctil cuando ésta no res- A partir de observaciones experimentales y clínicas de
ponde a fármacos orales. La erección también se puede los efectos de lesiones meduloespinales se ha propuesto
facilitar mediante la administración de fármacos inhibido- que las erecciones de origen psicógeno sean también
res de la fosfodiesterasa tipo 5, isoenzima particularmente mediadas por fibras simpáticas (raíces T10-L2) del plexo
abundante en el tejido cavernoso que hidroliza selectiva- hipogástrico (Fig. 88.3), aunque este aspecto, así como los
mente el GMPc. Ello prolonga la vida del GMPc aumen- posibles neurotransmisores implicados es más debatido.
tando sus niveles en los cuerpos cavernosos y En lo que sí existe consenso general es en que la actividad
amplificando así las señales eréctiles transmitidas por los de la inervación simpática produce, a través de mecanis-
nervios nitrérgicos. Los fármacos erectogénicos orales mos -adrenérgicos, los fenónemos de contracción de la
más usados actualmente como primera línea de tratamien- musculatura lisa característicos de la fase orgásmica (emi-

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sión seminal, contracción uterina), así como la vasocons- gica. Los fármacos inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5,
tricción con subsiguiente reducción del aporte sanguíneo a como el sildenafilo, que como se mencionó arriba son
los genitales que determina la detumescencia en la fase de efectivos por vía oral, al prolongar la erección iniciada por
resolución. Así, los tratamientos con fármacos antiadre- la estimulación táctil (siempre que persistan los arcos
nérgicos pueden interferir especialmente con el normal reflejos a nivel sacro) se han mostrado eficaces en pacien-
desarrollo de la fase orgásmica, por ejemplo produciendo tes con dichas lesiones medulares altas. Ello exige que se
el fenómeno del “orgasmo seco”, es decir sin expulsión de realice una adecuada estimulación táctil para provocar la
líquido seminal. También se han empleado este tipo de fár- erección refleja. También suelen responder muy bien a la
macos para retardar la eyaculación en casos en que ésta inyección intracavernosa de prostaglandina E1, con la ven-
ocurre precozmente. Por otra parte, la inyección de anta- taja de que si, como es frecuente, tienen deteriorada la sen-
gonistas -adrenérgicos en los cuerpos cavernosos suele sibilidad no perciben la inyección como dolorosa. En los
producir erecciones sostenidas, lo que sugiere que haya sujetos con lesiones bajas (con los arcos reflejos sacros
una actividad adrenérgica tónica inhibidora de la erección. destruidos) sólo las inyecciones intracavernosas podrían
La contracción de la musculatura estriada perineal, ser efectivas. La eyaculación se encuentra ausente con más
que contribuye a los fenómenos de rigidez de los genitales frecuencia que la erección en sujetos con lesiones espina-
en la fase de excitación (músculos bulbocavernoso e les altas lo que sugiere que, a diferencia de ésta, recibe
isquiocavernoso) y desempeña un papel importante en la influencias cerebrales predominantemente facilitadoras.
respuesta orgásmica (los citados músculos y el elevador En estas circunstancias, si se desea tener hijos se suele
del ano), está determinada por la actividad de sus moto- recurrir a la obtención de semen mediante estimulación
neuronas situadas en los segmentos S2-S4, cuyos axones vibrotáctil de la base del glande o la estimulación eléctri-
cursan por el nervio pudendo (véase Fig. 88.3). La con- ca transrectal (electroeyaculación) para inseminar artifi-
tracción de los músculos bulbocavernoso e isquiocaverno- cialmente a la pareja.
so es estimulada por cualquier procedimiento que los La transmisión de la información sensorial proceden-
distienda (sería una manifestación del clásico reflejo mio- te de los genitales hacia el cerebro se realiza por el haz
tático). Durante la erección se produce un estímulo mode- ventral del sistema espinotalámico. Las señales descen-
rado al aumentar de tamaño los cuerpos cavernosos y dentes modificadoras de los reflejos genitales espinales se
esponjoso; la subsiguiente respuesta contráctil contribuiría proyectan desde el tronco del encéfalo al asta intermedio-
a la rigidez. Durante el coito, es probable que el contacto lateral de la médula dorsolumbar y lumbosacra, lugares de
del pene erecto con las paredes de la vulva y la vagina esti- origen de las neuronas preganglionares de los nervios
mule también este reflejo, aumentando la rigidez y facili- vegetativos que inervan los genitales, y sobre los núcleos
tando así la penetración. Durante el orgasmo la distensión motores en la médula sacra de los músculos perineales.
de dichos músculos, en este caso brusca y desde dentro, al
expandirse el bulbo uretral a consecuencia del líquido
seminal que le llega durante la emisión, lo que provoca su Mecanismos cerebrales
contracción intermitente e intensa, determinante de la eya-
culación. La integridad de este arco reflejo se explora clí- La información disponible sobre localización cerebral
nicamente (“reflejo del bulbocavernoso”) comprimiendo de las funciones sexuales ha procedido hasta fechas muy
el glande, lo que también distiende a dichos músculos, su recientes casi exclusivamente de la experimentación ani-
contracción se puede comprobar insertando un dedo en el mal. Las estructuras cerebrales más relacionadas con la
ano (lo que, en sentido estricto, refleja la contracción de su actividad sexual, así como con otras conductas apetitivas,
esfínter externo y debería llamarse reflejo bulboanal) o se encuentran localizadas en la región hipotalámica y otras
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palpando el músculo bulbocavernoso en el periné; tam- áreas límbicas. En varias especies se han obtenido aumen-
bién, de modo más preciso, colocando electrodos de tos o disminuciones relativas de diversos parámetros de la
estimulación en el glande y de registro de actividad elec- actividad sexual tras lesiones, estimulaciones eléctricas,
tromiográfica en el ano o el periné. administración local de hormonas o manipulación de nive-
De lo expuesto anteriormente se desprende que todos les de neurotransmisores en regiones cerebrales que inclu-
los elementos neurales necesarios para los reflejos de erec- yen diversas áreas hipotalámicas, estriado ventral
ción del pene y la vulva y de vasocongestión vaginal se (particularmente el nucleus accumbens), núcleo basal de la
encuentran localizados a nivel espinal bajo (médula lum- stria terminalis, amígdala, septum, bulbo y tubérculo olfa-
bosacra, véase Fig. 88.3). No es extraño, por tanto, que en torios, sustancia gris periacueductal, etc. La región cere-
sujetos con lesiones medulares por encima de dichos nive- bral cuya integridad funcional parece más crítica para la
les se sigan presentando estos reflejos, incluso a veces de expresión de la conducta sexual masculina es el área pre-
modo exacerbado, lo que sugiere la existencia de influen- óptica medial-hipotálamo anterior. Sus lesiones bilaterales
cias inhibitorias supraespinales. Sin embargo, las ereccio- suprimen invariablemente la actividad copulatoria de los
nes reflejas de los parapléjicos, al fallar su coordinación machos de todas las especies de mamíferos estudiadas,
con el resto de la respuesta sexual, son con frecuencia incluyendo varios primates, mientras que su estimulación
insuficientes para permitir una actividad sexual satisfacto- eléctrica produce actividad de monta, incluso en animales
ria por lo que se requiere con frecuencia ayuda farmacoló- castrados. Su lesión en primates hembra, aunque ha sido
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FISIOLOGÍA D E L A R E S P U E S TA S E X U A L 1143

menos estudiada, también parece suprimir la motivación inactiven áreas inhibidoras. Registros realizados durante la
sexual. Así mismo, se han descrito aumentos de la activi- eyaculación han mostrado, además de patrones de activa-
dad eléctrica y neuroquímica de esta estructura durante la ción e inactivación que, en general, recuerdan a los ante-
actividad sexual espontánea del macho. Aunque en la riores, una importante activación del cerebelo, al parecer
especie humana no se han realizado lesiones y registros independiente de la actividad motora, lo que refuerza la
similares es presumible que esta área cerebral desempeñe idea de que esta estructura, junto con sus clásicas funciones
también en ella un papel importante en la integración de la motoras, esté también implicada en respuestas emociona-
respuesta sexual. En varias especies animales, notable- les. Es también destacable el hecho de que en muchos de
mente en monos, se han observado comportamientos los cambios de la actividad cerebral comentados antes se
sexuales anómalos (repetitivos y con frecuencia dirigidos observa un grado de lateralización, en algunas de las áreas
hacia cualquier animal u objeto) tras lesiones del polo bastante notable, siendo más acusados en las estructuras
anterior de los lóbulos temporales; forman parte de un cua- localizadas en el hemisferio cerebral derecho.
dro conductual más amplio (“ceguera psíquica”, o síndro-
me de Klüver-Bucy, llamado así por los investigadores que
Cambios en los genitales durante el sueño
lo describieron inicialmente) que refleja una incapacidad
de discriminar la significación de diversos estímulos afec-
tivamente relevantes. Está por dilucidar la importancia Es una experiencia común a casi todos los varones el
relativa de las diversas estructuras cerebrales afectadas por despertar a veces con el pene erecto, lo que se solía atri-
dichas lesiones (amígdala, corteza cerebral periamigdalar, buir erróneamente al llenado de la vejiga. En realidad se
polo anterior del hipocampo) en la producción de dicho debe al hecho de que en todos los adultos sanos se produ-
síndrome. cen durante el sueño erecciones intermitentes. Dichos epi-
Los datos disponibles hasta el momento sobre el cere- sodios duran varios minutos y se producen con notable
bro humano son relativamente escasos y poco concluyen- periodicidad, correspondiéndose en gran medida con las
tes. En pacientes con lesiones de los lóbulos temporales se fases del sueño REM, si bien no parecen guardar relación
pueden encontrar algunas manifestaciones del síndrome con el contenido específico de los sueños que tienen lugar
de Klüver-Bucy, incluidas, en ocasiones, alteraciones en el también durante esta fase. Paralelamente, y como en cual-
comportamiento sexual. De entre los pocos pacientes que quier otra respuesta eréctil fisiológica, se producen incre-
se han estudiado con electrodos implantados en diversas mentos de la actividad electromiográfica de los músculos
áreas cerebrales se han encontrado complejos punta-onda bulbocavernoso e isquiocavernoso, que serían así, junto
en el septum coincidiendo con el orgasmo. También en con los oculomotores, de los pocos músculos del organis-
raras ocasiones se han realizado lesiones unilaterales de mo que aumentan su actividad durante esta fase del sueño.
áreas cerebrales a sujetos que presentaban conductas En cierto sentido se consideran como erecciones fisiológi-
sexuales aberrantes (parafilias), comunicándose una cas puras, sin las influencias psíquicas que acompañan
reducción del interés sexual tras lesiones de la amígdala y invariablemente a este fenómeno en el individuo despier-
el hipotálamo anterior y lateral. to. Por ello su estudio mediante aparatos que registran con-
Con el desarrollo de nuevas técnicas poco invasivas de tinuamente el diámetro y la rigidez del pene durante el
medida de la actividad cerebral se comienzan a realizar sueño se considera de gran utilidad para el diagnóstico
estudios más precisos, y de mayor aceptabilidad ética, diferencial entre los trastornos de la erección de causa
sobre las áreas cerebrales cuya actividad parece más rela- orgánica y los psicogénicos. En los segundos, el paciente,
cionada con la función sexual. Así, estudios con técnicas que suele carecer de erección en el estado despierto, se ve
funcionales de formación de imágenes como la tomografía gratamente sorprendido, lo que suele contribuir a su cura-
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de emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética ción, cuando se le demuestra que ha tenido erecciones de
funcional (fMR) en sujetos a los que se expone a imágenes buena calidad durante el sueño. Por el contrario los sujetos
eróticas revelan aumentos de actividad en áreas como la con serios trastornos de vascularización o inervación de
circunvolución cingular anterior (involucrada en la expre- los genitales, así como ciertas anomalías hormonales
sión emocional), ínsula-claustro (percepción e integración (hipogonadismo, hiperprolactinemia), presentan déficit
de sensaciones viscerales), ganglios basales (núcleo cau- eréctiles tanto estando despiertos como durante el sueño.
dado-putamen), área tegmental ventral (origen del sistema En las mujeres adultas ocurren fenómenos similares
dopaminérgico mesolímbico, muy implicado en la motiva- de vasocongestión vaginal periódica, también coincidentes
ción), hipocampo e hipotálamo. Es interesante el que jun- en gran medida con el sueño REM aunque, al no ser tan
to con los citados aumentos de actividad en dichas zonas evidentes por razones anatómicas, sólo se han podido
se han registrado disminuciones en otras, como la amígda- determinar con el uso de instrumentos de reciente diseño.
la (implicada en diversas respuestas aversivas) y áreas de
asociación parietales y frontales de la corteza cerebral, que Factores endocrinos
se cree que están relacionadas con la formación de juicios
sociales (¿correlato cerebral de la “ceguera de amor”?). En la mayoría de las especies la actividad sexual
Ello indica que la expresión de la conducta sexual requie- depende estrechamente de los niveles sanguíneos de cier-
re que simultáneamente se activen áreas facilitadoras e tas hormonas que son, esencialmente, la testosterona en
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los machos y en los primates hembra, y los estrógenos y Se atribuye el que la menopausia natural tenga con menos
gestágenos en las hembras. Sus efectos sobre distintos frecuencia efectos negativos sobre la motivación sexual
componentes del patrón de conducta sexual se ejercen a que la ovariectomía al hecho de que el ovario postmeno-
diversos niveles cerebrales, espinales y periféricos. En la páusico continúa secretando cantidades significativas
especie humana, más encefalizada, la dependencia hormo- de andrógenos durante varios años. La administración de
nal de la conducta sexual no es tan rígida. Sin embargo antiandrógenos, como los utilizados para el tratamiento
persisten importantes influencias endocrinas de gran del hirsutismo o el acné, se acompaña de reducciones de
importancia clínica. Las hormonas cuya relevancia para la motivación sexual en algunas mujeres.
sexualidad humana está más claramente establecida son La información disponible indica, por tanto, que los
las que se mencionan a continuación. andrógenos juegan un papel crucial en el mantenimiento
de la motivación sexual en ambos sexos. Para este efecto
parece haber un mecanismo de techo o umbral. Cuando los
Andrógenos niveles de andrógenos se encuentran por debajo del mismo
se manifiesta una clara relación dosis-respuesta. Por el
En los machos de todas las especies se requieren unos contrario, cuando se elevan por encima de dicho umbral no
niveles mínimos de testosterona circulante para el mante- producen un aumento significativo de la motivación
nimiento de la actividad sexual. En el adulto joven nor- sexual. Tal es el caso de los varones adultos jóvenes, cuyos
mal, que posee elevados niveles plasmáticos de niveles circulantes de testosterona libre son muy superio-
testosterona (muy superiores a los necesarios para el man- res al parecer a tal umbral. Sin embargo los de los varones
tenimiento de la función sexual), no parece haber una prepúberes, adultos hipogonadales y algunos ancianos se
relación entre éstos y los de actividad o motivación sexua- encuentran próximos a éste, de ahí que se puedan ver
les. Sin embargo, se aprecia una clara correlación entre correlaciones positivas con la conducta sexual en estos
estos parámetros cuando los niveles circulantes, o dispo- grupos. Del mismo modo, en las mujeres adultas los nive-
nibles, de testosterona son más bajos. Así, en varones cas- les plasmáticos de testosterona (que representan un 5-10%
trados o hipogonadales, que presentan niveles bajos de de los del varón) son similares y, a veces, inferiores a los
motivación y actividad sexual, el tratamiento con cantida- requeridos para el mantenimiento de niveles óptimos de
des subfisiológicas de testosterona restaura diversos pará- motivación sexual. De ahí que en ellas se puedan obtener
metros de la conducta sexual de modo proporcional a la mejores correlaciones entre estos parámetros que en los
dosis. Durante la pubertad hay una clara asociación entre hombres y sean más sensibles al tratamiento con testoste-
la elevación de los niveles sanguíneos de testosterona y rona o antiandrógenos.
los de interés y actividad sexuales. También, los déficit
sexuales que se van produciendo durante el envejecimien-
to son paralelos, con frecuencia, a la disminución de los Estrógenos
niveles circulantes de testosterona, especialmente con sus
fracciones “libre” o “biodisponible” (no unida a la globu- En las hembras de la mayoría de las especies la eleva-
lina fijadora de esteroides sexuales o SHBG), biológica- ción de los estrógenos circulantes determina el estado de
mente activas. El tratamiento con antiandrógenos a receptividad sexual (estro o celo), único momento en que
varones adultos (p. ej., pacientes con tumores de próstata) se acepta al macho, y que tiene lugar solamente en breves
disminuye su interés y actividad sexuales. Ello ha llevado períodos periovulatorios. En los primates más próximos al
a que se proponga su uso en sujetos con conductas sexua- ser humano (chimpancés y bonobos) la actividad o moti-
les anómalas (parafilias) socialmente peligrosas o en vación sexual no presenta esta estricta dependencia con la
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delincuentes sexuales. ovulación. Tal desconexión de la motivación sexual y las


En la mujer, los andrógenos (originados en el ovario, fluctuaciones cíclicas de las hormonas ováricas alcanza su
la corteza suprarrenal y por conversión periférica de otros grado máximo en la mujer.
esteroides) desempeñan también un importante papel en el Los estrógenos sí desempeñan, sin embargo, otro
mantenimiento de la sexualidad, especialmente en sus importante papel en la mujer, como es el de mantenimien-
aspectos motivacionales. En mujeres normales, y a dife- to del buen estado trófico de la vagina. Su déficit tras la
rencia de lo indicado anteriormente para varones, se ovariectomía y la menopausia se acompaña de disminu-
encuentran buenas correlaciones entre los niveles circulan- ción del grosor del epitelio vaginal y de su respuesta de
tes de testosterona y la motivación sexual. En pacientes a lubricación, lo que puede dificultar el coito, e incluso
las que se somete a ovariectomía bilateral (y por tanto se hacerlo doloroso (dispareunia). Estos problemas se resuel-
las priva de una importante fuente no sólo de las clásicas ven eficazmente con la administración, por vía sistémica o
hormonas femeninas, sino también de andrógenos) se pro- localmente, de preparados estrogénicos.
ducen con frecuencia disminuciones del interés sexual. La Los efectos sobre la sexualidad de las píldoras anti-
terapia de sustitución hormonal que tiene mejores efectos conceptivas clásicas, que incluyen en su formulación com-
de mantenimiento de éste es la administración de testoste- binaciones diversas de estrógenos y progestágenos
rona, por lo general conjuntamente con estrógenos (que sintéticos, son complejos. En la mayoría de las encuestas,
ayudarían a mantener un buen estado trófico de la vagina). las mujeres que usan este tipo de anticoncepción suelen

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FISIOLOGÍA D E L A R E S P U E S TA S E X U A L 1145

tener mayor actividad sexual que las que no siguen ningún ALTERACIONES CLÍNICAS DE
procedimiento anticonceptivo o utilizan otros métodos.
Sin embargo, cabe siempre plantearse hasta qué punto esa
LA FUNCIÓN SEXUAL
mayor frecuencia coital sea un reflejo del deseo sexual de Algunas personas padecen dificultades en su respues-
la mujer o de la mayor desinhibición, propia o de su pare- ta sexual, conocidas como disfunciones sexuales. Se sue-
ja, al tener garantizada una anticoncepción eficaz. Por otra len clasificar como trastornos del deseo (deseo sexual
parte, un porcentaje de mujeres que toman la píldora anti- inhibido), de la fase de excitación (disfunción eréctil o
conceptiva combinada se quejan de una clara disminución impotencia en el varón y déficit de lubricación en la
de su interés sexual. Se cree que estos fenómenos pueden mujer), de la fase orgásmica (eyaculación precoz, eyacula-
deberse a la disminución de testosterona libre resultante de ción retardada, anorgasmia) u otros como vaginismo (con-
la elevación de los niveles plasmáticos de SHBG inducida tracción espástica de la musculatura perineal y perivaginal
por el preparado estrogénico que contienen los anticon- que impide la penetración) o dispareunia (dolor vaginal a
ceptivos combinados, así como a la supresión de la pro- la penetración). Muchos de estos problemas tienen un ori-
ducción ovárica de testosterona que también produce la gen psicológico y se tratan eficazmente mediante técnicas
píldora (al frenar la secreción de gonadotrofinas). de terapia conductual, que hacen un amplio uso del cono-
En los varones, la administración de estrógenos cimiento existente de los mecanismos fisiológicos. Una
(empleada a veces en el tratamiento del cáncer de prósta- importante proporción de estas disfunciones tiene, sin
ta) produce una importante disminución de la motivación embargo, causas orgánicas (trastornos hormonales, vascu-
sexual, lo que se explica por la drástica reducción de la lares o neurológicos, procesos inflamatorios en los genita-
síntesis de testosterona que producen. les, etc.) que hay que diagnosticar y corregir.
A veces la aparición de una disfunción sexual puede
ser el síntoma inicial de un proceso patológico no diag-
Prolactina nosticado previamente. Por ejemplo, la disfunción eréctil
(impotencia) puede ser el primer signo de una diabetes
La hiperprolactinemia se suele acompañar en el varón mellitus, un prolactinoma o un proceso arterioesclerótico
de una disminución del interés y la potencia sexuales. De en evolución hacia una cardiopatía isquémica. De hecho,
hecho, éste puede ser el síntoma inicial de un adenoma un gran número de enfermedades crónicas tienen efectos
hipofisario productor de esta hormona. Estos déficit sexua- deletéreos sobre la función sexual. Las causas y mecanis-
les revierten generalmente tras la corrección quirúrgica o mos son muy variados. Unas veces se trata de una interfe-
farmacológica (con agonistas dopaminérgicos) de los nive- rencia específica con los mecanismos fisiológicos de la
les plasmáticos de prolactina. En la mujer no está tan clara respuesta sexual por parte del proceso patológico (diabe-
la existencia de un efecto deletéreo de la hiperprolactine- tes, insuficiencia renal, hiperprolactinemia, oclusiones de
mia patológica (adenomas) o fisiológica (lactación) sobre vasos pélvicos, esclerosis múltiple, traumatismos medulo-
la sexualidad. De modo indirecto, puede contribuir a la espinales), de los tratamientos con numerosos fármacos
sequedad vaginal y dispareunia que acompañan a veces a (diversos antihipertensores, neurolépticos, anticonvulsi-
una lactación muy prolongada, como resultado de la pri- vantes, antidepresivos, tranquilizantes, etc.) o procedi-
vación de estrógenos durante la amenorrea producida por mientos quirúrgicos (lesiones de los nervios pélvicos). La
la prolactina. actividad sexual puede verse dificultada de modo más
inespecífico por fenómenos como dolor, malestar, inmovi-
lidad o espasticidad, que acompañan a muchos procesos
Oxitocina
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crónicos (como artritis o esclerosis múltiple). Tienen tam-


bién gran importancia los efectos psicológicos de la enfer-
Esta hormona neurohipofisaria tiene efectos bien
medad sobre el paciente o su pareja, tales como depresión,
conocidos de estimulación de las contracciones uterinas
ansiedad, deterioro de la imagen corporal (traumatismos,
durante el parto y la eyección de leche en la lactación,
cirugía desfigurante), miedo ante los posibles riesgos de la
momentos en que aumenta su secreción. Algunas mujeres
actividad sexual (pacientes con infarto de miocardio o
refieren sensaciones placenteras, que recuerdan a las
hipertensos). Identificar la posible contribución relativa de
sexuales, durante las sesiones de lactación. A su vez, la
los diversos procesos, para corregirlos mediante medidas
actividad sexual en madres lactantes se acompaña a veces
terapéuticas o consejos adecuados, puede mejorar consi-
de emisión de leche, lo que indica secreción de oxitocina.
derablemente la calidad de vida de estos pacientes. Todo
Además, varios laboratorios han descrito un aumento de
ello requiere un buen conocimiento de los mecanismos
los niveles plasmáticos de oxitocina en varones y mujeres
fisiológicos de la respuesta sexual.
no lactantes durante la actividad sexual, alcanzándose
valores máximos en el orgasmo. Cabe plantearse si ello
contribuye a la producción de los fenómenos característi- BIBLIOGRAFÍA
cos de esta fase. Por otra parte, la administración de oxito-
cina a animales de experimentación estimula la conducta Anderson KE, Wagner G. Physiology of penile erection.
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Tresguerres, J. A. F.. Fisiología humana (3a. ed.), McGraw-Hill España, 2005. ProQuest Ebook Central, http://ebookcentral.proquest.com/lib/unadsp/detail.action?docID=3195143.
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