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El Diario de

Mariana

Vladimir Salazar Berrizbetia


Agradecimientos

A todos aquellos que se han cruzado en mi camino para enseñarme cada día un poco mas

acerca de la vida, a todos esos seres que hacen caminos que muchos otros seguirán.

Muy especialmente quiero darle las gracias a una persona que con sus vivencias y más que

sus vivencias, su actitud ante los embates y golpes que le ha propinado la vida, cayó muchas veces y

todas esas veces se ha vuelto a levantar.


Prologo

Cada ser humano alberga dentro de si, fantasías e idilios, que rebasan el límite de ese divino

estado de felicidad del ser humano que es la locura, cuando decides llevarlo a la vida real, Mariana

es un ser de carne y hueso, una mujer que vive incluso hoy en día, en alguna parte del mundo, este,

su diario, narra parte de lo que ha sido su aventurera carrera loca por experimentar para aprender a

vivir, teniendo al sexo como esa chispa que activo su motor de búsqueda, sus necesidades y su

curiosidad.

Este libro recoge las múltiples peripecias de Mariana Stella, una mujer maravillosa a quien

tuve el agrado de conocer hace unos meses en calidad de psicoterapeuta, su caso me pareció muy

particular y le plantee la idea de hacer un libro en donde ella misma en un lenguaje sencillo, fuera

quien nos narrara su propia historia, llena de erotismo y sensualidad, a la vez que nos lleva en un

viaje que nublará nuestros sentidos y nos llenará de un poco de morbo por poseer aunque sea por un

instante a una mujer así… he aquí su ensayo.


Capitulo I

La zona en penumbra, situada entre el pasado y el futuro,

Constituye nuestro pobre mundo de transformación,

Una parte de nosotros vuelve la vista hacia atrás, quizás por la nostalgia

Del encanto perdido, la otra parte se alegra de poder decir adiós

A ese caos pasado… otra mira hacia adelante reuniendo todo su valor,

Otra se ilusiona ante los cambios que le esperan, otra… permanece inmóvil,

Incapaz de levantar de nuevo la mirada ante el horizonte.

El verdadero hogar esta justo donde el corazón celebra cada día su despertar, en los

instantes fugaces que sirven como alimento al espíritu, los momentos y lugares que nuestro

pensamiento desentraña el sentido oculto de las sombras y la luz, tardé 30 años en comprender esto,

en completar el circulo, al comenzar esta tercera década de vida, decidí que esa etapa de miedos

había terminado y que debía comenzar a “vivir”.

En Buenos Aires, el paisaje y el clima son a su vez ásperos y hermosos, una ciudad

enclavada en un valle fresco, una metrópolis con un ritmo de vida muy duro, llena de gente de todos

los destinos del mundo, con la llegada de la época decembrina, el frio se atenúa y la ciudad cobra un

aspecto mas melancólico.


… Allí estaba yo, rozagante de alegría, comenzando mi día de trabajo, entre darme una

ducha para desperezarme, correr a buscar que ponerme y a su vez preparar algo de desayuno, la

hora no me ayuda por el tiempo que paso pensando en levantarme de la cama.

Como todos los días, sigo la rutina de salir corriendo de mi casa hacia mi trabajo en una

Agencia de publicidad en donde me desempeño como diseñadora. En la medida que pasa el día,

nuevamente me atacada la melancolía y la tristeza que día tras día me hace pensar en el oscuro

pasado que me tocó vivir, demasiadas experiencias, difíciles de asimilar con el tiempo.

Justo en ese diciembre, decidí regresar a mi tierra, a Valencia en España, me tome unas

vacaciones para reencontrarme conmigo misma, con mi familia, con mi gente, ya hacia unos

cuantos años que no regresaba, cada año decidí pasarlo con mi pareja o con amigos para las

celebraciones de navidad y año nuevo, así mismo aprovechaba para descansar; esta vez decidí

reunirme con ese pasado al que tanto había vivido escapando.


Capitulo II

El atardecer de la vida, no puede vivirse según un programa establecido,

Porque lo que en la mañana ha sido magnifico, será casi imperceptible al caer

La tarde, y lo que nuevamente en la mañana estuvo cargado de tu mejor verdad,

Se habrá convertido al anochecer en una gran mentira.

Después de casi 6 horas en terminales aéreos, autobús y taxi, me encuentro de nuevo en

casa, casi no puedo creerlo que estoy de vuelta, todo esta intacto, mi madre, mis hermanos, mi

pequeña habitación, hasta el viejo perro, aun encadenado al mismo sitio. Después de instalarme en

mi tan extrañada habitación y sentarme un rato a pensar en mi cama, decido salir un rato al patio,

sentir en mi cara el fresco de la tarde valenciana, sentada en uno de los muros que hace unos años se

colocaron para remodelar esa área, comienzo a dejar volar mis recuerdos de mi infancia, en los

juegos con los chicos y chicas de mi barrio, en mi padre al llegar del trabajo, en mi madre siempre

quejándose de todo, en mis holgazanas hermanas que siempre me echaban las culpas de todo lo que

sucedía, en las labores de la casa en la que a regañadientes aprendí a hacer de manera gustosa con

los años, en mis días de escuela, los dulces, las tardes de televisión, y así muchas cosas que reavivan

esa felicidad de haber tenido la dicha de vivir plenamente esa niñez.

Luego de cenar en familia, me siento a fumar un cigarrillo y a hablar con mi madre, ya

hacia mucho tiempo que no lo hacia, creo que necesitaba hacerlo, nunca fuimos muy amigas, o no

se si es que nunca pudo demostrarme su afecto, hablamos de todo, de mis éxitos, de mis fracasos, de

la familia, de mi ex esposo… ya habían pasado 4 años desde que nos separamos, después de casi 10
años de relación, nunca tuvimos hijos, ni siquiera un perro, creo que habíamos sido muy felices,

aunque siempre vivimos escapando de mi familia y de la gente que vivía tratando de destruir esa

relación que para algún momento era muy solida. Después de todo ese tiempo, solo me quedaba una

sentencia de divorcio, un corazón afligido y una profunda desconfianza hacia los hombres, que ya

de por si creía la tenia por tantas cosas que viví en el pasado y que poco a poco había recuperado al

lado de Alexander.

Justo allí al lado de mi madre, creo que necesitaba volver a casa, ver como cambiaba la faz

de la tierra en esta estación del año, necesitaba regresar al calor humano…


Capitulo III

Ni recto, ni curvo,

Ni de un lado o de otro, sino solo sombras

Desdobladas en otras sombras, sin cesar

Siempre hasta el infinito…

Que difícil es detenerse en ese intervalo de la vida

Que mas bien parece la muerte, para deslizarse hacia el

Olvido absoluto.

Mi nombre es Mariana Stella, me describo como una mujer normal, blanca, atractiva, de

ojos café y cabellos castaños claros, quizás la naturaleza o la genética me doto de una cara de eterna

niña que reflejaba siempre un tanto de inocencia y picardía; desde muy pequeña he sido coqueta y

risueña, tal vez gracias a eso fue que comenzaron mis desgracias en la vida…

Creo que fue un sábado por la noche que comenzó el calvario de mi vida, para ese entonces

contaba con tan solo 11 años, estaba en plena formación de lo que iba a ser mi cuerpo, apenas

tomando forma y siempre de niño se anda con ropas holgadas en la casa y no estas muy pendiente

ni de cómo te sientas o como caminas, porque es que ni siquiera te estas dando cuenta que estas

creciendo.

Uno de mis tíos, Roberto, hermano menor de mi madre, siempre me observaba y era muy

amable conmigo, me sentaba en sus piernas, me daba golosinas, pero siempre note un extraño
acercamiento, a veces “sin querer” me tropezaba mis genitales o mis diminutos senos que apenas

empezaban a asomarse. No fue sino hasta esa noche que a manera de juego, metió su mano debajo

de mis ropas para tocar mi sexo, en ese momento no sabia si quedarme o correr, era una sensación

extraña, entre placer y cosquillas, me dijo que aquello era un juego y que no debía decírselo a nadie,

pero que jugaríamos muchas veces así, pero que debía jurarle que no iba a decirle a nadie, en esa

edad de juegos, así lo hice; las cosas se fueron poniendo cada vez mas extrañas y comencé a sentir

miedo.

Aquel aberrado disfrutaba mirándome mientras yo me sentaba o me acostaba en el suelo,

me obligaba a quitarme la ropa o a mostrarle mis genitales, a abrirme de piernas y a acercarme a el,

a veces solo me miraba otras tantas se sacaba su miembro y se lo acariciaba, así fue pasando el

tiempo y yo sabia que no estaba haciendo lo correcto, me sentía extrañamente culpable, pero sentía

que si lo decía me iban a armar o un lio o darme una paliza, así cada vez que el podía se me

acercaba y me hacia ir hasta su habitación, pues vivíamos en casas cercanas, divididas solo por un

terreno baldío.

Al cumplir mis 12 años, decidió abusar de mi; en uno de sus juegos, comenzó a tocarme,

en el fondo yo disfrutaba ese cosquilleo y no oponía resistencia, a la vez que se masturbaba, su

miembro se veía muy grande o al menos a mi parecía muy grande en ese momento, mientras el iba

metiendo sus dedos poco a poco en mi vagina, me pidió que yo agarrara su miembro e imitara sus

movimientos, torpemente así lo hice durante un rato, yo sentía un poco de dolor con su dedo en el

interior de mi pequeña vagina hinchada, ya no eran cosquillas lo que sentía sino una enorme presión

que parecía que iba a romperme la entrepierna, comencé a suplicarle que me dejara en paz, hasta

que lo logré.

La siguiente tarde, volvió a buscarme, ese día mis padres iban a salir un rato, asi que

nuevamente me llevo a su habitación, esta vez me tumbo en su cama y comenzó a lamer mi vagina,

fue una sensación extraña, pero divina, sentía que me desmayaba, que se me iban las piernas, que
perdía el sentido de todo, a la par que nuevamente intentaba introducir sus dedos, esta vez el dolor

era casi imperceptible, casi sin darme cuenta, el estaba sin ropas, mostrando su bien formado cuerpo

velludo, con su miembro muy erecto y me decía que me tranquilizara, que eso iba a doler solo un

poco, comenzó a jugar con la cabeza de su pene en la entrada de mi vagina, mientras me tocaba mis

senos. Comencé a asustarme, pero algo no me permitía irme de allí, poco a poco fue incrustando su

miembro en mi, yo, con una mezcla de dolor, impotencia y a su vez de un cosquilleo que recorría

mi cuerpo entero, estaba allí, fría, inerte; al rato sentía que algo caliente bajaba de mis entrañas, a la

vez que sentía ese pedazo de carne gruesa dentro de mi, dura como piedra, comenzó entonces un

movimiento de vaivén, al principio me dolía mucho, pero poco a poco esa sensación se fue

relajando, para dar paso a una sensación de placer, de algo entraño que me hacia sentir sorda, tensa

y con ganas de gritar, fue cuando sentí que saco de mi su miembro y un liquido blancuzco y muy

caliente cayo sobre mi vientre. Me quede sin palabras, me vestí y salí corriendo de ese recinto.

Así pasaron varios días, al cerrar los ojos me recordaba de lo sucedido, esto ya se estaba

convirtiendo en una pesadilla para mi, con el solo hecho de ver a mi tío en las mañanas cuando iba

de visita a mi casa, me ponía pálida y fría


Capitulo IV

Y se me encoge el corazón de repente

Al ver en su rostro una expresión cínica

Recuerdos agrestes ya perdidos regresan a mi alma

Estando frente al depredador que

Mató a la indefensa liebre.

Este juego duro varios meses así, cada vez que podía, abusaba de mi en distintas formas,

fue perdiendo el control de sus actos lascivos y yo poco a poco el pudor y la inhibición, el era un

hombre ejemplar, religioso, casado pero en periodo de separación y con dos hijos a cuesta, una niña

de unos 3 años y un chico casi de mi edad. Comenzó un periodo en el que me sentí como obligada a

ser su objeto sexual, así que como no me quedaba de otra, al fin y al cabo nadie de mi familia me

iba a creer si les contaba algo.

Ya casi a mis 13 años, tenia forma de mujercita, con unas piernas torneadas, un poco de

pompi y mis senos un tanto grandes para mi edad, me convertí así en blanco de sus fantasías

eróticas y locuras irracionales, mientras yo sentía que era su payaso y su muñeco de placer, me

obligaba a desvestirme y posarle desnuda para el masturbarse, me obligaba a masturbarlo por largos

ratos, me enseño a darle sexo oral, se inventaba juegos extraños en los que comenzó a incluir a su

hijo (mi propio primo), para que nos besáramos, el me hiciera sexo oral, yo se lo hiciera a el, etc.

mientras el disfrutaba mirando. Yo me sentía muy mal con todo esto y me refugie en otro primo que

no vivía en la misma ciudad que yo, pero que venia a la casa de mi abuela a pasar unas temporadas

de vacaciones, estar con el era mi única defensa ante este perverso, así poco a poco fui
enamorándome de mi primo, un chico de mi misma edad, algo gordito, pero que me trataba

excelente, nunca quise contarle nada acerca de lo que me sucedía, pero me fue dando valor para

comenzar a salir de ese dominio que Roberto tenia sobre mi.

Así en la medida que por curiosidad comencé a conocer acerca de la sexualidad y con el

paso de unos meses me sentí lo suficientemente valiente para decir ¡hasta aquí!, no mas abusos, se

que lo que hacemos esta mal y estoy dispuesta a hablar toda la verdad de lo que ha sucedido todo

este tiempo, así, se fue retirando, creándose en mi un profundo sentimiento de rencor hacia el y

hacia los hombres en general, sentía que todos eran unos vulgares animales que buscaban en las

mujeres su satisfacción personal, me encerré en mi misma, cree mi propio mundo, me dedique a

terminar mis estudios de 8vo grado, para el entonces era una chica delgada, no muy alta, de cabellos

largos rojizos y cejas gruesas, casi siempre mis vacaciones habían sido en Barcelona, ciudad en

donde había nacido, pero a raíz de la muerte de mi padre y superando un poco el trance económico

que se genera siempre al fallecer la cabeza de la familia, decidimos que no viajaríamos, así que me

quede en casa en esos largos 2 meses que pensé que también me servirían para superar un poco

tantas cosas que ya me habían venido juntas.


Capitulo V

La derrota de la primavera no durara todo el tiempo

El invierno solo lograra ocultar su belleza

Pero justo allí, debajo de la fría nieve, justo allí yace

Viva, latiendo como un corazón enamorado

En la espera de su amado…

En el mes de agosto, cerca de mi cumpleaños numero 15, creo que había avanzado mucho

en todos los aspectos, mi hermano mayor generalmente estaba con sus amigos en casa, entre ellos

había uno que desde que yo era niña lo había conocido, Alexander, el y su anterior pareja siempre

me llevaban de paseo o simplemente íbamos a hacer ejercicios o a caminar, creo que en el fondo me

enamore como una estúpida de un chico 11 años mayor que yo, ¿que posibilidades podía yo tener?

También entre ese grupo, que era bastante numeroso, habían 2 chicos mas, un tanto

mayores que yo, a los que yo les atraía mucho, pero a mi solo uno de ellos me atraía: Danny, quizás

porque era muy varonil, lindo y con un cuerpo muy llamativo, pero no me atrevía a acercarme, los

hombres me daban una sensación entre miedo y asco, pero este sentimiento que yo tenia por dentro

era como mas fuerte, así me fui acercando y yo sabia que le gustaba mucho y el se daba cuenta que

a mi me gustaba el también, a escondidas comenzamos a salir, venia de visita a la casa casi todas las

noches, me fui dejando llevar hasta que un día nos besamos, la sola sensación de sus besos hacia

que me temblaran las piernas y el mundo se desvaneciera, nos besábamos mucho a escondidas, cada

vez mas intensamente, mientras yo sentía que faltaba algo mas.


Comencé a ir a su casa, conocí a su familia y pasábamos largas horas hablando en su

habitación, a veces me escapaba de clases para ir a verlo, tenia mucha necesidad de estar con el, me

sentía bien y me hacia olvidar todo ese pasado tórrido. Un día entre besos, desabotonó mi camisa

azul de colegio, yo estaba nerviosa, quería y no quería detenerlo, sentía una especie de electricidad

que recorría mi cuerpo, sus besos me calmaban, pero me ponía tensa su mano en mis piernas y en

mis nalgas, me decía que no tuviera miedo, que me dejara llevar, a duras penas me relajé y poco a

poco fue desvistiéndome, me sentía con mucha pena de mostrarme desnuda frente a el, pero el me

calmaba con mas besos, así fue bajando por mi cuello, mi pecho, y alcanzo mis senos que nunca

antes habían sentido una lengua, la electricidad llegaba justo a mi vagina que comenzaba a mojarse,

y era algo nuevo para mi, pues antes nunca se había mojado como tal, hacia poco que había

menstruado por primera vez y sentía que mi cuerpo cambiaba de una forma insólita.

Yo sentía muchos deseos que no sabia canalizar, así llego justo a mi entrepierna, comenzó a

lamer lentamente, luego un poco mas rápido, mientras yo me retorcía de esa corriente, estaba

sudando, temblando, no sabia que hacer, luego y tras ponerse un preservativo, me penetró, la

sensación esta vez fue tan maravillosa, el calor de su cuerpo, sus besos, sus manos tocándome, su

aliento, todo era mágico, duro pocos minutos antes de alcanzar el orgasmo, yo en cambio disfrute,

pero no me sentí completa.

Aun temblorosa y feliz, me vestí para regresar a mi casa temprano y evitarme así un regaño.

Comenzó así una etapa de mucho sexo en mi vida, cada vez que podía en las mañanas me iba a su

casa, que generalmente estaba sola, ya que la mamá trabajaba y su hermano estaba en clases

también, solíamos disfrutar de estar desnudos, las tandas de sexo eran buenas, a pesar de que nunca

se tomaba a la tarea de esperar a que yo obtuviera un orgasmo, inventaba posiciones, se ponía

salvaje, a veces hasta confieso que me hacia gritar, me enseño a hacerle a los hombres un buen sexo

oral, me enseño a estar conforme con mi cuerpo, a sentirme mujer.


Así fui escapándome muchas veces de clases para estar con mi adorado amor, mis

calificaciones comenzaron a descender vertiginosamente y con ello comenzaron nuevos líos en mi

vida con mi familia cada vez que eran llamados a buscar mis calificaciones y a reuniones de padres

y representantes, fue cuando se me ocurrió la idea de involucrar en mi vida a Alexander, al amigo

de mi hermano. El tenia su novia, y en el fondo a mi me daba celos esa mujer, no se por que ese

hombre me gustaba tanto, pero no me atrevía nunca a decirle nada.

Comencé a involucrarlo al utilizarlo de representante legal en mi colegio, trataba de

resolver cada lio en que me metía, a la par de que también era amigo de mi novio, así nos fuimos

haciendo muy amigos, compartíamos mucho y comenzó a estar muy pendiente de mí. En ese año se

organizo un reinado para las fiestas de carnaval y me volví muy popular al ganar la corona y al

tener que irme a concursar para un reinado más grande, me gane admiradores y admiradoras,

detractores y los celos de mi novio.

Por estar pendiente de mi nueva vida como modelo y de escaparme con mi novio, casi

pierdo mi año escolar, trate de ponerme en la vía de recuperarme esta vez con la ayuda y bajo la

tutoría de Alexander y logré recuperar gran parte de mis materias académicas.


Capitulo VI

Despierto de un sueño y me toma por sorpresa ese despertar

Siento que en mi destino esta todo aquello que puedo temer

Y que debo aprender mientras recorro el camino que debo seguir.

Cuando crees que las cosas están perfectas, es cuando hay que prepararse para lo peor, y en

efecto así fue, mientras mas enamorada estaba yo de mi novio, muy a pesar de las diferencias que

entre nosotros pudieran ocurrir, allí estaba el, con otra chica, cada vez que daba la espalda ella

entraba a su habitación a suplirme y el, muy feliz con ella, luego me enteré que hasta la novia de

Alexander se había quedado una noche en su casa, a lo que nunca sabré si también paso algo entre

ellos, ya que después de que nuestra relación se terminó, ellos continuaron viéndose. No obstante,

termine por perder la corona del certamen mayor.

Desde allí me sentí muy mal, me sentía un objeto con el que todos jugaban, sin valor

alguno. Comenzaron a llegar a mis oídos mas cuentos de mi ex novio, acerca de otras mujeres mas

que tenia, y de cómo me acusaba de que yo también andaba con otros chicos, unas semanas

después me enteré de que el se había hecho mi novio por una simple apuesta de acostarse conmigo

y públicamente se lavó las manos diciendo que lamentablemente para cuando el pasó por mi, yo no

era virgen, que quien sabe desde que edad andaba de regalada por allí, me sentí terriblemente mal,

quería vengarme no solo de el sino de todos los hombres, hacerles pasar por lo mismo que pasé yo.

Decidí convertirme entonces en una mujer llamativa, sexy, deseable, cambie mi mentalidad, mis

ideas, todo…
Comenzaba entonces a cursar el 1 año de Educación Diversificada, en una etapa en la que a

los chicos se nos alborotan las hormonas, con un look distinto, faldas ligeramente cortas y ceñidas

al cuerpo, shorts para educación física algo cortos o lycras, hacían que mi cuerpo, que ya estaba

cambiando mas para ese entonces, luciera envidiablemente bien, mi piel blanca contrastante con

mis cabellos largos y rojos oscuros, eran la atracción, sentarme con poses sexys y lanzar de vez en

cuando miradas provocativas, era suficiente para derretir a mas de uno, junto a un par de amigas, yo

era el centro de atención de todos.

Me volví selectiva, al menos 3 chicos a la semana me cortejaban, otros tantos suplicándome

que fuera su novia, me sentía la diva, así que decidí arriesgar aun mas, amor por placer, el nuevo

colegio se convirtió en el templo de la perdición, solo aquellos que reunieran los requisitos para

estar conmigo, eran los escogidos, aprendí a tener un novio semanal, de ese novio semanal, solo me

acostaba con el que me llamara mas la atención, me di soltura, perdí la razón de ser por unos meses

también, disfrutaba de que me besaran, de que me tocaran, me volví viciosa de que me hicieran

sexo oral.

Los parajes ocultos del colegio y el departamento de un compañero de clases se

transformaron en mi hotel particular. El miedo a ser descubierta con un amante elevaba mis ganas,

mas sin embargo ninguno me hacia sentir que me llenaba completa o que me satisfacía mucho la

relación sexual, disfrutaba el momento nada mas.

El colegio un complejo de 3 edificios juntos de 3 pisos cada uno, era el sitio ideal en las

tardes en las que no todo el mundo tenia clases, un anfiteatro oscuro, unos salones abandonados, un

laboratorio clausurado y una terraza techada abandonada eran los sitios ideales para inventar 8

minutos de sexo o una tanda de sexo oral, insatisfechos para mi, pero extremos para ellos, así

aprendieron a desearme, a llorarme que no los dejara, mientras yo me reía de ellos a sabiendas que

hacia mal para mi, pero un mal peor para ellos, perros hombres que debían pagar por mi dolor.
Una de mis compañeras de clases, tenia unos amigos que vendían sustancias

estupefacientes, y en ocasiones me iba con ella para allá, una buena casa, buenos equipos, vida

cómoda, eran el deleite de la ocasión, un poco de sexo ocasional con alguno que otro y algo de

droga, ayudaban a estimular mi cerebro, nuevamente y por estar con mis andanzas, casi repruebo el

año escolar, por lo que recurro nuevamente a Alexander que me ayudo a salir airosa de semejante

lio, al comenzar a andar de nuevo con el, esta vez las ganas fueron distintas y fui precisamente yo

quien decidió darle pie con un beso, así lo fui llevando poco a poco hasta que logré convencerlo de

que se acostara conmigo.

Nos pusimos de acuerdo para escaparme un día de una actividad de clases y nos dimos cita

en un hotel cercano, el, estaba demasiado nervioso, tenso, como buena chica exigente, elegimos un

hotel de mínimo 3 estrellas. Yo, ya lo había acostumbrado a mis besos y había puesto de manifiesto

las ganas que tenia de estar con el, así que para ese día me atavié con una falda bastante corta y una

blusa escotada bien ceñida al cuerpo, que dejaba ver muy bien mi busto y parte de mi espalda, con

unos zapatos cerrados de tacón, un buen perfume y mi cabello bien secado, una vez en la habitación

solo teníamos un par de horas para disfrutar de lo nuestro, esta vez la sorprendida fui yo,

comenzamos besándonos y desvistiéndonos, me preguntaba si estaba segura de continuar esa locura

y le dije que si, me beso toda después de desvestirme, luego me hizo un sexo oral que nunca iba a

olvidar, tan bueno y tan rico que me hizo explotar en un orgasmo, no se si convulsioné o si me iba a

dar un infarto, absolutamente todo me quedó temblando, nunca antes había experimentado algo así;

luego, le di una buena dosis de sexo oral que estimuló a aquel miembro para ponerse grande y

rígido como piedra, luego de penetrarme y embestirme con fuerza me hizo alcanzar otro orgasmo de

esos que me dejó peor que el anterior, al punto en que tenia que pararme por momentos para poder

continuar, tal vez yo estaba acostumbrada a puros niños inexpertos, en su mayoría eyaculadores

precoces que no me dejaban llegar al clímax y me tocó un adulto experimentado, lo cierto es que en
la cama, el jacuzzi, el baño, el piso y casi el techo sirvieron de escenario para 3 horas de sexo

ardiente, de verdad que quedé con las ganas de repetir, pero otro día.

Me llevó a mi casa como si nada ha pasado, nos despedimos y ya, luego de esto,

comenzaría una etapa de sexo, de una manera distinta en mi vida, cada vez que podíamos, nos

escapábamos a un hotel o a un anexo de su casa que estaba solo para emprender nuestras aventuras

sexuales.
Capitulo VI

Sexo: Placer Efímero y Árido, La Postura ante el: Ridícula

Pero el costo: Deplorable…

En mis vacaciones de ese año, al aprobar mi 1er año de diversificado, contaba ya con casi

16 años, unos vecinos habían organizado una especie de campamento vacacional para los chicos de

la urbanización, a duras penas mi mamá iba a dejarme ir a algunos paseos, pero el hecho de contar

con Alexander que siempre podía convencerla de que me dejaran ir, aliviaba mi tensión y ansiedad

de no quedarme como una idiota en mi casa.

Nuestro primer viaje fue un largo recorrido a una montaña cercana, un par de guías

experimentados y unos adultos aventureros nos acompañaron durante el viaje, allí conocí a David,

uno de los guías, un chico de unos 24 años, alto, muy bien parecido y que me cayó genial, al

parecer, yo también le atraía mucho, pero no me dejé arrastrar tan pronto; para este momento de mi

vida, las cosas estaban algo confusas, el hombre del que me enamoré: Alexander, aun mantiene un

romance con su novia (la misma que en algún momento se quedaba a dormir con mi ex), me dedica

tiempo, pero aun no se decide acerca de que es lo que quiere conmigo, seguimos saliendo, pero no

se concreta nada.

Estas vacaciones fueron bastante liberales, decidí buscarme un empleo en un negocio

cercano, una papelería, allí me desempeñé como encargada, aunque solo por ratos, mi función

original era la de sacar fotocopias y atender al publico, me habían prometido un sueldo acorde a mi

tiempo de trabajo, me volví quizás, un poco mas responsable, tratando de subir un poco el
presupuesto de ingreso familiar, ya que desde la muerte de mi padre, mis 2 hermanas se habían

encargado de todo en la casa, desde ese entonces me sentía como una carga para todos, o al menos

así me lo hacían sentir; mis 2 hermanas, Martha, una rubia espigada de 29 años, con todos los

fracasos posibles en sus relaciones amorosas, vive pendiente de su empleo y de nuestra madre,

María, una chica blanca y espigada de 24 años, con un divorcio a cuestas y un hijo, siempre vive

pendiente de su trabajo, de sus amigos y de las fiestas, solo la veo en casa cuando duerme en las

mañanas, nunca se preocupa por nada ni por nadie, cree que el dinero lo cura todo. En cuanto a mi

hermano, es el centro de beneficencia publica, tampoco esta pendiente de nada, mi madre, sumida

en su mundo, siento que aun no súpera la perdida de mi padre y yo, como siempre, teniendo que

aprender a sobrevivir sola, recuerdo que cuando me desarrollé, yo misma tuve que revisar las

gavetas en busca de una sanitaria y de mi mesada, salir a comprar el resto, algo así como 6 meses

después, se dieron cuenta, a lo mejor por alguna en la basura del baño.

Lo cierto es que en esta etapa de mi vida, siempre me he sentido apoyada por la figura de

Alexander, siempre ha estado allí, y me ayuda en todo lo que puede, solo que esta vez decidí que ya

era hora de abrirme paso por mi misma.

Con el paso de los días, fui haciendo un poco más de amistad con mis compañeros de

trabajo, que son familiares de los dueños, Rosa, Héctor y Josué, al igual que en mi casa, cada quien

vive en su mundo, Rosa, pendiente de un chisme y enamorada de Josué, hace de todo, menos

trabajar, Héctor metido de cabeza en aquellos arcaicos inicios de la Internet, de la universidad, los

amigos, las novias, etc. Y yo haciendo casi el trabajo de todos, hasta los cuadres de la caja chica,

todos ellos se dieron cuenta de mi posición en este empleo y mis ganas de superarme, así me gané

cada día mas la envidia de Rosa, mas aun cuando Josué pareció muy interesado en mi.

Comenzó desde entonces una guerra en mi contra, cada día era un lio, su presencia en el

establecimiento se hacia insoportable, y a mi no me quedaba de otra que llevarla, Josué era muy

atento conmigo, era un chico alto de cabellos largos, nada mal parecido, luego comenzó a acercarse
Héctor, un chico moreno de ojos ámbar, nada del otro mundo, pero con muy buena posición

económica; por mi parte yo seguía enamorada de Alexander, pero la soledad me estaba matando, el

seguía con su chica aunque me lo negara; David de vez en cuando aparecía, se había hecho buen

amigo de los chicos de mi cuadra, la verdad que el tipo me gustaba, pero como ya dije antes, estaba

mas pendiente de salir adelante, ya pueden darse cuenta que no estaba nada fácil tener 4

pretendientes y solo uno del que ese esta enamorado.

Decidí hacer las cosas mas fáciles, me deje de prejuicios y me arriesgué a probar las cosas,

Josué y Héctor eran demasiado fiesteros, rumberos o como los quieran llamar, todos los fines de

semana se inventaban algo para salir, fue así que un día acepte una salida, pero con los dos a la vez,

una fantasía de cualquier mujer, recuerdo que me fui muy ligera de ropas, había perdido bastante el

pudor en el modelaje y de por si, siempre me gusto exhibir lo que Dios me había dado. Para robar

miradas me puse una falda algo corta de color beige, una blusa escotada verde y unos tacones

termino medio, bien maquillada y cabello secado; creo que casi se arma una trifulca entre los dos al

verme así.

Nos fuimos en el carro de Héctor, un Hyundai Accent, para la inauguración de un café

citadino, en donde pasamos gran parte de la noche, los tragos hacían efecto en mí, me sentía libre,

feliz, por unos momentos olvidaba mi profunda soledad y mi tristeza. De allí nos fuimos a otros

lugares, e inclusive a una Disco, la pase muy bien, pero el alcohol se hacia cada vez mas fuerte que

yo y justamente creo que esa era la idea de ambos, recuerdo que comencé a besarme con Josué, muy

intensamente, me arrinconó en una parte oscura de la disco y comenzó a tocarme, yo estaba que me

moría de ganas, hasta que se acerco Héctor a decirme que ya no íbamos, se notaba molesto,

compramos otras cervezas en el camino y a mi ya todo me daba vueltas, nos paramos en el

departamento de Héctor que iba a buscar unas cosas y subimos, a menos digo subimos, porque yo a

duras penas lo hice. Era un lugar bien lindo ubicado en la zona norte de la ciudad, pequeño pero

acogedor, con un balcón de grandes ventanales que dejaban ver parte de la urbanización, yo me
quede sentada en la sala con Josué y no perdíamos tiempo para seguir besándonos y tocándonos,

podía notarse que su bulto estaba duro entre sus pantalones; en un movimiento rápido desabrochó

mi blusa y comenzó a acariciarme los senos, luego a lamer mis pezones, se sentía tan bien que me

dejé llevar, fue entonces cuando sentir que bajaban mis pantyes, entre lo nublada del deseo y el

alcohol pude ver que era Héctor quien lo hacia, no me dio tiempo a reaccionar cuando su boca ya

estaba posada en mi vagina, me sentía nerviosa y a su vez deseosa de vivir esta nueva experiencia;

me acomode un poco para poder abrir bien las piernas mientras Josué sacaba de sus pantalones su

miembro y podía ver como lo masajeaba para que este tomara mas dureza, lo acerco a mi boca y

comencé a darle una mamada deliciosa, mi cabeza no pensaba en nada, solo podía disfrutar de aquel

maravilloso momento, sentir que el corazón me palpitaba justo entre las piernas, un calor invadía

mi cuerpo, Héctor continuaba allí haciéndome volar y Josué decidió terminar de desvestirme,

arranco prácticamente mi blusa y saco mi falda por encima para no interrumpir el trabajo de su

compañero, luego procedió a quitarse el toda la ropa, me enloqueció ver su cuerpo torneado, sus

muslos gruesos y su pene erecto, se recogió el cabello y se intercambio con Héctor, que también

hizo lo mismo en quitarse toda la ropa; allí estábamos los tres desnudos, uno dándome placer y yo

dándole placer al otro, olvide el mareo que sentía, estaba en el paraíso.

Sentí las grandes manos de Josué tomarme por la cintura y me acomodó en aquel sofá para

ponerme de espaldas hacia el, apoyada en el espaldar, me penetro enseguida y Héctor se coloco al

frente para que le diera mas de mi boca, alcance rápidamente un primer orgasmo que me estremeció

todo, sentía que me desmayaba clavada por los dos lados, me sentía sin respiración, nuevamente se

intercambiaron y esta vez a Héctor le tocó el turno de penetrarme, lo hizo violentamente, me halaba

el pelo con furia, mientras Josué metía su pene en mi boca y lo sacaba, jugaba con su cabeza entre

mis labios y luego con fuerzas, me asestaba cachetadas con su miembro y volvía a introducirlo en

mi boca, yo quería mas y mas, sentía que llegaban orgasmos y orgasmos, tenia la sensación de tener

fiebre de lo caliente que estaba, Josué luego se sentó a contemplar como su compañero hacia su
trabajo en mi, a la par que no dejaba de masturbarse suavemente, aquello me excito aun mas, sentí

como de pronto Héctor saco su pene de mi vagina y comenzó a lamer mi ano, me sentí nerviosa,

pues nunca antes había probado algo por allí, me acariciaba como para que me relajara y poco a

poco fue introduciendo uno de sus dedos, al principio me molesto un poco, luego me acostumbre a

la presión, intento meter un segundo dedo, que me provoco un poco de dolor, continuo lamiéndolo,

intentando introducir en el su lengua, Josué se sentó a mi lado y me invito a sentarme sobre el, solo

que esta vez, su largo pene se desvió justo a mi ano, el miedo me hacia contraer un poco, pero la

posición apoyada en el espaldar del sofá, prácticamente parada sobre sus rodillas y manteniéndome

el, agarrada por mi cintura, no me daban facilidad de resistirme, así sentí como la cabeza de su

miembro iba entrando suavemente en mi primerizo ano, de pronto Héctor estaba frente a mi y

comenzó a penetrarme por la vagina, la sensación de tener dos penes dentro de mi, el calor de sus

cuerpos, y lo excitada que ya estaba, me hicieron alcanzar un orgasmo casi inmediato, cosa que

aprovecho Josué para que solo sus testículos fuera lo único que quedaba afuera de mi trasero que se

abrió gustoso. La sensación, era única, incomparable, nunca había sentir nada igual, quería que me

traspasaran, que me llegaran muy adentro de mi, sentía en mi cuello la respiración de Josué que

comenzaba a llegar a su punto de clímax y casi sin avisarme, sentir toda su leche caliente en mis

entrañas, yo me seguía moviendo para extraer hasta lo ultimo, Héctor seguía en lo suyo, sentía que

su pene crecía mas y mas allí dentro de mi vagina que chorreaba jugos blancos, de pronto saco su

pene y eyaculó en mi vientre, fue demasiado fantástico.

Me fui al cuarto de baño y luego de darme un baño, mientras me vestía, tenia una sensación

extraña, una culpabilidad y a la vez una satisfacción que me llenaba plenamente, en mi vida, había

tenido una experiencia igual, quería repetirla una y otra vez, pero también tenia pena hasta de salir

de allí y mirarlos a la cara a los dos, mas aun pensaba en ir a trabajar el lunes.

Me embarque de nuevo con ellos y me dejaron en mi casa a eso de las 3:00 AM, adolorida

pero satisfecha entre a mi habitación a dormir, a la mañana siguiente Alexander fue de visita a mi
casa y yo me sentía tan culpable que no Salí ese día a hablar con el, fingí sentirme demasiado mal

con la resaca.

El día lunes, sentía que todos me miraban extraño, sentía que yo tenia un aviso en la frente

que me delataba de lo ocurrido el fin de semana, Josué muy atento y amoroso, Héctor un tanto

distanciado, Rosa, como siempre tratando de destruirme. Así pasaron los días y todo comenzó como

a ponerse tenso, el ambiente de trabajo no era el mismo, hasta que un día me entero por boca de otra

persona que Rosa estaba comentando lo ocurrido aquel fin de semana, sentía que me quería morir,

pero me arme de valor y negué hasta la muerte todo, era mi palabra contra la de ellos, tuve hasta

que renunciar al empleo por salvar mi reputación y mantener mi verdad.

Mis vacaciones continuaron su curso, el malentendido no pasó de allí y yo me refugie de

nuevo en Alexander para tener compañía, la verdad no se como me soportaba tanto, entre mis

diferentes pleitos existenciales y ahora los chismes acerca de mi, creo que tenia demasiada

paciencia.

Aun quedaban actividades a realizar en el campamento vacacional y yo no me quería

quedar como una morsa en casa, calándome la monotonía de mi madre y mi familia, pero tampoco

contaba con el dinero para adquirir un equipo necesario para asistir a unos días de camping, tienda

de campaña, sleeping, linterna, ropa ligera, etc.

Casi a punto de desistir de la idea, Alexander se apareció con todo lo necesario para que me

fuera al campamento desde el día miércoles y hasta el viernes en la Mañana, me sentía muy feliz y

emocionada, cosa que me duró hasta la noche, cuando un par de pillos del hampa común me

sometieron junto a una amiga a entregar nuestros teléfonos móviles, pasado el susto, un buen gusto,

partimos a la mañana siguiente a la hacienda en donde instalaríamos el campamento.


Capitulo VII

Solo cuando los ojos del corazón del ser humano

Han sido manchados todo el tiempo por una traición, dejarse llevar

Por el fluir de las cosas y ceder por gusto a los mandatos

De la razón, te hacen resignarte a aceptar el

final De una época de amor.

Allí estaba la hacienda, a unos 45 minutos de la ciudad, fresca, campestre, pero con sus

instalaciones cómodas, una casa amplia con piscina y un perímetro cerrado con cercas, descargamos

todas nuestras pertenecías y nos instalamos en las tiendas de campaña a lo largo de los patios de la

casona, este paseo de supervivencia y aventuras solo tenia en el alcohol y la piscina, todo fue un

relajo desde el primer día y hasta el ultimo.

David el guía, se mostraba muy interesado en mi y yo le rehuía, trataba de pasar mas

tiempo con los demás chicos de mi edad, el me atraía un poco también, un chico alto, con un buen

corte de cabello, de contextura atlética, sin panza y con sus abdominales algo marcados, con la piel

bronceada y una cara bastante atractiva; pero fue hasta el día jueves que pasamos el día entre

juegos, cocinar y la piscina, que decidí hablar un poco con el, darle un chance de que se sincerara

conmigo y así yo poder explicarle que simplemente quería estar sola, que había un chico con el que

había salido unas pocas veces, William, un amiguito que gustaba de mi, pero yo no de el, su trato

era muy particular, su familia era excelente conmigo, su papá quería que yo fuese parte de la
familia; solíamos salir a comer o al cine, pero nunca paso nada mas allá de un beso, pese a que a

veces pasábamos horas hablando encerrados en su habitación.

Así nos tomamos una botella de vino y hablábamos y hablábamos, creo que el alcohol

siempre ha sido mi debilidad, me salí de la piscina rumbo al sanitario, y al salir estaba el allí, podía

darme cuenta a mi alrededor que cada uno de los que habían ido al paseo estaban en su propio

mundo, los adultos bebiendo dentro de la casa, los demás chicos en la piscina y otros afuera igual

bebiendo vino. Así que nos sentamos a hablar allí mismo, cerca de donde estaban las tiendas de

campaña y que por cierto no era la mía, de pronto David se me acerco y me dio un beso, al que yo a

duras penas le correspondí, nos besamos, nos besamos y nos besamos mucho, yo estaba ebria, algo

así como que estaba y no estaba, por primera vez en mi vida digo que no sabia muy bien lo que

estaba haciendo.

Recuerdo que llevaba puesto mi traje de baño de dos piezas y sobre la parte de abajo, un

short, mi cabello trenzado y con unos adornos plásticos al mas puro estilo playero y tropical, sentía

que David me desnudaba con la mirada, pero yo estaba tan mal que no le prestaba atención, me

cargo entre sus brazos para llevarme a mi tienda de campaña y me llevo a la de otra persona por

cierto, allí continuaba besándome, deslizo un poco la parte de arriba de mi traje de baño para

dedicarse a jugar con mis pezones que reaccionaban rápidamente erectos ante el toque de sus

manos, luego me tocaba toda, sentía que metía sus dedos por debajo de mi short, reaccione un poco

diciéndole que esa no era mi tienda y que dejara de hacer eso que alguien nos podía ver, se paró y

caminamos hasta mi tienda, allí nuevamente salto sobre mi a besarme y tocarme, me estaba

poniendo caliente ya ante esta situación, creo que es una reacción normal, soy humana.

Así dentro de la tienda, bajo un poco mi short y comenzó a meter sus dedos en mi vagina,

luego lo bajo un poco mas debajo de las rodillas y ante el temor de que alguien se acercara hacia esa

zona a buscar algo y nos viera, yo estaba acostada y bastante mareada, subió mis piernas para que

abrieran mas y metió su lengua en mi vagina, la sensación era muy placentera, se saco su miembro
y comenzó a masturbarse lentamente, buscando que se le pusiera mas y mas duro, podía verlo

mientras estaba allí con su boca entre mis piernas, debo confesar que tenia un pene enorme, al

menos mas grande de los que ya había visto, se arrodilló y comenzó a jugar con su gran miembro en

la entrada de mi vagina, hacia las veces de penetrarme y no lo hacia, esto comenzaba a

desesperarme, estaba toda mojada, en un par de veces agarre su pene y trate de penetrarme yo

misma y el no me dejaba, este juego me tenia ya con las ganas desbordadas.

Se lo guardo, salió un momento a dar una vuelta de inspección a ver si no venia nadie y

regreso, casi sin darme tiempo a pensar, se arrodillo me penetró, llevo el short y mi traje de baño

justo hasta mis tobillos, subió aun mas mis piernas y se arquearon para abrir los labios de mi vagina,

sentía que su pene era enorme, tan grueso que estimulaba todo y tan largo que sentía que me iba a

traspasar, se movía suave y a la vez con fuerzas, era algo delicioso lo que sentía, se afincaba en mis

piernas como tratando de entrar mas dentro de mi, a los pocos minutos, se desbordó dentro de mi,

parecía litros que había eyaculado en mi vagina, de momento me asusté, ya que nunca nadie había

acabado en mi vagina, pensé en los riesgos de embarazo, en enfermedades de transmisión sexual,

pero ya el mal estaba hecho, y mi condición física y mental nublada por el alcohol no me ayudaban

a tratar de hacer algo, se acostó a mi lado y me abrazó dulcemente, besaba mi cuello y mi espalda,

me sentía tan bien que olvide por un momento en donde estaba y me dormí por un rato.

Al despertar aun el estaba allí, me paré casi frenética, tenia toda la ropa y las piernas

empapada de semen y fluidos, me fui al cuarto de baño a tomar una larga ducha y a orinar,

pensando en como había sucedido todo esto, al salir nuevamente David estaba allí, me abrazo, me

prometió hasta el cielo, me decía que me amaba y en el fondo lo sentía cierto, sentía que se disipaba

esa soledad que tanto me asfixiaba, que esto no era solo sexo. Esa noche nos la ingeniamos para

dormir dentro de la casa, en una habitación para estar solo los dos, debo confesar que fue una noche

muy extraña, nos besamos, nos amamos, nos quisimos mucho, pero no hicimos el amor, el estaba
loco por hacérmelo de nuevo, pero creo que el nerviosismo pudo mas que nosotros, suena loco, pero

me enamore de su pene, era grande, con una cabeza enorme, lo masturbé, se lo acaricie, quería

comérmelo, pero también algo dentro de mi, me hacia sentir mal, estaba traicionando al hombre que

de verdad amaba, y que había hecho el esfuerzo para que yo estuviera en ese camping, no tenia mi

teléfono móvil para que me contactara, tal vez si no me lo hubieran robado, nada de esto habría

pasado, no me habría emborrachado, y el estaría aquí, ya que no se vino el día que salimos por

razones de trabajo, es algo loco, entre las ganas que puedas sentir por uno y el amor que sientas por

el otro, pocos hombre han logrado arrancarme un orgasmo, no se si es que soy muy fría y me cuesta

llegar o soy demasiado ardiente y ellos muy precoces.

Me dormí junto a el, y el abrazado de mi, así despertamos, era el día de regresar a casa, la

sensación de que lo que hice estuvo muy mal, me estaba matando, pasamos la mañana recogiendo

todo, aseando y dejando todo ordenado. Estaba cerca mi cumpleaños numero 17 y en los días que

estuvimos en la hacienda todos me animaron a que hiciéramos una fiesta, esto tendría que

consultarlo con mi familia, ya que todos los que habíamos ido en ese viaje, querían asistir, de

hecho, cada quien iba a llevar algo para hacer la fiesta.

Al llegar a mi casa, luego de desempacar, lo primero que hice fue llamar a mi amiga

Leticia, una amiga que vive fuera de mi ciudad, pero que siempre esta allí cuando mas lo necesito,

le conté lo sucedido, en búsqueda de aliviar eso que me estaba ahogando, no sabia con que cara iba

a ver a Alexander, estaba angustiada.

En la noche, estaba reunida con todos los chicos de la cuadra y llego Alexander, creo que

mi cara me delató y casi exploto a llorar, esa noche no hablamos mucho, yo estaba con una presión

fuerte en mi pecho que no me dejaba de doler, no me dejaba ni hablar, en vista de que mi amiga

Leticia no me atendía llamadas, decidí escribirle a su correo, así ella me aconsejó mucho, sobretodo

de contarle lo ocurrido, no me quedó mas remedio que hacerlo, pero algo salió mal, Martha mi

hermana, necesitaba hacer una transacción a través de correo electrónico y ella no tenia, asi que le
preste el mío y se puso a leer todos mis mensaje, e incluso los enviados, que nunca había borrado,

los imprimió y se los llevó a la casa, yo me quería morir, allí hablaba todo lo que había pasado,

tanto con David como el tiempo en que tuve mi relación con Danny, aparte de los comentarios que

se habían hecho de Alexander y pare de contar, la reacción todos fue horrible, todos me señalaban

como una puta, que no podían creer semejantes cosas de mi, que para eso me habían educado y se

habían esforzado, muy a pesar de que acomodé y disfracé las cosas para que no se enteraran

realmente de lo que había sucedido como tal, Alexander venia llegando a mi casa en ese momento y

fue quien ayudo a calmar un poco las cosas y las agresiones contra mi, allí el se enteró de toda la

verdad, creo que lo asumió con demasiada calma, sin embargo podía ver como se le venia su mundo

encima.

Mi familia decidió no dejarme salir mas ni a la esquina, mas porque David era amigo de

todos los chicos de la cuadra y venia por estos lares al menos 2 veces al día, ajeno a las cosas, había

ido a preguntar por mi y me había llamado un par de veces a la casa, mi familia lo quería matar,

pero tampoco podían hacer publico lo sucedido; decidieron practicarme todos los exámenes y

llevarme por primera vez a un ginecólogo, a Dios gracias, todo salió bien y no estaba embarazada,

que era lo que mas temía, Alexander estuvo allí en todo momento, apoyándome y

comprendiéndome, hablábamos durante horas, poco a poco el se fue desahogando, aunque creo que

el dolor nunca ha salido del todo.


Capitulo VIII

Los días están hechos de momentos

Que deben vivirse muy intensamente

Existen toda clase de momentos,

Creo que ninguno merece ser ignorado

Porque somos los únicos que los poseemos…

Pasaron los días y se acercaba mi cumpleaños, David estaba como loco buscándome y yo

sin poder salir o comunicarme que no apareciera, Alexander decidió que debíamos irnos de allí para

el día de mi cumpleaños, así que un día antes nos fuimos, mi mama el y yo a la playa, lejos de la

ciudad, celebré mi cumpleaños en un malecón, a la orilla del mar como donde nací, nos

emborrachamos y de verdad que la pasé muy bien, fue un tiempo para hacer catarsis emocional y

dejarme llevar por lo que de verdad quería para mi vida.

El día domingo al regresar a casa, los chicos y David andaban por allí, mi familia se

encargo de haberles comunicado que lo había pasado en la playa, esa tarde William apareció a

llevarme un regalo y a felicitarme, hable un rato con el y creo que desde ese día comprendió que

entre nosotros no podía haber mas que amistad.

En los días posteriores y al recomenzar las clases necesite escaparme un par de veces para

poner en claro con David lo que había sucedido y pedirle por favor que no me buscara más. Sin

darme cuenta Alexander me seguía y su extraña manera de cuidarme y de amarme lo llevo a pensar
que David representaba una amenaza para el en su futuro, así como para mi reputación en caso de

que hablara.

Alexander había caído sin darse cuenta en el mundo de las drogas y del alcohol, supongo

que el dolor que sentía lo tenían demasiado presionado, y al igual que yo, terminó cayendo,

acostándose después en repetidas veces con su ex novia, siento que lo hizo por saciar su venganza,

pues a pesar de que estábamos juntos, en un largo tiempo se abstuvo de volver a tener relaciones

sexuales conmigo.

Así comenzaría el calvario de la relación, aunque creo que me lo merecía por zorra, su ex,

Salió embarazada, por lo que quería que Alexander se casara con ella, si bien no lo logró, al menos

llegó a mudarse junto con el a su casa, allí empezó mi sufrimiento, vernos a escondidas del mundo,

mientras ella vivía con el, mi vida no ha sido fácil, nueve meses de dura espera y luego otros tantos

meses, hasta que decidieron separarse definitivamente porque no se soportaban.

Tuvimos un respiro, un periodo de tranquilidad, tomamos una relación en seria, a

regañadientes de los demás que veían a Alexander como un tipo demasiado mayor para mí, con

hijos, todos decían que mi vida iba a ser problemática. Su ex, que había sido amiga mía, me odiaba,

porque según ella se lo quité, la familia de el me veía como la que se metió en esa relación, aparte

de muy niña, etc.

Así pasó el tiempo y nos acostumbramos a la realidad de las cosas, me dedique a trabajar

con el, pero en su cabeza estaba ahora la venganza contra David.

A los pocos meses logró encontrarlo y junto a unos policías, lo apresaron y mandó a

interrogarlo acerca de que lo sucedió esa vez, bajo el cuento de que era mi primo y que yo había

estado embarazada y di a luz un niño varón, el muy idiota por miedo cayó en su juego y le contó

toda la verdad, haciéndome quedar mal a mi, que había disfrazado las cosas de otra manera, el

cambio no se hizo esperar para conmigo. David fue a la cárcel porque para el momento llevaba
encima un arma de fuego ilegal y una identificación falsa. Mi vida se transformó en un tormento de

reproches, y con toda la razón, oculte la verdad a mi favor poniendo como culpable a David de

seducirme con drogas y pare de contar.

Quien a hierro mata a hierro debe morir, allí estaba yo, con una pareja que ya no confiaba

en mi, con mi ultimo año escolar perdido en vez de haberme graduado, con una familia que me dio

la espalda y no confiaba tampoco en mi, ¿Qué mas podía pasarme?


Capitulo IX

Las rosas son portadoras de mensajes de amor,

Pero este amor se ha quedado sin rosas,

Porque es a la orilla del pétalo

Donde el amor aguarda y esta rosa

Lamentablemente se marchitó.

Alexander resultó ser al menos, paciente y yo a medias decidí contarle lo sucedido

realmente, claro, no del todo, porque hasta a mi misma me da pena en pensar en mi pasado, así

transcurrió el tiempo y la relación fue mejorando, terminé mis estudios, comencé a trabajar en un

negocio propio, busco un cupo en alguna universidad cercana y las cosas van bien, muy bien, los

chismes, la gente malintencionada y los comentarios malsanos se han alejado al fin de mi vida.

Alexander me ayuda en el negocio a la par de que comparte su profesión como Psicólogo Clínico en

las tardes. Hemos decidido casarnos, ya tenemos no se ni cuantos años juntos.

Nada de velos, nada de coronas, pero si un matrimonio simple y sencillo, nos unió en un día

de diciembre, la sombra de los comentarios nos persigue, pero hemos decidido irnos fuera del país

para recomenzar una nueva vida, dejar a un lado a nuestras familias, el pasado y todo aquello que

nos ata de un modo u otros a un mundo que de verdad nunca debió ser.

Hemos tomado como rumbo, Argentina, su capital, Buenos Aires, una vida distinta, algo

totalmente nuevo en este país de América, a los poco días de haber llegado, ya tengo la oferta de
trabajo en una agencia de publicidad y el por su parte, continua con sus negocios y su profesión de

Psicólogo, por lo que después de mucho conversar me da su visto bueno de trabajar en esa agencia,

siempre se queja de que soy muy atractiva para andar por allí sola, o de verdad no me tiene la

suficiente confianza como para darme rienda suelta, el tiempo pasa, pero la fama como que a una le

queda.

Luego de unos meses, he logrado consolidarme en la posición que quería, nuestros esfuerzos han

dado frutos, nos hemos adaptado al ritmo de vida citadino, a mi empleo, a los negocios, pero ahora

como que los amigos, la falta de tiempo y el trabajo de cada uno, han ido fracturando un poco la

relación nuestra, ya casi no tenemos tiempo, compartimos muchas cosas en común, pero no estamos

juntos, entre las cosas que me molestan es su dedicación para con los pacientes, personalmente

considero que un buen terapeuta no debe meterse tan de lleno en la vida de las personas a las que

trata, y de verdad que la abnegación de Alexander, llega a los limites.


Capitulo X

Abrió los ojos, y a lo primero que vio

Lo culpo por ello….

Wendy es el nombre de una nueva paciente de mi esposo, llego a su vida hace unos meses

por problemas con su pareja, al parecer, su relación es de tipo tormentosa, es una chica maltratada y

no quiere desprenderse de esa relación que tanto daño le esta produciendo, con apenas 19 años, esta

amargándose su vida y marchitándose, arrastrando junto con ella, la felicidad de su familia.

Cada día que pasa, me molesta mas y mas su presencia en la vida de mi Alexander, con

una buena estatura, de piel blanca y una cabellera negra hasta la mitad de la espalda, esta chica no

termina de cuadrarme, las llamadas, los mensajes de texto al móvil, los mensajes frecuentes al

correo electrónico, me hacen pensar mal, de que esto se esta pasando de ser mas que una simple

paciente, hace ya meses que las cosas entre Alexander y yo están mal, no tenemos comunicación,

cruzamos solo las palabras necesarias, y tiene un tema de que estoy gorda y que tengo que cuidarme

mas. En realidad, creo que si lo estoy y lo peor es que no hago nada para remediarlo, ¿no se que me

pasa? Me invade una gran pereza, al llegar el final del día no quiero saber de nada que no sea mi

cama y de verdad que mi animo no es el mejor para tratar de ejercitarme, debo lidiar todo el día con

el trabajo, voy de un lado a otro, los fines de semana con las labores de la casa, creo que necesito

vacaciones o una bonificación extra.

Alexander por su parte es mas enérgico, siempre quiere tener tiempo para todo, menos para

nosotros, claro; así que eso es lo que hace que se queje tanto, admiro su energía pero de verdad que

yo necesito descansar.
Aunque esta pereza me trajo mas problemas que nunca antes en mi vida, como buena mujer

con un sexto sentido bien desarrollado y un buen olfato de esposa, he podido darme cuenta que mi

esposito sale los fines de semana a caminar y ejercitarse con su nueva paciente, se están viendo a

escondidas o mejor digamos, coinciden mucho en ciertos lugares de la ciudad en el que

precisamente, ninguno de los dos frecuenta, por los momentos, tengo atragantadas las ganas de

armarles un lio o por lo menos a el, ya una vez pasó algo parecido con otra paciente hace unos años,

me mantiene calmada que la tal Wendy esa, no vive en esta ciudad, su familia vive aquí, pero ella

cursa sus estudios en otro sitio y viene solo a veces, pero en esas veces que viene, es directo a una

consulta. Esta situación me tiene mal y no se que hacer, si pensar mal y actuar o quedarme tranquila

y dejarlo pasar, pero me choca esta mujer, es mas joven y bonita que yo y hasta tiene mejor cuerpo.
Capitulo XI

No hay nada que le guste más a la gente

Que tener una vulgar etiqueta preparada para colgársela

A alguien que está caído, para así ahorrarse cualquier

Esfuerzo de ayudarlo a terminar de caer en el futuro.

Creo que esta navidad y este año nuevo no podía haber estado mejor, de no ser por la ya

nuestra amiga Wendy, que se instala horas a hablar con Alexander, ya en un par de veces he

hablado con el, que me diga si le ¿gusta o que?, dicen que quien calla otorga, pero a mi de verdad

que su silencio me hace perder el control, el me reclama que mi carácter va de mal en peor, se que

es así, pero me siento incontrolable, todo me molesta, todo me parece mal, esto esta repercutiendo

hasta en mi trabajo y no debería ser, me siento desesperada ¿es esto mi karma, mi pago por mi vida

loca en un pasado?, no lo sé, solo se que quiero morirme.

Ya han pasado 2 meses en los que solo hemos hecho el amor si acaso un par de veces, la

vida no es igual, converso mucho con mis amigos y todos me dicen que mire hacia delante, que

enfrente la situación, que trate de buscar ayuda profesional, que estoy mal, por nada grito o le armo

un escándalo a quien sea y paso de estar eufórica a estados depresivos, Alexander se ausenta mucho

de la casa, con el pretexto de estar trabajando o haciendo negocios y yo se, yo siento que no es así,

se que está con ella, no quiero pensar que esto esta llegando a su fin, no lo acepto, su trato hacia mi

ya no es el mismo, ya ni me mira, ni me toca, si acaso, un beso de saludo y un beso de despedida, sé

que yo misma lo estoy alejando con mi actitud, mi carácter no ayuda en nada, pero me siento de

manos atadas para poder corregirlo.


Decidí así enfrentarlo esa noche que regreso tarde a la casa, a que nos sinceráramos y me

contara que estaba sucediendo, me encontré así con que el, estaba enamorado de Wendy, me

confesó que todo comenzó como un juego de engaños, y que en algún momento lo tomó como una

especie de venganza a mis andanzas del pasado, que muchas veces habían hecho el amor y que ella

quería algo serio, que estaba dispuesta a dejar esa relación tormentosa por estar con el, que ella era

su confidente y que lo ha ayudado a superar sus miedos, que el se destapó con ella y le contó acerca

de todo lo que yo había vivido en mi vida y de las veces que el me había perdonado, y que ella le ha

dado fuerzas para que el siga adelante y no siga llevando todas las cosas que a lo largo de mi vida

de zorra, habían dañado ese amor que el sentía, me dijo tantas cosas que yo ocultaba y nunca pensé

que el las sabia, sin darme cuenta, me enfrenté a mis peores miedos, le di la cara a la realidad, ¿Qué

podía decirle?, lo amaba, pero se que hice mal, que le hice mucho daño, siempre pensé que me

había perdonado pero no, allí estuvo siempre su dolor, punzante, doliente, oculto en su alma,

desgarrándole las entrañas, y yo nunca hice lo posible por hablar, siempre puse mis vanidades y mi

orgullo ante todo, preferí callarme la verdad, pensando que la verdad podía herirlo, cuando en

realidad la mentira hirió mas y termino por destruir todo lo que había entre nosotros…

Ya hacen 3 meses que se marchó y yo estoy aquí, en mi casa de nuevo, con mi familia, con

mi gente, como en un principio… sola y con mis miedos.

Es a mi tierra, es a mi hogar, a donde pido que me dejen regresar

Quiero pasar allí mis últimos días y luego ser enterrada en medio

De campos de flores, si eso va a ser posible

Entonces ya podré morir en paz…

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