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ARTÍCULO DE OPINIÓN

“Evolución histórica de la psicología en emergencias y desastres”


I. INTRODUCCIÓN

Actualmente en nuestro país, el número de emergencias y desastres ocasionados por


los fenómenos naturales e incluso inducidos por la acción del hombre, han ido en
aumento. Estos, han generado en las personas estados de crisis, tanto por la vivencia
del desastre como por la acumulación del estrés y por los cambios conductuales que
conlleva. Todas estas circunstancias han sido imprescindibles para la incorporación
de los profesionales de la salud mental en los grupos de trabajo de intervención y
rescate, con el fin de intervenir en cualquier emergencia que pueda presentarse.
(Ministerio de Salud, 2010). La realidad que nos acoge en el Perú en lo que va del
año son según el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (2020), son 6
372 emergencias atendidas de toda índole, ya sea: incendios, fuga de gas,
emergencias médicas, rescates, derrames de productos, cortocircuitos, accidentes
vehiculares, entre otros; la OMS (2017), afirma que ante un desastre o emergencia
se necesita de un costo económico abrumador para recuperarse; sin embargo es
Martínez (2017) quien recalca que a diferencia del daño físico que es
completamente obvio, el daño psicológico tiene efectos de tipo recurrente a lo largo
del tiempo, asimismo la mayoría de afectados, siguen funcionando normalmente,
con síntomas que pueden no parecer serios: ansiedad, dificultad para dormir,
tristeza. Casi todos se dan cuenta de los síntomas y a pesar de ello los aceptan como
parte del desastre, y es cuando esos síntomas afectan la capacidad para funcionar de
la persona cuando se vuelve crucial buscar ayuda.

II. OPINIÓN
Debemos de saber que los desastres no son emergencias de gran magnitud ni
viceversa, podemos decir que las emergencias son situaciones inesperadas que
comprometen la vida y la integridad física de una o de varias personas y que
demandan una intervención especializada, la respuesta de la comunidad por
intermedio de sus propios equipos de primera respuesta es suficiente. Por otro lado,
los desastres son alteraciones intensas en las personas, los bienes, los servicios y el
medio ambiente, causados por un suceso natural o generado por el hombre que
excede la capacidad de respuesta de la comunidad afectada.

Como sabemos, ante una emergencia o un desastre, van a ocurrir tantos daños
materiales (perdidas de casas, centros de atención pública, colegios, comerciales,
etc.), los cuales dependerán mucho del estado del país para arreglarlo; sin embargo,
nuestra profesión ayudará a unos de los problemas menos intangibles pero de vital
importancia, que son los daños psico-emocionales. Si bien, un profesional de la
Psicología atiende normalmente casos de depresión, ansiedad, estrés, entre otros
trastornos, no todos estarán preparados para abordar estas mismas problemáticas en
zonas afectadas por un desastre o una emergencia, no solo por han de trabajar bajo
presión y en situaciones de especial vulnerabilidad sino porque además de tener
aptitudes sociales, adecuadas técnicas de comunicación, conocimientos sobre
comportamientos colectivos y conocimientos técnicos de intervención en
emergencias, es por ello que nació una rama de la Psicología que podrá trabajar
desde una prevención hasta una intervención, que abarca el estudio del
comportamiento y el modo de reacción de las personas en las diferentes fases de
una situación de emergencias o desastres

La Piscología de Emergencias y Desastres, se ha expandido rápidamente y cada vez


se hace más necesaria debido a los cambios, en una época donde los desastres
naturales son frecuentes y los conflictos armados cada vez más frecuentes. No existe
parte del mundo que no sea sacudida por algún evento que requiera asistencia
urgente y es allí donde se requiere de la intervención de estos profesionales. Es por
ello que el Perú y el mundo, necesita de más de estos profesionales debido que como
ya se veía emergencias y/o desastres siempre habrá y siempre habrá personas con
daño físico pero sobre todo emocional. Sin embargo, aclarar la debida preparación
que han de tener, puesto que no un simple egresado podrá abordar casos ante
emergencias y desastres, necesita de una preparación teórica y práctica efectiva para
poder ayudar de forma efectiva.

III. ARGUMENTACIÓN
Al hablar de psicología en emergencias y desastres, por lo general hacemos
referencia a la rama de la psicología que estudia el comportamiento y el modo de
reacción de los individuos, grupos o colectivos humanos en los diversos aspectos de
una situación de emergencias o desastres (Acevedo y Martínez, 2007).

Esta rama de la psicología según Acevedo y Martínez (2007), está


estrechamente vinculada con los demás ámbitos del estudio de la conducta y los
procesos mentales; tales como, psicología clínica, psicología educativa, psicología
de la salud, psicofisiológica, psicología organizacional, y psicología social o
comunitaria; las cuales enriquecen el trabajo del psicólogo que labora en situaciones
de emergencia, permitiendo ofrecer un servicio de asistencia urgente adaptada a la
complejidad que conlleva estas situaciones.

La primera asistencia psicológica que se llevó a cabo en las personas que


habían sido víctimas de emergencias y desastres, tuvo inicios a fines del siglo XIX y
comienzos del XX, en los continentes americano y europeo, en donde aparecieron
términos como los de “fatiga de batalla” y “neurosis de guerra. Sin embargo, el
estudio que es considerado pionero es el de Liderman (1944) el cual trabajó con los
sobrevivientes y sus familiares víctimas del incendio del Club Nocturno Coconut
Grove en Boston Massachusset (EU), en donde describe que aquellos sujetos que
utilizaron como mecanismo de defensa psicológica a la negación y fracasaron en
ello, sufrían de trastornos psicosomáticos, síntomas neuróticos, depresión y otros
trastornos psiquiátricos, la importancia de este estudio sentó las bases para la teoría
de la crisis de Helen Caplan, compañera de Liderman en el Hospital de Boston
Memorial.

Tyhurst (1951) en su publicación “Individual Reactions to Community


Disaster” (EU), expone que después de la fase de impacto psicológico durante el
desastre se presenta otra de compensación en la que la víctima supera el “pasmo”
inicial y “valora” mejor la situación en la que se encuentra. A través de esto se pudo
ir definiendo las reacciones como un proceso, en el cual, el autor propone tres
periodos; el de impacto, de recuperación y período postraumático. Estos
descubrimientos vienen a servir de base a las posteriores investigaciones sobre el
impacto y las diferentes reacciones psicológicas adversas causadas por los desastres.

A partir de las décadas 80 y 90, comenzaron a desarrollarse estrategias de


intervención psicológica en emergencias a nivel mundial.

Bellak y Siegel (1983) en Estados Unidos, publican el “Manual de


psicoterapia breve intensiva y de urgencia”, como una respuesta a la demanda de
atender de manera rápida a las víctimas de situaciones de crisis basada en una
orientación psicoanalítica pero de corte comunitario.
Por esos tiempos, en Perú también se realizaban investigaciones, es Cohen
(1985) EU - Perú; en una publicación realizada en la Revista de la Sanidad de la
Policía Nacional del Perú describe y clasifica las reacciones individuales y sociales
que se producen a raíz de un desastre natural en las fases evolutivas de un esquema
temporal en base cuatro categorías de reacción (biológica, psicológica, interpersonal
y sociocultural), las reacciones de las víctimas son clasificadas a su vez en etapas
evolutivas denominadas "amenaza, choque, readaptación y secuelas".

El Ministerio de Salud del Perú, el 25 de Julio de 1991, mediante


Resolución Ministerial No 0619-91-SA/DM, aprueba el Plan Nacional de Salud
mental, en el cual dentro del numeral 7.0 Líneas de Acción Programática, sub
numeral 7.6 Factores Psicosociales Ecológicos y salud, hace mención a lo siguiente:
“Asistir a los grupos humanos en situación de alto riesgo: migrantes, procedentes de
zonas de emergencia, víctimas de desastres, etc.; el cuál hasta ahora sigue
trabajando en la Salud Mental, decretando nuevos lineamientos mediante
resoluciones ministeriales (MINSA,2018).

IV. CONCLUSIÓN

En conclusión, para convivir con el riesgo y la amenaza ambiental exige una


clara planificación de intervenciones en salud mental y una constante actualización
de conocimientos. Es el profesional de la psicología quien debe estar preparado
psico-emocionalmente para hacer frente a las más variadas contingencias en la
población afectada, recalcando que no todos los psicólogos estamos preparados para
actuar y trabajar bajo tanta presión y en situaciones de especial vulnerabilidad;
además de tener aptitudes sociales, adecuadas técnicas de comunicación,
conocimientos sobre comportamientos colectivos y conocimientos técnicos de
intervención en emergencias, además tener saber que durante el apoyo, tendrá que
intervenir a alguno de sus compañeros de profesión o a otros miembros de equipos
de asistencia médica, porque puede presentarse en ellos también algún tipo de
reacción negativa no prevista. Asimismo, capacitación actualizada para el personal
de salud, los grupos de socorro, escuelas y otras instituciones para fortalecer redes
de prevención, mitigación y rehabilitación, serán fructíferas para abordar durante la
emergencia y dar apoyo en la respuesta frente a la emergencia.
V. REFERENCIAS

Acevedo, G. y Martínez, G. (2007). Manual de Salud Pública. Editorial


Encuentro. Córdoba, Argentina.

Bellak L. y Siegel, H. (1983). Manual de Psicoterapia breve, intensiva y de


urgencia, De. El Manual Moderno, SA de CV, México.

CGBVP (2020). Estadísticas de emergencias a nivel nacional del CGBVP.


Perú, Lima. Recuperado en:
http://www.bomberosperu.gob.pe/portal/net_estadistica.aspx

Las secuelas psicológicas de los desastres naturales. (20 de Septiembre del


2017). CNN. Recuperado en:

https://cnnespanol.cnn.com/2017/09/20/las-secuelas-psicologicas-de-los-
desastres-naturales/

Ministerio de Salud (2010). Restableciendo el equilibrio personal en


emergencias y desastres asistencia psicológica. Lima. Recuperado de:
http://www.insm.gob.pe/investigacion/archivos/manuales/M-2010-
REPED.pdf

Ministerio de Salud (2018). Lineamientos de Política Sectorial en Salud


Mental. Recuperado en:
http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/4629.pdf

Organización Mundial de la Salud (2017). Comunicación de riesgos en


emergencias de salud pública. Ginebra. Recuperado en:

https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/
10665/272852/9789243550206-spa.pdf?ua=1

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