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El contrato discográfico: la estrella legal del mundo musical

Aunque existen multitud de contratos relacionados con la música –contrato de


management, contrato editorial o contrato de actuación–, el contrato discográfico
es la estrella de este mundo y, al mismo tiempo, el que más preocupa a los músicos.
Es cierto que existen alternativas que han cobrado relevancia en la actualidad,
como el contrato de licencia, distribución o joint-venture, especialmente en el
caso de artistas autoeditados o sellos independientes.

Aunque el artista suele ocupar una posición más débil en la negociación del
contrato, el sello no tiene por qué ser el malo de la película; en ocasiones, los
productores y pequeños sellos apuestan por un artista y también se arriesgan a
sufrir problemas legales derivados de un mal contrato discográfico. Lo importante
es que en la negociación de acuerdos discográficos se alcance el teórico objetivo
común: que el contenido sea útil para todos los agentes que intervienen en su
firma, tanto músicos, como managers, productores y sellos discográficos.

Como ya es habitual en esta sección, los contenidos que aquí se desarrollan son
meramente orientativos. Los abogados de Sympathy for the Lawyer son asesores
especializados en industria musical y pueden ampliar o aterrizar en cuestiones
concretas –y a requerimiento– sobre estas reflexiones.

Fase de negociación
Previamente a la redacción del contrato, la negociación de los aspectos
fundamentales del mismo juega un papel crucial: duración, número de discos a
publicar, estrategias de promoción, porcentajes económicos, servicios accesorios
del sello… Es recomendable resumir estas negociaciones en un precontrato o acuerdo
de intenciones.
Las cosas deben quedar claras desde el principio, y se deben trasladar al abogado
los acuerdos previos alcanzados, para que terminen reflejándose en la versión
definitiva del contrato. En esta fase suelen intervenir el manager o el propio
grupo y un representante del sello, o bien un abogado especializado para cualquiera
de las dos partes.

Las partes en el contrato discográfico


De un lado está el artista, músico o banda, que podrá firmar directamente o a
través de su manager, si se le hubieren atribuido los poderes de representación
oportunos. Si existen varios componentes del grupo, deberían firmar todos ellos. Es
importante dejar claro que en el contrato discográfico el músico o banda interviene
como artista intérprete y no como autor de la obra. Aunque es frecuente que los
roles de artista y autor recaigan sobre la misma persona, se trata de dos contratos
diferentes: contrato editorial para el caso de autor y contrato discográfico para
artista.

Como adelantábamos, la otra parte que interviene en este contrato es el productor


fonográfico o sello, que no debe confundirse con el productor del disco desde un
punto de vista técnico y/o artístico, como ya se aclaró en este post.

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