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Enfermedad tromboembólica venosa

Enfermedad
tromboembólica venosa

Resumen y comentarios a la 9.ª Conferencia del ACCP (2012)

Resumen y comentarios
a la 9.ª Conferencia del ACCP (2012)
Con la colaboración de
ROV-03-13/015

Editores: Eduardo Rocha Hernando


Ramón Lecumberri Villamediana

Con el aval científico


de la Sociedad Española de
Trombosis y Hemostasia
Enfermedad
tromboembólica venosa

Resumen y comentarios
a la 9.ª Conferencia del ACCP (2012)

Editores: Eduardo Rocha Hernando


Ramón Lecumberri Villamediana
Esta publicación refleja hallazgos y conclusiones propios de los autores y se mencionan estudios clínicos que podrían
contener indicaciones, posologías y formas de administración de productos no autorizados actualmente en España.
Se recuerda que cualquier fármaco mencionado deberá ser utilizado de acuerdo con la ficha técnica vigente en España.

© del texto: los autores


© de la edición: Grupo Acción Médica. Madrid, 2013 • Correo-e: publicaciones@accionmedica.com

Este trabajo está sujeto a copyright. Reservados todos los derechos, ya sean los referentes a todo o parte del material,
específicamente los derechos de traducción, reimpresión, reutilización de las ilustraciones, recitación, radiodifusión,
reproducción en microfilm o de cualquier otra forma y almacenaje en bancos de información.
Depósito legal: M-7084-2013
Autores

Juan Ignacio Arcelus Martínez


Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada

Enric Castellet Feliu


Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona

Pere Domènech Santasusana


Unidad de Trombosis. Hospital de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

Raquel Ferrandis Comes


Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Clínic Universitari de València.
Profesora asociada de Fisiología. Universidad de Valencia

Jordi Fontcuberta Boj


Unidad de Hemostasia y Trombosis. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

David Jiménez Castro


Servicio de Neumología. Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid

Ramón Lecumberri Villamediana


Servicio de Hematología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona

Juan Vicente Llau Pitarch


Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Clínic Universitari de València.
Profesor asociado de Fisiología. Universidad de Valencia

M.ª Fernanda López Fernández


Unidad de Hemostasia y Trombosis. Servicio de Hematología y Hemoterapia.
Complejo Hospitalario Universitario A Coruña

Francisco S. Lozano Sánchez


Servicio de Angiología y Cirugía Vascular. Hospital Universitario de Salamanca

José Mateo Arranz


Unitat d’Hemostàsia i Trombosi. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

Eduardo Rocha Hernando


Profesor Emérito de Hematología. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. Pamplona

Vanessa Roldán Schilling


Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia

Javier Trujillo-Santos
Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario Santa Lucía. Cartagena (Murcia)

Vicente Vicente García


Servicio de Hematología y Oncología Médica. Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia

III
Capítulo 1
Guías basadas en la Evidencia de la IX Conferencia de Consenso del American College
of Chest Physicians en tratamiento antitrombótico y prevención de la trombosis . . . . . . . . . . . . 1
E. Rocha Hernando

Capítulo 2
Anticoagulantes parenterales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
R. Lecumberri Villamediana

Capítulo 3
Tratamiento anticoagulante oral. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
P. Domènech Santasusana

Capítulo 4
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo
de la enfermedad tromboembólica venosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
V. Vicente García, V. Roldán Schilling

Capítulo 5
Manejo basado en la evidencia del tratamiento anticoagulante. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
V. Roldán Schilling, V. Vicente García

Capítulo 6
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante con antagonistas de la vitamina K
y de la terapia puente en pacientes con enfermedad tromboembólica venosa . . . . . . . . . . . . . . 75
J.V. Llau Pitarch, R. Ferrandis Comes

Capítulo 7
Tratamiento y prevención de la trombocitopenia inducida por heparina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
J. Mateo Arranz

Capítulo 8
Valoración de la eficacia en la prevención de la enfermedad
tromboembólica venosa en pacientes médicos y quirúrgicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
F.S. Lozano Sánchez

Capítulo 9
Profilaxis de la enfermedad tromboembólica venosa en pacientes no quirúrgicos . . . . . . . . . . . . 113
J. Trujillo-Santos

Capítulo 10
Profilaxis de la enfermedad tromboembólica venosa
en pacientes quirúrgicos no ortopédicos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
J.I. Arcelus Martínez

Capítulo 11
Prevención de la enfermedad tromboembólica venosa
en pacientes sometidos a cirugía ortopédica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
E. Castellet Feliu

IV
Sumario

Capítulo 12
Diagnóstico de trombosis venosa profunda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
F.S. Lozano Sánchez

Capítulo 13
Tratamiento antitrombótico de la enfermedad tromboembólica venosa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 185
E. Rocha Hernando, F.S. Lozano Sánchez, D. Jiménez Castro, R. Lecumberri Villamediana

Capítulo 13A
Tratamiento de la trombosis venosa profunda aguda
de las extremidades inferiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 187
E. Rocha Hernando

Capítulo 13B
Síndrome postrombótico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 215
F.S. Lozano Sánchez

Capítulo 13C
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 221
D. Jiménez Castro

Capítulo 13D
Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235
D. Jiménez Castro

Capítulo 13E
Tromboflebitis superficial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 239
R. Lecumberri Villamediana

Capítulo 13F
Trombosis venosa profunda de las extremidades superiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
R. Lecumberri Villamediana

Capítulo 13G
Trombosis del sistema de la vena porta y de la vena hepática . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249
R. Lecumberri Villamediana

Capítulo 14
Tromboembolismo venoso, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo . . . . . . . . . . . . . 253
J. Fontcuberta Boj

Capítulo 15
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños
con enfermedad tromboembólica venosa. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 279
M.F. López Fernández

V
AAF: anticuerpos antifosfolípidos EP: embolismo pulmonar
AAP: antiagregantes plaquetarios EPC: centro de medicina basada en
AAS: ácido acetilsalicílico la evidencia (del inglés evidence
ACCP: American College of Chest practice center)
Physicians ETV: enfermedad tromboembólica
AINE: antiinflamatorios no esteroideos venosa
anti-FXa: anti-factor X activado e.v.: endovenosa
AT: antitrombina FIV: fertilización in vitro
ATC: artroplastia total de cadera FT: factor tisular
ATR: artroplastia total de rodilla FV: factor V
AUC: área bajo la curva FVC: filtros en la vena cava
AVK: antagonistas de la vitamina K FVCI: filtros en la vena cava inferior
b.i.d.: dos veces al día FXa: factor X activado
(del latín bis in die) GPC: guía de práctica clínica
BVP: bomba venosa plantar GRADE: Grades of Recommendation,
CCP: concentrado de complejo Assessment, Development
protrombínico and Evaluation Working Group
CFC: cirugía por fractura de cadera HBPM: heparinas de bajo peso
CHMP: Comité de Medicamentos molecular
de Uso Humano (en inglés, HIC: hemorragias intracraneales
Committee for Medicinal HIPA: activación plaquetaria inducida
Products for Human Use) por heparina
CID: coagulación intravascular HIT: trombocitopenia inducida
diseminada por heparina
CNI: compresión neumática HNF: heparina no fraccionada
intermitente HTPC: hipertensión pulmonar crónica
COM: cirugía ortopédica mayor IC: intervalo de confianza
COT: cirugía ortopédica de tobillo IDT: inhibidores directos de la trombina
CUS: ultrasonografía de compresión IgG: inmunoglobulina G
CVC: catéter venoso central IMC: índice de masa corporal
CVU: catéter venoso umbilical INR: índice normalizado internacional
DBHNF: dosis bajas de heparina LDL: lipoproteínas de baja densidad
no fraccionada MCG: medias de compresión gradual
ECA: ensayos clínicos controlados MMII: miembros inferiores
y aleatorizados NMCR: no mayor clínicamente relevante
ELISA: ensayo por inmunoabsorción NNH: número de pacientes que es
ligado a enzimas necesario tratar para que se
EMA: Agencia Europea produzca un evento adverso
de Medicamentos NNT: número de pacientes que es
FDA: Food and Drug Administration necesario tratar para prevenir
estadounidense un evento adverso
EEII: extremidades inferiores OMS: Organización Mundial
EESS: extremidades superiores de la Salud

VI
Abreviaturas usadas en el texto

OR: odds ratio TDC: trombolisis dirigida por catéter


PAI: inhibidor del activador TE: tiempo de ecarina
del plasminógeno TEP: tromboembolia de pulmón
PAI-1: inhibidor del activador TEV: tromboembolismo venoso
del plasminógeno de tipo 1 TFG: tasa de filtración glomerular
PC: proteína C TFPI: inhibidor de la vía
PCa: proteína C activada del factor tisular
PCI: intervenciones coronarias TP: tiempo de protrombina
percutáneas t-PA: activador tisular
PFC: plasma fresco congelado del plasminógeno
PF4: factor plaquetario 4 TRA: técnicas de reproducción
PICO: population, intervention, asistida
comparator and outcome TS: tromboflebitis superficial
PM: peso molecular TSVC: trombosis de los senos venosos
POC: coagulómetros portátiles cerebrales
(point-of-care instruments) TT: tiempo de trombina
QALY: año de vida ajustado por calidad TTPA: tiempo de tromboplastina parcial
q.d.: una vez al día activado
(del latín quaque die) TTR: tiempo en rango terapéutico
rFVIIa: factor VII recombinante activo TVP: trombosis venosa profunda
RM: resonancia magnética u-PA: activador del plasminógeno
r-TPA: activador tisular del de tipo urocinasa
plasminógeno recombinante US: ultrasonografía
s.c.: subcutánea UVC: ultrasonografía venosa
SHO: síndrome de hiperestimulación de compresión
ovárica VCI: vena cava inferior
SPT: síndrome postrombótico VKORC1: subunidad 1 del complejo de
TAC: tomografía axial computarizada la vitamina K epóxido reductasa
TAFIa: inhibidor de fibrinolisis activado v.o.: vía oral
por trombina

VII
Capítulo I

Guías basadas en la Evidencia de la IX Conferencia


de Consenso del American College
of Chest Physicians en tratamiento
antitrombótico y prevención de la trombosis
Introducción y metodología usada en 9.ª edición de las Guías del ACCP
sobre tratamiento antitrombótico y prevención de la trombosis

E. Rocha Hernando
Profesor Emérito de Hematología. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema

1. Introducción los avances en la metodología para la elabo-


ración de guías basadas en la evidencia. Todo
En un suplemento de Chest de 2012 se ha ello ha hecho que esta guía mantenga su
publicado la 9.ª edición de la guía de prác- preeminencia en el campo de la trombosis.
tica clínica (GPC) basada en la evidencia de Al abandonar Hirsh la dirección de la
tratamiento antitrombótico y prevención de guía en 2007, su experiencia le llevó a cues-
la trombosis, consensuada en la IX Confe- tionar la confianza en la opinión de los ex-
rencia de Consenso del American College of pertos, que había servido de base para las
Chest Physicians (ACCP). Guyatt et al.(1) ha- recomendaciones de las primeras ocho edi-
cen una breve presentación de dicha guía, ciones. Revisando su experiencia, llegó a
resaltando los aspectos más relevantes de la conclusión de que los conflictos de inte-
las mismas. reses, tanto financieros como intelectua-
Inicialmente destaca el papel jugado en les, de los expertos principales dificultaban
esta guía por Dalen y Hirsh, que iniciaron su la imparcialidad de las recomendaciones(2),
elaboración en 1986 y la han continuado has- lo que le llevó a sugerir algunas soluciones
ta 2001 y 2007, respectivamente. Hirsh ha que han tenido un gran impacto en la elabo-
sido, en gran medida, responsable de selec- ración de la 9.ª edición.
cionar el panel de autores de la 9.ª edición Para eliminar los problemas derivados de
de la guía, así como de los principales cam- los conflictos de intereses de los expertos,
bios introducidos desde la 8.ª a la 9.ª edición Hirsh propuso que la responsabilidad princi-
(Tabla 1). Bajo su liderazgo, cada nueva edi- pal de cada artículo recayese en un metodólo-
ción ha ido incorporando tanto la evidencia go –con amplia experiencia en la valoración de
más reciente que se iba publicando como la calidad de la evidencia y la elaboración de

1
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

Tabla 1. Cambios principales en la 9.ª edición de la GPC basada en la evidencia


del ACCP sobre tratamiento y prevención antitrombótica de la trombosis
1. Selección como editores de cada tema de metodólogos sin conflictos de intereses y eliminación de los expertos
con conflictos de intereses en el proceso final de elaboración de las recomendaciones
2. Realización de muchas tablas de perfiles de evidencia y resúmenes de resultados
3. Revaluación de la evidencia previa tendiendo en cuenta los nuevos conocimientos en valoración de la evidencia
4. Evaluación cuantitativa de los valores y preferencias de los pacientes basada en una revisión sistemática de la evidencia
disponible
5. Inclusión de un artículo nuevo dedicado al diagnóstico de la TVP
Fuente: adaptado de G.H. Guyatt et al.(7)

recomendaciones siguiendo el método usa- Con los cambios citados se realizaron re-
do por el ACCP– en lugar de en un experto valuaciones de la evidencia existente previa-
en trombosis. Esta propuesta fue aceptada y mente. Pero, además, en esta revaluación se
aplicada en la 9.ª edición de la guía. Además, tuvieron en cuenta los nuevos conocimien-
se decidió que los expertos en trombosis, tos existentes en valoración de la evidencia.
aunque participarían en la discusión y en la Por ejemplo, se estableció una clara distin-
realización de los resúmenes de evidencia, ción entre las variables importantes para el
serían excluidos de la toma de las decisiones paciente y las subrogadas, hecho que no se
finales relativas a la calidad de la evidencia y había considerado en las ocho ediciones pre-
las recomendaciones. Otro cambio importan- vias de la guía, considerando que el uso de
te introducido fue que se concedió la misma una variable subrogada puede originar gran-
importancia a los conflictos de intereses in- des problemas a la hora de realizar un balan-
telectuales que a los de tipo económico. Los ce adecuado entre las variables realmente
cambios más importantes en esta 9.ª edición importantes. Esto ocurre, por ejemplo, cuan-
derivan directamente de estos cambios. do en los ensayos de prevención de la trom-
En la 8.ª edición muchos de los editores bosis se evalúa una variable subrogada como
de tema o no tenían formación metodológi- es la trombosis asintomática, detectada por
ca o sólo habían recibido formación espe- métodos de screening, y luego se trata de
cífica para la aplicación del método ACCP- establecer un balance entre las variables im-
GRADE (Grades of Recommendation, portantes, que son las trombosis sintomáti-
Assessment, Development and Evaluation cas y las hemorragias mayores. Por ello, se
Working Group). Ello hizo que, con frecuen- transmitió a los editores de los temas dedi-
cia, la metodología ACCP-GRADE no se apli- cados a la prevención de la trombosis la ne-
case con el debido rigor y los autores ela- cesidad de usar métodos capaces de inferir
borasen muy pocas tablas de perfiles de el impacto de la tromboprofilaxis en la trom-
evidencia y resúmenes de resultados, que bosis sintomática partiendo de los resulta-
son el producto final fundamental del mé- dos de estudios basados en la detección de
todo GRADE. La realización de estas tablas episodios asintomáticos(3). Otro ejemplo es
en la 9.ª edición, unida al reclutamiento de la revaluación realizada de la valoración de
editores de tema expertos en GRADE, ha los episodios importantes para el paciente
incrementado notablemente el rigor meto- respecto al uso de ácido acetilsalicílico en la
dológico de esta nueva edición. tromboprofilaxis en cirugía ortopédica, que

2
E. Rocha

llevó a modificar de manera sustancial las re- y d) la exclusión en la elaboración de las re-
comendaciones sobre su uso en esta 9.ª edi- comendaciones finales de los expertos con
ción. Por último, los cambios introducidos en conflictos de intereses, que a menudo tie-
su valoración han provocado, con frecuencia, nen opiniones muy concretas y difíciles de
una disminución de la estimación de la cali- modificar.
dad de la evidencia, de tal manera que en la Por último, la guía ha abordado, por pri-
9.ª edición algunas evidencias previamente mera vez, cuestiones de diagnóstico, para
clasificadas como de alta calidad ahora han lo que se ha aplicado la metodología GRA-
pasado a considerarse de calidad moderada, DE desarrollada recientemente para reco-
y las previamente clasificadas como de cali- mendaciones sobre el diagnóstico de trom-
dad moderada ahora son de baja calidad. bosis venosa profunda (TVP)(6).
En las últimas ediciones de la guía se ha Otras novedades de menor importancia
ido enfatizando, progresivamente, la evalua- en la 9.ª edición son: a) en cada panel se
ción de los valores y de las preferencias de han incluido médicos no involucrados en la
los propios pacientes. En la 9.ª edición se ha investigación de la trombosis, para asegurar
incrementado la importancia de este aspec- que las recomendaciones tenían en cuenta
to. Para ello se ha realizado una revisión sis- la realidad de la práctica clínica y que eran
temática(4) de los trabajos realizados en este aplicables; b) con el fin de mejorar la esca-
campo y, a partir de los resultados de di- sa consistencia de la metodología usada en
cha revisión, los panelistas de la 9.ª edición la 8.ª edición para valorar el riesgo de san-
elaboraron una clasificación que ha servido grado, Schulman elaboró un método de va-
de base para evaluar, de manera más clara loración que se aplicó sistemáticamente en
y cuantitativa, los valores y preferencias de todos los capítulos de la 9.ª edición; c) para
los pacientes. Un aspecto destacable de di- abordar las cuestiones de eficiencia econó-
cha revisión sistemática fue la heterogenei- mica, en los paneles de los artículos se in-
dad de los resultados entre los distintos es- cluyeron “consultores de recursos” que uti-
tudios y la amplia variabilidad de los valores y lizaron una metodología sistemática para
las preferencias de los propios pacientes, lo resolver las consultas sobre recursos que
que hace que las recomendaciones fuertes podían cambiar las recomendaciones; y d)
sean poco probables(5). se realizó un gran esfuerzo para eliminar
Los lectores encontrarán que muchas re- las duplicidades entre artículos y armoni-
comendaciones fuertes de la 8.ª edición son zar las recomendaciones entre los artículos
sustituidas por recomendaciones débiles en relacionados.
esta 9.ª edición. Estos cambios son debidos
a: a) una valoración más crítica de la eviden-
cia, lo que provoca una disminución de su ca- 2. Metodología usada
lidad; b) el reconocimiento de la variabilidad en la 9.ª edición de la guía
en los valores y las preferencias por parte de
los pacientes; c) el hecho de que en las reco- Guyatt et al.(7) analizan, en otro capítulo del
mendaciones polémicas –en las que se llegó suplemento del Chest citado al inicio, los di-
a realizar una votación electrónica anónima– ferentes aspectos metodológicos de la 9.ª
se exigiera el aval del 80% de los panelis- edición de la guía. La metodología usada en
tas para hacer una recomendación fuerte; esta guía incorpora los métodos actuales

3
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

para la evaluación y síntesis de la evidencia leconferencias para armonizar los temas


y para la formulación de recomendaciones y para garantizar la coherencia de las re-
de práctica clínica. En la Figura 1 está resu- comendaciones finales en ambos artícu-
mido todo el proceso seguido en la elabora- los. Se utilizó una terminología unificada
ción de esta edición. para describir los efectos que no alcan-
1. Composición y selección de los miem- zaban significación estadística. El Comité
bros del panel del artículo. El Comité Ejecutivo se reunió al menos una vez al
Ejecutivo designó un editor, un editor ad- mes y realizó aclaraciones a los editores
junto y los miembros del panel de cada y editores adjuntos de temas relativos a
artículo. El editor era la persona respon- metodología, conflicto de intereses, ela-
sable del artículo y se requería que fuese boración de tablas y cuestiones de esti-
un metodólogo sin conflictos de intere- lo y presentación. El presidente del Co-
ses, financieros o intelectuales, impor- mité Ejecutivo examinó cada artículo para
tantes para cualquiera de las recomen- asegurar la consistencia de la presenta-
daciones del artículo, mientras que el ción de pruebas, la evaluación y el esti-
editor adjunto era un experto en trombo- lo de escritura.
sis. Aunque algunos de los panelistas te- 3. Revisión de la evidencia. Se eligieron
nían experiencia previa en las ediciones las preguntas a abordar en cada artículo
anteriores de la guía, hubo una importan- y, para cada pregunta, se definió la pobla-
te rotación de los mismos respecto a la ción, la intervención, el comparador y el
edición anterior. Cada panel incluyó un resultado en formato PICO (population,
médico –que trabajaba en el área, pero intervention, comparator and outcome).
no era experto en trombosis, ni metodó- En cada pregunta se concretaron los cri-
logo, ni investigador clínico– que se en- terios de inclusión y exclusión de los es-
cargó de proponer preguntas clínicas im- tudios. Habitualmente se incluyeron sólo
portantes no abordadas en la 8.ª edición y ensayos clínicos controlados y aleatori-
de revisar las recomendaciones para eva- zados (ECA), aunque también se analiza-
luar la viabilidad de la aplicación de las re- ron estudios observacionales cuando los
comendaciones. Además, para abordar datos de los ECA eran escasos. En cada
las cuestiones de eficiencia económica, pregunta sólo se valoraron los resultados
se incluyó a seis economistas-médicos que eran importantes para los pacientes
de salud en los paneles. y, cuando no se encontraban datos sobre
2. Consistencia de los artículos. Se usa- un resultado importante, se incluyeron
ron diversas estrategias para garantizar la las dudas sobre los efectos de la inter-
coherencia en los artículos. Para asegu- vención en ese resultado, sopesando sus
rar la consistencia de los juicios acerca riesgos y beneficios. Cuando no se dis-
del sangrado y del equilibrio entre episo- ponía de datos sobre efectos importan-
dios trombóticos y hemorrágicos, en to- tes para el paciente, las variables subro-
dos los artículos se utilizó el mismo siste- gadas contribuyeron a la estimación de
ma de valoración. Cuando podían existir los efectos importantes de una interven-
superposiciones en dos o más artícu- ción sobre los resultados. Muchos de los
los, los editores y editores adjuntos de estudios revisados analizaban variables
los mismos participaron en diversas te- compuestas que pueden ser engañosas,

4
E. Rocha

Definir el área del tema de cada artículo


(Comité Ejecutivo y miembros del panel del artículo)

Formular cuestiones PICO y criterios de inclusión/exclusión


(miembros del panel del artículo)

Búsqueda en Medline:
1. Estrategia global del capítulo (EPC)
2. Estrategia enfocada a cuestiones PICO (EPC y editor del tema)

Revisar los resultados de la búsqueda identificando los estudios a incluir


Buscar los estudios omitidos
Finalizar la lista de estudios incluidos para cada pregunta PICO
(EPC y miembros del panel del artículo)

Resumir los estudios en tablas de evidencia


Evaluar la calidad del estudio
(EPC y miembros del panel del artículo)

Evaluar la calidad de la evidencia para cada cuestión PICO


Crear perfiles de evidencia usando el método GRADE
(EPC y miembros del panel del artículo)

Proyecto de recomendaciones y texto del artículo


(miembros del panel del artículo sin conflictos de intereses importantes)

Revisión del proyecto, recomendaciones y texto del artículo


(Comité Ejecutivo y miembros del panel del artículo)

Finalizar las recomendaciones realizadas


en la Conferencia de febrero de 2011
(Comité Ejecutivo, miembros del panel del artículo,
votantes sin conflicto de intereses)

Revisar el proyecto, las recomendaciones y los capítulos


(Comité Ejecutivo, Comité de Vigilancia del ACCP y Junta Directiva)

Enviar al Chest
(revisión por revisores externos)

Publicación en el Chest, difusión y desarrollo


de herramientas para su implementación

Figura 1. Pasos en el proceso de realización de la 9.ª edición de la guía del ACCP. La información entre
paréntesis muestra los participantes en cada paso del proceso. EPC: centro de medicina basada en la evidencia
(del inglés evidence practice center). Fuente: adaptado de G.H. Guyatt et al.(7).

5
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

especialmente cuando la importancia carios del Centro de Medicina Basada en


para el paciente de los distintos compo- la Evidencia de la Universidad de Oregón
nentes difiere de la variable o la magni- (EE.  UU.) realizó una búsqueda de la bi-
tud del efecto de la intervención sobre di- bliografía. Para cada artículo se identifica-
chos componentes(8), por lo que se han ron revisiones sistemáticas y estudios ori-
desglosado los resultados en base al ginales, a partir de enero de 2005 (en las
efecto de la intervención en cada compo- preguntas no incluidas en la 8.ª edición la
nente de la variable individualmente. búsqueda se inició en la fecha considera-
Se consideraron dos opciones para da relevante en cada caso), y en muchos
valorar los episodios mortales: todas las artículos lo anterior se complementó con
causas de mortalidad y la mortalidad re- búsquedas centradas y dirigidas a pregun-
lacionada con el tratamiento antitrombó- tas específicas. Los artículos se revisaron
tico. La primera opción posee las venta- por duplicado, y siempre se intentó con-
jas de ser el resultado más importante seguir el consenso entre los dos reviso-
para el paciente y de evitar la dificultad res acerca de si los estudios cumplían los
de determinar la causa de la muerte, jun- criterios de inclusión. Se revisaron las lis-
to al inconveniente de que puede perder- tas de los estudios incluidos, tratando de
se el efecto del tratamiento antitrombóti- identificar cualquier posible omisión.
co sobre la mortalidad en el conjunto de 4. Evaluación de los estudios y resumen
muertes por otras causas. La decisión so- de la evidencia. Se ha evaluado el ries-
bre qué opción utilizar se dejó a la elec- go de sesgo de cada ECA individual y de
ción de los autores del artículo. Cuando la los estudios observacionales, aplican-
mortalidad era uno de los resultados va- do criterios uniformes basados en las re-
lorados, se evitó el doble recuento de un comendaciones de la Cochrane Collabo-
episodio documentando sólo los episo- ration. La evaluación de la evidencia en
dios no fatales para las restantes varia- cada estudio se realizó utilizando los cri-
bles. A la vista de la amplia variación en terios propuestos por el grupo de trabajo
la forma de evaluar el sangrado, se estan- GRADE(9). Inicialmente los ECA se consi-
darizó la forma de su valoración para ase- deraron como evidencia de alta calidad, y
gurar la uniformidad. Se valoraron las va- los estudios observacionales, como evi-
riables de sangrado importantes para los dencia de baja calidad (Tabla  2). Ade-
pacientes, intentando evaluar de la mane- más, se valoraron otros factores adicio-
ra más específica y homogénea posible nales que afectan a la clasificación de la
las hemorragias consideradas “mayores”, calidad, incluyendo el riesgo de sesgo, la
y no se tuvieron en cuenta los sangrados precisión, la consistencia y la inmediatez
menores. Las hemorragias mortales se in- de los resultados, la probabilidad de ses-
cluyeron en la mortalidad, y en la variable go de publicación y la presencia de efec-
ictus se incluyeron tanto los hemorrági- tos muy grandes. La adaptación por el
cos como los isquémicos, tratando de evi- ACCP del sistema GRADE (Tabla 3) difie-
tar cualquier posible doble recuento de un re sólo en que la calidad de la evidencia
mismo episodio. puede ser alta (A), moderada (B) o baja
Para identificar la evidencia relevan- (C), mientras que el sistema GRADE con-
te, un equipo de metodólogos y bibliote- sidera además una categoría de calidad

6
E. Rocha

Tabla 2. Método GRADE de valoración de la calidad de la evidencia


Diseño del estudio Calidad de la evidencia Inferior si hay Superior si hay
Ensayo aleatorizado → Alta Riesgo de sesgo: Efecto grande:
Serio: – 1 Grande: + 1
Muy serio: – 2 Muy grande: + 2

Moderada Inconsistencia: Evidencia de un gradiente


Seria: – 1 dosis/respuesta: + 1
Muy seria: – 2
Todo posible sesgo:
Estudio observacional → Baja Evidencia indirecta: Reduciría un efecto demostrado o
Seria: – 1 sugeriría un efecto falso cuando los
Muy seria: – 2 resultados no muestran efecto + 1

Imprecisión:
Muy baja Seria: – 1
Muy seria: – 2

Sesgo de publicación:
Probable: – 1
Muy probable: – 2
Fuente: adaptado de G.H. Guyatt et al.(7)

de la evidencia muy baja (Tabla  2). Una grado) requiere la estimación del efecto
vez evaluada la calidad para cada varia- absoluto. Cuando se disponía de datos vá-
ble, se realizó una valoración de la calidad lidos de estudios observacionales, se usa-
de toda la evidencia (todas las variables ron éstos para estimar los riesgos del gru-
en conjunto, incluyendo los beneficios y po control, mientras que, cuando esto no
los riesgos) sobre el efecto de las estra- fue posible, se utilizó el riesgo estimado
tegias alternativas de manejo para cada de los grupos control de ECA.
pregunta clínica. La calidad de la eviden- Cuando no se disponía de estimacio-
cia para cada recomendación fue la clasi- nes de resultados procedentes de revi-
ficación de calidad más baja de todas las siones sistemáticas de alta calidad, se
variables consideradas críticas(9). realizaron metaanálisis si los datos eran
La mayoría de los resultados impor- suficientemente homogéneos.
tantes para el paciente en esta guía son Se utilizó un método estandarizado
binarios, o variables sí/no (muerte, enfer- para resumir la evidencia y la metodolo-
medad tromboembólica venosa [ETV], he- gía de los estudios individuales. Para mu-
morragia, etc.). Los resúmenes de eviden- chas recomendaciones, se resumió la
cia incluyeron una presentación, siempre calidad del cuerpo de evidencia y las es-
que fue posible, de los riesgos relativos timaciones del efecto absoluto y relativo
(porque son más fáciles de entender que de las estrategias alternativas de trata-
los odds ratio [OR]) de las estrategias de miento utilizando los métodos del grupo
manejo de una intervención vs. control. de trabajo GRADE(10). Las tablas de perfi-
Sin embargo, la valoración del equilibrio les de evidencia y el resumen de los re-
entre los resultados deseables y los inde- sultados se hicieron con un programa de
seables (por ejemplo, trombosis vs. san- ordenador que facilitaba su realización.

7
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

Tabla 3. Sistema de graduación de la intensidad de las recomendaciones


Grado de recomendación Beneficios vs. Solidez de los métodos Implicaciones
riesgos y costes que apoyan la evidencia
Recomendación fuerte, Los beneficios claramente Evidencia consistente en ECA Las recomendaciones se pueden
calidad de evidencia superan a los riesgos sin limitaciones importantes aplicar a muchos pacientes
alta (1A) y costes o viceversa o evidencia excepcionalmente en muchas circunstancias.
fuerte en estudios Es poco probable que futuras
observacionales investigaciones modifiquen
la valoración
Recomendación fuerte, Los beneficios claramente Evidencia en ECA con Las recomendaciones se pueden
calidad de evidencia superan a los riesgos limitaciones importantes aplicar a muchos pacientes
moderada (1B) y costes o viceversa (resultados inconsistentes, en muchas circunstancias.
defectos metodológicos, Investigaciones futuras
evidencia indirecta o de alta calidad pueden tener
imprecisa) o evidencia fuerte un impacto importante
en estudios observacionales y modificar la valoración
Recomendación fuerte, Los beneficios claramente Evidencia en, al menos, Las recomendaciones se pueden
calidad de evidencia superan a los riesgos una variable importante aplicar a muchos pacientes
baja o muy baja (1C) y costes o viceversa en estudios observacionales, en muchas circunstancias.
series de casos, o ECA Investigaciones futuras
con defectos importantes de alta calidad es probable que
o evidencia indirecta tengan un impacto importante
y modifiquen la valoración
Recomendación débil, Los beneficios están Evidencia consistente en ECA La mejor acción puede
calidad de evidencia muy equilibrados sin limitaciones importantes diferir dependiendo
alta (2A) con los riesgos y costes o evidencia excepcionalmente de las circunstancias,
fuerte en estudios los pacientes o los valores
observacionales sociales. Es poco probable
que futuras investigaciones
modifiquen la valoración
Recomendación débil, Los beneficios están Evidencia en ECA con La mejor acción puede
calidad de evidencia muy equilibrados limitaciones importantes diferir dependiendo
moderada (2B) con los riesgos y costes (resultados inconsistentes, de las circunstancias,
defectos metodológicos, los pacientes o los valores
evidencia indirecta o sociales. Investigaciones futuras
imprecisa) o evidencia de alta calidad pueden tener
muy fuerte en estudios un impacto importante
observacionales y modificar la valoración
Recomendación débil, No hay certeza Evidencia en, al menos, Otras alternativas pueden
calidad de evidencia de que la estimación una variable importante ser igualmente razonables.
baja o muy baja (2C) de los beneficios, riesgos en estudios observacionales, Investigaciones futuras de alta
y costes pueda estar series de casos, o ECA, calidad es probable que tengan
muy equilibrada con defectos importantes un impacto importante
o evidencia indirecta y modifiquen la valoración
Fuente: adaptado de G.H. Guyatt et al.(7)

5. Valores y preferencias. El balance entre bótico, este balance implica, en la mayoría


los beneficios y los riesgos de las distintas de los casos, una reducción de los episo-
estrategias alternativas de tratamiento re- dios trombóticos en comparación con un
quiere hacer juicios de valores y preferen- aumento de las hemorragias. Lo ideal se-
cias. En las guías de tratamiento antitrom- ría que los valores y las preferencias usa-

8
E. Rocha

dos fuesen los valores promedio y las pre- guntas en las que el uso de recursos po-
ferencias de los pacientes, pero sabemos dría cambiar la dirección o la fuerza de las
que la valoración por parte de los pacien- recomendaciones. Para esas preguntas,
tes varía considerablemente de unos a se realizó una búsqueda en la literatura de
otros. Es importante conocer este grado los análisis económicos relativos a los di-
de variabilidad entre los pacientes para de- ferentes artículos publicados desde 1999.
cidir la fuerza de una recomendación, ya Los artículos encontrados fueron analiza-
que, cuanto mayor sea la variabilidad, más dos con un formulario de extracción de da-
probable es que lo apropiado sea emitir tos estandarizados, para asegurar que se
una recomendación débil. Por ello, se rea- realizaba una evaluación uniforme de la ca-
lizó una revisión sistemática(4) cuyos resul- lidad de los análisis económicos importan-
tados se han aplicado en esta guía en la tes, y los resultados obtenidos se tuvieron
evaluación de los valores y preferencias. en cuenta en la elaboración de la reco-
Dicha revisión demostró que existía una mendación pertinente. Cuando los costes
amplia heterogeneidad de los resultados netos, o las ratios de rentabilidad (coste/
en los estudios de los valores y preferen- eficacia) marginal, eran muy altos, los pa-
cias de los pacientes. Tanto la variabilidad nelistas valoraron la posibilidad de dismi-
entre los estudios como la existente en- nuir la calificación de alta a baja o, incluso,
tre los pacientes dentro de cada estudio cambiar el sentido de la recomendación
obligó a ser estrictos en la emisión de re- usando unos criterios prefijados sobre los
comendaciones fuertes, por lo que se umbrales de rentabilidad. Aunque algunas
restringieron las mismas a aquellas situa- intervenciones pueden ser rentables en
ciones en las que los beneficios de una in- países con ingresos elevados, en los paí-
tervención superaban sustancial y convin- ses pobres pueden ser prohibitivas. Ello
centemente a los riesgos (o viceversa) y a hace que la elección de un umbral deba
casos excepcionales en los que había ra- variar en función de los recursos disponi-
zones para pensar que los valores y prefe- bles en cada país. Para facilitar los análi-
rencias eran relativamente uniformes. sis de rentabilidad, la Organización Mun-
6. Problemas de costes económicos y dial de la Salud (OMS) ha elaborado unas
rentabilidad. En la 9.ª edición de la guía tablas de los valores umbral para diferen-
se ha restringido la evaluación de los cos- tes regiones y países de todo el mundo(11),
tes económicos a las recomendaciones aunque en los países de ingresos bajos
en las que era posible que la valoración puede ser difícil extrapolar los datos de
del uso de recursos pudiese cambiar la di- países con recursos elevados.
rección o la fuerza de la recomendación 7. Divulgación y gestión de los conflic-
y en las que se disponía de evaluaciones tos de intereses. Todos los panelistas
económicas de alta calidad. En la guía par- estaban obligados a revelar los conflic-
ticiparon seis médicos expertos en valo- tos de intereses económicos, tales como
ración y análisis de costes económicos, y la recepción de fondos como consulto-
cada artículo contó con la ayuda de uno res de la industria, y los conflictos de tipo
de ellos como miembro del Comité. Los intelectual, tales como la publicación de
panelistas de cada artículo, tras consul- datos que influyan directamente sobre
tar con los expertos, determinaron las pre- una recomendación. La declaración de

9
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

conflictos de intereses inicial se actuali- Tras la formulación inicial realizada


zó en diversos momentos a lo largo del por el editor, los miembros del panel de
proceso de elaboración de la guía. Los cada tema discutieron el proyecto de re-
conflictos de intereses, económicos e in- comendaciones. Cuando el panel llegaba
telectuales, eran clasificados como prin- a un consenso –lo más frecuente–, dos
cipales o secundarios (menos importan- miembros del Comité Ejecutivo revisa-
tes)(12). Los editores de tema no tenían ban los borradores de los artículos, inclu-
ningún conflicto de interés importante, yendo las recomendaciones, y enviaban
pero algunos editores adjuntos sí tenían sus críticas a los autores de la revisión.
conflictos de intereses importantes. Los A  continuación, los artículos se pusie-
miembros del panel del tema –incluyen- ron a disposición de todo el panel de la
do el editor adjunto– con conflictos im- 9.ª edición de la guía. Cuando los pane-
portantes relacionados con una cuestión les de un tema no alcanzaron el consen-
concreta no participaron en las delibera- so en las recomendaciones, éstas fueron
ciones finales ni votaron sobre las reco- discutidas en una conferencia final a la
mendaciones de esa cuestión, aunque sí que asistieron los editores y redactores
pudieron participar en los debates y ofre- adjuntos de tema y, al menos, uno de los
cer sus opiniones. miembros del panel de cada artículo. En
8. Finalización de las recomendaciones. esta conferencia final, un representante
Siguiendo los criterios recomendados de cada artículo presentaba los temas po-
por el grupo de trabajo GRADE(10), el edi- tencialmente polémicos en las recomen-
tor de cada tema formuló las recomen- daciones de su artículo. Tras un debate,
daciones del capítulo, teniendo en cuen- todos los panelistas sin conflictos de in-
ta el equilibrio entre los beneficios y los tereses importantes votaron sobre cada
perjuicios de una intervención, la calidad recomendación y se requirió, para realizar
de la evidencia, la variabilidad en los valo- una recomendación fuerte, que, al me-
res y preferencias de los pacientes, y, en nos, el 80% de los votantes coincidiesen
ocasiones, los problemas de costes. Las en que dicha recomendación era adecua-
recomendaciones se calificaron como da. Algunos miembros del Comité Ejecu-
fuertes cuando los beneficios eran mu- tivo armonizaron los artículos y resolvie-
cho mayores que los riesgos, o vicever- ron los restantes desacuerdos mediante
sa, y esas recomendaciones fueron re- su discusión con los editores y editores
dactadas diciendo “Recomendamos…” adjuntos de cada tema.
y se graduaron con un 1. Por el contrario, 9. Revisión del ACCP y de revisores ex-
las recomendaciones se calificaron como ternos. Tras la revisión final por parte del
débiles cuando los beneficios no eran Comité Ejecutivo de la 9.ª edición, la guía
claramente mayores o menores que los se sometió a la revisión por parte de dis-
riesgos. En estos casos, las recomenda- tintos comités y miembros del ACCP. Los
ciones fueron redactadas como “Sugeri- revisores tenían en cuenta el contenido
mos…” y se graduaron con un 2. La cali- y la metodología, así como si se respe-
ficación de la calidad de la evidencia –alta taban los requisitos exigidos por el ACCP.
o A, moderada o B y baja o C– proporcio- Por último, el editor jefe del Chest leyó
nó la fuerza de cada recomendación. y envió los manuscritos, para su revisión

10
E. Rocha

externa, a revisores independientes, an- sistemática de los valores y preferen-


tes de aceptarlos para su publicación. cias de los pacientes, que se utilizó para
10. Otras consideraciones. La 9.ª edición establecer las recomendaciones.
de la guía incluye mejoras con relación Por último, está planeado actualizar las
a la 8.ª edición tales como el aumento recomendaciones cuando se publiquen
de las precauciones para disminuir la nuevos estudios importantes que puedan
probabilidad de la influencia de los con- cambiar las actuales. En marzo de 2011, la
flictos de intereses de los autores, la Junta Rectora del ACCP aprobó una pro-
aplicación más estricta de los criterios puesta para revisar el desarrollo y la puesta
GRADE de la evidencia y de las reco- al día de la guía usando un procedimiento
mendaciones conseguida por la actua- según el cual será periódicamente evalua-
ción como editores de tema de meto- da y actualizada conforme a lo que vaya exi-
dólogos, y la realización de una revisión giendo la nueva bibliografía aparecida.

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

La 9.ª edición de la guía, publicada a co- daciones siguiendo la metodología utili-


mienzos del año 2012, contiene una serie zada por el ACCP, en lugar de a exper-
de cambios y modificaciones respecto a la tos en trombosis con escasa formación
8.ª edición, publicada en el año 2008. Los metodológica.
cambios que pueden considerarse más re- 4. Al mismo tiempo, se eliminó a los ex-
levantes son los siguientes. pertos con conflictos de intereses del
1. Lógicamente, esta nueva edición recoge proceso final de elaboración de las reco-
la evidencia derivada de toda la bibliogra- mendaciones.
fía publicada con posterioridad a los ini- 5. En la valoración de los conflictos de inte-
cios de 2005, fecha en la que finalizó la reses no sólo se tuvieron en cuenta los
búsqueda bibliográfica realizada para la de tipo económico, tales como la recep-
8.ª edición. ción de fondos como consultores de la
2. La metodología usada en esta guía incluye industria, sino también los conflictos de
los métodos actualmente recomendados tipo intelectual, tales como la publicación
por el grupo GRADE para evaluar la evi- de datos que pudieran influir directamen-
dencia y formular las recomendaciones. te sobre una recomendación.
3. Se seleccionó como editores principales 6. En la 8.ª edición muchos de los editores
de cada tema a metodólogos sin conflic- de tema carecían o tenían escasa forma-
tos de intereses, con amplia experien- ción metodológica, por lo que, con fre-
cia en la valoración de la calidad de la cuencia, la metodología ACCP-GRADE no
evidencia y la elaboración de recomen- se aplicó con el debido rigor, y los autores

11
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

realizaron muy pocas tablas de perfiles te a costes se analizó con un formulario


de evidencia y resúmenes de resultados. de extracción de datos estandarizados,
La extensa realización de estas tablas en para asegurar que se realizaba una eva-
la 9.ª edición, unida al reclutamiento de luación uniforme de la calidad de los aná-
editores de tema expertos en GRADE, ha lisis económicos.
incrementado notablemente el rigor me- 10. En esta 9.ª edición hay muchas reco-
todológico de esta nueva edición. mendaciones moderadas o débiles que
7. Se llevó a cabo una revaluación de la evi- sustituyen a recomendaciones fuertes
dencia previa teniendo en cuenta los nue- de la 8.ª edición. Estos cambios son de-
vos conocimientos en valoración de la bidos a: a) la valoración más crítica de la
evidencia y estableciendo una clara dis- evidencia, lo que provoca una disminu-
tinción –no realizada en las ediciones pre- ción de su calidad; b) el reconocimiento
vias de la guía– entre las variables impor- de la variabilidad en los valores y prefe-
tantes y las subrogadas, considerando rencias por parte de los pacientes; c) la
que el uso de una variable subrogada exigencia, en las recomendaciones po-
puede originar grandes problemas a la lémicas, del aval del 80% de los panelis-
hora de realizar un balance adecuado en- tas para hacer una recomendación fuer-
tre las variables realmente importantes. te; y d) la exclusión, en la elaboración de
Dado que las variables compuestas pue- las recomendaciones finales, de los ex-
den ser engañosas, se han desglosado pertos con conflictos de intereses, que,
los resultados en base al efecto de la in- a menudo, tienen opiniones muy con-
tervención en cada componente de la va- cretas y difíciles de modificar.
riable individualmente. 11. Por último, la guía incluye por primera
8. Se realizó una evaluación cuantitativa de vez un artículo nuevo dedicado al diag-
los valores y preferencias de los pacien- nóstico de la TVP.
tes basada en una revisión sistemática Otras novedades de menor importancia
de la evidencia disponible, cuyo aspec- de la 9.ª edición son: a) a la vista de la am-
to más destacable fue la heterogeneidad plia variación en la forma de evaluar el san-
de los resultados entre los distintos estu- grado, se estandarizó la forma de su valora-
dios y la amplia variabilidad en los valores ción para asegurar la uniformidad; b) cuando
y preferencias entre los propios pacien- la mortalidad era uno de los resultados valo-
tes, lo que hace que las recomendacio- rados, se evitó el doble recuento de un epi-
nes fuertes sean poco probables. sodio documentando sólo los episodios no
9. Se valoraron los costes económicos úni- fatales para las restantes variables; c) para
camente, siempre que se dispusiese de abordar las cuestiones de eficiencia econó-
evaluaciones económicas de alta calidad, mica, se incluyeron seis economistas-mé-
en las recomendaciones en las que era dicos que utilizaron una metodología sis-
posible que dicha valoración pudiese mo- temática para resolver las consultas sobre
dificar la recomendación. Esta valoración recursos que podían cambiar las recomen-
era realizada por médicos expertos en va- daciones; y d) se realizó un gran esfuerzo
loración y análisis de costes económicos, para eliminar las duplicidades entre artícu-
uno de los cuales formó parte del panel los y armonizar las recomendaciones entre
de cada artículo. La bibliografía referen- los artículos relacionados.

12
E. Rocha

Comentario

La realización de esta monografía, titulada incluye un resumen de los cambios más


ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA VENOSA. RESUMEN importantes de esta nueva edición de la
Y COMENTARIOS A LA 9.ª CONFERENCIA DEL ACCP guía, especialmente del apartado de las
2012, parte de las Guías basadas en la evi- recomendaciones, para que el lector ob-
dencia de tratamiento antitrombótico y pre- tenga información rápida acerca de di-
vención de la trombosis, redactadas en la chos cambios.
IX Conferencia de Consenso del ACCP y pu- 4. Comentario: es el último apartado de
blicadas el año 2012 en un suplemento del cada capítulo, e incluye un comentario,
Chest(13). Esta monografía se ha elabora- en ocasiones crítico, referido a la vali-
do como una edición renovada de las ya pu- dez, utilidad y aplicabilidad de las reco-
blicadas previamente, en los años 2006 y mendaciones en nuestra práctica clí-
2009, con los títulos Enfermedad tromboem- nica habitual, que, en algunos casos,
bólica venosa. Resumen y Comentarios a puede ser distinta de la de los autores
la Conferencia del ACCP 2004 y Enferme- del capítulo.
dad Tromboembólica Venosa. Resumen y En este primer capítulo de la monografía
comentarios a la 8.ª Conferencia del ACCP se han incluido dos capítulos de la guía. El
2008. En esta monografía incluimos y co- primero es una breve introducción que sirve
mentamos, de manera exclusiva, los capítu- de presentación y en el que se comentan
los de tipo general y aquellos que hacen re- los cambios más importantes respecto a las
ferencia a la ETV, y no incluimos en la misma ediciones anteriores(1). El segundo está de-
todos aquellos capítulos que se dedican al dicado a revisar los aspectos principales de
tratamiento de procesos arteriales. la metodología utilizada para la elaboración
En cada uno de los capítulos que con- de la guía(7).
tiene esta monografía hemos mantenido la Dado que ésta es la 9.ª edición, es evi-
misma estructura de las dos ediciones an- dente que sus conclusiones están apoya-
teriores, referidas a la 7.ª y a la 8.ª Conferen- das sobre el trabajo realizado en todas las
cia del ACCP, distribuyendo el contenido de anteriores, lo que es de gran importancia a
cada capítulo en cuatro apartados: la hora de valorar la importancia de las re-
1. Estado actual del tema: resume breve- comendaciones de esta guía. Desde la pri-
mente los aspectos más destacables del mera edición se ha seguido un proceso de
texto elaborado por los autores de cada trabajo y revisión continua, por lo que se
capítulo acerca del tema en cuestión. puede asegurar que las recomendaciones
2. Recomendaciones: incluye, cuando apa- son fruto de una discusión amplia y están
recen en el capítulo original de la guía, basadas en una revisión exhaustiva de la
las recomendaciones completas sobre bibliografía. Todo ello permite tener la cer-
la actitud terapéutica, o diagnóstica en teza de que sus recomendaciones están
su caso, a adoptar en cada circunstancia basadas en la evidencia y no son fruto de
concreta. resultados anecdóticos o fragmentarios.
3. Cambios más relevantes en la 9.ª edición Además, el hecho de que en esta edición,
de la guía respecto a la edición anterior: respecto a las anteriores, se haya produci-

13
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

do una amplia rotación de los autores de nera similar, las variables compuestas pue-
los distintos capítulos permite suponer que den inducir a errores importantes y, para mi-
se habrá incrementado la diversidad de opi- nimizar los mismos, sus resultados se han
niones, lo que habrá repercutido en la cali- desglosado valorando el efecto de la inter-
dad de las recomendaciones. vención individualmente en sus distintos
En la elaboración de la 9.ª edición se componentes.
ha seguido la metodología ACCP-GRADE, Hirsh, tras su experiencia de muchos
que ya se había utilizado por primera vez años como director de las guías, cuestio-
en la 8.ª edición. Sin embargo, esta meto- nó la confianza en la opinión de los exper-
dología ha ido evolucionando a lo largo de tos, pese a que ellos habían tenido la mayor
estos años y se han ido introduciendo di- responsabilidad de las recomendaciones
versas mejoras en la misma desde que se en las ocho ediciones anteriores, por con-
realizó la 8.ª edición hasta la actualidad. To- siderar que sus conflictos de intereses,
das estas mejoras han sido introducidas en tanto financieros como intelectuales, difi-
la 9.ª edición. Uno de los avances más im- cultaban que pudiesen mantener la impar-
portantes se ha producido porque en la 8.ª cialidad a la hora de elaborar las recomen-
edición los editores y panelistas de los dis- daciones(2). Para eliminar estos problemas,
tintos temas tenían escasa formación me- en la 9.ª edición de la guía la responsabili-
todológica, por lo que el rigor quizá fuese dad principal de cada artículo ha recaído en
escaso, y los autores realizaron muy pocas metodólogos, sin conflictos de intereses
tablas de perfiles de evidencia y resúmenes importantes y expertos en la metodología
de resultados, que son el producto final fun- ACCP-GRADE, en lugar de en expertos en
damental del método GRADE. Esto ha cam- trombosis que pasaron a ser editores ad-
biado sustancialmente en la 9.ª edición, en juntos de los distintos capítulos. Además,
la que el grado de formación metodológica los expertos en trombosis, aunque han par-
de los panelistas y el número de tablas ela- ticipado en la discusión y en la realización
borado era sensiblemente mayor. Esto, uni- de los resúmenes de evidencia, han sido
do a que los editores de cada capítulo han excluidos de la toma de las decisiones fina-
sido metodólogos expertos en GRADE, ha les relativas a la calidad de la evidencia y las
incrementado notablemente el rigor meto- recomendaciones.
dológico de esta nueva edición. En esta 9.ª edición de la guía se conce-
La evidencia existente previamente ha dió la misma importancia a los conflictos
sido revaluada en la 9.ª edición por los nue- de intereses de tipo económico –como,
vos paneles de los distintos artículos. En por ejemplo, la recepción de fondos como
esta revaluación se han tenido en cuenta consultores de la industria– que a los de
cambios importantes que se han introduci- tipo intelectual, tales como la publicación
do en la valoración de la evidencia, funda- de datos que puedan influir directamen-
mentalmente el establecimiento de una cla- te sobre una recomendación. Este aspec-
ra distinción entre las variables importantes to implica un cambio muy importante so-
para el paciente y las subrogadas, ya que bre las ediciones anteriores, en las que no
el uso de una variable subrogada puede ori- se valoraban los conflictos intelectuales,
ginar problemas a la hora de establecer un ya que este tipo de conflictos puede influir
balance entre las distintas variables. De ma- directamente en la emisión de una reco-

14
E. Rocha

mendación de uno u otro signo o fuerza. de las moderadas, a débiles. Este cambio
Además, la declaración de conflictos de in- se debe, en gran medida, aparte de otras
tereses se actualizó en diversos momen- causas que se han señalado previamente, al
tos a lo largo de todo el proceso de elabo- mayor rigor metodológico que se ha instau-
ración de la guía. rado en la 9.ª edición como consecuencia
En las dos ediciones anteriores de la de la inclusión como editores de metodólo-
guía se tuvieron en cuenta, en la medida de gos con amplia experiencia en la aplicación
lo posible, las opiniones y preferencias de de la metodología ACCP-GRADE en sustitu-
los pacientes en las recomendaciones. En ción de expertos en trombosis que, con fre-
la 9.ª edición se ha tratado de mejorar este cuencia, tienen importantes conflictos de
aspecto de manera sustancial. Para ello se intereses y opiniones difíciles de modificar
ha contado con la colaboración de expertos a la hora de emitir las recomendaciones.
en este tema que han realizado una evalua- La 9.ª edición incluye una valoración
ción cuantitativa de los valores y preferen- más amplia de los resultados obtenidos con
cias de los pacientes, basada en una revi- diversos fármacos antitrombóticos nuevos,
sión sistemática de la evidencia disponible, porque el número de publicaciones referen-
y han participado como miembros del panel tes a los mismos ha aumentado sustancial-
de autores de los distintos artículos. mente, lo que ha permitido emitir recomen-
En la 8.ª edición se habían tenido por pri- daciones sobre el uso de algunos de ellos
mera vez en cuenta aspectos relacionados en determinadas indicaciones.
con la asignación de recursos y los costes y Por último, la guía incluye, por primera
rentabilidad de las diferentes opciones. En vez, un artículo nuevo dedicado al diagnós-
esta 9.ª edición se ha tratado de mejorar la tico de la TVP. En el mismo se ha utilizado la
valoración de estos aspectos y, para ello, se metodología GRADE desarrollada reciente-
ha contado con la colaboración de médicos mente para recomendaciones sobre el diag-
expertos en valoración y análisis de costes nóstico de TVP(6).
económicos, uno de los cuales entró a for- Pese a todo, la guía puede tener algu-
mar parte del panel de los artículos en los nas limitaciones, ya que no se excluye la po-
que se valoraron estos aspectos. Tras una sibilidad de que algunos autores no hayan
extensa búsqueda bibliográfica, los artícu- sido igual de rigurosos en la aplicación de
los seleccionados se han analizado con una la metodología o que se hayan dejado influir
sistemática estándar para asegurar que la por consideraciones subjetivas a la hora de
evaluación de la calidad de los datos era uni- emitir sus opiniones. Tampoco puede ase-
forme. Sólo se tuvieron en cuenta las eva- gurarse que, pese a la estricta búsqueda bi-
luaciones económicas de alta calidad a la bliográfica realizada, no se hayan omitido
hora de realizar las recomendaciones. estudios importantes o, quizá, se hayan in-
Un aspecto que es necesario destacar fravalorado los trabajos publicados en idio-
es el hecho de que en la 9.ª edición ha ha- mas diferentes del inglés. En ocasiones,
bido una rebaja sustancial de la fuerza de las recomendaciones no pueden tener una
muchas de las recomendaciones con res- gran solidez, por la ausencia de estudios de
pecto a las emitidas en la 8.ª edición. De he- la suficiente calidad que aporten evidencia
cho, muchas de las recomendaciones fuer- clara. Esto ocurre, por ejemplo, en la trom-
tes han pasado a ser moderadas, y muchas bosis durante el embarazo y en la edad pe-

15
Guías basadas en la evidencia de la 9.ª Conferencia de Consenso [...]

diátrica, ya que en ambos casos la evidencia vel de las recomendaciones hasta un pun-
sigue siendo muy débil. to que haya disminuido su utilidad y aplica-
Acabamos de comentar que en la 9.ª bilidad en la práctica clínica habitual. Éste es
edición ha habido una rebaja sustancial de un aspecto que, posiblemente, los autores
la fuerza de muchas de las recomendacio- de algunos de los capítulos de esta mono-
nes con respecto a las emitidas en la 8.ª grafía puedan comentar en sus respectivos
edición, provocada por el mayor rigor me- capítulos.
todológico introducido en la 9.ª edición por Como en las dos ediciones anteriores de
la sustitución de los expertos en trombo- esta monografía sobre ENFERMEDAD TROMBOEM-
sis por metodólogos como editores de los BÓLICA VENOSA. RESUMEN Y COMENTARIOS A LA CON-
distintos capítulos. Si bien esto es un he- FERENCIA DEL ACCP, es evidente la alta calidad
cho evidente y, en principio, debe consti- de esta guía, y sus recomendaciones deben
tuir un avance importante en la calidad de ser tenidas en cuenta de manera general,
esta nueva edición, tampoco puede excluir- aunque en ocasiones sean susceptibles de
se que el rigor de los metodólogos pueda ciertas críticas y otras veces no sean extrapo-
haber sido excesivo y haya rebajado el ni- lables a nuestro medio.

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and preferences in decision making for antithrom- clinical practice guidelines. Chest 2012; 141 (Suppl):
botic therapy: a systematic review: antithrombotic 53S-70S.
therapy and prevention of thrombosis, 9th ed: Amer- 8. Ferreira-González I, Permanyer-Miralda G, Busse
ican College of Chest Physicians evidence-based JW, et al. Methodologic discussions for using and

16
E. Rocha

interpreting composite endpoints are limited, but 11. World Health Organization. Threshold values for inter-
still identify major concerns. J Clin Epidemiol 2007; vention cost-effectiveness by region. Geneva, Switzer-
60: 651-62. land: World Health Organization; 2010.
9. Guyatt GH, Oxman AD, Kunz R, et al.; GRADE Working 12. Guyatt GH, Akl EA, Hirsh J, et al. The vexing problem of
Group. What is “quality of evidence” and why is it guidelines and conflict of interest: a potential solution.
important to clinicians? BMJ 2008; 336: 995-8. Ann Intern Med 2010; 152: 738-41.
10. Guyatt GH, Oxman AD, Kunz R, et al.; GRADE Working 13. Antithrombotic therapy and prevention of thrombosis, 9th
Group. Going from evidence to recommendations. BMJ ed: American College of Chest Physicians evidence-based
2008; 336: 1049-51. clinical practice guidelines. Chest 2012; 141 (2) (Suppl).

17
Capítulo 2

Anticoagulantes parenterales
R. Lecumberri Villamediana
Servicio de Hematología. Clínica Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema(1)

1. Anticoagulantes 1.1.1. Estructura y mecanismo de acción


parenterales indirectos
Como se ha mencionado anteriormente, la
1.1. Heparina heparina es una mezcla heterogénea de gli-
cosaminoglicanos. Dicha heterogeneidad
La heparina consiste en una mezcla hete- se refleja en el peso molecular (PM), las
rogénea de moléculas de glicosaminoglica- propiedades farmacocinéticas o la propia
nos cuya principal acción anticoagulante está actividad anticoagulante.
mediada por la potenciación de la acción de El PM de las moléculas de heparina os-
la antitrombina (AT). cila entre 3.000 y 30.000 daltons, con una
La unión de la heparina a los residuos li- media de 15.000 (corresponde aproximada-
sina de la molécula de la AT induce un cam- mente a una longitud de cadena de 45 sa-
bio conformacional de esta última, de ma- cáridos). Aproximadamente sólo 1/3 de las
nera que pasa de ser un inhibidor lento a un moléculas de heparina contienen el penta-
inhibidor rápido e irreversible de la trombi- sacárido esencial y tienen la capacidad de
na. La heparina entonces se puede disociar unirse a la AT, siendo esta fracción la princi-
del complejo ternario (heparina-AT-trombi- pal responsable del efecto anticoagulante.
na) y ser reutilizada. El efecto anticoagulante de la heparina
La unión de la heparina a la AT se realiza puede deberse a tres mecanismos de ac-
mediante una secuencia concreta de cinco ción distintos:
azúcares, denominada pentasacárido esen- • Inactivación por parte del complejo he-
cial. Este pentasacárido se ha sintetizado y parina-AT de la trombina y también de los fac-
desarrollado, y constituye la estructura del tores Xa, IXa, XIa y XIIa. Los factores más sen-
fondaparinux. sibles son la trombina (factor IIa) y el factor

19
Anticoagulantes parenterales

AT

HNF Trombina

Factor Xa

AT

HBPM Trombina

Factor Xa

Figura 1. Mecanismo de acción de la HNF y las HBPM.

Xa. Para inducir la inhibición de la trombina, la IXa. Este mecanismo no es muy importan-
molécula de heparina, además de contener el te clínicamente, ya que se requieren dosis
pentasacárido, debe tener una longitud ≥ 18 muy superiores a las utilizadas en la práctica
sacáridos para poder unirse simultáneamen- clínica habitual para poder observarlo.
te a la AT y la trombina, y formar un complejo El efecto anticoagulante de la heparina
ternario (Figura 1). Para la inhibición del fac- resulta heterogéneo, además de por la pre-
tor Xa, por el contrario, tan sólo se requiere sencia del pentasacárido básico en sólo una
la unión de la heparina a la AT, por lo que las proporción de las moléculas, por el diferen-
moléculas con un tamaño menor de 18 sacá- te aclaramiento en función del tamaño de
ridos inhiben este factor pero no actúan sobre las moléculas y por la posibilidad de interac-
la trombina. Este hecho resulta importante ción con plaquetas (influyendo en la agrega-
para entender el mecanismo de acción de las bilidad plaquetar), células endoteliales, ma-
heparinas de bajo peso molecular (HBPM). crófagos y diversas proteínas plasmáticas.
•  Inactivación de la trombina mediada Además de su efecto anticoagulante, la
por el cofactor II de la heparina. Este efecto heparina atenúa la proliferación de células de
requiere concentraciones superiores de he- músculo liso vascular, inhibe la formación de
parina, y es independiente de la presencia osteoblastos y activa osteoclastos.
del pentasacárido, pero requiere una longi-
tud de cadena mínima de 24 sacáridos.
• Inhibición de la activación del factor X. 1.1.2. Farmacocinética
Este efecto, independiente de la AT y del
cofactor II de la heparina, se debe a la unión La heparina no se absorbe por vía oral (v.o.)
carga-dependiente de la heparina al factor y puede administrarse por vía endovenosa

20
R. Lecumberri

(e.v.) continua o mediante inyecciones sub- de 18 U/kg/hora. Si se emplea la vía s.c.,


cutáneas (s.c.). Cuando se emplea esta últi- existen dos opciones: bolus e.v. inicial de
ma ruta, la dosis debería ser superior a la e.v. 5.000 U seguido de 250 U/kg/12 horas, o
habitual, para compensar la menor biodispo- dosis s.c. inicial de 333 U/kg, seguida de
nibilidad. Con la administración s.c., el efecto 250 U/kg/12 horas. Es muy importante al-
anticoagulante se demora aproximadamen- canzar precozmente niveles terapéuticos,
te 1  hora, con un pico plasmático máximo puesto que este hecho se asocia con me-
aproximadamente a las 3 horas. Por tanto, si nor recurrencia y mortalidad. Las dosis em-
se requiere un efecto inmediato, la dosis ini- pleadas en los pacientes con síndromes co-
cial s.c. debería acompañarse de un bolus e.v. ronarios son algo menores.
Una vez en el torrente circulatorio, la he- Existe una asociación entre la dosis de
parina se une a diversas proteínas plasmáti- heparina administrada y su eficacia y segu-
cas, fenómeno que reduce su actividad an- ridad, por lo que la dosis de heparina debe
ticoagulante y contribuye a la variabilidad de ser ajustada mediante el tiempo de trombo-
la respuesta interindividual. Además, la he- plastina parcial activada (TTPA). No obstan-
parina se une a las células endoteliales y a te, la evidencia científica acerca del ajuste
los macrófagos, lo que complica aún más de la dosis de heparina para mantener un in-
su farmacocinética. tervalo terapéutico es débil, ya que se basa
El aclaramiento de la heparina se reali- en un análisis post hoc de un estudio des-
za por 2 vías: criptivo. Además, un problema para la moni-
• Vía saturable, rápida, por la unión de he- torización es la amplia variabilidad de trom-
parina a receptores en células endoteliales boplastinas comerciales existentes, con
y macrófagos, donde es despolimerizada. diferente sensibilidad a la heparina. En ge-
• Vía no saturable, más lenta, principalmen- neral, se realiza un primer control del TTPA
te renal. a las 4-6 horas de la iniciación del tratamien-
Como consecuencia de esta doble vía to e.v., y se ajusta la dosis de heparina en
de eliminación, la respuesta anticoagulante función del resultado (se considera habitual-
de la heparina administrada a dosis terapéu- mente como terapéutica una prolongación
ticas no es lineal, sino que aumenta consi- del TTPA entre 1,5 y 2 veces el valor con-
derablemente tanto la intensidad como la trol, aunque la relevancia de este rango te-
duración del efecto conforme se incremen- rapéutico es incierta, puesto que no ha sido
ta la dosis. Así, la vida media biológica au- confirmada en ensayos clínicos aleatoriza-
menta de aproximadamente 30 minutos dos posteriores). Para dicho ajuste de dosis,
tras la administración e.v. de un bolus de 25 existen diversos normogramas(2) (Tabla  1),
U/kg, a 60 minutos con 100 U/kg, o 150 mi- si bien ninguno es de aplicación universal
nutos tras un bolus de 400 U/kg. para todos los preparados de tromboplas-
tinas. Por ello, se recomienda adaptar en
cada institución el intervalo terapéutico se-
1.1.3. Dosificación inicial y monitorización gún la sensibilidad a la heparina de cada
tromboplastina y según el coagulómetro
En el tratamiento del tromboembolismo ve- que se emplee, calibrando el resultado del
noso (TEV), la dosis inicial es de 80 U/kg en TTPA con la determinación de la actividad
forma de bolus, seguida de una infusión e.v. anti-Xa (los niveles terapéuticos de hepari-

21
Anticoagulantes parenterales

Tabla 1. Protocolos para el ajuste de la dosis de HNF


Nomograma adaptado de M.K. Cruickshank et al.(2)
Repetición del bolus Stop a la infusión Cambio del ritmo
TTPA (s) Siguiente control del TTPA
(dosis, U) (min) de infusión (mL/h)
< 50 5.000 0 +3 6h
50-59 — 0 +3 6h
60-85a — 0 0 Mañana siguiente
86-95 — 0 –2 Mañana siguiente
96-120 — 30 –2 6h
> 120 — 60 –4 6h
Nomograma en función del peso (adaptado de R.A. Raschke et al.[3])
TTPA Dosis
Dosis inicial 80 U/kg en bolus, seguido de 18 U/kg/h
< 35 s 80 U/kg en bolus, seguido de +4 U/kg/h
35-45 s 40 U/kg en bolus, seguido de +2 U/kg/h
46-70 sb Sin modificación
71-90 s Reducir 2 U/kg/h
> 90 s Stop infusión 1 h, reanudar con –3 U/kg/h
a
Rango terapéutico equivalente a una actividad anti-Xa de entre 0,35 y 0,7 UI/mL
b
Intervalo equivalente a una actividad anti-Xa de entre 0,35 y 0,7 UI/mL

na en el tratamiento del TEV se sitúan entre efecto anticoagulante de la heparina deter-


0,35 y 0,7 unidades anti-Xa). No obstante, minado mediante el TTPA y el efecto medi-
la estandarización de las ratios de TTPA me- do con la actividad anti-Xa.
diante la determinación de la actividad anti- Por tanto, en pacientes que requieren
Xa no parece mejorar la concordancia de re- dosis inusualmente altas de heparina (su-
sultados entre distintos laboratorios. periores a 35.000 U/24 h), se recomienda
ajustar la dosis para obtener un nivel de ac-
tividad anti-Xa de entre 0,35 y 0,7 UI/mL.
1.1.4. Resistencia a la heparina

Se entiende por resistencia a la heparina la 1.1.5. Limitaciones de la heparina


necesidad de administrar dosis muy eleva-
das de heparina para alcanzar niveles tera- El principal efecto adverso de la heparina es
péuticos de TTPA. Las causas posibles de el riesgo de complicaciones hemorrágicas.
este fenómeno son diversas: deficiencia de Sin embargo, otros efectos adversos impor-
AT, aumento de las proteínas plasmáticas tantes asociados a su empleo son la trom-
que se unen a heparina, aumento del aclara- bocitopenia inducida por heparina (HIT) y la
miento de heparina, aumento de los niveles osteoporosis.
plasmáticos de fibrinógeno o de factor VIII. La HIT se debe a la unión de la hepa-
El aumento del factor VIII es una de las rina al factor plaquetario  4 (PF4), que pue-
causas más frecuentes, y característica- de dar lugar a la formación de un neoantíge-
mente se observa una discordancia entre el no frente al cual se desarrollen anticuerpos.

22
R. Lecumberri

Estos anticuerpos pueden inducir una acti- la heparina e.v. es aproximadamente de 60


vación plaquetaria generalizada y ocasionar minutos. La administración s.c. de heparina
la aparición de una trombocitopenia y cua- puede requerir para su neutralización una
dros graves de trombosis tanto en territorio administración de protamina más prolonga-
venoso como arterial. da. Para comprobar la eficacia de la neutra-
La osteopenia se produce por la unión lización, puede ser útil la monitorización del
de la heparina a los osteoblastos, lo que in- TTPA.
duce la liberación de factores activadores Cuando se administra protamina (se
de osteoclastos. En consecuencia, la hepa- debe realizar de manera lenta, en un tiem-
rina se asocia con un aumento del riesgo po superior a 1-3 minutos), hay que vigilar
de fracturas óseas, especialmente en trata- la posible aparición de reacciones alérgicas.
mientos prolongados. En caso de exposición previa al sulfato de
Otros efectos secundarios no hemorrá- protamina o alergia al pescado (de donde se
gicos incluyen reacciones cutáneas (que obtiene la protamina), se puede premedicar
pueden llegar incluso hasta la necrosis), con antihistamínicos y corticoides.
alopecia, elevación de las transaminasas
(habitualmente transitoria y de escasa re-
levancia) y reacciones de hipersensibilidad. 1.2. Heparinas de bajo peso
Además, se trata de un producto biológico, molecular
no exento de riesgo de contaminación. Des-
tacaron, por su gravedad, los casos graves Las HBPM se obtienen a partir de la HNF
de hipersensibilidad y shock en pacientes mediante despolimerización química o enzi-
que recibieron heparina contaminada con mática, y su desarrollo se vio impulsado por
una forma hipersulfatada de coindritín sul- la demostración de tres propiedades:
fato procedente de China en el año 2007. •  Las HBPM poseen una actividad anti-IIa
menor que la actividad anti-Xa.
• Las HBPM mostraron una mejor relación
1.1.6. Reversión del efecto anticoagulante beneficio/riesgo en estudios preclínicos.
de la heparina •  Las HBPM tienen importantes ventajas
farmacocinéticas frente a la HNF.
Los efectos de la heparina pueden ser rápi-
damente antagonizados mediante la admi-
nistración e.v. de sulfato de protamina. Un 1.2.1. Estructura y mecanismo de acción
miligramo de protamina neutraliza aproxi-
madamente 100 U de heparina no frac- Las HBPM, al igual que la HNF, son una
cionada (HNF). Por tanto, un paciente que mezcla de glicosaminoglicanos polisulfata-
comienza con clínica hemorrágica tras la ad- dos, si bien su PM medio varía entre 4.000
ministración de un bolus de 5.000 U de he- y 5.000 daltons (aproximadamente 15 sa-
parina requerirá la administración de 50 mg cáridos), con un intervalo de entre 2.000 y
de protamina. En caso de administración de 9.000. Las diferentes moléculas de HBPM
una perfusión e.v. de heparina, se debe te- se obtienen por métodos distintos, y no son
ner en cuenta sólo la dosis administrada en idénticas en sus propiedades farmacociné-
las horas previas, ya que la vida media de ticas y anticoagulantes, por lo que no son

23
Anticoagulantes parenterales

Tabla 2. Propiedades de las HBPM en comparación con la HNF y consecuencias clínicas


Propiedades Consecuencias
Respuesta anticoagulante más predecible. Monitorización del efecto
Menor unión a proteínas plasmáticas
anticoagulante innecesaria
Menor unión a células endoteliales Mayor biodisponibilidad
Aclaramiento independiente de la dosis, por vía renal. Mayor vida
Menor unión a macrófagos
media, lo que permite la administración en forma de dosis única diaria
Menor unión a plaquetas Menor incidencia de trombocitopenia inducida por heparina
Menor unión a osteoblastos Menor incidencia de osteoporosis
Menor formación de complejos heparina-AT-trombina Aumento de la ratio anti-Xa/anti-IIa. ¿Menor riesgo hemorrágico?

intercambiables directamente (unidad por es predominantemente renal, por lo que en


unidad) entre sí. pacientes con fallo renal aumenta su vida
Las diferencias en la farmacocinética y media biológica.
las propiedades biológicas entre las HBPM
y la HNF se deben al menor tamaño de sus
cadenas. Como consecuencia de la menor 1.2.3. Monitorización del efecto
longitud de las cadenas, tan sólo un peque- antitrombótico
ño porcentaje de éstas (las que contengan
el pentasacárido básico, presente en me- Las HBPM se administran típicamente en
nos de 1/3 de las moléculas, y una longi- dosis fijas como tromboprofilaxis, o en do-
tud de cadena de al menos 18 sacáridos) sis ajustadas al peso del paciente para obte-
pueden unirse simultáneamente a la AT y ner un efecto terapéutico. Generalmente no
a la trombina, mientras que prácticamente requieren monitorización de laboratorio (un
la totalidad de las cadenas que incluyan la estudio clínico aleatorizado no mostró bene-
secuencia del pentasacárido poseen activi- ficio en la monitorización), si bien podrían
dad anti-factor Xa (Figura  1). Las principa- considerarse en algunas situaciones espe-
les diferencias entre las HBPM y la HNF, y ciales, como mujeres embarazadas, pacien-
las consecuencias clínicas que de ellas se tes con fallo renal u obesidad.
derivan, aparecen recogidas en la Tabla 2. Las HBPM no afectan al TTPA, por lo
que se emplea la determinación de la activi-
dad anti-Xa para monitorizar su efecto anti-
1.2.2. Farmacocinética coagulante. La actividad anti-Xa debe deter-
minarse aproximadamente 4 horas después
La biodisponibilidad tras la inyección s.c. de la administración s.c. de la HBPM (coin-
de la HBPM es del 90%, con una respues- cidiendo con el pico de actividad). El inter-
ta mucho más predecible que la de la HNF. valo terapéutico de la actividad anti-Xa cuan-
La vida media de eliminación oscila de 3 a do se administra enoxaparina o nadroparina
6 horas, y es dosis-independiente. El pico en régimen de una dosis/12 horas se sitúa
de actividad anti-Xa se obtiene 3-5 horas en 0,6-1,0 UI/mL. El objetivo de actividad
después de su administración. Una limita- anti-Xa cuando la HBPM se administra en
ción de las HBPM es que su aclaramiento una única dosis diaria de enoxaparina está

24
R. Lecumberri

menos claro, aunque probablemente se si- 1.2.4. Reversión del efecto antitrombótico
túe por encima de 1,0 UI/mL, mientras que de las heparinas de bajo peso molecular
es de 0,85 UI/mL para la tinzaparina, de 1,3
UI/mL para la nadroparina, y de 1,05 UI/mL No existe ningún método probado para neu-
para la dalteparina. tralizar las HBPM, si bien algunos estudios
En los pacientes obesos, debido a la experimentales demostraron que la prota-
ausencia de linealidad de la asociación en- mina revierte la actividad AT de las HBPM.
tre volumen intravascular y peso corpo- Sin embargo, la protamina revertiría única-
ral, podría existir riesgo de sobredosifica- mente una porción variable de la actividad
ción cuando reciben dosis terapéuticas de anti-Xa de las HBPM. En ausencia de es-
HBPM. Aunque algunos estudios clínicos tudios clínicos apropiados, en situaciones
no encontraron un aumento del riesgo he- clínicas en las que el efecto de las HBPM
morrágico en pacientes obesos tratados deba ser neutralizado, se recomienda ad-
con HBPM, dado que el número de suje- ministrar 1 mg de sulfato de protamina por
tos incluidos es reducido, parece razonable cada 100 UI anti-Xa de HBPM, hasta un
realizar en estos pacientes una determina- máximo de 50 mg, cuando la HBPM se ad-
ción única de actividad anti-Xa. Por el con- ministró en las 8 horas previas, y se admi-
trario, cuando se emplean dosis profilácti- nistrará una segunda dosis de 0,5 mg de
cas en pacientes obesos, parece preferible protamina por 100 UI anti-Xa si persiste el
emplear dosis ajustadas por peso que utili- sangrado. Cuando ha transcurrido un tiem-
zar las dosis fijas. po superior a 8  horas desde la administra-
En cuanto a los pacientes con insuficien- ción de la última dosis de HBPM, se requie-
cia renal severa (aclaramiento de creatinina ren dosis menores de protamina.
< 30 mL/min), se ha descrito una mayor in-
cidencia de hemorragias con la utilización
de HBPM –sobre todo enoxaparina– a do- 1.2.5. Complicaciones no hemorrágicas
sis terapéuticas plenas. La utilización de do-
sis reducidas empíricamente de enoxapa- El riesgo de HIT es inferior con las HBPM
rina no se asoció con aumento del riesgo que con la HNF. Aunque la unión con el PF4
hemorrágico. La utilización de HNF evitaría es menor, las HBPM pueden formar com-
muchos de los problemas asociados con la plejos con PF4 capaces de ligar anticuerpos
alteración del aclaramiento de las HBPM. HIT. En consecuencia, en pacientes con HIT
En caso de emplear dosis terapéuticas de existe reactividad cruzada con las HBPM.
HBPM, se recomienda reducir la dosis ini- El riesgo de osteopenia también es menor
cial y monitorizar la actividad anti-Xa debi- con las HBPM que con la HNF.
do a la correlación existente entre el aclara-
miento de creatinina y el aclaramiento del
efecto anti-Xa. Por el contrario, cuando se 1.3. Fondaparinux
administran dosis profilácticas de HBPM no
parece necesaria la monitorización, ya que, El fondaparinux es un análogo sintético del
aunque puede existir cierto aumento en la pentasacárido esencial presente en las ca-
actividad anti-Xa, éste no parece traducirse denas de HNF y HBPM, con una potente
en un aumento del riesgo hemorrágico. afinidad por la AT. Su PM es de 1.728 dal-

25
Anticoagulantes parenterales

tons y, como consecuencia de su reducida ne reactividad cruzada con los anticuerpos


longitud de cadena, posee una práctica es- generados por el uso de la HNF o las HBPM.
pecificidad de acción anti-Xa. Tras la admi-
nistración s.c. de fondaparinux, la respues-
ta anticoagulante es rápida y predecible, y 1.4. Danaparoide sódico
muestra una farmacocinética de tipo lineal.
Apenas se une a proteínas plasmáticas dife- Aunque constituido por una mezcla de gli-
rentes de la AT, y su eliminación es por vía cosaminoglicanos (heparán sulfato, derma-
renal, con una vida media de aproximada- tán sulfato y condroitín sulfato), el principal
mente 17 horas. Por tanto, el fondaparinux mecanismo de acción del danaparoide es la
se puede administrar en forma de una única inhibición del factor Xa de forma AT-depen-
dosis diaria de carácter fijo, sin necesidad diente. En la actualidad, su única indicación
de realizar controles de laboratorio. Sin em- terapéutica se limita al manejo de pacientes
bargo, su uso a dosis terapéuticas está con- con HIT, aunque sólo está aprobado en algu-
traindicado en los pacientes con insuficien- nos países. Dos posibles inconvenientes son
cia renal severa (CrCl < 30 mL/min). su prolongada vida media y la ausencia de
Al igual que las HBPM, aunque en ge- antídoto. Una ventaja es que no prolonga el
neral no precisa monitorización del efecto, índice normalizado internacional (INR), lo que
en algunas circunstancias especiales pue- facilita la transición del danaparoide a anta-
de ser útil determinar la actividad anti-Xa. gonistas de la vitamina K (AVK) en pacientes
Debe destacarse que el uso de HBPM en con HIT, a diferencia de lo que ocurre con los
la calibración de la curva para la determina- inhibidores directos de la trombina.
ción de la actividad anti-Xa del fondaparinux
es problemático; se deberían utilizar reacti-
vos que empleen concentraciones conoci- 2. Inhibidores directos
das del fondaparinux para generar dicha cur- de la trombina
va de calibración. El rango terapéutico de
actividad anti-Xa para el fondaparinux no ha A diferencia de los anticoagulantes indirectos,
sido establecido, si bien con el empleo de los inhibidores directos de la trombina poseen
dosis profiláticas (2,5 mg/día) se pueden es- actividad intrínseca, ya que se unen a la trom-
perar niveles de 0,3-0,5 UI/mL, y con dosis bina y bloquean su actividad enzimática. Los
terapéuticas (7,5 mg/día) se alcanzan niveles inhibidores parenterales directos de la trombi-
de 1-1,5 UI/mL. Es importante resaltar que el na aprobados actualmente son las hirudinas
fondaparinux carece de antídoto específico, (desirudina y lepirudina), la bivalirudina y el ar-
ya que la protamina no se une al pentasacári- gatrobán. La utilización –en la práctica clínica
do. En caso de sangrado grave, se ha comu- relacionada con la prevención o el tratamien-
nicado el empleo con éxito de factor VIIa re- to del TEV– de las hirudinas, la bivalirudina y el
combinante en algunos pacientes. argatrobán es muy escasa, siendo la HIT la in-
Resulta interesante la utilización que se dicación más común. A diferencia de las otras
ha realizado del fondaparinux para el trata- moléculas, el argatrobán se elimina por vía
miento de algunos casos de HIT, ya que la hepática, lo que le confiere una especial uti-
formación de anticuerpos inducida por el lidad en pacientes con HIT e insuficiencia re-
fondaparinux es prácticamente nula y no tie- nal. Otro punto a tener en cuenta es el riesgo

26
R. Lecumberri

de reacciones anafilácticas en caso de reex- al solapar con AVK puede ser recomendable
posición a la hirudina, en relación con la induc- realizar una determinación cromogénica de
ción de anticuerpos. Para la monitorización factor X para el ajuste de dosis de este últi-
del efecto anticoagulante de estos fármacos, mo. Aunque carecen de antídoto específico,
lo ideal es emplear el tiempo de ecarina, aun- se ha sugerido la posibilidad de emplear fac-
que este test no se encuentra estandarizado. tor VIIa recombinante en caso de hemorragia
En su lugar, se suele emplear el TTPA, aun- grave asociada a la utilización de estos fárma-
que la relación dosis-respuesta con este test cos. También mediante técnicas de hemodiá-
no es lineal. Además, estos fármacos pue- lisis se puede eliminar una proporción de la
den provocar incrementos del INR, por lo que concentración plasmática de estos fármacos.

Recomendaciones

En este capítulo no se realiza de forma ex-


plícita ninguna recomendación.

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

La principal novedad del capítulo con res- se sugieren las dosis ajustadas al peso
pecto a la anterior edición de las guías del (grado 2C). En pacientes con insuficien-
ACCP es que en esta ocasión desaparecen cia renal severa (aclaramiento de creatini-
las recomendaciones específicas, si bien la na < 30 mL/min) que requieren anticoa-
mayoría de ellas seguirían teniendo validez. gulación terapéutica, se sugiere el uso
A modo de recordatorio, se señalan a conti- de HNF en vez de HBPM (grado 2C). En
nuación las recomendaciones que se inclu- caso de utilización de HBPM en pacientes
yeron en la anterior edición(4): con insuficiencia renal severa que requie-
• En pacientes tratados con HBPM, se reco- ren anticoagulación terapéutica, se sugie-
mienda en contra de la monitorización ruti- re emplear el 50% de la dosis recomenda-
naria (grado 1C). En mujeres embarazadas da (grado 2C).
tratadas con dosis terapéuticas de HBPM, • En pacientes que reciben lepirudina o desi-
se recomienda la monitorización de los ni- rudina y tienen insuficiencia renal (aclara-
veles anti-Xa (grado 1C). miento de creatinina < 60 mL/min, pero
• En pacientes obesos a los que se admi- > 30 mL/min), se recomienda reducir la
nistre profilaxis o tratamiento con HBPM, dosis y monitorizar el efecto mediante el

27
Anticoagulantes parenterales

TTPA (grado 1C). En pacientes con acla- la utilización de estos fármacos, debido al
ramiento de creatinina < 30 mL/min, se re- riesgo de anafilaxia (grado 1C).
comienda en contra de el uso de lepirudi- • En pacientes tratados con argatrobán que
na o desirudina (grado 1C). En pacientes están siendo solapados a AVK, se sugiere
que requieren anticoagulación y han recibi- la medición de los niveles de factor X me-
do previamente lepirudina o desirudina, se diante un ensayo cromogénico para ajustar
recomienda en contra de la repetición de la dosis del AVK (grado 2C).

Comentario

Bajo el título de “Anticoagulantes parentera- Como se señala anteriormente, las dis-


les” se abordan en este capítulo los aspec- tintas HBPM difieren en sus características,
tos farmacológicos de la HNF, las HBPM, el por lo que deben ser consideradas como
fondaparinux, el danaparoide y los inhibo- fármacos distintos, no intercambiables en-
dres directos parenterales de la trombina, si tre sí “unidad por unidad”, aunque compar-
bien la mayor parte de los contenidos se re- tan un mecanismo de acción semejante.
fieren a las dos primeras(1). En lo que respecta a los mecanismos
La síntesis y el desarrollo de las HBPM de acción de las heparinas, tanto de la HNF
han supuesto un gran avance en la tera- como de las HBPM, además de los ya co-
péutica antitrombótica. Sus propiedades mentados en el resumen del capítulo, exis-
(Tabla  2) les confieren un perfil de efica- tiría un efecto adicional, cuya importancia
cia y seguridad muy ventajoso con res- real no se conoce con exactitud, pero que
pecto a la HNF, y buena prueba de ello es podría jugar un papel importante, especial-
que han desplazado a esta última como mente en las primeras horas tras la admi-
fármaco de elección en la mayoría de las nistración de una dosis s.c. de HBPM (cuan-
posibles indicaciones, al menos en lo que do todavía no se ha alcanzado el pico de
al TEV respecta. actividad anti-Xa). Dicho efecto consiste en
En esta 9.ª edición, al mencionarse las la capacidad de inducir la liberación del in-
características y el método de obtención de hibidor de la vía del factor tisular (TFPI) por
las distintas moléculas de HBPM aprobadas parte de las células del endotelio. El TFPI es
para su uso en Europa, Canadá y Estados un anticoagulante natural que inhibe la ac-
Unidos, por primera vez se menciona la be- tivación del factor X por parte del comple-
miparina (olvidada por completo en edicio- jo factor tisular-factor VIIa y que desempeña
nes previas), que posee unas propiedades un papel fundamental en el mantenimiento
farmacocinéticas y farmacodinámicas muy de la propiedad tromborresistente del endo-
atractivas(5,6). En la Figura 2 se incluyen las telio vascular. El incremento de los niveles
características de esta molécula, junto a las y la actividad de TFPI ocurre de forma tem-
del resto de las HBPM. prana y transitoria (los valores máximos se

28
R. Lecumberri

Cadenas Relación Tiempo medio


PM medio (D)
2.000-6.000 D anti-Xa/anti-IIa de eliminación (h)
Heparina 15.000 — 1:1 0,5-1
Bemiparina 3.600 74,0% 8:1 5,3
Dalteparina 5.700 51,9% 2-3:1 3-5
Enoxaparina 4.500 59,2% 3-4:1 4,5
Nadroparina 4.300 64,0% 3:1 4
Tinzaparina 6.500 66,0% 1,5-2,5:1 3,9

Peso molecular medio Distribución de cadenas según PM


< 2.000 D 2.000-6.000 D > 6.000 D

7.000 6.500 80
6.000 5.700 70
5.000 60
4.500 4.300
3.600 50
4.000
40
3.000
30
2.000 20
1.000 10
0 0
Bemiparina Enoxaparina Nadroparina Dalteparina Tinzaparina Bemiparina Enoxaparina Nadroparina Dalteparina

Figura 2. Características farmacológicas de la HNF y las principales moléculas de HBPM.

alcanzan entre la primera y la segunda hora las guías, desafortunadamente, tampoco se


tras la administración), lo que podría aportar comenta nada acerca de esta interesante
un efecto antitrombótico antes de la apari- propiedad de las heparinas, confirmada por
ción de actividad anti-Xa clínicamente signi- numerosos estudios in vitro e in vivo, que
ficativa. La liberación de TFPI es mayor tras ha propiciado la realización de varios ensa-
la administración de HBPM que tras la de yos clínicos dirigidos a evaluar el impacto de
HNF, y también existen diferencias entre las HBPM en la supervivencia de los pacien-
las distintas moléculas de HBPM(7). Como tes con cáncer(10).
se ha comentado anteriormente, se des- Un aspecto controvertido es el de la mo-
conoce la importancia clínica del efecto de nitorización del efecto anticoagulante de las
las heparinas sobre el TFPI, aunque podría heparinas. Sorprende que en este capítulo
ser relevante si se considera que en algu- de las guías se cuestione la calidad de la
nas cirugías la pauta de profilaxis antitrom- evidencia que soporta la utilización del ran-
bótica perioperatoria se iniciaba 2 horas an- go terapéutico clásico de la ratio de TTPA
tes de la intervención. Recientemente se (1,5-2,5 veces el control) para monitorizar la
ha demostrado que la liberación de TFPI po- HNF. Al margen de este hecho, es impor-
dría ser uno de los mecanismos implicados tante destacar que, debido a la variabilidad
en el potencial efecto antitumoral que se ha de sensibilidad de reactivos y coagulóme-
descrito con las heparinas, especialmen- tros, se recomienda adaptar en cada insti-
te las HBPM(8,9). En esta última edición de tución el intervalo terapéutico según la sen-

29
Anticoagulantes parenterales

Tabla 3. Objetivo de rango terapéutico de diversas HBPM para el tratamiento del TEV
HBPM y frecuencia de administración Objetivo anti-Xa (UI/mL)
Enoxaparina cada 12 horas 0,6-1,0
Nadroparina cada 12 horas 0,6-1,0
Dalteparina cada 24 horas 1,05
Enoxaparina cada 24 horas > 1,0
Nadroparina cada 24 horas 1,3
Tinzaparina cada 24 horas 0,85

sibilidad a la heparina de la tromboplastina Sin embargo, en la mayoría de los estu-


y el coagulómetro empleados, calibrando el dios de búsqueda de dosis de las HBPM no
resultado del TTPA con la determinación de se incluyeron pacientes con características
la actividad anti-Xa. especiales, como insuficiencia renal u obe-
En cuanto a las circunstancias en que sidad importante. Aunque en un metaaná-
se debe monitorizar el efecto anticoagu- lisis no se observó un incremento de las
lante de las HBPM(11,12), la inclusión de re- complicaciones hemorrágicas en pacien-
comendaciones específicas a este respec- tes con índice de masa corporal (IMC) >
to constituía una novedad de la anterior 30 que recibieron dosis ajustadas por peso
edición de las guías del ACCP(4). Dadas sus de HBPM(13), el número de pacientes con
propiedades farmacocinéticas, las HBPM obesidad importante (peso > 150 kg; IMC
no requieren de manera generalizada moni- > 50) era muy limitado, por lo que en es-
torización de laboratorio de su actividad an- tos pacientes parece razonable monitori-
ticoagulante. Como las HBPM no prolongan zar la actividad anti-Xa, dada la posibilidad
el TTPA, se ha propuesto que, cuando sea de sobredosificación. En lo que respecta a
necesario, dicha monitorización debe reali- la tromboprofilaxis en pacientes muy obe-
zarse mediante la determinación de la ac- sos, parece más acertado ajustar la dosis
tividad anti-Xa, 4 horas después de la ad- de HBPM en función del peso que adminis-
ministración de la última dosis. Uno de los trar dosis fijas.
principales argumentos en contra de la mo- Por el contrario, los pacientes con pesos
nitorización de laboratorio del efecto anti- muy bajos tienen un mayor riesgo de com-
trombótico de las HBPM es que no se ha plicaciones hemorrágicas, por lo que tam-
establecido un punto de corte a partir del bién en estos casos sería recomendable
cual existe un evidente riesgo de trombosis monitorizar la actividad anti-Xa(14). En el caso
o hemorragia, lo que dificulta enormemente de pacientes con pesos extremos (tanto
la toma de decisiones a nivel de un pacien- obesidad como delgadez), dado que la fuen-
te individual. En este sentido, cada HBPM te potencial de error se deriva del incierto
debe establecer su intervalo terapéutico. volumen de distribución, la realización de
Aunque en la presente edición no se expli- controles seriados no sería necesario.
cita ninguna recomendación, sí se incluye Por otra parte, se ha demostrado que la
en el capítulo una tabla con los rangos tera- desaparición del efecto anti-Xa se correla-
péuticos para el tratamiento del TEV de al- ciona con el aclaramiento de creatinina. Sin
gunas HBPM (Tabla 3). embargo, no existe un punto de corte a par-

30
R. Lecumberri

tir del cual la administración de HBPM se sibles variaciones en la farmacodinámica de


asocie con un evidente riesgo hemorrágico. la HBPM en las mujeres embarazadas (algu-
Además, es posible que el efecto de la in- nos estudios han objetivado una reducción
suficiencia renal no sea idéntico sobre las de la actividad anti-Xa tras la administra-
distintas HBPM. Diversos trabajos han des- ción de HBPM conforme avanza la gesta-
crito un aumento de los riesgos de hemo- ción)(17,18). En la presente edición de la guía
rragia (tanto menores como mayores) en no existe una recomendación específica de
pacientes con insuficiencia renal que reci- monitorización en caso de mujeres embara-
bían dosis terapéuticas de HBPM(15). Los au- zadas que requieren dosis terapéuticas de
tores de la 9.ª edición de las guías del ACCP HBPM. Hasta la fecha ningún trabajo ha de-
sugieren en el texto del capítulo utilizar HNF mostrado que esta estrategia se asocie con
en vez de dosis terapéuticas de HBPM. En una menor incidencia de recurrencias trom-
caso de escoger esta última opción, se su- bóticas o de complicaciones hemorrágicas.
giere reducir la dosis (un 50% en el caso de Además, en la práctica clínica sólo en conta-
la enoxaparina) y monitorizar la actividad an- das ocasiones acaba siendo necesario ajus-
ti-Xa. Llama la atención que no se han consi- tar la dosis.
derado para nada los resultados del estudio En cuanto al fondaparinux, en la actua-
IRIS, en el que no se observaron diferencias lidad está aprobado su uso para la profi-
en la incidencia de recurrencias y hemorra- laxis del TEV tanto en pacientes quirúrgicos
gias entre la HNF y la tinzaparina en el trata- como en pacientes médicos, así como para
miento inicial del TEV en pacientes de edad el tratamiento agudo de la trombosis veno-
avanzada con insuficiencia renal(16). sa profunda y el embolismo pulmonar. Sin
En cualquier caso, parece recomenda- embargo, su utilización no se ha extendi-
ble monitorizar la actividad anti-Xa cuando do demasiado debido a un cierto incremen-
se administra HBPM a dosis terapéuticas to de la tasa de complicaciones hemorrági-
en pacientes con un aclaramiento de creati- cas en comparación con las HBPM(19) y a su
nina < 30 mL/min. La administración de do- precio más elevado. Resulta interesante la
sis profilácticas de HBPM en pacientes con utilización que se ha realizado del fondapa-
insuficiencia renal, por el contrario, no se ha rinux para el tratamiento de algunos casos
asociado con un incremento del riesgo de de HIT(20).
sangrado. Finalmente, el uso de los inhibidores
Otra situación en la que puede estar in- parenterales directos de la trombina en el
dicada la monitorización de la actividad an- manejo del TEV es anecdótico hasta la ac-
ti-Xa es el embarazo. En el embarazo con- tualidad, pues se limita prácticamente a pa-
curren una serie de circunstancias que cientes con HIT. En este sentido, el laborato-
podrían resultar importantes de cara al ma- rio que comercializaba la lepirudina anunció
nejo del tratamiento anticoagulante con la interrupción permanente de su suminis-
HBPM. Por una parte, estaría el progresi- tro desde abril de 2012, por lo que los úni-
vo incremento de peso conforme avanza la cos fármacos con la indicación en su ficha
gestación (con el consiguiente cambio en el técnica para el tratamiento de este cuadro
volumen de distribución) y, por otra, las po- son el argatrobán y el danaparoide.

31
Anticoagulantes parenterales

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32
Capítulo 3

Tratamiento anticoagulante oral


P. Domènech Santasusana
Unidad de Trombosis. Hospital de Bellvitge. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

Estado actual del tema

A diferencia del capítulo “Pharmacology and macos antagonistas de la vitamina K (AVK),


management of the vitamin K antagonists”, de dabigatrán y de rivaroxabán.
correspondiente a la 8.ª edición de las guías,
el capítulo “Oral anticoagulant therapy” de
la 9.ª edición trata exclusivamente sobre la 1. Fármacos antagonistas
farmacodinámica y la farmacocinética de los de la vitamina K
anticoagulantes orales disponibles en el mo-
mento de la edición de las guías. Se trata de Los AVK producen su efecto interfiriendo
un capítulo sin recomendaciones clínicas, con la interconversión cíclica de la vitami-
puesto que éstas serán tratadas en el capítu- na K y su epóxido, e impidiendo la carboxi-
lo “Evidence-based management of anticoa- lación de los residuos glutamato de los fac-
gulant therapy”. Por este motivo, la revisión tores dependientes de la vitamina K (II, VII,
de este capítulo no va a contener una traduc- IX y X).
ción de las recomendaciones. El acenocumatrol está compuesto por
Aparte de lo referido en cuanto a distri- dos isómeros ópticos sometidos a distinto
bución de contenidos, la mayor novedad de metabolismo. El más activo, el R-acenocu-
este capítulo es la información sobre dabi- marol, posee una vida media de eliminación
gatrán y sobre rivaroxabán, los dos únicos de 9 h y es metabolizado por el CYP2C9 y
anticoagulantes orales que en el momento el CYP2C19. El isómero S, menos poten-
de la edición de las guías ya estaban comer- te, posee una vida media de eliminación de
cializados con alguna indicación. 0,5 h y es metabolizado por el CYP2C9. La
Así pues, esta revisión intentará sinteti- warfarina también posee dos isómeros óp-
zar los aspectos más relevantes de la farma- ticos, el R y el S, de 45 h y 29 h de vida me-
codinámica y la farmacocinética de los fár- dia, respectivamente. El más potente, el S,

33
Tratamiento anticoagulante oral

es metabolizado por el CYP2C9 y, en menor tamina K (antibióticos de amplio espectro).


grado, por el CYP3A4. El ácido acetilsalicílico (AAS) y los antiinfla-
Los polimorfismos del CYP2C9 se aso- matorios no esteroideos (AINE) incremen-
cian a una reducción en la eliminación meta- tan el riesgo de hemorragia por su actividad
bólica del S-acenocumarol y de la S-warfari- antiagregante plaquetaria, efecto que se ve
na, así como a la consiguiente prolongación agravado por ser causa de erosión gástrica.
de la vida media. En comparación con el ale- Este efecto está presente incluso en los in-
lo CYP2C9*1, los CYP2C9*2 y CYP2C9*3, hibidores selectivos de la COX-2 (celeco-
tanto heterocigotos como homocigotos, xib o rofecoxib se asocian a un incremen-
presentan necesidades de dosis menores to en la hemorragia gastrointestinal [× 1,7 y
de warfarina y de acenocumarol. El efecto × 2,4 veces, respectivamente]). Con dosis
de estos polimorfismos sobre las dosis de más elevadas de AAS asociadas a niveles
acenocumarol es de menor intensidad al ob- elevados de INR (3-4,5), el riesgo hemorrá-
servado sobre las dosis de warfarina. Es- gico se ve intensamente incrementado. De
tos polimorfismos se han asociado a un au- todas formas, el incremento del riesgo he-
mento en las complicaciones hemorrágicas. morrágico también está presente con 100
También se han identificado polimorfismos mg/día de AAS asociado a anticoagulacio-
en la subunidad 1 del complejo de la vitami- nes moderadas.
na K epóxido reductasa (VKORC1), asocia- Otros factores ambientales ejercen
dos a una menor sensibilidad a ser inhibidos efectos marcados en la anticoagulación con
por los AVK y que confieren resistencia a los AVK. Suplementos nutricionales o produc-
AVK, entendida como la necesidad de dosis tos a base de hierbas pueden tener efectos
medias más elevadas para mantener el índi- drásticos, que con frecuencia se agravan
ce normalizado internacional (INR) diana. por la falta de notificación de los mismos
Más de 200 fármacos presentan inte- por parte de los pacientes. Productos vege-
racciones con los AVK como potenciado- tales como el ginseng o la hierba de San
res o como inhibidores(1). Los mecanismos Juan poseen un efecto inhibitorio. Tanto el
de dichas interacciones son múltiples. En- incremento como el descenso en el apor-
tre los inhibidores, los hay por reducción de te de vitamina K de la dieta tienen una enor-
la absorción (colestiramina) y por incremen- me repercusión sobre el efecto de los AVK.
to del aclaramiento hepático (barbitúricos, En la web http://ods.od.nih.gov/pubs/facts-
rifampicina, carbamazepina o el consumo heets/coumadin1.pdf se encuentra informa-
prolongado de alcohol). Entre los potencia- ción sobre el contenido de filoquinona de
dores, cabe citar los que causan reducción diversos alimentos. A pesar de ello, no se
del aclaramiento de los AVK (fenilbutazona, recomienda adoptar restricciones o adicio-
sulfinpirazona, sulfametoxazol, omeprazol, nes dietéticas específicas para conseguir la
amiodarona), con desigual actividad sobre estabilidad del INR. Sí se debe facilitar infor-
los dos isómeros, inhibición de la síntesis mación al paciente sobre suplementos nu-
de los factores dependientes de la vitami- tricionales o hierbas, e incrementar la fre-
na  K (cefalosporinas) o incremento de la cuencia de los controles ante la adopción
eliminación metabólica de dichos factores de dietas restrictivas, en periodos de hos-
(tiroxina). También poseen actividad poten- pitalización, durante la quimioterapia o ante
ciadora los inhibidores de la síntesis de vi- diarrea o vómitos mantenidos.

34
P. Domènech

Otras condiciones asociadas a inestabi- El inicio de la anticoagulación debería


lización del INR son la disfunción hepática, hacerse a dosis moderadas (p. ej., 2 mg/día
estados hipermetabólicos (fiebre, hiperti- de acenocumarol) en poblaciones especia-
roidismo), el fallo cardiaco o la insuficiencia les como la edad avanzada y en pacientes
renal (IR) terminal, todas ellas asociadas a de elevado riesgo hemorrágico. En pacien-
una reducción de las necesidades de AVK. tes sometidos a recambio valvular, todavía
La edad avanzada también se asocia a la re- deberían manejarse dosis de inicio inferio-
ducción de dichas necesidades. res (p. ej., 1 mg/día).
El efecto antitrombótico de los AVK se Varios estudios han evaluado la posibilidad
debe a la reducción de los factores depen- de utilizar algoritmos de dosificación inicial
dientes de la vitamina K, fundamentalmente que incluyen información genética. El único
a la reducción de la protrombina. Puesto que estudio aleatorizado de alta calidad realizado
la vida media de ésta es de 60-72 h, la con- en el campo evidenció que el uso de dosifica-
secución de un estado de protección trom- ción guiada por la farmacogenética no se aso-
bótica eficaz se demora 5-6 días, aunque en ciaba a reducción de eventos adversos(4).
una evolución no paralela el INR alcance ni- Si hay necesidad de anticoagulación efi-
veles de 2 con mayor precocidad. En situa- caz rápida, la anticoagulación inicial debe ha-
ciones de elevado riesgo trombótico, el so- cerse solapando AVK con anticoagulantes
lapamiento mínimo entre las heparinas y los parenterales. Si ello no es necesario (p. ej.,
AVK debe ser de 5 días. fibrilación auricular [FA] crónica estable), pue-
La monitorización de los AVK debe reali- de realizarse únicamente con los AVK.
zarse mediante la prueba estandarizada INR: Existe una fuerte relación entre el tiem-
tiempo de protrombina [TP] del paciente/TP po en rango terapéutico (TTR) y la tasa de
medio normal)ISI. El ISI refleja la sensibilidad hemorragias y tromboembolismos. En un
de una tromboplastina determinada, usada estudio retrospectivo en prótesis valvulares
en la realización del TP, en respuesta a los mecánicas se concluyó que el riesgo de he-
AVK, en comparación con el TP obtenido con morragia grave y de tromboembolismo au-
la tromboplastina de referencia de la Orga- mentaba marcadamente cuando el INR se
nización Mundial de la Salud. Para la calibra- hallaba fuera del rango terapéutico, por en-
ción del ISI deben usarse muestras normales cima o por debajo, respectivamente(5).
y muestras de pacientes estables anticoagu- El análisis retrospectivo(6) de los pacien-
lados con INR de entre 1,5 y 4,5. Además, tes incluidos en un estudio que compara-
deben excluirse las determinaciones que se ba AVK frente a AAS + clopidogrel en la FA
apartan > 3 DE de la línea de correlación(2). El concluyó que el TTR es un determinante
ISI de cada lote debería ser ajustado en una mayor de eficacia.
calibración local (usando instrumentación lo- Una mala calidad de la anticoagulación
cal) mediante el uso de plasmas de diversos durante los 3 primeros meses del trata-
INR previamente calibrados. También es ne- miento de una trombosis venosa profunda
cesario restablecer el valor de normalidad (TVP), con una elevada proporción de INR
con cada lote de tromboplastina y con el ins- subterapéuticos, se asocia a una tasa supe-
trumento local(3). Se recomienda usar mues- rior de recurrencias(7).
tras recogidas en tubos con citrato al 3,2%, Los pacientes con nivel de anticoagula-
en lugar del 3,8%, que sobrestima el INR. ción en rango muy estables presentan sig-

35
Tratamiento anticoagulante oral

nificativamente menos accidentes hemorrá- con diversos reactivos o aparatos. Estas di-
gicos y tromboembólicos que los pacientes ferencias puede incluso llevar a decisiones
menos estables(8) y pueden ser controlados clínicas diferentes.
a intervalos superiores a 4 semanas. La determinación de INR puede reali-
La TTR puede ser calculada de varias zarse con coagulómetros portátiles (point-
formas y contemplando diversas variables. of-care instruments [POC]). Algunos proble-
Ello hace que los TTR reportados en distin- mas asociados a los mismos son: mayores
tos estudios sean difíciles de comparar. To- diferencias que las determinaciones sobre
davía no se ha establecido, en base a estu- plasmas, calibración incorrecta del ISI, inca-
dios con objetivos clínicos, cuál es la mejor pacidad para obtener el TP medio normal e
metodología de evaluación de la calidad de imprecisiones en las muestras con anticuer-
la anticoagulación. pos antifosfolipídicos. Una revisión sistemá-
La no adherencia a la dosis prescrita es tica(12) concluyó que todavía no existe eviden-
una de las principales causas de inestabili- cia robusta de que la calidad analítica de los
dad del INR. El nivel educacional, el estatus POC sea equiparable a la de la determina-
laboral, la salud mental y el estado cogni- ción en el laboratorio. Existen posibilidades
tivo son factores de riesgo independientes de calibración del ISI que deberían ser espe-
de falta de adherencia(9). cíficas de aparato, aunque por el momento
Hay varias modalidades de control de no están claramente establecidas. Un estu-
los AVK: pueden controlarse en unidades dio multicéntrico de la European Concerted
centralizadas o por el médico personal (en Action on Anticoagulation sobre coagu-
España, médico de familia). Una revisión checks ha hallado desviaciones significativas
sistemática(10) de estudios de anticoagula- de los INR en un 20,3%(13).
ción con AVK demostró que la modalidad Otra modalidad de manejo de la anticoa-
de control era determinante sobre la cali- gulación es el autocontrol. Un metaanálisis(14)
dad del mismo. El TTR pasaba de un 56,7% sobre 14 estudios aleatorizados concluyó
en el manejo por el médico personal a un que el autocontrol es capaz de reducir signi-
65,6% cuando el paciente era controlado ficativamente los eventos tromboembólicos
en una unidad especializada. (OR: 0,2; IC 95%: 0,12-0,59) y la mortalidad
Los ajustes de dosis e intervalos de (OR: 0,37; IC 95%: 0,16-0,85). Dos nuevos
control pueden estar basados en progra- estudios aleatorizados(15,16) en portadores de
mas expertos. Un estudio internacional prótesis valvulares han evidenciado mejorías
multicéntrico aleatorizado(11) que compa- en la estabilidad del INR y en la incidencia de
ró dos programas –DAWN AC (Information tromboembolismos(16) o hemorragias(15).
sys) y PARMA (IL)– con el ajuste manual En cuanto al INR óptimo, éste depen-
habitual, sobre 13.052 pacientes controla- de de la indicación. Existe evidencia –proce-
dos durante 18.617 pacientes-años, eviden- dente de muchos estudios– de que las anti-
ció una tendencia a menos eventos clínicos coagulaciones moderadas (INR: 2-3) frente a
en los pacientes manejados por los progra- las intensas reducen el riesgo de hemorra-
mas expertos. gia sin modificar la eficacia. En la FA(17) y en
Un problema importante de los estu- el tratamiento del tromboembolismo venoso
dios comparativos sobre monitorización es (TEV)(18), anticoagulaciones a INR < 2 se aso-
la falta de correlación de los INR obtenidos cian a mayores eventos tromboembólicos.

36
P. Domènech

A pesar de que existe abundante eviden- ×1,5 (OR: 1,43; IC 95%: 1,0-2,02). Otra re-
cia del incremento marcado en el riesgo de visión sistemática(25) sitúa el riesgo de he-
eventos adversos cuando los INR se hallan morragia grave en pacientes en tratamiento
por encima o por debajo del rango terapéuti- triple y a 21 meses en una media del 7,4%
co, el riesgo de eventos adversos ante la ob- (rango: 0-21%).
tención de un INR fuera de rango aislado es La reversión de los AVK puede realizar-
bajo en cifras absolutas (riesgo de hemorra- se mediante la simple suspensión del fárma-
gia(19) del 0,96% al mes ante un INR = 5-9, co. En pacientes tratados con acenocumarol
y riesgo de tromboembolismo(20) del 0,4% y con necesidad de cirugía electiva, o ante pa-
ante un INR significativamente menor de 2). cientes asintomáticos con un INR elevado, pa-
En cuanto al riesgo de hemorragia aso- rar 24 h el tratamiento puede ser suficiente.
ciado a los AVK, cabe constatar que los re- En pacientes en tratamiento con warfarina, el
sultados obtenidos de los estudios no son descenso del INR es bastante más lento. La
extrapolables a la población real, puesto que administración de fitomenadiona acelera mar-
los estudios suelen excluir a pacientes de cadamente la reversión. Aunque administrar
elevado riesgo de sangrado. Cuando un pa- plasma puede ser de utilidad para acelerar di-
ciente anticoagulado presenta una hemo- cha reversión, su administración puede con-
rragia, es necesario realizar el despistaje de dicionar un elevado riesgo de morbilidad. La
causa local. En un estudio prospectivo so- administración de concentrado de complejo
bre hemorragia digestiva alta(21), la endosco- protrombínico (CCP) es probablemente más
pia identificó la causa en > 50% de los casos efectiva. Por último, en cuanto a la administra-
y, excluyendo el sangrado por varices esofá- ción de factor VIIa, ante la falta de evidencia,
gicas, fue resolutivo en el control del sangra- no está indicada su administración, con la ex-
do en > 90%. En otro estudio en pacientes cepción de los pacientes con hemorragia po-
con 2 episodios de hematuria(22), al 84% de tencialmente mortal.
los mismos se les identificó una causa local.
El factor más importante relacionado
con el riesgo de hemorragia es la intensi- 2. Dabigatrán
dad de anticoagulación. Se aprecia un incre-
mento marcado del mismo a partir de un Es un anticoagulante aprobado por la Food
INR de 5. Datos de un registro(23) de pacien- and Drug Administration estadounidense
tes anticoagulados por FA han identificado (FDA) y por la Agencia Europea de Medica-
los siguientes factores de riesgo de hemo- mentos (EMA). En España, está aprobado
rragia: sangrado previo, enfermedad hepá- su uso para la profilaxis del TEV en la artro-
tica o renal, abuso de alcohol, cáncer, edad plastia total de rodilla y de cadera, así como
>  50 años, trombocitopenia o trombocito- para la profilaxis tromboembólica de la FA
patía, hipertensión mal controlada, anemia, no valvular. Además, posee 3 estudios de
ictus y polimorfismos *2 y *3 de la CYP2C9. fase III con, como mínimo, la misma efica-
La asociación de anticoagulantes y anti- cia y seguridad que los AVK en el tratamien-
agregantes incrementa el riesgo de hemo- to a corto plazo del TEV, administrado tras
rragia. Los datos de un metaanálisis(24) per- una fase inicial de heparinización con hepa-
miten afirmar que la asociación de AAS y rinas de bajo peso molecular, o en el trata-
AVK incrementa el riesgo de hemorragia en miento a largo plazo del mismo.

37
Tratamiento anticoagulante oral

Tabla 1. Concentraciones plasmáticas


La exposición sistémica del dabigatrán
de dabigatrán (ng/mL)
depende marcadamente de la función renal
Fases Dosis
150 mg/día 220 mg/día 150 mg/12 h
y de la edad. En ancianos tratados por FA
Pico 99 183 184 con 150 mg b.i.d. (dos veces al día [del la-
Valle 14 37 94 tín: bis in die]), el área bajo la curva (AUC)
incrementó en ×1,7-×2. En comparación
con individuos sin IR, en los que presentan
Se trata de un inhibidor directo y rever- IR leve (filtrado glomerular [FG]: 51-80 mL/
sible de la trombina. Se administra como min), moderada (FG: 31-50 mL/min) o seve-
dabigatrán etexilato para posibilitar su ab- ra (FG < 31 mL/min), el incremento del AUC
sorción intestinal. Esta absorción se ve fa- es de ×1,5, ×3,2 y ×6,3, respectivamente.
vorecida en un medio ácido, por lo que la Las concentraciones pico son de 85 ng/mL
cápsula contiene ácido tartárico. Tras ser en la población sana, y de 109, 138 y 205
absorbido, es rápidamente transformado ng/mL en los pacientes con IR leve, mode-
en dabigatrán por acción de las serín-este- rada y severa, respectivamente. La vida me-
rasas. Su biodisponibilidad tras la adminis- dia pasa de 14 h en los individuos sin IR a
tración oral es aproximadamente del 6%. 28 h en los pacientes con IR severa. La in-
El pico plasmático se consigue en ≤ 2 h, y suficiencia hepática Child-Pugh B reduce en
cae rápidamente (en 4-6 h) en > 70%; pos- un 15% las concentraciones pico, sin afec-
teriormente, la eliminación se ralentiza. La tar a la vida media ni al AUC.
vida media de eliminación se sitúa entre Los estudios coagulativos reflejan es-
las 12 h y las 17 h. Se llega al estado esta- trechamente las concentraciones plasmá-
cionario tras 2-3 días de tratamiento. Cir- ticas del dabigatrán, con lo que el interva-
cula unido a proteínas plasmáticas en un lo entre la toma de la dosis y la obtención
35%. Su volumen de distribución es de 69- de la muestra es crítico. El tiempo de trom-
90 L. El 15% es conjugado y forma deriva- boplastina parcial activado (TTPA), el TP, el
dos activos inestables; el 85% se elimina tiempo de trombina (TT) y el tiempo de eca-
por la vía renal de forma inalterada. La Ta- rina (TE) se alargan por acción del dabiga-
bla 1 muestra las concentraciones plasmá- trán. Mientras que el tiempo de protrombi-
ticas medias del dabigatrán en el estado na (TP), el TT y el TE aumentan linealmente
estacionario. a medida que aumenta la concentración de

Tabla 2. Tiempos de coagulación tras la administración de 150 mg b.i.d.


TTPA máx. TE máx.
Filtrado glomerular (mL/min)
Segundos
> 80 47 55,2
51-80 54,2 77,4
31-50 61,9 108
< 31 78,3 183
TTPA máx. TE máx. TP máx. TT máx.
Filtrado glomerular (mL/min)
Ratios
< 80 1,85 1,89 1,4 6,87
< 31 3,45 3,26 4,14 12,5

38
P. Domènech

Tabla 3. Estudios de profilaxis del TEV en cirugía ortopédica mayor:


análisis del criterio primario de eficacia (tromboembolismos totales + mortalidad
por cualquier causa) y del criterio de seguridad de hemorragia mayor
TEV total Hemorragia mayor
Estudios de fase III Dabigatrán Enoxaparina Dabigatrán 220 mg/día vs. enoxaparina:
% de eventos
220 mg/150 mg q.d. 30 mg b.i.d. 31,1 vs. 25,3
0,6 vs. 1,4
REMOBILIZE (1.ª dosis 12-24 h (1.ª dosis 12-24 h Dif.: –5,8%
Dif.: 0,8%
post-iq) post-iq) P = 0,023
ATR
36,4 vs. 37,3 1,5 vs. 1,3
REMODEL Dif.: 1,3% Dif.: 0,2%
P = 0,0003 P = 0,82
220 mg/150 mg q.d. 40 mg q.d. 6,0 vs. 6,7 2,0 vs. 1,6
RENOVATE (1.ª dosis 1-4 h (1.ª dosis Dif.: 0,7% Dif.: –0,4%
post-iq del 50%) 12 h pre-iq) P < 0,0001 P = 0,44
ATC
7,7 vs. 8,8 1,4 vs. 0,9
RENOVATE II Dif.: 1,1% Dif.: –0,5%
P < 0,0001 P = 0,4
ATC: artroplastia total de cadera; ATR: artroplastia total de rodilla; b.i.d.: dos veces al día (del latín: bis in die); q.d.: una vez al día (del latín quaque die);
Dif.: diferencia; pre-iq: antes de la intervención quirúrgica; post-iq: después de la intervención quirúrgica
Fuente: tomado de R.J. Friedman(41)

dabigatrán, el incremento del TTPA no es li- traposición, los inductores potentes de la


neal, sino que se aplana a partir de 200 ng/ P-gp transportadora condicionan una re-
mL. La sensibilidad del TTPA no depende ducción de la actividad del fármaco, y los
del reactivo usado. inhibidores de la P-gp causan potenciación.
La Tabla  2 refleja los resultados de las Son potenciadores del dabigatrán la amio-
pruebas coagulativas según la función renal. darona (∆ 50-180% del AUC), la claritromi-
Estos datos enfatizan la necesidad de cina (∆ 15-19%), el verapamilo (∆ 10-20%),
evitar administrar dabigatrán en la IR severa, el ketoconazol, la quinidina o la drenoda-
y la necesidad de valorar el FG a la hora de rona; estos tres últimos están contraindi-
decidir la dosis a administrar. Es posible que cados por la intensidad de su efecto po-
el dabigatrán active plaquetas en pacientes tenciador. Son inhibidores la rifampicina o
con FA, puesto que en un estudio de fase II la hierba de San Juan; su asociación pue-
se apreció un incremento en la excreción de de condicionar una reducción de la eficacia
tromboxano B2 en un 20%. del dabigatrán.
Los factores ambientales pueden afec- La asociación de dabigatrán con AAS
tar a la absorción del fármaco. Los inhibi- o AINE aumenta el riesgo de hemorra-
dores de la bomba de protones pueden re- gia por el efecto ulcerógeno gástrico. Ade-
ducir el AUC en un 20-40%. Las ingestas más, el AAS y otros antiagregantes pla-
abundantes ricas en grasas pueden demo- quetarios también pueden incrementar el
rar la absorción. Este efecto también pue- riesgo hemorrágico por el efecto antitrom-
de apreciarse el primer día postoperatorio. bótico sumatorio. Ello se traduce en una re-
Las concentraciones de dabigatrán no se comendación en contra de la asociación de
ven afectadas por fármacos potenciadores dabigatrán con clopidogrel y sus derivados,
o inductores del citocromo P450. En con- o en contra de la terapia triple.

39
Tratamiento anticoagulante oral

Tabla 4. Estudio Re-COVER: análisis del criterio primario de eficacia (recurrencias de TEV +
mortalidad relacionada) y del criterio de seguridad de hemorragia mayor
Incidencia de eventos a 6 meses
HR (IC 95%)
Dabigatrán 150 mg/día Warfarina
Recurrencias de TEV 2,4 2,1 1,1 (0,65-1,84)
Hemorragias graves 1,6 1,9 0,82 (0,45-1,48)
HR: hazard ratio

Tabla 5. Estudio RE-LY: análisis del criterio primario de ictus o embolia sistémica
y de los criterios de seguridad de hemorragia mayor y de hemorragia intracraneal
%/año RR (IC 95%)
Dabigatrán Dabigatrán Dabigatrán 110 mg Dabigatrán 150 mg
Warfarina
110 mg b.i.d. 150 mg b.i.d. vs. warfarina vs. warfarina
Ictus + embolia sistémica 1,53 1,11 1,69 0,91 (0,74-1,11) 0,66 (0,53-0,82)
Hemorragia grave 2,71 3,11 3,36 0,80 (0,69-0,93) 0,93 (0,81-1,07)
Hemorragia intracraneal 0,23 0,30 0,74 0,31 (0,20-0,47) 0,40 (0,27-0,60)
b.i.d.: dos veces al día (del latín: bis in die); RR: riesgo relativo

En el campo de la profilaxis del TEV en la na. En el criterio mayor de seguridad, la dosis


cirugía ortopédica mayor, se han publicado 4 de 150 mg b.i.d. no fue diferente de la warfari-
estudios de fase III(26-29) que se resumen en la na, pero sí se detectó beneficio en la dosis de
Tabla 3. La conclusión de los mismos es que dabigatrán de 110 mg b.i.d.. El resultado más
el dabigatrán a 220 mg/día es no inferior a la llamativo es la reducción significativa del ictus
enoxaparina a dosis de 40 mg/día. Ello no se hemorrágico con ambas dosis de dabigatrán
pudo demostrar al compararlo con la enoxa- en comparación con la warfarina. Si bien no
parina a 30 mg/12 h. se observaron diferencias en la hemorragia
En el TEV, el estudio aleatorizado y a do- gastrointestinal entre la warfarina y el dabiga-
ble ciego RE-COVER(30) comparó, tras una trán 110 mg b.i.d. (1,02% y 1,12%, respecti-
fase de tratamiento parenteral (media de 9 vamente), sí se apreció un incremento de es-
días), el dabigatrán 150 mg/12 h frente a la tas hemorragias en la dosis alta de dabigatrán
warfarina. Un 31% de los pacientes en cada (1,51; p < 0,001).
grupo tenían embolismo pulmonar (EP). Los En el estudio RE-LY se detectó más fre-
resultados a 6 meses se resumen en la Ta- cuencia de dispepsia en ambas ramas del
bla 4. La conclusión es de no inferioridad del dabigatrán (11%) que en los pacientes trata-
dabigatrán comparado con la warfarina. dos con la warfarina (6%). No se ha detecta-
En la FA no valvular, el estudio aleatoriza- do afectación hepática secundaria a la inges-
do RE-LY(31) comparó dos ramas ciegas del da- ta de dabigatrán. También en el estudio RE-LY
bigatrán 110 mg b.i.d. y 150 mg b.i.d. y otra se reportaron más infartos agudos de miocar-
rama abierta de la warfarina. En la Tabla  5 dio en ambas ramas del dabigatrán (110 mg y
se resumen sus resultados. La dosis de 150 150 mg b.i.d.) que en la rama de la warfarina
mg de dabigatrán fue superior en eficacia a la (0,72%, 0,74% y 0,53%, respectivamente),
warfarina, pero no se observaron diferencias siendo la diferencia entre la warfarina y el da-
entre el dabigatrán 110 mg b.i.d. y la warfari- bigatrán 150 mg b.i.d. significativa (p = 0,048).

40
P. Domènech

Tabla 6. Vida media y periodos de riesgo de sangrado quirúrgico del dabigatrán


dependiendo de la función renal
Tiempo de discontinuación de dabigatrán antes de la cirugía
Filtrado glomerular (mL/min) Vida media (h)
Riesgo estándar de sangrado Riesgo elevado de sangrado
> 80 13 (11-22) 24 horas 2-4 días
> 50-≤ 80 15 (12-34) 24 horas 2-4 días
> 30-≤ 50 18 (13-23) ≥ 48 horas 4 días
≤ 30 27 (22-35) 2-5 días > 5 días

No existe evidencia relevante sobre el Medir el TT y el TTPA puede ser de ayu-


beneficio clínico de la medición de la activi- da para evaluar el nivel residual de dabiga-
dad del dabigatrán en el laboratorio. El be- trán. Ante una hemorragia deben adoptarse
neficio y el riesgo clínicos del dabigatrán se las medidas habituales de reposición y medi-
evaluaron en estudios de fase III en los que das locales, así como mantener la diuresis.
no se practicaron determinaciones de activi- La administración de plasma no posee nin-
dad. Para medir niveles, una de las mejores gún valor de reversión. Estudios experimen-
técnicas candidatas a ser usadas con esta fi- tales e in vitro sugieren que la administración
nalidad es el TE, que presenta una dosis-res- de factor VIIa o de CCP puede tener cierto
puesta lineal a un rango de concentraciones efecto hemostático. Sí es eficaz la hemodiá-
muy amplio. Podría ser interesante su utiliza- lisis, que consigue eliminar el 62% del dabi-
ción en pacientes con IR, por el incremento gatrán a las 2  h. El uso de carbón activado
de la vida media del fármaco en dichos pa- tras la toma muy reciente de dabigatrán pue-
cientes. En situaciones de urgencia (sangra- de tener cierto beneficio.
do o necesidad de cirugía), un TT normal ex-
cluye la presencia de dabigatrán.
En cuanto a la capacidad de reversión 3. Rivaroxabán
urgente del estatus hemostático en un pa-
ciente tratado con dabigatrán, en la actuali- Es un anticoagulante aprobado por la FDA
dad no se dispone de suficiente experiencia y por la EMA. En España, está aprobado su
clínica para realizar indicaciones firmes. Los uso para la profilaxis del TEV en la artroplas-
modelos farmacocinéticos nos permiten in- tia total de cadera y de rodilla, para la profi-
tuir cuándo puede desaparecer el efecto del laxis tromboembólica de la FA no valvular y
dabigatrán tras su suspensión. A las 12-18 h para el tratamiento del TEV. Además, posee
de la última dosis los niveles caen un 50%, un estudio de fase  III administrado a dosis
y a las 24 h los niveles pueden caer al 25% bajas como tratamiento prolongado tras un
de los detectados en la fase valle. Esto es síndrome coronario agudo, con beneficio en
verdad para pacientes con FG > 50 mL/min; la reducción del criterio combinado de mor-
si la función renal es peor, las concentracio- talidad-infarto agudo de miocardio-ictus, así
nes se mantienen más elevadas. En la Ta- como de la mortalidad por cualquier causa(32).
bla 6 se ven reflejados la vida media del da- Es un inhibidor directo y selectivo del fac-
bigatrán en función del FG, y los intervalos tor Xa. Se une a proteínas plasmáticas en un
de seguridad quirúrgica para cirugías de ries- 92-95%. Es metabolizado por vía oxidativa
go hemorrágico estándar y de elevado ries- e hidrolítica, con la participación de CYP3A4
go hemorrágico. y CYP2J2. Un 36% es excretado inalterado

41
Tratamiento anticoagulante oral

Tabla 7. Estudios de profilaxis del TEV en cirugía ortopédica mayor: análisis del criterio primario
de eficacia (tromboembolismos totales + mortalidad por cualquier causa) y del criterio
de seguridad de hemorragia mayor/hemorragia no mayor clínicamente relevante
TEV total Hemorragia mayor o NMCR
Estudios de fase III Rivaroxabán Enoxaparina
Rivaroxabán vs. enoxaparina: % de eventos
ATC 10 mg 40 mg q.d. 1,1 vs. 3,7 3,2 vs. 2,5
RECORD 1 (1.ª dosis (1.ª dosis 12 h pre-iq) RRA: 2,6% Dif.: 0,7%
6 h post-iq) P < 0,001
2,0 vs. 9,3 3,4 vs. 2,8
REDORD 2* RRA: 7,3% Dif.: 0,6%
P < 0,0001
ATR 9,6 vs. 18,1 3,3 vs. 2,7
REDORD 3 RRA: 9,1% Dif.: 0,6%
P < 0,001 P = 0,44
30 mg b.i.d. 6,9 vs. 10,1 3,0 vs. 2,3
RECORD 4 (1.ª dosis 12 h post-iq) RRA: 3,2% Dif.: 0,7%
P = 0,0118 P = 0,1790
Médico 10 mg/día 40 mg/día 4,4 vs. 5,7 4,1 vs. 1,7
MAGELLAN* HR: 0,77 RR: 2,5
P = 0,02 P < 0,0001
ATC: artroplastia total de cadera; ATR: artroplastia total de rodilla; b.i.d.: dos veces al día (del latín: bis in die); Dif.: diferencia; NMCR: no mayor clínicamente
relevante; q.d.: una vez al día (del latín quaque die); pre-iq: antes de la intervención quirúrgica; post-iq: después de la intervención quirúrgica
* Periodo de tratamiento desigual para ambos fármacos (5 [rivaroxabán] vs. 2 [enoxaparina] semanas)

por la orina, y otro 7% es excretado inalte- del 15-35%. Estudios por simulación a las
rado por las heces. El rivaroxabán prolonga dosis de profilaxis estiman que las concen-
pruebas coagulativas como el TP o el TTPA. traciones plasmáticas del dabigatrán única-
Llega al máximo de su actividad entre mente exceden el IC 95% de la media en in-
1 h y 4 h después de su administración oral. dividuos de > 90 años que pesen < 30 kg.
Su vida media es de 6-9 h. La actividad in- Los fármacos con capacidad de poten-
hibitoria del factor Xa y la prolongación del ciación o inhibición potente de CYP3A4 y de
TP se correlacionan estrechamente con la P-gp poseen un papel inhibidor o potencia-
concentración plasmática del rivaroxabán. dor relevante del rivaroxabán. Entre los pri-
Su farmacocinética es lineal y proporcional meros, se cuentan los antimicóticos azóli-
hasta dosis de 30 mg. cos (p. ej., el ketokonazol incrementa en 2,5
Su vida media se ve incrementada en in- veces el AUC). Los derivados azólicos y los
dividuos sanos ≥ 60 años a 12-13 h. En indi- inhibidores de la proteasa inversa del virus
viduos de ≤ 50 kg de peso, el pico máximo del sida están contraindicados. El rivaroxa-
de concentración se ve incrementado en un bán debe ser usado con cautela en pacien-
24% frente a los individuos de 70-80 kg. Sin tes tratados con claritromicina (AUC ×1,5)
embargo, no se observa diferencia entre es- o con eritromicina (AUC ×1,3). Los induc-
tos últimos y los individuos de >  120 kg. tores potentes de CYP3A4 reducen marca-
El AUC no difiere entre los tres grupos de damente las concentraciones plasmáticas
peso. A dosis de profilaxis del TEV (10 mg/ del rivaroxabán. Entre éstos, cabe citar la ri-
día), los pacientes con un FG = 30 mL/min fampicina (AUC ×0,5), la fenitoína, la carba-
presentan un incremento en la exposición macepina o la hierba de San Juan.

42
P. Domènech

Tabla 8. Estudios EINSTEIN TVP y EP: análisis del criterio primario de eficacia
(recurrencias de TEV + mortalidad relacionada) y del criterio de seguridad de hemorragia mayor
Incidencia de evento a 6 meses
Estudio Eventos Rivaroxabán 15 mg b.i.d.
Enoxaparina > warfarina HR (IC 95%)
3 semanas ≥ 20 mg/día
EINSTEIN TVP Recurrencias de TEV 2,1 3,0 0,68 (0,44-1,04)
Hemorragias graves 0,8 1,2 0,65 (0,33-1,3)
EINSTEIN EP Recurrencias de TEV 2,1 1,8 1,12 (0,75-1,68)
Hemorragias graves 1,1 2,2 0,49 (0,31-0,79)
b.i.d.: dos veces al día (del latín: bis in die); HR: hazard ratio

Tabla 9. Estudio ROCKET: análisis del criterio primario de ictus o embolia sistémica
y de los criterios de seguridad de hemorragia mayor y de hemorragia intracraneal
%/año
HR (IC 95%)
Rivaroxabán 20 mg/día Warfarina
Ictus + embolia sistémica 2,1 2,4 0,88 (0,75-1,03)
Hemorragia grave 3,6 3,4 1,04 (0,90-1,20)
Hemorragia intracraneal 0,8 1,2 0,67 (0,47-0,93)
HR: hazard ratio

La toma de rivaroxabán con la comida prolonga los parámetros del tromboelasto-


retrasa algo la Cmáx, de 2,7 h a 4 h, e incre- grama. Estudios sobre determinación de la
menta el AUC en un 28-41%. actividad anti-Xa muestran efectos dosis-de-
La farmacología predecible del rivaroxa- pendientes prometedores. Cualquier prueba
bán permite el tratamiento con una dosis usada para medir la actividad del rivaroxabán
fija sin monitorización habitual de laborato- debe basarse en el uso de calibraciones es-
rio. Sin embargo, medir concentraciones pecíficas. Para monitorizar la actividad anti-
puede ser de interés en situaciones concre- coagulante del rivaroxabán no deberían usar-
tas como la sobredosis, la hemorragia im- se ni los TP ni el TTPA estándar.
prevista, la evaluación de interferencias me- En la profilaxis tromboembólica venosa
dicamentosas o la evaluación de acúmulo se han realizado 5 estudios de fase III (4 de
en pacientes con IR o insuficiencia hepáti- ellos en cirugía ortopédica mayor[33-36] y 1 en
ca. En la actualidad, no hay ningún test de el paciente médico[37] agudo). En la Tabla 7
laboratorio que pueda ser claramente reco- se resumen dichos estudios. Cabe remarcar
mendado con esta finalidad. Sobre el TP, se que en los estudios RECORD 2 y MAGE-
observan diferentes sensibilidades de los di- LLAN se compararon dos grupos con distin-
versos reactivos a los inhibidores del Xa. La tas duraciones de tratamiento: tratamien-
expresión del TP como INR exacerba estas tos cortos de 10-14 días en la rama de la
diferencias. A concentraciones de 1 µg/mL enoxaparina frente a tratamientos de 5 se-
(supraterapéuticas) las ratios del TP variaron manas en la rama del rivaroxabán. En los
de 2,25 a 7,32 en un estudio comparativo de estudios en cirugía ortopédica se apreció
diversas tromboplastinas. La sensibilidad beneficio en forma de disminución en el cri-
del TTPA es menor. El rivaroxabán también terio primario de eficacia, y no se apreciaron

43
Tratamiento anticoagulante oral

diferencias en la seguridad. En el estudio en que se asocia a un riesgo de hemorragia pa-


el paciente médico, se apreció un exceso recido, aunque con menos hemorragias in-
de sangrado en la rama del rivaroxabán. tracraneales y menos hemorragias fatales.
En el TEV se han desarrollado 3 estudios, La incidencia de eventos cardiovascula-
2 de ellos en fase aguda(38,39): el EINSTEIN TVP, res no fue diferente al comparar el rivaroxa-
del que se excluyeron los pacientes con EP, y bán frente a los comparadores.
el EINSTEIN EP. Compararon rivaroxabán 15 El rivaroxabán está contraindicado en
mg b.i.d. durante 3 semanas seguido de 20 pacientes con IR severa con FG < 15 mL/
mg/día frente a tratamiento parenteral segui- min, en hepatopatía con coagulopatía, en
do de warfarina. Los resultados se resumen pacientes tratados con derivados azólicos o
en la Tabla 8. Se concluyó que en el TVP el ri- con inhibidores de la transcriptasa inversa
varoxabán era como mínimo tan eficaz y se- del virus del sida, en embarazadas y en lac-
guro como el tratamiento parenteral estándar tantes. Tampoco está aprobado en perso-
seguido de los AVK y, en el EP, el rivaroxabán nas < 18 años por falta de evidencia.
era igual de eficaz pero más seguro. En cuanto a la capacidad de reversión
En la FA no valvular se desarrolló el es- del estatus hemostático en el paciente tra-
tudio ROCKET(40). Se comparó, en un esque- tado con rivaroxabán, en la actualidad no se
ma doble ciego, el rivaroxabán 20 mg/día dispone de antídoto. Se sugiere la adminis-
frente a la warfarina. Fueron incluidos pa- tración de carbón activado al poco rato de
cientes con FA no valvular y elevado ries- la toma. Ante hemorragias de riesgo vital,
go de tromboembolismo (≥  2 factores de puede recurrirse a la administración de CCP
riesgo). Los resultados se detallan en la Ta- o de FVIIa, aunque no se dispone de evi-
bla 9. Este estudio concluyó que el rivaroxa- dencias clínicas de eficacia y seguridad que
bán no es menos eficaz que la warfarina y avalen su utilización.

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

1. Las recomendaciones respecto del tra- tado muchísima más información sobre
tamiento con AVK han pasado al capítu- estos últimos de la que poseíamos hasta
lo “Evidence-based management of an- hace poco. Y entre esta información des-
ticoagulant therapy”. Así pues, el capítulo taca la referente a la relación entre la cali-
“Oral anticoagulant therapy” ha quedado dad de la anticoagulación con los AVK y el
vacío de recomendaciones. beneficio clínico. Parte de esta evidencia
2. De manera sorprendente, los estudios ha quedado incluida en el texto.
publicados en estos últimos 4 años en la 3. Se ha incluido información farmacológi-
profilaxis tromboembólica en la FA no val- ca y clínica sobre dos de los nuevos an-
vular, que comparan los nuevos anticoa- ticoagulantes orales, el dabigatrán y el
gulantes orales frente a los AVK, han apor- rivaroxabán.

44
P. Domènech

Comentario

La celeridad con que aparecen publicados en las artroplastias de cadera y de rodilla,


nuevos estudios sobre tratamiento anticoa- y de profilaxis tromboembólica en la FA
gulante, y en especial los desarrollados so- no valvular, tanto por la EMA como por la
bre los nuevos anticoagulantes orales, hace FDA. Además, el rivaroxabán también tie-
que, a pesar de lo reciente de esta edición, ne aprobada la indicación de tratamiento
ya se vea sobrepasada. del TEV –tanto de la TVP como del EP– por
No se han incluido los resultados de los ambos organismos. En cuanto al apixabán
estudios de rivaroxabán en el tratamiento (Eliquis®), por el momento únicamente dis-
del EP y en la profilaxis del TEV en el pa- pone de la indicación aprobada por la EMA
ciente médico agudo. Tampoco se ha inclui- de profilaxis del TEV en la cirugía ortopé-
do ninguno de los estudios de estos nuevos dica mayor referida anteriormente, y de la
anticoagulantes en el síndrome coronario recomendación, por parte del organismo
agudo. Y no se ha incluido información algu- europeo CHMP (Comité de Medicamen-
na sobre apixabán ni sobre los estudios pu- tos de Uso Humano), de su aprobación por
blicados sobre éste. la EMA en la indicación de profilaxis trom-
En cuanto a la situación de los nuevos boembólica en la FA no valvular. Por último,
fármacos, hay que decir que en este mo- cabe decir que gran parte de la información
mento, mientras es redactado este resu- sobre aspectos prácticos de los nuevos an-
men, tanto el dabigatrán (Pradaxa®) como ticoagulantes orales es muy genérica, y se
el rivaroxabán (Xarelto®) tienen aproba- pueden hacer pocas concreciones en base
das las indicaciones de profilaxis del TEV a la evidencia.

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46
P. Domènech

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47
Capítulo 4

Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo


de la enfermedad tromboembólica venosa
V. Vicente García, V. Roldán Schilling
Servicio de Hematología y Oncología Médica.
Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia

Estado actual del tema

En este capítulo haremos referencia a los Por ello, la estrategia farmacológica tradicional
nuevos fármacos antitrombóticos que apa- utilizada en la ETV es la terapia anticoagulante,
recen en el apartado “New antithrombotic en un intento de impedir la generación de las
drugs”, de la 9.ª edición de la Guía publica- redes de fibrina. La terapia fibrinolítica se utiliza
da por el American College of Chest Physi- mayoritariamente como herramienta terapéu-
cians (ACCP) en 2012(1). Como esta monogra- tica en episodios agudos de oclusión vascular
fía está dirigida en especial a la enfermedad arterial y, con menos frecuencia, también en
tromboembólica venosa (ETV), no nos deten- eventos agudos obstructivos del árbol venoso,
dremos en aquellos fármacos cuya diana tera- como puede ser el embolismo pulmonar (EP)
péutica sean el tratamiento y la prevención de masivo, así como en situaciones de trombosis
la enfermedad arterial, como son fundamen- venosas especiales o estados graves general-
talmente los fármacos antiplaquetarios. mente poco habituales.
A diferencia de la enfermedad arterial, en La terapia antitrombótica ha sufrido pocos
la que la interacción entre los endotelios y las cambios a lo largo de los años, en especial la
plaquetas es un factor crucial en su patogéne- referente a la terapia anticoagulante oral. En
sis y también en su prevención, en la génesis la última década se intensificó la búsqueda
de la ETV se ha mantenido que las plaquetas de nuevos fármacos, a los que se exige que
no juegan un papel especialmente relevante. al menos tengan una efectividad terapéuti-
En la trombosis venosa el factor más relevan- ca y seguridad similares a las de los existen-
te es la generación de mallas de fibrina, que ta- tes, pero que a su vez mejoren sus caracterís-
ponan la permeabilidad del vaso, retienen los ticas farmacológicas, en cuanto a su posología
elementos celulares circulantes de la sangre y control, ausencia de interacciones farmaco-
y, con relativa frecuencia, pueden fraccionar el lógicas y nutricionales, y que dispongan de un
trombo y generar complicaciones embólicas. amplio margen estable de eficacia antitrombó-

49
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

tica, todo ello acompañado por un bajo ries- o sus cofactores, el FVa y el FVIIIa, se encua-
go de complicaciones hemorrágicas, etc. En la dran como fármacos inhibidores de la fase de
edición anterior de la guía del ACCP ya se vis- propagación. Los inhibidores de trombina blo-
lumbraba el desarrollo de los nuevos anticoa- quean la fase final de la coagulación. Por otra
gulantes orales, llamados a revolucionar la te- parte, los fármacos son clasificados como inhi-
rapia antitrombótica(2). En esta guía algunos de bidores directos o indirectos. Los directos ejer-
ellos aparecen ya como recomendación, con cen su función interaccionando directamente
altos niveles de evidencia para su uso. En el con su diana (por ejemplo, los nuevos anticoa-
capítulo dedicado a los nuevos fármacos anti- gulantes orales), mientras que los indirectos
trombóticos de la última versión de la guía del necesitan para ejercer su acción anticoagulan-
ACCP se siguen revisando los fundamentos y te un “mediador”, como la antitrombina. La Ta-
la estrategia para el desarrollo de los nuevos bla 1 muestra los principales nuevos fármacos
medicamentos. Asimismo, se hace referencia implicados en el área de la ETV.
a los datos conseguidos con los ensayos en
fase II y III hasta 2011(1). Si bien el avance en el
campo de los nuevos anticoagulantes orales 1.1. Inhibidores de la fase
ha sido importante en los últimos 5 años, el de iniciación de la coagulación
progreso en la terapia fibrinolítica ha sido muy sanguínea
modesto.
En el apartado final de este capítulo, rea- Como hemos indicado, forman parte de este
lizamos una serie de comentarios con la in- grupo una serie de fármacos que tienen como
tención de poder comparar los avances y objetivo bloquear el papel del complejo FVIIa-
diferencias que observamos entre las edicio- FT. La Tabla  1 muestra los datos obtenidos
nes 8.ª y 9.ª de la guía del ACCP referente a con los nuevos fármacos antitrombóticos.
los nuevos fármacos antitrombóticos. •  Tifacogina: Es una proteína recombi-
nante con actividad inhibidora de la vía del
FT. Se ha estudiado en pacientes con sepsis,
1. Nuevos anticoagulantes pero no en la ETV.
•  NAPc2: Es un polipéptido de 85 ami-
La estrategia para frenar el sistema de la coa- noácidos que se aisló del Ancylostoma cani-
gulación sanguínea, y por tanto una vía para num y es producido por recombinación gené-
diseñar el desarrollo de nuevos fármacos an- tica. El NAPc2 se liga al FX o al FXa e impide
ticoagulantes, se puede establecer por diferen- la interacción con el FVIIa. Tiene una vida me-
tes caminos: inhibiendo la fase de iniciación del dia de 52 horas tras su administración subcu-
sistema de la coagulación, frenando la fase de tánea (s.c.), lo que posibilita su indicación en
propagación y amplificación, o bien bloquean- días alternos. En un principio se estudió como
do la enzima clave en el sistema hemostático: tromboprofilaxis en pacientes sometidos a ar-
la trombina. Los fármacos con capacidad de in- troplastia de rodilla. Los resultados prelimina-
terferir en la interacción entre el FVIIa y el fac- res parecen indicar que el NAPc2 puede tener
tor tisular (FT) forman parte del primer grupo, una seguridad y eficacia similares a las de las
y son inhibidores de la fase de iniciación de la heparinas de bajo peso molecular (HBPM). No
coagulación. Aquéllos con capacidad de modu- obstante, estos resultados han de demostrar-
lar la acción de factores como el FIXa, el FXa se en estudios prospectivos y aleatorizados.

50
V. Vicente, V. Roldán

Tabla 1. Fármacos antitrombóticos en desarrollo (guía del ACCP 2012)


Fase de Vía de Mecanismo Situación Patología
Fármaco
coagulación administración de acción en 2007 estudiada
Tifacogina Inicio i.v. Inhibe el FVIIa Fase III T. arterial
NAPc2 Inicio s.c. Interacción FXa-FT Fase II ETV
Pegnivacogina Amplificación i.v. Inhibe el FIXa Fase II T. arterial
M118 Amplificación i.v. o s.c. Inhibe el FIXa Fase II T. arterial
Idraparinux Amplificación s.c. Inhibe el FXa Fase III ETV
Semuloparina Amplificación s.c. Inhibe el FXa Fase III ETV
Betrixabán Amplificación v.o. Inhibe el FXa Fase II ETV
Edoxabán Amplificación v.o. Inhibe el FXa Fase III ETV
Otamixabán Amplificación v.o. Inhibe el FXa Fase III T. arterial
TAK-442 Amplificación v.o. Inhibe el FXa Fase II ETV
Apixabán Amplificación v.o. Inhibe el FXa En el mercado ETV
Rivaroxabán Amplificación v.o. Inhibe el FXa Fase III ETV
Recomodulina Amplificación i.v. Activación de la PC Fase II ETV
Solulina Amplificación s.c. Activación de la PC Fase II −
TB-402 Amplificación i.v. Inhibe el FVIIIa Fase II ETV
Dabigatrán Fase final v.o. Inhibe el FIIa En el mercado ETV
AZD0837 Fase final v.o. Inhibe el FIIa Fase II ETV
V10153 Fibrinilosis i.v. Activa el Plg Fase II T. arterial
Plasmina Fibrinilosis i.v. Degrada la fibrina Fase II T. arterial
Desmoteplasa Fibrinolisis i.v. Variante del t-PA Fase III T. arterial
Plg: plasminógeno; T. arterial: trombosis arterial

•  Factor VIIai: Este inhibidor le impi- efecto de los factores IXa o FXa, así como
de al FVIIa interaccionar adecuadamente sus cofactores, los factores Va y VIIIa.
con su ligando natural, el FT, lo que inter-
fiere en la fase de inicio de la coagula-
ción sanguínea. Su estudio se ha centra- 1.2.1. Inhibidores del FIXa
do especialmente en la trombosis arterial.
Dado que las complicaciones hemorrági- Se están desarrollando inhibidores del FIXa
cas superaron lo esperado, los estudios tanto por vía parenteral como oral. La peg-
en el ámbito de la trombosis arterial se nivacogina es un anticuerpo monoclonal de
han suspendido. administración parenteral. El único fármaco
de administración oral es el TTP889, pero su
desarrollo ha sido interrumpido.
1.2. Inhibidores de la fase de • SB249417: Se han estudiado diferen-
amplificación y propagación tes anticuerpos monoclonales dirigidos a
de la coagulación sanguínea distintos epítopes del FIX. El SB249417,
que es un anticuerpo monoclonal humani-
La fase de amplificación del sistema de la zado de ratón dirigido al residuo del domi-
coagulación se puede inhibir al modular el nio Gla del FIX, se estudió en modelos ani-

51
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

males de trombosis arterial. Su desarrollo varoxabán es predecible, e independiente


fue parado. de la edad, el sexo y el peso. Los fármacos
•  Pegnivacogina: Es un aptámero ARN que inhiben el CYP3A4 y la glicoproteína P –
dirigido específicamente al FIXa. Se ha es- como el ketonazol o el ritonavir– están con-
tudiado específicamente en el ámbito de la traindicados cuando aumenta el nivel de ri-
trombosis arterial. No hay estudios en la ETV. varoxabán en plasma.
• TTP889: Es un inhibidor oral del FIXa. El rivaroxabán se ha utilizado en ensayos
Se realizó un estudio en fase II en pacien- clínicos para la prevención y el tratamiento
tes quirúrgicos por fractura de cadera. Al no de la ETV, la prevención de la isquemia cere-
presentar diferencias con el grupo placebo, brovascular en pacientes con fibrilación au-
se interrumpió su desarrollo. ricular (FA) no valvular, y en pacientes con
síndrome coronario agudo(3,4). Algunos de
estos estudios se han publicado sin tiempo
1.2.2. Inhibidores directos del FXa para ser citados en la guía que estamos co-
mentando(5,6). No comentaremos dichos es-
A diferencia del apartado anterior, algunos tudios, pues no aparecen reflejados en este
fármacos en desarrollo con capacidad de in- capítulo de la guía del ACCP-2012.
hibir de forma directa el FXa se administran • Apixabán: Es un inhibidor oral directo
por vía oral (v.o.), mientras que el DX-9065a y del FXa. Su biodisponibilidad es superior al
el otamixabán mantienen su administración 45% –la máxima concentración se alcanza
parenteral (Tabla 1). En los últimos años han alrededor de las 3 h de su ingesta– y su vida
surgido numerosos datos de interés clínico media oscila entre 8 y 14 h. Tiene varias vías
referentes a los nuevos productos de admi- de eliminación: por vía de metabolismo oxi-
nistración oral, con actividad anti-FXa, con el dativo, por vía renal y por vía intestinal. Tam-
objetivo de reemplazar a los fármacos anta- bién los fármacos que inhiben el CYP3A4 y
gonistas de la vitamina K (AVK). la glicoproteína P –como el ketonazol o el ri-
• DX-9065: Es un inhibidor sintético no tonavir– están contraindicados al aumentar
peptídico con acción directa sobre el FXa. el nivel de apixabán en plasma. La alimen-
Los ensayos del mismo se han realizado en tación no modifica su absorción, y el efecto
la trombosis arterial. anticoagulante es predecible.
• Otamixabán: Es un inhibidor no com- El apixabán se ha estudiado en la pre-
petitivo del FXa. El estudio en fase II se ha vención de la ETV en tres estudios aleatori-
realizado también en el área de la trombo- zados, dos de ellos realizados en pacientes
sis arterial. que habían sido sometidos a una artroplas-
• Rivaroxabán: Es un inhibidor no pep- tia de rodilla, y el tercero, realizado en pa-
tídico del FXa que se administra por v.o. Po- cientes sometidos a artoplastia de cadera.
see una biodisponibilidad de alrededor del En los tres estudios se utilizó la misma do-
80%. El pico tras su administración se al- sis, 2,5 mg dos veces al día. La duración del
canza a las 2-3 h, oscilando su vida media tratamiento fue de 10 a 14 días en la ciru-
entre 7 y 11 h. La eliminación es por vía re- gía de rodilla, y de 35 días en la cirugía de
nal y por las heces. En su metabolización cadera. En el estudio ADVANCE-1, el apixa-
participa la vía de los citocromos. El perfil bán mostró igual eficacia que la enoxapa-
farmacocinético y farmacodinámico del ri- rina 30 mg/12 h al iniciar el tratamiento a

52
V. Vicente, V. Roldán

las 12-24 h de finalizar la cirugía de rodilla. terapia convencional, HBPM seguida de war-
Sin embargo, el estudio no alcanzó el cri- farina. El estudio AMPLIFY-EXT compara el
terio preestablecido de no inferioridad. En apixabán, a dosis de 2,5 o 5 mg/12 h, con pla-
el estudio ADVANCE-2, el apixabán fue su- cebo en la prevención de recurrencias en pa-
perior a la enoxaparina 40 mg/24 h, inician- cientes que habían cubierto una primera fase
do la administración de la HBPM 12 h antes de anticoagulación de 6 meses.
de la intervención quirúrgica de rodilla. En Recientemente han aparecido los es-
el estudio ADVANCE-3, realizado en pacien- tudios de apixabán en la prevención de los
tes intervenidos de artroplastia de cadera, accidentes isquémicos cerebrovasculares
los enfermos se aleatorizaron a apixabán o a en pacientes con FA no valvular (estudios
enoxaparina (40 mg/24 h, que se inicia 12 h AVERROES y ARISTÓTELES)(8). También se
antes de la intervención), con una duración ha estudiado en síndrome coronario agudo
de 35 días. De nuevo, el apixabán fue su- (APPRAISE y APPRAISSE-2)(9). Al no estar
perior a la enoxaparina en eficacia. En los dedicados estos estudios al área de la ETV,
tres estudios indicados, el apixabán mos- no los comentaremos en este capítulo.
tró un menor número de hemorragias clíni- •  Edoxabán: Tiene una biodisponibili-
camente relevantes que la enoxaparina, si dad de al menos el 50%, se absorbe rápida-
bien sólo fue significativamente menor en mente por tubo digestivo, y alcanza el máxi-
el ADVANCE-1. El apixabán –a partir de los mo nivel plasmático entre la 1.ª y 2.ª h de su
resultados de los estudios ADVANCE-2 y 3– toma. Su eliminación es bifásica, siendo la
ha sido aprobado por la EMA (Agencia Euro- vida media de la eliminación final de 8-10 h.
pea de Medicamentos) en las indicaciones Su eliminación es renal (35%) y por heces.
comentadas. El edoxabán se ha estudiado en la profi-
También se ha estudiado el apixabán laxis de la ETV en un ensayo en fase II reali-
en profilaxis de la ETV en pacientes médi- zado en Japón. Se administraron diferentes
cos. El estudio ADOPT comparó el régimen dosis (5, 15, 30 o 60 mg/24 h) y se compa-
del apixabán (2,5 mg/12 h, administrado du- ró con placebo en pacientes sometidos a ar-
rante 30 días) con el de la enoxaparina (40 troplastia de rodilla. El edoxabán se adminis-
mg/24 h, administrada durante 6-14 días). tró durante 11 a 14 días. Como era previsible,
Este estudio mostró que la extensión de la el edoxabán propició una reducción significa-
profilaxis con apixabán no fue superior a la tiva de la ETV, siendo las dosis mayores las
alcanzada en una profilaxis más corta reali- más eficaces. Las hemorragias mayores o
zada con enoxaparina. Por otra parte, se ob- clínicamente significativas fueron similares
servó un mayor número de complicaciones entre los diferentes grupos de edoxabán, sin
hemorrágicas en la rama del apixabán(7). diferencias con el grupo placebo.
El apixabán también se ha estudiado en Un segundo estudio, también en fase II,
el tratamiento de la ETV. Se están realizado comparó el edoxabán (15, 30, 60 o 90
tres ensayos clínicos multicéntricos, aleatori- mg/24 h) con la dalteparina (dosis inicial de
zados y doble ciego en la fase aguda de la 2.500 U, seguida de 5.000 U/24 h) en pa-
trombosis. El estudio AMPLIFY compara el cientes con artroplastia de cadera. La du-
apixabán, administrado durante la primera se- ración del tratamiento fue de 7 a 10 días.
mana a la dosis de 10 mg/12 h, seguido pos- Los resultados de eficacia con la daltepari-
teriormente de la dosis de 5 mg/12 h, con la na fueron peores, y más significativos con

53
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

mayores dosis de edoxabán. Las hemorra- conocido como estudio EXPERT, se comparó
gias mayores o clínicamente significativas el betrixabán (15 o 40 mg/12 h) con la enoxa-
fueron similares entre los diferentes grupos parina (30 mg/12 h) en pacientes sometidos
de edoxabán, sin diferencias con el grupo a artroplastia de rodilla. La duración del tra-
de la dalteparina. tamiento fue de 10 a 14 días. Los resultados
• Darexabán: Es otro fármaco oral con de eficacia no fueron superiores a los con-
actividad anti-Xa, con alta biodisponibilidad seguidos con la enoxaparina. También se ha
y cuyo pico máximo de actividad se alcanza realizado un estudio en fase II de betrixabán
a las 2 h de su administración. Su vida me- en pacientes con FA, y no hay datos acer-
dia es de 14 a 18 h, y su eliminación, por vía ca de la posibilidad de realizar el estudio en
renal e intestinal. fase III para esta situación.
Se ha estudiado su eficacia en la profi- • TAK-442: Es un fármaco que también
laxis de la ETV en artroplastia de cadera, dispone de una buena biodisponibilidad, pro-
siendo administrado en dosis de 3, 13, 30 o duce una respuesta predecible de anticoagu-
60  mg/24  h. Se constató una buena corre- lación, alcanzando el máximo pico plasmáti-
lación de la dosis empleada y su eficacia; co a la 1 o 2 horas de su administración. Su
sin embargo, las complicaciones hemorrági- vida media es de 9 a 13 h. Se ha realizado un
cas no aumentaron al escalar la dosis. En un estudio en fase II en artroplastia de cadera,
estudio en fase II en la misma patología, se manteniendo durante 10 a 14 días la dosis de
compararon varias dosis de darexabán (5, 10, TAK-442 (40 u 80 mg/24 h, o bien 10, 20, 40
30, 60 o 120 mg/24 h) con enoxaparina (40 u 80 mg/12 h) y comparando su eficacia y se-
mg/24 h, comenzando 12 h antes de la ciru- guridad con las conseguidas en el grupo de
gía). El tratamiento se mantuvo durante 5 se- enoxaparina (30 mg/12 h). Los brazos de las
manas. Con las dosis de darexabán de 60 y dosis de 10 y 20 mg/12 h se suspendieron al
90 mg se obtuvo una mayor eficacia –es de- ser su eficacia significativamente menor que
cir, una reducción de los episodios tromboe- la de la enoxaparina. Los resultados de efica-
mbólicos– que con la enoxaparina (13,3% y cia y seguridad de 40 mg/24 h, 40 mg/12 h,
14,5% versus 18,9% conseguido con enoxa- 80 mg/24 h y 80 mg/12 h fueron aceptables.
parina). Cuando se utilizó darexabán a dosis Las tasas de hemorragias no fueron signifi-
de 60 mg/24 h, las complicaciones hemorrá- cativamente diferentes entre los grupos.
gicas fueron similares entre los dos fárma- • LY-517717: Es otro fármaco de adminis-
cos. Actualmente está en marcha un ensayo tración oral con actividad anti-Xa. Su biodis-
en fase II en la prevención de los accidentes ponibilidad tiene un amplio margen –de un
isquémicos cerebrovasculares en pacientes 25% a un 82%–, y su vida media es de alre-
con FA no valvular. El estudio en síndrome dedor de 25 horas, lo que permite una única
coronario agudo se abandonó al no existir en administración al día. El LY-51717 ha sido eva-
el ensayo de fase II diferencias de eficacia luado en un ensayo en fase II de no inferiori-
entre las dosis utilizadas de darexabán y el dad respecto a la enoxaparina en pacientes
grupo placebo. que se sometieron a artroplastia de cadera o
• Betrixabán: Este anti-FXa de adminis- rodilla. Los resultados conseguidos permitie-
tración oral posee una biodisponibilidad del ron descartar el uso de una dosis inferior a
47%, y una vida media de 19 h. Tiene una mí- 100 mg/día. No se han iniciado estudios adi-
nima excreción renal. En el ensayo en fase II, cionales de LY-517717.

54
V. Vicente, V. Roldán

1.2.3. Inhibidores indirectos del FXa alcanzar niveles adecuados de anticoagu-


lación en el inicio del tratamiento de los pa-
• Fondaparinux: Es el fármaco más ca- cientes con EP, ya que las recurrencias apa-
racterístico de este apartado. Como ya he- recieron de forma temprana. Es por ello por
mos indicado previamente, ha sido aproba- lo que se ha sugerido iniciar con una dosis
do en diferentes países tanto para la profilaxis mayor de idraparinux en pacientes con EP
como para el inicio del tratamiento de la ETV. que en aquéllos con TVP.
Hay tres nuevos fármacos parentera- La eficacia a largo plazo de idraparinux se
les inhibidores del FXa que son variantes de ha evaluado en el estudio de extensión del
segunda y tercera generación del fondapa- ensayo Van Gogh. Los pacientes que com-
rinux: el idraparinux, el idrabiotaparinux y el pletaron los 6 meses desde el inicio del tra-
SR123781A. El M118 y la semuloparina son tamiento por la TVP o el EP con idraparinux
nuevos derivados de la heparina. o AVK se aleatorizaron 6 meses adicionales.
• Idraparinux: Es un derivado hiperme- El estudio en fase III, ensayo AMA-
tilado del fondaparinux con alta afinidad por DEUS, comparó el idraparinux (2,5 mg/
la heparina que facilita que su vida media semana) con la warfarina (dosis ajustada
plasmática sea de 80 horas. Una vida media de INR: 2-3) en pacientes con FA que de-
tan prolongada propicia que su administra- sarrollaron un accidente isquémico cere-
ción s.c. se realice una vez a la semana. En- brovascular. El estudio fue interrumpido
sayos en fase II establecieron que la dosis cuando se habían incluido 4.576 enfermos,
a investigar fuese de 2,5 mg/semana s.c. con un seguimiento medio de 10,7 meses,
El estudio Van Gogh, realizado en pacien- al observar un incremento significativo de
tes con trombosis venosa profunda (TVP) o hemorragias clínicamente relevantes en el
EP, comparó el efecto del idraparinux con la grupo de idraparinux. Los resultados del es-
terapia convencional iniciada con HBPM o tudio de extensión del ensayo Van Gogh y el
heparina no fraccionada (HNF) y seguida de los del estudio AMADEUS indican que, aun-
anticoagulantes orales, ajustando el INR en- que idraparinux posee una alta capacidad
tre 2 y 3. En pacientes con TVP, a los 3 me- anticoagulante, fue responsable de un nú-
ses de seguimiento, la eficacia del idrapa- mero elevado de hemorragias, lo que moti-
rinux resultó similar a la observada con el vó que se centrase la atención en el desa-
tratamiento convencional, y las complica- rrollo del idrabiotaparinux.
ciones hemorrágicas fueron menores. Por •  Idrabiotaparinux: corresponde a la
el contrario, en el EP, el idraparinux fue me- forma biotilinizada del idraparinux y mantie-
nos eficaz que la terapia convencional a los ne idénticas sus propiedades farmacociné-
3  meses. La recurrencia en pacientes con ticas y farmacodinámicas. La única diferen-
TVP tratados con idraparinux fue del 3,4%, cia es que su actividad anticoagulante puede
y del 1,6% en los tratados de forma con- ser rápidamente neutralizada con la adminis-
vencional. Por el contrario, la hemorragia clí- tración intravenosa (i.v.) de avidina. Su admi-
nicamente relevante fue menor en el gru- nistración es similar a la del idraparinux, es
po de idraparinux (5,8%) que en el grupo decir, de forma s.c. semanalmente. El estu-
tratado con HNF o HBPM seguido de tera- dio de bioequipotencia de idrabiotaparinux e
pia con AVK (8,25%). La interpretación de idraparinux se realizó en pacientes con TVP
estos resultados sugiere la importancia de que formaban parte del ensayo EQUINOX.

55
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

Se comparó la eficacia en términos de re- •  M118: Se trata de una nueva HBPM


currencia de TVP de ambos productos tras de 6.500 daltons (D) de peso molecular que
6 meses de administración, y no se obser- matiene una ratio de anti-FXa/FIIa de 1,4. Su
varon diferencias significativas (2,3% para el biodisponibilidad es del 70%, y su vida me-
idrabiotapainux y 3,2% para el idraparinux). dia, de 2-3 h tras su administración s.c. No
Las complicaciones hemorrágicas fueron si- hay estudios en el ámbito de la ETV.
milares (5,2% versus 7,3%, repectivamente). •  Semuloparina: Se trata de una
La capacidad de revertir la acción anticoagu- HBPM de masa molecular muy baja (2.000-
lante del idrabiotaparinux ha sido demostra- 3.000 D). Tiene una alta actividad específica
da en dos estudios, uno de ellos formado por anti-FXa. Tras su administración s.c., la bio-
pacientes del ensayo EQUINOX. disponibilidad es del 98%. El pico plasmá-
Actualmente está en marcha el estu- tico se alcanza a las 2-3 h, y la vida media
dio CASSIOPEA, que se propone investigar oscila entre 16 y 20 h, lo que facilita su ad-
la eficacia y seguridad del idrabiotaparinux ministración una vez al día. Se han llevado a
frente a la warfarina en la aparición de recu- cabo varios estudios en fase III.
rrencias de ETV, en enfermos que han sufri- El estudio SAVE-HIP1 investigó su efi-
do un EP. El estudio BOREALIS-AF perse- cacia y seguridad respecto a la enoxaparina
guía comparar el valor del idrabiotaparinux (40 mg/día, comenzando 12 h antes de la ci-
respecto al tratamiento tradicional de war- rugía). La semuloparina se administró a una
farina en la prevención de los accidentes ce- dosis de 20 mg/día, y ambos tratamientos
rebrovasculares en pacientes con FA. Este se mantuvieron durante 7-10 días. El resul-
estudio fue interrumpido precozmente, si tado de eficacia mostró beneficio de la nue-
bien los resultados no están disponibles. va HBPM, siendo muy parecidas las tasas
• SR123781A: Es un hexadecasacárido de complicaciones hemorrágicas.
compuesto del pentasacárido sintético que En dosis similares se realizó el estudio
mantiene el lugar de unión a antitrombina SAVE-HIP2, pero esta vez en pacientes que
y, a su vez, está unido por un heptasacári- iban a ser sometidos a cirugía por fractu-
do no sulfatado a un tetrasacárido sulfatado ra de cadera. No hubo diferencias respec-
con capacidad adicional de unión a trombi- to a la enoxaparina en términos de eficacia
na. De esta forma, el SR123781A tiene una y seguridad.
gran afinidad con la antitrombina y capaci- El estudio SAVE-KNEE comparó la se-
dad de catalizar la inhibición de FXa. Se ha muloparina con la enoxaparina (30 mg/12 h,
comparado su eficacia y seguridad (dosis de comenzando de 12 a 24 h después de la in-
2 y 4 mg) con las de la enoxaparina (40 mg/ tervención) en enfermos intervenidos de ar-
día) en la prevención de eventos tromboem- troplastia de rodilla. En este estudio los re-
bólicos en pacientes que se sometieron a sultados de ambas heparinas fueron muy
una artroplastia de cadera. La dosis mayor parecidos, tanto en eficacia como en los
redujo la aparición de episodios trombóti- eventos hemorrágicos observados.
cos de forma similar a la enoxaparina (7% El estudio SAVE-HIP3 estudio la eficacia
versus 8,7%, respectivamente); sin embar- y seguridad del fármaco respecto a la enoxa-
go, hubo un mayor número de complicacio- parina en pacientes con fractura de cadera.
nes hemorrágicas (5,8% versus 0,6% con Se mantuvo la semuloparina de 19 a 23 días,
la enoxaparina). y se compararon los resultados conseguido

56
V. Vicente, V. Roldán

en este periodo con los observados con un previa de esta guía como ART-123, y el de-
grupo placebo. La eficacia fue superior en el nominado solulina son análogos recombi-
grupo que recibió la heparina, y no se regis- nantes del dominio extracelular de la trom-
traron diferencias significativas en las hemo- bomodulina. Esta proteína es responsable
rragias observadas. de ligar la trombina en la pared vascular y de
El estudio SAVE-ABDO comparó la se- propiciar la activación de la proteína C (PC).
muloparina (20 mg/día, comenzando 8 h La solulina se diferencia de la recomodulina
después de la cirugía) con la enoxaparina en el epítope de unión a su ligando. El fár-
(40 mg/día, comenzando de 12 a 24 h des- maco TB-402 es un anticuerpo monoclonal
pués de la cirugía) en pacientes mayores de dirigido al FVIIIa.
60 años o con factores de riesgo trombóti- •  Drotrecogina alfa activada: Este fár-
co que iban a ser sometidos a cirugía abdo- maco estuvo disponible en el mercado con
minal mayor. No se detectaron diferencias indicación para las sepsis severas. Dos estu-
entre las heparinas en términos de eficacia, dios recientes en los que no se confirmaban
y el número de hemorragias mayores fue los resultados conseguidos de eficacia y se-
un poco menor en el grupo de la semulopa- guridad han motivado su retirada del merca-
rina (2,9%) que en el grupo de la enoxapa- do. No hay estudios en el campo de la ETV.
rina (4,5%). • Recomodulina: Se trata de un análogo
El estudio SAVE-ONCO comparó la se- recombinante de dominio extracelular de la
muloparina (20 mg/día) con el placebo en trombomodulina. Al unirse a la trombina, se
pacientes con cáncer que recibían quimio- convierte en un potente activador de la PC.
terapia. En el capítulo de la guía no hay refe- Su administración es s.c. y posee una
rencia a los resultados, puesto que se han vida media de 2 a 3 días. Se ha realizado
publicado muy recientemente(10). Esa publi- un estudio en fase II en profilaxis tromboe-
cación muestra que el 1,2% de los pacien- mbólica de pacientes intervenidos de artro-
tes con cáncer que recibieron semuloparina plastia de cadera. Los resultados de efica-
durante una media de 3,5 meses tuvieron cia fueron mejores con la dosis más alta
una complicación tromboembólica. En el utilizada. La tasa de complicaciones hemo-
grupo de placebo, la incidencia de las com- rrágicas fue del 1,6% y el 5,7%, respecti-
plicaciones tromboembólicas fue del 3,4%. vamente, con las dosis baja y alta de reco-
No hubo diferencias entre las complicacio- modulina. También se ha comparado frente
nes hemorrágicas(10). al placebo en pacientes con sepsis y coagu-
lación intravascular diseminada y, aunque el
estudio ya ha finalizado, los resultados no
1.2.4. Inhibidores de los factores Va y VIIIa se han publicado.
• Solulina: Es otro análogo de la trom-
El FV es la principal diana de la proteína C bomodulina. Es un fármaco cuya orien-
activada (PCa). La PCa ejerce una importan- tación terapéutica parece orientada a pa-
te acción anticoagulante al degradar proteo- cientes con hemofilia, en un intento de
líticamente el cofactor Va de la coagulación. estabilizar el trombo. No hay aplicación en
La drotrecogina alfa activada es una forma el área de la ETV.
recombinante de PCa. Por su parte, el fár- •  TB-402: Corresponde a un anticuer-
maco recomodulina, conocido en la edición po monoclonal, la inmunoglobulina G4, an-

57
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

ti-FVIIIa. Este anticuerpo no modifica la son capaces de interaccionar con la trombi-


interacción del FVIII con el factor de von Wi- na ligada a la fibrina, así como con la trombi-
llebrand, e inhibe en un 40% aproximada- na que se encuentra en fase fluida.
mente la actividad del FVIII. Tiene una vida En los últimos años, en Norteamérica se
media aproximada de 3 semanas. Se ha rea- han comercializado cuatro inhibidores directos
lizado un estudio en fase II en un grupo de de la trombina (lepidurina, desirudina, argatro-
pacientes que iban a ser sometidos a artro- bán y bivalirudina) que vienen utilizándose en
plastia de rodilla. Todos los pacientes recibie- la trombocitopenia inducida por heparina y en
ron 40 mg de enoxaparina 12 h antes de la el ámbito de la terapia antitrombótica arterial.
intervención quirúrgica y, posteriormente, Actualmente, se están estudiando nuevos
entre las 18 y las 24 h después del procedi- fármacos con acción antitrombina que actúan
miento se aleatorizaron en grupos de TB-402 bien por un mecanismo indirecto, como el flo-
(0,3, 0,6, o 1,2 mg/kg) o enoxaparina. El estu- vagatrán y la pegmusirudina, ambos de admi-
dio demostró la ausencia de dosis-respuesta nistración parenteral, y otro inhibidor indirecto
en cuanto a la eficacia de las diferentes dosis oral, el ordipacil, cuyo desarrollo ha sido inte-
del anticuerpo monoclonal, y se comprobó rrumpido. Como inhibidores directos de admi-
una mayor tendencia hemorrágica a las ma- nistración oral aparecieron, en primer lugar,
yores dosis de TB-402. La dosis de 0,3 mg/ el ximegalatrán, que fue retirado del merca-
kg del anticuerpo tuvo una eficacia y segu- do por hepatotoxicidad, y más recientemente
ridad similares a los resultados observados el dabigatrán etexilato, presente en el merca-
en el grupo de la enoxaparina. No han apare- do en profilaxis de la ETV en cirugía ortopédi-
cido estudios posteriores que confirmen es- ca mayor de rodilla y cadera, y en la preven-
tos resultados. ción de los accidentes cerebrovasculares en
pacientes con FA no valvular(11,12).
•  Flovagatrán: Es un pequeño péptido
1.3. Fase final de la coagulación, que inhibe de manera reversible la trombi-
generación de fibrina na. Su administración i.v. tiene un efecto an-
ticoagulante predecible, con una vida media
La presencia de trombina es el detonante corta. Su eliminación no es renal; de ahí que
del paso de fibrinógeno a fibrina. Se han es- se haya investigado su utilidad como anticoa-
tudiado diferentes inhibidores de la trombi- gulante en pacientes en hemodiálisis o en
na. Unos actúan indirectamente a través del aquellos que tienen anticuerpos al comple-
cofactor  II de heparina, y otros se ligan di- jo heparina/PF4. Se ha realizado un pequeño
rectamente a la trombina e interfieren en su estudio piloto en pacientes con hemodiálisis;
acción sobre los diferentes sustratos. Los in- sin embargo, no hay planes establecidos que
hibidores directos de la trombina cuentan mantengan el desarrollo del fármaco, aspec-
con una serie de ventajas, ya que no se unen to ya señalado en la edición precedente de la
a proteínas plasmáticas, y su efecto anticoa- guía del ACCP(2).
gulante es más predecible. Por otra parte, • Pegmusiridina: Se trata de una molé-
al no ligarse a la heparina, estos inhibidores cula recombinante de hirudina a la que quí-
no interaccionan con el factor plaquetario 4 micamente se le han acoplado dos cadenas
(PF4), cuya concentración es alta cerca del de polietilenglicol. Estas modificaciones ha-
trombo. Igualmente, los inhibidores directos cen que la vida media de la hirudina, que es

58
V. Vicente, V. Roldán

de 60 minutos, alcance las 12 horas. Su acla- así como en la prevención de los acciden-
ramiento es por vía renal. Se ha investigan- tes cerebrovasculares en pacientes con FA
do su utilidad en hemodiálisis, pero, debido no valvular, indicación esta a la que además
a su prolongada acción anticoagulante, se ha se adhiere Estados Unidos(11,12).
producido una excesiva aparición de hemo- •  AZD0837: Este fármaco puede consi-
rragias. Todos los indicios ponen en entredi- derarse como la continuación del desarrollo
cho la conveniencia de un mayor desarrollo del principio relacionado con el ximegalatrán.
clínico de la pegmusiridina. Se trata de una prodroga que sufre una me-
• Odiparcil: Este preparado potencia la tabolización rápida por isoenzimas de los cito-
síntesis y circulación de glucosaminoglica- cromos P450 (CYP), que incluyen el CYP2C9,
nos similares al dermatán-sulfato. Los glu- el CYP2C19 y el CYP3A4, transformándose
cosaminoglicanos inhiben indirectamente la en AR-H69927, un producto intermedio que
trombina a través del cofactor II de la hepa- finalizará en el AR-H067637, que es un inhi-
rina. Su actividad anticoagulante necesita la bidor directo y reversible de la trombina. Su
administración durante 2 o 3 días del fárma- vida media es de 9 a 14 h, y su eliminación,
co. Se inició un estudio en fase II en trom- por orina y heces. La biodisponibilidad del
boprofilaxis de pacientes con artroplastia de AZD0837 oscila entre el 22% y el 55%, al-
rodilla, pero, tal como se indicaba en la an- canzando el máximo pico plasmático alrede-
terior guía, tuvo que ser interrumpido por dor de las 1,5  h después de su ingesta. Si
falta de eficacia del fármaco. se toma con alimentos, el pico se alcanza un
•  Dabigatrán etexilato: Es un profár- poco más tarde, a las 2 h. Dado que el desa-
maco que se absorbe en el tracto gastroin- rrollo del fármaco se circunscribe al área de
testinal con una biodisponibilidad del 5% al la prevención de los accidentes isquémicos
6%. Una vez absorbido el dabigatrán etexi- cerebrovasculares en pacientes con FA, y no
lato, se convierte en su metabolito activo, el hay datos en el área de la prevención o el tra-
dabigatrán. El pico plasmático se consigue tamiento de la ETV, no haremos comentarios
a las 2  horas de su administración, y tiene adicionales de este fármaco.
una vida media de 14 a 17 horas. Su elimi-
nación es preferentemente renal, lo que con-
traindica su uso en enfermos con insuficien- 2. Tratamiento fibrinolítico
cia renal, con una eliminación aproximada del
80%. El dabigatrán tiene una farmacocinética El mayor conocimiento del mecanismo del
y una farmacodinámica predecible, y los ali- sistema fibrinolítico ha facilitado la búsque-
mentos poseen muy poca interacción en su da de sustancias que aumenten la actividad
absorción. Su interacción con otros fármacos fibrinolítica endógena, lo que ha conducido
también es limitada, a excepción de los inhi- al desarrollo de nuevos agentes fibrinolíti-
bidores potentes de la glicoproteína P –como cos. Entre las estrategias para aumentar la
la quinidina–, que están contraindicados. actividad fibrinolítica podemos contar con la
Tal como ya hemos indicado, en los úl- posibilidad de modular los niveles del inhibi-
timos años ha sido aprobada la indicación dor del activador del plasminógeno de tipo
del dabigatrán etexilato en la profilaxis de 1 (PAI-1), del activador del plasminógeno de
la ETV en cirugía ortopédica mayor de rodi- tipo urocinasa (u-PA), del inhibidor de fibri-
lla y cadera, en Canadá y la Unión Europea, nolisis activado por trombina (TAFIa) o del

59
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

inhibidor del factor XIII activado (FXIIIa). Los más resistentes a la degradación por plasmi-
nuevos agentes fibrinolíticos incluyen la al- na. La inhibición del FXIIIa podría ocasionar
fimeprasa, el V10153, la plasmina y la des- una mayor susceptibilidad del trombo a ser
moteplasa. lisado. Solamente se cuenta con un péptido
aislado de la sanguijuela gigante del Amazo-
nas, la Haementeria ghilianii, que se ha deno-
2.1. Estrategias para aumentar minado trigedina, que muestra su capacidad
la fibrinolisis endógena de aumentar la fibrinolisis in vitro inhibiendo
el FXIIIa. La destabilasa, otro producto obte-
•  Inhibidores del PAI-1: El PAI-1 es el nido de una sanguijuela, actúa modulando el
inhibidor fisiológico más importante del ac- papel del FXIII en la estabilidad del trombo.
tivador tisular del plasminógeno (t-PA) o del Todavía no se han conseguido datos de es-
u-PA. La inhibición del PAI-1 conduce a un tos productos en humanos.
aumento de la actividad fibrinolítica endóge-
na. Si bien este campo es interesante, no
hay datos relevantes que mostrar en la nue- 2.2. Nuevos agentes fibrinolíticos
va guía.
• Inhibidores del u-PA: El mesupron es El t-PA y el u-PA son agentes fibrinolíticos
una prodroga que inhibe el u-PA y otras serín- que proteolizan la única cadena del plas-
proteasas. En los últimos años han apareci- minógeno, lo que da lugar a una molécula
do datos acerca de su capacidad para reducir con dos cadenas conocida como plasmina.
el tamaño tumoral en modelos animales, así Por el contrario, la estreptocinasa se liga al
como para aumentar la supervivencia en al- plasminógeno y forma el complejo estrep-
gunos tipos de tumores. No hay datos de su tocinasa-plasminógeno, que entonces ac-
potencial en la enfermedad tromboembólica. túa como activador del plasminógeno. En
•  Inhibidores del TAFIa: Estudios in vi- los últimos años se han aprobado diferen-
tro muestran que el TAFIa atenúa la fibrino- tes variantes del t-PA que son activadores
lisis al proteolizar los residuos de lisina de la del plasminógeno. La reteplasa es un pép-
región carboxiterminal de la fibrina. La retira- tido truncado del t-PA que le confiere una
da de los residuos lisina disminuye la unión vida media más larga, y la tenecteplasa tie-
del plasminógeno o la plasmina a la fibrina, lo ne una mayor afinidad por la fibrina y ma-
que retarda el proceso lítico. De acuerdo con yor resistencia a ser inhibida por el PAI-1.
este mecanismo de acción, el empleo de in- Al tener una vida media más larga, tanto la
hibidores del TAFIa debería aumentar la ac- reteplasa como la tenecteplasa pueden ser
tividad fibrinolítica, como se ha demostrado administradas en un “bolus”, lo que se sim-
en experimentación animal. Todavía no hay plifica su administración.
datos relevantes en ensayos clínicos conse- En la actualidad hay varios agentes fibri-
guidos con los inhibidores del TAFIa. nolíticos nuevos en estudio, tales como la al-
•  Inhibidores del FXIIIa: El FXIII de la fimeprasa, el V10153 y la plasmina. Ninguno
coagulación de la sangre es una proteína con de estos fármacos ha sido estudiado para el
actividad transglutaminasa tras su activación tratamiento de la fase aguda de la ETV; de
con trombina. El FXIIIa es capaz de estabi- ahí que no hagamos ninguna consideración
lizar los polímeros de fibrina y de hacerlos especial acerca de los mismos.

60
V. Vicente, V. Roldán

Comentario

Respecto a la guía previa, y centrándonos agentes involucrados en la terapia antitrom-


en el área de la ETV, la principal diferen- bótica. Como es norma en esta monografía,
cia que muestra este capítulo es el espa- no hemos comentado los nuevos fármacos
cio dedicado a los nuevos anticoagulantes que tienen su diana específica en la preven-
orales. ción y el tratamiento de la trombosis arte-
Esto tiene una clara y justificada expli- rial. La sistemática para describir los fárma-
cación, pues durante estos 4 años transcu- cos en desarrollo de potencial uso en la ETV
rridos desde la publicación de la 8.ª edición se realiza dependiendo de dónde se centre
de la guía han aparecido numerosos datos su mecanismo de acción. De esta forma, y
y detalles pormenorizados de los ensayos tal como muestra la Tabla 1, los potenciales
clínicos de algunos de los nuevos anticoa- nuevos fármacos de uso clínico se encua-
gulantes orales, y con ellos fueron llegan- dran en alguno de los siguientes apartados:
do igualmente las respectivas aprobacio- inhibidores de la fase de iniciación del siste-
nes por las agencias reguladoras, así como ma de la coagulación sanguínea, inhibidores
sus indicaciones concretas en determina- de la fase de propagación y, finalmente, mo-
das situaciones. En diferentes capítulos de duladores del sistema fibrinolítico.
la guía del ACCP 2012 se pueden encontrar En un análisis rápido de comparación de
sus recomendaciones de uso en determi- las guías de la ACCP 2008 y 2012, podemos
nadas indicaciones y circunstancias. destacar los que a nuestro juicio son los he-
Actualmente en España el dabigatrán, chos más relevantes:
el rivaroxabán y el apixabán están aproba- • Inhibidores de iniciación de la coa-
dos para ser utilizados en la profilaxis de la gulación: La tifacogina, inhibidor del FT, si-
ETV en la cirugía de rodilla y cadera. El ri- gue sin tener probada su utilidad en el ám-
varoxabán ha sido recientemente aproba- bito de la ETV. De igual manera, no han
do para ser utilizado en la fase aguda de la surgido nuevos datos de utilización del
trombosis venosa y en el EP, si bien está NAPc2, a parte de los ya publicados del es-
pendiente de fijarse el precio del mismo tudio en fase II referenciados en la guía del
por parte del Ministerio de Sanidad, Servi- ACCP 2008. Tampoco ha surgido nueva in-
cios Sociales e Igualdad. Finalmente, tan- formación acerca del inhibidor del FVIIa.
to el dabigatrán como el rivaroxabán llevan •  Inhibidores de la fase de propaga-
meses en el mercado con la indicación de ción de la coagulación: La nueva guía no
prevención de los accidentes cerebrovas- aporta información adicional a la mostra-
culares en pacientes con FA no valvular. da en la guía previa para los inhibidores del
Como muestra la nueva guía del ACCP FIXa, y su aplicación no va dirigida a la ETV.
2012, aún permanece abierta la búsqueda En la guía del ACCP 2012 se muestran los
de nuevos fármacos con actividad antitrom- resultados conseguidos en un ensayo en
bótica en el área de la ETV. fase II con TTP8889, un inhibidor parcial del
El capítulo ha seguido idéntica siste- FIXa de administración oral que no mostró
mática en su elaboración en ambas edicio- diferencias respecto al placebo; de ahí que
nes para abordar la situación de los nuevos su desarrollo fuese interrumpido.

61
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

La guía de 2008 ya le prestó una espe- bina, el SR23781A. Los resultados consegui-
cial atención a los inhibidores indirectos del dos en la artroplastia de cadera fueron simila-
FXa, en especial al idraparinux, y anunció res a los conseguidos con la enoxaparina. Por
nuevos datos con este fármaco y su forma primera vez, hay referencia a la nueva hepari-
biotilinada, el idrabioparinux. Además de los na M118, pero el ensayo en fase II estaba diri-
datos referenciados en la guía de 2008 de gido al ámbito de la trombosis arterial.
los estudios Van Gogh, en la nueva de 2012 Un campo de intensa actividad estos
se hace referencia al estudio AMADEUS, di- años ha sido el trabajo realizado con una
rigido a la prevención de los accidentes is- nueva heparina de peso molecular ultraba-
quémicos cerebrovasculares en pacientes jo, la semuloparina. Muestra un análisis de-
con FA. Precisamente, los resultados de tallado de los estudios realizados en artro-
este estudio, junto con los del ensayo de plastia y fractura de cadera, así como en
extensión del estudio Van Gogh, propiciaron artroplastia de rodilla (estudios SAVE-HIP1,
que el interés por el idraparinux fuera des- SAVE-HIP2, SAVE-HIP3 y SAVE-KNEE).
viado hacia el idrabioparinux, fármaco men- Igualmente, se muestran los resultados del
cionado en la guía previa como SSR12517E. estudio SAVE-ABDO, que compara los re-
La guía del ACCP 2012 revisa los diferentes sultados de la semuloparina con los de la
estudios realizados con este nuevo fárma- enoxaparina en pacientes de riesgo some-
co. El estudio EQUINOX muestra la bioequi- tidos a cirugía abdominal. Los autores del
valencia del idraparinux con el idrabiopa- capítulo, tras el análisis de los resultados
rinux y la posibilidad real de reversibilidad de los diferentes ensayos, muestran cierto
del idrabioparinux con la avidina en los pa- escepticismo acerca del beneficio neto de
cientes incluidos en el estudio EQUINOX. esta nueva heparina de peso molecular ul-
Asimismo, la nueva guía hace referencia a trabajo, basándose en la posibilidad de dis-
los estudios CASSIOPEA y BOREALIS-FA, poner de los nuevos anticoagulantes ora-
que comparan el efecto de la administra- les, y los resultados limitados conseguidos
ción semanal de idrabioparinux con la te- en el estudio SAVE-ABDO. En este capítulo
rapia convencional de anticoagulación oral, también se menciona el estudio SAVE-ON-
respectivamente (el primero de ellos en la CO –realizado con semuloparina en pacien-
prevención de recurrencias de trombosis tes con cáncer que reciben quimioterapia–,
venosa en pacientes que habían sufrido un pero no se hace referencia a sus resultados,
EP, y el segundo en la prevención de los ac- pues aún no habían sido publicados. Poco
cidentes isquémicos cerebrovasculares en después de aparecer la guía del ACCP 2012,
pacientes con FA). El desarrollo del estudio fue publicado este estudio, el cual mues-
fue interrumpido, pero no se ha publicado. tra un descenso en el número de eventos
Los autores del capítulo de la nueva guía se tromboembólicos en el grupo de la nueva
aventuran a pronosticar que, al contar úni- heparina respecto a la enoxaparina, a cam-
camente con los resultados de los estudios bio de un aumento en el número de even-
EQUINOX y CASSIOPEA, el análisis del pa- tos hemorrágicos clínicamente relevantes.
pel del idrabioparinux será limitado. En el ámbito de los nuevos anticoagu-
Esta guía muestra los datos finales del en- lantes orales con actividad anti-Xa, en la
sayo en fase II realizado con el anti-FXa s.c., nueva guía no hay referencia al uso del ri-
que tiene una gran afinidad por la antitrom- varoxabán en la fase aguda de la trombosis

62
V. Vicente, V. Roldán

venosa y el EP, debido posiblemente a su v.o. Los resultados que se han obtenido de
publicación posterior. Igualmente, al estar los dos primeros no se encuadran en el ám-
ya aprobado el fármaco en la profilaxis de bito de la ETV, y el estudio del odirpacil fue
la cirugía mayor de cadera y rodilla, no hay interrumpido.
especial referencia a ello. Por el contrario, En este apartado se hace una especial
sí hay referencia específica a los ensayos referencia a un nuevo inhibidor directo de
con apixabán, debido a que su aparición fue trombina de administración oral, el AZD0837,
posterior. Igualmente, hay una referencia de que puede considerarse una evolución en el
los estudios en marcha con este fármaco en desarrollo del ximegalatrán. El mayor esfuer-
la trombosis venosa. No hay referencia a los zo en los estudios de este fármaco parece ir
resultados en FA, puesto que su publicación orientado a la prevención de la isquemia ce-
también fue tardía respecto a la elaboración rebrovascular en los pacientes con FA.
de la guía. Hay referencia a los estudios ob- •  Nuevos agentes fibrinolíticos: En
tenidos en Japón con el tercer anticoagu- este apartado se muestran los fármacos en
lante oral con actividad anti-Xa, el edoxabán. desarrollo que tienen como objetivo facilitar
Se trata de ensayos en fase II realizados en la lisis de fibrina. Se siguen de forma genéri-
la profilaxis de la cirugía ortopédica de cade- ca dos estrategias: incrementar la capacidad
ra y rodilla, y que lo comparan con la enoxa- de fibrinolisis endógena, o bien administrar
parina o la dalteparina. Igualmente, hay re- nuevos fármacos con capacidad fibrinolíti-
ferencia al estudio en fase III en pacientes ca. En el primer grupo se encuentran los in-
con trombosis venosa (ensayo HOKUSAI) y hibidores de PAI, TAFIa, el FXIIIa y el mesu-
en pacientes con FA (ensayo ENGAGE-AF- pron (éste es un modulador de la función del
TIMI 48). Algunos de estos ensayos aún es- u-PA). En ninguno de ellos parece existir un
tán completando el periodo de seguimiento desarrollo clínico dirigido a la ETV. Los nue-
de los pacientes. vos fármacos revisados con actividad fibrino-
Finalmente, se aporta la información lítica son la reteplasa, que es un péptido trun-
adicional de los nuevos fármacos con activi- cado del t-PA que le confiere una vida media
dad anti-FXa de administración oral –en con- más larga, y la tenecteplasa, que tiene una
creto, del darexabán, el betrixabán, el TAK- mayor afinidad por la fibrina y mayor resis-
442 y el LY-517717–. Los resultados de sus tencia a ser inhibida por el PAI-1. Además,
ensayos clínicos saldrán a la luz en los próxi- hay varios agentes fibrinolíticos nuevos en
mos años. estudio, tales como la alfimeprasa, el V10153
En el apartado de los inhibidores del FVa y la plasmina. Al igual que los fármacos con
y el FVIIIa, los estudios realizados con los di- capacidad de incrementar la capacidad fibri-
ferentes fármacos en desarrollo no parece nolítica endógena, no parece que los nuevos
que vayan a tener una aplicación para la ETV fármacos con capacidad fibrinolítica se estén
en un breve periodo de tiempo. estudiando específicamente en la ETV.
• Inhibidores de la formación de fibri- Tal como hemos indicado previamente,
na: En este capítulo se hace referencia a di- en los próximos años irán apareciendo da-
ferentes nuevos inhibidores con inhibición in- tos relevantes del valor de los nuevos an-
directa sobre la trombina. El flovagatrán y la ticoagulantes orales –bien con efecto an-
pegmusirudina, ambos de administración pa- titrombina o anti-FXa– en la profilaxis y el
renteral, y el odiparcil, que se administra por tratamiento de la ETV.

63
Nuevos fármacos anticoagulantes en el manejo de la ETV

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64
Capítulo 5

Manejo basado en la evidencia


del tratamiento anticoagulante
V. Roldán Schilling, V. Vicente García
Servicio de Hematología y Oncología Médica.
Hospital Universitario Morales Meseguer. Murcia

Estado actual del tema

Para asegurar un uso adecuado de los fár- han sido suficientemente recogidos en
macos anticoagulantes es fundamental ob- los ensayos aleatorizados. Así, la presen-
tener la máxima eficacia y seguridad de los te revisión ha encontrado evidencia para
mismos. Así comienza este capítulo inclui- establecer las recomendaciones para 23
do en la IX Conferencia del American Co- cuestiones, de las cuales tan sólo 2 pue-
llege of Chest Physicians (ACCP) de 2012(1). den tildarse de recomendación de grado
Este capítulo como tal es nuevo dentro de 1 (B por más añadidura), siendo todas las
la IX Conferencia, ya que los aspectos que demás de grado 2. Las recomendaciones
en él se desarrollan iban incluidos en los ca- de grado 1 hacen referencia a establecer
pítulos correspondientes a cada uno de los un índice normalizado internacional (INR)
fármacos antitrombóticos en las conferen- de entre 2,0 y 3,0 para los pacientes con
cias anteriores. tratamiento anticoagulante con AVK (gra-
El capítulo hace referencia a todos los do 1B) y el no uso rutinario de la farma-
aspectos prácticos referentes al mane- cogenética para mantener dicho INR. Las
jo de los fármacos anticoagulantes, inde- recomendaciones que hacen referencia a
pendientemente de las diferentes indica- la dosis de inicio, terapia puente, moni-
ciones de los mismos. La primera parte torización, autocontrol, interacciones far-
se dedica a los fármacos antagonistas de macológicas, ajuste de dosis por peso y
la vitamina  K (AVK), inicio, mantenimien- función renal (heparinas de bajo peso mo-
to y complicaciones; y la segunda parte, lecular [HBPM]) y prevención y manejo
a los fármacos anticoagulantes parentera- del sangrado son clasificadas como reco-
les. Como los propios autores destacan, mendaciones débiles. Es importante su-
los aspectos prácticos referentes al ma- brayar que el fármaco AVK al cual hacen
nejo de los fármacos anticoagulantes no referencia todas las recomendaciones es

65
Manejo basado en la evidencia del tratamiento anticoagulante

la warfarina, mientras que en nuestro país fármaco, y los polimorfismos en el com-


el más usado es el acenocumarol. plejo de la vitamina  K epóxido reductasa
(VKORC1), que influyen en la farmacodiná-
mica del mismo. Sin embargo, cuatro estu-
1. Fármacos antagonistas dios aleatorizados que compararon la dosi-
de la vitamina K ficación basada en la farmacogenética con
la estándar no encontraron diferencias en
1.1. Inicio de la terapia. cuanto a la eficacia, al sangrado o a la su-
Farmacogenética pervivencia, al margen de que no son cos-
te-efectivos(4).
Elegir la dosis inicial adecuada es funda- Dada la variabilidad de la respuesta a
mental para alcanzar el rango terapéuti- los AVK, se recomienda superponer el tra-
co de forma rápida y segura, con el fin de tamiento de éstos con heparina, ya sea
evitar tanto las recurrencias como los san- heparina no fraccionada (HNF) o HBPM,
grados, minimizando el periodo de terapia manteniéndola hasta alcanzar un INR tera-
puente con HBPM y facilitando el alta del péutico. Clásicamente, los AVK se inicia-
paciente lo antes posible. No existe un con- ban a los 5-7 días del inicio del tratamiento
senso que establezca la dosis ideal para el con heparina; sin embargo, superponerlos
comienzo de la terapia anticoagulante con desde el primer o el segundo día permi-
AVK, aunque sí hay coincidencia para utili- te que la duración del tratamiento con he-
zar dosis altas de carga (más de 10 mg de parina sea menor y adelantar el alta hos-
warfarina). Una revisión sistemática no de- pitalaria. De nuevo, un metaanálisis que
mostró diferencias entre el inicio con 5 mg los autores del presente capítulo realiza-
vs. 10 mg, especialmente en ancianos en ron sobre 4 estudios aleatorizados (que in-
los que se recomienda utilizar dosis más cluyeron 807 pacientes y compararon el
bajas(2). Sin embargo, tras un metaanáli- inicio de AVK el día 1-2 frente al día 5-7)
sis realizado por los autores del capítulo en no observó diferencias en cuanto a la efi-
esta edición de la IX Conferencia se incli- cacia o la seguridad, pero el alta se ade-
na por recomendar una dosis de carga de lantó 4 días. Si bien los 4 estudios se limi-
un corto periodo de tiempo (10 mg durante taron al ámbito hospitalario, no hay razón
2 días). Las dos series más largas, que in- para que no puedan ser aplicados a nivel
cluyeron 1.054 pacientes, sugieren que la ambulatorio.
dosis de 10 mg es segura y eficaz, con una
tasa de recurrencia del 1,9% y una tasa de
sangrado del 1% a los 3 meses(3). Otro as- 1.2. Mantenimiento de la terapia
pecto controvertido es el uso de la farma-
cogenética en el manejo de los fármacos Un INR estable se alcanza tras 3 meses
AVK. Desde el punto de vista práctico, son de terapia sin cambios en la dosis; a par-
dos las dianas farmacogenéticas más es- tir de ahí, la frecuencia en la monitoriza-
tudiadas: los polimorfismos que afectan al ción va a depender de la adherencia al tra-
citocromo P450, concretamente a la en- tamiento, la salud del paciente, cambios
zima 2C19 del citocromo P450 (CYP2C9), en la farmacología adjunta, la dieta y la ca-
ya que influyen en la farmacocinética del lidad de la dosificación. Por tanto, dicha

66
V. Roldán, V. Vicente

frecuencia no está del todo establecida. del INR como para la dosificación de los
Mientras que en Estados Unidos la mo- fármacos AVK y, aunque la mayoría de los
nitorización se hace cada 4  semanas, en estudios que lo avalan son estudios obser-
el Reino Unido y en España suele reali- vacionales y de baja calidad, la 9.ª Confe-
zarse cada 90 días. Varios estudios han rencia ha determinado que son una forma
comparado la pauta cada 4  semanas de de buena práctica clínica para el manejo de
EE.  UU. frente a controles más espacia- estos pacientes. En pacientes motivados
dos, de hasta 12 semanas, sin diferencias y capacitados puede plantearse la posibili-
en las tasas de tromboembolismo o san- dad del autocontrol y autodosificación. Va-
grado(5). En términos generales, mientras rias revisiones sistemáticas han demos-
el paciente no precise cambios en la do- trado en ese grupo una reducción en las
sis, se pueden espaciar los controles, y se complicaciones trombóticas, pero no así
deben acortar en caso de reajuste de la en las hemorrágicas ni en la mortalidad. La
misma. Ante ello, existe el planteamien- diferencia en el tiempo en rango terapéu-
to de qué hacer si aparece un INR fue- tico es mínima, pero lo que sí mejora no-
ra de rango, sobre todo si la desviación tablemente es la calidad de vida y la sa-
es de ±  0,5 puntos. Respecto a ello, tan tisfacción de los pacientes(7,8). Por último,
sólo 2  estudios –no aleatorizados, abier- la dosificación del fármaco debe hacerse
tos y de escaso tamaño muestral– evi- utilizando un sistema experto de dosifica-
dencian que, ante pequeñas desviacio- ción o bien nomogramas, ya que estos sis-
nes del rango terapéutico, la abstención temas han demostrado un mayor tiempo
en la modificación de la dosis junto con un en rango terapéutico que la dosificación
control más cercano no se ven acompa- manual.
ñados de eventos adversos durante el se-
guimiento. Pese a ello, sus resultados se
ven avalados por los obtenidos de un es- 1.2.2. Interacciones farmacológicas
tudio observacional de aproximadamente
4.000 pacientes en el que se observa que Diversas revisiones sistemáticas han de-
para un INR de entre 1,7 y 3,3 no se debe mostrado la relación entre las interacciones
modificar la dosis de warfarina(6). De igual farmacológicas y el mantenimiento del INR
forma, no se recomienda añadir HBPM en dentro del rango terapéutico. De forma con-
caso de que el paciente muestre un INR sistente, se demuestra un incremento esta-
infraterapéutico, si bien no hay estudios dísticamente significativo entre los eventos
en pacientes con ETV. hemorrágicos y tres grupos de fármacos:
los antiinflamatorios no esteroideos, ya
sean inhibidores de la ciclooxigenasa 2 se-
1.2.1. ¿Dónde y cómo debe hacerse lectivos o no, los antiagregantes plaqueta-
la monitorización de la terapia rios y ciertos antibióticos, especialmente
anticoagulante oral? el cotrimoxazol y las quinolonas. En los si-
guientes antibióticos, esta relación es pro-
El control de la terapia anticoagulante debe bable: las cefalosporinas, el metronidazol, la
realizarse en unidades con personal entre- amoxicilina (con o sin clavulánico), la doxici-
nado para ello, tanto para la monitorización clina y el fluconazol. Otros fármacos, como

67
Manejo basado en la evidencia del tratamiento anticoagulante

los inhibidores de la recaptación de seroto- 2. Fármacos parenterales


nina, el tramadol, el acetaminofeno, la coen-
zima  Q y el jengibre, pueden incrementar 2.1. Heparina no fraccionada. Dosis
el riesgo hemorrágico, pero esto último re-
quiere una confirmación. La HNF puede administrarse o bien siguien-
do un nomograma basado en el peso del
paciente o bien administrando dosis fijas,
1.3. Rango terapéutico en ambos casos ajustando posteriormente
la dosis mediante el tiempo de tromboplas-
El rango terapéutico para los pacientes con tina parcial activada (TTPA). Varios estudios
ETV se establece con un INR de entre 2,0 y han comparado ambos regímenes y no han
3,0. Se han diseñado estudios para compa- encontrado diferencias significativas, por lo
rar el beneficio de una terapia anticoagulan- que son igualmente recomendables.
te de baja intensidad (INR: 1,5-2,0) para pre-
vención secundaria tras un episodio de ETV
(tras un periodo de tratamiento convencio- 2.2. Heparina no fraccionada
nal), bien frente a un INR de 2,0-3,0 o pla- subcutánea
cebo. En el primer caso, al compararla con
un tratamiento de intensidad convencional La HNF subcutánea suele administrarse a
(738 pacientes con ETV idiopática)(9), se en- una dosis fija y no ha sido comparada frente
contró un aumento de la tasa de recurrencia al ajuste de la misma por peso. Lo que sí se
sin incremento del sangrado, mientras que ha comparado es la HNF subcutánea ajus-
al compararla con placebo (508 pacientes tada al peso con TTPA frente a las HBPM
con ETV)(10) sí se redujo la tasa de recurren- en tres estudios aleatorizados (n = 937), sin
cia pero no hubo un aumento en el sangra- diferencias en cuanto a la recurrencia de la
do. Por dicho motivo, dada la inconsistencia ETV (OR: 1,13; IC 95%: 0,52-2,26), el san-
de los resultados, la prolongación del trata- grado (OR: 1,28; IC 95%: 0,42-4,09) o la
miento anticoagulante con intensidad redu- muerte (OR: 1,34; IC 95%: 0,62-2,93). De
cida es más que cuestionable. igual modo, se ha comparado la dosis fija
De igual modo, no hay evidencia para re- de HNF subcutánea sin monitorización fren-
comendar a los pacientes con trombofilia se- te a las HBPM, y tampoco ha habido dife-
vera (incluido el síndrome antifosfolípido y la rencias. Por tanto, la evidencia para estable-
ETV) anticoagulación con un INR de 3,0-4,5. cer una recomendación es muy baja; la HNF
puede ser útil en caso de insuficiencia re-
nal severa.
1.4. Suspensión del tratamiento

Existe la teoría de que si se suspende de 2.3. Heparinas de bajo


pronto la terapia anticoagulante puede ge- peso molecular. Dosis
nerarse un estado hipercoaguable; sin em- en la insuficiencia renal
bargo, los estudios al respecto muestran re-
sultados inconsistentes, motivo por el cual A diferencia de la HNF, las HBPM se eli-
la terapia debe suspenderse de una vez. minan por vía renal. No hay ningún ensa-

68
V. Roldán, V. Vicente

yo aleatorizado que compare la dosis de 3. Prevención y manejo


HBPM ajustada al peso frente a una do- de las complicaciones del
sis reducida en caso de pacientes con in- tratamiento anticoagulante
suficiencia renal. Un metaanálisis de 18
estudios aleatorizados(11) muestra que, en 3.1. Administración de vitamina K
los pacientes con aclaramiento de creati- a pacientes con antagonistas de la
nina inferior a 30 mL/min, las dosis están- vitamina K e INR supraterapéutico
dar de HBPM dan lugar a picos más ele- sin sangrado
vados de niveles de anti-factor Xa que en
los pacientes con aclaramiento de creati- El riesgo de sangrado aumenta significativa-
nina superior a 30 mL/min; sin embargo, mente por encima de un INR de 4,5(12). Cuan-
cuando en los pacientes con insuficiencia do el INR aumenta sin evidencia de sangra-
renal se reduce la dosis, no hay tales dife- do, las estrategias para reducirlo son omitir
rencias. La mayoría de los estudios se han una dosis, reducir la dosis semanal y adminis-
hecho con enoxaparina, con lo cual la in- trar vitamina K. Un metaanálisis ha demostra-
formación en cuanto al resto de heparinas do que la administración de vitamina K (oral o
es aún más escasa. Por otra parte, no hay intravenosa) revierte el exceso de anticoagu-
evidencia en lo referente al valor clínico lación mejor que la simple omisión de la do-
de los niveles de anti-factor Xa, aunque en sis(13); sin embargo, no se acompaña de re-
los pacientes con aclaramiento de creati- ducción de eventos, ni siquiera cuando el INR
nina por debajo de 30 mL/min hay mayor está situado entre 4,5 y 10. Tampoco hay da-
riesgo de sangrado (pero no de eventos tos basados en la evidencia acerca del proce-
tromboembólicos). dimiento a seguir cuando el INR es superior
a 10, aunque el riesgo de sangrado en estos
pacientes puede ser importante, por lo que la
2.4. Fondaparinoux. Dosis y peso administración de vitamina  K puede ser una
práctica segura.
Los pacientes obesos son habitualmente
excluidos de los ensayos clínicos aleatoriza-
dos. En el caso del fondaparinoux, no hay 3.2. Escalas de predicción de
ningún ensayo que compare la dosis fija con sangrado para pacientes con
la dosis ajustada al peso. Sí hay 2 ensayos antagonistas de la vitamina K
que comparan las dosis ajustadas al peso
del fondaparinoux (5,0, 7,5 y 10,0 mg para La incidencia anual de hemorragia mayor aso-
pesos <  50 kg, de 50-100 kg y >  100 kg, ciada a la warfarina es del 1-3%(14), por lo que
respectivamente) frente a la enoxaparina y la indicación de la misma tiene que sopesar
la HNF en la trombosis venosa profunda y el el riesgo trombótico y el hemorrágico del pa-
embolismo pulmonar, respectivamente. No ciente. En ese sentido, la creación de esca-
hay diferencias entre los distintos grupos de las de predicción de sangrado puede ser muy
fondaparinoux (es decir, obesos frente a no útil en el manejo de estos pacientes; sin em-
obesos); por tanto, se recomienda usar la bargo, hoy por hoy ninguna de dichas esca-
dosis de 10 mg para los pesos superiores las ha sido validada, especialmente en pobla-
a 100 kg. ción con ETV(15).

69
Manejo basado en la evidencia del tratamiento anticoagulante

3.3. Tratamiento del sangrado y el rFVIIa son más rápidos a la hora de nor-
asociado al tratamiento malizar la hemostasia y tienen menos ries-
anticoagulante go de infecciones que el plasma fresco, no
se han comparado en ningún ensayo contro-
El tratamiento de una hemorragia severa re- lado aleatorizado. Es importante decir que el
quiere una rápida reversión del tratamien- rFVIIa no está indicado para tal propósito y
to anticoagulante, especialmente en los ca- que tiene una tasa no despreciable de even-
sos de hemorragias con compromiso vital. tos tromboembólicos(16). Hoy por hoy, el trata-
La mayoría de las opciones terapéuticas com- miento aceptado para las hemorragias graves
binan el uso de vitamina  K endovenosa jun- en los pacientes con AVK (especialmente la
to con alguno de los siguientes componen- hemorragia intracraneal) es el CCP (de 4 fac-
tes: concentrados de complejo protrombínico tores) junto con la vitamina K endovenosa(17).
(CCP), plasma fresco congelado o factor VII Por último, cabe decir que es preceptivo in-
recombinante activo (rFVIIa). Aunque el CPP vestigar siempre el origen del sangrado.

Recomendaciones

1. Antagonistas HNF, en lugar de esperar varios día para


de la vitamina K comenzar (grado 2C).

1.1. Inicio del tratamiento


1.2. Mantenimiento
1. Para los pacientes susceptibles de ser
tratados de forma ambulatoria, suge- 1. En los pacientes bajo tratamiento anti-
rimos iniciar la terapia con AVK utilizan- coagulante oral con AVK con un INR con-
do 10 mg al día de warfarina durante los sistentemente estable, se debe realizar
2 primeros días y, seguidamente, dosifi- el control cada 12  semanas en vez de
car en función del INR, en lugar de esti- cada 4 (grado 2B).
mar cuál sería la dosis de mantenimien- 2. En pacientes con un INR habitualmente
to (grado 2C). estable que presenten una determinación
2. Para los pacientes que inician el trata- del INR fuera de rango con una diferencia
miento con AVK, no se recomienda el de 0,5 puntos, se debe mantener la dosis
uso rutinario de la farmacogenética para y repetir en 1-2 semanas (grado 2C).
guiar la dosis de AVK (grado 1B). 3. En pacientes con un INR estable que pre-
3. Para los pacientes con un tromboembo- senten de forma aislada una determina-
lismo venoso agudo, sugerimos que la ción de INR por debajo del rango tera-
terapia con AVK se inicie el día 1 o 2 a par- péutico, no se debe administrar heparina
tir del inicio del tratamiento con HBPM o (grado 2C).

70
V. Roldán, V. Vicente

4. No se deben administrar suplementos de vez de una suspensión gradual (grado


vitamina K de forma rutinaria para conseguir 2C).
una anticoagulación estable (grado 2C). 12. Para pacientes con ETV que inician tra-
5. [Declaración de buena práctica clínica] Los tamiento con HNF, la recomendación es
profesionales a cargo de la terapia anticoa- iniciar con un bolo de 80 U/kg, seguido
gulante oral deben coordinar de forma sis- de una perfusión de 18 U/kg/h, o bien
temática la educación al paciente, la de- un bolo de 5.000 U, seguido por una
terminación del INR, el seguimiento y una perfusión de 1.000 U/h (grado 2C).
buena comunicación con el paciente de 13. Para pacientes ambulatorios con ETV
los resultados y la toma de decisiones en tratados con HNF subcutánea, la reco-
cuanto a la dosis. mendación es ajustar la dosis al peso.
6. Los pacientes tratados con AVK que es- Así, se administraría una dosis inicial de
tén motivados y demuestren ser capaces 333 U/kg y después 250 U/kg sin moni-
pueden ser instruidos para el autocontrol torización (grado 2C).
y/o la autodosificación (grado  2B). Para 14. Para pacientes con insuficiencia renal
el resto de los pacientes, seguir las re- severa que reciben HBPM (aclaramien-
comendaciones del apartado 3.5 de la IX to de creatinina ≤  30 mL/min), sugeri-
Conferencia. mos reducir la dosis (grado 2C).
7. Para la dosificación, se recomienda el uso 15. Para pacientes con ETV y peso superior
de herramientas validadas en la toma de a los 100 kg, sugerimos que la dosis de
decisiones (nomogramas o programas in- fondaparinoux sea de 10 mg diarios por
formáticos de dosificación) (grado 2C). vía subcutánea (grado 2C).
8. Los pacientes con AVK deben evitar la 16. (a) Para pacientes bajo tratamiento anti-
toma de antiinflamatorios no esteroi- coagulante con AVK e INR de entre 4,5
deos, incluyendo los inhibidores de la ci- y 10 sin evidencia de sangrado, sugeri-
clooxigenasa 2, así como de ciertos anti- mos no administrar vitamina K de forma
bióticos (grado 2C). De igual forma, se rutinaria (grado 2B). (b) Para pacientes
debe evitar la ingesta de antiagregantes con INR > 10 sin evidencia de sangrado,
plaquetarios, salvo que el beneficio supe- sugerimos administrar vitamina  K por
re al riesgo de sangrado (grado 2C). vía oral (grado 2C).
9. El rango terapéutico del INR para los pa- 17. Para pacientes que inician tratamiento
cientes tratados con AVK debe estar situa- con AVK, sugerimos no usar de forma
do entre 2,0 y 3,0 (diana: 2,5) en vez de rutinaria escalas de predicción de san-
por encima (< 2,0) o por debajo (INR: 3,0- grado como único criterio a la hora de
3,5) (grado 1B). decidir iniciar el tratamiento o no (gra-
10. En los pacientes con síndrome antifos- do 2C).
folípido que hayan sufrido un evento 18. Para pacientes con sangrado severo
trombótico arterial o venoso, se sugiere asociado al tratamiento con AVK, suge-
un rango terapéutico de INR de 2,0-3,0 rimos revertir el tratamiento con CCP de
en vez de 3,0-4,5 (grado 2B). 4 factores y no con plasma fresco con-
11. Para suspender el tratamiento anticoa- gelado (grado 2C), además de añadir al
gulante con AVK, se sugiere discontinuar tratamiento 5-10 mg de vitamina K por
completamente la toma del fármaco, en vía endovenosa (grado 2C).

71
Manejo basado en la evidencia del tratamiento anticoagulante

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

Como hemos comentado inicialmente, cuencia de controles (apartado 3.1), és-


este capítulo es nuevo y, por tanto, nue- tos debían hacerse cada 4  semanas (gra-
vas son también sus recomendaciones; no do 2C). Estaba a favor de administrar dosis
obstante, en la VIII Conferencia, el manejo bajas de vitamina K en caso de INR inesta-
de cada fármaco estaba incluido en el capí- ble (grado 2B) (apartado 3.4 de la IX Con-
tulo correspondiente a cada uno de los fár- ferencia).
macos. Pasamos a comentar los cambios Respecto al manejo del INR supratera-
detectados (entre paréntesis se muestra péutico (> 10,0) (apartado 9.1.b), la VIII Con-
el número de recomendación de la versión ferencia recomendaba administrar vitami-
actual). El cambio más destacable es que na K con un INR superior a 9,0 (grado 1B).
la mayoría de las recomendaciones pasan Finalmente, en el manejo de la hemorragia
de un grado  1 de evidencia a un grado  2, grave (apartado 9.3), recomiendan el uso in-
propiciado por el cambio de metodología distinto de plasma fresco congelado, CPP y
de la IX Conferencia. rFVIIa (grado 1C).
Respecto al inicio del tratamiento (apar- Por último, cabe decir que la Declara-
tado 2.1 de la IX Conferencia), en la ver- ción de buena práctica clínica del apartado
sión de 2008 se recomendaba iniciar con 3.5, en la VIII Conferencia era una recomen-
5-10  mg (grado  1B). En cuanto a la fre- dación con grado 1B.

Comentarios

Como ya se comentó en la versión anterior, rencia no se hace referencia al manejo de la


la mayoría de estas recomendaciones, es anticoagulación en pacientes de edad avan-
decir, aquellas que hacen referencia a los zada, en los cuales hay que ser extraordina-
AVK, deben tomarse con cautela, ya que riamente cuidadosos, ya que, como es co-
en nuestro medio el fármaco más común- nocido, la edad y el INR elevado constituyen
mente usado es el acenocumarol, mientras los dos principales factores de riesgo hemo-
que toda la evidencia analizada se refiere a rrágico. Por último, llama la atención la re-
la warfarina. La principal diferencia es la vida comendación del control analítico cada 12
media, que en el caso de la warfarina es de semanas en pacientes estables, sobre todo
36-42 h, mientras que la del acenocumarol dada la extraordinaria variabilidad intraindi-
es tan sólo de 8 h. Ello va a marcar sobre vidual de los AVK. Hay que tener en cuen-
todo diferencias a la hora del inicio del tra- ta que, en el caso de los autocontroles, los
tamiento y en el manejo de los INR supra- controles son semanales, y en ello se basa
terapéuticos. Por otra parte, en la IX Confe- su eficacia.

72
V. Roldán, V. Vicente

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73
Capítulo 6

Manejo perioperatorio del tratamiento


anticoagulante con antagonistas de la vitamina K
y de la terapia puente en pacientes
con enfermedad tromboembólica venosa
Juan V. Llau Pitarch, Raquel Ferrandis Comes
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Hospital Clínic Universitari de València
Profesores asociados de Fisiología. Universidad de Valencia

Estado actual del tema

El manejo de la terapia anticoagulante y an- lecular (HBPM); para los antiagregantes pla-
tiagregante durante el periodo perioperatorio quetarios (AAP), la controversia fundamental
es una situación clínica frecuente que debe se centra en la retirada o el mantenimiento
balancear el riesgo trombótico arterial y/o de los mismos, así como en su posible sus-
venoso del paciente que va a ser interveni- titución por ácido acetilsalicílico (AAS) en to-
do quirúrgicamente con el riesgo hemorrági- dos o en parte de los casos.
co inherente a la propia cirugía; este último, A partir de las premisas expuestas, el ob-
si se acompaña de un tratamiento anticoa- jetivo de este capítulo es comentar las re-
gulante o antiagregante, se puede ver in- comendaciones que al respecto del mane-
crementado y acompañarse de un sangra- jo perioperatorio de los antitrombóticos se
do mayor, que, eventualmente, puede poner propusieron en la IX Conferencia del Amer-
en riesgo el resultado del propio acto quirúr- ican College of Chest Physicians (ACCP) del
gico e, incluso, la vida del paciente. El ma- año 2012(1). En dichas recomendaciones se
nejo en ambos casos sigue presentando incluye la propuesta de manejo de los fárma-
cuestiones no resueltas y de difícil consen- cos AVK (warfarina o acenocumarol) y de los
so, como el tiempo óptimo de retirada de un AAP cuando el paciente requiere una inter-
fármaco antes de la cirugía o la convenien- vención quirúrgica programada u otro proce-
cia de la aplicación de los protocolos de la dimiento invasivo.
denominada “terapia puente”, en el caso de Un primer hecho interesante para co-
los pacientes anticoagulados de forma cróni- mentar es la diferencia de las recomenda-
ca con un fármaco antagonista de la vitami- ciones que nos encontramos en este ar-
na K (AVK) como el acenocumarol o la war- tículo respecto a las que teníamos como
farina, habitualmente realizada mediante la referencia procedentes de la VIII Conferen-
administración de heparina de bajo peso mo- cia, del año 2008(2):

75
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

• En la presente guía se ha disminuido el normalización del índice normalizado inter-


grado de recomendación de algunas de las nacional (INR).
propuestas que se pueden encontrar. Ello • Administración terapéutica de hepari-
se debe a que se ha pretendido ser más es- na y regímenes de dosificación: El ob-
tricto para establecer un nivel de recomen- jetivo de la terapia puente es minimizar el
dación mayor, fundamentalmente cuando se riesgo de eventos trombóticos durante el
trata de una recomendación de nivel 1. tiempo de retirada del AVK –ya sea la trom-
• Igualmente, el número de recomenda- bosis arterial, en los pacientes que reciben
ciones es menor, debido también a la nece- un AVK por ser portadores de una válvula
sidad de adaptación de dicha exigencia para mecánica o por una fibrilación auricular, o
alcanzar el nivel más elevado, y de la modi- trombosis venosa, en los casos en que la
ficación de la metodología para su estratifi- anticoagulación estuviera indicada para tra-
cación. En esta ocasión se ha empleado la tar o evitar la recurrencia de una enferme-
metodología PICO (population, intervention, dad tromboembólica venosa–. En relación
comparator and outcome). En los casos en con esta cuestión existen algunas contro-
los que no ha sido posible su aplicación pero versias que merecen ser destacadas:
en que las recomendaciones podían afectar a 1. La administración de dosis terapéuti-
la práctica diaria, se han insertado los comen- cas de heparina (HBPM o HNF) supo-
tarios pertinentes de los autores, sin acompa- ne una anticoagulación “completa”, si-
ñarlos de recomendaciones. milar a la obtenida con el AVK.
• Por último, los autores hacen especial 2. Las dosis bajas de heparina (equivalen-
énfasis en la conveniencia de protocolizar a tes a las empleadas en tromboprofi-
nivel institucional el manejo de estos pacien- laxis venosa) no han sido validadas para
tes y sugieren un conjunto de ítems que ga- la prevención de la trombosis arterial.
ranticen en tiempo y forma el proceso. 3. El empleo de una HBPM o una HNF en
Probablemente por la necesidad de clari- estas indicaciones se podría catalogar
ficación de aspectos tan importantes como como “fuera de indicación”, dado que,
las definiciones de algunos términos em- a pesar de la amplia experiencia en es-
pleados en relación con este tema, los au- tas situaciones, no está autorizado su
tores de este artículo han querido, a modo uso para las mismas.
de introducción general, concretar algunos • Regímenes de administración: Se pue-
de ellos. Por su importancia, creemos con- den contemplar tres regímenes de dosifica-
veniente reproducirlos: ción (Tabla 1). La elección de uno u otro de-
• Terapia puente: En ausencia de una defi- berá basarse en la valoración de los riesgos
nición universal para este término, se pue- trombótico y hemorrágico que, individual-
de definir la terapia puente como la admi- mente y en cada una de las circunstancias,
nistración de un fármaco anticoagulante de presente cada paciente. Sin embargo, el
acción corta, ya sea de forma subcutánea régimen probablemente más extendido y
(en el caso de la HBPM) o intravenosa (en también más estudiado es el que adminis-
el de la heparina no fraccionada [HNF]), en tra dosis terapéuticas, teniendo en cuenta
un paciente que recibe un AVK, durante un que es el que mayor beneficio antitrombó-
periodo variable de tiempo en que no se ad- tico puede aportar y también el que mayor
ministra éste, con el objetivo de permitir la riesgo hemorrágico puede asociar.

76
J.V. Llau, R. Ferrandis

Tabla 1. Regímenes de administración de heparina para la realización de la terapia puente


Tipo de protocolo Fármaco y dosis
Dosis altas (terapéuticas) • Enoxaparina 1,5 mg/kg/día o 1 mg/kg/12 h
• Dalteparina 200 UI/kg/día o 100 UI/kg/12 h
• Tinzaparina 175 UI/kg/día
• HNF a dosis ajustadas para TTPA-ratio 1,5-2
Dosis intermedias Enoxaparina 40 mg/12 h
Dosis bajas (profilácticas) • Enoxaparina 30 mg/12 h o 40 mg/24 h
• Dalteparina 5.000 UI/24 h
• HNF 5.000-7.500 UI/12 h
HNF: heparina no fraccionada; TTPA-ratio: tiempo parcial de tromboplastina activado en relación con el basal

Siguiendo el esquema de las guías del mente, de sufrir un evento tromboembólico.


ACCP, se comentará, en primer lugar, la ne- Este riesgo sería el asumido en un paciente
cesidad de valoración de los riesgos trombóti- al que se suspende el AVK y no recibe tera-
co y hemorrágico de forma individualizada en pia puente con HBPM. No obstante, esta es-
cada paciente, según sus características per- cala es orientativa porque puede no conside-
sonales y el tipo de cirugía al que va a ser so- rar circunstancias personales que aumenten
metido, para desarrollar después el manejo el riesgo trombótico y que deben valorarse in-
perioperatorio de los AVK y los AAP, y profun- dividualmente (como, por ejemplo, el riesgo
dizar en los esquemas de manejo y aplicación trombótico asociado a la cirugía).
de la terapia puente. Finalmente, y a partir de Respecto al riesgo hemorrágico, cabe
los datos obtenidos, se hará un resumen de diferenciar el riesgo de sangrado inheren-
las recomendaciones más importantes. te a la propia cirugía del eventual incremen-
to del sangrado esperado a causa del efecto
de un fármaco anticoagulante o antiagregan-
1. Valoración de riesgos: te. Siguiendo esta premisa, se han estableci-
trombótico y hemorrágico do diversos procedimientos quirúrgicos y no
quirúrgicos en los que puede haber un incre-
El manejo perioperatorio de los pacientes mento del sangrado si se asocian con la tera-
en tratamiento anticoagulante se basa en pia antitrombótica (Tabla 3).
una correcta valoración de los riesgos trom-
bótico y hemorrágico. Hasta la fecha, no se
ha validado un método de estratificación es- 2. Manejo perioperatorio
pecífico para el periodo perioperatorio, por de los pacientes en
lo que ha sido necesario adaptar al mismo tratamiento con antagonistas
las escalas generales propuestas utilizadas de la vitamina K
en otros contextos (Figura 1).
El riesgo trombótico valorado según el
esquema sugerido por la IX Conferencia del 2.1. Suspensión del antagonista
ACCP (Tabla  2) clasifica a los pacientes en de la vitamina K previa a la cirugía
bajo, moderado y alto riesgo, lo que se tradu-
ce en un riesgo anual inferior al 5%, de entre Con objeto de minimizar el riesgo de hemo-
el 5% y el 10% o superior al 10%, respectiva- rragia perioperatoria, parece recomendable

77
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

Prevención primaria Neurocirugía


SIN factores de riesgo Polo vascular del ojo

Prevención primaria Cirugía cardiaca


CON factores de riesgo
ORL
Arteriopatía periférica
Urología
Prevención secundaria cerebral
IAM
COT
Stent no farmacoactivo
Cirugía vascular
Stent farmacoactivo Cirugía laparoscópica

Riesgo trombótico sin AAP Riesgo de sangrado con AAP

Figura 1. Comparación entre el riesgo hemorrágico y el trombótico en los pacientes en tratamiento AAP, en
función de su mantenimiento o retirada en el periodo perioperatorio. COT: cirugía ortopédica y traumatológica;
IAM: infarto agudo de miocardio; ORL: otorrinolaringología.

suspender el AVK antes de un procedimiento ras del postoperatorio, cuando se inicia la tole-
invasivo o una cirugía, aunque, en determina- rancia oral. De este modo, el INR se encontra-
das circunstancias con bajo riesgo de sangra- rá en rango terapéutico en torno al quinto día,
do, esta suspensión puede no ser necesaria. sin aumentar el riesgo de sangrado ni siquie-
El tiempo de suspensión debe ser el adecua- ra con el uso de terapia puente con HBPM(4).
do para garantizar la competencia hemostá-
tica en relación con el INR alterado, conside-
rándose adecuado un INR inferior a 1,5 en el 2.3. Monitorización perioperatoria
momento de la cirugía; tiempo medio que se del antagonista de la vitamina K
ha estimado es de 5  días*(3). Este intervalo
puede acortarse en aquellos casos asociados Dentro de la protocolización de la que hablá-
a un menor riesgo hemorrágico, en los que se bamos en la introducción, y dada la variabi-
puede permitir un INR de 1,5-1,8. lidad farmacodinámica que presentan los
AVK, se sugiere la realización de una prue-
ba de coagulación el día previo a la cirugía,
2.2. Reanudación del fármaco de forma que en aquellos casos en los que
tras la cirugía el INR siga elevado pueda administrarse vita-
mina K (1-2 mg vía oral), con el fin de evitar la
Tras la mayoría de las cirugías, la primera dosis necesidad de reversión del efecto del AVK o
del AVK se puede administrar a las 12-24 ho- la suspensión de la cirugía(5).
* El tiempo estimado de 5 días para normalizar el INR es el adecuado en pacientes tratados con warfarina, el AVK más habitual en Norteamérica. Con
acenocumarol, el AVK más utilizado en Europa, de vida media más corta, serían suficientes 2-3 días

78
J.V. Llau, R. Ferrandis

Tabla 2. Modelo de estratificación del riesgo trombótico en pacientes


sometidos a procedimientos quirúrgicos
Portadores de válvula Fibrilación auricular Tromboembolismo venoso
cardiaca mecánica
Riesgo alto • Cualquier prótesis mitral • Puntuación CHADS2 5-6 • ETV reciente (< 3 meses)
• Antiguas válvulas aórticas • ACV < 3 meses • Trombofilia tipo: déficit de proteína C, S o
• ACV < 6 meses • Patología valvular reumática antitrombina, anticuerpos antifosfolípidos
o alteraciones múltiples
Riesgo • Bioprótesis cardiaca con • Puntuación CHADS2 3-4 • ETV hace 3-12 meses
moderado alguno de los siguientes: FA, • TVP recurrente
ACV previo, HTA, DM, ICC, • Enfermedad neoplásica activa
> 75 años • Trombofilia tipo: factor V Leiden
heterozigoto, mutación heterozigota
del factor II
Riesgo bajo • Bioprótesis cardiaca sin FA • Puntuación CHADS2 0-2 sin • ETV > 12 meses sin otro factor de riesgo
ni otros factores de riesgo otro factor de riesgo ni ACV
para ACV previo
ACV: accidente cerebrovascular; CHADS: Congestive Heart Failure-Hypertension-Age-Diabetes-Stroke; DM: diabetes mellitus; ETV: enfermedad
tromboembólica venosa; FA: fibrilación auricular; HTA: hipertensión arterial; ICC: insuficiencia cardiaca congestiva

Tabla 3. Tipos de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos en los que puede haber


un incremento del sangrado si se asocian con la terapia antitrombótica
Grupo de procedimiento Tipo de procedimiento
Cirugía urológica • Resección transuretral de próstata o vejiga
• Nefrectomía
• Biopsia renal
Cirugía general (en órganos de gran vascularización) • Cirugía renal de cualquier tipo
• Cirugía hepática
• Cirugía esplénica
Cirugía general (riesgo hemorrágico local) • Cirugía intestinal con riesgo de hemorragia en la anastomosis
Cirugía mayor • Cirugía neoplásica
• Artroplastia de cadera o rodilla
• Reconstrucción extensa en cirugía plástica
Cirugía de riesgo si hay incremento del sangrado • Cirugía cardiaca
• Cirugía intracraneal
• Cirugía espinal
Endoscopia digestiva • Polipectomía de pólipo sésil > 1-2 cm
Otros • Colocación de marcapasos o desfibrilador subcutáneos

2.4. Necesidad de terapia puente como ya hemos comentado, se realiza a


durante la interrupción del partir de escalas no validadas para el perio-
antagonista de la vitamina K do perioperatorio.
El manejo de pacientes con elevado
La necesidad, o no, de terapia puente es riesgo trombótico se ha realizado tradicio-
un tema muy debatido actualmente. La de- nalmente con terapia puente con HBPM,
cisión debe basarse fundamentalmente en aunque hay algunos estudios con HNF. En
la estratificación del riesgo trombótico que, estos casos, aún sin evidencia del riesgo

79
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

trombótico de la suspensión del AVK sin 2.5. Manejo perioperatorio de


sustitución por HBPM, el uso de terapia pacientes en tratamiento con
puente está ampliamente aceptado. Con antagonistas de la vitamina K
este régimen el riesgo trombótico es bajo que requieren una cirugía menor
(en torno al 1-2%[6]).
Mucho más controvertido es el manejo Hasta un 15-20% de la cirugías realizadas a
de los pacientes de moderado riesgo trom- pacientes en tratamiento con AVK son cirugía
bótico. Clásicamente estos pacientes se menor dental, dermatológica u oftalmológica,
han manejado de forma similar a los de ele- procesos con bajo riesgo hemorrágico y en
vado riesgo, aunque recientemente se han los que un eventual sangrado podría ser con-
publicado estudios en lo que pacientes de trolado con medidas hemostáticas locales.
moderado riesgo trombótico (o moderado- Para la realización de cirugías meno-
bajo) no han recibido terapia puente. Glo- res dentales, como extracciones denta-
balmente se observa que, independiente- les o endodoncias, se han utilizado diferen-
mente del protocolo utilizado (sin terapia tes protocolos, como la no interrupción del
puente, con terapia puente a dosis terapéu- AVK asociada a la administración de un pro-
ticas o a dosis profilácticas), la incidencia hemostático local (5 mL de ácido tranexá-
de eventos trombóticos en estos pacientes mico oral administrado 5-10 minutos antes
es baja (alrededor del 1%). A partir de es- de la cirugía y 3-4 veces al día durante 1 o 2
tos resultados, la IX Conferencia del ACCP días más) o, alternativamente, la interrupción
propone la no realización de terapia puente por un corto espacio de tiempo del AVK (2-3
para pacientes con moderado riesgo trom- días) con el objetivo de alcanzar un INR de
botico que vayan a ser sometidos a cirugía 1,6-1,9. Con ambos protocolos de manejo, la
con elevado riesgo hemorrágico (como la ci- incidencia de complicaciones tromboembóli-
rugía cardiaca o la endarterectomía carotí- cas es muy baja (< 0,1%).
dea). En estos casos, cabría plantear el uso En relación con la cirugía menor derma-
exclusivamente de HBPM o HNF a dosis de tológica, en ausencia de estudios aleatoriza-
tromboprofilaxis postoperatoria; en la mis- dos, los estudios prospectivos de cohortes
ma línea, se propone, en aquellos pacien- han mostrado un incremento de la incidencia
tes en los que la indicación de la anticoagu- de sangrado menor en pacientes en los que
lación prolongada con AVK hubiera sido un no se suspendió el AVK. La mayoría de estos
antecedente de trombosis venosa, la reali- episodios fueron autolimitados, siendo la in-
zación de la terapia puente con dosis bajas cidencia de sangrado mayor inferior al 5%.
de HBPM o HNF. La cirugía de catarata es un proceso en
En pacientes con bajo riesgo trombóti- su mayor parte avascular, con una inciden-
co (inferior al 1%), la terapia puente parece cia de sangrado inferior al 3%. Esta inciden-
innecesaria. Por tanto, se ha propuesto, en cia se sitúa en torno al 10% en los pacientes
base a estudios de coste-efectividad, la no sin suspensión del tratamiento con vitami-
interrupción de los fármacos AVK en procedi- na K, siendo el sangrado autolimitado y sin
mientos de bajo riesgo hemorrágico y trom- comprometer la agudeza visual. Cabe resal-
bótico (como se desarrolla en el siguiente tar que, si bien esta práctica sería segura con
apartado) y la suspensión sin terapia puente anestesia tópica, la realización de una técni-
cuando el riesgo hemorrágico sea elevado. ca anestésica retrobulbar no es adecuada

80
J.V. Llau, R. Ferrandis

porque un sangrado asociado a la misma po- En el caso del AAS, el efecto antiplaqueta-
dría implicar la pérdida de visión. rio se consigue en un plazo de varios minu-
tos tras su administración, de forma que la
práctica habitual es su reintroducción 24 ho-
3. Manejo perioperatorio de ras después de la cirugía.
los pacientes en tratamiento El copidogrel, en cambio, si se adminis-
antiagregante tra a una dosis de mantenimiento (75 mg),
requiere entre 5 y 10 días para alcanzar su
efecto máximo antiplaquetario, por lo que,
3.1. Suspensión del tratamiento si es necesario alcanzarlo de forma inmedia-
antiagregante previo a la cirugía ta (en 12-15 horas), se debe administrar una
dosis de carga (300-600 mg).
Los AAP pueden dividirse en dos grandes
grupos en base a su modo de acción. Por un
lado, aquellos cuya inhibición de la actividad 3.3. Monitorización del
plaquetaria es irreversible (independiente- efecto antiplaquetario de los
mente del mecanismo exacto de inhibición antiagregantes plaquetarios
o de su vida media) –como el AAS, el clopi-
dogrel, la ticlopidina o el prasugrel– requeri- Aunque se han realizado diferentes estudios,
rán entre 7 y 10 días para una recuperación principalmente en el contexto de la cirugía car-
completa del pool plaquetario (10-14% por diaca, los resultados de la monitorización del
día). Por otro lado, para aquellos cuya inhi- efecto antiagregante de los AAP no se han co-
bición es reversible, como el dipiridamol, el rrelacionado con la clínica, por lo que son nece-
cilostazol o los antiinflamotorios no esteroi- sarios nuevos estudios para que la misma pue-
deos (AINE), el tiempo de acción antiagre- da ser incorporada a la práctica clínica diaria.
gante dependerá de su vida media (10 horas
para el dipiridamol y el cilostazol, variable
para cada uno de los diferentes AINE). 3.4. Manejo de pacientes
No se han realizado estudios aleatorizados con procedimiento menor
para determinar el momento óptimo de la sus-
pensión de los AAP, en particular para evaluar Los pocos estudios al respecto en cirugía me-
si la interrupción de los AAP entre 7 y 10 días nor dental, dermatológica o de cataratas re-
antes de la cirugía o durante un menor tiem- fieren una incidencia muy baja de sangrado
po afecta de forma diferente a la incidencia de mayor cuando se continúa con el tratamiento
sangrado o de eventos troboembólicos. AAP. No hay estudios sobre el manejo de clo-
pidogrel en monoterapia en estos pacientes.

3.2. Reintroducción de los


antiagregantes plaquetarios 3.5. Manejo de pacientes
tras la cirugía en cirugía no cardiaca

Para la reintroducción del AAP, es necesario El tratamiento con AAS en el perioperatorio


tener en cuenta el fármaco del que se trate. parece determinar, por un lado, un aumento

81
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

en la incidencia de sangrado, sin que ello se go trombótico, por lo que el manejo es muy
asocie a un incremento de las reintervencio- complicado, y la evaluación final riesgo-bene-
nes por esta razón; por otro lado, parece supo- ficio siempre debe ser individualizada.
ner una reducción de eventos cardiovascula- Las reglas generales de manejo del pacien-
res en pacientes con elevado riesgo. Con ello, te que va a ser intervenido de derivación coro-
los pacientes con enfermedad coronaria o de naria pueden resumirse de la siguiente forma:
moderado-elevado riesgo cardiovascular, pro- • El mantenimiento del AAS hasta la inter-
pio o en relación con la cirugía, podrían benefi- vención quirúrgica supone un incremento
ciarse de la no suspensión del AAS durante el del sangrado perioperatorio, aunque sin au-
perioperatorio. Esta consideración deberá to- mento de la necesidad de reintervención; a
marse con especial precaución en procesos la vez, hay una menor incidencia de eventos
de elevado riesgo hemorrágico (como los pa- cardiovasculares y mortalidad asociados.
cientes que se intervienen de cirugía intracra- • El mantenimiento del clopidrogrel se ha
neal o prostática, donde el incremento de san- relacionado con un aumento significativo
grado puede ser incluso fatal). En cambio, en de sangrado mayor, aunque este riesgo
los pacientes de bajo riesgo cardiovascular, se- se minimiza cuando se suspende al me-
ría razonable plantear la suspensión del AAS. nos con 5 días de antelación.
Respecto al clopidogrel, la IX Conferen- • En caso de cirugía urgente que no permi-
cia del ACCP no realiza ninguna recomenda- ta los 5 días de demora, debe preverse un
ción específica debido a la falta de estudios aumento del sangrado y plantearse medi-
existentes. No obstante, aun sin estudios das para disminuirlo, como el uso de anti-
que evalúen el mantenimiento perioperato- fibrinolíticos.
rio del clopidogrel, sí se ha recogido en es-
tudios retrospectivos un aumento del san-
grado perioperatorio, con un riesgo un 33% 3.7. Manejo de pacientes
mayor que si sólo se administra AAS, lo que con stent coronario
está relacionado con una mayor potencia
antitrombótica de este fármaco. El manejo de los pacientes portadores de
un stent coronario que son programados
para una intervención quirúrgica es una si-
3.6. Manejo de pacientes con tuación habitual que constituye un desafío
cirugía de derivación coronaria para el clínico por el riesgo de trombosis del
stent si se suspende la terapia antiagregan-
Es frecuente que los pacientes que requieren te. Los estudios retrospectivos muestran
cirugía de derivación coronaria estén en tra- una incidencia de trombosis perioperatoria
tamiento con algún AAP. Destaca que el 10- del stent que oscila entre el 2% y el 5%
15% de los pacientes que han presentado un en pacientes intervenidos en los 2 primeros
síndrome coronario agudo deberán ser inter- años tras su colocación, con una mortalidad
venidos de urgencia. En estos casos, lo más asociada del 50% o incluso superior.
frecuente es que se encuentren bajo los efec- Ante la falta de estudios aleatorizados que
tos de una terapia dual (AAS y clopidogrel o evalúen el manejo de pacientes con stent co-
prasugrel). Se trata del paciente paradigma ronario, éste debe basarse en los conocimien-
de elevado riesgo hemorrágico y elevado ries- tos del paciente médico. Cabe destacar que

82
J.V. Llau, R. Ferrandis

el periodo de mayor riesgo trombótico incluye • Reinicio de la terapia anticoagulante:


las 6 primeras semanas tras la colocación de No es posible establecer un momento fijo
un stent metálico o 3-6 meses después de la para la administración de la HBPM en el
de un stent fármacoactivo, siendo en ambos postoperatorio, y dependerá, entre otras
caso el principal predictor de trombosis la sus- cuestiones, de que se haya conseguido
pensión del tratamiento antiagregante dual. una hemostasia adecuada (en función del
Sin embargo, no se conoce con exactitud sangrado intraoperatorio, del débito de los
cuál es el incremento del riesgo de sangra- drenajes y del sangrado de la herida).
do por el mantenimiento de la doble terapia • Dosis administrada: La administración de
antiagregante. Por tanto, aunque la recomen- dosis altas en el postoperatorio debe retra-
dación es retrasar la cirugía hasta que hayan sarse en general hasta pasadas las 48-72
transcurrido estos periodos, si la intervención horas en pacientes de alto riesgo de sangra-
es estrictamente necesaria, la IX Conferencia do pero, si sigue el mismo a partir de las 72
del ACCP recomienda la no suspensión de la horas tras la cirugía, debería evitarse la ad-
terapia antiagregante dual. ministración del “anticoagulante puente” y
Respecto a la posibilidad de una terapia reiniciar únicamente la terapia con el AVK.
puente (con HBPM, HNF, antagonistas de la
glucoproteína  IIb/IIIa), los estudios son es-
casos, por lo que no se puede establecer 4.2. Uso perioperatorio
una evidencia. Los nuevos inhibidores re- de la heparina no fraccionada
versibles del receptor-P2, como el ticagre-
lor, podrían suponer una alternativa, aunque La HNF se puede emplear como anticoa-
no es posible establecer ninguna recomen- gulante en la terapia puente. El objetivo,
dación al respecto actualmente. en este caso, sería alcanzar una ratio de
tiempo de tromboplastina parcial activada
(TTPA) de 1,5 a 2,0, siendo de especial in-
4. Manejo perioperatorio de terés en los pacientes con insuficiencia re-
la terapia puente con heparina nal, en los que el uso de una HBPM estaría
contraindicado.

4.1. Anticoagulantes y dosificación


de los protocolos considerados 4.3. Última dosis de heparina
para la terapia puente de bajo peso molecular en el
preoperatorio
Como se ha comentado en la introducción,
hay diferentes opciones para realizar la tera- Aunque no parece que haya diferencias sig-
pia puente. Para su manejo en el postope- nificativas en el sangrado perioperatorio en-
ratorio, basándose en la dosis administrada tre administrar la última dosis de HBPM
del anticoagulante en el preoperatorio, en 12 horas antes de la cirugía y administrar-
la dosis recomendable en el postoperato- la 24 horas antes, sí existe un nivel de an-
rio y en el momento de administración del ti-Xa mayor en el primer caso, que llega a
fármaco, se establecen fundamentalmente determinar que hasta el 34% de los pacien-
dos recomendaciones: tes llegarían a la cirugía con niveles palsmá-

83
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

ticos equivalentes a anticoagulación (factor disminuir a la mitad la última dosis y admi-


anti-Xa ≥ 0,5 UI/mL). Por ello, se recomien- nistrarla 24 horas antes de la cirugía cuando
da evitar la última dosis cuando se ha elegi- se ha elegido un protocolo de administra-
do un protocolo con HBPM 2 veces al día, o ción de una vez al día.

Recomendaciones*

• En los pacientes en los que sea ne- un bajo riesgo de desarrollo de tromboem-
cesario interrumpir el tratamiento anticoa- bolismo, se sugiere no realizar la terapia
gulante con AVK antes de la cirugía, se puente en lugar de administrarla durante el
recomienda dejar de tomar el AVK aproxi- periodo de interrupción del AVK (grado 2C).
madamente 5 días antes de la misma en • En los pacientes con una válvula car-
lugar de hacerlo durante un tiempo menor diaca mecánica, fibrilación auricular o pato-
(grado 1C). logía tromboembólica venosa asociadas a
• En los pacientes en los que ha sido ne- un moderado riesgo de desarrollo de trom-
cesario interrumpir el tratamiento con AVK boembolismo, la elección de realizar o no
antes de la cirugía, se recomienda reiniciar una terapia puente, de la misma forma que
su administración entre las 12 y las 24 ho- para los pacientes con mayor o menor ries-
ras tras la cirugía (en la noche o a la maña- go trombótico, debe hacerse tras la valora-
na siguiente) y siempre que se haya alcan- ción individual de los factores personales y
zado una hemostasia adecuada en lugar de quirúrgicos en cada caso.
un reinicio más tardío (grado 2C). • En los pacientes que van a ser inter-
• En los pacientes con una válvula car- venidos de una cirugía dental menor, se su-
diaca mecánica, fibrilación auricular o pato- giere continuar con la administración del fár-
logía tromboembólica venosa de alto riesgo maco AVK junto a la administración de un
de desarrollo de tromboembolismo, se su- agente prohemostático por vía oral, o bien
giere la administración de una terapia puen- interrumpir el tratamiento durante 2-3 días
te en lugar de no administrarla durante el antes de la cirugía en lugar de otras estra-
periodo de interrupción del AVK (grado 2C). tegias alternativas. En los paciente que van
Nota en el artículo original: En los pa- a ser intervenidos de cirugía dermatológi-
cientes en los que el riesgo de sangrado su- ca menor y se encuentran en tratamien-
pere el riesgo trombótico se podrá evitar la to con un AVK, se sugiere mantener dicho
administración de heparina. tratamiento y optimizar la hemostasia local
• En los pacientes con una válvula car- durante la cirugía en lugar de otras estrate-
diaca mecánica, fibrilación auricular o pato- gias alternativas (grado 2C). En los pacien-
logía tromboembólica venosa asociadas a tes programados para cirugía de cataratas

* Nota de los autores: Las recomendaciones que se presentan a continuación hacen referencia al manejo de la warfarina, mientras no se cite lo contrario.
Así se hace constar en el artículo original, y se ha respetado esta propuesta a pesar de que en nuestro medio sea probablemente el acenocumarol el AVK
más empleado).

84
J.V. Llau, R. Ferrandis

que se encuentren en tratamiento con un pia dual que sean programados para cirugía,
AVK, se sugiere mantener el mismo en lu- se recomienda demorar la cirugía durante al
gar de otras estrategias alternativas de ma- menos 6 semanas desde la colocación de
nejo (grado 2C). un stent metálico y durante al menos 6 me-
• En los pacientes que se encuentren ses desde la colocación de un stent farma-
en tratamiento con AAS para la prevención coactivo, en lugar de realizar la cirugía du-
secundaria de la enfermedad cardiovascular rante estos periodos de tiempo (grado
y se programen para cirugía menor (dental, 1C). En los pacientes que precisen cirugía
dermatológica o de cataratas), se sugiere en las primeras 6 semanas tras la coloca-
mantener la administración de AAS en lu- ción de un stent metálico o en los primeros
gar de suspender el AAS de 7 a 10 días an- 6 meses tras la colocación de un stent far-
tes de la cirugía (grado 2C). macoactivo, se sugiere mantener la terapia
• En los pacientes con riesgo modera- dual durante el periodo perioperatorio en lu-
do-alto de desarrollo de complicaciones car- gar de suspender dicho tratamiento entre 7
diovasculares que se encuentren en tra- y 10 días antes de la cirugía (grado 2C).
tamiento con AAS y se programen para Nota en el artículo original: En los pa-
cirugía no cardiaca, se sugiere mantener la cientes en los que se considere un poten-
administración de AAS antes de la cirugía cial riesgo hemorrágico muy alto frente al
en lugar de suspender su administración de riesgo trombótico del stent coronario, no se
7 a 10 días antes la misma (grado 2C). En debería mantener la terapia dual en el pe-
los pacientes de bajo riesgo de desarrollo rioperatorio.
de complicaciones cardiovasculares que se • En los pacientes en los que la tera-
encuentran en tratamiento con AAS, se su- pia puente se realice con HNF administrada
giere suspender el AAS entre 7 y 10 días por vía intravenosa, se sugiere detener esta
antes de la cirugía en lugar de mantener su perfusión entre 4 y 6 horas antes de la ciru-
administración en el perioperatorio (grado gía, en lugar de hacerlo en un tiempo más
2C). cercano a la misma (grado 2C).
• En los pacientes en tratamiento con • En los pacientes en los que la terapia
AAS y que se programan para cirugía de de- puente se realice con dosis terapéuticas de
rivación coronaria, se sugiere mantener la HBPM administradas de forma subcutánea,
administración del AAS durante el perio- se sugiere la administración de la última do-
do perioperatorio en lugar de suspender el sis alrededor de 24 horas antes de la ciru-
AAS entre 7 y 10 días antes de la cirugía gía, en lugar de hacerlo 12 horas antes de la
(grado 2C). En los pacientes en tratamien- cirugía (grado 2C).
to con terapia dual que se programen para • En los pacientes en los que la terapia
cirugía de derivación coronaria, se sugiere puente se realice con dosis terapéuticas
mantener el tratamiento con AAS durante de HBPM administradas de forma subcu-
el periodo perioperatorio y suspender el clo- tánea y que sean sometidos a una cirugía
pidogrel/prasugrel 5 días antes de la cirugía, de alto riesgo hemorrágico, se sugiere rei-
en lugar de mantener la terapia dual en el niciar la administración de la HBPM entre
periodo perioperatorio (grado 2C). 48 y 72 horas tras la cirugía, en lugar de pa-
• En los pacientes portadores de un sadas 24 horas después de la misma (gra-
stent coronario y en tratamiento con tera- do 2C).

85
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

Comentario

El manejo perioperatorio de los fármacos an- B) Protocolos de dosificación en la terapia


titrombóticos es un desafío que con mucha puente. Resulta muy interesante revisar la
frecuencia se encuentra el clínico, y donde propuesta de diferentes dosis de HBPM o
es necesario balancear de forma óptima el HNF en los tres protocolos de administra-
riesgo trombótico y hemorrágico periquirúr- ción de las mismas cuando se opta por rea-
gico. En esta revisión de la IX Conferencia lizarla. Debido al corto espacio de tiempo
del ACCP se realiza un repaso exhaustivo de que un paciente se encuentra “no anticoa-
las diferentes circunstancias que nos pode- gulado” cuando se suspende la administra-
mos encontrar en la práctica diaria. Si bien ción crónica de un AVK, y a que la dosifica-
no hay grandes novedades en relación con ción a dosis altas (terapéuticas) de HBPM
la mayoría de las propuestas que se mane- o de HNF se podría relacionar con un incre-
jan habitualmente, sí nos gustaría hacer hin- mento del sangrado perioperatorio, debe
capié en algunos aspectos que nos parecen tenerse muy en cuenta la propuesta de ad-
de especial importancia. ministrar dosis intermedias, sobre todo en
A) Fármacos AVK y terapia puente. La pri- los pacientes que no presentan un elevado
mera decisión que se debe tomar en los riesgo trombótico. Por otra parte, sí debe
pacientes en tratamiento crónico con remarcarse que, en todo caso, la última do-
AVK que van a ser intervenidos quirúrgi- sis de HBPM (si es éste el fármaco que
camente o a los que se va a realizar un se emplea, como sucede en la mayoría de
procedimiento invasivo es si el manejo los pacientes en nuestro medio) se debe-
del fármaco se va a realizar con o sin un rá administrar siempre 24 horas antes de la
protocolo de terapia puente, es decir, si cirugía, evitando la administración la tarde
se va a suspender el fármaco y a susti- anterior, sea cual sea el protocolo elegido.
tuir por otro anticoagulante de vida me- Esta cuestión, además de ser importante
dia menor o si simplemente se va a sus- para minimizar el riesgo de hemorragia pe-
pender el fármaco durante unos días sin rioperatoria, también lo es para poder rea-
sustitución. Esta decisión debe estar ba- lizar técnicas anestésicas neuraxiales para
sada en los riesgos trombótico y hemo- aquellos tipos de procedimientos quirúrgi-
rrágico de cada paciente en la circuns- cos en los que estén indicadas, cumplien-
tancia particular perioperatoria actual, do así con la ventana de seguridad que se
evitando en la medida de lo posible reali- recomienda entre la última administración
zar la terapia puente en todos los pacien- de HBPM y la punción neuraxial(9). Por últi-
tes, tal y como también se ha propuesto mo, también es interesante destacar la re-
en algunos artículos que se han publica- comendación de disminuir a la mitad la úl-
do en los últimos años(7,8). En esta línea tima dosis de HBPM cuando se ha elegido
de propuestas de manejo de los AVK, en un protocolo de terapia puente de adminis-
los pacientes de moderado riesgo hemo- tración diaria, lo cual no tiene influencia en
rrágico y/o trombótico, la terapia puente el riesgo trombótico y sí puede tenerla en
se puede considerar más como una op- el hemorrágico relacionado con la cirugía
ción que como una necesidad. porque, siguiendo esta recomendación,

86
J.V. Llau, R. Ferrandis

los niveles plasmáticos anti-Xa en el mo- D) Tratamiento antiagregante y periodo


mento de la cirugía serían inferiores y fue- perioperatorio. Como se ha publicado
ra del rango de anticoagulación completa. en los últimos años, parece que existe un
C) Estratificación del riesgo hemorrági- consenso en la necesidad de mantener el
co asociado a la terapia antitrombóti- tratamiento AAP en el periodo periopera-
ca. Esta cuestión supone una cierta no- torio tanto en cirugía cardiaca como no
vedad respecto a lo publicado hasta el cardiaca(12-14). Ello conlleva un cierto incre-
momento. Como se ha recogido en el mento del riesgo hemorrágico, pero tam-
texto y también en la Tabla  3, hay de- bién una probable disminución del trom-
terminados procedimientos quirúrgicos bótico. Las recomendaciones del artículo
que presentan un riesgo mayor de san- que estamos comentando así lo asumen,
grado en los pacientes que están reci- aun cuando el grado de recomendación
biendo algún fármaco antitrombótico, siga siendo bajo (2C en la mayoría de los
de forma relativamente independiente casos). La situación más problemática es,
del sangrado inherente a la propia ciru- sin duda, el manejo de la terapia antiagre-
gía y a la terapia antitrombótica per se. gante dual (asociación de AAS más una
Más allá de un listado de procedimien- tienopiridina, habitualmente clopidogrel o
tos, tras la aparición de este artículo, po- prasugrel). En estos casos, es importan-
demos encontrar dos propuestas inte- te tener presente que la indicación princi-
resantes que se aproximan a la idea de pal para prescribir este tratamiento es la
estratificación de riesgo hemorrágico en colocación de un stent coronario (ya sea
los pacientes en tratamiento antitrombó- metálico o farmacoactivo), y que la re-
tico. En la primera de ellas(10), la estratifi- comendación fundamental es no realizar
cación del riesgo hemorrágico periopera- ninguna cirugía no urgente en 6 semanas
torio se basa en cuatro predictores: los o 6 meses, respectivamente (aunque en
antecedentes de sangrado del paciente, algunos consensos en este último caso
ser portador de válvula mitral mecánica, se prolonga la recomendación de retra-
tener una neoplasia activa y un recuen- sar la cirugía demorable hasta los 12 me-
to bajo de plaquetas. Se denomina gené- ses[14]). Igualmente, debe remarcarse la
ricamente BleedMAP. La otra propues- necesidad de mantener, en prácticamen-
ta se denomina puntuación HASBLED, e te todos los casos de cirugía no demora-
incluye como predictores de sangrado la ble, la administración perioperatoria de
hipertensión, la función renal y/o hepáti- AAS (quizás sólo debería dejar de admi-
ca alterada, los antecedentes de ictus o nistrarse durante 2-3 días en los casos de
de sangrado previo, el tener un INR lábil, neurocirugía, cirugía del polo vascular del
la edad mayor de 65 años y la historia de ojo y algunos casos particulares de cirugía
consumo de drogas o el alcoholismo; un prostática), y el manejo exquisito de la re-
resultado igual o superior a 3 en pacien- tirada y la reintroducción de la tienopiridi-
tes crónicamente anticoagulados por fi- na, cuya continuación o no dependerá del
brilación auricular o por otra razón se ca- riesgo hemorrágico perioperatorio que se
talogó como un predictor independiente prevea. Como se remarca en el artículo,
de sangrado en el estudio prospectivo- esta decisión debería ser consensuada de
observacional-multicéntrico original(11). forma multidisciplinar.

87
Manejo perioperatorio del tratamiento anticoagulante […]

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88
Capítulo 7

Tratamiento y prevención de la trombocitopenia


inducida por heparina
José Mateo Arranz
Unitat d’Hemostàsia i Trombosi.
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

Estado actual del tema

La trombocitopenia inducida por heparina bajo peso molecular (HBPM) o fondaparinux,


(HIT) es un reacción adversa farmacológica debido a que la HNF se une más al PF4(11).
inmunológica que se asocia a trombosis ar- Los pacientes intervenidos de cirugía cardia-
terial y venosa(1-5). La exposición a heparina ca u ortopédica que reciben HNF presentan
lleva a la formación de anticuerpos de cla- mayor riesgo de HIT (1-5%) que otras pobla-
se inmunoglobulina (Ig)  G que reconocen ciones (0,1-1%)(10-13). En la Tabla 1 aparece la
los complejos multimoleculares que forman frecuencia de HIT según la población de pa-
el factor plaquetario 4 (PF4) con la heparina cientes y la heparina utilizada.
(en adelante, en el texto, denominados an-
ticuerpos anti-HIT)(6-8). Estos complejos se
unen al receptor Fc-IIa de las plaquetas y 1. Manifestaciones clínicas
ocasionan la activación de las plaquetas y la
liberación de micropartículas procoagulan- La trombocitopenia (cifra de plaquetas
tes(9). El resultado final es una intensa ge- < 150 × 109/L) es el hallazgo más común y
neración de trombina que lleva a la forma- sucede en el 85-90% de los pacientes con
ción de trombosis arterial o venosa, que es HIT(3,5). Si en la definición se incluye la caída
un signo característicos de la HIT. de la cifra de plaquetas de más del 30-50%
Los factores de riesgo incluyen la dura- (sin llegar a menos de 150 × 109/L), los ca-
ción de la exposición a la heparina, el tipo de sos se incrementan al 90-95%(3,5). El inicio
heparina, el tipo de población de los pacien- de la caída del recuento de plaquetas típi-
tes, la gravedad del trauma y el sexo(10). La camente sucede tras 5-10 días de exposi-
HIT es 10 veces más frecuente en los pa- ción a la heparina(14), aunque puede ocurrir
cientes que reciben heparina no fraccionada de manera abrupta en pacientes que pre-
(HNF) que en los que reciben heparinas de senten anticuerpos anti-HIT por exposicio-

89
Tratamiento y prevención de la HIT

Tabla 1. Incidencia de la trombocitopenia inducida por heparina


según la población de pacientes y la heparina utilizada
Población de pacientes (mínimo: 4 días de exposición) Incidencia de HIT (%)
Pacientes postoperados:
HNF (dosis profilácticas) 1-5
HNF (dosis terapéuticas) 1-5
HNF (lavado de catéteres) 0,1-1
HBPM (dosis profilácticas o terapéuticas) 0,1-1
Cirugía cardiaca 1-3
Pacientes médicos:
Con cáncer 1
HNF (dosis profilácticas o terapéuticas) 0,1-1
HBPM (dosis profilácticas o terapéuticas) 0,6
Pacientes críticos 0,4
HNF (lavado de catéteres) < 0,1
Pacientes obstétricas < 0,1

nes previas(14). Existen casos poco frecuen- que el cuadro de HIT se complica con coagu-
tes de inicio más tardío. En el 25% de los lación intravascular diseminada. A pesar de
pacientes con HIT, la trombosis puede pre- la trombocitopenia, las complicaciones he-
ceder a la caída de las plaquetas(5,14). morrágicas suelen ser infrecuentes(2,5).
La complicación más frecuente de la HIT
es el tromboembolismo venoso (TEV) (17-
55% de los pacientes con trombocitopenia) 2. Diagnóstico
(5,14)
. La trombosis arterial puede presentarse
en forma de trombosis arterial en las extre- La HIT es un síndrome clínico-biológico, ya
midades, infarto de miocardio o ictus, pero que su diagnóstico se basa en la combina-
es menos frecuente que la trombosis veno- ción de un cuadro clínico compatible y en
sa (3-10%)(5,14). La mortalidad oscila entre el la presencia de anticuerpos anti-HIT activa-
5% y el 10%. Otras manifestaciones menos dores de las plaquetas(7). Se han desarrolla-
comunes son la gangrena en las extremida- do esquemas de predicción para ayudar al
des, las lesiones cutáneas necróticas en los diagnóstico. Uno de los más utilizados es
puntos de administración de la heparina, la el score de las 4  T (Tabla  2)(15-17). Los pa-
necrosis suprarrenal hemorrágica, o las reac- cientes con una puntuación baja tienen una
ciones sistémicas agudas tras inyección de probabilidad muy baja de HIT (0-3%), aun-
heparina intravenosa en bolus. La gangrena que, por otra parte, muchos de los que tie-
en las extremidades, cuando aparece, suele nen una puntuación alta no presentan HIT
hacerlo en el inicio del tratamiento con anta- (24-61%)(15-17). En un reciente metaanálisis
gonistas de la vitamina K (AVK) en la trombo- sobre el valor de la puntuación de las 4  T,
sis aguda. Se han comunicado casos en los se concluye que los pacientes con puntua-

90
J. Mateo

Tabla 2. Puntuación de las 4 T


2 puntos 1 punto 0 puntos
Trombocitopenia • > 50% de descenso • > 50% de descenso • < 30% de descenso
(comparar el recuento Y nadir ≥ 20 × 109/L PERO cirugía O cualquier descenso
más alto con el más bajo SIN cirugía en los 3 días en los 3 días previos con nadir ≤ 10 × 109/L
para determinar el porcentaje previos • Cualquier disminución
de disminución) y nadir sin corresponder
a 2 puntos o 0 puntos
Timinga • Descenso de plaquetas • Coherente con descenso • Descenso en el 4.º día,
(del descenso de plaquetas en los primeros 5-10 días los días 5.º-10.º, pero no sin exposición
o de la trombosis) • Descenso de plaquetas claro (falta de recuentos) en los 100 días previos
El día 0 es el 1.er día en el 1.er día, con exposición • Descenso en el 1.er día
de exposición a la heparina en los 5-30 días previos Y exposición en los
pasados 31-100 días
• Descenso tras el día 10.º
Trombosis • Nueva trombosis venosa • Trombosis recurrente • Ausencia de síntomas de
(u otras manifestaciones o arterial durante el tratamiento trombosis
clínicas de HIT) • Necrosis en la zona con dosis terapéuticas
de inyección de la heparina • Sospecha de trombosis
• Reacción anafilactoide en espera de
tras el bolo de heparina i.v. confirmación
• Hemorragia adrenal • Lesiones eritematosas
en los puntos de
inyección de la heparina
OTrasb causas • Sin explicación Otra causa posible: Otra causa probable:
de trombocitopenia alternativa evidente • Sepsis sin germen • Postoperatorio (72 h)
conocido • Bacteriemia o fungemia
• Trombocitopenia asociada • Quimio- o radioterapia en
al inicio de la ventilación los últimos 20 días
mecánica • CID de otra causa
• Otras • Púrpura postransfusional
• Trombocitopenia
< 20 × 109/L Y fármaco
frecuentemente implicado
en la trombocitopenia
• Lesiones no necróticas
en los puntos de punción
• Otras causas
CID: coagulación intravascular diseminada
Interpretación de la puntación: 0-3: HIT improbable; 4-5: probabilidad intermedia; 6-8: HIT muy probable
a
 Cronología (timing) de las manifestaciones típicas de la HIT (trombocitopenia, trombosis, lesiones cutáneas…)
b
2 puntos si existen lesiones cutáneas necróticas en los puntos de punción, incluso sin trombocitopenia

ción alta pueden ser tratados con un fárma- tivo de las puntuaciones bajas es de 0,998,
co alternativo en espera de los resultados mientras que los valores predictivos positi-
de pruebas de laboratorio específicas. Los vos de la puntuación intermedia y alta son
que presentan una puntuación baja pueden 0,14 y 0,64, respectivamente, por lo que
seguir con heparina, ya que la probabilidad estos pacientes deben ser evaluados con
de HIT es muy baja. El valor predictivo nega- pruebas de laboratorio específicas(17).

91
Tratamiento y prevención de la HIT

La evaluación clínica es muy importante reexposición a heparina puede desencade-


para evitar el retraso en el diagnóstico has- nar una HIT aguda. Existe un test comercial
ta que el resultado de las pruebas de labora- diseñado para obtener un resultado rápido,
torio esté disponible y porque el hallazgo de basado en una centrifugación de la mues-
anticuerpos anti-HIT es relativamente fre- tra en un gel que utiliza la unión de los anti-
cuente y no es diagnóstico de HIT(6,18). cuerpos a esferas de poliestireno recubier-
tas de PF4/heparina (ID-PaGIA Hep/PF4)(6).
Los test comerciales basados en ELISA o
3. Diagnóstico de laboratorio en partículas recubiertas de PF4/heparina
de trombocitopenia inducida detectan todas las clases de Ig. Son muy
por heparina sensibles y poco específicos, por lo que
pueden ser útiles para descartar el diagnós-
Las pruebas de laboratorio pueden ser de tico de HIT, pero no para corroborarlo. Algu-
dos tipos: ensayos antigénicos que detec- nos estudios han utilizado umbrales de den-
tan la presencia de anticuerpos-HIT y en- sidad óptica superiores a los recomendados
sayos funcionales que detectan signos de por el fabricante, lo que mejora su utilidad
activación plaquetaria por anticuerpos-HIT en el diagnóstico. Parece que un umbral
en presencia de heparina(6,18). Sólo una pe- > 1,0, combinado con una sospecha clínica
queña proporción de pacientes que forman alta, puede ser igual de útil que el test de li-
anticuerpos-HIT (seroconversión) presen- beración de serotonina en el diagnóstico de
tan trombosis. Los análisis antigénicos ba- la HIT(19). En caso de niveles de densidad óp-
sados en ELISA (ensayo por inmunoabsor- tica entre 0,4 y 1,0, con baja o moderada
ción ligado a enzimas) son muy sensibles probabilidad clínica, debería confirmarse el
para detectar seroconversiones, aunque su diagnóstico con un test funcional.
especificidad es baja(6,8,18). En cambio, los
ensayos funcionales, como el test de libe-
ración de serotonina o la activación plaque- 4. Escrutinio
taria inducida por heparina (HIPA), son sen- de la trombocitopenia
sibles y específicos porque detectan los inducida por heparina
anticuerpos que son capaces de activar las
plaquetas(6,18). Estos ensayos se consideran El escrutinio de la HIT está basado en el re-
de referencia en el diagnóstico pero están cuento de la cifra de plaquetas en las situa-
disponibles en muy pocos centros, ya que ciones de más riesgo de HIT, y está justifica-
se necesitan plaquetas reactivas de donan- do por los posibles beneficios del diagnóstico
te, son técnicamente complejos y el test precoz. Existen estudios que muestran el
de liberación de serotonina precisa el uso bajo seguimiento de las recomendaciones de
de isótopos. Los test más utilizados son la monitorización de la cifra de plaquetas, del
de tipo ELISA, pero también detectan an- escrutinio de anticuerpos anti-HIT y del cam-
ticuerpos no patogénicos, aunque los que bio por anticoagulantes alternativos(20,21). Esto
sólo detectan la subclase IgG muestran ma- podría deberse a la carga que suponen los re-
yor especifidad(6,8). Tras suspender la hepari- cuentos de plaquetas, la disponibilidad limita-
na, los anticuerpos pueden persistir duran- da de los test de laboratorios o el descono-
te varias semanas, periodo este en el que la cimiento de las guías. De todos modos, no

92
J. Mateo

existe un consenso claro sobre si es coste- mediata de todas las formas de heparina, in-
efectivo realizar un escrutinio de HIT en las si- cluida la utilizada para mantener catéteres y
tuaciones de riesgo. Los niveles de evidencia también los catéteres heparinizados.
son, en general, pobres, por lo que es posi- El fundamento del tratamiento de la HIT
ble no considerar una monitorización dirigida. se basa en la reducción de la generación de
Además, en alguna de las situaciones ya se trombina mediante inhibidores directos de
solicitan recuentos de plaquetas incluidos en la trombina (IDT) (por ejemplo, argatrobán,
el hemograma en pacientes postoperados, lepirudina, bivalirudina) o del factor Xa (da-
por ejemplo. Las guías recomiendan realizar naparoide, fondaparinux)(22).
un escrutinio en los casos en los que el riesgo No existen aún datos sobre el uso de los
de HIT sea superior al 1% (Tabla 1)(1,10). nuevos anticoagulantes orales (rivaroxabán,
En los pacientes ya expuestos a hepari- apixabán o dabigatrán) en esta situación. El
na o HBPM, la cronología del inicio de la HIT rivaroxabán ha demostrado su eficacia en el
difiere si el paciente presenta anticuerpos- tratamiento desde el inicio en el TEV agudo,
anti-HIT circulantes (por exposición los ante- por lo que podría representar una alternati-
riores 30-100 días). En este caso, la reexpo- va en el tratamiento de la trombosis asocia-
sición puede causar una disminución rápida da a la HIT(23,24).
de plaquetas en las primeras 24 horas. En El tratamiento debe administrarse en
la práctica puede ser complicado obtener caso de HIT tanto si cursa como si no con
muestras para realizar un recuento de pla- trombosis asociada, ya que, en el caso de no
quetas 24 horas después de la exposición, haberse presentado la trombosis aún, el ries-
en especial si se realiza tratamiento ambu- go de que suceda permanece elevado (25-
latorio con HBPM. En estos pacientes pue- 50%, con un 5% de eventos fatales) aunque
de ser útil disponer de una determinación se retire la heparina y se inicien AVK(25).
basal de plaquetas y otra a las 24 horas de La evidencia de la eficacia de estos fár-
la nueva administración. macos no está basada en ensayos clínicos
Aunque es muy raro, las reacciones in- prospectivos aleatorizados, ya que la HIT es
flamatorias agudas (fiebre, escalofríos, hiper- infrecuente y los pacientes afectados son he-
tensión, taquicardia, disnea, dolor torácico o terogéneos. Existen estudios prospectivos
parada cardiorrespiratoria) dentro de los 30 con controles históricos con IDT (lepirudina
minutos de la administración de un bolo de y argatrobán)(24). Cuando se utiliza lepirudina,
heparina intravenosa son muy sugestivas de es frecuente que aparezcan anticuerpos an-
HIT aguda(1,10). Si esto ocurre, puede ser útil tilepirudina(26). Debido a algún caso de ana-
la determinación de la cifra de plaquetas. filaxis en pacientes reexpuestos, existe la
recomendación de considerar la administra-
ción de fármacos no hirudínicos en pacien-
5. Tratamiento tes previamente expuestos a la lepirudina(1).
de la trombocitopenia Los primeros estudios prospectivos con
inducida por heparina IDT (lepirudina y argatrobán)(22) y controles
complicada con trombosis históricos demostraron una reducción del
riesgo relativo del 72% y 55%, respectiva-
El primer paso en el tratamiento de la HIT mente. La tasa de trombosis con la lepirudi-
complicada con trombosis es la retirada in- na fue del 5,2%. En cuanto a la tasa de am-

93
Tratamiento y prevención de la HIT

putaciones, la proporción es menor en los apoyan la eficacia y seguridad del fondapari-


pacientes tratados con lepirudina (5,6%) que nux en la HIT todavía son escasos. La mayor
en los tratados con argatrobán (13,7%). En evidencia procede de una cohorte prospec-
comparación con controles históricos, la le- tiva con controles históricos y de un estu-
pirudina disminuye el riesgo relativo de am- dio retrospectivo(29,30), con buena respues-
putación un 38-51%. De manera algo sor- ta y escasas complicaciones hemorrágicas.
prendente, con el argatrobán no se observó Existen comunicaciones aisladas de posibles
inicialmente beneficio en cuanto a la tasa de casos de HIT relacionadas con el fondapari-
amputaciones, en parte probablemente por- nux, aunque son dudosos(31,32). No obstante,
que la duración del tratamiento en los en- es un fármaco con buen perfil de eficacia y
sayos con argatrobán era más corta que en seguridad en la prevención de la trombosis y
los ensayos con lepirudina (5-7 frente a 12- el tratamiento del TEV, por lo que puede ser
14 días). Además, el argatrobán altera más el una buena alternativa(29,30,33-35).
índice normalizado internacional (INR), y es En los pacientes con HIT aislada, sin
posible que el solapamiento fuera más cor- trombosis, la supresión simple de la hepa-
to. Posteriormente, se han realizado análisis rina no previene la trombosis, ya que en di-
más pormenorizados de los casos incluidos versos estudios observacionales se sugiere
en los estudios, y se observó que los pacien- que existe un riesgo sustancial de trombo-
tes que se incluyeron para tratar con argatro- sis sintomática en pacientes con HIT aisla-
bán ya mostraban lesiones isquémicas irre- da (23-52%), con una mortalidad de alrede-
versibles antes de iniciar el tratamiento(1,22,27). dor del 4,5%(1). Además, hay evidencias de
La hemorragia es más frecuentes con la le- que las dosis profilácticas pueden ser insu-
pirudina y el argatrobán. La mortalidad por ficientes debido a la intensa generación de
trombosis fue inferior con el argatrobán (RR: trombina. En los pacientes con HIT aislada,
0,12). Existen series de casos tratados con se recomienda continuar la anticoagulación
bivalirudina con resultados prometedores en alternativa a dosis terapéuticas hasta que
la HIT(22), pero no hay datos suficientes para el recuento de plaquetas se recupere y se
hacer una recomendación firme. Se ha estu- mantenga estable.
diado el danaparoide comparado con el dex- En resumen, en ausencia de ensayos
trano en un ensayo abierto aleatorizado en clínicos prospectivos que comparen distin-
el que se demostró una eficacia superior del tos fármacos, la selección de un anticoa-
primero(22,28). En un estudio que comparaba gulante particular debe basarse en factores
la lepirudina con el danaparoide, se observó específicos de los pacientes, en la disponi-
una eficacia similar (tasa de trombosis: 7,9% bilidad en el país concreto, las experiencias
frente al 9,4%), con menos hemorragias ma- previas y la confianza en el uso. Ninguno de
yores con el danaparoide (2,5% frente al los fármacos utilizados en el tratamiento de
10,4%)(22). Su vida media larga hace que haya la HIT tiene antídoto, por lo que es impor-
que usarlo con precaución en los pacientes tante escoger el fármaco apropiado de ma-
con riesgo hemorrágico elevado. No atravie- nera cuidadosa en función del estado del
sa la placenta, por lo que es de elección en paciente, de la presencia o no de afecta-
las embarazadas con HIT(28). ción renal y de su riesgo hemorrágico parti-
El fondaparinux podría ser un buen candi- cular. En caso de un cuadro poco probable o
dato en pacientes con HIT, pero los datos que en una situación clínica en la que la HIT sea

94
J. Mateo

poco probable, quizás fuera adecuado conti- teína C puede empeorar el cuadro trombóti-
nuar con HBPM, fondaparinux o danaparoi- co. Si los AVK ya se han iniciado cuando se
de. Con el danaparoide hay más experiencia diagnostica la HIT, es aconsejable revertir su
en Europa que con el argatrobán o la lepi- efecto con vitamina K para mejorar los nive-
rudina. La bivalirudina se ha estudiado más les de proteína C, ya que los niveles bajos
en intervenciones coronarias percutáneas. pueden desencadenar necrosis cutánea,
En cuanto a estos fármacos, fuera del con- gangrena o retrombosis, y también porque
texto de la HIT, el fondaparinux y, en menor la prolongación del tiempo de tromboplasti-
grado, la bivalirudina son los que tienen más na parcial activada causada por los AVK pue-
experiencia de uso. Si existe afectación re- de hacer que los IDT se administren con
nal, es preferible usar argatrobán, ya que no dosis inferiores a las adecuadas. Es reco-
se elimina por vía renal y su vida media es mendable no iniciar los AVK hasta que la ci-
más corta. Si hay fallo hepático, la vida me- fra de plaquetas se haya recuperado por en-
dia del argatrobán se prolonga. Algunos de cima de 150 × 109/L. También conviene que
estos fármacos, especialmente el argatro- las dosis de AVK sean bajas en el momen-
bán, prolongan el INR, hecho este que debe to inicial. El solapamiento de los AVK con el
tenerse en cuenta en el solapamiento con anticoagulante utilizado debe ser de, al me-
AVK(1). Una particularidad de la lepirudina es nos, 5 días y se suspenderá cuando el INR
que las dosis que hoy en día se consideran esté en rango y sea estable. Conviene re-
más seguras desde el punto de vista hemo- petir el INR después de suspender el anti-
rrágico, manteniendo la eficacia, son inferio- coagulante parenteral para comprobar que
res a las recomendadas por el fabricante(1). es el adecuado y que no existe interferencia
Los AVK solos no deben utilizarse en con el anticoagulante utilizado previamente.
el tratamiento de la TVP asociada a HIT en Las HBPM causan HIT más raramen-
fase aguda porque contribuyen a la gangre- te que la HNF(1-3,12) y muestran una reac-
na venosa(1). Los pacientes con HIT, aunque ción cruzada en ensayos de activación que
presenten INR alargados (por disminución utilizan plaquetas lavadas(2,6). Los pacien-
de factor VII) tienen niveles muy reducidos tes con HIT tratados con HPBM recuperan
de proteína C y una marcada generación de peor las plaquetas y sufren más retrombo-
trombina. La transición entre los IDT y los sis (47,2%)(1), por lo que no se deben utilizar.
AVK es un periodo delicado, ya que exis- La hemorragia espontánea es poco fre-
ten casos de gangrena venosa en pacien- cuente en la HIT, a pesar de que en ocasio-
tes en los que se cesó el IDT mientras es- nes la cifra de plaquetas es muy baja. En
taban trombocitopénicos(25). Hay que tener caso de procedimientos invasivos, puede
también en cuenta que el argatrobán cau- plantearse la necesidad de transfundir pre-
sa un aumento del INR, mientras que la le- viamente plaquetas. Aunque existe la idea
pirudina y la bivalirudina no lo hacen de ma- de que las transfusiones de plaquetas pue-
nera relevante. Se recomienda retrasar el den exacerbar la HIT, no existen datos que
tratamiento con AVK hasta que se hayan apoyen que las transfusiones de plaquetas
recuperado las plaquetas. El solapamiento puedan desencadenar una trombosis. No
debe realizarse al menos durante 5 días, y obstante, la evidencia de su seguridad es
no debe empezarse con dosis de carga de escasa(1,36). Pueden transfundirse plaquetas
AVK, ya que el brusco descenso de la pro- en caso de que se precise un procedimien-

95
Tratamiento y prevención de la HIT

to invasivo con alto riesgo de sangrado o si existe insuficiencia renal, los recomendables
existe hemorragia grave. son la bivalirudina y el argatrobán.
En cuanto a la duración del tratamiento an-
ticoagulante en pacientes con o sin trombo-
sis, no existen estudios que evalúen la dura- 7. Poblaciones especiales
ción en esta situación. Dado que la HIT puede
considerarse como un factor desencadenante La aparición de HIT es especialmente frecuen-
reversible de TEV, la recomendación de 3 me- te en el contexto cardiaco, debido a que exis-
ses de duración está de acuerdo con la reco- te exposición a la heparina y un intenso es-
mendación de la duración del tratamiento del tado proinflamatorio coadyuvante. Dado que
TEV en el caso de otros factores desencade- esta monografía está dedicada a las recomen-
nantes reversibles(37). En caso de HIT sin trom- daciones en el ámbito del TEV, no se van a tra-
bosis, dado que el riesgo de trombosis es ele- tar las cuestiones referentes a este ámbito.
vado durante 2-4 semanas, se recomienda En pacientes embarazadas, la incidencia
prolongar la anticoagulación durante 4 sema- de HIT es extraordinariamente rara. No obs-
nas con un anticoagulante no cumarínico. tante, si sucede, la heparina debe suspen-
derse de inmediato y administrar un anticoa-
gulante alternativo. El danaparoide es el que
6. Manejo de la trombocitopenia presenta mayor evidencia durante la gesta-
inducida por heparina aislada ción. Existen series de casos retrospectivas
(sin trombosis) en las que 30 mujeres con HIT (28 de ellas
con trombosis) fueron tratadas con danapa-
En caso de detectar una HIT sin problemas roide. El danaparoide no atraviesa la placenta,
trombóticos, debe retirarse también la he- por lo que es seguro durante el embarazo(1,28).
parina e iniciar un anticoagulante no heparí- Existe algún caso reportado tratado con lepi-
nico, ya que la supresión simple comporta rudina, fondaparinux o argatrobán. Aunque la
un riesgo de trombosis en los pacientes con lepirudina puede administrarse por vía subcu-
HIT 5 veces superior si no reciben anticoa- tánea (s.c.), existe el riesgo de que puedan
gulantes. En cuanto al anticoagulante a ele- aparecer anticuerpos contra la lepirudina. El
gir, se han utilizado varios (lepirudina, desiru- fondaparinux se ha administrado a embaraza-
dina, argatrobán, bivalirudina, danaparoide y das de manera segura. El argatrobán no se
fondaparinux), pero no existen ensayos que puede administrar por vía s.c. Aunque la evi-
los comparen. En el caso del argatrobán y la dencia en esta situación es muy pobre, pare-
lepirudina, la evidencia se obtiene de análisis ce que el danaparoide es el que ofrece mayor
de varios estudios comparados con contro- perfil de eficacia y seguridad(1,28).
les históricos, aunque no se comparó la efi-
cacia y seguridad en el caso de la HIT aisla-
da. En cuanto al danaparoide, su evidencia 8. Pacientes con historia
procede de un estudio de cohorte prospecti- reciente de trombocitopenia
vo y de pequeñas series de casos. Hay poca inducida por heparina
evidencia comunicada acerca de la desirudi-
na, la bivalirudina o el fondaparinux. Hay que El riesgo de administrar heparina en pacien-
tener presente la función renal, dado que, si tes con HIT aguda o subaguda es muy alto.

96
J. Mateo

Si los pacientes precisan procedimientos práctica segura, ya que el 25% de los pa-
en los que la heparina es preferible a otros cientes con HIT presentan la trombosis an-
anticoagulantes alternativos (diálisis o ciru- tes de la caída de las plaquetas(1,2,5).
gía cardiaca), hay que demorar los procedi- En la profilaxis, la eficacia y seguridad de
mientos, si es posible, hasta que los anti- otros anticoagulantes como el fondaparinux,
cuerpos desaparezcan. el rivaroxabán, el dabigatrán, el apixabán, el da-
Los anticuerpos de la HIT son transito- naparoide y la warfarina hacen que no sea pre-
rios y desaparecen con una media de 50-80 cisa la reexposición a las heparinas. En cam-
días(14). No existe evidencia de que la reexpo- bio, en el tratamiento del tromboembolismo
sición en pacientes con antecedentes de HIT agudo, las opciones son más limitadas. En un
produzca una respuesta inmune anamnési- reciente análisis de dos ensayos clínicos que
ca. El inicio rápido de la HIT se produce en comparaban fondaparinux con HBPM en pa-
pacientes que aún presentan anticuerpos. cientes con trombosis venosa, se observó
No existen ensayos clínicos que evalúen la que el fondaparinux fue seguro en los pacien-
seguridad de la reexposición. Aunque exis- tes con anticuerpos anti-HIT previamente po-
ten datos de registros en los que se han re- sitivos. No se observó ningún caso de trom-
cogido reexposiciones en escasos pacientes bosis en los 10 pacientes con antecedentes,
sin que presentaran anticuerpos anti-HIT, el mientras que los 4 que se trataron con HBPM
91% de los pacientes reexpuestos presenta- presentaron recurrencia de la HIT(38). Esto su-
ban trombocitopenia a las 2 semanas. giere que el fondaparinux puede ser seguro
Debido a esto, en procedimientos como en los pacientes con historia previa de HIT. No
la cirugía cardiaca, se recomienda la utiliza- existe aún evidencia del tratamiento del TEV
ción de heparina durante un corto periodo con nuevos anticoagulantes en pacientes con
de tiempo. HIT. El rivaroxabán ha mostrado eficacia y se-
En los pacientes que precisan trata- guridad como tratamiento anticoagulante úni-
miento profiláctico de TEV o tratamiento de co en pacientes con TEV agudo, por lo que
una trombosis aguda, la duración del trata- puede ser una alternativa válida en el trata-
miento habitual con heparina es superior a miento de la trombosis en pacientes con an-
4 días. La evidencia es escasa en los casos tecedentes de HIT, dado que estudios in vitro
de reexposiciones a la heparina prolonga- demuestran que ni el rivaroxabán ni el dabiga-
das. El control de la cifra de plaquetas en trán muestran interacción con los anticuerpos
las reexposiciones a la heparina no es una anti-HIT ni con el PF4(23,24,39).

Recomendaciones*

A continuación se exponen las recomendacio- cer mención a las recomendaciones que tie-
nes de la 9.ª edición de la guía del American nen que ver con aspectos relacionados con la
College of Chest Physicians (ACCP) relaciona- cirugía cardiaca, la realización de procedimien-
das con la HIT en el ámbito del TEV, sin ha- tos endovasculares percutáneos o la diálisis(1).

97
Tratamiento y prevención de la HIT

1. Monitorización del recuento el uso de argatrobán, lepirudina o danapa-


de plaquetas combinado roide, en lugar de anticoagulantes no he-
con la puntuación de las 4 T parínicos (grado 2C).
en pacientes tratados con Observaciones: Otros factores no incluidos
heparina o heparina de bajo en la evaluación –como la disponibilidad del
peso molecular fármaco, el coste o la posibilidad de monito-
rización del efecto anticoagulante– pueden
1. En los pacientes tratados con heparina influir en la elección del fármaco.
en los que los clínicos consideran que el 2. En los pacientes con HIT y trombosis
riesgo de HIT es >  1%, se sugiere rea- que presenten insuficiencia renal, se su-
lizar un recuento de plaquetas cada 2-3 giere el uso de argatrobán en lugar de
días desde el día 4 al 14 (o hasta que se otros anticoagulantes no heparínicos
retire la heparina, lo que ocurra antes) (grado 2C).
(grado 2C).
2. En los pacientes tratados con heparina
en los que los clínicos consideran que el 4. Transfusión de plaquetas
riesgo de HIT es < 1% (Tabla 1), se su-
giere no monitorizar el recuento de pla- 1. En los pacientes con HIT y trombocito-
quetas (grado 2C). penia severa se sugiere transfundir pla-
quetas sólo en caso de hemorragia o du-
rante la realización de un procedimiento
2. Supresión de heparina invasivo con alto riesgo de sangrado
o inicio de antagonistas (grado 2C).
de la vitamina K frente
al tratamiento con
anticoagulantes no heparínicos 5. Inicio de los antagonistas
de la vitamina K antes de la
1. En los pacientes con HIT y trombosis, se recuperación de plaquetas
recomienda el uso de anticoagulantes
no heparínicos –en particular, lepirudina, 1. En pacientes con fuerte sospecha de HIT
argatrobán o danaparoide–, en lugar de o HIT confirmada, se recomienda no ini-
continuar con HBPM, heparina o iniciar/ ciar los AVK hasta que las plaquetas se
continuar un AVK (grado 1C). hayan recuperado (al menos a 150 ×
109/L), en lugar de iniciar los AVK con ci-
fras inferiores de plaquetas. Los AVK de-
3. Elección de los ben iniciarse con dosis bajas (máximo: 5
anticoagulantes no mg de warfarina) (grado 1C).
heparínicos en pacientes 2. Además, se sugiere que, si los AVK se
con trombocitopenia inducida han iniciado ya cuando un paciente ha
por heparina y trombosis sido diagnosticado de HIT, debe adminis-
trarse vitamina K (grado 2C).
1. En los pacientes con HIT y trombosis que Observaciones: Se prioriza la prevención
tienen la función renal normal, se sugiere de la gangrena venosa en una extremidad

98
J. Mateo

sobre el coste de los días adicionales del giere el uso de argatrobán, lepirudina o
anticoagulante no heparínico parenteral. danaparoide, en lugar de otros anticoagu-
lantes no heparínicos (grado 2C).
Observaciones: Existen otros factores
6. Supresión del inhibidor de –como la disponibilidad del fármaco, el coste
la trombina tras un mínimo y la posibilidad de monitorización fácil– que
de 5 días de solapamiento pueden condicionar la elección del fármaco.
con los antagonistas de la Las consideraciones sobre la posología son
vitamina K las mismas que en la HIT con trombosis. En
cuanto a la insuficiencia renal, véase el pun-
1. En pacientes con HIT confirmada, se reco- to 2 del apartado 3, “Elección de los anti-
mienda un solapamiento de los AVK con coagulantes no heparínicos...“.
el anticoagulante no heparínico durante un
mínimo de 5 días hasta que el INR esté en
el intervalo diana y que se vuelva a deter- 9. Pacientes embarazadas
minar el INR después de que el efecto del
anticoagulante no heparínico sobre el INR 1. En las embarazadas con HIT aguda o
haya desaparecido (grado 1C). subaguda, se sugiere danaparoide, en lu-
gar de otros anticoagulantes no heparíni-
cos (grado 2C). Se sugiere el uso de le-
7. Retirada de la heparina o pirudina o fondaparinux si no se dispone
inicio de los antagonistas de danaparoide (grado 2C).
de la vitamina K frente Observaciones: Otros factores –como la
al tratamiento con disponibilidad del fármaco, el coste o la po-
anticoagulantes no sibilidad de monitorización o el efecto anti-
heparínicos en pacientes con coagulante del fármaco– pueden influir en
trombocitopenia inducida por la elección.
heparina sin trombosis

1. En los pacientes con HIT sin trombosis, 10. Pacientes con


se recomienda el uso de lepirudina, arga- antecedentes de
trobán o danaparoide, en lugar de hepari- trombocitopenia inducida
na, HBPM o AVK (grado 1C). por heparina que requieren
profilaxis o tratamiento de la
trombosis
8. Elección de los
anticoagulantes no 1. En los pacientes con historia previa de
heparínicos en pacientes con HIT que presenten trombosis aguda (no
trombocitopenia inducida por relacionada con la HIT) y función renal
heparina aislada normal, se sugiere el uso de fondapari-
nux a dosis plenas hasta que se produz-
1. En los pacientes con HIT aislada sin trom- ca la transición completa a los AVK (gra-
bosis, con función renal normal, se su- do 2C).

99
Tratamiento y prevención de la HIT

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

En la última edición de la guía del ACCP se y para el resto, de 2C. En la actual guía, la re-
han producido grandes cambios respecto a comendación es firme (1C) en la necesidad de
las guías previas, en general y en particular retirar la heparina y de no usar AVK. En cuanto
en la evaluación del manejo de la HIT(1). Esto a los anticoagulantes alternativos, la eviden-
se debe a la adopción y al seguimiento estric- cia de todos ellos es débil, dado que los es-
to de la metodología GRADE (Grades of Re- tudios disponibles no poseen la suficiente ca-
commendation, Assessment, Development lidad. Así, todos tienen una recomendación
and Evaluation Working Group) en la valora- 2C. También en la 8.ª edición aparecían en las
ción de la evidencia científica disponible y en recomendaciones cuestiones posológicas o
la elaboración de la guía. Respecto a la edi- sobre la monitorización que no se muestran
ción anterior, todas las recomendaciones han en las actuales recomendaciones. Si se pre-
sido modificadas y los grados de evidencia se senta insuficiencia renal, la 9.ª edición da pre-
han reducido en la mayoría de los casos(40). ferencia al argatrobán sobre los restantes an-
No obstante, no han aparecido en los últimos ticoagulantes alternativos.
años estudios muy relevantes en este cam- En relación con la transfusión de plaque-
po, ya que la entidad es muy poco frecuente. tas, en las guías previas no se recomenda-
Así, sobre la detección del descenso de ba la transfusión de plaquetas de manera
plaquetas o de la seroconversión subclínica profiláctica en ausencia de sangrado. En la
existían 10 recomendaciones que pormeno- guía actual se sugiere la transfusión en caso
rizaban las diferentes situaciones teniendo de hemorragia grave o procedimiento inva-
en cuenta el subgrupo de pacientes, el anti- sivo de alto riesgo de sangrado. Aunque la
coagulante utilizado y la aparición de signos redacción es diferente, el resultado de la re-
o síntomas sugestivos. Muchas de las reco- comendación en este caso es similar, aun-
mendaciones tenían un grado 1C. En cam- que la evidencia sigue siendo pobre (2C).
bio, en lo relativo a la detección y al reco- En la nueva guía, las recomendaciones so-
nocimiento de la HIT, en la nueva guía, la bre el manejo de los AVK son más claras. La
evidencia se clasifica como 2C, y sólo se su- recomendación de no iniciar los AVK hasta que
giere la monitorización en caso de que el la cifra de plaquetas alcance 150 × 109/L man-
clínico considere que el riesgo de HIT es tiene una evidencia alta. La recomendación
superior al 1%, y se sugiere no hacerlo en del solapamiento de al menos 5 días con el an-
caso de que el riesgo sea inferior. ticoagulante no heparínico y del inicio con do-
En cuanto al tratamiento anticoagulante, sis bajas de AVK también se mantiene como
en la 8.ª edición de la guía se consideraban si- una recomendación de grado 1C. En caso de
milares la HIT con o sin trombosis. En la 9.ª que la HIT se diagnostique cuando el pacien-
edición estas entidades se separan. Asimis- te ya está con AVK, se recomienda en ambas
mo, en las recomendaciones se pormenoriza- ediciones la administración de vitamina K y el
ban los grados de evidencia en cada anticoa- inicio de un anticoagulante no heparínico, pero
gulante alternativo (por ejemplo, la evidencia en la 9.ª edición la evidencia se juzga con me-
en caso del danaparoide se calificaba como nor calidad (recomendación de grado 2C). En
de 1B, para la lepirudina y el argatrobán de 1C, las guías previas se recomendaba con un gra-

100
J. Mateo

do 1C la realización de una ultrasonografía de Otra cuestión muy práctica que se con-
las extremidades inferiores aunque no existie- templa como novedad es la situación de
ra clínica de trombosis. Esta recomendación los pacientes que han presentado una HIT
no aparece en las actuales guías. y que requieren profilaxis o tratamiento de
La edición más reciente contempla por las trombosis. El caso de la profilaxis no se
separado la situación de HIT sin trombosis, redacta como recomendación, aunque en
aunque las recomendaciones son muy simi- el texto se sugiere el uso de los anticoagu-
lares a las que aparecen en el caso de la HIT lantes que tienen eficacia y seguridad de-
con trombosis. mostradas en la profilaxis tromboembólica
En las guías anteriores no se contempla- (el fondaparinux y los inhibidores orales di-
ba dentro de las recomendaciones el caso rectos). En el supuesto de tratamiento de
de las mujeres embarazadas. En la 9.ª edi- una nueva trombosis, se recomienda con
ción, sí aparece este supuesto, aunque con un grado de evidencia bajo (2C) el uso del
niveles de evidencia bajos. fondaparinux.

Comentario

La HIT es un grave efecto adverso farmaco- nar la alerta y hacerle sospechar al clínico res-
lógico en el que la heparina –que se adminis- ponsable la presencia de HIT. Sin embargo,
tra para prevenir o tratar la trombosis– puede no existe un detallado conocimiento de esta
desencadenar un proceso trombótico que entidad, debido en parte a la heterogeneidad
puede ser grave o puede incrementar la gra- de los pacientes y médicos involucrados. Por
vedad del proceso que se intenta tratar. ello, es fundamental que se conozca la enti-
El uso de heparina está muy extendido dad y que se sospeche. Desde la 7.ª edición
en el medio hospitalario, dado que es el fár- de las guías del ACCP, la HIT, un efecto ad-
maco más utilizado en la profilaxis, el tra- verso, merece un capítulo específico. En las
tamiento de la trombosis venosa, algunos anteriores ediciones se le dio mucha impor-
tipos de trombosis arterial, en circuitos ex- tancia a la detección del descenso de las pla-
tracorpóreos en mantenimiento de catéte- quetas como un signo de alerta, y se insistía
res y en laboratorios de intervencionismo en numerosas situaciones en las que se reco-
endovascular. Asimismo, la trombocitope- mendaba la monitorización reglada. En la pre-
nia es muy frecuente en el medio hospita- sente edición, debido en parte a una rigurosa
lario por múltiples causas (infecciones se- evaluación de la evidencia disponible, se in-
cundarias a un gran número de fármacos, siste menos en la monitorización, aunque es
enfermedades hematológicas, etc.). preciso identificar en qué tipo de pacientes la
La presencia de una trombocitopenia o de monitorización es más rentable. Así, en las si-
un descenso de las plaquetas durante un tra- tuaciones en las que la frecuencia de la HIT
tamiento con heparina debería desencade- es superior al 1%, se sugiere realizar un re-

101
Tratamiento y prevención de la HIT

cuento de plaquetas. La utilización en nuestro filaxis, y el rivaroxabán, que ha mostrado unos


medio de HBPM, que presentan un menor resultados comparables a los de la enoxapa-
riesgo asociado, unida al uso cada vez más rina seguida de la warfarina en el tratamiento
frecuente de los nuevos anticoagulantes ora- del TEV y está indicado y comercializado, en
les inhibidores directos, va a hacer disminuir teoría sería una buena alternativa en el caso
la incidencia de la HIT, con lo que habrá que de la HIT con o sin trombosis. El dabigatrán
estar más atento a su detección. La utilización o el apixabán se podrían utilizar en profilaxis,
de escalas de puntuación, como la de las 4 T, dado que el tratamiento con dabigatrán pre-
ha demostrado un gran valor en la exclusión cisa heparinas al inicio y los resultados en el
de la entidad, aunque, si la puntuación es alta, tratamiento de apixabán no han sido buenos.
se necesitan determinaciones de laboratorio De los anticoagulantes con los que hay
rápidas y lo más específicas posible para es- más experiencia en la HIT, el danaparoide
tablecer el diagnóstico. Las pruebas de labo- está disponible en algún país europeo pero
ratorio a disposición de un laboratorio clínico no en España. Es el anticoagulante más re-
pueden ofrecer rapidez pero no especificidad, comendable en caso de embarazo. La lepi-
por lo que sería deseable una prueba lo más rudina no se comercializa desde hace pocos
específica posible y fácil de implementar en meses. Sí se dispone de argatrobán, desiru-
un laboratorio asistencial. dina y bivalirudina. Los pacientes con HIT sin
El tratamiento anticoagulante alternativo a trombosis deben recibir también anticoagu-
la heparina en la fase aguda de una trombo- lación con anticoagulantes no heparínicos.
sis es fundamental en la HIT. Los anticoagu- El inicio de los AVK debe realizarse cuando
lantes no heparínicos utilizados clásicamente las plaquetas sean superiores a 150 × 109/L.
en esta entidad han sido la lepirudina, el arga- Esto indicaría de manera indirecta una dismi-
trobán, el danaparoide y, en menor grado, la bi- nución de la generación de trombina parale-
valirudina. En los últimos años, el espectro de lamente al control del cuadro inmunológico.
anticoagulantes no heparínicos se ha amplia- El solapamiento con un anticoagulante no
do con los anticoagulantes orales IDT, el factor heparínico no debe ser inferior a 5 días, y es
Xa y el fondaparinux. Dado que existen muy recomendable que el inicio sea con dosis ba-
pocos estudios de calidad en pacientes con jas de AVK para evitar una caída abrupta de la
HIT y que, además, dichos estudios son anti- proteína C. Con el amplio uso de las HBPM
guos, las guías que evalúan la evidencia dispo- en la profilaxis, la HIT es menos frecuente
nible recomiendan los fármacos más clásicos. en nuestro medio que en otros países don-
A esto hay que sumar que, si se generaliza el de se utiliza la HNF. La HIT es más frecuente
uso de fármacos no heparínicos, es probable tras cirugía cardiaca con circulación extracor-
que la prevalencia de la HIT desaparezca y sea pórea en pacientes que reciben HNF.
extraordinariamente difícil disponer en el futu- En esta guía no se hace referencia en las
ro de evidencia de calidad con los nuevos an- recomendaciones a los nuevos anticoagulan-
ticoagulantes. En esta situación son los casos tes orales en el tratamiento por falta de ca-
reportados y las series de casos lo que previsi- sos reportados, pero es muy probable que
blemente ayudará en el futuro a obtener algu- desempeñen una función importante en la
na recomendación. Por ejemplo, se está utili- disminución de la incidencia, en el tratamien-
zando el fondaparinux en muchas situaciones to y en la profilaxis del TEV en los pacientes
con HIT, ya sea como tratamiento o como pro- con HIT(24,25,40).

102
J. Mateo

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104
Capítulo 8

Valoración de la eficacia en la prevención


de la enfermedad tromboembólica venosa
en pacientes médicos y quirúrgicos
Francisco S. Lozano Sánchez
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
Hospital Universitario de Salamanca

Estado actual del tema

Este capítulo resume el trabajo “Aproxima- Estos metaanálisis, al valorar el riesgo-


ción a la medición de resultados en la pre- beneficio, justifican el empleo de este tipo
vención de la trombosis en pacientes qui- de tromboprofilaxis. No obstante, es muy
rúrgicos y médicos”, de Guyatt et al.(1). importante identificar las características de
los procesos quirúrgicos y de los pacientes
de forma individual para predecir el riesgo
1. La tromboprofilaxis reduce de ETV, en orden a seleccionar la mejor pro-
los embolismos pulmonares filaxis en los mismos.
mortales en pacientes
médicos y quirúrgicos
2. Mayor evidencia en
Diversos metaanálisis, de ensayos clínicos la profilaxis con fármacos que
aleatorizados y controlados(2-8), informan de en los dispositivos mecánicos
que la profilaxis con anticoagulantes o ácido
acetilsalicílico (AAS) reduce los eventos sin- Los métodos mecánicos de tromboprofi-
tomáticos de la enfermedad tromboembóli- laxis (medias de compresión elástica, apa-
ca venosa (ETV) y del embolismo pulmonar ratos de compresión neumática intermiten-
(EP) mortales en pacientes médicos y qui- te y bomba plantar) tienen la ventaja –sobre
rúrgicos (Tabla 1). los fármacos empleados en tromboprofi-
Los efectos de la profilaxis antitrombó- laxis– de no incrementar el riesgo de hemo-
tica, con fármacos, sobre las hemorragias rragia. Cuando se han comparado los dispo-
es incierto. En algunos metaanálisis, la he- sitivos mecánicos frente a no hacer ningún
morragia mayor o total está incrementada, tipo de profilaxis, estos dispositivos fueron
mientras que en otros no hubo un exceso eficaces en reducir la trombosis. Los estu-
de hemorragia (Tabla 1). dios que comparan ambos métodos (mecá-

105
Tabla 1. Metaanálisis de ensayos clínicos que comparan la profilaxis con anticoagulantes/antiagregantes
con placebo/no profilaxis en pacientes médicos/quirúrgicos de alto riesgo
Estudio (año) N.º Población Intervención Todas las EP mortal TEV sintomático TVP Hemorragias
causas de asintomática
mortalidad

64% odds
Collins > 70 estudios Cirugía general, RRR: 0,21 ND 66%
HNF reducción ND
(1988) 15.598 pacientes ortopédica y urológica (p < 0,02) odds incremento
p < 0,001

EP: 53% odds reducción


Estudio PEP 63 estudios Pacientes médicos
AAP ND ND TVP: 37% odds reducción ND ND
(2000) 26.890 pacientes y quirúrgicos
p < 0,00001

OR: 0,68 OR: 0,48


Eikellboom 9 estudios PTC y PTR HNF, HBPM, OR: 0,38 H. mayor: OR: 0,62
(IC 95%: ND (IC 95%:
(2001) 3.999 pacientes Extensión profilaxis AVK (IC 95%: 0,24-0,61) (IC 95%: 0,22-1,75)
Valoración de la eficacia en la prevención […]

0,25-1,88) 0,36-0,66)

106
RR: 0,78 H. mayor: p = NS
EP: RR: 0,23
Mismetti 8 estudios (IC 95%: ND Hematoma: RR: 2,91
CFC, PTC y PTR AVK (IC 95%: 0,09-0,59) ND
(2004) 813 pacientes 0,56-1,09) (IC 95%: 1,09-7,75)
p < 0,002
p = 0,14 p = 0,03

EP: RR: 0,43


RR: 0,97 RR: 0,38
Dentali 9 estudios Pacientes médicos HNF, HBPM, (IC 95%: 0,26-0,71) H. mayor: RR: 1,32
(IC 95%: (IC 95%: ND
(2007) 19.958 pacientes hospitalizados fondaparinux TVP: RR: 0,47 (IC 95%: 0,73-3,37)
0,77-1,21) 0,21-0,69)
(IC 95%: 0,22-1,00)

HNF, HBPM, RR: 0,95


Wein 26 estudios Pacientes médicos danaparoide, (IC 95%: EP: RR: 0,57 RR: 1,90
ND ND
(2007) 43.732 pacientes hospitalizados inhibidor 0,89-1,02) (IC 95%: 0,45-0,72) (IC 95%: 1,69-2,14)
del FXa p = 0,16

Cirugía mayor OR: 1,12


Rasmussem 4 estudios OR: 0,22 OR: 1,12
abdominal o pélvica HBPM (IC 95%: ND ND
(2009) 901 pacientes (IC 95%: 0,06-0,80) (IC 95%: 0,62-1,97)
Extensión profilaxis 0,65-1,93)

AAP: antiagregantes plaquetarios; AVK: antagonistas de la vitamina K; CFC: cirugía de fractura de cadera; EP: embolismo pulmonar; FXa: factor Xa; H: hemorragia; HBPM: heparina de bajo peso molecular; HNF: heparina no fraccionada;
ND: dato no disponible; NS: no significativa; OR: odds ratio; PTC: prótesis total de cadera; PTR: prótesis total de rodilla; RR: risk ratio; RRR: reducción del riesgo relativo; TEV: tromboembolismo venoso; TVP: trombosis venosa profunda
F. S. Lozano

Tabla 2. Estrategias para estimar el beneficio absoluto de los eventos sintomáticos


tromboembólicos en comparación con las diferentes alternativas de tromboprofilaxis
Estrategia Fuente: grupos de riesgo Fuente: grupos Limitaciones
control de riesgo relativo
1 Eventos sintomáticos Eventos sintomáticos • Rendimiento impreciso sobre la estimación
de la reducción del riesgo relativo
• Alzas y bajas parciales en el grupo de riesgo control
debido al seguimiento mediante flebografía
y ultrasonidos
2 Eventos sintomáticos Eventos sintomáticos • Supone que la reducción del riesgo relativo
+ asintomáticos en eventos asintomáticos es aplicable a los eventos
sintomáticos, y puede no ser la causa
• Alzas y bajas parciales en el grupo de riesgo control
debido al seguimiento mediante flebografía
y ultrasonidos
3 Estudios observacionales Eventos sintomáticos • Supone que la reducción del riesgo relativo en
o ensayos clínicos + asintomáticos eventos asintomáticos es aplicable a los eventos
controlados sin sintomáticos, y puede no ser la causa
seguimiento con • Los estudios observacionales ideales pueden
flebografía o ultrasonidos no estar disponibles
4 Eventos sintomáticos > Eventos sintomáticos • Supone que la reducción del riesgo relativo en
10% (o rango + asintomáticos eventos asintomáticos es aplicable a los eventos
3-50%) de eventos sintomáticos, y puede no ser la causa
asintomáticos • Limitación en los datos y asunciones cuestionables
suponiendo que las estimaciones hechas en
la proporción de eventos asintomático se pueden
cuestionar con los eventos sintomáticos

nicos y farmacológicos) son escasos y de no explican claramente los beneficios y ries-


pequeño tamaño. Finalmente, la evidencia gos de los eventos importantes. No se pue-
en reducir los EP mortales –existente con de asumir que la reducción de eventos asin-
los métodos farmacológicos– no existe con tomáticos de la TVP esté asociada con una
los mecánicos. disminución similar de los eventos sintomá-
ticos, y ello no es razón suficiente para jus-
tificar el empleo de un agente antitrombóti-
3. Las comparaciones entre co sobre otro.
agentes antitrombóticos Por otro lado, la gravedad de la hemorra-
alternativos plantean gia asociada al empleo de diferentes agen-
dificultades tes antitrombóticos es muy variable.
Sería muy interesante conocer más en
Todos los ensayos clínicos aleatorizados profundidad las consecuencias finales de los
que comparan dos agentes antitrombóticos trombos asintomáticos. Mientras tanto, la
usan como principal medida los eventos estimación de la frecuencia de los eventos
asintomáticos de la trombosis venosa pro- sintomáticos de la ETV y de la hemorragia
funda (TVP) valorados por flebografía. Estos (y sus consecuencias) debe guiar la formula-
estudios son difíciles de interpretar porque ción de las recomendaciones.

107
Valoración de la eficacia en la prevención […]

4. Evaluación de la trombóticos competidores, la estrategia  3


enfermedad tromboembólica generará la evidencia de calidad más alta.
venosa sintomática Cuando los grandes ensayos clínicos aleato-
rizados muestren diferencias convincentes
Para estimar el absoluto beneficio de un en los eventos sintomáticos entre los dife-
agente antitrombótico sobre otro (o su régi- rentes agentes, la estrategia 1 cosechará la
men) en la reducción de la ETV se requiere evidencia de calidad más alta. Cuando no se
la estimación del riesgo en un grupo control den ninguna de estas condiciones, es pro-
y la reducción del riesgo relativo asocia- bable que la estrategia 2 alcance la eviden-
da con la pauta antitrombótica alternativa. cia de calidad más alta. Es improbable que
Existen cuatro estrategias: la estrategia 4 consiga alguna vez la confian-
1. Utilizar las estimaciones directas de los za más alta en las estimaciones.
eventos sintomáticos a partir de los en- La 9.ª edición de la guía del American
sayos clínicos aleatorizados. College of Chest Physicians utiliza la me-
2. Emplear los eventos asintomáticos para el jor evidencia disponible para generar las es-
cálculo de los riesgos relativos, y los even- timaciones de la magnitud de los efectos
tos sintomáticos de los ensayos clínicos de la intervención en los resultados clínica-
aleatorizados para los riesgos basales. mente significativos. Éste es el método que
3. Usar estimaciones del riesgo basal a par- ha adoptado para estimar la reducción de la
tir de estudios que no realizan vigilan- ETV sintomática con agentes antitrombóti-
cia, y el efecto relativo de los eventos cos rivales.
asintomáticos en los ensayos clínicos
aleatorizados.
4. Utilizar los datos disponibles para estimar 6. Compensación
la proporción de eventos asintomáticos entre la enfermedad
que se harán sintomáticos. La Tabla 2 re- tromboembólica venosa
sume estas estrategias y sus limitacio- sintomática y la hemorragia
nes clave.
Para establecer las mejores estimaciones
de ETV y hemorragia, es preciso evaluar si
5. El enfoque de la 9.ª edición el beneficio neto se consigue con la admi-
de la guía para estimar la nistración o la suspensión de la profilaxis
enfermedad tromboembólica antitrombótica. Los eventos relevantes no
venosa sintomática fatales en la profilaxis médica y quirúrgi-
ca son el EP, la TVP, y la hemorragia diges-
En circunstancias distintas, cualquiera de tiva y quirúrgica. Así, considerando sólo los
las tres primeras estrategias podría gene- eventos no faltes, si un régimen antitrom-
rar una evidencia de alta calidad. En pre- bótico, comparado con la pauta antitrombó-
sencia de estudios observacionales rigu- tica alternativa, previene más eventos ETV
rosos y en ausencia de grandes ensayos con menos eventos hemorrágicos, las reco-
clínicos aleatorizados que muestren dife- mendaciones favorecerán aquel régimen; si
rencias significativas en los eventos sinto- la terapia causa más eventos hemorrágicos
máticos entre los diferentes agentes anti- que eventos trombóticos prevenidos, las re-

108
F. S. Lozano

comendaciones favorecerán la no utilización san más o menos la misma insatisfacción


(o la administración de manera menos agre- que los eventos trombóticos está cargada
siva) de la pauta profiláctica. de incertidumbre.
No obstante, el enfoque del compromi-
so entre los beneficios, el riesgo, la carga y
el coste de la tromboprofilaxis presenta li- 7. Conclusión
mitaciones. En primer lugar, obvia los even-
tos más importantes. Para decisiones en Ninguno de los métodos sugeridos para es-
cuanto a qué agente o régimen antitrombó- timar el efecto de la profilaxis antitrombóti-
tico usar, nos basamos, en gran medida, en ca está exento de los problemas derivados
evidencias de la prevención de la ETV no fa- de la realización del escrutinio mediante ul-
tal frente a los aumentos de la hemorragia trasonidos o flebografía. Estudios posterio-
no fatal. La segunda limitación es que la opi- res deberían basarse en la vigilancia clínica
nión de que los eventos hemorrágicos cau- para descubrir los eventos sintomáticos.

Recomendaciones

Este trabajo no tiene recomendaciones.

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

En la 8.ª edición de la guía se trataba, de profilaxis (limitaciones de los métodos de


manera bien diferente, este tema meto- screening; puntos apropiados en los ensa-
dológico a través de los siguientes pun- yos clínicos de tromboprofilaxis; métodos
tos: justificación de la tromboprofilaxis; mecánicos; el AAS en la tromboprofilaxis;
estratificación del riesgo de ETV; aspectos la aplicación de la evidencia a pacientes
relacionados con los estudios de trombo- individuales, etc.).

109
Valoración de la eficacia en la prevención […]

Comentario

El presente artículo es fundamental. Pasa- go de sufrir una embolia pulmonar y hemo-


dos 25 años desde la 1.ª edición de esta guía rragias mortales, la ETV sintomática y la TVP
multidisciplinar, aún persiste la pregunta so- proximal, y se concede mucha menos im-
bre la efectividad de la tromboprofilaxis en la portancia que en ediciones anteriores a las
reducción de determinados eventos. En ese TVP asintomáticas detectadas por métodos
sentido, la 9.ª edición, como novedad impor- de cribado, como la flebografía. Quizás todo
tante, se centra fundamentalmente en los ello ha determinado cómo se han reducido,
eventos sintomáticos y las complicaciones respecto a ediciones anteriores, numerosos
derivadas de las posibles intervenciones pro- niveles de recomendación en muchas inter-
filácticas o terapéuticas. En el campo de la venciones, tanto en el campo de la profilaxis
profilaxis, se evalúa preferentemente el ries- como del tratamiento.

110
F. S. Lozano

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111
Capítulo 9

Profilaxis de la enfermedad tromboembólica


venosa en pacientes no quirúrgicos
J. Trujillo-Santos
Servicio de Medicina Interna.
Hospital Universitario Santa Lucía. Cartagena (Murcia)

Estado actual del tema

Las recomendaciones de tromboprofilaxis ma tal que se emplea el modelo de valora-


para pacientes médicos, con cáncer y en ción del riesgo estimado mediante la escala
unidades de cuidados intensivos (UCI), de Padua(2). Este modelo clasifica a los pa-
para personas crónicamente inmovilizadas cientes médicos ingresados en dos grupos
o que realizan un viaje prolongado, y para de riesgo: uno de alto riesgo de padecer un
personas portadoras de una trombofilia tromboembolismo venoso (TEV) y otro con
asintomática ocupan un capítulo individua- bajo riesgo. En la cohorte inicial de la que
lizado en las nuevas guías de práctica clí- derivó la escala de valoración de Padua, se
nica del American College of Chest Physi- produjo un 11,0% de episodios de TEV en
cians (ACCP)(1). Inicialmente, se realiza una los pacientes de alto riesgo, mientras que
ponderación de los valores de puntuación sólo un 0,3% en los de bajo riesgo. La valo-
que se asignan a los diferentes eventos ración del riesgo hemorrágico se realizó me-
asociados a la enfermedad tromboembóli- diante la extrapolación de los resultados de
ca venosa (ETV) evaluados, como la compli- los ensayos clínicos de tromboprofilaxis en
cación en forma de trombosis venosa pro- los pacientes médicos, que presenta un va-
funda (TVP), el embolismo pulmonar (EP) o lor aproximado del 0,4%.
la trombosis del catéter, así como de una En el mismo sentido, se intentó valo-
hemorragia gastrointestinal severa o intra- rar el riesgo de los pacientes ingresados en
craneal. Todo ello con objeto de poder rea- una UCI de padecer un TEV, para lo cual se
lizar una comparación de las actitudes de extrapoló el riesgo de las poblaciones con
prevención más eficaces. eventos sintomáticos de los ensayos clíni-
Se establece un riesgo basal para los cos, o de los estudios observacionales, en
pacientes médicos hospitalizados, de for- el caso de carecer de ensayos clínicos.

113
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

Tabla 1. Escala de predicción del riesgo de Padua (escala de riesgo de tromboembolismo


venoso para pacientes médicos hospitalizados)*
Factor de riesgo Puntuación

Cáncer activo 3

ETV previa (excepto trombosis venosa superficial) 3

Movilidad reducida 3

Trombofilia conocida 3

Cirugía o traumatismo reciente (< 1 mes) 2

Edad ≥ 70 años 1

Insuficiencia cardiaca y/o respiratoria 1

Infarto agudo de miocardio o ictus isquémico 1

Infección aguda y/o enfermedad reumatológica 1

Obesidad (IMC ≥ 30) 1

Tratamiento hormonal 1

IMC: índice de masa corporal


* Se considera alto riesgo de desarrollar un tromboembolismo venoso cuando la puntuación total es igual o superior a 4 puntos

1. Pacientes ingresados aguda o una enfermedad reumatológica y el


en el hospital por una tratamiento hormonal (Tabla 1)(2). A la hora
enfermedad médica aguda de valorar la tromboprofilaxis farmacológi-
(pacientes médicos) ca, se debe tener en cuenta el riesgo he-
morrágico del paciente ingresado. Se reco-
La importancia numérica de esta población mienda aplicar la escala de valoración de
de riesgo radica en que presenta 8 veces riesgo derivada del registro Improve(3), en la
más riesgo de padecer un episodio de TEV: que aquellos pacientes con una puntuación
supone la cuarta parte de los episodios de de al menos 7 puntos presentaban un ries-
TEV de la comunidad y el 50-75% de los go hemorrágico elevado, que habría que te-
eventos de TEV en los pacientes hospitali- ner en cuenta a la hora de prescribir trom-
zados. La escala de Padua de valoración del boprofilaxis farmacológica (Tabla 2).
riesgo describe los factores de riesgo de los La profilaxis con anticoagulantes (ba-
pacientes médicos, a saber: una edad supe- jas dosis de heparina no fraccionada [HNF],
rior a 70 años, la obesidad, la presencia de heparina de bajo peso molecular [HBPM] o
un cáncer activo, un TEV previo, una movili- fondaparinux) en pacientes ingresados con
dad reducida durante al menos 3 días, trom- una enfermedad médica aguda mostró que
bofilia, un traumatismo o cirugía recientes, –en comparación con no realizar profilaxis–
insuficiencia respiratoria o cardiaca, un in- reducía las complicaciones de TVP sintomá-
farto de miocardio o un ictus, una infección tica y EP fatal, con una calidad moderada

114
J. Trujillo-Santos

Tabla 2. Escala de predicción del riesgo de hemorragia para pacientes hospitalizados*


Factor de riesgo Puntuación

Fallo renal moderado (TFG = 30-50 mL/min) 1

Varón 1

Edad 40-84 años 1,5

Cáncer activo 2

Enfermedad reumática 2

Catéter venoso central 2

Ingreso en UCI 2,5

Fallo renal severo (TFG < 30 mL/min) 2,5

Fallo hepático (INR > 1,5) 2,5

Edad ≥ 85 años 3,5

Recuento plaquetario < 50.000/μL 4

Hemorragia en los 3 meses anteriores al ingreso 4

Úlcera gastroduodenal activa 4,5

INR: índice normalizado internacional; TFG: tasa de filtración glomerular


* Se considera alto riesgo de presentar una hemorragia durante el ingreso cuando la puntuación total es igual o superior a 7 puntos

de los estudios. La duración de la profilaxis cumplimiento y la facilidad de su adminis-


se estimó en 6-21 días o hasta que el pa- tración, así como los costes locales de ad-
ciente adquiriera una movilidad completa o quisición de estos fármacos.
fuera dado de alta hospitalaria, y sólo para De entre los métodos mecánicos de
ser considerada en pacientes con alto ries- prevención, destacan las medias de com-
go trombótico. presión gradual (MCG), con las que se han
No existen estudios comparativos direc- realizado tres ensayos clínicos en los que se
tos que valoren la eficacia de administrar evaluó su eficacia en la prevención de epi-
bajas dosis de HNF dos o tres veces al día, sodios de TEV en pacientes con ictus (dos
por lo que en este caso debe prevalecer la ensayos) o con infarto de miocardio. El aná-
mayor tolerancia del paciente a recibir dos lisis conjunto de estos ensayos no pudo de-
dosis diarias. La comparación entre la pro- mostrar que existiera un beneficio en la pre-
filaxis con HBPM y con HNF en la reduc- vención de eventos de TEV e, incluso, los
ción de eventos trombóticos en pacientes pacientes padecieron más frecuentemen-
médicos no muestra diferencia entre ellas te úlceras y lesiones cutáneas. En un en-
y, desde un punto de vista de coste-efecti- sayo clínico posterior, se comparó el efec-
vidad, tampoco, por lo que se recomienda to de las MCG infrarrotulianas frente a las
que la elección entre ambas heparinas ten- MCG con extensión hasta el muslo en pa-
ga en cuenta la preferencia del paciente, el cientes inmovilizados tras un ictus(4). Si bien

115
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

no hubo diferencias en la prevención de EP 0,25-0,65), aunque con una mayor frecuen-


o muertes, se redujo en un 29% el número cia de complicaciones cutáneas (RR = 4,2;
de TVP, sintomáticas o asintomáticas (6,3% IC 95%: 2,4-7,3)(6).
frente al 8,8%; RR = 0,71). Como contra- Como resumen de los métodos mecá-
partida, las lesiones cutáneas eran más fre- nicos de tromboprofilaxis, se indica que, si
cuentes en los pacientes con las MCG has- bien son eficaces en la prevención de TVP
ta el muslo que en los pacientes con las asintomáticas y posiblemente también de
MCG infrarrotulianas (3,9% frente al 2,9%). EP en los pacientes médicos, la calidad de
Aunque la recomendación en estos casos los estudios limita su recomendación. A pe-
abogaría por utilizar las MCG con extensión sar de su beneficio incierto, se debe prefe-
hasta el muslo (en lugar de las infrarrotulia- rir su utilización a no realizar tromboprofilaxis
nas), los resultados de otro estudio en los en los pacientes con alto riesgo de sangrado
que no se mostró efectiva hacen dudar de y, de entre ambas, se preferirían las MCG,
su beneficio(5). por su bajo coste y mayor facilidad de aplica-
Los dispositivos de compresión neumá- ción. Sin embargo, el equipo médico deberá
tica intermitente (CNI) no han sido adecua- asegurarse de que se utilice la medida ade-
damente evaluados en pacientes médicos, cuada, se aplique adecuadamente y en to-
si bien en los pacientes quirúrgicos han de- das las ocasiones que sea necesario, dado
mostrado disminuir los episodios de TVP, que su uso inadecuado y su infrautilización
sin modificar la mortalidad ni los EP. Dado (en lo referente a la CNI) ha demostrado ser
que la evidencia de su eficacia es indirec- muy frecuente en los pacientes quirúrgicos
ta, la recomendación de su utilización se ha (> 50% de los pacientes)(7), sin que existan
rebajado. datos en los pacientes médicos.
La comparación de dispositivos mecáni- La valoración de la duración de la trom-
cos de prevención frente a HNF o HBPM boprofilaxis se ha limitado a la farmacológi-
deriva sobre todo del ámbito quirúrgico en ca. Es bien conocido que hasta el 74% de
el que aquéllos producen menos hemorra- los episodios de TEV ocurren en situación
gias, si bien son menos eficaces en reducir ambulatoria y que, de ellos, el 37% se pro-
los episodios de TVP. dujo en personas que habían estado hos-
El resultado potencialmente beneficio- pitalizadas en los 3  meses previos, sobre
so de la combinación de dispositivos me- todo en el mes posterior al alta(8). Se defi-
cánicos y farmacológicos de prevención ne como tromboprofilaxis extendida la que
también viene derivado de su efecto en los se continúa más allá de la fase inicial (5-14
pacientes quirúrgicos en los que existe una días). Se argumenta que en los pacientes
tendencia hacia un menor número de episo- quirúrgicos (artroplastia y cirugía de frac-
dios de TVP que en los pacientes con trom- tura de cadera, y cirugía oncológica abdo-
boprofilaxis farmacológica. En los pacien- minal) que continúan con tromboprofilaxis
tes médicos, la profilaxis combinada sólo durante unos 35 días se consigue una re-
se ha comparado frente a la profilaxis me- ducción de los eventos de TEV. El estudio
cánica en los pacientes con ictus. En ellos EXCLAIM(9) comparó la eficacia en la trom-
se ha demostrado una reducción de los epi- boprofilaxis de un régimen de 6-14 días de
sodios de TVP sintomáticos o asintomáticos enoxaparina (40 mg diarios) frente a una
(OR = 0,40; intervalo de confianza [IC] 95%: profilaxis extendida durante 34-42 días. Se

116
J. Trujillo-Santos

consiguió una reducción de la incidencia de cia de establecer estrategias activas y multi-


episodios de TEV (RR: 0,62; IC 95%: 0,45- componentes como recuerdos automáticos
0,84) y de TVP proximal sintomática (RR: y alertas informáticas a la hora de implantar
0,25; IC 95%: 0,09-0,67), pero no de EP fa- estrategias que incrementen la utilización
tal ni de mortalidad global. Sin embargo, el de la tromboprofilaxis.
riesgo de hemorragia mayor se vio aumen-
tado con la profilaxis extendida (RR: 2,51;
IC 95%: 1,21-5,22) e incluso hubo 4 episo- 2. Pacientes ingresados en una
dios de hemorragia intracraneal de los que unidad de cuidados intensivos
1 fue mortal. De forma global, con los resul-
tados de este estudio se puede estimar que No existen modelos validados de valoración
se pueden evitar 6 episodios de TVP sinto- del riesgo de padecer un TEV ni una hemo-
mática por cada 1.000 pacientes que reci- rragia mayor para los pacientes ingresados
ben una tromboprofilaxis extendida al cos- en una UCI. Se han publicado dos ensayos
te de 5 episodios de hemorragias mayores, clínicos que comparan la eficacia de la HNF
a lo que hay que añadir la carga de la admi- o de la HBPM, respectivamente, frente a pla-
nistración del fármaco durante ese periodo. cebo, y otros tres que comparan ambos fár-
El papel de los antiagregantes en la pre- macos, en la prevención del TEV en pacien-
vención del TEV en los pacientes médicos tes ingresados en una UCI. La preferencia de
se ha visto evaluado en sólo 555 pacien- los panelistas se inclina hacia la utilización de
tes de 9 ensayos clínicos, si bien se ha de- HBPM (en lugar de HNF), aunque conside-
mostrado una reducción en el riesgo de TVP ran que la diferencia en eficacia es peque-
asintomática pero no de EP, sin que existie- ña. Desaconsejan, además, la realización de
ran referencias a los eventos hemorrágicos. ecografías de cribado para detectar TVP asin-
Sin embargo, en el ensayo clínico PEP (Pul- tomáticas. Además, no existen ensayos clíni-
monary Prevention Trial) se comparó el efec- cos aleatorizados que evalúen la eficacia de
to de 160 mg de ácido acetilsalicílico (AAS) la tromboprofilaxis mecánica (MCG, CNI), ni
frente a placebo en pacientes con artroplas- siquiera frente a placebo.
tia de cadera o rodilla o con fractura de ca-
dera. Se demostró que, si bien no reducía la
mortalidad, sí reducía la incidencia de TVP y 3. Pacientes ambulatorios
de EP(10). En resumen, en cuanto a la posi- con cáncer
bilidad de realizar la tromboprofilaxis en pa-
cientes médicos con AAS (o cualquier otro Los pacientes con cáncer tienen un riesgo
antiagregante), la evidencia disponible es 6 veces mayor de padecer un TEV que los pa-
de baja calidad y no puede obtenerse una cientes sin cáncer debido al efecto de la neo-
recomendación a partir de la misma. plasia, si bien otras circunstancias –como el
La sección de la tromboprofilaxis en los tratamiento con tamoxifeno, con inhibidores
pacientes médicos finaliza con un apunte de la aromatasa (anastrozol, letrozol o exe-
sobre la conveniencia de no realizar criba- mestano) o con fármacos antiangiogénicos
do de rutina en dichos pacientes con obje- (talidomida, lenalidomida), la quimioterapia
to de diagnosticar una TVP asintomática, y asociada a altas dosis de dexametasona o el
con recomendaciones sobre la convenien- empleo de bevacizumab o factores estimu-

117
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

lantes de la eritropoyesis– pueden aumentar Se han descrito una serie de factores de


el riesgo de padecer un TEV. riesgo asociados a una mayor frecuencia de
Se revisaron 6 ensayos clínicos que va- trombosis del catéter venoso central (CVC): la
loraron la eficacia de la tromboprofilaxis con inserción periférica (en lugar de la central), la
HNF (1 ensayo) o HBPM (5 estudios) frente disposición de su extremo distal en la vena
a placebo. El efecto global de las heparinas cava superior o más periféricamente, la inser-
en la mortalidad a 12 meses no fue signifi- ción del CVC desde el lado izquierdo corporal,
cativo, si bien a 24 meses sí eran eficaces, la radioterapia torácica, la inserción del CVC
así como en la prevención de episodios de tras dos o más intentos y la inserción previa
TEV sintomáticos, sin producir más hemo- de un CVC(12). En una revisión sistemática de
rragias o influir en la calidad de vida de los 12 ensayos clínicos aleatorizados con 3.611
pacientes(11). El efecto de las heparinas sobre pacientes con cáncer y un CVC(13), se valora-
un subgrupo de pacientes con cáncer de pul- ron dosis profilácticas de heparinas (HNF o
món de células pequeñas mostró un efecto HBPM) o bajas dosis de AVK. Las heparinas
significativo sobre la mortalidad a 12 meses mostraron una tendencia a la reducción de las
(RR: 0,86; IC 95%: 0,75-0,98), si bien no a trombosis sintomáticas del CVC (RR: 0,54; IC
los 24 meses. De igual forma, no se encon- 95%: 0,28-1,05) sin demostrar influencia al-
traron diferencias significativas entre el efec- guna en la supervivencia, hemorragias mayo-
to de las heparinas en los pacientes con cán- res, trombopenia o infección del CVC. Sin em-
cer avanzado y en los pacientes con cáncer bargo, los AVK demostraron una reducción
más localizado. en las trombosis asintomáticas sin influir en
En resumen, la evidencia es de suficiente la supervivencia, las trombosis sintomáticas o
calidad como para establecer que la trombo- las hemorragias.
profilaxis con heparinas reduce la mortalidad En resumen, se indica que las dosis pro-
y los eventos de TEV en los pacientes am- filácticas de heparinas en pacientes con cán-
bulatorios con cáncer, sin que exista, como cer y un CVC pueden ser potencialmente
contrapartida, un mayor riesgo de hemorra- beneficiosas, si bien el efecto de las dosis
gia. Además, podría existir un efecto benefi- bajas de AVK es más incierto, dado que pue-
cioso en la mortalidad en los pacientes con de asociarse a un mayor riesgo de hemorra-
cáncer pulmonar de células pequeñas. gias. Si se considera una selección previa de
En una revisión sistemática de 5 ensa- los pacientes con cáncer sólido y alto riesgo
yos clínicos se valoró el efecto preventivo de de padecer un TEV y bajo riesgo de sangra-
los anticoagulantes orales en los pacientes do, puede obtenerse un efecto beneficioso
con cáncer. La warfarina no tuvo efecto algu- de la profilaxis con heparinas.
no sobre la mortalidad a 1, 2 o 5 años, con
una reducción no significativa de los even-
tos de TEV y con mayor incidencia de hemo- 4. Pacientes ambulatorios
rragias mayores y menores. Por lo tanto, los crónicamente inmovilizados
eventos adversos de la profilaxis con antago-
nistas de la vitamina K (AVK) sobrepasan el A pesar de las similitudes de la población cró-
eventual beneficio obtenido con ellos, por lo nicamente inmovilizada con los pacientes mé-
que no se recomiendan, en este sentido, en dicos ingresados, sólo hay unos pocos estu-
pacientes ambulatorios con cáncer. dios que valoren el riesgo de padecer un TEV

118
J. Trujillo-Santos

en los primeros. Diversos estudios epidemio- En cuanto a la tromboprofilaxis, un me-


lógicos han valorado el riesgo de un TEV sin- taanálisis de 9 ensayos clínicos en pasajeros
tomático en esta población, y sus cifras se de vuelos de larga distancia(15) determinó que
han aproximado a un 1% de incidencia anual. la utilización de MCG infrarrotulianas (que pro-
En un estudio transversal, se estimó en el porcionan una presión en el tobillo de 15-30
14,0% y el 15,8% la incidencia de TVP asin- mmHg) reducía la tasa de TVP asintomática
tomática en pacientes ancianos ingresados (RR: 0,10; IC 95%: 0,04-0,25). Las medias no
en sendas residencias de cuidados médicos, proporcionaron beneficio a la hora de prevenir
con un efecto beneficioso de la profilaxis con las tromboflebitis superficiales, si bien reduje-
HBPM(14). La incidencia estimada de un episo- ron el edema de las piernas (aunque los estu-
dio de TEV sintomático en residencias de cui- dios no eran ciegos para tal valoración).
dados médicos se estima así en el 1,0-2,4% Un estudio valoró el efecto de la admi-
durante la estancia en la misma. Actualmen- nistración de altas dosis de enoxaparina (1
te, y dada la escasez de evidencia de la cali- mg/kg), administrada 2-4 horas antes de los
dad sobre el efecto de la tromboprofilaxis en viajes de 7-8 horas de duración, comparado
estos pacientes, se necesitan ensayos clíni- con placebo y con AAS administrada diaria-
cos aleatorizados para aportar una recomen- mente durante 3 días y comenzando 12 ho-
dación en tal sentido. ras antes de la salida del vuelo. Hubo me-
nos episodios de TEV asintomático en los
pacientes que recibieron enoxaparina, si
5. Viajeros de larga distancia bien el seguimiento de los pacientes finali-
zó en el momento del aterrizaje, sin que se
Los viajes de larga distancia en avión supo- produjera ningún caso de TEV sintomático.
nen un mayor riesgo de TEV. En un metaaná- En resumen, se recomienda que las
lisis de 14 estudios se estableció en un ries- personas con riesgo de padecer un TEV
go relativo de 2,8 (IC 95%: 2,2-3,7), con un deambulen frecuentemente durante el
incremento lineal de un 18% de mayor ries- vuelo, se sienten en un asiento de pasillo
go por cada 2  horas de duración del viaje. y eviten la deshidratación. La utilización de
Otros factores de riesgo de los pasajeros una media de compresión ligera parece te-
de avión que predisponen a padecer un TEV, ner un efecto protector en la reducción de
además de la duración del vuelo, son la obe- TEV asintomáticos y no parece tener efec-
sidad, que el asiento esté situado en la ven- tos perjudiciales.
tanilla (en lugar de en el pasillo), una talla alta
o baja de los pasajeros, e incluso la deshi-
dratación, el viaje en clase turista y la inges- 6. Tromboprofilaxis para
ta de bebidas alcohólicas durante el vuelo. prevenir el tromboembolismo
Además, la mayoría de los pacientes con venoso en pacientes con
una trombosis del viajero tienen uno o más trombofilia asintomática
factores de riesgo tromboembólico clásicos
(TEV, cirugía o traumatismo previo, neoplasia Los pacientes con una trombofilia, heredita-
activa, embarazo, uso de estrógenos, edad ria o adquirida, diagnosticada al formar parte
avanzada, movilidad reducida, obesidad se- de probandos o al ser familiares de pacien-
vera o trombofilia). tes con un TEV tienen una baja incidencia de

119
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

eventos de TEV –oscila entre un 0,1% anual 7. Las estatinas en


para los portadores del factor V Leiden y un la prevención del
1,7% anual para aquéllos con un déficit de tromboembolismo venoso en
antitrombina o portadores de defectos trom- personas asintomáticas
bofílicos combinados–. Si no consideramos
el tratamiento antitrombótico como parte de Los resultados de estudios observaciona-
la prevención de un TEV en mujeres embara- les y de casos y controles han mostrado
zadas y portadoras de una trombofilia, sólo que los pacientes en tratamiento con esta-
se puede valorar un ensayo clínico que es- tinas tenían un menor riesgo de desarrollar
tudió, en pacientes con síndrome antifosfo- episodios de TEV. Existe, sin embargo, un
lipídico, la utilidad del AAS (81 mg diarios) único ensayo clínico(17) (estudio JUPITER)
frente a placebo en la prevención de trombo- que valoró la utilidad de la rosuvastatina en
sis venosa y arterial (estudio APLASA)(16), sin la prevención de eventos de TEV en per-
demostrar beneficio o perjuicio de tal profi- sonas sanas, sin diabetes, con niveles de
laxis. En un subestudio de mujeres con fac- colesterol de lipoproteínas de baja densi-
tor V Leiden o mutación de la protrombina dad (LDL) < 130 mg/dL y proteína C-reacti-
del Women’s Health Study tampoco se pudo va > 2 mg/L. Los pacientes en tratamiento
demostrar un efecto de la administración de con rosuvastatina consiguieron una reduc-
AAS en la incidencia del TEV. ción de un 55% en la incidencia de la TVP
Como resumen, se puede indicar que sintomática, y de un 23% en la del EP sin-
no existen estudios publicados que valoren tomático.
la efectividad de la tromboprofilaxis en pa- Debido a la escasez de estudios que va-
cientes asintomáticos con trombofilia (dis- loren la eficacia de las estatinas en la pre-
tinta del síndrome antifosfolipídico, factor V vención primaria de eventos de TEV y a la
Leiden o mutación de la protrombina) ni tam- existencia de otras medidas de eficacia con-
poco estudios que valoren el efecto de los trastada, se considera prematuro poder re-
fármacos (HNF, HBPM o AVK) o de los dispo- comendar la utilización de las estatinas en
sitivos mecánicos en la prevención del TEV. la prevención del TEV.

Recomendaciones

1. Pacientes ingresados en el elevado riesgo de trombosis, se reco-


hospital por una enfermedad mienda tromboprofilaxis anticoagulan-
médica aguda (pacientes te con HBPM, dosis bajas de HNF dos
médicos) o tres veces al día, o fondaparinux (gra-
do 1B).
1. En pacientes ingresados en el hospital 2. En pacientes ingresados en el hospital
por una enfermedad médica aguda con por una enfermedad médica aguda en

120
J. Trujillo-Santos

bajo riesgo de trombosis, se realiza una 3.En los pacientes con enfermedad críti-
recomendación en contra del uso de pro- ca que presenten una hemorragia o ten-
filaxis farmacológica o mecánica (grado gan un riesgo elevado de padecer una
1B). hemorragia mayor, se sugiere realizar
3. En pacientes ingresados en el hospital tromboprofilaxis mecánica con MCG
por una enfermedad médica aguda que (grado 2C) o CNI (grado 2C) hasta que
presenten una hemorragia o tengan un el riesgo de sangrado disminuya, en lu-
alto riesgo de hemorragia, se realiza una gar de no realizar tromboprofilaxis me-
recomendación en contra de la trombo- cánica. Cuando el riesgo de sangrado
profilaxis farmacológica (grado 1B). disminuya, se sugiere que la trombopro-
4. En pacientes ingresados en el hospital filaxis farmacológica sustituya a la me-
por una enfermedad médica aguda con cánica (grado 2C).
alto riesgo de trombosis que presenten
una hemorragia o tengan un alto riesgo
de hemorragia mayor, se sugiere la utili- 3. Pacientes ambulatorios
zación de tromboprofilaxis mecánica con con cáncer
MCG (grado 2C) o CNI (grado 2C), en
lugar de no realizar tromboprofilaxis me- 1. En pacientes ambulatorios con cáncer
cánica. Cuando el riesgo de hemorragia que no tengan otros factores de riesgo
disminuya, y si el riesgo de TEV persis- adicionales de TEV, se sugiere no reali-
te, se sugiere que la tromboprofilaxis far- zar profilaxis rutinaria con HBPM o HNF
macológica sustituya a la mecánica (gra- (grado 2B) y se recomienda no utilizar
do 2B). fármacos AVK (grado 1B).
5. En pacientes ingresados en el hospital 2. En pacientes ambulatorios con tumo-
por una enfermedad médica aguda que res sólidos que tengan factores de ries-
inicialmente reciban tromboprofilaxis, go adicionales para TEV y que tengan
se sugiere no extender la duración de la un bajo riesgo de hemorragia, se sugie-
tromboprofilaxis más allá del periodo de re utilizar HBPM o HNF a dosis profilác-
inmovilización del paciente o de la estan- ticas, en lugar de no realizar profilaxis
cia en el hospital (grado 2B). (grado 2B).
3. En pacientes ambulatorios con cáncer y
un CVC, se sugiere no realizar profilaxis
2. Pacientes ingresados en una con HBPM o HNF (grado 2B) ni adminis-
unidad de cuidados intensivos trar AVK (grado 2C).

1. En los pacientes con enfermedad críti-


ca, no se recomienda la realización de cri- 4. Pacientes ambulatorios
bado ecográfico rutinario de TVP (grado crónicamente inmovilizados
2C).
2. En los pacientes con enfermedad crítica, 1. En personas inmovilizadas crónicamen-
se sugiere la utilización de tromboprofi- te en su domicilio o en una residencia,
laxis con HBPM o HNF, en lugar de no se sugiere no realizar tromboprofilaxis
realizar profilaxis (grado 2C). (grado 2C).

121
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

5. Viajeros de larga distancia adecuadamente ajustada, y que propor-


cione una presión de 15-30 mmHg en el
1. Para viajeros de larga distancia con un tobillo (grado 2C). Para todos los demás
elevado riesgo de TEV (incluyendo TEV viajeros de larga distancia se sugiere no
previo, cirugía o traumatismo reciente, utilizar MCG (grado 2C).
neoplasia activa, embarazo, uso de estró- 3. Para los viajeros de larga distancia se su-
genos, edad avanzada, movilidad redu- giere no administrar AAS ni anticoagulan-
cida, obesidad grave, o portador de una tes para prevenir un TEV (grado 2C).
trombofilia), se sugiere la deambulación
frecuente, ejercicios de la musculatura
gemelar, o situarse en un asiento de pa- 6. Tromboprofilaxis para
sillo si es posible (grado 2C). prevenir el tromboembolismo
2. Para viajeros de larga distancia con un venoso en pacientes con
riesgo elevado de TEV (incluyendo TEV trombofilia asintomática
previo, cirugía o traumatismo reciente,
neoplasia activa, embarazo, uso de estró- 1. En personas con trombofilia asintomá-
genos, edad avanzada, movilidad reduci- tica (es decir, sin un episodio previo de
da, obesidad grave, o ser portador de una TEV), se recomienda no realizar trombo-
trombofilia), se sugiere la utilización du- profilaxis mecánica diaria o farmacológica
rante el viaje de una MCG infrarrotuliana, para prevenir un TEV (grado 1C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

1. Pacientes ingresados co realizar tromboprofilaxis farmacológi-


en el hospital por una ca o mecánica en los pacientes en bajo
enfermedad médica aguda riesgo de TEV (grado 2B).
(pacientes médicos) 3. Desciende el grado de recomenda-
ción de la utilización de medios mecá-
1. Se ha incluido la posibilidad de realizar la nicos (MCG o CNI) para los pacientes
tromboprofilaxis con dos o tres dosis dia- con sangrado activo o en alto riesgo de
rias de HNF, y se ha rebajado el grado de sangrado, de 1A a 2C, y se sugiere la
la recomendación de profilaxis farmaco- reconsideración de tromboprofilaxis an-
lógica en pacientes médicos de 1A a 1B. ticoagulante cuando el riesgo de sangra-
2. Se recomienda no realizar tromboprofi- do disminuya y persista el riesgo trom-
laxis anticoagulante en los pacientes que bótico (grado 2B).
presenten una hemorragia activa o ten- 4. Se incluye la recomendación de no
gan un alto riesgo de sangrado y tampo- prolongar el periodo de trombopro-

122
J. Trujillo-Santos

filaxis más allá del ingreso hospitala- cientes ambulatorios con cáncer (gra-
rio o de la inmovilización del paciente do 2B) y se recomienda no prescribir
(grado 2B). tampoco AVK (grado 1B). Estas reco-
mendaciones no existían en la edición
anterior.
2. Pacientes ingresados 2. En los pacientes ambulatorios con cán-
en una unidad de cuidados cer, se sugiere prescribir profilaxis con
intensivos HBPM o HNF si tienen un factor de ries-
go adicional para ETV y tienen un bajo
1. Se incluye la recomendación de no reali- riesgo de sangrado (grado 2B). No exis-
zar cribado ecográfico a los pacientes in- tía una recomendación similar en la edi-
gresado en una UCI (grado 2C). ción previa.
2. Se elimina la recomendación de valorar 3. Se rebaja la recomendación de no uti-
el riesgo de presentar un TEV en todos lizar tromboprofilaxis de rutina con
los pacientes ingresados en una UCI, y HBPM o HNF en los pacientes con cán-
se sugiere utilizar HBPM o HNF en to- cer y un CVC (de 1B a 2B), o con AVK
dos los pacientes (grado 2C). En la edi- (de 1B a 2C).
ción anterior se recomendaba su utili-
zación para los pacientes médicos y los
postoperados ingresados en una UCI, 4. Pacientes ambulatorios
pero con un grado 1A, reservándose crónicamente inmovilizados
una recomendación de utilizar HBPM
siempre en los pacientes con trauma- 1. En la edición anterior no existía este apar-
tismos mayores y cirugía ortopédica tado, por lo que la sugerencia de no reali-
(grado 1A). zar tromboprofilaxis de forma rutinaria es
3. Se rebaja el grado de recomendación novedosa.
de la utilización de tromboprofilaxis
mecánica (con MCG o CNI) para los pa-
cientes ingresados en una UCI con he- 5. Viajeros de larga distancia
morragia activa o con un elevado riesgo
de hemorragia (de grado 1A a 2C) así 1. Se sugiere que los pasajeros de vuelos
como la reconsideración de la trombo- de larga distancia que tengan además
profilaxis farmacológica cuando el ries- un factor de riesgo trombótico adicional
go de sangrado disminuya (de grado deambulen frecuentemente, realicen
1C a 2C). ejercicios musculares de las piernas
o se alojen en los asientos de pasillo.
En la edición anterior, se recomendaba
3. Pacientes ambulatorios que estos pasajeros utilizasen además
con cáncer MCG infrarrotulianas o incluso una do-
sis profiláctica de HBPM administrada
1. Se incluye la sugerencia de no pres- justo antes del vuelo.
cribir tromboprofilaxis con HBPM o 2. Se rebaja el grado de recomendación en
HNF de forma rutinaria a todos los pa- contra de la utilización de AAS para pre-

123
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

venir el TEV asociado al vuelo prolongado 6. Tromboprofilaxis para


(de grado 1B a 2C), si bien se incluye en prevenir el tromboembolismo
la misma sugerencia la utilización de an- venoso en pacientes con
ticoagulantes. trombofilia asintomática
1. No existía este apartado en la edición an-
terior, con lo que la recomendación en
contra de la utilización de cualquier méto-
do de tromboprofilaxis es nueva.

Comentario

Esta nueva edición de las guías se caracteri- filaxis con fondaparinux. En esta edición de
za por una revisión metodológica más rigu- las guías, se incluye además una aproxima-
rosa y, en general, se ha producido un des- ción desde el punto de vista de la coste-
censo en el grado de recomendación de efectividad, de tal forma que se indica que,
todos los epígrafes. Como contrapartida, la dado que no hay evidencia clínica demos-
revisión que se ha realizado de la profilaxis trada de la superioridad de una opción tera-
en los pacientes médicos es más exhausti- péutica más coste-efectiva que el resto, la
va, de forma tal que se le ha dedicado un ca- elección del fármaco debería basarse más
pítulo independiente. en los recursos disponibles y en las prefe-
Se expresa explícitamente que las re- rencias del paciente. Sorprende en cierto
comendaciones se establecen en función sentido, si bien es razonable, que, ante la
del grado de evidencia, concediendo un ausencia de evidencia de calidad que incline
gran peso a la evidencia obtenida de los re- la balanza en un sentido determinado, sea
sultados de los ensayos clínicos y, por otro el paciente o el gestor el que determine el
lado, del balance obtenido entre la preven- fármaco a utilizar.
ción del evento tromboembólico y el ries- Un aspecto en el que se insiste en las
go de hemorragia basal del paciente y del guías, y no sólo en este capítulo, es la razón
potencialmente inducido con la profilaxis de la oportunidad de obtener un beneficio
anticoagulante. cuando se aplica una terapia determinada.
En cuanto a la prevención del TEV en pa- En este capítulo de profilaxis en el paciente
cientes médicos, las recomendaciones son médico, tal actitud se indica en la considera-
similares a las de la edición anterior, si bien ción de plantearse la prescripción de trombo-
se consideran dos opciones de posología profilaxis en los pacientes con un alto ries-
cuando se valora la utilización de HNF, dos go de desarrollar un TEV, y no en los de bajo
y tres veces diarias. Se menciona además riesgo. Esta predicción del riesgo se obtiene
que existen diversas HBPM que pueden ser en las guías mediante la aplicación de la de-
consideradas en la tromboprofilaxis, toda nominada escala de Padua(2), un modelo que
vez que han demostrado su eficacia en este identifica los pacientes médicos con un ele-
sentido. Se sigue incluyendo además la pro- vado riesgo trombótico con una razón de ta-

124
J. Trujillo-Santos

sas de 32, respecto a los de bajo riesgo, de Otro aspecto en el que se incide espe-
desarrollar un evento de TEV. Como contra- cialmente en la 9.ª edición de la guía es la
partida, habrá que indicar que, en el estudio duración de la tromboprofilaxis. En este as-
inicial de la escala de Padua, de los pacien- pecto sólo se menciona la prevención far-
tes médicos identificados como de alto ries- macológica e imaginamos que se extrapo-
go trombótico sólo el 11% desarrolló un TEV lan sus recomendaciones a la mecánica.
aunque, así definida, la escala mostraba te- Los resultados del estudio Exclaim son los
ner un cociente de verosimilitud para los pa- únicos que con buena calidad metodoló-
cientes de alto riesgo de 39. gica han demostrado la eficacia ínfima de
Se justifica la utilización de esta escala prolongar la tromboprofilaxis farmacológica
en el hecho de estar validada, aunque sólo más allá de los 6-14 días habituales. Nue-
parcialmente, de forma prospectiva, si bien vamente, se escogieron pacientes con los
el escaso número de eventos limitaba su mismos criterios clínicos de inclusión, por
capacidad diagnóstica. Existen otras mu- ser considerados de alto riesgo trombóti-
chas escalas de valoración del riesgo trom- co, que se habían incluido en el estudio Me-
bótico para pacientes médicos ingresados denox y no los de cualquier otra escala de
que no son consideradas en las guías del predicción de riesgo (la escala de Padua se
ACCP. Hay que remarcar el hecho de que, si publicó con posterioridad al inicio del reclu-
bien la valoración del riesgo trombótico se tamiento del estudio Exclaim). La prolonga-
realiza en las guías mediante la escala de ción de la tromboprofilaxis casi se asociaba
Padua, a la hora de recomendar o sugerir con tantas hemorragias como eventos de
realizar tromboprofilaxis farmacológica se TEV prevenía.
utilizan como criterios los de inclusión del Unos meses antes de la publicación de
estudio Medenox(18), el primero en demos- estas guías se conocieron los resultados de
trar que la profilaxis con enoxaparina era efi- dos nuevos estudios de tromboprofilaxis
caz en la prevención de episodios de TEV farmacológica en pacientes médicos, los
en estos pacientes. Todas las HBPM tienen estudios Magellan(20) y Adopt(21). En ambos
aprobada actualmente la indicación de ser se evaluó la profilaxis extendida con riva-
útiles en la tromboprofilaxis en pacientes roxabán y con apixabán, respectivamente,
médicos, dado que han demostrado su efi- y se consiguió una reducción de los even-
cacia, incluida la bemiparina(19). tos de TEV con el primero pero no con el se-
Los datos clínicos son algo más contro- gundo, si bien en ambos casos la incidencia
vertidos en la utilización de métodos mecá- de hemorragias mayores fue superior en el
nicos en la tromboprofilaxis de los pacien- brazo de profilaxis extendida (Tabla 3). Es-
tes médicos toda vez que la evidencia se tos resultados mantienen vigentes las reco-
debe a su extrapolación, sobre todo, de es- mendaciones de la 9.ª edición del ACCP de
tudios realizados en pacientes quirúrgicos no prolongar la tromboprofilaxis farmacoló-
y, en menor medida, en subgrupos de pa- gica más allá de los 14 días, de que el pa-
cientes médicos como los pacientes con ic- ciente inicie la deambulación u obtenga el
tus agudo. En este último grupo los resulta- alta hospitalaria.
dos son contradictorios entre la utilización Las recomendaciones de tromboprofi-
de MCG infrarrotulianas o de extensión has- laxis para los pacientes ingresados en una
ta el muslo. UCI son una extrapolación de las expresa-

125
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

Tabla 3. Principales resultados de los ensayos clínicos que han valorado la extensión
de la tromboprofilaxis frente a la duración estándar
ETV o TVP asintomática, Hemorragia mayor,
% (n/N) % (n/N)

Grupo de Grupo NNT Grupo de Grupo placebo NNH


intervención placebo (IC 95%) intervención (profilaxis (IC 95%)
(extensión de (profilaxis (extensión limitada)
la profilaxis) limitada) de la
profilaxis)

EXCLAIM 2,5% 4,0% 65 0,8% 0,3% 198


(enoxaparina) (61/2.485) (100/2.510) (40-167) (25/2.975) (10/2.988) (111-1.000)

ADOPT 2,7% 3,1% 285 0,5% 0,2% 333


(apixabán) (60/2.211) (70/2.284) (–167 a 77) (15/3.184) (6/3.217) (167-> 1.000)

MAGELLAN 4,4% 5,7% 78 2,8% 1,2% 62


(rivaroxabán) (131/2.967) (174/3.057) (42-500) (112/3.997) (48/4.001) (45-100)

NNH: número de pacientes que es necesario tratar para que se produzca un evento adverso; NNT: número de pacientes que es necesario tratar para
prevenir un evento adverso

das para el resto de los pacientes médicos. tos pacientes es realmente baja, por lo que
El motivo es la escasez de estudios de ca- probablemente no se beneficiarían de reci-
lidad y la inexistencia de escalas de predic- bir HBPM o HNF diariamente.
ción de riesgo trombótico y hemorrágico Otro aspecto cuanto menos sorprenden-
específicas para estos pacientes. te de esta nueva edición de la guía del ACCP
En los pacientes con cáncer no se pro- es que no considera una escala de predic-
ducen grandes cambios en las recomen- ción del riesgo para los pacientes ambulato-
daciones, salvo una disminución en el gra- rios con cáncer en tratamiento quimioterá-
do de evidencia otorgado a las mismas. Se pico como podría ser la denominada escala
consideran algunas situaciones de riesgo de Khorana(22). Esta escala ha sido reciente-
asociadas, sobre todo, a algunas terapias mente validada, por lo que debería ser con-
adyuvantes en el tratamiento del cáncer, siderada como una herramienta útil a la hora
si bien no se realizan recomendaciones es- de decidir la tromboprofilaxis farmacológica
pecíficas para cada una de ellas como ha- en estos pacientes con cáncer.
cen algunas otras guías específicas para pa- No se recomienda la utilización de las
cientes oncológicos; pero podría resultar HBPM con objeto de prolongar la supervi-
controvertido que se recomiende realizar vencia, dada la escasez de la evidencia, que
tromboprofilaxis a los pacientes ambulato- prácticamente se limita a la conseguida en
rios con cáncer que estén con tratamien- los pacientes con cáncer de pulmón no de
to hormonal. Así, los pacientes con cáncer células pequeñas. Por otra parte, en el estu-
de próstata o con cáncer de mama en tra- dio Abel(23), la bemiparina a dosis profilácti-
tamiento hormonal deberían recibir trombo- cas prolongó la supervivencia en los pacien-
profilaxis farmacológica, si bien es conocido tes con cáncer microcítico de pulmón con
que la incidencia de eventos de TEV en es- extensión limitada.

126
J. Trujillo-Santos

En otros estudios no mencionados por la diferente a la recomendada en las dos edi-


9.ª edición del ACCP se han conseguido re- ciones anteriores del ACCP. En la nueva edi-
sultados alentadores en la prevención prima- ción, se recomiendan medidas higiénicas
ria con HBPM de eventos tromboembólicos. de forma genérica y sólo métodos mecá-
El estudio Protecht(24) demostró una reduc- nicos mediante MCG en las personas con
ción a la mitad de los eventos tromboembó- algún factor de riesgo de TEV. Además, se
licos, arteriales y venosos, de los pacientes sugiere no utilizar AAS (igual que en las edi-
con neoplasia sólida metastásica o local- ciones anteriores) ni anticoagulantes, lo cual
mente avanzada en quimioterapia, cuando es una novedad. El fundamento de esta mo-
se utilizaba nadroparina, sin un exceso de he- dificación radical de las recomendaciones
morragias ni modificación en la superviven- estriba en las dudas acerca de la veracidad
cia. En otro estudio reciente(25), la dalteparina de los resultados de los estudios que inicial-
asociada a la gemcitabina fue capaz de re- mente avalaban su eficacia. La inexistencia
ducir un 85% de la incidencia de eventos de de nuevos ensayos clínicos en tal sentido
TEV en pacientes con cáncer de páncreas. obliga a degradar la recomendación sobre
En la nueva edición de la guía del ACCP la utilización de la tromboprofilaxis farma-
se incluyen algunos epígrafes que en ante- cológica, si bien, basándose sobre todo en
riores ediciones no habían sido tratados. Se la ausencia de efectos secundarios, su es-
evalúa la indicación de realizar trombopro- caso coste y la capacidad de reducir otros
filaxis en pacientes crónicamente inmovili- efectos adversos de los viajes prolongados
zados, una circunstancia cada vez más fre- –como es la aparición de edemas en los
cuente en nuestras instituciones. Dado que miembros inferiores–, se sugiere la utiliza-
los estudios son de calidad inferior a la de ción de MCG infrarrotulianas.
los ensayos clínicos (sobre todo se trata de Finalmente, se valoran en las nuevas re-
estudios de cohortes), finalmente se reco- comendaciones la utilidad de las estatinas,
mienda que, ante la baja incidencia en la si- concretamente de la rosuvastatina (estudio
tuación basal de eventos de TEV en estos JUPITER)(17), en reducir las complicaciones
pacientes, no se prescriba tromboprofilaxis de TEV en personas que sólo tengan nive-
de forma indiscriminada. Se aduce además les elevados de proteína C-reactiva, pues se
que las condiciones de los pacientes médi- consigue un beneficio cuando se compara a
cos agudos no son extrapolables a estos pa- placebo, si bien el número de pacientes ne-
cientes, por lo que las recomendaciones de cesarios a tratar para prevenir un evento (al-
tromboprofilaxis también deben dirigirse a rededor de 500 pacientes) y ya que no se
aconsejar no utilizarla. han repetido estos resultados en otros en-
En el abordaje de la tromboprofilaxis en sayos clínicos, determina que no se deben
viajeros de vuelos prolongados, la actitud es utilizar en tromboprofilaxis primaria.

127
Profilaxis de la ETV en pacientes no quirúrgicos

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128
J. Trujillo-Santos

19. Miras-Parra F, Navascués-Martínez E, Gómez-Outes A, lism in a prospective observational study. Cancer 2005;
et al.; on behalf of the Bemiparin Cooperative Study 104: 2822-9.
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bolism in acutely ill medical patients. American College of prevention of thromboembolic events in ambulatory
Cardiology Congress 60th Annual Scientific Session. New patients with metastatic or locally advanced solid
Orleans, USA, 2-5 April 2011; Oral presentation. cancer receiving chemotherapy: a randomised, place-
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for chemotherapy-associated venous thromboembo- pancreatic cancer. Eur J Cancer 2012; 48: 1283-92.

129
Capítulo 10

Profilaxis de la enfermedad tromboembólica


venosa en pacientes quirúrgicos no ortopédicos
J.I. Arcelus Martínez
Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo.
Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada

Estado actual del tema

Este capítulo resume lo más destacable en recomendada en la cirugía general –en la


relación con la prevención de la enfermedad que se incluye también la urología, gineco-
tromboembólica venosa (ETV) en pacientes logía, cirugía bariátrica, cirugía vascular, ci-
quirúrgicos no ortopédicos, de acuerdo con rugía de la mama, del cuello y cirugía plásti-
el artículo de Gould et al.(1) de la 9.ª edición ca–, así como en la cirugía cardiaca, cirugía
de las Guías de terapia antitrombótica y pre- torácica, craneotomía, cirugía espinal y pa-
vención de la trombosis del American Co- cientes politraumatizados.
llege of Chest Physicians (ACCP), en el que En la 9.ª edición de la guía del ACCP se
participé como coautor. presta especial atención al trade off, com-
Los pacientes quirúrgicos están ex- promiso o balance entre la reducción de
puestos a un riesgo de presentación de la ETV que consiguen diferentes métodos
ETV postoperatoria que varía en función profilácticos y las complicaciones o efec-
de sus características personales y de la tos adversos derivados de su utilización.
intervención a la que se someten. En los Además, y a diferencia de las ediciones
últimos 30 años se han llevado a cabo anteriores de las guías, se concede mu-
numerosos ensayos clínicos que han de- cha más importancia a las complicaciones
mostrado la eficacia y seguridad de diver- tromboembólicas graves, como la morta-
sos métodos farmacológicos y mecánicos lidad por cualquier causa, el embolismo
para la prevención de esta complicación. A pulmonar (EP) mortal o la trombosis ve-
continuación se revisa el riesgo trombóti- nosa profunda (TVP), o a los EP sintomá-
co en diferentes grupos de pacientes qui- ticos que a las trombosis detectadas por
rúrgicos no ortopédicos cuando no reciben métodos diagnósticos de screening(2). Es-
profilaxis y su reducción con la utilización tos aspectos metodológicos se comentan
de diversas modalidades de profilaxis. En con más detalle en el Capítulo  1 de esta
concreto, se revisa el riesgo y la profilaxis monografía.

131
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

1. Eficacia y seguridad tras la limpieza de los pacientes o cuando re-


de los diferentes métodos gresan del aseo. Los métodos mecánicos uti-
de profilaxis lizados en combinación con los farmacológi-
cos aumentan la eficacia de éstos, sin que
En esta primera sección se revisan los re- aumente el riesgo de complicaciones hemo-
sultados de los estudios que evalúan diver- rrágicas. El análisis conjunto de varios estu-
sas alternativas para la profilaxis de la ETV dios muestra que la adición de MCG o CNI a
postoperatoria en los pacientes quirúrgicos la HNF o HBPM reduce la incidencia de TVP
no ortopédicos: medias de compresión gra- distal en un 60%, y de TVP proximal en un
dual (MCG), compresión neumática intermi- 72%, en comparación con los métodos far-
tente (CNI), heparina no fraccionada (HNF) macológicos utilizados de forma aislada, pero
a bajas dosis, heparinas de bajo peso mo- la reducción del EP no es significativa.
lecular (HBPM), fondaparinux, ácido acetil-
salicílico (AAS), filtros de vena cava y se-
guimiento con ultrasonografía venosa de 1.2. Métodos farmacológicos
compresión (UVC). frente a no profilaxis

Entre los métodos farmacológicos, la HNF


1.1. Métodos mecánicos es muy eficaz cuando se compara con pla-
frente a no profilaxis cebo o controles sin profilaxis, ya que con-
sigue una reducción del 18% en el riesgo
De forma muy resumida, la evidencia dispo- de muerte por cualquier causa, del 47% en
nible para los métodos mecánicos demues- el EP fatal y del 41% en el EP no fatal, aun-
tra que las MCG reducen la incidencia de TVP que, eso sí, a costa de un incremento del
distal a la rodilla y asintomática en un 65% 57% en el riesgo de hemorragia mayor(1).
en comparación con la no utilización de pro- Cuando se analizan los resultados de los
filaxis, pero no se ha demostrado su efica- estudios en los que se comparan las HBPM
cia para la prevención de la TVP proximal ni con la no utilización de profilaxis, las hepa-
del EP. Por otra parte, en un estudio llevado a rinas no fraccionadas consiguen reducir el
cabo con MCG en pacientes –la mayoría de riesgo de ETV sintomática en un 70%, con
edad avanzada– afectos de ictus, las medias una posible reducción de la mortalidad del
provocaron lesiones cutáneas en el 5% de 50%, pero duplican el riesgo de hemorra-
los casos. Por su parte, la CNI reduce el ries- gia mayor(3). Si bien el AAS podría tener cier-
go de TVP distal y asintomática en un 60%, to efecto en la cirugía ortopédica programa-
y el de TVP proximal en un 60%, sin que se da y en la fractura de cadera, y ha recibido
pueda concluir su efectividad para prevenir el una controvertida revisión en sentido favo-
EP. En general, los métodos mecánicos plan- rable en esta edición de la guía del ACCP
tean problemas de adherencia al tratamien- en esta cirugía(4), durante la conferencia fi-
to por parte de algunos pacientes que no los nal para elaborar esta guía, celebrada en At-
toleran bien y, más frecuentemente, por una lanta, la mayoría de los panelistas consideró
utilización inadecuada por parte del personal que el AAS no puede representar una alter-
auxiliar y de enfermería, que olvidan en oca- nativa para la profilaxis de la ETV en los pa-
siones recolocar las polainas en las piernas cientes quirúrgicos no ortopédicos.

132
J.I. Arcelus

1.3. Heparinas de bajo peso las HBPM, el riesgo de TVP fue un 80% ma-
molecular frente a heparina yor en los pacientes con profilaxis mecánica,
no fraccionada si bien se redujo en un 57% en este grupo el
riesgo de complicaciones hemorrágicas.
Un metaanálisis que analizó 51 ensayos con
más de 40.000 pacientes sometidos a ciru-
gía abdominal en los que se comparaban es- 1.6. Profilaxis prolongada
tos métodos demostró una reducción es- frente a profilaxis limitada
tadísticamente significativa del 30% en la
incidencia de ETV sintomática a favor de las El riesgo de presentación de ETV se extiende
HBPM(3). Sin embargo, estas diferencias no al menos durante 12 semanas tras la interven-
alcanzaron dicha significación cuando el aná- ción quirúrgica, como han demostrado recien-
lisis se restringió a los estudios doble-ciego. tes estudios epidemiológicos(7). En este senti-
Tampoco hubo diferencias significativas en la do, varios ensayos clínicos han comparado la
reducción de la mortalidad, del EP sintomá- administración de HBPM durante 4 semanas
tico o de las complicaciones hemorrágicas. frente a una duración restringida a 7-10 días,
fundamentalmente en pacientes sometidos a
cirugía abdominal y pélvica oncológica. Varios
1.4. Fondaparinux frente a metaanálisis y revisiones sistemáticas de la li-
heparinas de bajo peso molecular teratura concluyen que la prolongación de la
profilaxis reduce el riesgo de TVP sintomática
Un estudio doble-ciego comparó la admi- y asintomática en un 50%, sin que aumente
nistración de fondaparinux, comenzando en el riesgo de complicaciones hemorrágicas(8).
el postoperatorio con dalteparina, iniciada Con posterioridad a estas revisiones, se publi-
preoperatoriamente, en pacientes sometidos có otro estudio doble-ciego que evaluó la ex-
a cirugía abdominal(5). Aunque se demostró tensión de la profilaxis con bemiparina 3 se-
una reducción de la TVP, ésta no alcanzó signi- manas tras un periodo inicial de 1 semana en
ficación estadística. Tampoco hubo una reduc- esta población quirúrgica(9). Los resultados
ción significativa en la incidencia del EP y sí un demuestran que la extensión de la profilaxis
posible aumento de las complicaciones hemo- consigue una reducción en un 24% del ries-
rrágicas. En nuestro país, el fondaparinux no go de presentación de un conjunto de even-
tiene aprobación para la cirugía no ortopédica. tos que incluye todas las TVP (sintomáticas y
flebográficas), EP y muerte por cualquier cau-
sa. Además, la incidencia de TVP proximal se
1.5. Métodos mecánicos redujo en un 88%, sin que aumentasen las
frente a farmacológicos complicaciones hemorrágicas.

Un metaanálisis de la literatura analizó 16 en-


sayos comparando la HNF o HBPM con la 1.7. Filtro de cava frente
CNI y las MCG en diferentes grupos de pa- a ausencia de filtro
cientes quirúrgicos(6). En general, no hubo di-
ferencias significativas en cuanto a eficacia. Existe escasa bibliografía respecto a la uti-
Sin embargo, cuando se analizan los datos de lización de filtros de vena cava para la pro-

133
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

filaxis primaria de la ETV, excepto algunos casi la mitad de los posibles trombos detec-
estudios observacionales, como el llevado tados por los ultrasonidos en este contexto
a cabo en cirugía bariátrica, consistente en pueden ser falsos positivos.
una amplia cohorte y cuyos resultados mos-
traban un incremento significativo en la inci-
dencia de ETV y la mortalidad en los pacien- 2. Estratificación del riesgo
tes que recibieron filtros. Al aplicar el índice trombótico y hemorrágico
de propensión (propensity score), dichas di- y necesidad de profilaxis
ferencias desaparecieron para la ETV, pero la en cirugía general,
mortalidad siguió elevada en el grupo que re- abdominopélvica, bariátrica,
cibió los filtros. Una revisión sistemática de vascular, y plástica y
la literatura de varios estudios no aleatoriza- reconstructora
dos llevados a cabo en politraumatizados re-
veló que el uso de filtros redujo la inciden- 2.1. Cirugía general y
cia de EP en un 79% en comparación con abdominopélvica, cirugía cervical
un grupo control histórico de características y de mama, ginecología y urología
similares. No hay que olvidar tampoco, aun-
que se trate de evidencia indirecta, que el En los pacientes sometidos a este tipo de
estudio PREPIC demostró que la utilización intervenciones que entran dentro del ámbi-
de filtros de vena cava en pacientes con TVP to de la cirugía general, el riesgo de ETV de-
proximal sintomática reduce el riesgo de EP pende del tipo de intervención quirúrgica y
a corto plazo en un 78%, pero a expensas de las características del paciente. Así, hay
de incrementar significativamente el riesgo intervenciones consideradas de bajo riesgo
de TVP en un 87%(10). Aunque los filtros tem- trombótico, como, por ejemplo, la colecis-
porales reducirían el riesgo potencial de su- tectomía laparoscópica, la apendicectomía,
frir complicaciones a largo plazo, hay un por- la resección transuretral de próstata, la ciru-
centaje no desdeñable de ellos que no son gía de la hernia inguinal o la mastectomía.
retirados. El riesgo de ETV aumenta con las laparoto-
mías y la cirugía pélvica, especialmente en
los pacientes con cáncer. En cuanto a los
1.8. Seguimiento con factores dependientes del propio paciente y
ultrasonografía venosa de sus circunstancias, se han identificado una
compresión frente a no serie de factores independientes: edad ma-
seguimiento yor de 60 años, historia de ETV previa, cán-
cer, anestesia general de más de 2 horas
La mayoría de los estudios que han evalua- de duración, género varón, encamamiento
do el seguimiento con UVC se han llevado de más de 4 días, sepsis, embarazo, puer-
a cabo en pacientes politraumatizados con perio, vías venosas centrales, complicacio-
contraindicaciones para recibir anticoagu- nes como infección urinaria o insuficiencia
lantes e incluso CNI. No está demostrado renal, transfusiones, infarto de miocardio y
que este seguimiento para detectar y tra- neumonía.
tar las TVP asintomáticas reduzca el riesgo Existen numerosos métodos de estra-
de EP sintomático o mortal. Por otra parte, tificación de riesgo de ETV en los que se

134
J.I. Arcelus

evalúan los mencionados factores depen- que destaca el de Bahl et al., que revisan
dientes del paciente o intrínsecos y los fac- de forma retrospectiva más de 8.000 pa-
tores desencadenantes, incluyendo la in- cientes quirúrgicos generales a los que se
tervención quirúrgica a realizar. La mayoría había aplicado este modelo y determinan
de estos modelos adolecen de importan- la incidencia de ETV sintomática en fun-
tes limitaciones, como su diseño empírico ción de la categoría de riesgo(13). Los resul-
y la ausencia de validación. Sin embargo, tados del estudio demuestran una buena
la 9.ª edición de las guías del ACCP incor- discriminación entre las categorías de ries-
pora dos modelos. El primero, propuesto go. El modelo de Caprini también ha sido
por Rogers et  al., se obtuvo de datos de validado en cirugía plástica y reconstruc-
más 180.000 pacientes sometidos a ciru- tora, con buenos resultados(14). La Tabla 2
gía general, vascular y torácica(11). Al ana- muestra la incidencia estimada de ETV sin-
lizar las variables independientes predic- tomática en función de las categorías de
toras de ETV sintomática, se obtiene un riesgo de la adaptación que hace el ACCP
sistema de puntuación o score que asig- del modelo de Caprini.
na a los pacientes a las categorías de muy El riesgo hemorrágico inicial o previo a la
bajo, bajo o moderado riesgo de ETV. Este administración de profilaxis no ha sido tan
modelo tiene la ventaja de haber sido vali- estudiado como el riesgo trombótico. Sin
dado internamente, pero no ha se ha so- embargo, algunos estudios han identificado
metido a validación externa y su utilización varios factores de riesgo hemorrágico en di-
es compleja, ya que precisa de algunos re- ferentes intervenciones quirúrgicas, que se
sultados de pruebas de laboratorio. El otro detallan en la Tabla 3. El problema es que
modelo incorporado por el ACCP es el pro- es difícil estimar el riesgo hemorrágico real
puesto por Caprini et  al. hace más de 20 a partir de los grupos placebo o control de
años, y que ha experimentado diversas ensayos clínicos, puesto que muchos pa-
modificaciones(12). Aunque este modelo es- cientes de alto riesgo hemorrágico son ex-
tratificaba originalmente los pacientes en cluidos. Asumiendo estas limitaciones, un
categorías de bajo, moderado, alto y muy metaanálisis de la literatura revisó más de
alto riesgo en función de la puntuación to- 30.000 pacientes incluidos en ensayos clíni-
tal, la 9.ª edición del ACCP lo ha adapta- cos y demostró que la incidencia de hemo-
do a las siguientes categorías de riesgo de rragias que requirieron reintervención fue
ETV en función de la puntuación total: muy del 1% y del 1,8% en los pacientes que re-
bajo (0-1 puntos), bajo (2 puntos), modera- cibieron HBPM o HNF a altas dosis, respec-
do (3-4 puntos) y alto riesgo (5 o más pun- tivamente, y del 0,7% en los que recibieron
tos) (Tabla 1). Aunque el desarrollo de este un placebo.
modelo no se basó en un riguroso análisis
estadístico, contempla la mayoría de los
factores de riesgo conocidos y es relativa- 2.2. Cirugía bariátrica
mente sencillo de utilizar. Ha sido adopta-
do en numerosos hospitales, especialmen- A pesar del número creciente de interven-
te en Estados Unidos. La principal ventaja ciones de este tipo en los países occidenta-
de este modelo es que ha sido validado ex- les, hay muy pocos ensayos clínicos pros-
ternamente en varios estudios, entre los pectivos y aleatorizados sobre la prevención

135
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

Tabla 1. Modelo de estratificación de Caprini y asignación del riesgo


según la adaptación de la 9.ª edición de la Guía del ACCP
1 punto 2 puntos 3 puntos 5 puntos
• 41-60 años de edad • 61-74 años de edad • ≥ 75 años de edad • Ictus (< 1 mes)
• Artroplastia programada
• Cirugía menor • Cirugía artroscópica • Historia de ETV
de cadera o rodilla
• Cirugía abierta • Fractura de pierna,
• IMC > 25 kg/m2 • Historia familiar de ETV
mayor (> 45 min) cadera o pelvis
• Cirugía
• Daño espinal agudo
• Tumefacción en los MMII laparoscópica • Factor V Leiden
(< 1 mes)
(> 45 min)
• Gen de la protrombina
• Varices • Cáncer
20210A
• Encamamiento
• Embarazo o puerperio • Anticoagulante lúpico
(> 72 h)
• Historia de abortos
espontáneos inexplicados • Escayola • Anticuerpos anticardiolipina
o recurrentes
• Anticonceptivos o terapia • Acceso venoso • Aumento de los niveles
hormonal sustitutiva central de homocisteína
• Trombopenia inducida
• Sepsis (< 1 mes)
por heparina
• Enfermedad pulmonar grave, • Otras trombofilias hereditarias
incluida neumonía (< 1 mes) o adquiridas
• Función pulmonar
disminuida
• Infarto agudo de miocardio
• Insuficiencia cardiaca
congestiva (< 1 mes)
• Enfermedad inflamatoria
intestinal
• Paciente inmovilizado
por enfermedad médica
MMII: miembros inferiores
Estratificación de riesgo según la puntuación total: riesgo muy bajo: 0 puntos; riesgo bajo: 1-2 puntos; riesgo intermedio: 3-4 puntos; riesgo alto: ≥ 5 puntos

de la ETV en estos pacientes, por lo que las respectivamente, a pesar de que la mayo-
recomendaciones al respecto se equiparan ría de los pacientes recibieron algún tipo de
a las de los pacientes quirúrgicos generales profilaxis. Por otra parte, en el Registro In-
de alto riesgo. De hecho, una revisión sis- ternacional de Cirugía Bariátrica, el EP fue
temática de 11 estudios de calidad y dise- la principal causa de muerte postoperatoria.
ño variables concluye que el riesgo de ETV Los factores de riesgo hemorrágico serían
y EP sintomáticos asciende al 2,4% y 0,3%, similares a los presentados en la Tabla 3.

136
J.I. Arcelus

Tabla 2. Estratificación del riesgo de acuerdo con el modelo de Caprini en la cirugía general,
abdominopélvica, bariátrica, vascular, y plástica y reconstructora
Pacientes
Cirugía general Cirugía plástica y reconstructora
Categoría de riesgo
Puntuación Riesgo de ETV Puntuación Riesgo de ETV % de ETV
de Caprini sintomática de Caprini sintomática sin profilaxis

Muy bajo 0 0% 0-2 – < 0,5%

Bajo 1-2 0,7% 3-4 0,6% 1,5%

Moderado 3-4 1,0% 5-6 1,3% 3%

Alto >4 1,9% 7-8 2,7% 6%

Tabla 3. Factores que aumentan el riesgo hemorrágico


Factores de riesgo general
• Sangrado activo
• Antecedentes de sangrado grave
• Trastornos de la coagulación conocidos, no tratados
• Insuficiencia hepática o renal graves
• Trombopenia
• Ictus agudo
• Hipertensión arterial no controlada
• Punción lumbar, anestesia espinal o epidural en las primeras 12 h tras la administración de HBPM, o si se administra
la HBPM en las primeras 6 h tras la técnica neuroaxial
• Uso concomitante de anticoagulantes, antiplaquetarios o trombolíticos
Factores dependientes del procedimiento/intervención
• Cirugía abdominal:
– Varón, hemoglobina < 13 g/dL, cáncer y cirugía complicada definida por dos o más procedimientos, disección difícil
o más de una anastomosis
• Pancreatoduodenectomía:
– Sepsis, fuga pancreática o sangrado centinela
• Resección hepática:
– Número de segmentos, resección extrahepática concomitante, hepatocarcinoma, anemia y plaquetopenia
• Cirugía cardiaca:
– Uso de AAS
– Uso de clopidogrel en los 3 días previos a la cirugía
– IMC > 25 kg/m2, cirugía urgente, colocación de 5 o más bypass
– Edad avanzada, insuficiencia renal, cirugía distinta a la revascularización, mayor duración de la circulación extracorpórea
• Cirugía torácica:
– Neumonectomía o resección extendida
• Procedimientos en los que las complicaciones hemorrágicas pueden tener consecuencias graves:
– Cirugía ocular
– Craneotomía
– Cirugía espinal
– Trauma espinal
– Procedimientos reconstructivos con colgajo libre

137
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

2.3. Cirugía vascular 5-6 puntos, al 2,7% en los de 7-8 puntos, y


nada menos que al 11,3% si tenían más de
Tampoco existen muchos ensayos clínicos 8 puntos. Por lo que al riesgo hemorrágico
de calidad sobre la prevención de la ETV en se refiere, la incidencia de hematomas en
este grupo de pacientes, por lo que las re- la herida oscila entre el 0,5% y el 1,8% sin
comendaciones se extrapolan en gran me- profilaxis farmacológica.
dida de los estudios llevados a cabo en ci-
rugía general. Los pacientes quirúrgicos
vasculares suelen presentar varios facto- 2.5. Análisis de los perfiles de
res de riesgo trombótico debido a su edad evidencia y justificación de las
avanzada, comorbilidades, estasis venosa recomendaciones sobre profilaxis
e hipercoagulabilidad. En el estudio ya co- en las especialidades anteriores
mentado de Sweetland et al.(7), el riesgo de
sufrir una ETV sintomática en las primeras En los pacientes de muy bajo riesgo de su-
12 semanas postoperatorias fue similar al frir ETV de acuerdo con el modelo de Caprini
de las pacientes operadas por cáncer, mien- (< 0,5%) (Tabla 1), existe evidencia de mo-
tras que en un registro del estado de Cali- derada calidad que indica que el riesgo de
fornia (EE. UU.), la incidencia de ETV sinto- aparición de complicaciones hemorrágicas
mática ascendió al 1,7% en los 3 primeros con profilaxis farmacológica podría exceder
meses tras la intervención. Algunos estu- los beneficios obtenidos en la reducción de
dios han identificado los siguientes factores la ETV. Así, por ejemplo, el uso de esta pro-
de riesgo: puentes vasculares periféricos, filaxis evitaría de 0 a 3 episodios de ETV no
resección parcial de la aorta, puente aorto- mortal, pero a costa de provocar 10 episo-
iliofemoral, amputación supracondílea y ex- dios de hemorragia mayor por cada 1.000 pa-
tirpación de venas varicosas. cientes intervenidos, en comparación con
los que no reciben profilaxis (Tabla 4).
Entre los pacientes de bajo riesgo (inci-
2.4. Cirugía plástica dencia de ETV en torno al 1,5%), la eviden-
y reconstructora cia sugiere que la utilización de profilaxis
con HNF o HBPM tiene un perfil similar de
Dada la ausencia de estudios prospecti- eficacia y seguridad, como se observa en
vos sobre profilaxis, las recomendaciones la Tabla  4. De hecho, utilizando la HBPM
para estos pacientes son comunes a las en este grupo de riesgo se evitarían 10 epi-
de la cirugía general. Un estudio retrospec- sodios de ETV sintomática, a costa de pro-
tivo analizó más de 1.200 pacientes que, vocar 12 hemorragias mayores por 1.000
de acuerdo con el modelo de Caprini (Ta- pacientes intervenidos. La CNI evitaría 8 ca-
bla 1), eran de riesgo moderado y que re- sos de ETV por 1.000 pacientes, sin aumen-
cibieron CNI para la prevención de la ETV tar las complicaciones hemorrágicas, aun-
postoperatoria. Según la categoría de ries- que podría ocasionar un número variable de
go de acuerdo con dicho modelo, el ries- problemas cutáneos (erosiones, ampollas,
go de ETV sintomática fue del 0,6% en los úlceras).
pacientes de riesgo moderado (3-4 pun- En los pacientes con una puntuación de
tos), elevándose al 1,3% en los que tenían 3-4 en el modelo de Caprini, es decir, con

138
J.I. Arcelus

Tabla 4. Resumen de la evidencia que compara la HBPM


con la no utilización de profilaxis en pacientes quirúrgicos generales
Riesgos comparados (IC 95%) N.º de
Efecto relativo Calidad de la
Episodios pacientes
Riesgo sin profilaxis Riesgo con HBPM (IC 95%) evidencia GRADE
(estudios)

Población de riesgo bajo:


3 por 1.000 2 por 1.000 (1-3)
Población de riesgo moderado: RR: 0,54 5.142
EP fatal Moderada
6 por 1.000 3 por 1.000 (2-7) (0,27-1,1) (5 estudios)

Población de alto riesgo:


12 por 1.000 6 por 1.000 (3-13)
Población de riesgo hemorrágico bajo:
1 por 1.000 0 por 1.000 (0-0) No se
Hemorragia 5.078
comunican Moderada
fatal Población de riesgo hemorrágico moderado: (4 estudios)
episodios
2 por 1.000 0 por 1.000 (0-0)
Población de riesgo bajo:
15 por 1.000 5 por 1.000 (2-12)
ETV Población de riesgo moderado: RR: 0,31 4.890
sintomática Moderada
30 por 1.000 9 por 1.000 (4-24) (0,12-0,81) (3 estudios)
no fatal
Población de alto riesgo:
60 por 1.000 19 por 1.000 (7-49)
Población de riesgo hemorrágico bajo:
Hemorragia 12 por 1.000 24 por 1.000 (16-36) RR: 2,03 5.457
mayor Alta
Población de riesgo hemorrágico moderado: (1,37-3,01) (7 estudios)
no fatal
22 por 1.000 45 por 1.000 (30-66)

riesgo moderado de sufrir ETV sintomáti- nicos. Por este motivo, y por la menor dis-
ca (alrededor del 3%), la evidencia de cali- ponibilidad de la CNI en muchos hospitales
dad moderada indica que la profilaxis farma- en comparación con los métodos farmaco-
cológica con HNF o HBPM es más favorable lógicos, 3 de los 7 panelistas de este capí-
desde el punto de vista de las ETV sintomá- tulo (entre ellos, los 2 europeos) se inclina-
ticas e incluso de los EP fatales evitados. ron por preferir los métodos farmacológicos
Aunque los métodos mecánicos parecen a los mecánicos. Una excepción viene dada
eficaces y seguros en esta población, la ca- por los pacientes con alto riesgo hemorrá-
lidad metodológica de los estudios es muy gico o hemorragias activas, en los que los
inferior a la existente con los métodos far- métodos mecánicos son de recurso.
macológicos, con los que se han realizado En los pacientes quirúrgicos generales
numerosos ensayos clínicos doble-ciego, lo de alto riesgo (con 5 o más puntos en el
que no es posible con los métodos mecá- modelo de Caprini), la incidencia de ETV sin-

139
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

tomática puede situarse alrededor del 6% revascularización coronaria y de reemplazo


o más. La evidencia disponible demuestra valvular alrededor del 1,1% y 0,5%, res-
que tanto la HNF como las HBPM (Tabla 4) pectivamente. Esto supone que estos pa-
evitan alrededor de 6 muertes por EP por cientes pueden ser considerados de ries-
cada 1.000 pacientes tratados. Además, evi- go moderado, y este riesgo se incrementa
tan muchas más ETV sintomáticas que he- a medida que aumenta la edad del pacien-
morragias mayores causan. De forma unáni- te, así como con la aparición de complica-
me, los panelistas muestran su preferencia ciones postoperatorias y la hospitalización
por los métodos farmacológicos sobre los prolongada. El riesgo de complicaciones
mecánicos en esta población de alto riesgo, hemorrágicas que requieren reintervención
salvo que existan complicaciones hemorrá- es del 4,7%, por lo que este tipo de cirugía
gicas activas o un riesgo superior al 4% de se puede considerar de alto riesgo hemo-
sufrirlas, casos ambos que suponen contra- rrágico. La Tabla 3 detalla algunos factores
indicaciones para utilizar fármacos anticoa- de riesgo hemorrágico identificados en es-
gulantes. Existe también evidencia de baja tos pacientes.
calidad que sugiere que la combinación de En esta especialidad existe evidencia de
métodos farmacológico y mecánicos en pa- baja calidad –en parte por ser indirecta– de
cientes de alto riesgo aumenta la eficacia que las posibles ventajas de la profilaxis con
antitrombótica que tienen por separado, sin HNF o HBPM se pueden ver superadas por
incrementar el riesgo hemorrágico. Por lo las complicaciones hemorrágicas. En cam-
que se refiere a los pacientes de alto riesgo bio, la evidencia sugiere que los métodos
sometidos a cirugía abdominal o pélvica por mecánicos podrían tener un mejor perfil de
cáncer, la prolongación de la profilaxis con seguridad, aunque ésta es de baja calidad.
HBPM durante 4 semanas evitaría 13 epi- En caso de hospitalización prolongada por
sodios de ETV sintomática por cada 1.000 complicaciones no hemorrágicas, podría
pacientes, en comparación con la profilaxis ser eficaz y seguro añadir fármacos anticoa-
administrada sólo durante una semana, sin gulantes a los mecánicos.
que aumenten las complicaciones hemorrá-
gicas ya que, habitualmente, la hemostasia
en la zona quirúrgica es muy estable cuan- 4. Cirugía torácica
do se da de alta al paciente.
La mayoría de los pacientes sometidos a ci-
rugía torácica son al menos de riesgo mo-
3. Cirugía cardiaca derado. Varios estudios retrospectivos han
documentado una incidencia de ETV sinto-
El riesgo de ETV en este tipo de cirugía no mática del 1,7% tras toracotomía por cán-
es bien conocido. Aunque hay varios facto- cer, a pesar de profilaxis con HNF y HBPM.
res predisponentes, como la inmovilización En otro estudio, la incidencia del EP fatal
pre- y perioperatoria, existen otros factores confirmada por autopsia ascendió al 1,2%,
que reducirían dicho riesgo, como la utili- también a pesar de la profilaxis. El riesgo
zación de anticoagulantes y antiagregan- trombótico aumenta por encima del 6% en
tes. Algunas bases de datos norteamerica- caso de neumonectomía y resecciones pul-
nas sitúan el riesgo de ETV tras la cirugía de monares amplias por cáncer de pulmón. El

140
J.I. Arcelus

riesgo hemorrágico que requiere reinter- el cáncer, la edad avanzada, una duración
vención oscila entre el 1% en general y el prolongada de la intervención y la paresia
5% en caso de resecciones amplias. de miembros inferiores.
La evidencia disponible sugiere que El riesgo hemorrágico es especialmen-
en los pacientes de riesgo moderado la te importante en estos pacientes, dadas las
profilaxis con HNF o HBPM tiene un per- consecuencias que una hemorragia, incluso
fil favorable, ya que evita más episodios de de escasa cuantía, puede tener dentro del
ETV sintomática que hemorragias ocasio- cráneo. En este sentido, la hemorragia in-
na. Los métodos mecánicos también fun- tracraneal ascendió a cerca del 1% en una
cionan mejor que el no utilizar profilaxis, revisión de la literatura que analizó 20 estu-
aunque la calidad de la evidencia es baja. dios en los que se incluyeron más de 31.000
En los pacientes de alto riesgo existe evi- pacientes que no recibieron profilaxis far-
dencia de calidad moderada a favor de la macológica. Un metaanálisis encontró una
utilización de la HNF y las HBPM. En es- incidencia de hemorragia intracraneal del
tos pacientes, si además existen facto- 0,04% en los que no recibieron profilaxis
res de riesgo hemorrágico, se puede optar farmacológica, cifra que aumentó al 0,35%
por los métodos mecánicos inicialmente y, en los que recibieron HNF y al 1,5% en los
una vez se considere que la hemostasia es tratados con HBPM.
adecuada, añadir métodos farmacológicos. Ante este elevado riesgo trombótico y
hemorrágico, el análisis de la evidencia dis-
ponible sugiere que los pacientes someti-
5. Craneotomía por patología dos a craneotomía por patología no tu-
no traumática moral se beneficiarían de la utilización de
la CNI, preferiblemente a las MCG. Por lo
El riesgo de ETV en los pacientes a los que que respecta a las HBPM, la limitada evi-
se practica una craneotomía se sitúa –de dencia de calidad baja a moderada revela
acuerdo con varios estudios observaciona- que estas heparinas fraccionadas evitarían
les– alrededor del 3,9%, y se eleva hasta entre 8 y 36 casos de ETV por cada 1.000,
el 7,5% cuando la intervención se practi- a costa de provocar entre 4 y 22 hemorra-
có por tumores malignos, a pesar de que gias intracraneales adicionales, cuando se
el 84% y dos tercios de los pacientes re- compara con la no utilización de profilaxis.
cibieron profilaxis, respectivamente. En Dada la potencial gravedad de estas he-
una serie de pacientes que recibieron pro- morragias, no parece justificado asumir el
filaxis exclusivamente con CNI, el 2,1% su- riesgo de usar HBPM en esta población.
frió ETV sintomática. Así pues, los pacien- Por lo que se refiere a los pacientes de
tes sometidos a craneotomía por patología muy alto riesgo, como los intervenidos
benigna se pueden considerar de alto ries- por cáncer, la evidencia –también escasa–
go de ETV (aproximadamente, el 5%), y los parece favorecer a los métodos mecáni-
intervenidos por cáncer, de muy alto ries- cos sobre los farmacológicos y la no utili-
go (al menos, el 10%). No se han estudia- zación de profilaxis. Una cuestión de difícil
do modelos de estratificación de riesgo en respuesta se refiere a si la asociación de
esta población, aunque sí se han sugerido métodos farmacológicos a los mecánicos
como factores que incrementan el riesgo es eficaz y segura en estos casos de ele-

141
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

vado riesgo de ETV, y cuándo debería ha- una hemorragia mayor se sitúa en torno al
cerse. Aplicando evidencia indirecta de es- 0,5%, aunque las consecuencias clínicas
tudios en cirugía general y ortopédica, se son potencialmente graves y pueden deri-
podría plantear añadir HNF o HBPM a do- var en una parálisis permanente.
sis profilácticas una vez se haya reducido La escasa evidencia de que se dispo-
el riesgo hemorrágico, que en lo que con- ne sugiere que para los pacientes de bajo
cierne a la hemorragia intracraneal parece riesgo de ETV, como los operados por pa-
ser más elevado en las primeras 12-24 ho- tología no cancerosa, los métodos mecá-
ras tras la craneotomía. nicos, la HNF y las HBPM consiguen una
reducción similar en el riesgo de ETV sin-
tomática. Ahora bien, la profilaxis farmaco-
6. Cirugía raquídea o espinal lógica aumentaría el riesgo hemorrágico, lo
no traumática que no ocurre con la mecánica. Por ello, el
balance o compromiso se inclina a favor de
La incidencia de ETV sintomática en este los métodos mecánicos, en concreto de la
tipo de pacientes –en torno al 0,05% en CNI. En los casos de riesgo moderado, que
cerca de 2.000 pacientes que recibieron incluyen a los operados por cáncer o con
HNF– parece situarlos en una categoría de factores adicionales como los anteriormen-
riesgo bajo a moderado. En efecto, el aná- te comentados, tanto la profilaxis mecánica
lisis retrospectivo de una base de datos como la farmacológica son eficaces, evitan-
poblacional del estado de California revela do entre 27 y 33 casos de ETV sintomática
que el riesgo de ETV sintomática en los 3 por cada 1.000 pacientes en comparación
primeros meses tras cirugía del raquis fue con la no utilización de profilaxis. Aunque
del 0,5% entre los operados por patología las diferencias en el perfil de eficacia y se-
no cancerosa y del 2% en los operados por guridad no son tan importantes como en el
cáncer. Así pues, los autores del capítulo grupo de bajo riesgo, la CNI parecería pre-
sitúan a la mayoría de los pacientes opera- ferible debido a las posibles consecuencias
dos por patología no tumoral en una cate- de las complicaciones hemorrágicas en el
goría de bajo riesgo, y a los operados por canal medular.
cáncer, en la de riesgo moderado. Además
del cáncer, el riesgo aumenta con la edad
avanzada, historia de ETV previa, el aborda- 7. Pacientes
je quirúrgico combinado anterior y poste- politraumatizados, incluyendo
rior, o cuando se interviene a varios niveles traumatismo cerebral, lesión
de la columna. medular aguda y cirugía del
El riesgo de hemorragia mayor (con traumatismo raquídeo
un efecto masa detectable en la resonan-
cia magnética, con deterioro neurológico, Esta población es muy heterogénea, ya que
o hematoma de la herida de gran tamaño incluye lesiones viscerales abdominales,
muy doloroso) llegó al 0,7% en una serie fracturas de miembros, traumatismo cra-
de pacientes que recibían profilaxis con una neoencefálico, lesión de la columna verte-
HBPM. En general, se considera que el ries- bral, etc. Además, se da la circunstancia de
go basal o de inicio (sin profilaxis) de sufrir que muchos de estos pacientes presentan

142
J.I. Arcelus

un elevado riesgo de presentación de ETV sangre, fracturas de tibia y fémur, cirugía


sintomática y, paralelamente, un elevado mayor prolongada, necesidad de ventila-
riesgo hemorrágico en relación, por ejem- ción mecánica más de 72 horas, género
plo, con posibles lesiones cerebrales, me- varón, raza negra, paraplejia completa, le-
dulares, hepáticas o esplénicas. Por razones sión venosa profunda y la presencia de
no muy bien entendidas, el Comité Ejecuti- comorbilidades.
vo de esta edición de la guía del ACCP de- Con respecto al riesgo hemorrágico
cidió trasladar al capítulo de cirugía ortopé- basal, pocos estudios se han ocupado de
dica los traumatismos aislados distales de este aspecto en estos pacientes, por lo
los miembros inferiores, inicialmente asig- que una fuente aceptable de información
nados en el capítulo de prevención en ciru- puede provenir de la incidencia en los pa-
gía no ortopédica. En cambio, mantuvo las cientes que recibieron profilaxis mecánica
lesiones de columna. en ensayos clínicos. La incidencia media
Hay 19 ensayos clínicos que incluyen de complicaciones hemorrágicas mayores
pacientes con los traumatismos arriba des- se situó en torno al 0,7%, con un intervalo
critos en los que se ha evaluado la eficacia de confianza (IC) al 95% de entre el 0,2%
y seguridad de métodos farmacológicos y y el 1,7%, cifra que probablemente sea in-
mecánicos para prevenir la ETV. La mayo- ferior a la de la práctica clínica real, ya que
ría de estos estudios adolecen de impor- muchos casos de elevado riesgo hemorrá-
tantes limitaciones metodológicas, ya que gico fueron excluidos de los ensayos. Se
muchos no son estudios doble-ciego, los consideran contraindicaciones relativas
tamaños muestrales son reducidos, o cen- para la utilización de fármacos anticoagu-
tran su análisis en la TVP detectada por fle- lantes las siguientes: traumatismo craneal
bografía o ultrasonidos, sin aportar sufi- grave, manejo inicialmente conservador de
ciente información sobre la incidencia de la traumatismos esplénicos y hepáticos, in-
ETV sintomática. suficiencia renal, fractura de columna ver-
Numerosos estudios han analizado la tebral con hematoma epidural, trombocito-
incidencia de la ETV en los pacientes po- penia y coagulopatía.
litraumatizados, que se sitúa entre el 1% En pacientes con un riesgo estándar
y el 7,6%, y puede llegar al 2,2% tras le- de ETV y complicaciones hemorrági-
sión medular aguda y al 6% tras traumatis- cas, la evidencia, de calidad baja a mode-
mo craneal (y hasta el 15% en los que no rada, sugiere que la profilaxis con HNF o
recibieron profilaxis farmacológica en las HBPM evitaría 4 episodios de ETV por cada
primeras 48 horas). En conjunto, se pue- hemorragia que provocase. Por su parte, la
de estimar que el riesgo basal, sin profi- profilaxis con métodos mecánicos previe-
laxis, de ETV se encuentra entre el 3% y ne un número similar de ETV, con un ries-
el 5%, y puede elevarse hasta el 8-10% en go incierto de lesiones en la piel. En los pa-
caso de traumatismo cerebral o lesión me- cientes con un elevado riesgo de ETV y
dular aguda. riesgo estándar hemorrágico (por ejem-
Se consideran factores de riesgo de plo, con lesión medular aguda), la evidencia
ETV independientes los siguientes: frac- disponible sugiere que la HNF y la HBPM
turas de columna, lesión medular aguda, previenen 10 episodios de ETV por cada he-
edad avanzada, necesidad de transfundir morragia ocasionada y podrían evitar 4 em-

143
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

bolias pulmonares mortales por cada 1.000 asegurar que se utilice al menos durante
pacientes tratados. La asociación de méto- 18 horas diarias.
dos mecánicos podría evitar 15 episodios • Cuando se utilizan medias elásticas, es
adicionales de ETV por cada 1.000 pacien- necesario asegurarse de que se utiliza el
tes tratados. modelo y la talla adecuados para mejorar
En los pacientes politraumatizados con su eficacia y seguridad. El nivel de presión
un elevado riesgo hemorrágico (por adecuada para la profilaxis primaria de la
ejemplo, con traumatismo cerebral), el ba- TVP se sitúa entre 18 y 23 mmHg a ni-
lance entre los beneficios y los riesgos de vel del tobillo, inferior al de las medias te-
usar profilaxis farmacológica es mucho rapéuticas utilizadas para prevenir el de-
más igualado. Por dicha razón, y porque sarrollo del síndrome postrombótico tras
también son eficaces y seguros, se reco- una TVP, que alcanza los 30-40 mmHg a
miendan los métodos mecánicos para este dicho nivel. De acuerdo con la evidencia
subgrupo. No hay estudios aleatorizados indirecta procedente de estudios en pa-
que evalúen los filtros de vena cava o el cientes con ictus, parecen preferibles las
seguimiento con ultrasonografía venosa en medias hasta el muslo que las que llegan
estos pacientes. hasta la rodilla.
La duración óptima de la profilaxis • Se consideran contraindicaciones relati-
en los pacientes con lesión medular agu- vas para el uso de las medias o la CNI
da y parálisis de miembros inferiores po- las siguientes: dermatitis, herida o úl-
dría establecerse en torno a los 3 meses, cera en la piel, arteriopatía periférica,
ya que más del 90% de los episodios de bypass arterial en el miembro inferior y
ETV sintomática se presentaron en ese traumatismos del miembro inferior con
periodo en una serie de más de 16.000 férula.
pacientes(15). • En la práctica totalidad de los ensayos clí-
nicos que demostraron la eficacia de la
HNF y las HBPM en cirugía no ortopédica,
8. Sugerencias para una la profilaxis se inició 2 horas antes de la in-
buena práctica clínica tervención. Sin embargo, la HBPM (sobre
todo a altas dosis) es eficaz y posiblemen-
A continuación se contemplan algunas te con un menor riesgo de complicacio-
medidas a adoptar, con objeto de mejo- nes hemorrágicas cuando la primera dosis
rar la práctica clínica referida a la profilaxis se administra 12 horas antes de la inter-
antitrombótica en todos los grupos quirúr- vención.
gicos. • Cuando se utilice profilaxis farmacológi-
• Se recomienda que cada hospital adop- ca, se sugiere seguir las recomendacio-
te un protocolo formal, por escrito, para la nes del fabricante en cuanto a dosis. Pare-
prevención de la ETV en cirugía. ce prudente consultar con el farmacéutico
• Dado que la adherencia con la CNI por o el farmacólogo en situaciones especia-
parte de los pacientes y el personal de les como la cirugía bariátrica o pacientes
enfermería no es siempre la adecuada, obesos intervenidos por otros motivos, ya
se recomienda realizar una monitoriza- que podrían requerir dosis más elevadas
ción activa de su utilización, tratando de de HNF o HBPM.

144
J.I. Arcelus

Recomendaciones

A continuación se detallan las recomenda- tuación de Rogers = 7-10 y puntuación


ciones para las diferentes poblaciones qui- de Caprini = 1-2), se sugiere profilaxis
rúrgicas no ortopédicas con el grado de re- mecánica, preferiblemente con CNI, so-
comendación entre paréntesis. Hay que bre la no utilización de profilaxis (grado
destacar que en el capítulo publicado en la 2C).
9.ª edición de la guía publicada en Chest se 3. Para los pacientes sometidos a cirugía
advierte de que las recomendaciones que general y abdominopélvica con un ries-
han cambiado aparecen sombreadas(1). Al go moderado de ETV (alrededor del 3%;
lector le llamará la atención que no hay nin- puntuación de Rogers > 10 y puntuación
guna recomendación sombreada. ¿Quiere de Caprini = 3-4) que no tengan un eleva-
esto decir que ninguna recomendación ha do riesgo de complicaciones hemorrági-
cambiado? En absoluto, se trató de un error cas mayores, se sugiere HBPM (grado
del editor del artículo, el Dr. Gould, que no 2B), HNF (grado 2B), o métodos mecá-
remitió a tiempo dichas modificaciones. De nicos, preferiblemente con CNI, sobre la
hecho, la mayoría de las recomendaciones no utilización de profilaxis (grado 2C).
han sufrido cambios, especialmente en lo Nota: 3 de los 7 autores habrían preferido
que se refiere al grado de recomendación. una recomendación de grado 1B a favor de
Para interpretar dichos grados, remitimos la HBPM o la HNF en este grupo.
al lector al Capítulo 1 de esta monografía, 4. Para los pacientes sometidos a cirugía
en el que el Dr. Rocha revisa ampliamente general y abdominopélvica con un riesgo
los aspectos metodológicos y los grados de moderado de ETV (alrededor del 1,5%;
evidencia. puntuación de Rogers = 7-10 y puntua-
ción de Caprini = 1-2) y con un elevado
riesgo de sufrir complicaciones hemo-
1. Cirugía general, rrágicas o en los que las consecuencias
gastrointestinal, urología, de la hemorragia se consideren especial-
ginecología, cirugía bariátrica, mente graves, se sugieren los métodos
cirugía vascular y cirugía mecánicos, preferiblemente con CNI, so-
plástica y reconstructora bre la no utilización de profilaxis (grado
2C).
1. Para los pacientes sometidos a ciru- 5. Para los pacientes sometidos a cirugía
gía general y abdominopélvica con muy general y abdominopélvica con un alto
bajo riesgo de ETV (< 0,5%; puntuación riesgo de ETV (alrededor del 6%; puntua-
de Rogers < 7 y puntuación de Caprini ción de Caprini ≥ 5) que no tengan ele-
= 0), no se recomienda profilaxis espe- vado riesgo de complicaciones hemorrá-
cífica farmacológica (grado 1B) ni mecá- gicas mayores, se recomienda profilaxis
nica (grado 2C), aparte de la deambula- farmacológica con HBPM (grado 1B) o
ción precoz. HNF (grado 1B) sobre la no utilización de
2. Para los pacientes sometidos a cirugía profilaxis. Se sugiere añadir un método
general y abdominopélvica con un bajo mecánico como las MCG o CNI a la profi-
riesgo de ETV (alrededor del 1,5%; pun- laxis farmacológica (grado 2C).

145
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

6. Para los pacientes con alto riesgo de ETV 2. Cirugía cardiaca


sometidos a cirugía abdominopélvica por
cáncer y sin un riesgo hemorrágico eleva- 1. Para los pacientes sometidos a cirugía
do, se recomienda extender la profilaxis cardiaca con un curso postoperatorio sin
farmacológica con HBPM (4 semanas complicaciones, se sugiere utilizar méto-
desde la intervención) sobre la duración dos mecánicos de profilaxis, preferible-
limitada a 7-10 días (grado 1B). mente la CNI, sobre la profilaxis farma-
Nota: Algunos pacientes para los que esta cológica (grado 2C) o la no utilización de
extensión suponga un desembolso econó- profilaxis.
mico considerable podrían preferir una du- 2. Para los pacientes con hospitalización
ración más limitada. prolongada por complicaciones no hemo-
7. Para los pacientes con alto riesgo de ETV rrágicas, se sugiere añadir profilaxis far-
sometidos a cirugía general y abdomino- macológica con HNF o HBPM a los mé-
pélvica y con un elevado riesgo de com- todos mecánicos (grado 2C).
plicaciones hemorrágicas o para aquellos
en los que la hemorragia puede ser espe-
cialmente grave, se sugiere la utilización 3. Cirugía torácica
de métodos mecánicos, preferiblemente
CNI, sobre la no utilización de profilaxis, 1. Para los pacientes con riesgo moderado de
hasta que remita el riesgo hemorrágico y ETV sin riesgo elevado de complicaciones he-
se pueda iniciar la profilaxis farmacológica morrágicas, se sugiere utilizar HBPM (grado
(grado 2C). 2B), HNF (grado 2B) o profilaxis mecánica,
8. Para los pacientes sometidos a cirugía con un uso optimizado de la CNI (grado 2C),
general y abdominopélvica con un alto sobre la no utilización de profilaxis.
riesgo de ETV (alrededor del 6%; pun- Nota: 3 de los 7 autores preferían una re-
tuación de Caprini ≥ 5) que tengan algu- comendación de grado 1B a favor de la
na contraindicación o imposibilidad para HBPM o la HNF.
recibir HNF o HBPM y que no presenten 2. Para los pacientes sometidos a cirugía to-
un elevado riesgo hemorrágico, se su- rácica con alto riesgo trombótico y sin ele-
giere la utilización de AAS a bajas dosis vado riesgo hemorrágico, se sugiere utilizar
(grado 2C), fondaparinux (grado 2C) o HNF (grado 1B) o HBPM (grado 1B) so-
profilaxis mecánica, preferiblemente con bre la no utilización de profilaxis. Además,
CNI (grado 2C), sobre la no utilización se sugiere añadir las MCG o CNI a la profi-
de profilaxis. laxis farmacológica (grado 2C).
9. Para los pacientes sometidos a cirugía
general y abdominopélvica, se sugiere
que no se utilicen los filtros de vena cava 4. Craneotomía
para la prevención primaria de la ETV
(grado 2C). 1. Para los pacientes sometidos a craneoto-
10. Para los pacientes sometidos a cirugía mía, se sugiere emplear profilaxis mecá-
general y abdominopélvica, se sugiere nica, preferiblemente con CNI, en vez de
que no se lleve a cabo seguimiento pe- no usar profilaxis (grado 2C) o usar profi-
riódico con UVC (grado 2C). laxis farmacológica (grado 2C).

146
J.I. Arcelus

2. Para los pacientes sometidos a craneo- de HNF (grado 2C), HBPM (grado 2C)
tomía con un riesgo de ETV muy eleva- o métodos físicos, preferiblemente CNI,
do (operados por cáncer), se sugiere aña- sobre la no utilización de profilaxis.
dir profilaxis farmacológica a los métodos 2. Para los politraumatizados con alto ries-
mecánicos una vez se haya establecido go de ETV (incluyendo la lesión medu-
una hemostasia adecuada y haya remiti- lar aguda, el traumatismo cerebral o la
do el riesgo hemorrágico (grado 2C). cirugía de columna por lesión traumáti-
ca) se sugiere añadir métodos mecáni-
cos a la profilaxis farmacológica (grado
5. Cirugía del raquis y espinal 2C) cuando éstos no estén contraindi-
cados por una lesión en los miembros
1. Para los pacientes operados de columna, inferiores.
se sugiere utilizar métodos mecánicos, 3. En los pacientes que sufren graves trau-
preferiblemente con CNI, sobre la no uti- matismos y presentan contraindicacio-
lización de profilaxis (grado 2C), HNF nes para recibir HNF o HBPM, se sugiere
(grado 2C) o HBPM (grado 2C). recurrir a la CNI sobre la no utilización de
2. Para los pacientes sometidos a cirugía de profilaxis (grado 2C), si no lo impiden le-
columna con alto riesgo de ETV (incluyen- siones de los miembros inferiores. Tam-
do los operados por tumores malignos o bién se sugiere añadir profilaxis farmaco-
con un abordaje combinado anterior y pos- lógica con HNF o HBPM cuando el riesgo
terior), se sugiere añadir profilaxis farmaco- hemorrágico disminuya o desaparezcan
lógica a los métodos mecánicos una vez se las contraindicaciones a la heparina (gra-
considere la hemostasia estabilizada y haya do 2C).
remitido el riesgo hemorrágico (grado 2C). 4. Para los pacientes politraumatizados, se
sugiere no utilizar los filtros de vena cava
como profilaxis primaria de la ETV (gra-
6. Pacientes politraumatizados do 2C).
5. Para los pacientes politraumatizados se
1. Para los pacientes que sufren trauma- sugiere no recurrir al seguimiento perió-
tismos mayores se sugiere la utilización dico mediante UVC (grado 2C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

• En la 9.ª edición se dedican tres capítu- • La estructura de los capítulos sobre pre-
los a la prevención de la ETV, en pacien- vención de la ETV ha cambiado notable-
tes quirúrgicos ortopédicos, quirúrgicos mente con respecto a las ediciones pre-
no ortopédicos y médicos. vias, y el capítulo dedicado a la profilaxis

147
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

en pacientes quirúrgicos no ortopédicos del paciente, estratificando el riesgo de


ahora incluye: acuerdo al tipo de intervención.
– Resumen inicial de todas las recomen- • Mientras la 8.ª edición contemplaba 3
daciones categorías de riesgo de ETV –bajo, mo-
– Breve introducción sobre la metodolo- derado y alto–, la 9.ª edición establece
gía utilizada, detallando las cuestiones 4 categorías de riesgo adaptando el mo-
clínicas estructuradas según el formato delo de Caprini: muy bajo, bajo, modera-
PICO (population, intervention, compar- do y alto.
ator and outcome) • En esta edición se incluye una tabla que
– Resumen sobre la seguridad y eficacia detalla los factores de riesgo hemorrági-
de diversas intervenciones o modalida- co generales y específicos de ciertas in-
des de profilaxis comparadas entre sí y tervenciones quirúrgicas.
con la no utilización de profilaxis • Debido a la nueva metodología, en la
– Análisis sobre el riesgo de ETV y el ries- que se priorizan los episodios sintomá-
go hemorrágico, y explicación de los ticos de ETV y la mortalidad sobre las
perfiles de evidencia y de las recomen- ETV detectadas por pruebas diagnósti-
daciones en las principales especialida- cas objetivas, prácticamente todas las
des quirúrgicas recomendaciones sufren una modifica-
– Sugerencias para una buena práctica ción a la baja. La única recomendación
clínica que asciende es la referida a la exten-
• En esta edición, el editor principal del sión de la profilaxis con HBPM durante
capítulo es un metodólogo y, además 4 semanas tras cirugía abdominopélvi-
de expertos en la ETV, participan clíni- ca oncológica, que pasa de una suge-
cos sin especial dedicación a esta en- rencia de grado 2A a una recomenda-
fermedad. ción de grado 1B.
• Desaparecen las recomendaciones es- • A diferencia de las ediciones anteriores,
pecíficas para la profilaxis en cirugía ba- en la 9.ª edición se lleva a cabo un balan-
riátrica, urología, ginecología y cirugía ce explícito sobre las ventajas e inconve-
vascular, que quedan incorporadas en la nientes de utilizar la profilaxis farmacoló-
sección de cirugía general, si bien se co- gica con anticoagulantes, y se presenta
mentan el riesgo de ETV, el riesgo hemo- en numerosas tablas el número de epi-
rrágico y los perfiles de evidencia. sodios de ETV que se evitarían, incluyen-
• Desaparecen las secciones dedicadas a do la mortalidad total, el EP, la ETV sinto-
la cirugía laparoscópica y a la anestesia mática, la TVP proximal, etc. Además, se
neuroaxial. presenta el número de complicaciones
• Un cambio destacable en la 9.ª edición, hemorrágicas mayores que dicha inter-
que se refleja en muchas recomendacio- vención ocasionaría.
nes, es la adopción y adaptación de dos • Para todos los grupos quirúrgicos se su-
modelos de estratificación de riesgo de giere no utilizar los filtros de vena cava
ETV: el modelo de Rogers y el de Capri- como profilaxis primaria de la ETV. Tam-
ni. En la 8.ª edición se había descuidado bién se sugiere no recurrir al seguimien-
bastante este aspecto y no se tenían en to periódico con UVC de los miembros
cuenta los factores de riesgo intrínsecos inferiores.

148
J.I. Arcelus

Comentario
La ETV representa una complicación fre- mendaciones para la profilaxis en pacien-
cuente y potencialmente grave que afecta tes quirúrgicos generales.
a un porcentaje variable de pacientes qui- Otro cambio fundamental en la actual
rúrgicos, dependiendo de sus característi- edición de la guía del ACCP en lo que se re-
cas personales y de la intervención practi- fiere a la prevención de la ETV en pacientes
cada. Por este motivo, es importante tratar quirúrgicos deriva de la nueva metodología
de determinar el riesgo potencial de sufrir aplicada para interpretar la evidencia dispo-
ETV teniendo en cuenta todos los facto- nible y que se detalla en el Capítulo  1 de
res de riesgo que concurran en un pacien- esta monografía. A modo de resumen, se
te determinado, y no sólo la intervención aplica de forma explícita el modelo GRADE
quirúrgica, como se preconizaba en la 8.ª (Grades of Recommendation, Assess-
edición de la guía del ACCP(16). En este ment, Development and Evaluation Working
sentido, destaca que en la 9.ª edición se Group)(17), que prioriza la reducción de episo-
incorporan en el capítulo de profilaxis en dios de ETV relevantes, como la mortalidad
pacientes quirúrgicos no ortopédicos dos total o relacionada con la ETV y la ETV sinto-
modelos de estratificación de riesgo. El pri- mática, mientras que se concede menos im-
mero, propuesto por Rogers(11), se obtiene portancia que en ediciones previas a la TVP
mediante un análisis estadístico riguroso detectada por seguimiento con flebogra-
de una amplia serie de pacientes en el que fía, ultrasonidos, o pruebas isotópicas. Ade-
se identifican factores independientes que más, se analiza de forma sistemática el ries-
predicen un alto riesgo de ETV. La mayor li- go hemorrágico basal y el relacionado con la
mitación de este estudio es que es de uti- utilización de diversas modalidades de pro-
lización algo compleja y requiere algunas filaxis, así como los valores y preferencias
determinaciones de laboratorio no siempre que podrían tener los pacientes en relación
disponibles. Además, no ha recibido valida- con los episodios trombóticos y hemorrági-
ción externa. El modelo de Caprini(12), desa- cos. Esta revisión explícita de la evidencia
rrollado durante más de 10 años, incorpora disponible ha sido la causa principal de que
la mayoría de los factores de riesgo cono- la mayoría de las recomendaciones hayan
cidos e identificados en numerosos estu- sufrido una reducción en su grado. Así, sir-
dios epidemiológicos y ensayos clínicos, y va como ejemplo que para los pacientes so-
les asigna una puntuación variable en fun- metidos a cirugía general, en la 8.ª edición,
ción del impacto de cada factor, si bien un de 2008, había 5 recomendaciones de gra-
tanto empírica. Las ventajas de este mode- do 1A, 2 de grado 1C, 1 de grado 2A y nin-
lo radican en la sencillez de su aplicación guna de grado 2C. En cambio, en la 9.ª edi-
y, lo que es más importante, en su valida- ción, de 2012, en los pacientes quirúrgicos
ción externa en varios estudios que, aun- generales, no se otorga ninguna recomen-
que retrospectivos, demuestran una bue- dación de grado 1A, hay 4 de grado 1B, 2 de
na capacidad de discriminación de dicho grado 2B y 11 de grado 2C. Si la evidencia
modelo. Así pues, la 9.ª edición incorpo- es básicamente la misma, lo que ha ocurri-
ra la estratificación de riesgo obtenida por do es que la forma de analizarla ha sido muy
estos modelos en la mayoría de las reco- diferente, como ya hemos explicado. Otro

149
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

ejemplo interesante de esta nueva forma de los riesgos absolutos y efectos relativos de
interpretar la evidencia es lo que ha sucedi- las diferentes intervenciones. Como resul-
do con el AAS, que ha pasado de una reco- tado de lo anterior, la reducción generaliza-
mendación de grado 1A, contraria a su utili- da del grado de las recomendaciones podría
zación en cirugía ortopédica, a otra de grado llevar a algunos clínicos a abandonar méto-
1B, a favor(4). dos que venían utilizando al considerar que
Entre las principales ventajas de esta una sugerencia 2C no justifica su uso. En
edición, creo que se puede destacar la este sentido, habrá que insistir en que es-
evaluación explícita de la evidencia dispo- tas recomendaciones se basan en la reduc-
nible, apoyada en numerosas tablas, resú- ción de episodios sintomáticos relevantes
menes de los análisis y perfiles de eviden- en estudios de calidad, y no siempre se dis-
cia siguiendo la metodología GRADE, así pone de este grado de evidencia. En cual-
como el balance o trade off entre la pre- quier caso, cualquier modalidad que sea su-
vención de la ETV de trascendencia clíni- gerida será mejor que el no utilizar nada.
ca y el riesgo hemorrágico asociado a la Por último, aunque parece razonable que se
profilaxis farmacológica o incluso los pro- haya abandonado una sección dedicada a la
blemas derivados de los métodos mecáni- cirugía laparoscópica o mínimamente inva-
cos. Además, se contemplan los valores siva, ya que este abordaje se aplica en casi
y preferencias de los pacientes, aunque todas las especialidades, creo que se podría
muy influidos por la opinión expresada por haber mantenido una pequeña sección que
los panelistas en una encuesta al respec- explicase su posible influencia en el riesgo
to. Otro aspecto al que se ha prestado mu- de la ETV. Más preocupante es que se haya
cha atención en esta edición es el referido eliminado la sección de recomendaciones
al posible conflicto de intereses económi- sobre profilaxis y anestesia neuroaxial o la
cos e intelectuales de los panelistas, has- ausencia de recomendaciones específicas
ta el punto de que, de los 150 candidatos de dosificación en cirugía bariátrica.
a participar, 13 fueron rechazados y aque- En resumen, la 9.ª edición de la guía an-
llos que participaron pero declararon algún titrombótica del ACCP aporta cambios muy
conflicto se tuvieron que abstener de vo- importantes en general, y en lo que se re-
tar sobre temas relacionados con dichos fiere a la prevención de la ETV en pacientes
conflictos en las reuniones y teleconferen- quirúrgicos no ortopédicos, derivados de la
cias correspondientes. nueva metodología aplicada para la interpre-
Entre los inconvenientes del capítulo so- tación de la evidencia y la formulación de las
bre profilaxis en cirugía no ortopédica de recomendaciones, que a buen seguro ge-
esta edición, que ha sufrido cambios muy nerarán cierta controversia(18).
importantes, cabría destacar que la lectu- Finalmente, el objetivo fundamental de
ra puede resultar más dificultosa al clínico, la elaboración de las guías de práctica clíni-
ya que se ha pasado de un estilo narrativo ca para la prevención de la ETV es que su
que resumía los resultados de los principa- utilización tenga un impacto real en la segu-
les estudios disponibles, a un documento ridad de nuestros pacientes.
mucho más técnico, con un lenguaje apoya- En este sentido, en respuesta a la pre-
do en términos metodológicos y la inclusión gunta de si se ha demostrado si la aplica-
de muchas tablas en las que se muestran ción de la guía del ACCP tiene algún impac-

150
J.I. Arcelus

to en la incidencia de la ETV en la práctica cirugía de reemplazo de cadera y rodilla(19)


clínica real, lo cierto es que disponemos de y en los ingresados en una unidad de re-
dos estudios recientemente publicados que habilitación(20), sin que aumentase el ries-
demuestran que la utilización de profilaxis go de complicaciones hemorrágicas. Será
de acuerdo con las recomendaciones de la muy interesante ver, en otras especialida-
8.ª edición de la guía del ACCP redujo signi- des, como la cirugía general, estudios simi-
ficativamente el riesgo de presentación de lares basados en la utilización de la 9.ª edi-
ETV sintomática en pacientes sometidos a ción de la guía.

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151
Profilaxis de la ETV en pacientes quirúrgicos no ortopédicos

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152
Capítulo 11

Prevención de la enfermedad
tromboembólica venosa en pacientes
sometidos a cirugía ortopédica
Enric Castellet Feliu
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitari Vall d’Hebron. Barcelona

Estado actual del tema(1)

La artroplastia total de cadera (ATC) y la 1. Pacientes sometidos


artroplastia total de rodilla (ATR) son pro- a cirugía ortopédica mayor
cedimientos quirúrgicos con una deman-
da creciente que se va incrementando 1.1. Tromboprofilaxis comparada
cada año. Así, se calcula que en Esta- con no profilaxis
dos Unidos se realizan aproximadamente
200.000 ATR cada año. El riesgo de pade- 1.1.1. Heparinas de bajo peso molecular
cer enfermedad tromboembólica venosa versus no profilaxis
(ETV) en este tipo de cirugía se halla entre
los más elevados (Tabla 1). Desde mediados de la década de 1980 se han
En este capítulo se trata sobre la pro- publicado diversos trabajos que han estudiado
filaxis incluida en la denominada cirugía la eficacia de las heparinas de bajo peso mole-
ortopédica mayor (COM), que incluye la cular (HBPM) en comparación con la ausencia
ATC, la ATR y la cirugía por fractura de de profilaxis. Como resultado de ello, se han
cadera (CFC), así como los traumatismo evaluado más de 2.000 pacientes. Las HBPM
distales a la rodilla y los procedimientos reducen aproximadamente en un 50% la
artroscópicos. trombosis venosa profunda (TVP) asintomáti-

153
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

Tabla 1. Porcentajes de episodios de ETV sintomáticos


no mortales en cirugía ortopédica mayor
10-14 días postoperatoria 15-35 días postoperatoria Acumulada 0-35 días
postoperatoria

No profilaxis ETV: 2,80% ETV: 1,50% ETV: 4,3%


(EP: 1,00%; TVP: 1,80%) (EP: 0,50%; TVP: 1,00%) (EP: 1,50%; TVP: 2,80%)

HBPM ETV: 1,15% ETV: 0,65% ETV: 1,80%


(EP: 0,35%; TVP: 0,80%) (EP: 0,20%; TVP: 0,45%) (EP: 0,55%; TVP: 1,25%)

ca. En la CFC existen menos estudios, pero la que incluían tanto pacientes quirúrgicos como
eficacia parece ser similar. Así, se espera que no quirúrgicos, así como una tendencia hacia
la administración de HBPM por un periodo de el incremento del sangrado mayor. Se calcula
10-14 días prevenga 13 episodios de ETV por que la administración de DBHNF sería capaz
cada 1.000 pacientes sometidos a COM. de reducir 13 eventos de ETV sintomática por
Otro aspecto evaluado ha sido la exten- cada 1.000 pacientes, con un incremento de
sión de la profilaxis más allá de los 14 días, 4 eventos de sangrado mayor por el mismo nú-
ya que se considera que se requieren 3 me- mero de pacientes. No se ha podido demos-
ses para recuperar el nivel de riesgo de ETV trar ningún efecto sobre la mortalidad global.
que el paciente tenía antes de la intervención.
Tres revisiones sistemáticas(2-4) observan que
con dicha extensión de la profilaxis se reduce 1.1.3. Antagonistas de la vitamina K
significativamente la TVP sintomática. No se versus no profilaxis
obtienen conclusiones en relación con el san-
grado ni con la tasa de mortalidad, aunque se La evidencia de la eficacia de la administra-
produjeron 2 muertes en el grupo placebo. Se ción de antagonistas de la vitamina K (AVK)
espera que extender la profilaxis más allá de proviene de 8 estudios –la mayoría de ellos
los 14 días, hasta los 35 días, conlleve 9 epi- en pacientes sometidos a CFC–, que de-
sodios menos de ETV. mostraron una reducción relativa de la inci-
dencia de la TVP asintomática del 55%.
La reducción del EP se sitúa casi en el
1.1.2. Bajas dosis de heparina 80%. Se asoció también a una tendencia ha-
no fraccionada versus no profilaxis cia el incremento del sangrado y la reducción
de la mortalidad. Su administración se calcula
Existen numerosos estudios que evalúan la que puede reducir 18 casos de ETV a cambio
comparación entre dosis bajas de heparina de producir 7 casos más de sangrado mayor.
no fraccionada (DBHNF) versus no profilaxis
en la década de 1970 y 1980. Dichos estu-
dios muestran una reducción relativa del ries- 1.1.4. Ácido acetilsalicílico versus
go de TVP asintomática del 58%. Los estudios no profilaxis
se realizaron en pacientes sometidos a ATC y
CFC. Se observó una significativa reducción La administración de ácido acetilsalicílico (AAS)
del embolismo pulmonar (EP) en los estudios, como profilaxis de la ETV fue estudiada duran-

154
E. Castellet

te las décadas de 1970 y 1980 en pacientes so- uso de fondaparinux en 1.000 pacientes dismi-
metidos a ATC, ATR y CFC. Estos estudios pre- nuiría en 12 los casos de ETV a expensas de in-
sentaron limitaciones metodológicas. crementar en 12 los casos de sangrado mayor.
Destaca, por el número de pacientes in-
cluidos, un estudio multicéntrico que reclu-
tó a 17.444 pacientes sometidos a CFC(5) y 1.1.6. Métodos mecánicos
en el que se administraron 160 mg de AAS versus no profilaxis
durante 35 días. Este estudio presentó cier-
tas debilidades metodológicas pero también Existen pocos estudios sobre el uso de me-
algunas fortalezas. Así, incluía aleatorización dias de compresión gradual (MCG) en re-
y ciego del tratamiento y un comité indepen- lación con la no profilaxis en la COM. De
diente de evaluación de resultados. Se ob- manera habitual se asocian a un método far-
servó una reducción relativa de la TVP sinto- macológico. El resultado que se deriva de
mática del 28% –cifra que se considera muy diversos estudios –incluyendo sólo uno en
moderada– y no se pudo obtener un resulta- cirugía ortopédica– es que no se demuestra
do en relación con el EP mortal. El dato más eficacia en relación con la disminución del
destacable, sin embargo, fue que en el gru- EP. Por otro lado, algún estudio muestra la
po del AAS hubo 19 fallecimientos asociados presencia de complicaciones cutáneas.
a la ETV, mientras que en el grupo placebo Debido a que estos métodos no incre-
fueron 45. Hubo una tendencia a incremen- mentan el riesgo hemorrágico, se pueden apli-
tar el sangrado mayor no mortal por parte del car durante el momento de la cirugía en la ex-
AAS. También se observó una tendencia ha- tremidad no sujeta a intervención. Éste es el
cia más episodios de infarto de miocardio no caso de la compresión neumática intermiten-
mortales. La administración de AAS por un te (CNI) y de la bomba venosa plantar (BVP).
periodo de 35 días daría como resultado la En estudios que evalúan estos métodos
disminución de 7 casos sintomáticos de ETV en más de 900 pacientes sometidos unos a
por cada 1.000 pacientes a expensas de in- CFC y otros a artroplastias, se observó una
crementar el sangrado mayor en 3 casos, y disminución del riesgo relativo del 50% para
en 2 casos el infarto de miocardio no mortal. la TVP y el EP en la cirugía mayor ortopédi-
ca (CMO). Se considera, sin embargo, que
la evidencia es de baja calidad. Una dificultad
1.1.5. Fondaparinux versus no profilaxis que presentan estos métodos es la imposi-
bilidad de aplicar el ciego en el tratamiento.
No se hallan estudios que comparen el Otro aspecto muy importante es el cumpli-
fondaparinux con placebo desde el inicio miento por parte del paciente debido a que
de la intervención quirúrgica. Sí existen es- estos aparatos son difíciles de tolerar. El gra-
tudios que aleatorizan a los pacientes a los do de cumplimiento en estos estudios ape-
6-8 días después de CFC para el estudio de nas está informado. A ello se añade la diver-
la profilaxis a largo plazo. sidad de diseños de los distintos dispositivos
No se pudieron hallar diferencias en rela- que añaden más variables. Actualmente han
ción con la TVP sintomática y la mortalidad. aparecido unos nuevos dispositivos de CNI
Hubo una mayor tendencia al sangrado mayor con autonomía mediante baterías que pare-
en el grupo de fondaparinux. Se calcula que el cen incrementar la tolerancia.

155
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

1.2. Tiempo de inicio demostrar ni excluir con los datos conjuntos


de los anticoagulantes un posible efecto beneficioso de las HBPM
en el EP. Lo mismo ocurrió con cierta ten-
El riesgo de sangrado está relacionado direc- dencia a menor sangrado en la ATC que no
tamente con la administración de la trombo- se pudo confirmar en todos los estudios.
profilaxis alrededor de la cirugía. Los estudios Estos resultados sugieren que las HBPM
en los que se administraron las HBPM 2 ho- podrían reducir la ETV sintomática en 16 pa-
ras antes de la intervención mostraron un in- cientes de cada 1.000, y las DBHNF, en 13
cremento significativo en sangrado mayor. casos de cada 1.000, sin suponer un incre-
Una revisión sistemática(6) comparó el inicio mento en el sangrado mayor.
preoperatorio (como mínimo, 12 horas antes En cuanto al régimen de administración
de la intervención), postoperatorio (12-24 ho- de las DBNHF –cada 8 horas o cada 12 ho-
ras después de la cirugía) y perioperatorio (2 ras–, no existen estudios que comparen di-
horas antes o menos de 4 horas después). El rectamente los 2 regímenes. La conclusión
inicio perioperatorio conllevó mayor sangrado. predominante hasta el momento es que el
Los autores concluyeron que el inicio preope- régimen de 8 horas (3 administraciones al
ratorio 12 horas antes no es más efectivo en día) sería superior; sin embargo, esta con-
la prevención de la TVP que el inicio 12 horas clusión proviene de comparaciones indirec-
después de la cirugía(7). Existían menores ta- tas de baja calidad.
sas de ETV asociadas al inicio perioperatorio,
pero no aconsejan su práctica debido al incre-
mento del riesgo de sangrado. Las compara- 1.3.2. Heparinas de bajo peso molecular
ciones realizadas ente los distintos fármacos versus antagonistas de la vitamina K
fueron indirectas y se referían sólo a la TVP
venográfica. No se tienen datos acerca de la Diversos estudios han comparado estos mé-
TVP sintomática. todos en la ATC y la ATR en más de 9.000
pacientes. Aunque no se han conseguido
extraer resultados para el EP, las HBPM se
1.3. Elección de la tromboprofilaxis asociaron a un menor número de TVP asin-
tomáticas, con menor tendencia a un mayor
1.3.1. Heparinas de bajo peso molecular índice de sangrados. Administrando estos
versus dosis bajas de heparina métodos de inicio, la balanza estaría bastan-
no fraccionada te equilibrada, ya que la mayor eficacia de las
HBPM se vería compensada por el mayor
Los pacientes sometidos a cirugía ortopé- riesgo de sangrado que conllevan. Sin em-
dica que han sido objeto de estudio para bargo, la existencia de 2 episodios de san-
comparar las HBPM versus las DBHNF son grado mayor mortal en pacientes con AVK
unos 2.800 (artroplastia o CFC). Los resul- –y ninguno con el uso de HBPM– cuestio-
tados conjuntos apuntan hacia una reduc- na en cierto modo la conveniencia del uso
ción relativa del 20% en la TVP asintomáti- de los AVK para esta indicación. Para decan-
ca a favor de las HBPM. Las HBPM también tar la balanza es fundamental tomar en con-
se asociaron a una tendencia hacia la reduc- sideración los estudios de extensión de la
ción del EP en la ATC, aunque no se pudo profilaxis. Un estudio(8) que reclutó más de

156
E. Castellet

1.200 pacientes sometidos a ATC y con un con el uso de fondaparinux aunque no exis-
periodo de profilaxis de 6  semanas no ob- tan diferencias en cuanto al sangrado mayor
servó ningún EP en el grupo de las HBPM no mortal. El fondaparinux debe administrar-
en comparación con 4  de 636 en el grupo se con precaución en pacientes con menos
de los AVK (INR: 2-3). No se pudieron obser- de 50 kg de peso y en pacientes ancianos en
var diferencias respecto de la TVP asintomá- los cuales los sangrados pueden incremen-
tica. Sin embargo, hubo casi 4 veces más de tarse. En resumen, el fondaparinux no parece
sangrado mayor no mortal en el grupo de los disminuir en gran medida los casos de ETV y
AVK que en el de las HBPM. De los 2 falleci- puede incrementar el sangrado en unos 9 ca-
mientos que hubo –ambos en el grupo de los sos por cada 1.000 pacientes.
AVK–, uno de ellos fue por sangrado genitou-
rinario. Existe, pues, una moderada eviden-
cia de un sustancial incremento en el sangra- 1.3.5. Heparinas de bajo peso molecular
do mayor con el uso de AVK en comparación versus rivaroxabán
con las HBPM para la profilaxis prolongada.
El rivaroxabán es un inhibidor directo del
factor Xa que se administra por vía oral. No
1.3.3. Heparinas de bajo peso molecular ha sido evaluado en la CFC. Siete estudios
versus ácido acetilsalicílico con un reclutamiento superior a 10.000 pa-
cientes sometidos a ATC y ATR lo estudian
Sólo 2 estudios comparan las HBPM versus el versus las HBPM(9,10).
AAS. En relación con la TVP asintomática, pa- El rivaroxabán se administra en dosis de
recen existir más casos en el grupo del AAS. 10 mg/24 horas y se inicia entre las 6 y las
No se observan diferencias en el EP por ser 8 horas postintervención. Para pacientes en
una casuística corta. La comparación direc- ATR se administra durante 10-15 días, pero
ta de estos fármacos es escasa y diversa. Se en la ATC se ha administrado para profilaxis
suelen comparar indirectamente, y se les atri- extendida a 31-39 días. El rivaroxabán dismi-
buye a las HBPM una mayor eficacia relativa. nuye la TVP sintomática en más de un 50%,
con una tendencia a un incremento del san-
grado. Se calcula que con el rivaroxabán se
1.3.4. Heparinas de bajo peso molecular consigue disminuir en 5 casos la ETV a ex-
versus fondaparinux pensas de incrementar en 9 los episodios
de sangrado mayor sobre 1.000 pacientes.
Existen diversos estudios de magnitud consi- La extensión de la profilaxis se evalúa en
derable que comparan el fondaparinux 2,5 mg un estudio(11) frente a placebo en el que dis-
iniciado entre las 6 y las 8 horas después del minuyó de manera significativa la ETV sin-
cierre de la herida quirúrgica versus las HBPM tomática. Según los datos de dicho estudio,
en la ATC, la ATR y la CFC. Los resultados glo- con el uso de rivaroxabán se conseguirían 12
bales muestran una reducción de la TVP asin- episodios menos de ETV por cada 1.000 pa-
tomática con el fondaparinux y no pueden cientes. Sin embargo, hay ciertas dudas so-
mostrar diferencias respecto de la TVP sinto- bre las tasas de sangrado. Es posible que el
mática o el EP. Hay que tener en cuenta el in- uso de rivaroxabán produjera como contra-
cremento de reintervenciones por sangrado partida un mayor sangrado que placebo.

157
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

1.3.6. Heparinas de bajo peso molecular gún preferencias del investigador (usualmente
versus dabigatrán 12 horas postintervención). Dos estudios(15,16)
compararon apixabán con enoxaparina a dosis
El dabigatrán es un nuevo inhibidor directo de de 30 mg/12 horas. También el apixabán se ad-
la trombina que se administra por vía oral. Cua- ministró durante 10-14 días en la ATR y 32-38
tro ensayos clínicos(12-14) evalúan el uso de da- días en la ATC. El apixabán redujo la TVP sin-
bigatrán en más de 10.000 pacientes some- tomática en un 59% y tuvo un efecto peque-
tidos a ATC y ATR a dosis de 220 y 150 mg ño, si lo tuvo, sobre el sangrado mayor no mor-
iniciándose el tratamiento dentro de las 4 ho- tal y los requerimientos debidos al sangrado
ras postoperatorias con la mitad de la dosis en en comparación con la enoxaparina. No se ob-
comparación con enoxaprina a 40 mg/día de servaron diferencias sobre el EP no mortal o la
inicio preoperatorio o 30 mg/12 horas de ini- mortalidad total, y los únicos 5 fallecimientos
cio postoperatorio. De la misma manera que por ETV se hallaron en el grupo de apixabán.
el rivaroxabán, se administró durante 10-15 Se estima que se conseguirían 7 casos menos
días en la ATR y durante 35 días en la ATC. La de TVP sintomática por cada 1.000 pacientes
dosis de 220 mg de dabigatrán no pudo de- sin ningún incremento apreciable en relación
mostrar diferencias en relación con la ETV sin- con el sangrado mayor, en caso de administrar
tomática ni en casos de sangrado mayor. La el apixabán en lugar de la enoxaparina. En resu-
dosis de 150 mg redujo la TVP asintomática men, el apixabán es semejante a las HBPM en
en menor proporción que la enoxaparina. No términos de eficacia y mostró un bajo riesgo
se ha demostrado diferencia de eficacia en- de sangrado similar. Debido a la falta de expe-
tre el dabigatrán y las HBPM. Se calcula que riencia clínica, después de su reciente autoriza-
se producirían 2 casos más de ETV por cada ción, todavía las HBPM se consideran el agen-
1.000 pacientes con la dosis baja de dabiga- te de elección.
trán, pero se añadirían 4 episodios de sangra-
do mayor en el grupo de la enoxaparina, aun-
que este incremento del sangrado podría ser 1.3.8. Compresión neumática intermitente
atribuible a lo elevado de la dosis de enoxapa- versus tromboprofilaxis farmacológica
rina (30 mg/12 horas). En resumen, el dabiga-
trán es similar a las HBPM en eficacia y ries- Se han evaluado dispositivos de CNI versus
go de sangrado. AVK en más de 500 pacientes en 4 ensayos
clínicos en pacientes sometidos principalmen-
te a ATC y, en menor medida, a ATR. No se
1.3.7. Heparinas de bajo peso molecular hallaron diferencias para la TVP asintomática,
versus apixabán ni tampoco para el EP por ser escaso el núme-
ro de pacientes. Se describieron episodios de
El apixabán es un inhibidor directo del factor Xa sangrado mayor en un estudio, aunque pare-
que se administra por vía oral. Cuatro ensayos cen relacionados con la regulación prequirúrgi-
clínicos que reclutaron unos 12.000 pacientes ca de la dosis de AVK y no serían imputables a
sometidos a ATC y ATR evaluaron la eficacia de la práctica común. Usando una estimación de
2,5 mg/12 horas iniciando el tratamiento a las un 2% de sangrados observados en los gru-
12-24 horas después de la intervención fren- pos de AVK en los estudios realizados frente a
te a la enoxaparina 40 mg/24 horas iniciada se- las HBPM, es probable que existieran 19 epi-

158
E. Castellet

sodios más de sangrado por cada 1.000 pa- con poco riesgo de sangrado y una extensa
cientes para conseguir 2 casos menos de TVP. experiencia clínica, son las HBPM. Además,
Se han comparado también con HBPM(17) si extendemos la profilaxis hasta los 35 días,
en más de 1.000 pacientes sometidos a ATC se produce una reducción mayor de la ETV
y ATR. Cinco estudios usaron BVP y 2 CNI. El sintomática, con un perfil de seguridad simi-
uso de un dispositivo de compresión se aso- lar. En las situaciones en que las HBPM no
ció con una tendencia hacia un incremento de están disponibles o si el paciente tiene an-
la TVP asintomática. En el grupo de CNI se pro- tecedentes de trombocitopenia inducida por
dujo una tasa menor de sangrado mayor. En heparina, los siguientes fármacos son alter-
estos estudios la adjudicación de un episo- nativas razonables: apixabán, dabigatrán, ri-
dio de sangrado no se produjo con un siste- varoxabán, AVK, fondaparinux, CNI, o CNI en
ma de ciego y fueron informados de manera combinación con dosis bajas de AAS.
deficiente. Con los dispositivos de compresión
se produjeron 3 fallecimientos debidos a ETV
en comparación con ninguno en el grupo de 1.4. Combinación de métodos
HBPM. Así, se podrían esperar 10 episodios profilácticos
menos de ETV sintomática por 1.000 pacien-
tes con el uso de HBPM en lugar de la CNI a La combinación de métodos mecánicos y
expensas de 10 casos adicionales de sangra- farmacológicos podría reducir la incidencia
do mayor. Estas tasas de sangrado están ba- de ETV. Una revisión sistemática de la Co-
sadas en estudios no contemporáneos y, en chrane(18) y algún otro estudio reclutan más
consecuencia, pueden no ser representativos de 2.400 pacientes principalmente usan-
de la práctica actual. En resumen, debido a la do HBPM. Se observa que añadiendo un
baja calidad de la evidencia, no podemos juzgar dispositivo de compresión se reduce la in-
con exactitud la comparación de la CNI con las cidencia de TVP asintomática en más del
HBPM, pero nos decantamos por las HBPM. 70%. Sin embargo, existen algunas limita-
La nueva generación de dispositivos de ciones metodológicas por lo que la eviden-
compresión posee la ventaja de que son cia es de baja calidad. No se registraron los
portátiles y, además, son capaces de regis- episodios hemorrágicos, pero la adición de
trar la actividad que realizan. Se han evalua- un método mecánico debería tener escaso
do dichos dispositivos en uso conjunto con o nulo efecto sobre los mismos.
DBHNF frente a HBPM en más de 500 pa-
cientes sometidos a ATC y ATR.
Los resultados obtenidos no son muy 1.5. Otras consideraciones
concluyentes por el escaso número de
eventos ocurridos y porque poseen diferen- Una revisión sistemática de la adherencia a
tes definiciones en cuanto al sangrado. la tromboprofilaxis por parte del paciente en
el periodo extrahospitalario halló una falta de
adherencia del 13% al 37% en pacientes tra-
1.3.9. Resumen tados con HBPM o fondaparinux. Se cree
que pueden contribuir a ello factores como
En la CMO, el método profiláctico que posee la sobrecarga que supone la necesidad de la
cierta superioridad en la eficacia, combinada autoinyección, la modificación de la organi-

159
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

zación de los miembros de la familia o la in- do la aplicación de la ultrasonografía Doppler.


corporación de personal de enfermería para Existen dos estudios que abordan la cues-
visitas diarias a domicilio. Los nuevos agen- tión pero no han conseguido hallar el efec-
tes que se administran oralmente y no re- to beneficioso de realizar un cribado antes
quieren monitorización podrían teóricamen- del alta hospitalaria. Algún paciente al que se
te mejorar la adherencia. detectó TVP asintomática y se instauró trata-
miento con warfarina durante 3 meses sufrió
un sangrado mayor. Así, no se obtiene un be-
1.6. Uso de filtro de la vena cava neficio del cribado y puede, en cambio, con-
para tromboprofilaxis ducir a un tratamiento de varios meses que
puede causar complicaciones hemorrágicas.
No existen ensayos aleatorizados con el uso
de filtros de la vena cava (FVC) para la preven-
ción del EP en pacientes de alto riesgo para 2. Lesiones aisladas
TVP. Por otro lado, en el 2-6% de los pacientes de las extremidades inferiores
que reciben FVC se han presentado efectos distales a la rodilla
adversos como TVP en el lugar de la inserción,
oclusión del filtro debido a una trombosis y mi- Las lesiones de las extremidades inferiores
gración del filtro. Un estudio reciente observa- son un grupo heterogéneo que incluye frac-
cional incluye más de 9.000 pacientes (mayo- turas distales a la rodilla, rupturas tendinosas
ritariamente sometidos a artroplastia o cirugía y lesiones cartilaginosas de la rodilla y el tobi-
espinal). La indicación más común para la co- llo. Aunque hay menos evidencia sobre la inci-
locación del FVC fue el antecedente de ETV. El dencia de ETV en estos pacientes que en los
51% de ellos llevaban filtros que se podían re- pacientes sometidos a COM, sabemos que
tirar. Menos de la mitad de ellos se lo habían el riesgo de TVP se incrementa con la mayor
retirado a los 6 meses. Dos pacientes presen- proximidad de la fractura a la rodilla. Una re-
taron complicaciones en la retirada del FVC. visión sistemática de la Cochrane evaluó la
En resumen, no existe una evidencia signifi- cuestión(19) partiendo de 6  ensayos aleato-
cativa acerca de un posible beneficio de la co- rizados que representan aproximadamente
locación del FVC y, en cambio, se han descrito 1.500 pacientes que requirieron inmoviliza-
diversas complicaciones relacionadas con su ción al menos durante una semana y recibie-
uso, de lo que se extrae que el resultado pue- ron HBPM hasta la retirada del yeso versus
de ser más dañino que beneficioso para los no profilaxis. Los resultados no pudieron es-
pacientes, incluso en aquellos que poseen un tablecer si la profilaxis aportaba algún bene-
elevado riesgo de sangrado. ficio. Entre los pacientes con alto riesgo de
TVP no se distinguió a aquéllos con antece-
dentes de ETV.
1.7. Cribado de la trombosis
venosa profunda antes del alta
hospitalaria 3. Artroscopia de rodilla

Para realizar un cribado para la TVP asintomá- La artroscopia de rodilla se realiza mayorita-
tica antes del alta hospitalaria se ha utiliza- riamente con carácter ambulatorio y en una

160
E. Castellet

Tabla 2. Factores de riesgo generales de sangrado


Episodio de sangrado mayor previo

Insuficiencia renal severa

Presencia concomitante de un agente antiplaquetario

Factores quirúrgicos: dificultad de control del sangrado durante el episodio quirúrgico actual, disección quirúrgica extensa,
necesidad de revisión quirúrgica

población de pacientes jóvenes. Una revisión 1. En pacientes sometidos a CMO: CNI (op-
sistemática(20) que evalúa 4 estudios en ar- cionalmente AAS) versus HBPM
troscopia de rodilla examinó la HBPM versus 2. En pacientes sometidos a CFC: CNI preope-
no profilaxis en 527 pacientes. Los diagnós- ratoria más HBPM, seguidas de CNI posto-
ticos fueron diversos: reconstrucción del li- peratoria más HBPM, versus CNI preope-
gamento cruzado anterior, meniscectomías, ratoria sólo seguida de CNI más HBPM
etc. La TVP fue significativamente reduci- 3. En pacientes sometidos a CMO: AAS
da pero basada sólo en 23 eventos y hubo versus HBPM
sólo 5 TVP sintomáticas y un EP sintomáti- 4. En pacientes sometidos a CMO: disposi-
co, este último en el grupo de HBPM. No se tivo mecánico durante 35 días versus 10-
produjeron sangrados mayores ni sangrados 14 días
que requirieran reintervención. A partir de la 5. Pacientes con lesión en una extremidad
evidencia de baja calidad de la que dispone- inferior: tromboprofilaxis anticoagulante
mos, se esperarían 9  casos menos de TVP versus AAS estratificado por el tipo de le-
sintomática y 4 casos más de EP no mor- sión, el procedimiento y el tiempo previs-
tal por cada 1.000 pacientes, aunque en rela- to de inmovilidad
ción con el sangrado la medida de la muestra 6. La influencia de regímenes antitrombóti-
no es suficiente para poder estimar una cifra. cos, de forma aislada o combinados, en el
Otro estudio sobre 1.700 pacientes com- tromboembolismo arterial y venoso perio-
paró las HBPM frente a las MCG. El trata- petorio y postoperatorio
miento del grupo de las HBPM (nadroparina
durante 14 días) tuvo que detenerse debido a
las complicaciones. El resultado final no pudo 5. Conclusiones
establecer un posible beneficio del uso de la
profilaxis. También aquí los pacientes con alto La ETV es una complicación secundaria im-
riesgo de TVP fueron excluidos. portante de la COM. Este artículo revisa la
eficacia y la seguridad de diversos méto-
dos y proporciona recomendaciones que di-
4. Dirección de los estudios fieren en algún aspecto con respecto a las
futuros ediciones anteriores. En primer lugar, las
recomendaciones se han basado en pun-
Comparaciones donde datos adicionales tos importantes para el paciente que inclu-
son particularmente necesarios son: yen la TVP y el EP sintomático, el sangra-

161
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

do (Tabla 2) y el fallecimiento, mientras que uso de dispositivos mecánicos o no admi-


la identificación de la TVP asintomática me- nistrar profilaxis. No recomendamos el uso
diante pruebas complementarias no se ha del FVC para la prevención primaria, y nues-
utilizado como indicador para las recomen- tro consejo es en contra del uso del cribaje
daciones. Después de nuestra revisión, re- mediante ultrasonografía.
comendamos que todos los pacientes so- Para los pacientes con lesiones aisladas
metidos a COM reciban tromboprofilaxis de las extremidades inferiores que requie-
con un agente farmacológico o CNI por un ran inmovilización y para los pacientes so-
mínimo de 10-14 días y sugerimos extender metidos a artroscopia de rodilla sin historia
la profilaxis hasta los 35 días. En pacientes previa de ETV recomendamos no adminis-
con alto riesgo de sangrado, sugerimos el trar profilaxis.

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

1. En cirugía de ATC y ATR se incluyen los se modifica la redacción anterior, que de-
nuevos fármacos orales apixabán, dabi- cía “que no se utilice rutinariamente pro-
gatrán y rivaroxabán, aunque se expresa filaxis”, por la siguiente: “sugerimos no
una preferencia por las HBPM. profilaxis preferiblemente a administrar
2. Desaparece la recomendación contra el profilaxis”.
uso de AAS, dextrano, DBHNF, MCG o 7. En la cirugía artroscópica de rodilla se
BVP como único método de profilaxis. modifica el redactado. En la anterior edi-
Se admite el AAS como método único de ción se recomendaba administrar HBPM
profilaxis para la CMO (ATC, ATR y CFC). cuando “tengan algún riesgo adicional
3. En la CFC se expresa la preferencia de de ETV o después de un procedimiento
las HBPM sobre el fondaparinux, DBHNF, complicado”. En la edición actual, se reco-
AVK o AAS. mienda no administrar tromboprofilaxis
4. En pacientes sometidos a CMO (ATC, si no existe antecedente de ETV.
ATR y CFC), se recomienda la profilaxis 8. En relación con la CNI, la 9.ª edición es-
de tipo dual (agente farmacológico más pecifica que debe tratarse de disposi-
CNI) durante el ingreso hospitalario. tivos portátiles, alimentados mediante
5. Se admite la no administración de pro- baterías, y capaces de registrar el cum-
filaxis para pacientes sometidos a COM plimiento tanto en pacientes hospita-
con elevado riesgo de sangrado. lizados como ambulatorios. El cumpli-
6. En relación con las lesiones aisladas de miento no debe ser inferior a 18 horas
la pierna que requieren inmovilización, diarias.

162
E. Castellet

Comentario
Hace ahora 4 años, con motivo de la 8.ª secuencia, difíciles de interpretar estadísti-
edición de los comentarios a las Guías camente.
del American College of Chest Physicians Una recomendación que ilustra este
(ACCP), hicimos una referencia al edito- cambio de tendencia es la aceptación del
rial(21) publicado por un grupo representati- AAS como opción de método único de trom-
vo de cirujanos ortopédicos de Estados Uni- boprofilaxis en la cirugía de ATC y ATR. Este
dos pertenecientes a la American Academy cambio de visión –difícil de concebir en las
of Orthopaedic Surgeons (AAOS), los cua- ediciones anteriores cuando se recomen-
les diferían en sus opiniones de las expresa- daba explícitamente contra la administra-
das en las recomendaciones del ACCP, pu- ción de AAS como método único de trom-
blicadas previamente en la revista Chest. boprofilaxis– responde a la importancia que
Basaban principalmente sus diferencias en se le concede al EP como indicador de ETV.
el indicador (end-point) de ETV, cuestiona- La base científica de este paso reside en el
ban que la TVP venográfica y asintomática estudio previo(4), en el que, al margen de la
ocupara el rol de indicador principal y alerta- falta de rigor de su metodología, se incluye-
ban de que las consecuencias del sangrado ron más de 17.000 pacientes. Los pacientes
se estaban infravalorando. La AAOS aboga- a los cuales se les administró AAS vieron re-
ba por otorgar más importancia a otros indi- ducida la mortalidad por ETV en más de un
cadores como el EP. Cuatro años más tarde, 50%. Otro punto que esgrimen los defenso-
tenemos que afirmar que las recomenda- res de la administración de AAS es que éste
ciones del ACCP que son objeto de comen- reduce el sangrado; sin embargo, en nues-
tario no se explican sin aquella corriente de tra opinión, este aspecto no está actualmen-
opinión que se inició con el editorial citado. te demostrado. En nuestro país estamos a
En las propias recomendaciones, los au- la expectativa de si el AAS va a ir adquirien-
tores afirman que “se han basado en pun- do importancia en la tromboprofilaxis de la
tos importantes para el paciente que inclu- ETV en la cirugía ortopédica de tobillo (COT).
yen la TVP y el EP sintomático, el sangrado A nuestro entender –e independientemente
y el fallecimiento, mientras que la TVP asin- de los datos de eficacia–, existen dos incon-
tomática identificada mediante pruebas venientes para su utilización: a) En primer lu-
complementarias no se ha utilizado como gar, no conocemos estudios de dosificación
indicador para las recomendaciones”. Este (que sí existen en otros fármacos). En los es-
reconocimiento permite que las recomen- tudios publicados hasta el momento, la do-
daciones hayan variado sustancialmen- sificación de AAS varía enormemente de un
te respecto a las publicadas en la anterior estudio a otro. No sabemos qué dosis de
edición del Chest. En este punto, conviene AAS es la que nos ofrece mayor eficacia con
apuntar que los estudios de eficacia con in- un riesgo aceptable de sangrado. b) En se-
dicadores diferentes a la TVP ofrecen mayor gundo lugar, la larga duración de su efecto
dificultad de interpretación debido a su baja hace difícil el manejo perioperatorio en caso
incidencia. El EP y los fallecimientos que se de sangrado.
producen en los ensayos clínicos presentan Otro dato muy revelador de la importan-
cifras con incidencias muy bajas y, en con- cia que ha adquirido la posibilidad de san-

163
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

grado en esta edición es la admisión de la dentes con los nuevos fármacos. Sin em-
no administración de profilaxis en los pa- bargo, en defensa de dichos fármacos, con-
cientes con elevado riesgo de sangrado. viene apuntar que recientemente se han
Esta recomendación no se había explicita- publicado estudios en indicaciones ajenas a
do en las ediciones anteriores. la COT –por ejemplo, la profilaxis de los epi-
De todas maneras, la novedad más vi- sodios trombóticos en la fibrilación auricu-
sible en esta edición es la aparición de los lar– en los que se han administrado estos
nuevos anticoagulantes orales en la trom- nuevos fármacos a amplias poblaciones de
boprofilaxis de pacientes sometidos a ATC pacientes durante varios meses, y se ha po-
y ATR. En las recomendaciones, se otorga dido confirmar su grado de seguridad hepá-
el mismo grado de recomendación (gra- tica y renal.
do 1B) y nivel de evidencia a los siguien- Por lo que respecta a la duración de la
tes nuevos fármacos: HBPM, fondaparinux, profilaxis en la COM (ATC, ATR y CFC), se
apixabán, dabigatrán, rivaroxabán, DBHNF, consolida en esta edición la apuesta por
dosis ajustadas de AVK y AAS. Sin embar- alargar la tromboprofilaxis hasta los 35
go, posteriormente, se redacta otra reco- días después de la intervención quirúrgica.
mendación en pacientes sometidos a ATC Este dato cada vez gana más adeptos. En
o ATR en la que se prefiere el uso de HBPM este punto conviene comentar el caso de
al empleo de los siguientes agentes que los nuevos anticoagulantes orales y la ciru-
se recomiendan como alternativos: fonda- gía por ATR. La ficha técnica de estos fár-
parinux, apixabán, dabigatrán, rivaroxabán, macos admite la administración de profi-
DBHNF (todos de grado IIB). Esta preferen- laxis no más allá de los 10-15 días después
cia se justifica en la falta de datos de seguri- de la intervención. Esto responde a los di-
dad a largo plazo con los nuevos anticoagu- seños de los ensayos clínicos que se lleva-
lantes orales. Compartimos la idea de que ron a cabo con esta pauta. Sin embargo, es
cualquier fármaco que aparezca en el mer- difícil no imaginar que un alargamiento de
cado debe ganarse la confianza del médico la profilaxis hasta los 35 días postinterven-
de manera paulatina. Todos sabemos que ción –como ocurre no sólo con el resto de
los ensayos clínicos en los cuales se ba- la tromboprofilaxis farmacológica sino tam-
san las aprobaciones de los nuevos fárma- bién con los mismos fármacos pero en ciru-
cos no reproducen de manera absoluta la gía por ATC– conllevaría una mayor eficacia
realidad de la práctica clínica diaria. Las po- antitrombótica.
blaciones sometidas a ensayos clínicos no En relación con la CFC, se especifica la
reproducen exactamente la población total preferencia por las HBPM respecto de los
que se somete a un determinado procedi- demás fármacos: respecto al fondaparinux,
miento. Una variable que suele diferir es la por temor al riesgo de sangrado, y, por te-
edad. La población real suele tener un pro- mor a una menor eficacia, respecto de las
medio de edad superior, lo que implica un DBHNF, los AVK, el AAS y la CNI como
mayor número de comorbilidades asocia- único método. El riesgo de sangrado con
das que en las poblaciones de los ensayos fondaparinux ya era conocido, pero hasta el
clínicos, fundamentalmente comorbilida- momento no se había explicitado en las re-
des como una mayor insuficiencia renal. Por comendaciones. La larga vida media del fár-
todo ello, consideramos acertado ser pru- maco obliga a extremar la vigilancia en los

164
E. Castellet

pacientes mayores de 75 años, y ésta es sin el riesgo de causar efectos adversos.


precisamente la población sujeta a CFC. Una muestra más de la tendencia a ad-
En esta edición, cobra importancia la ministrar menos profilaxis ante diversas si-
recomendación de administrar profilaxis tuaciones es la relativa a la cirugía artroscó-
dual, es decir, profilaxis en la que se com- pica. En la edición anterior se aconsejaba
bine más de un método. Afirmábamos en evaluar los factores de riesgo y adminis-
los comentarios de la anterior edición que trarla después de procedimientos compli-
los ensayos clínicos van encaminados a de- cados. En la 9.ª edición la recomendación
mostrar la superioridad de un fármaco so- es muy explícita: no administrar profilaxis
bre otro. Esto es así porque los ensayos clí- si no existen antecedente de ETV. Sorpren-
nicos están básicamente patrocinados por de la claridad de exposición de esta reco-
laboratorios farmacéuticos y legítimamente mendación en una situación de la que tam-
persiguen el objetivo de demostrar la efica- poco abundan los estudios. Por otra parte,
cia de los nuevos fármacos que van apare- no distingue con qué tipo de procedimien-
ciendo en el mercado. Sin embargo, la profi- to se ha de realizar la cirugía artroscópica.
laxis de la ETV no debe basarse únicamente En consecuencia, aquí se incluye la cirugía
en el método farmacológico, sino que tam- para la reconstrucción del ligamento cruza-
bién existen métodos mecánicos, anestési- do anterior de la rodilla, procedimiento este
cos, rehabilitadores y de técnica quirúrgica en que siempre ha suscitado debate la posi-
que contribuyen a disminuir la incidencia de bilidad de administrar profilaxis, por tratarse
ETV. Una correcta conjunción de todos ellos de una intervención quirúrgica más comple-
es la mejor profilaxis que podemos adminis- ja y larga y porque su recuperación hasta la
trar a un paciente. deambulación es más lenta. Hay que tener
Un comentario que no podemos pa- en cuenta que este procedimiento también
sar por alto, por la preocupación que cau- implica mayor riesgo de sangrado debido a
sa entre los profesionales de la traumato- las perforaciones óseas que en el mismo se
logía, es el relativo a las lesiones aisladas realizan.
de las extremidades inferiores. Las lesiones Los métodos mecánicos han sido siem-
de las extremidades inferiores son muy he- pre una fuente de controversia por diversos
terogéneas y, al ser los estudios escasos, motivos: a) En primer lugar, por la amplia va-
la incertidumbre de cómo debemos actuar riedad de sistemas que existen actualmen-
es elevada. En la 9.ª edición, la recomenda- te. Unos actúan a nivel plantar, otros en
ción es no realizar profilaxis “preferiblemen- toda la extremidad y difícilmente son com-
te” a administrar profilaxis. Interpretamos parables unos con otros. b) En segundo lu-
el cambio de este redactado respecto al de gar, por la imposibilidad de realizar estudios
la edición anterior (“que no se utilice ruti- aplicando el ciego al tratamiento, ya que,
nariamente profilaxis”) como una invitación así como se pueden administrar comprimi-
a proporcionar menos profilaxis ante estas dos que contengan una sustancia placebo,
situaciones. A pesar del riesgo que posee no podemos aplicar mecanismos mecáni-
este grupo de pacientes de sufrir ETV, no cos con efecto placebo. c) En tercer lugar,
está demostrado que la profilaxis farmaco- por el grado de cumplimiento del paciente y
lógica pueda reducir la incidencia de ETV en el tiempo que debe administrarse un deter-
las lesiones de las extremidades inferiores minado método para lograr su efectividad.

165
Prevención de la ETV en pacientes sometidos a cirugía ortopédica

Este aspecto es tan importante como el re- dera imprescindible que se compruebe el
lativo a la dosis que hay que administrar de tiempo de aplicación. Un paso más allá con-
un fármaco determinado. Así, si bien es cier- siste en recomendar que estos dispositivos
to que en los métodos mecánicos no existe se apliquen un mínimo de 18 horas diarias.
riesgo de sangrado por sobredosificación, Es cierto que el posible registro de acti-
no hay que menospreciar el riesgo de lesio- vidad de los dispositivos mecánicos es un
nes cutáneas. Este último aspecto es fun- avance interesante y que disponer de una
damental, puesto que uno de los mayores cifra de administración (18 horas) sirve de
inconvenientes de los métodos mecánicos orientación para la aplicación de los mis-
es su tolerabilidad por parte de los pacien- mos. Sin embargo, no podemos dejar de
tes. Conscientes de estos inconvenientes, opinar que un dispositivo que precisa de
en la 9.ª edición se recomiendan los nue- tantas horas de aplicación –teniendo ade-
vos dispositivos mecánicos que poseen re- más en consideración la baja tolerabilidad
gistro del tiempo de actividad de aplicación. de estos dispositivos– resulta un método
Estos dispositivos, de hecho, son los úni- de difícil aplicación en nuestros pacientes,
cos que se recomiendan porque se consi- al menos de manera generalizada.

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13. Ginsberg JS, Davidson BL, Comp PC, et al.; RE-MOBI- Cochrane Database Syst Rev 2008; (4): CD006681.
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167
Capítulo 12

Diagnóstico de trombosis venosa profunda


Francisco S. Lozano Sánchez
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
Hospital Universitario de Salamanca

Estado actual del tema(1)

1. Introducción estudios disponibles al respecto (p. ej., sen-


sibilidad y especificidad de la pruebas em-
La trombosis venosa profunda (TVP) es una pleadas). Finalmente, se contestó a las pre-
situación que afecta aproximadamente a 1 guntas refiriendo recomendaciones (sistema
de cada 1.000 personas por año(2). El diag- GRADE [Grades of Recommendation, As-
nóstico objetivo de TVP es crucial, en primer sessment, Development and Evaluation Wor-
lugar, porque la evaluación clínica por sí sola king Group]). Se generaron así recomenda-
es poco fiable y, en segundo lugar, por las ciones fuertes (grado 1) y débiles (grado 2),
graves consecuencias que pueden acarrear basadas en una alta (grado A), moderada (gra-
los errores derivados de un diagnóstico y un do B) y baja (grado C) calidad de la evidencia.
tratamiento inadecuados. Conjuntamente se proponen las estrate-
Existen tres categorías de pruebas diag- gias diagnósticas más aceptables y sus al-
nósticas: a) test de probabilidad; b) díme- ternativas, teniendo también en cuenta va-
ros D, y c) pruebas de imagen. Con ellas se lores de preferencia (coste, preferencias del
pueden confeccionar diferentes estrategias paciente, incomodidad, etc.).
diagnósticas.

3. La flebografía. Referente
2. Métodos en el diagnóstico de
trombosis venosa profunda
Primero se identificaron preguntas clínicas
estructuradas en relación con diferentes si- La flebografía es el tradicional gold standard
tuaciones del diagnóstico de la TVP en adul- diagnóstico de TVP (con un supuesto 100% de
tos. Posteriormente, se eligieron los mejores sensibilidad y especificidad). No obstante, este

169
Diagnóstico de TVP

método de referencia es una prueba cruenta (in- 4.1.2. Dímero D


cómoda para los pacientes), no exenta de ries-
gos (p. ej., alergia al contraste) y complicaciones La concentración plasmática del dímero  D
(p. ej., insuficiencia renal). Además, es cara y de (productos de la degradación de la fibrina) está
escasa disponibilidad. Por estas limitaciones, y elevada en los pacientes con TVP. Sin embar-
por la existencia de otras pruebas, la flebografía go, también está elevada en una gran variedad
no se debe emplear de forma rutinaria; de he- de situaciones no trombóticas (cáncer, pacien-
cho, su actual utilización en clínica es rara. No tes > 70 años, infecciones, embarazo, posto-
obstante, está indicada en un pequeño, pero re- peratorio y trauma reciente, etc.). Por tanto, el
levante, número de situaciones. dímero  D es sensible pero no específico de
TVP. Su importancia radica en su valor pre-
dictivo negativo (superior al 95%) cuando se
4. Diagnóstico de una primera emplean los reactivos adecuados, al permitir
supuesta trombosis venosa excluir con un alto grado de fiabilidad la exis-
profunda de las extremidades tencia de una TVP(5).
inferiores

4.1. Alternativas a la flebografía 4.1.3. Ultrasonografía

Debido a las limitaciones de la flebografía, Actualmente, la ultrasonografía (US) son el


se han desarrollado otras pruebas y estrate- nuevo “estándar” diagnóstico de la TVP(6).
gias diagnósticas. La ultrasonografía de compresión (CUS) (de
las venas femoral y poplítea) es el examen
complementario de primera elección. Es una
4.1.1. Probabilidad pretest prueba no invasiva, rápida y que permite ex-
ploraciones seriadas. Su sensibilidad y especi-
El diagnóstico clínico de TVP presenta esca- ficidad es máxima en pacientes sintomáticos
sa sensibilidad y especificidad, lo que ocasio- y con trombosis proximales. La menor sensi-
na importantes errores diagnósticos(3). Para bilidad en las TVP distales y la posibilidad de
evitarlo se han desarrollado diversos mode- la progresión del trombo a territorios proxima-
los predictivos o sistemas de puntuación que les –con lo que aumenta el riesgo de embolia
combinan los síntomas, el examen clínico y pulmonar– hacen recomendable la práctica de
los factores de riesgo. Dichos modelos permi- estudios seriados (5 a 7 días de la primera ex-
ten estratificar los pacientes con sospecha de ploración), con la finalidad de identificar la po-
TVP en tres categorías: baja, moderada y alta sible progresión del trombo(7).
probabilidad de padecer la enfermedad.
La puntuación de Wells et al.(4), la más
difundida, ha determinado una prevalencia 4.1.4. Tomografía computarizada
de TVP del 5%, 17% y 53%, para las cate-
gorías baja, media y alta, respectivamente. Presenta el inconveniente de que precisa
Estos sistemas, al tener sus limitaciones, contraste intravenoso (IV) (aunque no re-
no excluyen el empleo de otras exploracio- quiere la canulación de una vena del pie) y
nes, aunque simplifican su uso. produce radiación. Por el contrario, posee la

170
F.S. Lozano

Baja probabilidad
de TVP (pretest)

US US
Dímero D proximal completa

Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo

US US No TVP Tratamiento No TVP TVP TVP


No TVP proximal completa proximal distal

Tratamiento US
Negativo Positivo seriada
o
tratamiento
No TVP Tratamiento

Figura 1. Recomendaciones para la evaluación de una supuesta primera TVP de las extremidades inferiores
con una probabilidad pretest baja. En la figura se muestran tres estrategias posibles. La flebografía está
descartada en esta situación. La estrategia de iniciar con el empleo del dímero D de mediana o de alta
sensibilidad, en lugar de comenzar directamente por la US proximal o completa (de toda la extremidad) evita la
práctica sistemática de la US.

ventaja de que se puede realizar una combi- combinación de un test de probabilidad clí-
nación flebografía-TC (tomografía computa- nica, dímeros D y US se muestra como es-
rizada) y escáner pulmonar, que permite un trategia diagnóstica costo-efectiva (Figu-
diagnóstico conjunto de TVP y embolismos ras 1-3).
pulmonares. Se precisan más estudios.

5. Diagnóstico de una
4.1.5. Resonancia magnética supuesta trombosis venosa
profunda recurrente de las
Presenta la ventaja –sobre el TC– de no ser in- extremidades inferiores
vasiva y no precisar contraste IV; sin embar-
go, no está disponible en muchos centros. La recurrencia ipsilateral de una TVP de
las extremidades inferiores es una situa-
ción bastante común. El diagnóstico de re-
4.2. Estrategias diagnósticas currencia es muy importante por las impli-
caciones terapéuticas y pronósticas que
En pacientes con sospecha de una prime- posee (p. ej., decisión de prolongar la anti-
ra TVP de las extremidades inferiores, la coagulación, en ocasiones de por vida, con

171
Diagnóstico de TVP

Probabilidad moderada
de TVP (pretest)

Dímero D US US
(alta sensibilidad) proximal completa
(Figura 1)

Negativo Positivo Negativo Positivo

No TVP US US Repetir US Tratamiento


proximal completa Dímero D

Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo

Repetir US Tratamiento No TVP Tratamiento No TVP Repetir US

Negativo Positivo Negativo Positivo

No TVP Tratamiento No TVP Tratamiento

Figura 2. Recomendaciones para la evaluación de una supuesta primera TVP de las extremidades
inferiores con una probabilidad pretest moderada. En la figura se muestran tres estrategias posibles. La
flebografía está descartada en esta situación. La estrategia de iniciar con el empleo del dímero D de alta
sensibilidad, en lugar de comenzar directamente por la US proximal o completa (de toda la extremidad),
evita la práctica sistemática de la US.

sus ventajas e inconvenientes –costes, san- trombos o lesiones residuales), si bien un


grado, etc.–). La retrombosis ipsilateral es venograma normal la excluye. Conjunta-
más difícil de diagnosticar que una prime- mente presenta todas las limitaciones de la
ra trombosis. flebografía expuestas anteriormente.

5.1. Flebografía 5.2. Ultrasonografía

La flebografía tiene sus limitaciones en pa- La evaluación con US es problemática por-


cientes con TVP previa (persistencia de que en la mayoría de los pacientes persis-

172
F.S. Lozano

Alta probabilidad
de TVP (pretest)

US US
proximal completa
(Figura 1)

Negativo Positivo

Repetir US Dímero D US
(alta sensibilidad) completa Flebografía Tratamiento

Negativo Positivo Negativo Positivo Negativo Positivo

No TVP Tratamiento Tratamiento


US No TVP
No TVP Repetir US completa Flebografía

Negativo Positivo

No TVP Tratamiento

Figura 3. Recomendaciones para la evaluación de una supuesta primera TVP de las extremidades
inferiores con una probabilidad pretest alta. En la figura se muestran dos estrategias. La estrategia con el
empleo de la US a nivel proximal evita la práctica sistemática de la US completa. En última instancia, la
flebografía puede estar indicada.

ten defectos venosos residuales consecuti- ha sido validada en pacientes con TVP re-
vos a la primera TVP (80% a los 3 meses y currente.
50% al año de la TVP)(8). La CUS no es válida
y la recurrencia sólo puede ponerse de ma-
nifiesto mediante la constatación de la exis- 5.4. Dímero D solo y en
tencia de un nuevo trombo. combinación con otras pruebas

Aunque los dímeros D suelen retornar


5.3. Probabilidad pretest a la normalidad a los 3 meses del trata-
miento de una TVP y permanecen norma-
Aunque la versión más reciente de Wells les después de la anticoagulación(10), su
incluye la historia previa de ETV(9), ésta no determinación es más problemática que

173
Diagnóstico de TVP

ante una primera TVP, si bien se han de- 6.3. Probabilidad pretest
sarrollado estrategias diagnósticas con
su empleo en pacientes con TVP recu- Todos los test de predicción de probabili-
rrente(9,11). dad de TVP han excluido el embarazo; por
ello no son aplicables. De hecho, la presen-
cia de edema en las extremidades (que es
5.5. Tomografía computarizada un criterio de Wells) es muy frecuente en
y resonancia magnética una embarazada y no tiene por qué supo-
ner una TVP.
No existen estudios en TVP recurrente.

6.4. Dímero D
6. Diagnóstico de una
trombosis venosa profunda Desde hace años se sabe que el dímero D
durante el embarazo está elevado en la gestación y más aún en
situaciones de gestación complicada(15).
Dos tercios de las TVP relacionadas con
el embarazo ocurren antes del parto (el
mayor riesgo de padecer una TVP tiene 6.5. Tomografía computarizada
lugar durante el tercer trimestre [12]). La
extremidad inferior izquierda se ve afec- Es útil en detectar trombos pélvicos, pero
tada en más del 80% de los casos, con durante el embarazo presenta los problemas
una elevada frecuencia de localización de radiación referidos con la flebografía.
iliofemoral (64%) o de la vena ilíaca ais-
lada (17%)(13).
6.6. Resonancia magnética

6.1. Flebografía No ha sido bien evaluada, en embarazadas,


para el diagnóstico de la TVP.
La radiación del embrión y/o fetal (onco- En la Figura 4 se muestran las reco-
genicidad y teratogenicidad) de la flebo- mendaciones para la evaluación de una su-
grafía ya ha sido referida con anteriori- puesta TVP de las extremidades inferiores
dad. durante el embarazo.

6.2. Ultrasonografía 7. Diagnóstico de una


trombosis venosa profunda
La elevada frecuencia de trombosis proxi- de las extremidades
males (ilíacas) y pélvicas durante el em- superiores
barazo dificulta su detección mediante
US. No obstante, existen modificaciones La TVP a nivel de las extremidades superio-
de la técnica CUS (p. ej., maniobras de res es infrecuente (1 por cada 10.000 per-
Valsalva)(14). sonas)(16). La mayoría es consecutiva al em-

174
F.S. Lozano

TVP durante
el embarazo

US US
proximal completa
(Figura 1)
Sospecha
Negativo de TVP ilíaca Positivo

Tratamiento
Repetir US Dímero D US de la Repetir US RM
No TVP vena ilíaca

Negativo Positivo Negativo Positivo

No TVP Tratamiento No TVP

US
Repetir US completa

Figura 4. Recomendaciones para la evaluación de una supuesta TVP de las extremidades inferiores durante
el embarazo. En la figura se muestran varias estrategias. La flebografía está descartada en esta situación. La
primera estrategia se inicia con el empleo de la US proximal.

pleo de catéteres, para diversos fines. La 7.3. Dímero D


TVP esencial o de esfuerzo (síndrome de
Paget-Schroetter) es aún más infrecuente. Sólo un estudio(18) ha realizado investigacio-
nes con el dímero D a este nivel.

7.1. Ultrasonografía
7.4. Resonancia magnética
La técnica de CUS, la ausencia de señal
Doppler o la visualización intraluminal del trom- No se han realizado estudios con esta técni-
bo son diagnósticas de TVP a este nivel(17). ca en este sector.

7.2. Probabilidad pretest 7.5. Combinación de pruebas

La evidencia de la valoración pretest en esta No existen estudios que combinen pruebas


localización es de baja calidad. pretest, dímero D y técnicas de imagen.

175
Diagnóstico de TVP

Recomendaciones

1. Diagnóstico de una ciada que pueda ocasionar un dímero D po-


supuesta primera trombosis sitivo incluso en ausencia de TVP. En los pa-
venosa profunda de las cientes con sospecha de un primer episodio
extremidades inferiores de TVP de la extremidad inferior en los cua-
les no se pueda realizar un estudio de US
1. En los pacientes con sospecha de un pri- (p.  ej., inmovilización de la pierna con una
mer episodio de TVP de la extremidad in- férula, excesivo tejido celular subcutáneo o
ferior, se sugiere elegir los test diagnós- retención de líquidos que impiden una co-
ticos en base a la probabilidad clínica rrecta evaluación de la compresibilidad) o
pretest, en lugar de realizar las mismas si éste no es diagnóstico, se sugiere utili-
pruebas diagnósticas a todos los pacien- zar flebografía mediante TC o resonancia
tes (grado 2B). magnética (RM), o visualización directa del
Nota: 5 expertos graduaron esta recomen- trombo mediante RM como alternativas a la
dación como fuerte y 4 como débil (1 rehu- flebografía convencional.
só hacer una recomendación y 2 no partici- Si el dímero D es negativo, no se reco-
paron). Según los criterios predeterminados, miendan test diagnósticos adicionales en
la fuerza de esta recomendación fue débil. preferencia a: a) CUS proximal; b) US de
2. En los pacientes con baja probabilidad clí- toda la extremidad inferior; o c) flebografía
nica de TVP de la extremidad inferior, se (todo de grado 1B). Si la CUS proximal es
recomienda uno de los siguientes test negativa, no se recomiendan test diagnós-
diagnósticos iniciales: a) determinación ticos adicionales en lugar de: a) repetir CUS
del dímero D de moderada sensibilidad; en una semana; b) realizar US; o c) flebogra-
b) determinación del dímero D de alta fía (todo de grado 1B).
sensibilidad; o c) CUS de las venas proxi- Si el dímero D es positivo, se sugie-
males en lugar de a) no realizar ningún ren test diagnósticos adicionales con CUS
test diagnóstico (todo de grado IB), b) proximal en lugar de: a) US de toda la ex-
flebografía (todo de grado IB) o c) US de tremidad inferior (grado 2C); o b) flebogra-
toda la extremidad (todo de grado 2B). fía (grado 1B). Si la CUS proximal es po-
Se sugiere determinar inicialmente el dí- sitiva, se sugiere el tratamiento inicial para
mero D de moderada sensibilidad (grado la TVP preferentemente a realizar confirma-
2C) o alta sensibilidad (grado 2B), en lu- ción diagnóstica por flebografía (grado 2C).
gar de CUS proximal. Observaciones: Si la flebografía de alta cali-
Observaciones: La elección entre dímero D dad está disponible, los pacientes que otor-
de modera sensibilidad, de alta sensibilidad, guen más valor a evitar los tratamientos de
o CUS proximal en la evaluación diagnósti- un posible resultado falso positivo y menos
ca inicial dependerá de la disponibilidad lo- valor a la incomodidad o a los posibles ries-
cal, del acceso a los test, del coste y de la gos de la flebografía probablemente prefe-
probabilidad de obtener un resultado nega- rirán realizar flebografía confirmatoria si los
tivo de dímero D si la TVP no está presen- hallazgos de una posible TVP no son conclu-
te. Se prefiere la evaluación inicial con US si yentes (p. ej., segmento corto sin compre-
el paciente presenta una comorbilidad aso- sibilidad venosa).

176
F.S. Lozano

3. En los pacientes con probabilidad clínica de toda la extremidad inferior, en lugar de


moderada de un primer episodio de TVP no realizar ningún test (todo de grado 1B)
de la extremidad inferior, se recomienda o flebografía (todo de grado 1B).
uno de los siguientes test diagnósticos Si se elige la CUS proximal como test
iniciales: a) dímero D de alta sensibilidad diagnóstico inicial y el resultado es negati-
o b) CUS proximal, o c) US de toda la ex- vo, se recomienda: a) repetir la CUS proxi-
tremidad inferior, en lugar de a) no reali- mal en 1 semana, o b) determinar el dí-
zar ningún test diagnóstico (todo de gra- mero  D de modera o alta sensibilidad, en
do 1B) o b) flebografía (todo de grado lugar de ningún test diagnóstico (grado
1B). Se sugiere determinar inicialmente 1C) o flebografía (grado 2B). En los pacien-
el dímero D de alta sensibilidad en lugar tes con CUS proximal negativo pero un dí-
de la US (grado 2C). mero D positivo, se recomienda repetir la
Observaciones: La elección entre díme- CUS proximal en 1 semana preferentemen-
ro  D de alta sensibilidad o US como test te a no realizar test diagnósticos adicionales
diagnóstico inicial dependerá de la dispo- (grado 1B) o flebografía (grado 2B).
nibilidad local, del acceso al test, del cos- En los pacientes con a) CUS proximal se-
te y de la probabilidad de obtener un re- riado negativo o b) CUS aislado negativo y dí-
sultado negativo del dímero D si la TVP no mero D de moderada o alta sensibilidad ne-
está presente. La US puede preferirse en gativo, no se recomiendan test diagnósticos
los pacientes que tienen comorbilidad aso- adicionales en lugar de a) US de la extremidad
ciada que pueda ocasionar un dímero D po- inferior, o b) flebografía (todo de grado 1B).
sitivo incluso en ausencia de TVP. La US de Si la US de toda la extremidad inferior
toda la extremidad inferior puede preferirse es negativa, no se recomiendan test diag-
en los pacientes que son incapaces de vol- nósticos adicionales en lugar de a) repetir la
ver para realizar un estudio seriado de ima- US en una semana, b) determinar el díme-
gen y en aquéllos con síntomas graves. En ro D, o c) realizar una flebografía (todo de
los pacientes con sospecha de TVP de la ex- grado 1B). Si la CUS proximal es positiva,
tremidad inferior en los cuales la US no se se recomienda iniciar el tratamiento para la
puede realizar (p. ej., inmovilización de la TVP en lugar de realizar una flebografía con-
pierna con una férula, excesivo tejido celu- firmatoria (grado 1B). Si se detecta en la
lar subcutáneo o retención de líquidos que US una TVP distal aislada de toda la extremi-
impidan una correcta evaluación de la com- dad inferior, se sugiere descartar la exten-
presibilidad) o si ésta no es diagnóstica, se sión proximal del trombo preferentemente
sugiere la flebografía mediante TC o RM, o a la anticoagulación inicial (grado 2C).
la visión directa del trombo por RM como al- Observaciones: Los pacientes con un re-
ternativas a la flebografía. sultado anómalo de la US distal que otor-
Si el dímero D de alta sensibilidad es ne- guen más valor a evitar el inconveniente de
gativo, no se recomiendan test diagnósti- repetir los test diagnósticos y menos valor
cos adicionales preferentemente a: a) CUS a un resultado falso negativo probablemen-
proximal, b) US de toda la extremidad infe- te elijan el tratamiento en preferencia a re-
rior, o c) flebografía (todo de grado 1B). Si petir la US. Los pacientes con síntomas gra-
el dímero D de alta sensibilidad es positivo, ves y factores de riesgo de extensión, tal
se recomienda realizar CUS proximal o US y como se postula en el Capítulo 5 de esta

177
Diagnóstico de TVP

monografía, probablemente se beneficien do 1B) o flebografía (grado 2B). En los pa-


más del tratamiento en preferencia a repe- cientes con CUS proximal seriada negativa,
tir la US. o con CUS proximal aislada negativa y dí-
4. En los pacientes con alta probabilidad clí- mero D de alta sensibilidad negativo, o con
nica de sufrir un primer episodio de TVP una US de toda la extremidad inferior nega-
de la extremidad inferior, se recomienda tiva, se recomienda no realizar ningún test
realizar a) CUS proximal, o b) US de toda diagnóstico adicional en lugar de flebografía
la extremidad inferior en preferencia a no o US adicionales (grado 1B para CUS proxi-
realizar ningún test diagnóstico (todo de mal seriada negativa y para CUS proximal
grado 1B) o flebografía (todo de grado asilada negativa y dímero D de alta sensibili-
1B). dad negativo; grado 2B para US de la extre-
Observaciones: La US de toda la extremi- midad negativa).
dad inferior es preferible a la CUS proximal En los pacientes con alta probabilidad
en los pacientes que no son capaces de lle- clínica, no se recomienda la determinación
var a cabo un estudio seriado y en aquéllos del dímero D de moderada o alta sensibili-
con síntomas graves. En los pacientes con dad como único test diagnóstico para des-
hinchazón de la pierna extensa e inexplica- cartar la TVP (grado 1B).
ble, si no se detecta la TVP en la CUS proxi- 5. Si no se evalúa la probabilidad clínica
mal o en la US de toda la extremidad inferior pretest en los pacientes con sospecha de
y el dímero D no se ha realizado o es posi- un primer episodio de TVP de la extremidad
tivo, se deberían explorar las venas ilíacas inferior, se recomienda uno de los siguien-
para descartar la TVP ilíaca aislada. En los tes test diagnósticos iniciales: a) CUS proxi-
pacientes con sospecha de un primer episo- mal, o b) US de toda la extremidad inferior,
dio de TVP de la extremidad inferior en los en lugar de a) no realizar ningún test (grado
cuales la US no se pueda realizar (p. ej., in- 1B), b) flebografía (grado 1B) o determina-
movilización de la pierna con una férula, por ción del dímero D (grado 2B).
excesivo tejido celular subcutáneo o reten- Observaciones: Se prefiere la US de toda
ción de líquidos que impidan una correcta la extremidad inferior a la CUS proximal en
evaluación de la compresibilidad) o si ésta los pacientes incapaces de llevar a cabo el
no es diagnóstica, se sugiere realizar flebo- estudio seriado y en aquéllos con síntomas
grafía mediante TC o RM, o la visión directa graves o factores de riesgo de extensión
del trombo mediante RM como alternativas de la trombosis distal. En los pacientes con
a la flebografía. sospecha de un primer episodio de una TVP
Si la CUS proximal o la US de toda la ex- de la extremidad inferior en los cuales la US
tremidad inferior es positiva para TVP, se re- no se pueda realizar (p. ej., inmovilización
comienda iniciar el tratamiento en lugar de de la pierna con una férula, excesivo tejido
la confirmación por flebografía (grado 1B). celular subcutáneo o retención de líquidos
En los pacientes con una CUS proximal que impidan una correcta evaluación de la
negativa, se recomiendan test diagnósticos compresibilidad) o si ésta no es diagnosti-
adicionales con dímero D de alta sensibili- ca, se sugiere realizar flebografía por TAC o
dad o US de toda la extremidad inferior o la por RM, o la visualización directa del trom-
repetición de la CUS proximal en 1 sema- bo mediante RM como alternativas a la fle-
na en lugar de no realizar ningún test (gra- bografía convencional.

178
F.S. Lozano

En los pacientes con una CUS proximal neficien más del tratamiento en preferencia
negativa se recomienda determinar el díme- a repetir la US.
ro D de moderada o alta sensibilidad, reali- 6. En los pacientes con sospecha de un pri-
zar US de toda la extremidad inferior, o re- mer episodio de TVP de la extremidad in-
petir la CUS proximal en 1 semana en lugar ferior, no se recomienda el uso rutinario
de no realizar ningún test diagnóstico (gra- de la flebografía ni de la RM (grado 1C).
do 1B) o flebografía (grado 2B). En los pa-
cientes con una CUS proximal negativa, se
sugiere determinar el dímero D en lugar 2. Diagnóstico de una
de realizar una CUS seriada (grado 2B) o supuesta trombosis venosa
una US de toda la extremidad inferior (gra- profunda recurrente de las
do 2C). En los pacientes con CUS proximal extremidades inferiores
aislada negativa y dímero D positivo, se re-
comienda realizar test diagnósticos adicio- 1. En los pacientes con sospecha de TVP re-
nales como repetir la CUS proximal en 1 se- currente de la extremidad inferior, se reco-
mana o US de toda la extremidad inferior, mienda evaluar inicialmente con CUS proxi-
en lugar de no realizar ningún test diagnós- mal o dímero D de alta sensibilidad en lugar
tico adicional (todo de grado 1B). de la flebografía convencional, la flebografía
En los pacientes con a) CUS proximal por TC o la RM (todo de grado 1B).
seriada negativa, b) dímero D negativo tras Observaciones: Se prefiere el dímero D de
una CUS proximal inicial negativa, o c) US de alta sensibilidad si no se dispone de una US
toda la extremidad inferior negativa, no se re- previa para comparar.
comienda realizar test diagnósticos adiciona- Si el dímero D de alta sensibilidad es po-
les en lugar de flebografía (grado 1B). sitivo, se recomienda la CUS proximal en pre-
Si la CUS proximal es positiva para TVP, ferencia a la flebografía convencional, la flebo-
se recomienda iniciar el tratamiento en lu- grafía por TC o la RM (todo de grado 1B).
gar de realizar una flebografía confirmatoria En los pacientes con sospecha de TVP
(grado 1B). Si se detecta una TVP distal por recurrente de la extremidad inferior en los
US, se sugiere realizar test diagnósticos se- cuales una CUS inicial sea negativa (normal o
riados para descartar la extensión proximal un aumento del diámetro residual < 2 mm),
del trombo en lugar de iniciar el tratamien- se sugiere al menos realizar una CUS proxi-
to (grado 2C). mal adicional (en 7 ± 1 día) o determinar el dí-
Observaciones: Los pacientes con un re- mero D de sensibilidad moderada o alta (se-
sultado anómalo distal en la US que otor- guido de la repetición de la CUS en 7 ± 1 día
guen más valor a evitar los inconvenientes si es positivo), en lugar de no realizar ningún
de repetir los test diagnósticos y menos va- test adicional o flebografía (grado 2B).
lor al tratamiento de un resultado falso po- Observaciones: En los pacientes con una
sitivo es probable que elijan el tratamiento CUS proximal alterada en la presentación
en preferencia a repetir la US. Los pacien- pero que no cumplan criterios de recurrencia,
tes con síntomas graves y factores de ries- se prefiere realizar una CUS proximal adicio-
go de extensión, tal y como se postula en el nal en 7 ± 1 días. Los pacientes que otorguen
capítulo del manejo perioperatorio de la te- más valor a un diagnóstico correcto y menos
rapia antitrombótica, probablemente se be- valor a evitar la incomodidad o a los posibles

179
Diagnóstico de TVP

riesgos de la flebografía probablemente pre- test es positivo (grado 2B), en contrapo-


ferirán realizar una flebografía en preferencia sición a otras pruebas.
a un diagnóstico erróneo (en caso de un au- 3. En los pacientes con sospecha de TVP re-
mento del diámetro residual < 2 mm). currente ipsilateral de la extremidad infe-
En los pacientes con sospecha de TVP rior y un resultado anormal en la US sin
recurrente de la extremidad inferior y díme- un estudio previo con el que comparar,
ro D de alta sensibilidad negativo o CUS se recomienda realizar test diagnósticos
proximal negativo y un dímero D de sensi- adicionales con flebografía, si existe dis-
bilidad moderada o alta negativo o una CUS ponibilidad (grado 1B) o dímero D de alta
proximal seriada negativa, no se recomien- sensibilidad (grado 2B), en lugar de una
dan test diagnósticos adicionales en lugar CUS proximal seriada. En los pacientes
de flebografía (grado 1B). con sospecha de TVP recurrente ipsilate-
Si la CUS proximal es negativa, se reco- ral y un resultado anormal en la US pero
mienda iniciar el tratamiento para TVP y no sin un estudio previo con el que comparar
realizar test diagnósticos adicionales en lu- y un dímero D de sensibilidad alta nega-
gar de realizar una flebografía confirmatoria tivo, se sugiere no realizar test diagnós-
(grado 1B para los hallazgos de un nuevo ticos adicionales en lugar de flebografía
segmento no compresible en la vena femo- (grado 2C). En los pacientes con sospe-
ral común o poplítea, grado 2B para un au- cha de TVP recurrente ipsilateral y un re-
mento ≥ 4 mm en el diámetro venoso duran- sultado anormal en la US sin estudio pre-
te la compresión comparado con el mismo vio con el que comparar y un dímero D de
segmento venoso en un estudio previo). sensibilidad alta positivo, se recomienda
Observaciones: Los pacientes con un re- realizar flebografía si existe disponibilidad
sultado anormal en la US en el momento de en lugar de iniciar un tratamiento empíri-
la presentación pero que no incluya un nue- co de la recurrencia (grado 2C).
vo segmento no compresible que otorguen Observaciones: Los pacientes que otor-
más valor a un diagnóstico correcto y me- guen más valor a evitar la incomodidad y las
nos valor a la incomodidad o a los posibles posibles complicaciones de la flebografía
riesgos de la flebografía probablemente ele- probablemente elegirán el tratamiento en
girán la flebografía en preferencia al trata- preferencia a la flebografía.
miento (en caso de aumento ≥ 4 mm del
diámetro venoso).
2. En los pacientes con sospecha de TVP re- 3. Diagnóstico de una
currente de la extremidad inferior y un re- trombosis venosa profunda
sultado anormal en la US pero no diag- durante el embarazo
nóstico (p. ej., aumento del diámetro
venoso residual de entre < 4 y ≥ 2 mm), 1. En las mujeres embarazadas con sos-
se recomienda realizar test diagnósticos pecha de TVP de la extremidad inferior,
adicionales con flebografía, si existe dis- se recomienda evaluar inicialmente con
ponibilidad (grado 1B), CUS proximal se- CUS proximal en preferencia a otros test
riada (grado 2B) o dímero D de sensibi- diagnósticos iniciales, incluyendo la US
lidad alta o moderada con CUS proximal de toda la extremidad inferior (grado
seriada como se mencionó antes si el 2C), dímero D de sensibilidad moderada

180
F.S. Lozano

(grado 2C), dímero D de sensibilidad alta evaluación inicial con US de modalidad


(grado 1B) o flebografía (grado 1B). combinada (compresión con Doppler o
2. En las mujeres embarazadas con sospe- Doppler color) en lugar de otros test diag-
cha de TVP en las cuales la CUS proxi- nósticos iniciales, incluyendo el dímero D
mal sea negativa, se sugiere realizar test de sensibilidad alta o flebografía (grado
diagnósticos adicionales como la CUS 2C).
proximal seriada (entre el día 3 y 7) (gra- 2. En los pacientes con sospecha de TVP
do 1B) o el dímero D en el momento de de la extremidad superior en los cua-
la presentación (grado 2B) en preferen- les la US inicial sea negativa para trom-
cia a no realizar ningún test diagnóstico. bosis pero que tengan una alta sospe-
En las pacientes con una CUS proximal cha clínica de TVP, se sugiere realizar
inicial negativa y posteriores dímeros D test diagnósticos adicionales con díme-
negativos o CUS proximal seriadas nega- ro D de sensibilidad moderada o alta,
tivas, no se recomienda realizar test diag- US seriada o flebografía (convencional,
nósticos adicionales (grado 1B) y sí que mediante TC o RM), en lugar de no rea-
las pacientes con dímero D positivo ten- lizar test diagnósticos adicionales (gra-
gan un seguimiento adicional con CUS do 2C).
proximal (entre el día 3 y 7) en lugar de En los pacientes con sospecha de TVP de
flebografía (grado 1B) o US de toda la ex- la extremidad superior y un resultado ne-
tremidad inferior (grado 2C). gativo en la US de modalidad combinada y
3. En las mujeres embarazadas con sínto- posteriores dímeros D de sensibilidad mo-
mas sugerentes de trombosis de la vena derada o alta negativos o TC/RM negati-
ilíaca aislada (hinchazón de toda la extre- va, no se recomienda realizar test diagnós-
midad, con o sin o dolor de flanco, nal- ticos adicionales, en lugar de flebografía
gas o espalda) y sin evidencia de TVP en confirmatoria (grado 1C). En los pacientes
la CUS proximal estándar, se sugiere rea- con un resultado inicial negativo en la US
lizar test diagnósticos adicionales con US de doble modalidad y dímero D positivo o
Doppler de la vena ilíaca (grado 2C), fle- en aquéllos con una evaluación incomple-
bografía (grado 2C) o RM directa (grado ta por US, se sugiere realizar flebografía en
2C), en lugar de una CUS estándar se- lugar de no hacer nada, a menos que haya
riada de las venas profundas proximales. una explicación alternativa para los sínto-
mas (grado 2B), en cuyo caso se debería
evaluar la presencia de un diagnóstico al-
4. Diagnóstico de una ternativo. En los pacientes con dímero D
trombosis venosa profunda positivo o una evaluación incompleta por
de las extremidades US pero con una explicación alternativa de
superiores sus síntomas, se sugiere realizar test diag-
nósticos confirmatorios y tratamiento de
1. En los pacientes con sospecha de TVP la causa alternativa en lugar de flebografía
de la extremidad superior, se sugiere la (grado 2C).

181
Diagnóstico de TVP

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

Es la primera vez que el American College senso (del cual se han publicado, con la de
of Chest Physicians (ACCP) en este con- 2012, 9 ediciones) incluye este capítulo.

Comentario

En la toma de decisiones de una supuesta tán más desarrolladas, continúan buscando


TVP, el primer paso antes de iniciar un tra- su hueco.
tamiento es el diagnóstico. El diagnóstico En nuestra opinión, podemos resumir
ideal de TVP debe ser exacto, precoz y com- el diagnóstico de la TVP en 7  puntos(18): 1)
pleto. Deberíamos conocer: 1.º: la existen- El diagnóstico clínico de TVP es difícil (es-
cia de trombosis; 2.º: las características del casa sensibilidad y especificidad). 2) La
trombo; 3.º: la presencia de complicacio- asociación síntomas + signos + presen-
nes; y 4.º: la etiopatogenia de la trombosis. cia-ausencia de factores de riesgo permite
Con toda esta información, podremos indi- predecir la posibilidad de padecer una TVP
vidualizar el tratamiento y obtener los me- (test de Wells). 3) El valor añadido de los dí-
jores resultados terapéuticos. En este ar- meros  D en la exclusión de TVP. 4)  La ne-
tículo sólo se trata el primer punto. cesidad, cuando proceda, de confirmar/ex-
Todo el proceso se inicia con la sospe- cluir una TVP mediante eco-Doppler (prueba
cha clínica (sintomatología). A continuación, diagnóstica de elección). 5) Reservar la fle-
una estrategia diagnóstica global que inclu- bografía para los casos estrictamente ne-
ya un modelo predictivo, los dímeros D y cesarios. 6) La obligatoriedad de implan-
el eco-Doppler (exploración complementa- tar estrategias (algoritmos) eficientes en la
ria de primera elección) puede ser definitiva. práctica clínica. 7) No debemos conformar-
La flebografía “prueba oro” se reserva ex- nos con el “simple” diagnóstico de TVP. Se
clusivamente para los casos dudosos. Otras han de valorar otros objetivos diagnósticos
pruebas de imagen (TC y RM), aunque es- (p. ej., búsqueda de la causa).

182
F.S. Lozano

Bibliografía

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183
Capítulo 13

Tratamiento antitrombótico
de la enfermedad tromboembólica venosa
E. Rocha Hernando, F.S. Lozano Sánchez, D. Jiménez Castro,
R. Lecumberri Villamediana

En este capítulo del suplemento del Chest, también por separado, el tratamiento de
Kearon et al.(1) describen la eficacia de las la tromboflebitis superficial, de la TVP de
diferentes medidas terapéuticas usadas en las extremidades superiores y de la trom-
pacientes con enfermedad tromboembóli- bosis del sistema de la vena porta y de la
ca venosa (ETV), presentando por separa- vena hepática. Hemos dividido este capítu-
do el tratamiento de la trombosis venosa lo en siete subapartados, comentado cada
profunda (TVP) y del embolismo pulmonar uno de ellos por un autor diferente en el
(EP), así como el de las dos complicacio- siguiente orden: TVP de las extremidades
nes tardías más importantes de la ETV, el inferiores (EEII), SPT, EP, HTPC, trombofle-
síndrome postrombótico (SPT) y la hiper- bitis superficial, TVP de las extremidades
tensión pulmonar crónica (HTPC) de ori- superiores, y trombosis del sistema de la
gen tromboembólico. Además se analiza, vena porta y de la vena hepática.

Bibliografía
1. Kearon C, Akl EA, Comerota AJ, et al. Antithrombotic therapy for VTE disease: antithrombotic therapy and prevention of
thrombosis, 9th ed: American College of Chest Physicians evidence-based clinical practical guidelines. Chest 2012; 141
(2 Suppl): 419S-94S.

185
Capítulo 13-A

Tratamiento de la trombosis venosa profunda


aguda de las extremidades inferiores
E. Rocha Hernando
Profesor Emérito de Hematología. Facultad de Medicina.
Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema

Kearon et al.(1) analizan –en uno de los ca- tica o asintomática), los ensayos clínicos
pítulos del suplemento del Chest que re- muestran eficacia y seguridad similares
coge las Guías de la 9.ª Conferencia de en casos de TVP o EP aislada y de TVP y
Consenso del American College of Chest EP simultánea, y el riesgo de recurrencia
Physicians (ACCP) sobre tratamiento anti- es similar tras EP y TVP proximal. Por ello,
trombótico y prevención de la trombosis– se han tenido en cuenta los resultados de
el tratamiento de la enfermedad trom- todos los estudios de ETV a la hora de for-
boembólica venosa (ETV), incluyendo el mular las recomendaciones, para anticoa-
tratamiento inicial y a largo plazo de los gulación de corto y largo plazo, tanto de
episodios agudos de trombosis venosa la TVP proximal como del EP (Figura  1).
profunda (TVP) de las extremidades infe- Estas recomendaciones son similares en
riores (EEII), que constituye el asunto de ambos cuadros. Sin embargo, dado que
este capítulo de la monografía. hay algunas diferencias importantes entre
Al evaluar la terapia anticoagulante, ambos grupos de pacientes, se ha prefe-
hay razones que justifican la inclusión de rido separar el tratamiento de ambos pro-
pacientes que presentan TVP y/o embo- cesos, por lo que en el subcapítulo 13 A
lismo pulmonar (EP) en el mismo estu- sólo se hace referencia al tratamiento de
dio y para extrapolar los resultados obte- la TVP, y el tratamiento del EP será tratado
nidos en pacientes con una presentación en el subcapítulo 13 C.
de ETV a la otra, ya que la mayoría de los Las variables consideradas importan-
pacientes con TVP sintomática también tes para los pacientes en la mayoría de
tienen EP (sintomático o asintomático) y las recomendaciones fueron la recurren-
una mayoría de los pacientes con sínto- cia de ETV, la hemorragia mayor y la mor-
mas de EP también tienen TVP (sintomá- talidad por cualquier causa. No se tuvie-

187
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

Anticoagulación Anticoagulación Anticoagulación


inicial a largo plazo prolongada
0 a ~ 7 días ~ 7 días a ~ 3 meses ~ 3 meses a indefinida

Parenterala

Antagonistas de la vitamina K u otros fármacosb

Figura 1. Fases de la anticoagulación. a HNF, HBPM, fondaparinux; b HBPM, dabigatrán, rivaroxabán. Fuente:
adaptado de C. Kearon et al.(1).

ron en cuenta las variables subrogadas 1. Tratamiento inicial de la


cuando había datos suficientes para valo- trombosis venosa profunda
rar la correspondiente variable importan- aguda de las extremidades
te. Al evaluar la evidencia, se ha intentado inferiores
disponer de los riesgos basales de las va-
riables a partir de estudios observaciona- 1.1. Anticoagulación inicial
les, por considerar que es más probable
que reflejen la incidencia de la vida real. El primer y único ensayo aleatorizado que
Cuando se carecía de datos de estudios comparó el tratamiento anticoagulante frente
observacionales, o si éstos eran de baja a la ausencia del mismo en pacientes con TVP
calidad, se usaron los datos de ensayos o EP sintomáticos, publicado en 1960 por Ba-
aleatorizados. rritt y Jordan(2), demostró que el tratamiento
Al realizar las recomendaciones, se tu- anticoagulante reducía marcadamente el EP
vieron en cuenta las preferencias de los recurrente y, en menor medida, la mortalidad.
pacientes entre las diferentes alternativas La necesidad de tratamiento inicial con hepa-
posibles. Se ha asumido que los pacien- rina seguido de antagonistas de la vitamina K
tes valoran de forma similar los episodios (AVK) se apoya en la observación de que hay
no fatales tromboembólicos y las hemo- altas tasas de ETV recurrente, tras 3 meses
rragias mayores. Sólo se ha evaluado el de seguimiento, en pacientes con ETV trata-
riesgo de sangrado individual a la hora de dos sólo con AVK o cuando la heparina se ad-
emitir un pequeño número de recomen- ministra a dosis subóptimas.
daciones en las que el riesgo de hemo-
rragia puede ser muy influyente; en estos
casos se han estratificado las recomen- 1.2. Uso de anticoagulación
daciones basándose en este riesgo (Ta- parenteral mientras se esperan los
bla  1). Por último, a menos que se indi- resultados del diagnóstico
que lo contrario, el coste de los diferentes
tratamientos no influyó en las recomen- La decisión respecto al posible inicio del
daciones. tratamiento parenteral mientras se espe-

188
E. Rocha

Tabla 1. Factores de riego de hemorragia con tratamiento anticoagulante y riesgo estimado


de hemorragia mayor en categorías de bajo, moderado y alto riesgo
Factores de riesgoa

Edad > 65 años


Edad > 75 años
Hemorragia previa
Cáncer
Cáncer metastásico
Insuficiencia renal
Insuficiencia hepática
Trombocitopenia
Ictus previo
Diabetes
Anemia
Tratamiento antiplaquetario
Mal control del tratamiento anticoagulanteb
Comorbilidad y capacidad funcional reducida
Cirugía reciente
Caídas frecuentes
Abuso de alcohol

Riesgo absoluto estimado de hemorragia mayor (%)

Categorización del riesgo hemorrágicoc Riesgo bajo Riesgo moderado Riesgo alto
(0 factores de riesgo) (1 factor de riesgo) (≥ 2 factores de riesgo)

Anticoagulación de 0-3 meses:


Riesgo basal (%) 0,6 1,2 4,8
Aumento del riesgo (%) 1,0 2,0 8,0
Riesgo total (%) 1,6 3,2 12,8

Anticoagulación tras los 3 primeros meses:


Riesgo basal (%/año) 0,3 0,6 2,5
Aumento del riesgo (%/año) 0,5 1,0 4,0
Riesgo total (%/año) 0,8 1,6 6,5
a
El aumento del sangrado asociado con un factor de riesgo variará con: 1) la gravedad del factor de riesgo (p. ej., la localización y extensión de la
enfermedad metastásica, el recuento de plaquetas, etc.); 2) la relación temporal (p. ej., el intervalo desde la cirugía o de un episodio hemorrágico
previo); y 3) la eficacia de la corrección de una causa previa de hemorragia (p. ej., hemorragia gastrointestinal alta)
b
Es importante para la anticoagulación parenteral (p. ej., los primeros días), pero menos importante para la anticoagulación a largo plazo o extendida
c
Aunque hay evidencia de que el riesgo hemorrágico aumenta con la prevalencia de los factores de riesgo, este esquema de categorización no ha sido
validado. Más aun, un único factor de riesgo, cuando es grave, puede provocar un riesgo de sangrado alto (p. ej., cirugía mayor en los 2 últimos días,
trombocitopenia intensa, etc.)
Fuente: adaptado de C. Kearon et al.(1)

ran los resultados de las pruebas diagnós- recomendaciones parten de la idea de que
ticas requiere equilibrar dos aspectos: mi- cuanto mayor sea la sospecha clínica de
nimizar las complicaciones trombóticas en ETV más corto debe ser el intervalo sin tra-
pacientes con ETV y evitar el sangrado en tamiento, mientras que cuanto mayor sea
aquéllos sin ETV. Dado que no existe nin- el riesgo de sangrado mayor puede ser
gún ensayo que aborde esta cuestión, las este intervalo.

189
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

1.3. Anticoagulación en pacientes to a que los beneficios superen a los ries-


con trombosis venosa profunda gos. Aunque no se han evaluado, es posible
distal aislada que puedan ser adecuadas estrategias anti-
coagulantes menos agresivas.
La identificación de los pacientes con TVP
distal aislada depende de si se realiza una
ecografía de las venas de la pantorrilla en 1.4. Iniciación del tratamiento con
todos los pacientes con sospecha de TVP o antagonistas de la vitamina K y
sólo en pacientes seleccionados. La sustitu- duración de su asociación con
ción de la ecografía rutinaria de las venas de anticoagulación parenteral
la pantorrilla por una combinación de eva-
luación clínica, dímero D y examen por eco- Algunos estudios aleatorizados(5) han apor-
grafía simple o seriada de la vena proximal, tado evidencia de calidad moderada de que
o el examen de las venas de la pantorrilla el inicio temprano del tratamiento con AVK,
en pacientes seleccionados, ha demostra- con acortamiento del tiempo de adminis-
do ser un esquema seguro(3). tración de heparina a 5 días, es tan eficaz
Si se diagnostica una TVP distal aislada, como la administración de heparina durante
dependiendo de la gravedad de los sínto- 10 días con inicio tardío de AVK. Acortar la
mas del paciente y del riesgo de extensión duración del tratamiento inicial con hepari-
del trombo, se puede decidir anticoagular o na reduciría el tiempo de hospitalización y el
aplazar la anticoagulación hasta realizar una riesgo de trombocitopenia inducida por he-
nueva ecografía para detectar la extensión parina (HIT).
del trombo. Los principales factores de ries-
go de extensión son la positividad del díme-
ro D, trombosis extensa o cercana a las ve- 1.5. Elección del régimen inicial
nas proximales, factores provocantes no de anticoagulación en pacientes
reversibles de TVP, cáncer activo, historia de con trombosis venosa profunda
ETV y hospitalización del paciente. También proximal
deben tenerse en cuenta, a la hora de deci-
dir la actitud terapéutica, el riesgo de sangra- Cuando se analizan los resultados de los
do (Tabla 1) y las preferencias del paciente. distintos ensayos que comparan la hepari-
Hay un único ensayo controlado de 51 na de bajo peso molecular (HBPM) frente a
pacientes con TVP distal aislada sintomáti- la heparina no fraccionada (HNF) intraveno-
ca que, tras tratamiento inicial en todos con sa (i.v.) para el tratamiento inicial de la TVP
heparina, aleatorizó los pacientes para reci- mediante metaanálisis(6), los resultados su-
bir o no 3 meses de AVK y demostró que gieren que la HBPM reduce la mortalidad, la
el uso de AVK prevenía la extensión de la recurrencia de ETV y las hemorragias mayo-
TVP y la recurrencia de la ETV(4). La eviden- res. Sin embargo, la calidad que apoya dicha
cia en apoyo de la anticoagulación paren- evidencia es baja debido a un alto riesgo de
teral y el tratamiento con AVK para la TVP sesgo en los estudios primarios y a la evi-
distal, que incluye además evidencias indi- dencia de sesgo de publicación en favor de
rectas de TVP proximal y EP, es de calidad la HBPM. La HBPM tiene la ventaja de faci-
moderada por existir incertidumbre respec- litar el tratamiento ambulatorio y disminuir

190
E. Rocha

el riesgo de HIT, y el inconveniente de su Un ensayo, cuyos resultados serán co-


acumulación en pacientes con insuficien- mentados con posterioridad, comparó di-
cia renal. La administración de HBPM pue- rectamente el rivaroxabán en tratamiento a
de realizarse en una o dos dosis diarias. Un corto y largo plazo, sin anticoagulación pa-
metaanálisis(7) que resume los resultados renteral inicial, frente a la anticoagulación
de 6 estudios que compararon ambas dosi- parenteral con HBPM y AVK en pacientes
ficaciones demostró que se asocian a tasas con TVP aguda(10).
similares de mortalidad, recurrencia de ETV
y hemorragias mayores, aunque uno de los
estudios que utilizó una dosis diaria total de 1.6. Tratamiento inicial domiciliario
HBPM más baja cuando se daba una vez al vs. hospitalario
día que cuando se administraba dos veces
al día (enoxaparina 1,5 mg/kg una vez al día Diversos ensayos(11,12) han comparado la ad-
vs. 1,0 mg/kg cada 12 horas) sugiere que ministración de la HBPM en el domicilio fren-
los resultados podrían ser inferiores con el te a la HNF i.v. administrada en el hospital.
régimen de una vez al día(8). Un ensayo(13) comparó la administración am-
Los ensayos aleatorizados que han bulatoria y hospitalaria del mismo tratamien-
comparado HNF subcutánea (s.c.) frente a to inicial con HBPM. Los resultados de estos
HBPM en el tratamiento inicial de la TVP su- estudios sugieren que el tratamiento domici-
gieren que con ambos tratamientos la inci- liario no aumenta la mortalidad, la recurren-
dencia de mortalidad, recurrencia de ETV cia de ETV ni las hemorragias mayores y, en
y hemorragias mayores es similar. Aunque cambio, puede estar asociado con mejores
la HBPM tiene el inconveniente del mayor resultados. Sin embargo, la calidad de la evi-
coste, puede administrarse una vez al día, dencia es moderada, por ser la evidencia in-
su disponibilidad es mayor en los pacientes directa en algunos casos y por imprecisiones
ambulatorios, tiene un menor riesgo de HIT en otros. Todas las evaluaciones económicas
y hay mucha más experiencia de su uso. que han analizado el tratamiento inicial domi-
En cuanto al tratamiento con fondapa- ciliario de la TVP, aunque tienen puntos débi-
rinux, el ensayo Matisse-TVP(9) comparó su les, concluyen que este tratamiento es más
uso frente a la HBPM para el tratamiento económico que el tratamiento hospitalario(13).
a corto plazo de la TVP y encontró una fre-
cuencia similar de mortalidad, recurrencia
de ETV y hemorragias mayores con ambos 1.7. Estrategias de tratamiento
tratamientos, pero la calidad de la evidencia para eliminar el trombo
es moderada debido a la imprecisión. El he-
cho de que el fondaparinux sea eficaz para Los tratamientos que eliminan el trombo en
el tratamiento del EP en otro ensayo apoya pacientes con TVP pueden reducir los sínto-
su equivalencia frente a la HBPM para el tra- mas agudos y el riesgo de desarrollar síndro-
tamiento de la ETV aguda. Este mismo es- me postrombótico (SPT). El subgrupo de pa-
tudio aporta evidencia indirecta que sugiere cientes que mayor beneficio puede obtener,
que el fondaparinux es equivalente a la HNF por ser los que tienen mayor riesgo de de-
i.v. No existe ningún estudio que haya com- sarrollar un SPT, es aquel en el que la TVP afec-
parado el fondaparinux frente a la HNF s.c. ta a las venas ilíacas y femorales comunes.

191
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

Las estrategias de eliminación del trombo es- sas de un aumento importante de las hemo-
tán indicadas en los pacientes con la muy rara rragias mayores, pero la calidad de esta evi-
complicación de gangrena venosa inminente a dencia es baja por presentar imprecisiones y
pesar de estar recibiendo tratamiento anticoa- riesgo de sesgo. No hay ensayos que compa-
gulante totalmente adecuado. Entre dichas ren directamente distintos agentes trombolíti-
estrategias tendríamos las que se citan a con- cos o la trombolisis sistémica frente a la TDC,
tinuación (apartados 1.7.1 a 1.7.3). pero un estudio retrospectivo(16) sugiere que
la trombolisis sistémica se asocia a menor li-
sis y preservación de la función de la válvula
1.7.1. Trombolisis dirigida por catéter y, al usar dosis mayores de agente trombolí-
tico, puede aumentar el riesgo de hemorra-
Lisa el trombo más rápidamente y con dosis gias, por lo que sería preferible usar la TDC.
más bajas que la trombolisis sistémica, con Una alternativa aceptable a la TDC sería el tra-
lo que se reducen las hemorragias mayores. tamiento anticoagulante o la trombolisis sisté-
La adición de la fragmentación mecánica del mica en todos los pacientes con TVP que no
trombo, con o sin aspiración, puede reducir tienen riesgo de gangrena venosa inminente.
aún más la dosis de trombolíticos y acortar el
procedimiento. Un único estudio clínico alea-
torizado(14) sugiere que la trombolisis dirigida 1.7.3. Trombectomía venosa quirúrgica
por catéter (TDC) puede reducir el SPT y me-
jorar la calidad de vida sin aumentar de forma Parece que las técnicas actuales proporcio-
importante el sangrado. Sin embargo, la cali- nan mejores resultados que las antiguas. Un
dad de la evidencia es baja para la mortalidad, pequeño ensayo aleatorizado(17), con segui-
recurrencia de ETV y hemorragias mayores, miento prolongado, compara la trombecto-
porque el ensayo presenta imprecisiones im- mía venosa iliofemoral seguida de anticoa-
portantes, y es también baja para el SPT, por- gulación frente a la anticoagulación aislada.
que la evidencia es indirecta por usar variables Los resultados a los 6 meses y 5 y 10 años
subrogadas. Algunos estudios observaciona- sugieren una mejoría de la permeabilidad de
les sugieren que la TDC mejora la permeabili- la vena ilíaca, menos hinchazón y menos úl-
dad venosa y preserva la función de la válvula ceras de la pierna tras trombectomía, pero
venosa. Sin embargo, el uso de TDC requiere la evidencia es de baja calidad. Parece pre-
experiencia y recursos considerables. ferible usar TDC que trombectomía venosa.
Cualquiera de estas técnicas deberían
considerarse sólo en pacientes que cum-
1.7.2. Tratamiento trombolítico sistémico plen con todos los criterios siguientes: TVP
iliofemoral, síntomas de menos de 14 días
Un metaanálisis(15) resume los resultados de de duración (menos de 7 días para la trom-
los ensayos de trombolisis sistémica que eva- bectomía quirúrgica), buen estado funcio-
luaron la mortalidad, la recurrencia de la ETV, nal, esperanza de vida superior a 1  año y
las hemorragias mayores y el SPT. Los resul- bajo riesgo de sangrado. Además, en la TDC
tados del mismo aportan datos que sugieren o la trombolisis sistémica, el paciente no
que la trombolisis sistémica tiene potencial debe presentar contraindicaciones para re-
para reducir la incidencia de SPT a expen- cibir tratamiento trombolítico.

192
E. Rocha

No existen ensayos clínicos aleatoriza- los filtros permanentes. Además, no hay


dos ni estudios observacionales que compa- evidencia convincente de que los FVCI tem-
ren diferentes tratamientos anticoagulantes porales puedan mejorar los resultados.
o distintas duraciones del tratamiento en pa- La inserción de un FVCI no elimina el
cientes con TVP proximal aguda de las EEII riesgo de EP y aumenta el de TVP, por lo que
a los que se haya realizado cualquier méto- se sugiere que los pacientes deben recibir
do de eliminación del trombo, incluyendo la anticoagulación, si desaparece la contrain-
trombolisis sistémica. Por ello, las decisio- dicación, durante el mismo plazo de tiem-
nes de anticoagulación tras el uso de téc- po que los pacientes sin FVCI. Sin embar-
nicas de eliminación del trombo, en base a go, la recomendación para tratar a pacientes
evidencia indirecta, son las mismas que las con FVCI con anticoagulantes, una vez que
utilizadas en pacientes en los que no se usó las contraindicaciones hayan desaparecido,
ningún método de eliminación del trombo. es más débil que la de la anticoagulación de
la mayoría de los pacientes con ETV, porque
los riesgos de hemorragia pueden permane-
1.8. Filtros en la vena cava inferior cer elevados y se espera que el riesgo de re-
currencia sea inferior si el episodio agudo de
No hay ensayos aleatorizados ni estudios ob- trombosis se produjo de forma remota.
servacionales prospectivos que hayan eva-
luado los filtros en la vena cava inferior (FVCI)
como único tratamiento, sin anticoagulación 1.9. Deambulación temprana
concurrente, en pacientes con TVP. Un úni-
co ensayo aleatorizado(18) evaluó la inserción El tratamiento de la TVP aguda con reposo
permanente de un FVCI, como adyuvante en cama y anticoagulación ha dado paso a la
del tratamiento anticoagulante en pacientes movilización temprana con anticoagulación
con TVP aguda y alto riesgo de EP. Sus re- tras los resultados de cuatro ensayos que
sultados sugieren que los FVCI aumentan el se resumen en un metaanálisis(20). Aunque la
riesgo de TVP recurrente y reducen el riesgo evidencia de los mismos es de baja calidad,
de EP, sin modificar la frecuencia combinada debido al riesgo de sesgo y a la imprecisión,
de TVP y EP, el riesgo de SPT o la mortalidad. se puede, a partir de sus resultados, sugerir
Una revisión(19) de diversas series retrospec- la deambulación precoz, cuando sea factible,
tivas de casos de FVCI sugiere que la trom- debido a su potencial para disminuir la inci-
bosis en el lugar de inserción del filtro se pro- dencia de SPT y mejorar la calidad de vida.
duce en el 10% de los pacientes y que los
filtros pueden colocarse por encima de las
venas renales y en la vena cava superior si 2. Tratamiento anticoagulante
es necesario. También se ha sugerido que la a largo plazo de la trombosis
prevalencia de SPT puede aumentar en pa- venosa profunda aguda
cientes con FVCI permanentes. de las extremidades inferiores
Existe la opción de insertar FVCI tempo-
rales y recuperables, pero éstos muchas ve- El tratamiento a largo plazo (Figura 1) tiene
ces no se retiran y el riesgo de complicacio- dos objetivos: completar el tratamiento del
nes a largo plazo puede ser mayor que con episodio agudo y prevenir nuevos episodios

193
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

de ETV que no estén directamente relacio- tención del tratamiento, son la presencia de
nados con el mismo. El término anticoagu- un factor de riesgo desencadenante rever-
lación prolongada se refiere a la anticoagu- sible, la ETV no provocada y la presencia de
lación que continúa más allá de 3 meses sin cáncer activo. Entre los casos de ETV pro-
fecha programada de finalización. En estos vocada por un factor reversible, el riesgo es
casos, se deben realizar revaluaciones regu- mucho menor si el factor desencadenante
lares, al menos anuales, para determinar si el fue la cirugía en comparación con causas
riesgo hemorrágico del paciente ha aumen- no quirúrgicas. En estas guías se ha cate-
tado o si sus preferencias han cambiado. gorizado a los pacientes con ETV según es-
La necesidad, tras el tratamiento inicial tos factores individuales de riesgo primario
con heparina, de tratamiento anticoagulante para la recurrencia a la hora de realizar las
a largo plazo de la TVP viene avalada por los recomendaciones relativas a la duración del
siguientes datos: en pacientes con TVP dis- tratamiento anticoagulante. Además, hay al-
tal sintomática, el tratamiento a largo plazo gunos factores secundarios que influyen en
reduce significativamente la extensión de la el riesgo de recurrencia lo bastante como
trombosis en los 3 primeros meses; en los para modificar algunas recomendaciones;
pacientes con TVP proximal, el uso de dosis en concreto, las TVP distales aisladas tie-
bajas de HNF s.c. en el tratamiento a largo nen menor riesgo de recurrencia que la TVP
plazo es ineficaz y se asocia a tasas altas de proximal y el EP, y cuando se trata de un se-
recurrencia; y cuando se reduce la duración gundo episodio de ETV el riesgo de recu-
del tratamiento a 4-6 semanas, en compa- rrencia es mayor. Por último, hay factores
ración con 3-6 meses, hay un aumento im- adicionales que pueden predecir el riesgo
portante de la recurrencia de ETV. de recurrencia, pero no lo suficiente como
para influir en las recomendaciones sobre
la duración del tratamiento, tales como el
2.1. Duración del tratamiento dímero D, los anticuerpos antifosfolípidos,
anticoagulante a largo plazo la trombofilia hereditaria y la trombosis resi-
dual en las venas proximales.
El tratamiento anticoagulante para la ETV Aunque el riesgo individual de sangra-
debe continuarse hasta que la reducción del do no se valora a la hora de decidir la du-
riesgo de recurrencia de ETV claramente no ración por tiempo limitado del tratamiento
compense el riesgo de aumento del sangra- anticoagulante, la decisión de utilizar an-
do o el paciente, pese a que la reducción de ticoagulación prolongada, especialmente
ETV supere al aumento del sangrado, pre- en los pacientes con TVP proximal o EP no
fiera detener el tratamiento. Los datos de provocados, sí debe tener en cuenta este
que se dispone en la actualidad sugieren riesgo de sangrado. No hay ninguna herra-
que el riesgo de recurrencia tras la supre- mienta de predicción validada que permita
sión del tratamiento está determinado por estratificar el riesgo de hemorragias ma-
dos factores: la eficacia del tratamiento del yores durante el tratamiento anticoagulan-
episodio agudo y el riesgo individual de re- te prolongado en pacientes con ETV, pero
currencia de ETV del paciente. el riesgo parece aumentar con la preva-
Los principales factores para estimar el lencia de los factores descritos en la Ta-
riesgo individual de recurrencia, tras la de- bla  1. Esta tabla aporta también una es-

194
E. Rocha

timación del riesgo absoluto de sangrado administración hay un riesgo similar de re-
sin anticoagulación o riesgo inicial, el au- currencia si los pacientes han sido trata-
mento con anticoagulación y la suma de dos durante 3 meses o más tiempo, aun-
estos dos riesgos, es decir, el riesgo de que esta evidencia es de calidad moderada
sangrado durante el tratamiento. debido a imprecisiones importantes. El en-
sayo AESOPUS(26) comparó una duración
predefinida del tratamiento frente a una
2.1.1. Comparaciones de duración duración flexible, dependiendo de si hubo
del tratamiento de tiempo limitado trombosis residual durante el seguimiento
de pacientes con un primer episodio de TVP,
Diversos ensayos aleatorizados compara- y sus resultados sugieren que este enfoque
ron el tratamiento con AVK de corta dura- puede ser útil para adaptar la duración de
ción (4-6 semanas) frente a la duración in- la terapia.
termedia (3-6 meses), así como distintas
duraciones intermedias (3 vs. 6-12 meses).
Los ensayos(21-24) que han evaluado el trata- 2.1.2. Tratamiento anticoagulante
miento durante 3-6 meses frente a 4-6 se- de tiempo limitado vs. tratamiento
manas aportan evidencia de alta calidad de prolongado
que la duración más corta se acompaña de
una pequeña disminución absoluta de las Cinco ensayos han comparado la anticoa-
hemorragias a cambio de un aumento ab- gulación prolongada, por tiempo indefinido,
soluto sustancial de la recurrencia de ETV. con AVK frente a 3-6 meses de tratamien-
Dado que los pacientes con TVP distal aisla- to en pacientes con alto riesgo de recurren-
da provocada por un factor de riesgo transi- cia. Los resultados aportan evidencia de que
torio tienen un riesgo muy bajo de recurren- el tratamiento indefinido reduce la recurren-
cia tras la detención del tratamiento, y no se cia de ETV a cambio de un incremento de las
sabe si este riesgo se reduce manteniendo hemorragias mayores. En función de estos
3 meses de tratamiento(25), se hace una re- resultados, la decisión de prolongar la anti-
comendación más débil para tratar durante coagulación más allá de 3 meses depende-
3 meses a estos pacientes. rá del riesgo basal, tanto de recurrencia de
En cuanto a la comparación entre di- ETV como de hemorragias mayores, lo que
ferentes duraciones intermedias de trata- marcará el balance beneficio/riesgo del tra-
miento, los ensayos han demostrado que tamiento prolongado con AVK. En los pa-
6-12 meses de terapia no disminuyen, con- cientes sin cáncer, se han estratificado las
vincentemente, el riesgo de recurrencia, recomendaciones teniendo en cuenta los
pero aumentan las hemorragias 2,5 veces. cuatro grupos de riesgo primario para recu-
Un metaanálisis(25) que valoró los resulta- rrencia de ETV descritos y los tres grupos de
dos de estos ensayos a los 2 años de dete- riesgo de hemorragias mayores (Tabla  1).
ner el tratamiento anticoagulante demostró Partiendo de estos datos se realiza: 1) una
que, aunque el tratamiento anticoagulan- recomendación fuerte de tratamiento pro-
te es muy eficaz para prevenir la recurren- longado cuando la reducción de la recurren-
cia mientras los pacientes están recibien- cia es sustancialmente mayor que el aumen-
do anticoagulantes, cuando se detiene su to de hemorragias mayores y hay ventaja en

195
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

la mortalidad; 2) una recomendación débil de asociada a un factor de riesgo reversible su-


tratamiento prolongado cuando la reducción perpuesto o cuando la TVP es distal aislada,
de recurrencia es mayor que el aumento de así como cuando el cáncer ha respondido al
hemorragias mayores, pero la magnitud de tratamiento y no tiene metástasis.
esta diferencia y la ventaja de mortalidad son Los pacientes tratados con terapia anti-
menores; 3) una recomendación débil con- coagulante prolongada deben revisarse de
tra la prolongación del tratamiento cuando la manera regular (anualmente) para estar se-
reducción de la recurrencia es menor que el guros de que no han aparecido contraindi-
aumento de hemorragias mayores y no exis- caciones al tratamiento prolongado, no han
te ninguna ventaja en la mortalidad; y 4) una cambiado las preferencias del paciente, no
recomendación fuerte contra el tratamiento han aparecido nuevos sistemas mejores
prolongado cuando la reducción de recurren- para la selección de pacientes a los que se
cia es menor que el aumento de hemorra- usaron en su momento y están siendo tra-
gias mayores y puede existir una desventaja tados con el régimen anticoagulante que
en la mortalidad. mejor les convenga.
La presencia de factores adicionales de
riesgo de recurrencia de ETV, el valor relati-
vo para los pacientes de las distintas varia- 2.1.3. Alternativas al tratamiento
bles importantes (recurrencia, sangrado ma- prolongado con antagonistas
yor, SPT) y la estimación del propio paciente de la vitamina K
sobre las molestias provocadas por el tra-
tamiento con AVK pueden influir en la deci- Dado que no existe ninguna evidencia di-
sión adoptada sobre el uso de tratamiento recta que compare el tratamiento prolon-
prolongado en los pacientes en los que se gado con HBPM frente a AVK u otras es-
realiza una recomendación débil, pero influi- trategias anticoagulantes, basándose en la
rán poco en los pacientes a los que se les evidencia indirecta de comparaciones en-
realiza una recomendación fuerte. De ma- tre las HBPM y los AVK durante los 3-6 me-
nera similar, los costes del tratamiento tie- ses iniciales del tratamiento a largo plazo,
nen más probabilidades de influir en las de- se puede pensar que el tratamiento con
cisiones de tratamiento cuando existe una HBPM, comparado con AVK, puede ser, al
recomendación débil. menos, igual de eficaz en términos de recu-
Los pacientes con cáncer activo, por rrencia de ETV e igual de seguro en térmi-
su alto riesgo de recurrencia de ETV, debe- nos de hemorragias mayores. Sin embargo,
rían beneficiarse del tratamiento prolonga- la aparición de osteoporosis puede ser ma-
do, a menos que tengan un riesgo muy alto yor con las HBPM.
de sangrado. La calidad de la evidencia de El uso de rivaroxabán, comparado con
esta recomendación es moderada por ser el tratamiento parenteral inicial seguido de
indirecta (se basa, en parte, en evidencia AVK para el tratamiento a corto y largo pla-
de pacientes sin cáncer). En pacientes con zo de la TVP, se comentará posteriormen-
alto riesgo de sangrado podría no estar indi- te. El uso de rivaroxabán, comparado con
cada la administración de tratamiento pro- la no anticoagulación, en pacientes con TVP
longado cuando el riesgo de recurrencia es proximal o EP que han completado 6-12
menor, como ocurre en los casos de ETV meses de tratamiento anticoagulante, ha

196
E. Rocha

sido evaluado en un único estudio(10) que de- 2.3.1. Heparinas de bajo peso molecular
mostró que el rivaroxabán reduce marcada- vs. antagonistas de la vitamina K para el
mente la recurrencia de ETV a expensas de tratamiento a largo plazo de la trombosis
un discreto aumento absoluto de las hemo- venosa profunda
rragias mayores. La evidencia de este úni-
co estudio es de calidad moderada debido a En un metaanálisis(29) que incluía 7 estudios
imprecisiones graves. en los que se comparó el uso de HBPM,
En el momento de redactarse estas a distintas dosis en cada estudio, frente a
guías no existían resultados de estudios AVK, se encontraron pocas diferencias en la
que comparasen el dabigatrán frente a la no eficacia de ambos tratamientos, pero la do-
anticoagulación para el tratamiento prolon- sis de HBPM parecía influir en el riesgo de
gado de la ETV. hemorragias mayores. Dado que rara vez se
utilizan dosis profilácticas de HBPM como
alternativa a los AVK en los pacientes con
2.2. Intensidad del efecto ETV, en estas guías se han analizado sólo
anticoagulante los estudios que utilizaron ≥ 50% de la do-
sis terapéutica de HBPM y los resultados
En otros capítulos de estas guías(27,28) se pre- sugieren que, en comparación con los AVK,
sentan evidencias relativas a la intensidad óp- el tratamiento con las HBPM provoca una
tima del tratamiento con AVK durante el trata- reducción mayor de la recurrencia de ETV y
miento a largo plazo y prolongado de la ETV. una frecuencia similar de hemorragias ma-
yores y de mortalidad. La calidad de esta
evidencia es moderada por la posibilidad de
2.3. Elección del régimen sesgo en la evaluación de la recurrencia e
de anticoagulación imprecisiones importantes en la valoración
de las hemorragias mayores y la mortalidad.
El tratamiento con AVK ha sido el método Existen varias diferencias, que pueden
estándar de anticoagulación para la ETV. La influir en la respuesta al tratamiento anti-
HNF s.c., a dosis ajustadas, es una alternati- coagulante, entre los pacientes con y sin
va eficaz, pero requiere monitorización de la- cáncer con ETV, tales como: mayor riesgo
boratorio y dos inyecciones diarias; además, de mortalidad, de recurrencia y de hemorra-
puede provocar osteoporosis. Las HBPM, gias mayores durante los primeros 3-6 me-
que no tienen los problemas de la HNF s.c., ses de tratamiento en los pacientes con
sí se han utilizado para el tratamiento a lar- cáncer, diferentes mecanismos de trombo-
go plazo. El fondaparinux no ha sido evalua- sis que pueden asociarse con una respues-
do en esta indicación, mientras que el idrapa- ta pobre a los AVK, interacciones con los
rinux, que ha demostrado ser eficaz, no está AVK del tratamiento de base, o necesidad
autorizado por su elevado riesgo hemorrági- de procedimientos invasivos que requieran
co, debido a su larga vida media y a la falta revertir la anticoagulación. Muchas de es-
de reversibilidad. Sí han sido evaluados, y es- tas diferencias hacen más atractivo el uso
tán disponibles para su uso en muchos paí- de las HBPM que el de los AVK en pacien-
ses, los nuevos anticoagulantes orales dabi- tes con cáncer y ETV. En los ensayos que
gatrán, rivaroxabán y apixabán. han comparado HBPM frente a AVK, se han

197
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

obtenido datos separados de los pacientes primeros 6  meses de tratamiento de la


con y sin cáncer. El análisis de subgrupos ETV(30), tras tratamiento inicial parenteral
sugiere la posibilidad de que la respuesta con HNF o HBPM. Asimismo, un ensayo
a la terapia con HBPM vs. AVK difiera entre clínico ha comparado directamente el ri-
los pacientes con cáncer y sin cáncer, pero varoxabán (sin anticoagulación parenteral
ninguna de las diferencias encontradas era inicial) frente a la anticoagulación paren-
estadísticamente significativa, lo que hace teral y los AVK en pacientes con TVP agu-
poco probable que haya una verdadera di- da(10). Los resultados de ambos estudios
ferencia en la respuesta a las HBPM vs. los sugieren que el dabigatrán y el rivaroxa-
AVK en los dos grupos de pacientes. bán, comparados con los AVK, se asocian
Teniendo en cuenta los datos obtenidos con una frecuencia similar de recurrencia
al valorar los subgrupos de pacientes con y de ETV, hemorragias mayores y muerte,
sin cáncer, las consideraciones a favor del pero en ambos estudios la evidencia es
uso de AVK frente a HBPM en pacientes sin de calidad moderada por existir impreci-
cáncer son: evidencia de baja calidad del be- siones graves y por la falta de datos de
neficio con HBPM, pequeña reducción abso- seguridad a largo plazo. Dado que estos
luta de la recurrencia con HBPM, alto coste ensayos incluyeron pocos pacientes con
del tratamiento con HBPM y la valoración del cáncer, no se pudo evaluar si los resulta-
panel que elaboró estas guías de que el uso dos eran igualmente aplicables a los pa-
de HBPM es más molesto para los pacien- cientes con y sin cáncer.
tes que el de AVK. Por el contrario, las consi- Dado que no hay comparaciones direc-
deraciones a favor del uso de HBPM frente a tas entre la HBPM, el dabigatrán y el riva-
AVK en pacientes con cáncer incluirían la re- roxabán para el tratamiento a largo plazo,
ducción absoluta de la recurrencia de la ETV las recomendaciones relativas al uso prefe-
con la HBPM frente a los AVK y que la HBPM rente de alguno de estos agentes sobre los
se adapta mejor al cuidado de los pacientes otros se basan en comparaciones indirec-
con cáncer que la terapia con AVK. Entre tas, y la evidencia es de baja calidad.
los pacientes con cáncer y ETV, se espera
que las ventajas de la HBPM sobre los AVK
sean mayores en los pacientes con enferme- 2.4. Elección de régimen de
dad metastásica, tratados con quimioterapia anticoagulación para tratamiento
agresiva, con ETV extensa, disfunción hepá- prolongado
tica, estado nutricional deficiente o inestable
y que deseen evitar el control de laboratorio. Aparte de un ensayo clínico que comparó
el tratamiento con AVK a dosis bajas (INR
[índice normalizado internacional]: 1,5-2,0)
2.3.2. Dabigatrán o rivaroxabán vs. frente a dosis convencionales(31), no exis-
antagonistas de la vitamina K para el ten otros estudios que comparen diferen-
tratamiento a largo plazo de la trombosis tes agentes anticoagulantes o regímenes
venosa profunda de tratamiento prolongado después de un
periodo inicial estandarizado (≥ 3 meses) en
Un ensayo clínico ha comparado directa- pacientes con o sin cáncer. Dado que la de-
mente el dabigatrán y los AVK durante los cisión sobre uso de tratamiento prolonga-

198
E. Rocha

do se produce después de un periodo ini- cirse porque la técnica de imagen no sea


cial de anticoagulación, y que la eficacia y óptima para el diagnóstico de TVP, porque la
seguridad relativas de los regímenes de an- TVP diagnosticada incidentalmente a menu-
ticoagulación se espera que sean similares do se localiza en la pelvis, donde la TVP es
durante las fases de tratamiento temprano más difícil de diagnosticar con técnicas de
y prolongado, lo lógico es que muchos pa- imagen, y porque la prevalencia de TVP en
cientes continúen utilizando su régimen ini- los pacientes asintomáticos es mucho me-
cial de anticoagulación para el tratamien- nor que en los pacientes sintomáticos. Con-
to prolongado. Sin embargo, en ocasiones secuentemente, cuando hay sospecha de
se considera conveniente cambiar el trata- TVP incidental, puede ser necesario reali-
miento. Las posibles razones para indicar zar pruebas de diagnóstico adicionales para
el cambio de HBPM a AVK son que el cán- confirmar la presencia de TVP.
cer se vuelva menos activo, la finalización No hay estudios clínicos aleatorizados
de la quimioterapia, el cambio de preferen- que valoren la utilidad del tratamiento an-
cias del paciente, la aparición de insuficien- ticoagulante en pacientes con TVP inciden-
cia renal que puede provocar acumulación tal, por lo que la evidencia existente es in-
de HBPM y los costes más elevados de la directa y de calidad moderada. Además,
HBPM. Similarmente, las posibles razones los beneficios de la anticoagulación pue-
para el cambio de AVK a HBPM serían la di- den ser menores que en los pacientes sin-
ficultad para realizar el control de laboratorio tomáticos porque la TVP asintomática pue-
o para mantener el INR estable y la necesi- de ser crónica o menos extensa y porque
dad de procedimientos invasivos repetidos. la prevalencia de resultados falsos posi-
Los nuevos anticoagulantes pueden am- tivos es mayor que en los pacientes con
pliar las indicaciones de tratamiento prolon- sospecha de TVP.
gado porque pueden ser menos gravosos Se puede retrasar el inicio de la anti-
para el paciente que el tratamiento con AVK coagulación realizando vigilancia para de-
o HBPM y pueden asociarse a mejores re- tectar la extensión de la TVP y es posible
sultados clínicos. limitar la anticoagulación a 3 meses en pa-
cientes con factores de riesgo permanen-
tes. Sin embargo, debe actuarse de mane-
2.5. Tratamiento de la trombosis ra más agresiva en los pacientes con TVP
venosa profunda asintomática de diagnosticada incidentalmente que pre-
las extremidades inferiores senten certeza del diagnóstico, trombosis
extensa que parece ser aguda, progresión
Si los estudios de imagen realizados por de la trombosis en un estudio de imagen
otros motivos (por ejemplo, tomografía de seguimiento, presencia de factores de
para el estadiaje de cáncer) incidentalmen- riesgo de ETV y bajo riesgo de sangrado.
te detectan la existencia de una TVP proxi- Dado que muchos pacientes han abando-
mal asintomática, dado que son frecuentes nado el hospital cuando se dispone de la
los falsos positivos en estos pacientes, es información de que existe una TVP inciden-
necesario actuar con precaución antes de tal, a menudo es razonable aplazar la tera-
asegurar que hay realmente una TVP. Los pia anticoagulante y realizar una nueva eva-
resultados falsos positivos pueden produ- luación el día siguiente.

199
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

Recomendaciones

La 9.ª Conferencia de Consenso del ACCP se obtienen los resultados de las prue-
sobre tratamiento antitrombótico y preven- bas de diagnóstico, siempre que dichos
ción de la trombosis realizó las siguientes resultados se estime que serán obteni-
recomendaciones: dos en el plazo de 24 horas (grado 2C).

1. Tratamiento inicial de la 1.3. Anticoagulación en pacientes


trombosis venosa profunda con trombosis venosa profunda
aguda de las extremidades distal aislada
inferiores
1. En pacientes con TVP distal aguda aislada
de las EEII, sin síntomas severos o facto-
1.1. Anticoagulación inicial res de riesgo de extensión, se sugiere rea-
lizar un estudio seriado de imagen de las
1. En pacientes con TVP aguda de las EEII venas profundas durante 2 semanas mejor
tratados con AVK, se recomienda el trata- que la anticoagulación inicial (grado 2C).
miento inicial con anticoagulación parenteral 2. En pacientes con TVP distal aguda aislada
(HBPM, fondaparinux, HNF i.v. o s.c.) mejor de las EEII, con síntomas severos o fac-
que no usar tratamiento inicial (grado 1B). tores de riesgo de extensión, se sugie-
re usar anticoagulación inicial mejor que
realizar un estudio seriado de imagen de
1.2. Uso de anticoagulación las venas profundas (grado 2C).
parenteral mientras se esperan Observaciones: Los pacientes con alto
los resultados del diagnóstico riesgo de sangrado tienen más probabilida-
des de beneficiarse del estudio de imagen.
1. En pacientes con alta sospecha clínica de Los pacientes que valoren mucho el evitar
ETV aguda, se sugiere tratamiento con las molestias de repetir el estudio de ima-
anticoagulantes parenterales mejor que gen y valoren poco los inconvenientes de
no usar ningún tratamiento mientras se recibir tratamiento y las posibilidades de
obtienen los resultados de las pruebas sangrado es probable que elijan recibir anti-
de diagnóstico (grado 2C). coagulación inicial mejor que realizar un es-
2. En pacientes con sospecha clínica inter- tudio seriado de imagen.
media de ETV aguda, se sugiere trata- 3. En pacientes con TVP distal aguda aislada
miento con anticoagulantes parenterales de las EEII que se traten con anticoagu-
mejor que no usar ningún tratamiento, lación inicial, se recomienda usar el mis-
si la obtención de los resultados de las mo método que en los pacientes con TVP
pruebas de diagnóstico se estima que se proximal aguda (grado 1B).
retrasarán más de 4 horas (grado 2C). 4. En pacientes con TVP distal aguda aislada
3. En pacientes con sospecha clínica baja de las EEII que se sometan a un estudio se-
de ETV aguda, se sugiere no tratar con riado de imagen, no se recomienda anticoa-
anticoagulantes parenterales mientras gulación si el trombo no se extiende (grado

200
E. Rocha

1B); se sugiere anticoagulación si el trombo Observaciones: Esta recomendación sólo


se extiende pero permanece confinado a se aplica cuando el régimen aprobado de
las venas distales (grado 2C); se recomien- una dosis diaria emplea la misma dosis que
da anticoagulación si el trombo se extiende la del régimen de dos dosis al día (es de-
a las venas proximales (grado 1B). cir, la inyección diaria contiene el doble de
la dosis de cada inyección de dos veces al
día). También se valora el evitar una inyec-
1.4. Iniciación del tratamiento ción extra por día.
con antagonistas de la vitamina K
y duración de su asociación
con anticoagulación parenteral 1.6. Tratamiento inicial domiciliario
vs. hospitalario
1. En pacientes con TVP aguda de las EEII,
se recomienda inicio temprano de AVK 1. En pacientes con TVP aguda de las EEII
(por ejemplo, iniciar el mismo día que el y con condiciones adecuadas en su do-
tratamiento parenteral) mejor que retra- micilio, se recomienda el tratamiento ini-
sar el inicio, y mantener la anticoagulación cial ambulatorio mejor que el tratamiento
parenteral durante un mínimo de 5 días y hospitalario (grado 1B).
hasta que el INR sea superior a 2,0 duran- Observaciones: La recomendación depen-
te, al menos, 24 horas (grado 1B). de de las condiciones del domicilio del pa-
ciente: condiciones de vida adecuadas,
fuerte apoyo de su familia o amigos, telé-
1.5. Elección del régimen inicial fono de acceso y posibilidad de regresar rá-
de anticoagulación en pacientes pidamente al hospital en caso de empeora-
con trombosis venosa profunda miento. También está condicionada a que el
proximal paciente se sienta lo suficientemente bien
como para ser tratado en su domicilio (por
1. En pacientes con TVP aguda de las EEII, ejemplo, no tiene síntomas graves de la
se sugiere utilizar HBPM o fondaparinux pierna ni comorbilidad).
mejor que HNF i.v. (grado 2C) y HNF s.c.
(grado 2B para la HBPM; grado 2C para
el fondaparinux). 1.7. Trombolisis dirigida por catéter
Observaciones: Consideraciones locales, ta-
les como el coste, la disponibilidad y la familia- 1. En pacientes con TVP proximal aguda de
ridad de uso dictan la elección entre el fonda- las EEII, se sugiere tratamiento anticoa-
parinux y la HBPM. Se deben evitar o usar gulante mejor que TDC (grado 2C).
con precaución la HBPM y el fondaparinux Observaciones: Los pacientes que tienen
en pacientes con insuficiencia renal, mientras más probabilidades de beneficiarse de la TDC
que esto no es problema con la HNF. son aquellos que valoran más la prevención
2.En pacientes con TVP aguda de las EEII del SPT que la complejidad inicial, el coste y
tratados con HBPM, se sugiere la admi- el riesgo de sangrado con la TDC, por lo que
nistración una vez al día mejor que dos ve- es probable que elijan la TDC en vez del uso
ces al día (grado 2C). de anticoagulantes.

201
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

1.8.Tratamiento trombolítico sistémico 2. En pacientes con TVP proximal aguda de


las EEII y contraindicación para anticoa-
1. En pacientes con TVP proximal aguda de las gulación, se recomienda el uso de FVCI
EEII, se sugiere tratamiento anticoagulante (grado 1B).
mejor que trombolisis sistémica (grado 2C). 3. En pacientes con TVP proximal aguda de
Observaciones: Los pacientes que tienen las EEII y FVCI insertado como alternativa
más probabilidades de beneficiarse del tra- a la anticoagulación, se sugiere usar tra-
tamiento trombolítico sistémico son aquellos tamiento anticoagulante de manera con-
que no tienen acceso a la TDC y que valoran vencional si desaparece el riesgo de san-
mucho la prevención del SPT, mientras que grado (grado 2B).
valoran menos la complejidad inicial, el coste Observaciones: No se considera que un
y el riesgo de sangrado con tratamiento trom- FVCI permanente, por sí mismo, sea una in-
bolítico sistémico, por lo que es probable que dicación para la anticoagulación prolongada.
elijan tratamiento trombolítico sistémico me-
jor que el uso de anticoagulantes.
1.12. Deambulación temprana

1.9. Trombectomía venosa quirúrgica 1. En pacientes con TVP aguda de las EEII,
se sugiere la deambulación precoz mejor
1. En pacientes con TVP proximal aguda de que el reposo inicial (grado 2C).
las EEII, se sugiere el tratamiento anti- Observaciones: Si el edema y el dolor son
coagulante mejor que la trombectomía severos, la deambulación debe ser aplaza-
venosa (grado 2C). da. Se sugiere el uso de terapia de compre-
sión en estos pacientes.

1.10. Anticoagulación en pacientes


a los que se ha aplicado algún 2. Tratamiento anticoagulante
método para remover el trombo a largo plazo de la trombosis
venosa profunda aguda
1. En pacientes con TVP aguda de las EEII de las extremidades inferiores
que se sometan a procedimientos de elimi-
nación del trombo, se recomiendan la mis- 1. En pacientes con ETV aguda que se traten
ma intensidad y duración del tratamiento con anticoagulantes, se recomienda el trata-
anticoagulante que los usados en pacien- miento a largo plazo mejor que la supresión
tes comparables que no se someten a la de la anticoagulación, tras aproximadamente
eliminación del trombo (grado 1B). 1 semana de tratamiento inicial (grado 1B).

1.11. Filtros en la vena cava 2.1. Duración del tratamiento


anticoagulante a largo plazo
1. En pacientes con TVP aguda de las EEII,
se recomienda no usar un FVCI además 1. En pacientes con una TVP proximal de las
de anticoagulantes (grado 1B). EEII provocada por cirugía, se recomien-

202
E. Rocha

dan 3 meses de tratamiento anticoagulan- 4.1. En pacientes con un primer episodio


te mejor que (i) tratamiento durante un pe- de ETV no provocada, que sea una TVP
riodo más corto (grado 1B), (ii) tratamiento proximal de las EEII, y que tengan un
durante un periodo de tiempo limitado más riesgo bajo o moderado de sangrado, se
largo (por ejemplo, 6-12 meses) (grado 1B), sugiere terapia anticoagulante prolonga-
o (iii) tratamiento prolongado (grado 1B, in- da mejor que tratamiento durante 3 me-
dependientemente del riesgo de sangrado). ses (grado 2B).
2. En pacientes con una TVP proximal de las 4.2. En pacientes con un primer episodio
EEII provocada por un factor de riesgo tran- de ETV no provocada, que sea una TVP
sitorio no quirúrgico, se recomiendan 3 me- proximal de las EEII, y que tengan ries-
ses de tratamiento anticoagulante mejor go alto de sangrado, se recomienda 3
que (i) tratamiento durante un periodo más meses de terapia anticoagulante mejor
corto (grado 1B), (ii) tratamiento durante un que tratamiento prolongado (grado 1B).
periodo de tiempo limitado más largo (por 4.3. En pacientes con un primer episodio de
ejemplo, 6-12 meses) (grado 1B) y (iii) trata- ETV no provocada, que sea una TVP dis-
miento prolongado si hay un alto riesgo de tal aislada de las EEII, se sugieren 3 me-
sangrado (grado 1B). Se sugiere tratamien- ses de tratamiento anticoagulante me-
to anticoagulante durante 3  meses mejor jor que terapia prolongada en aquellos
que un tratamiento prolongado si hay ries- que tengan riesgo de sangrado bajo o
go de hemorragia bajo o moderado (gra- moderado (grado 2B) y se recomien-
do 2B). dan 3 meses de tratamiento anticoagu-
3. En pacientes con una TVP distal aislada de lante en aquellos que tengan alto riesgo
las EEII, provocada por cirugía o por un fac- de sangrado (grado 1B).
tor de riesgo transitorio no quirúrgico, se 4.4. En pacientes con un segundo episodio
sugieren 3 meses de tratamiento anticoa- de ETV no provocada, se recomienda tra-
gulante mejor que un tratamiento durante tamiento anticoagulante prolongado me-
un periodo más corto (grado 2C) y se reco- jor que 3 meses de tratamiento en los
miendan 3 meses de tratamiento anticoa- que tienen riesgo bajo de sangrado (gra-
gulante mejor que un tratamiento duran- do 1B), y se sugiere tratamiento anticoa-
te un periodo de tiempo limitado más largo gulante prolongado en los que tienen un
(por ejemplo, 6-12 meses) (grado 1B) o un riesgo moderado de sangrado (grado 2B).
tratamiento prolongado (grado 1B, inde- 4.5. En pacientes con un segundo episodio
pendientemente del riesgo de sangrado). de ETV no provocada con riesgo alto de
4. En pacientes con una TVP de las EEII, no sangrado, se sugieren 3 meses de trata-
provocada (distal aislada o proximal), se miento anticoagulante mejor que terapia
recomiendan al menos 3 meses de trata- anticoagulante prolongada (grado 2B).
miento anticoagulante mejor que un tra- 5. En pacientes con TVP de las EEII y cán-
tamiento durante un periodo más corto cer activo, si el riesgo de sangrado no es
(grado 1B). Después de 3 meses de tra- alto, se recomienda terapia anticoagulante
tamiento, los pacientes con TVP no provo- prolongada mejor que 3 meses de trata-
cada de las EEII deben ser evaluados para miento (grado 1B) y, si hay alto riesgo de
establecer la relación riesgo-beneficio del sangrado, se sugiere tratamiento anticoa-
uso de un tratamiento prolongado. gulante prolongado (grado 2B).

203
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

Observaciones (3, 4, 4.3): La duración del sible a la tolerancia de cada paciente para re-
tratamiento de la TVP distal aislada se refiere cibir inyecciones diarias, a la necesidad de
a los pacientes en los que se ha decidido tra- monitorización de laboratorio y a los costes del
tar con terapia anticoagulante; sin embargo, tratamiento. Se deben evitar la HBPM, el ri-
no todos los pacientes que son diagnostica- varoxabán y el dabigatrán en pacientes con in-
dos de TVP distal aislada recibirán anticoagu- suficiencia renal, mientras que esto no es una
lantes. En todos los pacientes que reciban preocupación con AVK. El tratamiento de la
terapia anticoagulante prolongada, el uso del ETV con dabigatrán o rivaroxabán, además de
tratamiento debe evaluarse periódicamente ser una carga menor para algunos pacientes,
(por ejemplo, anualmente). podría asociarse con mejores resultados clíni-
cos que el tratamiento con AVK y HBPM. Cuan-
do estas recomendaciones se elaboraron (oc-
2.2. Intensidad del efecto tubre de 2011), no estaban disponibles estudios
anticoagulante de seguridad. Dada la escasez de datos dispo-
nibles actualmente, y que próximamente apa-
1. En los pacientes con TVP de las EEII que recerán nuevos datos, se da una recomenda-
sean tratados con AVK, se recomienda man- ción débil a favor de la terapia con AVK y HBPM
tener un rango terapéutico de INR de 2,0 a respecto al uso de dabigatrán y rivaroxabán y
3,0 (objetivo: INR de 2,5) mejor que uno infe- no se ha realizado ninguna recomendación a fa-
rior (INR < 2) o superior (INR 3,0-5,0) en todas vor de uno de los nuevos agentes sobre el otro.
las duraciones de tratamiento (grado 1B).

2.4. Elección del régimen


2.3. Elección del régimen de anticoagulación para
de anticoagulación el tratamiento prolongado

1. En pacientes con TVP de las EEII sin cán- 1. En pacientes con TVP de las EEII que re-
cer, se sugiere tratamiento con AVK me- ciban tratamiento prolongado, se sugie-
jor que con HBPM para el tratamiento a re mantener el tratamiento con el mismo
largo plazo (grado 2C). Para los pacientes anticoagulante elegido para los 3 prime-
con TVP sin cáncer que no se traten con ros meses (grado 2C).
AVK, se sugiere tratar con HBPM mejor
que con dabigatrán o rivaroxabán para el
tratamiento a largo plazo (grado 2C). 2.5. Tratamiento de la trombosis
2. En pacientes con TVP de las EEII y cáncer, venosa profunda asintomática
se sugiere tratar con HBPM mejor que de las extremidades inferiores
con AVK (grado 2B). En pacientes con
TVP y cáncer que no sean tratados con 1. En pacientes en los que incidentalmen-
HBPM, se sugiere tratar con AVK mejor te se encuentre una TVP asintomática de
que con dabigatrán o rivaroxabán para el las EEII, se sugiere realizar la misma anti-
tratamiento a largo plazo (grado 2B). coagulación inicial y a largo plazo que en
Observaciones (1, 2): La elección del trata- los pacientes comparables con TVP sinto-
miento en pacientes con y sin cáncer es sen- mática (grado 2B).

204
E. Rocha

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

En las guías elaboradas en la 9.ª Conferen- cambios son muy notables, destacando
cia de Consenso del ACCP sobre tratamien- los siguientes hechos:
to antitrombótico y prevención de la trom- • En la 9.ª edición han desaparecido las
bosis se han producido diversos cambios, recomendaciones con evidencia alta.
muchos de ellos significativos. Dichos cam- En la 8.ª edición había 14 recomen-
bios pueden dividirse en dos grandes gru- daciones de grado 1A (recomenda-
pos, uno primero de cambios generales, ción fuerte y evidencia alta) y ningu-
que afectan al conjunto de las recomen- na de grado IIA (recomendación débil
daciones, y el segundo de cambios más y evidencia alta), y en la 9.ª edición
específicos, que modifican alguna de las no existe ninguna recomendación de
recomendaciones concretas, afectando di- grado IA o IIA.
rectamente a la aparición o desaparición de • Contrariamente, han aumentado de
alguna recomendación o al cambio del sen- manera llamativa las recomendacio-
tido de la misma. Entre otros de menor inte- nes con evidencia moderada. En la 8.ª
rés, los cambios más importantes de cada edición no había ninguna recomen-
uno de ambos tipos son: dación de grado 1B (recomendación
1. Cambios de tipo general: fuerte y evidencia moderada) y sólo
A. Ha aumentado considerablemente el había 3 de grado 2B (recomendación
número de recomendaciones emitidas débil y evidencia moderada), pasando
por el panel de este artículo, pasando en la 9.ª edición a 24 de grado 1B y
de 37 en la 8.ª edición a 52 en la 9.ª, lo 11 de grado 2B.
que supone un incremento del 40% del E. En la 9.ª edición se da mucha mayor
número total de recomendaciones. importancia que en la 8.ª al riesgo de
B. Hay un cambio sustancial de las reco- sangrado, y el mismo determina en un
mendaciones emitidas, ya que de las buen número de las recomendaciones
52 recomendaciones que contiene la realizadas, sobre todo en el tratamiento
9.ª edición sólo 4 eran similares en la a largo plazo, la fuerza de la recomenda-
8.ª edición (incluso éstas con matices ción e, incluso, la naturaleza misma de
en algunos casos), habiendo variado to- dicha recomendación.
das las restantes, ya sea en el fondo de F. En la 9.ª edición se ha dado una importan-
la recomendación, en su fuerza o en la cia más relevante, en comparación con
calidad de la evidencia. la 8.ª edición, tanto al coste económico
C. En la 9.ª edición se ha producido un au- como a las preferencias de los pacientes
mento considerable de las recomenda- a la hora de emitir las recomendaciones
ciones débiles (28 frente a 10 en la 8.ª o realizar observaciones de las mismas.
edición), manteniéndose estable el nú- G. En la 9.ª edición se valora por primera
mero de recomendaciones fuertes (24 vez la utilidad de los nuevos anticoagu-
frente a 27 en la 8.ª edición). lantes, rivaroxabán y dabigatrán, tanto
D. En cuanto a la fuerza de la recomen- en el tratamiento a largo plazo como en
dación y la calidad de la evidencia, los el tratamiento prolongado con ambos

205
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

fármacos y en el tratamiento inicial en ba más abierta la posibilidad de uso de


el caso del rivaroxabán. alguno de estos métodos en pacientes
2. Cambios específicos: con grandes trombosis iliofemorales.
A. Se matiza el empleo de tratamiento an- E. En cuanto a la duración del tratamien-
ticoagulante en pacientes con sospecha to, en los pacientes con TVP secundaria
de TVP hasta que se disponga de los re- a un factor de riesgo reversible se sepa-
sultados de las pruebas diagnósticas en ran, por considerar que el riesgo es di-
función de que la sospecha clínica sea ferente, los pacientes en los que la TVP
alta, moderada o baja y del tiempo pre- es secundaria a cirugía de aquellos en
visto para obtener los resultados de di- los que el factor de riesgo reversible no
chas pruebas. es quirúrgico.
B. Se sugiere que es preferible el uso de F. La duración del tratamiento en pacientes
HBPM o fondaparinux que el de HNF con TVP no provocada o idiopática, ya sea
s.c. o HNF i.v. como tratamiento paren- un primer o un segundo episodio, y en
teral inicial. También se sugiere que es los pacientes con TVP asociada a cáncer
preferible administrar dos dosis al día se condiciona al riesgo de sangrado de
de HBPM mejor que una dosis diaria. cada paciente tras una valoración indivi-
C. En el tratamiento inicial de la TVP dis- dual que utilice una escala de riesgo que
tal aislada, si no hay síntomas importan- se define en las propias guías.
tes ni riesgo de extensión, se sugiere G. No se contempla la posibilidad de admi-
realizar un estudio seriado de imagen y, nistrar regímenes de baja intensidad de
en función de los resultados del mismo, AVK, hecho que sí aparecía en la 8.ª edi-
decidir la pauta de actuación. ción en función de las preferencias del
D. Se sugiere que es mejor usar un trata- paciente.
miento anticoagulante que la TDC, la H. En pacientes con TVP que reciban trata-
trombolisis sistémica o la trombectomía miento prolongado, se sugiere, por pri-
venosa quirúrgica en cualquier pacien- mera vez, la conveniencia de mantener
te, salvo que exista riesgo inminente el tratamiento con el mismo anticoagu-
de gangrena. En la 8.ª edición, se deja- lante elegido para los 3 primeros meses.

Comentario

Dada la frecuencia en la clínica de la ETV, plemento del Chest(1) tiene una gran impor-
y la conveniencia de que el clínico conoz- tancia práctica.
ca con la mayor profundidad posible todas En esta 9.ª edición se han revisado to-
las alternativas terapéuticas existentes das las recomendaciones de la 8.ª edición,
en cada situación concreta y cuál es la de teniendo en cuenta toda la nueva bibliogra-
elección preferente, este capítulo del su- fía aparecida sobre los distintos temas des-

206
E. Rocha

de enero de 2005, fecha en que finalizó la Por primera vez, la 9.ª edición de esta
revisión bibliográfica para la 8.ª edición, has- guía ha establecido un sistema de grada-
ta comienzos de 2010 y los cambios intro- ción del riesgo de sangrado de cada pacien-
ducidos en la metodología GRADE (Grades te, aunque el mismo no ha sido validado, lo
of Recommendation, Assessment, Develo- que ha permitido matizar las recomendacio-
pment and Evaluation Working Group). Por nes en un buen número de situaciones, so-
ello, no es de extrañar que el número de bre todo en lo referente al tratamiento a lar-
recomendaciones haya aumentado y que el go plazo.
contenido de las mismas, así como la fuer- Se ha realizado una valoración más es-
za y la calidad de la evidencia hayan sufrido tricta tanto de los costes como de las prefe-
variaciones importantes. rencias de los pacientes, pero estas valora-
Como se ha comentado en el primer ca- ciones siguen sin tener un peso importante
pítulo de esta monografía, en la 9.ª edición a la hora de emitir las recomendaciones y
se ha producido un aumento sustancial del se han utilizado, fundamentalmente, para
rigor metodológico como consecuencia de realizar distintas observaciones en algunas
la sustitución de los expertos en trombo- de las recomendaciones.
sis por metodólogos como editores de los
distintos capítulos. Esto ha provocado una
reducción sustancial de la fuerza de mu- 1. Tratamiento inicial
chas de las recomendaciones con respecto de la trombosis venosa
a las emitidas en la 8.ª edición. De hecho, profunda aguda de
han desaparecido las recomendaciones de las extremidades inferiores
grado 1A, frecuentes en la 8.ª edición, pa-
sando en la mayoría de los casos a ser de En la 8.ª edición, aunque se dejaba clara la
grado 1B. Este cambio, sin ninguna duda, exigencia de confirmación objetiva del diag-
debe repercutir en una mejora sustancial nóstico de la TVP para recomendar trata-
de la valoración de las recomendaciones, miento anticoagulante, se admitía iniciar
pero tampoco puede obviarse que puede el mismo cuando la sospecha clínica fue-
ser una fuente de desconcierto para los clí- se elevada. Esta recomendación ha queda-
nicos, ya que no será fácil para ellos en- do mucho más matizada en la 9.ª edición en
tender que actitudes que hasta ahora se función del grado de sospecha clínica (alta,
habían considerado verdaderos axiomas intermedia o baja) y del tiempo que se es-
pasen a ser más o menos discutibles. Por time se retrasará la recepción de los resul-
otra parte, muchas de las recomendacio- tados de las pruebas diagnósticas. Dada la
nes que se han catalogado como de gra- frecuencia con la que en la práctica diaria
do 1B será imposible, en la práctica, que en se inicia, de manera indebida, el tratamien-
el futuro puedan pasar a ser de categoría to sólo con un diagnóstico clínico, parece
1A, puesto que ello exigiría la realización de adecuado haber insistido en este tema y ha-
nuevos ensayos clínicos –la mayoría de las ber matizado todo lo posible la forma de ac-
veces reñidos con las normas más elemen- tuar en cada caso.
tales de la ética– para confirmar los resulta- Por primera vez, esta última edición de
dos y evitar las imprecisiones o sesgos de la guía sugiere que es preferible el uso de
los ensayos existentes. HBPM o fondaparinux al de HNF s.c. o i.v.

207
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

como tratamiento parenteral inicial. Esta se administraba dos veces al día (enoxapa-
modificación parece totalmente oportuna y, rina 1,5 mg/kg una vez al día vs. 1,0 mg/
además, se ajusta a la práctica habitual, en kg cada 12 horas) y cuyos resultados pare-
la que la HBPM, al menos en nuestro me- cen ser inferiores con el régimen de una vez
dio, se utiliza en más del 95% de los ca- al día. Sin embargo, los mismos autores de
sos. Quizá sea sorprendente que se iguale la guía citan un metaanálisis(7) que resume
la recomendación de HBPM y fondaparinux los resultados de 6 estudios que compara-
cuando con este último sólo existe un ensa- ban ambas dosificaciones y que demuestra
yo clínico aleatorizado, el ensayo Matisse(9), que las tasas de mortalidad, recurrencia de
aunque el número de pacientes incluido en ETV y hemorragias mayores eran similares
dicho ensayo fue elevado y, además, los au- con ambas pautas de tratamiento. Resulta-
tores aducen que hay otro ensayo en pacien- dos similares se han encontrado en otros
tes con EP(32) que aportaría evidencia indirec- metaanálisis(34,35), por lo que quizá sea ló-
ta. Sin embargo, en la guía no se discute la gico pensar que lo que empeora los resul-
posibilidad de utilizar rivaroxabán como trata- tados es la administración de una dosis to-
miento inicial, pese a que en el ensayo Eins- tal menor cuando se administra una dosis
tein-DVT(10) se ha demostrado una frecuencia diaria, como ocurre en el estudio citado(8).
similar de mortalidad, recurrencia de ETV y Por otra parte, la administración de una úni-
hemorragias mayores con rivaroxabán en la ca dosis diaria facilita en la práctica el trata-
fase inicial y a largo plazo frente a la HBPM miento domiciliario, lo que implica una cla-
y los AVK. El ensayo Einstein-DVT incluyó ra disminución de los costes económicos y
un número de pacientes considerablemen- una mejora de la calidad de vida de los pa-
te mayor que el ensayo Matisse y, como en cientes, como se ha demostrado en dos es-
este último, hay otro ensayo en pacientes tudios observacionales recientes realizados
con EP(33) cuyos resultados aportarían evi- en nuestro país en los que los pacientes
dencia indirecta, aunque este último ensayo fueron tratados de forma ambulatoria con
no había sido publicado cuando se redacta- bemiparina(36,37).
ron las recomendaciones de la guía. Por ello, Un aspecto novedoso de la 9.ª edición
sería lógico pensar que se podría recomen- de la guía es la consideración de que el tra-
dar el uso de rivaroxabán, al menos con la tamiento inicial de la TVP distal aislada, si no
misma fuerza que el de fondaparinux. Sin hay sintomatología grave ni factores de ries-
embargo, no podemos olvidar la indudable go de extensión, puede diferirse, realizando
ventaja, en nuestro medio, del menor coste un estudio seriado de imagen y aplazando
del tratamiento con HBPM a la hora de valo- la decisión respecto a la pauta de actuación
rar la posible utilización de fondaparinux o ri- hasta ver los resultados de dicho estudio y
varoxabán. la evolución clínica del paciente. Además,
En la 9.ª edición de la guía también se en estos casos, también deberán tenerse
sugiere que es preferible administrar dos en cuenta el riesgo de sangrado y las pre-
dosis al día de HBPM que una dosis diaria. ferencias del paciente a la hora de la toma
Esta recomendación débil se basa en los re- de decisiones.
sultados de un único estudio(8) que compa- Mientras que en la 8.ª edición de la guía
ró una dosis diaria total de HBPM más baja se dejaba abierta la posibilidad de uso de
cuando se daba una vez al día que cuando TDC, trombolisis sistémica o trombectomía

208
E. Rocha

venosa quirúrgica en pacientes que presen- cia en que era necesario realizar una evalua-
tasen grandes trombosis iliofemorales, en ción de la relación beneficio/riesgo, o riesgo
esta última edición se sugiere que es siem- de recurrencia/riesgo de hemorragias, en
pre mejor utilizar tratamiento anticoagulan- todos los pacientes con TVP idiopática, tras
te que cualquiera de dichos métodos, salvo los 3 primeros meses de tratamiento inicial,
que exista riesgo inminente de gangrena. y la recomendación de revaluar los benefi-
Por otra parte, no se debe olvidar que la uti- cios y los riesgos del tratamiento prolonga-
lización de cualquiera de estas técnicas exi- do de manera periódica.
ge disponer de los recursos y la experiencia La 9.ª edición ha profundizado en estas
suficiente para aplicarlas cuando se consi- recomendaciones. Para ello, se ha estrati-
dere necesario. ficado tanto el riesgo de recurrencia como
La interrupción de la vena cava inferior el de sangrado. En cuanto al riesgo de re-
mediante la colocación de un filtro sigue te- currencia, se insiste en que los principales
niendo pocas y muy concretas indicaciones factores para estimar dicho riesgo ante un
en pacientes con TVP, no estando recomen- paciente individual son la presencia de un
dado su uso salvo cuando hay contraindica- factor de riesgo desencadenante reversi-
ción para el uso de anticoagulantes. Ade- ble, la ETV no provocada o idiopática, y la
más, se recomienda instaurar tratamiento presencia de cáncer activo, pero además se
anticoagulante en cuanto desaparezca el considera que en los casos de ETV provoca-
riesgo de sangrado en el paciente. Es po- da por un factor reversible el riesgo es mu-
sible que en nuestro país se siga abusando cho menor cuando el factor desencadenan-
de esta medida terapéutica en ocasiones, y te es la cirugía que cuando el origen no es
quizá no sea infrecuente la colocación de un quirúrgico. Además, se tiene en cuenta la
filtro de manera aislada sin asociarlo al trata- influencia de algunos factores secundarios
miento anticoagulante. Es evidente que de- y, en base a ello, se asume que las TVP dis-
berían revisarse con más detenimiento las tales aisladas tienen menor riesgo de recu-
indicaciones y reducir estrictamente su uso rrencia que las proximales y que, cuando se
a las mismas. trata de un segundo episodio, el riesgo de
recurrencia es mayor.
También se advierte de que hay facto-
2. Tratamiento a largo plazo res de riesgo de recurrencia adicionales, ta-
de la trombosis venosa les como el dímero D, los anticuerpos an-
profunda aguda de tifosfolípidos, la trombofilia hereditaria y la
las extremidades inferiores trombosis residual en las venas proximales,
que pueden predecir el riesgo de recurren-
En los últimos años uno de los aspectos cia, pero no lo suficiente como para condi-
que ha suscitado mayor controversia en el cionar las recomendaciones sobre la dura-
manejo de los pacientes con ETV ha sido ción del tratamiento. Mientras que en la 7.ª
la duración del tratamiento anticoagulante a edición de las guías se consideraban impor-
largo plazo. En la 8.ª edición de la guía ya tantes algunos de estos factores adiciona-
se produjeron una serie de cambios impor- les para decidir la duración del tratamiento,
tantes respecto a las ediciones anteriores, en la 8.ª edición ya se modificó este criterio
siendo quizá lo más destacable la insisten- y ahora se mantiene la misma decisión en la

209
Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

9.ª edición, pese a que han seguido apare- TVP idiopática que tuviesen una gran pre-
ciendo publicaciones que insisten en la utili- ferencia por la posibilidad de disminuir la
dad de estos factores adicionales y los mis- frecuencia de la monitorización, tras los 3
mos autores del capítulo de la guía hacen primeros meses de anticoagulación a inten-
alusión al ensayo AESOPUS(26), cuyos resul- sidad convencional, antes que decidir la de-
tados sugieren que la aparición de trombo- tención del tratamiento. Sin embargo, esta
sis residual durante el seguimiento de los recomendación ha desaparecido en la úl-
pacientes puede ser útil para adaptar la du- tima edición de las guías, en la que no se
ración de la terapia. contempla la posibilidad de administrar regí-
En cuanto al riesgo de sangrado, por pri- menes de baja intensidad de AVK, sino que
mera vez se establece un sistema de gra- se recomienda mantener un rango terapéu-
dación del mismo. Para ello se valora la pre- tico convencional (INR: 2,0-3,0) mejor que
sencia de diversos factores de riesgo que, uno inferior o superior en todas las duracio-
individualmente, aumentan el mismo (Ta- nes de tratamiento.
bla  1). Posteriormente, el grado de riesgo La 9.ª edición de las guías continúa sugi-
se clasifica como bajo, moderado o alto, en riendo la conveniencia de realizar tratamien-
función de que el paciente no presente nin- to anticoagulante con AVK en pacientes con
guno de los factores de riesgo, tenga sólo TVP sin cáncer, mientras que sugiere que el
uno de ellos o presente dos o más factores tratamiento se haga con HBPM en los pa-
de riesgo hemorrágico. Es necesario adver- cientes con cáncer. Además, sugiere em-
tir que esta escala de gradación no ha sido plear HPBM en los pacientes sin cáncer
validada, pero pese a ello se ha considera- cuando no se tratan con AVK, o utilizar AVK
do que tenía valor a la hora de emitir algu- en los pacientes con cáncer que no se tra-
nas de las recomendaciones respecto a la tan con HBPM. En este campo conviene
duración del tratamiento. En concreto, aun- recordar que existen diversos estudios, al-
que el riesgo de sangrado no se ha valorado gunos realizados en nuestro país con bemi-
para decidir la duración por tiempo limitado parina(36-38), que parecen demostrar que las
del tratamiento anticoagulante, se ha con- HBPM pueden ser tan eficaces y seguras
siderado que debe tenerse en cuenta para como los AVK en el tratamiento a largo pla-
decidir la conveniencia o no de utilizar anti- zo en los pacientes sin cáncer.
coagulación prolongada, especialmente en Una novedad de esta 9.ª edición es la
los pacientes con TVP proximal. sugerencia de que en los pacientes con TVP
En función de la evaluación del riesgo que reciban tratamiento prolongado convie-
individual de recurrencia y de sangrado, ne mantener el tratamiento con el mismo
se han establecido unas recomendaciones anticoagulante elegido para los 3 primeros
concretas respecto a la duración del trata- meses. Esta sugerencia es importante, ya
miento a largo plazo y la conveniencia o no que hasta ahora era frecuente, en pacientes
de administrar tratamiento prolongado o con cáncer, administrar HBPM los 6 prime-
indefinido. ros meses y luego pasar a AVK cuando se
En cuanto a la intensidad óptima de la decidía mantener tratamiento prolongado.
anticoagulación, en la 8.ª edición de esta En la 9.ª edición, se valora por prime-
guía se recomendaba el tratamiento de baja ra vez la utilidad de los nuevos anticoagu-
intensidad (INR: 1,5-2,0) en pacientes con lantes, rivaroxabán y dabigatrán, tanto en

210
E. Rocha

el tratamiento a largo plazo como en el tra- varoxabán, además de ser una carga menor
tamiento prolongado con ambos fármacos, para algunos pacientes, podría asociarse
así como en el tratamiento inicial en el caso con mejores resultados clínicos que el trata-
del rivaroxabán. Los panelistas de este ar- miento con AVK y HBPM. También comen-
tículo no han considerado adecuado reco- tan que cuando se elaboraron estas reco-
mendar o sugerir su uso en ninguna indi- mendaciones no se disponía de estudios de
cación, posiblemente porque el número de seguridad y que, dada la escasez de datos
ensayos publicados es escaso, lo que limi- disponibles, y el hecho de que en un plazo
ta la calidad de la evidencia. Sin embargo, breve se dispondrá de nuevos datos, prefie-
en las observaciones de alguna de las reco- ren realizar una recomendación débil a favor
mendaciones advierten expresamente que de la terapia con AVK y HBPM respecto al
el tratamiento de la ETV con dabigatrán o ri- uso de dabigatrán y rivaroxabán.

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Tratamiento de la TVP aguda de las EE. II.

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213
Capítulo 13-B

Síndrome postrombótico
F.S. Lozano Sánchez
Servicio de Angiología y Cirugía Vascular.
Hospital Universitario de Salamanca

Estado actual del tema(1)

1. Introducción 2. Medias elásticas y vendas


de compresión para prevenir
El síndrome postrombótico (SPT) apare- el síndrome postrombótico
ce en 1/3 de los pacientes después de
una trombosis venosa profunda (TVP), Cinco ensayos aleatorizados(2-6) han valorado la
y en 2/3 si la localización del trombo es eficacia de las MCG en la prevención del SPT,
iliofemoral. Los síntomas más frecuentes en diferentes momentos después de una TVP.
son dolor, hinchazón y pigmentación de Las MCG muestran efectividad profiláctica
la piel. La gravedad puede variar con el después de una primera TVP (reducción del
tiempo, y la manifestación más extrema 50% de los SPT, sin alterar la frecuencia de
es la úlcera venosa. El tratamiento inicial la ETV recurrente) (Tabla 1). Se aconseja un
de la TVP, máxime con métodos que eli- inicio precoz (1.ª-2.ª semana post-TVP) diario,
minan precozmente el trombo, puede in- durante al menos 2 años (pero se pueden re-
fluir en la presencia y gravedad del SPT. tirar a los 6 meses, ante la inexistencia de sín-
Hay indicios de que la incidencia y grave- tomas o signos de SPT, o prolongarse si son
dad del SPT se reduce con el empleo de bien toleradas). La presión más eficaz es de
medias de compresión gradual (MCG). 30-40 mmHg a nivel del tobillo. Es posible (no
Los pacientes con SPT grave podrían be- está suficientemente documentado) que los
neficiarse del tratamiento con compre- pacientes con TVP proximales y/o previas ip-
sión neumática intermitente (CNI). Fi- silaterales puedan beneficiarse aún más. Son
nalmente, hay pocos indicios de que los preferibles las MCG a los vendajes. Éstos
pacientes con SPT, sin ulceración, pue- pueden emplearse cuando no puedan usarse
dan beneficiarse del tratamiento farma- MCG (los vendajes alivian los síntomas –ede-
cológico. ma–, pero no reducen el SPT).

215
SPT

Tabla 1. Prevención del síndrome postrombótico de las extremidades inferiores*


Efectos absolutos anticipados
Evidencia Efecto relativo
Parámetro N.º pacientes Seguimiento
(GRADE) (IC 95%) Riesgo sin Riesgo con
tratamiento tratamiento (IC 95%)

MCG vs. no MCG

SPT 421 (2 estudios) 2 años Moderada RR: 0,46 479 por 1.000 259 menos por 1.000
(0,34-0,63)

Recurrencia 374 (2 estudios) 5 años Moderada RR: 1,01 210 por 1.000 2 más por 1.000
de ETV (0,61-1,67)

* Ver los estudios en el texto

Tabla 2. Tratamiento del síndrome postrombótico de las extremidades inferioresa


Efectos absolutos anticipados
Evidencia Efecto relativo
Parámetro N.º pacientes Seguimiento Riesgo sin Riesgo con
(GRADE) (IC 95%)
tratamiento tratamiento (IC 95%)
MCG vs. no MCG
Alivio de
115 (2 estudios) 12-26 meses Baja RR: 0,96 (0,70-1,31) 579 por 1.000 23 menos por 1.000
los síntomas
CNI vs. no CNIb
Alivio de
82 (2 estudios) 8 semanas Moderada
los síntomas
Calidad de vida 1 estudio 8 semanas Moderada
Tratamiento: MV vs. no MV
Alivio de
163 (2 estudios) Baja RR: 1,14 (0,85-1,52) 476 por 1.000 67 más por 1.000
los síntomas
Efectos
203 (2 estudios) Moderada RR: 2,04 (0,76-5,51) 61 por 1.000 63 más por 1.000
adversos
MV: medicación venoactiva
a
Ver los estudios en el texto
b
SPT grave

3. Tratamiento físico del 4. Tratamiento farmacológico


síndrome postrombótico del síndrome postrombótico

El tratamiento del SPT con MCG ha sido va- La adición de fármacos puede mejo-
lorado en dos pequeños ensayos(3,7). Los re- rar los síntomas y favorecer la cicatriza-
sultados mostraron escaso beneficio (Ta- ción de úlceras venosas (aspecto no tra-
bla 2). Dos nuevos ensayos(8,9) informan del tado en este capítulo). En pacientes con
beneficio de la CNI (40 mmHg de presión) SPT (sin ulceración) existen disponibles
en el tratamiento del SPT grave (Tabla 2). tres estudios(7,10,11); dos de ellos de ruto-

216
F. S. Lozano

sidos vs. control, y un tercero de ruto- empleo puede comportar efectos secun-
sidos vs. hidrosmina. Los fármacos ve- darios (Tabla 2).
noactivos son de dudosa eficacia y su

Recomendaciones

1. Medias elásticas y vendas de 2. En pacientes con SPT grave, de la ex-


compresión para prevenir tremidad inferior, que no mejora con las
el síndrome postrombótico MCG, sugerimos probar un dispositivo
de CNI (grado 2B).
1. En pacientes con TVP de la extremidad in-
ferior, sugerimos utilizar MCG (grado 2B).
Observaciones: Las MCG deben llevarse du- 3. Terapia farmacológica para
rante 2 años y sugerimos que más tiempo si los pacientes con síndrome
han aparecido síntomas o signos de SPT y el postrombótico
paciente nota alivio con ellas. Los pacientes
que otorgan menos importancia a prevenir el 1. En pacientes con SPT de la extremidad
SPT o más a las molestias del empleo de las inferior sugerimos que no deben usarse
MCG probablemente optarán por no llevarlas. fármacos venoactivos (p. ej., rutósidos,
defibrotida o hidrosmina) (grado 2C).
Observaciones: Los pacientes que pre-
2. Terapias físicas para los fieran dar opción a que estos fármacos
pacientes con síndrome proporcionen alivio frente a sus posibles
postrombótico efectos adversos probablemente deseen
probarlos.
1. En pacientes con SPT de la extremidad in-
ferior, sugerimos utilizar MCG (grado 2C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior
1. Cambios en el texto con CNI(9). Ambos aportan más evidencia a
la ya existente.
Se introducen dos nuevos ensayos; uno en La 9.ª Conferencia trata de un modo
profilaxis con MCG(6) y otro en tratamiento bien diferente la terapia farmacológica del

217
SPT

SPT, al eliminar el apartado referente a úlce- 2. Cambios en las


ras venosas, que es donde esta terapia tie- recomendaciones
ne mayor eficacia. A su vez, elimina todo lo
referente al tratamiento de las úlceras veno- El grado de recomendación sobre el empleo
sas (tratamiento físico, oxígeno hiperbárico, de MCG en profilaxis del SPT desciende de
y el referido a los fármacos). En este senti- 1A a 2B. Se mantiene el mismo grado de reco-
do, se vuelve a la 7.ª edición, pues este apar- mendación en lo referente al tratamiento físico
tado sólo apareció en la 8.ª edición. del SPT. Aparecen nuevas recomendaciones
sobre tratamiento farmacológico del SPT. Final-
mente, desaparecen las recomendaciones so-
bre el tratamiento de las úlceras venosas: a) fí-
sico; b) oxígeno hiperbárico; y c) farmacológico.

Comentario
El SPT (una forma de insuficiencia venosa samente, este método sencillo y económi-
crónica) presenta diferentes estadios evo- co es poco conocido o ignorado; además,
lutivos. En el mejor de los casos, el empleo no es bien tolerado por muchos pacien-
de MCG previene el 50% de los SPT. Por tes (máxime cuando no se explican con
otra parte, si el síndrome aparece, es difí- detalle sus ventajas). El tratamiento com-
cil obtener la curación completa del mis- pleto se basa en una actuación terapéuti-
mo. El tratamiento se inicia explicando al ca escalonada; la mayoría de los pacientes
paciente que la enfermedad es crónica, po- responden a un tratamiento conservador
siblemente progresiva y para toda la vida, (consejos higiénico-dietéticos, tratamien-
pero que existen medidas que le proporcio- to postural, vendajes y/o medias elásticas,
narán un importante alivio y control. Exis- CNI y fármacos). La cirugía y las técnicas
te evidencia del efecto beneficioso de la endovasculares desempeñan un papel re-
compresión elástica en la prevención y el ducido en el tratamiento de los SPT, pero
tratamiento de muchas flebopatías. Curio- cada vez más destacado.

218
F. S. Lozano

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219
Capítulo 13-C

Tratamiento inicial y a largo plazo


de la embolia de pulmón
D. Jiménez Castro
Servicio de Neumología.
Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid

Estado actual del tema

1. Tratamiento inicial de go de mortalidad precoz es mucho mayor


la tromboembolia de pulmón para la TEP que para la TVP(2); los pacientes
con TEP recurren como TEP en el 60% de
En la última edición de las guías del Ame- las ocasiones (a diferencia de los pacientes
rican College of Chest Physicians (ACCP), con TVP, que recurren como TEP en el 20%)
se sigue considerando que el tratamien- (2)
; y las secuelas de la TEP son cardiorrespi-
to inicial de la trombosis venosa profunda ratorias, debidas fundamentalmente a la hi-
(TVP) y el de la tromboembolia de pulmón pertensión pulmonar.
(TEP) son similares, ya que las dos entida-
des son manifestaciones de la misma en-
fermedad (la enfermedad tromboembólica 1.1. Anticoagulación inicial
venosa [ETV])(1). La mayoría de los pacien- para la tromboembolia de pulmón
tes con TVP proximales tienen TEP (sinto-
máticas o asintomáticas) y viceversa. Di- El ensayo clínico de Barritt y Jordan de-
ferentes ensayos clínicos diseñados para mostró que el tratamiento con hepari-
evaluar tratamientos en pacientes con TVP, na no fraccionada (HNF) y antagonistas
TEP o ambas han validado regímenes te- de la vitamina K (AVK) era eficaz para los
rapéuticos similares. Sin embargo, hay di- pacientes con TEP aguda sintomática(3).
ferencias que merecen ser consideradas y Este ensayo clínico fue suspendido pre-
que podrían justificar un tratamiento inicial cozmente por el beneficio del tratamiento
más agresivo para la TEP (fibrinolisis, inser- activo (disminución de la TEP recurrente:
ción de filtro en la vena cava [FVC] o trata- 0/16 vs. 10/19; reducción de la mortalidad:
miento anticoagulante más intenso). El ries- 1/16 vs. 5/19). Además, un ensayo clíni-

221
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

co realizado en la década de los 90 del pa- administración única diaria, por estar más
sado siglo demostró la necesidad de usar fácilmente disponible y por la mayor expe-
tratamiento inicial con heparina combina- riencia clínica con su uso.
da con los AVK, mejor que usar de forma
aislada AVK(4).
1.5. Heparina no fraccionada i.v. vs.
fondaparinux
1.2. Anticoagulación a la espera
de las pruebas diagnósticas En pacientes con TEP aguda, el estudio MA-
TISSE demostró que el fondaparinux, admi-
La decisión para iniciar el tratamiento a la nistrado en una dosis fija ajustada al peso,
espera de las pruebas diagnósticas depen- es igual de eficaz (recurrencia tromboembó-
de de dos principios: 1) cuanto mayor sea la lica: 3,8% vs. 5% a 3 meses) y seguro (he-
sospecha clínica, menor debería ser el tiem- morragia mayor: 1,3% vs. 1,1% en la fase
po sin tratamiento hasta la recepción de inicial de tratamiento) que la HNF i.v.(8).
las pruebas diagnósticas; y 2)  cuanto ma-
yor sea el riesgo de sangrado, mayor debe-
ría ser el tiempo sin tratamiento hasta la re- 1.6. Heparina no fraccionada s.c.
cepción de las pruebas diagnósticas. vs. fondaparinux

Ningún estudio ha comparado directamen-


1.3. Heparina no fraccionada i.v. vs. te ambas formas de tratamiento.
heparina de bajo peso molecular

La heparina de bajo peso molecular 1.7. Administración de heparina


(HBPM) es, al menos, tan eficaz y segura de bajo peso molecular una o dos
como la HNF en pacientes con TEP agu- veces al día
da sintomática. En un metaanálisis que in-
cluyó 12 estudios con un total de 1.951 Dos metaanálisis incluyeron 6 estudios que
pacientes con TEP sintomática no masiva compararon dos regímenes de administra-
o TEP asintomática y TVP sintomática, la ción de la misma HBPM. Los resultados su-
HBPM se asoció a una tendencia a menor gieren que el régimen de administración en
recurrencia tromboembólica, menor san- una sola dosis diaria es igual de eficaz y se-
grado mayor e igual mortalidad por todas guro que en dos dosis.
las causas(5).

1.8. Alta precoz vs. alta estándar


1.4. Heparina no fraccionada s.c. vs. en pacientes con tromboembolia
heparina de bajo peso molecular de pulmón

La HNF s.c. es igual de eficaz y segura que Dos estudios han aleatorizado a pacientes
la HBPM(6,7). Aunque la HBPM es más cara, con TEP y bajo riesgo de complicaciones a
su empleo es preferible por la posibilidad de tratamiento con HBPM: i) en el hospital du-

222
D. Jiménez

rante 3 días vs. enteramente en el hospital; da (TAC) de tórax(12). Se necesitan estudios


ii) ambulatorio vs. hospitalario. Los resulta- que determinen el beneficio de la fibrinoli-
dos de estos ensayos sugieren que el tra- sis en estos pacientes.
tamiento ambulatorio en pacientes de bajo Las pautas prolongadas de infusión de
riesgo es igual de eficaz y seguro en tér- los fibrinolíticos producen más sangrado
minos de recurrencias tromboembólicas, y disuelven el coágulo con menos rapidez
sangrados y mortalidad(9,10). Se podría con- que las pautas cortas. La administración lo-
siderar el tratamiento ambulatorio de pa- cal por catéter no ofrece mayor eficacia (res-
cientes con TEP que cumplan los siguien- pecto a la administración sistémica por una
tes requisitos: 1) pacientes clínicamente vía periférica) y aumenta el riesgo de hemo-
estables con buena reserva cardiopulmonar rragias en el punto de punción, por lo que
(p. ej., Pulmonary Embolism Severity Index debe evitarse. No se debe usar la HBPM
[PESI] simplificado de 0[11], ausencia de san- o el fondaparinux en pacientes en los que
grado reciente, dolor torácico, plaquetope- se considere el tratamiento fibrinolítico. La
nia, o enfermedad renal o hepática graves); HNF no debe usarse a la vez que la estrep-
2) buen soporte social, con rápido acceso a tocinasa o la urocinasa. Durante la adminis-
atención médica; y 3) cumplimentación es- tración del tratamiento fibrinolítico con acti-
perable del tratamiento. vador tisular del plasminógeno es opcional
mantener o suspender la HNF.

1.9. Tratamiento fibrinolítico para


la tromboembolia de pulmón 1.10. Extracción o fragmentación
por catéter como tratamiento inicial
El tratamiento fibrinolítico acelera la resolu- de la tromboembolia de pulmón
ción del trombo y produce una mejoría he-
modinámica más rápida que la anticoagula- Existen catéteres que permiten la extrac-
ción convencional. Sin embargo, no se ha ción o la fragmentación del trombo combi-
demostrado que produzca un beneficio clí- nados o no con fármacos. No hay suficien-
nico en los pacientes con TEP aguda sinto- te experiencia (ensayos clínicos o estudios
mática. Además, se asocia a un riesgo de prospectivos) para recomendar su uso.
sangrado intracraneal de aproximadamente
el 3%. Por tanto, los pacientes hemodiná-
micamente inestables (hipotensión mante- 1.11. Embolectomía pulmonar
nida y shock cardiogénico) son los que se
benefician de su uso, siempre que no haya La embolectomía pulmonar es una modali-
factores de riesgo de sangrado. En los pa- dad de tratamiento para la TEP masiva. Está
cientes hemodinámicamente estables, al- indicada en casos de trombos en cavidades
gunos marcadores de mal pronóstico a cor- derechas, alto riesgo de embolia arterial pa-
to plazo son: elevación de las troponinas radójica o en aquellos pacientes con TEP
cardiacas, disfunción del ventrículo derecho masiva en los que la fibrinolisis no haya sido
determinada por ecocardiografía transtorá- efectiva. Los resultados mejoran si los pa-
cica, o aumento del diámetro del ventrículo cientes son intervenidos antes de desarro-
derecho en la tomografía axial computariza- llar un shock cardiogénico.

223
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

1.12. Interrupción de la vena cava tamiento o a administrarlo 6 meses más.


como tratamiento inicial de la Al igual que en los estudios de pacientes
tromboembolia de pulmón con TVP, el tratamiento anticoagulante fue
efectivo mientras fue administrado a los
Los FVC pueden ser usados en lugar de la pacientes, pero las pautas de más de 3
anticoagulación en pacientes con alto ries- meses no redujeron la tasa de recurren-
go de sangrado o en combinación con la cias una vez que la anticoagulación había
anticoagulación en pacientes con TEP agu- sido suspendida.
da. La utilidad de los filtros como único
tratamiento de la TEP aguda (es decir, sin
anticoagulación) no ha sido evaluada. El es- 2.2. Heparinas de bajo peso
tudio PREPIC incluyó un 36% de pacien- molecular para el tratamiento a
tes con TEP sintomática y un 13% con TEP largo plazo de la tromboembolia
asintomática. En este estudio, los FVC re- de pulmón
dujeron la incidencia de TEP, aumentaron la
de TVP y no modificaron la de ETV (TVP y/o Dos estudios pequeños han comparado el
TEP)(13). tratamiento anticoagulante a largo plazo
No se conoce la utilidad de los FVC en con HBPM en pacientes con TEP(16,17). En
combinación con el tratamiento anticoagu- estos estudios, el porcentaje de recurren-
lante y fibrinolítico en pacientes con TEP cias tromboembólicas y de sangrados ma-
masiva. En el registro ICOPER, la inserción yores fue similar en los pacientes tratados
de un FVC redujo la mortalidad y las recu- con enoxaparina o AVK.
rrencias tromboembólicas precoces en los
pacientes inestables con TEP(14).
2.3. Nuevos anticoagulantes para
el tratamiento a largo plazo de la
2. Tratamiento a largo plazo de tromboembolia de pulmón
la tromboembolia de pulmón
En un estudio que comparó el dabigatrán
2.1. Antagonistas de la vitamina K con AVK para el tratamiento a largo plazo
para el tratamiento a largo plazo de la ETV, el 31% de los pacientes presen-
de la tromboembolia de pulmón taban TEP sintomática(18). Estos pacientes
no presentaron una respuesta diferente
Sólo se ha publicado un estudio que haya al dabigatrán vs. AVK en términos de re-
evaluado la duración óptima del trata- currencias trombóticas y sangrado. En el
miento a largo plazo en pacientes con TEP ensayo EINSTEIN de extensión, que com-
(estudio WODIT PE)(15). Después de 3 me- paró el rivaroxabán con AVK para el trata-
ses de tratamiento anticoagulante, los pa- miento a largo plazo de la ETV, el 38% de
cientes con TEP provocado por un factor los pacientes presentaban TEP sintomáti-
de riesgo transitorio fueron aleatorizados ca(19). Estos pacientes no presentaron una
a suspender el tratamiento o a prolongarlo respuesta diferente al rivaroxabán vs. AVK
3 meses más, y aquéllos con TEP idiopáti- en términos de recurrencias trombóticas y
ca fueron aleatorizados a suspender el tra- sangrado.

224
D. Jiménez

2.4. Tratamiento de la para el seguimiento de un cáncer conoci-


tromboembolia de pulmón do) presentan el hallazgo de una TEP inci-
asintomática dental. En estos casos, la prioridad es es-
tablecer si se trata de una TEP aguda. En
De un 1% a un 4% de los pacientes (según estos pacientes, la historia clínica suele re-
sean ambulatorios o ingresados) a los que velar la presencia de síntomas compatibles
se realiza una TAC torácica (habitualmente con la TEP.

Recomendaciones

La IX Conferencia del Consenso del ACCP nósticas en las 24 horas posteriores


sobre Tratamiento Antitrombótico y Trombolí- (grado 2C).
tico realizó las siguientes recomendaciones: 5. En los pacientes con TEP, se recomienda
el inicio temprano de la administración de
anticoagulantes orales (primer día de tra-
1. Tratamiento inicial de la tamiento), y continuar con la anticoagula-
tromboembolia de pulmón ción parenteral durante un mínimo de 5
aguda días, y hasta que el INR sea ≥ 2 durante
24 horas (grado 1B).
1. En los pacientes con TEP aguda, se re- 6. En los pacientes con TEP aguda no masi-
comienda tratamiento parenteral (con va, se sugiere decantarse por la HBPM o
HBPM, HNF i.v. o s.c., o fondaparinux) el fondaparinux en lugar de por la HNF i.v.
(grado 1B). (grado 2C para la HBPM; grado 2B para
2. En los pacientes con sospecha elevada el fondaparinux), y por la HNF s.c. (gra-
de TEP, se sugiere tratamiento con anti- do 2B para la HBPM; grado 2C para el
coagulantes hasta que se disponga de fondaparinux).
los resultados de las pruebas diagnósti- 7. En los pacientes con TEP aguda trata-
cas (grado 2C). dos con HBPM, se sugiere la administra-
3. En los pacientes con sospecha interme- ción 1 vez al día en lugar de 2 veces al día
dia de TEP, se sugiere tratamiento con (grado 2C).
anticoagulantes si se espera que los re- 8. En los pacientes con TEP de bajo riesgo y
sultados de las pruebas diagnósticas se condiciones domiciliarias adecuadas, se
vayan a retrasar más de 4 horas (grado sugiere el alta precoz en lugar del alta es-
2C). tándar (más de 5 días de ingreso) (gra-
4. En los pacientes con sospecha baja de do 2B).
TEP, se sugiere no iniciar tratamiento con 9. En los pacientes con TEP e hipotensión
anticoagulantes parenterales si se espe- (tensión arterial sistólica < 90 mmHg) sin
ran los resultados de las pruebas diag- alto riesgo de sangrado, se sugiere la ad-

225
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

ministración de tratamiento fibrinolítico 16. Para los pacientes con TEP tratados con
sistémico (grado 2C). anticoagulantes, se recomienda no utili-
10. En la mayoría de los pacientes con TEP zar FVC (grado 1B).
sin hipotensión, se recomienda no ad- 17. En los pacientes con TEP y contraindica-
ministrar tratamiento fibrinolítico (gra- ción para la anticoagulación, se recomien-
do 1C). da la colocación de un FVC (grado 1B).
11. En los pacientes con TEP sin hipoten- 18. En los pacientes con TEP en los que se
sión, con riesgo de sangrado bajo, y coloque un FVC como alternativa a la
cuya presentación o curso clínico sugie- anticoagulación, se sugiere anticoagula-
ran un riesgo alto de desarrollar hipoten- ción si el riesgo de sangrado desapare-
sión, se sugiere la administración de tra- ce (grado 2B).
tamiento fibrinolítico (grado 2C).
12. En los pacientes con TEP, se sugiere
que se utilicen pautas de tratamiento fi- 2. Tratamiento de la
brinolítico de corta duración (p. ej., infu- tromboembolia de pulmón a
sión de 2 horas) en vez de pautas largas largo plazo
(p. ej., infusión de 24 horas) (grado 2C).
13. En los pacientes con TEP, se sugiere 1. En los pacientes con TEP secundaria a ci-
que la administración de tratamiento fi- rugía, se recomienda tratamiento anticoa-
brinolítico se realice por una vía periféri- gulante durante 3 meses en lugar de i) du-
ca (grado 2C). raciones de tratamiento inferiores (grado
14. En los pacientes con TEP asociada a hi- 1B), ii) duraciones de tratamiento mayores
potensión y i) que tienen contraindica- limitadas (p. ej. 6 o 12 meses) (grado 1B),
ción para la fibrinolisis, ii) en los que o iii) tratamiento extendido (grado 1B, con
ha fracasado la fibrinolisis, o iii) en los independencia del riesgo de sangrado).
que es probable que el shock produz- 2. Para los pacientes con TEP provocada por
ca el fallecimiento del paciente antes de un factor de riesgo transitorio no quirúrgico,
que la fibrinolisis sea efectiva, se sugie- se recomienda tratamiento anticoagulante
re el uso de técnicas de cateterismo in- durante 3 meses en lugar de i) duraciones
tervencionista si se dispone de la expe- de tratamiento inferiores (grado 1B), ii) du-
riencia y los recursos adecuados (grado raciones de tratamiento mayores limitadas
2C). (p. ej., 6 o 12 meses) (grado 1B), o iii) trata-
15. En los pacientes con TEP asociada a hi- miento extendido si hay alto riesgo de san-
potensión y i) que tengan contraindica- grado (grado 1B). Se sugiere tratamiento
ción para la fibrinolisis, ii) en los que ha anticoagulante durante 3 meses en lugar
fracasado la fibrinolisis o las técnicas de de tratamiento extendido si el riesgo de
cateterismo intervencionista, o iii) en sangrado es bajo o moderado (grado 2B).
los que es probable que el shock pro- 3. En los pacientes con TEP idiopática, se
duzca el fallecimiento del paciente an- recomienda tratamiento anticoagulante
tes de que la fibrinolisis sea efectiva, se durante al menos 3 meses (grado 1B).
sugiere el uso de la embolectomía qui- Después de 3 meses de tratamiento an-
rúrgica si se dispone de la experiencia ticoagulante, se debería evaluar el riesgo-
y los recursos adecuados (grado 2C). beneficio de tratamiento a largo plazo.

226
D. Jiménez

4. Para los pacientes con un primer episodio 2,5 (entre 2,0 y 3,0) para todas las dura-
de TEP idiopática con riesgo de sangrado ciones de tratamiento (grado 1B).
leve o moderado, se sugiere tratamiento 10. En los pacientes con TEP sin cáncer,
prolongado (grado 2B). se sugiere el uso de AVK en lugar de
5. Para los pacientes con un primer episodio HBPM para el tratamiento prolongado
de TEP idiopática con riesgo de sangrado (grado 2C). Para los pacientes con TEP
alto, se recomienda tratamiento anticoa- sin cáncer que no sean tratados con
gulante durante 3 meses en lugar de tra- AVK, se sugiere HBPM en lugar de da-
tamiento prolongado (grado 1B). bigatrán o rivaroxabán para el tratamien-
6. Para los pacientes con un segundo episo- to prolongado (grado 2C).
dio idiopático de ETV, se recomienda tra- 11. En los pacientes con TEP y cáncer,
tamiento anticoagulante prolongado en se sugiere el uso de HBPM en lugar
lugar de 3 meses si el riesgo de sangra- de AVK para el tratamiento prolonga-
do es bajo (grado 1B), y se sugiere trata- do (grado 2B). Para los pacientes con
miento prolongado si el riesgo de sangra- TEP y cáncer que no sean tratados con
do es moderado (grado 2B). HBPM, se sugiere AVK en lugar de dabi-
7. Para los pacientes con un segundo episo- gatrán o rivaroxabán para el tratamiento
dio idiopático de ETV y riesgo de sangra- prolongado (grado 2C).
do alto, se sugiere tratamiento anticoa- 12. En los pacientes con TEP que reciban
gulante durante 3 meses (grado 2B). tratamiento prolongado, se sugiere el
8. Para los pacientes con TEP y cáncer, si el mismo tratamiento anticoagulante que
riesgo de sangrado no es alto, se reco- el elegido durante los 3 primeros me-
mienda tratamiento anticoagulante pro- ses (grado 2C).
longado (grado 1B); y si es alto, se sugie- 13. En los pacientes diagnosticados inci-
re tratamiento anticoagulante prolongado dentalmente de TEP asintomática, se
(grado 2B). sugiere el mismo tratamiento inicial y
9. Se recomienda que la dosis de AVK se a largo plazo que en los pacientes con
ajuste para mantener una INR diana de TEP sintomática (grado 2B).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior
De manera general, la IX Conferencia rebaja nóstico de la TEP en función de la sospe-
el grado de todas las recomendaciones res- cha clínica (alta, intermedia o baja).
pecto a la VIII Conferencia. 3. La evidencia de usar HBPM sobre HNF
1. Se recomienda tratamiento parenteral de la pasa de 1A a 2C.
TEP con grado de evidencia 1B (previo 1A). 4. En los pacientes con TEP aguda tratados
2. Se estratifica la necesidad de tratamiento con HBPM, se sugiere la administración
anticoagulante parenteral antes del diag- una vez al día en lugar de 2 veces al día.

227
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

5. Se sugiere el alta precoz en los pacientes 15. Se recomienda una duración mínima de
con TEP de bajo riesgo y condiciones do- tratamiento anticoagulante en la TEP
miciliarias adecuadas. idiopática de 3 meses, con un grado de
6. El grado de evidencia para usar fibrinolisis recomendación 1B (previo 1A).
en pacientes hemodinámicamente ines- 16. La consideración de anticoagulación in-
tables pasa de 1B a 2C. definida en pacientes con TEP idiopáti-
7. La evidencia para no usar fibrinolisis en ca y riesgo de sangrado leve o modera-
la mayoría de los pacientes con TEP pasa do recibe un grado de evidencia 2B (en
de 1B a 1C. las guías previas era 1A).
8. Se sugiere administrar tratamiento fibri- 17. Se considera el riesgo de sangrado para
nolítico a los pacientes con TEP sin hipo- establecer la recomendación para el tra-
tensión, con riesgo de sangrado bajo, y tamiento indefinido de 2 episodios de
cuya presentación o curso clínico sugiera ETV idiopática.
un riesgo alto de desarrollar hipotensión. 18. Se considera el riesgo de sangrado para
9. La evidencia para utilizar pautas de tra- establecer la recomendación para esta-
tamiento fibrinolítico de corta duración blecer la duración de tratamiento de la
pasa de 1B a 2C. TEP en pacientes con cáncer.
10. La evidencia para no infundir el trata- 19. La recomendación sobre la diana de INR
miento fibrinolítico a través de un caté- pasa de 1A a 1B.
ter pasa de 1B a 2C. 20. Se recomienda tratamiento prolongado
11. La evidencia para no usar FVC en pa- con AVK en pacientes con TEP sin cán-
cientes anticoagulados pasa de 1A a 1B. cer; y con HBPM en pacientes con TEP
12. El grado de evidencia para usar FVC en y cáncer. Los nuevos anticoagulantes
los pacientes con contraindicación para (dabigatrán y rivaroxabán) constituyen la
la anticoagulación pasa de 1C a 1B. última elección para el tratamiento a lar-
13. El grado de evidencia para anticoagular a go plazo en los dos grupos de pacientes
los pacientes con FVC en los que el riesgo (con y sin cáncer).
de sangrado desaparece pasa de 1C a 2B. 21. Se añade la sugerencia de usar el mis-
14. Para los pacientes con TEP secundaria, mo anticoagulante para el tratamiento
se distingue entre la cirugía y otros fac- extendido que el empleado durante los
tores de riesgo transitorios no quirúrgi- 3 primeros meses.
cos; y se añade el riesgo de sangrado 22. Se sugiere tratar la TEP incidental de
para establecer la recomendación sobre la misma manera que la TEP aguda
la duración del tratamiento. sintomática.

228
D. Jiménez

Comentario

Desde el ensayo clínico de Barrit y Jor- como la insuficiencia renal o la administra-


dan(3), la anticoagulación se ha considera- ción concomitante de fibrinolisis, ya que la
do imprescindible para cualquier paciente monitorización y el manejo son más senci-
con TEP aguda sintomática, y así lo mantie- llos en caso de hemorragia. La nueva Confe-
ne la nueva Conferencia de Consenso. Sin rencia de Consenso mantiene la posibilidad
embargo, algunas evidencias indirectas su- de utilizar fondaparinux en dosis fija ajusta-
gieren que la anticoagulación podría tener da al peso (evidencia de grado 1B). Los re-
un efecto neto perjudicial (hemorragias pro- sultados del estudio MATISSE demostraron
ducidas vs. recurrencias y/o muertes evita- su seguridad y eficacia al compararlo con el
das) en algunos pacientes seleccionados tratamiento convencional(8). La nuevas guía
con TEP. No todas las TEP son clínicamen- han rebajado la recomendación para el tra-
te relevantes. Stein et al. siguieron a 20 pa- tamiento con HNF s.c. ajustada al peso sin
cientes del estudio PIOPED con diagnósti- necesidad de monitorización. Se prefiere el
co de TEP que no fueron anticoagulados. uso de HBPM (grado 2B) o fondaparinux
Sólo el 5% de éstos fallecieron como con- (grado 2C). La fuerza de la recomendación
secuencia de la enfermedad tromboembó- es menor porque el tamaño muestral del
lica. En los ensayos diagnósticos de segui- ensayo FIDO fue pequeño, porque fue ter-
miento no se diagnostica un porcentaje de minado prematuramente, y por el posible
pacientes con TEP que sí habrían sido iden- incremento del riesgo de recurrencia trom-
tificados mediante arteriografía. Se necesi- boembólica en el brazo de la HNF. El coste
tan estudios bien diseñados (particularmen- similar de la HBPM y la HNF, la falta de ven-
te en pacientes con TEP subsegmentaria) tajas específicas para los pacientes (2 in-
que respondan a esta cuestión. yecciones diarias de HNF frente a 1 o 2 de
En la fase inicial de tratamiento de la HBPM) y la limitada evidencia sobre seguri-
TEP, la nueva Conferencia de Consenso dad y eficacia hacen que el impacto de esta
se muestra favorable al empleo de HBPM. nueva recomendación no sea significativo.
Además de facilitar el tratamiento, la inci- Por tanto, al aplicar estas recomendaciones
dencia de HIT es menor que con la HNF. En en nuestro medio, la evidencia soporta el
general, los autores de las guías del ACCP empleo de las HBPM en el tratamiento ini-
se suelen referir a las HBPM como un solo cial de la TEP aguda sintomática. La HNF y
fármaco, pero debe tenerse en cuenta que el fondaparinux pueden ser reservados para
son diferentes preparados, con posología y situaciones especiales (alto riesgo de san-
características no idénticas. Una de las no- grado, insuficiencia renal grave, HIT, empleo
vedades de la nueva Conferencia es la de de fibrinolisis).
usar la HBPM en una sola dosis diaria. Esta Una novedad importante de la guía es
recomendación tiene en cuenta especial- la posibilidad de que algunos pacientes de
mente la comodidad del paciente, y sólo se bajo riesgo con TEP aguda sintomática pue-
refiere a aquellas HBPM en las que el ré- dan ser tratados en el domicilio. La reco-
gimen único diario utilice el doble de dosis mendación se basa en 2 ensayos clínicos
que el régimen de dos veces al día. La HNF recientemente publicados. Como el tama-
sólo es preferible en situaciones concretas ño muestral de los ensayos fue pequeño y

229
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

la evidencia de calidad moderada, la reco- tratificar el riesgo de sangrado de los pa-


mendación del panel de consenso es la del cientes. En la práctica clínica, y a la espera
alta precoz (en los primeros 5 días de estan- de los resultados del ensayo clínico interna-
cia hospitalaria) de estos pacientes de bajo cional PEITHO (que ha aleatorizado 1.000
riesgo. En cualquier caso, es fundamental pacientes estables con troponina elevada
la estratificación de riesgo de los pacientes y disfunción ecocardiográfica del ventrículo
con TEP aguda sintomática. Se han deriva- derecho a tratamiento convencional o a tra-
do y validado varias escalas clínicas(11,20) que tamiento con tecneplasa), es prudente limi-
identifican aproximadamente a un tercio tar el uso de la fibrinolisis a los pacientes
de los pacientes con TEP aguda sintomáti- con TEP aguda sintomática e inestabilidad
ca con un riesgo bajo de complicaciones en hemodinámica.
los que el alta precoz o el tratamiento am- La embolectomía quirúrgica se puede
bulatorio es factible. considerar en casos seleccionados muy gra-
La nueva Conferencia de Consenso re- ves, pero en la práctica debe haber un equi-
baja la recomendación para el empleo de po quirúrgico experimentado que la pueda
fibrinolíticos, incluso en pacientes inesta- hacer muy rápido, y esto es poco factible.
bles hemodinámicamente. Se ha demostra- La interrupción de la vena cava debe reser-
do que este tratamiento acelera la lisis del varse para los pacientes en los que la anti-
coágulo, y mejora la hemodinámica y la per- coagulación fracasa o está contraindicada.
fusión pulmonar precozmente. Sin embar- No obstante, hay que remarcar que la anti-
go, no se ha demostrado inequívocamente coagulación debe iniciarse lo antes posible,
que estos beneficios compensen el riesgo ya que el filtro lo único que hace es preve-
aumentado de sangrados mayores con los nir nuevos émbolos; y en ausencia de tra-
trombolíticos. En el grupo de pacientes es- tamiento farmacológico, la TVP responsable
tables hemodinámicamente pero con mar- de la EP puede progresar de manera com-
cadores de mal pronóstico (la llamada TEP prometedora.
submasiva), la nueva Conferencia de Con- El tratamiento de elección a largo plazo
senso sugiere el uso de fibrinolíticos en pa- de la mayoría de los pacientes con TEP son
cientes muy seleccionados y con bajo ries- los AVK. En cuanto al uso de HBPM en el
go de sangrado. Este punto de la guía es tratamiento a largo plazo, la anterior Confe-
problemático en cuanto a su aplicación rencia de Consenso ya recomendaba su uti-
práctica. En primer lugar, la guía reconoce lización en pacientes con cáncer, basándo-
claramente que aún no hay modelos ade- se en los resultados de los ensayos CLOT y
cuados para identificar a los pacientes con LITE. El nuevo Consenso incluye los resul-
TEP submasiva de alto riesgo: ¿basta con tados de dos ensayos clínicos en los que la
la elevación de los marcadores biológicos?, enoxaparina es igual de eficaz y segura que
¿se requieren marcadores biológicos eleva- los AVK en el tratamiento a largo plazo de
dos y pruebas de imagen que demuestren la TEP no secundaria a cáncer(16,17). Un estu-
disfunción del ventrículo derecho? En este dio prospectivo observacional con enoxapa-
sentido, las recomendaciones de la Socie- rina(22) sugiere que esta HBPM es igual de
dad Europea de Cardiología son más explí- eficaz y posiblemente más segura que los
citas al respecto(21). En segundo lugar, no se AVK en el tratamiento a largo plazo en mu-
recomienda ninguna herramienta para es- chos tipos de pacientes, no sólo en aquellos

230
D. Jiménez

con cáncer, y se asocia a una estancia hos- do y se puede conseguir un control adecua-
pitalaria menor durante la fase aguda; por do del INR, la guía recomienda tratamiento
lo que puede considerarse una alternativa indefinido. En esencia, la nueva guía reco-
valorable en pacientes en los que los AVK mienda la anticoagulación prolongada para
están contraindicados o su uso es proble- un subgrupo amplio de pacientes (TEP idio-
mático. En ambas situaciones clínicas (pa- pática y TEP secundaria a cáncer). Teniendo
cientes con y sin cáncer), la nueva Confe- en cuenta que hasta un 48% de los pacien-
rencia de Consenso prioriza el uso de AVK tes con TEP no tienen un factor desenca-
y de HBPM por delante de los nuevos an- denante evidente, el impacto económico y
ticoagulantes comercializados: dabigatrán sanitario de esta recomendación es impor-
y rivaroxabán. En el momento de aparecer tante. Se echa de menos en la nueva guía la
esta guía, aún no se había publicado el en- consideración del riesgo de recurrencia (dí-
sayo clínico WARFASA, que evaluó la efi- mero D al finalizar la anticoagulación, pre-
cacia y seguridad del ácido acetilsalicílico sencia de trombosis residual en la ecografía
(AAS) en el tratamiento a largo plazo de los de miembros inferiores, o sexo varón) para
pacientes con ETV idiopática que habían re- decidir la duración de la profilaxis secunda-
cibido previamente tratamiento con AVK du- ria. Se ha publicado recientemente un es-
rante al menos 3 meses(23). En este estudio, tudio que trata de seleccionar a pacientes
el AAS redujo un 45% los eventos trombóti- con bajo riesgo de recurrencia al suspender
cos, comparado con placebo, sin aumentar la anticoagulación. Los autores identifica-
los sangrados graves. ron las siguientes variables como predicto-
En el tratamiento a largo plazo, está bien ras de recurrencia: presencia de síndrome
establecido que la anticoagulación previene postrombótico, dímero D ≥ 250 ng/dL, IMC
eficazmente las recidivas, pero la duración ≥ 30 kg/m2, o edad ≥ 65 años. Las mujeres
óptima no se conoce. En la nueva Confe- con menos de dos de estas variables pre-
rencia de Consenso se diferencia entre las sentaron bajo riesgo de recurrencia trom-
TEP provocadas por cirugía y las provocadas boembólica después de 5-7 meses de an-
por un factor de riesgo reversible no quirúr- ticoagulación oral(24). La nueva Conferencia
gico; y se incluye el riesgo de sangrado a la de Consenso no realiza ninguna recomen-
hora de establecer recomendaciones para dación expresa sobre la duración del trata-
la duración de tratamiento de estos pacien- miento en pacientes con trastornos heredi-
tes. En los episodios idiopáticos, subyace tarios de la coagulación. Es llamativo que
la sensación de que el tratamiento debe- no se recomiende tratamiento indefinido a
ría mantenerse de manera indefinida. Sin los pacientes con síndrome antifosfolípido
embargo, la nueva guía recomienda un mí- o con déficit de antitrombina III. Hay ciertos
nimo de 3 meses. Esta recomendación se grupos de pacientes en los que la presencia
realiza en función de los resultados del úni- de trombofilia hereditaria puede optimizar la
co ensayo clínico que ha evaluado la dura- profilaxis secundaria (por ejemplo, en muje-
ción de la profilaxis secundaria en pacientes res jóvenes durante el embarazo).
con TEP (estudio WODIT PE). Al finalizar el La nueva Conferencia de Consenso re-
tratamiento de 3 meses se debe valorar el comienda tratamiento convencional para la
riesgo de sangrado y el grado de control del TEP incidental (asintomática). Algunos es-
INR. Si no hay factores de riesgo de sangra- tudios sugieren que el pronóstico de es-

231
Tratamiento inicial y a largo plazo de la embolia de pulmón

tos pacientes es peor cuando se compara dos a técnicas invasivas (punciones, acce-
con el de pacientes similares (con cáncer) sos venosos) que obligan a manejar cuida-
pero sin TEP. Sin embargo, hay que tener dosamente la anticoagulación. Por tanto,
en cuenta que los pacientes con cáncer en pacientes que no hayan presentado sín-
presentan un riesgo de sangrado no des- tomas, particularmente cuando la TEP es
preciable y mayor que el de los pacientes segmentaria o subsegmentaria y no se
anticoagulados por otra indicación. Con acompaña de TVP, se podría plantear una
frecuencia estos pacientes son someti- actitud expectante.

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232
D. Jiménez

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233
Capítulo 13-D

Hipertensión pulmonar tromboembólica crónica


D. Jiménez Castro
Servicio de Neumología.
Hospital Universitario Ramón y Cajal. Madrid

Estado actual del tema

La hipertensión pulmonar tromboembóli- un 1,4 por 100.000 habitantes al año en


ca crónica (HPTC) es una enfermedad que España.
se desencadena por la presencia de uno o El diagnóstico precoz es difícil porque
varios trombos que obstruyen el lecho vas- muchos pacientes no manifiestan sínto-
cular pulmonar, lo que produce un aumen- mas como disnea, hemoptisis o insuficien-
to de las resistencias vasculares, hiper- cia cardiaca derecha hasta fases avanzadas
tensión pulmonar e insuficiencia cardiaca de la enfermedad(1,3). En la mayoría de los
derecha(1,2). Además, la arteriopatía pulmo- casos el tratamiento se realiza cuando la
nar hipertensiva juega un papel destacado enfermedad está avanzada, lo que empeo-
en la aparición y en la progresión de esta ra el pronóstico. La endarterectomía es el
enfermedad(3). tratamiento de elección de los pacientes
La incidencia de HPTC sintomática con HPTC(3). No obstante, entre el 10% y el
es aproximadamente del 4% en pacien- 50% de los pacientes evaluados son recha-
tes que sobreviven 2 años a un episodio zados para la cirugía, y es un procedimien-
agudo de TEP(4). Esto supone que la tasa to quirúrgico mayor asociado a un alto ries-
anual de pacientes con HPTC alcanzaría go perioperatorio.

235
HPTC

Recomendaciones

La IX Conferencia de Consenso del Ameri- 2. En pacientes seleccionados con HPTC,


can College of Chest Physicians (ACCP) so- con enfermedad central y bajo el cuida-
bre tratamiento antitrombótico y trombolíti- do de un equipo médico/quirúrgico expe-
co realizó las siguientes recomendaciones: rimentado, se sugiere la realización de
1. Se recomienda tratamiento anticoagu- tromboendarterectomía pulmonar (gra-
lante indefinido para todos los pacientes do 2C).
con HPTC (grado 1B).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior
1. El grado de evidencia para la anticoagula- 4. Desaparece la recomendación de que
ción extendida pasa de 1C a 1B. los pacientes con HPTC inoperable sean
2. El grado de evidencia para la tromboen- remitidos a un centro con experiencia
darterectomía pasa de 1C a 2C (pasa de en el manejo de la HPTC para la valora-
recomendación a sugerencia). ción de tratamientos alternativos como
3. Desaparece la recomendación de coloca- la terapia vasodilatadora o la angioplas-
ción permanente de un filtro en la vena tia con balón.
cava antes o en el momento de la trom-
boendarterectomía pulmonar.

Comentario
Hay dos novedades importantes de esta mbólica venosa (un tercio sintomática y dos
edición de la Conferencia de Consenso en tercios asintomática) y por su reserva car-
este apartado: 1)  mayor grado de eviden- diopulmonar limitada. Además, esta reser-
cia para la anticoagulación oral indefinida, y va limitada aumenta el riesgo de que las
2)  menor grado de evidencia para la trom- recurrencias sean mortales. Hay evidencia
boendarterectomía pulmonar. indirecta de alta calidad sobre la eficacia de
Los pacientes con HPTC tienen un ries- la anticoagulación indefinida para prevenir
go elevado de recurrencias trombóticas por las recurrencias trombóticas en otros gru-
los antecedentes de enfermedad tromboe- pos de pacientes. Éste es el motivo por el

236
D. Jiménez

que la evidencia de esta intervención es de receptor de la endotelina (bosentán, sitax-


calidad moderada (los datos son indirectos) sentán, ambrisentán) y los inhibidores de
para los pacientes con HPTC. la 5-fosfodiesterasa (sildenafilo), con resul-
Respecto a la tromboendarterectomía, tados prometedores(6-9).
la evidencia es de baja calidad, al no ha- Aunque los resultados obtenidos con el
ber ensayos clínicos controlados que hayan tratamiento médico vasodilatador son pro-
evaluado la eficacia y seguridad de esta téc- metedores, la evidencia científica actual es
nica quirúrgica(5). limitada. Ése es el motivo por el que esta
Algunos estudios han analizado el efec- edición de la Conferencia de Consenso no
to del tratamiento farmacológico en la hace recomendaciones expresas. Son ne-
HPTC. En los últimos años han aparecido cesarios ensayos clínicos controlados con
fármacos vasodilatadores, como los aná- placebo y con un número elevado de pa-
logos de la prostaciclina (epoprostenol, cientes para establecer su papel real en el
beraprost, iloprost), los antagonistas del manejo de los pacientes con HPTC(9).

Bibliografía

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237
Capítulo 13-E

Tromboflebitis superficial
R. Lecumberri Villamediana
Servicio de Hematología.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema(1)

La tromboflebitis superficial (TS) ha sido me- 1. Tratamiento de la


nos estudiada que la trombosis venosa pro- tromboflebitis superficial
funda (TVP), a pesar de tratarse de un tras-
torno más frecuente. Habitualmente afecta La mayoría de los estudios que han evalua-
a las extremidades inferiores, a menudo en do el uso de anticoagulantes en la TS son de
el contexto de dilataciones varicosas, y pue- pequeño tamaño y con debilidades metodo-
de ser idiopática o asociada con insuficiencia lógicas. Aunque estos estudios sugerían un
venosa crónica, neoplasias, trombofilia, em- beneficio con el uso de heparinas de bajo
barazo, estrógenos exógenos, obesidad, es- peso molecular (HBPM) a dosis profilácti-
cleroterapia o historia previa de TVP. cas, heparina no fraccionada (HNF) a dosis
Aunque clásicamente se ha considera- intermedias, warfarina o antiinflamatorios
do un proceso benigno, parece claro que no esteroideos (AINE), la evidencia que lo
las consecuencias de la TS pueden ser más soporta es de baja calidad.
graves de lo inicialmente pensado, tanto El más reciente estudio CALISTO com-
por la frecuente asociación con tromboem- paró fondaparinux 2,5 mg/día × 45 días vs.
bolismo venoso (TEV) al diagnóstico como placebo en 3.000 pacientes con TS (> 5 cm),
por la incidencia posterior de TEV durante y mostró que el fondaparinux se asoció con
el seguimiento. Debido a la elevada preva- una disminución del TEV y de la TS recurren-
lencia de TVP concomitante (> 20%) en pa- te, así como de la extensión de la TS y ne-
cientes con TS, que requerirían tratamiento cesidad de cirugía venosa, con escasa in-
con dosis terapéuticas de anticoagulantes, cidencia de sangrado. En el grupo placebo
se recomienda realizar un estudio ecográfi- las complicaciones trombóticas aumenta-
co para descartar TVP en los pacientes con ron en pacientes con afectación de la vena
TS por encima de la rodilla. safena mayor, proximidad a la unión safeno-

239
TS

femoral, afectación de venas por encima de favor del fondaparinux es de mayor calidad
la rodilla o historia previa de TS o TEV (no que para las HBPM. No existe ninguna com-
se pudo evaluar el impacto del cáncer, de- paración directa entre ambos fármacos en
bido al escaso número de pacientes inclui- los pacientes con TS.
dos con este diagnóstico). La evidencia es Las medias de compresión elástica se
de calidad moderada. Un análisis económi- utilizan con frecuencia como tratamiento
co posterior concluyó que el tratamiento de complementario (83% de los pacientes in-
la TS con fondaparinux no resultaba coste- cluidos en el estudio CALISTO). Los AINE
efectivo: 500.000 $ por año de vida ajusta- orales se pueden utilizar para aliviar los sín-
do por calidad (QALY) en comparación con tomas si los pacientes no reciben anticoa-
la ausencia de tratamiento. gulación (si la reciben, se puede optar por
Los autores del capítulo asumen que AINE tópicos). El manejo quirúrgico, con li-
los resultados del estudio CALISTO apor- gadura del cayado o colocación de bandas,
tan evidencia a favor de la anticoagulación parece asociarse con una tasa más elevada
en general y que las dosis profilácticas de de TEV que el tratamiento anticoagulante.
HBPM y fondaparinux poseen eficacia y se- Para la tromboflebitis secundaria a una
guridad similares. Pero, debido al carácter infusión intravenosa generalmente no se
directo y con más población, la evidencia a emplea terapia anticoagulante.

Recomendaciones

1. En pacientes con TS de la extremidad in- gulación y valoren menos la prevención de


ferior de al menos 5 cm de extensión, se infrecuentes episodios sintomáticos de TEV
sugiere el uso de dosis profilácticas de probablemente declinen la anticoagulación.
fondaparinux o HBPM durante 45 días 2. En pacientes con TS que sean tratados
preferiblemente a la no anticoagulación con anticoagulación, se sugiere el uso de
(grado 2B). fondaparinux 2,5 mg/día preferiblemen-
Nota: Los pacientes que den más valor a evi- te a la HBPM a dosis profilácticas (gra-
tar la inconveniencia o el coste de la anticoa- do 2C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior(2)
1. Se recomienda por primera vez fondapa- 2. Se mantiene (aunque en un segundo
rinux a dosis profilácticas para el trata- orden) la posibilidad de utilizar HBPM
miento de la TS. profiláctica, pero desaparecen las alter-

240
R. Lecumberri

nativas de HBPM a dosis intermedias, 4. Se ha eliminado la recomendación espe-


HNF o antagonistas de la vitamina  K, cífica de utilizar AINE por vía tópica o vía
que se mencionaban en la anterior oral o geles de heparina y no anticoagu-
edición. lación sistémica en pacientes con TS se-
3. Se prolonga la duración del tratamiento a cundaria a una infusión endovenosa. No
45 días, frente a las 4 semanas de la an- obstante, esta sugerencia aparece en el
terior edición de las guías. texto actual del capítulo.

Comentario
Aunque la mayoría de las TS son de senci- cuado en la TS “de bajo riesgo” (distales y
llo diagnóstico y tratamiento, este hecho de pequeña extensión), la tendencia actual
no puede generalizarse a todas sus for- es emplear cada vez con mayor frecuen-
mas. En este sentido, el diagnóstico, el cia dosis profilácticas de anticoagulantes,
tratamiento y el pronóstico se ven influen- hasta la actualidad, en nuestro medio so-
ciados por una serie de factores como su bre todo HBPM.
causa (catéter, espontánea), presentación La publicación de los resultados del es-
aislada o recidivante (TS migratoria), asien- tudio CALISTO(3), el estudio de mayor cali-
to sobre venas sanas o varicosas, exten- dad y tamaño realizado hasta la fecha en
sión del proceso trombótico (proximal o pacientes con TS, ha motivado una signifi-
distal a cayados de las safenas). Además, cativa modificación de las recomendacio-
no es infrecuente la asociación de TS y TVP nes de tratamiento de la TS con respecto a
en una misma extremidad o incluso en la la anterior edición de las guías, como se ha
contralateral. Por ello, en muchas situacio- señalado anteriormente. No obstante, este
nes de TS, es importante profundizar en estudio tiene sus limitaciones, comenzan-
el diagnóstico etiológico (trombofilia, neo- do por sus exigentes criterios de inclusión y
plasia oculta) y de extensión (eco-Doppler exclusión (destaca que el fondaparinux está
tanto del sistema venoso profundo super- contraindicado en los pacientes con insufi-
ficial como del profundo). Sólo entonces ciencia renal severa) y siguiendo por el valor
se podrá proporcionar un correcto enfo- real de la disminución observada en la inci-
que terapéutico. dencia del TEV durante el seguimiento del
Tradicionalmente, el tratamiento de la 1,3% al 0,2%(4). Para prevenir un episodio
TS había sido fundamentalmente conser- de TEV no fatal, se precisaría tratar a 88 pa-
vador. Una TS que no afectara al sistema cientes durante 45 días. Como se demos-
venoso profundo y distal a los cayados tró en un estudio económico independiente
safenos se trataba con vendaje elásti- posterior, esta estrategia no resulta coste-
co, deambulación precoz y antiinflamato- efectiva, una cuestión importante en los
rios. Aunque este manejo puede ser ade- tiempos actuales(5). Algunos expertos abo-

241
TS

gan por recomendar este tratamiento única- Por supuesto, la TS relacionada con una
mente a los pacientes con un mayor riesgo infusión endovenosa es un proceso distin-
de progresión de la TS, y sería interesante to, tal y como señalan los autores de la guía,
valorar si se necesitan 6 semanas de tra- en el que es suficiente en la mayoría de los
tamiento o si el beneficio es similar con un casos la aplicación de AINE tópicos o de ge-
periodo más corto. les de heparina.

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242
Capítulo 13-F

Trombosis venosa profunda


de las extremidades superiores
R. Lecumberri Villamediana
Servicio de Hematología.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema(1)

Aunque la mayoría de los episodios de el 5% de los pacientes), una TVP recurren-


trombosis venosa profunda (TVP) afectan a te (8% a los 5 años de seguimiento) o un
las extremidades inferiores (EEII), se estima síndrome postrombótico (SPT) del brazo
que entre el 5% y el 10% de los casos afec- (aproximadamente el 20% de los pacien-
tan a las extremidades superiores (EESS). tes). Las complicaciones parecen ser más
La TVP de las EESS (venas subclavia, frecuentes cuando existe afectación axilar o
axilar o braquial, con posible extensión ha- más proximal que cuando la trombosis se li-
cia el tronco braquiocefálico, vena cava su- mita a la vena braquial.
perior o vena yugular interna) se puede cla- Dado que no existen estudios clínicos
sificar en dos grandes grupos etiológicos: controlados que hayan evaluado específica-
• Primarias: incluye las idiopáticas (asocia- mente el tratamiento de los pacientes con
das o no a trombofilia), relacionadas con TVP de las EESS, la mayoría de las reco-
el esfuerzo o con el síndrome del estre- mendaciones están basadas en la evidencia
cho torácico. indirecta procedente de estudios en pacien-
• Secundarias: las asociadas a catéteres ve- tes con TVP de las EEII, en estudios pros-
nosos centrales (CVC), marcapasos o cán- pectivos de cohortes (generalmente de pe-
cer. Este grupo supone alrededor del 75% queño tamaño) y en el conocimiento de la
de los casos. historia natural de la TVP de las EESS. Por
Las manifestaciones clínicas incluyen tanto, la calidad de la evidencia es, en el
inflamación y edema, dolor, aparición de mejor de los casos, únicamente moderada.
circulación venosa colateral y, como ocu- En general, el manejo terapéutico no di-
rre con la TVP de las EEII, puede complicar- fiere en gran medida del tratamiento de la
se con el desarrollo de un embolismo pul- TVP de las EEII, aunque pueden existir algu-
monar (EP) sintomático (aproximadamente nas particularidades. Las recomendaciones

243
TVP de las EESS

de la 9.ª edición de la Guía de tratamiento an- tos, como el tratamiento inicial y a largo pla-
titrombótico del American College of Chest zo de la TVP de las EESS, así como la preven-
Physicians (ACCP) abordan diferentes aspec- ción y el tratamiento del SPT.

Recomendaciones

1. Tratamiento inicial 4. En los pacientes con TVP aguda de las


EESS que reciben trombolisis, se reco-
1. En pacientes con TVP aguda de las EESS mienda la misma intensidad y duración
que afecta a la vena axilar o venas más de la terapia anticoagulante que en los
proximales se recomienda tratamiento pacientes similares que no reciban trom-
inicial con anticoagulación parenteral (he- bolisis (grado 1B).
parina de bajo peso molecular [HBPM],
fondaparinux, heparina no fraccionada
[HNF] endovenosa [e.v.] o HNF subcutá- 2. Tratamiento a largo plazo
nea [s.c.]) (grado 1B).
2. En los pacientes con TVP aguda de las 1. En la mayoría de los pacientes con TVP
EESS que afecta a la vena axilar o a venas de las EESS asociada a CVC, se sugiere
más proximales, se sugiere HBPM o fonda- que el catéter no sea retirado si éste es
parinux sobre HNF e.v. (grado 2C) y sobre funcionante y necesario (grado 2C).
HNF s.c. (grado 2B). 2. En los pacientes con TVP aguda de las
3. En los pacientes con TVP aguda de las EESS que afecta a la vena axilar o a ve-
EESS que afecta a la vena axilar o a venas nas más proximales, se sugiere una dura-
más proximales, se sugiere tratamiento ción mínima de la terapia anticoagulante
anticoagulante aislado sobre trombolisis de 3 meses preferiblemente a un periodo
(grado 2C). más corto (grado 2B).
Nota: Los pacientes con más probabilidad Nota: Esta recomendación también es apli-
de beneficio con la trombolisis (síntomas cable si la TVP de las EESS es secundaria a
severos, extensión importante del trombo, un CVC retirado precozmente después del
síntomas < 14 días, buen estado funcional, diagnóstico.
esperanza de vida > 1 año y bajo riesgo he- 3. En los pacientes con TVP de las EESS
morrágico), con acceso a trombolisis guia- asociada a CVC que es retirado, se re-
da por catéter, con alta valoración por la pre- comienda una duración de la terapia an-
vención del SPT y con menor valoración de ticoagulante de 3 meses, preferiblemen-
la complejidad inicial, coste y riesgo de san- te a una duración más prolongada en los
grado con la trombolisis pueden, con mayor pacientes sin cáncer (grado 1B), y se su-
probabilidad, escoger trombolisis frente al giere esto mismo en los pacientes con
tratamiento anticoagulante aislado. cáncer (grado 2C).

244
R. Lecumberri

4. En los pacientes con TVP de las EESS 3. Prevención y tratamiento


asociada a CVC que no es retirado, se re- del síndrome postrombótico
comienda que la anticoagulación se con- del brazo
tinúe mientras el CVC permanezca co-
locado preferiblemente a interrumpir el 1. En los pacientes con TVP aguda sintomáti-
tratamiento a los 3 meses en los pacien- ca de las EESS, se sugiere en contra del uso
tes con cáncer (grado 1C), y se sugiere de manguitos elásticos o fármacos venoac-
esto mismo en los pacientes sin cáncer tivos para la prevención del SPT (grado 2C).
(grado 2C). 2. En los pacientes con SPT del brazo, se
5. En los pacientes con TVP de las EESS no sugiere un ensayo de vendaje compresi-
asociada a CVC o a cáncer, se recomien- vo o manguitos para reducir los síntomas
da 3 meses de anticoagulación preferi- (grado 2C).
blemente a una duración más larga del 3. En los pacientes con SPT del brazo, se
tratamiento (grado 1B). sugiere en contra del tratamiento con fár-
macos venoactivos (grado 2C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

1. Tratamiento inicial la vena cava superior, que en la 8.ª edi-


ción se contemplaba para casos muy se-
1. La principal diferencia en este punto leccionados.
es la sugerencia de emplear HBPM o
fondaparinux preferiblemente a la HNF
en el tratamiento inicial (en la 8.ª edi- 2. Tratamiento a largo plazo
ción, todas las alternativas estaban al
mismo nivel). 1. No varía la sugerencia de mantener el
2. Aunque cambia el estilo de la redac- CVC en caso de TVP asociada al mis-
ción, se sigue recomendando el trata- mo, si el catéter es funcionante y ne-
miento anticoagulante preferiblemen- cesario.
te a la fibrinolisis en la mayoría de los 2. La duración del tratamiento anticoagu-
casos, y se deja esta última alternativa lante (3 meses, incluso si el CVC es re-
únicamente para los pacientes seleccio- tirado) es similar, pero el grado de reco-
nados, administrándola preferentemen- mendación pasa de 1C en 2008 a 2B en
te por catéter. 2012. Además, no se hace referencia al
3. Desaparecen las menciones a la posibi- fármaco de elección para el tratamiento
lidad de realizar trombectomía quirúrgi- a largo plazo (en 2008 se recomendaban
ca, angioplastia o colocación de filtro en antagonistas de la vitamina K [AVK]).

245
TVP de las EESS

3. La recomendación o sugerencia de am- 3. Prevención y tratamiento


pliar el tratamiento anticoagulante más del síndrome postrombótico
allá de los 3 meses si el CVC permane- del brazo
ce, y la de no prolongar el tratamiento
más de 3 meses si el CVC fue retirado, 1. Aunque cambia el estilo de la redacción de
tanto en pacientes con o sin cáncer, es las sugerencias, no existen grandes diferen-
novedosa. cias. Únicamente se ha añadido la sugeren-
cia en contra del uso de fármacos venoac-
tivos en el tratamiento del SPT del brazo.

Comentario
Al revisar las recomendaciones del ACCP largo plazo (3 meses en la mayoría de los
para el tratamiento de la TVP de las EESS, casos).
llama la atención, a diferencia de las reco- Adicionalmente, en algunos casos con-
mendaciones para el tratamiento de la TVP cretos se ha empleado con éxito la terapia
de las EEII, que persiste una clara falta de trombolítica, preferiblemente administrada
estudios que aporten una evidencia de cali- de forma regional mediante catéter(4). El éxi-
dad. La mayoría de las recomendaciones se to de la terapia fibrinolítica depende princi-
basan en evidencias indirectas, por lo que el palmente de la cronicidad del trombo. Una
grado de la recomendación es de baja cali- de las principales situaciones en las que
dad (grado C en casi todos los casos)(1). Qui- puede estar indicado el tratamiento fibrino-
zás por ese mismo motivo, las recomenda- lítico (con urocinasa o activador tisular del
ciones en esta sección tienen una elevada plasminógeno recombinante [r-TPA]) son los
dosis de sentido común y no se alejan de la pacientes con bajo riesgo hemorrágico, con
práctica clínica habitual. una trombosis subclavia-axilar aguda prima-
El tratamiento de la TVP de las EESS ria en relación con esfuerzo o con un síndro-
debe tener como objetivo a corto plazo pre- me del estrecho torácico(5). No existe una-
venir la extensión del trombo o la emboliza- nimidad sobre si en estos pacientes debe
ción y, a medio-largo plazo, evitar el desarro- realizarse cirugía descompresiva del estre-
llo de recurrencias y la aparición de un SPT, cho torácico tras un periodo de tratamiento
complicación que surge aproximadamente anticoagulante o inmediatamente después
en un 15-25% de los casos(2). de la fibrinolisis. Es muy importante tener
El manejo habitual en nuestro medio en cuenta la necesidad de contar con ma-
consiste en la anticoagulación inicial con nos expertas para poder plantearse la trom-
HBPM –la utilización de HBPM permiti- bolisis o bien otras opciones terapéuticas
ría además, en muchos casos, el trata- más complejas. Por otra parte, también se
miento en régimen ambulatorio(3)–, segui- deberían considerar otras cuestiones rela-
da de HBPM o AVK para el tratamiento a cionadas con el paciente como, por ejem-

246
R. Lecumberri

plo, su actividad profesional, ya que pueden zo de las TVP de las EESS. No obstante, se
ser importantes a la hora de inclinarse por la necesitan estudios que confirmen esta hi-
administración de tratamiento anticoagulan- pótesis.
te solo o por la trombolisis. Como se señala en el texto del capítu-
Aunque han desaparecido de las reco- lo, la frecuencia de complicaciones es ma-
mendaciones de la 9.ª edición de las guías yor cuando la trombosis afecta a la vena
del ACCP, la experiencia con otras medi- axilar o a venas más proximales que cuan-
das terapéuticas (trombectomía percutá- do se trata de una trombosis limitada a
nea o quirúrgica) es mucho más limitada, y la vena braquial. De hecho, las recomen-
debe restringirse a situaciones de fracaso daciones del capítulo se refieren en todo
del tratamiento anticoagulante o trombolíti- momento a las TVP de la vena axilar o de
co y persistencia de la sintomatología gra- venas más proximales. En el caso de la
ve. Se han empleado con éxito filtros en la trombosis aislada de la vena braquial, aun-
vena cava superior en pacientes con con- que no se realiza una recomendación pro-
traindicación o fracaso del tratamiento an- piamente dicha, los autores del capítulo
ticoagulante(6). se inclinan por anticoagular únicamen-
En esta nueva edición de las guías se te aquellos casos asociados a un CVC o
profundiza más en el manejo de la TVP aso- a cáncer. En el resto, se puede optar por
ciada a CVC, se sugiere la permanencia del anticoagular a dosis plenas por un perio-
catéter si éste es funcionante y necesario, y do < 3 meses, administrar dosis profilácti-
se indica una duración de la anticoagulación cas de anticoagulación o no anticoagular y
de 3 meses si el catéter es retirado (tanto realizar un seguimiento clínico y/o ecográ-
en pacientes con cáncer como sin cáncer), fico estrecho para detectar una extensión
o se prolonga la anticoagulación más allá de de la trombosis(1).
los 3 meses si el catéter permanece coloca- Finalmente, a pesar de que el SPT en
do. Sigue sin estar claro si, en caso de op- el brazo tiene lugar en el 15-25% de los pa-
tarse por la retirada del catéter, ésta debe cientes después de haber sufrido una TVP
estar precedida por un periodo inicial previo de las EESS, puede sorprender la recomen-
de anticoagulación. dación en contra de la aplicación profilácti-
Con respecto al tratamiento anticoagu- ca rutinaria de una medida inocua como los
lante a largo plazo, no existen datos sobre manguitos de compresión elástica, sobre
el papel de las HBPM. A partir de los resul- todo si se tiene en cuenta que sí se sugie-
tados obtenidos en estudios que evalua- re su utilización en los pacientes con sínto-
ban el tratamiento a largo plazo con HBPM mas establecidos de SPT. La única explica-
en pacientes con cáncer y tromboembolis- ción para esta paradoja es la ausencia de
mo venoso, cabe pensar que, al menos en estudios sobre la eficacia de esta medida
estos pacientes, también se debería em- en la prevención del SPT del brazo tras una
plear HBPM para el tratamiento a largo pla- TVP de las EESS.

247
TVP de las EESS

Bibliografía

1. Kearon C, Akl EA, Comerota AJ, et al. Antithrombotic 4. Sharafuddin MJ, Sun S, Hoballah JJ. Endovascular
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Thromb Haemost 1999; 82: 1008-10. 210: 53-8.

248
Capítulo 13-G

Trombosis del sistema


de la vena porta y de la vena hepática
R. Lecumberri Villamediana
Servicio de Hematología.
Clínica Universidad de Navarra. Pamplona

Estado actual del tema(1)

1. Trombosis venosa tal, trombocitopenia por hiperesplenismo), lo


en territorio esplácnico que aumenta esta incertidumbre.
Los escasos datos existentes indican que
Bajo este término se agrupan las trombosis la incidencia de isquemia intestinal es poco
del sistema portal, que incluye las venas me- frecuente en los pacientes con TV esplácnica
sentérica superior, mesentérica inferior, es- sintomática (2%), siendo la tasa de recurren-
plénica y porta. La trombosis venosa (TV) es- cia sin anticoagulación o tras la suspensión de
plácnica puede derivar en isquemia intestinal la misma elevada (5% anual). La anticoagula-
o infarto esplénico dependiendo de la localiza- ción previene de forma efectiva la progresión
ción, extensión y rapidez de instauración del o recurrencia trombótica, con un aumento, en
trombo. Las TV esplácnicas, aguda o crónica, general asumible, de la incidencia de sangra-
pueden producir síntomas, pero muchas son do (sobre todo gastrointestinal). Estos datos,
detectadas de forma incidental en estudios junto con la evidencia indirecta de la eficacia
de imagen realizados por otros motivos. de la anticoagulación en TV sintomáticas en
El conocimiento de la historia natural de otras localizaciones, implican una evidencia
este tipo de TV, ya sea sintomática o inciden- de moderada calidad a favor de la anticoagula-
tal, es bastante limitado, lo que, sumado a la ción en la TV esplácnica sintomática.
escasez de datos de estudios prospectivos Ante la ausencia de estudios en la TV es-
de cohortes y a la ausencia de ensayos clí- plácnica asintomática, algunos factores que
nicos aleatorizados, resulta en una gran in- favorecerían la anticoagulación son la trom-
certidumbre acerca del papel de la anticoa- bosis extensa aparentemente aguda (ausen-
gulación. Además, en muchos casos puede te en los estudios de imagen previos, con au-
existir un alto riesgo de hemorragias (varices sencia de transformación cavernomatosa), la
esofágicas secundarias a la hipertensión por- progresión del trombo en el seguimiento de

249
Trombosis del sistema de la vena porta y de la vena hepática

imagen o si se trata de un paciente con cán- 2. Trombosis de las venas


cer en tratamiento quimioterápico. hepáticas
Las varices esofágicas no constituyen
una contraindicación para la anticoagula- Puede provocar, sobre todo en el caso del
ción, ya que el tratamiento podría mejorar síndrome de Budd-Chiari, un deterioro de la
la hipertensión portal. Sería preferible em- función hepática con coagulopatía asociada
plear HBPM en vez de AVK en caso de cán- (dicha coagulopatía no supondría una con-
cer, enfermedad hepática o trombocitope- traindicación para el tratamiento anticoagu-
nia. Si existió un factor desencadenante lante, ya que éste podría contribuir a me-
transitorio (sepsis abdominal, cirugía re- jorar la función hepática). Como en la TV
ciente), bastaría con 3 meses de anticoa- esplácnica, se desconoce la historia natural
gulación. En ausencia de un factor desen- del proceso, y los datos acerca de la efica-
cadenante transitorio o en presencia de un cia del tratamiento anticoagulante son es-
factor permanente, si el riesgo hemorrági- casos. Los razonamientos comentados en
co es bajo, convendría prolongar la terapia la TV esplácnica son aplicables también en
anticoagulante. este contexto.

Recomendaciones

1. Trombosis venosa 2. Trombosis de las venas


en territorio esplácnico hepáticas

1. En los pacientes con TV esplácnica (por- 1. En los pacientes con trombosis de las ve-
tal, mesentérica y/o esplénica) sintomáti- nas hepáticas sintomática, se sugiere an-
ca, se recomienda anticoagulación preferi- ticoagulación preferiblemente a no anti-
blemente a no anticoagulación (grado 1B). coagulación (grado 2C).
2. En pacientes con TV esplácnica (portal, 2. En los pacientes con trombosis de las ve-
mesentérica y/o esplénica) incidental, se nas hepáticas incidental, se sugiere no
sugiere no anticoagular preferiblemente anticoagular preferiblemente a anticoa-
a la anticoagulación (grado 2C). gular (grado 2C).

250
R. Lecumberri

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

En la 8.ª edición no se abordó este tipo de lizaba ninguna recomendación ni sugeren-


trombosis “inusuales”, por lo que no se rea- cia al respecto.

Comentario

La TV esplácnica o hepática constituye una constituyen una contraindicación absoluta


localización relativamente inusual de la en- del tratamiento.
fermedad tromboembólica venosa (ETV) Sin embargo, en la TV asintomática, la
con características heterogéneas. La inci- sugerencia general de no anticoagular pue-
dencia no está claramente definida, aunque de ser controvertida en determinados pa-
muy probablemente haya sido infraestima- cientes de riesgo, como, por ejemplo, los
da, dado el elevado porcentaje de episodios pacientes con cáncer. Aunque la historia na-
asintomáticos o, al menos, no sospecha- tural de la enfermedad no es bien conoci-
dos. En un estudio retrospectivo reciente da, se podría asumir la evidencia indirecta
en el que se analizaron 2.591 tomografías de los pacientes con tromboembolia de pul-
axiales computarizadas abdominales en un món (TEP) incidental y cáncer. Dado que en
centro hospitalario, la prevalencia de TV es- estos pacientes se recomienda tratamiento
plácnica no sospechada fue del 1,74%(2). La similar al de la TEP sintomática(1), ¿por qué
prevalencia fue superior en los pacientes no en la TV esplácnica? De hecho, otros ex-
con cáncer o cirrosis hepática. pertos abogan por tratar con anticoagulan-
En este apartado del capítulo sobre tra- tes a todos los pacientes con TV esplácnica
tamiento de la ETV en la 9.ª edición de las en ausencia de sangrado activo o un ries-
guías del ACCP, se realiza una muy breve re- go hemorrágico muy elevado(3). Si la opción
visión de la evidencia disponible, pero qui- fuera la de no anticoagular, ¿convendría rea-
zás no queden bien justificadas las reco- lizar algún seguimiento mediante pruebas
mendaciones posteriores. Los expertos de imagen de forma estrecha para detec-
que elaboraron este capítulo recomiendan tar posibles progresiones de la trombosis
tratamiento anticoagulante en caso de TV de forma temprana?
sintomática, mientras que no la recomien- Por supuesto, es necesario evaluar el ba-
dan en caso de TV asintomática o incidental. lance riesgo/beneficio del tratamiento anti-
En el caso de las TV sintomáticas, la in- coagulante a nivel individual. La tasa de he-
dicación de anticoagular tiene todo el sen- morragias mayores en un estudio fue de
tido, dada la potencial gravedad del cuadro 6,9/100 pacientes-año, la mayoría gastroin-
(fallo hepático, isquemia intestinal, etc.). Es testinales, cifra superior a la de la recurren-
interesante la mención que realizan sobre cia trombótica(4). Sin embargo, en otro estu-
el hecho de que las varices esofágicas no dio, la tasa de mortalidad (case-fatality rate)

251
Trombosis del sistema de la vena porta y de la vena hepática

por hemorragia gastrointestinal era significa- Aunque probablemente exceda al ob-


tivamente menor que la de una recurrencia(5). jetivo de las guías, se echa de menos una
En cuanto al anticoagulante de elección, mención a la creciente importancia de la
dado que un porcentaje importante de es- mutación V617F de JAK2 en la fisiopatolo-
tos pacientes sufren cáncer o cirrosis he- gía de la TV esplácnica. En ocasiones, una
pática, cada vez es más frecuente em- TV esplácnica constituye la primera mani-
plear HBPM tanto en el tratamiento inicial festación clínica de un síndrome mielopro-
como en el tratamiento a largo plazo. Se re- liferativo crónico o de una hemoglobinuria
comienda una duración del tratamiento de paroxística nocturna (HPN). En pacientes
3 meses si la TV se asoció a un factor des- con TV esplácnica o síndrome de Budd-
encadenante transitorio y continuar más Chiari idiopáticos, se recomienda realizar
tiempo (teniendo en cuenta el balance ries- un estudio de JAK2, así como evaluar la
go/beneficio) en caso de TV no provocada o existencia de algún clon de HPN median-
asociada a un factor permanente. te citometría(3).

Bibliografía

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Haemost 2012; 10: 158-60. hort study. Thromb Haemost 2009; 102: 501-4.

252
Capítulo 14

Tromboembolismo venoso, trombofilia,


terapéutica antitrombótica y embarazo
J. Fontcuberta Boj
Unidad de Hemostasia y Trombosis.
Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

Estado actual del tema

1. Implicaciones de las Las recomendaciones de este capítulo


mujeres durante el embarazo: reflejan las preferencias de muchas muje-
preferencias y valores res a dar poco valor al dolor, los costes de
la medicación y los inconvenientes del tra-
En cuanto a las preferencias de las mujeres, tamiento con heparina en beneficio de un
en relación con los riesgos y beneficios de la menor riesgo y menos embriopatías de sus
terapéutica antitrombótica durante el embara- niños.
zo, hay que tener en cuenta dos considera-
ciones de especial importancia. La primera es
que las decisiones del tratamiento durante el 2. Complicaciones
embarazo y la lactancia no sólo afectan a la maternas de la terapéutica
salud y la vida de las mujeres sino, también, anticoagulante
a la salud y la vida del feto. En segundo lugar,
muchas mujeres prefieren contemplar el em- Las complicaciones maternas de la tera-
barazo como una parte normal del curso de la péutica anticoagulante, similares a las ob-
vida de la mujer en lugar de como una condi- servadas en mujeres no embarazadas, son:
ción médica específica. sangrados, trombocitopenia inducida por

253
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

heparina (HIT), osteoporosis asociadas a la 2.2. Terapéutica con heparinas


heparina, equimosis, reacciones alérgicas de bajo peso molecular
locales y dolor en el lugar de la inyección de
la heparina y sus derivados. Las HBPM en la actualidad se usan de for-
ma generalizada como profilaxis y trata-
miento de la ETV en la mujer embarazada.
2.1. Terapéutica con heparina Esta práctica está basada en múltiples es-
no fraccionada tudios efectuados en mujeres no embaraza-
das, donde las HBPM han demostrado que,
Si se usa heparina no fraccionada (HNF) du- como mínimo, son igual de eficaces y segu-
rante el embarazo, su control mediante el ras que la HNF.
tiempo de tromboplastina parcial activado En estudios retrospectivos y revisio-
(TTPA) puede ser complicado, ya que duran- nes sistemáticas se sugiere que la inciden-
te el embarazo se producen incrementos im- cia de complicaciones hemorrágicas de las
portantes del factor VIII y del fibrinógeno. HBPM es baja. En una revisión sistemáti-
En relación con la HIT, aproximadamen- ca de 64 estudios que incluyen 2.777 pa-
te un 3% de las pacientes no embarazadas cientes embarazadas y tratadas con HBPM,
tratadas con HNF desarrollan una trombo- se estima un sangrado significativo en un
citopenia inmune. El diagnóstico, la preven- 0,43% en el anteparto, un 0,94% en el san-
ción y el tratamiento de la HIT se tratan en grado posparto, un 0,61% de hematomas
otro capítulo. en la herida quirúrgica, y un sangrado glo-
Por lo que respecta a la osteoporosis indu- bal del 1,98%(1).
cida por HNF, tanto en estudios en animales Aunque la HIT puede aparecer en el cur-
como en humanos se ha demostrado que el so de un tratamiento con HBPM, el riesgo
tratamiento con heparina a largo plazo produ- de que aparezca es mucho más reducido
ce osteoporosis. Diversos estudios han cuan- que con HNF.
tificado el riesgo de osteoporosis cuando la Diferentes estudios sugieren que las
heparina se administra por periodos prolonga- HBPM producen menos osteoporosis que la
dos (≥ 1 mes). En general, la sintomatología HNF. En el estudio de Monreal et  al.(2), que
de las fracturas vertebrales se ha estimado, compara la dalteparina frente a la HNF en
aproximadamente, en un 2-3% de los pacien- pacientes con trombosis venosa profunda
tes, y la reducción de la densidad ósea, en (TVP) y periodos de tratamiento de entre 3
más de un 30% de los pacientes. y 6 meses, se detecta un 15% de fracturas
Se desconoce la verdadera incidencia de vertebrales en el grupo de HNF comparado
reacciones adversas cutáneas producidas por con sólo un 3% en el grupo de dalteparina.
las HNF, administradas de forma endoveno- Las reacciones cutáneas producidas por
sa (e.v.). Se han descrito casos de reaccio- las HBPM son similares a las producidas
nes urticariformes, muy raramente, necrosis por la HNF pero son mucho menos frecuen-
cutáneas por vasculitis y reacciones alérgicas tes con las HBPM. Las incidencias descri-
generalizadas graves. Generalmente estos tas oscilan entre un 1,8% y un 29%. La ma-
casos ceden al suspender la HNF y pasar a yoría de las lesiones en la piel suelen ser
tratamientos con heparinas de bajo peso mo- benignas con las HBPM, pero deben ex-
lecular (HBPM) o fondaparinux. cluirse las HIT.

254
J. Fontcuberta

3. Complicaciones fetales sustituidos por la HNF antes o a las 6 se-


de la terapia anticoagulante manas de embarazo. Los AVK también se
durante el embarazo han asociado a alteraciones del sistema
nervioso central (SNC) cuando se han ad-
ministrado en cualquier trimestre del em-
3.1. Exposición del útero al efecto barazo. Se han descrito dos tipos de alte-
de los antagonistas de la vitamina K raciones del SNC, una que afecta a una
displasia de la media línea dorsal (agene-
Los antagonistas de la vitamina K (AVK) cru- sia del cuerpo calloso, atrofia de la me-
zan la barrera placentaria y, potencialmente, dia línea del cerebelo...) y distrofias de la
pueden dar lugar a pérdidas fetales, com- media línea ventral (atrofia del nervio óp-
plicaciones hemorrágicas y alteraciones te- tico...). Estas complicaciones probable-
ratógenas en el feto. En una revisión efec- mente son muy raras.
tuada entre 1966 y 1977 por Chan et al.(3) Otro estudio de cohortes ha reporta-
en mujeres portadoras de válvulas, emba- do que el uso de derivados de la cumari-
razadas y tratadas en diferentes periodos na durante el segundo y tercer trimestre
del embarazo con AVK, se han detectado del embarazo no estaba asociado a un ma-
un 6,4% de anomalías congénitas en los fe- yor riesgo de anomalías del desarrollo ni
tos. Una siguiente revisión sistémica entre a alteraciones a largo plazo de la descen-
los años 2000 y 2009 de este mismo au- dencia; sin embargo, los autores destaca-
tor señala un menor riesgo de embriopa- ron un mayor número de problemas en el
tía, aproximadamente un 3,7% (intervalo neurodesarrollo en niños expuestos a los
de confianza [IC] 95%: 1,9%-4,8%). La ano- AVK durante el segundo y tercer trimestre
malía fetal más común es la característica del embarazo.
embriopatía cumarínica, consistente en hi- Además, los AVK se han asociado a un
poplasia de la línea media facial (nariz, labio mayor número de pérdidas fetales y a un
superior...), punteado de las epífisis e hipo- mayor número de complicaciones hemorrá-
plasia de los miembros superiores o inferio- gicas del feto en el momento del parto. Es-
res. Esta embriopatía típica ocurre después tos problemas hemorrágicos del feto, en el
de exponer los AVK al útero dentro del pri- momento del parto, se pueden evitar susti-
mer trimestre del embarazo. tuyendo los AVK por HNF o HBPM unas 2-3
La sustitución de los AVK por la hepari- semanas antes de la fecha prevista para el
na durante las 6 primeras semanas parece parto.
que elimina el riesgo de embriopatías; no
obstante, también se ha observado que los
AVK durante las primeras 6 semanas son 3.1.1. Tromboprofilaxis en mujeres que
bastante seguros en relación con la embrio- reciben antagonistas de la vitamina K a
patía. Sin embargo, entre la 6.ª y la 12.ª se- largo plazo y desean quedarse embarazadas
mana de embarazo los AVK tienen un eleva-
do riesgo de embriopatía cumarínica. En caso de querer quedarse embarazada,
En la revisión sistemática de Chan, hay dos opciones para evitar el riesgo de
ninguno de los 125 nacidos vivos presen- embriopatía por AVK. La primera es efec-
tó embriopatía, cuando los AVK fueron tuar frecuentes test de embarazo y, cuan-

255
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

do den positivos, pasar inmediatamente 3.4 Exposición del útero


a HBPM a dosis terapéuticas. La segun- al danaparoide
da opción es suspender los AVK e iniciar
tratamiento con HBPM a dosis terapéuti- En estudios en animales, el danaparoide no
cas antes de que el embarazo esté con- atraviesa la barrera placentaria. Los pocos
firmado. datos disponibles en la literatura sugieren
Ambas opciones tienen limitaciones: la que el danaparoide no tiene toxicidad fetal.
primera asume que los AVK son seguros en En 2002 el danaparoide se retiró del
las primeras 4-6 semanas del embarazo; la mercado en Estados Unidos.
segunda incrementa la exposición a la he-
parina, es costosa y aumenta el riesgo de
complicaciones por las HBPM. 3.5. Exposición del útero
Se sugiere la primera opción por ser a los pentasacáridos
aparentemente más segura.
Aunque en modelos humanos se ha de-
mostrado que el fondaparinux no atravie-
3.2. Exposición del útero sa la barrera placentaria, en 5 mujeres trata-
a la heparina no fraccionada das con fondaparinux durante el embarazo,
se han podido detectar pequeñas concen-
La HNF no atraviesa la barrera placentaria traciones de actividad anti-FXa (una décima
y, por lo tanto, no tiene potencial de tera- parte de la concentración maternal en plas-
togenidad para el feto ni potencial de com- ma) en la sangre de cordón umbilical de los
plicaciones hemorrágicas. No obstante, con recién nacidos de estas madres.
el tratamiento con HNF sí pueden presen- Hay poca evidencia científica para reco-
tarse complicaciones hemorrágicas en la mendar el uso de fondaparinux en el embara-
unión uteroplacental. Muchos estudios han zo, y tampoco se puede descartar un poten-
sugerido que la HNF es segura para el feto cial efecto adverso del fármaco sobre el feto.
y debe utilizarse cuando la madre tiene indi-
caciones para su uso.
3.6. Exposición del útero a los
inhibidores directos de la trombina
3.3. Exposición del útero a las administrados por vía parenteral
heparinas de bajo peso molecular
En animales de experimentación (conejos
Las HBPM no atraviesan la barrera placen- y ratas) la hirudina recombinante cruza la
taria, ya que, al evaluar los niveles de anti- barrera placentaria. Se han descrito unos
factor X activado (anti-FXa) en la sangre del pocos casos de tratamientos con hirudi-
feto, éstos no se han detectado. No hay evi- na recombinante durante el embarazo con
dencias de que las HBPM produzcan terato- buenos resultados, pero hay insuficientes
genidad o riesgo de sangrado en el feto. Las datos para evaluar su seguridad.
HBPM son seguras para el feto y deben uti- Hay 3 casos publicados que describen
lizarse cuando la madre no presenta contra- el uso de argatrobán en la fase final del em-
indicaciones para su uso. barazo con relativos buenos resultados.

256
J. Fontcuberta

No se conocen casos publicados de uso Si la indicación es clara, el AAS debería


de la bivalirudina durante el embarazo. administrarse en el 1.er trimestre del em-
barazo.

3.7. Exposición del útero a nuevos


inhibidores orales de la trombina 3.9. Trombolisis durante el
y del factor X activado embarazo

Las mujeres embarazadas han sido exclui- La estreptocinasa y el activador tisular del
das de los estudios donde se han ensayado plasminógeno marcados con iodo131 atra-
estos fármacos. No hay casos publicados viesan mínimamente la barrera placentaria.
donde se haya utilizado dabigatrán, rivaroxa- Los efectos que los trombolíticos pueden
bán o apixabán en mujeres embarazadas. ocasionar a la placenta pueden ser: parto
En el sumario de las características del prematuro, abruptio de placenta, paso del
producto (rivaroxabán y dabigatrán) se des- trombolítico al feto, etc.
cribe toxicidad en reproducción animal. Se han publicado diferentes casos (la
Se desconoce el riesgo para la repro- mayoría de ellos con estreptocinasa) de
ducción humana de estos medicamentos. trombolisis durante el embarazo con bue-
nos resultados para la madre y el feto. La
seguridad para el feto no está clara, y esta
3.8. Exposición del útero terapéutica debe estar reservada para ca-
al ácido acetilsalicílico sos de extrema gravedad de las madres.

El ácido acetilsalicílico (AAS) cruza la barrera


placentaria y en estudios en animales incre- 4. Uso de anticoagulantes
menta el riesgo de anomalías congénitas. durante la lactancia materna
Un metaanálisis de 31 estudios aleatori-
zados en el que se comparaban agentes an- Para que un fármaco pueda entrañar un ries-
tiplaquetarios frente a placebo o no agentes go durante la lactancia materna, no sólo
antiplaquetarios, realizado en 32.217 muje- debe ser transferido o excretado por la leche
res embarazadas con riesgo de desarrollar materna, sino que también debe absorber-
preeclampsia, demostró que el AAS no es- se por el tracto intestinal del recién nacido.
taba asociado a un incremento de pérdidas Las drogas liposolubles, de bajo peso
fetales, hemorragias neonatales ni a retra- molecular y con poca afinidad para unirse
sos de crecimiento fetal(4). a proteínas son las que más probablemen-
Otro metaanálisis de 7 estudios aleato- te puedan transferirse a la leche materna.
rizados en el que las mujeres tomaron el
AAS después de conocer que estaban em-
barazadas falló para establecer o refutar un 4.1. Uso de antagonistas de la
incremento de riesgo de pérdidas fetales vitamina K durante la lactancia
cuando el AAS se comparó con el place-
bo, tanto en el 1.er como en el 2.º o el 3.er Es probable que los AVK menos polares y
trimestre. más lipofílicos como la fenindoína, la anisin-

257
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

diona y la fenprocomona puedan excretarse En un pequeño número de casos publi-


en la leche materna y potencialmente pro- cados, no se ha detectado actividad anti-
vocar una anticoagulación en el recién na- FXa –o se ha detectado en mínimas canti-
cido. Dichos anticoagulantes no se usan en dades– en la leche de madres que tomaron
Estados Unidos ni en Europa. danaparoide.
La warfarina y el acenocumarol, amplia- El danaparoide no se absorbe por el trac-
mente usados en Estados Unidos y en Eu- to gastrointestinal cuando se toma por vía
ropa, son AVK muy polares, no lipofílicos y oral; por lo tanto, es improbable que produz-
con gran capacidad de unión a proteínas; ca un efecto anticoagulante en el neonato.
por esta razón, no se eliminan por la leche
materna.
Varios estudios han demostrado que la 4.4. Uso de fondaparinux durante
warfarina y el acenocumarol no se detectan la lactancia materna
en la leche materna y no inducen anticoa-
gulación en el recién nacido cuando las ma- De acuerdo con la información facilitada por
dres amamantan a sus hijos tomando es- el fabricante del fondaparinux, éste se ex-
tos fármacos. creta en la leche de ratas que amamantan.
No hay datos publicados sobre la excre-
ción del fondaparinux en la leche humana ni
4.2. Uso de heparina no sobre su efecto en neonatos.
fraccionada y heparinas de Debido a su carga muy electronegati-
bajo peso molecular durante la va, es probable que sólo atraviesen la ba-
lactancia materna rrera epitelial intestinal mínimas cantidades
de fondaparinux después de la administra-
La HNF, debido a su alto peso molecular y ción oral.
su carga muy electronegativa, no se excre- No obstante, los fabricantes de este
ta en la leche materna y es segura durante producto recomiendan mucha precaución al
la lactancia. usarlo en mujeres que estén amamantan-
En una serie de 15 mujeres que recibie- do a sus hijos.
ron 2.500 UI de HBPM después de una ce-
sárea, se evidenció una mínima excreción
de HBPM en la leche de 11 mujeres. No 4.5. Uso de inhibidores directos
obstante, debido a la baja biodisponibilidad de la trombina por vía parenteral
de la HBPM por vía oral, probablemente durante la lactancia materna
ésta no se absorbió y no tuvo ningún efecto
clínicamente relevante en el recién nacido. En un caso publicado no se detectó hirudina
recombinante en la leche materna de una
paciente tratada con dosis terapéuticas de
4.3. Uso del danaparoide durante hirudina.
la lactancia materna La absorción intestinal de la hirudina re-
combinante es muy baja, por lo que es im-
Se conoce muy poco acerca del paso del probable que el neonato experimente algún
danaparoide a la leche materna. efecto anticoagulante.

258
J. Fontcuberta

4.6. Uso de nuevos anticoagulantes ron AAS, no se detectó ningún efecto nega-
orales inhibidores directos de la tivo en sus hijos.
trombina y del factor X activado,
durante la lactancia materna
5. Tromboembolismo venoso en
Las mujeres que amamantaban a sus hijos pacientes que utilizan técnicas
fueron excluidas de los estudios que evalua- de reproducción asistida
ban los nuevos inhibidores orales de la trom-
bina y del FXa. Así pues, no hay información Entendemos por técnicas de reproducción
sobre su excreción en la leche materna. asistida (TRA) todo tratamiento o procedi-
En el sumario de las características del miento efectuado in vitro sobre ovocitos,
producto del rivaroxabán se indica que en esperma o embriones humanos con la fina-
estudios en animales este producto se ex- lidad de obtener un embarazo y que pueda
creta por la leche. asociarse a TEV.
Las empresas que comercializan dabi- La frecuencia de TEV en estas situacio-
gatrán y rivaroxabán recomiendan no usar nes no se conoce bien; los datos obtenidos
estos productos en mujeres que estén provienen de casos descritos, de cohortes
amamantando a sus hijos. pequeñas prospectivas y series retrospec-
tivas. Los datos ofrecidos por dos series
retrospectivas importantes de fertilización
4.7. Uso de ácido acetilsalicílico in vitro indican que el TEV puede oscilar en-
durante la lactancia materna tre un 0,1 y un 0,3% por ciclos.
El riesgo de tromboembolismo es más
Aunque el AAS es polar, ácido, poco liposolu- alto en los pacientes con síndrome de hi-
ble y con gran capacidad de unirse a proteínas, perestimulación ovárica (SHO), llegando a
la ingestión maternal de AAS está asociada a alcanzar el 4,1% de los casos. Las trom-
la excreción de salicilatos en la leche materna. bosis de este síndrome pueden localizar-
Por esta razón, hay un riesgo poten- se en el territorio venoso o arterial, son
cial de disfunción plaquetaria y de sangra- más frecuentes en el venoso, y en un por-
do gastrointestinal en neonatos de madres centaje elevado se localizan en los vasos
que toman AAS y amamantan a sus hijos. del cuello y de las extremidades superio-
Se han descrito casos de acidosis me- res. En el 98% de los casos las trombo-
tabólica en niños amamantados de madres sis ocurren después de la inducción de la
que tomaban altas dosis de AAS. ovulación.
Teóricamente, los neonatos de madres que
toman AAS y amamantan a sus hijos tienen
cierto riesgo de desarrollar el síndrome de Reye. 5.1. Prevención del
El uso de dosis bajas de AAS (≤ 100 mg/ tromboembolismo venoso
día) durante el embarazo y el puerperio no en pacientes con técnicas de
está asociado a una alteración significativa reproducción asistida
del funcionalismo plaquetario del neonato.
En un estudio prospectivo de 15 ma- El riesgo hemorrágico más relevante en las
dres que amamantaron a sus hijos y toma- TRA es el sangrado intraabdominal y el vagi-

259
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

Tabla 1. Factores de riesgo de TEV tomar decisiones sobre su eficacia y segu-


durante el posparto* ridad.
Factores de riesgo mayores
En las pacientes con síndrome de esti-
mulación ovárica severa, se ha estimado de
• Inmovilidad (≥ 1 semana en cama antes del parto) forma indirecta que la tromboprofilaxis evi-
• Hemorragia posparto (≥ 1.000 mL con cirugía)
taría 26 casos de TEV por 1.000 mujeres tra-
• TEV previo
• Preeclampsia con retraso de crecimiento fetal tadas, sin riesgo de aumentar las complica-
• Trombofilia: ciones hemorrágicas.
– Déficit de AT En las pacientes sin SHO, no estaría in-
– Homocigosis para el FV Leiden
dicada la tromboprofilaxis.
– Homocigosis para la protrombina G20210A
• Condiciones médicas: La duración de la tromboprofilaxis en
– Lupus eritomatoso sistémico caso de SHO debe ser de hasta 3 meses
– Cardiopatía después de la aparición del síndrome, y en
– Anemia falciforme
caso de embarazo puede sugerirse conti-
• Transfusiones de sangre
• Infección en el posparto nuar la tromboprofilaxis durante todo el em-
barazo y el puerperio.
Factores de riesgo menores

• IMC > 30 kg/m2


• Multípara 6. Cesárea y
• Hemorragia posparto > 1 L
• Fumadora de > 10 cigarrillos/día
tromboembolismo venoso
• Retraso de crecimiento fetal
• Trombofilia: 6.1. Riesgo de enfermedad
– Deficiencia de proteína C tromboembólica venosa después
– Deficiencia de proteína S
• Preeclampsia
de la cesárea
* La presencia de al menos 1 factor de riesgo mayor sugiere un Diversos estudios observacionales estiman
riesgo en el posparto de TEV > 3%. La presencia de, al menos,
2 factores de riesgo menores, o 1 factor de riesgo menor y que el riesgo de ETV después de un parto
necesidad urgente de cesárea, sugiere un riesgo de TEV en el por cesárea oscila de ≤ 1/1.000 cesáreas a
posparto > 3%
18/1.000 partos por cesárea.
Un pequeño estudio prospectivo sobre
nal. El sangrado estimado normal después partos por cesárea estima una incidencia
de una extracción de ovocitos, sin complica- de 5 episodios de ETV/1.000 cesáreas (IC
ciones, puede variar entre 230 mL y 13 mL. 95%: 0,1-2,8%).
El sangrado vaginal importante puede Este dato coincide con la incidencia es-
variar entre un 2% y un 3% de los casos; el timada después de dar de alta a pacientes
sangrado intraabdominal es raro (menos de con cesárea sin tromboprofilaxis.
un 0,5% de los casos). Este riesgo de san- En la Tabla 1 se especifican los fac-
grado puede incrementarse con la profilaxis tores de riesgo de TEV mayores y meno-
antitrombótica. res que puedan incrementar el riesgo de
Los estudios sobre el impacto de la tromboembolismo después de una cesá-
tromboprofilaxis en fertilización in vitro tie- rea. La presencia de un factor mayor o de
nen importantes limitaciones, y el número dos de menores indicaría que esta paciente
de casos tratados es muy bajo para poder debería iniciar tromboprofilaxis.

260
J. Fontcuberta

6.2. Tromboprofilaxis Las HBPM son la opción preferente en


después de la cesárea relación con la HNF porque tienen mejor
biodisponibilidad, una vida media más lar-
En una reciente revisión sistemática que ga, tienen una dosis respuesta más pre-
incluye 4 estudios y un total de 830 mu- decible y mejor perfil de seguridad en re-
jeres, se comparó HBPM o HNF frente a lación con la osteoporosis y la HIT que la
placebo. El criterio de eficacia fue el TEV HNF. Además, las HBPM son preferibles a
sintomático. Ni la HBPM ni la HNF fueron la HNF, ya que no requieren controles fre-
significativas frente a placebo por el esca- cuentes de TTPA.
so número de pacientes de los estudios. Revisiones sistemáticas de uso de
En un modelo de análisis indirecto que las HBPM durante el embarazo y subsi-
comparó la cesárea con la profilaxis con guientes estudios observacionales con-
HBPM en cirugía general se sugiere que firman la eficacia y la seguridad de las
los beneficios de la profilaxis con HBPM HBPM en el tratamiento de la fase agu-
superan a los riesgos, sobre todo en los da del TEV.
pacientes con factores de riesgo adiciona- Dadas las ventajas anteriores expues-
les de trombosis. tas de las HBPM sobre la HNF, se ratifica
No está establecida la óptima dura- el uso de HBPM tanto en la fase aguda
ción de la profilaxis en pacientes con par- como en la prevención a largo plazo de la
to por cesárea, pero, haciendo una ana- ETV. La dosis utilizada, en el tratamiento
logía con la profilaxis en cirugía general, de la fase aguda de ETV, debe ser ajus-
se recomienda mantener la profilaxis con tada al peso según las recomendaciones
HBPM hasta el alta del hospital. Si exis- de la empresa que comercializa el pro-
ten factores de riesgo adicionales y per- ducto.
sistentes de TEV, la profilaxis con HBPM Los requerimientos de la HBPM pue-
debe prolongarse hasta la sexta semana den alterarse durante el embarazo por-
de poscesárea. que el volumen de distribución de la
HBPM cambia durante el embarazo, y
el filtrado glomerular se incrementa en
7. Tratamiento el segundo trimestre del embarazo. Al-
del tromboembolismo gunos autores recomiendan, por estas
venoso agudo establecido razones, administrar las HBPM cada 12
durante el embarazo horas. Otros autores prefieren una sola
dosis al día porque es más simple el tra-
tamiento y probablemente aumenta la
7.1. Tratamiento de la enfermedad adherencia al mismo.
tromboembólica venosa No se aconseja la realización sistemáti-
durante el embarazo ca de niveles de anti-FXa durante el emba-
razo.
Basándonos en datos de seguridad para la En caso de insuficiencia renal severa,
madre y el feto, las HBPM son los fármacos puede ser necesaria la administración de
preferidos para el tratamiento de la ETV du- HNF por vía e.v., que requerirá controles
rante el embarazo. con TTPA.

261
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

No existen estudios sobre la duración tes de la inducción del parto o la cesárea y


óptima de los tratamientos con HBPM proceder a su extracción en el posparto.
cuando aparece un TEV durante el em-
barazo. Teniendo en cuenta el incremen-
to del riesgo (5-10 veces) tromboembóli- 8. Prevención de la enfermedad
co durante el embarazo y la alta frecuencia tromboembólica venosa
de trombosis proximales en estas pacien- en mujer embarazada
tes, se recomienda mantener el tratamien- con antecedentes previos
to con HBPM durante todo el embarazo y de trombosis venosa profunda
el puerperio, con un periodo total mínimo o embolismo pulmonar
de 3 meses.
El manejo del parto de una mujer en tra- En comparación con los individuos sin his-
tamiento anticoagulante debe ser multidis- toria previa de ETV, las pacientes con ante-
ciplinario (obstetra, hematólogo y aneste- cedentes de ETV tienen un mayor riesgo de
siólogo) con el fin de minimizar al máximo desarrollar TVP y/o EP.
las posibles complicaciones. Las mujeres con antecedentes previos
Con el objetivo de disminuir el efecto de ETV tienen entre 3 y 4 veces más riesgo
anticoagulante durante el parto (sobre todo de desarrollar trombosis en los subsiguien-
si se utiliza anestesia espinal) en mujeres tes embarazos. La tromboprofilaxis durante
que reciben dosis ajustadas, por vía sub- el embarazo puede ser problemática por do-
cutánea (s.c.), de HBPM, se sugiere su- lor en el punto de inyección, riesgo de san-
primir la dosis de heparina 24 horas antes grado, osteoporosis y medicación cara du-
de la inducción electiva del parto o la inter- rante todo el embarazo.
vención por cesárea. Aunque las complica- Dado que la distribución de la ETV du-
ciones hemorrágicas son menos frecuen- rante los 3 trimestres del embarazo es simi-
tes con la HBPM, si aparece una grave lar, si dicha profilaxis de ETV debe realizar-
hemorragia secundaria al tratamiento con se, es preferible iniciarla lo antes posible en
HBPM, se sugiere utilizar sulfato de prota- el primer trimestre.
mina para obtener una neutralización par-
cial de la HBPM.
Siempre que el parto aparezca de forma 8.1. Antecedentes previos de
espontánea en una paciente en tratamiento enfermedad tromboembólica
con heparina se aconseja no utilizar aneste- venosa y embarazo
sia neuroaxial.
Si se sospecha que la paciente tiene un Dos estudios retrospectivos de cohortes
alto riesgo de recidivas de ETV (p. ej., una extensas han evaluado la incidencia de la
TVP proximal de hace 2 semanas), puede ETV en pacientes embarazadas que previa-
iniciarse HNF por vía e.v. y parar el trata- mente habían tenido un evento de ETV. Las
miento 4-6 horas antes del parto, con el ob- pacientes que no habían recibido trombo-
jetivo de limitar la duración del tiempo sin profilaxis durante el embarazo presentaron
tratamiento. Al mismo tiempo o alternativa- una incidencia de ETV de aproximadamente
mente, se puede implantar un filtro tempo- un 6% durante el anteparto, y de un 6-8%
ral en la vena cava inferior una semana an- en el posparto.

262
J. Fontcuberta

Estos estudios presentan diferencias Prácticamente no existen ensayos clíni-


en las poblaciones estudiadas y fallos en cos bien diseñados y con suficiente poten-
la asignación independiente de eventos cia estadística en este campo.
de ETV. Esto probablemente ha ocasio- Dada la baja calidad de los estudios y
nado una estimación excesivamente ele- la falta de evidencias directas sobre este
vada del riesgo de ETV. No obstante, se tema, los autores de este capítulo de las
asume que, teniendo en cuenta los es- guías del ACCP utilizan evidencias indirec-
tudios prospectivos y retrospectivos en tas sobre el efecto de las HBPM en la trom-
este campo, la incidencia de eventos de boprofilaxis de otro tipo de pacientes (pa-
ETV es < 10%. cientes de cirugía ortopédica con alto riesgo
Los datos sobre factores pronósticos de ETV) para informar sobre las recomenda-
de recurrencia de ETV durante el emba- ciones de prevención antenatal de ETV en
razo son inconsistentes. La presencia de esta población.
trombofilia, el embarazo, los anticoncep- En este tipo de pacientes se asume
tivos orales y el puerperio previos a un que el riesgo de ETV es igual en el ante-
evento de ETV pueden condicionar las re- parto que en el posparto. La evidencia in-
currencias de ETV en los siguientes em- directa de este tipo de análisis sugiere que
barazos. No obstante, los estudios que las dosis profilácticas de HBPM son efecti-
comparan las recurrencias de ETV en pa- vas con un RR de 0,36 (IC 95%: 0,20-0,67)
cientes con estos antecedentes frente a en este tipo de pacientes en situaciones de
pacientes sin estos antecedentes no son alto riesgo de ETV.
estadísticamente significativos. Para la profilaxis de ETV durante el
Un estudio poblacional de extensas embarazo se han utilizado diferentes re-
cohortes que utiliza datos administrativos gímenes de tratamiento: enoxaparina 40
confirma que las mujeres que habían pa- mg/día, dalteparina 5.000 UI/24 h y dosis
decido una ETV asociada al embarazo o al ajustadas de HBPM para alcanzar unos ni-
posparto presentaban un mayor riesgo de veles de anti-FXa de 0,2 a 0,6 UI/mL. En
recurrencias durante el siguiente embara- todos los estudios donde se ha utilizado
zo que las mujeres que no habían presen- HBPM, el riesgo de recurrencias ha sido
tado la ETV en estas circunstancias (4,5% muy bajo.
vs. 2,7%; riesgo relativo [RR]: 1,71; IC Las pacientes que están con AVK de
95%: 1,0-2,8). forma indefinida por múltiples episodios de
ETV se consideran pacientes de muy alto
riesgo de recurrencias de ETV durante el
8.2. Prevención de recurrencias embarazo y el puerperio. En estas pacien-
de enfermedad tromboembólica tes, debe utilizarse HBPM a dosis ajustadas
venosa en mujeres embarazadas durante todo el embarazo y reanudar el tra-
tamiento con AVK lo antes posible después
Los datos actualmente disponibles sugie- del parto.
ren que las mujeres con antecedentes per- A pesar de que durante el embarazo se
sonales de ETV incrementan el riesgo de re- incrementa el aclaramiento renal de HBPM,
currencias de trombosis durante un nuevo no se recomienda su monitorización utili-
embarazo. zando los niveles de anti-FXa.

263
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

9. Prevención de la riesgo absoluto de ETV en las mujeres sin


enfermedad tromboembólica antecedentes previos de ETV es modesto
venosa en pacientes (5-12/1.000 partos) para aquellos casos de
embarazadas con trombofilia trombofilia congénita que son más comu-
y sin antecedentes personales nes en la población general. Para los casos
de la enfermedad de homocigosis para FV Leiden y protrombi-
na, el riesgo basal de ETV relacionado con el
9.1. Riesgo de enfermedad embarazo es aproximadamente de un 4%.
tromboembólica venosa La presencia de trombofilia e historia fa-
relacionado con el embarazo miliar positiva para ETV incrementa el ries-
en mujeres con trombofilia go de ETV entre 2 y 4 veces. Diferentes
estudios de cohortes familiares han demos-
Un número considerable de estudios han trado que mujeres con trombofilia heredi-
examinado la relación entre la trombofilia taria, sin antecedentes personales de ETV
hereditaria y la ETV durante el embarazo. pero con antecedentes de historia fami-
En una reciente revisión de 9 trabajos so- liar de ETV, tienen un riesgo elevado de de-
bre este tema se ha concluido que todas sarrollar ETV durante el embarazo o el pos-
las trombofilias congénitas, a excepción de parto. Este riesgo oscila entre un 1,7% para
la homocigosidad para la termolábil metilen- el déficit de proteína C y un 14% para la ho-
tetrahidrofolato reductasa (MTHFR C 677T), mocigosis de la mutación del FV Leiden(6).
están asociadas de forma estadísticamen- En relación con las deficiencias de inhi-
te significativa a un incremento del riesgo bidores fisiológicos de la coagulación (AT
de ETV durante el embarazo. El riesgo más y proteínas C y S), estudios recientes de
elevado se ha descrito con la forma homoci- Robertson estiman que el riesgo relativo
gota de la mutación del factor V (FV) Leiden de ETV es del 4,7% para el déficit de AT,
(OR: 34,40) y con la forma homocigota de la del 4,8% para el déficit de proteína C y del
mutación de la protrombina G20210A (OR: 3,2% para el déficit de proteína S.
26,36). Las trombofilias más frecuentes en Actualmente se estima que la elevada
la población general se han asociado a ETV incidencia de ETV considerada para el dé-
durante el embarazo con los riesgos más ficit de AT, en estudios antiguos, se ha so-
bajos: heterocigosidad para FV Leiden (OR: brevalorado y se cree que es similar a la del
8,32) y heterocigosidad para la protrombina resto de los inhibidores fisiológicos de la
G20210A (OR: 6,80)(5). coagulación. Estos estudios sugieren que
Las deficiencias de inhibidores fisiológi- las mujeres con homocigosidad para FV Lei-
cos de la coagulación también incrementan den y protrombina, doble heterocigosidad
moderadamente el riesgo de ETV durante para FV Leiden y protrombina G20210A, y
el embarazo. Así, la deficiencia de antitrom- deficiencia de otros inhibidores de la coa-
bina (AT) tiene un OR de 4,69; la deficiencia gulación, con antecedentes familiares de
de proteína C, un OR de 4,76; y la deficien- trombosis, deben considerarse para iniciar
cia de proteína S, una OR de 3,19. profilaxis antitrombótica con HBPM.
Teniendo en cuenta que la incidencia de La trombofilia adquirida (anticoagu-
ETV durante el embarazo es de aproxima- lante lúpico positivo, anticuerpos anti-
damente 1/1.000 partos, está claro que el cardiolipina positivos y anticuerpos anti-

264
J. Fontcuberta

β2-glicoproteína  I positivos) está menos La calidad de la evidencia extraída por


estudiada en relación con la ETV relaciona- estos métodos es muy baja e imprecisa.
da con la mujer embarazada. Las mujeres Por esta razón, sólo se recomienda la trom-
con anticuerpos antifosfolípidos (AAF) po- boprofilaxis con HBPM durante todo el em-
sitivos con o sin anticoagulante lúpico po- barazo y en las 6 semanas de posparto en
sitivo y con antecedentes previos de ETV pacientes con historia familiar positiva de
deben considerarse pacientes de alto ries- ETV y homocigosis para mutación del FV
go de trombosis y debe realizarse profi- Leiden y protrombina G20210A.
laxis con HBPM durante el embarazo y el Las mujeres con historia familiar de
posparto. trombosis positiva sin antecedentes de ETV
La hiperhomocisteinemia moderada se y déficits de AT y de proteínas C y S, según
ha asociado a un riesgo moderado de ETV esta evaluación indirecta del riesgo de ETV,
en mujeres no embarazadas. No obstante, no serían candidatas a tromboprofilaxis con
la homocigosidad para la variante termolábil HBPM durante el embarazo. En las 6 sema-
MTHFR C4667T no se ha relacionado con nas de posparto sí se recomendaría HBPM
un incremento de riesgo de la ETV en la mu- por el alto riesgo de ETV en este periodo.
jer embarazada. En el posparto inmediato, hasta la 6.ª
semana también se recomiendan AVK, ex-
cepto en los déficits de proteína C y S.
9.2. Prevención de la enfermedad
tromboembólica venosa
en mujeres embarazadas 10. Trombofilia
con trombofilia y complicaciones
durante el embarazo
Debido a que no existen estudios fiables en
este campo, se ha utilizado una evidencia Varias complicaciones del embarazo se han
indirecta sobre la utilización de tromboprofi- relacionado con estados trombofílicos.
laxis con HBPM en este tipo de pacientes. La pérdida del embarazo no es infre-
Dado que el riesgo de ETV es muy bajo cuente. Aproximadamente hasta un 50%
en mujeres con trombofilia sin historia fami- de las concepciones pueden terminar en
liar de trombosis, el estudio indirecto sólo pérdida del embarazo. Un 5% de las muje-
se ha realizado en mujeres con trombofi- res embarazadas pueden tener 2 o más pér-
lia con antecedentes familiares positivos de didas sucesivas del embarazo y un 1-2% de
trombosis. las mujeres embarazadas pueden tener 3 o
Se ha estimado que la incidencia basal más pérdidas sucesivas del embarazo.
de TEV (en el anteparto y en las 6 semanas Otras complicaciones del embarazo re-
de posparto) es de 1,40/1.000 partos. lacionadas con el funcionamiento de la pla-
La evidencia indirecta sobre el relativo centa son la preeclampsia, el retraso del
efecto de la tromboprofilaxis con HBPM crecimiento fetal y el abruptio de placenta.
en estos pacientes se ha extraído de un El buen desarrollo del embarazo depen-
metaanálisis de la tromboprofilaxis con de de la invasión de los trofoblastos en la
HBPM en pacientes con artroplastia total vasculatura uterina y del mantenimiento de
de cadera. una adecuada circulación uteroplacentaria.

265
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

Se ha hipotetizado que una inadecuada pla- tablecer una relación entre la presencia de
centación y una alteración en las arterias es- la mutación del FV Leiden y preeclampsia
pirales con impedimento del flujo arterial y (OR 1,23; IC 95%: 0,89-1,70) ni entre la
cambios protrombóticos pueden dar lugar a presencia de FV Leiden y retraso de creci-
complicaciones durante el embarazo. miento fetal (OR: 1,0; IC 95%: 0,80-1,25).
Estudios en animales de experimenta- Este mismo metaanálisis tampoco pudo
ción sugieren que el sistema hemostático establecer una relación entre la mutación
juega un importante papel en el desarrollo de la protrombina G20210A y preeclampsia
de la placenta y del feto. Parece ser que el (OR: 1,25; IC 95%: 0,79-1,99), retraso de
AAS y la heparina pueden influenciar direc- crecimiento fetal (OR: 1,25; IC 95%: 0,92-
ta o indirectamente en la temprana implan- 1,70) y pérdidas fetales (OR: 1,13; IC 95%:
tación de los trofoblastos y la placentación 0,64-2,01).
por mecanismos todavía no bien conocidos. A la luz de estos resultados, no queda
claro en qué pacientes debe realizarse un
estudio de trombofilia en caso de complica-
10.1. Riesgo de complicaciones ciones durante el embarazo.
del embarazo en mujeres
con trombofilia
10.2. Prevención de
Las complicaciones del embarazo ocurren las complicaciones del embarazo
con mayor frecuencia en los pacientes con en mujeres con trombofilia
AAF, ya sea con anticoagulante lúpico positi-
vo, con anticuerpos anti-cardiolipina, anti-β2- A la vista de los datos expuestos en los
glicoproteína I, inmunoglobulina (Ig) G o apartados anteriores, la práctica clínica dia-
IgM a títulos relativamente elevados. Estas ria se inclina por un incremento de estudios
alteraciones biológicas deben confirmarse en los que se utilizan antitrombóticos para
en un segundo análisis realizado dentro de prevenir las complicaciones del embarazo.
las 12 semanas siguientes al diagnóstico. En pacientes con síndrome antifosfoli-
La positividad del anticoagulante lúpi- pídico con antecedentes previos de pérdi-
co, confirmado con 2 métodos distintos, das fetales, parece claro que la asociación
es la anomalía biológica que más frecuen- de bajas dosis de AAS en combinación con
temente está relacionada con la pérdida HNF proporciona una reducción de las pér-
del embarazo. didas fetales.
En un reciente metaanálisis limitado de El AAS solo tampoco ha demostrado
cohortes prospectivas(7), la OR para pérdi- una disminución de las pérdidas fetales en
das fetales en heterocigotos para la muta- comparación con el tratamiento habitual.
ción del FV Leiden fue de 1,52 (IC 95%: En un metaanálisis que analiza pérdidas
1,06-2,19) asumiendo un riesgo absoluto fetales en mujeres con AAF positivos trata-
de pérdidas fetales para los portadores de dos con heparina (HNF y HBPM) más AAS
la mutación del FV Leiden del 4,2% y un frente a AAS solo, los niños nacidos vivos
riesgo absoluto de pérdidas fetales en las son superiores en el grupo de heparina más
mujeres no portadoras de esta mutación AAS (74,3%) frente a los tratados sólo con
de un 3,2%. Este metaanálisis no pudo es- AAS (55,8%)(8).

266
J. Fontcuberta

No se han realizado estudios compara- de preeclampsia (RR: 0,83; IC 95%: 0,77-


tivos entre HNF y HBPM en la prevención 0,89)(10).
de complicaciones del embarazo en muje- Esta reducción del riesgo es similar para
res con trombofilia por anticuerpos antifos- mujeres con bajo o alto riesgo de desarro-
folípidos. llar preeclampsia.
En dos estudios recientes, pequeños, En esta revisión de Cochrane, no se
se sugiere que las HBPM asociadas a observan diferencias, en el efecto de ba-
AAS son equivalentes a la HNF más AAS, jas dosis de AAS, si éste se ha iniciado an-
en la prevención de pérdidas fetales en tes o después de la 20.ª semana de ges-
mujeres con anticuerpos antifosfolípidos tación.
positivos. No se conocen bien las circunstancias
En un trabajo de Gris et al.(9) publica- que incrementan el riesgo de preeclamp-
do, el tratamiento con enoxaparina a la do- sia. Diferentes estudios que identifican el
sis de 40 mg/día, en pacientes con trom- riesgo de desarrollar preeclampsia sugie-
bofilia y con una pérdida fetal antes de la ren que los AAF y el antecedente previo
10.ª semana, es significativamente supe- de preeclampsia incrementan hasta 7 ve-
rior (86%), en términos de nacimientos vi- ces más el riesgo de preeclampsia. El ín-
vos, que bajas dosis de AAS solo (29%). dice de masa corporal (IMC) ≥ 35 kg/m2, la
También este estudio ha sido criticado por existencia de diabetes, los embarazos ge-
el tamaño de la muestra y la ausencia de melares y la historia familiar de preeclamp-
un grupo control. sia incrementan 2 veces más el riesgo de
Los datos descritos anteriormente apor- preeclampsia.
tan pocas evidencias de que las HBPM Otros factores de riesgo que se han pro-
mejoren la evolución del embarazo en las puesto, para desarrollar preeclampsia, son:
mujeres con trombofilia hereditaria y re- hipertensión arterial, enfermedades renales
currencias fetales. No obstante, hacen fal- y enfermedades autoinmunes.
ta más estudios correctamente diseñados Se ha sugerido que el tratamiento
para confirmar estas sugerencias. con HNF o HBPM en mujeres con ries-
go muy alto de desarrollar preeclampsia
puede ser beneficioso, no sólo por dismi-
11. Manejo de mujeres con nuir los depósitos de fibrina de la microcir-
historia de preeclampsia culación, sino también porque las HBPM
o recurrencias de pérdidas tienen un efecto antiapoptósico sobre los
fetales sin trombofilia trofoblastos.
En un estudio aleatorizado, 80 mujeres
11.1. Prevención de las sin trombofilia y con un alto riesgo de pree-
recurrencias de preeclampsia en clampsia por sus antecedentes fueron tra-
mujeres sin trombofilia tadas con HBPM, obteniéndose una reduc-
ción del riesgo de preeclampsia del 74,1% y
Diversas revisiones sistemáticas y una una reducción del riesgo de retraso de cre-
más reciente de Cochrane sugieren que cimiento fetal del 77,5%(11).
el uso de AAS (a dosis bajas) se asocian a En un estudio piloto sobre 116 muje-
una modesta reducción del riesgo relativo res embarazadas sin trombofilia y con an-

267
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

tecedentes previos de preeclampsia seve- 11.2.1. Heparinas de bajo peso molecular


ra, retraso de crecimiento fetal, abruptio de más ácido acetilsalicílico
placenta y muerte fetal intrautero, se alea- frente a no tratamiento o placebo
torizaron para tratamiento con bajas dosis
de HBPM o no HBPM. Las pacientes tra- Se ha efectuado un metaanálisis sobre 2 es-
tadas con bajas dosis de HBPM (daltepari- tudios aleatorizados y bien diseñados en los
na) presentaron menos incidencia de pree- que se compara HBPM más AAS frente a
clampsia severa, retraso de crecimiento placebo o no tratamiento en mujeres con,
fetal o abruptio severo (OR: 0,15; IC 95%: al menos, 2 pérdidas fetales recurrentes.
0,03-0,70). El resultado de este metaanálisis concluye
Estos resultados deben tomarse con que las HBPM más AAS no reducen las pér-
cautela, por el tamaño de la muestra y por- didas fetales pero tampoco incrementan el
que este último estudio debió detenerse riesgo hemorrágico.
por varias razones metodológicas. Otros 2 estudios, en mujeres con 3 o
más pérdidas fetales recurrentes, han en-
sayado HBPM más AAS frente a placebo o
11.2. Mujeres sin trombofilia no tratamiento. Los resultados de estos es-
pero con, al menos, 2 antecedentes tudios aportan un beneficio para el uso de
de pérdidas de embarazo HBPM. No obstante, presentan importan-
tes errores metodológicos y su validez es
En una revisión de Cochrane de 2009(12), discutida. La conclusión sobre este tema es
se estudió el uso de AAS y anticoagulan- que se necesitan más estudios, adecuada-
tes para prevenir la pérdida de embara- mente diseñados y bien aleatorizados, para
zos en pacientes sin síndrome de AAF. Se extraer conclusiones del posible efecto de
detectaron 2 estudios: uno comparaba el la HBPM más AAS en mujeres con 2 o más
AAS frente al placebo (n = 54) y el otro pérdidas fetales recurrentes.
comparaba la HBPM (enoxaparina) fren-
te al AAS (n = 107). Ninguno de los 2 es-
tudios encontró diferencias significativas 11.2.2. Comparación del ácido
en relación con el número de nacimien- acetilsalicílico frente al placebo
tos vivos.
En otra revisión sistemática sobre Se ha realizado un estudio que compara 104
este tema en 2010 se encontraron 5 estu- mujeres en el grupo de AAS frente a 103
dios aleatorizados donde se comparaba la mujeres en el grupo de placebo, todas ellas
HBPM frente al AAS y la HBPM frente a con 2 o más pérdidas fetales inexplicables.
placebo. Estos estudios fueron muy hetero- Los resultados de este estudio no sugieren
géneos y no se pudo realizar un metaanáli- que el AAS mejore las pérdidas fetales en
sis, por lo que los autores de la revisión su- este tipo de pacientes.
gieren que las HBPM o el AAS no tuvieron Otro estudio con 54 mujeres con 3 o
efecto en este tipo de pacientes. No obs- más pérdidas fetales recurrentes inexplica-
tante, recientemente se han publicado 2 es- bles, en el que se compara AAS frente a pla-
tudios en este campo que aportan eviden- cebo, tampoco aporta efecto beneficio del
cias interesantes. AAS (RR: 1,00; IC 95%: 0,78-1,29).

268
J. Fontcuberta

Recomendaciones

Cuando se recomienden diversos regíme- se embarazadas, se recomienda HBPM


nes de tratamiento con HNF o con HBPM antes que AVK durante el 1.er tirmestre
se seguirán las siguientes especificaciones: (grado 1A), el segundo y tercer trimes-
• Dosis profilácticas de HBPM: p. ej.: dal- tre (grado 1B), y al final del embarazo,
teparina 5.000 U vía s.c./24 h, tinzapari- cuando el parto es inminente (grado 1A).
na 4.500 U vía s.c. cada 24 h, nadroparina 3.Para las mujeres que requieran a largo pla-
2.850 U vía s.c. cada 24 h o enoxaparina zo AVK y deseen quedarse embarazadas
40 mg vía s.c./24 h (en caso de pesos ex- y puedan ser candidatas a HBPM o HNF,
tremos, pueden ser necesarias las modifi- se recomienda realizar frecuentes prue-
caciones de dosis). bas de embarazo y sustituir las AVK por
• Dosis intermedias de HBPM: p. ej.: dalte- HBPM o HNF cuando el embarazo esté
parina 5.000 U vía s.c. cada 12 h o enoxa- confirmado (grado 2C).
parina 40 mg vía s.c. cada 12 h. 4. Para las mujeres embarazadas que pre-
• Dosis ajustadas de HBPM: dosis ajusta- senten una severa alergia a la heparina
das al peso, tratamiento a dosis adecua- (incluyendo la HIT), se sugiere el uso limi-
das de HBPM administradas una o dos ve- tado de fondaparinux y de inhibidores pa-
ces al día por vía s.c. (p. ej.: dalteparina renterales de la trombina antes que reci-
200 U/kg o tinzaparina 175 U/kg una vez bir danaparoide (grado 2C).
al día o dalteparina 100 U/kg cada 12 h o 5. En las mujeres embarazadas se reco-
enoxaparina 1 mg/kg/12 h). mienda no utilizar inhibidores orales di-
• Anticoagulantes en posparto: se refie- rectos de la trombina (p. ej., dabigatrán)
re a AVK durante 6 semanas con un INR ni inhibidores orales directos del FXa
de 2-3 administrando inicialmente HBPM, (p.  ej., rivaroxabán, apixabán, etc.) (gra-
por vía s.c., hasta obtener un INR > 2, do 1C).
o dosis profilácticas, o intermedias, de 6. Para las mujeres que durante la lactancia
HBPM durante 6 semanas. materna tomen HNF o warfarina/aceno-
• El término vigilancia clínica se refiere a pa- cumarol y deseen amamantar a sus hijos,
cientes y a médicos para alertar sobre la se recomienda continuar con esta medi-
presencia de signos o síntomas de ETV y cación (grado 1A).
para tomar conciencia, lo antes posible, de 7. Para las mujeres que durante la lactancia
la necesidad de realizar las investigacio- materna usen HBPM, danaparoide o hiru-
nes pertinentes y objetivas para diagnos- dina recombinante y deseen amamantar
ticar una mujer con síntomas de TVP o EP. a sus hijos, se recomienda continuar con
Historia familiar de ETV se refiere a TVP o esta medicación (grado 1B).
EP en familiares de primer grado. 8. Para las mujeres que durante la lactancia
1. En mujeres embarazadas, para la preven- materna tomen fondaparinux y deseen
ción y el tratamiento de la ETV, se reco- amamantar a sus hijos, se recomienda
mienda HBPM en lugar de HNF (grado sustituir fondaparinux por un anticoagu-
1B). lante alternativo (grado 2C).
2. Para mujeres que están bajo tratamiento 9. Para las mujeres que durante la lactancia
anticoagulante por ETV y desean quedar- materna usen inhibidores orales direc-

269
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

tos de la trombina (p. ej., dabigatrán) o in- filaxis farmacológica combinada con el


hibidores orales directos del FXa (p.  ej., uso de medias de compresión gradual o
rivaroxabán, apixabán, etc.) y deseen con compresión neumática intermiten-
amamantar a sus hijos, se recomienda te, antes que la utilización de HBPM ais-
sustituir estos productos por un anticoa- lada (grado 2C).
gulante alternativo (grado 1). 16. Para las mujeres seleccionadas de alto
10. Para las mujeres que durante la lactan- riesgo tromboembólico, en las cuales
cia materna usen bajas dosis de AAS persistan los factores de riesgo des-
por indicación cardiovascular, se reco- pués del alumbramiento, se sugiere ex-
mienda continuar con esta medicación tender la profilaxis durante 6 semanas
(grado 2C). después de ser dadas de alta del hospi-
11. Para las mujeres sometidas a TRA se re- tal (grado 2C).
comienda no utilizar, de forma rutinaria, 17. En las mujeres embarazadas con ETV
tromboprofilaxis (grado 1B). aguda, se recomienda tratamiento inicial
12. Para las mujeres sometidas a TRA que con dosis ajustadas de HBPM s.c. prefe-
desarrollan un SHO severo, se sugiere riblemente a tratamiento con dosis ajus-
tromboprofilaxis (HBPM a dosis profi- tadas de HNF (grado 1B).
lácticas) durante 3 meses después de la 18. En las mujeres embarazadas con ETV
resolución clínica del SHO, en lugar de aguda, se recomienda HBPM por enci-
no realizar tromboprofilaxis (grado 2C). ma de AVK durante el periodo antenatal
13. En las mujeres sin factores de riesgo (grado 1A).
adicionales de trombosis candidatas a 19. En las mujeres embarazadas con ETV
una cesárea, se recomienda moviliza- aguda, se sugiere que la anticoagula-
ción temprana antes que una trombo- ción se continúe hasta las 6 semanas
profilaxis específica. del posparto (como mínimo, la duración
14. En las mujeres que tienen un riesgo au- total del tratamiento debe ser de 3 me-
mentado de ETV después de una cesá- ses) en comparación con los tratamien-
rea, porque tienen un factor de riesgo tos de corta duración (grado 2C).
mayor o al menos 2 factores de ries- 20. Para las mujeres embarazadas que es-
go menores, se sugiere tromboprofi- tén recibiendo HBPM a dosis terapéuti-
laxis farmacológica (dosis profilácticas cas ajustadas al peso y cuyo parto esté
de HBPM) o tromboprofilaxis mecáni- planificado, se recomienda parar las
ca (medias de compresión progresiva o HBPM 24 horas antes de la inducción
compresión neumática intermitente) en del parto, la cesárea o la anestesia neu-
aquellas pacientes que presenten una roaxial, antes que continuar con HBPM
contraindicación a los anticoagulantes, hasta el momento del parto (grado 1B).
durante el tiempo que permanezcan en 21. Para todas las mujeres embarazadas,
el hospital después de la cesárea (gra- con antecedentes previos de ETV, se
do 2B). sugiere profilaxis en el posparto, duran-
15. En las mujeres con múltiples factores te 6 semanas, con HBPM a dosis profi-
de riesgo de trombosis que persisten lácticas o intermedias, o AVK con INR
durante el puerperio y son candidatas de 2-3, antes que no realizar profilaxis
a una cesárea, se sugiere trombopro- (grado 2B).

270
J. Fontcuberta

22. Para las mujeres embarazadas, con bajo posparto, profilaxis con HBPM a dosis
riesgo de recurrencias de ETV (un solo profilácticas o intermedias o, en muje-
episodio de ETV asociado con un fac- res sin deficiencias de proteína C o S,
tor de riesgo transitorio, un episodio de AVK con INR de 2-3, antes que cuidados
ETV no relacionado con el embarazo, o rutinarios (grado 2C).
uso de estrógenos), se sugiere vigilan- 27. Para las mujeres embarazadas, sin an-
cia clínica durante el periodo anteparto, tecedentes previos de ETV, pero homo-
antes que profilaxis durante el antepar- cigotas para la mutación del factor  V
to (grado 2C). Leiden o protrombina G20210A y sin
23. Para las mujeres embarazadas con mo- historia familiar de ETV, se sugiere vi-
derado o alto riesgo de recurrencias de gilancia clínica en el anteparto, y en el
ETV (un solo episodio de ETV no provo- posparto profilaxis de ETV con HBPM a
cado, ETV durante el embarazo o tra- dosis profilácticas o intermedias duran-
tamiento con estrógenos o múltiples te 6 semanas, o AVK con INR de 2-3, an-
episodios de ETV sin que se reciba tra- tes que cuidados rutinarios (grado 2B).
tamiento anticoagulante a largo plazo), 28. Para las mujeres embarazadas, con to-
se sugiere en el anteparto profilaxis con das las trombofilias, sin antecedentes
HBPM a dosis profilácticas o interme- previos de ETV y sin historia familiar po-
dias, antes que vigilancia clínica y cuida- sitiva para ETV, se sugiere vigilancia clí-
dos rutinarios (grado 2C). nica en el anteparto y en el posparto,
24. Para las mujeres embarazadas, en trata- antes que profilaxis farmacológica (gra-
miento con AVK a largo plazo, se sugie- do 2C).
ren dosis ajustadas de HBPM o el 75% 29. Para las mujeres con pérdidas fetales
de las dosis terapéuticas de HBPM du- recurrentes en los primeros meses del
rante todo el embarazo, seguido de embarazo (3 o más pérdidas fetales an-
reanudación del tratamiento con AVK tes de la 10.ª semana de embarazo), se
en el posparto, antes que dosis profilác- recomienda evaluación de los AAF (gra-
ticas de HBPM (grado 2C). do 1B).
25. Para las mujeres embarazadas, sin an- 30. Para las mujeres con historia previa de
tecedentes previos de ETV y homocigo- complicaciones durante el embarazo, se
tas para factor V Leiden o protrombina sugiere la no realización de estudio de
G20210A y con historia familiar positiva trombofilia hereditaria (grado 2C).
para ETV, se sugiere durante el antepar- 31. Para las mujeres con criterios de labora-
to profilaxis de ETV con dosis profilácti- torio completos para síndrome AAF y con
cas o intermedias de HBPM y posparto criterios clínicos conocidos de síndrome
con dosis profilácticas o intermedias de AAF basados en historia de 3 o más pér-
HBPM o AVK con INR de 2-3 antes que didas del embarazo, se recomiendan en
no profilaxis (grado 2B). el anteparto dosis profilácticas o inter-
26. Para las mujeres embarazadas, con to- medias de HBPM asociadas a bajas do-
das las otras trombofilias, sin antece- sis de AAS (75-100 mg/día), antes que no
dentes previos de ETV pero con histo- realizar tratamiento (grado 1B).
ria familiar positiva para ETV, se sugiere 32. Para las mujeres con trombofilia here-
vigilancia clínica en el anteparto, y en el ditaria e historia de complicaciones de

271
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

embarazo, se sugiere no realizar profi- gundo trimestre del embarazo, antes


laxis antitrombótica (grado 2C). que no realizar tratamiento (grado 1B).
33. Para las mujeres consideradas con ries- 34. Para las mujeres con 2 o más pérdidas
go de preeclampsia, se recomiendan fetales, pero sin trombofilia ni AAF, no
bajas dosis de AAS durante el embara- se recomienda profilaxis antitrombótica
zo, empezando el tratamiento en el se- (grado 1B).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

Uno de los cambios más importantes entre trombina y del FXa durante la lactancia ma-
la IX y la VIII Conferencia es la supresión de terna; sin embargo, no se contraindica el
la utilización de HNF tanto en la prevención AAS a bajas dosis cuando está indicado por
de la ETV como en su tratamiento. causa cardiovascular.
En el apartado de complicaciones feta- Aunque no hay datos publicados sobre
les de la terapia antitrombótica durante el la excreción del fondaparinux en la leche hu-
embarazo, se reduce el texto relativo al uso mana, ni sobre su efecto en los neonatos,
del danaparoide por haberse retirado del ni sobre su posible absorción en el tracto in-
mercado de EE. UU., en 2002, este medi- testinal de los neonatos, se desaconseja su
camento. utilización durante la lactancia materna, si-
En este apartado, se ha añadido la ex- guiendo las recomendaciones de los fabri-
posición del útero a los nuevos fármacos cantes de este fármaco.
antitrombóticos activos por vía oral y a los En estas nuevas recomendaciones,
inhibidores directos de la trombina (dabiga- se ha introducido por primera vez el apar-
trán) o del FXa (rivaroxabán, apixabán, en- tado de TRA y ETV. Si bien son pocos los
doxabán, etc.). Evidentemente estos nue- estudios sobre este campo, no se reco-
vos fármacos están contraindicados en la mienda efectuar tromboprofilaxis, de for-
mujer embarazada por falta de estudios en ma generalizada, durante la aplicación de
este campo. estas tecnologías. Sólo se recomienda en
El capítulo dedicado al uso de anticoa- caso de que aparezca un SHO severa. En
gulantes durante la lactancia materna se ha dicho caso, se sugiere la administración de
extendido considerablemente e incluye los HBPM a dosis profilácticas durante los 3
nuevos anticoagulantes orales inhibidores meses posteriores a la resolución de dicho
directos de la trombina (dabigatrán) y los in- síndrome.
hibidores del FXa (rivaroxabán). Asimismo, En el ámbito de la cesárea y la ETV, se
se ha ampliado el apartado de la eliminación aporta una interesante tabla sobre los fac-
por la leche materna de AAS. tores de riesgo mayores y menores duran-
En las nuevas recomendaciones se des- te el posparto, que ayudan a tomar deci-
aconseja la utilización de inhibidores de la siones sobre qué tipo de tromboprofilaxis

272
J. Fontcuberta

debe aconsejarse después de una cesárea. largo plazo), se sugiere profilaxis de ETV a
Se especifica que si hay contraindicaciones dosis profilácticas o intermedias de HBPM
a la anticoagulación se utilicen medios me- en el anteparto. Esta recomendación de las
cánicos de profilaxis antitrombótica (me- actuales guías resume las recomendacio-
dias de compresión progresiva o compre- nes de las guías anteriores, es más explíci-
sión neumática intermitente). ta en detallar las situaciones de alto riesgo
Para las mujeres seleccionadas de alto de ETV y suprime también la presencia de
riesgo de ETV en las cuales persistan los trombofilia como factor de riesgo de nuevas
factores de riesgo después del parto, se su- recurrencias.
giere, en estas recomendaciones, prolon- En la 9.ª edición de la guía se introdu-
gar la profilaxis hasta la 6.ª semana del pos- ce una nueva recomendación para preve-
parto. En las anteriores recomendaciones nir las recurrencias en el posparto de las
se sugería profilaxis posparto durante un mujeres con antecedentes previos de ETV.
periodo de 4-6 semanas. Se trata de la recomendación 21, que in-
Como ya se ha comentado anteriormen- cluye en el posparto las dosis profilácticas
te, en el tratamiento de la ETV aguda duran- o intermedias de HBPM o los AVK con un
te el embarazo, se recomienda HBPM a do- INR de 2-3, hasta la 6.ª semana de pospar-
sis ajustadas por vía s.c. en lugar de HNF to. En las anteriores guías esta recomen-
por vía e.v. dación, en algunos apartados, quedaba di-
En las actuales recomendaciones, en fuminada con el término anticoagulantes
las mujeres embarazadas con ETV en fase en el posparto.
aguda se sugiere que la anticoagulación se Los conceptos de trombofilia confirma-
continúe como mínimo hasta la 6.ª semana da por laboratorio o trombofilia de alto ries-
de posparto, pero la duración total del trata- go (deficiencia de AT, positividad persisten-
miento se acorta a 3 meses en lugar de a te para AAF, doble heterocigosidad para la
6 meses, como se recomendaba en las an- variante de la protrombina G20210A y para
teriores guías. el factor V Leiden u homocigosidad para es-
Para las mujeres embarazadas de bajo tas 2 mutaciones) presentes y condicio-
riesgo de ETV con antecedentes de un nantes de actitudes terapéuticas, en las
evento de ETV asociado a un factor de ries- anteriores guías, en las actuales han des-
go transitorio no relacionado con el emba- aparecido. En general, en las actuales guías
razo ni con tratamiento con estrógenos, se se otorga un valor moderado-bajo a las ac-
sugiere vigilancia clínica durante el antepar- tuales trombofilias como factores de riesgo
to. En este redactado actual se ha excluido de recurrencias de ETV.
el hecho de que no presenten trombofilia, En estas nuevas guías, se da un valor
que sí estaba contemplado en las anterio- importante a la historia familiar positiva para
res guías. eventos de ETV. Así pues, la asociación de
Para las mujeres embarazadas con mo- trombofilia con antecedentes familiares po-
derado o alto riesgo de recurrencias de sitivos para ETV tiene un peso importante
ETV (ETV aislada no provocada, o relacio- para recomendar la profilaxis en el antepar-
nada con embarazo o terapia con estróge- to y en el posparto.
nos, múltiples episodios de ETV no pro- En relación con las trombofilias, en las
vocados que no reciben anticoagulación a nuevas guías (véanse recomendacio-

273
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

nes 25-28) sólo cobran valor protrombóti- AAF, con criterios biológicos y clínicos, en la
co las homocigosis para la mutación de la recomendación 31, relativa a las pérdidas
protrombina G20210A y la homocigosis del del embarazo (3 o más). En este caso, se re-
factor V Leiden acompañadas de historia fa- comienda HBPM a dosis profilácticas o in-
miliar positiva para ETV. Para todas las otras termedias en el anteparto, combinadas con
trombofilias, sin antecedentes previos de bajas dosis de AAS (75-100 mg/día).
ETV y sin historia familiar positiva para ETV, El Capítulo 10, relativo a complicacio-
no se aconseja profilaxis farmacológica en nes del embarazo y trombofilia, en las ac-
el anteparto ni en el posparto, sino sólo vi- tuales guías está ampliamente desarrolla-
gilancia clínica. do en comparación con las anteriores. Las
En el caso de “todas las otras trombofi- principales conclusiones son: a) investigar
lias” con historia familiar positiva de ETV y la presencia de AAF en las mujeres con 3
sin ETV previas, se aconseja profilaxis en el o más pérdidas tempranas del embarazo;
posparto con HBPM a dosis intermedias o b) en las mujeres con historia de compli-
profilácticas o AVK con INR de 2-3, excep- caciones del embarazo, no realizar estu-
to en los casos de deficiencias de proteí- dio de trombofilia congénita; c) en las mu-
na C o S. jeres con trombofilia hereditaria e historia
Todo el apartado 8-1 de las guías de la de complicaciones del embarazo, no reali-
VIII Conferencia de 2008, relativo al riesgo zar profilaxis antitrombótica.
de ETV en las mujeres embarazadas con En el Capítulo 11, de seguimiento de las
trombofilia, en las actuales guías ha sido mujeres con historia de preeclampsia o pér-
sustituido por lo contemplado en las reco- didas fetales recurrentes sin trombofilia, se
mendaciones 25-28. Todo ello implica una recomiendan, para las mujeres con riesgo
reducción de la relevancia de la trombofilia de desarrollar preeclampsia, bajas dosis de
hereditaria en el riesgo de ETV. AAS a iniciar en el segundo trimestre del
En las actuales guías, la presencia del embarazo. En las guías anteriores se reco-
síndrome AAF en mujeres embarazadas mendaban bajas dosis de AAS durante todo
asociado a trombosis venosas o arteriales el embarazo desde el inicio del mismo.
no queda contemplada en lo relativo a la ne- No se recomienda realizar profilaxis an-
cesidad de realizar profilaxis antitrombótica titrombótica en las mujeres con 2 o más
durante el anteparto y el posparto. En las pérdidas fetales sin AAF y sin trombofilia
actuales guías, sólo se habla del síndrome conocida.

Comentario

En la actualidad, está cobrando gran rele- HBPM durante el embarazo. Recientemen-


vancia la adherencia de las mujeres emba- te, J. Patel et al.(13) han publicado datos de
razadas al tratamiento o a la profilaxis con una cohorte prospectiva de 95 mujeres

274
J. Fontcuberta

embarazadas tratadas con enoxaparina por derado por K. Rova et al.(15). Se trata de un
diferentes razones. La adherencia al trata- estudio poblacional realizado en Suecia,
miento se investigó revisando diariamente durante el periodo 1999-2008, que englo-
la medicación y mediante controles de la- ba a 964.532 partos y en el que se inves-
boratorio. A todas las pacientes se les su- tiga la ETV en el primer trimestre del em-
ministró un cuestionario adaptado sobre barazo en el grupo con FIV frente al grupo
ventajas del tratamiento con HBPM. El de no FIV. En el grupo de FIV se incluye-
97,92% de las pacientes presentaron una ron 19.194 mujeres, y en el grupo de no
adherencia positiva al tratamiento durante FIV, 935.338. Los resultados de este estu-
el periodo del anteparto. En el posparto la dio muestran que la incidencia de ETV en
adherencia fue de un 93,37%. Estos resul- el primer trimestre en las mujeres con FIV
tados sugieren una alta adherencia al tra- es del 0,2%, 10 veces más alta que en la
tamiento con enoxaparina durante el em- población con no FIV, y que el 6-7% de los
barazo, particularmente en el periodo del embarazos con FIV se complican con un
anteparto. SHO. Las pacientes con SHO tienen 100
En estas nuevas recomendaciones se veces más riesgo de desarrollar ETV que
ha introducido un nuevo apartado relativo las mujeres que realizan FIV y no desa-
a la utilización de TRA y ETV. Este tema es rrollan SHO, que sólo tienen 5 veces más
de suma importancia por el creciente nú- riesgo de ETV.
mero de mujeres que precisan de estas Las conclusiones de este estudio son
tecnologías para lograr una descendencia. que el tratamiento de mujeres con SHO con
Sobre el tema de si las trombofilias HBPM, a dosis profilácticas, durante el pri-
congénitas o adquiridas juegan algún pa- mer trimestre y el tratamiento de los casos
pel en la implantación del embrión o en de alto riego de desarrollar SHO con em-
la placentación, recientemente A. Steinvil briones congelados pueden conducir a una
et  al.(14) han analizado retrospectivamen- disminución del riesgo de desarrollar ETV
te una cohorte de 594 mujeres sometidas durante la FIV.
a fertilización in vitro (FIV) y con trombofi- Las conclusiones de este estudio esta-
lia conocida, frente a 637 mujeres fértiles rían en consonancia con las recomendacio-
sin ETV y sin trombofilia. Los resultados de nes de la IX Conferencia del ACCP, de 2012.
este estudio muestran que ninguna de las Desde hace tiempo se ha desarrolla-
trombofilias más comunes se halla asocia- do la hipótesis de que las bajas dosis de
do al número de ciclos de FIV ni a ratios AAS podrían facilitar la implantación y pla-
de menor fertilidad. Así pues, según este centación en la FIV o en la inyección intra-
estudio, la hipercoagulabilidad no está aso- citoplástica de esperma. El grupo de F. Den-
ciada a un fallo para alcanzar el embarazo. tali et al.(16) ha realizado un metaanálisis de
Desde hace algunos años se ha inicia- los estudios publicados sobre el tema hasta
do un importante debate sobre el posible noviembre de 2011. Los resultados de este
incremento de la incidencia de ETV duran- metaanálisis sugieren que las bajas dosis
te la FIV y, sobre todo, por el incremen- de AAS no mejoran la FIV ni la inyección in-
to del SHO asociado a trombosis arterial tracitoplasmática de esperma, en términos
o venosa. Recientemente se ha publicado de alcanzar un mayor número de embara-
un interesante estudio sobre este tema, li- zos a término.

275
TEV, trombofilia, terapéutica antitrombótica y embarazo

En relación con las mujeres trombofíli- todo el embarazo y hasta la 6.ª semana del
cas congénitas o adquiridas, en las actuales posparto. Esta pauta terapéutica indicada
guías, se les da muy poco valor como facto- para los déficits de AT también la hacemos
res de riesgo de ETV. Los autores de estas extensible a los déficits de proteínas C y S
guías no incluyen las deficiencias de los in- con un número importante de miembros de
hibidores naturales de la coagulación (AT y la familia afectos de ETV, a los déficits com-
proteínas C y S) ni los déficits combinados binados con abundante expresión clínica
o asociados a heterocigosis simple o combi- trombótica en la familia y al síndrome anti-
nada de las mutaciones del factor V Leiden fosfolipídico con antecedentes de pérdidas
o de la protrombina G20210A como factores fetales y/o trombosis venosas y arteriales.
de riesgo relevantes de ETV en pacientes Recientemente, un estudio observacio-
con o sin antecedentes personales de ETV. nal sobre 1.011 embarazos en 416 mujeres
Según los autores de estas guías, la con trombofilia (mutaciones del factor V Lei-
no inclusión de las trombofilias congéni- den y/o protrombina G20210A) tratadas con
tas (excepto las homocigosis para la muta- HBPM con o sin ASA 100 mg/día por com-
ción del factor V Leiden y de la protrombi- plicaciones del embarazo (36%), por ante-
na G20210A) o adquiridas como factores de cedentes familiares o personales de ETV
riesgo de ETV se debe a la falta de estudios (28%) o arterial (18%) y por diagnóstico in-
o a la baja calidad de estos estudios (diag- cidental (18%) sugiere que las HBPM redu-
nósticos no objetivos en déficits de inhibi- cen las pérdidas fetales y el riesgo de ETV
dores naturales (AT y proteínas C y S), así en este tipo de pacientes.
como a una sobreestimación del riesgo de En relación con el tema de si las HBPM
ETV de estas deficiencias. con o sin AAS mejoran el número de naci-
De acuerdo con nuestra propia experien- mientos vivos en las mujeres embarazadas
cia, debemos manifestar que es muy difícil con trombofilia, una reciente revisión siste-
realizar estudios bien aleatorizados y contro- mática(17) que analiza los datos publicados
lados en los pacientes y familiares con défi- entre los años 2000 y 2010 no recomienda
cits de inhibidores naturales de la coagula- el uso de HBPM en esta indicación. Sin em-
ción, ya que una gran mayoría de ellos (sobre bargo, hay que resaltar que en esta revisión
todo los déficits de AT y algunas familias de se rechazan muchos estudios por diferen-
déficits de las proteínas C y S) están bajo tra- tes razones, y el número final de pacientes
tamiento anticoagulante por haber presenta- analizados es relativamente reducido.
do diferentes episodios de ETV. Sobre el tema de la utilización de AAS
En el caso particular de las deficien- en la prevención de preeclampsia en las
cias de AT, sobre todo en las de tipo I, tan- mujeres de alto riesgo, se ha realizado un
to las aisladas como las combinadas con estudio controlado (PREDO) y un metaaná-
otras trombofilias, nuestra conducta es rea- lisis de estudios aleatorizados. En el estu-
lizar tratamiento anticoagulante a largo pla- dio PREDO se incluyeron 152 mujeres con
zo después del primer evento de ETV. En factores de riesgo para preeclampsia y eco-
los casos en que la mujer está embarazada, Doppler arterial uterino patológico. Fueron
con déficit de AT y sin antecedentes de ETV, tratadas con AAS 100 mg/día o placebo, y el
nuestra conducta es la profilaxis de ETV con estudio se inició dentro del primer trimes-
dosis medias o ajustadas de HBPM durante tre del embarazo. Debido al limitado tama-

276
J. Fontcuberta

ño de este estudio, los resultados del mis- gosis para la mutación del factor V Leiden y
mo se sumaron a los de un metaanálisis de protrombina G20210A).
estudios aleatorizados de las mismas carac- En el estudio NOH-PE, también se ha in-
terísticas. En el estudio PREDO, las dosis vestigado la asociación de enoxaparina más
de 100 mg de AAS no redujeron el núme- AAS para la prevención secundaria de com-
ro de preeclampsias. Sin embargo, los da- plicaciones vasculares placentarias en mu-
tos del metaanálisis sugieren que las bajas jeres con preeclampsia severa. Se incluye-
dosis de AAS iniciadas después de la 16.ª ron 224 mujeres con antecedentes previos
semana de embarazo reducen el riesgo de- de preeclampsia severa y se aleatorizaron
preeclampsia(18). para enoxaparina (4.000 UI/día) o no enoxa-
Se ha realizado otro estudio sobre la uti- parina. Todas ellas recibieron AAS a la dosis
lización de HBPM más AAS en la preven- de 100 mg/día, y el inicio de la enoxaparina
ción temprana de la preeclampsia en muje- se efectuó cuando se confirmó la positivi-
res con trombofilia hereditaria (FRUIT-RCT) dad del embarazo. El objetivo primario del
sin presencia de AAF(19). En este estudio estudio fue el compuesto por al menos un
se incluyen 139 mujeres embarazadas an- caso de: preeclampsia, abruptio de placen-
tes de la 12.ª semana de embarazo que fue- ta, retraso de crecimiento fetal o pérdida fe-
ron aleatorizadas para recibir HBPM (dalte- tal después de la 20.ª semana. Los resulta-
parina 5.000 UI a dosis ajustadas) más 80 dos muestran que la enoxaparina se asoció
mg de AAS o AAS solo, también a la dosis con una menor frecuencia del objetivo pri-
de 80 mg/día. Los resultados de este es- mario del estudio: 8,9% (10/112 vs. 28/112);
tudio indican que la combinación de HBPM p = 0,004. En el grupo de la enoxaparina no
más AAS reduce los desórdenes hipertensi- se presentaron complicaciones hemorrági-
vos tempranos (antes de la semana 34.ª del cas mayores ni HIT.
embarazo) (diferencia de riesgo: 8,7% [1,9- Este estudio piloto muestra que la
15,5%]; p = 0,012; NNT [número de pacien- enoxaparina, administrada en los prime-
tes que es necesario tratar para prevenir un ros días del segundo embarazo, reduce las
evento adverso] = 12) en las mujeres con complicaciones vasculares placentarias en
trombofilia (déficits de proteínas C y S, re- mujeres con preeclampsia severa en el pri-
sistencia a la proteína C activada, heteroci- mer embarazo(20).

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278
Capítulo 15

Tratamiento antitrombótico
en recién nacidos y niños con enfermedad
tromboembólica venosa
M.ª Fernanda López Fernández
Unidad de Hemostasia y Trombosis.
Servicio de Hematología y Hemoterapia.
Complejo Hospitalario Universitario A Coruña

Estado actual del tema

La enfermedad tromboembólica venosa polaciones de la evidencia disponible en la


(ETV) en la edad pediátrica, a pesar del in- edad adulta. Sin embargo, esta extrapola-
cremento observado en los últimos años, ción, en muchas circunstancias, puede ser
es poco frecuente, lo que dificulta el desa- inapropiada debido a que la fisiopatología, la
rrollo de estudios específicos sobre la efi- epidemiología, la respuesta farmacológica
cacia y seguridad de los agentes antitrom- de los fármacos y las secuelas de la trom-
bóticos. Aproximadamente un 50% de los bosis a largo plazo varían entre los adultos,
antitrombóticos que se utilizan en la prác- los neonatos y los niños. Afortunadamente,
tica diaria no han sido aprobados para su la introducción de recientes iniciativas regu-
utilización en esta población, lo que refleja ladoras va a favorecer la realización de estu-
la escasez de evidencia directa disponible. dios clínicos específicos con anticoagulan-
Por ello, las recomendaciones de la IX Con- tes seleccionados en la edad pediátrica.
ferencia de Consenso del American Colle- El presente capítulo se ha dividido en tres
gen of Chest Physicians (ACCP) efectuadas partes. En la primera se detallan, en base a la
por Monagle et al.(1) sobre el uso de agentes evidencia disponible, las diferencias en la in-
antitrombóticos en la edad pediátrica conti- teracción de los agentes antitrombóticos y el
núan en gran medida basándose en extra- sistema hemostático entre adultos y niños.

279
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

Se describen aspectos pediátricos específi- ma hemostático que modifica la frecuencia


cos de: mecanismos de acción, rangos te- y la historia natural de la ETV y la respuesta
rapéuticos, dosificación, monitorización, fac- a los agentes terapéuticos; 3) la distribución,
tores que influyen en la dosis respuesta y unión a otras proteínas y aclaramiento de los
efectos adversos de los anticoagulantes. En anticoagulantes dependientes de la edad; 4)
la segunda parte se indican las recomenda- la frecuencia y tipo de enfermedades inter-
ciones basadas en la evidencia, sobre la te- currentes y medicaciones concomitantes;
rapia anticoagulante en la ETV, profundizan- 5) la necesidad de utilizar anestesia general
do en sus localizaciones clínicas específicas. para efectuar estudios diagnósticos, lo que
En la tercera y última parte se destacarán las influye en las decisiones terapéuticas; 6) los
diferencias más relevantes entre esta nueva accesos vasculares limitados, que dificultan
edición del ACCP y la previa. Aunque en el la monitorización y conllevan la colocación
capítulo original del ACCP también se apor- de catéteres venosos centrales (CVC), pri-
ta extensa información sobre otros aspectos mera causa de ETV en la edad pediátrica; 7)
como la trombosis arterial, la enfermedad la inexistencia de formulaciones específicas,
valvular o las cardiopatías congénitas, por no especialmente para los antagonistas de la vi-
ser estos temas objeto de esta monografía, tamina K (AVK) (no disponible en preparados
no serán comentados. en suspensión) y las heparinas de bajo peso
El término pacientes pediátricos se refiere molecular (HBPM) (disponibles en jeringas
a todos los neonatos y niños (desde el recién precargadas basadas en el peso de indivi-
nacido hasta los 18 años). Se utiliza el térmi- duos adultos); 8)  las diferencias dietéticas,
no neonatos, corregido teniendo en cuenta la especialmente en los neonatos, y la lactan-
edad gestacional, para el periodo comprendi- cia materna o artificial, en las que varían las
do entre el nacimiento y los 28 días, y se con- concentraciones de vitamina K; y 9) la mayor
sideran niños los pacientes con edades entre concienciación sobre las implicaciones so-
28 días y 18 años. Desde la perspectiva del ciales, éticas y legales, que pueden interferir
tratamiento antitrombótico y las recomenda- en la toma de las decisiones más adecuadas.
ciones de la guía, la edad en la cual los adoles-
centes deben considerarse adultos continúa
siendo motivo de controversia, y depende de 1.1. Heparina no fraccionada
las normativas locales. Los datos sobre el tra-
tamiento de adultos jóvenes (18-25 años) es- La heparina no fraccionada (HNF) se utiliza
tán escasamente representados en las reco- con frecuencia en los pacientes pediátricos.
mendaciones de adultos. Se estima que un 15% de los niños ingre-
sados en hospitales terciarios reciben cada
día HNF.
1. Terapia antitrombótica
en los pacientes pediátricos
1.1.1. Mecanismo de acción
El uso de agentes antitrombóticos en pacien-
tes pediátricos varía del de los adultos por di- Los factores específicos que pueden modi-
ferentes motivos: 1) diferente epidemiología ficar la actividad de la HNF en los niños se
de la ETV; 2) el carácter dinámico del siste- indican en la Tabla 1. Las implicaciones clí-

280
M.F. López Fernández

Tabla 1. Factores específicos que modifican la actividad de la HNF en niños

Factor Diferencias relacionadas con la edad Evidencia

El catabolismo de la trombina Niveles reducidos de AT y protrombina Grado de evidencia fuerte


y el FXa por la HNF está mediatizado
por la AT Capacidad de generación de trombina Grado de evidencia fuerte
reducida

Diferente actividad anti-IIa y anti-Xa Grado de evidencia moderado


en relación con la edad

Unión de la HNF a las proteínas Alteraciones en la unión plasmática Grado de evidencia moderado
plasmáticas, que limita la actividad a proteínas
de la HNF libre

Liberación endotelial de TFPI Diferencias en la cantidad de TFPI Grado de evidencia moderado


liberado para la misma cantidad de HNF

IIa: factor II activado o trombina; TFPI: inhibidor de la vía del factor tisular

nicas de estos cambios sobre la dosis, mo- fusión en el 90% de los niños. Las dosis
nitorización, eficacia y seguridad continúan recomendadas de mantenimiento en la per-
sin conocerse totalmente. fusión continua son: 28 U/kg/h en los meno-
res de 2 meses, 20 U/kg/h en los > 1 año, y
18 U/kg/h en los escolares.
1.1.2. Dosis y rango terapéutico

El rango terapéutico en los neonatos y ni- 1.1.3. Monitorización


ños se desconoce. En la práctica clínica,
los resultados del tiempo de tromboplasti- Ante la falta de correlación entre los niveles
na parcial activado (TTPA) se emiten extra- de anti-FXa y el TTPA, y aunque la evidencia
polándolos de rangos obtenidos en adultos, es limitada, en la práctica se utilizan los ni-
que se correlacionan con niveles de anti- veles de anti-FXa en los menores de 1 año.
factor X activado (anti-FXa) de 0,35 a 0,7 U/
mL. Esto no es correcto porque el TTPA ba-
sal en los neonatos puede estar aumenta- 1.1.4. Efectos adversos
do y los rangos terapéuticos reflejar un nivel
de anticoagulación menor. En estudios re- Se desconoce la incidencia de complicacio-
cientes se ha observado que los rangos de nes hemorrágicas en los niños. En un es-
TTPA que se correlacionan con niveles de tudio de cohortes se observaron hemorra-
anti-FXa de 0,35 a 0,7 U/mL varían signifi- gia mayores en el 1,5% (IC 95%: 0,0-8,3%).
cativamente con la edad(2). Las diferencias Sin embargo, muchos niños incluidos en
aumentan en los niños con niveles endóge- este estudio recibieron dosis infraterapéu-
nos de antitrombina (AT) reducidos. Con un ticas. En otro estudio en el que se incluye-
bolo inicial de 75-100 U/kg se consiguen ni- ron 38 niños, la tasa de hemorragias fue del
veles terapéuticos a las 4-6 horas de la in- 24% (IC 95%: 11-40%). Una causa frecuen-

281
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

Tabla 2. Dosis de HBPM recomendadas en los pacientes pediátricos(1)


Fármaco Dosis terapéutica inicial Dosis profiláctica inicial

Enoxaparina
Dosis ajustada por edad (mg/kg/12 h)a:
• < 2 meses 1,5 0,75
• > 2 meses 1 0,5

Dalteparina
Dosis para todas las edades
129 ± 43 92 ± 52
(UI/kg/24 h)b

Tinzaparina
Dosis ajustadas por edad (UI/kg/24 h):
• 0-2 meses 275
• 2-12 meses 250
• 1-5 años 240
• 5-10 años 200
• 10-16 años 175
a
La enoxaparina tiene 110 U/mg de anti-FXa
b
La dalteparina tiene 100 U/mg de anti-FXa (media ± DE)

te de hemorragias en los neonatos fueron los anticoagulantes de elección para la pro-


las sobredosificaciones por errores acciden- filaxis y el tratamiento de la ETV en la edad
tales al calcular la dosis a partir de viales de pediátrica. Aunque el efecto anticoagulante,
5.000 U/mL. La incidencia de trombocitope- cuando se dosifican ajustadas al peso, es
nia inducida por heparina (HIT) oscila entre menos predecible y está más reducido que
el 0% y el 2,3%. en los adultos, las heparinas de bajo peso
molecular (HBPM) posen las siguientes
ventajas: requieren menos monitorizacio-
1.1.5. Tratamiento de la hemorragia nes, tienen escasa interferencia con otros
inducida por heparina fármacos y con la dieta, y la incidencia de
HIT y osteoporosis es menor.
Debido al rápido aclaramiento de la HNF en
los niños, en la mayoría de los casos es su-
ficiente suspender la HNF. Si se requiere re- 1.2.1. Mecanismo de acción
versión inmediata, se administrará sulfato
de protamina teniendo en cuenta la dosis Ejercen su acción, también a través de la AT,
de HNF administrada en las 2 horas previas. inhibiendo principalmente el FXa.

1.2. Heparinas de bajo peso 1.2.2. Dosis, rango terapéutico


molecular y monitorización

A pesar de que la evidencia sobre su efi- Las dosis terapéuticas iniciales, extrapola-
cacia en niños es limitada, las HBPM son das de los adultos, se basan en los niveles

282
M.F. López Fernández

Tabla 3. Protocolo de anticoagulación con AVK en los pacientes pediátricos(1)


INR Dosis

Día 1 1,0-1,3 0,2 mg/kg

1,1-1,3 Repetir dosis inicial


1,4-1,9 50% de la dosis del día 1
Días 2-4 2-3 50% de la dosis del día 1
3,1-3,5 25% de la dosis del día 1
> 3,5 Suspender hasta INR < 3,5; después, reiniciar con el 50% de la dosis previa

1,1-1,4 Incrementar la dosis un 20%


1,5-1,9 Incrementar la dosis un 10%
Mantenimiento 2-3 Mantener la misma dosis
3,1-3,5 Disminuir la dosis un 10%
> 3,5 Suspender hasta INR < 3,5 y reiniciar con un 20% menos de la dosis previa

de anti-FXa, sugiriéndose un rango com- rización de las dosis profilácticas (Tabla 2)


prendido entre 0,50 y 1 U/mL, obtenido en el rango de anti-FXa establecido es de 0,1
una muestra extraída a las 4-6 horas de la a 0,3 U/mL(4).
administración de la HBPM. El significado
clínico de los resultados obtenidos in vitro
no ha sido establecido. En la Tabla  2 se 1.2.3. Efectos adversos
muestran las dosis iniciales con las cuales
se alcanzará con mayor probabilidad el ran- La hemorragia es la complicación más fre-
go terapéutico. Sin embargo, debido a que cuente, sobre todo en los neonatos, con
se observan importantes variaciones inte- una incidencia que oscila entre el 4,8% y
rindividuales en los niveles de anticoagula- 8,1%. No existen datos sobre la frecuencia
ción para una misma dosis, se sugiere que de osteoporosis, HIT u otras reacciones de
en niños y neonatos es necesaria la moni- hipersensibilidad.
torización rutinaria del anti-FXa. Los niños
< 3 años o que pesen menos de 5 kg re-
quieren mayores dosis, debido a un incre- 1.2.4. Tratamiento de la hemorragia
mento en el volumen de distribución, a una
farmacocinética alterada de la heparina y/o Aunque las concentraciones equimolares
a una disminución de la expresión de la ac- de sulfato de protamina neutralizan sólo
tividad anticoagulante secundaria a los ni- parcialmente la actividad anti-FXa, su admi-
veles reducidos de AT. Un estudio prospec- nistración generalmente controla el episo-
tivo de cohortes no aleatorizado en niños dio hemorrágico.
con trombosis venosa profunda (TVP) ha
puesto en evidencia que una dosis diaria
de 1,5 mg/kg de enoxaparina, después de 1.3. Antagonistas de la vitamina K
7-14 días de tratamiento inicial con dos do-
sis diarias, es igual de eficaz y segura que Reducen la concentración plasmática fun-
la dosis de 1 mg/kg/12 h(3). Para la monito- cional de los factores vitamina  K-depen-

283
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

dientes (II, VII, IX y X). Su administración en una buena correlación entre los INR obteni-
la infancia, especialmente en los neonatos, dos por venopunción y punción capilar.
es problemática por varias razones: porque
los niveles de los factores dependientes de
la vitamina K se encuentran reducidos de 1.3.3. Efectos adversos
forma fisiológica en los recién nacidos, por
la administración profiláctica de suplemen- La hemorragia es la principal complicación
tos de vitamina K, por su presentación ex- con un riesgo/paciente/año del 0,05% al
clusivamente en tabletas, por la necesidad 12,2% (IC 95%: 4,1-26,2). Otras complica-
de monitorización, y por la escasa informa- ciones poco frecuentes son calcificaciones
ción sobre su eficacia y seguridad en este traqueales, alopecia, necrosis cutáneas y
periodo(1). desmineralización ósea.

1.3.1. Dosis y rango terapéutico 1.3.4. Tratamiento de la hemorragia

La capacidad del plasma de los niños para En niños con INR > 8 sin diátesis hemorrá-
generar trombina está reducida un 25% gica se administrará vitamina K i.v. a dosis
más que la de los adultos, lo que sugiere de 30 µg/kg. En caso de hemorragia signi-
que tal vez el rango terapéutico óptimo en ficativa, está indicada la administración de
los niños sea inferior. Sin embargo, ante concentrado del complejo protrombínico
la inexistencia de estudios que confirmen (CCP) o factor VII activado recombinante.
esta hipótesis, los rangos de anticoagu-
lación se extrapolan de las recomenda-
ciones efectuadas en los adultos. Para la 1.4. Agentes trombolíticos
mayoría de las indicaciones se estima un
rango de índice normalizado internacional Son agentes que convierten el plasmi-
(INR) de 2 a 3. Los cumarínicos se inician mógeno en plasmina, enzima que degra-
con una dosis de 0,2 mg/kg, con ajustes da la fibrina en productos de degradación.
posteriores según nomogramas estable- Al nacer, la concentración de plasminóge-
cidos (Tabla 3). no es un 50% inferior a la del adulto, lo
que conlleva un enlentecimiento de la ge-
neración de plasmina y una reducción del
1.3.2. Monitorización efecto trombolítico. En la edad pediátrica
no existen estudios que comparen la efi-
La monitorización de los AVK en los niños cacia, la seguridad y el coste de los dife-
es difícil porque se requieren ajustes de las rentes agentes trombolíticos: la estreptoci-
dosis frecuentes. Sólo un 10-20% de los ni- nasa, la urocinasa y el activador tisular del
ños pueden ser tratados con seguridad con plasminógeno (t-PA). El t-PA es el agente
un único control mensual. La determinación de elección por su mayor especificidad por
del INR puede efectuarse por punción veno- la fibrina y menor inmunogenicidad. No se
sa o por punción capilar utilizando coaguló- ha demostrado su eficacia y seguridad en
metros portátiles. En los niños se observa niños con trombosis venosa(5).

284
M.F. López Fernández

1.4.1. Contraindicaciones gias mayores se debe suspender el agente


trombolítico y administrar antifibrinolíticos,
Existen contraindicaciones bien definidas concentrados de fibrinógeno y los hemode-
para el uso de agentes trombolíticos en rivados necesarios.
adultos, las cuales deben ser tenidas tam-
bién en cuenta en niños.
1.5. Tratamiento quirúrgico

1.4.2. Dosis, rangos y monitorización 1.5.1. Interrupción de la vena cava

No se ha establecido la dosis óptima de nin- No existen guías específicas sobre el uso


guno de los agentes en la edad pediátrica. Se de filtros en la vena cava inferior (VCI) en
utilizan, para restaurar la permeabilidad de los niños, por lo que debe valorarse el riesgo/
catéteres, a dosis bajas (0,5 mg de t-PA en ni- beneficio de forma individualizada en cada
ños < 10 kg de peso y 1 mg para aquéllos con caso. Cuando se indiquen, los filtros tempo-
más de 10 kg, diluido en suero salino al 0,9). rales son la mejor opción.
Las dosis en ETV son de 0,1-0,6 mg/kg/h(1). Al
no existir una correlación entre las variables
hemostáticas y la eficacia/seguridad de los 1.5.2. Trombectomía mecánica
agentes trombolíticos, la monitorización siste-
mática no es de utilidad para predecir el ries- Tampoco existen estudios controlados que
go hemorrágico. Sin embargo, en niños con comparen la trombectomía con el tratamien-
complicaciones hemorrágicas, la determina- to convencional, ni guías específicas sobre su
ción del nivel de fibrinógeno (límite inferior: uso en niños, pero sí un consenso general de
100 mg/dL) es el método más simple para la que las recurrencias y el daño vascular a largo
elección de productos sanguíneos. plazo son elevados. En la mayoría de los ca-
sos es necesario asociar anticoagulantes.

1.4.3. Efectos adversos


2. Recomendaciones del
La complicación más frecuente son las he- tratamiento antitrombótico
morragias. Se estima una incidencia de en- en situaciones clínicas
tre el 11,5% y el 39% de hemorragias graves específicas
y hasta del 68% en hemorragias menores
relacionadas preferentemente con procedi- 2.1. Enfermedad tromboembólica
mientos invasivos. Un 1,5% de los pacientes venosa en neonatos
presentan hemorragias intracraneales (HIC).
La incidencia de la morbimortalidad de la ETV
en neonatos se desconoce y se relaciona con
1.4.4. Tratamiento de la hemorragia la localización de la trombosis. La mayor inci-
dencia en neonatos < 1 año se observa en
En los casos leves puede ser suficiente presencia de factores de riesgo subyacentes.
la compresión local, pero en las hemorra- Entre las secuelas clínicas se incluyen: el sín-

285
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

drome postrombótico (SPT), el quilotórax, la con medidas conservadoras(6). La tasa de re-


hipertensión portal, las varices y el accidente currencias es baja y las alteraciones en los
cerebrovascular (ACV) como consecuencia de estudios de trombofilia no predicen la recu-
la presencia de foramen oval permeable en rrencia ni la evolución clínica, por lo que su
los neonatos. El embolismo paradójico puede realización en la fase aguda no es de ayu-
ocurrir en el momento de la retirada del CVC. da. El uso de anticoagulantes continúa sien-
Evidencia: Al no existir estudios controlados do motivo de controversia, ante la ausencia
sobre las diferentes modalidades terapéuti- de evidencia directa sobre su beneficio.
cas, las recomendaciones se basan nece-
sariamente en la extrapolación de datos de
las guías clínicas en adultos, registros, ca- 2.3. Profilaxis en neonatos
sos individuales y en la experiencia adquirida con catéter venoso central
en la práctica clínica. Las opciones terapéu-
ticas incluyen la anticoagulación con HNF o La infusión continua de 0,5 U/kg/h de HNF
HBPM, los agentes fibrinolíticos o la cirugía. reduce el riesgo de trombosis del catéter
En ocasiones, deben utilizarse únicamen- (RR: 0,28; IC 95%: 0,15-053)(7) y las infeccio-
te medidas de soporte tras valorar de forma nes relacionadas con el mismo (RR: 0,57;
individualizada el balance riesgo/beneficio. IC 95%: 0,32-0,98)(8). La administración lo-
Aunque la frecuencia de embolismo paradó- cal de t-PA (0,1-2 mg) o urocinasa permite
jico es reducida, muchos clínicos demoran la restaurar la permeabilidad de los catéteres
retirada del CVC hasta transcurridos 3-5 días trombosados en el 50-90% de los casos(9).
del inicio del tratamiento anticoagulante.

2.4. Trombosis de los senos


2.2. Trombosis de la vena renal venosos cerebrales en los
en neonatos neonatos

Es la localización más común de trombosis La incidencia en los neonatos es, al menos, de


venosa espontánea en los neonatos. El cua- 2,6/100.000. El cuadro clínico se caracteriza
dro clínico se caracteriza por la presencia en por convulsiones y letargo, siendo raro el défi-
las primeras semanas de vida de hematuria, cit neurológico. Se observan infartos cerebra-
masa abdominal, alteración de la función re- les en más del 50% de los casos, la mayoría
nal e hipertensión. En el 25% de los casos con componente hemorrágico. En el 31% de
la trombosis es bilateral, y en el 50-60% se los niños con hemorragia ventricular se obser-
observa extensión a la VCI. Aunque la su- va una trombosis de los senos venosos cere-
pervivencia es alta, próxima al 100%, puede brales (TSVC)(10). Sin anticoagulación, un 25%
condicionar secuelas a largo plazo, como hi- presenta progresión de la trombosis durante
pertensión en el 20% de los niños e insufi- la primera semana. La mortalidad se estima
ciencia renal crónica en un 3% de los casos. entre el 7% y el 19%, y entre el 36% y el 79%
Evidencia: El 70% de los riñones afectos de los niños pueden presentar defectos neu-
evolucionan a una atrofia renal irreversible, rológicos o epilepsia a largo plazo (20-40%).
sin observarse diferencias entre los neona- Evidencia: No existen estudios clínicos alea-
tos que recibieron heparina y los tratados torizados, pero sí disponemos de datos so-

286
M.F. López Fernández

bre la seguridad de los anticoagulantes(11). miento sustitutivo y trasplante hepático. El


Las HBPM son el tratamiento más utilizado. tratamiento sustitutivo con PFC o concentra-
La incidencia de HIC no fatales con HBPM do de proteína C no debe suspenderse has-
fue de un 8% y un 14% frente a un 2% en los ta que el INR se encuentre dentro del rango
que no la recibieron. Se desconocen la do- terapéutico, para evitar necrosis cutáneas.
sis y duración óptimas de la anticoagulación.
Sin embargo, ya que el 50% de los neona-
tos presentan recanalización completa entre 3. Enfermedad
las 6 semanas y los 3 meses del diagnósti- tromboembólica venosa
co, el 65% a los 6 meses y el 75% al año, se en niños
sugiere mantener la anticoagulación durante
6 semanas y valorar el grado de racanaliza- 3.1. Trombosis venosa profunda
ción. Si ésta es completa se puede suspen- y embolismo pulmonar
der la HBPM y, si es incompleta, se prolon-
gará hasta un máximo de 3 meses(12). La incidencia estimada de ETV sintomática
es de 5,3/10.000 en los niños hospitalizados,
siendo los grupos de mayor riesgo los ni-
2.5. Neonatos con púrpura ños menores de 1 año y los adolescentes. El
fulminante 95% de las trombosis en los niños ocurren
asociadas con diversas situaciones clínicas
Este trastorno es la consecuencia de un de- como un CVC, el cáncer, un trauma o cirugía,
fecto homocigoto de proteína C o S. La pre- cardiopatías congénitas y lupus eritematoso.
sentación clínica clásica consiste en daño A menudo las trombosis relacionadas con el
cerebral y oftálmico, púrpura fulminante que CVC son asintomáticas, pero su diagnósti-
aparece, en el 70% de los casos, a las po- co es importante por diferentes motivos. Se
cas horas o días del nacimiento y, en raras asocian a sepsis(13), pueden provocar embo-
ocasiones, trombosis de grandes vasos. Es lismo pulmonar y embolias paradójicas con
un síndrome de coagulación intravascular di- ACV, y condicionan la pérdida de accesos ve-
seminada agudo y fatal, que progresa hacia nosos necesarios para el tratamiento de so-
una necrosis hemorrágica de la piel debido porte. La incidencia de ETV recurrente es de
a trombosis de los vasos cutáneos. El tra- aproximadamente el 7,5%, mientras que el
tamiento inicial es la administración de 10- SPT en los niños puede alcanzar el 65%, con
20 mL/kg de plasma fresco congelado (PFC) relevancia clínica en el 10-20% de los casos.
administrados cada 6-12 horas o 20-60 U/kg Evidencia: Existe un único estudio multicén-
de concentrado de proteína C cuando se en- trico aleatorizado en niños > 3 años con ETV
cuentre disponible. Con el concentrado es- tratados con anticoagulación: el estudio RE-
pecífico se consiguen niveles mayores de VIVE(14). En él se compara la tasa de recu-
la proteína deficitaria, y se evitan las sobre- rrencias recibiendo HNF seguido de AVK con
cargas de volumen. El tratamiento sustituti- HBPM (reviparina) a dosis ajustadas para
vo debe mantenerse hasta la resolución de mantener rangos de anti-FXa de 0,5-1 U/mL
las lesiones cutáneas, lo que se consigue durante 3 meses. Las recurrencias fueron del
en aproximadamente 6-8 semanas. La te- 5,6% en el grupo de HBPM, y del 12,5% en
rapia de mantenimiento incluye AVK, trata- el grupo de HNF y AVK. Se observó asimis-

287
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

mo una reducción de hemorragias mayores REVIVE(14) y a información de estudios efec-


en el grupo de HBPM (5,6% versus 12,5%). tuados en adultos, la HBPM es el anticoagu-
lante de elección. Además, las HBPM facili-
tan el mantenimiento de la anticoagulación
3.2. Trombolisis en la edad durante la realización de procedimientos in-
pediátrica con trombosis venosa vasivos y en los periodos de trombocitope-
profunda nia inducidos por la quimioterapia. La dura-
ción óptima del tratamiento se desconoce,
La evidencia científica se limita a estudios pero, teniendo en cuenta que estos niños re-
de series de casos de pocos pacientes y ciben quimioterapia intensiva, no parece ne-
al empleo de dosis de t-PA bajas (0,01 mg/ cesario prolongar más de 3 meses el trata-
kg/h) o altas (0,1-0,6 mg/kg/h). La eficacia miento anticoagulante si se han resuelto
en la resolución de la trombosis osciló en- otros factores de riesgo subyacentes como:
tre el 40% y el 97%, con un riesgo hemo- resolución de obstrucciones mecánicas (ma-
rrágico comprendido entre el 3% y el 27%. sas mediastínicas), finalización de quimiote-
Sin embargo, en estudios más recientes la rapia o retirada de catéteres.
trombolisis en niños con ETV fue ineficaz(5).

3.5. Trombosis venosa profunda


3.3. Trombectomía y filtros en en niños con anticuerpos
la vena cava inferior en la edad antifosfolípidos
pediátrica con trombosis venosa
profunda Los anticuerpos antifosfolípidos se asocian
con un incremento del riesgo trombótico en
Tan sólo casos clínicos o series cortas ava- los niños, aunque se desconoce si el riesgo
lan el uso de la trombectomía en niños con es similar al descrito en adultos(16). No exis-
ETV masiva. Los filtros en la VCI se utilizan ten datos específicos sobre la terapéutica
en niños con trombosis venosas y contrain- óptima en caso de ETV, ni sobre si está o no
dicación a la anticoagulación. Su colocación indicada la profilaxis primaria.
está restringida a niños con más de 10 kg
de peso debido al tamaño de la VCI y de los
filtros disponibles. Los filtros pueden man- 3.6. Trombosis venosa profunda en
tenerse in situ durante toda la vida o preferi- niños con trombofilia hereditaria
blemente de forma temporal (entre 10 días
y 3 meses). La mortalidad global se estima A pesar de los resultados de un metaná-
en el 7,9%(15). lisis basado en series de cohortes(17), el
impacto de las diferentes trombofilias en
niños continúa siendo motivo de contro-
3.4. Trombosis venosa profunda versia. Los datos disponibles son insufi-
en niños con cáncer cientes para determinar si la presencia o
no de una alteración precipita la aparición
En ausencia de estudios específicos, en base de una ETV o si debe ser la base para pro-
a los resultados no concluyentes del estudio longar o no la anticoagulación.

288
M.F. López Fernández

3.7. Trombosis venosa profunda el fin de repermeabilizar catéteres trombo-


en niños con alteraciones sados es eficaz en el 70% de los casos.
estructurales del sistema venoso Los resultados de dos estudios aleato-
rizados en los que se utilizaba HBPM fren-
Las alteraciones estructurales del sistema te a HNF o placebo, para la prevención de la
venoso precipitan la aparición de una TVP, trombosis relacionada con CVC, no mostra-
pero ésta no suele manifestarse hasta la ron diferencias en la incidencia de TVP en-
edad adulta. La interrupción embrionaria de tre la HBPM, la HNF y el grupo control(4).
la VCI y el síndrome de la salida torácica de- Los efectos de dosis fijas (1  mg) de AVK
bido a un trauma crónico de la subclavia son en la prevención de la trombosis asociada
las causas más frecuentes. El tratamien- a CVC se han comparado con la ausencia
to incluye anticoagulación, fibrinolisis local de tromboprofilaxis en varios estudios clíni-
o sistémica, angioplastia percutánea, trom- cos de pequeñas dimensiones. Los resulta-
bectomía y reconstrucción venosa. dos han sido inconsistentes, por lo que no
existen datos suficientes para su recomen-
dación de forma rutinaria en niños con CVC.
3.8. Niños con catéteres venosos
centrales
3.9. Trombosis de los senos
En dos estudios en los que se comparaba venosos cerebrales en niños
la eficacia de la profilaxis con HNF en perfu-
sión continua o en bolos intermitentes fren- No existen estudios aleatorizados en la
te a solución salina, no se demostró una edad pediátrica. La HNF y las HBPM, segui-
mayor permeabilidad del catéter con el an- das de AVK son el tratamiento recomenda-
ticoagulante. En un estudio multicéntrico do, incluso en presencia de hemorragia. La
efectuado en niños con cáncer, la adminis- no administración de anticoagulación incre-
tración profiláctica de urocinasa cada 2 se- menta el riesgo de recurrencias en más de
manas fue superior a la heparina en la re- un tercio de los niños. La presencia o no de
ducción de oclusiones del catéter y la tasa una trombofilia no debe modificar la intensi-
de infecciones relacionadas con catéter(18). dad del tratamiento en la fase aguda, ni pro-
El uso de agentes trombolíticos locales con longar la profilaxis secundaria.

Recomendaciones

1. Consideraciones generales sea posible, un hematólogo pediatra con


y anticoagulantes experiencia en ETV (grado  2C). Si esto
no es posible, se sugiere que lo efectúe
1. El tratamiento de pacientes pediátricos un neonatólogo/pediatra conjuntamen-
con ETV debe efectuarlo, siempre que te con un hematólogo de adultos con el

289
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

apoyo de un hematólogo pediatra (gra- pués de 3 a 5 días de anticoagulación a


do 2C). dosis terapéuticas en lugar de mantener-
2. Se sugiere que la monitorización del tra- los in situ (grado 2C). Se sugiere inicio
tamiento con HNF en niños se efectúe de anticoagulación o medidas de soporte
titulando la actividad anti-Xa, con el fin con monitorización radiológica de una po-
de alcanzar un rango comprendido entre sible extensión de la trombosis sobre el
0,35 y 0,7 U/mL o un TTPA cuyo rango no seguimiento (grado 2C); no obstante,
se correlacione con el rango de anti-Xa o en pacientes no tratados previamente,
con un rango de titulación del sulfato de se sugiere iniciar la anticoagulación si se
protamina comprendido entre 0,2 y 0,4 observa una progresión de la trombosis
U/mL (grado 2C). Se sugiere que, cuan- (grado 2C). Se sugiere que la anticoagu-
do se inicie la terapia con HNF, se admi- lación se debe iniciar con HBPM o HNF
nistren bolos no superiores a 75-100 U/ seguida de HBPM. Se sugiere una dura-
kg y que los bolos se retrasen o reduz- ción total de la anticoagulación de 6 se-
can si existe riesgo hemorrágico signifi- manas a 3 meses, en lugar de periodos
cativo (grado 2C). Se sugiere evitar tra- más cortos o más prolongados (grado
tamientos prolongados con HNF en los 2C). Si el CVC o el CVU siguen colocados
niños (grado 2C). al concluir el tratamiento anticoagulante,
3. Se sugiere que en los neonatos o ni- se sugiere utilizar anticoagulación a do-
ños que reciben una o dos dosis tera- sis profilácticas hasta la retirada del ca-
péuticas de HBPM al día se monitorice téter (grado 2C). En los neonatos con
al anticoagulante, con el fin de obtener ETV, se sugiere no utilizar terapia trom-
un rango terapéutico de actividad anti-Xa bolítica, salvo que exista una oclusión de
comprendido entre 0,5 y 1 U/mL, en una un vaso que comprometa de forma críti-
muestra obtenida 4 a 6 horas después de ca un órgano o una extremidad (grado
la inyección subcutánea, o 0,5 y 0,8 U/mL 2C). Si se requiere trombolisis, se sugie-
si la muestra se ha extraído de 2 a 6 ho- re el uso del activador tisular del plasmi-
ras después de la administración subcu- nógeno (t-PA) sobre otros agentes líticos
tánea (grado 2C). (grado 2C), y administrar plasminógeno
4. Se sugiere, en niños que reciben AVK, la (PFC) antes de comenzar el tratamiento
monitorización de la droga, con el fin de (grado 2C).
mantener un INR de 2,5 (rango: 2,0-3,0) 2. En la trombosis de la vena renal (TVR)
(grado 2C). Se sugieren los coagulóme- unilateral, y en ausencia de afectación
tros portátiles para tal fin (grado 2C). renal o extensión a la VCI, se sugiere:
1) tratamiento de soporte con monito-
rización radiológica de la posible exten-
2. Enfermedad sión de la trombosis (si se objetiva pro-
tromboembólica venosa gresión se sugiere anticoagulación), o
en neonatos 2) anticoagulación con HNF/HBPM o
HBPM a dosis terapéuticas en lugar de
1. Se sugiere que los CVC o catéteres veno- no tratamiento. Si se utiliza la anticoa-
sos umbilicales (CVU) asociados a trom- gulación, se sugiere una duración total
bosis confirmadas sean retirados des- comprendida entre 6 semanas y 3 me-

290
M.F. López Fernández

ses sobre periodos más cortos o más 3. Trombosis venosa


prolongados (grado 2C). En las TVR uni- profunda y embolismo
laterales con extensión a la VCI se sugie- pulmonar en los niños
re HNF/HBPM o HBPM durante un pe-
riodo comprendido entre 6 semanas y 1. En los niños que presentan el primer
3 meses (grado 2C). episodio de ETV (relacionado o no con
3. En la TVR bilateral con afectación renal, se CVC), se recomienda HNF o HBPM en la
sugiere anticoagulación con HNF/HBPM fase aguda (grado 1B) durante al menos
o terapia trombolítica inicial con t-PA se- 5 días (grado 1B). Para el tratamiento de
guida de anticoagulación con HNF/HBPM mantenimiento se recomienda HBPM o
(grado 2C). HNF. Cuando se prescriban AVK, se re-
4. Para mantener la permeabilidad del caté- comienda iniciarlos en el día 1 y dis-
ter, se recomienda 0,5 U/kg/h de HNF en continuar la HNF/HBPM el día 6 o pos-
perfusión continua en lugar de no profi- teriormente si el INR no es superior a 2
laxis (grado 1A) o trombolisis local inter- (grado 1B).
mitente (grado  2C). En catéteres trom- 2. En la ETV idiopática se sugiere tratamien-
bosados, se sugiere trombolisis local to anticoagulante durante 6 a 12 meses
después de una apropiada valoración clí- en lugar de ningún tratamiento (grado
nica (grado 2C). 2C).
5. En la TSVC sin HIC significativa, se sugie- 3. En las ETV secundaria en las que el fac-
re anticoagulación, inicialmente con HNF tor de riesgo transitorio se haya resuelto,
o HBPM seguida de HBPM durante un se sugiere anticoagulación durante 3 me-
mínimo de 6 semanas y un máximo de ses (grado 2C). En caso de que persis-
3 meses (grado 2C). Si la TSVC se aso- tan los factores de riesgo, aunque sean
cia a hemorragia significativa, se sugiere potencialmente transitorios (tales como
anticoagulación o monitorización radioló- síndrome nefrótico activo o terapia con
gica de la trombosis a los 5-7 días, y an- asparaginasa), se sugiere continuar con
ticoagulación si se observa progresión la anticoagulación a dosis terapéuticas o
de la trombosis en lugar de ningún trata- profilácticas mas allá de los 3 meses y
miento (grado 2C). hasta que se resuelva el factor de riesgo
6. En los neonatos con deficiencia de pro- (grado 2C).
teína  C homocigota, se recomienda la 4. En la ETV idiopática recurrente, se reco-
administración de 10 a 20 mL/kg cada mienda tratamiento indefinido con AVK
12 horas de PFC o, si está disponible, de (grado 1A).
20 a 60 U/kg de concentrado de proteí- 5. En la ETV recurrente secundaria a un fac-
na C hasta la resolución de las lesiones tor de riesgo transitorio reversible, se
cutáneas (grado 1A). Después de la es- sugiere suspender la anticoagulación al
tabilización inicial, se recomienda trata- desaparecer el factor de riesgo precipi-
miento prolongado con AVK (grado 1C), tante siempre que se haya cumplido un
HBPM (grado 1C), tratamiento sustitu- periodo mínimo de tratamiento de 3 me-
tivo con proteína C (grado 1B) o tras- ses (grado 2C).
plante hepático (grado 1C) en lugar de 6. En la ETV relacionada con un CVC, se re-
ningún tratamiento. comienda retirar el catéter si no es ne-

291
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

cesario o no funciona (grado 1B). Antes gulación, se sugiere colocar un filtro ex-
de su retirada, se sugiere administrar tra- traíble en la VCI (grado 2C). Se sugiere
tamiento anticoagulante durante al me- retirar el filtro lo antes posible si no exis-
nos 3-5 días, en lugar de no administrar ten trombos en la cesta del filtro y cuan-
anticoagulación (grado 2C). Si se nece- do se haya resuelto la contraindicación
sita el catéter y está permeable, se su- a la anticoagulación (grado 2C). Se re-
giere mantenerlo in situ y administrar an- comienda instaurar una anticoagulación
ticoagulación (grado 2C). En niños con adecuada para la ETV en cuanto se haya
un primer episodio de ETV asociado a ca- resuelto la contraindicación a la misma
téter, se sugiere tratamiento inicial simi- (grado 1C).
lar al descrito anteriormente para la ETV 10. En los niños con cáncer y ETV, se sugie-
secundaria. re seguir las recomendaciones genera-
7. En la ETV relacionada con un CVC, cuan- les indicadas para el tratamiento de la
do éste se mantenga in situ, se sugiere, ETV. Se sugiere también utilizar HBPM
después de los 3 meses de tratamiento durante un mínimo de 3 meses o has-
inicial, administrar dosis profilácticas de ta que el factor precipitante se haya re-
AVK (INR: 1,5-1,9) o HBPM (rango de an- suelto (p. ej., uso de asparaginasa) (gra-
ti-FXa: 0,1-0,3 U/mL) hasta la retirada del do 2C).
mismo (grado 2C). Si durante el trata- 11. En la ETV en el contexto de anticuer-
miento profiláctico se produce una ETV pos antifosfolípidos, se sugiere seguir
recurrente, se sugiere continuar con do- las recomendaciones generales indica-
sis terapéuticas hasta que el CVC sea re- das para el manejo de la ETV en niños.
tirado, siempre que se haya cumplido un 12. La duración e intensidad de la anticoa-
periodo mínimo de tratamiento de 3 me- gulación, en presencia de factores de
ses desde la ETV (grado 2C). riesgo trombofílicos hereditarios debe
8. En los niños con ETV, se sugiere que el ser similar a la indicada en los aparta-
tratamiento trombolítico debe utilizarse dos 2-4.
únicamente en trombosis con riesgo vital 13. En el primer episodio de una ETV secun-
o con compromiso en la extremidad (gra- daria a alteraciones estructurales veno-
do 2C). Si se utiliza trombolisis y existe sas, se sugiere anticoagulación con las
deficiencia de plasminógeno, se sugie- mismas directrices que en la ETV “es-
re administrar suplementos de plasminó- pontánea” y considerar posteriormente
geno (grado 2C). Si se utiliza tromboli- procedimientos quirúrgicos o percutá-
sis, se sugiere su administración por vía neos, dependiendo de las característi-
sistémica o directa mediante catéter, de- cas del paciente y de la experiencia del
pendiendo de la experiencia y disponibili- centro. En las ETV recurrentes con di-
dad del centro. chas alteraciones estructurales, se su-
9. En la ETV con compromiso vital, se su- giere anticoagulación indefinida, salvo si
giere trombectomía (grado 2C). Tras la se soluciona la alteración con la inter-
trombectomía se sugiere iniciar anticoa- vención o el procedimiento percutáneo
gulación (grado 2C). En los niños con (grado 2C).
peso > 10 kg y TVP en una extremidad in- 14. En las CVC permanentes, se sugie-
ferior y contraindicación para la anticoa- re mantener la permeabilidad del mis-

292
M.F. López Fernández

mo mediante lavados con solución sali- con HNF o HBPM seguida de HBPM
na, heparina o infusiones intermitentes o AVK durante un mínimo de 3 meses
de urocinasa recombinante en lugar de (grado  1B). Si después de los 3 me-
no tomar ningún medida (grado 2C). En ses persiste la oclusión o los síntomas,
catéteres obstruidos, se sugiere t-PA o se sugiere prolongar la anticoagulación
urocinasa para restaurar la permeabili- otros 3 meses más (grado 2C). En las
dad (grado 2C). Si después de 30 mi- TSVC con hemorragia significativa, se
nutos de instilación del trombolítico no sugiere una anticoagulación inicial simi-
se desobstruye, se sugiere la adminis- lar a la indicada en los niños sin hemo-
tración de una segunda dosis. Si poste- rragia o monitorización radiológica de la
riormente persiste el bloqueo, se sugie- trombosis a los 5-7 días por si se produ-
re efectuar un estudio radiológico para jera una extensión de la trombosis (gra-
descartar la existencia de trombosis re- do 2C). En las TSVC en el contexto de
lacionada con el CVC (grado 2C). factores de riesgo recurrentes (p.  ej.,
15. En CVC de duración media o corta, se síndrome nefrótico o tratamiento con
recomienda no utilizar tromboprofilaxis asparaginasa), se sugiere anticoagula-
sistémica (grado 1B). ción profiláctica cuando recurra el factor
16. En las nutriciones parenterales prolon- de riesgo (grado 2C). Se sugiere trom-
gadas domiciliarias, se sugiere trombo- bolisis, trombectomía o descompresión
profilaxis con AVK (grado 2C). quirúrgica únicamente en las TSVC gra-
17. En las TSVC sin hemorragia significativa, ves que no respondan al tratamiento ini-
se recomienda anticoagulación inicial cial con HNF (grado 2C).

Cambios más relevantes en la 9.ª edición


de la Guía respecto a la anterior

1. Se introduce una nueva recomendación 3. La duración total de la anticoagulación en


sobre quiénes son los especialistas más los neonatos con TVR unilateral o bilateral
idóneos para tratar la ETV en la edad pe- se modifica a 3 meses (en la edición pre-
diátrica. Se sugiere que los niños con ETV via: de 6 semanas a 3 meses) (grado 2C).
deben ser tratados por hematólogos pe- 4. Para mantener la permeabilidad del CVC
diatras con experiencia en el tratamiento en los neonatos se recomienda HNF en
antitrombótico o por una combinación de perfusión (grado 1A) o trombolisis local
hematólogos de adultos conjuntamente intermitente (grado 2C).
con neonatólogos y pediatras (grado 2C). 5. El grado de evidencia sobre el uso de tra-
2. Se sugiere que la monitorización del INR tamiento sustitutivo en pacientes con
con punción capilar y coagulómetros por- púrpura fulminante debida a un defecto
tátiles es adecuada para el control de los homocigoto de la proteína C en la fase
AVK (grado 2C). aguda pasa de 1B a 1A, y el manteni-

293
Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

miento a largo plazo con AVK, HBPM o ción del tratamiento de la ETV en niños
trasplante hepático, de 2C a 1C. (sin grado de recomendación).
6. Se prolonga la duración total de la anti- 9. Se incluye un apartado sobre la ETV se-
coagulación en los niños con ETV idiopá- cundaria a las alteraciones estructura-
tica a 6-12 meses (en la edición previa: de les venosas. En dicho apartado se sugie-
6 meses) (grado 2C). re un manejo de la trombosis similar al
7. Se sugiere que no debe utilizarse el tra- de las ETV espontáneas. Se sugiere tam-
tamiento trombolítico en los niños salvo bién considerar una intervención quirúr-
que exista compromiso vital o en la ex- gica o procedimiento percutáneo tras la
tremidad (grado 2C). anticoagulación inicial. En caso de recu-
8. La presencia de una trombofilia heredi- rrencia, la anticoagulación debe ser inde-
taria no modifica la intensidad ni la dura- finida (grado 2C).

Comentario

A pesar del incremento de la ETV en la edad ras recomendaciones quedan claramente


pediátrica y de que han transcurrido 4 años definidas las dosis, pautas de tratamiento
desde la anterior Conferencia de Consenso, y monitorización de los anticoagulantes ha-
las recomendaciones de estas Guías de la bitualmente utilizados en la edad pediátrica.
9.ª Conferencia de Consenso del ACCP so- En esta edición las HBPM adquieren mayor
bre terapia antitrombótica en neonatos y ni- protagonismo, se equiparan a la HNF en el
ños no aportan grandes novedades. Esto tratamiento de la fase aguda de la ETV y se
es debido a la ausencia de estudios nuevos recomiendan como una buena opción en
bien diseñados en esta población. Al igual la profilaxis secundaria. Además, se inclu-
que ocurría en la guía previa, muchas de las ye como novedad una consideración sobre
recomendaciones están basadas en la ex- quiénes son los especialistas más idóneos
trapolación de datos obtenidos en la pobla- para tratar la ETV en la edad pediátrica. Se
ción adulta, en publicaciones de series de sugiere que, dadas las características espe-
casos con un número limitado de pacientes ciales de los neonatos y niños, cuando sea
o en casos clínicos, por lo que los resulta- posible, los hematológos pediatras con ex-
dos obtenidos son insuficientes para efec- periencia en anticoagulación son los más in-
tuar recomendaciones claras. dicados. Sin embargo, si carecen de expe-
Sin embargo, esta nueva edición está riencia en este campo, se recomienda que
mejor estructurada y es mucho más fácil de la asistencia se efectué conjuntamente en-
seguir, al dividir el contenido en tres grupos tre hematólogos de adultos y neonatólogos
de recomendaciones bien definidas. o pediatras.
El primero se centra en consideraciones El segundo grupo de recomendaciones
generales sobre los diferentes antitrombó- se dedica al tratamiento antitrombótico de la
ticos, de manera que en las cuatro prime- ETV en situaciones clínicas específicas en los

294
M.F. López Fernández

neonatos. En este grupo de edad, compren- te hepático, y grado 1B para el tratamiento


dido entre el nacimiento y los 28 días, en el sustitutivo con concentrados de proteína C)
que la evidencia se limita a resultados obser- en los neonatos con púrpura fulminante de-
vados en algunos registros o a estudios efec- bida a deficiencia del homocigoto de la pro-
tuados en la edad pediátrica en los que se in- teína C, cuando la evidencia disponible está
cluyó un reducido número de neonatos, debe limitada a casos aislados, series con esca-
valorarse de forma individualizada el riesgo/ so número de pacientes u opiniones de ex-
beneficio del tratamiento anticoagulante y pertos.
trombolítico. La edad gestacional, el peso del El tercer y último grupo de recomenda-
recién nacido, la localización, la extensión y ciones se dedica al tratamiento antitrombó-
las consecuencias de la trombosis, el ries- tico de la ETV en situaciones clínicas espe-
go de complicaciones hemorrágicas y las co- cíficas en niños con edades entre 28 días
morbilidades son algunos de los aspectos y 18 años. La prolongación de 6 meses a
que deben considerarse en cada caso antes un año de la profilaxis secundaria en la ETV
de optar por una u otra opción terapéutica. idiopática, la inclusión de un nuevo apartado
La trombosis venosa asociada a CVC es sobre ETV relacionada con alteraciones ve-
la causa más frecuente de ETV en neonatos. nosas estructurales y la sugerencia de uti-
Probablemente por ello, la guía provee unas lizar anticoagulación en niños con TVSC in-
recomendaciones muy detalladas sobre el cluso a pesar de presentar un componente
uso de los antitrombóticos en las trombo- hemorrágico son los aspectos más novedo-
sis asociadas a catéteres y sobre las medi- sos de esta nueva edición.
das más idóneas para mantener o restaurar En la presente guía no se aborda la pro-
la permeabilidad de los mismos. Sin embar- filaxis antitrombótica primaria en niños con
go, el grado de evidencia para todas ellas es factores de riesgo trombótico, aspecto de
bajo (grado 2C), con excepción de la nece- gran relevancia e interés creciente en la prác-
sidad de administrar HNF en infusión con- tica clínica, ya que se responsabiliza del 95%
tinua para mantener la permeabilidad del de las trombosis en niños. Tampoco se pro-
catéter (grado 1A). La TVR unilateral o bi- fundiza en el papel de los estados trombo-
lateral, primera causa de la ETV espontánea fílicos hereditarios o del síndrome antifos-
en el neonato, y la TSCV con o sin hemo- folípido y, aunque se comenta que estas
rragia por sus frecuentes y graves secue- alteraciones no deben modificar la intensidad
las a largo plazo son otras situaciones en las y duración del tratamiento y los niños deben
que se profundiza en esta guía, sin que se tratarse de forma similar a los que no presen-
observen cambios significativos en relación tan una trombofilia, no se indica ningún grado
con la edición anterior. Para todas las situa- de evidencia en la cual se base dicha afirma-
ciones se restringe el uso de trombolíticos ción. La no valoración del papel de los esta-
a los neonatos con riesgo vital o compromi- dos trombofílicos en la ETV, hasta ahora con
so en la extremidad afecta. Por último, lla- un impacto importante en la práctica diaria,
ma la atención el grado de recomendación deja un vacío que deberá ser solventando lo
otorgado a todas las modalidades terapéu- antes posible, ya que es necesario clarificar si
ticas utilizadas en la fase inicial (grado 1A) son o no factores reales de riesgo de ETV y
y de mantenimiento (grado 1C para las di- de recurrencias, y si son o no necesarias ac-
ferentes opciones, AVK, HBPM y trasplan- ciones terapéuticas específicas.

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Tratamiento antitrombótico en recién nacidos y niños con ETV

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