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Paso 1. Definir los roles profesionales de los que participan del proyecto
formativo
Para llevar a cabo el esquema propuesto, primero está la necesidad de
determinar los roles que tienen que tomar los profesionales que son participes
del proyecto formativo. Para eso, se usa una descripción general del tipo de
aprendiz que se quiere formar, la que ayudará a determinar las características
de las tareas que deben desarrollar y tener en cuenta que al momento de hacer
este tipo de proyecto debes contar con el siguiente personal:
Director o jefe de proyecto: Este personaje tiene la función de diseñar
la planificación del proyecto. Debe contar con los tiempos, tareas, costos
y responsabilidades asociadas a cada profesión que trabaje del
proyecto. Por lo tanto, tiene que coordinar las tareas de cada
participante del equipo, crear los equipos de trabajo y procurar que las
tareas se cumplan en los plazos definidos. Dicha coordinación no solo
incluye a los profesionales directo de la organización asesora, sino que
también coordina a los diferentes expertos de contenidos que hacen
parte del centro a la cual se le está ofreciendo las asesorías
pedagógicas. Esto, quiere decir entonces que el director o jefe de
proyecto debe estar atento de todo lo que hace cada uno de los equipos.
Experto en contenidos: Se le considera al individuo que no hace parte
del equipo asesor, puesto que este pertenece de manera directa a la
institución a la cual se le está ejecutando la asesora y es una de las
contrapartes más directo que tiene el proyecto. Este está encargado de
poseer los conocimientos, el material y los contenidos adecuado para
diseñar el curso. Con base en los materiales ofrecidos por el experto, en
conjunto con el educador o pedagogo, deben establecer las metas
globales y especificas del curso. El experto en contenido también es el
encargado de hacer una validación al producto final mediante el análisis
de cada contenido, navegabilidad y evaluación entre los contenidos y
finalmente, todo el material multimedial y audiovisual creada para el
curso.
Pedagogo o diseñador instruccional: De manera jerárquica, el
diseñador instruccional viene después del director del proyecto. Es el
encargo en guiar la metodología y orientar al experto de contenido en
determinar los objetivos específicos y globales, en desarrollar y diseñar
el programa del curso, de originar el método de evaluación de cada una
de las actividades que se usan con sus respectivas pautas evaluativas
correspondiente, y finalmente, debe ayudar a crear métodos
pedagógicos que faciliten el aprendizaje de los estudiantes.
Diseñador Gráfico: Este perfil es el encargo de originar contenidos con
base en lo que fue determinado por el experto de contenidos y el
pedagogo. Este, tiene que realizar un tratamiento comunicacional a los
recursos educacionales teniendo en cuenta aspectos tipográficos,
cromáticos, funcionales y utilizables. Es quien elige las herramientas que
visualmente llegara a interpretarse de la mejor manera lo que se desea
enseñar, con el fin de potencializar los contenidos aprendizaje. Además,
es necesario que tenga una comunicación constante con el experto de
contenidos para poder hacer una interpretación de las exigencias
personales y plasmarlos en los nuevos contenidos.
Experto en tecnologías: Este perfil, es quien debe velar por el
funcionamiento de todos los recursos tecnológicos que existen en el
proceso de formación del módulo. Es quien debe procurar para que los
contenidos que se diseñen puedan ser usados en la plataforma
pedagógica del centro educativo. Es importante que se tenga en cuenta
la cantidad de usuarios que registrará el sistema, ya que este perfil se
ocupa de inscribirlos en el curso, además de administrar y optimizar el
servicio. Además, tiene también tiene como función capacitar al experto
de contenidos en relación a la utilización de la plataforma pedagógica.
Fase 2: Diseño
Se identifican y definen los objetivos por contenidos, es decir, que se diseña
una estructuración de contenidos, con lo cual, se debe hacer un análisis del
material pedagógico y una evaluación para su creación. Por esto, se necesita:
Fase 5: Evaluación
Se hace una evaluación sumativa y posterior a eso dos revisiones. Para eso,
ten en cuenta lo siguiente:
Bibliografía:
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Foro No. 2
Hola, en esta ocasión te damos una cordial bienvenida a nuestro foro No.2, un
espacio diseñado para que puedas interactuar y compartir ideas con tus
compañeros de clase. Esperamos, a través de este foro, puedas reflexionar
sobre los contenidos del curso, por medio de una realidad de estudio.
Estamos muy emocionados por conocer qué has aprendido a lo largo de la
unidad y puedas utilizar los conocimientos del curso, a través de un contexto de
actuación. Para completar exitosamente este foro, te invitamos a reflexionar
sobre la pregunta de estudio a través de una opinión crítica. Contesta la
pregunta y luego responde a otro compañero su comentario, especificando qué
piensas de lo que dice. La pregunta es la siguiente:
¿Por qué es importante la incorporación del diseño instruccional en los
contextos educativos? Justifica la respuesta.
Sugerencias
Metas formativas:
1. Comprender científicamente el concepto de enseñanza, didáctica y
aprendizaje.
2. Identificar los diferentes tipos de aprendizaje mediante el concepto de
estilos de aprendizaje.
3. Conocer y comprender la complejidad del concepto de aprendizaje
significativo, aprendizaje autónomo, aprendizaje experiencial,
aprendizaje observacional, aprendizaje conductual, aprendizaje
colaborativo, aprendizaje cooperativo y el aprendizaje basado en
investigación.
4. Examinar las implicaciones que posee la motivación sobre los procesos
de formación.
Preguntas de pensamiento:
1. ¿Qué significa para usted el concepto de aprendizaje?
2. ¿Qué significa para usted el concepto de enseñanza?
3. ¿Qué significa para usted el concepto de didáctica?
La enseñanza y la didáctica
Generalmente, el concepto de enseñanza suele ser algo muy escuchado y
vivenciado. De hecho, todos en algún momento de la vida nos ha tocado recibir
la enseñanza de alguien y viceversa, también puede que nos haya tocado
enseñar a otro para que pueda aprender algo. Por esto, el concepto de
enseñanza no es algo desconocido, a lo contrario, es algo que solemos
vivenciar en la cotidianidad. Sin embargo, cuando indagamos por su naturaleza
y definición, el asunto se puede complejizar. Incluso, todos podemos saber de
qué es la enseñanza hasta el día que nos pregunta por ella.
Frente a lo anterior, cabría preguntarse ¿Qué es la “enseñanza”? De manera
básica y general, se refiere al proceso de “transmitir” una serie de
conocimientos, valores, actitudes e ideas a un individuo o grupo de personas.
Si bien, la enseñanza se correlaciona con el aprendizaje, aclaramos que la
enseñanza no es la única fuente de aprendizaje. En términos más complejos,
se puede también entender como el proceso de “instruir”, los cuales suelen
aplicarse en función de una serie de conocimientos, principios e ideas.
En la actualidad, la enseñanza se concibe más que la simple transmisión de
conocimientos, es también un mecanismo que se refiere al proceso
de “facilitar” los conocimientos, examinándose al docente como
un “mediador” de estos; gracias a la interacción bidireccional que establece
con sus estudiantes.
Para que la enseñanza se fomente, se requiere de las siguientes condiciones:
Importancia de la eduación
De forma común, la educación se ha asociado con el hecho de ser el único
proceso formativo para que el aprendiz pueda adquirir un bagaje de
conocimientos, que están predilectos para que sean transmitidos, y así, estos
puedan ser asimilados, registrados y almacenados en la memoria de aprendiz,
de tal manera, que el individuo pueda llevar a cabo su debida reproducción
para comprobar mediante un examen su comprensión, memorización e
interpretación de estos.
En cierto sentido, puede decirse que lo anterior es uno de los objetivos de la
educación. De hecho, en los periodos antiguos de la Grecia clásica, los
procesos de educación eran muy usados para transmitir los saberes de los
filósofos hacia otros sujetos por medio un espacio (aula o salón de clases),
para que se consolidará la transmisión de los mensajes sabios hacia sus
estudiantes.
Sin embargo, como se ilustrará en este escrito, la importancia de la educación
no solo radica en su bondad de ofrecer conocimientos, sino también, en su
ventaja de ofrecer “cambios” en los seres humanos, es decir, es un mecanismo
de la humanidad para promover el “desarrollo humano”, mediante la
adquisición y la construcción de nuevas habilidades superiores con el fin de
ofrecer algo beneficioso para la sociedad.
Por consiguiente, el siguiente escrito tiene el propósito de examinar el concepto
de educación y sus implicaciones ventajosas para promover el desarrollo
humano. En consecuencia, para lograr esta intención, estaremos analizando de
manera primaria el concepto de educación, luego abordaremos su esencialidad
para el desarrollo humano y finalmente como se ilustran estos aspectos dentro
del contexto colombiano.
¿Qué es la educación?
Por esto, la educación mediante el aprendizaje de sus aprendices puede
desarrollar la organización social que anhela. De hecho, los individuos por sí
mismo le costaría aprender y asimilar todos estos aspectos, pero gracias a las
instituciones educativas y los modelos socializadores de la misma sociedad, las
personas pueden acceder con mayor facilidad a estos aspectos. Es por esta
razón, que el filósofo Jhon Ruksin afirmaba que la educación no solo se
limitaba a dirigir al estudiante a aprender saberes, sino hacer de “él alguien que
no existía”.
Así, a la luz de lo reflexionado, considero que de manera sintética que la
educación busca formar seres que hagan contribuciones globales a sus
sociedades para generar el desarrollo humano.
Conclusiones
Memoria
En términos generales, la “memoria” puede ser entendida como un proceso
cognitivo que se caracteriza por tomar la información proveniente del medio,
para luego organizarla y transformarla, de forma que pueda almacenarse y
recuperarse en un momento próximo dado. Este proceso involucra retener la
información por medio de la codificación, el almacenamiento y la recuperación,
los cuales pueden explicarse de la siguiente manera:
Con base en lo anterior, puede decirse que la memoria no puede ser concebida
como un sistema de carácter unitario, sino más bien, como una serie de
subsistemas interrelacionados, para que el almacenamiento de la información
funcione de manera efectiva. En general, se considera que la memoria se
conforma por dos grandes subsistemas: la “memoria de corto plazo (MCP)” y
la “memoria de largo plazo (MLP)”.
Para hacer una representación de estos dos subsistemas, Atkinson y Shiffrin
en 1968 sugieren un modelo en el que se considera lo siguiente:
La información procedente del ambiente influye a través de una serie de
memorias o registros sensoriales muy breves (forman parte del sistema
perceptivo) y desde aquí se transfiere la información a la memoria de corto
plazo. Este almacenamiento a corto plazo juega un papel crucial en el modelo,
ya que sin la información no puede pasar a la memoria de largo plazo.
En relación a lo anterior, se procederá a detallar qué son las memorias
sensoriales, la MCP y la MLP.
Memorias sensoriales
Memoria explícita
La ME es referenciada a los recuerdos intencionados y conscientes de las
experiencias previas, como por ejemplo, colocarse a recordar lo que se
desayunó, cómo nos fue en el trabajo, con quién se ha hablado, etc. Estas
experiencias pueden estar asociadas con sucesos concretos (memoria
episódica) o con los conocimientos del mundo que no es autobiográfico
(memoria semántica).
El aprendizaje
Comúnmente, se puede pensar que aprender consiste en adquirir una serie de
conocimientos elaborados, que están esperando a ser recogidos para ser
almacenados en la memoria del aprendiz, es decir, el individuo será capaz de
reproducir el conocimiento que otra persona ha construido.
No obstante, como se verá en este manuscrito, para aprender no es suficiente
acumular y dominar información, sino que el aprendizaje necesita ser visto
como un proceso de “cambio”, en el cual, se permite despertar, descubrir e
incrementar las habilidades de un individuo a través del significado que
construye por medio de la comprensión de los conocimientos.
Asimilar o entender qué es el aprendizaje, influye representativamente en la
forma bajo la cual el individuo se relaciona con el acto de aprender y con el
sistema en general. A su vez, la manera en la cual el docente entiende y
contextualiza el aprendizaje influye de forma representativa en el acto de
enseñar y apoyar el aprendizaje de sus estudiantes. Es por esto, que resulta
importante que tanto el estudiante como el docente sean capaces de
interiorizar el proceso de aprendizaje.
Aunque, estas frases tienen algo de razón con respecto a la noción de
aprender, desde la psicología del aprendizaje, el acto de aprender se puede
entender como “un cambio relativamente permanente en el conocimiento o en
el comportamiento del individuo como producto de la práctica”. Es decir, el
aprendizaje implica un cambio, no se limita a la transmisión de información,
debe contener un proceso en el cual exista una modificación en las estructuras
superiores del conocimiento.
Para esto, se debe analizar el aprendizaje mediante
la “asimilación”, “comprensión” e “interpretación” de los conceptos
teóricos y prácticos que permitan reorganizar y transformar la información en
un significado. De esta manera, al momento de relacionar la información nueva
con un concepto relevante que ya existía en la estructura cognitiva del
individuo, éste podrá lograr que su aprendizaje resulte significativo.
Punto de aprendizaje clave
El aprendizaje implica un cambio en el comportamiento y en los
conocimientos como resultado de la práctica.
Estilos de aprendizaje
Los “estilos de aprendizaje” se refieren a un conjunto de rasgos cognitivos,
afectivos y fisiológicos que ayudan a definir de manera particular la forma cómo
aprende un individuo. Por lo general, es un concepto que busca describir las
tendencias o preferencias globales de la persona para llevar a cabo el
aprendizaje.
De acuerdo con lo anterior, para describir la manera cómo alguien aprende, los
teóricos del aprendizaje han formulado una serie de modelos con el fin de
entender la diversidad de modalidades de aprendizaje. Entre la variedad de
modelos, encontramos el “modelo de Felder y Silverman”, quienes exponen
los diferentes estilos:
En la misma línea, encontramos el “modelo de programación
neurolingüística de Bandler y Grinder”, quienes recomiendan los siguientes
estilos:
Aprendizaje significativo
Los autores del enfoque constructivista del aprendizaje (en la unidad tres los
detallaremos) sugerían que aprender era el resultado de una serie
modificaciones en las estructuras de conocimiento del individuo. En este
sentido, las teorías constructivistas sugieren que aprender es un acto
constructivo de conocimiento, es decir, que para llevar a cabo dicha
construcción se requiere asociar los nuevos conocimientos junto con las ideas
previas que posee la mente para diseñar otros significados mucho más
complejos acerca del fenómeno o temática que estemos estudiando.
En esencia, el aprendizaje significativo es un proceso mediante el cual se hace
una asimilación del nuevo conocimiento, asociándolo con alguna característica
relevante que ya existe en las estructuras cognitivas individuales de los
aprendices. Si no hay en la mente conceptos básicos con lo cual pudiera
relacionar el nuevo conocimiento, este tiene que aprenderse de forma
memorística y almacenarse de una manera desconectada, descontextualizada
y arbitraria.
En cambio, si el conocimiento logra ser asimilado en una unidad ligada a un
conocimiento previo, y posibilita la modificación y ampliación de la información
previa, los sujetos pueden consolidar la “acomodación” de los nuevos
conocimientos, lo cual trae como producto un aprendizaje significativo o
un “cambio conceptual” en cuanto a la manera de examinar el fenómeno que
se estudia.
Por consiguiente, para que se genere un aprendizaje auténtico, es decir, un
aprendizaje duradero, es fundamental vincular las estrategias didácticas del
docente con la información previa que poseen los estudiantes e introducir la
información de forma no arbitraria y coherente, de tal forma que permita
construir de manera sólida los conceptos, logrando la interconexión de unos
con otros para originar una red de conocimiento.
En este sentido, cuando se consolidan los aprendizajes significativos, los
aprendices tienen la oportunidad de construir conocimientos con base a la
conexión que establecen con sus experiencias previas, la regulación de los
conocimientos y la nueva información. Todo esto es posible gracias a las
experiencias que se originan en el aprendiz al momento de interactuar con el
medio social y físico, de forma que los conocimientos relevantes son de
carácter social.
El aprendizaje puede llegar a ser significativo o repetitivo de acuerdo a lo
aprendido si se asocia de forma sustancial con las estructuras cognoscitivas
del sujeto. Se hace alusión a un “aprendizaje significativo” cuando los
conocimientos nuevos se vinculan de una forma estable y clara con la
información previa que ya poseía el estudiante. En cuanto, se habla
de “aprendizaje repetitivo” cuando no se logra hacer una asociación con la
información previa, o si se llega hacer, es de una manera mecánica y por ende
poco duradera.
Lo anterior, quiere decir que los materiales que llegan a ser aprendidos
significativamente se asocian con la retención de dicho material por un periodo
relevante a lo largo del tiempo, si se habla en términos de meses y años, en
cuanto, la retención de la información después de haber usado el aprendizaje
memorístico, está asociada a un intervalo corto de tiempo, días u horas en
durabilidad.
En resumen, el aprendizaje significativo se puede entender como una
integración de carácter triangular entre el docente, el estudiante y los recursos
pedagógicos, en donde cada uno de estos aspectos tiene su representación
con relación al rol que cumplen dentro del evento educativo.
Para lograr un aprendizaje significativo es fundamental que se presenten las
siguientes condiciones:
La motivación académica
Antes que nada, ¿Qué es la motivación? El concepto de “motivación” se
refiere a aquella función psicológica que permite direccionar, esforzar y persistir
el comportamiento para lograr un objetivo. Es decir, analógicamente la
motivación es como el motor de un carro que permite mantener el movimiento
mecánico del vehículo, sin este, prácticamente el aparato no funcionaría.
Por lo general, el comportamiento de una persona puede
ser “jalado” o “impulsado” por los siguientes tipos de motivación:
Por lo general, cuando un aprendiz estudia solo por obtener un certificado o
lograr una nota, es un estudiante que posee una “evitación al
aprendizaje”, es decir, el aprendizaje no es el foco de interés sino todo lo
contrario: evitar la comprensión y el esfuerzo, pero buscando estrategias que
permitan alcanzar las recompensas que anhelamos. En cambio, cuando el
aprendiz aprende por pasión, hobbie e interés, es un estudiante que posee
una “orientación al aprendizaje”, la cual se refiere al esfuerzo que ejecuta un
sujeto para comprender, dominar e interpretar una materia en particular.
Pero, ¿Cómo puedo aprender de manera intrínseca? Básicamente, para lograr
este tipo de motivación, debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
El aprendizaje autonómo
Antes de iniciar, cabría preguntarse ¿Qué es la autonomía? En términos
sencillos, la “autonomía” se refiere a la capacidad del individuo para colocarse
normas de manera independiente, sin que haya otro condicionante externo que
lo obligue hacerlo. Por lo general, el concepto se asocia con la “libertad”, que
es básicamente tomar decisiones con base en nuestro sistema de “valores”.
Cuando, se emplea el concepto de valores, se refieren de manera básica a
nuestros gustos, expectativas, creencias y sistemas morales (haber definido lo
bueno y lo malo para uno mismo).
Desafortunadamente, se cree de manera vaga que la libertad y la autonomía es
“ausencia de normas” o “hacer lo que se nos dé la gana”, pero realmente, si
extrapolamos este término hacia una mirada filosófica, reflexiva y racional, se
refiere realmente “hacer lo que quieras, más no lo que se te dé la gana”; y para
saber lo que quieres, debes conocer con mucha complejidad tus valores;
aspecto que no es nada fácil porque necesitas haber desarrollado
el “autoconocimiento”.
En consecuencia, si transferimos lo dicho con anterioridad hacia los ámbitos
educativos, la autonomía es un proceso que implica conocer nuestros
intereses, gustos y pasiones para autorregular nuestros propios procesos de
aprendizaje. En efecto, la autonomía y la libertad en los procesos formativos los
podemos entender como la capacidad del estudiante para determinar bajo libre
elección la manera de planificar, revisar, controlar y evaluar sus propias
acciones de aprendizaje. En esencia, el “aprendizaje autónomo” es el
proceso mediante el cual el aprendiz toma control de sus acciones para
involucrarse de manera independiente sobre las actividades enseñanza y
aprendizaje.
Pero, ¿Qué competencias implica el aprendizaje autónomo? A continuación,
explicaremos dichas competencias.
1. Competencia: Autorregulación.
Concepto: Capacidad de aplazar las gratificaciones inmediatas para enfocarse
en los objetivos a largo plazo.
Indicadores conductuales:
2. Competencia: Planificar y monitorear.
Concepto: Capacidad de secuenciar, jerarquizar y supervisar los objetivos
formativos que nos asignemos para determinar si estamos alcanzando
nuestras metas.
Indicadores conductuales:
Establece metas
Valora el esfuerzo que se ejerce.
Analiza si las estrategias de aprendizaje que se utilizan están
funcionando.
Reflexiona las condiciones de aprendizaje.
3. Competencia: Comprometerse consigo mismo.
Concepto: Capacidad de establecer un proceso de concertación consigo
mismo para implicarse y esforzarse con el autoaprendizaje permanente.
Indicadores conductuales:
l aprendizaje colaborativo
En términos generales, el “aprendizaje colaborativo (AC)” se refiere a una
metodología pedagógica que busca orientar el aprendizaje de los individuos
mediante la formación de grupos de pares. Básicamente, se enfoca en
promover el aprendizaje por medio del trabajo en equipo, una vez que el
docente haya proporcionado todas las instrucciones pertinentes para
desarrollar la actividad.
Por esto, puede decirse que el AC es también un método didáctico de grupos
pequeños, en el que los estudiantes laboran de manera articulada para
alcanzar los resultados de aprendizaje. La base de esta meta es posible porque
el AC promueve la “interacción” entre los pares, lo cual es posible siempre y
cuando se cumplan las siguientes condiciones:
Con base en estas condiciones, la colaboración puede llegar a ser eficiente si
existe una interdependencia y articulación entre los pares que colaboran. Esta
interdependencia es efectiva cuando:
El aprendizaje cooperativo
En términos generales, el “Aprendizaje Cooperativo ACP” se refiere a una
metodología pedagógica que se enfoca en impartir la enseñanza y el
aprendizaje por medio de la creación de grupos mixtos y heterogéneos de
sujetos, para que puedan laborar de manera conjunta y coordinada entre sí,
con el fin de lograr las metas formativas y hallar una mayor transcendencia al
aprendizaje. La característica esencial del ACP, es la bondad de promover
la “vinculación” entre los pares.
Pero, ¿En qué se diferencia el aprendizaje colaborativo (AC) con el aprendizaje
cooperativo (ACP)? Se diferencian, en que en el primero los estudiantes
preparan y diseñan la manera como van a interactuar para mantener el control
sobre las distintas elecciones que influyen en su aprendizaje, en cambio, en el
segundo concepto, el docente es quien prepara y mantiene casi por completo
el control sobre la manera como deben interactuar los estudiantes para lograr
los resultados de aprendizaje. De la misma manera, en el ACP es posible
aplicar la división de las tareas, pero, en el AC se necesita estructurar las
interdependencias entre los pares para consolidar la cohesión grupal.
Pero, ¿por qué surge el APC? Este método pedagógico surge especialmente
para valorar los potenciales educativos de los vínculos sociales e
interpersonales en cualquier grupo de pares. Por esto, se reconoce a los
mecanismos de la “socialización” y la “integración” como promotores del
desarrollo formativo de las personas. Todo lo anterior, es para promover la
toma de decisiones en cuanto a la forma como se deben hacer las cosas y los
roles que se deben asumir para alcanzar los objetivos.
El aprendizaje experiencial
En términos sencillos, el “Aprendizaje Experiencial (AE)” se refiere al
proceso mediante el cual el individuo examina, reflexiona y utiliza sus propias
experiencias para llevar a cabo sus procesos formativos. En otras palabras, es
un tipo de “aprendizaje experimental” que se enfoca en promover la actividad
del aprendiz, mediante las aventuras de sus propias experiencias. Un ejemplo
de lo anterior, es llevar a los estudiantes al zoológico para que examinen con
sus propios sentidos a los animales, en vez de colocarlos a reproducir y
conocer mediante la lectura de un libro. Por esto, se sugiere que los
descubrimientos, las experiencias y los experimentos son de por si son fuentes
de conocimientos, que ayudan a complementar las lecturas o las experiencias
recolectadas por otras personas.
Pero, ¿Cómo ocurre el aprendizaje experiencial? A continuación, examina la
siguiente imagen:
En la primera fase, denominada “experiencia concreta” el estudiante vivencia
el fenómeno u objeto de aprendizaje. Una vez identificada, sentida y
reconocida la experiencia concreta de aprendizaje, se procede a la segunda
fase, denominada “experimentación activa u observación reflexiva”, es
decir, es la fase donde el aprendiz enfoca su atención y disposición para
detallar el fenómeno de manera más crítica, detallada y meticulosa. Gracias a
esta fase, el sujeto en concordancia con los contenidos de aprendizaje irá
desarrollando progresivamente otras estructuras superiores de conocimiento
con relación al fenómeno que experimenta.
Finalmente, cuando el sujeto logra desarrollar otras estructuras de
conocimiento con relación a lo que vivenció, logra desarrollar
la “conceptualización abstracta”, que se refiere básicamente a la elaboración
de conceptos y categorías avanzadas con respecto a las experiencias
recolectadas del fenómeno examinado.
Para que se puedan desarrollar exitosamente estas fases, se requiere de las
siguientes condiciones:
En virtud a estas condiciones, si deseas reflexionar con tus estudiantes las
experiencias vivenciadas, te aconsejo que apliques las siguientes preguntas
orientadoras:
Unidad 3
Ahora bien, teniendo en cuenta lo dicho, cabría preguntarse ¿Qué procesos
implica la fase de análisis? A continuación, los estaremos explicando.
Fase de análisis y objetivo
La identificación de necesidades y problemas nos permite a largo plazo
elaborar un “diagnóstico”, es decir, el proceso mediante el cual se realiza un
inventario de necesidades o problemas asociados con la carencia del curso, y
por lo tanto, necesitan ser atendidas y satisfechas. Generalmente, la
elaboración del diagnóstico dentro del diseño instruccional, se
denomina “diagnóstico de necesidades”, la cual es una formulación
necesaria para programar a largo plazo planes de desarrollo en función de las
competencias, los conocimientos y las actitudes que queramos desarrollar en
las personas.
El diagnóstico se hace a través de auditorías o investigaciones internas que
arrojan un “inventario de necesidades de capacitación”. Estas necesidades
son carencias en las habilidades o en la formación profesional de las personas,
es decir, las discordancias entre lo que saben y hacen y lo que deben saber y
hacer. Dichas carencias se deben eliminar para mejorar el desempeño y el
rendimiento de los mismos.
Según este parámetro, se debe especificar si se desea formar una persona que
aplique ciertos comportamientos y conocimientos específicos o si deseamos
fomentar el desarrollo de otras estructuras mentales y comportamentales. Por
otra parte, también debemos definir si queremos formar una persona
competente en cuanto a sus habilidades individuales o si se necesitan
desarrollar capacidades sociales para promover el crecimiento de otras
personas.
Según este parámetro, en esta dimensión debemos definir si el sujeto se forma
y cambia por modificaciones estructurales en sus conocimientos y
comprensiones de los temas o si los cambios ocurren en función de la
asociación de una serie de métodos, procesos y técnicas. De la misma forma,
debemos determinar si los cambios ocurren de manera espontanea o es algo
que ocurrirá mediante los descubrimientos y las exploraciones del propio sujeto
o si los cambios serán promovidos por las influencias externas, es decir, por el
impacto de nuestros contenidos de aprendizaje.
Según este parámetro, se debe definir si los contenidos a impartir y facilitar
serán académicos, es decir, que se fundamentaran en función de lo que dicen
las ciencias o si se impartirán en articulación de la vida cotidiana, es decir, que
se desarrollarán casos prácticos para afianzar el pragmatismo de los
contenidos. Por otra parte, también debemos definir si los contenidos se
impartirán de acuerdo con la lógica que expone las ciencias o si harán en
función de la lógica y las ideas previas del aprendiz.
Según este parámetro, en este componente se debe determinar si la relación
entre el aprendiz y el docente será mediada por el mismo maestro, es decir,
que el profesor se enfocará en transmitir los conocimientos al aprendiz o si el
estudiante es quién será el que tendrá mayor participación y protagonismo en
su aprendizaje o si la relación será algo de carácter bidireccional, es decir, que
ambos interactúen para que en conjunto direccionen los resultados de
aprendizaje. Del mismo modo, debemos definir si los contenidos serán
impartidos por lo que han definido desde la academia o si serán impartidos en
función de las necesidades comunitarias y sociales.
Según este parámetro, se debe determinar si las técnicas didácticas se harán
en función de los contenidos, es decir, si se impartirán los conocimientos para
que luego los estudiantes los domine y reproduzca o si se orientaran en
formular actividades que permitan desarrollar las habilidades de los
estudiantes, para que les permitan promover el pensar, el hacer y el sentir. Del
mismo modo, se debe definir si la comunicación será de carácter presencial y
unidireccional, es decir, del maestro al estudiante o si será empleada de
manera interactiva, es decir, tanto maestros como profesores se podrán
comunicar las opiniones para direccionar el aprendizaje y la enseñanza.
El modelo tradicional
El modelo tradicional fue uno de los primeros enfoques en sugerir la manera
cómo debemos enseñar y promover la formación de los estudiantes. De
acuerdo a su línea de pensamiento, consideran que lo esencial de la educación
es promover la “formación del carácter” de los aprendices mediante el
moldeamiento de sus actitudes, voluntades y sistemas morales. El ideal es
guiar la formación de los estudiantes bajo los principios morales, éticos y
religiosos de su contexto sociocultural.
Con respecto a los contenidos de enseñanza, sugiere que el método que debe
emplearse es la “imitación del buen ejemplo”, es decir, tomar el docente de
ejemplo para que los estudiantes sigan sus enseñanzas. Para eso, emplean
una metodología de
corte “academicista”, “verbalista” y “transmisionista” para impartir los
conocimientos de las ciencias y las enseñanzas del docente. Con esto, se
espera que los estudiantes puedan a largo plazo “reproducir los
conocimientos” mediante una prueba escrita. El tipo de contenido que se
debe impartir según este enfoque son los “conocimientos de las ciencias y
los conocimientos éticos-religiosos”, tales como las matemáticas, la física,
la química y la biología, la ética y los valores y la educación religiosa de
carácter cristiana.
Por lo tanto, la relación entre el profesor y los estudiantes es “unidireccional”,
lo cual quiere decir que el docente es quien dirige, organiza y controla el ritmo
del currículo y es quien posee el monopolio de los conocimientos, de los
cuales, se espera que sus aprendices lo asimilen e internalicen mediante su
transmisión.
Para sintetizar lo anterior, examina el siguiente cuadro pedagógico:
El modelo romántico
El modelo conductista
El modelo conectivista
Este tipo de contenido suele ser muy útil a los cursos que requiera manipular
información verbal, conceptos y sucesos que involucren al estudiante para
conocer de manera compleja el mundo que lo rodea. Por ejemplo: los cursos
de física requieren que el estudiante haya comprendido los conceptos de
materia, conservación, peso, masa, gravedad, etc. Estos conceptos aprendidos
suponen un cambio conceptual en el aprendiz y en consecuencia permite al
aprendiz comprender el medio físico que lo rodea con los conceptos que
construye. Por ejemplo: en un primer plano el aprendiz puede decir “los globos
se inflan porque tienen aire” pero con el conocimiento conceptual se puede
traspasar a “los globos se inflan porque tienen gases y oxigeno que ayuda a
que se mantenga el globo inflado”.
Par fomentar este tipo de conocimiento, se requiere en un primer nivel incluir
los hechos y los datos. Al comienzo es una información que se puede aprender
de manera memorística “al pie de la letra”, es decir, que el aprendizaje de
conceptos requiere un nivel mínimo de comprensión, por lo que es posible que
se pueda reproducir sin que esto llegue a ser relevante para los conocimientos
previos del estudiante. A esta primera parte se le denomina “conocimiento
factual”. Un ejemplo de este primer nivel son las palabras y su significado en
el lenguaje, el nombre de los países, el nombre de los colores, las fechas, los
elementos químicos, etc, pero que aún no posee un significado.
Una vez que el aprendiz adquiera los conceptos que aun no posee significado,
se trabaja sobre el “conocimiento conceptual”, la cual hace referencia a los
principios y conceptos, pero con la diferencia que el conocimiento conceptual
es construido a partir de las explicaciones, los principios y los conceptos que no
se aprenden de manera literal, sino que se logra a través de la abstracción del
significado general, identificando las reglas que las componen y las
características definitorias. En otros términos, el conocimiento conceptual
requiere que el aprendiz comprenda el material a aprender, teniendo en cuenta
que comprender es asimilar el significado del nuevo conocimiento.
Se espera que el aprendiz desarrolle la habilidad de actuar flexiblemente y de
pensar a partir de lo que sabe superando el pensamiento, la memorización y la
acción rutinaria que caracterizan el aprendizaje memorístico. Si el aprendiz
comprende algo, puede tener la capacidad de desenvolverse flexiblemente en
asociación a lo que se comprende: desde clasificar y categorizar, hasta
vincular, extrapolar, justificar, aplicar que van más allá del acto de conocer y las
habilidades habituales.
El objetivo de este tipo de conocimiento es la comprensión, es decir, la
habilidad de clasificar o categorizar para agrupar objetos, hechos, sujetos,
situaciones, etc, que al menos pueden compartir un atributo en común y a
través de estas agrupaciones propias pueda crear un significado en particular.
Conocimientos procedimentales
Conocimientos actitudinales
Este tipo de contenido involucra valores, normas y actitudes. Los valores son
ideas o principios que permiten elaborar juicios sobre las conductas y su
sentido (respeto, solidaridad, respeto, etc). Las actitudes son predisposiciones
o tendencias relativamente estables en las personas, para actuar de cierta
manera en función de los valores que se asume (ayudar a los compañeros,
cooperar, hacer tareas escolares, respetar el medio). Las normas son reglas o
patrones de comportamiento que hay que seguir en determinadas situaciones
que obligan a todos los integrantes del grupo social.
Con base en lo anterior, el “conocimiento actitudinal” con respecto al
contenido de aprendizaje es uno de los aspectos relevantes que permiten
conocer qué tanto valora el aprendiz los resultados de aprendizaje, es decir,
cómo los evalúa dentro de sus estructuras cognitivas y afectivas, para que con
base en ello se pueda emitir juicios que ayuden a construir un sentido al
comportamiento que se ejecuta con respecto a las actividades de aprendizaje.
Por ello, cabe resaltar que esta parte es fundamental para conocer el
significado que le ofrece el aprendiz a los contenidos de aprendizaje.
Generalmente, los contenidos actitudinales se caracterizan por estar
configurados por tres componentes, que son el “cognitivo” (creencias y
conocimientos), “afectivos” (preferencias y sentimientos)
y “conductuales” (declaraciones de intención, acción). Este tipo de contenido
es importante durante el proceso de aprendizaje ya que proporcionan ciertas
disposiciones y cargas afectivas de naturaleza positiva o negativa hacia
personas, objetos, instituciones sociales o situaciones. Esta complejidad hace
que se ubiquen en un nivel superior cognitivo de los contenidos declarativos y
procedimentales.
Se sugiere que un aprendiz ha logrado desarrollar un valor cuando se
internaliza, de tal forma que el individuo toma una posición ante lo que debe
considerarse negativo o positivo. En los valores el componente fundamental es
el cognitivo dado que se establecen criterios morales para regular la actuación.
A su vez, una actitud se ha aprendido cuando el individuo siente, actúa y
piensa de forma más o menos constante ante el objeto concreto a quien se
dirige dicha actitud. Puede manifestarse desde una postura intuitiva hasta otra
profundamente consciente y reflexiva de los valores que determinan.
Finalmente, las normas son aprendidas con diferente nivel de conformidad y
aceptación, forzada o voluntaria o forzada, determinada por la reflexión que la
persona hace de sus posibles consecuencias de su seguimiento.
Estructuración de contenidos de aprendizaje
En general, existen varios formatos que nos permiten estructurar y desarrollar
los contenidos de aprendizaje. Sin embargo, para que examine cómo Edutin
Academy piensa en sus necesidades formativas, le estaremos facilitando uno
para que tenga una noción compleja acerca de lo que implica estructurar las
unidades de aprendizaje.
1. Datos informativos.
2. Índice.
3. Introducción.
4. Objetivos generales.
5. Bibliografía.
6. Orientaciones generales.
7. Orientaciones generales para el desarrollo de cada unidad
8. Unidad/Numero y título.
9. Objetivos específicos.
10. Sumario (Temas de unidad).
11. Breve introducción.
12. Estrategias de aprendizaje para conducir a la comprensión de los
contenidos.
13. Autoevaluación.
14. Soluciones a los ejercicios de autoevaluación.
15. Anexos
16. Evaluaciones a distancia.
Unidad 5
La formulación de actividades
En general, podemos entender la “formulación de actividades” como el
proceso mediante el cual se diseña una serie de “módulos pedagógicos”,
para estimular la ejecución de los conocimientos, las habilidades y las actitudes
asociadas con los objetivos formativos del curso. Es decir, una de las funciones
básicas del diseñador instruccional y del pedagogo es guiar la elaboración de
los módulos de aprendizaje, los cuales constituyen la estructuración básica de
la organización curricular, que permiten consolidar los planes pedagógicos para
la formación.
En esencia, los módulos son la “planificación amplia y sistemática para
desarrollar competencias articulando la práctica y la teoría”. Desde este punto,
es posible destacar que los módulos son la vía que facilita a los aprendices
desarrollar las competencias asociadas al perfil profesional que se desee
formar. Así, de acuerdo el nivel complejidad que tenga las competencias, cada
una de ellas son correspondida por la complejidad de los módulos. De esta
forma, los módulos son diseñados a partir de la estructuración curricular y el
perfil formativo.
Para elaborar los módulos, es necesario tener presente las siguientes
condiciones:
Cada módulo se conforma por diferentes aspectos, tales como la didáctica, los
talleres, la ruta formativa, las competencias y la evaluación. A su vez, dichos
módulos se abordan por medio de diferentes modalidades, pudiendo aplicarse
de manera presencial (tradicional), mixta (b-learning) o a distancia (e-learning).
Estrategias y formulación de actividades
Estrategias de aprendizaje
El objetivo de esta técnica es desarrollar el razonamiento, lo que exige al
aprendiz hallar datos, soluciones y reflexionarlos. Al igual, se busca desarrollar
habilidades de planteamiento, dado que el método para hallar la solución debe
planificarse y estructurarse, de esta forma se estimula la iniciativa y el control
emocional, puesto que el aprendiz se encarará ante un problema. Esto, hará
que tenga que esforzar para trabajar con eficiencia y tranquilidad en la
resolución que se le proponga.
Similarmente, este ejercicio hace que al aprendiz trabaje con hipótesis, cuya
verificación requiere la reflexión y facilita la transferencia del aprendizaje debido
a que el aprendiz podrá aplicar lo aprendido teóricamente en distintas
situaciones.
Frente a lo anterior, es necesario cuestionarse ¿cómo participa el docente
durante este ejercicio? A continuación, se analizarán siete fases de lo cual el
docente puede cooperar con el estudiante para hallar de manera conjunta las
soluciones a la problemática.
Estrategias de aprendizaje:
Unidad 6
La evaluación
En términos generales, la “evaluación” no es solo mirar en la prueba las
respuestas correctas o incorrectas en un plan de estudios o del rendimiento
profesional o examinar la calidad de la actividad entregada por el aprendiz, sino
que además implica recibir la retroalimentación adecuada para el desarrollo
académico y personal del individuo. La evaluación en el ámbito educativo, se
puede ver como un instrumento que busca la manera de sensibilizar el
quehacer académico y permitir la innovación por parte de los aprendices.
En este sentido, la evaluación del aprendizaje es un proceso sistemático de
valoración e interpretación de los avances, los logros (rendimientos) y
dificultades que se producen en el aprendizaje de los educandos. Su propósito
es orientar y mejorar el rendimiento de los aprendices, la labor docente
(proceso enseñanza/aprendizaje), el currículo y el contexto, para brindar
ayudas tendientes a asegurar la formación integral de los educandos.
De este modo, es posible promover aprendizajes continuos y cada vez de
mayor nivel y calidad. La evaluación es diferencial porque respeta el ritmo, el
estilo y el nivel de aprendizaje de los alumnos. Tiene como objetivo conocer el
nivel de adquisición de competencias de cada uno, según sus propias
características y posibilidades. Para la realización de evaluaciones
diferenciales es imprescindible el diagnóstico de la comunidad y el
conocimiento de las características de cada alumno en particular.
La concepción constructivista se va más allá de enfoques cuantitativos y rígidos
sobre la evaluación del alumno y plantea la importancia de un enfoque más
integral, que incluya el aspecto cualitativo, vinculado a las comprensiones y las
construcciones conceptuales como forma de aprendizaje escolar que debe ser
evaluado en el alumno. Evaluar es el proceso de interacciones comunicativas
que el profesor intencionalmente realiza con los alumnos y padres de familia
para comprender y emitir un juicio pedagógico sobre los avances y problemas
de los estudiantes en el logro de determinadas competencias, con el fin de
estimular sus aprendizajes, fortalecer su autoestima y tomar decisiones en el
campo de la enseñanza.
No debe evaluarse permanentemente de un solo modo, sino variando en
función de cada objetivo, rubro o aspecto. Debe ser el criterio del equipo, la
experiencia y la idoneidad del educador o la necesidad del grupo lo que
determine el procedimiento a emplear al momento de evaluar la acción
educativa.
El propósito fundamental de la evaluación es tomar decisiones, identificando
situaciones que deben ser alterados para mejorar el proceso educativo, dos o
más alternativas de solución, valores y criterios para elegir una alternativa de
solución etc.
Unidad 7