asiática golpeó duramente al país al reducir el

apetito de los administradores internacionales

de dinero por los mercados emergentes, pero
 En 1990, Argentina se enfrentó a una gran el verdadero asesino fue la devaluación
crisis económica. En una crisis casi perpetua brasileña a principios de 1999. La devaluación
desde los años setenta, el país se tambaleaba redujo el valor de la moneda brasileña en un
bajo la hiperinflación y una carga de deuda 40 por ciento frente al dólar, lo que permitió a
aplastante. Los precios subían a un ritmo sin los exportadores brasileños cobrar precios en
precedentes. En marzo de 1990, la inflación dólares mucho más bajos en los mercados
subió a más del 20.000 por ciento (sobre una extranjeros. Dado que Brasil es el principal
base anual), sembrando el caos y la confusión. competidor global de Argentina, la ventaja de
costos de Brasil dejó al peso argentino con un
¿Se puede salvar una economía atándola al mástil de aspecto decididamente sobrevaluado. Las
la globalización? dudas sobre la capacidad de Argentina para
pagar su deuda externa se multiplicaron, la
 En el caso argentino, demasiada discreción
confianza se derrumbó y, en poco tiempo, la
gubernamental había resultado en una pérdida
solvencia de Argentina había caído por debajo
total de confianza en los políticos argentinos.
de la de algunos países africanos.
 Ante esta situación de hiperinflación, el
 ¿Qué salió mal? La respuesta corta es que la
canciller Cavallo propuso la Ley de
política interna se interpuso en el camino de la
Convertibilidad, que ancló legalmente la
hiperglobalización. Los dolorosos ajustes
moneda argentina al dólar estadounidense a 1
económicos internos requeridos por una
peso por dólar y prohibió las restricciones en
integración profunda no sentaron bien a los
pagos extranjeros.
electorados nacionales y, en última instancia,
 Además, Cavallo aceleró la privatización,
la política salió victoriosa.
desregulación y apertura de la economía
argentina. Él creía que las reglas de economía El choque inevitable entre la política y la
abierta y la integración profunda reforzarían la hiperglobalización
confianza empresarial al impedir las
 La historia económica detrás del colapso
intervenciones discrecionales y el secuestro de
económico de Argentina es bastante sencilla
la política por parte de intereses especiales.
en retrospectiva. Los formuladores de políticas
 Cavallo imaginó la globalización como un
de Argentina lograron eliminar una restricción
arnés y un motor para la economía argentina.
vinculante, la mala gestión monetaria, pero
La globalización proporcionó no solo
finalmente se encontraron con otra, una
disciplina y un atajo efectivo a la credibilidad
moneda no competitiva.
en las políticas económicas, sino que también
 El país había chocado contra una de las
desencadenaría poderosas fuerzas para
verdades centrales de la economía global: la
impulsar la economía.
democracia nacional y la globalización
 Este fue el Consenso de Washington llevado al
profunda son incompatibles. La política
extremo, y resultó ser correcto en el corto
democrática proyecta una larga sombra sobre
plazo, pero no en el largo plazo. La Ley de
los mercados financieros y hace imposible que
Convertibilidad eliminó la hiperinflación y
una nación se integre profundamente en la
restableció la estabilidad de precios
economía mundial.
prácticamente de la noche a la mañana.
 Cuando la globalización choca con la política
Generó credibilidad y confianza, al menos por
interna, el dinero inteligente apuesta por la
un tiempo, y condujo a grandes entradas de
política. Sorprendentemente, la integración
capital. La inversión, las exportaciones y los
profunda no puede sostenerse por sí misma,
ingresos aumentaron rápidamente.
incluso cuando los líderes políticos de un país
 A fines de la década, la pesadilla argentina
internalizan completamente sus requisitos y
había regresado con fuerza. La crisis financiera
objetivos.
  En su oda a la globalización, El Lexus y el olivo,
Tom Friedman describió célebremente cómo
el “rebaño electrónico” —financieros y
especuladores que pueden mover miles de
millones de dólares en todo el mundo en un
instante— obligó a todas las naciones a
ponerse una “camisa de fuerza dorada”. Esta
prenda definitoria de la globalización, explicó,
unió las reglas fijas a las que todos los países
deben someterse: libre comercio, libre
mercado de capitales, libre empresa y
gobierno pequeño. “Si su país no se ha
preparado para uno”, escribió, “lo hará
pronto”. Cuando te lo pones, continuó,
suceden dos cosas: “tu economía crece y tu
política se achica”. Dado que la globalización
(que para Friedman significaba una
integración profunda) no permite que las
naciones se desvíen de las reglas. Friedman se
equivocó al suponer que las reglas de
integración profunda producen un rápido
crecimiento económico. También se equivocó
al tratar su camisa de fuerza dorada como una
realidad establecida. Como muestra el
desmoronamiento del experimento argentino,
en una democracia, la política interna
eventualmente gana.
 Existe una tensión fundamental entre la
hiperglobalización y la política democrática.
La hiperglobalización requiere reducir la
política interna y aislar a los tecnócratas de las
demandas de los grupos populares. Friedman
se equivocó cuando sobrestimó los beneficios
económicos de la hiperglobalización y
subestimó el poder de la política. Por lo tanto,
sobreestimó la viabilidad a largo plazo, así
como la conveniencia, de una integración
profunda.
Cuando la hiperglobalización incide en las elecciones
democráticas
 Valoramos nuestra democracia y soberanía
nacional y, sin embargo, firmamos un acuerdo
comercial tras otro y tratamos los flujos de
capital libres como el orden natural de las
cosas. Este estado de cosas inestable e
incoherente es una receta para el desastre.
 Normas laborales: Cada economía avanzada
tiene regulaciones detalladas que cubren las
prácticas de empleo. Estas reglamentaciones
dictan quién puede trabajar, el salario mínimo,
las horas máximas de trabajo, la naturaleza de
las condiciones de trabajo, lo que el empleador
puede pedirle al trabajador que haga y con qué
facilidad se puede despedir al trabajador.
Garantizan la libertad del trabajador para
formar sindicatos que representen sus
intereses y establecen las reglas bajo las cuales
puede llevarse a cabo la negociación colectiva
sobre salarios y beneficios.
Desde un punto de vista liberal clásico, la
mayoría de estas regulaciones tienen poco
sentido. Interfieren con el derecho de una
persona a celebrar contratos de su elección. Si
está dispuesto a trabajar 70 horas a la semana
por debajo del salario mínimo en condiciones
inseguras y permite que el empleador lo
despida a su antojo, ¿por qué el Estado debería
impedir que acepte tales condiciones? De
manera similar, si cree que es bueno que su
hija de catorce años consiga un trabajo de
tiempo completo en una fábrica, ¿por qué el
gobierno debería decirle lo contrario? De
acuerdo con la doctrina liberal clásica, las
personas son los mejores jueces de sus
decisiones. propios intereses (y los intereses
de los miembros de su familia), y los contratos
voluntarios, celebrados libremente, deben
beneficiar a ambas partes.
Los mercados laborales alguna vez estuvieron
regidos por esta doctrina. Sin embargo, desde
la década de 1930, la legislación
estadounidense y los tribunales han
reconocido que lo que puede ser bueno para
un trabajador individual puede no serlo para
los trabajadores en su conjunto. Sin
regulaciones que hagan cumplir las normas
sociales de trabajo decente, un posible
empleado con poco poder de negociación
puede verse obligado a aceptar condiciones
que violan esas normas. Al aceptar dicho
contrato, el empleado también dificulta que
otros trabajadores alcancen estándares
laborales más altos. Por lo tanto, se debe
prohibir a los empleadores que ofrezcan
contratos odiosos incluso si algunos
trabajadores están dispuestos a aceptarlos.
Deben descartarse ciertas formas de
competencia.
 Considere cómo el comercio internacional
afecta este entendimiento. Gracias a la
subcontratación, mi empleador ahora puede
hacer lo que antes no podía. Las leyes
laborales domésticas todavía le prohíben
contratarte en mi lugar y ponerme a trabajar
en condiciones que violen esas leyes. Pero
esto ya no importa. Ahora puede
reemplazarme con un trabajador en Indonesia
o Guatemala que trabajará voluntariamente en
las mismas condiciones deficientes o peores.
El trilema
Para los economistas, esto no es solo legal; es
una manifestación de las ganancias del
comercio.
 Competencia fiscal de sociedades: La movilidad
internacional de las empresas y del capital
también restringe la capacidad de una nación
para elegir la estructura tributaria que mejor
refleje sus necesidades y preferencias. En
particular, esta movilidad ejerce una presión a
la baja sobre las tasas impositivas corporativas
y traslada la carga fiscal del capital, que tiene
movilidad internacional, al trabajo, que lo es
mucho menos.
 Normas de salud y seguridad: La OMC permite
a los países promulgar reglamentos sobre
salud pública y seguridad que pueden ir en
contra de sus obligaciones generales en virtud
de las normas comerciales. Pero estas
regulaciones deben aplicarse de manera que
no discriminen abiertamente las
importaciones y no deben oler a
proteccionismo encubierto. El Acuerdo sobre
Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) de la
OMC reconoce el derecho de las naciones a
aplicar medidas que protejan la vida o la salud
humana, animal o vegetal, pero estas medidas
deben ajustarse a las normas internacionales o
basarse en “principios científicos”.
 Recaudaciones reglamentarias: Hay miles de
tratados bilaterales de inversión (BIT) y
cientos de acuerdos comerciales bilaterales o
regionales (RTA) en vigor. Los gobiernos los
utilizan para promover los vínculos
comerciales y de inversión de maneras que
van más allá de lo que permiten la OMC y
otros acuerdos multilaterales. Un objetivo
clave es brindar un mayor nivel de seguridad a
los inversionistas extranjeros asumiendo
compromisos externos más fuertes.
 Políticas industriales en los países en desarrollo:
Probablemente, la restricción externa más
significativa que enfrentan las naciones en
desarrollo como consecuencia de la
hiperglobalización son las restricciones a las
políticas industriales que dificultan que los
países de América Latina, África y otros
lugares emulen las estrategias de desarrollo
que los países de Asia oriental han empleado
con tan buenos resultados.
 ¿Cómo manejamos la tensión entre la
democracia nacional y los mercados globales?
Tenemos tres opciones. Podemos restringir la
democracia en aras de minimizar los costos de
las transacciones internacionales, sin tener en
cuenta el latigazo económico y social que
ocasionalmente produce la economía global.
Podemos limitar la globalización, con la
esperanza de construir legitimidad
democrática en casa. O podemos globalizar la
democracia, a costa de la soberanía nacional.
Esto nos da un menú de opciones para
reconstruir la economía mundial.
 El menú captura el trilema político
fundamental de la economía mundial: no
podemos tener hiperglobalización,
democracia y autodeterminación nacional al
mismo tiempo. Podemos tener como máximo
dos de tres.
 Puede que hoy estemos lejos del patrón oro
clásico o de las empresas comerciales
autorizadas, pero las demandas de la
hiperglobalización requieren un
desplazamiento similar de la política interna.
Los signos son familiares: el aislamiento de los
organismos encargados de la formulación de
políticas económicas (bancos centrales,
autoridades fiscales, reguladores, etc.), la
desaparición (o privatización) de la seguridad
social, la presión por impuestos de sociedades
bajos, la erosión del pacto social entre
empresas y trabajadores, y la sustitución de los
objetivos de desarrollo nacional por la
necesidad de mantener la confianza del
mercado. Una vez que las reglas del juego
estén dictadas por los requisitos de la
economía global, el acceso de los grupos
domésticos a la formulación de políticas
 económicas nacionales y su control sobre ella
inevitablemente se verá restringido. Puedes
tener tu globalización y tu estado nación
también, pero solo si mantienes la democracia
a raya.
 ¿Debemos renunciar a la democracia si
queremos luchar por una economía mundial
completamente globalizada? De hecho, hay
una salida. Podemos abandonar los estados
nacionales en lugar de la política democrática.
Esta es la opción de “gobernanza global”.
Instituciones globales robustas con poderes
regulatorios y de establecimiento de normas
alinearían las jurisdicciones legales y políticas
con el alcance de los mercados y eliminarían
los costos de transacción asociados con las
fronteras nacionales. Si además se les pudiera
dotar de la responsabilidad y la legitimidad
adecuadas, la política no tendría por qué
encogerse y no se reduciría: se trasladaría al
nivel mundial.

La globalización inteligente puede mejorar la

democracia nacional

 Cuanto mayor sea el énfasis en la integración

económica profunda, menor será el espacio
para las diferencias nacionales en los arreglos
sociales y económicos, y menor será el espacio
para la toma de decisiones democráticas a
nivel nacional.
 Si bien los compromisos internacionales
pueden mejorar la democracia nacional, no
necesariamente lo harán. La agenda de la
hiperglobalización, con su foco en minimizar
los costos de transacción en la economía
internacional, choca con la democracia por la
sencilla razón de que no busca mejorar el
funcionamiento de la democracia sino
acomodar intereses comerciales y financieros
que buscan acceso al mercado a bajo costo.