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Si quieres saber más sobre el pensamiento de Anaxímenes, sigue leyendo este artículo de
un PROFESOR.
Según Anaxímenes, el aire es el primer principio y el último de todas las cosas. Gracias al
primero se forma el fuego, y por el segundo, se origina el viento, las nubes, el agua, la
tierra, y finalmente el mundo. Anaxímenes no llegó a pensar que el frío y el calor eran la
causa de la condensación y la rarefacción, y no la consecuencia.
La cosmología de Anaxímenes
A partir de la condensación del aire se forman las nubes, después el agua, más tarde la
tierra y finalmente las piedras y los minerales. El proceso contrario se produce por la
rarefacción del aire: las piedras se transforman en tierra, está en agua que dan lugar a las
nubes, que a continuación se vuelven aire y por último, fuego.
Grafica del Padre en la cima, el hijo en el lado izquierdo y el Espíritu santo en lado derecho
El numero 5: Es un pentágono que representa los cuatro elementos (agua, tierra, aire
y fuego) más la Idea. Para Pitágoras este número representa a la figura humana,
arriba estaría la cabeza, en los dos lados superiores los brazos y en los lados
inferiores las piernas. Señala que representa la Inteligencia y la Creatividad Humana.
El numero 6: Este número representa el “Sexto Sentido” que es la INTUICION.
• Los números 7, 8, 9 y 10: reunión del universo con lo divino
El número 7: Personaliza la reunión con la unidad, el regreso al 1. El 7 se conforma
por la suma del 3 y el 4. El 3 es igual a las propiedades de Dios y el 4 es el universo
material, así que el 7 es esa unión entre lo divino y lo material. Asimismo, el 3, el
triángulo y el 4, el cuadrado, configuran a la pirámide.
El número 8: Es el infinito, cuando el universo ya logró refundirse en la unidad.
El numero 9: Es el comienzo de un nuevo ciclo de separación y búsqueda por la
reunión que toma miles de millones de años.
El numero 10: presenta la idea de una trascendencia del universo, hacia una nueva
infinidad. Es similar al 1 pero hallándose en un nivel superior
Filósofos clásicos como Pitágoras encontraron una cualidad mística en los números y
que podrían representar secretos del universo, mezclándose con la idea de que hay
una unidad divina donde el universo busca refundirse. Teorías científicas como del Big
Crunch sí estipulan que el universo tendría ciclos parecidos de expansión y de un
regreso a una infinidad, así que Pitágoras podría estar en lo correcto desde hace miles
de años.
2. EL SER HUMANO SEGÚN PITAGORAS
Sobre el pensamiento de Pitágoras, el matemático y filósofo griego consideraba que el
ser humano había sido creado en armonía. Tenía un pensamiento creador, y
consideraba que el universo estaba dividido en el mundo natural, el divino y el
humano. Además, consideraba al hombre un ser vivo con inteligencia y alma.
3. EL ALMA Y EL CUERPO
El alma es una parcela del mundo, una brasa del espíritu divino, una mónada (termino
referido a Dios o al primer ser) inmortal. Para llegar a ser lo que es ha debido pasar
por distintos procesos, de mineral, a vegetal, luego animal hasta llegar a ser humano.
Y lo más importante, en la medida que se enciende la antorcha vacilante de la
consciencia esta alma se vuelve más independiente del cuerpo, más capaz de llevar
una existencia más libre. De aquí deduce que el alma humana solo viene del cielo y al
él vuelve después de la muerte.
El alma es inmortal, es un ser etéreo (Etéreo: Relativo al cielo), Es creado por el
Espíritu y es lo que anima al cuerpo. También nos indica que el alma es prisionera del
cuerpo tal como una tumba y hasta que no se despierte la conciencia esta seguirá
reencarnando, pero si llega a encender la conciencia el alma entrara en el “mundo
divino” donde se unirá con la divina inteligencia.
Pitágoras nos habla de esta trinidad: espíritu, alma y cuerpo. Ese espíritu, actuando en
el fondo de los cielos como en la tierra debe tener un órgano; este órgano es el alma
viviente, sea bestial o sublime, obscura o radiante, pero teniendo la forma humana
(cuerpo), es la imagen de Dios, una emanación de Él.
4. METEMPSICOSIS: “TRANSMIGRACION DEL ALMA”
Doctrina religiosa y filosófica de varias escuelas orientales, y renovada por otras de
Occidente, según la cual las almas transmigran después de la muerte a otros cuerpos
más o menos perfectos, conforme a los merecimientos alcanzados en la existencia
anterior.
Cuando el cuerpo muere sin haber despertado la conciencia el alma se queda
deambulando hasta hacer un traspaso en un ser animado o inanimado, es decir puede
llegar a hacer un traspaso en una planta o en un animal, así como también en un ser
humano. Por ejemplo, un humano puede volver como otro humano, o como un pájaro,
un animal o un reptil de algún tipo.
Debido a ese pensamiento, los pitagóricos tenían un gran respeto a plantas y animales
porque pensaban que en aquella planta o animal podría estar un alma humana.
• La vía de la verdad, donde se ocupa de «lo que es» o «ente», y expone varios
argumentos que demuestran sus lo atributos: es ajeno a la generación y la
corrupción y por lo tanto es inengendrado e indestructible, es lo único que
verdaderamente existe —con lo que niega la existencia de la nada— es
homogéneo, inmóvil y perfecto.
• La vía de las opiniones de los mortales, donde trata de asuntos como la
constitución y ubicación de los astros, diversos fenómenos meteorológicos y
geográficos, y el origen del hombre, construyendo una doctrina cosmológica
completa.
Teoría de Parménides
En este sentido para el filósofo griego el mundo ya está dado,
no puede existir ningún cambio.
Todo ha existido siempre, y aquello que no existe no puede ser y
viceversa. Estas máximas acompañan el pensamiento de
Parménides y desde aquí se desglosan sus postulados. Así, la
multiplicidad y diferencia del mundo es una ilusión. Lo único
verdadero es aquello que siempre ha sido y que mantiene una
unidad.
Para él esta es la base del universo, el principio primordial, nada existe o puede existir
fuera del Ser, porque este sería no-ser. De esta idea se desglosa su famosa
frase “todo lo que es, es y todo lo que no es, no es”. Este concepto tiene una serie
de características:
• Es unitario: Parménides niega la multiplicidad y, por lo tanto, el cambio. Solo existe
el ser que no es más que “uno”, cualquier cosa que se diferencie no es, por ende, no
existe.
• Es inmutable: al negar la idea del cambio Parménides le atribuye la inmutabilidad al
Ser. Este no puede ser diferente a lo que ya es, porque esto implicaría dejar de ser.
En otras palabras, no se mueve, no se transforma, permanece igual.
• Es indestructible: básicamente ese es un resultado de sus otras características, si el
ser deja de ser ya no es. Por lo tanto, el ser no tiene un final, es indestructible.
• Es ingénito: así como el ser no tiene un final, no tiene un principio. Esta cualidad
hace referencia a que el ser no puede ser generado, ha existido siempre.