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2 L.C.

Bermeo Gamboa
TESIS
SOBRE
EL
FRACASO

Tesis sobre el fracaso 3


L.C. BERMEO GAMBOA

TESIS
SOBRE
EL
FRACASO

Tesis sobre el fracaso 5


TESIS SOBRE EL FRACASO

ISBN: 978-958-46-9767-7

© Derechos Reservados de Copia para la presente edición 2016 por:


Luis Carlos Bermeo Gamboa

E-mail: lucasxix@yahoo.es
Cel: 3175687935
El contenido del libro es de exclusiva responsabilidad intelectual del autor.

Foto de carátula: Kids Boxing. Stanley Kubrick, 1946


Foto de solapa: Julián Candezano
Edición e Impresión: Poemia su Casa Editorial
Carrera 24D Oeste Nº 4-108, Teléfono: (2)3719822, Cali, Colombia.
poemiaterritoriodelaescritura.blogspot.com

Este libro no podrá ser reproducido en todo o en parte, por ningún medio im-
preso o de reproducción sin permiso escrito del titular del Copyright.

Impreso en Colombia
Printed in Colombia

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Para Leidy, Valentina y Victoria
tres argumentos en contra de esta tesis.
También para Pablo Emilio y Blanca
Mary dos argumentos a favor de Dios.

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«La condición del hombre es el fracaso».

Textos I: Nicolás Gómez Dávila

«Aceptarás, desde luego tu fracaso, heroica y


magnánimamente, en plena plenitud… Aceptarás tu
divino fracaso, para sentirte más triunfalmente seguro de
ti mismo, para no compartir nunca las quejas de los que se
sienten defraudados ni exaltarse en las cóleras que
envilecen; para no medir con angustia el terreno que
recorren los demás y el que tú mismo recorres; para no ser
herido de las rosas que dan su fragancia en las manos ajenas
y asistir con un gesto tranquilo a esta fiesta de la vanidad
que es el arte…».
El divino fracaso: Rafael Cansinos-Asséns

«Todo de antes. Nada más jamás. Jamás probar. Jamás


fracasar. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa
mejor».
Rumbo a peor: Samuel Beckett

«A menudo tengo la sensación de sufrir una derrota interior


enorme».
Jakob von Gunten: Robert Walser

«Su derrota es la obra de un ángel poderoso».

El mal sino: Stéphane Mallarmé

«La Historia pide disculpas a los vencidos,


pero no ofrece ayuda ni perdón».

España, 1937: Wystan Hugh Auden

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PRÓLOGO

E ste es un libro para perdedores, honesta y pública


minoría. También, para la secreta mayoría de
triunfadores que, en su íntima y solitaria derrota, se confiesan
uno más. Ofrecido como vino amargo y difícil de pasar,
producto de una insatisfacción refinada hasta alcanzar el grado
exacto de fracaso recomendable para la salud, purificado con
una gota de resentimiento, de modo que pueda ser bebido en
pequeños tragos y resulte particularmente agradable al lector
paciente.
Aquí musita una voz con sensatez de resaca,
interrumpiéndose, que vuelve una y otra vez sobre sí misma,
hallando las correspondencias entre vida y poesía,
sustentando azarosamente el sentido de «haber sido un
desdichado», para compartir una radical sentencia: «El
último deber de la poesía es pedir ayuda y suplicar perdón,
hacer del lenguaje una disculpa por nuestra soberbia
humanidad»; triste aviso al poeta moderno, que en el segundo
milenio ante la decadencia del mundo sensible, debe
permanecer bajo la sombra del fracaso.
A partir de este libro el poeta es un héroe humillado por las
circunstancias, que ha perdido la antigua seguridad del oficio
épico y desiste de cualquier ambición gloriosa para resistir
las carencias de la realidad. Definido así, ya nadie alaba el
humilde heroísmo de la poesía, razón por la cual, cuando un
hombre, con el mínimo sentido de supervivencia, descubre
en su interior la vocación poética, maldice su suerte y trata
por todos los medios de no convertirse en poeta.

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El hombre moderno lucha por evadirse de la vocación
poética, y pese a todo envanecimiento material, y en casos
como el de L.C. Bermeo Gamboa, logra triunfar la poesía
sobre la voluntad, cuya consecuencia no es otra que la
complicación progresiva de la vida. Por ello, de algún modo,
este libro es también autobiográfico, ya que exhibe las
infidencias del poeta mal juntado con la poesía, de un elegido
a su pesar que no deja de reprochar a su señora la culpa de
ponerlo en contra de todo lo aceptado, de la poesía que ya no
seduce con su trágica belleza, del poeta de mala gana
enfrentado a los suyos, queriéndolos honrar, y a la sociedad,
en la que anhela ser reconocido.
El fracaso es uno de los últimos recursos que le han quedado
al humanismo, cuando la poesía ya no vive en los ideales del
progreso y ha dejado de celebrar el mundo para marginarse y
repetir desde su rincón la simple verdad: «Todo es vanidad
de vanidades» y que lo recomendable es aceptar
voluntariamente el fracaso universal de la lógica positivista,
y así contribuir, por lo menos, a la «emancipación del espíritu»
atado a sus seductores simulacros de felicidad. Observando a
través de una estética radical como la del fracaso, opuesta a la
moral del éxito, nos permitiremos apreciar el valor mínimo
de la existencia, y mantener la esperanza de vivir una vida
tranquila y simple, como recomendaba el poeta sevillano en
la Epístola Moral a Fabio:

Una mediana vida yo posea,


un estilo común y moderado,
que no le note nadie que le vea.

Por más sutileza que haya en proponer el fracaso como


principio existencial, entra en conflicto con la mentalidad
moderna, que es producto de una educación basada en
competencias y logros, así como de la cultura actual rebajada
a espectáculos validados por reconocimientos y dinámicas

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mercantiles; en este sentido la sugerencia de llevar una
mediana vida, basta para ganarse el desprecio general y poner
en ridículo a su autor, tachado de pesimista resentido.
No importa cuántas veces la historia compruebe la ley de
Murphy de que todo es falible. Ni la común certeza de filósofos
estoicos y nihilistas de que el fracaso es nuestra verdadera
condición. Hace falta demasiada sabiduría para aceptarlo, y
aún hoy, después de perder tanto en el río del tiempo,
seguimos conservando esa obsesión por el ejercicio de poder
y dominación, y cuando lo perdemos somos igual a ese rey
inglés que aún en la ruina clamaba por un caballo para
mantener su ilusoria superioridad. De la misma forma
muchos idealistas actúan como el Quijote, luchan por
convencernos de que son grandes y que les debemos
admiración, aunque pocos al final, se muestran tan
desinteresados como Alonso Quijano, que después de una
engañosa derrota, como lo fueron también sus triunfos,
logrando más de lo imaginado en su aventura, tuvo la nobleza
de regresar a su casa para morir llanamente sin exigir tributo
de nadie.
Durante considerable tiempo, el escritor de este libro,
intentó vivir de la manera más sencilla y honesta: trabajando,
los innumerables rechazos de su curriculum vitae en tan
diferentes oficios dan prueba de ello. Nunca su intención fue
abusar de la confianza de nadie haciendo la incómoda
petición de que por favor lo leyeran, por necesario que sea
leer esta clase de libros. Pero no progresó en ningún oficio,
excepto claro está, en la poesía que con su permanente oferta
de sacrificio gratuito, lo puso a laborar con palabras hasta
que finalmente, como todo un caballero de la más inútil
decencia cuya dignidad lo hace incompetente para la vida
práctica, aceptó su condición de poeta. Y de esa experiencia
de confirmación cuasi religiosa nació el «ímpetu obsesivo de
una forma estética por cumplir», que concluyó en este libro
de poemas, pensamientos y citas, donde la poesía es

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comprendida en su sentido más básico, como afirmó Cyril
Connolly: «del género que medita sobre la vida», y sin olvidar
que el tema no tiene nada de original, que todos los verdaderos
poetas han debido tratarlo y cuando no padecerlo, que el
fracaso no es un motivo individual a los hombres, sino
universal a la propia poesía, el autor decidió incluir al final
un opus citatum para enmarcar su obra con algunos
precedentes literarios donde ya está formulada y expresada
la estética del fracaso.
Este es el testimonio de la ironía humana que nos hacía falta
conocer, el de un poeta renegado cuyo canto se opone al coro
victorioso del progreso, un poeta que ante la felicidad
mórbida del mundo actual, exalta el fracaso voluntario como
prueba del poder disuasorio que aún persiste en la poesía y
que de acatarla todos tendría la milagrosa capacidad de
arruinar el sistema inhumano en el que vivimos.

Helse Berkal

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TESIS SOBRE EL FRACASO

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20 L.C. Bermeo Gamboa
A QUIEN LEYERE

Echando a perder se gana,


yo adverso náufrago en mí
lanzo esta botella al mar, diciendo:
«No vengan a buscarme».

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I

ACUMULACIÓN DE RUINAS

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24 L.C. Bermeo Gamboa
BUEN TACTO

Regresando de la escuela,
recuerdo un día cuando un niño
sin propósito alguno
se me atravesó en el camino
y me dio un golpe en la cara.
 
No fue la caída, fue el vértigo
No fue el suelo, fue el mundo,
que me alertaron,
que no era un sueño la infancia.

Y por puro afán de vida,


porque los débiles no mueren fácil,
aprendí a esquivar los golpes,
observando bien, acostumbrándome,
sobrellevando los nocauts diarios.

Vivir es sencillo, te dicen,


pero a ti te deja loco,
te fractura el cráneo,
te nubla la vista,
hace que te muerdas la lengua
y escupas sangre.

Tuve mi oportunidad de ser sabio


de haber optado,
al primer golpe,
por tirarme a la lona
al primer golpe,
quedarme en el suelo,
al primer golpe,
sin importar el chiflido,
no levantarme.

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VICTORIA

«Y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos».

Lo fatal: Rubén Darío

No sabemos a qué se debe:


pero olvidamos el ayer
como a bochornoso suceso,
y de ninguna gloria del presente
guardamos recuerdo,
estando seguros que el futuro
es victoria de la muerte.

DEFINICIÓN

Nube que oculta nuestro sol


y lluvia en contra que nos persigue.

No hay escampadero ni salida


nos han cercado en un mundo sin techo.

A pesar de los pronósticos sigue andando


mirando al frente mientras decides:
si detenerte y no caminar jamás
dejar esperando por siempre a nuestro destino,

si continuar y empapado jamás llegar


ir en busca de esa mano divina que nos da sombra,

si danzar y hacer un espectáculo para el olvido,


dibujar en el agua las formas de tu propia nube.

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BLANCO SOBRE BLANCO

Sobre una pintura de Kazimir Malévich

Está acabando,
pronto no habrá imágenes.
Será como al principio
volver al lenguaje puro,
la metáfora original,
la que no dice nada,
nadie la ve,
no está oculta,
ya no puede observarse
sólo es posible recordarla
obligándonos a hacer silencio.

Al fin, aquí está la gran ausencia estética:


el no sentir nada percibido por todos.

EL FRUTO SIN FORZAR1

Espera que la puerta se abra, no la fuerces


que lo destinado no se gana en guerra.

Cuando hayan abierto, espera la invitación a


pasar, que los elegidos serán llamados por su
nombre.

Cuando estés adentro, espera que te guíen a tu


lugar, el espacio donde lo preciado ha de
guardarse por siempre.

1. «Lo mejor es contentarse con los frutos espontáneos, sin pedir más».
Lao Tse (Tao Te Ching).

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FRAGMENTO

Silencioso y quieto entre las ruinas


cuido el fragmento de un poema.

Sostengo sus versos inconexos


y no sé lo que dicen,
temo que al leerlos se desmoronen.

ESBOZO

No hay exactitud del puro ideal.


No hay No absoluto.
El infinito es inconcluso.
Es posible, tal vez.
Siempre es Si potencialmente.

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RUINAS #091513

«Ruin is formal —Devil´s work


Consecutive and slow—
Fail in an instant, no man did
Slipping —is Chrash’s law».2

Emily Dickinson
***
Esfuerzo inútil por conservar los fragmentos de un poema
inacabado, esfuerzo inútil por conservar las ruinas de una
civilización derrotada. Lo mejor no fue escrito, lo mejor
ha sido destruido.
***
El poema es creado a imagen y semejanza de la
mediocridad del poeta, pero es recreado por el genio del
lector.
***
Seguros de tu fracaso por piedad te ayudarán. Seguros de
tu talento, inmisericordes te darán la espalda, cerrarán
todas las puertas y te dejarán morir de hambre.

***
Lo que bien comienza, bien acaba: se amaban, pero él la
despreció. Ella fue feliz; él murió en paz.

***
El que puede escribir una máxima sobre el fracaso ha
triunfado.
***
Ha llegado ese momento de la vida en que debes empezar,
¿debes esforzarse por terminar? No, la obra del fracaso es
inconclusa.
2. «La ruina es el trabajo bien urdido del diablo,/ consecutivo y lento./ Ningún
hombre ha fallado en un instante:/ es la ley del fracaso ir resbalando». Poema
997, traducción de José Manuel Arango.

Tesis sobre el fracaso 29


A ningún sitio quiero llegar, antes que lo solicite cedo mi
lugar a otro y no le obligo a dar las gracias.
***
Hemos salido defectuosos, a quién devolver esta
mercancía, adónde mandarla que no estorbe. ¿Qué mal
artesano hizo esta marioneta y no satisfecho labró una
humanidad sin garantía? Fuego al maderamen inútil que
gime y miente como en la fábula.
***
Poder ayudar es un bien divino, pero negar la ayuda sólo
es de dioses. ¿A cuántos ricos y acomodados de esta vida
Señor negarás el gran don con un sólo gesto de tu mano?
¿A cuántos dirás que por el momento no, que esperen la
eternidad, así como ellos dejaron esperando a sus hermanos
en vida? Por favor, déjalos entrar.
***
Un agiotista nos ha puesto en la vida para pagarle por
triunfar, quien gana contrae una deuda de gratitud. Haber
fracasado por uno mismo, no deberle a nadie ese orgullo.
***
Si todo es imposible quien algo intenta es un héroe.
***
Cuídate de construir tu reino también con palabras, que
cuando los bárbaros triunfen las palabras serán las únicas
que permanecerán en pie.
***
Zapatos demasiado grandes, imposibilidad para ponerse
en su lugar o el de los otros. Mejor ir descalzo por la calle,
su justa medida.
***
Queja de un poeta venido a menos o la reducción de la
nada: «Estoy seguro de que si supiera hacer cualquier otra
cosa, jamás me habría dedicado a esto».
***
Tus poemas serán la prueba ¿de qué? Para tu absolución o
condena. Entonces ¿mis actos no han servido para nada?

30 L.C. Bermeo Gamboa


INSCRIPCIÓN HALLADA EN UNA IGLESIA
DE INGLATERRA3

PARA IMPERECEDERA VERGÜENZA


DE LA SOCIEDAD CULTA DE INGLATERRA,
Y DE SUS ALREDEDORES, QUEDA AQUÍ
UN RECONOCIMIENTO DE HONOR
A LOS MÁRTIRES DE LA EXCLUSIÓN IGNOMINIOSA,
A QUE FUERON OBLIGADOS EN SU ÉPOCA,
POR OFICIAR LAS ARTES Y LAS LETRAS DEL ESPÍRITU,
CUANDO EL TALENTO NO PEDIDO Y OTORGADO
POR DIOS Y LA SENSIBILIDAD DE LAS HUMANIDADES,
NO ERAN GARANTÍAS SUFICIENTES DEL BUEN VIVIR.

A SU FRACASO COMO HOMBRES NO QUIERA EL SEÑOR


JUSTIFICAR SUS BELLAS E INMORTALES OBRAS
NI SÓLO A LA MUERTE DEBAMOS SU RECONOCIMIENTO.

DE LO ANTERIOR:
DAN PARTE SUS FAMILIAS QUE LES IMPIDIERON LA CALMA,
SUS AMIGOS QUE SE NEGARON A LA JUSTA GENEROSIDAD,
Y EL ESTADO PÚBLICO QUE SE ABSTUVO DE ATENDERLOS.

UN ABRIGO NUEVO, EL ABRIGO ORIGINAL

«For there’s more enterprise


In walking naked».4

(A coat): W. B. Yeats

La costumbre de su pobreza no los había preparado, era el


tradicional harapo del poeta: un viejo abrigo
color ceniza como la piel de su perro,
uniformados recorrían el pueblo en busca de caridad;
cosa de todos los días, toda la vida.

3. Capilla en la Iglesia de Southill, condado de Bedford (Reino Unido).


4. «Pues hay más trabajo / en caminar desnudo», en la versión de Nicolás
Suescún.

Tesis sobre el fracaso 31


Malogrado, decían: escaso genio, sin disciplina, demasiada
/lectura,
lo vieron sucederse de un prometedor y simpático joven
a perderse en este hombre maduro sin títulos ni bienes,
mala crianza que a su familia costó el agravio público,
pero no huyó y soportó a nombre propio la vergüenza
mientras la gente olvidaba su drama y atendía otro;
protegido durante esos años por las altas solapas del abrigo.

La última tarde de septiembre antes de iniciar el invierno


lo vieron de nuevo hacer el recorrido, esta vez sin pedir nada,
aunque el perro siempre adelante recibía lo que le lanzaban,
él venía atrás desnudo y caminando con donaire,
saludaba con el regocijo de quien ha saldado una vieja deuda,
hasta que cruzó el pueblo rumbo al campo y no se le vio más,
alguien muy perspicaz preguntó qué había sido del abrigo.

Días después vieron al perro regresar a la calle donde


/dormían,
allí se tendió sobre el abrigo y a la mañana siguiente
/recorrió el pueblo,
cosa de todos los días, toda su vida.

A su paso por la plaza, dos viejos comerciantes, retirados en


/un banco, dialogaron:

—Yo les daba algo de comer en las mañanas, el perro llegaba


primero a la venta y yo le decía: «Toma este pan y compártelo
con tu hermano».
—El erguido entraba al restaurante y decía sus versos a
cambio de sopa y algo de sobras de res asada.
—Habrá muerto en medio del invierno, sin abrigo y comida,
por eso regresó el perro.
—Ahora el perro entra al comedor del restaurante y se pone
a ladrar, no se calla hasta que le sirvo sus sobras de res asada.

32 L.C. Bermeo Gamboa


FLUJO DE CONSCIENCIA SOBRE UNOS HUESOS DE POLLO
EN LA BASURA

Perdone, qué vergüenza incomodarlo.


Yo aquí con mi vida inútil.
¿Que no sé hacer nada? Sé mucho
y para lo que se le ofrezca, a la orden, señor.
Aquí me tiene, yo con mi sabiduría inútil.

No es mucho lo que le pido, perdone,


la decencia me obliga a decírselo
y no olvidaré darle las gracias.
Podría haber llegado y empujarlo, señor.
Pero, al fin y al cabo, ¿qué ganaría luchando?
Ocupar el puesto de otro va en contra de mis modales,

Tenga la bondad, le solicito, córrase y deme un campo.


¿Que respeta, pero no comparte?
Es comprensible, porque ayudar
es lo más incómodo que hay:
acompañar en su pérdida al que perdió
y sufrir derrotas ajenas con un extraño
como si fuera nuestro hijo o nuestro hermano.
A nadie se le ha ocurrido semejante idea:
¿qué ganaría ayudando?

Tal vez eso es deber de la familia.


¿Que si tengo una? Sí, una muy respetable.
Como usted, señor, ellos tampoco comparten.
Son una familia moderna, de estas ya quedan pocas,
somos los últimos a los que une científicamente la sangre,
/o la ley.
Así que aquí me tiene, solo con mis genes heredados.

Tesis sobre el fracaso 33


Nos amamos tanto que, en mi caso, no escatimarán recursos
para demostrarlo, siempre y cuando muera,
y vengan extraños a decirles que acaso fui digno,
o al menos un personaje muy singular.

Parecía un hombre corriente, dirán:


no adivinamos que tenía su propia ley,
ni que en sus lamentos y súplicas, había rebeldía.
Recibiendo sobras tuvo lo que muchos no tienen, dirán,
y aunque pedía de rodillas, nunca supimos si daba las gracias.

Fue como un perro al que le dimos de comer sin entenderlo,


y que iba de aquí para allá por el camino dejando su poesía.
Porquería que estábamos obligados a alzar,
evitando se embarrará nadie con ella,
estábamos obligados a limpiar su porquería, dirán,
porque todos sabían que era nuestro poeta.

Mi vida perra, señor, pero sabe usted,


no hallaba donde tirarla y terminé aquí,
junto a usted y toda esta gente,
seguramente como a mí,
el patio familiar nos quedó demasiado estrecho.

Porque me enseñaron a creer que nada me pertenece,


me quedaré aquí, esperando sin disgusto,
hasta cuando usted desee moverse de mi lugar, señor.

¿No ha pasado una eternidad para obtener lo que merezco?


Habría sido menos tiempo, pero lo que nunca aprendí fue a
/exigir,
Así que gracias señor por haberse molestado.

34 L.C. Bermeo Gamboa


ESBOZO

El sentido que la crítica pule


para ver el detalle imperfecto,
inhumano del momento feliz,
ampliando el límite de lo imposible
hacia dentro, despojándonos,
marcando la forma de nuestra ruina,
única propiedad de los vencedores.

Tesis sobre el fracaso 35


RIMBAUD RESUELVE NO SER POETA

No me juzgarían tan severamente por disparar a un hombre,


se sabe que un asesino bien puede ser un poeta,
pero yo he decidido acabar también con el poeta que soy.

No admiro lo que el ejercicio de la poesía hace al hombre,


se sabe que cualquiera puede ser reconocido como poeta,
pero yo he decidido asumir sin matices la vileza del hombre
/que soy.

Me parece que la guerra es una invención de Homero


y la venganza otra de Shakespeare, los poetas nos han
/pervertido.

La barbarie tiene una monstruosa estética que admiramos


y la poesía es su disimulada careta.

Hasta el pueblo me llegaron estas visiones precoces del


/infierno
donde vi a los hipócritas lamentarse entre llamas de oro,
pícaros modernos que creyeron merecer la salvación por un
/ poema.

No espero que unos versos adolescentes me salven de ese


/juicio,
prefiero ser un perfecto culpable sin atenuantes de
/ humanidad
que luego nadie venga a implorar un poco de caridad por este
/hombre.

Que a mis 19 años considero que la poesía ya no es disculpa,


mejor perderme como un hombre entre los hombres
/destruyendo el mundo
y no tener memoria ni remordimiento de haber creado belleza.

36 L.C. Bermeo Gamboa


WALTER BENJAMIN VE PASAR LAS NUBES

Toda su historia sucede ahora


y su fin es esta deformidad.

Un infierno siempre repuesto,


nuevo y sin usar,
eterna invención de algo distinto;
son dueñas de un dolor no compartido.

Un cielo en ruinas que se mueven


y se desmoronan con la mirada,
llevan en la memoria hasta el olvido
la belleza en inconstante forma.

Por esta calle se cruzan un instante


pasado, presente y futuro,
luego se despejan en el vacío
donde al fin se posa este sol que me ciega.

Tesis sobre el fracaso 37


SUMER 3.500 AC

Sobre el barro húmedo, escribir y contar,


algunos granos de cebada y unas cabras.

Enki formó de barro a los reyes,


pero de otro barro que al secarse vive;
no este barro material del escribano
donde pongo deberes y haberes.

Este barro delicado como los hombres


que mueren en la guerra,
como las tablillas rotas en el templo.

Pero esta tablilla no servirá a dios ni a los hombres


en ella no encontrarás mito, ley o cuenta
aquí sólo un yo inútil de quien practica
imprimiendo con cuñas estos signos sobre el barro.

38 L.C. Bermeo Gamboa


DISPENSAS DE LA ESPOSA DEL POETA
A L. J. C. O.

«Y que, como a tales, no las enterrasen en sagrado,


a las mujeres que se enamoran de poeta».

(La vida del buscón): Francisco de Quevedo

Me dijeron que está prohibido hacer felices a los poetas


/porque frustra su canto,
pero yo elegí uno entre todos los hombres y lo regalé con mi
/vida,
de todo, lo que más tuvo de mí fue el tiempo para ocuparse
/del lenguaje.

Lo amé y me amó, pero entre los dos estaba el culto de la clara


/diosa,
y aunque más bellas fueron sus palabras a la luna que a mi
/cuerpo o a mi rostro,
yo dejé que las vulgares se pelearan por los héroes, porque
/mi nobleza intuyó
que el poeta es un ser más valiente, y fiel.

Lo mantuve en digna pobreza y por respeto a Dioniso le


/permití su bebida,
nunca lo abandoné a la mendicidad como hizo la familia de
/Anacreonte.

Tesis sobre el fracaso 39


Mi corazón guarda sus íntimos versos como un recuerdo más
/valioso y duradero
que la incuestionable prosapia que de su sangre traje al
/mundo.

Me negué a huir con amantes rudos e inconstantes, seguí en


/el hogar esperanzada
a recibir de su canto un merecido homenaje, o siquiera un
/digno epitafio.
Pero ahora me quieren negar la honrosa sepultura por un
/himno de mi esposo
donde proclama sin pruebas de ningún juez que soy tan divina
/como Cipris.

40 L.C. Bermeo Gamboa


RUINAS #0301011

«Mi mal es ir a tientas con alma enardecida,


ciego sin lazarillo, bajo el azul de enero;
mi pena, estar a solas errante en el sendero;
y el peor de mis daños, no comprender la vida».

(Lamentación baldía): Porfirio Barba Jacob

***
La gran proeza es haber sido poeta sin dejar de ser hombre.
Muéstreme cómo.
***
Hablar de poesía como lo que es, nada importante: «Deje
eso allí, que son poemas de Horacio, no pierda su tiempo.
Mejor lleve este recetario para cocinar papas».

***
Ninguna tesis es absoluta, el fracaso admite tres
argumentos en contra: la música, la muerte y la memoria
(una es mi esposa y las otras dos mis hijas).

No es la ironía del fracaso lo que hace absurdas las


ambiciones humanas, es la ilusión de todo éxito lo que hace
del fracaso una ironía.
***
Para el estado del arte, estas tesis clásicas sobre el fracaso:
Edipo Rey (Sófocles), El ingenioso hidalgo don Quijote
de la Mancha (Cervantes), Hamlet y Lear (Shakespeare),
Jakob von Gunten (Walser), El gran Gastby (Fitzgerald) y
El astillero (Onetti). Nota: también cabe agregar todo el
movimiento romántico.
***
Los críticos aún se preguntan: ¿por qué el Quijote si había
triunfado quiso volver a ser Alonso Quijano?

Tesis sobre el fracaso 41


***
El fracaso es ridículo cuando de forma espectacular le
acontece a un solo individuo frente a un auditorio, es
cómico cuando de forma íntima le acontece a una cultura
frente a un solo espectador. ¿Quién es observador y quién
observado? El ruido de la burla de Dios o del hombre en la
historia.
***
¿Cuántos niños he sacrificado en mí cada vez que me tomo
en serio algún juego de la vida?

***
Sobre los consejos y las opiniones: el buen poeta siempre
está equivocado.
***
Herman Melville: un fracaso en el mar y un fracaso en la
oficina son la prueba de la presencia y la ausencia de Dios.

***
Si tienes tanto espacio, guarda también lo vacío.

***
No De superación como podría pensarse, es De consolatione,
el género de este libro.
***
Triunfo de caballeros: será del mejor perdedor la victoria.
***
¿Cómo sería la exacta expresión del fracaso en un
endecasílabo?

42 L.C. Bermeo Gamboa


LOS FAROS

«Tú que eres llamado por los habitantes de Olimpia


el perro de las mil formas de la gran diosa».

(Partenias, fragmento II): Píndaro

I
Vamos en la frágil calle de lo humano
con miembros entumecidos, yendo sin rumbo
a través de un íntimo laberinto,
donde vida y muerte pierden sentido,
y oculta permanece la salida.

Hay, salvo, dos faros que son guía:


uno, profundo y humilde está siempre a la vista.
El otro en la común cima de la noche,
es donde los perdidos se miran.

Él va sumiso como el hombre a Dios,


unido a nuestra especie como una esclava en los pies.
Ella permanece enigmática como terrible Polifemo
que abre y cierra su ojo herido.

Son el perro y la luna nuestra compañía.


II
Un ángel abandonado por su amo,
hasta aquí llegó y no supo regresar.
Un ser desterrado por su creador,
aún va en busca de la prometida tierra.
Perro del hombre echado
y perro de Dios olvidado,
desobediente y pecador.

Expiando sus condenas vagan unidos por un hilo.

Tesis sobre el fracaso 43


III
Ver tu claro rostro es inútil, el misterio sigue intacto
de un saber mítico que a preciosos nombres obedece
y rebajan tu majestad los que te llaman astro.

A la intemperie bajo tu seductor manto


sólo a los más humildes te has descubierto,
ellos fueron sabios y callaron.

En la noche se escuchan ladridos como revelaciones.

ESBOZO

El fracaso nos redime,


de la perdición del vencedor.

El poder condena.

Lograr nada, poseer nada.


Virtud de los que no tienen:
ser es no tener.

Siendo sin nada,


vivir y no alcanzar:
el fruto del éxito,
la tentación es anhelo
y el fracaso bendice
al que no lo prueba.

No hay premio por la vida


pierde el primero que llega,
vivir es la última oportunidad.
Dejar, no llegar a nuestra meta.
Ahora detente, no compitas.

44 L.C. Bermeo Gamboa


EL IRRESPETO

Me alimentan para callarme, saben que el hambre me hace


/poetizar.
Me amarran a la decencia con estas pocas responsabilidades:
/cuidar y ser fiel,
pero me escapo y me regodeo en los lechos del mendigo.

Me han capado y ahora el amor no me enloquece,


sólo conservo unas violentas ganas de cantar.
Pero, después de tanto ultraje, sus látigos y sus vacunas para
/la rabia,
he decidido vivir a la intemperie y hacer del hambre mi arte.

Ahora puedo ladrar desde cualquier calle de la noche


y si alguien osa callarme, le cobraré caro su deshonra,
pero no aquí, no en este mundo, esperaré echado el momento
/de morder.

Llegado mi turno diré esta verdad ante los tres jueces:


«Fui irrespetado por los hombres, silenciaron mi sagrado
/canto»,
y así como ustedes desconocieron mi jerarquía divina entre
/los seres,
entonces yo olvidaré mi deber y cuando vaguen en el limbo
/gritando
—como yo en la noche del mundo— por un guía, no acudiré
/a su llamado.

Tesis sobre el fracaso 45


UNA PIEDRA

El poema es una piedra arrojada con honda a torres


/insensibles,
del buen poema hay que cuidarse porque descalabra.

El poeta es un minúsculo David abandonado por su rebaño


y que perdido entre calles ha entrado en barrio de gigantes.

La poesía es un ridículo Polifemo que ciego tropieza con


/montañas
clamando a los dioses un castigo para nadie.

La belleza es la humillación de un Goliat que ha perdido el


/equilibrio
y camina a gatas entre liliputienses.

46 L.C. Bermeo Gamboa


LAS TERMÓPILAS

«Siempre hay Termópilas en donde perder».

(Nuevos escolios a un texto implícito)


Nicolás Gómez Dávila

Este espacio entre un hombre y una mujer,


el despeñadero donde enfrentan
una barbarie cotidiana que los acorrala.
Aquí hicieron del hogar una trinchera
y con hijos instruidos como espartanos
mantienen esta guerra no declarada.
Han erigido una sólida casa de escudos
bajo una realidad que llueve lanzas
que poco a poco van filtrando el orgullo
hasta secar el ánimo que busca la victoria.
Y perviviendo en la costumbre de la derrota,
esa herida espontánea día a día sangrando,
finalmente han quedado débiles y avergonzados.
Mejor olvidar afrentas sin vengar en batallas,
y entregarse en familia a compartir un valioso duelo,
no sin dejar entre las ruinas una seña imborrable
que diga: «Hemos perdido y volveremos a intentarlo».

Tesis sobre el fracaso 47


BALADA DE LA BUENA DERROTA

Fui un noble caballero con la suerte adversa,


cuando mis padres murieron heredé sus deudas,
y mi novia fue a pagar las suyas con un comerciante,
mientras yo y mi perro terminamos en la calle;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.
Fui un valiente soldado con mala fortuna,
por mi patria conquistada ando cojo
y en la vieja capital, arrimado a los extranjeros
debo pedir el pan en otra lengua;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

Fui una orgullosa hembra sin cordura por la vida,


ignoré consejos de padres y hermanos,
y de mano en mano me volví sabia en la cama,
ahora cualquier bruta con hijos me supera;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

Fui una abnegada esposa que no guardó rencores


con el esposo adúltero ni con el hijo ladrón,
como madre cuidé y mantuve su vida pícara,
nunca renegaron de que su vicio fuera mi sustento;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

Fui un honesto obrero que el trabajo arruinó,


sin tiempo, solo compartí en familia los impuestos,
cuando les adelanté la herencia se largaron,
ahora vengo a gastar mi jubilación en la taberna;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

Fui una talentosa joven que un coqueteo estropeó,


mientras esperaba el papel estelar de un ballet
jugué con el mejor de mis amigos y me preñó,
y cuando nació mi hija me dejó andando gareta;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

48 L.C. Bermeo Gamboa


Fui un virtuoso músico de obras que no gustaron,
solo auditorios vacíos escucharon mi rara música,
terminé aquí tocando baladas para borrachos
y echándolos con mis composiciones;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

Fui un buen estudiante que me metí a poeta,


dejé a los maestros esperando mis teoremas
y me fui a conversar de nada en las tabernas,
perdí mi beca y ahora hago versos por cerveza;
y no me importa, que vida es vida aunque puta sea.

PROYECTO

Una esposa insatisfecha,


dos hijas resentidas
y toda una familia en contra.

Tres temas ridículos para un mal poema.

Tesis sobre el fracaso 49


POEMA APÓCRIFO DEL HOMBRE QUE FUE OTRO Y NO
VOLVIÓ A SER ÉL MISMO

Si huimos de nosotros mismos como José de sus hermanos


y perdidos como nadie interpretamos los sueños de un rey
/extraño
que devoto del futuro nos quiere a su lado sin preguntar el
/pasado.

Si en el desierto olvidamos quién fuimos para ser espejismo


y volvemos a casa para tomar nuestra vida y suplantarnos
hasta que nadie pregunte por el ido y amen al falso.

Si haciendo del imperfecto hombre un simulacro con sentido


y el azar jugando permite que el engaño sea acabado
borrando de la historia la vida inconclusa de un hombre.

Si un dios quiso ser hombre y murió para de nuevo ser dios


y un viejo hidalgo convenció a todos de ser caballero
muriendo ante dios y ante sí mismo otra vez como hidalgo.

Si el universal fracaso a reyes y dioses hizo renegar de su ser


y un hombre cualquiera persista olvidar su vida por
/vergüenza
no habrá un olor, una canción y un rostro que permanezcan.

Si el destino por amor a la broma continúa hasta lo absurdo


y contrario a Ulises que olvidado retornó siendo nadie a Itaca
un hombre confundido es condenado a no volver a sí mismo.

Si la inmortalidad del nombre está en la memoria de los otros


y el nombre real nadie lo recuerda y el falso será olvidado
hubo alguien que fue dos de cuya biografía queda nada.

Si como el instante siguiente del anterior vivimos para ser


/otro

50 L.C. Bermeo Gamboa


y jamás el mismo en un radical presente que no se reconoce
perderemos en sacrificio a padre, hijo, amigo, amante y obra.

Si confiados a la tumba del de sí desconocido nos acercamos


veremos sobre la fecha un espacio esperando ser marcado,
tal vez con la pregunta: «¿Para quién es este epitafio?».

RETRATO DEL ARTISTA

Vean ustedes aquí al artista,


sentado en el salón de su casa rentada,
sobre el sillón que heredó de su padre,
vestido con el traje usado que le dio un médico.

Aquí el poeta de la familia,


sentado tras su escritorio de infancia
donde escribió las planas de vocales
y garabatea sus tercetos y endecasílabos.

Allí el escritor del pueblo,


rodeado por su biblioteca de libros prestados,
autografiados por los autores a sus dueños.

Ahí está nuestro autor,


observando finalmente concluida su gran obra,
la justificación de todas sus carencias,
un volumen de versos copiados de Machado.

ESBOZO

Algo debemos tener en nuestra pobreza,


ya que aún siguen despojándonos;
esto, la nobleza de no poseer,
la pura pérdida de atadura al mundo.

Tesis sobre el fracaso 51


HELSE BERKAL, POETA DEL SEGUNDO MILENIO, PIENSA
EN LO QUE FUE DE CERVANTES

«Y, lo que sería peor, hacerse poeta, que, según dicen, es


enfermedad incurable y pegadiza».

Don Quijote (I, 6): Cervantes

Ya no es tiempo de caballeros andantes,


eso sabía el viejo Cervantes que fue burócrata
con su única mano cuando La Armada Invencible perdió en
/alta mar.
Y, sin embargo, no se quejó y siguió en tierra firme.

Y como aprendió a tener paciencia, del mejor modo, en


/cautiverios y cárceles,
descubrió que la poesía era una alucinación vital, y la realidad
un Entremés anónimo donde el protagonista es apaleado por
/imitar a sus héroes
y no al mercader que hacía bien sus cuentas.

Si sólo una oportunidad fuese tenido,


pues no pretendía nada más, sólo mantener a sus mujeres:
hermanas, sobrina, esposa e ¿hija?, entonces habría confiado
/en el mundo.
Pero por cada ambición frustrada fue infundiendo su mal de
/ficción
a la realidad que enfermó de lo imposible.
De haber tenido éxito en alguno de sus cinco intentos de fuga,
el mundo sería lo que es y no lo que esperamos sea,
pero tuvo que mendigar favores hasta última hora para ser
/liberado.

52 L.C. Bermeo Gamboa


De haber obtenido esa vacante en las Indias y no el reiterado
/rechazo,
la vida sería un limitado sueño y no está extrema pesadilla,
en cambio se le encomendó la parca tarea de los impuestos.

Se vio obligado por orgullo, o por nobleza, ya se sabe que


los hombres con talento, como Cristo, nunca ceden a la tortura
y prefieren perdonar que corregir, así que a la vulgar realidad,
a esa Aldonza Lorenzo compartida por todos,
él le confesó su devoción y la llamó Dulcinea del Toboso.

Ese ya no era tiempo de caballeros andantes, sutil


/anacronismo,
más profunda rebeldía, puesto que jamás ha sido tiempo de
/poetas,
fue que Cervantes escribiera el primer poema moderno
/sobre el fracaso.

Antes que nada fue un hombre que no pudo ser un gran poeta
y aun así escribió lo único que sabemos para soportar
esto tan real que es inevitable, ¿la muerte? No, la vida.

Tesis sobre el fracaso 53


RUINAS #0501714

«La destrucción reafirma,


gracias al efímero espectáculo que abre en el cielo,
la eternidad de las ruinas».

Dirección única: Walter Benjamin

***
Lección de estética: ganar nunca ha sido gran cosa, perder
con belleza es todo.
***
Parece que esta noche he vagado toda la vida en las
tabernas. Por favor, Penélope, culpa a los dioses y ábreme
la puerta.
***
Éxito del fracaso: el sincero entusiasmo por algo hecho sin
demasiado esmero y sin ninguna finalidad.

***
No sería ridículo si estuviéramos seguros de nuestra
intrascendencia, nos apena la conciencia de ser observados
y de sospechar que a alguien le importe, y de haberlo
defraudado.
***
Está dicho que para nosotros: aquí el látigo, allá la flor.

***
Es difícil ser poca cosa sin antes no haber sido grande, sólo
un dios que se haga hombre podría llegar a este mundo
siendo lo más bajo de su especie.

***
Aun sabiendo que fracasaremos es necesario que alguien
nos dé antes su bendición.

54 L.C. Bermeo Gamboa


***
La dignidad se reduce a mantener firme en la memoria los
amores y los odios, debemos recordar que a veces quien
nos da la mano no es otro que nuestro enemigo.

***
La mayoría opta por compartir la misma pesadilla y dejarse
sólo para sí mismos los sueños.

***
El poema es mapa guía para un tesoro, la primera pista nos
lleva a otra y ésta a otra y así sin término, quien encontró
riqueza fue que se perdió.
***
Le pasó al más valiente de los hombres que, antes de morir,
con la mirada de quien pisa en falso se prendió de la mano
de su esposa.
***
Como a cantar el triunfo del enemigo es obligado el
prisionero, así el deber del poeta moderno.

***
No alcanzar jamás incluso al más lento, ser Aquiles detrás
de la tortuga.

***

Los poetas, secta de fanáticos, no aceptan la muerte de la


poesía. ¿Cómo llamar a esta herejía?

***
Tus actos serán la prueba ¿para qué? De tu absolución o
condena. Entonces ¿mis poemas no han servido para nada?

***
Endecasílabo: «El hombre se ha roto en mil astillas».

Tesis sobre el fracaso 55


EL ESPEJO INVERTIDO

¿Quién quiere ver lo que nadie quiere ver?


Los espejos ya no reflejan rostros,
ahora todos se ven las espaldas.

Se detienen frente al vidrio


a ver su ridículo proyecto, fisgones de sí mismos.

Observando de lejos, sin interferir,


esperando un imprevisto final en su espectáculo.

Y con el placer de no reconocer su cara,


sintiendo ajena la propia vergüenza,
sin contener la lástima: romperse en pedazos5.

AL QUE NO MERECIÓ SU PAN

Al que fue echado al mundo como promesa en vano,


Al que dirigen la mirada y el índice como señalando un
/camino errado.

Al que guardó en tierra una palabra que no dio fruto


y como siervo inútil el amo echó a las tinieblas de afuera.
Al que posee un espíritu débil y cualquier tarde de invierno
/podría matarlo.

Al que sin poder culpar a nadie de su torpeza vio en el ridículo


una prueba de que la vida es una comedia.
Al que suplicando generosidad al cielo le caen sobras como a
/perro bajo la mesa.

5. En el Breve Diccionario Etimológico de Joan Corominas, se mencionan las


siguientes acepciones de la palabra Fracasar: «1625; antes ‘destrozar, hacer
trizas’. Del It. fracassare ‘destrozar’, ‘quebrar ruidosamente’, princ. S. XIV,
deriv. del anticuado cassare ‘romper’ (éste del Fr. casser íd., lat. QUASSARE)».

56 L.C. Bermeo Gamboa


Al que si tuviera el valor de reclamar lo suyo, entonces nadie
/sabría responder:
¿a quién le dieron a guardar el inmerecido pan de los poetas?

EL PERFECTO FRACASO

Me la he pasado luchando por no ser exitoso,


hay tantas oportunidades a diario,
que ha sido difícil abstenerme de triunfar,
parece imposible y de vez en cuando
he tenido que ganar, pasar por encima de otros.

Ellos quieren perder porque yo gané,


les parece digno perder ante uno mejor,
a mí me parece indigno ganar ante un igual.

Digo que ganar no me importa,


y aclaro, yo no quiero ganar,
cedo mi turno al de atrás y al de atrás
y al de atrás y llego al final de la cola.

Quisiera explicarles que fracasar es hermoso,


por eso lucho por perder y el mundo me vence.

El fracaso es un privilegio difícil de alcanzar,


es demasiado profundo y ya nadie quiere descender,
estamos por encima, forzados en esta altura monstruosa.

Hay que perder demasiado para fracasar realmente,


actuar inútilmente siempre, desaprovechar la oportunidad,
dejar las responsabilidades, no obligarse con la vida.

Hay que perder conjuntamente y lograr el fracaso general,


de error en error culminar en la gran decepción humana.
Evitar esta ridícula lucha por satisfacer esperanzas
y entregarse voluntariamente a la derrota.

Tesis sobre el fracaso 57


EL NOMBRE ES REAL, LA COSA ES ILUSIÓN

I
El tacto es una esperanza sin fondo
por donde se precipitan los cuerpos
y el amor surge como un grito que se apaga.

El nombre es real, la cosa es ilusión.

II

Durante mil días mil hombres discuten en mil comedores


/familiares
con mil esposas mil veces insatisfechas.

Una noche un sólo hombre convence a todos de ir a guerra


y no enfrentar un día más la derrota en su propio hogar
y morir como héroes en tierra ajena.

El nombre es real, la cosa es ilusión.

III

La vida que compartimos con otro es una íntima tradición


que sólo revela sus secretos en soledad, cuando el otro falta.

La compañía es un símbolo que se rompe con la muerte,


son los fragmentos que conservamos toda la belleza del
/recuerdo.

El nombre es real, la cosa es ilusión.

58 L.C. Bermeo Gamboa


CASSETTE TDK A60

LADO A

— Like a rolling stone versión en vivo de Jimi Hendrix (Bob


Dylan, 1965)

Las piedras peregrinas fueron antiguos reyes derrotados,


ruinas de un imperio que huye por los caminos del desierto.
Si topas con una piedra debes empujarla a que siga rodando
hasta topar con otro caminante y otro caminante...

A cada piedra el desgaste va formando rostros inolvidables


por eso es mejor no mirar y empujarla de espaldas,
que quien reconoce a un hombre en la piedra está condenado:
tendrá mucha riqueza: mujeres, amigos, hijos y tierras,
tendrá todo sólo para perderlo en medio del dolor y la
/vergüenza.

Las piedras peregrinas dicen al caminante lo que es mejor:


conservar la pobreza digna y no desear la riqueza maldita de
/los reyes.

— Street fighting man (Rolling Stones, 1967)

He golpeado toda mi vida por deporte


sea en la calle, afuera de una taberna,
o en un coliseo bajo la luz de aficionados.

A ninguno de los que he derrotado odio,


para mí los rostros de los contrincantes son un lienzo

Tesis sobre el fracaso 59


que voy pintando delicadamente con mi puño.
Alguna vez quisiera golpear por convicción
a un hombre odiado, golpear al rey
lleno de rencor aunque pierda.

Daría todas mis victorias por esa oportunidad


de salir por la puerta trasera del palacio
adonde me recibirá el pueblo amado
y agradecido por dejar una marca imborrable
en su nombre sobre la faz del amo.

— Hey Joe (The Jimi Hendrix Experience, 1967)

Huye Joe, lejos de esta vergüenza,


yo sé que temes más a una mirada de lástima
que a una silla eléctrica.

Ve Joe a un lugar donde nadie sepa


que te ha burlado una mujer
y que no fuiste buen amante para evitar el engaño
y en cambio eres demasiado cobarde para soportarlo.

— All the young dudes (David Bowie, 1972)

El día que me sentí odiar la televisión


y detestar la ciudad tanto como mi pueblo,
ese día me sentí un hombre adulto.

No fui a la guerra ni quise la revolución,


espero que todo siga igual en 50 años,
como esta canción que escucho a diario.

60 L.C. Bermeo Gamboa


— Nowhere man (The Beatles, 1965)

El camino es todo lo que vas dejando:


el sueño que dejas al despertar,
la cama que abandonas al levantarte,
el cuarto que vacías al irte,
la acera que bajas al tomar una calle,
la calle que cruzas para ir a otra acera,
el cigarro que tiras, la mujer que se va,
la vida que dejamos, la muerte que olvidan,
el camino es todo lo que vas perdiendo
rumbo a ninguna parte donde nadie llega con nada.

— The great gig in the sky (Pink Floyd, 1973)

¿Escuchas ese gemido?


La noche está pariendo otro de sus hijos.

— Day after day (Badfinger, 1971)

Es difícil mantener siempre la misma idea


cada día voy olvidando todo,
incluso a ti que estás a mi lado.

Tesis sobre el fracaso 61


LECCIONES A SABER…

· Que Jesús no temió fracasar al ser hombre. Lección: el


fracaso es divino.

· Que las artes son el bien más preciado que heredamos.


Lección: la cultura que fracasa termina en adorno.

· Que el buen caballero apoya siempre las causas perdidas.


Lección: el triunfo es una vulgaridad.

· Que el hijo pródigo vuelve arrepentido al hogar. Lección:


el fracaso es lazo familiar.

· Que la buena madre malogra sus hijos. Lección: el fracaso


es fruto del amor.

· Que el buen padre nunca será complacido por sus hijos.


Lección: el fracaso es un orgullo mudo.

· Que la buena mujer posee a su hombre sin someterlo.


Lección: el amor marital es el fracaso del poder dominante.

· Que el poema es el último refugio de la poesía. Lección:


la realidad es el fracaso de la belleza.

· Que la senda del fracaso conduce al éxito. Lección: no


hay fracaso perfecto.

62 L.C. Bermeo Gamboa


EL HOGAR

Don Pablo observa desde el andén


la casa que su hijo ha construido,
una puerta oxidada, paredes de barro
eternamente sucias.

Alza su sombrero un poco más,


arriba de la frente y mira al sol,
entonces pregunta:
«¿No está todavía muy temprano
para comenzar a ser pobre?»

El hijo que también se llama Pablo,


llama a su esposa,
ella cruza la puerta con dos vasos de agua,
después de beber un poco responde:
«¿Y no es tarde ya para ser hombre?»

Tesis sobre el fracaso 63


ACME
Spes ultima dea 6

Paso I

La dinamita aún sin encender estallará en tus manos,


el cohete perseguidor te atrapará contra una pared,
sólo cuando te estrelles en el suelo abrirá el paracaídas,
la catapulta arrojará una piedra justo en tu refugio.

La granada lanzada rebotará y volverá a estallar en tus pies,


los patines a propulsión no se detendrán hasta llevarte a un
/abismo,
el detonador es la bomba, las trampas atrapan al cazador,
el boomerang no regresará hasta cuando menos lo esperes.

Todo sin garantía y con sólo una advertencia: «Usarlo con


/cuidado».

Paso II

El Coyote que ignora sus alas es un ángel corredor,


que tras su divina presa y a punto de atraparla,
se empina hacia adelante, alarga sus garras,
abre el hocico con grandes colmillos y saca su húmeda lengua,
todos los talentos del cazador burlados por formas de nube.

El coyote ejecuta con tanta rapidez el mismo acto inconcluso


que ha sido tallado como una Spes7 sobre la puerta del viento.

6. Frase latina: «La esperanza es lo último que muere».


7. Spes: representación o personificación de la esperanza como una diosa o
ángel, la más reconocida de estas imágenes es la Spes de Andrea Pisano
(1290 – 1348) grabada en las puertas del Baptisterio de Florencia.

64 L.C. Bermeo Gamboa


Paso III

El ángel en eterna posición ha perdido el equilibrio,


y deberá caer en todos los abismos, en el charco y en la nada.

Ha fracasado a pesar de los consejos y las advertencias,


la vida no lo premia, la muerte lo rechaza,
la derrota lo ha hecho un sensible inmortal,
suyos el vértigo, los golpes, las laceraciones, el sudor y la
/sangre,
pero el fruto siniestro que de ningún árbol se sostiene,
guardado en la profunda cima, no lo probará jamás,
el fruto pende de la esquiva mano de Dios que negándolo
/bendice.

Tesis sobre el fracaso 65


RUINAS #01202011

«Finito es el fracaso
pero infinita la aventura».

J847 – F956: Emily Dickinson

***
Empieza a perder, poco a poco déjalo todo. No posees nada,
eres todo ahora.

***
Un poeta es quien engendra ironías de su vida: si tiene un
gran temor engendra esta ironía llamada Valentía, si pierde
todo engendra esa otra ironía llamada Victoria.

***
Sumer, Egipto, Grecia y Roma: ruinas y fragmentos. La
belleza de lo perdido.

***
Para escribir en la pared de un baño público: todo poeta es,
en verdad, un hijo de puta como cualquier otro hijo de puta
que no escriba versos.

***
Acaso Dios, que es buen crítico, sabrá valorar mis escritos;
castigándome por mi mediocridad, no por mi herejía.

***
Texto para placa conmemorativa: «A la orilla de este río vivió
un poeta, debe su fama a la avalancha de invierno que se llevó
su casa, vida y obra. Dios y Heráclito lo bendigan, su pueblo
no lo olvidará».

66 L.C. Bermeo Gamboa


***
Otro decreto que no ha sido escrito es que todo poeta es, en
realidad, poeta póstumo.

***
El tiempo es lo que se mueve mientras esperamos, para
detenerlo hace falta que toda la humanidad sea atendida en
esta oficina, en ese caso, si me llaman, yo cedo el turno.

***
Por pura virtud me he negado a ganar nada, ningún rey
derrotado ha perdido tanto como yo.

***
Caminando hacia atrás he dado la vuelta varias veces,
alcanzando a reconocer en el semblante de algunos limosneros
la alcurnia de los reyes que gobernaban cuando inicie mi
marcha.

***
¿Qué clase de mundo es este donde sólo recibe ayuda quien
no ha cometido errores?

***
El que hace de su nombre un escudo para proteger a otros del
error y la deshonra, sabe que todas las oraciones piden su
absolución.

Tesis sobre el fracaso 67


LOS QUE ACEPTAN

Los que aceptan para siempre sus errores


y los llevan en su memoria como una cita alegre.

Los que aceptan, no sin quejas, todo a cambio de nada,


menos cuanto más digno es su arte.

Los que aceptan esa música impertinente en su consciencia,


el placer de un ruido amado que no olvidarán.

Los que aceptan un poema imperfecto y a los hombres.


Los que aceptan dejar lo más preciado solo o en manos de
/otro.

Los que aceptan el ridículo como un renegado heroísmo


y saben que si la gloria no es póstuma el olvido será
/prematuro.

Los que aceptan la alegría del hecho cotidiano simple y


/constante.
Los que aceptan que no hay azúcar y beben su café negro y
/amargo.
Los que aceptan morir como un juego y se duermen a ver
/quién gana.
Los que aceptan ser desconocidos en su propio sueño
y al despertarse aceptan la soledad.

Los que aceptan una culpa irremediable y silenciosa.


Los que aceptan la derrota ante la mirada de un perro callejero.

Los que aceptan la realidad tal cual y siguen creyendo


y no están seguros y quieren seguir viviendo y tienen
/ esperanza
y temen estar equivocados, pero equivocarse no es hacer
/el mal.

68 L.C. Bermeo Gamboa


LISTA DE PENDIENTES

«Pero lo malo es que todas estas cosas


vienen a dar en un fracaso irremediable…».

(Relato de Gaspar): León de Greiff

—Obtener una mención en el Premio Municipal de Poesía


y regalar el diploma recibido a mi madre que siempre quiso
tener un hijo profesional.

—Averiguar cuál de las dos manos de Cervantes era la


manca y buscar a aquella niña que lo preguntó en una
conferencia sobre El Quijote donde dejó callados a los
expertos.

—Hallar entre los cachivaches de la vieja casa de mis


abuelos aquel libro didáctico con palancas y manubrios
de cartón en el que enseñaban cómo conducir carros.
Leérselo todas las noches antes de dormir a mi padre que
fue chofer toda su vida.

—Fundar un periódico del hombre común con reporteros


en los barrios y en las tabernas, tal como quería Chesterton.

—Escribir un poema basado en la composición de Las


meninas de Velázquez donde el poeta se vea a sí mismo
escribiendo el poema con la mano izquierda.

—Publicar una antología poética que conste de un mismo


poema escrito por diferentes autores a lo largo de la historia.

—Montar una taberna para escuchar música estrepitosa y


beber cerveza todas las noches hasta cerrarla porque todo
se perdió en cuentas fiadas a los amigos.

Tesis sobre el fracaso 69


—Mandar a erigir un monumento en homenaje al artista
fracasado, y que no sea terminado.

—Alguna vez en la vida ser el hombre práctico y esforzado


que cualquiera puede necesitar en una urgencia.

A LO QUE VIENES

En un atardecer,
me agradecerás la noche, como yo a mi padre;
no hay más heredad. El sueño,
del que no tendrías memoria,
si un impertinente no te hubiera despertado.

Y al amanecer,
me culparás del día, como yo a mi padre;
regresar condenado a la realidad. La vida,
goteo insoportable de agua en una llave,
que te saca del sueño y te devuelve a la pesadilla.

LAS INFANTAS

La mirada debe dirigirse a las dos niñas en el centro del


/poema,
usted ve mi mano izquierda que lo guía desde el extremo
/superior,
hacía allá nos dirigimos, pero antes observe detrás suyo
y verá a alguien leyendo, es usted mismo lector,
el espejo de la lectura lo incluyó en mi poema
y ahora mismo puede verse en el centro junto a las infantas.

70 L.C. Bermeo Gamboa


CONSEJO FAMILIAR A LA VIUDA DEL POETA

Mujer ve y busca otro hombre mejor


y déjanos a solas con nuestro hijo
para desnudarle en nuestros brazos como al nacer,
despojarlo del nombre y enviarlo huérfano a la nada.

Mujer ve y busca otro hombre mejor


y déjanos a solas con nuestro hijo
para ocultarle las llagas dejadas por la poesía
y darle a su frío rostro un gesto de esperanza.

Ve y busca a cualquier otro hombre, aun al peor,


y déjanos a solas con nuestro hijo
para abrirle las heridas que la vida no le causó
y derramar su sangre en tierra como vino de un ánfora rota.

Vete y busca un padre a tus pequeñas hijas, el mejor,


y déjanos a solas con este amado extraño
que a su familia como esclavos de un rey vencido
corresponde entregar cuerpo y obras al olvido de las llamas.

Tesis sobre el fracaso 71


CUANDO CAIGA TROYA, DIJO PRÍAMO

Si Dios lo ha prometido mandará su invierno,


cuando el río se desbordará como un ejército de Aqueos
y por sobre los muros habrá de tomarse el reino.

Salva a la reina, sólo ella guarda en sí la forma y el gesto


de lo que somos y seremos, en ella está el ademán y el arte.

Lleva los perros en brazos y no olvides guardar los libros;


el sagrado, los de poetas y sabios, sonrientes y amargos.
Los libros que se deban releer y que la memoria no agote.
Aléjate de la orilla y no dejes que madre vea el derrumbe,
las mujeres que solo tienen ojos para lo erecto y alzado,
una planta que florece, un infante que marcha solo,
nunca aceptan la caída del hogar que es su imperio.

Yo soy un anciano que pierde el equilibrio, ahora no sirvo,


pero tú verás desaparecer por la mano del agua
y deberás construir con tus manos sobre la tierra,
deja entonces que tu mujer observe esa ilusión y se enamore
y cuando acabes espera el siguiente invierno junto al altar.

72 L.C. Bermeo Gamboa


PROYECTO PARA UN ‘LAMENTO DE MÍ MISMO’

«Mi propio corazón dejadme más compadecer;


Dejadme vivir con mi triste ser desde ahora bondadoso».

(My own heart let me more have pity; let)


Gerard Manley Hopkins
Borrador 1

Yo me abucheo y me lamento
y todo cuanto me falta también te falta,
porque la ambición es un vacío imposible de llenar.

Doliente y ridículo aquí exhibo mi alma,


me dejo burlar y no sostengo a nadie la mirada.

Mis dientes, mis uñas y mi pelo, cada nervio de mis vertebras


son desechos aun sin estar en el barro de húmeda tumba.

Sin querer traído aquí de padres venidos aquí desde allá


huyendo lo mismo que sus padres desde más allá.

Yo ahora a los veintinueve años de edad, amargo ironista,


termino sin empezar porque no voy a ningún lado.

Borrador 2

Sin resentimiento me lamento, era parte del plan que yo


/perdiera,
así como Dios dejó morir a Cristo para salvar a sus demás
/ hijos.

Todo era parte del plan;


la silenciosa mujer que lo parió,
el paciente hombre que lo crió,

Tesis sobre el fracaso 73


la sabiduría sin propósito ni esfuerzo,
la impráctica labor con las manos salvo para acentuar el verbo,
el oculto milagro de los días felices y olvidados,
la tentación de la belleza corrupta,
la tentación del poder puro.

Todo era parte del plan;


los seguidores incapaces de ayudarlo,
la traición del amigo,
la ignorancia de su pueblo,
la cruel justicia de los civilizados,
la indolencia del padre,
el sufrimiento en la cruz de la mirada o de madera,
la insuperable belleza de morir como hombre,
la innecesaria resurrección,
el ascenso y la promesa dejada en prenda.

Encorvado y mirando al suelo voy conversando con Cristo,


aprovecho y le pregunto que:
¿a cuántos estoy salvando yo fracasando de este modo?

Borrador 3

Lamento tener que pedirlo,


pero mi necesidad no es mía, ya ha sido de otros y será tuya,
porque es verdad que todos merecemos ayuda.

No pido lo que a nadie sobra, pido lo merecido,


porque mi lectura recuerda el viejo compromiso de la
/generosidad.

Aquí estoy Señor esperando una mano cualquiera


que recoja este libro como quien levanta a un hombre.

74 L.C. Bermeo Gamboa


RUINAS #0301313

«La tierra el cielo las ruinas solo en pie».

(Sin): Samuel Beckett

***
Sin pedirlo, ayuda al que no tiene remedio, pierde con él.

***
La vida es una puesta en abismo que empieza en cada
despertar cuando me digo: «Aún sigo aquí».

***
Desconfía de la doble negación que hace afirmar a los demás.
El que niega no comunica ni reitera.

***
Arrancados por el viento y desperdiciados por la tierra caemos
los frutos podridos sin brillo bajo el glorioso sol.

***
El olvido es un argumento de facto para el fracaso: cuanto
más pronto ocurra menos dura el ridículo.

***
Apreciar la belleza de un poema es comprobar lo terrible del
mundo, recordar la melodía de un verso es cerciorarse de que
la realidad no está hecha para nuestro goce.

***
Sobre la historia universal de la derrota: todas las calaveras
que se hallaron en Waterloo estaban sonriendo.

Tesis sobre el fracaso 75


***
Tesis platónica sobre el fracaso: la arquitectura de una
república ideal excluye a quienes son incapaces de obedecer
la forma, pero sin los cuales no es admirable el contenido.

***
Obra de caridad: un cuerpo desnudo nunca se le niega al
perdedor.
***
Ningún hombre culto condescendería a la vulgaridad de ganar
en algo, aun mereciéndolo.

***
Al ver lo inacabado después de tanto afán, cuando
comprendes el inalcanzable objetivo que te has impuesto,
sabes que tu tarea terminó.

76 L.C. Bermeo Gamboa


II

OPUS CITATUM

Tesis sobre el fracaso 77


78 L.C. Bermeo Gamboa
Considerando al final, y seguro de que no bastan las precarias
meditaciones del autor para sustentar su tesis, fue preciso
amontonar estas citas, dispuestas como un mosaico hecho de
cristales rotos que dan luz y forma a una vaga imagen.

***
—Me hace dichoso ver que hay en el mundo alguien que es
completamente feliz —murmuraba un hombre fracasado,
contemplando la estatua maravillosa.

El príncipe feliz: Oscar Wilde

***
— «Pierde tranquilo: tienes que morir». Cartas a Lucilio,
XCVIII, Séneca.

***
Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

Los heraldos negros (1918): César Vallejo

***
—Muchos años ha que es grande amigo mío ese Cervantes, y
sé que es más versado en desdichas que en versos. Su libro
tiene algo de buena invención; propone algo, y no concluye
nada.
(I, 6)

Tesis sobre el fracaso 79


—Hábil pareces —dijo don Quijote.
—Y desdichado —respondió Ginés—; porque siempre las
desdichas persiguen al buen ingenio.

(I, 22)
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes

***
Poema dedicado a Ticón, dios pobre, y atribuido a un tal
Perses, el tebano, de quien se dice, tal vez como algún día del
autor de este libro donde se cita, que sus obras «son
intrascendentes, pero no carecen de un cierto encanto
simple»:

«Si oportuno aún a mí, dios pequeño entre todos, me invocas,


obtendrás tus deseos, mas no busques grandezas;
lo que un dios popular puede conceder a unhombre indigente,
ese soy yo, Ticón, dueño de otorgarlo».
Antología palatina: Perses

***
«Los dioses labran desdichas para que a las generaciones
humanas no les falte qué cantar».
Odisea: Homero

***
«La enseñanza que nos imparten consiste básicamente en
inculcarnos paciencia y obediencia, dos cualidades que
prometen escaso o ningún éxito. Éxitos interiores, eso sí. Pero
¿qué ventaja se obtiene de ellos? ¿A quién dan de comer las
conquistas interiores? A mí me encantaría ser rico, pasear en
berlina y malgastar dinero».
Jakob von Gunten: Robert Walser

80 L.C. Bermeo Gamboa


***
— «Tiempos felices en los que aún era posible ser pobre con
dignidad». (Escrito en un libro de visitas en Sils Maria)
Theodor Adorno.
***
— «Hijo, aprende de mí valor y verdadera firmeza; de otros,
el éxito». (Eneida, Virgilio) citado por Borges en El pudor de
la historia.
***
— Al parecer, Dicho por Lucano mientras agonizaba: «Veniet
felicior aetas». (Vendrán tiempos mejores).

***
— «¿Sois rico?» «No.» «¿Sois pobre?» «Muy pobre.» «¿Y vais
a añadir a la pobreza el ridículo del mal poeta? Malgastaréis
toda vuestra vida, seréis viejo. Viejo, pobre y mal poeta ¡ah!,
¡señor, qué triste papel!». (Jacques El fatalista) Denis Diderot.

***
La única gloria que pretendo con mi vida es haberla vivido
tranquila; tranquila no según Metrodoro o Arcesilao o
Aristipo, sino con arreglo a mí mismo. Puesto que la filosofía
no ha sabido hallar ninguna vía para la tranquilidad que sea
buena en general, ¡que cada uno la busque en su fuero interno!

Ensayos II, La gloria: Michel de Montaigne

***
— «No hizo nunca nada importante, pero no hizo nunca mal
a nadie. Se divirtió».
(Memorias de un hombre inútil)
Francesco Caravita di Sirignani.

Tesis sobre el fracaso 81


***
—«Con el cultivo de un verso
convierte la maldición en huerto;
cántale al fracaso humano,
en un rapto de aflicción».

En memoria de W. B. Yeats: Wystan Hugh Auden

***
— «Canto lo que se perdió y temo lo ganado,
camino en una batalla que se vuelve a librar,
mi rey es un rey perdido, y soldados perdidos mis hombres;
y aunque los pies corran al Alba y al Ocaso,
siempre caen sobre la misma piedrecita».

Lo que se perdió: William Butler Yeats

***
— «Si puedes encontrarte con el triunfo y el fracaso
y tratar a esos dos impostores de igual manera».

Si: Ruyard Kipling

***
«Me aterroriza pensar que podría tener éxito en la vida».

Fama y apariencia: Robert Walser

***
— «Todos aman a los ganadores, menos los británicos»,
diálogo en la película Wimbledon (2004).

***
— «Son héroes, no vivirán con vergüenza como tú», diálogo
en la película Un domingo cualquiera (1999) de Oliver Stone.

82 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Este es el origen del sufrimiento, querer algo y que no suceda.
Si puedo cambiar lo exterior de acuerdo con mis planes, lo
hago; si no, deseo sacarle los ojos al que me estorba.
Porque el hombre es de tal naturaleza que no soporta verse
privado del bien e ir a parar a la desdicha. Luego, por último,
cuando no puedo cambiar las cosas ni sacarle los ojos al que
me estorba, me siento, gimo e insulto a quien puedo».

Manual (I, XXVII): Epicteto

***
— «El derrotado no debe consolarse con las posibles
retaliaciones de la historia, sino con la nuda excelencia de su
causa». «El que no duda del valor de su causa no necesita que
su causa gane. El valor de la causa es su triunfo». «La vocación
auténtica se vuelve indiferente a su fracaso o a su éxito».
«Tener razón es una razón de más para no lograr ningún
éxito».
Escolios a un texto implícito: Nicolás Gómez Dávila

***
«El gusto por la ganancia productiva debe reemplazar, en el
hombre maduro, el gusto por la pérdida». I

«La vida sólo tiene un encanto verdadero: el encanto del


Juego. Pero ¿y si nos es indiferente ganar o perder?». VIII

«Una de las características de belleza más interesantes; y en


fin (para tener el valor de declarar hasta qué punto me siento
moderno en estética), la desgracia». XVI

Cohetes, Diarios Íntimos: Charles Baudelaire

Tesis sobre el fracaso 83


***
— «El arte de perder se domina fácilmente;
tantas cosas parecen decididas a extraviarse
que su pérdida no es ningún desastre».

Un arte: Elizabeth Bishop

***
— «En mi alma podrida atufa el hedor a triunfo
la cabalgata de mi cuerpo en ruinas
a donde mis manos para mostrar la victoria
se agarran al poema y caen
y una vieja muestra su culo sonrosado
a la victoria
pálida del papel en llamas,
desnudo, de rodillas, aterido de frío
en actitud de triunfo».

Poemas del manicomio de Mondragón


Leopoldo María Panero

***
— «No sólo ejecuto marchas para las seguras victorias, ejecuto
marchas para los vencidos y los muertos.
¿Has oído que está bien ganar la batalla?
Yo afirmo que perderla está bien, las batallas se pierden con
el mismo coraje con que se ganan.
Yo doblo y redoblo para los muertos,
Suenan mis clarines por ellos con el regocijo mayor de que
soy capaz.
¡Vivas a los vencidos,
Y a aquéllos cuyas naves de guerra se hundieron en el mar,
Y a aquéllos que se hundieron en el mar,

84 L.C. Bermeo Gamboa


Y a todos los generales que han sido derrotados, y a todos los/
héroes vencidos,
Y a los innumerables héroes desconocidos, iguales a los más/
famosos!».

Canto de mí mismo: Walt Whitman

***
«La vida, guerra en tierra extraña».

Meditaciones (II): Marco Aurelio

***
—Fragmentaria dispersa de Emily Dickinson sobre el
fracaso:

*
Rendirme con la tierra a la vista
más aliviado sería,
que ganar mi península azul
y perecer de alegría.
*
Y si perder fuese alegre
y feliz fuese el dolor
¡qué jubilosos los dedos
que esto recogieron hoy!

*
Consideran más dulce el triunfo
los que no han triunfado jamás.
Para captar un néctar
hace falta necesitar.
Ninguno de la roja hueste
que cogió la bandera ahora,
una definición tan clara
podría dar de la victoria,

Tesis sobre el fracaso 85


como él, derrotado, muriendo,
a cuyos oídos vedados
los distantes toques del triunfo
llegan, moribundos y claros.

***

—«¡Cómo puedes aguantarlo! —critican a Luder porque


visita a menudo en su buhardilla a un pintor viejo y
paupérrimo.
—Es que me encanta su manera tan natural de invitarme a
compartir su fracaso».

Dichos de Luder: Julio Ramón Ribeyro

***
— «Tú eres en verdad justo, Señor, si contiendo
contigo; pero, señor, también mi demanda es justa.
¿Por qué prospera la senda del impío? ¿y por qué
Ha de acabar en desencanto cuanto yo emprendo?

«Si fueses mi enemigo, oh amigo mío,


¿Cómo podrías, me pregunto, peor que ahora
Vencerme, defraudarme?

«Eunuco del tiempo, sin engendrar ni una obra que


despierte».

Justus quidem tu es, Domine…


Gerard Manley Hopkins

86 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Todo lo perdí por haber tenido un poco de sentido común
una vez, una sola vez en lo que llevo de vida; ¡no me volverá a
suceder!».

«Mil insignificantes ingenios, sin talento, sin mérito; mil


insignificantes criaturas, sin encanto ninguno; mil mediocres
intrigantes van decentemente vestidos, ¿y tú tienes que ir
desnudo? ¿Tan necio eres?».

«Conozco el desprecio hacia sí mismo, o ese tormento de la


conciencia que nace de la inutilidad de los dones que el cielo
nos otorgó».

«Lo importante es poder ir todos los días tranquilamente,


libremente, agradablemente, al retrete. ¡O stercus pretiosum!
Ese es el grandioso resumen de la vida en cualquiera de sus
estamentos».

«Cuya modestia no es más que el disfraz del orgullo, y cuya


sobriedad no es otra cosa que el fruto de la necesidad».

«Estoy cansado de ver infinidad de gente honrada, que no es


en absoluto feliz; e infinidad de gente feliz que no es en
absoluto honrada».

«Más de uno, tras burlarse de un colega por la mañana al verle


cubierto de mierda hasta el cuello y empapado como una sopa,
ha vuelto por la noche a su casa en ese mismo estado».

«!Buenas noches, soy yo! Lo siento, pero el dios ha salido».

«Soy un miserable, tan miserable que es casi una bendición.


¡Ah, señor filósofo, la miseria es algo terrible! Me la imagino
en cuclillas, con la boca abierta para recibir algunas gotas de

Tesis sobre el fracaso 87


agua gélida que escapa por el tonel de las Danaidas. No sé si
su líquido agudiza el espíritu filosófico; pero congela
endiabladamente la mente de los poetas».

El sobrino de Rameau: Denis Diderot

***
Sentirá entonces, penetrándole, un reposo húmedo. Será la
tristeza. Algo tibio. Íntimo, casi fraterno. Decididamente
poético. Eso. Poético. Se sentará entonces, sin mirar a nadie.
Le punzarán algunas miradas furtivas. De reojo. No deberá
hablar casi. Ni insultar. Deberá callar largamente. Sentirá
entonces, creciéndole, un orgullo callado, quieto. Será la
dignidad. Lo tomará del hombro, llenando con blandura el
silencio que acompaña a los fracasos. No deberá llorar. Nunca.
Tal vez apretar fuertemente la mandíbula. Un instante. Se
pondrá de pie. Sentirá entonces, en el pecho, detrás de los
labios, un escozor denso y aguachento. Será el romanticismo,
que envuelve en una gasa tenue todas las derrotas. Tomará
entonces su frágil fama, su trémulo orgullo antes impecable,
se vestirá con ellos cuidadosamente, casi con cariño, y se
marchará. 

Defensa de la derrota
Roberto Fontanarrosa

***
Bartleby, el escribiente de Herman Melville, trata sobre la
«Inutilidad esencial», según Borges en el prólogo que escribe
para esta obra. Tomó lo dicho y defino: «El fracaso es esa
inutilidad esencial de todo proyecto humano».

88 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Ser un nombre útil, me ha parecido siempre algo horroroso». X

«Únicamente los bandidos están convencidos —¿de qué?—.


De que les hace falta el éxito. También ellos lo consiguen.
¿Por qué triunfaría yo, si ni siquiera tengo ganas de
ensayarlo?». XII

«Saint-Marc Girardin ha dicho una frase que quedará:


«¡Seamos mediocres!»». LIX

«Mis humillaciones fueron dones de Dios». XCIV

Mi corazón al desnudo, Diarios Íntimos


Charles Baudelaire

***
«Como todo el estoicismo no pasa de un severo epicureísmo,
deseo en lo posible hacer que mi desgracia me divierta».

Libro del desasosiego, (398): Fernando Pessoa

***
«Acuérdate, desde ahora, en todo suceso que te induzca a la
aflicción, de utilizar este principio: No es eso un infortunio,
sino una fortuna soportarlo con dignidad».

Meditaciones (IV): Marco Aurelio

Tesis sobre el fracaso 89


***
GASPAR HAUSER CANTA:

Vine, manso huérfano, rico


apenas de lo apacible de mis ojos,
hacia los hombres de las grandes urbes:
no me hallaron listo.

A los veinte años una turbación nueva,


con el nombre de amorosas llamas,
me llevó a hallar bellas a las damas:
pero ellas nada quisieron de mí.

Aunque sin rey ni patria


y valiente tampoco en demasía,
quise guerrero morir:
la muerte no quiso saber de mí.

¿Nací demasiado pronto o demasiado tarde?


¿Qué demonios hago yo en este mundo?
Oh, vosotros todos, mi pena es profunda:
¡rezad por el pobre Gaspar!

Sabiduría: Paul Verlaine

***
«Es gloria… haber sido probado, haber tenido nuestra
pequeña calidad y haber lanzado nuestro pequeño hechizo.
La cosa es hacer que a alguien le importe».

«Una segunda oportunidad: ese es el engaño. Jamás hubo más


que una».

90 L.C. Bermeo Gamboa


«Trabajamos a oscuras: hacemos lo que podemos: damos lo
que tenemos».

«El fracaso es solo vida».


La media edad: Henry James

***
«Nada de esto es insólito, nada inesperado; molestarse por
estas cosas es tan ridículo como lamentarse de que lo salpiquen
a uno —en el baño, o lo empujen— en un lugar concurrido, o
lo manchen en medio del fango. En la vida, la situación es la
misma que en el baño, en la multitud, en el viaje: unos
agravios te los lanzarán a la cara, otros te vendrán encima.
Vivir no es cosa deliciosa. Has emprendido un largo camino:
tendrás que resbalar, tropezar, caer, fatigarte y exclamar: «¡Oh
muerte!», es decir, mentir. En un lugar abandonarás a tu
compañero, en otro lo sepultarás, en otro lo temerás: a través
de semejantes contrariedades deberás recorrer esta ruta
escabrosa».

Cartas a Lucilio (XVII - XVIII): Séneca

***
«Y —sin luchar— le rindo la bandera».

Filosofismos (1915): León de Greiff

***
«Y así nos comportamos: humildemente, pero con absoluta
confianza. Todos, sin excepción, somos un poco enérgicos,
pues la mediocridad y la miseria en que vivimos nos llevan a
creer firmemente en las pocas conquistas que podamos hacer.
Nuestra fe en nosotros mismos es nuestra modestia. Si no
creyéramos en nada, no sabríamos cuan poquita cosa somos».

Jakob von Gunten: Robert Walser

Tesis sobre el fracaso 91


***
EL FRACASO DE LA VIDA

Cuando el alma recuerda la esperanza


de que nutrió su juventud comprende
que la vida es engaño y luego emprende
soñar que fue lo que no fuera; avanza

así con sus ensueños mas no alcanza


lo que esperó; soñando se defiende
y llega al fin Aquella que nos prende
con el lazo de la última membranza.

Para ver la verdad no hay mejor lumbre


que la lumbre que sube del ocaso,
y que luego el verdor trueca en herrumbre;

lanzadera fatal urde el acaso


de la vida en la trama la costumbre;
toda vida á la postre es un fracaso.
 
De Astorga á Zamora, 9 XI 10
Rosario de sonetos líricos: Miguel de Unamuno

***
«Nada tiene tanto éxito como el fracaso.
Nada fracasa tanto como el éxito».

Enemigos de la promesa: Cyril Connolly

92 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Todo el que aguarda sabe que la victoria es suya;
porque la vida es larga y el arte un juguete.
Y si la vida es corta
y no llega la mar a tu galera,
aguarda sin partir y siempre espera,
que el arte es largo y, además, no importa».

Consejos: Antonio Machado

***
«Los que no sienten a la mujer como una potencia extranjera,
ingobernable y maléfica; los que no consideran a la sociedad
como un círculo erizado de espadas; los que no ven en las
cosas más simples -una piedra, un boleto de ómnibus, una
mancha del pantalón- el signo de la adversidad, ésos, no sé
cómo pueden vivir, pero son, sin duda, los triunfadores».

La tentación del fracaso: Diarios, agosto 2 de 1958


Julio Ramón Ribeyro

***
«Intentó vagas acciones, concibió ciertos planes,
y en su fracaso miserable fue destruido para siempre.
 
Quizá su fin se haya narrado en algún sitio y se ha perdido;
o bien la historia ha desdeñado,
con justicia, tener en cuenta, en su poder,
un incidente sin importancia».

Orofernes: Constantino Kavafis

Tesis sobre el fracaso 93


***
«Los infortunios ante los que gemimos, por los que nos
atemorizamos, son tributos a la vida: no esperes ni pidas verte
libre de ellos».

Cartas a Lucilio (XVI): Séneca

***
Dios hacía engañosa la esperanza del héroe;
desertabas, Victoria, con la suerte cansada.

Esperanza, pensamiento supremo.

Alzó entonces su voz


la Derrota, giganta con el rostro salvaje,
la que, pálida, aterra al guerrero más bravo,
la que cambia de pronto la bandera en andrajo,
la que, espectro hecho de humo, en algunos momentos
aparece creciéndose en mitad de la tropa,
se mostró la Derrota al soldado asustado
y su grito fue: «Sálvese quien pueda».

Waterloo, la llanura solitaria y sombría,


campamento siniestro donde Dios se complació
en mezclar tantas nadas, el lugar tiembla aún
por haber visto cómo los gigantes huían.

Y sintiendo otra vez aquel remordimiento,


levantando las manos hacia el cielo exclamó:
¡Muertos ya mis soldados, yo vencido! Mi imperio
roto como si fuera de cristal.

Los castigos: Victor Hugo

94 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Pero la ruina o el progreso universales no se manifestarán
por medio de las instituciones políticas, sino por el
envilecimiento de los corazones. ¿Tengo, acaso, necesidad de
decir que lo poco que quede de política se debatirá entre los
brazos del embrutecimiento general, y que los gobernantes,
para sostenerse y crear un fantasma de orden, se verán
obligados a recurrir a procedimientos que harían estremecer
a nuestra humanidad de hoy, ya tan endurecida? — Entonces,
el hijo huirá la familia, no a los diez y ocho años, sino a los
doce, emancipado por su precocidad ambiciosa; la huirá, no
para ir al encuentro de aventuras heroicas, no para libertar
una beldad prisionera en una torre, ni para inmortalizar con
sus pensamientos sublimes una pobre bohardilla, sino para
poner un comercio, para enriquecerse y hacer la competencia
a su infame papá, fundador y accionista de un diario que
derramará las «luces», haciendo que se considere a El Siglo
de esa época como un soporte de la superstición. Entonces,
los errabundos, los sin clase, los que tuvieron algunas amantes
y a quienes a veces llamamos Ángeles, para agradecerles su
alocamiento, luz de azar que brilla en su existencia lógica
como el mal, —entonces, digo, estas gentes no serán más que
despiadada sabiduría, sabiduría que condenará todo, excepto
el dinero, todo, incluso los errores de los sentidos. Entonces,
lo que se parezca a la virtud, ¿qué digo?, todo lo que no sea
entusiasmo por Plutón será considerado como cosa ridícula.
La justicia, si en esta afortunada época puede existir aún una
justicia, sancionará a los ciudadanos que no sepan hacer
fortuna. Tu esposa, ¡oh burgués!, tu casta mitad, cuya
legitimidad es para ti la poesía, introduciendo en la legalidad
matrimonial una irreprochable infamia, guardiana vigilante
y amorosa de tu caja de caudales, no será más que el ideal
perfecto de la concubina. Tu hija, con una inocente virginidad
infantil, soñará desde su cuna que se vende por un millón, y
hasta tú mismo, ¡oh Burgués!, — menos poeta aún que lo eres

Tesis sobre el fracaso 95


hoy, — no encontrarás nada que oponer, no te lamentarás de
nada. Porque en el hombre hay cosas que se fortifican y
prosperan a medida que otras se debilitan y empequeñecen;
y, gracias al progreso de esos tiempos venideros, no quedarán
de tus entrañas más que las vísceras. Esos tiempos puede que
estén muy próximos; ¿quién sabe si incluso ya han llegado y
si el sosiego de nuestra naturaleza no es el único obstáculo
que nos impide apreciar el medio en que respiramos?». XXII

Cohetes, Diarios Íntimos: Charles Baudelaire

***
¡Oh, señores y dueños de la tierra!
¿Esta es la obra que le dais a Dios,
esta cosa monstruosa de alma ahogada?
¿Cómo podréis erguir esta figura,
darle de nuevo la inmortalidad;
devolverle la luz de su mirada;
reconstruirla en la música y el sueño;
enderezar infamias milenarias,
pérfidos daños, incurables duelos?

¡Oh, señores y dueños de la tierra!


¿Qué cuenta le dará el futuro a este hombre?
¿Qué responder a su torva demanda
cuando la rebelión sacuda al orbe?
¿Qué será de los reinos y los reyes;
de todos los que así lo deformaron,
cuando este mudo miedo juzgue al mundo
tras del largo silencio de los siglos?

El hombre de la azada: Edwin Markham

96 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Estima mejor ser desafortunado con sensatez que afortunado
con insensatez; pero a su vez es preferible que en nuestras
acciones el buen juicio sea coronado por la fortuna».

Carta a Meneceo: Epicuro

«La naturaleza nos enseña a considerar insignificantes las


concesiones de la fortuna, a saber ser desafortunados cuando
somos afortunados y, cuando somos desafortunados, a no
valorar en exceso la fortuna. También nos enseña a recibir
con serenidad los bienes concedidos por el azar y a
mantenernos firmes frente a los que parecen ser sus males.
Porque efímero es todo bien y todo mal estimado por el vulgo
y la sabiduría nada tiene en común con la fortuna».

Fragmentos y testimonios: Epicuro

***
Enseñar a fracasar: en una entrevista (Educación y democracia,
1995) Estanislao Zuleta considera como paradigma del
maestro a Baudelaire, porque le daría al alumno la
«Oportunidad (…) para que se identifique con los fracasados,
para que no se decida por los exitosos».

***
— A causa persa, parole assai. Proverbio italiano. «Cuando se
pierde una causa no faltan palabras».

— Fortuna ítrea est, tum cum splendet fragitur. «La fortuna es


semejante al vidrio, cuando más luce, más quebrada anda».

— Frangas non flectas. «Podrá romperme pero no doblarme».

Tesis sobre el fracaso 97


— Fuge magna: licet sub paupere tectu, reges, et regum vita
praecurnere amicus. Horacio. «Evita la grandeza: en una choza
puede hallarse la verdadera felicidad que los reyes y sus
favoritos no disfrutan en los palacios».

— Haec olim meminisse juvabit. Virgilio. «Será agradable el


recordar después estas cosas».

— Deo non fortuna. «De Dios no de la fortuna».

Diccionario citador de máximas, proverbios, frases y


sentencias (1836): José Borras

***
Sosegaos conmigo y pensad cuán inútil es el esfuerzo, y extraña
la voluntad, y la propia meditación, que no es más útil que el
esfuerzo, ni más nuestra que la voluntad. Pensad también que
una vida que no quiere nada no puede pensar en el decurso
de las cosas, pero una vida que lo quiere todo tampoco puede
pesar en el decurso de las cosas, porque no puede obtenerlo
todo. Y obtener menos que todo no es digno de las almas que
buscan la verdad. Hijos, más vale estar a la sombra de un árbol
que conocer la verdad, porque la sombra del árbol es
verdadera mientras dura, y el conocimiento de la verdad es
falso en el conocimiento mismo. Más vale, para un
entendimiento justo, el verdor de las hojas que un gran
pensamiento, porque el verdor de las hojas puedes enseñarlo
a los demás, y nunca podrás enseñar a los demás un gran
pensamiento. Nacemos sin saber hablar, y morimos sin haber
llegado a saber decir. Nuestra vida pasa entre el silencio de
quien calla, y el silencio de aquél que no ha sido entendido y,
en torno a esto, como una abeja que revolotea en un lugar sin
flores, ancla, incógnito, un destino inútil.
En el jardín de Epicteto: Fernando Pessoa

98 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Palacio entre luz humosa,
Troya nada más que un montón de humeantes piedras
demarcantes».
Cantar IV: Ezra Pound

***
«Sólo un inglés es capaz de sonreír a su adversario y aun de
felicitarle por el golpe maestro que pudo poner fin al combate.
Con un ojo hinchado y dos costillas rotas, el inglés parece
triunfar siempre de otros púgiles más fuertes, pero menos
educados para la lucha y cuya victoria pudiera celebrarse en
la espuerta de la basura. El inglés, en efecto, ha sabido
dignificar la lucha, convirtiéndola en juego, más o menos
violento, pero siempre limpio, donde se gana sin jactancia y
se pierde sin demasiada melancolía. Aun en la lucha trágica,
que no puede ser juego, la del hombre con el mar, el inglés es
el último en perder elegancia. Todo esto es verdad. Mas
cuando no se trata de pelear, ¿de qué nos sirven los ingleses?
Porque no todas las actividades han de ser polémicas».

Juan de Mairena: Antonio Machado

***
«Discreción en la victoria y elegancia en el fracaso».

Estado: Pablo Hernán Di Marco

***
«No importa: también él está vencido,
ha luchado cuanto pudo.
Y en su negro desencanto,
ya tan sólo una cosa tiene en cuenta
con orgullo: que hasta en su falta de éxito,
muestra al mundo el mismo coraje indómito».
Demetrio Soter: Constantino Kavafis

Tesis sobre el fracaso 99


***
— «Nuestro modo de ser concede valor a todo lo que debemos
a la suerte».

—«Nunca somos tan felices ni tan desdichados como


creemos».

—«Los que creen tener méritos consideran un honor ser


desventurados, para persuadir a los demás y a sí mismos de
que son dignos de que se ensañe con ellos el infortunio».

— «La ambición más grande pierde hasta la menor apariencia


de ambición cuando se ve en la imposibilidad absoluta de
alcanzar a lo que se aspira».
Máximas: La Rochefoucault

***
—«La única ejecutoria de nobleza, en nuestro tiempo, es la
derrota».

Escolios a un texto implícito: Nicolás Gómez Dávila

***
«La vida…, ese misterioso arreglo de lógica implacable con
propósitos fútiles! Lo más que de ella se puede esperar es
cierto conocimiento de uno mismo…, que llega demasiado
tarde…, una cosecha de inextinguibles remordimientos. He
luchado a brazo partido con la muerte. Es la contienda menos
estimulante que pueden imaginar. Tiene lugar en un gris
impalpable, sin nada bajo los pies, sin nada alrededor, sin
espectadores, sin clamor, sin gloria, sin un gran deseo de
victoria, sin un gran temor a la derrota, en una atmósfera de
tibio escepticismo, sin demasiada fe en los propios derechos,

100 L.C. Bermeo Gamboa


y aún menos en los del adversario. Si tal es la forma de la
última sabiduría, la vida es un enigma mayor de lo que alguno
de nosotros piensa».

«Una victoria moral pagada por las innumerables derrotas».

El corazón de las tinieblas: Joseph Conrad

***
«Llega el momento en que algo sin importancia, sin sentido,
nos obliga a despertar, y mirar las cosas tal como son».

El astillero: Juan Carlos Onetti

***
«Ninguna casa es duradera
edificada sobre las ruinas de la de tu vecino».

Cantar LXI: Ezra Pound

***
La vida a mi alrededor en mi pueblo:
tragedia, comedia, valentía, verdad,
coraje, fidelidad, heroísmo, fracaso.

Petit, El poeta: Edgar Lee Masters


(Traducción de J. L. Borges)

***
«Es aquel que ríe al perder y cuando cuenta las nobles
apuestas».
Lepanto: G. K. Chesterton

Tesis sobre el fracaso 101


***
«Permanece pobre y despreciado, querido amigo. Aleja de ti
incluso la idea del dinero. Lo más hermoso y triunfador es
ser un auténtico pobre diablo. Los ricos, Jakob, son muy
descontentos e infelices. La gente rica de hoy en día nada
tiene: son ellos los verdaderos hambrientos».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***

¿A quién deben César y Alejandro la infinita grandeza de su


renombre sino a la fortuna? ¡A cuántos hombres ha extinguido
ésta al inicio de su carrera, de los cuales lo ignoramos todo,
que estaban dotados de un valor idéntico al suyo, si el
infortunio de su suerte no les hubiera detenido en seco en el
nacimiento mismo de sus empresas!

Ensayos II, La gloria: Michel de Montaigne

***
«La estrella del destino rige a los poderosos y a los violentos.
Durante años se convierte en la esclava servil de un solo
hombre. Como sucedió con Alejandro, César y Napoleón.
Rarísimas veces, en el espacio de los tiempos, impulsada por
su caprichosa veleidad, se entrega al azar a un cualquiera.
Rarísimas veces —momentos maravillosos de la historia de
la Humanidad— el hilo de los hados se detiene un instante
en la indiferente mano de un hombre que se siente más
asustado que feliz ante la borrasca de responsabilidades que
le empuja entonces a tomar parte en el heroico espectáculo
del mundo, y la mano deja escapar el hilo que había retenido
unos segundos. Son poquísimos los que se dan cuenta de ese

102 L.C. Bermeo Gamboa


azar y lo aprovechan para elevarse. Efímero es el momento
en que la grandeza se entrega a los pusilánimes, y la suerte no
volverá a ellos por segunda vez».

El minuto universal de Waterloo: Napoleón, Stefan Zweig

***
Ha caído sobre nosotros la más profunda y mortal de las
sequías de los siglos: la del conocimiento íntimo de la
vacuidad de todos los esfuerzos y de la vanidad de todos los
propósitos.
La educación del estoico: Fernando Pessoa

***
Poema de Tristan Corbière, citado por Paul Verlaine en Los
poetas malditos:

EPITAFIO

Se extinguió de entusiasmo y murió de pereza;


si vive es por olvido; no ser en una pieza
él mismo y su querida fue su única tristeza.

No nació de ningún modo;


va donde el viento le deja;
es cual bazofia compleja,
mezcla adúltera de todo.

Hecho de «qué sé yo». Un lince


en cuanto a vista. Oro y poco dinero.
Muchos alientos y… un esguince
si el brío ha de ser duradero.

Tesis sobre el fracaso 103


Un alma inmensa para quien no tiene violón.
Demasiado amor para un mal garañón.
Muchos nombres y… ninguna denominación.

(…)

Sin empaque. Solo engreído


por lo único. Cínico y bobo.
Creyendo a todos, descreído.
Gustó el hastío con arrobo.

(…)

Alma seca, beoda mollera.


Tan suyo, que a sí mismo era
fuerza el poderse tolerar;
murió mirándose vivir,
y por no saber acabar
vivió dejándose morir.
Aquí yace este corazón
flor de fracaso y perfección.

Los amores amarillos:Tristan Corbière

***
«Vamos, compadezcamos a los que están mejor que nosotros».

La buhardilla: Ezra Pound

104 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Nadie podrá ignorar la simplicidad de este hombre, por eso
nadie lo respetará y él no podrá obtener ningún éxito. (…)
No, ni el éxito, ni la fama ni el amor florecerán nunca para
Kraus; y está bien que así sea, pues los éxitos tienen por única
e inseparable compañía la dispersión y unas cuantas
cosmovisiones baratas. Se nota en seguida: cuando los
hombres empiezan a contabilizar éxitos y reconocimiento,
se ponen casi gordos de autosatisfacción saturadora, y la
fuerza de la vanidad los va inflando hasta convertirlos en un
globo irreconocible. ¡Libre Dios a un hombre honrado del
reconocimiento de la masa! Si no lo vuelve malo, sólo servirá
para confundirlo y quitarle fuerzas. La gratitud, sí. La
gratitud es algo totalmente distinto».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***
Lo peor no ha llegado si podemos decir: «esto es lo peor».

El rey Lear: William Shakespeare

***
Hacen comparaciones y ejemplos elocuentes
de una probabilidad irrefutable
de todo ésto me dicen
lo elemental es lo difícil
luego por mi cuenta y riesgo
ensartando una aguja me saco un ojo.

Para que vean: Aníbal Arias

Tesis sobre el fracaso 105


***
Diálogo de dos amantes en la película Closer (2004):
—¿Cómo puede un hombre estar incesantemente
desmotivado?
—Ese es mi encanto.

***
«Yo para mí no sirvo; ella, si me desea que me tome. Marchó
a la ruina».

Arides: Ezra Pound

***
—Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero…
¡prefiero esa ignorancia!
—He cometido el peor de los pecados. No he sido millonario.
—¡Desdichado el mendigo que no conoce el placer de dar!

Nuevos aforismos de Ernesto Estaban Etchenique


Roberto Fontanarrosa

***
Soy el que anda en tinieblas, viudo, ajeno al consuelo,
príncipe de Aquitania de la torre abolida,
sé que ha muerto mi estrella… Mi laúd constelado
luce aquel negro sol de la melancolía.

El desdichado: Gérard de Nerval

106 L.C. Bermeo Gamboa


***
«Da a tu obra toda tu fuerza,
todo tu amor, y recuerda siempre tu oficio,
sobre todo en la desgracia o cuando tu suerte decline.
Eso es lo que espero y de ti exijo».

Jóvenes de Sidón: Constantino Kavafis

***
«Yo nací para ejemplo de desdichados, y para ser blanco y
terreno donde tomen la mira y asiesten las flechas de la mala
fortuna».
Segunda parte del Ingenioso Caballero
Don Quijote de la Mancha (II, 10)
Miguel de Cervantes

***
«La conciencia de la vana gloria de los poderosos.
Medita y sopesa todo eso con atención el poeta».

Darío: Constantino Kavafis

***
—Sobre Diógenes de Sínope, también llamado el cínico o
Can Celeste:

Reprendía a «los que alaban a los justos porque desprecian el


dinero, pero imitan a los adinerados».

Decía que «debemos alargar las manos a los amigos con los
dedos extendidos, no doblados».

Estando tomando el sol en el Cranión, se le acercó Alejandro


y le dijo: «Pídeme lo que quieras»; a lo que respondió él: «Pues
no me hagas sombra».

Tesis sobre el fracaso 107


Pidió una vez le pusiesen estatua; y preguntado por qué pedía
esto, respondió: «Porque quiero no conseguirlo».

Al vientre lo llamaba «Caribdis de la vida».

Preguntado qué había ganado de la Filosofía, respondió:


«Cuando no otra cosa, a lo menos he sacado el estar prevenido
a toda fortuna».

Entraba en el teatro contra la gente que salía, y preguntado


por qué, respondió: «Esto tengo resuelto hacer toda mi vida».

Vidas de los más ilustres filósofos griegos:


Diógenes Laercio

***
«Voto a Dios, que me espanta esta grandeza».

Soneto al Túmulo del rey que se hizo en Sevilla


Miguel de Cervantes

***
«La historia de mi vida es la historia de la pugna entre mi
ferviente deseo de escribir y una serie de circunstancias que
conspiraron para impedírmelo».

Entrevista en The Saturday Evening Post


Francis Scott Fitzgerald

***
De los sonetos amorosos de Francisco de Quevedo asimilando
el amor perdido como el fracaso: amamos tanto el triunfo y
su poder, anhelamos con egoísmo ser exitosos, por encima de
cualquier afecto, por eso fracasar equivale, sentimentalmente,
a la ruptura con una persona amada, puesto que significa el

108 L.C. Bermeo Gamboa


haber perdido la oportunidad de estar con una mejor versión
de nosotros mismos, el fracaso es continuar obligados en una
relación íntima con alguien que ya no amamos, nosotros
mismos.

La vida es mi prisión, y no lo creo (…)

Lloraré siempre mi mayor provecho;


penas serán y hiel cualquier bocado;
la noche afán, y la quietud cuidado,
y duro campo de batalla el lecho (…)

Después de tanto mal, no arrepentirme;


tras tanto engaño, no desengañarme;
después de tantas penas, no alegrarme,
y tras tanto dolor, nunca reírme;

en tantos laberintos, no perderme,


ni haber, tras tanto olvido, recordado,
¿qué fin alegre puede prometerme?

Antes muerto estaré que escarmentado:


ya no pienso tratar de defenderme,
sino de ser de veras desdichado (…)

***
«¡Ay! ¿Y de qué el lamento? Ha nacido el hombre para penar».

Fragmento, 302: Eurípides

***
«Aunque nunca, nunca llegaré a ser un hombre importante,
y esta profética certidumbre me hace temblar con extraña
satisfacción. Un día me vendrá un ataque, uno de esos ataques
que fulminan de verdad, y entonces todo se habrá acabado:

Tesis sobre el fracaso 109


se acabará este caos, esta nostalgia, esta ignorancia, todo, todo,
esta gratitud e ingratitud, estas mentiras e ilusiones, este
creer-saber y este nunca-saber-nada-sinembargo. Pero yo
quiero vivir, sea como sea».

«Con sentimientos como los que yo tengo frente al mundo


nadie obtendrá jamás algo grande, a menos que se burle del
brillo de la grandeza y llame grande a lo que es totalmente
gris, silencioso, duro y bajo».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***
«Oh qué importa que una rueda partida
en mi carro me haga renunciar a la victoria.
Con excelentes vinos y bajo amadas rosaledas
humedeceré las horas de la noche. Antioquía me pertenece.
Soy el más admirado de sus jóvenes.
Soy la debilidad de Balas, su idolatría.
Mañana dirán que fue injusto el resultado de la carrera.
(Pero, incluso si tuviera el mal gusto de exigirlo,
mis cantores dirían que, aun con una rueda rota, mi carro
llegó el primero)».

Favor de Alejandro Balas: Constantino Kavafis

***
«¡Oh, si en aquellos instantes Grouchy fuera capaz de
arriesgarse audazmente, de desobedecer las órdenes recibidas
por convencimiento propio ante los hechos, Francia estaría
salvada! Pero aquel mediocre y apocado hombre se limita a
atenerse a la disciplina».

El minuto universal de Waterloo: Napoleón


Stefan Zweig

110 L.C. Bermeo Gamboa


***
Infinitas acciones hermosas deben perderse sin testimonio
antes de que se aproveche una.

Ensayos II, La gloria: Michel de Montaigne

***
Siempre que en cualquier situación tuve un rival o la
posibilidad de tener un rival, enseguida renuncié sin vacilar.
Es una de las pocas cosas en la vida de las que nunca dudé.
Mi orgullo nunca soportó que compitiera con otros, con el
pavoroso añadido de la posibilidad de la derrota. Tampoco
pude participar nunca en juegos de competición. Siempre
perdía con rencor y despecho. ¿Por considerarme superior a
todos? No, nunca me consideré superior en el ajedrez ni en el
whist. Por simple orgullo, un orgullo desbordante y
sanguinario, que ningún esfuerzo desesperado de mi
inteligencia puede contener ni apaciguar. Siempre me aparté
del mundo y de la vida, y el embate de cualquiera de sus
elementos siempre me hirió como un insulto a media voz, la
rebelión súbita de un lacayo universal.

Se apoderó de mí un deseo de intensa abdicación, de clausura


firme y última, una repugnancia por haber tenido tantos
deseos, tantas esperanzas, con tanta facilidad externa para
realizarlos, y tanta imposibilidad íntima para poder quererlo.

La educación del estoico: Fernando Pessoa

Tesis sobre el fracaso 111


***
«Valientes que luchasteis hasta caer con gloria;
sin temor a los que habían vencido en tantas partes.
No se os culpa, si Diaio y Kritolao fracasaron.
Cuando los griegos quieran jactarse,
«Nuestra estirpe da hombres como éstos» han de decir
recordándoos. Así de espléndida será vuestra alabanza».

Combatientes por la Liga Aquea


Constantino Kavafis
***
«Ser consciente es, luego, ser consciente del fracaso, de la
imposibilidad final de todo empeño. La conciencia del
hombre es conciencia de su impotencia, es conciencia de su
condición».
Textos I: Nicolás Gómez Dávila

***
«Podemos preferir el momento en que Larsen se sintió
aplastado por el hambre y la desgracia, separado de la vida,
sin ánimos para inventarse entusiasmos. (…) Sintió que
también le era posible escuchar el hambre, que había pasado
ahora del vientre a la cabeza y a los huesos».

El astillero: Juan Carlos Onetti

***
«Aunque nunca, nunca llegaré a ser un hombre importante,
y esta profética certidumbre me hace temblar con extraña
satisfacción. Un día me vendrá un ataque, uno de esos ataques
que fulminan de verdad, y entonces todo se habrá acabado:
se acabará este caos, esta nostalgia, esta ignorancia, todo, todo,
esta gratitud e ingratitud, estas mentiras e ilusiones, este
creer-saber y este nunca-saber-nada-sinembargo. Pero yo
quiero vivir, sea como sea».

112 L.C. Bermeo Gamboa


«Con sentimientos como los que yo tengo frente al mundo
nadie obtendrá jamás algo grande, a menos que se burle del
brillo de la grandeza y llame grande a lo que es totalmente
gris, silencioso, duro y bajo».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***
«Ésta es la desgracia», pensó, «no la mala suerte que llega,
insiste, infiel y se va, sino la desgracia, vieja, fría, verdosa.
No es que venga y se quede, es una cosa distinta, nada tiene
que ver con los sucesos, aunque los use para mostrarse; la
desgracia está, a veces. Y esta vez está, no sé desde cuándo;
anduve dando vueltas para no enterarme, la ayudé a engordar
con el sueño de la Gerencia General, de los treinta millones,
de la boca que se rio sin sonido en la glorieta. Y ahora,
cualquier cosa que haga serviría para que se me pegue con
más fuerza. Lo único que queda para hacer es precisamente
eso: cualquier cosa, hacer una cosa detrás de otra, sin interés,
sin sentido, como si otro (o mejor otros, un amo para cada
acto) le pagara a uno para hacerlas y uno se limitara a cumplir
en la mejor forma posible, despreocupado del resultado final
de lo que hace. Una cosa y otra y otra cosa, ajenas, sin que
importe que salgan bien o mal, sin que no importe qué quieren
decir. Siempre fue así; es mejor que tocar madera o hacerse
bendecir; cuando la desgracia se entera de que es inútil,
empieza a secarse, se desprende y cae».

El astillero: Juan Carlos Onetti

***
«La vida, con sus feroces leyes, no es para algunos sino una
cadena de desalientos y de impresiones malas y aterradoras.
Los seres como Schacht nacen para sentir una aversión
permanente y dolorosa. Le gustaría aceptar y dar la

Tesis sobre el fracaso 113


bienvenida a lo que se le vaya presentando, pero no puede
hacerlo. La dureza y la crueldad le salen al encuentro diez
veces más duras e implacables, por eso las siente con mayor
intensidad. (…) Ah, lo aplastarán y un buen día acabará sus
días en el hospital, o bien se consumirá, podrido de cuerpo y
alma, en una de nuestras modernísimas prisiones. Por ahora
se acurruca en los rincones del aula, avergonzado y temblando
ante un futuro desconocido y, para él, repulsivo».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***
Tengo todas las condiciones para ser feliz, salvo la felicidad.

El hombre moderno, si es feliz, es pesimista.

Cualquiera que sea el secreto del misterio de las cosas, es sin


duda muy complejo o, si es muy simple, es de una simplicidad
tal, que no tenemos la facultad para verla.

Nunca he tenido añoranza. No hay época en mi vida que no


recuerde con sinsabor. En todas fui el mismo: el que perdió
el juego o desmereció lo poco de la victoria. Sí, tuve
esperanzas, porque todo es tener esperanzas o morir.

…una cosa difícil de definir, salvo como una náusea física de


la vida.

Que renuncie sin lágrimas, sin consuelos para sí mismo, que


sea al menos, dueño de la fuerza de su renuncia. Que se
desprecie, sí, pero con dignidad.

La educación del estoico: Fernando Pessoa

114 L.C. Bermeo Gamboa


***
Montaigne citando a Séneca: Un marinero antiguo le hablaba
así a Neptuno, en medio de una gran tormenta: «¡Oh Dios,
me salvarás si quieres; harás que me pierda si quieres; pero,
pese a todo, no dejaré de mantener recto el timón».

***
«A los hombres que destruyen impelidos por el ciego afán de
crear, otros hombres oponen la compasión y el desprecio de
un pesimismo viril. Estos son los hombres cuya conciencia
acepta su condición humana, y que acatan, orgullosos y duros,
las innaturales exigencias de la vida».

Textos I: Nicolás Gómez Dávila

***
«Estoy contento porque hace un rato sentí la desgracia, y era
como si fuese mía, como si sólo a mí me hubiera tocado y
como si la llevara adentro y quién sabe hasta cuándo. Ahora
la veo afuera, ocupando a otros; entonces todo se hace más
fácil. Una cosa es la enfermedad y otra la peste».

El astillero: Juan Carlos Onetti

***

«Hidalguía de la individualidad, que consiste en no insistir


en nada en la vida».

Libro del desasosiego, (45): Fernando Pessoa

Tesis sobre el fracaso 115


***
«El Emperador puede salvar la vida y la libertad sólo al amparo
de la noche. Pero aquel hombre que, sucio, desconcertado,
medio muerto de fatiga, se deja caer del caballo a la puerta de
una miserable posada, ya no es un emperador. Su imperio, su
dinastía, su suerte, se han desvanecido. La falta de decisión
de un hombre mediocre ha derrumbado el magnífico edificio
que construyera en veinte años el más audaz y genial de los
mortales».

El minuto universal de Waterloo: Napoleón, Stefan Zweig

***
«¡Qué feliz soy de no poder descubrir nada digno de
consideración o estima en mi persona! Ser humilde y seguir
siéndolo. Y si alguna mano, una circunstancia, una ola me
levantasen y llevasen hasta las alturas donde imperan el poder
y la influencia, yo mismo destrozaría las circunstancias que
me hubieran favorecido y me arrojaría a las tinieblas de lo
bajo e insignificante. Sólo puedo respirar en las regiones
inferiores».

Jakob von Gunten: Robert Walser

***
Hay algo de sórdido, y tanto más sórdido cuanto que es
ridículo, en la costumbre que tienen los débiles de erigir en
tragedias del universo tristes comedias de sus propias
tragedias.

Si un hombre es cobarde puede no hablar de ello —que es lo


mejor—, o bien decir «soy cobarde», con la palabra propia y
brutal. En un caso tiene la ventaja de la dignidad, en el otro la
de la sinceridad; en ambos casos se librará de lo cómico: pues
en un caso no ha dicho nada y, por tanto, nada hay de risible,

116 L.C. Bermeo Gamboa


y en el otro no hay nada que descubrir, porque él mismo lo ha
revelado. Pero el cobarde que cree que necesita demostrar que
no lo es, o decir que la cobardía es universal, o confesar su
debilidad de un modo confuso y figurado, que nada revela,
pero nada vela, es ridículo en general e irritante para la
inteligencia. Sobre esta clase concibo a los poetas pesimistas
y a todos aquéllos que erigen en universales los males
particulares que los afligen.

Tragedias, muchos las tienen; todos, incluso, si entre ellas


contáramos las ocasionales. Pero lo que a cada cual compete,
como hombre, es no hablar de su tragedia; y lo que a cada
cual compete, como artista, es o ser hombre y callar sobre ella
escribiendo o cantando sobre otras cosas, o extraer de ella,
con firmeza y grandeza, una lección universal.

La educación del estoico: Fernando Pessoa

***
«No deseaba burlarse de nadie, nadie en particular le parecía
risible; estaba de pronto alegre, estremecido por un
sentimiento desacostumbrado y cálido, humilde, feliz y
reconocido porque la vida de los hombres continuaba siendo
absurda e inútil y de alguna manera u otra continuaba
también enviándole emisarios, gratuitamente, para confirmar
su absurdo y su inutilidad».

El astillero: Juan Carlos Onetti

***
«Pero yo fui engendrado y nací para la desgracia».

Tristram Shandy (I, XV): Laurence Sterne

Tesis sobre el fracaso 117


***
«Haber nacido desvalido entre gritos y dolores; ser juguete
de la ignorancia, del error, de las necesidades, de la
enfermedad, de la maldad y de las pasiones; paso por paso,
desde el momento en que uno comienza a balbucear hasta el
de la partida cuando uno desvaría; vivir entre estafadores y
charlatanes de todo tipo; extinguirse en medio de alguien que
nos toma el pulso y otro que nos deja consternado; no saber
de dónde se viene, porqué se ha venido y adónde se irá —a
esto lo llaman el don más precioso de nuestros padres y la
naturaleza—: vida».

Pesimismo: Diderot citado por Gottfried Benn

***
«Y quién sabe si las circunstancias de este mundo son tan
absurdas que acaben encumbrándote».

«Y si yo me estrellase y perdiese, ¿qué se rompería y perdería?


Un cero».
Jakob von Gunten: Robert Walser

***
Vere magnum habere fragilitatem hominis securitatem Dei:
«Es una verdadera grandeza tener la fragilidad del hombre y
la seguridad de Dios».

De la adversidad: Séneca citado por Francis Bacon

***
«Pero ya no le preocupaba; era como el dolor suave, conocido
y compañero de una enfermedad crónica, de la que uno en
realidad no va a morir, porque ya sólo es posible morir con
ella».

118 L.C. Bermeo Gamboa


«Estamos al borde del triunfo, cuestión de días. En esta época,
es triste, hay que llamar triunfo a un acto de justicia».

«Pero éste no era el tiempo de la esperanza sino el de la simple


espera».
El astillero: Juan Carlos Onetti

***
«A los que vengan detrás de nosotros no les pedimos gratitud
por nuestras victorias, sino que recuerden nuestras derrotas.
Esto es un consuelo, el único consuelo que les queda a los que
ya no tienen ninguna esperanza de ser consolados».

Calle de dirección única: Walter Benjamin

***
«…y se les hará una iglesia de barro para ellos solos, en la que
sus torpes esfuerzos recibirán la consagración merecida y será
glorificada su intención de crear belleza».

El divino fracaso: Rafael Cansinos-Asséns

***
«Entre nosotros, todo se concentra en lo espiritual, nos hemos
vuelto pobres para llegar a ser ricos».

Fragmento: Friedrich Hölderlin

***
«El Coyote es siempre más humillado que dañado por sus
fracasos».

Mandamiento No. 9 para El Coyote y el correcaminos


Chuck Jones

Tesis sobre el fracaso 119


***
Frase india citada en la película La ciudad de la alegría: «Lo
que no se da, se pierde».

***
«Hay una cierta monótona uniformidad en los destinos de
los hombres. Nuestras existencias se desarrollan según leyes
viejas e inmutables, según una cadencia propia uniforme y
vieja. Los sueños no se realizan jamás, y apenas los vemos
rotos, comprendemos de pronto que las mayores alegrías de
nuestra vida están fuera de la realidad».

Las pequeñas virtudes: Natalia Ginzburg

***
«Un artista como a mí me gustan. Es modesto en sus
necesidades; no pide más que dos cosas: su pan y su arte».

El crepúsculo de los ídolos: Friedrich Nietzsche

***
Mejor me sabe en un cantón la sopa,
y el tinto con la mosca y la zurrapa,
que al rico, que se engulle todo el mapa,
muchos años de vino en ancha copa.

Bendita fue de Dios la poca ropa,


que no carga los hombros y los tapa;
más quiero menos sastre que más capa:
que hay ladrones de seda, no de estopa.

120 L.C. Bermeo Gamboa


Llenar, no enriquecer, quiero la tripa;
lo caro trueco a lo que bien me sepa:
somos Píramo y Tisbe yo y mi pipa.

Más descansa quien mira que quien trepa;


regüeldo yo cuando el dichoso hipa,
él asido a Fortuna, yo a la cepa.

Prefiere la hartura y sosiego mendigo a la inquietud


magnífica de los poderosos: Francisco de Quevedo

***
«¿De cuantas infamias se compone un éxito?».

Honoré de Balzac

***
«Todo éxito es un malentendido»

Émile Michel Cioran

***
«La poesía es el trofeo lingüístico de una derrota espiritual».

Escolios a un texto implícito: Nicolás Gómez Dávila

***
«Sólo un hombre que sabe lo que se siente ser
derrotado puede llegar hasta el fondo de su alma».

Mohammad Ali

Tesis sobre el fracaso 121


***
Léon Bloy citado por César Vallejo en De la dignidad del
escritor: «Es un cruel y singular destino mío el oír decir sin
cesar que tengo talento y hasta genio y perecer día a día
aplastado por combinaciones diabólicas, que hacen de mí
un hambriento fracasado, a los treinta y siete años».

***
«Un caballero no tiene éxito»

Jorge Luis Borges, citado en Borges,


diario de Adolfo Bioy Casares.

***
«Vivir una vez más, para resistir, un momentito, a eso llamaré
vivir».

Textos para nada: Samuel Beckett

***
Wittgenstein cita a Longfellow: «Con grandes cuidados
construimos erróneamente».

***
Igual para la poesía, Wittgenstein: «En la carrera de la filosofía
gana el que puede correr más despacio. O aquel que alcanza
el último la meta».

***
«No exijas demasiado y no temas que tu justa exigencia se
disuelva en nada».

«Las nubes no pueden construirse».

Aforismos: Ludwig Wittgenstein

122 L.C. Bermeo Gamboa


***
«La única excusa para hacer algo inútil es que uno lo admire
intensamente. Todo arte es completamente inútil».

Prefacio al Retrato de Dorian Gray: Oscar Wilde

***
«¿Por qué había yo de luchar? No me cabe duda de que soy
constitutivamente inepto para cualquier desempeño».

James Boswell en una carta al reverendo W. J. Temple.

***
«El errar es el regalo más escondido de la verdad».

Cuadernos negros: Martin Heidegger

Tesis sobre el fracaso 123


La presente edición e impre-
sión se terminó en POEMIA, su
casa editorial, en Santiago de
Cali, Colombia, octubre de
2016.

124 L.C. Bermeo Gamboa

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