Diversas teorías, entre ellas la neurociencia social, sugieren que las personas en

función a las bases biológicas tienden a actuar de manera empática y altruista con
aquellos con los que se tiene parentesco y de forma egoísta o con despecho con los que
no; tales teorías proponen que el ser humano tiende de manera innata al trato
diferenciado hacia sus pares.

Para el caso específico de la sociedad boliviana, la historia evidencia conductas

discriminatorias de parte las personas del área urbana hacia aquellas provenientes del
área rural.

En la actualidad, además de las ya conocidas, se distingue un nuevo tipo de

discriminación basado en la ideología política, alimentado sobre todo por la polarización
de intereses partidarios.

La discriminación es el trato desigual de una persona hacia otra en función de a una o

varias características de esta última; el racismo por su parte, es la infravaloración de una
persona respecto a su raza o ascendencia genética.

Tanto la discriminación como el racismo tienen un carácter social, por tanto, su

origen se encuentra dentro de la sociedad, en la formación de grupos y cómo interactúan
unos con otros.
Festinger, Schachter y Back, propusieron que un grupo social se forma en función a
cuatro factores: atracción, cohesión, influencia y estándares del grupo; estos elementos
influyen en las personas para sentirse atraídos y permanecer en un determinado grupo
social.
Para entender cómo el grupo influye en el comportamiento de sus integrantes, Tajfel
plantea la “categorización de grupos”. La función cognitiva de la categorización permite
al sujeto diferenciar y/o clasificar qué variables serán más interesantes o importantes
para él en función a sus necesidades y a la denominada “función identitaria” por la que
el individuo realizará la categorización de cómo percibe el mundo partiendo primero de
cómo se percibe a sí mismo. Bajo esta premisa, las personas realizan una categorización
grupal para poder clasificar a los otros y en relación a estas variables construirán su
opinión al conocer a alguien nuevo.
Para entender la discriminación y racismo entre grupos se deben definir dos
fenómenos sociales: normalización y polarización. La normalización es la tendencia a
tomar en cuenta la opinión de todos los miembros de un grupo; que en un punto puede
afectar el juicio particular de los individuos que intentan por todos los medios concordar
con la opinión del grupo. La polarización, son aquellas decisiones tomadas en conjunto
por un grupo, normalmente las más arriesgadas, sin tomar otras alternativas. La
polarización influye en las acciones de los sujetos que ya no considera sus ideas
personales sino sólo lo que el grupo estima como correcto y que normalmente deriva en
las vertientes de amor y odio cuando de otro grupo se trata. Por tanto, si la actitud es de
odio hacia el otro grupo también se genera sentimientos de rechazo y desprecio,
exaltando la superioridad sobre él y su misión será ganarle o finalmente que
desaparezca.
Aunque estos fenómenos sociales son inevitables es necesario que se regulen los
comportamientos para evitar tragedias personales. Por ello, la Ley 045 en su Artículo 2
señala un término de “protección” por el cual todo ser humano es protegido ante estos
comportamientos arriesgados de los otros grupos; y en el Artículo 6 se pretende regular
estas conductas a través de la prevención y educación.

Desde el punto de vista de la psicología conductual toda conducta que sea reforzada
ya sea por reforzamiento positivo o negativo incrementará su frecuencia y toda conducta
que no sea reforzada o que reciba un estímulo aversivo tras realizarla, disminuirá su
frecuencia. Por ello es posible plantear que las personas refuerzan y extinguen
conductas entre sí; a esto no son ajenas las conductas discriminatorias o racistas que
pueden reforzarse positiva o negativamente por la aprobación o rechazo del resto del
grupo. A este respecto, la ley al castigar este tipo conductas pretende crear una tendencia
hacia su extinción; teniendo en cuenta, además que a partir de lo que se llama la
conducta de evitación los individuos disminuyen las conductas negativas para evitar el
castigo que conlleva el incumplimiento de la ley.