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1.4. LA OBLIGACIÓN CIVIL EN EL CÓDIGO CIVIL (Sistematización).

Código civil es un conjunto unitario, ordenado y sistematizado de normas


de Derecho privado, es decir, un cuerpo legal que tiene por objeto regular las
relaciones civiles de las personas físicas y jurídicas, privadas o públicas, en
este último caso siempre que actúen como particulares desprovistas de
imperium. La palabra “código” viene de una forma latina reconstruida *codicus,
obtenida popularmente por derivación regresiva bien del latín codiculus o
codicillus, diminutivos de codex. Los romanos eran fanáticos de las leyes. Los
códices (singular codex) eran unos libros donde tenían escritas sus reglas. La
palabra codex viene de caudex (tronco de un árbol). Muy antiguamente, los
libros consistían en tablas de madera, cubiertas de cera, amarradas de un
cordel. Las leyes se escribían rayando la cera.

En la época clásica eran volumina (largos rollos de papiro enrollados en torno a


un eje) escritos con tinta. A partir del siglo IV d.C. los códices ya son libros de
muchas hojas de papiro, o ya de pergamino, cosidas con tapas de madera o
piel. A partir del siglo XIX, todos los países de Europa e Iberoamérica y varios
de África, Asia y Oceanía, han promulgado códigos civiles. No obstante, la
primera ley que utilizó esta denominación fue el Codex Maximilianeus
Bavaricus Civilis de 1756 (de Baviera); le siguió, en 1792, un cuerpo legal que
incluía Derecho civil, penal y político, el Allgemeines Landrecht für die
Preussischen Staaten (de Federico II de Prusia). De todas maneras, ambos
aún no satisfacían los cánones del movimiento codificador moderno del
Derecho.

El código que de manera sobresaliente recogió las exigencias, que fueron


concebidas a partir de la Ilustración, sobre la forma que debía tener un cuerpo
legislativo moderno, fue el Code Civil francés que promulgó el Emperador
Napoleón Bonaparte en 1804, razón por la cual también es conocido
como Código de Napoleón. Éste resultó ser el modelo que, por imitación o
imposición, se expandió por los países europeos y americanos.

a) En México, las atribuciones para legislar en materia civil corresponde a las


legislaturas de las entidades federativas, por disposición de los artículos 124 y
73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, aplicados a
contrario sensu (revisarlos) y comprende, en términos generales, la regulación
respecto de las personas, la familia, los bienes, las sucesiones, las
obligaciones, los contratos y el registro público de la propiedad. Debido a la
conformación política de nuestro país en una Federación de estados libres y
soberanos, a distintas concepciones culturales y, en algunos casos a
consideraciones locales que atienden a los usos y costumbres de la región,
cada una de las entidades federativas tiene su respectivo Código Civil, aunque
la naturaleza de la materia y los asuntos que regula imponen contenidos muy
similares; no obstante, la sistematización de sus disposiciones varía en
muchos casos. Para comprobarlo, estudiaremos los índices de los distintos
códigos civiles de las entidades de la República, el del Código Civil Federal, y
los compararemos con el ordenamiento que sigue el de nuestro estado de
Quintana Roo.

b) Veremos que nuestro Código Civil está organizado en: Un Título Preliminar,
al que le siguen una Parte General y Cuatro Partes Especiales; la última
(Cuarta Parte Especial) está dividida en cuatro Libros, el segundo de los cuales
regula el tema de nuestro curso: Las Obligaciones.

c) Por lo que hace a éstas, analizaremos el orden que acusan los nueve Títulos
que conforman dicho Libro Segundo de la Cuarta Parte Especial.

EJERCICIO. FORMAR 5 EQUIPOS. REPARTIR LOS ESTADOS DE LA


REPÚBLICA. COMPARAR LA SISTEMATIZACIÓN DEL TRATAMIENTO DE
LAS OBLIGACIONES EN CADA UNO DE LOS ESTADOS QUE LES
TOQUEN, CON LA DEL ESTADO DE QUINTANA ROO.

1.5. DISTINCIÓN ENTRE DERECHOS REALES Y DERECHOS


PERSONALES.

Del curso “Derecho de los Bienes”, quedó fijado el concepto de Derechos


Reales como aquel que una persona tiene para perseguir una “cosa”
determinada. En este curso, “Teoría de las Obligaciones”, estudiaremos los
llamados “Derechos Personales” o “De Crédito”.

Para distinguir a los derechos reales de los personales, los autores han
elaborado diversas teorías, de las que estudiaremos: la Teoría Clásica, que
sostiene, básicamente, que el derecho real es una relación entre persona y
cosa, y que el derecho personal es una relación entre persona y persona. Sus
principales exponentes, que aportan ligeras consideraciones particulares, son
Giorgi, Aubry et Rau, Colin et Capitant, Polacco (con un interesante punto de
vista que califica al sujeto obligado como “intermediario”), Baudry-Lacantinerie,
Précis y Bonnecase. Esta teoría tiene sus contrarias, entre las que destaca la
Teoría Personalista, sostenida principalmente por Planiol y Ortolán, quienes
sostienen que ambos derechos tienen la misma naturaleza: la de obligación.
Estas dos teorías propician que surja una Teoría Ecléctica, expuesta por
Planiol, Ripert y Picard.

Para su estudio se transcribe, del TÍTULO PRIMERO, LA OBLIGACIÓN EN


GENERAL, de la obra citada de Borja Soriano (págs. 76 a 78), el CAPÍTULO
TERCERO Comparación entre el derecho real y el derecho personal o la
obligación.

“““SECCIÓN 1ª.TEORÍA CLÁSICA. Su exposición. El derecho real es la


relación entre persona y cosa y el derecho personal es la relación entre
persona y persona. (Giorgi). Hay derecho real cuando una cosa se encuentra
sometida completa o parcialmente al poder de una persona en virtud de una
relación inmediata oponible a cualquier otra persona. (Aubry et Rau y Colin et
Capitant). En este concepto el criterio diferencial entre las dos categorías de
derechos patrimoniales es suministrado por lo inmediato de la relación en que
se encuentra el sujeto del derecho con el objeto del mismo. Esta relación
inmediata se encuentra en el derecho real; mientras que en la obligación el
deudor funge de intermediario entre el titular del derecho y el objeto. (Polacco)
En otros términos, en el derecho real no se encuentran sino dos elementos:
una persona, sujeto activo del derecho (por ejemplo, el propietario en el
derecho de propiedad), y una cosa objeto del derecho. No hay intermediario
entre el titular del derecho y la cosa que es su objeto. (Baudry-Lacantinerie y
Précis). En el derecho personal hay tres elementos: sujeto activo, sujeto pasivo
y objeto del derecho. (Baudry-Lacantinerie y Précis). El Código de 1884
acepta la teoría clásica cuando dice: "Obligación real es la que afecta a la cosa
y obra contra cualquier poseedor de ésta” (art.1327). En el Código de 1928 no
se establece expresamente criterio alguno. Su fundamento según Bonnecase.
Este autor sostiene con gran acopio de razones, basadas especialmente en
datos de la economía política, la diferencia específica entre el derecho real y el
derecho personal, que, según sus palabras “reside en el hecho fundamental
que el derecho real traduce la apropiación de una riqueza en el sentido de cosa
material, en tanto que la obligación o derecho de crédito es la expresión de la
noción de servicio, es decir, de un acto o de una abstención que tiene un
alcance social”. Teorías contrarias. En contra de la teoría tradicional, que como
se ve es bipartita, han surgido dos unitarias, a saber: la que pretende que los
derechos personales son de la misma naturaleza que los derechos reales, de
la cual hemos tratado, y la que atribuye al derecho real la misma naturaleza
que tiene el derecho personal; de ésta última nos ocuparemos a continuación.

“““SECCIÓN 2ª. CONCEPCIÓN PERSONALISTA. Crítica de la teoría


tradicional. Se critica la teoría tradicional (la clásica) diciéndose que todo
derecho es una relación entre personas, que no puede existir una relación de
orden jurídico entre una persona y una cosa. (Ortolán). La teoría personalista.
En todo derecho hay siempre, por una parte, el sujeto activo al que es atribuido
el derecho, y, por otra parte, la masa de todos los hombres, de todas las
persona, obligadas a dejar obrar a quien pertenece el derecho. Pero si esta
obligación general y colectiva existe en todo derecho, hay casos en que es la
única, en que el sujeto activo tiene facultad de sacar directamente de una cosa
una utilidad, sin otra obligación que la impuesta a todos de dejarlo obrar, de
abstenerse de poner cualquier obstáculo. Ha casos, al contrario, en los cuales,
además de esta obligación general, el derecho confiere al sujeto activo la
facultad de exigir individualmente a una persona una acción o una inacción. En
el primer caso, los derechos son reales; en el segundo, personales, y ambos
tienen la misma naturaleza, la de la obligación (Ortolán y Planiol). En esta
nueva teoría, la antítesis fundamental entre los derechos reales y los
obligatorios consiste en que mientras los primeros son derechos patrimoniales
absolutos, los otros son derechos patrimoniales relativos. El derecho real
importa un deber general negativo de respeto hacia el titular; el derecho de
obligación, por el contrario, importa el deber particular de una persona de
procurar una utilidad al acreedor. (Ferrara).
“““SECCIÓN 3ª. DOCTRINA ECLÉCTICA. Crítica de la teoría personalista.
Respecto de la concepción personalista puede decirse que le concede una
importancia exagerada a la obligación al sostener que basta por sí misma para
constituir y caracterizar al derecho real. Ciertamente esta obligación existe,
pero no es suficiente para dar a conocer el contenido del derecho real. Hace
abstracción de su objeto, no da ninguna idea del poder jurídico que el derecho
confiere a su titular. Y esto es tan verdadero que, para definir los derechos
reales en particular, no se habla de esta obligación pasiva universal y se insiste
únicamente en las prerrogativas que derivan de ellos. (Planiol, Ripert et
Picard). La teoría ecléctica. En conclusión: para definir el derecho real es
preciso considerar los dos aspectos bajo los cuales se presenta. Bajo su
aspecto interno el derecho real representa un poder jurídico directo sobre la
cosa. Bajo su aspecto externo lo que aparece es la obligación general que
tiene por fin hacer respetar la situación del titular respecto de la cosa;
obligación pasiva que es distinta de la individual que caracteriza al derecho
personal. (Planiol, Ripert et Picard y Roguin).

“““Según José Luis de la Peza (De las Obligaciones. McGraw-Hill, México,


1997, pág. 2), “Las principales diferencias entre derechos reales y
obligaciones, que han sido señaladas en la doctrina, sin las siguientes: 1) Los
derechos reales son númerus clausus, esto es, los particulares no pueden
crear más derechos reales que los expresamente reconocidos por la ley, en
tanto que las obligaciones admiten un número indefinido de posibilidades
conforme al principio de la autonomía de la voluntad en materia de pactos
(Domenico Barbero, Sistema del derecho privado, 6ª. ed., Ediciones Jurídicas
Europa-América, Buenos Aires, 1967, trad. Santiago Sentís Melendo, t. II, p.
215); 2) La relación jurídica, en los derechos reales, tiene un sujeto pasivo
indeterminado, en cambio, en la obligación el sujeto pasivo es una persona
determinada, el deudor; 3) El derecho real consiste en que su titular tiene un
poder directo sobre una cosa, mientras que en la obligación el acreedor sólo
tiene la facultad de exigir del deudor una prestación; 4) Las características
anteriores se manifiestan procesalmente en que la acción real, que respalda a
los derechos reales, es persecutoria de la cosa, sin importar en manos de
quién se encuentre, por lo que será demandado quien tenga actualmente la
cosa en su poder, por cualquier título, en tanto que la acción derivada de una
obligación es personal en contra del deudor o de sus causahabientes a título
universal; y 5) El titular de un derecho real no requiere la contribución activa de
nadie para disfrutar de su derecho; por el contrario, en la relación de
obligación, el acreedor requiere de la colaboración del deudor para satisfacer
su derecho. (Rafael Rojina Villegas. Compendio de derecho civil, 10ª. ed.,
Porrúa, México, 1978, t. II, pp. 20 y ss.)”””

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