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“EL JINETE DEL CABALLO BLANCO Y LA SEGUNDA

VENIDA DE CRISTO EN GLORIA”


“11
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se
llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama
de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que
ninguno conocía sino él mismo. 13Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su
nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino
finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. 15De su boca sale una
espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro;
y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. 16 y en su
vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES” Apocalipsis 19:11-16.
El libro de este tiempo

El libro de apocalipsis escrito por Juan el apóstol en el año 90-96 d.C. es uno de los
libros más apasionantes y enigmáticos de toda la sagrada escritura, es el libro para
este tiempo; “Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este libro, porque
el tiempo está cerca” Apocalipsis 22:10.

Nadie que estudie la biblia y observe con objetividad la realidad del mundo y de la
sociedad, puede negar que estemos en los tiempos finales, y en los días más malos
que ha vivido la humanidad, aun los científicos impíos y los gobernadores del
mundo sienten, y presienten, que pronto esto se acaba. La gente mira hacia la iglesia
esperando que nosotros le demos una respuesta ya que “tenemos también la palabra
profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos...” 1 Pedro 1:19. ¡Que
contradicción tenemos el apocalipsis para predicarlo a la gente y ni siquiera nos
interesamos por él!

Aun en el mundo secular hoy como nunca se habla mucho de los jinetes del
apocalipsis, del rapto, la gran tribulación Hollywood está creando cantidades de
películas de eventos apocalípticos, del Armagedón y del fin del mundo, en muchos
canales de televisión se han hecho documentales y programas muy interesantes en
relación al fin del mundo basado en este libro y mencionando los jinetes del
apocalipsis, obviamente que en la mayoría de ellos no son ajustados a la revelación
bíblica y la hermenéutica cristiana.

Presentación

Lo que la iglesia está esperando es el arrebatamiento de la iglesia para ser sacado de


la tierra al cielo, y ser librado del horrible periodo de la gran tribulación. ahora al
final de la gran tribulación sucederá la segunda venida de Cristo en gloria, que será́
acompañada de sus ejércitos celestiales, ángeles y creyentes escoltando a nuestro
gran rey, dará por finalizada la gran batalla de Armagedón. Es imposible que, si
Cristo entra en una guerra, él pueda perder, existe cero probabilidades de derrota. De
hecho, según 2° Tesalonicenses 2.8, Jesús vencerá al poder del Anticristo sólo con
el resplandor de su venida: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el
Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida”.

La manifestación del Rey de reyes y Señor de señores

Se manifestará en gloria, montado en un caballo blanco. He aquí un caballo blanco,


y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea
(Ap.19:11). Tenemos que recordar que en Apocalipsis 6:2 se nos habló de otro que
cabalgaba en un caballo blanco, pero ese no representaba a nadie más que al
Anticristo, quien surge del mundo después del arrebatamiento de la iglesia para
conquistar los reinos de la tierra con trampas y mezclas políticas y religiosas. En
cambio, el Jinete del caballo blanco de Ap. 19:11 viene del cielo con poder y gloria,
para tomar el reino, el cual por siglos se ha anunciado a través de las Escrituras. El
Padre le había dicho: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga ‹i tus enemigos por
estrado de tus pies (Salmo 110:1). El tiempo se habrá cumplido y todo estará en
espera de su manifestación. El detalle de verlo montado en un caballo blanco lo
identifica como el Rey de reyes, pues era costumbre de todo rey asistir a las
ceremonias y fiestas de su reino montando un asno o un caballo blanco. Tipo de esto
fue lo que Jesús mismo realizó el día en que hizo su entrada triunfal a la ciudad de
Jerusalén, montado en un pollino. Y la gente que iba delante y la que iba detrás
aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre
del Señor! ¡Hosanna en las alturas! (Mateo 21:9).

Los nombres que lo identifican revelan su dignidad real.

A Juan se le indicó que el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19:11 se llamaba
Fiel y Verdadero, y con justicia juega y pelea. Estos nombres (fidelidad, verdad y
justicia) son algunas de las características que señalan la divinidad de nuestro
Salvador. Estos atributos divinos también garantizan que el reino será eterno y
perfecto. (a) Él es Fiel. En cuanto a su fidelidad, el autor de Hebreos escribió: Por
tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al
apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús; el cual es fiel al que le
constituyó, como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios (Hebreos 3:1,2).
Consciente de esta cualidad natural en Él, Jesús se identifica a sí mismo, diciendo:
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha
de venir, el Todopoderoso (Apocalipsis 1:8). También se presenta ante la iglesia de
Laodicea como el Amén, el testigo fiel y verdadero (Ap. 3:14). Que Jesús es fiel se
establece en la contundente declaración que dice: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy,
y por los siglos (Hebreos 13:8). (b) Él es Verdadero. El Señor se presenta, no sólo
como el Verdadero sino como la Verdad misma, cuando dice: yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí (Juan 14:6). Aun en los días en
que vivió entre los humanos, revestido de la naturaleza humana, se dio testimonio de
que Jesús dijo siempre la verdad. Uno de sus discípulos, citando a Isaías 53:9,
testificó de esta manera: el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca (1
Pedro 2:22). (c) Él es Justo. La justicia con la cual Jesús volverá a esta tierra, para
juzgar y pelear, es un atributo divino que Él siempre ha poseído. El profeta lo
expresó de parte de Dios el Padre, quien dijo: “Y le hará entender diligente en el
temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan
sus oídos; 4sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los
mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de
sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad
ceñidor de su cintura” (Isaías 11:3-5).
Características divinas que garantizan el triunfo del gran Rey

En el pasaje de Apocalipsis 19:12-16 hay, varias características que garantizan que


esta vez Jesús vendrá para reinar el universo entero. Como el Mesías prometido.

“Sus ojos eran como llama de fuego” (Ap.19:12). Los ojos de Jesús, ardientes y
encendidos, como llama de fuego, son un indicio de su eternidad, sabiduría y
omnisciencia (Ap.1:14). Los ojos flameantes y resplandecientes de Cristo Jesús en
esta visión de Juan es la indicación de una mirada penetrante y escrutadora, de la
cual nada puede escapar. De ahí su capacidad de reinar con equidad, porque nada
injusto quedará que no sea sancionado.
“Había en su cabeza muchas diademas” (Ap.19:12). Las muchas diademas son
simbólicas de la autoridad suprema con la que Jesús es investido como Rey de reyes
y Señor de señores. El dragón tenía una diadema en cada una de sus siete cabezas
(Ap.12:3), y la primera bestia, una sobre cada uno de sus diez cuernos; pero éstas
eran de origen infernal y diabólico. En cambio, el victorioso Salvador ceñirá
“muchas diademas” de origen celestial y divino.
“Tenía un nombre que ninguno conocía sino Él mismo” (Ap. 19:12). Ya en
Mateo 11:27, Jesús había anunciado que nadie conoce al Híjo, sino el Padre [...] y
aquel a quien el Hijo lo quiera revelar Las Escrituras revelan muchos de los nombres
que le han sido dados a Jesús; sin embargo, éste de Apocalipsis 19:12 será un
nombre especial que recibirá del Padre para aquel momento de su victoria final. Ni
siquiera los cuatro seres vivientes, ni los veinticuatro ancianos podían entender el
nuevo nombre de nuestro Salvador. Ese será un secreto del reino, conocido
solamente por el Rey y aquellos a quienes Él lo quiera revelar. A los creyentes
vencedores también les hace Jesús la promesa de darles un nombre nuevo,
desconocido para los demás, pero conocido por el que lo haya recibido (Apocalipsis
2:17). Si eso sucederá con los súbditos del reino mesiánico, cuánto más debe
esperarse de su Rey Soberano.
“Estaba vestido de una ropa teñida en sangre” (Ap. 19:13).
Algunos, sin bases para su teoría, dicen que la ropa de Jesús teñida en sangre es un
recordatorio de su muerte, por la cual tendrá pleno derecho de tomar el reino. No
obstante, no hay nada más lejano de la realidad. La ropa teñida en sangre no es otra
cosa sino una indicación inequívoca de su misión demoledora contra la maquinaria
armamentista preparada por el Anticristo en la última y más sangrienta de todas las
batallas de la historia. Su ropa teñida en sangre, pero no la suya, que fue la ofrenda
perfecta para la redención de los creyentes, sino la de sus enemigos, es una
confirmación de que esta vez, Jesús no vendrá como vino hace dos mil años: a morir
por el pecado. Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le
esperan (Hebreos 9:28).
“Su nombre es: EL VERBO DE DIOS” (Ap.19:13). El término VERBO
(LOGOS), se da como un nombre divino del Hijo de Dios en el Evangelio de Juan.
En el principio Ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios
(Juan 1:1. NVI). El Verbo es Jesucristo, la suprema y eterna expresión de Dios. En
el Antiguo Testamento Dios aparece como Creador del mundo. En el Nuevo
Testamento Dios pronunció su palabra definitiva a través de la Palabra viviente, su
Hijo. La frase “el Verbo era Dios” le atribuye divinidad al Verbo, sin definir toda la
divinidad como “el Verbo”. “En el caso de Apocalipsis 19:13, el nombre VERBO
está relacionado con el poder de la Palabra en la descarga de la ira divina contra los
enemigos del Hijo de Dios, reunidos en el Armagedón. Esto concuerda muy bien
con lo que dijo el apóstol Pablo al referirse a la forma en que se llevará a cabo la
destrucción del Anticristo: “Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el
Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su
venida” (2 Tesalonicenses 2:8).
“Los ejércitos celestiales le seguían en caballos blancos” (Ap.19:14). De acuerdo
con las enseñanzas impartidas personalmente por Jesús, los ejércitos que lo
acompañarán hacia la victoria final estarán integrados por los ángeles. Cuando el
Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos sus Santos ángeles con él, entonces s‹'
sentará en su trono de gloria (Mateo 25:31). La capacidad bélica y la disposición
defensiva de las huestes angelicales a favor de Jesús y su reino han sido recursos con
los cuales el Señor siempre ha contado. Lo que le dijo Jesús a Pedro el día en que lo
arrestaron los vasallos de Caifás lo ilustra muy bien: ¿Acaso piensas que no puedo
ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
(Mateo 26:53). Esto no significa, sin embargo, que los santos redimidos no
acompañen al Cordero de Dios en su venida triunfal; pero ni los ángeles ni los
santos tendrán que pelear, pues la victoria es del Todopoderoso.
“De su boca sale una espada aguda, para herir [...]” (Ap.19:15). El uso de una
espada como símbolo de la palabra de Jesús es ya familiar para nosotros, pues
Hebreos 4:12 dice que, la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda
espada de dos filos. El poder de la palabra de Dios se ve aun desde la creación de
todas las cosas que existen, las cuales fueron el resultado inmediato de una orden
verbal; por ejemplo: Y dijo Dios. Sea la luz; y fue la luz (Génesis 1:3). Juan
confirma que el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas
por él fueron hechas (Juan 1:1-3). Aun el centurión italiano apostado en Capernaum
fue dotado de fe para creer en el poder sanador y vivificante del Hijo de Dios; por
eso le dijo a Jesús: Solamente di la palabra, y mi criado sanará (Mateo 8:8). Sin
embargo, en su segunda venida, Jesús utilizará la poderosa palabra de su boca como
una espada aguda, para herir con ella a las naciones (Apocalipsis 19:15), lo cual
concuerda perfectamente con 2 Tesalonicenses 2:8.
“Rey de reyes y Señor de señores” (Ap.19:16). Para los cristianos este título de
Jesús ya está en vigencia, lo que ha sido recibido con pleno sometimiento por su
amada iglesia. En cambio, en el mundo, dicho título sólo será aceptado después de la
victoria final en el Armagedón.

El jinete del capítulo 19 es Jesucristo Su aparición es para cerrar y culminar el


periodo de la tribulación, después de El, viene el reino de paz y justicia. El no viene
a “conquistar” sino a reinar, aparece luego de las bodas del cordero en el cielo
(Apocalipsis 19:7-9). El viene con sus santos y se muestra totalmente diferente al
jinete que lo pretende suplantar, que es el anticristo; es un jinete que se llama “fiel y
verdadero”. En su cabeza tenía muchas diademas que representa su reinado sobre las
naciones, a él lo siguen sus santos,. El juzgará al mundo impío y a los gobiernos
corruptos, El es el Verbo de Dios, de su boca sale una espada aguda para herir a las
naciones impías que sirvieron al anticristo, él tiene un título único, sin par,
inigualable, incomparable, majestuoso, inconmensurable, impresionante,
desbordante, divino; se llama REY DE REYES Y SEÑORES DE SEÑORES
alabado sea Dios para siempre!

La primera venida a esta tierra, nuestro Señor Jesucristo entró al mundo en pañales;
la segunda, reinará en majestuoso púrpura. La primera vez, llegó como un viajero
cansado; la segunda, vendrá como el Dios incansable. La primera vez, no tuvo
dónde recostar Su cabeza; la segunda, se revelará como el heredero de todas las
cosas. La primera vez, fue rechazado por el pequeño Israel; la segunda, será
aceptado por todas las naciones y salvara a Israel. La primera vez, fue un humilde
salvador, familiarizado con el quebranto; la segunda, será el Dios poderoso, ungido
con aceite de alegría. La primera vez, lo golpearon con una vara; la segunda,
gobernará a las naciones con vara de hierro. La primera vez, los soldados romanos
doblaron rodilla en tono de burla; la segunda, toda rodilla se doblará y toda lengua
confesará que Él es el Señor. La primera vez, recibió una corona de espinas; la
segunda, viene con muchas coronas reales. La primera vez, entregó Su espíritu a la
muerte; la segunda, estará vivo por los siglos de los siglos. La primera vez, fue
puesto en una tumba; la segunda, se sentará en un trono. Cuando retorne otra vez, no
habrá duda ni tardanza. De que Él es «REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES»
(Apocalipsis 19.16).
Culminación

El mundo impío y vendido al diablo espera al primer jinete de apocalipsis 6:2, es


decir, espera al anticristo, y con él se quedará, y bajo su dictatorial y satánico poder
quedará durante los terribles días de la gran tribulación, sufriendo los terribles
embates del gobierno impío de la bestia del Apocalipsis. Según la biblia cuando el
anticristo junto al falso profeta y sus ejercito sitien a Israel para destruirla y este
bendito pueblo este en manos de sus enemigos para ser destruidos dice la palabra del
Señor el cielo se raja o parte en dos: 11Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un
caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
juzga y pelea. 12Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas
diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. 13Estaba
vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. 14Y los
ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en
caballos blancos. 15De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las
naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de
la ira del Dios Todopoderoso. 16 y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este
nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”. Y Dios salvara a su pueblo
Israel amen que así sea.

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