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EL REINO DE DIOS
Clase 1 QUE ES EL REINO
1. VENGA TU REINO. Oramos pidiendo: “Venga tu Reino…Porque tuyo es el Reino
y el poder y la gloria” - ¿Entendemos lo que estamos pidiendo? Si alguien te hace la
pregunta “¿Qué es el reino de Dios?”, ¿qué le respondes?
La respuesta más fácil sería decir que un reino es un territorio donde gobierna un rey. Y
como entendemos que Dios es el Creador de todas las cosas, su reino se extiende por
todo el mundo. Esto manifiesta que el reino de Dios está dondequiera que Dios reina, y
dado que Él reina en todas partes, el reino de Dios está en todas partes.
a) En términos generales, el reino de Dios es el reinado de un Dios eterno y
soberano sobre todo el universo. Varios pasajes de las escrituras demuestran
que Dios es el monarca indiscutible de toda la creación: "El Señor ha
establecido su trono en el cielo, y su reino gobierna sobre todo" (Salmo 103:19).
"El reino de Dios es un reino eterno" (Daniel 4:3).
b) Más concretamente, el reino de Dios es un reinado espiritual en los corazones y
en las vidas de aquellos que reconocen y se someten al señorío de Cristo y se
rinden alegremente al reinado de Dios en sus corazones. En este sentido, el
reino de Dios es espiritual; Jesús dijo que su reino no era de este mundo (Juan
18:36), y predicaba que era necesario el arrepentimiento para ser parte del
reino de Dios (Mateo 4:17, Juan 3:5-7). Ver también 1 Corintios 6:9.
Juan en Apc nos revela que el reino será un tiempo de duración de mil años
“… y vivieron y reinaron con Cristo mil años”. Ap 20:4; 20:26; 20:3;
20:5; 20:7
Aun cuando la Biblia habla de las realidades sencillas de la vida, algunas de sus verdades
sólo pueden ser apreciadas a través de los ojos de la fe.
a) Al hablar de éstas, el Nuevo Testamento usa la palabra griega mysterion,
“misterio”—el “misterio del reino de los cielos,” “el misterio del evangelio,” “el
misterio de Dios” e incluso “el misterio de la fe.”
b) El misterio del reino está estrechamente ligado a las profecías del Antiguo
Testamento y Nuevo Testamento que se refieren al Mesías quien es Jesús
Hch 4:10 sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que, en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios
resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Hch 5:42 Y ni por un sólo día, ya fuera en el Templo o en casas particulares,
dejaron de enseñar y proclamar las Buenas Noticias que Yahshúa es el Mashíaj
Felipe
Hch 8:5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a
Cristo.
Hch 8:29-37 “… Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y
respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Pablo
Hch 9:22 Pero Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que
moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.
Hch 17:3 Hch 17:3 explicándoles y probando que el Mashíaj tenía que sufrir y
resucitar de entre los muertos, y que este "Yahshúa, a quien proclamo a ustedes,
es el Mashíaj."
Hch 18:5 Pero después que Sila y Timoteo llegaron de Macedonia, Shaúl se vio
presionado por la urgencia del mensaje, y testificaba profundamente a los Judíos
de que Yahshúa es el Mashíaj.
Hch 18:28 porque con gran vehemencia refutaba públicamente a los judíos,
demostrando por las Escrituras que Jesús era el Cristo.
Hch 19:4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al
pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el
Cristo.
Hch 26:22 Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy,
dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que
los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:
Hch 26:23 Que el Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de
los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
Hch 28:30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a
todos los que a él venían,
Hch 28:31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo,
abiertamente y sin impedimento.
Rom 1:3 acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David
según la carne, 4 que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Clase 2. LA SEMILLA DEL REINO DE DIOS ESTÁ ARRAIGADA
EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
1. El reino en el A.T. En el Antiguo Testamento “El reino del Señor” aparece de
manera explícita una vez en 1 Crónicas 28:5. “Y de entre todos mis hijos (porque
Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono
del reino de Jehová sobre Israel”.
b) La condición de Dios como Rey y Señor de todo se hace patente en los libros
sagrados, tanto en los históricos como en los proféticos y en los salmos.
Así, el profeta Jeremías llama a Dios muchas veces 'Rey, cuyo nombre es
Dios de los ejércitos' (Jer 46, 18; 48, 15; 51, 57).
Numerosos Salmos proclaman que “el Señor reina”. (Sal 93, 1; 96:10; 97:1;
99:1).
12 “Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré
después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su
reino.
13 El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono
será estable eternamente”. 1 Crónicas 17:11-16
2Cr 6:16 Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo
que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente
en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley,
como tú has andado delante de mí.
“El siglo presente” terminaría con la aparición del Mesías, y “el siglo venidero” comenzaría
con su llegada. “El siglo presente”, entonces, terminaría en el juicio, y “el siglo venidero”
sería precedido por esta devastación.
Para el pueblo judío la venida del reino de Dios los llenaba de expectación, Vivian a la
espera de la manifestación de este reino que más que concebirlo como un reino
espiritual, lo entendían como un reino político, económico.
Pensaban que, al llegar el reino de Dios, Israel será restaurado como nación el Mesías
pondría su trono en Jerusalén, y los enemigos nacionales de Israel serian subyugados.
Clase 3. EL REINO DE DIOS
ES EL REINO MESIÁNICO
1. EL CORAZÓN DEL REINO ES EL MESÍAS. El reino del Mesías. En el corazón de
este tema está la idea del reino mesiánico de Dios. Un reino que será gobernado
por alguien escogido por Dios, quien no será solo el Redentor de su pueblo, sino
también el Rey sobre toda la tierra (Fil2:9-11; Dn 7:13).
Con la venida del tan esperado Mesías comienza "el siglo venidero"; con la
llegada del Rey, llegó el reino.
a) Este título “Hijo del Hombre”, se usa muy a menudo en el Nuevo Testamento, y
en todas las veces, menos tres que aparecen en el Nuevo Testamento, viene
de los labios de Jesús; y se refiere a la visión del Antiguo Testamento que fu e
escrita por el profeta Daniel, donde Daniel tuvo una visión en el interior de la
corte celestial de Dios donde viene al Anciano de Días uno semejante al Hijo
del Hombre, a quien le es dada la autoridad para juzgar al mundo.
b) De modo que “el Hijo del Hombre” es una persona celestial, una persona
celestial que desciende a este mundo, cuyo papel principal en Su visita a esta
tierra es la de Juez celestial. Y luego Él regresa a la presencia de Dios en Su
ascensión. Recordemos que Jesús dice: «Nadie asciende al Padre, sino aquel
que ha descendido primero de Él». Juan 3:13
c) Se tiende a pensar que cuando Jesús se llama a sí mismo «el Hijo del
Hombre» era una expresión de humildad, cuando en realidad era una
afirmación de autoridad divina.
Cuando Él sana en el Sabbat y es reprendido por Sus enemigos, Él dijo:
«Hice esto para que sepan que «el Hijo del Hombre es Señor aun del día
de reposo»».
Y cuando Él perdona los pecados y crea un alboroto por parte de Sus
contemporáneos, quienes decían: «Solo Dios tiene el poder para
perdonar los pecados»
Jesús dijo, «Hice esto para que puedan saber que el Hijo del Hombre
tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados».
Y una y otra, y otra vez, ustedes empezarán a ver que este título «Hijo del Hombre»
que Jesús usa para Sí mismo es un título muy exaltado.
«Hice pacto con mi escogido; juré a David mi siervo, diciendo: Para siempre
confirmaré tu descendencia, y edificaré tu trono por todas las generaciones.» (Salmo
4)
c) Jesús Dijo…
«El Reino de Dios está cerca.» - pero Él no se parecía a un Rey
«El Reino de Dios es como…» - El Reino no es lo que ellos esperaban que
fuera: Lo que esperaban: El gobierno de Dios aparecería majestuosamente,
sería irresistible, ahuyentaría a los impíos de la ciudad santa, establecería un
gobierno político y libremente daría gran bendición a su pueblo escogido.
b. El segundo verso de Isaías 53 confirma esto claramente. La figura crece como “un
renuevo y como raíz de tierra seca.” El renuevo que aparece es más allá de toda
duda razonable una referencia al Mesías, y, de hecho, es una referencia Mesiánica,
común en Isaías y en otras partes. Isaías 4:2; Jeremías 23:5; Daniel 11:7; Zacarías
3:8; 6:12;
c. La dinastía davídica iba a ser cortada en juicio como un árbol caído, pero se había
prometido a Israel que un nuevo retoño surgiría del tocón. El Rey Mesías debía ser
ese renuevo. Isaías 11:1+
a. Isaías 53 debe ser entendido como una referencia a la venida del Rey Davídico, el
Mesías. El Rey Mesías fue profetizado que sufriría y moriría para pagar por
nuestros pecados para después resucitar de nuevo.
b. Isaías 53:4-9 ofrece muchos detalles que coinciden con Jesús y sólo
Jesús.
Las palabras de versículos 4,5 “azotado, molido, castigo, y heridas”
todas cuadran con los sufrimientos que Jesús soportó en la cruz.
Además, sus heridas traen sanidad a los que creen en Él.
3. El propósito del poder - 1 Juan 3:8 “El Hijo de Dios fue enviado precisamente
para destruir las obras del diablo”
4. El poder de Dios está presente en esta época para deshacer las obras del diablo
- guerra espiritual - conflicto cósmico - no hay duda del resultado, sólo ha sido
aplazado.
3. El día postrero. La venida del Mesías en gloria y majestad (el reino milenial)
a. Cuando hablamos del “Reino de Dios” nos estaremos refiriendo al derecho que
Dios tiene de reinar sobre todo el universo, invisible, material y espiritual: (1)
creación y (2) redención –. Incluye a todos los que han creído, o creerán, en
Cristo como Salvador desde el inicio de la Iglesia hasta el tiempo en que Dios la
lleve del mundo.
b. Cuando la Iglesia haya proclamado el evangelio del Reino “en todo el mundo,
para testimonio a todas las naciones” (Mateo 24:14), el drama de los sucesos
de los últimos días comenzará.
Cuando el cielo recibió a Jesús se abrieron las puertas eternas y entró el Rey de gloria. Él
trasladó la cautividad que descansaba en el seno de Abraham, los que confiaron en la
sangre del cordero, los que durmieron en la esperanza de ver al Mesías prometido, todos
ellos fueron la escolta en su desfile triunfal.
a. Espíritu Santo pasó a ser el nexo entre el cielo y la tierra. Cuando el Espíritu está
presente, se manifiesta la Presencia de Dios, la palpamos. El cielo se hace
presente.
b. Cuando el Mesías se sentó en el trono envió el Espíritu Santo.
Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa
del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
Hechos 2:33.
c. Es el cumplimiento de la promesa de Cristo: “Yo estaré con uds”
Juan 14:16-18 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con
vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir,
porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros,
y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Si no manifestamos el Reino de Dios, las tinieblas están lista para imponer sus mentiras e
influir en las sociedades. Si manifestamos el Reino, las tinieblas retroceden.
Hoy el Espíritu Santo manifiesta el Reino y provoca la colisión con las tinieblas.
1. Los Dos Siglos O Eras. La expresión "el fin del mundo" o "fin del siglo" (Mateo
28:20) ("consumación del siglo" VM) que hallamos repetidas veces en el evangelio de
Mateo (Mateo 13:39; Mateo 24: 3, 6 y 14; Mateo 28:20) se relaciona con aquel estado de
cosas durante el cual Israel se halla bajo la ley y privado de su Mesías. Al contrario, "el
siglo venidero" será caracterizado por el hecho de que Israel se hallará bajo el nuevo
Pacto, reinando en gloria con su Mesías sobre él.
a. El Antiguo Testamento, no solamente habla de aquellos dos "siglos", sino que
también nos da a conocer los tiempos que los precedieron, así como el Nuevo
Testamento revela la eternidad que seguirá.
b. Prácticamente, tanto el Nuevo como el Antiguo Testamento, hablan de esos dos
"siglos" en relación con Israel y el futuro de la iglesia. El período representado por
el término "este siglo" o "este tiempo" existía cuando Cristo vino y fue rechazado, y
"el siglo venidero" será establecido, y empezará cuando Cristo vuelva para reinar.
Mc 10:30;
c. Observemos también que "este siglo" está caracterizado por una mezcla del bien y
del mal, que acabará con una lucha terrible en la cual caerán la bestia y el falso
profeta; y que en "el siglo venidero", que es el milenio, Satanás será atado
(Apocalipsis 20:2) y el Señor gobernará la tierra, manifestando
públicamente Su poder y Su gloria.
Aplicación: Hoy gracias a la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas los cristianos
tienen entrada a los poderes del siglo venidero. Hebreos 6:4,5
Muchos cristianos ignoran que a través del Espíritu Santo podemos saborear un
poco de estos poderes como sanidad divina, liberación, milagros sobrenaturales
ahora mismo en esta vida.
Podemos gustar “los poderes del mundo venidero”. Sólo podemos probarlos, no
apropiarnos de ellos totalmente, con el propósito de bendecir a los que sufren y a
los necesitados a los necesitados y testificar del poder de Jesús como el Mesías.
Apoc. 20:4-6; 11:15 – Zac. 14:1-9 – Miq. 4:1-5 (Isa. 2:2-4) – Sal. 2:2-4 – Isa. 11:1-9
1. Satanás es atado Apoc. 20:1-3, 7-10 – Isa. 24:21-23; 27:1 cesa toda actividad
demoníaca sobre la tierra
2. Derramamiento universal del Espíritu Santo Joel 2:28-32 (hech. 2:16-21) – Isa. 32:15
3. Conocimiento universal de Dios Hab. 2:14 – Isa. 13:12 – Isa. 11:9
4. Adoración universal a Dios Mal. 1:11
5. Salvación para todos Joel. 2:32 – Rom. 10:13 – Hech. 2:21
6. Salud y prolongación de vida Isa. 29:18; 32:1-4; 33:22, 24; 35:5, 6; 65:20, 22 – Zac.
8:4, 5
7. Paz universal Isa. 2:4 – Miq. 4:3, 4 – Isa. 9:6, 7
8. Prosperidad universal Eze. 34:26, 27, 29 – Isa. 65:21-24 – Zac. 8:12; 9: 16, 17 –
propiedad privada: Miq. 4:4 – Zac 3:10
9. Justicia para todos Isa. 9:6, 7; 11:1-5; 32:1-5; 42:1-4
10. Incremento de luz Isa. 30:26; 60:18-22 (en Israel o Jerusalén)
11. Cambios en el reino animal – Isa. 11:6-9; 65:17-25 – Rom. 8:19, 23 – Eze. 34:25 –
Isa. 35:9
12. Cambios en la naturaleza
a) Desiertos florecerán Isa. 32:15; 61:4; 49:19 Eze. 36:33, 36 – Amos 9:13:15
b) Lluvia, agua en abundancia Isa. 30:23, 25; 33:21; 35:2, 6, 7; 41:18 – Eze. 34:26,
27; 47:1-12 – Zac. 14:8 – Joel 3:18; 2:22-27
13. Restauración de la tierra Isa. 35:1, 2, 6, 9; 55:12, 13 Tierra de Israel Joel 2:18-27; 47;
3:17-21 – Amos 9:13-15
A) Escuela Histórica. Esta Escuela enseña que las profecías bíblicas se reflejan en
la historia de la Iglesia, se tiende a recurrir a la alegorización del texto bíblico para
encontrar su cumplimiento en la historia, por ejemplo; la caída de Roma ante los bárbaros,
el surgimiento de la Iglesia Católica Romana, la llegada del Islam y hasta algunos
acontecimientos que pasaron dentro del periodo de la reforma protestante.
Según esta escuela la iglesia constituye el centro de la profecía del Apocalipsis.
Ve en los monumentales acontecimientos de los últimos 19 siglos trompetas, copas
y todos las otras visiones especiales, por tanto, según estas no puede haber un
acontecimiento de revelación a menos que se tenga un visto conocimiento de la
historia de las naciones que componen el cristianismo.
Bosquejando de forma simbólica todo el curso de la historia de la iglesia desde
pentecostés hasta el venida del Cristo.
C) Escuela Preterista. Del latín “praeter” que significa pasado, como su nombre lo
indica, el preterismo ve las profecías bíblicas no como evento futuros, sino como
eventos pasados cumplidos en el primer siglo, asuntos como la segunda venida de
Cristo y el milenio son vistos desde esta doctrina como eventos ya ocurridos, sin nada
más que esperar. Considera que el apocalipsis tiene que ver con el imperio romano,
particularmente en el tiempo de Nerón y Constantino, creen que Nerón era el Anticristo o
la bestia, puesto que su nombre escrito en caracteres hebreos proporcionará el misterioso
No.666.
“Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con
tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la
tierra”
Más adelante se nos hable de la plena manifestación de ese mundo venidero en el que ya
vivimos por fe:
Todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas al hombre. Todavía no hemos
entrado a nuestra herencia. Todavía no hemos llegado a l tierra prometida. Como mucho,
lo que conocemos en nuestro estado actual es una manifestación parcial y muy
imperfecta de este señorío, que solo tendrá lugar en plenitud, conforme a las promesas de
Dios cuando el Señor Jesucristo vuelva en gloria.
CONCLUSIÓN: Como hemos visto el Reino de Dios es una realidad a la que ya se hace
referencia en el Antiguo Testamento y que en el Nuevo adquiere gran relevancia, en su
doble dimensión temporal y escatológica.
El Reino se ha hecho presente ya con Jesucristo entre los hombres (cfr. Mt 12,
28; Mc 1, 15; Lc 10, 9.11; 11, 20; 17, 21; etc.),
Pero al mismo tiempo es una realidad que se debe buscar (cfr. Mt 6, 33; 19, 24),
cuya venida debe pedirse en la oración (cfr. Mt 6, 10),
Y que sólo al fin de la historia llegará a su plenitud (cfr. Lc 21, 31; 22, 18; 1 Cor 15,
24; Ap 12, 10; etc.)
En MCA entendemos que hay que vivir el ministerio y la vida con un pie en el «ahora» y
el otro en el “todavía no”.
El Nuevo Testamento nos está indicando que el reino de Dios es tanto presente como
futuro. Existe un "ya" y un "todavía no" en este reino. Ambos aspectos deben ser
entendidos y aceptados por los cristianos. Considerar al reino como totalmente realizado
o como un acontecimiento completamente futuro es no entender el mensaje del Nuevo
Testamento. Servimos a un Rey que ya ha ocupado su trono. Sin embargo, aguardamos
su regreso triunfal en gloria, cuando toda rodilla se doblará delante y toda lengua
confesará que Jesús es el Mesías de Dios.