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El teletrabajo y su implementación

La pandemia por Covid-19 que afectó a todo el mundo llevó al aislamiento social, preventivo y obligatorio desde el
20 de marzo de 2020 y obligó al sector público y privado a plantear nuevas estrategias para mantenerse activos sin
exponer al personal a riesgos de contagio. El teletrabajo, es decir, una forma flexible de organización del trabajo que
consiste en el desempeño de la actividad profesional sin la presencia física del trabajador en la empresa durante una
parte importante de su horario laboral, se volvió frecuente ya que las personas pueden trabajar sin moverse de su casa,
pueden organizar el tiempo, ahorran costos y espacio para la empresa y tiempo y dinero en desplazamiento. El hecho
de no tener que salir de su casa puede originar en el trabajador dificultad para separar el trabajo y la familia ya podría
estar disponible las 24 horas del día. Es necesario que el teletrabajador sea capaz de interrumpir dicha actividad para
dedicar tiempo al descanso y al ocio. Además necesita de alta autodisciplina para poder organizarse. En otras palabras,
el teletrabajador debe caracterizarse por su seguridad, autonomía, autocontrol, proactividad, iniciativa, su capacidad
de proceder solo, sin supervisión, de adaptarse rápidamente a situaciones de cambio, por su alto grado de compromiso
con su trabajo y su capacidad de armonizar la vida familiar y laboral. Es primordial para lograr un teletrabajo efectivo
el apoyo a nivel directivo desde la alta dirección hasta los supervisores directos, disponer de herramientas y de una
formación adecuada, fijar objetivos respecto a los resultados que quieren alcanzarse y las condiciones necesarias para
ello, delimitar el tiempo de trabajo remunerado del personal mediante el uso de espacios de trabajo. El empleador es
responsable de la protección de la salud y seguridad profesional del teletrabajador. Es recomendable capacitar a los
teletrabajadores sobre las exigencias relativas a las pantallas, la ergonomía en el uso de computadoras, los requisitos
del puesto de trabajo, las condiciones ambientales, los riesgos específicos de las tareas del teletrabajador, y sobre todas
las medidas preventivas a adoptar. El empleador debe registrar el alta del trabajador en la obra social correspondiente
y en la aseguradora de riesgos del trabajo con la cual contrató la cobertura de riesgos laborales, comunicar la
convención colectiva de trabajo aplicable, los datos sobre vínculos familiares de dicho trabajador y otros datos
significativos sobre la relación laboral. Los teletrabajadores tienen los mismos derechos colectivos que quienes
trabajan en los establecimientos de la persona empleadora. Deben estar sujetos a las mismas condiciones de
participación y elegibilidad en las elecciones de representantes de los trabajadores.

La red de teletrabajo nuclea empresas privadas, públicas, universidades, fundaciones y organismos públicos,
coordinados por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social a través de la Coordinación de Teletrabajo, para
conformar un ámbito propicio para la cooperación a nivel nacional y regional en torno al intercambio de aprendizajes,
investigaciones y buenas prácticas en teletrabajo garantizando las condiciones para el trabajo decente. El teletrabajo en
sus distintas formas puede aplicarse a la administración, asistencia al cliente, ventas, desarrollo, mantenimiento y
asistencia de software, marketing, elaboración de imágenes y textos de datos.

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