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Nombre y apellidos: ____________________________________ Romance sonámbulo

A Gloria Giner
3º Grado en E.P. y a Fernando de los Ríos
Formación Literaria para Maestros
Prueba escrita Grupo S Verde que te quiero verde. Dejadme subir al menos
Verde viento. Verdes ramas. hasta las altas barandas,
El barco sobre la mar dejadme subir, dejadme,
La prueba escrita consta de dos partes. Es necesario tener aprobadas las dos partes de y el caballo en la montaña. hasta las verdes barandas.
forma independiente (sacar un 5 o más de un 5) para que pueda hacerse media de las dos Con la sombra en la cintura Barandales de la luna
partes. Dicha media será la nota final de esta prueba escrita. ella sueña en su baranda, por donde retumba el agua.
verde carne, pelo verde,
Parte teórica con ojos de fría plata. *
Verde que te quiero verde.
Unidad 1. Escoge y responde a una de las siguientes preguntas (3,5 puntos): Bajo la luna gitana, Ya suben los dos compadres
las cosas le están mirando hacia las altas barandas.
(a) Define educación literaria (y sus diferencias respecto a la didáctica de la literatura). y ella no puede mirarlas. Dejando un rastro de sangre.
(b) ¿Qué es un texto literario? Rasgos que lo caracterizan como tal. Dejando un rastro de lágrimas.
* Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Unidad 2. Escoge y responde a una de las siguientes preguntas (3,5 puntos):
 Verde que te quiero verde. Mil panderos de cristal,
Grandes estrellas de escarcha, herían la madrugada.
(a) El cuento popular: definición, evolución y clasificación. vienen con el pez de sombra
(b) Texto lírico: definición y características generales (con abundancia de ejemplos). que abre el camino del alba. *
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas, Verde que te quiero verde,
Unidad 3. Escoge y responde a una de las siguientes preguntas (3 puntos): y el monte, gato garduño, verde viento, verdes ramas.
eriza sus pitas agrias. Los dos compadres subieron.
(a) Los cuentos más antiguos: tradiciones y recopilaciones de cuentos en la Antigüedad. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...? El largo viento, dejaba
(b) Nuevos tiempos, nuevas tierras, nuevos géneros: la literatura infantil y juvenil en el siglo XIX. Ella sigue en su baranda, en la boca un raro gusto
verde carne, pelo verde, de hiel, de menta y de albahaca.
Parte práctica soñando en la mar amarga. ¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
Comentario de textos y aplicación al aula de primaria de alguno (o de todos) de los siguientes * ¡Cuántas veces te esperó!
textos (6 puntos). 
 ¡Cuántas veces te esperara,
Compadre, quiero cambiar cara fresca, negro pelo,
mi caballo por su casa, en esta verde baranda!
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta. *
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra. Sobre el rostro del aljibe
Si yo pudiera, mocito, se mecía la gitana.
ese trato se cerraba. Verde carne, pelo verde,
Pero yo ya no soy yo, con ojos de fría plata.
ni mi casa es ya mi casa. Un carámbano de luna
Compadre, quiero morir la sostiene sobre el agua.
decentemente en mi cama. La noche su puso íntima
De acero, si puede ser, como una pequeña plaza.
con las sábanas de holanda. Guardias civiles borrachos,
¿No ves la herida que tengo en la puerta golpeaban.
desde el pecho a la garganta? Verde que te quiero verde.
Trescientas rosas morenas Verde viento. Verdes ramas.
lleva tu pechera blanca. El barco sobre la mar.
Tu sangre rezuma y huele Y el caballo en la montaña.
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo, Federico García Lorca,
ni mi casa es ya mi casa. 2 de agosto de 1924.

Si una noche de invierno un viajero2
Uno y siete Italo Calvino
Gianni Rodari
A Daniele Ponchiroli
He conocido a un niño que eran siete niños.

Vivía en Roma, se llamaba Paolo y su padre era tranviario.
 Estás a punto de empezar a leer la nueva vuélvetelos a poner. Y ahora no te quedes ahí
Pero también vivía en París, se llamaba Jean, y su padre trabajaba en una fábrica de automóviles.
 novela de Italo Calvino, Si una noche de con los zapatos en una mano y el libro en la
Pero también vivía en Berlín, y allí se llamaba Kurt, y su padre era profesor de violenchelo.
 invierno un viajero. Relájate. Recógete. Aleja otra.
Pero también vivía en Moscú, se llamaba Yuri, como el astronauta Gagarin, y su padre era albañil de ti cualquier otra idea. Deja que el mundo
y estudiaba matemáticas.
 que te rodea se esfume en lo indistinto. La Regula la luz de modo que no te fatigue la
Pero también vivía en Nueva york, se llamaba Jimmy y su padre tenía una gasolinera. puerta es mejor cerrarla; al otro lado siempre vista. Hazlo ahora, porque en cuanto te hayas
está la televisión encendida. Dilo en seguida, sumido en la lectura ya no habrá forma de
¿Cuántos he dicho? Cinco, faltan dos. a los demás: «¡No, no quiero ver la moverte. Haz de modo que la página no
televisión!» Alza la voz, si no te oyen: «¡Estoy quede en sombra, un adensarse de letras
Uno se llamaba Chu, vivía en Shanghai y su padre era pescador.
 leyendo! ¡No quiero que me molesten!» Quizá negras sobre un fondo gris, uniformes como
El último se llamaba Pablo, vivía en buenos Aires y su padre era pintor de brocha gorda. no te han oído, con todo ese estruendo; dilo un tropel de ratones; pero ten cuidado de que
más fuerte, grita: «¡Estoy empezando a leer la no le caiga encima una luz demasiado fuerte y
Paolo, Jean, Kurt, Yuri, Jimmy, Chu, Pablo, eran siete pero eran a la vez el mismo niño que tenía nueva novela de Italo Calvino!» O no lo digas que no se refleje sobre la cruda blancura del
ocho años, sabía leer y escribir e iba en bicicleta sin poner las manos en el manillar. pablo era si no quieres; esperemos que te dejen en paz. papel royendo las sombras de los caracteres
moreno, Jean rubio y Kurt castaño, pero eran el mismo niño. Yuri tenía la piel blanca y Chu tenía como en un mediodía del Sur. Trata de prever
la piel amarilla, pero eran el mismo niño. Pablo iba al cine en español y Jimmy en inglés, pero eran Adopta la postura más cómoda: sentado, ahora todo lo que pueda evitarte interrumpir la
el mismo niño y reían en el mismo idioma. tumbado, aovillado, acostado. Acostado de lectura. Los cigarrillos al alcance de la mano,
espaldas, de costado, boca abajo. En un si fumas, el cenicero. ¿Qué falta aún? ¿Tienes
Ahora los siete son mayores y ya no podrán hacerse la guerra, porque los siete son un solo sillón, en el sofá, en la mecedora, en la que hacer pis? Bueno, tú sabrás.
hombre. tumbona, en el puf. En la hamaca, si tienes
una hamaca. Sobre la cama, naturalmente, o No es que esperes nada particular de este
El deshollinador dentro de la cama. También puedes ponerte libro en particular. Eres alguien que por
William Blake cabeza abajo, en postura yoga. Con el libro principio no espera ya nada de nada. Hay
invertido, claro. muchos, más jóvenes que tú y menos jóvenes,
¡Un negro bultico entre la nevada
 que viven a la espera de experiencias
Gime “limpia, limpia”, en notas de pena! La verdad, no se logra encontrar la postura extraordinarias; de los libros, de las personas,
“¿Dónde está tu padre, y tu madre, dime?” ideal para leer. Antaño se leía de pie, ante un de los viajes, de los acontecimientos, de lo
“Los dos se marcharon a rezar al templo. atril. Se estaba acostumbrado a permanecer que el mañana guarda en reserva. Tú no. Tú
en pie. Se descansaba así cuando se estaba sabes que lo mejor que uno puede esperar es
Porque era feliz sobre los brezales,
 cansado de montar a caballo. A caballo a evitar lo peor. Esta es la conclusión a la que
Y yo sonreía entre invernal nieve,
 nadie se le ha ocurrido nunca leer; y sin has llegado, tanto en la vida personal como en
Con ropas de muerte ellos me vistieron, embargo ahora la idea de leer en el arzón, el las cuestiones generales y hasta en las
Me hicieron cantar con notas de pena. libro colocado sobre las crines del caballo, mundiales. ¿Y con los libros? Eso es,
acaso colgado de las orejas del caballo precisamente porque lo has excluido en
Porque soy feliz, y canto, y bailo, mediante una guarnición especial, te parece cualquier otro terreno, crees que es justo
Creen que no me han hecho jamás daño alguno, atrayente. Con los pies en los estribos se concederte aún este placer juvenil de la
Y a Dios van y loan, y al Rey y al Obispo,
 debería estar muy cómodo para leer; tener los expectativa en un sector bien circunscrito
Que cielos levantan de nuestra miseria”.1
 pies en alto es la primera condición para como el de los libros, donde te puede ir mal o
disfrutar. ir bien, pero el riesgo de la desilusión no es
grave.
Bueno, ¿a qué esperas? Extiende las piernas,
alarga también los pies sobre un cojín, sobre Conque has visto en un periódico que había
dos cojines, sobre los brazos del sofá, sobre salido Si una noche de invierno un viajero,
1 THE CHIMNEY SWEEPER. A little black thing among the snow, / Crying “’weep! ’weep!” in notes las orejas del sillón, sobre la mesita de té, nuevo libro de Italo Calvino, que no publicaba
of woe! / “Where are thy father & mother? say?” / “They are both gone up to the church to pray. / sobre el escritorio, sobre el piano, sobre el hacía varios años. Has pasado por la librería y
Because I was happy upon the heath, / And smil’d among the winter’s snow, / They clothed me in globo terráqueo. Quítate los zapatos, primero. has comprado el volumen. Has hecho bien.
the clothes of death, / And taught me to sing the notes of woe. / And because I am happy & dance Si quieres tener los pies en alto; si no,
& sing, / They think they have done me no injury, / And are gone to praise God & his Priest &
King, / Who make up a heaven of our misery.”
2 Se trata del fragmento con el que arranca la novela.

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