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LOS

SENTID
Desde sus inicios, el ser humano ha contado con medios para adaptarse a su entorno. Dispone
de herramientas biológicas que tiene integradas a su cuerpo y le permiten reaccionar. Estos

OS
medios son los sentidos. Sentido es la capacidad para percibir estímulos internos y externos
mediante el empleo de órganos específicos. Cada sentido está formado por un grupo de
células especializadas que detectan sensaciones por medio de receptores. Por lo general, se
considera que los seres humanos contamos con cinco sentidos los cuales son:
1- GUSTO
2- OÍDO
3- OLFATO
4- TACTO
5- VISTA
Los cinco sentidos clásicos:
GUSTO:
El gusto es uno de los 5 sentidos del ser humano. Es la capacidad de detectar
sustancias a través de los receptores gustativos, el sentido corporal que
permite la detección de sustancias químicas disueltas en la boca,
procedentes generalmente de los alimentos. El sentido del gusto depende de
la estimulación de los botones gustativos, los cuales se encuentran en las
papilas gustativas situadas en la lengua, órgano musculoso ubicado dentro
de la boca o cavidad oral. El sabor se define como la sensación que causa un
alimento u otra sustancia al introducirse en la boca. En el sabor influye el
sentido del gusto, pero también el olfato y la textura. [cita requerida] Los
sabores primarios conocidos con los que se identifica a los alimentos son
dulce, salado, ácido y amargo, a los que desde principio de siglo se ha
añadido el umami ("sabroso", en japonés). El gusto se percibe por el contacto
de las sustancias químicas solubles con los quimiorreceptores situados
principalmente en la lengua. El sentido del gusto puede considerarse una
fuente de placer, pero su función consiste en permitir seleccionar aquellas
sustancias más adecuadas para la nutrición y evitar en gran medida las que
pueden representar un peligro para la vida por ser tóxicas o por encontrarse
en estado de descomposición.
ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL GUSTO:
El sentido del gusto es posible gracias a los botones gustativos, también
llamados corpúsculos gustativos. En un adulto humano existen alrededor de
10 000, la mayor parte de los cuales se encuentran en la superficie de la
lengua. Cada botón gustativo tiene forma ovalada y está constituido por un
conjunto de células, entre las cuales se encuentran las células gustativas que
disponen de cilios que entran en contacto con las sustancias disueltas en la
boca por la saliva. Los botones gustativos se agrupan en estructuras mayores
llamadas papilas gustativas que son las que proporcionan a la lengua una
superficie rugosa. cuando una sustancia se disuelve en la saliva y entran en
contacto con la membrana celular de las células gustativas, se produce la
liberación de moléculas neurotransmisoras que desencadenan impulsos
nerviosos que se transmiten al cerebro principalmente a través del nervio
facial y glosofaríngeo.

PAPILAS GUSTATIVAS:
Las papilas gustativas se encuentran en la superficie de la lengua y le dan a
este órgano un aspecto rugoso. Cada papila contiene numerosos botones
gustativos, que son receptores sensoriales que reciben y transducen una
señal química en un potencial de acción. Para que las papilas sean
estimuladas, las sustancias deben diluirse en la saliva y así entrar en contacto
con la membrana de las células sensoriales. Según su forma, se distinguen
cuatro tipos de papilas:
-Papilas fungiformes: tienen forma de hongo y se encuentran distribuidas en
la parte anterior del dorso y bordes laterales de la lengua. Hay hasta 5
botones gustativos por papila fungiforme que suelen estar ubicados en la
parte superior de la papila.
-Papilas circunvaladas o caliciformes: tienen bases de forma de cáliz o copa y
se distribuyen cerca de la base de la lengua formando una V. Las grandes
papilas circunvaladas contienen cada una hasta 100 botones gustativos.
-Papilas filiformes o cónicas: tienen forma de filamento y se encuentran en la
punta y bordes laterales de la lengua. A diferencia de las papilas fungiformes
y caliciformes no tienen función gustativa y carecen de botones gustativos,
solamente son receptores táctiles y captan la temperatura.
-Papilas foliáceas o foliadas: Su forma recuerda la hoja de un árbol. Se
encuentran a ambos lados en la región posterior de la lengua.

BOTONES GUSTATIVOS:
Los botones gustativos son corpúsculos sensoriales para el gusto que se
encuentran en las papilas gustativas. Tienen forma ovoide, cada uno de ellos
está constituido por 3 tipos de células, células basales, células de sostén y
células receptoras gustativas. Estas últimas hacen conexión sináptica con las
fibras nerviosas sensoriales y disponen de microvellosidades receptoras que
se proyectan hacia el poro gustativo, un orificio en el epitelio lingual. Los
cuellos de estas células se encuentran conectados entre sí de manera que la
única parte del receptor gustativo que está expuesta a los líquidos de la
cavidad oral es la corona apical de microvellosidades. Cada botón gustativo
está inervado por cerca de 50 fibras nerviosas y a la inversa cada fibra
nerviosa recibe información en promedio de 5 botones gustativos. Las células
basales tienen su origen en las células epiteliales que rodean los botones
gustativos; estas células se diferencian en nuevas células receptoras y los
receptores antiguos son remplazados continuamente con un periodo
aproximadamente diez días. En el ser humano los botones gustativos se
localizan principalmente en las papilas fungiformes y circunvaladas de la
lengua, existen algunos en el paladar blando, cara interna de las mejillas,
faringe y epiglotis.
VÍAS GUSTATIVAS:
Las fibras nerviosas sensoriales que provienen de los botones gustativos de
los tercios anteriores de la lengua viajan por la cuerda timpánica, que es una
rama del nervio facial; mientras que las que provienen del tercio posterior
llegan al tallo cerebral por el nervio glosofaríngeo y las fibras de otras áreas
distintas de la lengua llegan a través del nervio vago. En ambos lados, las
fibras de estos tres nervios se unen en el núcleo del fascículo solitario en el
bulbo raquídeo; ahí estas fibras hacen sinapsis con neuronas de segundo
orden; luego termina en los núcleos de relevo sensoriales específicos del
tálamo, junto con fibras que llevan información de contacto, dolor y
temperatura. Desde aquí, los impulsos son conducidos al área de proyección
cortical para el gusto, situada en la base de la circunvalación poscentral del
cerebro.
OÍDO

El oído externo está formado por dos partes: El pabellón auricular y el


conducto auditivo externo. El pabellón auricular está formado por cartílago
recubierto de piel, sus porciones más importantes son el hélix y el lóbulo de
la oreja. El conducto auditivo externo mide alrededor de 2.5 cm de longitud y
se extiende desde el pabellón auricular hasta el tímpano, en este trayecto
atraviesa el hueso temporal del cráneo. Contiene pelos y glándulas
ceruminosas que producen el cerumen, ello dificulta el ingreso de cuerpos
extraños o polvo a través del conducto.

OÍDO MEDIO
El oído medio es una cavidad llena de aire que está separada por el tímpano
del conducto auditivo externo y entra en comunicación con el oído interno a
través de dos pequeños orificios: la ventana oval y la ventana redonda. En el
interior del oído medio se encuentra una cadena de huesecillos unidos entre
sí por articulaciones de tipo sinovial, son los huesos más pequeños del
cuerpo y reciben el nombre de martillo, yunque y estribo. El oído medio está
conectado con la nasofaringe por un conducto de reducidas dimensiones que
se llama trompa faringotimpánica o trompa de Eustaquio.
 El tímpano o membrana timpánica es de aspecto transparente y
separa a la cavidad timpánica del conducto auditivo externo. Tiene
forma oval y un diámetro de alrededor de 1 cm. En la membrana
timpánica se diferencian dos porciones; la Pars Tensis o porción tensa
(o estirada) y la Pars Laxus o porción laxa. Se compone de tres capas:
-Capa intermedia: compuesta por un tejido fibroconectivo conformado en
semitotalidad a la membrana timpánica, compuesta por colágena además
de fibras elásticas y fibroblastos.
-Estrato córneo: es piel que recubre la superficie exterior de la membrana
timpánica careciendo de pelos y glándulas, compuesta por epidermis que se
posa sobre una capa de tejido conectivo subepidermiana.
-Mucosa: reviste a la superficie interior de la capa intermedia de tejido
conectivo, con un epitelio de características plano simple.
 La cavidad timpánica es un pequeño espacio lleno de aire que está
ubicado en el hueso temporal, en su interior se encuentra una cadena
de huesecillos que transmiten las vibraciones generadas en el tímpano
al oído interno. Está recubierta por mucosa y una lámina epitelial de
tipo plano simple en su parte posterior, pero en el anterior se aprecia
un epitelio de tipo cilíndrico ciliado pseudoestratificado con células
caliciformes. La cavidad timpánica, también llamada caja timpánica,
está formada por 6 paredes, una externa que corresponde a la
membrana timpánica, una pared interna que está en relación con el
promontorio, una pared posterior que comunica con la mastoides, una
pared anterior que comunica a través de la trompa de Eustaquio la
nasofaringe, una pared superior o techo y una inferior relacionada con
la vena yugular, todos estos detalles son importantes en la cirugía de
oído medio.
 Los huesecillos del oído son tres diminutos huesos denominados
martillo, yunque y estribo, en algunos textos se citan cuatro huesos al
considerar la apófisis lenticular del yunque como hueso
independiente. Las vibraciones generadas en el tímpano se transmiten
mediante la cadena de huesecillos desde la membrana timpánica
hasta la ventana oval. En la ventana oval la cabeza del estribo presiona
sobre el fluido contenido en el oído interno; de esta forma el tímpano
y la cadena de huesecillos actúan como un mecanismo que transforma
las vibraciones del aire en vibraciones del fluido.7
 La trompa de Eustaquio pone en comunicación la cavidad timpánica
con la nasofaringe, mide en el ser humano adulto unos 4 cm de largo.
Se compone de una porción ósea y otra cartilaginosa, posee una
lámina epitelial compuesta por epitelio nasofaríngeo o epitelio
cilíndrico ciliado pseudoestratificado con abundantes células
caliciformes. Sirve para igualar la presión a ambos lados del tímpano.
OÍDO INTERNO:
El oído interno o laberinto está ubicado en el seno del hueso temporal del
cráneo. Existe un laberinto óseo y un laberinto membranoso. El laberinto
óseo no es más que la cápsula ósea que rodea al laberinto membranoso, y
este último consiste en un sistema de conductos huecos que contiene en su
interior un líquido que se llama endolinfa. En el espacio que queda entre el
laberinto óseo y el laberinto membranoso se encuentra la perilinfa.
El oído interno se divide en dos porciones diferenciadas. La primera está
destinada al mantenimiento del equilibrio y se encuentra formada por el
vestíbulo y los conductos semicirculares. La segunda tiene como función la
audición y está constituida por la cóclea o caracol.8 El vestíbulo se divide en
dos sectores que se llaman utrículo y sáculo, mientras que la cóclea o caracol
contiene el órgano de Corti responsable de transformar la energía mecánica
de las ondas sonoras en impulsos eléctricos que posteriormente se
transmiten al cerebro a través del nervio auditivo o nervio vestíbulococlear.

 Los conductos semicirculares, son tres pequeños conductos arqueados


con forma de semicírculo situados en planos espaciales diferentes. Los
canales semicirculares parten del vestíbulo y tienen la función de
contribuir al mantenimiento del equilibrio de la cabeza y el cuerpo.
 La cóclea o caracol es un conducto con forma espiral que recibe su
nombre por recordar la concha de un caracol. Se divide en tres
porciones:
- Conducto coclear, también llamado rampa media. Está lleno de un
líquido que se llama endolinfa.
- Rampa vestibular. Termina en la ventana oval y está llena de un
líquido llamado perilinfa.
- Rampa timpánica. Termina en la ventana redonda y también está llena
de perilinfa.

Estas porciones están separadas unas de otras por dos membranas. La


membrana vestibular o de Reissner sirve de separación entre el conducto
coclear y la rampa vestibular, mientras que la membrana basilar sirve de
separación entre el conducto coclear y la rampa timpánica. A lo largo de la
membrana basilar se encuentra el órgano de Corti que contiene alrededor de
16 000 células con cilios que constituyen los receptores de la audición.
El conducto coclear está lleno de un líquido que se llama endolinfa rica en K
(161 mmol/l) y pobre en Na (1 mmol/l) y en calcio (0.02 mmol/l). La rampa
timpánica y vestibular contiene otro líquido diferente que se llama perilinfa
cuyas concentraciones iónicas son las inversas, es rico en Na y pobre en K.
La membrana vestibular es tan delgada, que no dificulta el paso de las
vibraciones sonoras desde la rampa vestibular a la rampa media. Por lo
tanto, en cuanto a transmisión del sonido, la rampa vestibular y media se
consideran como una única cámara. La importancia de la membrana
vestibular depende de que conserve la endolinfa en la rampa media
necesaria para el normal funcionamiento de las células ciliadas.
ÓRGANO DE CORTI:
Forma parte del oído interno y está ubicado en la cóclea o caracol, a veces se
designa con el nombre de órgano espiral y tiene un papel fundamental en el
proceso de audición.10 Está formado por un epitelio engrosado de
características complejas. Dispone de dos tipos de células: Células ciliadas y
células de sostén.
-Células ciliadas cocleares: tienen la función de transformar señales acústicas
físicas a señales acústicas mecánicas cortilinfáticas, y de estas a señales
electroquímicas dirigidas al área receptora auditiva de la corteza cerebral (41
y 42 de Brodman). Mecanorreceptocitos sensoriales, con una hilera de
células ciliadas internas y cuatro hileras de células ciliadas externas.
-Células de sostén: son células diferenciadas que descansan sobre una
membrana basal, existen seis tipos denominados por su microestructura
como células limitantes internas, células falángicas internas, células
columnares internas, células columnares externas, células falángicas externas
y células limitantes externas.
OLFATO:
El olfato (del latín olfactus) es el sentido encargado de detectar y procesar los
olores. Se ha definido el olfato como un sentido químico en el que actúan
como estimulantes, las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de
los cuerpos volátiles que, a través del aire aspirado, entran en contacto con
el epitelio olfativo situado en la profundidad de las fosas nasales detrás de la
nariz.

ANATOMÍA:
El sentido del olfato, se asocia en el habla cotidiana con la nariz, pero más
exactamente está relacionado con las fosas nasales que se encuentran detrás
de ella.
El esqueleto de la nariz se compone de hueso y cartílago hialino. El tabique
nasal óseo divide la nariz y la fosa nasal derecha de la izquierda, este tabique
está conformado por la lámina perpendicular del hueso etmoides que forma
la parte superior y el hueso vómer que forma la porción posteroinferior.
El área olfatoria de la mucosa olfatoria,1 antiguamente llamada pituitaria
amarilla, corresponde a la mucosa de la porción superior de cada fosa nasal y
contiene el epitelio olfativo.
Los dos nervios olfatorios se originan en las dendritas de las neuronas
receptoras olfativas y se dirigen luego de un trayecto de pocos milímetros,
hacia adentro del cráneo, al bulbo olfatorio del cerebro.2Los axones de las
células olfativas entran en el cráneo, a través de micro-orificios ubicados en
la lámina cribosa del etmoides y alcanzan el bulbo olfatorio, situado en la
región anterior del cerebro. Estos axones finalizan en las estructuras
llamadas glomérulos olfatorios, pequeñas terminaciones de células olfativas
de forma esférica donde se procesan las señales aromáticas que luego son
conducidas por células receptoras especiales.
La información llega al sistema límbico y al hipotálamo, regiones cerebrales
filogenéticamente muy antiguas que son fundamentales en el procesamiento
de la memoria y la información emocional. A través de otras conexiones, la
información olorosa alcanza la corteza cerebral en las regiones temporal y
frontal, con lo que se vuelve consciente.3

RECEPTORES OLFATORIOS:
Los receptores olfatorios se encuentran en el bulbo olfatorio. La mucosa que
recubre el interior de las fosas nasales se llamaba antiguamente pituitaria y
se dividía en: la inferior recibía el nombre de pituitaria roja y la mucosa
superior o pituitaria amarilla. Esta última es la región responsable del sentido
del olfato y cuenta con células especializadas que contienen receptores
olfatorios.
Para estimular los receptores olfatorios es necesario que las sustancias sean
volátiles, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas
nasales, y que sean solubles en agua para que se disuelvan con la mucosidad
y lleguen a las neuronas receptoras olfativas. Estas transmiten un impulso
nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la corteza
cerebral, que es donde se interpreta la sensación de olor.
El genoma de los animales mamíferos contiene una gran cantidad de genes
relacionados con la olfacción. Cada uno de ellos codifica una proteína que
actúa como receptor específico de una sustancia odorífera. Se cree que un
mamífero puede expresar alrededor de 1000 receptores diferentes de este
tipo, por lo que la familia de proteínas que actúan como receptores
odoríferos es una de las mayores en el genoma. El reconocimiento de un olor
determinado viene dado por la estimulación simultánea de varios receptores,
por lo que el número de posibles combinaciones es enorme.4 5 En 1991 se
descubrieron los primeros genes de las proteínas receptoras del olor. Estas
moléculas receptoras residen en la membrana de células sensoriales, que
retienen un aroma y envían el mensaje correspondiente al cerebro a través
de una cadena de reacciones químicas. En 1996 fue caracterizado el primer
receptor olfativo humano.
Se han realizado numerosos intentos para clasificar los diferentes olores que
el ser humano es capaz de detectar. En una de las más recientes se
establecen 10 categorías básicas: fragante/floral, leñoso/resinoso, frutal no
cítrico, químico, mentolado/refrescante, dulce, quemado/ahumado, cítrico,
podrido y acre/rancio. No obstante probablemente ninguna de las
clasificaciones realizadas sea satisfactoria, dado que en realidad los aromas
que percibimos son la suma de una mezcla de diferentes olores primarios,
cada uno de los cuales corresponde a una sustancia química diferente con
una fórmula concreta. El número de olores primarios es altísimo y está
determinado por la existencia de receptores celulares específicos para cada
uno de ellos.

TACTO:
El sentido del tacto es aquel que permite a los organismos de percibir
cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, textura y
dureza. En la piel se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos
que se encargan de transformar los diferentes tipos de estímulos del exterior
en información susceptible para ser interpretada por la mano. La piel se
divide en tres capas: epidermis, que es la capa superficial, la dermis y la
hipodermis que es la capa más profunda. La epidermis está constituida por
tejido epitelial y en su estrato basal o germinativo encontramos la
denominada melanina, que es el pigmento que da color a la piel, y la dermis
por tejido conjuntivo. En esta capa encontramos los anejos cutáneos que son
las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas, el pelo y las uñas y la
hipodermis formada por tejido conjuntivo adiposo. Debemos tener en cuenta
que, aunque principalmente el sentido del tacto se encuentra en la piel,
también lo encontramos en las terminaciones nerviosas internas del
organismo, pudiendo percibir los altos cambios de temperatura o el dolor.
Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos
percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos. La parte
que gobierna el tacto en el cerebro es el lóbulo parietal.

«Cuando nos describimos como seres sensibles, lo que queremos decir es


que somos conscientes. El significado más literal y amplio es que tenemos
percepción sensorial.»1Los pliegues tactilares sirven para detectar el calor, el
frío, el dolor o cualquier otra sensación; y la sensación es una de las
funciones que la conciencia utiliza para orientarse en el espacio exterior, en
su ambiente, como en el espacio interior.
«Para entender, tenemos que usar la cabeza, es decir, la mente. En general,
se piensa en la mente como algo localizado en la cabeza, pero los hallazgos
en psicología sugieren que la mente no reside necesariamente en el cerebro
sino que viaja por todo el cuerpo en caravanas de hormonas y enzimas,
ocupada en dar sentido a esas complejas maravillas que catalogamos como
tacto, gusto, olfato, oído y visión.»
El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es difícil de aislar o
eliminar. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de
los sentidos del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las
funciones que desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo, así
como a la cultura en medio de la cual este vive y a los individuos con los que
se pone en contacto.
En muchos aspectos, el tacto es difícil de investigar. Todos los demás
sentidos tienen un órgano clave que puede ser estudiado; para el tacto, ese
órgano es la piel, y se extiende por todo el cuerpo.
La función de la piel es vital para el organismo: emite señales hasta el
sistema nervioso informando sobre cualquier agresión mecánica, térmica o
química. Sin este sistema de alarma, los organismos correrían el peligro de
no darse cuenta de que están siendo atacados.

VISIÓN:
Se llama visión a la capacidad de interpretar el entorno gracias a los rayos de
luz que alcanzan al ojo. La visión o sentido de la vista es una de las principales
capacidades sensoriales de los humanos y de muchos otros animales. El Día
Mundial de la Visión se celebra el segundo jueves del mes de octubre.

CAPAS DE LA PARED DEL OJO:


El ojo es el órgano encargado de la recepción de los estímulos visuales.
Cuenta con una estructura altamente especializada producto de millones de
años de evolución. El ojo humano posee tres envolturas que, de fuera hacia
dentro, son:
 Túnica fibrosa externa. Se compone de dos regiones: la esclerótica y la
córnea.
-Esclerótica: Es blanca y opaca, con fibras colágenas tipo I entremezcladas
con fibras elásticas; avascular, que brinda protección y estabilidad a las
estructuras internas. Cubre la mayor parte del globo ocular, excepto en una
pequeña región anterior.
-Córnea: Es una prolongación anterior transparente, avascular pero muy
inervada de la esclerótica, que abulta hacia delante del ojo. Es ligeramente
más gruesa que la esclerótica.
 Túnica vascular media (úvea). Está conformada por tres regiones: la
coroides, el cuerpo ciliar y el iris.
-Coroides: Es la porción posterior pigmentada de la túnica vascular media, la
cual se une a la esclerótica laxamente y se separa del cristalino mediante la
membrana de Bruch.
-Cuerpo ciliar: Es una prolongación cuneiforme que se proyecta hacia el
cristalino y se ubica en la luz del ojo entre el iris (anterior) y el humor vítreo
(posterior).
-Iris: Es la extensión anterior pigmentada de la coroides, cuya función es
regular la entrada de luz al ojo mediante la contracción o distensión de la
pupila.
 Retina o túnica neural. Es la porción del ojo sensible a la luz, en la que
se encuentran las células especializadas llamadas conos y bastones. Se
compone de diez capas que, desde el exterior al interior, se
denominan epitelio pigmentado, capa de conos y bastones
(receptora), membrana limitante externa, capa nuclear externa, capa
plexiforme externa, capa nuclear interna, capa plexiforme interna,
capa de células ganglionares, capa de fibras del nervio óptico y
membrana limitante interna.
ACOMODACIÓN:
Los rayos paralelos de luz llegan al ojo ópticamente normal (emétrope) y se
enfocan sobre la retina. Dependiendo de la especie animal, el enfoque puede
resolverse aumentando la distancia entre el cristalino y la retina o
aumentando la curvatura o el poder refringente del cristalino, como ocurre
en los mamíferos.
Al mecanismo por el cual aumenta la curvatura del cristalino se llama
acomodación. Cuando la mirada se dirige a un objeto cercano, el músculo
ciliar se contrae y se relaja el ligamento suspensorio del cristalino,
permitiendo que este tome una forma más convexa, lo cual aumenta su
poder de convergencia.

RETINA:
La retina posee diez capas. La luz debe atravesar casi todas estas capas para
llegar hasta donde se ubican los conos y los bastones, que son las células
especializadas en la recepción de los estímulos visuales y de la
transformación de estas señales en impulsos nerviosos que a través del
nervio óptico llegaran al cerebro para ser procesados y construir imágenes,
formas, colores y movimientos.
La retina posee una compleja red de neuronas. Los conos y los bastones
próximos a la coroides establecen sinapsis con las células bipolares y estas
con las ganglionares, cuyos axones convergen y salen del ojo para conformar
el nervio óptico. El nervio óptico sale del globo ocular en la zona posterior del
ojo junto con los vasos retinianos en un punto conocido como papila óptica,
en donde no existen receptores visuales, por lo que constituye un punto
ciego.
Por el contrario, también existe un punto con mayor agudeza visual
localizado cerca del polo posterior del ojo, denominada mácula lútea, de
aspecto amarillento, y en la cual se encuentra la fóvea central, que es una
pequeña porción de la retina carente de bastones pero con mayor densidad
de conos. Al fijar la atención visual en un objeto determinado, la luz del
objeto se hace incidir sobre la fóvea, que es lugar de la retina con máxima
sensibilidad.

CÉLULAS RECEPTORAS:
Las células receptoras son los conos y los bastones. Los conos se relacionan
con la visión en colores y la visión diurna, y los bastones con la visión
nocturna. En el ojo humano existen más de 120 millones de bastones y cerca
de 6 millones de conos.
Cada bastón se divide en un segmento externo y uno interno, el que a su vez
posee una región nuclear y una región sináptica
En el segmento externo se encuentran unos discos que contienen
compuestos fotosensibles en sus membranas, que responden a la luz y
provocan una serie de reacciones que inician potenciales de acción.

CONEXIONES ENTRE LOS OJOS Y EL ENCÉFALO:


Los axones de las células ganglionares de la retina se reúnen formando el
nervio óptico. Los nervios ópticos surgen cerca del polo posterior del ojo y se
dirigen hacia atrás y medialmente. Ambos convergen hacia la base del
cerebro, donde se unen en una estructura con forma de X, el quiasma óptico,
de donde parten las cintillas ópticas que se dirigen a los núcleos geniculados
laterales localizados en la cara posterior del tálamo. Las neuronas del núcleo
geniculado lateral envían sus axones mediante las llamadas radiaciones
ópticas hasta la corteza visual primaria. Aproximadamente el 25 % de la
superficie de la corteza visual se dedica al análisis de la información
procedente de la fóvea, que representa una parte pequeña del campo visual.
Los circuitos neuronales de la corteza visual combinan información de
diferentes procedencias y de esta forma integran información más amplia
que la que corresponde al campo receptor de una única célula ganglionar.
Desde la corteza visual primaria situada en el lóbulo occipital del cerebro
parten la corriente visual ventral, que traslada la información hacia la corteza
del lóbulo temporal, y la corriente visual dorsal, que la dirige hacia el lóbulo
parietal

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