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LEY DE SAY

MACROECONOMIA

Nombre: Yessamin Hurtado Chavez

Docente: Jorge Aguilera

Santa Cruz de la Sierra - Bolivia


Ley de say
La Ley de Say, es un principio económico que indica que no puede existir demanda sin
haber oferta, hoy en medio de la crisis muchos principios que antes eran negados son
aceptados y vueltos a estudiar para mejorar las inversiones o el entendimiento de la
economía. Formulado por Jean-Baptiste Say, su teoría se basa en demostrar que la
recesión no ocurre por fallas en la demanda o faltantes de dinero. Sino que, todo lo
contrario, a mayor cantidad de bienes (demandados) se produzcan, existirán más
bienes (oferta).
También conocida como ley de los mercados, fue formulada por Jean Baptiste Say
(1767-1832) y señala que no puede haber un exceso de oferta porque este es
absorbido por la propia demanda que genera.
La teoría de Say defiende que las recesiones o crisis no se producen como
consecuencia de fallos en la demanda o falta de dinero, sino al revés, por anomalías
en la oferta. Como el autor sostenía, al producirse más bienes se genera más riqueza,
lo que a la vez provoca que al producir otros bienes estos sean demandados. De tal
forma que automática y cíclicamente, la oferta crea su propia demanda, generando un
círculo vicioso que mantenga la relación entre oferta y demanda de manera continua.
La imposible sobreproducción o exceso de oferta y desaprovechamiento de los
recursos productivos viene dada por el hecho de que producir bienes ya es en sí
misma una fuente de generación de ganancias, aunque sea bajando los precios. Con
ese dinero se podrán comprar otros bienes, creando indefinidamente un sostenimiento
de la oferta a través del movimiento de la demanda, siendo ésta la base de la ley de
Say.
En economía, la ley de Say, también llamada ley de los puntos de venta, fue
denunciada por el economista francés Jean - Baptiste Say (1767 - 1832) y se refiere al
fenómeno de las crisis económicas.
Sostuvo en esa ley que bajo el régimen de libre comercio las crisis prolongadas no son
posibles, ya que la oferta crea demanda. De hecho, en una economía de libre mercado
cada sujeto a precios de mercado elige ser un comprador o un vendedor. Si en un
momento dado usted tiene un exceso de oferta, los precios tenderán a caer. La caída
de los precios hará que la nueva demanda sea asequible. Es en este sentido que la
oferta siempre puede crear su propia demanda. En caso de una crisis de
sobreproducción, el remedio de las crisis no debería, según Say, buscarse en la
intervención estatal sino en una capacidad autorreguladora del mercado. En cualquier
caso, entonces, el libre comercio actuaría como un remedio en sí mismo, requiriendo
la formación de un nuevo equilibrio económico. Esta ley también se llama la ley de los
puntos de venta, ya que cada producción siempre encontraría una salida natural en el
mercado. Say, por lo tanto, estaba convencido de que el mercado dejado a sí mismo
tendía a alcanzar el equilibrio del pleno empleo. Hay dos corolarios de la ley:
En el Capítulo XV del Libro I de su Traité d''économie politique (1803), Say escribe:
Como puede ver, Say, asume que el dinero de la venta está destinado a ser gastado
inmediatamente; en este sentido, el vendedor también es siempre un comprador y, con
esto, ofrece una salida a las producciones de otros. De hecho, esta conclusión está en
línea con la regla de contabilidad de doble entrada, que establece que en cada
transacción se cobra y acredita a un individuo al mismo tiempo.
John Maynard Keynes, en su teoría general de Empleo, Interés y dinero, criticó la ley
con el argumento de que el titular del dinero puede estar motivado para sostenerlo en
lugar de gastarlo; el vendedor, por lo tanto, puede no resolverse como consumidor,
una circunstancia que causa una demanda agregada insuficiente. Esta hipótesis se
basa en el concepto de acaparamiento: el acaparamiento consiste en el escape de
parte de los ingresos recibidos en forma de salarios, ganancias o intereses, del circuito
económico definido por la circulación monetaria. Según Keynes, la inflación de precios
ocurre solo cuando la economía alcanza su plena capacidad productiva. Antes de eso,
el aumento de la demanda requiere un aumento de la oferta: si se contrata a más
trabajadores para producir mayores cantidades de "bienes y servicios", entonces la
demanda y la oferta crecerán juntas.

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