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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz

Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 1
1. CONCEPTO DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO
“Conjunto de normas que regula relaciones de los Estados entre sí y de éstos con otras entidades, que, sin ser
Estados poseen personalidad jurídica internacional (ONU, OEA)”

2. DEFINICION Y DENOMINACIONES
Ese conjunto de normas ha tenido diversas denominaciones desde comienzos del siglo XVII, en que empezó a
concretarse como un cuerpo de doctrina. Interesa recordar esas denominaciones porque ellas revelan en cuanto a
ciertos puntos fundamentales, la evolución operada en la doctrina:
- Grocio (1625): “Del Derecho de la Guerra y de la Paz” (de jure belli ac pacis). Fundador del derecho
internacional y sistematizador del derecho, explica desde el punto de vista del derecho natural y de gentes (jus
nature et gencium). Pasa a considerar las relaciones de paz entre los soberanos y los derechos de las personas y de
las cosas cuando se hallan bajo distintas soberanías.
- Puffendorf (1649): “Derecho de Gentes”, este término se origina en el derecho Romano, pero él lo usa en el siglo
XVII como siendo un derecho natural, pero término mal usado porque en Roma este derecho regia la relaciones de
los extranjeros en Roma y no de Estados. El Jus Gentium también lo utilizó Isidoro de Sevilla en “Etimologías”
(633)
- Bentham (1789): “Principles of Internacional Law”, introdujo la expresión Derecho Internacional, y ésta llegó a
predominar desde entonces.

3. FUNDAMENTO: TEORIAS CONTEMPORANEAS:


¿Por qué el derecho internacional es obligatorio para los estados?
o Voluntaristas o Subjetivistas: las normas jurídicas son producto de la voluntad humana. Las normas de
derecho internacional derivan de la voluntad de una entidad que es superior porque ocupa la posición suprema
en la sociedad: el Estado. La obligatoriedad reside en el consentimiento dado por el Estado para que una norma
le sea aplicable.
- Jellinek (1880), Teoría de Autolimitación de los Estados: el Estado soberano no puede ser obligado por un
poder extraño a sí mismo. Por lo tanto, el Derecho Internacional Publico no es sino el resultado de una
autolimitación: el Estado por su propia voluntad se impone a sí mismo las obligaciones internacionales.
- Triepel (1889), Teoría de la Voluntad colectiva o común: el DI se fundamenta en la voluntad colectiva de
los Estados, como un Pacto Social generalizado, en el cual las normas del DI son por su naturaleza común
obligatorias para todos.
- Wenzel (1920), Teoría de la Delegación del derecho interno: el DI emana, no de la voluntad del Estado,
sino de su derecho, de su ley interna.
o Normativistas o Objetivistas: estas teorías tratan de encontrar el fundamente de la obligatoriedad del Derecho
Internacional fuera de la voluntad de los Estados. La obligatoriedad reside en una razón externa a la voluntad
del Estado, es una “norma fundamental” del sistema jurídico.
- Anzilotti (1912), Teoría de la norma “pacta sunt servanda”: la norma fundamental suprema “Pacta Sunt
Servanda” es un valor jurídico absoluto, indemostrable, que sirve para diferencias las normas
internacionales de las demás. La fuerza obligatoria del derecho internacional radica en el principio
fundamental de que los Estados deben cumplir los pactos que han concluido.
- Kelsen (1920), Teoría de la Norma-base: concibió una teoría pura de derecho, depurada de toda aportación
ética, con una construcción escalonada, sustentada en su base por las normas inferiores que reciben su
fundamento de validez de otras superiores, hasta llegar a la cúspide, a la regla fundamental de cada
ordenamiento.
- Verdross (1926)
o Sociológica: la validez del derecho se fundamenta en la mera existencia de una comunidad internacional que la
hace necesaria para un orden jurídico internacional. El derecho es simpolemente un producto social. Los
dirigentes sólo se limitan a formularlo en leyes o tratados. El derecho internacional se basa en una única fuente,
que es la conciencia de los pueblos.
- Krabbe (1919), Duguit (1921) Politis (1927)
- “Conciencia jurídica internacional”, los hombres poseen un instinto, sentimiento independiente de voluntad.

4. LOS SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO


Sujetos del derecho internacional o personas internacionales son aquellas entidades que son destinatarias o titulares
de derechos y deberes derivados del derecho internacional y que tienen capacidad para ejercer estos derechos en el
plano internacional. Los sujetos principales y originarios del derecho internacional son los Estados. El derecho
internacional es pues, un derecho entre Estados. Todos los Estados son sujetos de derecho internacional, pero no
todos los sujetos internacionales son Estados. Existen, sin embargo, otras entidades, como la Santa Sede y las

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Naciones Unidas que tienen una personalidad jurídica internacional restringida. Ellas tienen solo algunos de los
derechos y deberes que corresponden a un Estado. La calidad de sujeto de derecho internacional expresa, pues una
relación entre una entidad y el orden jurídico internacional.

5. CONTENIDO DEL DIP


Comprende las normas jurídicas que rigen el funcionamiento de las organizaciones internacionales y sus relaciones
entre sí.
El derecho internacional contemporáneo rige materias tales como el reconocimiento de Estados y de gobiernos, la
responsabilidad internacional, la adquisición de territorios, los espacios marítimos, la navegación y el transporte
aéreo, la protección de los derechos humanos, la extradición, las relaciones diplomáticas y consulares, la solución
de controversias internacionales, la situación de los refugiados, el uso de la fuerza en las relaciones internacionales
y la conducta de las fuerzas armadas en tiempo de guerra.
Las reglas del derecho internacional son estudiadas por la ciencia del derecho internacional, cuyo objeto principal
es determinar dichas reglas, exponerlas y presentarlas de manera sistemática., en una segunda etapa, esta ciencia
puede hacer una apreciación critica de las normas vigentes y sugerir modificaciones a ellas. Sin embargo, el jurista
debe distinguir ambas tareas y evitar presentar como reglas de derecho internacional positivo aspiraciones ideales
que aun no se han incorporado al derecho vigente.
Muchos dividen el Derecho Internacional Publico en:
Derecho internacional común: comprende aquellas normas de validez universal, aplicable a todos los Estados.
Esta formado por normas consuetudinarias universales y por principios generales de derecho.
Derecho internacional particular: comprende aquellas normas que son validas solamente para cierto número de
Estados. Esta constituido por los tratados y por normas consuetudinarias de carácter regional y local. Los tratados
son derecho particular ya que su imperio sólo se extiende a los Estados que son parte en ellos y no hay tratado un
tratado en que sean partes todos los Estados. Sin embargo, existen “convenciones generales” que por su objeto y
fin aspiran a la universalidad,

6. EL CARÁCTER JURIDICO DEL DIP Y SUS LIMITACIONES


El derecho internacional no esta contenido en un código formal promulgado por una autoridad suprema. Sus
normas derivan principalmente de la costumbre internacional y de los tratados o acuerdos celebrados entre los
Estados.
En derecho internacional es un orden jurídico, no un sistema de reglas morales o de cortesía. Las normas de
derecho internacional funcionan como normas jurídicas en la comunidad internacional: los Estados las consideran
obligatorias, las cumplen habitualmente, las invocan en sus diferendos y pagan indemnizaciones por su
incumplimiento; los tribunales internacionales las aplican como Derecho valiéndose de todos los recursos de la
técnica jurídica, los tribunales nacionales las consideran como parte de su derecho interno y las aplican cuando se
les presenta la ocasión para ellos. El derecho internacional es considerado en la práctica como Derecho.
Sin embargo, la sociedad internacional y el orden jurídico que la rige no tienen el mismo grado de desarrollo e
integración que los Estados modernos y sus correspondientes sistemas jurídicos. En varios aspectos, el derecho
internacional se asemeja a los derechos de las sociedades nacionales durante las etapas primarias de su evolución.
Estos caracteres no privan al derecho internacional de su carácter jurídico, sino que únicamente lo diferencias de
los derechos estatales mas desarrollados.
Es concebible, por lo menos en teoría, que la sociedad internacional alcance un grado de integración y de cohesión
semejante al de los Estados modernos. Ello significaría el reemplazo del derecho internacional –el derecho entre
Estados- por un orden jurídico nuevo: el derecho interno de un Estado mundial.

7. LA COMUNIDAD JURIDICA INTERNACIONAL


Entendemos por Comunidad Internacional la agrupación espontánea y natural de los Estados regida por derechos y
deberes recíprocos. La comunidad presenta la siguientes características: formación natural, voluntad orgánica
(energía propia del organismo, manifestándose en el placer, el habito y la memoria); mayor extensión y los
individuos participarían de manera mas profunda en la vida en común. La comunidad estaría regida por el derecho
natural.
En un principio, los pueblos formaban grupos de entidades coexistentes refractarios a todo sentimiento de
solidaridad. Más tarde se llegó a la concepción de que los Estados pueden vincularse entre sí, pero cada uno se
atrinchero detrás de la soberanía absoluta. Hoy se admite la interdependencia de los Estados que origina vínculos
de cooperación. La comunidad inorgánica se va transformando en una sociedad organizada, sobre todo, después de
la creación de la ONU y OEA.
Con el correr de los siglos el concepto de la comunidad internacional ha luchado contra factores adversos: en los
tiempos primitivos, por el exclusivismo religioso; en Grecia, por el antagonismo foráneo; en Roma, por el espíritu
imperialista; en la Edad Media, por la tendencia a la monarquía universal y la división de los pueblos en dos

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sectores rivales: cristianos y musulmanes; en la primera mitad de la Edad Moderna, por el cisma ritual. La
existencia de la comunidad internacional se robusteció durante las Cruzadas y se consolidó con la paz de Westfalia
de 1648. En Congreso de París de 1856 incorporó al mundo musulmán; más tarde se asoció el Extremo Oriente y
así la universalidad de la comunidad quedo asegurada.
La comunidad internacional existe sin necesidad de pactos expresos, contrariamente a la ONU u OEA, que
funcionan de forma contractual. Poco a poco la comunidad internacional se organiza en una verdadera sociedad en
que, sin dejar su calidad de entidades soberanas, los Estados se reconocen vinculados por lazos de
interdependencia. La ayuda mutua es la condición de su coexistencia pacifica y de su desarrollo material y moral.

8. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES


Las relaciones sociales son internacionales cuando se establecen, ya sea:
1. entre individuos o grupos intermedios, pertenecientes a Estados diferentes,
2. ya entre los Estados mismos representados por sus órganos.
- la base voluntaria de la jurisdicción internacional:
Ningún Estado está obligado, sin su consentimiento, a someter una controversia con otro Estado a la decisión de un
tribunal internacional. La jurisdicción de un tribunal internacional para conocer de una controversia y decidirla
depende, pues, de la voluntad de los Estados que son parte en ella.
- la falta de un sistema centralizado de sanciones:
En la esfera internacional no existe un poder central que tenga el monopolio de la fuerza y cuya misión sea
imponer el respeto del derecho internacional y sancionar a sus infractores. Por el contrario, el poder se encuentra
fraccionado y disperso entre los Estados. Son éstos los que, actuando individual o colectivamente, deben tomar
medidas para hacer efectivos sus derecho en caso de que sean trasgredidos.
El sistema jurídico de la comunidad internacional se presenta, pues, como el de una sociedad formada por una
pluralidad de Estados que no están subordinados unos a otros ni a una entidad jerárquica superior y que sólo
admiten relaciones de coordinación sobre una base igualitaria.

9. EL JUS COGENS: CONCEPTO Y CONTENIDO


La gran mayoria de las normas de derecho internacional son normas dispositivas, es decir aquella que admite
acuerdo en contrario. Los Estados que crean una norma dispositiva pueden modificarla o derogarla por medio de
voluntades concordantes. La norma imperativa o jus cogens adquiere fundamental importancia a partir de la Según
da Guerra Mundial. Los Art. 53 de la Convención de Viena preceptúa: “es nulo todo tratado que, en el momento de
su celebración este en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general. Para los efectos de la
presente Convención, una norma imperativa de derecho internacional general es una norma aceptada y
reconocida por la comunidad internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo
en contrario, y solo puede ser modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que
tenga el mismo carácter”. Esta disposición se complementa con el Art. 64 de la misma convención, que dice: “Si
surge una nueva norma imperativa de derecho internacional general, todo tratado existente que este en oposición
con esa norma se convertiría en nulo y terminará”
En la codificación del derecho de los tratados existen ciertas normas de las cuales los Estados no pueden
exceptuarse en modo alguno por arreglos convencionales y que sólo pueden ser modificadas por otra norma del
mismo carácter. El jusnaturalismo lo concibió como un derecho necesario, del cual no puede prescindirse ni ser
modificado voluntariamente, como también invalida toda convención voluntaria que contraríe sus prescripciones.
Como ejemplo del jus cogens:
a. tratado relativo a un caso de uso ilegitimo de la fuerza con violación de los principios de la Carta de la ONU
b. tratado relativo a la ejecución de cualquier otro acto delictivo en derecho internacional
c. tratado destinado a realizar o tolerar actos tales como: la trata de esclavos, piratería y genocidio, en cuya
represión todo Estado está obligado a cooperar
En cuanto al contenido del jus cogens se pueden agrupar estas normas:
1. Normas fundamentales de protección de los derechos humanos
- actos contrarios a la prohibición de esclavitud
- actos contrarios a la prohibición de otras tratas humanas
- actos contrarios a ciertas normas de derecho de guerra
- genocidio
- violación de derechos humanos en general
- actos contrarios a la libre determinación
- colonialismo
- discriminación racial
2. Normas fundamentales de la convivencia internacional
- actos contrarios a la prohibición de la piratería

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- agresión y uso ilícito de la fuerza
- destrucción de la soberanía e independencia política de un Estado
- actos contrarios a la igualdad soberana y a la no-intervención
- actos contrarios a la libertad de la alta mar

10. RELACIONES DEL DIP CON OTRAS CIENCIAS


El Derecho Internacional tiene relaciones con otras ciencias jurídicas, políticas y morales. Debido a sus sucesivas
transformaciones, se ha formado un
Derecho Constitucional Internacional: estudia las normas constitucionales que producen efectos en el ámbito
internacional; son las normas sobre conclusión de tratados, relaciones entre D. Internacional y el D. interno, etc.
Derecho Administrativo Internacional:
Derecho Civil Internacional: gran influencia en el DIP y diversos institutos tuvieron en él su origen: accesión,
ocupación, etc. Introdujo en el DIP la división tripartita en personas, cosas y obligaciones.
Derecho Comercial Internacional: se relaciona una vez que el DIP formula tratados comerciales, tarifas, uniones
aduaneras; cobro de deudas públicas; transportes por tierra, mar y aire; protección internacional de marcas de
fábrica, industrias y patentes de invención.
Derecho Penal Internacional: mantiene estrechos contactos con diversos institutos de DIP: genocidio, extradición,
tráfico de esclavos etc.
Derecho Procesal Internacional: establece normas de competencia para procesos con Estados Extranjeros, Jefes de
Estado, Agentes Diplomáticos, y otras personas y lugares que gozan de extraterritorialidad.
Organización Internacional del Trabajo: influencia gradualmente la política, que es el arte de conducir las
relaciones exteriores.
No se debe olvidar contar sus relaciones con la Historia, con la Filosofía, Geografía, Sociología demografía, etc. El
conocimiento de la historia, sobre todo la historia política y diplomática resulta esencial para comprender el sentido
y alcance de algunas normas de Derecho Internacional Publico, ya que ella ha influido en su consagración. Debe
recordarse que el método histórico y sociológico han sido utilizado por nuestra disciplina. También esta vinculado
con la filosofía a través de sus diferentes escuelas y métodos de investigación.

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1. FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO. CONCEPTO
Las fuentes de derecho internacional pueden ser formales o materiales. Las fuentes formales son los métodos de
creación de una norma jurídica y de verificación de su existencia y las fuentes materiales son las razones o causas
que dan motivo a la creación de una norma jurídica. El Art. 38 del Estatuto de la C.I.J. trata solamente de las
fuentes formales y las clasifica las mismas en principales o auxiliares.
En los ordenes jurídicos internos la fuente principal del derecho es la ley, que crea normas generales de conducta.
Pero en el plano internacional, en cambio, no existe un Poder Legislativo que dicte las relglas generales
obligatorias para todos los Estados. Las reglas de derecho internacional son creadas o establecidas por los propios
Estados mediante los tratados y la costumbre.
Los tratados o convenciones internacionales son acuerdos entre Estados que crean las llamadas normas
convencionales. La costumbre esta constituida por practicas aceptadas por los Estados que establecen reglas
consuetudinarias. Estos dos tipos de relglas son los dos principales “componentes” o “fuentes formales” del
Derecho Internacional. Además están los principios generales del derecho, que juegan un rol subsidiario.
Estas fuentes nos indican donde debe dirigirse el jurista para encontrar las reglas de derecho internacional
aplicables a un caso determinado.

2. ENUMERACION: EL ART. 38 DEL ESTATUTO DE LA CORTE INTERNACIONAL DE


JUSTICIA
Un buen punto para el estudio de las fuentes del derecho internacional es el artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia. Esta disposición enumera las diversas categorías de reglas que la Corte debe aplicar al
decidir las controversias entre Estados. Puede considerarse que contiene las directivas que cualquier tribunal debe
seguir para resolver un caso según el derecho internacional. El texto del Art. 38 es el siguiente:
1. “La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas,
deberá aplicar:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas
expresamente reconocidas por los Estados litigantes;
Fuentes b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como
derecho;
c. los principios generales de derecho, reconocidos por las naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las
Medio distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin
Auxiliar perjuicio de lo dispuesto en el articulo 59 (según este Art. la decisión de la Corte no es
obligatoria sino para las partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido)
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las
partes así lo convinieren.”
De tal modo, podemos resumir que las tres primeras letras de este artículo indican las categorías de normas
(fuentes) que la Corte debe aplicar al decidir en conformidad al derecho internacional las controversias que le sean
sometidas: las convenciones o tratados internacionales, la costumbre internacional y los principios generales del
derecho reconocidos por las naciones civilizadas.
En la letra d), en cambio, el artículo 38 menciona dos “medios auxiliares”, que la Corte debe utilizar para
determinar las normas de derecho internacional no escrito: las decisiones judiciales (jurisprudencia) y la doctrina.
Y el num. 2 deja en claro que hay una fuente, la equidad, cuya aplicación esta supeditada a la previa aceptación de
las partes. Esta disposición deja en claro que la Corte sólo puede fallar ex aequo et bono, es decir en equidad, si las
partes en el litigio así lo convinieren.

3. LA COSTUMBRE: ELEMENTOS CONSTITUTIVOS


Es la fuente más importante del Derecho Internacional, ya que la misma es la fuente original de todo derecho. La
costumbre es un proceso gradual y evolutivo de formación de reglas jurídicas. Sucede cuando se repite actos
semejantes en igualdad de circunstancias, sea entre unos mismos Estados o entre Estados diferentes. La repetición
puede tener lugar en las prácticas, en la legislación uniforme, o en los tratados. Pero no es bastante la repetición del
mismo acto, sino que es necesario que éste sea considerado por los Estados como una norma obligatoria.
No es un acto consciente y voluntario de creación de normas jurídicas, por lo que no puede ser asimilada a un pacto
o acuerdo.
La costumbre internacional implica la coexistencia de 2 elementos:
- Una practica constante, frecuente, uniforme y pública de los Estados.
- La convicción de los Estados de que esta practica es jurídicamente obligatoria (opinio juris).

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Así como un principio queda consagrado por el largo uso que de él se haga en la vida de relación de los Estados,
del mismo modo una regla que se haya dejado de practicar durante mucho tiempo, puede desaparecer por el
desuso.
Una regla consagrada por la costumbre tiene la misma fuerza obligatoria que un principio estipulado en un tratado.
Ella es obligatoria aun para aquellos Estados que, por ser de formación reciente, o por situación geográfica, no han
tenido ocasión para ponerla en práctica. Para que la regla adquiera fuerza obligatoria de la costumbre internacional,
se requieren varias condiciones:
a. Que sea practicada desde tiempo atrás, arraigada, aunque no es necesario fijar con precisión su duración.
b. Que sea practicada constantemente, sin solución de continuidad, a fin de que no pueda considerarse como
caducada por es desuso.
c. Que sea practicada por diferentes Estados, y sobre todo por los Estados más civilizados, porque si fuese
unilateral, aunque repetida varias veces, no tendría carácter internacional.
d. Que responda a una idea de justicia y humanidad, porque un uso ilícito o bárbaro no puede constituir una
reglar para el mundo civilizado.
e. Que no importe violación de una costumbre ya existente o de un tratado vigente.

4. SU IMPORTANCIA EN EL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO


Es la fuente primaria porque en el Derecho Internacional no existe un legislador común entre los Estados para
mantener la correspondencia diplomática. Conserva su importancia como parte del orden jurídico internacional.
Sectores tales como la responsabilidad internacional, las inmunidades del Estado y la práctica arbitral continúan
regidos por la costumbre.
Las normas consuetudinarias son de formación lenta y de contenido poco preciso. Basta la aceptación general de
los Estados para su aplicación. La mayor parte de las normas consuetudinarias son de carácter general o universal.
Se extiende a todos los Estados. Existen normas regionales, aplicables a un continente o región, y normas locales
aplicables sólo a dos Estados.

5. LOS TRATADOS
Otra fuente importante de Derecho Internacional son los tratados. Acuerdo celebrado entre dos o más Estados,
regido por el derecho internacional y destinado a producir efectos jurídicos. Hay también tratados celebrados entre
estados y otros sujetos del derecho internacional, como la ONU, la Santa Sede y otros. Todo tratado, a pesar de los
diferentes alcances que puedan tener, crea, modifica o extingue derechos y deberes entre las Partes que lo han
celebrado, pero no todo tratado produce reglas generales. Los tratados pueden llegar a crear costumbres, así como
por la existencia de costumbres se crean tratados. Existen diferentes clases de tratados: los tratados-contratos, los
tratados-leyes, los tratados-colaboración, los tratados codificadores.
Reciben diversas denominaciones como Convenciones, Pactos, Acuerdos, Convenios, Cartas y Protocolos.
El acuerdo de voluntades que constituye el tratado deriva su validez de la norma fundamental “Pacta sunt
Servanda” (lo pactado obliga).
Los tratados pueden ser:
- Bilaterales: celebrados entre dos o más Estados.
- Multilaterales: celebrados entre mas de dos Estados.
Fines:
- Convenir reglas generales de derecho
- Efectuar una cesio de territorio
- Delimitar una frontera
- Convenir un régimen de libre navegación para un curso de agua internacional.
- Establecer una organización internacional.
- Acordar un régimen de cooperación técnica entre Estados.
- Delimitar espacios marítimos.
- Solucionar una controversia internacional o someterla al arbitraje, etc.

6. INTERACCION ENTRE LOS TRATADOS Y LA COSTUMBRE


Existe una interacción constante entre los tratados y el derecho consuetudinario, principalmente manifestada a
través del proceso de la codificación. Los tratados pueden codificar, cristalizar o constituir el punto de partida de
la elaboración de normas consuetudinarias. En efecto, algunos tratados codifican, en gran medida, sectores
completos del Derecho internacional consuetudinario.
Hay también tratados que cristalizan normas consuetudinarias que se estaban configurando con anterioridad, o
emergentes (in status nascendi). Ello ha ocurrido durante el proceso de codificación del derecho internacional. En
efecto, tendencias y prácticas legales que estaban en estado formativo se han consolidado mediante los trabajos de
la Comisión de Derecho Internacional, las opiniones de los gobiernos sobre los proyectos elaborados por ella y los

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trabajos reuniones de las conferencias de codificación. El tratado o convención adoptado finalmente ha expresado
en forma convencional, la regla consuetudinaria en formación. Ej. las normas relativas al derecho del Estado sobre
la plataforma continental, que cristalizaron en la Convención de Ginebra sobre la Plataforma Continental de 1958.
Finalmente, disposiciones contenidas en un tratado pueden servir de base o punto de partida para la elaboración de
una regla consuetudinaria. En este caso, la norma de un tratado, aunque tiene origen convencional, “atrae” a la
practica y su contenido pasa a incorporarse al derecho consuetudinario. La norma consuetudinaria surgida sobre la
base del tratado se aplica también a los Estados que no son partes en el tratado, pero no como norma convencional
sino como regla consuetudinaria.
Hay que destacar, que hasta hace poco tiempo todas las normas del derecho internacional eran consuetudinarias, y
recién en el siglo pasado (siglo XIX), por el empuje extraordinario de la codificación, se cuenta con normas
formuladas por escrito y trasuntadas en tratados internacionales.

7. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO


Esta expresión designa aquellos principios fundamentales que son comunes a los sistemas jurídicos de los diversos
Estados. “Los principios generales de derecho son fuentes de derecho internacional”, así se acordó en la XII
Convención de la Haya de 1907. Los principios generales del derecho son las exigencias éticas inmediatas
aplicables en orden a las relaciones internacionales de cada época y situación histórica. El Estatuto de la Corte
Permanente de Justicia Internacional (Art. 38) sólo codifico una práctica existente desde antiguo por los tribunales
arbitrales.
Tienen en mira algunos postulados, ciertas máximas jurídicas que la jurisprudencia internacional invoca
reiteradamente porque todos los países civilizados las han hecho suyas en el carácter de normas fundamentales de
derecho:
- el principio pacta sunt servanda (lo pactado obliga)
- todo daño ilícitamente causado deber ser íntegramente reparado
- nadie puede aprovecharse de su propio dolo
- la sentencia dictada con exceso de poder es nula
- el del respeto de los derechos adquiridos; nadie puede transferir más derechos de los que tiene
- el del enriquecimiento sin causa
- el principio error juris nacet, el error jurídico no existe.
- el del caso fortuito
- el de la fuerza mayor
- el del respeto del principio de “la cosa juzgada”.
- el de la prescripción extintiva
Casi todas estas reglas provienen del derecho romano. Constituyen principios universalmente reconocidos como
inherentes a toda relación jurídica y por ello son fuentes de derecho internacional. Además, en el estado actual del
derecho internacional se reconoce, por obra de la costumbre, ciertos principios fundamentales de la vida de
relación entre los Estados:
- el principio de igualdad jurídica
- el de identidad
- el de respeto mutuo, etc.
*Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas no deben confundirse con los
principios de derecho internacional, que son normas internacionales de carácter fundamental y general, como el
principio según el cual los tratados prevalecen sobre la ley interna en el plano internacional, o el principio de que
un Estado o gobierno no puede invocar las disposiciones o las deficiencias de su ley interna para dejar de cumplir
sus obligaciones internacionales.

8. FUENTES AUXILIARES
Existen ciertos medios auxiliares que sirven a quienes aplican el derecho internacional para determinar o probar la
existencia y contenido de las reglas internacionales no escritas: normas consuetudinarias y principios generales de
derecho.
- Jurisprudencia internacional: las decisiones de los tribunales internacionales, particularmente las
pronunciadas por tribunales de mayor autoridad, tienden a ser invocadas como testimonios autorizados de las
reglas de derecho internacional y a inspirar decisiones judiciales posteriores. Al integrarse una jurisprudencia
constante, los precedentes judiciales contribuyen a cristalizar y consolidar las normas de derecho internacional.
Especial importancia tiene las decisiones pronunciadas por la Corte Internacional de Justicia y por su
antecesora, la Corte Permanente de Justicia Internacional.
- La doctrina: los autores o tratadistas no elaboran normas de derecho internacional. Su tarea esencia es
determinar y explicar las normas de derecho vigentes en la comunidad de Estados. Es por ello que las opiniones
de los autores no son una fuente formal de derecho internacional. Se citan para demostrar o probar la

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existencia, alcance o interpretación de determinada norma jurídica internacional. Actualmente, la practica de
los Estados, la jurisprudencia y la publicación de los repertorios que las contienen ha reducido la importancia
de la doctrina como medio de determinación de las reglas de derecho. Las cancillerías suelen invocar opiniones
de autores como Grocio, Batel y otros autores de prestigio, a falta de tratados o precedentes.
- Resoluciones de la Asamblea General de la ONU: no tienen carácter obligatorio, excepto en ciertas materias
reglamentarias y de presupuesto. Sin embargo, algunas resoluciones pueden tener carácter normativo.

9. EL ROL DE LA EQUIDAD
La equidad es otra de las fuentes. “Es la aplicación de los principios de justicia a un caso determinado”. Pero
para esto hay que evitar el oportunismo y no confundir Equidad con Arbitrariedad. Equidad ≠ Arbitrariedad
Ni la doctrina ni la jurisprudencia internacional han llegado a un acuerdo sobre el contenido de la noción de
equidad. Sin embargo, se ha intentado deducir algunos principios de la función de la equidad, dándole una triple
función: así su acción frente al derecho puede ser correctiva, supletoria o derogatoria.
La equidad debe ser aplicada por un tribunal cuando una norma de derecho positivo se remita a ella. Además, al
aplicar el derecho internacional positivo, un Tribunal Internacional puede elegir entre varias interpretaciones
posibles, aquella que le parezca más conforme a las exigencias de la justicia en el caso de que conozca. Esta forma
de aplicación de la equidad no permite modificar el derecho positivo sino interpretar sus normas y modular su
aplicación en función de situaciones individuales.
Diferente a lo anterior es la decisión “ex aequeo et bono”, pues el tribunal autorizado para decidir un diferendo “ex
aequeo et bono”, puede prescindir de aplicar las normas positivas a fin de alcanzar una solución que le parezca
justa y apropiada y para proceder en esta forma discrecional, se necesita el consentimiento previo de todos los
interesados a fin de evitar resoluciones arbitrarias. Por ejemplo, que la Corte Permanente de Justicia Internacional a
pedido de los Estados en conflicto, tiene la facultad de sentencias “ex aequeo et bono”, significa que en lugar de
atenerse estrictamente a los títulos y probanzas de orden jurídico, puede consultar algunos otros factores para
combinar lo justo con lo conveniente y equilibrando las ventajas y las desventajas para todas las partes en litigio.
Cuando por la multiplicidad de su aplicación, la sentencias dictadas “ex aequeo et bono” (según lo que es justo y
correcto) hayan elaborado un conjunto de soluciones uniformes en igualdad de circunstancias, se habrá formado
una jurisprudencia de Equidad, como fuente de derecho internacional.

10. OTRAS FUENTES DEL DIP: LAS RESOLUCIONES DE ORGANISMOS INTERNACIONALES


La mayoría de estas resoluciones tienen carácter meramente recomendatorio para los Estados, de manera que
intrínsecamente no pueden ser creadoras de obligaciones jurídicas. El problema se presenta con aquellas decisiones
que tienen carácter obligatorio para los Estados.
En el campo técnico, ciertos tratados constitutivos de organismos internacionales han también autorizado a sus
órganos a adoptar ciertas medidas reglamentarias que pueden ser inclusive modificadoras de un tratado o nuevas
reglamentaciones. Las resoluciones adoptadas con carácter obligatorio por las organizaciones internacionales ligan
a los Estados Miembros en la medida y en razón de estar pactada su obligatoriedad en la carta orgánica de la
institución; dicha obligatoriedad depende, pues, de lo establecido en un tratado. En consecuencia, este tipo de
resoluciones son medios de creación de derechos y obligaciones, pero su obligatoriedad no es independiente del
tratado que le dio origen y de sus términos. Son fuentes de normas jurídicas en el sentido más amplio, pero no
fuentes del derecho internacional en sentido estricto. Las resoluciones no obligatorias pueden llegar a ser
indirectamente fuente del derecho internacional cuando se traducen en hechos reiterados y generalizados que
entran a formar parte de la costumbre.

11. ACTOS JURIDICOS UNILATERALES


Existen dudas en la doctrina si los actos unilaterales internacionales de los Estados son fuentes de derecho
internacional. Sin embargo, nada impide en la estructura del derecho internacional la creación de nuevas fuentes de
derecho, que sean la aplicación de fuentes ya reconocidas como los tratados y la costumbre.
Los actos jurídicos son manifestaciones de voluntad emanadas del Estado que tienden a producir efectos jurídicos
deseados por su autor. Pero no bastan los deseos del autor, es necesario además, que el orden jurídico sea quien le
otorgue a dicha manifestación de voluntad los efectos deseados. En consecuencia, las declaraciones de voluntad
que emanen de Estados u otros sujetos del derecho internacional producen efectos jurídicos en la medida que el
derecho internacional lo disponga. Si el derecho internacional otorga efectos jurídicos a la manifestación de un sólo
sujeto el acto es unilateral, si es necesario dos, o mas voluntades el acto es bilateral o multilateral.
Los actos unilaterales realizados por un solo Estado en el ámbito de las relaciones internacionales pueden crear
obligaciones y producir otros efectos jurídicos a su respecto.
- La notificación: es un acto por el cual un Estado comunica oficialmente a otro un hecho o situación. Como
consecuencia de ella, el Estado notificado no puede alegar desconocimiento del hecho que le ha sido
comunicado. Puede ser obligatoria o facultativa.

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
Paz Vierci Pedretti 2006
- El reconocimiento: es un acto o conjunto de actos por medio de los cuales un Estado comprueba y acepta un
hecho, una situación, un acto o una pretensión. El reconocimiento tiene una aplicación amplia en el derecho
internacional: se puede reconocer a un Estado, gobierno, situación territorial, validez de un tratado o sentencia,
nacionalidad de una persona, etc. Puede ser expreso o tácito. Es expreso cuando se hacen términos formales y
explícitos; es tácito cuando se deduce de cierto hecho o de cierta conducta del Estado que lo manifiesta de
manera inequívoca. El reconocimiento por parte de los Estados puede crear para ello la imposibilidad de negar
algo posteriormente reconocido.
- La Protesta: es un acto expreso por medio del cual un Estado declara su intención de no admitir o reconocer
como legitima una pretensión o situación determinada. Así, la protesta implica el no reconocimiento por parte
de un Estado de un derecho de otro. Constituye la contrapartida del reconocimiento. Permite reservar y mantener
un derecho del Estado que la formula en todos los casos en que su silencio se miraría como un consentimiento,
aceptación o reconocimiento. Impide la consolidación de una situación adversa para ese Estado.
- La Renuncia: es una manifestación de voluntad del Estado de abandonar un derecho, facultad, pretensión o
reclamación. Produce la extinción del derecho o pretensión que es objeto de ella. Puede ser expresa o tacita. La
tacita deriva de actos o conductas del Estado que demuestran inequívocamente la intención de renunciar. En todo
caso, la renuncia no se presume. También puede efectuarse por medio de un tratado.
- La Promesa Unilateral: es una declaración de voluntad formulada por un Estado con la clara intención de
obligarse a adoptar cierto comportamiento respecto de otro u otros Estados. Para que una declaración unilateral
obligue al Estado que la ha formulado, es necesario que dicho Estado haya tenido la intención de obligarse por
sus términos. Dicha intención debe demostrarse claramente.

12. LA CODIFICACIÓN DEL DIP: SUS PROBLEMAS


El primer autor en proponer la codificación del Derecho Internacional fue Jeremías Bentham, que pensaba
codificar todo el Derecho Internacional, iniciando sus primeros estudios en el periodo entre 1786 a 1789.
Problemas del derecho consuetudinario:
- La dispersión de los materiales que constituyen la costumbre
- La falta de uniformidad en las practicas internacionales
- Su relativa inaccesibilidad y alcance restringido de las reglas contractuales
- Versatilidad
- Imprecisión
- La multiplicidad de opiniones en que se debaten las doctrinas
- Intolerancia religiosa, jurídica y social
Estos problemas han dado un poderoso impulso a la codificación del derecho internacional, a fin de dotar a la
comunidad de los Estados de un conjunto de reglas articuladas, claras y precisas, que sean universalmente
respetadas. La codificación es necesaria ante las nuevas realidades políticas y económicas y los avances de la
ciencia y la tecnología que hace que la sociedad sufra una transformación profunda y engendre la necesidad de
adaptar un sistema jurídico a la nueva situación y la necesidad de restablecer, mediante una nueva definición, lo
que permanece y lo que cambia en el Derecho. La codificación también es importante para la difusión del Derecho
Internacional entre las masas y también supone una ventaja precisa para su aplicación por los tribunales.
En el Derecho Internacional Publico la palabra “codificación” tiene un significado diverso al que posee el derecho
interno. En nuestra materia, codificar quiere decir transformar normas consuetudinarias en un cuerpo de normas
convencionales (y algunas veces crear normas nuevas) mediante la enunciación en forma escrita, de manera
sistemática y obligatoria para los Estados. Eso no significa que la costumbre desaparezca, teniendo en cuenta que
el tratado no es siempre aceptado por todos los Estados. La codificación se realiza por medio de tratados o
convenios de carácter multilateral que, conteniendo las reglas correspondientes a las diversas instituciones, sean
adoptadas por los propios Estados con carácter obligatorio y uniforme.
Los Estados no han pretendido elaborar un código completo de derecho internacional, pero han tratado de codificar
algunos de sus sectores. Nadie atribuye al futuro Código la virtud de hacer desaparecer las desinteligencias1 que
dividen a los pueblos, se lo considera como un factor de importancia para poder establecer en el mundo la
pacificación y la justicia distributiva que riga las relaciones internacionales.
Ventajas de la codificación:
- es un factor para el mas rápido desenvolvimiento del Derecho Internacional
- es un factor para la difusión del Derecho Internacional entre las masas
- es, sobre todo, un elemento valiosísimo para la certidumbre del Derecho Internacional, lo que supone una ventaja
para su aplicación por los tribunales.

1
Desinteligencia: Error de interpretación de lo que hace o dice alguien.

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
Paz Vierci Pedretti 2006
13. LA LABOR CODIFICADORA DE LA COMISION DE DERECHO INTERNACIONAL
Las Naciones Unidas dieron notable impulso a la codificación. Su carta dispuso que la Asamblea General
promoviera estudios y haría recomendaciones para la codificación y el desarrollo progresivo del Derecho
Internacional. Con este fin, la Asamblea estableció, en 1948, una Comisión de Derecho Internacional, compuesta
actualmente por 34 especialistas. Forman parte de la misma por su competencia personal y no como representantes
de sus gobiernos. La duración del cargo es de 5 años, pudiendo ser reelectos. La comisión se reune normalmente
durante 10 semanas al año.
La Comisión debe dedicar, en principio, sus tareas al derecho internacional público, pero nada le impide considerar
temas de derecho internacional privado, si lo estima conveniente. La Comisión elabora textos sobre diversas ramas
del derecho internacional, las somete a los gobiernos, los revisa a la luz de los cometarios hechos por ellos y los
presenta a la Asamblea General de Naciones Unidas. Si lo considera oportuno, Naciones Unidas convoca bajo sus
auspicios, a una conferencia diplomática. La Conferencia, tomando como punto de partida el texto de la Comisión,
adopta por la mayoría prevista en su Reglamento, un texto de convención.
El tratado o convención que emerge al final del proceso codificatorio no es mera “fotografía” de las reglas
existentes. Durante este proceso se despejan incertidumbres, se resuelven divergencias sobre el contenido de
algunas normas y se formulan ellas a la luz de las condiciones actuales.
Los trabajos de la Comisión han servido de base a varias convenciones, tales como las relativas a relaciones
diplomáticas, a relaciones consulares, al derecho del mar y al derecho de los tratados. Estas convenciones sólo
vinculan a los Estados que manifiesten formalmente su consentimiento en obligarse por ellas.

14. LA CODIFICACION EN AMERICA


Nuestro continente posee características propias, como la necesidad de desenvolver determinados institutos del D.I.
para regir las relaciones entre los Estados que lo componen. América posee innumeras diferencias en relación al
continente europeo:
- nosotros no conocemos la balanza de poder
- tenemos un sistema constitucional propio: presidencialismo y federalismo, que influenciaron en el resto del
mundo.
- el medio social es diferente, habiendo una mezcla de diferentes razas que creó una psicología propia
- somos países de inmigración
- las instituciones políticas aun no están sedimentadas, acarreando constantes revoluciones o golpes de Estado en
el orden interno. Esta inestabilidad política ha sido considerada en el transcurso de las sociedades americanas
ser sociedades “en vía de desarrollo”.
- la gran mayoría de nuestros países es parte del “Tercer Mundo”, etc.
Estas diferencias hicieron que diversas normas internacionales apareciesen para satisfacer las necesidades sociales,
políticas y económicas en América. Así, países americanos desarrollaron principios como el asilo, no-intervención,
jus soli, doctrina de uti possidetis, etc.
Las republicas de América fueron las primeras en emprender la codificación total del Derecho Internacional
Público y Privado.
- Uno de los más importantes aportes al Derecho Internacional americano se encuentra dentro de la
historia del periodo colonial, cuando se introduce por el Tratado de Madrid (1750) el principio del “uti
possidetis”, como regulador de las fronteras españolas y portuguesas en America del Sur.
- Ya en el Congreso de Panamá, de 1826, el delegado de Perú propuso el nombramiento de una Comisión
para preparar un “Código de Derecho de Gentes” que no chocare con las costumbres de Europa.
- En las circulares del gobierno de México, de 1834 y 1838, para convocar un nuevo Congreso
americano, se habló de acordar las bases del Derecho Público o Código Internacional que debe regir
entre las nuevas repúblicas”, y de “la promulgación de un Código de derecho Público que instituyese
sus mutuas obligaciones y conveniencias internacionales”
- El Tratado Continental, de 1856, hizo alusión a “Código de derecho marítimo hispano-americano”
- La idea de codificación predominó en el “Tratado de Principios de Derecho Internacional”, firmado en
1866 entre Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
- En el Congreso de Lima, de 1877, se proyectó un “Tratado para establecer reglas uniformes en materia
de Derecho Internacional Privado”; iniciativa que se realizó en el Congreso de Montevideo, de 1888-
1889, que reglamentó los conflictos de leyes en materia civil, comercial, penal, procesal, y otras
cuestiones relacionadas con el Derecho Internacional Privado.
En lo que respecta a la parte orgánica o institucional del derecho internacional, la obra de la codificación fue
comenzada en las conferencias internacionales americanas.

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15. LA COMISION INTERAMERICANA DE JURISCONSULTOS
En la Tercera Conferencia Internacional Americana de Rio de Janeiro (1906) se firmó una Convención que
mereció la ratificación de todos los países americanos. La nueva Convención, suscripta el 23 de agosto de 1906,
creó una “Junta Internacional de Jurisconsultos” compuesta de un representante por cada República del
continente, para preparar un proyecto de Código de Derecho Internacional Público y otro de Derecho Internacional
Privado, “que reglen las relaciones entre las Naciones de América”. La primera reunión de la Junta se verificaría en
Río de Janeiro en 1907. La Conferencia, recomendó a las Comisiones codificadoras prestar atención preferente a
los principios y puntos que hubieren sido objeto de acuerdos uniformes en los tratados o que tendiesen a la
eliminación de las causas de desinteligencias o conflictos entre los países americanos.
La Junta Interamericana de Jurisconsultos no pudo reunirse en 1907, por cuyo motivo hubo un cambio de
ideas sobre la codificación en la Cuarta Conferencia Panamericana, reunida en Buenos Aires en 1910; donde hubo
una moción de Chile para que en los trabajos de codificación se hiciera una distinción entre las materias de interés
mundial y las de índole americana. La proposición fue remitida al estudio de la Junta, no sin antes varios delegados
expresaren sus dudas sobre la existencia de materias exclusivamente americanas o regidas por normas diferentes.
Un Protocolo, suscripto en Washington el 15 de enero de 1912, aumentó a dos delegados, en vez de uno, la
representación de cada republica en la Junta, conservándose la regla de que cada país no tendría más que un voto.
Así, la primera reunión de la Junta Internacional de jurisconsultos se realizó el 28 de junio de 1912 en Río de
Janeiro, donde la junta de dividio en 6 subcomisiones; y la segunda reunión de la Comisión Internacional de
jurisconsultos en abril de 1927 en Río de Janeiro
Después de reiterados esfuerzos, ellas lograron (como consecuencia de la labor concreta realizada en 1927
por la Comisión Internacional de Jurisconsultos Americanos, reunida en Río de Janeiro) la concertación de siete
convenciones interamericanas subscriptas en la Sexta Conferencia Internacional Americana (La Habana, 1928),
que versan sobre:
- la condición de los extranjeros –
- funcionarios diplomáticos
- agentes consulares
- tratados
- derecho de asilo
- deberes y derechos de los Estados en caso de luchas civiles
- neutralidad marítima
Y mas importante aun, una convención sobre derecho internacional privado, denominada “Código Bustamante”, en
homenaje a su autor Antonio Sánchez de Bustamante, que ha sido ratificado por casi todos los países signatarios.

16. EL COMITÉ JURIDICO INTERAMERICANO


La evolución del Comité comprende 3 periodos:
a) Desde 1942 a 1945: En enero de 1942, en la 3era reunión de consultas de los cancilleres se crea el Comité
Jurídico Interamericano, mediante la resolución Nº 26. Este comité ejecutaría los trabajos que había
emperezado el Comité de Neutralidad. Durante este periodo, es Comité estuvo integrado por representantes
de los 7 países: Argentina, Brasil, Estados Unidos, Cuba, Chile, México y Venezuela. Los miembros del
comité gozaban de autonomía en el desempeño de sus funciones, pero podían ser retirados en cualquier
momento.
b) Desde 1945 a 1948: En enero de 1945, por resolución de la Conferencia de Chapultepec, el número de
integrantes de este Comité fue aumentado a 9, incluyendo a Colombia y Perú. Posteriormente se incluyo a
Bolivia, pasando el número a integrantes a 10.
c) A partir de 1948: Con la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA), este Comité sufre
considerables cambios a través de la Carta de Bogotá.
En la Carta de Bogotá de 1948 (que crea la OEA), se establece que la labor de codificación y desarrollo
progresivo estaría a cargo del Consejo Interamericano de Jurisconsultos, que era un órgano del Consejo
de la OEA. Este último tiene una Comisión Permanente que es el Comité Jurídico Interamericano con
sede en Rió de Janeiro.
Originariamente eran 9 los miembros del Comité elegidos de la siguiente forma: la Asamblea General se
reúne cada 5 años, selecciona los países con derecho a participar en el Comité. Entonces, cada país
seleccionado presenta una terna a la Reunión de Consejo Interamericano de Jurisconsultos, quien elige un
jurisconsulto de cada terna, por mayoría de votos.
Actualmente el Comité se encuentra compuesto por 11 miembros, los cuales duran 4 años en sus cargos, y
su función actual es, la de servir de cuerpo consultivo en asuntos jurídicos y promover el desarrollo
progresivo y la codificación del derecho internacional.

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 3
1. RELACION DEL DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO Y EL DERECHO INTERNO
Dado un conflicto entre una norma del orden internacional –por ejemplo, un tratado o costumbre- y una norma del
orden jurídico interno de un Estado –por ejemplo, la constitución o una ley- ¿cual de las dos prima?
Simplificando, los términos de la polémica son la siguiente: existe por un lado el derecho internacional y por otro,
el derecho interno de cada Estado. Se trata de determinar si ambos derechos son ordenes jurídicos distintos o si, por
el contrario, ambos integran un mismo y único orden jurídico.
2. IMPORTANCIA DEL TEMA
Por definición, cada uno de estos derechos tiene en principio campo de acción propio; sin embargo, en la practica
se encuentran a menudo puntos de contacto entre uno y otro, zonas de interferencia en que la colision se hace
inevitable cuando sobre un mismo objeto recaen normas distintas esablecidas por el derecho interno y el derecho
internacional. Tal ocurre a veces, por ejemplo,, en lo relativo a la nacionalidad, a los derechos de los extranjeros, al
mar territorial, a la navegación, a la neutralidad, a las prestas, etc.
Los autores, al examinar el problema del punto de vista puramente abstracto, se dividen en dos grupos: dualistas y
monistas.
Tanto el dualismo, como el monismo constituyen notables construcciones doctrinales que sus exponentes
presentaron con brillo, claridad y riqueza de argumentos teóricos. El debate sobre estas doctrinas dominó gran
parte de la literatura jurídica de fines del siglo XIX y comienzos del XX; ella contribuyó a sistematizar y a estudiar
con mayor rigor de método los problemas concretos suscitados por la relación entre derecho internacional y
derecho interno; pero hoy este debate se encuentra casi agotado.
Ninguno de los dos sistemas expuestos, está enteramente reflejado en la práctica; Ésta ha solucionado los
problemas concretos siguiendo criterios pragmáticos y sin sujeción estricta a una u otra doctrina.
Una distinción fundamental se impone desde el comienzo: la distinción entre la aplicación del derecho
internacional en el plano interno y la aplicación del derecho internacional en el ámbito internacional. La omisión de
esta distinción ha sido fuente permanente de confusiones en la doctrina y la jurisprudencia.
3. TEORIAS
A. Teoría Dualista (Triepel, Anziolotti, etc.)
Según ella, el derecho internacional y el derecho interno son dos órdenes jurídicos diferentes y separados el uno del
otro, que difieren por sus fuentes: el derecho internacional emana del acuerdo entre dos Estados (pacta sunt
servanda); el derecho interno deriva de la voluntad exclusiva de un Estado. Los dualistas deducen que cada uno de
estos órdenes sólo es válido dentro de su propia esfera y que ninguna norma perteneciente a uno de ellos es válida
como tal dentro del otro. Las normas de derecho internacional no son parte del derecho de un Estado ni aplicables
dentro del mismo; para que el contenido de una norma internacional pueda tener aplicación dentro de un Estado es
necesario que ella se transforme en norma interna, es decir que el Estado cree una norma interna que admita o
incorpore la norma internacional a su orden jurídico. Dada la separación completa entre ambos ordenes jurídicos,
no puede existir conflicto propiamente tal entre las reglas de uno y otro.
B. Teoría Monista (Kelsen, Wenzel, Verdross, etc.)
Su más ilustre representante es Hans Kelsen. Según éste, todo el Derecho constituye una unidad normativa, un
sistema único en que las normas están subordinadas jerárquicamente unas a otras, que se van erigiendo a modo de
una piramide; dentro de esta jerarquía el derecho interno esta subordinado al derecho internacional, del cual es sólo
una derivación.
Una norma de derecho internacional puede ser automáticamente aplicable en el plano interno si se basta a sí
misma. En algunos casos, el derecho del Estado puede exigir que esta aplicación sea precedida de un acto interno
de implementación, como la publicación de un tratado.
Los monistas reconocen generalmente que una norma interna contraria al derecho internacional es válida en el
orden jurídico interno, pero estiman que ello no se debe a que ambos órdenes jurídicos sean diferentes y separados,
sino a que el derecho internacional general no establece un procedimiento para hacer efectiva la nulidad de la
norma interna.
4. APLICACIÓN DEL DIP EN EL ORDENAMIENTO JURIDICO INTERNO
En el plano interno, la aplicación del derecho internacional presenta un doble aspecto:
- el de la recepción o introducción de la norma de derecho internacional en el orden jurídico interno, y
- el del conflicto, que puede producirse entre la norma de derecho internacional así incorporada y las normas
internas.
5. LA RECEPCION DEL DIP
Algunas normas de derecho internacional deben aplicarse dentro del Estado. Por ejemplo, las normas
consuetudinarias que reconocen privilegios e inmunidades a los agentes diplomáticos extranjeros. Para facilitar la
aplicación de las normar jurídicas internacionales en el plano interno puede ser conveniente que ellas sean
introducidas en alguna forma, en el ordenamiento jurídico interno; más aún, en algunos casos es el propio derecho
internacional el que exige esta introducción. El derecho internacional no impone a los Estados una modalidad

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Paz Vierci Pedretti 2006
determinada para introducir sus normas en el plano interno; solo les impone la obligación de asegurar el
cumplimiento de las reglas de derecho internacional. Corresponde, pues a cada Estado establecer las modalidades
de recepción en su Constitución, legislación o en su practica judicial y administrativa.
La recepción del derecho consuetudinario:
a. Un Estado puede incorporar determinadas normas de derecho internacional consuetudinario en su orden
jurídico interno dictando disposiciones legales que reproduzcan el contenido de dichas normas.
b. Puede efectuarse por medio de una disposición legal o de una ley que se remita a determinadas normas de
derecho internacional consuetudinario las cuales hace aplicables en el orden interno.
c. Algunos Estados han hecho una recepción global del derecho internacional consuetudinario en su orden
jurídico de manera que pueda ser aplicado por los tribunales y por las autoridades administrativas nacionales
cuando se les presenta ocasión para ello.
La recepción de los tratados:
Los tratados destinados a ser aplicados en el plano interno requieren de un acto formal de recepción o
incorporación. El derecho internacional exige a los Estados el cumplimiento cabal del tratado, dejando que cada
Estado adopte las medidas internas que le parezcan necesarias o útiles para cumplirlo.
Dos son las medidas más comunes:
a. Un Estado puede dictar una ley que contenga disposiciones para el cumplimiento de las obligaciones contraídas
o para el ejercicio de los derechos adquiridos por el tratado. Las normas de la ley corresponden a las del tratado
del cual son tomadas.
b. Aquellos tratados que antes de ser ratificados, deben ser aprobados por el Parlamento u otro órgano interno
competente, se incorporan habitualmente en el orden jurídico interno mediante una formalidad determinada.
Cumplida esta formalidad, el tratado pasa a tener en el plano interno valor y fuerza de ley y debe ser aplicado
igual que una ley.
Esta última modalidad sólo es útil respecto de aquellos tratados que son self-excecuting, es decir, que tengan la
precisión normativa suficiente para ser aplicados directamente por los tribunales o autoridades administrativas.
Si el tratado es non-self-excecuting será necesario, además que se dicten normas legislativas para su aplicación.
6. CASOS DE CONFLICTO
Se trata de saber qué jerarquía ocupan las normas internacionales –consuetudinarias o convencionales- una vez
introducidas en el derecho interno, en relación con las normas jurídicas internas y, en consecuencia, cuáles deben
prevalecer en caso de conflicto entre unas y otras.
Existen dos tipos de conflicto:
1. Conflicto entre derecho internacional consuetudinario y ley interna
En caso de conflicto inevitable entre la norma de derecho internacional consuetudinario y una ley interna, la ley
interna prevalece en el plano interno, sobre la norma de derecho internacional.

2. Conflicto entre derecho internacional convencional (tratado) y ley interna


Hay que distinguir si el tratado es posterior a la ley o anterior a ella.
a. Si el tratado es posterior a la ley: se admiten todos los países que el tratado tiene un valor interno igual
o superior a una ley. Las disposiciones de un tratado prevalecen sobre las de una ley anterior.
b. Si el tratado es anterior a la ley: el juez interno debe esforzarse por dar a la ley una interpretación que la
concilie con el tratado. ¿Cuál de los dos debe prevalecer en el plano interno: el tratado o la ley? La
respuesta hay que encontrarla en el sistema constitucional del país respectivo. Según algunos sistemas
constitucionales, los tratados tienen en el plano interno la misma fuerza y autoridad de las leyes, de
modo que una ley puede prevalecer sobre un tratado anterior. Según otros sistemas constitucionales, el
tratado tiene una autoridad superior a la de las leyes, debiendo, en consecuencia, prevalecer sobre éstas.
La tendencia dominante es la supremacía en el orden interno, de la Constitución sobre cualquier tratado,
sea anterior o posterior a ella.
7. LA RECEPCIÓN DEL DIP EN EL ORDEN JURIDICO INTERNO DEL PARAGUAY
La jerarquía e importancia de las normas que integran el ordenamiento jurídico vigente en nuestro país, se halla
establecida en el artículo 137. En virtud de lo preceptuado por el artículo, la ley suprema es la Constitución
Nacional. en orden escalonado descendente, la Constitución nacional establece: como norma de segundo grado, los
tratados, convenios y demás acuerdos internacionales ratificados y canjeados; como norma de tercer grado, las
leyes.
En el orden constitucional paraguayo parece claro que el derecho internacional no puede prevalecer, en el orden
interno, sobre la Constitución. La teoría opuesta llevaría a la posibilidad de que por medio, por ejemplo, de un
tratado debidamente ratificado por el Poder Ejecutivo y el Legislativo reformaran la Constitución por
procedimientos ajenos a los establecidos en este instrumento, para dicha reforma.

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8. DISPOSICIONES DE LA CONSTITUCION NACIONAL
Varias normas de la Constitución Nacional vigente, enuncian de modo explicito, los principios fundamentales que
han de regir las relaciones jurídicas del Estado Paraguayo con los demás Estados del mundo.

Art. 137 DE LA SUPREMACÍA DE LA CONSTITUCION


“La ley suprema de la Republica es la Constitución. Ésta, los tratados, convenios y acuerdos internacionales
aprobados y ratificados, las leyes dictadas por el Congreso y otras disposiciones jurídicas de inferior jerarquía,
sancionadas en su consecuencia, integran el derecho positivo nacional en el orden de prelación anunciado…”

Art. 141 DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES


“Los tratados internacionales validamente celebrados, aprobados por la ley del Congreso, y cuyos instrumentos de
ratificación fueron canjeados o depositados, forman parte del ordenamiento legal interno con la jerarquía que
determina el Art. 137.”

Art. 142 DE LA DENUNCIA DE LOS TRATADOS


“Los tratados internacionales relativos a los derechos humanos no podrán ser denunciados sino por los
procedimientos que rigen para la enmienda de esta Constitución.”

Art. 143 DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES


“La República del Paraguay, en sus relaciones internacionales, acepta el derecho internacional y se ajusta a los
siguientes principios:
1. La independencia nacional;
2. la autodeterminación de los pueblos
3. la igualdad jurídica entre los Estados
4. La solidaridad y la cooperación internacionales
5. La protección internacional de los derechos humanos
6. La libre navegación de los ríos internacionales
7. La no-intervención y,
8. La condena de toda forma de dictadura, colonialismo e imperialismo.

Art. 144 DE LA RENUNCIA DE LA GUERRA


“La República del Paraguay renuncia a la guerra, pero sustenta el principio de la legitima defensa. Esta declaración
es compatible con los derechos y obligaciones del Paraguay en su carácter de miembro de la ONU y de la OEA, o
como parte en tratados de integración”.

Art. 145 DEL ORDEN JURÍDICO SUPRANACIONAL


“La Republica del Paraguay, en condiciones de igualdad con otros Estados, admite un orden jurídico supranacional
que garantice la vigencia de los derechos humanos, de la paz, de la justicia, de la cooperación y del desarrollo, en
lo político, económico, social y cultural. Dichas decisiones sólo podrán adoptarse por mayoría absoluta de cada
Cámara del Congreso.”

Art. 122 DE LAS MATERIAS QUE NO PODRAN SER OBJETO DE REFERÉNDUM


“No podrán ser materias de referéndum: las relaciones internacionales, tratados, convenios o acuerdos
internacionales;” (Inc. 1)

9. LA APLICACIÓN DEL DIP EN OTROS ORDENAMIENTOS JURIDICOS


Se admite sin discusión la primacía o superioridad del derecho internacional sobre el derecho interno en el plano
internacional, es decir en las relaciones entre Estados. En consecuencia, un Estado no puede invocar las
disposiciones de su derecho interno, ni la deficiencia o carencia de ellas, para justificar el incumplimiento de las
obligaciones que le impone el derecho internacional. No podrá alegar que el Poder Legislativo se negó a dictar una
ley necesaria para asegurar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales, o que impuso al Poder Ejecutivo
una ley que éste consideraba contraria al derecho internacional. Ni siquiera podrá escudarse en su Constitución
política o en la independencia y separación de los Poderes del Estado.
Estos principios han sido reiterados por una jurisprudencia constante. “Es un principio generalmente reconocido
del derecho de gentes, que en las relaciones entre Potencias contratantes de un tratado, las disposiciones de la ley
interna no pueden prevalecer sobre las del tratado”.
La Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados sólo codificó un principio universalmente aceptado “una
parte no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de un
tratado”.

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BOLILLA 4
1. EVOLUCIÓN HISTORICA
La conciencia de que los Estados constituyen una comunidad o sociedad basada en derechos y deberes recíprocos,
se fue abriendo camino muy lentamente. En un principio, los pueblos formaban un grupo de entidades coexistentes,
reacios a todo sentimiento de solidaridad. Más tarde, se llegó a la concepción de que los Estados pueden vincularse
entre sí, pero cada uno se atrincheró detrás de la soberanía absoluta. En el día de hoy, se admite la
interdependencia de los Estados, que origina vínculos de solidaridad y cooperación.

2. LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN LA ANTIGÜEDAD


En la antigüedad, la comunidad internacional fue rudimentaria y las relaciones intermitentes. Eso no obstante, no
desconocían ciertas normas internacionales sancionadas por la religión, por la costumbre o por la ley. El mundo
antiguo dividía la humanidad en pueblos dominadores y pueblos dominados. El fanatismo religioso hizo que cada
pueblo se considerase elegido por Dios para gobernar a los demás. Tal concepto ha existido lo mismo en la India
que en la Judea, en el Egipto que en Grecia. El pueblo romano no admitía el principio de la igualdad sino como una
concesión especial en alguno que otro tratado con pueblos bárbaros.

3. GRECIA
La Grecia, con su sistema de ciudades independientes, fue un campo propicio para el cultivo de relaciones
exteriores. Los griegos practicaron el equilibrio, las alianzas y las intervenciones. Se puede citar la Liga de Nicea
entre Atenas y Esparta. Existieron varios Consejos Anfictiónicos (anfictionía: confederación de las antiguas
ciudades griegas, para asuntos de interés general) de los cuales el más importante fue el de Delfos, compuesto de
representantes de 12 ciudades, que se reunían periódicamente para deliberar sobre cuestiones religiosas y políticas.
Las Ligas Anfictiónicas contribuyeron a humanizar la guerra, preservando de la destrucción las ciudades de sus
miembros, al mismo tiempo que velaron por el cumplimiento de los tratados.
El Consejo Anfictiónico tenía el deber de velar por el respeto de los usos internacionales, colocados bajo la garantía
de la divinidad, sobre todo en la guerra. Antes de declarar la guerra, los griegos intentaban resolver el conflicto
pacíficamente. Algunos tratados contenían una cláusula por la cual las partes se comprometían a someter todas sus
diferencias al arbitraje. Los templos servían de asilo y eran inviolables; también eran inviolables los sacerdotes
encargados de mantener el fuego sagrado. Los tratados de paz se celebraban por tiempo determinado, y para
conservarlos, se grababa sobre bronce o columnas.
En tiempos de paz, los griegos negociaban los asuntos religiosos y políticos por medio de enviados llamados
Autocratores. Cada embajada tenía sus secretarios y otras personas de séquito. El embajador no podía aceptar
regalos de la ciudad en que estaba acreditado. Los diplomáticos gozaban de inviolabilidad, salvo en caso de delito.
En Grecia se conocía una institución análoga al Consulado moderno: la proxenia, que protegía a los extranjeros de
raza helénica. Por lo general, el proxena era un ciudadano destacado al que otro Estado otorga su protección y le
confiere funciones diplomáticas, que ejerce dentro de su propio Estado; su cargo le procuraba varios privilegios y
exenciones. El proxeno ha sido comparado y relacionado a menudo con el cónsul moderno, sobre todo con el
“cónsul electi”, que en los tiempos modernos es escogido entre los residentes del país en que desempeña su misión.
Sin embargo, el proxena era un agente político más que comercial y no era admitido oficialmente en su misión en
su propio Estado (no tenia exequátur) También se hace alusión a una “ley de los Helenos”, dicha ley internacional
exigía la inviolabilidad de los heraldos o enviados diplomáticos, la estricta ejecución de los tratados y la
observancia de los deberes de hospitalidad.

4. ROMA
En Roma, las relaciones internacionales se regían por el derecho interno y por los tratados. El derecho interno lo
formaban el Jus Sacrum (o jus fetiale) y el Jus Gentium, que se aplicaban a los pueblos extranjeros, a falta de
tratados.
El Jus Sacrum o Derecho Fecial estaba a cargo de un colegio se sacerdotes, los Feciales, que tenían por misión
velar por los ritos y la fe pública en materia internacional, contra las ambiciones de los jefes militares y de las
asambleas tumultuosas del pueblo. Tenían el deber de oponer su veto a toda guerra injusta o imprudente, intervenir
en las reclamaciones diplomáticas, tomar parte en la declaración de guerra y en la celebración de la paz; intervenir
en materia de extradición por delitos públicos; exigir el cumplimiento de los tratados colocados bajo la fe religiosa
y, en general, conservar el decoro del pueblo romano en lo que pudiera afectar la conciencia nacional y los ritos.
Antes de emprender la guerra, se consultaba a los feciales, para saber si era justa. Sólo se consideraba como causa
justa de guerra: la violación del territorio romano, la infracción a la inviolabilidad de sus legados, la defección o
violación de los tratados, la participación en una guerra contra Roma o sus aliados. Los casus belli lo mismo
podían tener por origen actos de particulares que de gobiernos. Sin embargo, tratándose de particulares, se podía
evitar la guerra concediendo su extradición, o dando las reparaciones solicitadas. Los romanos no ignoraron el
arbitraje, pero muy raras veces recurrieron a este medio pacifico.

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Sobre los medios de ataque y defensa, ninguna norma limitaba el derecho de guerra de los romanos. El pueblo
vencido quedaba a merced del pueblo vencedor. Había, en cambio, reglas sobre la manera de dar por terminada la
guerra. Esta podía terminar por la sumisión completa del enemigo, o por medio de un tratado de paz. En el primer
caso, se producía la ocupatio o conquista del país vencido. En el segundo caso, los términos de la paz eran
negociados por generales romanos asesorados por Feciales y ratificado por el Senado o Emperador según la época.
Los tratados de paz eran al mismo tiempo tratados de alianza, quedando el pueblo vencido en la obligación de
tomar las armas cada vez que Roma pidiese su ayuda contra terceros. Los tratados de paz solían estipular también
la cesión de territorios, en canje de prisioneros, la devolución de rehenes y la indemnización de guerra.
Los romanos celebraban dos clases de tratados: unos, los foedera aequum, que se basaba en el principio de la
reciprocidad; y otros, los foedera non aequum o inique que importaban el vasallaje.
Fue en Roma que surgió el instituto de la ratificación. Aún en el mundo romano se respetaba, como en toda la
antigüedad, la inviolabilidad de los Embajadores.
Podemos concluir que en Roma no hubo un Derecho Internacional como hoy lo entendemos, aunque no podemos
negar que diversas instituciones de nuestra materia se desarrollaron allí.

5. EL JUS GENTIUM
El Jus Gentium tuvo carácter más bien civil y judicial que internacional. Se designaba con este nombre aquella
parte de la legislación romana que el Pretor peregrino aplicaba indiferentemente a todo habitante, abstracción
hecha de su nacionalidad; en contraposición del Jus Civile, que sólo se aplicaba al ciudadano romano. Según
algunos autores, el Jus Gentium abarcaba no sólo el derecho privado, sino también el Jus Sacrum en cuanto pudiera
afectar a los pueblos extranjeros, de modo que algo tenía que ver con el Derecho Internacional propiamente dicho.
Sea lo que sea, el Jus Gentium formaba parte del derecho interno, y el pueblo romano lo aplicaba a los extranjeros,
sin reciprocidad y sin acuerdo previo, porque lo consideraba como derecho natural basado en la razón y en la
equidad.

6. RES PUBLICA Y RES PRIVADA


Las cosas públicas son las pertenecientes al populus romanus, es decir a todos los ciudadanos, siendo su uso
publico para los particulares como las calles, plazas, foros, puentes, etc. Se puede distinguir entre las “cosas que se
tienen en uso público” y las que están en patrimonio del populus, careciendo de uso público, Ej. Los esclavos
públicos, campos, etc. Las res privata son los que forma el patrimonio personal de una persona y pueden ser
transmisibles, adquiribles, etc.
Los romanos distinguieron, según el objeto de sus normas, el derecho público (jus publicum) del derecho privado
(jus privatum). La definición aceptada por las Institutas y recopila Ulpiano marca la oposición entre el Estado y los
particulares, al establecer que el derecho público es el que se refiere “al Estado de la cosa romana” y derecho
privado “el que concierne a la utilidad de cada individuo”. Existen normas que, aunque regulan relaciones entre los
particulares, entran en el ámbito del derecho público cuando a la par de un interés individual persiguen un interés
social o colectivo.
El derecho público esta constituido por el conjunto de normas que regulan la constitución y actividad del Estado y
las relaciones que ese mismo Estado tiene con los particulares, en tanto que el derecho privado rige exclusivamente
las relaciones de los individuos entre si.

7. LAS EMBAJADAS
En el Oriente antiguo, las normas jurídicas apuntaban fundamentalmente hacia dos objetivos:
a) garantizar la seguridad del enviado y de la Misión (solamente existían las misiones temporarias), y
b) constatar la identidad del enviado (que se hacía a través de una carta de identidad, que para ser válida
jurídicamente tenia que ser a la vez un salvoconducto, caso contrario no era considerado como enviado).
Ya existían en esa época, la inviolabilidad personal, inviolabilidad del sequito e inviolabilidad de los agregados al
séquito.
El derecho de embajada se tuvo siempre en Roma por especialmente sagrado. En los tiempos más antiguos
correspondía a miembros del Colegio Sacerdotal de los Feciales la entrega de mensajes solemnes a Estados
extranjeros y más tarde se envió a ciudadanos notables como legati. No se conocía jerarquía alguna entre tales
representantes: la expresión legatus designaba cualquier especie de embajada.

8. LA EDAD MEDIA
En la Edad Media, bajo el régimen feudal, el poder político se encontraba disperso entre varios señores que
ejercían autoridad sobre los vasallos que residían en sus dominios. A pesar de las guerras y rivalidades entre los
señores feudales, prevalecía entonces la concepción de una comunidad cristiana (República Cristiana) en que
dominaba la tradición cultural greco-romana, una común Iglesia y religión, y sistemas jurídicos basados en el jus

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gentium romano y en el derecho canónico. En la cúspide de la jerarquía feudal, dos poderes supremos –el Papa y el
Emperador Germánico- sellaron la unidad del mundo medieval.
Durante la Edad Media el derecho diplomático hizo algunos procesos. En un principio, solamente la Santa Sede
mantenía relaciones diplomáticas; después el derecho de legación se extendió a los grandes señores feudales. La
actitud arrogante de algunos Legados pontificios hizo surgir la consulta previa de persona grata, que figuró por
primera vez en el tratado celebrado en el siglo XI por Guillermo el Conquistador con el Papa Urbano II. Más tarde
esta formalidad se convirtió en regla consuetudinaria. Las relaciones diplomáticas conservaron su carácter
transitorio. Los Príncipes cristianos respetaban la tradicional inviolabilidad de los embajadores.
El ceremonial diplomático medieval daba el titulo de Serenidad a los príncipes, menos al del Imperio Germánico
que se titulaba Emperador. Los agentes diplomáticos se llamaban Legati, Apocrisarii, hasta el siglo XIII en que
empezó a hablarse de Ambaxador. En el siglo XIV, Francia los llamó Messagers; Venecia tenia en Constantinopla
un Bailo. La primera reglamentación del servicio diplomático aparecieron en el siglo XIII en los municipios
autónomos italianos. La carrera diplomática fue organizada en Venecia: se excluyó de este cargo a los sacerdotes;
se señalaron los derechos y deberes de los diplomáticos, especialmente en materia de informaciones. Venecia
practicó el requisito de las credenciales, el sistema de las instrucciones. Las Relazione o informes de sus
diplomáticos quedaron célebres.

9. LA IGLESIA HEREDERA DEL IMPERIO


La invasión de los bárbaros, a fines del cuarto siglo de la era cristiana, determinó el desmembramiento del imperio
romano, del cual data el comienzo de la Edad Media. Hubo entonces un momento de caos, en el mundo occidental.
Más, el predominio del cristianismo fue, de a poco, restableciendo el orden y la civilización.
La Iglesia, merced a la extensa red de sus obispos y a su completa independencia del poder romano, pudo quedar
en pie en medio de las ruinas y presentarse como heredera del Imperio cuando los magistrados civiles todo lo
abandonaron para ponerse a salvo, en vez de resistir al invasor.
En la primera mitad de la Edad Media, las tradiciones jurídicas y diplomáticas de la humanidad se refugiaron en la
Iglesia. A partir del siglo V, el Episcopado romano encarnó en su investidura el poder espiritual y temporal por
excelencia. Surgieron entonces los Obispos, conscientes de la gravedad de su misión, tomaron a su cargo el
gobierno y fueron los salvadores de provincias y ciudades. En vez de ofrecer inútil resistencia, salieron a menudo a
negociar honrosa paz con los terribles enemigos, logrando casi siempre ablandar su furor y consiguiendo
inesperadas condiciones de merced a sus cualidades personales y al imponente prestigio de su virtud.
Una vez pasado el peligro, los obispos permanecieron siendo hasta para los bárbaros, los principales personajes del
Imperio, no sólo como depositarios de la religión, sino también como representantes de la cultura romana que
admiraban , tocándoles por tal motivo el papel de mediadores entre los vencedores y vencido.
Cuando se produjo en 476 la caída del Imperio Romano, alcanzo singular relieve la figura de los Papas frente a la
triste serie de emperadores incapaces que, desde Honorio a Rómulo Augusto, solo supieron humillarse ante los
bárbaros. Sin embargo, la persona del Pontífice apareció ante los romanos como único baluarte de su libertad. A
partir de la caída del Imperio y durante los tres siglos en que el trono imperial quedó vacante (476-800), el Papa fue
considerado como el defensor de Roma y suplente del emperador, tácitamente reconocido en tal carácter por los
monarcas de Constantinopla que en vano pretendían ejercer algún poder en todo el Imperio.

Entre los años 600 y 1000 d.C , el Cristianismo adquiere importante relevancia y muchos pueblos paganos
decidieron convertirse al cristianismo. La aceptación del cristianismo significaba al mismo tiempo la recepcion de
un cultura superior y la admisión en la comunidad cristiana de Estados. Al soberano hasta entonces pagano se le
ofrecia la posibilidad de formar un Estado monarquico unitario. Así se formaron, junto con la comunidad de
Estados arábigo-islámicos, dos comunidades cristianads de Estados: Constantinopla y Roma.
En todo este periodo, la influencia de la Iglesia Romana fue preponderante. La tendencia a la unificación del
mundo, religioso o laico, fue general y tenía por lema: Un Dios, un Papa, un Emperador. El Papa, como jefe
espiritual de la cristiandad tenia acción sobre los principes como sobre los simple individuos y juzgaba el proceder
de unos y de otros. Sus decisiones eran universalmente respetadas. A su mediación o arbitraje resolvia litigios y
evitaba guerras, especialmente las privadas entre principes feudales, y tratando de mitigar las crueldad de ciertas
practicas. La Santa Sede ejerció el derecho de coronar a los soberanos; dio la investidura a Carlomagno, a Otto el
Grande y otros príncipes del Santo Imperio Romano. La Iglesia ejerció una paternal vigilancia sobre la tranquilidad
de los pueblos, bendecía los tratados, ofrecía su garantía, servia de mediador y de árbitro, establecía treguas, fijaba
fronteras, otorgaba concesiones para descubrimiento de nuevos territorios, organizaba Concilios. El Pontificado
suavizó las costumbres medievales y luchó contra las guerras privadas.
El Cristianismo, inspirado en la idea de que todos los hombres tienen un mismo origen y un común destino, obraba
las conciencias introduciendo la noción de la igualdad y la fraternidad entre los hombres y los pueblos. Vino a
neutralizar la idea de la fuerza hasta entonces imperante. Por los Concilios de Letrán (1059) y Clermont (1095), la
iglesia implantó la “paz de Dios”, que aseguraba la inviolabilidad de ciertas cosas y personas: los templos y los

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molinos; los clérigos; los agricultores, las mujeres, los niños y los hombres no armados que los acompañaban;
estableció la “tregua de Dios”, que vedaba combatir en determinados días (desde la puesta del sol del miércoles
hasta el amanecer del lunes) y en ciertas épocas del año (desde adviento a la octava de epifanía y desde el domingo
de quincuagésima hasta la octava de pascua).
El Cristianismo no solo atemperó la dureza de las costumbres, su influencia fue mas sustancia y honda, porque
uniendo a todos los príncipes con el lazo de una fe difundió la idea de una “comunidad cristiana de las naciones”.
Aunque puramente moral, esa noción suavizó la anarquía internacional y preparó el terreno para que llegara a
asentarse.
La navegación en el mediterráneo y el Mar del Norte dio origen a reglamentos que gobernaron durante siglos las
relaciones comerciales por mar y constituye las primeras bases para el derecho marítimo internacional.

10. CARLOMAGNO
Los siglos V, VI y VII y el comienzo del VIII, vieron romperse la unidad de Europa en Occidente y acentuarse
progresivamente el fraccionamiento resultante de esa ruptura. Pero durante el siglo VIII se produjeron dos grupos
de hechos generadores de unidad: la reorganización y extraordinaria extensión de la monarquia franca bajo la
nueva dinastía de los carolingios, y el desarrollo de la potencia política del papado.
Los pepinos o Carolingios, son una familia de aristocracia autrasiana. Fue entre los miembros de esta aristocracia,
donde encontraron el mas claro de sus apoyos. Desde finales del siglo VII, los jefes de esta familia, con el titulo de
mayordomo de palacio y bajo la autoridad nominal de los últimos reyes merovingios, son los que, dirigieron la
monarquía franca, Uno de ellos, Carlos Martel, consiguió entre 719 y 741, restablecer la unidad de la monarquía,
dando al poder central una autoridad efectiva y conquistando el país de los frisones, y tierras junto al Mar del
Norte. Luego el recibió las llaves del sepulcro de San Pedro. Estas llaves, bendecidas en la sepultura del apóstol y
que poseía la supuesta virtud de curar a los enfermos, cumplieron una función en la diplomacia de los papas, que
las enviaban en señal de amistad.
Los papas tenían necesidad de los mayordomos, pero también los mayordomos necesitaban de los papas. El hijo de
Carlos Martel, Pepino el Breve, quiso atribuirse, para él y sus descendientes, el titulo de rey, para la cual contaba
con la autoridad del Papa. En el año 751 envió a Roma a sus embajadores, y el Papa Zacarías, por la fuerza de su
poder apostólico, dispuso que Pepino fuera rey. El papa presto un importante servicio a Pepino, y éste, en su
apoyo, se convirtió en rey de los francos. El Papa le otorgó además, igual que a sus hijos, un titulo, el de Patricius
Romanorum.
La acción de los primeros carolingios había tenido por resultado pacificar la monarquía franca en el interior, y
hacerla capaz de actuar efectivamente en el exterior, había llevado al seno del reino una interpretación más
uniforme de instituciones; había creado en Occidente una situación, mas o menos relativa de seguridad frente al
peligro musulmán.
El 25 de diciembre de 800, Carlomagno, hijo de Pepino, era coronado emperador de Roma, por el papa. El alcance
de este acontecimiento fue enorme. El emperador tenia una nueva función imperial, esencialmente tenia por
misión, la de ser guardián de la fe cristiana y protector de la Iglesia. Siendo ésta universal, la autoridad del
emperador lo era también. Así se ignagurba el Santo Imperio Romano Germánico.
La administración del Imperio fue confiada a unos 250 administradores reales denominados condes. Carlomagno
emitió cientos de decretos, llamados capitulares, tratando un amplio abanico de asuntos, desde cuestiones jurídicas
y militares hasta cuestiones relativas a monasterios, a la educación y a la gestión de los dominios imperiales.
El Imperio no se amplió después del 800; de hecho, ya en la década del 790 las costas y los valles ribereños
sufrieron las primeras y temibles incursiones de los vikingos. Carlomagno ordenó una especial vigilancia en cada
puerto, pero con escasa efectividad. Murió antes de que la completa y destructiva fuerza de los vikingos se desatara
sobre el territorio imperial.
Carlomagno es importante no sólo por el número de sus victorias y la dimensión de su Imperio, sino también por la
especial combinación de tradición e innovación que representó. Por un lado, era un tradicional guerrero germánico
que pasó la mayor parte de su vida adulta combatiendo. En las campañas contra los sajones impuso el bautismo por
la fuerza y se deshizo de los rebeldes con matanzas sin piedad. Por otra parte, puso todo su inmenso poder y
prestigio al servicio del cristianismo, de la vida monástica, de la enseñanza del latín, de la copia de libros y del
imperio de la ley. Su vida, tomada como modelo para la mayoría de reyes posteriores, personificaba la fusión de las
culturas germánica, romana y cristiana, que se convertiría en la base de la civilización europea.

11. EL SACRO IMPERIO ROMANO GERMANICO


Sacro Imperio Romano Germánico, entidad política de Europa occidental, cuya duración se prolongó desde el 800
hasta 1806. Fue conocido en sus inicios como Imperio Occidental. En el siglo XI se denominó Imperio romano y
en el XII, Sacro Imperio. La denominación de Sacro Imperio Romano Germánico fue adoptada en el siglo XIII.
Aunque sus fronteras se ampliaron de forma notable a lo largo de su historia, los estados germanos fueron siempre
su núcleo principal. Desde el siglo X, sus gobernantes eran elegidos reyes de Germania y, por lo general,

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intentaban que los papas les coronaran en Roma como emperadores, aunque no siempre lo conseguían. El concepto
medieval de un Estado terrenal coexistiendo en armonía con el reino espiritual de la Iglesia era el objetivo central
del Sacro Imperio Romano Germánico.

12. EL FEUDALISMO
El sistema feudal no concebía el principio de igualdad y soberanía de ahora: había soberanías superpuestas; cada
Príncipe era vasallo de otro, aunque gozaba de independencia. La guerra no era un tributo exclusivo del príncipe,
porque el Derecho Publico feudal confundía la guarra privada con la guerra internacional; los señores que se hacían
la guerra unos a otros, y obtenían letras de represalia para llevar la guerra al exterior. Hubo guerras de señor a
señor, guerras entre familias, entre ciudades, entre principados. Para lucha contra tal estado de cosas se emplearon
diversos medios: se empezó por neutralizar los templos, los hospitales, los cementerios; se prohibió realizar actos
de guerra en algunos días de la semana o en ciertos meses del año (paz de Dios y Tegua de Dios); El Emperador
decretó varias treguas laicas; otras treguas fueron estipuladas por tratado. Poco a poco, fue arraigándose la idea de
que la guerra solo era lícita de Estado a Estado y que solamente los Reyes tenían el derecho de declararla, lo que
coincidió con la aparición de los ejércitos permanentes.
Los usos y costumbres de la guerra terrestre se fueron humanizando, por la acción de la Iglesia y la influencia de la
Caballería. Los Caballeros practicaban la declaración previa y el desafió preliminar, antes de empezar las
hostilidades; hacían la guerra honestamente, desechaban toda arma pérfida, todo acto de traición, toda crueldad
inútil y así, por su conducta en privado y en publico contribuyeron al perfeccionamiento de la moral individual e
internacional.
Los mares se hallaban infestados de piratas y buques que navegaban armados en flotillas, bajo las órdenes de un
jefe llamado “almirante”. Las practicas de la guerra marítima fueron recopiladas en el “Consulado del Mar”, cuyas
reglas eran generalmente seguidas. Contrariamente al principio moderno, permitía capturar la mercancía enemiga a
bordo de buque amigo, pero no confiscaba la mercancía amiga a bordo de buque enemigo.
Las cruzadas cimentaron la solidaridad de los pueblos cristianos y contribuyeron al establecimiento de factorías en
el Levante donde los comerciantes comenzaron a elegir Cónsules para la defensa de sus intereses y juzgamiento de
sus disputas, dando así origen al Consulado moderno. La tradición de tratar los negocios internacionales por medio
de enviados especiales, se ha conservado. El Papado, Venecia y Florencia habían creado un servicio diplomático
estable, y su ejemplo fue imitado por otros príncipes.
13. EDAD MODERNA
Desde comienzos del siglo XVI, y como resultado de la reforma protestante, comienza a fragmentarse la unidad
medieval y surgen en Europa Occidental varios Estados nacionales en un marco territorial definido, tales como
Francia, España, Inglaterra y los países escandinavos. Sus monarcas absolutos centralizan las funciones del
gobierno, imponen obediencia a sus súbditos y proclaman su independencia del Papado, del Emperador germánico
y de toda otra autoridad externa. Los tratados de Westfalia, de 1648, que pone fin a la Guerra de los Treinta Años,
reflejan en nuevo orden político de Europa.
En el nuevo sistema de Estados soberanos cada uno de ellos pretendió satisfacer, por todos los medios, sus
intereses dinásticos y nacionales. Las violencias y rivalidades entre los nuevos Estados corrieron parejas con el
debilitamiento del ideal unificador de la Cristiandad Medieval.
Surgió entonces la necesidad de instaurar un orden superior que, en las nuevas condiciones históricas, sometiera a
los Estados al imperio de la ley. Acentuaron esta necesidad factores tales como la expansión de la navegación y del
comercio causada por el descubrimiento de América, la desolación provocada por las cruentas guerras religiosas y
el acervo intelectual común creado por el Renacimiento.
14. EL RENACIMIENTO
Señala el periodo de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, ha acentuado la personalidad del Estado.
Las enseñanzas sacadas del derecho Publico Romano han robustecido los poderes del monarca hasta convertir a
éste en autoridad suprema de la nación. La confusión entre la persona del monarca y la persona del estado dio por
resultado el concepto de la soberanía absoluta, en su manifestación interior y exterior.
15. NICOLAS DE MAQUIAVELO (1469-1527)
Fundador de la ciencia política, su obra más conocida Tratado del Príncipe que puede mirarse como el manual de la
política moderna y el código de la tiranía, pues antepone a los principios superiores que deben inspirar al buen
gobierno, una habilidad sin escrúpulos, indiferente a lo justo y lo injusto, a las leyes divinas y humanas. En ese
concepto abominable del poder fundado en un brutal realismo político, que no vacila ante el crimen en nombre de
la razón de estado, ha recibido el nombre de Maquiavelismo. Examina el autor lo que son las monarquías, como se
conservan y cómo se desploman y afirma que las palabras: Buena fe, Clemencia, Justicia, Humanidad deben estar
siempre en los labios del príncipe pero nunca en su cargazón, pues tiene que recurrir con frialdad a los más
inhumanos recursos si quiere conservar su poder. Aconseja así a los príncipes con perfecta ironía, siendo la
crueldad y la injusticia el mejor medio para hacerse destronar por los pueblos rebeldes. Él mismo, explicando su
objeto con estas palabras: “He enseñado a los príncipes a ser tiranos; pero a los pueblos le enseño a derrocarlos”

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Las ideas de Maquiavelo pueden enlazarse al Derecho Internacional en relación al desprecio de cualquier moral
política, que contrastaba con las enseñanzas escolásticas, cuyo objetivo era el de subordinar el campo de la política,
y en especial las relaciones entre gobernantes a las exigencias de la moral teológica. Al mismo tiempo, Maquiavelo
fue un contumaz enemigo de la Iglesia y el Papado, sobre quien hacía recaer la culpa de la situación desesperada de
Italia.
16. JUAN BODINO
En tiempo de este autor, Francia se había convertido en un reino unificado. Sin embargo, estaba destrozada y
paralizada por las disensiones internas. Este francés y autor de “Los Seis Libros de la República” (1576), donde
esbozó una teoría sobre la soberanía, como poder absoluto y perpetuo sobre el pueblo, manteniendo la supremacía
de Dios y del Derecho Natural sobre los soberanos, con el deseo de reforzar y mejorar el gobierno del país. Con
esta teoría se dirige contra la supremacía del Papa y del Emperador, contra las divisiones eclesiásticas y contra los
Estados que limitaban la autoridad real. Para él, el soberano poseía prerrogativas concretas y totales, como ser la
facultad legislativa, la de hacer la paz y declarar la guerra, y el poder supremo judicial (jus de non apellando).
Bodino presenta la soberanía como un poder absoluto y perpetuo sobre el pueblo, sin la menor limitación en el
derecho humano. Su teoría sobre la soberanía, así como su clasificación de Soberanos, tuvo mucha repercusión
sobre la doctrina del Derecho Internacional. La noción de la soberanía del gobernante vino a ser una pieza
fundamental de aquel derecho.
Escritores posteriores a Bodino verán en la soberanía un principio de desorden internacional y se refieren a ella
para probar que, por su propia naturaleza, los Estados están por sobre la ley. Como consecuencia de esta postura se
identificó por una parte a la soberanía con el poder absoluto y por otra con las potestades del estado en sus
relaciones con otros estados.
17. LOS DESCUBRIMIENTOS GEOGRAFICOS
Los descubrimientos geográficos a fines del siglo XV, han abierto una nueva era en las relaciones políticas y
comerciales de la Europa. Portugal y España pretendieron monopolizar la navegación de los océanos, pero como
esta pretensión fue resistida por otras potencias, empezó a debatirse la cuestión de la libertad de los mares. Por otra
parte, los descubrimientos amenguaron la autoridad del Papado.
Los descubrimientos introdujeron en el Derecho Internacional un nuevo modo de adquirir la soberanía territorial, el
descubrimiento, titulo que se consideró tan legítimo como la conquista en el derecho antiguo. En cambio, la
explotación del continente americano hizo revivir la esclavitud, casi extirpada durante la edad media, y dio
incremento al tráfico de negros. También resucito la guerra privada, por haberse concedido a las grandes
compañías de colonización el derecho de organizar la defensa.
18. LAS BULAS DE ALEJANDRO VI Y EL TRATADO DE TORDESILLAS
A. Las Bulas de Alejandro VI
Bulas Alejandrinas, nombre por el que son conocidos cuatro documentos papales concedidos por el papa Alejandro
VI a los Reyes Católicos españoles entre abril y septiembre de 1493, después del hallazgo del Nuevo Mundo. Con
estas bulas el papa hacía donación a los Reyes Católicos de las islas descubiertas y por descubrir que se
encontrasen por occidente y que no perteneciesen a ningún príncipe cristiano; hacía concesión de privilegios en las
tierras donadas, análogos a los concedidos a Portugal; y establecía la demarcación en las expediciones hacia el
oeste.
Origen de las Bulas
Cuando a finales de marzo de 1493 llegó a la corte española la noticia del éxito colombino, mezclada con las
alarmantes pretensiones de Juan II de que lo recién descubierto por Colón al otro lado del océano pertenecía a
Portugal, los Reyes Católicos pusieron inmediatamente en marcha su dispositivo diplomático con el fin de alcanzar
dos objetivos principalmente:
1º) Que el papa reconociera por medio de unas bulas el derecho de los Reyes Católicos sobre los descubrimientos
de las Indias. Con ello, Castilla no hacía sino repetir el procedimiento seguido por Portugal años antes en los mares
y tierras africanas al sur de las Canarias.
2º) Que Portugal aceptara un meridiano de demarcación sobre el océano, en lugar del paralelo de las Canarias, con
el fin de delimitar el campo de actuación exclusiva correspondiente a uno y otro reino en el futuro
Entre los meses de abril y septiembre de 1493, los monarcas hispanos supieron compaginar diplomacia y fuerza en
aras a ganar la partida a Juan II de Portugal. Primeramente, en Roma, el papa de origen español, y en esas fechas
amenazado por tropas francesas, Alejandro VI, no le negaba nada a su buen aliado Fernando el Católico. En
segundo lugar, la segunda flota colombina, bien equipada militarmente, cubriría el escenario indiano, por si había
que atajar algún peligro portugués. Durante los meses citados, el papa Alejandro VI mandó despachar
sucesivamente cuatro bulas de indudables consecuencias para el futuro del Nuevo Mundo. Dos de ellas son
conocidas con el nombre de Inter Caetera, la tercera con el de Eximiae Devotionis, y bajo el título de Dudum
Siquidem la cuarta.
La Primera Inter Caetera del 3 de mayo de 1493

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En dicho documento se hacían dos concesiones fundamentales en favor de los Reyes Católicos: 1) la donación de
tierras descubiertas y por descubrir en el mar océano por la parte de occidente "hacia las Indias", siempre que no
perteneciesen a ningún príncipe cristiano 2) concesión de privilegios espirituales u obligación de "adoctrinar a los
habitantes en la fe católica e imponerlos en las buenas costumbres". Este documento pecaba de imprecisión.
Para corregir y matizar esta primera concesión papal, se pensó, hacia mayo de 1493 y bajo inspiración colombina,
solicitar de Alejandro VI otras dos bulas (la segunda Inter Caetera y la Eximiae Devotionis) llamadas a sustituir e
invalidar el primer documento pontificio. El original de este documento se conserva en el Archivo General de
Indias, y una copia en el del Vaticano.
La Segunda Inter Caetera
Conocida como bula de donación-demarcación, seguía manteniendo la concesión de islas y tierras 'firmes'
descubiertas y por descubrir hacia el occidente y 'mediodía'. Era también de demarcación, porque establecía una
raya o línea divisoria trazada de norte a sur por el meridiano que pasa a cien leguas de la islas Azores y Cabo
Verde, para delimitar las zonas de expansión de Castilla y Portugal en el futuro. A su vez, el pontífice, en esta
segunda bula, retrotraía los derechos castellanos sobre las nuevas tierras a la Navidad de 1492, en lugar del tres de
mayo de 1493 que decía el anterior documento. Con esto, parece que se quería evitar una posible recalada de naves
portuguesas a raíz del éxito colombino; y bajo pena de excomunión se prohibía navegar a las Indias a cualquier
persona, sin licencia de los reyes de Castilla.
La Bula Eximiae Devotionis
Datada el 3 de mayo de 1493, recoge la concesión de privilegios espirituales que contenía la primera Inter Caetera.
Se concedieron los mismos privilegios que los otorgados a los reyes de Portugal. De esta bula no se conserva el
original, sino sólo copias en el Archivo de Indias y en el Vaticano.
La Bula Dudum Siquidem
Denominada de extensión y ampliación de la segunda Inter Caetera, y fechada el 26 de septiembre de 1493, trataba
de matizar los derechos de Castilla y Portugal a la India asiática. A Portugal se le había reconocido desde mediados
del siglo XV, y todavía estaba en vigor, el derecho de expansión hasta la India, y ese 'hasta' lo interpretaban los
portugueses como zona incluida. Los Reyes Católicos, por su parte, habían obtenido del papa dominios por
occidente y mediodía hacia la India, que podía entenderse como 'en dirección a', pero sin incluir entre las
conquistas castellanas. Para evitar esta imprecisión se solicita y obtiene la bula Dudum Siquidem, en la que se
concreta que los castellanos podrán ocupar y conquistar la India asiática siempre que naveguen por la ruta de
occidente y mediodía y no se hubieran adelantado los portugueses, los cuales podían hacer lo mismo navegando
por el este. El original y un duplicado de este documento se encuentran en el Archivo General de Indias.
B. El Tratado de Tordesillas
Tratado de Tordesillas, firmado el 7 de junio de 1494, en la localidad española de Tordesillas, por el cual los reyes
de Castilla y Portugal se comprometieron a cumplir una serie de cláusulas, encaminadas a repartirse el Océano y a
delimitar las fronteras africanas. El Tratado de Tordesillas está muy relacionado con las Bulas Alejandrinas, sobre
todo con la segunda Inter Caetera, de demarcación, y sus efectos se notaron muy pronto en América (Brasil) y en
Asia (antemeridiano e islas de las Especias, las actuales Molucas
Cláusulas:
- establecía una línea imaginaria de demarcación, de norte a sur, distante 370 leguas al oeste de las islas
de Cabo Verde (meridiano 46º 35’), de manera que en adelante todo lo que se descubriera al este de
dicha línea pertenecería al rey de Portugal y a sus sucesores, y lo encontrado al oeste sería “para los
dichos señores rey y reina de Castilla y de León y a sus sucesores para siempre jamás”.
- Se reconocían todos los derechos de la Corona portuguesa sobre Guinea y los territorios que ya poseían
La determinación del meridiano ofreció dudas, así como la imprecisión misma del Tratado, en cuanto al dominio
de América del Sur, creando discordias entre España y Portugal, con la abierta intención de ambas naciones de
extender sus dominios coloniales y la seguridad de los mares.
19. LOS TRATADOS DE WESTFALIA Y UTRECHT
A. El Tratado de Westfalia
Las aspiraciones de Reforma fueron realizadas por la Paz de Westfalia (1648) que puso fin a la Guerra de Treinta
Años. Reconoció la igualdad de todos los Estados sin distinguir entre católicos, luteranos o protestantes. Reconoció
el principio de que la forma de gobierno adoptada por los Estados no influye en su condición internacional;
Admitió la idea de que los Estados deben reunirse en Congresos Internacionales para deliberar sobre cuestiones de
interés común, idea que tuvo su primera expresión en los Concilios Medievales; consolidó la practica del equilibrio
político que admite las alianzas “ententes” entre potencias, y el principio de la intervención para mantener el
equilibrio. El Tratado, al reconocer la independencia de varios principados alemanes, acabo con las aspiraciones de
monarquía universal del Santo Imperio Germánico y reconoció la autodeterminación de los pueblos.
B. Tratado de Utrecht
Conjunto de acuerdos a los que llegaron los países europeos después de la guerra de Sucesión española (1701-
1714), y que fueron firmados desde 1713 hasta 1715.

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En 1705 las potencias en litigio dieron muestras de agotamiento e iniciaron contactos que llevaron definitivamente
a la paz, a partir del ascenso del archiduque Carlos al trono imperial como Carlos VI, en abril de 1711, y el
consiguiente cambio de actitud de la diplomacia inglesa. Los Preliminares de Londres (octubre de 1711) plantearon
las líneas maestras de los futuros tratados. La Convención de Fontainebleau (agosto de 1712) propuso un armisticio
general; los contendientes, excluida Austria, se dispusieron entonces para la paz definitiva, que implicaba el
reconocimiento de Felipe V como rey de España.
Firmada en 1713, Felipe V fue reconocido como Rey de España pero tuvo que renunciar a sus derechos al trono de
Francia. Francia entrego a Inglaterra la Isla de Terranova y la zona norte del Canadá. España, por su parte, fue la
gran perdedora, cedió a Inglaterra el estratégico Peñón de Gibraltar y Menoría, pero además, Utrecht sentó las
bases del primer imperio colonial británico, puesto que Gibraltar y Menoría son bastiones mediterráneos del
control de las comunicaciones marítimas, y obtuvo importantes ventajas territoriales y derechos comerciales en el
continente americano. A los Habsburgos de Austria les debieron ceder la actual Bélgica y las posesiones de Milán
y Nápoles. Por este tratado se formaron dos nuevos reinos: el Elector de Brandeburgo era reconocido como “Rey
de Prusia” y el Duque de Saboya, recibía la Isla y el titulo de “Rey de Cerdeña”.
Utrecht planteó un nuevo orden europeo regido por la 'balanza de poderes', un sistema de contraposición de fuerzas
antagónicas, destinado a asegurar la paz mediante el equilibrio militar. El conjunto de pactos, concluidos según
principios de inspiración inglesa, va a traducirse en la hegemonía de Gran Bretaña. El hecho real de esta
hegemonía es más claro en las líneas generales que en las numerosísimas cláusulas de los acuerdos, que
constituyen su fundamento jurídico internacional.
20. EL EQUILIBRIO EUROPEO
La política de Equilibrio, por tener su origen en Europa, se conoce como Equilibrio Europeo, pero con el
advenimiento del Japón y los Estados Unidos al rango de grandes potencias, el equilibrio se hizo mundial.
La existencia e independencia de los Estados exigen que ninguna potencia se desarrolle fuera de toda proporción
con las demás, por cuanto es de suponer que desde el momento en que le sea posible cumplir sus propios intereses,
lo que tratará de apreciar por sí misma. Es necesario, por lo tanto, que oponiendo la fuerza a la fuerza se impida
semejante poder de extensión; es necesario detenerla en su camino, prevenirla, comprimirla, mediante una
oposición vigorosa o por medio del temor de encontrar, tarde o temprano, una resistencia de la cual no podrá
triunfar. Este resultado solo puede obtenerse por la acción combinada de las fuerzas de los demás Estados que
sirvan de contrapeso a la fuerza que amenaza.
No se trata de realizar una igualdad perfecta, sino de impedir la preponderancia de los Estados fuertes combinando
los esfuerzos de los débiles. La política de equilibrio no solo tiende a impedir la extensión desmesurada de las
potencias más grandes sino también el debilitamiento excesivo de las naciones pequeñas, susceptibles de servirles
de contrapeso.
21. LA ESCUELA ESPAÑOLA DE DERECHO INTERNACIONAL

22. HUGO GROCIO


El más destacado de los autores clásicos es el holandés Hugo Grocio (1538-1645). Jurista, filosofo, poeta, teólogo e
historiador, Grocio publico en 1625 su libre De jure belli ac pacis (El derecho de la guerra y de la paz) en que se
presenta la primera exposición de conjunto sobre las reglas que debía regir las relaciones mutuas de las nuevas
sociedades políticas. Grocio pone énfasis en las reglas relativas a la guerra, y en su libro nos explica la razón:
“He visto prevalecer a través del mundo cristiano tal licencia en el modo de hacer la guerra que aun las naciones
bárbaras se avergonzarían; los hombres recurren a las armas por razones triviales o por ninguna razón, y una vez
que han tomado las armas no hay respeto por las leyes divinas o humanas, exactamente como si un simple edicto
hubiera liberado una locura que lleva a los hombres a cometer toda clase de crímenes”

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
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En contraste con esta anarquía, Grocio proclamó que los Estados deberían considerarse miembros de una gran
sociedad y unidos por la supremacía universal de la justicia. Las relaciones entre los pueblos –explica- están
sometidas tanto al derecho natural, derivado de la naturaleza racional y social del hombre, como al jus gentium,
derecho voluntario basado en el consentimiento.
Grocio rechazó la idea de que los Estados tuvieran un derecho ilimitado a hacer la guerra y distinguió entre guerras
justas (permitidas) y guerras injustas (prohibidas). Trató también de formular las consecuencias de esta distinción.
Siguiendo un criterio que ha llegado a imponerse, sostuvo que toda guerra, sea justa o injusta, los beligerantes
deben acatar ciertas reglas destinadas a humanizar las hostilidades.
También publicó Grocio, en 1609, siendo un joven abogado de la Compañía de las Indias Orientales Holandesas,
un folleto titulado Mare Liberum (Mar Libre), en que proclama el principio de la libertad de los mares.

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 5
1. EDAD CONTEMPORANEA
La edad contemporánea esta marcada por dos aspectos principalmente: la tendencia hacia la universalización de la
civilización occidental, por lo general, impuesta a partir de su supremacía tecnológica y material y de la proyección
de su modelo de sociedad, que le ha llevado a desarrollar una relaciones desiguales con otras civilizaciones; y en
segundo lugar, la presencia de otras civilizaciones, cuyas actitudes varían según el caso y los diferentes momentos
históricos frente a la tendencia uniformadora de Occidente y reivindicadoras de su propia identidad, sin cuya
consideración difícilmente podría comprenderse el mundo contemporáneo.
2. LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789-1799)
Con la reunión en mayo de 1789 de los Estados Generales, se abre en Francia un periodo revolucionario, inspirado
en las corrientes ideológicas de la ilustración. La Revolución Francesa inauguró una nueva era de desarrollo
jurídico en Francia, así como en los países que cayeron bajo la influencia francesa. Las ideas de la ilustración
relativas a la igualdad universal, a los derechos del hombre y al contrato social como fundamento jurídico del poder
del Estado originaron la teoría de la soberanía del pueblo, según la cual la soberanía, esto es, la ilimitada capacidad
de obrar jurídico-política e internacional, no corresponde a un soberano o a una aristocracia, como clase dirigente
dotada de privilegios políticos, sino a la población del Estado como conjunto. De la soberanía del monarca absoluto
se pasó a la soberanía popular.
Los principios proclamados por la Revolución Francesa ejercieron una influencia saludable sobre el
desenvolvimiento del Derecho Internacional. Con el triunfo de la soberanía del pueblo, cesó la confusión entre los
intereses de la dinastía y los intereses de la nación. El monarca se vio obligado a consultar la opinión pública en las
grandes cuestiones internacionales. Un soplo de libertad y de emancipación se propago por el mundo. El derecho a
la revolución, precursado por la Revolución aporto para la emancipación de los pueblos de América. Hubo un
momento en que se tuvo la ilusión de que la solidaridad y la fraternidad reinarían para siempre entre los pueblos.
Desgraciadamente, los ideales de la Revolución se desvanecieron en contacto con la realidad y, después de una
lucha épica, los monarcas volvieron a manejar la guerra y la paz.
3. EL CONGRESO DE VIENA
Los 20 años de revoluciones internas y guerras exteriores, con su secuela de injusticias y violencias, no habían
hecho más que fortalecer el anhelo de un restablecimiento del orden jurídico internacional. Cuanto más triunfaba la
fuerza sobre el derecho, tanto mas se fortalecía la creencia en la necesidad y dignidad del derecho en la vida de los
pueblos. Una vez concluidas las Guerras Napoleónicas con la abdicación de Napoleón I Bonaparte, la ansia de una
ordenación jurídica internacional cobro redoblado vigor. Renació entonces el antiguo derecho internacional, que
había de servir de barrera contra cualquier nuevo abuso de la fuerza.
El Congreso de Viena fue precedido por una serie de convenios entre los aliados. Se consideraba como el principal
objetivo el restablecimiento del antiguo orden jurídico internacional bajo el signo de la “legitimidad” y del
“equilibrio”. Con esos principios directivos habían de armonizarse los legítimos “intereses” de cada una de las
potencias.
En Congreso de Viena se reunió desde setiembre de 1814 hasta junio de 1815. Fue una brillante reunión de los más
poderosos monarcas y de los diplomáticos más importantes. Estuvieron presentes en él Francisco I de Austria, en
zar Alejandro I de Rusia, el rey Federico Guillermo III de Prusia, y Matternich entre otros.
En el acta final del Congreso, se adoptó un reglamento sobre la clasificación de agentes diplomáticos,
estableciendo 4 categorías: 1) embajadores; 2) enviados y ministros plenipotenciarios; 3) ministros residentes; 4)
encargados de negocios. La categoría de embajador se reservó sólo para los representantes de las 5 grandes
potencias (Austria, Rusia, Inglaterra, Francia y Prusia), así como para el representante del Papa.
El principio de la libre navegación de los ríos, proclamado por el Congreso, marcó un progreso en el derecho
internacional fluvial. La Declaración del Congreso de Viena no agotó la discusión en cuanto a la libertad de los ríos
internacionales. La libre navegación fue estipulada entre las partes signatarias del Acta Final para los ríos Rhin,
Necker, Mein, Mosela, Mouse y Esclada, pero sin decir si este principio se aplicaría a todo otro río internacional a
falta de tratado, como expresión del derecho natural.
El Congreso de Viena reconoció la neutralidad perpetua, al garantizar la neutralidad perpetua de Suiza. El
Congreso hizo, además una Declaración contra el tráfico de negros.
La nueva configuración política y la suma de regulaciones jurídico-internacionales producto de las deliberaciones
del Congreso de Viena, probaron en el futuro una asombrosa vitalidad, que ningún contemporáneo había previsto.
Sólo el futuro puso de manifiesto toda la importancia del Congreso de Viena. La nueva distribución de fuerzas y el
nuevo orden jurídico internacional se mantuvieron y probaron eficacia durante más de un siglo.
4. LA SANTA ALIANZA
El 26 de setiembre de 1815, Francisco I de Austria, Federico Guillermo III de Prusia y el zar Alejandro I de Rusia,
firmaron personalmente el pacto de la Santa Alianza por el cual dieron a conocer “su inquebrantable determinación
de seguir como normas de conducta, -tanto en la administración de sus respectivos Estados como en sus relaciones
políticas con los demás Gobiernos-, únicamente los preceptos de la santa religión, de la justicia, de la caridad y de

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la paz”. Se prestarían uno a otro en todo momento y en cualquier ocasión ayuda o socorro “de acuerdo con las
palabras de las sagradas Escrituras” y considerarse a si mismos “como miembros de una misma Nación cristiana”
Esta alianza mística se transformó en alianza política por Tratado de 20 de noviembre del mismo año, al que se
adhirieron Gran Bretaña y Francia, formando la Pentarquía.
Como hecho real, la actuación principal llevada a cabo bajo los auspicios de la Santa Alianza fue la intervención de
tropas francesas en la revolución española para restablecer el absolutismo con Fernando VII (Cien mil hijos de San
Luis) y también habían discutido intervenir en las colonias españolas con el propósito de restablecer en ellas la
soberanía del Rey de España, pero Monroe, presidente de EE.UU. declaró su firme oposición y creó así la Doctrina
Monroe.
Las potencias aliadas proclamaron su intención de respetar el Derecho de Gentes y suponía un deseo de
organización internacional, pero en la práctica sólo se esforzaron por invocar el derecho de intervención para
mantener el statu quo territorial fijado por el Congreso de Viena, al mismo tiempo que defendieron a las
monarquías contra el espíritu revolucionario de los pueblos. Muchas sublevaciones democráticas y nacionalistas
que ocurrieron a mediados del siglo XIX fueron sofocadas en nombre de la Santa Alianza.
5. LAS CONFERENCIAS DE PAZ DE LA HAYA (1899-1907)
A. Primera Conferencia de la Paz en la Haya 1899
Fue convocada por el Zar Nicolás II de Rusia, tuvo por objeto reducir los armamentos y reglamentar la guerra, los
buenos oficios, la mediación, y el arbitraje. Tomaron parte en ella 20 Estados europeos, 2 americanos (EE.UU. y
México) y 5 países asiáticos (China, Japón, Persia, Corea y Siam hoy Tailandia). El Acta Final de esta conferencia
firmada el 19 de julio de 1899 comprende 6 Votos, 2 Declaraciones y 3 Convenciones.
Los delegados de la Conferencia firmaron tres convenciones oficiales o tratados. La primera y más importante,
llamada Convención para la Solución Pacífica de los Conflictos Internacionales, establecía la creación de un
mecanismo permanente, de carácter facultativo, para la resolución pacífica de los conflictos internacionales. Esta
propuesta se materializó en el Tribunal Permanente de Arbitraje, conocido popularmente como el Tribunal de la
Haya. Las convenciones segunda y tercera modificaban algunas de las prácticas y leyes de guerra para evitar
sufrimientos innecesarios a las partes implicadas durante los combates, ya se tratara de población militar, civil, o de
países neutrales. Estas dos convenciones se complementaron con tres declaraciones, que permanecieron en vigor
durante cinco años, en las que se prohibía lo siguiente: el empleo de gases tóxicos, la utilización de balas
explosivas (dun-dun) y los bombardeos aéreos.
Pese a que en la Conferencia no llegó a acordarse una reducción de armamento ni la obligatoriedad de recurrir al
arbitraje en las disputas entre naciones —las grandes potencias se negaron a aceptar esta última propuesta
aduciendo que atentaba contra su soberanía nacional—, este encuentro fue uno de los congresos internacionales
más importantes de la edad contemporánea por ser la primera reunión multilateral que trataba asuntos generales
desde el Congreso de Viena finalizado en 1815. Asimismo, sentó las bases de lo que a partir de 1920 sería la
Sociedad de Naciones, el organismo precursor de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
B. Segunda Conferencia de la Paz en la Haya 1907
Se reunió en 1907 con asistencia de delegados de 44 Estados, entre ellos las Republicas de América Latina. Lo
mismo que la primera Conferencia, la Santa Sede no fue invitada. En esta Asamblea mundial se firmaron 4 Votos,
2 Declaraciones, 1 Resolución, 1 Recomendación y 13 Convenciones.
La idea de celebrar una segunda reunión, bajo la denominación de Conferencia Internacional de Paz, fue propuesta
inicialmente por el secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de Estados Unidos, John Milton Hay, en
1904, y fue convocada tres años después a petición directa del gobierno ruso. La reunión se desarrolló en La Haya
desde el 15 de junio hasta el 18 de octubre de 1907.
Las 13 convenciones trataban principalmente sobre la clarificación y ampliación de los términos establecidos en la
primera Conferencia. Más concretamente, se estipularon nuevos principios relacionados con distintos aspectos de
la guerra, por ejemplo, los derechos y deberes de los países neutrales, el bombardeo naval, la colocación de minas
submarinas de contacto automático y las condiciones en virtud de las cuales los navíos mercantes podían pasar a
ser barcos de guerra.
6. LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)
Después de la primera guerra europea el Derecho Internacional entró en una nueva etapa, en la que predominó la
condenación de las guerras agresivas, completadas con Pactos de seguridad colectiva. La cooperación económica
tropezó con excesos del nacionalismo que mantuvo altas barreras aduaneras y rigurosos controles de cambio y de
giros al exterior. Se ha dado personería internacional a los Dominios y colonias que antes carecían de este atributo.
Se ha realzado la posición internacional del Papado. Se ha creado una agrupación universal de Estados antes en la
Sociedad de Naciones y hoy en las Naciones Unidas. Se ha otorgado cierta personaría política a la Unión
Panamericana. El comercio, las finanzas, la higiene, el trabajo, se han internacionalizado ampliando el campo de
aplicación del Derecho de Gentes.
7. LA PAZ DE VERSALLES (1919)

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El 28 de junio de 1919 fue firmado el Tratado de Versalles, entre Alemania, como país vencido, y los aliados como
los países vencedores. En este Tratado se redujo el territorio de Alemania y se le impuso severas restricciones
bélicas además de condenarlo a pagar a los aliados los daños y perjuicios de la guerra. Además, disponía el juicio
del Kaiser Guillermo II “por la ofensa suprema contra la moral internacional de los tratados” y el castigo de los
“responsables de la guerra” por un tribunal compuesto de 5 Estados.
La primera sección del Tratado recogía el Pacto de la Sociedad de Naciones, cuyo objetivo era garantizar el
cumplimiento de los términos de varios convenios acordados después de la I Guerra Mundial con el fin de lograr
una paz duradera. Estados Unidos no lo ratificó, pero firmó con Alemania por separado el 2 de julio de 1921 el
Tratado de Berlín.
El Tratado de Versalles, comprensible desde el punto de vista aliado, no aseguró una paz duradera. Alemania ni fue
aplastada por completo ni fue reintegrada en la comunidad internacional. En su lugar, al aceptar el Tratado, el
nuevo gobierno quedó desacreditado ante sus ciudadanos, lo que paralizó sus oportunidades de éxito y dio lugar a
la aparición de numerosos grupos nacionalistas que demandaban la revisión del mismo, y que servirían de soporte
para el ascenso al poder en la década de 1930 del nacionalsocialismo.
8. LIGA DE NACIONES
El Tratado de Paz de Versalles con Alemania y los siguientes tratados de Paz el de San German con Austria y el de
Trianon con Hungría, tuvieron diversas consecuencias en el ámbito del Derecho Internacional. Así en el campo
político la consecuencia mas importante fue la creación de la Sociedad de las Naciones, que surgió en la ideología
anglosajona y sobre todo en la americana a través del entonces presidente de los EE.UU. Wilson. A la Sociedad de
las Naciones le fueron confiadas obligaciones específicas relativas a la ejecución de los Tratados de Paz, y además
tenia la misión de realizar la “seguridad y la paz internacionales”, es decir que debían mantener el statu quo,
establecido en los Tratados de Paz.
Sin embargo, en la realidad este organismo supranacional no logró la suficiente autoridad como para evitar el
quebrantamiento de la paz ni para imponer a sus miembros las resoluciones que adoptaba, tal como quedó
demostrado en los casos de la invasión de Manchuria por parte de Japón en 1931, y en la guerra del Chaco,
ocurrida entre 1932-1935. Políticamente se declaró su muerte con el estallido de la Segunda Guerra Mundial.
A pesar de su fracaso en el ámbito político esta entidad internacional fue de suma importancia en el desarrollo
histórico del Derecho Internacional Público, ya que constituye el primer ensayo hacia la organización de la
comunidad internacional de Estados.
9. LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945)
Ha demostrado la impotencia de la Sociedad de Naciones y de los demás instrumentos de sociedad colectiva, ante
la decidida agresión de las potencias “totalitarias” que no respetaron la soberanía e integridad de las naciones
neutrales, y cometen violaciones a las leyes de la guerra. El Derecho Internacional quedó momentáneamente
eclipsado pero la conciencia jurídica del mundo condenó a los agresores.
Durante la segunda guerra mundial de 1939-1945, sufrió una variante el concepto de la neutralidad, al admitirse
como legítima la condición de no-beligerante de una sola de las Partes en guerra.
10. LA CONFERENCIA DE YALTA
Reunión celebrada durante la II Guerra Mundial en el palacio de Livadiya, y que tuvo lugar desde el 4 hasta el 11
de febrero de 1945. A ella asistieron el presidente de Estados Unidos, Roosevelt, el primer ministro británico,
Churchill, y Stalin. Marcó el momento de mayor coordinación militar entre los aliados después de que hubiera
tenido lugar una reunión en Teherán 14 meses antes. En ella se reelaboró la estrategia militar aliada y se trataron
diversos asuntos políticos referentes al futuro de las relaciones internacionales una vez que finalizara la contienda.
El 11 de febrero, los participantes en la Conferencia emitieron la Declaración de Yalta, en la que expresaron su
propósito de "destruir el militarismo alemán y el nacionalsocialismo, y asegurar que Alemania no pueda perturbar
la paz del mundo jamás", además de "someter a todos los criminales de guerra a la justicia para un rápido castigo y
una exacta reparación de las destrucciones provocadas por los alemanes". Se aprobó la decisión de dividir
Alemania en zonas de ocupación que serían administradas a través de una comisión de control central, con sede en
Berlín, y se acordó invitar a Francia a hacerse cargo de la administración de una zona de ocupación y participar en
la comisión de control. Se decidió crear una comisión de reparaciones de guerra que operaría en Moscú. Asimismo,
se comunicó que en el mes de abril tendría lugar en la ciudad estadounidense de San Francisco una conferencia
para la fundación de la Organización de las Naciones Unidas.
Con respecto al establecimiento del orden futuro de la Europa liberada, la declaración señalaba que los países
signatarios deseaban ayudar a los antiguos estados vinculados por medio de políticas colaboracionistas a las
potencias del Eje a formar gobiernos provisionales interinos mediante la celebración de elecciones libres. Se
confirmó que la URSS conservaría la zona oriental de Polonia y los integrantes de la reunión reconocieron que, a
modo de compensación, Polonia recibiría importantes concesiones territoriales en el norte y el oeste, a expensas de
Alemania.
Los objetivos de esta reunión, tendentes a la consecución de la coexistencia pacífica una vez que finalizara la
guerra mediante el reparto de esferas de influencia, no lograron hacerse efectivos cuando esa misma división

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originó la Guerra fría, en parte motivada por la formación de bloques a que condujeron los principios sancionados
en Yalta.
11. EL DERECHO INTERNACIONAL A PARTIR DE LA SEGUNDA GUERRA MANDIAL
El fin de la II Guerra Mundial trajo consigo un cambio espectacular en las relaciones internacionales. La guerra
debilitó profundamente la posición dominante de potencias como Alemania, Japón, Gran Bretaña o Francia. A
medida que estos países dejaron de ser potencias económicas, políticas y militares, dos nuevas superpotencias,
Estados Unidos y la Unión Soviética, ocuparon su puesto. Las políticas de estas dos superpotencias dominaron las
relaciones internacionales y el equilibrio de poder mundial de los siguientes 45 años.
Los líderes de Estados Unidos y la Unión Soviética se aliaron en 1941 para derrotar a sus enemigos comunes. En
último término, fueron los recursos materiales y militares de estas dos naciones los que pusieron fin a la guerra. Sin
embargo esta alianza bélica, que siempre fue un “matrimonio de conveniencia”, se vino abajo poco después de
1945 debido a sus objetivos políticos contrapuestos y a sus profundas divergencias ideológicas. Para 1947 ambas
partes se encontraban enfrentadas en los que los observadores políticos llamaron una “guerra fría”. Privada de una
confrontación militar directa, la Guerra fría se extendió pronto más allá de Europa y asumió un carácter de
rivalidad global ideológica y geopolítica que duró hasta el colapso de la Unión Soviética en 1991.
La Guerra fría no fue sólo una rivalidad entre superpotencias. En su centro estaba el conflicto entre dos sistemas
políticos, económicos e ideológicos distintos. Este combate entre el capitalismo y la democracia contra el
socialismo y el partido único se manifestó en la división del mundo en alianzas militares y bloques políticos. La
división llevó a una carrera armamentística sin precedentes que amenazó el planeta con la aniquilación nuclear. La
Guerra fría provocó también crisis diplomáticas y guerras entre aliados de la Unión Soviética y Estados Unidos en
Corea, Vietnam, Afganistán y otros países. Es más, la confrontación entre las superpotencias ejerció su influjo en
las relaciones internacionales, las instituciones políticas y los sistemas económicos de sociedades de todos los
rincones del planeta.
Muchas naciones, especialmente aquellas recientemente emancipadas de la administración colonial, trataron de
evitar convertirse en peones durante la Guerra fría declarando políticas de no-alineamiento. No obstante, la Unión
Soviética y Estados Unidos utilizaron estrategias militares y económicas para ganarse lo que el presidente
estadounidense John F. Kennedy definió como “los corazones y las mentes de los pueblos subdesarrollados y no
alineados del mundo”. Ambas partes apoyaron a menudo dictaduras brutales que protegían sus intereses
geopolíticos. A medida que se desarrollaba la Guerra fría durante la década de 1960, la descolonización se
intensificó.
Al igual que la Guerra fría, la descolonización (es decir, la pérdida de posesiones coloniales) dio a luz grandes
cambios en la política mundial. La II Guerra Mundial preparó el escenario para un rápido colapso de los imperios
europeos y japonés. En vísperas de la II Guerra Mundial, los países europeos, con la notable excepción de España,
todavía controlaban bajo distintas denominaciones inmensos territorios en Asia, África y el Pacífico. En 1941, el
primer ministro británico Winston Churchill podía proclamar confiadamente: “No he sido nombrado primer
ministro de Su Majestad para presidir la liquidación del Imperio Británico”. El optimismo de Churchill era
injustificado.
Las victorias alemanas y japonesas en Europa y Asia habían dado un golpe devastador al poder militar de las
potencias coloniales europeas y hecho añicos su aura de invencibilidad. A medida que crecían los movimientos
nacionalistas en las colonias y protectorados, la opinión pública en la metrópoli comenzó a ver en los imperios
ultramarinos engorrosas cargas. La administración imperial aparecía como un lastre financiero poco atractivo a
medida que la prolongación de la guerra estrangulaba la economía de las potencias coloniales. Comenzando en
1945, la descolonización se aceleró rápidamente. A medida que el imperialismo europeo sucumbía nacieron más de
90 naciones independientes y unos 800 millones de personas se hicieron responsables de sus propios destinos.
Para los años 90 el proceso de descolonización había terminado prácticamente. Los imperios europeos se han
extinguido o se reducen a reclamaciones sobre pequeñas y dispersas posesiones. Igualmente, el resurgir de la
democracia en Europa del Este, el colapso de la Unión Soviética y la reunificación de Alemania han sellado el fin
de la Guerra fría. La II Guerra Mundial hizo surgir la descolonización y la Guerra fría y entre ambas forjaron los
perfiles del mundo de la posguerra. Aunque parecen haber terminado, no está claro qué ocupara su lugar. Mientras
tanto, los avances científicos y tecnológicos continúan haciendo prosperar la economía mundial. El conflicto árabe-
israelí no ha sido definitivamente resuelto. Y tanto la autoridad de la ONU como el Derecho internacional son
desafiados y reafirmados continuamente. De qué manera estas consecuencias de la II Guerra Mundial seguirán
marcando nuestro futuro en los siglos venideros está por ver, pero comprender la guerra nos ayuda a comprender el
futuro a medida que se desvela.

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BOLILLA 6
1. INFLUENCIA DE AMERICA LATINA EN LA EVOLUCION DE DERECHO INTERNACIONAL
PUBLICO
Grande ha sido la influencia que este continente ejerció sobre la evolución del Derecho Internacional Publico.
Gracias a la iniciativa y a la intervención americana se deben formulas y reglas importantes por las cuales esta
regido actualmente el comercio de las naciones. Todas las Republicas americanas han contribuido a esos
progresos, pues si los Estados Unidos de América fueron los campeones de los derechos de los neutrales y de la
inviolabilidad de la propiedad privada, los Estados latinoamericanos propulsaron el arbitraje obligatorio,
defendieron la igualdad jurídica de los Estados soberanos, lucharon contra las intervenciones, contribuyeron a
la codificación del Derecho Internacional y colaboraron en la pacificación del mundo.
A. INFLUENCIA DEL DESCUBRIMIENTO Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA
El descubrimiento de América y su conquista y colonización, cambiaron los destinos de la humanidad en el
orden político, jurídico y económico. El campo de acción del Derecho Internacional se extendió
geográficamente, transformando también algunos de sus principios.
- Ocupación: Con el descubrimiento, empezó a agitarse la cuestión de la ocupación como medio de adquirir
la soberanía territorial y, desechando como titulo el mero descubrimiento, se empezó a exigir una ocupación
efectiva. Hasta es momento bastaba la conquista o el mero descubrimiento autorizado o sancionado por el
Papado. Un ejemplo es la Bula del Papa Alejandro VI de 1493, que concedió a los reyes españoles todo lo
descubierto o por descubrir por una línea imaginaria que pasaba 100 leguas de las islas azores y Cabo
Verde. Esta concesión fue objetada por Portugal y Gran Bretaña. Con el Tratado de Tordesillas de 1494,
España y Portugal trazaron una nueva línea divisoria que partía del Cabo Verde en dirección al Oeste y de
un largo de 370 leguas. Por su parte, Inglaterra considero que la Bula de Alejandro VI no constituya titulo
suficiente y, cuando en 1530 el embajador español Mendoza vino a reclamar ante la reina Isabel contra el
ataque de la flota Drake, la reina le manifestó que Inglaterra no podía reconocer las donaciones del Papa y
que, para ser legitima, toda ocupación debe ser efectiva. Esta condición de efectividad fue muy discutida en
su tiempo.
- Esclavitud: la conquista y colonización del Continente americano hicieron revivir la esclavitud, marcando
así un retroceso en la condición internacional de la persona humana. El tráfico de negros tomó gran
incremento, disputándose el monopolio de este comercio varias potencias marítimas. Pero los abusos de los
traficantes despertaron los sentimientos piadosos de la humanidad, y la reacción no tardó en producirse,
aunque hubo que luchar contra los intereses creados. La defensa de los aborígenes americanos influyo en
las teorías humanitarias de los teólogos españoles sobre guerras contra infieles. En el siglo 19 finalmente se
abolió la esclavitud. Fueron naciones americanas quienes dieron los primeros ejemplos: Venezuela (1810) y
las Provincias Unidas del Rió de la Plata en 1813, es decir antes que el Congreso de Viena de 1815 hubiera
adoptado su famoso voto. Sin embargo, en EE.UU., en Brasil y en algunos otros países americanos, la
esclavitud subsistió muchos años después.
- Libertad de los mares: El descubrimiento de América puso también en tela de juicio la libertad de los
mares. En los siglos anteriores, varios Estados ejercieron el monopolio de sus mares adyacentes: Venecia en
el Adriático, Génova en la Liguria, los normandos en los mares del Norte. Con los descubrimientos
ultramarinos, Portugal se adueñó del mar Indico, España del Atlántico, Inglaterra del Canal de la Mancha y
del Atlántico comprendido entre las islas británicas y las costas de América del Norte. Tal monopolio,
tolerado para mares adyacentes, provocó resistencias cuando se aplicó a grandes rutas marinas. El español
Vázquez Menchaca y el holandés Grocio atacaron el monopolio y lo defendieron el ingles Selden y el
portugués Freitas. Hubo así polémicas doctrinarias y discusiones diplomáticas, que dieron por resultado
final la libertad de los océanos.
- Política Colonial: Las tierras americanas dieron lugar a una intensa política colonial entre España e
Inglaterra, entre España y Portugal, entre Francia e Inglaterra. Las colonias americanas pesaron en la
balanza del equilibrio europeo. Para mantenerlo, Francia y España fomentaron la rebelión de las colonias
inglesas; mas tarde, Inglaterra alentó a los patriotas hispanoamericanos.
B. INFLUENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
El aporte de los Estados Unidos a los progresos del Derecho Internacional, fue considerable; ellos preconizaron el
Arbitraje, perfeccionaron las Comisiones Internacionales de investigación, mitigaron los horrores de la guerra en el
Tratado con Prusia de 1785 y en el Código de Liebre de 1863; defendieron en 1856 y 1907 la inviolabilidad de la
propiedad privada en la guerra marítima. En 1823, con la doctrina de Monroe, abogaron por la no-intervención y la
no colonización europea en América. Propiciaron la reducción de los armamentos y la creación de tribunales de
justicia internacional; participaron en la preparación del Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919, y en el Pacto
Briand-Kellogg de 1928; y, en general, se caracterizaron por sus sentimientos humanitarios en el orden
internacional.
C. CONTRIBUCIÓN DE LA AMERICA LATINA

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Si grandes son los servicios prestados al Derecho Internacional por los Estados Unidos, no menos importante es la
contribución aportada por la América latina al progreso de esta rama del derecho público. Aunque, con excepción
de México, las naciones hispano-americanas no fueron invitadas a la Primera Conferencia de La Haya, este error
fue subsanado en la segunda Conferencia, donde sus delegados actuaron con brillo y eficacia. Se caracterizaron por
sus sentimientos humanitarios y el amor a la paz. Hoy colaboran en la sociedad de las naciones, además son
liberales para con los extranjeros y dignifican a la persona humana por el solo hecho de pisar suelo americano.
Cuando Jefferson dijo “América dacha lecciones a Europa”, tuvo una visión profética de que eso sucedería en los
Estados Unidos y otras republicas del continente.
- Arbitraje general obligatorio: Las republicas latino-americanas fueron precursoras del arbitraje general
obligatorio. El arbitraje fue conocido en la antigüedad y se practico en la Edad Media y en los tiempos
modernos. Europa ha recurrido a este medio pacifico en varias ocasiones, pero la idea de estipular de
antemano que se someterán al arbitraje todos o la mayor parte de los conflictos que se susciten, es de origen
latino-americano. Ej. En el Congreso de Panamá, donde Colombia, Perú, México, y América Central
prometieron someter a una Asamblea de Plenipotenciarios todos los conflictos que se suscitaren entre ellos,
con la obligación de respetar el fallo o el Tratado General de Arbitraje de 29 de enero de 1902. El sistema
latino-americano de los Tratados Generales de Arbitraje, solo empezó a practicarse en Europa a principios
del siglo XX.
- Corte Internacional de Justicia: En 1907 la América Central dio un ejemplo de Corte Internacional de
Justicia, a la que las cinco republicas se comprometieron a someter las diferencias de cualquier clase que se
suscitaren entre ellas, a falta de solución diplomática. Todas las naciones repudiaron la paz armada. Chile y
Argentina acordaron en 1902 la reducción y equivalencia de los armamentos navales.
- Igualdad de los Estados soberanos: La América Latina ha defendido con ahínco el principio de la igualdad
de los estados soberanos, sin distinguir entre grandes y pequeñas potencias. Más de una vez, las naciones de
este Continente protestaron cuando los Estados europeos pretendieron aplicarles un tratamiento distinto al
que se aplicaban entre sí. Brasil y Argentina defendieron en la Haya y en Ginebra la igualdad de los
estados.
- Deudas Públicas: Otro progreso importante lo constituye en principio argentino de que el cobro de deudas
públicas no puede dar lugar a una intervención armada, ni menos a una ocupación del suelo americano. En
efecto, las potencias europeas han intervenido varias veces para proteger a sus súbditos portadores de bonos
o fondos públicos de otras naciones, pero solamente obraron así contra países débiles, como Túnez,
Venezuela, Grecia, Turquía. También proclamaron la ilegitimidad del cobro compulsivo de deudas
públicas.
- Extranjeros perjudicados en guerra civil: En sus relaciones mutuas, las grandes potencias se resisten a
reconocer la obligación de indemnizar a los extranjeros perjudicados en una guerra civil, pues sólo admiten
que hay un deber moral de prestarles socorro. Rusia y Austria se negaron a atender en 1850 la reclamación
británica de indemnizar a los ingleses perjudicados en Nápoles y los EE.UU. declinaron su responsabilidad
por los daños causados a los extranjeros durante la guerra de Secesión. Sin embargo, en igualdad de
circunstancias, las demás republicas americanas se vieron asediadas por reclamaciones de potencias
europeas y obligados a pagar indemnizaciones muchas veces fuera de proporción con los daños realmente
sufridos. Para precaverse contra estos abusos, algunas naciones americanas han incorporado los principios
de no- responsabilidad y no intervención en los tratados que celebraron con potencias europeas y la
igualdad civil entre el nacional y el extranjero.
- Codificación: Otro servicio prestado por América latina fue su contribución a la codificación del Derecho
Internacional Publico y Privado en que está empeñada la humanidad.
- Extradición: salvo excepción, las republicas latinoamericanas no han profesado el principio que excluye de
la extradición a los propios ciudadanos. Para la gran mayoría de ellas, la cooperación internacional en
materia penal es un deber más fuerte que la protección al nacional.
- Asilo Diplomático: Otra reglamentación de origen hisponamericano es la relativa al asilo diplomático.
Mientras autores europeos discuten si hay o no derecho de asilo, el Congreso de Montevideo de 1889
reconoció el asilo en legaciones y buques de guerra y reglamentó su ejercicio. La reglamentación no rige
naturalmente sino entre los estados que ratificaron en tratado (argentina, Bolivia, Perú, Paraguay y
Uruguay), pero sus principios tienden a generalizarse, porque responden a sentimientos humanitarios
generales
- Propiedad privada: al igual de los Estados Unidos, las naciones de América del Sur fueron en todo tiempo
defensoras de la inviolabilidad de la propiedad privada durante la guerra. Esta regla la han incorporado en
sus tratados mutuos y en los que celebraron con potencias europeas.

2. FORMACION DE LOS ESTADOS AMERICANOS

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La emancipación de las colonias inglesas, españolas y portuguesas incorporó un mundo nuevo a la comunidad
internacional y la enriqueció con principios nuevos y más humanitarios. El movimiento emancipador iniciado con
la proclamación de la independencia de los Estados Unidos en 1776, ha recorrido el Continente con una fuerza
irresistible. Esta emancipación de de la republicas americanas ensanchó una comunidad internacional
incorporándole un mundo nuevo (agregándose nuevos sujetos de derecho), y al ampliar la esfera de acción del
Derecho de Gentes, lo enriqueció con algunos principios nuevos y concepciones mas humanitarias.
3. SIMON BOLIVAR
(1783-1830), militar y político sudamericano de origen venezolano, presidente de Venezuela (1819), presidente y
creador de la República de la Gran Colombia (1819-1830) y dictador de Perú (1824-1826), se convirtió desde 1813
en el máximo conductor de la revolución que culminó con la emancipación de Sudamérica frente al poder colonial
español, por lo que es conocido como el Libertador.
Tenia la idea de construir una Gran Confederación del continente americano fue planteada por Simón Bolívar. En
una comunicación al director de las Provincias Unidas del Rió de la Plata, don Puerreydón, le decía con fecha 12
de junio de 1817: “Una sola debe ser la patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta
unidad. Cuando circunstancias mas favorables nos permitan, nosotros nos apresuraremos con el mas vivo interés de
entablar por nuestra parte el pacto americano, que formado de todas nuestras republicas un cuerpo político,
presente la América al mundo con un aspecto de majestad y grandeza sin ejemplo en las naciones antiguas. La
América así unida, si el cielo nos concede este deseado voto, podrá llamarse la reina de las naciones y la madre de
las republicas”. Ya en 1826 convoco una reunión de las republicas recién creadas con la idea de unir todo
Sudamérica.
4. CONGRESO DE PANAMA (1826)
Congreso de Panamá, asamblea convocada por Simón Bolívar en la ciudad de Panamá, para crear una federación
de países hispanoamericanos independientes. Se desarrolló entre el 22 de junio y el 15 de julio de 1826 y contó con
la participación de la Gran Colombia, México, Perú, Bolivia y Guatemala. Enviaron observadores Gran Bretaña y
los Países Bajos, pero no acudió Estados Unidos, que había sido invitado (este había acordado llevar dos
plenipotenciarios pero uno falleció antes de llegar a Panamá y el otro llegó tarde) ni Buenos Aires, que iba a enviar
al ministro de relaciones exteriores Manuel José García pero este no pudo hacerse cargo de la misión por las
complicaciones diplomáticas con el Brasil.
El 15 de julio se aprobaron los siguientes convenios: “Tratado de Unión, Liga y Confederación”, una “Convención
de Contingentes de Ejercito y Marina”, y un “Convenio sobre la traslación de la asamblea”. Se acordó un tratado
perpetuo de unión y confederación, es decir una alianza defensiva y ofensiva destina a sostener la soberanía e
independencia de todas las naciones contra dominación extranjera o ataque con la creación de un Ejército
interamericano y una Marina confederada para la defensa común y la renovación bianual del Congreso, al que se
podrían sumar otros países. Debido a las rivalidades entre los distintos países y a la oposición de Estados Unidos,
que no deseaba la formación de un sistema de estados federados en América del Sur (no querían alterar su política
neutral ni firmar alianza de ninguna clase), de las cuatro republicas que concurrieron al congreso, solamente fue
ratificados por la Gran Colombia en Tratado de Unión, Liga y Confederación, que no tuvo consecuencias efectivas;
las demás Convenciones no fueron ratificadas. Sin embargo, el sistema ideado por el Congreso de Panamá con su
Asamblea de Plenipotenciarios, la conciliación obligatoria, el respeto de la integridad territorial, la sanción contra
los infractores y la fuerza efectiva común, puede considerarse como un ensayo precursor de la Sociedad de
Naciones, y aun mejor porque esta institución carece de policía propia. Logró reunirse en una segunda ocasión, a
convocatoria de México, muy pocos años después
5. LAS CONFERENCIAS PANAMERICANAS
o 1ra Conferencia Panamericana (Washington, 1889-1890):
Hasta el año 1880, EE.UU. siguió con su política de aislamiento con las republicas latinoamericanas. Fuera de la
tentativa de hacerse representar en el Congreso de Panamá, no participaron en los esfuerzos de las demás naciones
de América para establecer una comunidad internacional. Contra esta política reacciono secretario de Estado
estadounidense James G. Blaine, quien, en 1881 tomo la iniciativa de convocar un congreso de las tres Américas,
con el objeto de “considerar y discutir los medios de prevenir la guerra entre las naciones de América”.Este
propósito inicial se amplio mas tarde con temas económicos, financieros, jurídicos y sociales, y en mayo de 1888
se autorizo a convocar la Conferencia Panamericana de Washington para el estudio del siguiente programa:
1) conservación de la paz y fomento de la prosperidad de los Estados de América (arbitraje general)
2) establecimiento de comunicaciones frecuentes y regulares entre los países de América (ferrocarril
panamericano)
3) adopción de un sistema de uniforme de disposiciones aduaneras
4) adopción de un sistema uniforme de pesas y medidas, y leyes que protejan los derechos de patentes de
invención y marcas de fábrica.
5) adopción de una moneda común de plata
6) un plan de definitivo de arbitraje

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7) estudio de otras materias relacionadas con el bienestar de los países americanos (condición de los
extranjeros, sanidad, etc.).
La Conferencia se reunió en Washington desde el 2 de Octubre de 1889 al 19 de abril de 1890. Antes de la
conferencia, en la invitación pasada por el secretario de estado, Mr. Bayard, se hizo constar que solo se adoptarían
“Recomendaciones”, por esto no tuvo carácter diplomático y al final de la conferencia se votaron 19
recomendaciones. Todas estas Recomendaciones fueron simples declaraciones, por no requerir la ratificación de
los gobiernos. Sin embargo, Esta reunión sentó las bases para el moderno sistema de cooperación panamericana y
creó la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas, convertida tras el Congreso de Buenos Aires (1910) en
la Unión Panamericana. El representante de Paraguay fue José Segundo Decoud.
o 2da Conferencia Panamericana (México, 1901-1902):
En la Segunda Conferencia, que se reunió en la Ciudad de México desde el 22 de octubre de 1901 al 31 de enero de
1902 se habló nuevamente del arbitraje, ya que se discutía si este debía ser obligatorio o facultativo. El criterio
adoptado por la Corte permanente y Tribunal Internacional de Justicia de la Haya fue el facultativo. No se llegó a
ratificar el Tratado de Arbitraje, y se añadieron nuevas materias, como: Reclamaciones pecuniarias, propiedad
literaria y artística, Código de Derecho Internacional, Profesiones liberales, Congreso Geográfico, Estadísticas,
Extradición, Anarquismo. No se pudo crear el Banco Panamericano. Se trata de dar amplitud al tráfico comercial.
Se decide reorganizar la Oficina Internacional de las Republicas americanas dándole el nombre de Unión
Panamericana. El representante de Paraguay fue Cecilio Báez
o 3ra Conferencia Panamericana (Río de Janeiro, 1906):
En la tercera conferencia se estudiaron, fuera de algunos de los temas mencionados: Cobro compulsivo de las
deudas públicas, Naturalización, donde se ratifica la Convención sobre naturalizados que según esta establecía que
el ciudadano que se naturaliza en una de las Republicas contratantes y luego renueva su residencia en su país de
origen, sin ánimo de retorno, pierde la naturalización, se asume que no hay animo de regresar luego de 2 años;
Relaciones comerciales. Se creó una Comisión Internacional de Juristas que tiene como objetivo la unificación y
codificación del derecho internacional. La resolución sobre arbitraje se cumplió, lo mismo que la que recomendó
llevar la cuestión del arbitraje a la segunda Conferencia de la Haya. Representante de Paraguay, Cecilio Báez
o 4ta Conferencia Panamericana (Buenos Aires, 1910):
Las convenciones de esta conferencia no fueron de gran importancia y pocas naciones la ratificaron. La
Convención que mayores resistencia ha provocado, fue la de marcas de fabricas y comercio, al punto que fueron
denunciadas por los que la ratificaron. En esta conferencia aparte de los temas de la uniformidad de documentos o
el ferrocarril panamericano o la policía sanitaria, se añadió: Conmemoración de la apertura del Canal de Panamá,
Intercambio de profesores y alumnos, Documentos consulares, Agradecimiento al Sr. Andrew Carnegie por su
donativo para la construcción del Palacio Panamericano, Censos, Oficinas bibliográficas nacionales.
o 5ta Conferencia Panamericana (Santiago de Chile, 1923):
En esta conferencia predominaron las declaraciones antes que las resoluciones. Además de los temas comunes:
Publicación de leyes, Documentos de embarque, Nomenclatura uniforme de mercaderías, Comisiones de
investigaciones (Convención Gondra), Reforma de la Unión Panamericana, Marina mercante interamericana,
transporte por automóvil, simplificación de pasaportes, Corte Permanente de Justicia Americana, Repudio de la paz
armada, reducción de armamentos, Situación de hijos de extranjeros, Cruz Roja, cuestión del Derecho
Internacional Americano. Se aprobó la denominada Convención Gondra (que recibió ese nombre por haber sido el
ex presidente paraguayo Manuel Gondra su principal promotor), cuyo fin era evitar enfrentamientos bélicos entre
los países americanos, pero solo tres países lo ratificaron. Se recomendó a las naciones adherirse a lo acordado en
la anterior convención sobre limitación de armamento. También se acordó que todos los países miembros podrán
tener un representante permanente en su sede de Washington como también que cada gobierno nombre dos
delegados para la Comisión de Jurisconsultos de Rió de Janeiro y que la codificación seria gradual y progresiva.
o 6ta Conferencia Panamericana (La Habana, 1928):
Figuraron como temas nuevas y se firmaron tratados sobre: Codificación del derecho internacional privado
(Código Bustamante) que fue ratificado por casi todos los países signatarios; A la condición de los extranjeros
(EE.UU. tuvo reservas en cuanto al servicio militar de los extranjeros, que no era obligatorio, en caso de guerra),
Funcionarios diplomáticos y agentes consulares, Neutralidad marítima, Asilo (establecía que no tiene derecho a
asilo los delincuentes comunes o desertores de guerra y mar. El asilo a delincuentes políticos solo procede en casos
de urgencia y por tiempo indispensable a si seguridad. EE.UU. hizo la reserva de que no reconoce la llamada
doctrina de asilo como parte del Derecho Internacional), Derechos y deberes de los Estados en las luchas civiles,
Uso de los ríos internacionales, Facilidades al trafico fronterizo, Repudio de la guerra de agresión, Declaración
sobre condenación de la guerra como instrumento de política nacional, Convocación de una Conferencia especial
de conciliación y arbitraje. En total 11 convenciones. El Código Bustamente fue votado con reservas por parte de
las delegaciones de Argentina, EE.UU., Uruguay, Paraguay, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Rep.
Dominicana, Nicaragua y Chile
o 7ma Conferencia Panamericana (Montevideo, 1933):

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Esta conferencia se realizo durante plena Guerra del Chaco. Dividió los asuntos en diversas secciones, a saber:
Organización de la paz, problemas de derecho internacional, problemas económicos y financieros, Proyectos de
legislación uniforme. Se firmaron Convenciones sobre nacionalidad, nacionalidad de la mujer, asilo político
(modifica la suscripta en la VI Conferencia en el sentido de que define los delitos comunes y reserva la calificación
de la delincuencia política al Estado que presta el asilo, EE.UU. se abstuvo a firmar la convención por no reconocer
la doctrina de asilo), extradición (admite la entrega por los delitos por los delitos comunes punibles, y no hay
obligación de conceder extradición de delincuentes políticos o cuando se trata de delitos militares o contra la
religión). Se empieza a reconocer a la mujer y se hicieron recomendaciones relativas a derechos civiles y políticos
de la misma, la creación del Instituto Interamericano de Trabajo; se hicieron votos y esfuerzos para la pacificación
del Chaco, y se adoptaron nuevos métodos para codificar el derecho internacional.
o 8va Conferencia Panamericana (Lima, 1938):
En la Conferencia de Lima (Perú) se volvió a tocar el tema de asilo político, extradición y arbitraje. Se hizo pública
la llamada Declaración de Lima, que establecía la solidaridad entre las naciones americanas y la ayuda entre los
diversos estados en caso de agresión de un país extranjero. Otros acuerdos firmados fueron el de no-
reconocimiento de conquistas territoriales, las colectividades extranjeras no pueden invocar condición de minorías,
y declaración contra las persecuciones raciales o religiosas. TIAR (Río 1947) tiene como objetivo evitar la guerra
entre países americanos.
o 9na Conferencia Panamericana (Bogotá, 1948):
Fue la primera tras la II Guerra Mundial y en ella, mediante el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (Pacto
de Bogotá), quedó constituida la Organización de Estados Americanos (OEA). La antigua Oficina Internacional de
Repúblicas Americanas se convirtió en su secretaría permanente con sede en Washington, por lo que Estados
Unidos ejercería gran influencia sobre ella. La OEA, auque empezó con mucha fuerza se opaco por la política
estadounidense de seguridad y se dejo llevar por sus intereses. Marcó como objetivo impedir la expansión del
comunismo en el continente americano. En 1962, Cuba fue expulsada de la OEA tras la instauración del régimen
liderado por Fidel Castro, quien comenzó a propugnar un tipo de panamericanismo paralelo e independiente
caracterizado por abogar a favor de la lucha de los estados americanos contra el imperialismo estadounidense a
través de la revolución.
o 10ma Conferencia Panamericana (Caracas, 1954):
La X Conferencia Panamericana tuvo la principal preocupación el comunismo y su incidencia en el continente
americano. Adoptó resoluciones sobre la propaganda y actividades subversivas, la abolición de la segregación
racial y el fin del colonialismo en América. Ésta fue formalmente la última conferencia panamericana. Las
posteriores reuniones de los estados americanos han adoptado la forma de reuniones de los ministros de Asuntos
Exteriores de cada uno de los países, según establecen los estatutos de la OEA, o de conferencias especiales,
también bajo la tutela de la OEA, para discutir cuestiones específicas.
6. EL TRATADO INTERAMERICANO DE ASISTENCIA RECÍPROCA DE RÍO DE JANEIRO
(1947)
También conocido como Tratado de Río de Janeiro o Pacto Interamericano de Ayuda Mutua. Es un tratado, de
acuerdo multilateral, de defensa recíproca (casus foederis) firmado en la ciudad brasileña de Río de Janeiro el 2 de
septiembre de 1947 durante la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la seguridad del
Continente por 19 estados americanos, es decir, todos excepto Canadá, Ecuador y Nicaragua. La negociación de
este acuerdo supuso el cumplimiento de una de las disposiciones del Acta de Chapultepec, firmada en la ciudad de
México el 3 de marzo de 1945. Las principales disposiciones del Tratado de Río de Janeiro fueron la resolución
pacífica de los conflictos entre los estados firmantes y la defensa común contra cualquier agresión exterior, sobre la
premisa de que un ataque “contra una nación americana sería considerado como un ataque a todas las naciones
americanas” y por la cual cada una de ellas se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del
derecho inmanente de legitima defensa. Considera como actos de agresión: la invasión por la fuerza armada de un
Estado, el bombardeo, el bloqueo de puertos, el ataque de las fuerzas armadas de un Estado contra las fuerzas
armadas de otro, la utilización de las fuerzas armadas de otro Estados, que un Estado ponga a disposición a otro su
territorio para que sea utilizado para agredir a un tercer Estado, etc.

7. EL TRATADO AMERICANO DE SOLUCIONES PACIFICAS O PACTO DE BOGOTÁ (1948)


Nombre dado al Tratado Americano de Soluciones Pacíficas suscrito en Bogotá el 30 de abril de 1948 por los
gobiernos representados en la IX Conferencia Panamericana. Elaborado por el Comité Jurídico Interamericano,
contiene los métodos más eficaces dentro del sistema Interamericano para solucionar cualquier controversia que
pueda surgir, como los buenos oficios, mediación, investigación, y conciliación.
Por su artículo I, las "altas partes contratantes" convinieron "en abstenerse de las amenazas, del uso de la fuerza o
de cualquier otro medio de coacción para el arreglo de sus controversias y en recurrir en todo tiempo a
procedimientos pacíficos." Igualmente se comprometieron a utilizar los procedimientos pacíficos regionales antes
de acudir al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

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Como su nombre lo indica, este instrumento contiene los métodos mas eficaces y conocidos dentro del Sistema
Interamericano para solucionar cualquier caso de controversias que puedan surgir entre las partes. Estos métodos
son:
a) Buenos Oficios
b) Mediación
c) Investigación y Conciliación
d) Procedimiento Judicial
e) Procedimiento de Arbitraje
f) Lo que las partes acordaren
El Pacto de Bogotá entró en vigencia el 6 de mayo de 1949. Se registró en la ONU el 13 de mayo de 1949. Los
países signatarios fueron Argentina, Bolivia, Ecuador, Estados Unidos, Nicaragua, Paraguay, Perú, Brasil,
Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, República
Dominicana, Uruguay y Venezuela. Los siete primeros firmaron con reservas. De esta IX Conferencia
Panamericana surgió la Organización de Estados Americanos (OEA). Hasta la fecha, siguen habiendo varios países
que no lo han ratificado.

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BOLILLA 7
1. INFLUENCIA DE AMERICA EN LA EVOLUCIÓN DEL DIP: LA DOCTRINA MONROE
Se conoce con el nombre de “Doctrina de Monroe” los principios proclamados por el Presidente James Monroe en
un mensaje dirigido al Congreso de los EE.UU. el 2 de Diciembre de 1823. Tiene por génesis los principios de
política exterior adoptado por los fundadores de la nacionalidad Norteamérica y, como antecedentes inmediatos el
sistema político de la Santa Alianza y los avances territoriales de Rusia en la parte noroeste del continente.
Declaró que toda intervención de las potencias europeas tendientes a ejercer un control sobre los destinos de los
países hispanos americanos, seria considerada como un acto hostil hacia los EE.UU. mismos. Mantener
reclamaciones amistosas con todos los pueblos, sin aliarse con ninguno, fue el credo de su política internacional. Al
propio tiempo, proclamo Monroe que en América no había más territorios susceptibles de ocupación por las
naciones europeas.
Otro principio altamente apreciado por los EE.UU. fue el derecho a la revolución, el Derecho de los pueblos de
disponer de sus destinos y la facultad de cada Estado soberano de reconocer a gobiernos de facto.
El Mensaje de Monroe no motivó resolución alguna de parte del Congreso al que fue dirigido; y cuando, el 20 de
enero de 1824, Henry Clay presentó un proyecto de ley declarando que el pueblo de los EE.UU. vería con
desagrado cualquier intervención de las potencias europeas a favor de España, el proyecto quedo encarpetado. La
Doctrina de Monroe quedó como declaración del Poder Ejecutivo.
La Declaración de Monroe fue recibida con júbilo por los nuevos gobiernos americanos, que se creyeron de pronto
apoyado por la fuerza moral y material de los EE.UU. Bien pronto, los pueblos latinoamericanos pudieron
comprobar que han exagerado el alcance de la Doctrina y abrigado esperanzas desmesuradas. Se trató de
convertirla en principio continental cuando se invitó al gobierno norteamericano a hacerse representar en el
Congreso de Panamá de 1826, pero los EE.UU. no fueron partidarios de concretar una alianza y el proyecto no se
realizó. Sin embargo los principios de no-intervención y no-ocupación fueron consagrados en los Congresos de
Lima y en las Conferencias Panamericanas.
2. LA DOCTRINA CALVO
Las discusiones internacionales de naturaleza fingiera son características del siglo XIX, que estuvo marcado por la
fuerte infiltración del capital europeo en el sistema económico de los países atrasados en su desarrollo económico.
El Derecho Internacional quedaba afectado cuando el país extranjero que era deudor o garantizador, no mantenía y
cumplía sus obligaciones, y los acreedores, al ejercer su reclamación, obtenían la protección de sus gobiernos. En
algunos casos los gobiernos deudores, bajo la presión de unos poderes incomparablemente más fuertes en el
acreedor tenían que someterse a un control financiero internacional; así sucedió en Túnez (1876), Egipto (1876)
Turquía (1880) y Grecia (1898).
Entre los países iberoamericanos, dirigidos por el destacado jurista argentino Calvo, se tomó la decisión de que, en
caso de insolvencia de un Estado, los acreedores extranjeros no tenían derecho a una protección mayor que los
acreedores nacionales, y que debían someterse a las normas nacionales internas y a la regulación aplicable a tales
contingencias. Más aun Calvo denunció que la prosecución forzada por los gobiernos extranjeros de las
reclamaciones financieras de sus nacionales eran un cómodo pretexto para la agresión y la conquista (fracasa
expedición francesa a México 1861)
3. LA CLAUSULA CALVO
De acuerdo con la doctrina de Calvo, los gobiernos iberoamericanos procedieron a incluir en sus contratos de
concesiones y otros pactos con extranjeros la llamada Cláusula Calvo, por el cual aquellos extranjeros renunciaban
a la intervención diplomática de su gobierno en relación con los derechos que pudieran nacer de aquellos contratos,
cláusula que su mayor parte fue considerada como ineficaz por los tribunales internacionales, de un modo u otro,
principalmente sobre la base de que un ciudadano particular no puede renunciar validamente derechos que son de
su gobierno
4. LA DOCTRINA DRAGO Y ENMIENDA PORTER
A. Doctrina Drago
Se da este nombre a la teoría enunciada por el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Luis Maria Drago,
en una nota que dirigió el 29 de Diciembre de 1902 al gobierno de los EE.UU., por intermedio de la Legación
Argentina en Washington; con motivo de la intervención armada de Gran Bretaña, Alemania e Italia en Venezuela,
a raíz de la reclamación de estas potencias por daños y rogados a sus nacionales durante la guerra civil venezolana,
y también por haber el gobierno de esa República suspendido el pago de la deuda pública.
La nota de Drago se funda en la circunstancia del que acreedor particular que contrata con un Estado, sabe de
antemano que no podrá iniciar ni cumplir procedimientos efectivos contra él, porque el cobro coercitivo
comprometería la soberanía del Estado; el cobro militar supone la ocupación territorial para hacerlo efectivo, y la
ocupación territorial significaría la supresión o subordinación de los gobiernos de los países en que se extiende. En
consecuencia la deuda pública no puede dar lugar a la intervención armada, ni menos a la ocupación material del
suelo de las naciones americanas por una potencia europea.
B. Enmienda Porter

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Drago formuló su Doctrina en un documento enviado a la Secretaria de Estado de los EE.UU., no obteniendo éxito
en sus gestiones. Sin embargo, años más tarde, en 1907 durante la celebración de la Segunda Conferencia de la
Paz de la Haya se aprobó la Declaración Porter, convenio Nº 18, sustentado por los países latinoamericanos y los
EE.UU. (el General Porter era el representante americano) en el cual se aprueba los principios básicos de la
Doctrina Drago, pero con 2 excepciones: la intervención será lícita cuando el país deudor se niegue a someter el
asunto al arbitraje o no quiera cumplir el fallo que le es desfavorable.
La Doctrina Drago, y más bien el Convenio Porter constituyen hoy en día normas universalmente aceptadas por la
comunidad internacional.
5. DOCTRINA RODRIGUEZ LARRETA
El entonces canciller de la República Oriental del Uruguay, Eduardo Rodríguez Larreta, formuló una Doctrina que
se la conoce por el nombre del autor, el 21 de setiembre de 1945.
Inicia su propuesta a los demás gobiernos americanos, manifestando que los gobiernos democráticos son los que
mejor preservan la paz del continente. Para garantizar su supervivencia debía crearse un instrumento supranacional
que se encuentre por encima de la soberanía de los Estados, a fin de denunciar en su caso la existencia de gobiernos
antidemocráticos. Que a fin de garantizar la vigencia de la democracia en la mayoría de los países del continente,
se debía crear una comisión de carácter multilateral, y especial a fin de investigar dicha vigencia contando con la
aquiescencia del país que fuere denunciado.
Sin embargo, aunque loable2 en sus propósitos, se considero en esa época que la propuesta del Canciller Rodríguez
Larreta implicaba una intervención encubierta en los asuntos internos de los países americanos, por lo cual la
misma no tuvo ninguna vigencia ni validez.
6. UNIVERSALIDAD DEL DERECHO INTERNACIONAL: EL DERECHO INTERNACIONAL
AMERICANO
A fines del siglo XIX y principios del XX, varios autores hispanoamericanos se enfrascaron en una polémica sobre
la existencia de un “Derecho Internacional Americano” y hay universidades donde se enseña esa materia fuera de
la cátedra de derecho internacional público.
Si existe: Ninguna consideración de principios se opone a que en el Derecho Internacional existan, al lado de las
doctrinas de carácter universal, reglas y prácticas convencionales de orden continental, que sean obligatorias
únicamente entre las naciones contratantes. De hecho existen tratados con derechos y obligaciones especiales y
regionales, que no ligan a los Estados extracontinentales. Tienen este carácter diversos convenios panamericanos
no abiertos a la accesión de Estados no americanos. Para afirmar su existencia, se invoca el espíritu de solidaridad
que reina entre los Estados americanos.
No existe: Es cierto que en América se han desarrollado varios principios, como el de no-intervención o el de no-
reconocimiento de la conquista territorial, que hay forman parte de los principios capitales del derecho
internacional. Empero, la existencia de tales reglas, que aparecen como rectoras de la organización regional, no
conduce necesariamente a sostener la existencia de un Derecho Internacional Americano. Y si semejante tesis
fuera valida existirían tantos ordenes jurídicos internacionales cuantos sistemas regionales hay en el mundo.
7. LA DECLARACION AMERICANA DEL 3 DE AGOSTO DE 1932
Con la ocupación del fortín Carlos Antonio López (Pitiantuta) por tropas bolivianas, y su recuperación en ese
mismo año por las tropas paraguayas, se había creado en el ambiente continental un estado de verdadera inquietud
y ansiedad por contener la situación de guerra producida en el Chaco, sin lugar a dudas por Bolivia, aunque nadie
se atreviera a decirlo, cuya inquietud y ansiedad se concretó (a iniciativa del ministro de relaciones exteriores de
Argentina, Carlos Saavedra Lamas) en un llamado a la paz, seguido de una declaración por intermedio sus
respectivos agentes diplomáticos en Washington, a iniciativa e invitación de los países miembros de la Comisión
de neutrales y de los cuatro limítrofes de los contendores: Argentina, Brasil, Chile y Perú. Sus principales puntos
fueron:
1. “Las naciones de América declaran que la disputa del Chaco es susceptible de una solución pacifica y piden
encarecidamente a Bolivia y Paraguay que sometan la solución de esta controversia a un arreglo por
arbitraje u otro medio amistoso que fuera aceptable para ambos”
2. “En cuanto a la responsabilidad que pueda derivarse de los diversos encuentros ocurridos desde el 15 de
junio hasta la fecha, consideran que los países en conflicto deberían presentar a la Comisión de Neutrales
toda la documentación pertinente, la cual sería examinada por ella. No dudan de que el país que de esta
investigación resulte agresor, habrá de querer dar satisfacciones al agredido, eliminándose así toda
desavenencia entre ellos”
3. “Invitan a los gobiernos de Paraguay y Bolivia a hacer una declaración solemne en el sentido de paralizar
movimientos de tropas en el territorio disputado, lo cual serenaría el ambiente y haría fácil el camino a la
solución.”

2
Loable: Manera digna de alabanza

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
Paz Vierci Pedretti 2006
4. “Las naciones de América declaran también que no reconocerán arreglo territorial alguno de esta
controversia que no sea obtenido por medios pacíficos ni la validez de adquisiciones territoriales que sean
obtenidas por ocupación o conquista por la fuerza de las armas”.
El 5 de agosto contestó el Paraguay a la declaración americana manifestando su disposición de someter todas las
cuestiones controvertidas a arbitraje, a aceptar la investigación y a abstenerse a toda hostilidad. La respuesta
boliviana de esa misma fecha decía que la nueva doctrina no alcanzaba a Bolivia, porque no perseguía en el Chaco
la reivindicación de lo que le pertenece. Bolivia se negó a considerar todo armisticio que no fuera sobre la base del
mantenimiento de las posiciones.
8. PRINCIPIOS PROCLAMADOS EN LA CARTA DE LA OEA, BOGOTA (1948)
La IX Conferencia Panamericana de Bogotá se realizó ya en pleno período de paz y contándose con la existencia
de la Organización de las Naciones Unidas, de la cual formaban parte todos los estados Americanos independientes
de aquella época.
Los delegados, (de 21 países) animados por sus grandes espíritus americanistas y conscientes de la inmensa
obligación de elaborar un seguro sistema para el Continente, que lo preservara de los peligros de guerra, pudieron
redactar y aprobar dos instrumentos básicos del Sistema Interamericano. La Carta de la Organización de los
Estados Americanos y el Pacto de Soluciones Pacificas, conocidas como la Carta de Bogotá y el Pacto de Bogotá,
respectivamente.
La Carta de Bogota o Carta de la OEA, suscrita el 30 de abril de 1948 y en vigor desde el 13 de abril de 1951,
consagra la “organización internacional que han desarrollado los Estados americanos para lograr un orden de paz y
de justicia, fomentar la solidaridad, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorio y su
independencia”
Son sus principios esenciales, enunciados en el Art. 3:
a. el derecho internacional es norma de conducta del los Estados en sus relaciones reciprocas
b. el orden internacional esta esencialmente constituido por el respeto a la personalidad, soberanía e
independencia de los Estados y el fiel cumplimiento de las obligaciones emanadas de los tratados y otras
fuentes del derecho internacional.
c. La buena fe debe regir las relaciones de los Estado entre si
d. La solidaridad de los Estados americanos y los altos fines que con ella se persiguen, requieren la
organización política de aquellos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa
e. Los Estados Americanos condenan la guerra de agresión; la victoria no da derechos
f. La agresión de un Estado americano constituye una agresión contra todos los demás Estados americanos
g. Las controversias entre Estados Americanos debe solucionarse por procedimientos pacíficos
h. La justicia y la seguridad son base de una paz duradera
i. La cooperación económica es esencial para el bienestar y la prosperidad
j. Se proclama los derechos fundamentales de la persona humana sin distinguir entre nacionalidad, raza o
sexo
k. La unidad espiritual del continente se basa en el respeto de la personalidad cultural de los países
americanazo
l. La educación de los pueblos debe orientarse hacia la justicia, la libertad y la paz.
9. LA DEMOCRACIA EN AMERICA
En Latinoamérica, la instauración de los valores esenciales de la democracia se inició con el proceso de su propia
emancipación (1808-1826), al que sucedió una época de regímenes constitucionalistas. Se promulgaron
constituciones en todos los países pero se multiplicaron de forma excesiva a consecuencia de los constantes
cambios políticos y las imposiciones de los grupos dominantes, lo que impidió una temprana estabilización de
regímenes políticos fundamentados en un sistema basado en los principios democráticos.
El predominio del caudillismo, las presiones de los caciques y las oligarquías, los enfrentamientos ideológicos y la
dependencia económica externa, fueron algunos de los factores que provocaron la inestabilidad, la lucha de
multitud de facciones, el subdesarrollo y el estancamiento generalizado, que se convirtieron en rasgos
característicos de la política latinoamericana.
Se sucedieron épocas de libertad y democracia con otras en las que se generalizaron los regímenes autoritarios y las
dictaduras militares.
Al iniciarse la década de 1980, Latinoamérica vivía un auténtico renacer de la democracia, que se ha extendido, a
partir de los cambios ocurridos en Perú y Ecuador, a los demás países. En casi todos ellos se manifiesta un fuerte
apego a las constituciones, que consagran los contenidos del Estado de Derecho. Quienes propugnan el desarrollo
democrático en Latinoamérica luchan, sin embargo, contra una cultura política en la que el autoritarismo ha jugado
un papel muy significativo a lo largo de su historia. No obstante, el consenso en que la lucha por generalizar la
democracia debería ser la principal misión de los gobiernos latinoamericanos fue la principal conclusión extraída
por los jefes de Estado de la zona reunidos en Chile durante la VI Cumbre Iberoamericana celebrada en 1996.
10. EL COMPROMISO DE SANTIAGO

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 8
1. El ESTADO. CONCEPTO
Toda Nación que se gobierna a sí misma, bajo cualquiera forma que sea, y tiene facultad de comunicar
directamente con las otras, es a los ojos de éstas un Estado independiente y soberano. Los Estados independientes o
soberanos son los destinatarios principales, normales y originarios de las reglas de derecho internacional.
2. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
a. El territorio: el Estado moderno es una comunidad de base territorial. El territorio no sólo comprende la
tierra firma sino también las aguas interiores, el mar territorial y el espacio aéreo suprayacente. Tener
límites bien demarcados es un deber de los Estados pacíficos. El territorio puede aumentar o disminuir, pero
no puede ser transferido en su totalidad a otro Estado.
b. La población permanente: es la colectividad humana establecida en el territorio de manera permanente. Lo
esencial es que haya apreciable de personas animadas de la voluntad de formar un Estado. No es
indispensable que la población sea exclusivamente nacional; pero si todos los habitantes fueran extranjeros
no habría Estado.
c. Gobierno propio: no hay Estado si la población no tiene un gobierno propio dotado de medios que lo
capaciten para conservar el orden en el interior, ejerciendo control sobre el territorio y las personas que en
él se encuentren, y mantener las relaciones normales con otros gobiernos. La forma de gobierno es
indiferente, siempre que se conduzca como gobierno de Estado civilizado y no se proponga perjudicar a los
demás.
d. La independencia o soberanía: el Estado soberano e independiente se gobierna a sí mismo y concede sus
relaciones con los demás Estados, sin depender de otro Estado o autoridad externa. Daniel Antokoletz dice
que al lado de los Estados soberanos, hay Estados semisoberanos (protegidos, vasallos, tributarios), de
modo que la capacidad jurídica y acción plena no es condición sine qua non para la existencia del Estado.
3. FORMACIÓN DEL ESTADO
El Estado nace se modifica y se extingue. Pero, siendo una entidad abstracta, su vida es mucho mas larga que la
vida de las personas físicas; por eso se dice que su existencia es ilimitada en el tiempo
1. El Estado puede formarse por fusión de varios Estados en uno solo; por secesión a causa de emancipación
o por separación resultante de un acuerdo; por división o fraccionamiento de un Estado en varios, y por
fundación directa es decir, mediante el establecimiento de una población en un territorio res nullius y la
consiguiente organizaron de un gobierno.
2. Puede transformarse el Estado a causa directa de ciertas alteraciones en sus elementos constitutivos. Sin
duda, la población y el gobierno no se alteran por la sucesión natural de los individuos que los componen;
esos elementos, siendo abstractos, subsisten aunque los hombres se reemplacen. No obstante, del punto de
vista internacional interesa la transformación operada en la naturaleza del gobierno por las circunstancias de
que cambie de titulo o de que aparezca como un gobierno de facto, y también origina efectos la
transformación que se produzca en la extensión del territorio ya sea porque disminuya o se amplíe.
3. El Estado se extingue por anexión total a otro Estado o por fraccionamiento en varios Estados.
4. LA NACION Y EL ESTADO
La Nación y el Estado son entidades que no siempre coinciden en la práctica. No se debe considerar como
equivalentes los términos Nación y Estado, aun cuando en la práctica se empleen a menudo como sinónimos.
La Nación puede carecer de territorio propio así como de poder público, y entonces se limita a una aspiración.
Ejemplo: el pueblo hebreo, disperso desde la destrucción del reino de Jerusalén por los romanos hasta 1948.
El Estado es una entidad política y siempre una realidad existente, aunque a veces no reúna en su seno los
elementos objetivos que se enuncian como integrantes de una Nación.
5. EL PRINCIPIO DE LA AUTODETERMINACIÓN
En la época de las monarquías absolutas, siendo el Estado patrimonio del soberano, era práctica transferir
territorios y poblaciones a otro soberano como si fuesen cosas negociables.
Grocio fue el primero en reaccionar contra las conductas arbitrarias y estableció que para enajenar una parte del
Estado se requiere del consentimiento de los que se trata de enajenar porque éstos constituyen una asociación
formada por su voluntad. La revolución de los EE.UU. en 1776 enunció este principio y lo aplicaron. Durante la
primera guerra mundial el presidente Wilson luchó por que el método de plebiscito fuese aplicado para la
reorganización política de Europa al hacerse la paz. El principio de autodeterminación aplicado por medio de
plebiscito puede ser útil en algunas ocasiones pero no cabe adoptarlo de modo absoluto, y en ciertos casos debe
ceder ante circunstancias particulares de mayor importancia económica o política.
Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación o autodeterminación. En virtud de este derecho
establecen libremente su condición política y proveen así mismo a su desarrollo social y cultural. Este principio de
libre determinación ha sido instrumento ideológico principal utilizado para poner fin al colonialismo.
6. RECONOCIMIENTO DE UN NUEVO ESTADO: TEORIAS

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La existencia de un nuevo Estado es por sí misma un hecho desde el momento en que ha nacido y provee a su
conservación; pero su vida de relación internacional depende de la actitud de los demás. En otras palabras, el nuevo
Estado entra a formar parte de la comunidad internacional a medida que es reconocido por ellos, separada o
conjuntamente. De donde resulta que la comunidad internacional es una asociación cerrada a la cual no se ingresa
automáticamente, sino después de haber sido reconocido.
El reconocimiento de un nuevo Estado es el acto unilateral mediante el cual un Estado admite que, en cuanta a él
concierne a que posee personalidad jurídica internacional. Así el nuevo Estado se puede adherir a los tratados
internacionales abiertos a terceros, dar cursos a sus pasaportes y a sus visaciones, permite la cotización de su
moneda y sus títulos, etc.
Cada Estado determina cuando ha llegado el momento de efectuar por su parte el reconocimiento de un nuevo
Estado. El reconocimiento es lícito cuando la existencia del nuevo Estado está demostrada por el hecho de que
reúne los elementos constitutivos (territorio, población y gobierno propio).
La existencia política del Estado es independiente de su reconocimiento por los demás Estados. Aún antes de ser
reconocidos, el estado tiene el derecho de defender su integridad e independencia, proveer a su conservación y
prosperidad y organizarse como mejor lo entendiera
Teorías:
1. se considera que todo Estado que reúne los elementos constitutivos y ha sido comprobada su existencia
tiene el derecho de ser reconocido y es el deber de todos practicar este reconocimiento. No es ésta sin
embargo, la norma adoptada en la práctica.
2. por el contrario, otros creen que el reconocimiento es siempre facultativo, y una determinación política,
porque no todos los Estados se hallan de inmediato en igual disposición para practicarlo y que, hasta tanto
no sea practicado en forma, no hay relación de derecho entre ambos Estados ni obligaciones de orden
internacional.
7. FORMAS DE RECONOCIMIENTOS
El reconocimiento puede ser de jure y de facto. El primero es definitivo y pleno; el segundo es provisional o
limitado a determinadas relaciones. El reconocimiento de jure se establece en la forma expresa o tácita. El de facto
sólo tiene por objeto mantener contactos de rutina o de urgencia que no impliquen reconocimiento pleno ni el
mantenimiento de relaciones diplomáticas. Se cree que la primera vez que se empleó el reconocimiento de facto
fue cuando el Presidente Wilson reconoció el gobierno de Carranza, en México, reservando el reconocimiento de
jure para cuando se dictase la Constitución. Prácticamente el de facto, queda confirmada por el de jure
La forma de reconocimiento puede ser expresa o tácita:
Expresa: cuando se enuncia en una declaración oficial o formal dirigida al nuevo Estado.
Tácita: cuando el reconocimiento proviene del hecho de concertar con aquel un tratado o de establecer relaciones
diplomática, es decir, un acto que implica la intención de reconocer al nuevo Estado. Esa intención se presume
cuando se entablan relaciones diplomáticas con el nuevo Estado o cuando se le invita participar oficialmente en un
congreso diplomático.
El reconocimiento puede ser hecho por cada Estado o colectivamente (Ej. El del Congo, por el Congreso de Berlín
1885; el de Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia por el Tratado de Versalles)
Efectos:
El reconocimiento de un nuevo Estado tiene efecto declarativo y no atributivo de derechos como persona
internacional. Es declarativo porque el Estado que lo reconoce se manifiesta dispuesto a alternar con él en pie de
igualdad. No es atributivo de derechos porque el nuevo Estado ya ejercía la soberanía interna desde el momento
que quedó establecida (ejemplo: el paraguay en 1811) y el reconocimiento no le crea esto. El Estado no tiene la
aptitud de dar personalidad internacional a otro sino en cuanto a él concierne.
8. LA SOBERANÍA. NOCIONES GENERALES
Es la función de regir al Estado ejercida por el poder público dentro de su respectivo territorio y con exclusión, en
principio de cualquier otro poder.
Esta noción introducida por Jean Bodin tuvo un carácter absoluto que reflejaba a la monarquía de derecho divino.
Residía en la persona del soberano sin limitación alguna y por lo tanto indivisible. Reaccionando contra este
concepto Rousseau sostuvo que la soberanía pertenecía exclusivamente al pueblo y era inalienable, es decir, no
podía ser transferida de éste a otro órgano del Estado. En el siglo XIX, a consecuencia de la transformación de
monarquías absolutas a constitucionales, la soberanía se ha despersonalizado y con la existencia de
Estados Confederados y/o federales, se afirma el concepto de que la soberanía admite restricciones y por lo tanto
no es indivisible ni absoluta.
Las limitaciones de la libertad de un Estado que derivan sean del derecho internacional común, sea de los
compromisos contraídos, no afectan, en cuento a tales, de manera alguna, su independencia (soberanía). Mientras
estas limitaciones no produzcan el efecto de colocar al Estado bajo la autoridad legal de otro Estado, el primero
continúa siendo independiente, por onerosas y amplias que sean sus obligaciones

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La soberanía tiene dos fases: una primera y esencial, que es la soberanía interior, ejercida dentro del Estado; y otra,
la soberanía exterior, que aparece como reflejo de aquella en cuanto dos o más Estados se ponen en contacto
9. DERECHOS INHERENTES
La soberanía comporta el ejercicio de los siguientes derechos:
a. el derecho de jurisdicción (facultad de legislar y aplicar la ley)
b. el derecho de policía, el Estado ejerce la función preventiva y represiva para asegurar el cumplimiento de
las leyes.
Es territorial, lo ejerce con respecto a las personas y las cosas, sedan nacionales o extranjeros, que hallan en su
territorio. En materia penal, no es absolutamente territorial la mayoría de los Estados incrimina ciertos hechos que,
iniciados o realizados en territorio extranjero, tienen efecto en el propio Estado, o a la inversa; y muchos
incriminan igualmente determinados hechos producidos en territorio extranjero cuando la víctima o el culpable es
nacional.
10. EL “DOMINIO RESERVADO” DEL ESTADO
Se estima que ciertas materias pertenecen al orden interno de cada Estado constituyen su “dominio reservado”; por
tanto, las cuestiones de esa especie se sustraen a la vía internacional y en particular a la decisión de los tribunales
internacionales, a menos que el Estado respectivo consienta en ello formalmente.
A partir de 1945 parece haberse adoptado otro calificativo: la Carta de le ONU excluye los asuntos que son
“esencialmente” de la jurisdicción interna de los Estados.
El Pacto de Bogotá de 1948, expresa que los procedimientos de solución pacífica “no podrán aplicarse en las
materias que por su “esencia” son de la jurisdicción interna del Estado”.
Se puede afirmar que después de pronunciamientos de la Corte, que pertenecen al “dominio reservado” las
cuestiones que atañen a la inmigración, o mejor dicho a la admisión de extranjeros, y a las reglas concernientes a la
nacionalidad. Quiere decir que desde el momento inicial la idea de “dominio reservado”se propone salvaguardar
ciertos asuntos que son esenciales a la formación y a la existencia del Estado.
11. MODALIDADES Y RESTICCIONES DE LA SOBERANÍA:
12. CONDOMINIO
Existe condominio cuando dos o más Estados soberanos ejercen soberanía de modo indiviso o concurrente, sobre
un mismo territorio. Se creo por medio de un tratado, es el resultado de una transacción tendiente a solucionar, al
menos de modo transitorio, un litigio con respecto a determinadas posesión colonial o territorio fronterizo. Ej. El
caso del archipiélago de Samoa, estuvo bajo el condominio de Alemania, EE.UU., y Gran Bretaña.
13. ARRENDAMIENTO
Mediante tratado se ha convenido el arrendamiento de un territorio a un Estado extranjero por un tiempo largo, que
generalmente se fija en 99 años. El Estado arrendatario tiene la facultad de ejercer allí la soberanía, aun cuando se
considera, en principio, que la soberanía siempre pertenece al Estado originario. Ej. En China desde el siglo XVI
con respecto a Macao, arrendado a Portugal.
14. NEUTRALIZACIÓN DE UN TERRITORIO
Puede tener como objeto una zona de territorio o vía navegable: es el caso del Canal de Suez, la isla Martín García
y del Estrecho de Magallanes. Significa la prohibición que asumen los Estados contratantes, de ejercer actos de
beligerancia en ese lugar, y el tratado respectivo puede llegar a prohibir el establecimiento de fortificaciones, bases
militares, navales o aéreas, etc.
15. SERVIDUMBRES
Consiste en ciertas restricciones que se establecen por medio de tratado, al ejercicio de la soberanía en el propio
territorio a favor de otro u otros Estados Contratantes; por lo tanto, los derechos y obligaciones inherentes rigen
entre las partes contratantes aunque a veces vienen a beneficiar de modo indirecto a terceros Estados.
Generalmente, las servidumbres son positivas, es decir, obligan a permitir que dentro del territorio ejerza ciertos
derechos otro Estado. Ej. Mantener fuerzas militares o bases navales dentro del territorio.
Se extinguen por mutuo acuerdo entre los Estados contratantes; por renuncia expresa o tacita de la parte a la cual
aprovechan; por fusión de los Estados directamente interesados y por cualquier otro medio de extinción de los
tratados. No se extinguen por transferencia a otro Estado del territorio el cual se aplican; en tal caso, si ellas
gravitan sobre dicho territorio, pasan con éste al Estado sucesor.
16. JURISDICCIÓN SOBRE FUERZAS ARMADAS EXTRANJERAS
Puede ocurrir que el Estado autorice la entrada en su territorio de fuerzas armadas extranjeras para concurrir a una
celebración o que llegan en transito, o bien como fuerzas aliadas o porque, sin que haya alianza, se consiente el uso
de determinadas zonas territoriales para establecer en ellas bases navales o aéreas. Su permanencia, sea o no
temporaria, no significa necesariamente que el Estado local deje de ejercer allí su soberanía. Dada la necesidad de
asegurar el régimen interno de esas fuerzas militares, el consentimiento acordad para la entrada y estadía lleva
implícita la inmunidad de la jurisdicción local en cuanto a se refiera a hechos que afecten a su disciplina. La
jurisdicción dentro de los lugares asignados corresponde exclusivamente a sus propias autoridades militares. Pero

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los hechos delictuosos que los individuos componentes cometan fuera de aquellos lugares están sometidos a la
jurisdicción del Estado local.
17. EL REGIMEN DE LAS CAPITULACIONES
En algunos países de civilización oriental, la soberanía fue restringida por medio de ciertos tratados, conocidos con
el nombre de “capitulaciones”, según los cuales aquellos se obligaron a asegurar a los nacionales de la contraparte
determinados derechos, tales como la libertad de establecimiento de comercio, circulación y cultos, inviolabilidad
del domicilio, exención de impuestos personales y de jurisdicción local, tanto civil como comercial y penal, y a la
vez admitir que las referidas personas quedaran regidas por las leyes de su nacionalidad y bajo la jurisdicción del
cónsul respectivo.
Este régimen tuvo su origen en el siglo XII en ciertas ciudades de Levante –los países berberiscos y de Asia menor-
al reconocer a los comerciantes de las republicas italianas (Venecia, Génova, Pisa, Florencia, etc.) el derecho de
residir en determinados barrios y el de designar por si mismos cónsules con la misión de dirimir como árbitros las
divergencias que entre ellos se produjeran.
Se difundió desde fines del siglo XVII. Francia celebro en 1535 un tratado con el Sultán obteniendo para sus
nacionales los derechos individuales y para sus cónsules la competencia de juzgar, según sus propias leyes, a los
franceses residentes; y ese tratado sirvió de modelo a otros análogos concertados entre varios países.
18. TERRITORIOS BAJO MANDATO Y TERRITORIOS FIDEICOMETIDOS
Después de la Segunda Guerra Mundial, a raíz de la perdida de Alemania de sus extensas colonias en África,
Oceanía y partes de Turquía, las grandes potencias se reunieron en la Conferencia de Paz de 1919 para encontrar
una solución con respecto al destino de estas colonias. En dicha conferencia existía un corriente anexionista,
propugnada por Gran Bretaña, Francia y Japón y otra por el presidente Wilson de EE.UU. inspirado en el principio
de la autodeterminación de los pueblos.
Se llegó a una solución cuyas bases fueron consignadas en el Pacto de la Sociedad de las Naciones, los principios
siguientes se aplican a las colonias y territorios que a consecuencia de la guerra han dejado de hallarse bajo la
soberanía de los Estados que los gobernaban precedentemente y que son habitados por pueblos incapaces todavía
de regirse por si mismos en las condiciones especialmente difíciles del mundo moderno”, y agrega que “el mejor
método de realizar prácticamente el bienestar y desarrollo de esos pueblos, es de confiar la tutela de esos pueblos a
las naciones adelantadas que, en razón de sus recursos, experiencia o posición geográfica se encuentran en mejores
condiciones para asumir esa responsabilidad y consientan en aceptarla: ellas ejercerán esta tutela en el carácter de
mandatarios y en nombre de la Sociedad”
Los mandatos según el desarrollo del pueblo, situación geográfica y condiciones económicas fueron divididos en
tres categorías:
A. Abarcaba a los países árabes (pertenecientes anteriormente a Turquía) → Comunidades
Estas habían alcanzado tal desarrollo que su existencia independiente podía ser reconocida
provisionalmente a condición de que la ayuda y los consejos del Estado mandatario guiaran su
administración hasta el momento en que fueran capaces de manejarse por si mismas. Su situación era
similar a un Protectorado, el país disponía de soberanía interior pero en lo exterior quedaba subordinado al
mandatario. Los naturales tenían nacionalidad propia.
B. Abarcaba las ex colonias alemanas en África → Pueblos
El mandatario asumía la administración del territorio con poderes legislativos, pero sus facultades estaban
limitadas: entre otras cosas, debía hacer desaparecer, tan pronto como fuera posible, la esclavitud; implantar
el contralor del tráfico de bebidas alcohólicas. Los naturales de este territorio no poseían nacionalidad
propia, aunque podían obtenerla del Estado mandatario por medio de naturalización y de acuerdo con las
leyes que éste sancionara.
C. Comprendían el suroeste africano y todas las colonias de Oceánica → Territorios
Su régimen era semejante a los del “B”, pero más estricto en dos puntos, pues el mandatario debía prohibir
en absoluto el suministro de bebidas alcohólicas y no existía el régimen de “la puerta abierta”. Los naturales
de este territorio no poseían nacionalidad propia, aunque podían obtenerla del Estado mandatario por medio
de naturalización y de acuerdo con las leyes que éste sancionara.

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BOLILLA 9
1. RESPONSABILIDAD DE LOS ESTADOS
Derecho de responsabilidad puede ser definido como el conjunto de obligaciones que nacen a cargo de un sujeto en
razón de un hecho, acción u omisión que le es imputable.
La doctrina clásica del derecho internacional consideraba casi exclusivamente la responsabilidad por daños
causados a la persona o los bienes de los extranjeros, pero actualmente se estudia considerando el daño directo a
los derechos de un Estado.
Cuando se trata de un acto ilícito internacional imputable a sujeto de derecho internacional estamos frente a un
caso de responsabilidad internacional.
La responsabilidad es el mecanismo jurídico regulador de base de todo el derecho internacional, es la técnica
fundamental de sanción por la no aplicación de normas jurídicas internacionales, porque reemplaza las vías de
hecho que por muchos años fueron, a falta de entendimiento, el medio de resolver las cuestiones que surgían
cuando Estado se sentía lesionado.
2. EL PRINCIPIO DE LA RESPONSABILIDAD INTERNACIONAL
Constituye un principio general derecho que todo acto ilícito, esto es, toda acción u omisión contraria a una
obligación jurídica, de parte de un sujeto de derecho, al que le es imputable tal acto, da nacimiento a una obligación
nueva, que tiene por objeto la reparación, en forma adecuada, de las consecuencias del acto. Este principio se
aplica tanto a las relaciones regidas por el derecho interno, como por el derecho internacional;
La responsabilidad es la obligación que incumbe, según el derecho internacional, al Estado al que le es imputable
un acto o una omisión contraria a sus obligaciones internacionales, de dar una reparación al Estado que ha sido
víctima en sí mismo o en la persona o los bienes de sus nacionales.
Según Max Huber “responsabilidad es el corolario necesario de un derecho. Todos los derechos de naturaleza
internacional suponen responsabilidad internacional. Si no se cumple con la obligación en cuestión, la
responsabilidad origina el deber de reparar”
3. ELEMENTOS DEL HECHO INTERNACIONALMENTE ILÍCITO
El hecho ilícito está calificado por el adjetivo “internacional”, es decir, que la ilicitud está referida a dicho derecho
y no al derecho interno. El hecho de un Estado sólo podrá calificarse de internacionalmente ilícito según el derecho
internacional. El Estado no podrá alegar la existencia de normas de su derecho interno para impedir que un hecho
sea calificado como ilícito según el derecho internacional, si se trata de una violación de una obligación establecida
por esta derecho. Un Estado no puede eludir la responsabilidad invocando su propio derecho.
1. un acto u omisión imputable al Estado como persona jurídica. Este elemento es considerado subjetivo y
puede ser tanto activo (acto) como pasivo (omisión), se trata de determinar por quién y en qué condiciones
deben de haberse cometidos los actos u omisiones para que sean atribuibles al Estado.
2. que dicho acto u omisión viole una obligación internacional urgente entre el Estado autor del acto u omisión
y el Estado perjudicado. Este elemento es considerado objetivo, es decir, que el comportamiento imputable
al Estado sea una violación de una obligación a su cargo.
3. la existencia de un perjuicio o daño que sea consecuencia de la acción u omisión. Tal daño tiene
normalmente carácter patrimonial o económico, pero también afectar intereses no materiales como la
dignidad del Estado.
4. CRIMINES INTERNACIONALES
El hecho internacionalmente ilícito resultante de la violación por un Estado de una obligación internacional tan
esencial para salvaguardia de intereses fundamentales de la comunidad internacional que su violación está
reconocida como crimen por esa comunidad en su conjunto, constituye un crimen internacional. Ejemplos:
a. una violación grave de una obligación internacional de importancia esencial para el mantenimiento de la
paz y la seguridad internacionales, como a que prohíbe la agresión.
b. una violación grave de una obligación internacional de importancia esencial para la salvaguardia del
derecho o la libre determinación de los pueblos como la que prohíbe el establecimiento o el mantenimiento
por la fuerza de una dominación colonial.
c. una violación grave de una obligación internacional de importancia esencial para la salvaguardia del ser
humano, como las que prohíben la esclavitud, el genocidio, el apartheid.
d. una violación grave de una obligación internacional de importancia esencial para la salvaguardia y
protección del medio humano, como las que prohíben la contaminación masiva de la atmósfera o de los
mares
5. EL TRIBUNAL PENAL INTERNACIONAL
Es un tribunal de jurisdicción internacional, de carácter permanente y dependiente de la ONU, cuya creación fue
aprobada en una conferencia celebrada en 1998 en Roma por representantes de 120 países, 7 Estados se opusieron
(entre ellos, Estados Unidos, China e Irak) y 21 se abstuvieron. El Tratado de Roma fue firmado el 18 de julio de
1998 por un primer grupo de 20 países que se adhirieron a su contenido. También se acordó que comenzaría sus
funciones hacia el año 2001, cuando aproximadamente 50 Estados hubieran ratificado dicho documento.

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Las funciones del tribunal no comenzaron en la fecha prevista, debido a la demora de muchos Estados en aceptar
su jurisdicción, una vieja aspiración del Derecho internacional público.
El 11 de abril de 2002 nació oficialmente el tribunal, al elevarse a 76 la cifra total de Estados signatarios. Comenzó
a funcionar efectivamente en marzo de 2003. Su constitución estuvo marcada por la fuerte oposición de EE.UU.,
ausente en la ceremonia. 15 meses después, en junio de 2004, este país aceptó retirar la inmunidad de sus tropas
desplegadas en misiones internacionales frente a los procesos por crímenes de guerra en este tribunal (sin adherirse
a él). En esa misma fecha, el TPI, cuyo estatuto habían ratificado ya 94 países, decidió investigar y juzgar las
atrocidades cometidas en la República Democrática del Congo desde julio de 2002, en el que sería su primer
proceso judicial.
Con sede en La Haya, las competencias del Tribunal se extienden al procesamiento de individuos que cometan “los
más graves crímenes contra la comunidad internacional” (genocidio, crímenes de guerra, crímenes contra la
humanidad y agresión) y ante los cuales el Estado concernido no inicie, por voluntad propia o incapacidad, el
correspondiente procedimiento. El Tribunal Penal Internacional de la ONU entenderá de casos sobre los delitos
previstos, a instancias de los Estados que lo hayan ratificado, de su propio ministerio fiscal o del Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas, siempre que sean hechos posteriores al 1 de julio de 2002. Integrado por un fiscal y
18 jueces (por periodos de 9 años), consta de las siguientes 4 salas: Oficina del Fiscal, Sala de Cuestiones
Preliminares, Sala de Juicio y Sala de Apelación. La pena máxima con que podrá condenar a los procesados será la
cadena perpetua (quedando excluida la pena de muerte).
Debido a su carácter permanente, es distinto de los cuatro tribunales penales internacionales temporales
establecidos ad hoc3 durante el siglo XX: el Tribunal Internacional Militar de Nuremberg, el Tribunal Internacional
Militar de Tokio, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia y el Tribunal Penal Internacional para
Ruanda.
La necesidad de crear un tribunal penal internacional de carácter permanente derivaba de que, aunque teóricamente
los crímenes de lesa humanidad no prescriben y sobrepasan las jurisdicciones nacionales, en la práctica resulta
extremadamente difícil juzgar a quienes cometen estas violaciones del Derecho Internacional Humanitario, pues
casi siempre conservan los suficientes resortes políticos como para eludir la acción de la justicia. Ello se debe a que
la mayoría de los casos en los que se producen violaciones masivas de los derechos humanos reconocidas como
crímenes contra la humanidad, éstas se inscriben y justifican en contextos de emergencias nacionales,
insurrecciones, guerras civiles o entre Estados, o situaciones de violencia política extrema. En dichas situaciones
resulta muy difícil detener a los culpables, detallar claramente los crímenes e incluso identificar a las víctimas.
6. DENEGACIÓN DE JUSTICIA
A veces, es todo hecho ilícito cometido contra un extranjero, cualquiera que sea la autoridad de que provenga. Por
denegación de justicia se debe entender, aquellos actos u omisiones relacionados con la administración de justicia y
que comprometen la responsabilidad del Estado. Estos actos u omisiones provienen principalmente de los
tribunales del Estado.
Ejemplo:
- la negativa injustificada a admitir la comparecencia ante los tribunales
- el abuso flagrante por un tribunal de sus propias reglas de procedimiento
- la dictación de una sentencia que ningún tribunal honrado e idóneo hubiera pronunciado
- los impedimentos puestos por otras autoridades al acceso a los tribunales o al cumplimiento de las
sentencias
- las detenciones arbitrarias y prolongadas
- las ejecuciones sin juicio
Se admite generalmente que hay dos casos en que una decisión interna, aun si ha sido pronunciada con absoluta
buena fe pro un tribunal honesto y competente, compromete la responsabilidad internacional del Estado:
- si el tribunal aplica una ley interna que es contraria al derecho internacional
- si el tribunal pronuncia una sentencia que es absolutamente incompatible con las obligaciones
internacionales del Estado.
7. CIRCUNSTANCIAS QUE EXCLUYEN A ILEGITIMIDAD:
Normalmente un acto es ilícito cuando es contrario a las obligaciones internacionales de un Estado. Sin embargo,
hay ciertas circunstancias que excluyen la ilegitimidad de una acto que en principio e ilícito y que por lo tanto,
eximen de responsabilidad internacional al Estado que lo realiza.
Pueden ser:
- 8. REPRESALIAS
Es un acto ilícito realizado por un Estado en contra de otro Estado y que encuentra su justificación excepcional en
el hecho de que responde a un acto ilícito cometido previamente por el Estado contra el cual se dirige. Tienden a
poner término a una lesión jurídica, a obtener reparación por ella o a prevenir una nueva.

3
Ad hoc: para referirse a lo que se dice o hace solo para un fin determinado.

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Las represalias no deben confundirse con retorsiones, que son actos inamistosos pero lícitos con los que se
responde a actos de igual naturaleza o a actos ilícitos de otro Estado. Condiciones para la legitimidad de las
represalias:
• el Estado ofendido debe haber invitado al Estado autor del hecho ilícito a poner fin a la infracción y a hacer
la reparación, sin conseguirlo.
• La represalia debe ser proporcional a la gravedad del hecho ilícito al cual responde
• La represalia no debe implicar el empleo de la fuerza armada.
• No deben violar las reglas relativas a la protección de los derechos fundamentales de la persona humana.
- 9. LA LEGÍTIMA DEFENSA
La ilicitud de un hecho queda excluida si constituye una medida de legítima defensa. El derecho de legítima
defensa es aquel que tiene un Estado para rechazar con la fuerza bélica un “ataque armado” en su contra.
Esta presupone siempre una agresión o ataque ilícito y una reacción determinada por la necesidad inmediata de
defensa, reacción adecuada, proporcionada al ataque o al peligro inminente.
Su invocación ha dado lugar a abusos como provenientes tal vez de falta de acuerdo preciso sobre las
circunstancias que la caracterizan. En todo caso, es principio universalmente aceptado que la legítima defensa o
autoayuda hace desaparecer el carácter posiblemente ilícito de un acto, dándole el ejercicio de un derecho
reconocido.
- 10. LA FUERZA MAYOR Y CASO FORTUITO
La fuerza mayor es un obstáculo inaguantable resultante de circunstancias externas que impiden ejecutar una
obligación jurídica. Es la imposibilidad de actuar de otra forma que la contraria a derecho. Debe tratarse de una
imposibilidad absoluta y material y no de circunstancias que sólo hagan más difícil y gravoso el cumplimiento de
la obligación.
El caso fortuito se trata de un acto exterior imprevisible ajeno al control y como sucede casualmente, sin tener la
posibilidad de saberla con anterioridad, no se la puede evitar.
- 12. EL CONSENTIMIENTO DEL ESTADO PERJUDICADO
Este consentimiento de un Estado puede eliminar la ilicitud del hecho. El mismo no debe estar viciado por
coacción, error o dolo. No sirve para exonerar la responsabilidad, si la obligación violada procediese de una norma
del jus cogens internacional. Ej. Dos Estados limítrofes pueden convenir que sus respectivos policías crucen para
perseguir a delincuentes que huyan a través de ella.
- 13. EL ESTADO DE NECESIDAD
El consuetudinario reconoce que el estado de necesidad constituye una causal que excluye la ilicitud de un hecho
que no esté conforme con una obligación internacional. No pude ser invocado sin reunir estas condiciones:
a. que el hecho hay sido el único medio para salvaguardar un interés esencial del Estado contra un peligro
grave inminente.
b. Que este hecho no atente gravemente contra un interés esencial del Estado respecto del cual la
obligación existe.
No puede ser invocado si:
a. la obligación internacional deriva de una norma imperativa de derecho internacional general; o
b. la obligación internacional está contemplada en un tratado que, explicita o implícitamente, excluya la
posibilidad de invocar el estado de necesidad en lo que respecta a esta obligación; o
c. el Estado en cuestión ha contribuido a que ocurra el estado de necesidad.
14. CONSECUENCIAS JURÍDICAS DEL HECHO ILICITO
Del hecho internacionalmente ilícito nace una relación jurídica que es el deber de reparar el daño causado y en el
derecho correlativo de exigir la reparación. La reparación debe, en la medida de lo posible, borrar todas las
consecuencias del acto ilícito y restablecer el estado de cosas que verosímilmente habría existido si dicho acto no
hubiera sido cometido. Restitución en especie, o si no es posible, pago de una suma correspondiente al valor que
tendría la restitución en especie.
- 15. SATISFACCIÓN
Tiende a reparar un perjuicio inmaterial o moral sufrido por un Estado, el daño causado a su honor y dignidad.
Ejemplos de satisfacción son la presentación solemne de excusas oficiales, los honores a la bandera del Estado
ofendido, el pago de una suma simbólica y la declaración formal en una sentencia de que un Estado violó el
derecho internacional.

- 16. RESTABLECIMIENTO DE LA SITUACIÓN ANTERIOR


Consiste en restablecer el estado de cosas que verosímilmente existiría si el acto ilícito no se hubiera cometido. A
veces el acto ilícito resulta un acto interno (ley, sentencia, etc.) que el Estado infractor no está en condiciones de
derogar o anular. Ejemplos: la restitución de una propiedad confiscada.
- 17. LA INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS

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Paz Vierci Pedretti 2006
El Estado responsable debe indemnizar los daños y perjuicios ocasionados por dicho hecho. La determinación de la
indemnización se rige por los principios generales del derecho.
El derecho internacional no ha aceptado la imposición de indemnizaciones de carácter disuasivo o punitivo.
La indemnización se reduce proporcionalmente cuando el perjudicado tiene parte de culpa o cuando del hecho
ilícito hubieren resultado para él ciertas ventajas.
18. PRESCRIPCIÓN DE LOS RECLAMOS DE REPARACIÓN
El Estado agraviado puede presentar una reclamación directa en contra del país infractor. En cambio, si el hecho
ilícito ha sido dirigido contra un ciudadano extranjero, para hacer efectiva la responsabilidad es necesario que el
Estado del cual es nacional la persona agraviada preste a ésta amparo diplomático (acción de un Estado ante otro
para reclamar el respeto del derecho internacional en la persona de uno de sus nacionales).
19. RESPONSABILIDAD POR DAÑOS AL AMBIENTE
Ciertas alteraciones se han venido produciendo en mayor o menor medida en las últimas décadas por la aplicación
de políticas económicas que no tienen suficientemente en cuenta el impacto medioambiental de determinadas
formas de explotación de los recursos naturales y de la utilización de determinadas sustancias, industrias y
tecnologías. Al mismo tiempo, inevitablemente se han causado daños al medio ambiente y a personas y bienes,
dentro de un país o por encima de las fronteras, por accidentes ocasionados al realizar “actividades peligrosas” en
las que se manejan sustancias o instalaciones que entrañan altos riesgos como la energía nuclear, hidrocarburos u
otras sustancias contaminantes. Se ha considerado que un Estado no puede alterar las condiciones naturales de su
territorio, perjudicando a otro Estado. De ahí la necesidad de la cooperación internacional.
Por todo ello, un objetivo esencial de las normas del derecho internacional del medioambiente fue desde el
comienzo de su desarrollo combatir la contaminación en todas sus formas. Es indudable que la protección del
medioambiente viene siendo una de las preocupaciones más grandes del derecho internacional público moderno.
La polución se ha transformado en una gran amenaza a la humanidad. La visión en relación al medioambiente
comenzó a cambiar debido a la presión de la opinión pública a fines de los años ’60.
Ha costado mucho
- Conferencia de Estocolmo de 1972
- Cumbre para la Tierra (UNCED), Rió de Janeiro 1992
- Tratado de la cuenca de la Plata, 1979
- Tratado de Cooperación Amazónica, 1978
- Convenio de Basilea
- Tratado de Brasilia, 1969

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BOLILLA 10
1. EL ESTADO: EFECTOS JURIDICOS DE LAS TRANSFORMACIONES EN EL TERRITORIO
DEL ESTADO (SUCESIÓN DE ESTADOS)
Ciertas transformaciones en el dominio territorial y como consecuencia en la población de un Estado, repercuten en
los derechos y obligaciones internacionales, porque la unidad y la continuidad del estado quedan destruidas
totalmente cuando aquél desaparece como entidad por el hecho de haberse fraccionado en varios o fusionado con
otros y quedan destruidas, en parte cuando una porción de territorio se separa por cesión, anexión parcial, o
secesión.
La Sucesión de Estados es la sustitución de un Estado por otro en la responsabilidad de las relaciones
internacionales del territorio. Se deja de lado toda vinculación de derechos u obligaciones al ocurrir tal hecho y
cambian su personalidad en el mundo jurídico.
El Estado, a diferencia de las personas humanas, es una entidad cuya vida no esta limitada a plazo relativamente
breve, además, no se trata, como en las sucesiones civiles de un patrimonio sino de soberanía, y ésta, se bien puede
extinguirse, no es susceptible de transmisión. Los problemas que plantean las transformaciones territoriales
provienen de dos hechos de alcance distinto:
- la extinción del Estado como consecuencia de sus fraccionamientos, o su absorción por otro
- la desmembración de una parte de su territorio
2. CONVENCIONES DE VIENA SOBRE LA SUCESION DE ESTADOS. EFECTOS
3. EN LOS TRATADOS
Con motivo de la reciente incorporación a la comunidad internacional de numerosos nuevos Estados como
consecuencia del fin de la era colonial, la sucesión en materia de tratados se ha presentado en diversas
oportunidades en los últimos tiempos.
a. Estado Nuevo: de acuerdo con la practica, dicho Estado no esta obligado a mantener en vigor un tratado o a
pasar a considerarse parte de el, por el solo hecho de que en la fecha de la sucesión el tratado este en vigor
en el territorio. Es decir, el nuevo Estado antes dependiente, no tiene la obligación de considerarse parte de
los tratados de su predecesor, lo que necesariamente no significa que no tenga derecho a considerarse parte
de los mismos, si lo estima conveniente. Los estados nuevos comienzan su vida internacional con las
“manos libres” en materia de tratados, esta doctrina ha sido denominada “Tabla Rasa” o “Clean Slate”. En
el caso de los tratados multilaterales, el estado nuevo podrá mediante una mera notificación de sucesión
hacer constar su calidad de parte. En los bilaterales, es necesario que se acuerde expresamente, o se deduzca
de la actitud de las partes (tácitamente) que el tratado está en vigor entre el estado nuevo y el otro estado
parte.
b. Traspaso de un territorio a la soberanía de otro Estado ya existente: los tratados del Estado predecesor
dejaran de estar en vigor respecto a ese territorio a partir de la fecha de la sucesión y entraran en vigor los
tratados del Estado sucesor. Se denomina la norma de la “movilidad del ambito territorial del tratado”
c. Unificación de dos o más Estados: Se aplica el principio ipso jure4 de los tratados que hubieren estado en
vigor entre cualquiera de los Estados que se unen y los otros Estados partes en él, siempre que sean
compatibles con la situación resultante de dicha unión. Teniendo en cuenta el ámbito territorial, el tratado
sólo tendrá fuerza obligatoria en relación con la parte del territorio del Estado sucesor respecto de la cual
estaba en vigor a la fecha de la unificación, salvo que se notifique que el tratado tiene obligatoria en la
totalidad del territorio unificado.
d. Disolución de un Estado para pasar a ser Estados distintos: para los Estados, como independientes y
separados, la norma estipula que los tratados en vigor en la fecha de la disolución permanecerán en vigor
ipso jure respecto de cada uno de los Estados resultantes de la disolución, salvo que su aplicación sea
incompatible con la nueva situación surgida. Si el tratado se celebró respecto a una parte determinada del
territorio que haya pasado a ser un Estado distinto, continuara en vigor respecto de éste solo Estado.
e. Separación de parte de un Estado para formar un Estado distinto: los tratados que no continúan en vigor
ipso jure respecto del territorio separado y deben aplicarse las normas de la sucesión en caso de Estados
nuevos. El Estado predecesor continúa obligado respecto al territorio restante. El Estado nuevo se rige, por
la regla de “tabla rasa”.
f. Sucesión de los tratados “territoriales”, “localizados”, “dispositivos” o “reales”: los tratados de carácter
territorial no son afectados por la sucesión de Estado. Una sucesión de Estados no afecta una frontera
establecida por un tratado ni un régimen de fronteras establecido. En cuanto a otros tratados territoriales, la
sucesión no afecta al régimen correspondiente.
4. EN LA DEUDA PUBLICA Y OTRAS OBLIGACIONES CONTRACTUALES
a. Traspaso de una parte del territorio de un Estado a otro Estado: el paso de la deuda del Estado se
determina por vía de acuerdo, y a falta de él, se produce el paso al Estado sucesor en una proporción

4
Ipso jure: por ministerio de la ley

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equitativa, teniendo cuenta en particular de los bienes, derechos e intereses que pasen al Estado sucesor en
relación con esa deuda de Estado.
b. Estado de reciente independencia: (que nace del proceso descolonizador) la solución es la no transmisión
de la deuda de Estado aunque se admite la posibilidad de que por vía convencional el Estado sucesor
proceda a asumir deuda “por razón del nexo entre la deuda de estado del Estado predecesor vincula a su
actividad en el territorio…
c. Unificación de dos o más Estados: la deuda de los predecesores pasara integra al estado sucesor
d. Separación de parte de un Estado para formar un nuevo Estado: (desmembración parcial por cesación,
anexión o secesión) la deuda pasara al Estado sucesor en una proporción equitativa, habida cuenta de todas
las circunstancias pertinente. (proporcional a la extensión del territorio desmembrado, o bien a su
población, o su capacidad contributiva durante algunos años inmediatamente anteriores)
e. Disolución de un Estado: La deuda pasa a los Estados en proporciones equitativas habida cuenta de todas
las circunstancias pertinente.
5. EN LOS BIENES DE DOMINIO PUBLICO Y PRIVADO DEL ESTADO
a. Extinción del Estado o la transferencia de una parte del territorio a otro: los bienes del dominio público
situados en él (inmuebles, puertos, puentes, etc.) pasan sin indemnización al Estado sucesor en las
condiciones en que se encuentran y conjuntamente con sus accesorios. Igualmente pasan a éste los bienes
de dominio privado del Estado (tesoro fiscal, tierras, explotaciones ferroviarias, telegráficas, etc.)
La sucesión de los Archivos ha dado lugar a algunas controversias, aunque su carácter de bien público parece
innegable, sobre todo cuando dichos archivos se encuentran en el territorio del estado predecesor. De la práctica
parece deducirse que deben ser transferidos al Estado sucesor, por considerarse accesorios al territorio transferido.
6. EN LA LEGISLACIÓN
Al extinguirse un Estado o al pasar a otro una parte de su territorio, es obvio que la legislación del Estado
sucesor viene a regir en él. Sin embargo, a fin de no perturbar súbitamente la vida normal de los habitantes, el
Estado sucesor suele establecer un periodo de transición durante el cual se mantiene el régimen legal y
administrativo preexistente.
7. EN LA NACIONALIDAD
En caso de transferencia de una parte del territorio de un Estado a otro: (cesión o anexión parcial) los individuos
que tienen la nacionalidad del territorio cedido o anexado pierden, en principio, esta nacionalidad y adquieren la
del Estado cesionario o anexante, pues no seria posible que éste hubiese de ejercer soberanía en un territorio cuyos
habitantes pertenecieran por completo a otra comunidad política. Cuando la cesión o anexión se reglan mediante
un tratado, suelen estipularse algunas normas tendientes a no imponer ipso facto5 una nueva nacionalidad a dichas
personas. Según la práctica seguida desde el siglo XVII, se les concede un derecho de opción, estos pueden optar,
dentro de cierto plazo, entre la nacionalidad que posee en ese momento y la nacionalidad del Estado cesionario o
anexante.
En caso de extinción de un Estado por anexión total a otro Estado es obvio que el derecho de opción no puede
operarse, pues la nacionalidad deja de existir; cuando más, puede acordarse a las personas afectadas la facultad de
renuncias a la adquisición de la nueva nacionalidad.
8. EN LAS ACCIONES JUDICIALES
Pueden ocurrir 2 alternativas en la sucesión de Estados en su participación en organismos internacionales:
1. Que se creen nuevos Estados por partición de uno existente
Esto sucedió con la formación de la Republica de Irlanda. Se estimó en la Sociedad de Naciones que el hecho de
ser Gran Bretaña miembro no otorgaba tal calidad al nuevo Estado, que tuvo que ser admitido por el procedimiento
correporndiente o la introducción de Pakistán (antes parte de India) a las Naciones Unidas.
2. Que se unan dos Estados para formar otro.
En el caso de la unión de dos Estados ya miembros de la organización, se presentó cuando Siria y Egipto formaron
la Republica Árabe Unida en 1958, no fue necesario ningún procedimiento de admisión, sino una simple
comunicación al Secretario General.
9. EN LA PARTICIPACIÓN EN ORGANISMOS INTERNACIONALES
Entre los otros sujetos de derecho internacional puede también presentarse casos de sucesión. La sería un caso de
sucesión territorial, pero sí en las funciones ejercidas por estos sujetos. Tal es el caso frecuente entre
organizaciones internacionales, traspaso que se rige por los tratados de disolución de antiguo organismo y de
creación del nuevo o en resoluciones que adopten sus órganos, no se han creado normas consuetudinarias, ni se
deben aplicar, por analogía, los principios examinados sobre la sucesión de Estados.

5
Ipso facto: Por el hecho mismo, inmediatamente, en el acto.

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BOLILLA 11
1. LOS GOBIERNOS DE FACTO
Cuando una facción triunfa en una región o en todo el país convulsionado y asume el poder público, se
produce un gobierno de hecho o “de facto”, en contraposición a gobierno legal o “de jure”. En el derecho público
interno, un gobierno es legal (de derecho, “de jure” o constitucional), cuando emana de una elección reglamentaria
o por nombramiento hecho conforme a la Constitución o leyes vigentes y cuando se conduce legalmente en el
ejercicio del poder público. Un gobierno es de hecho (no legal, no constitucional o “de facto”) cuando no ha sido
elegido o designado según normas establecidas por la Constitución o leyes vigentes. El gobierno de facto, obra
bajo color de algún título aunque sea defectuoso. Un gobierno de facto puede ser efímero o estable, local, regional
o general
Existen dos formas de establecer un gobierno de facto:
a) Por haber depuesto, mediante un golpe de Estado o empleando la fuerza, al gobierno existente
b) Habiendo desaparecido los titulares del gobierno existente y no previendo la organización institucional quienes
son sus reemplazantes legales, o impedidos éstos de asumir el poder, se improvisa de hecho una autoridad
publica para regir en el interregno, es decir, mientras se organiza el gobierno de jure.

2. TEORIAS SOBRE SU RECONOCIMIENTO


El reconocimiento de un gobierno de facto significa que el Estado que lo practica lo considera como órgano de
la autoridad publica del Estado en que rige en cuanto ella trasciende al exterior, y por lo tanto aquel acto
manifiesta el propósito de cultivar las relaciones internacionales por medio de ese gobierno. Pero en el
continente americano, debido a la inestabilidad de sus gobiernos, dio origen a una serie de doctrinas propias.

2.1 DOCTRINA DE JEFFERSON (1792)


Formulada por el presidente norteamericano Tomas Jefferson, al instruir a Morris, ministro en París, para
hacer el reconocimiento del gobierno francés, en 1792, declaraba que el reconocimiento debería ser dado,
en virtud de que el gobierno tiene apoyo popular. Dice SI al reconocimiento de los gobiernos de facto,
siempre y cuando sea la voluntad o consentimiento del pueblo.
2.2 DOCTRINA DE WILSON (1913)
El Presidente Thomas Woodrow Wilson, en un discurso pronunciado en Alabama en 12 de marzo de
1913, se expresó partidario de los gobiernos de constitucionales, y, negó el reconocimiento al gobierno del
general Huerta en México y del general Tinoco, en Costa Rica, exigiéndoles comicios libres. Huerta no
accedió a las exigencias Norteamérica, entonces Wilson comunicó que “tales pretendidos gobiernos no
serán favorecidos por el de Estados Unidos, ni éste tratará con ellos”. A su vez, con Costa Rica dijo “no
reconocerá ni dará apoyo a ningún gobierno que se establezca, a menos que se pruebe claramente que ha
sido electo por medios legales y constitucionales”. Se cree que la primera vez que se empleó el
reconocimiento de facto fue cuando el Presidente Wilson, en 1915 reconoció al gobierno de Carranzas, en
México, reservando el reconocimiento de jure para cuando se dictase la Constitución.
2.3 DOCTRINA DE TOBAR (1907)
Doctrina anunciada el 15 de marzo de 1907, elaborada por Carlos Tobar, Ministro de Relaciones
Exteriores de Ecuador, sustentó que “las repúblicas americanas, por su buen nombre y crédito, aparte de
otras consideraciones humanitarias y altruistas, deben intervenir de modo indirecto en las disensiones
internas de las republicas del continente. Esta intervención podría consistir, al menos, en el NO
reconocimiento de los gobiernos de facto surgidos de revolucionarios contra la Constitución.” Su doctrina
sostenía que sólo serán reconocidos aquellos gobiernos que tuviesen legitimidad constitucional, y no los que
hayan surgido por movimientos sediciosos en contra del régimen constitucional. Apuntada así a disminuir
las revoluciones tan comunes, en América Central.
2.4 DOCTRINA DE LA COMISION DE JURISCONSULTOS AMERICANOS (RIO DE JANEIRO)
Del año 1927, para reconocer un gobierno de facto, se deben reunir 2 condiciones:
a. Que tenga aptitud y disposición para cumplir obligaciones internacionales; no se posee esto cuando
repudia los tratados o la deuda publica alegando que provienen de un régimen proscrito, y también debe
haber una disposición para contraer nuevas obligaciones y satisfacer los deberes que el derecho
internacional impone.
b. Que tenga una autoridad publica efectiva con probabilidad de estabilidad y consolidación; se
puede comprobar a través del cumplimiento de servicio militar y pagos de impuestos, ya que una
autoridad que no dispone de soldados o de dinero no es gobierno.
2.5 DOCTRINA DE ESTRADA (1930)
También conocida como la Doctrina Mexicana, fue elaborada por Genaro Estrada, Secretario de
Relaciones Exteriores de México, y anunciada en el año 1930, que no reconoce ni deja de reconocer.
Repudia la necesidad de reconocimiento por considerarla contraria a la soberanía de los Estados. Aconseja

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que México no debe otorgar reconocimientos, porque es una practica denigrante que, aparte de herir la
soberanía de otras naciones, coloca a éstas en el caso de que sus asuntos puedan ser calificados en cualquier
sentido por otros gobiernos.

2.6 DOCTRINA DE BETANCOURT (1959)


Del año 1959, elaborada por el Presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, relanzó la doctrina de Tobar,
que hace que Venezuela no reconozca al gobierno de facto surgidos de movimientos revolucionarios, salvo
se vuelva constitucional. Fue también seguida por el Presidente Leoni, pero el presidente Caldera abandonó
esta posición venezolana.

3. DOCTRINA SEGUIDA POR EL PARAGUAY


Paraguay, al igual que la mayoría de los países en América, incluyendo los EE.UU., seguía la Doctrina de la
“Comisión Internacional de Jurisconsultos”, de Rió de Janeiro de 1927.
En la constitución de 1992, en el Art. 138 dice:
“De la validez del orden jurídico. Se autoriza a los ciudadanos a resistir a dichos usurpadores, por todos los medios
a su alcance. En la hipótesis de que una persona o grupo de personas, invocando cualquier principio o
representación contraria a esta Constitución, detenten el poder publico, sus actos se declaran nulos y sin ningún
valor, no vinculantes y, por lo mismo, el pueblo en ejercicio de su derecho de resistencia a la opresión, queda
dispensado de su cumplimiento.”
“Los estados extranjeros que, por cualquier circunstancia, se relacionen con tales usurpadores, no podrán invocar
ningún pacto, tratado ni acuerdo suscripto o autorizado por el gobierno usurpador, para exigirlo posteriormente
como obligación o compromiso de la republica del Paraguay.”

4. GOBIERNOS EN EXILIO
Este tipo de gobierno es una figura jurídica internacional, que apareció al final de la guerra civil española y durante
la II Guerra Mundial. Se refiere a casos de gobiernos que en un momento dado no pueden seguir
manteniéndose en sus respectivos países (Ej. cuando el enemigo invade el territorio) y se instala en otro. El
reconocimiento de este tipo de gobierno depende mucho de su viabilidad, y se debe otorgar solo cuando este
“gobierno” aún esta haciendo esfuerzos para volver a asumir al poder. Pero generalmente, en el momento de buscar
refugio en el extranjero, excepcionalmente el gobierno logra salvar sus fuerzas armadas del desastre y
reorganizarlas en el exilio. Por lo general, la victoria de sus aliados, que son mucho más fuertes, son los que hacen
posible que el gobierno pueda retornar a su país y ejercer nuevamente el poder.
Ejemplos de gobiernos en exilio es España, que al final de la guerra civil, en 1939, el gobierno vencido pasó a París
y allí se instaló con su gobierno, con sus ministros y de allí paso a México y se instaló con su gobierno. Durante la
II Guerra Mundial hubo muchos casos, como el del General Charles de Gaulle que formó en Londres el gobierno
francés en exilio. También los reyes de Holanda, Dinamarca, Noruega, Gracia, Yugoslavia fueron todos en el exilio
como en Washington o Londres, luego de la guerra volvieron casi todos a sus respectivos países.
Existen diversas opiniones sobre este tipo de reconocimiento. Algunos autores sustentan que un gobierno
prolongado de su territorio en el exilio, no acarrea la desaparición del Estado. Otros, declaran que tales Estados,
con la fuga del gobierno y la ocupación de su territorio, habrían desaparecido, una vez que ocurriera la
“debellatio”. Y otros consideran que el gobierno en el exilio es parte esencial del Estado.

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BOLILLA 12
1. EL ESTADO VATICANO
La historia internacional del Papado comprende tres periodos, separados por dos fechas: la del 20 de setiembre de
1870 cuando las tropas italianas penetraron en Roma, y la del 11 de febrero de 1929 en que se firmaron los
Tratados de Letran.
El “Estado de la Ciudad del Vaticano” (Stato della Cittá del Vaticano) es un estado independiente bajo la
autoridad absoluta del papa de la Iglesia católica apostólica romana. Es un enclave dentro de la ciudad de Roma,
con una extensión de 44 hectáreas y 1.000 habitantes (2001). Su forma de gobierno es monárquico-sacerdotal y su
fecha de independencia es el 11 de febrero de 1929, su constitución es la “Constitución Apostólica de 1967”.
La Ciudad del Vaticano está gobernada por el Papa, que tiene el poder ejecutivo, legislativo y judicial absolutos. El
poder ejecutivo se delega en un gobernador, que es responsable directamente ante el Papa. El Sagrado Colegio
Cardenalicio y varias congregaciones sagradas aconsejan y asisten al Papa en el ejercicio de su poder legislativo. El
poder judicial lo ejercen los tribunales eclesiásticos y las apelaciones a sus decisiones se dirigen al Tribunal de la
Rota y al Tribunal Supremo de Signatura apostólica. La Secretaría de Estado representa a la Santa Sede en las
relaciones diplomáticas con las potencias extranjeras. La Guardia suiza se ocupa de la seguridad interna y de la
protección del Papa; la plaza de San Pedro está sometida a la autoridad de la policía italiana. Castel Gandolfo, el
palacio de verano del Papa en las afueras de Roma, al igual que otras edificaciones situadas en la capital italiana
pero fuera del Vaticano, está dotado con el derecho de extraterritorialidad.
La Ciudad del Vaticano tuvo, hasta la entrada en circulación del euro en 2002, su propia moneda (la lira vaticana,
que equivalía a la lira italiana). Cuenta también con su propio sistema postal, con una estación de ferrocarril y una
emisora de radio, y administra sus propios servicios de teléfono y telégrafo. Los gastos anuales en 1994 fueron de
175 millones de dólares, en tanto que los ingresos fueron de 175,5 millones de dólares. Se publica un periódico
diario y un periódico mensual oficial, así como libros y panfletos en diversas lenguas. El italiano es la lengua del
Estado, aunque para los actos oficiales se utiliza el latín.

2. COMIENZO Y DESARROLLO DE LOS ESTADOS PONTIFICIOS HASTA 1870


Estados Pontificios, territorio italiano que estuvo bajo la autoridad directa y temporal del papa desde el 756
hasta 1870. También reciben la denominación de territorios del Papado.
Hasta el año 1870 el Papa no era solamente un jefe supremo de la Iglesia Católica, sino también soberano de un
Estado: el Estado Pontificio. Tenia pues, dos clases de poderes: un poder espiritual, que se extendía a las
comunidades católicas del mundo entero, y un poder temporal: la soberanía sobre el Estado Pontificio. Los papas
sostenían hasta entonces que la existencia del poder temporal era garantía indispensable para el cumplimiento de la
misión espiritual de la Iglesia Católica.
El Papa era como el rey de los Estados Pontificios, con todos los honores y prerrogativas de jefe de Estado.
Soberano de un territorio libre e independiente, el Papa tuvo los derechos y los deberes de los demás soberanos
temporales; pero en razón de su alta investidura espiritual, se le reconoció la magistratura internacional, la
supremacía sobre los demás soberanos cristianos, quienes solicitaban la consagración papal para ejercer el poder el
poder publico considerado como de origen divino.

A. LA OCUPACIÓN DE ROMA
Existen evidencias arqueológicas y literarias que apoyan la creencia de que san Pedro fue martirizado en Roma e
incluso que fue enterrado en el emplazamiento tradicional bajo el altar principal de la basílica de San Pedro, el
Altar de la Confesión.
Los papas pasaron a ser los gobernantes de la ciudad de Roma y de las zonas circundantes hacia el siglo VI d.C.
Este dominio fue cedido oficialmente al papa Esteban II por Pipino el Breve, rey de los francos, en el 756 como
agradecimiento por haberle nombrado rey. Sus posesiones se fueron ampliando mediante diversas donaciones,
adquisiciones y conquistas, recibiendo en conjunto la denominación de Patrimonio de San Pedro.
En el siglo VII, la conversión de los Lombardos al catolicismo, y al triunfo de éstos sobre varias ciudades, hace que
las atribuciones gubernamentales vayan pasando progresivamente a manos del Obispo de Roma, es decir, el Papa,
sin que la autoridad superior del emperador fuese disentida. Esta acción política de la Santa Sede se ha desarrollado
en el curso de los siglos VII y VIII; pero fue Gregorio I, el Grande (590-604), el que inauguró. Este es el primer
Papa que recibe territorio para la Iglesia de Roma. Los administró muy bien, los defendió mejor aún, y logró que la
Iglesia de Roma tuviera tanta fuerza y prestigio como la de Constantinopla.
Durante el curso del siglo VIII, dos grupos generadores de unidad aparecen en el mundo: la nueva dinastía franca
bajo los carolingios, y la potencia política del papado. A finales del siglo VIII y principios del IX, Carlomagno
ofreció protección a los papas y les concedió inmensos territorios en las regiones centrales de Italia, substrato de
los futuros Estados Pontificios. El papa León III (795-816), a su vez, sentó las bases del Sacro Imperio Romano
Germánico tras coronar emperador de los romanos a Carlomagno en la basílica de San Pedro el 25 de diciembre del
800.

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El papado resultante de estos cambios, más insistentes que nunca en reforzar las prerrogativas del sumo pontífice,
convenció a la mayoría de los obispos y a muchos príncipes de que estos privilegios eran en el orden religioso y
temporal justos, los introdujo en el nuevo Derecho canónico que se estaba formulando por entonces, y los implantó
institucionalmente como una burocracia centralizada.
Dado que las condiciones políticas en Italia se deterioraron en el siglo X, el papado cayó en manos de la nobleza
romana. Los papas eran, en el mejor de los casos, meras figuras decorativas en una ciudad abandonada de hecho;
en el peor de los casos, cayeron en la inmoralidad y fueron manipulados por familiares y por nobles sin escrúpulos.
El pontificado de León IX (1049-1054) situó al papado en el camino de la recuperación y le hizo comprometerse en
una profunda reforma de la Iglesia. Una característica especial de esta reforma, promovida por los papas de finales
del siglo XI y principios del XII, era subrayar con énfasis la autoridad papal como clave para restaurar el orden
interno de la Iglesia. Gregorio VII (1073-1085) surgió, tanto antes como después de su elección, como el defensor
más acérrimo de este movimiento, la reforma gregoriana, que originaría la Querella de las Investiduras.
El papado resultante de estos cambios, más insistentes que nunca en reforzar las prerrogativas del sumo pontífice,
convenció a la mayoría de los obispos y a muchos príncipes de que estos privilegios eran en el orden religioso y
temporal justos, los introdujo en el nuevo Derecho canónico que se estaba formulando por entonces, y los implantó
institucionalmente como una burocracia centralizada. Gregorio VII y sus sucesores fueron así los fundadores del
papado moderno.
El legado de los gregorianos alcanzó su cenit con el papa Inocencio III (1198-1216), cuya energía y capacidad le
convirtieron en la personalidad religiosa más importante de la sociedad europea de su tiempo. Fue el primer papa
en hacer uso consistente del título de vicario de Cristo.
Menos de un siglo después del triunfo de la autoridad papal medieval bajo Inocencio III, el rey francés Felipe IV el
Hermoso humilló al papa Bonifacio VIII (1294-1303) y la guerra psicológica que inició contra Clemente V (1305-
1314) desembocó en una larga estancia de los papas en la sede pontificia de Aviñón (1309-1377), donde se vieron
muy influidos por los intereses políticos franceses. Al final de este periodo tuvo lugar el Gran Cisma de Occidente,
durante el cual dos o tres papas alegaban simultáneamente, para gran escándalo de la cristiandad, que ellos eran los
únicos pontífices legítimos. Aunque el Gran Cisma se terminó finalmente con el Concilio de Constanza, el papado
había perdido prestigio, y durante los 100 años siguientes vivió con el miedo a ataques a su autoridad por parte de
los radicales, que se manifestaron ya en el Concilio de Basilea (1431-1449).
Finalmente los Estados Pontificios llegaron a abarcar prácticamente toda la zona central de Italia, alcanzando su
mayor extensión en el siglo XVI. Los papas fueron capaces de consolidar su autoridad política en los Estados
Pontificios, y convertirse por primera vez en auténticos príncipes territoriales, amen del poder espiritual del Papa.
El poder espiritual de los papas, formó en consecuencia, un territorio, con Roma de capital, en el centro de Italia.
La mayor parte de las anexiones se mantuvieron bajo el poder del papado hasta 1797, año en que las tropas
francesas de Napoleón Bonaparte se apoderaron de este territorio, creando la República Romana. En 1801 el papa
Pío VII recuperó parte de su poder y en 1815 el Congreso de Viena restituyó casi todas sus antiguas posesiones al
Papado y mantuvo esta zona bajo la protección de Austria.

C. LA CUESTION ROMANA
El problema suscitado ente el Reino de Italia y el Papado, a raíz de la anexión de los Estados Pontificios, ha
sido conocido como la “Cuestión Romana”
La Revolución Francesa y sus consecuencias en toda Europa, trajeron consigo nuevos problemas al papado, en
especial con el impulso en Italia hacia la unidad nacional que condujo en 1860-1870 a la incorporación de los
Estados Pontificios y la ciudad de Roma al Reino de Italia.
En Italia, en el siglo XIX, se realizó un movimiento de inspiración nacionalista en busca de la unidad Italiana.
Famosos políticos, intelectuales, príncipes y caudillos dirigieron aquel movimiento, llamado “unificación italiana”
o “Risorgimento”. El lema de Garibaldi era “Roma o la muerte como capital de Italia”.
Existían tres obstáculos para la unidad:
1) La ocupación del reino de Lombardía y Venecia, bajo soberanía austriaca, en el norte
2) Los Estados Pontificios, bajo la soberanía del papa, situados en el centro de la península.
3) Un grupo de estados independientes. El reino de Piamonte-Cerdeña, que se había ido extendiendo lentamente
desde la edad media y era el Estado más avanzado de Italia. El reino de las Dos Sicilias, y 3 ducados más
pequeños, Toscana, Parma y Módena, eran gobernados por la dinastía Habsburgo austriaca.
Una vez que la mayoría de Italia fue políticamente unificada, faltaba solamente el Estado Pontificio. Victor Manuel
II, rey de Italia, resolvió dar el último paso ocupando la ciudad de Roma, con las tropas al mando del General
Cadorna y declaró como capital del Estado, con aprobación del Parlamento, y paso a ser parte del Estado Italiano.

D. LA LEY DE GARANTIAS (1971)


En 1870 el Papado dejo de ser un Estado territorial, pero conservó los atributos de persona internacional. La
condición del Papado quedo garantizada por la ley italiana del 13 de mayo de 1871, conocida con el nombre del

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“Ley de Garantías”. Esta ley, dictada para tranquilizar el mundo católico, fue un acto unilateral de Italia, que no
obligaba a la Santa Sede; sin embargo, ha sido algo mas que una ley interna susceptible de ser derogada a voluntad:
era una ley cuasi-internacional, porque las prerrogativas internacionales del Papa contaban con el asentimiento de
todos los estados, interesados en asegurar la independencia del Jefe de la Iglesia Católica.
Los artículos 1, 2 y 3 de la Ley de Garantías reconocieron al Papa la cualidad, honores y prerrogativas personales
de soberano y castigaron los atentados contra el Sumo Pontífice como si fuesen contra la persona del Rey de Italia
mismo. El articulo 4 fijo al papa una dotación anual de 3.255.000 francos, como pensión perpetua e inajenable. El
artículo 5, le aseguró el goce de los Palacios apostólicos del Vaticano y de Letrán, así como la villa de Castel-
Gandolf, con todos sus anexos, jardines, museos, bibliotecas, colecciones de arte, y de arqueología. Los artículos 6
a 10, protegieron las inmunidades y franquicias de los Cónclaves, Concilios y demás órganos del gobierno
pontifical. El artículo 11 reconoció inmunidades diplomáticas al personal de las Embajadas y Legaciones
acreditadas en el Vaticano, así como las nunciaturas e internunciaturas acreditadas por la Santa Sede cerca de los
Estados extranjeros. El artículo 12 conservó a la santa Sede el derecho de corresponder directamente, y sin control,
con el episcopado y el mundo católico, y la facultad de establecer en las residencias pontificas oficinas de correos y
telégrafos. Las comunicaciones de la Santa Sede fueron exentas de toda tasa y gastos en el territorio italiano, y los
correos del Vaticano, asimilados a los correos oficiales de los gobiernos extranjeros. El artículo 13 declaró que los
establecimientos de enseñanza eclesiástica de Roma y de las seis diócesis suburbanas continuarían bajo la
dependencia exclusiva de la Santa Sede, sin ingerencia alguna de las autoridades italianas.

E. EL ENCLAUSTRAMIENTO VOLUNTARIO DE LOS PAPAS


La Ley de Garantías no dio a la Cuestión Romana una solución satisfactoria, ya que se trataba de una solución
unilateral, que no fue aceptada por el papa. La protesta de Pío IX fue clara y posteriormente en su Encíclica Ubi
nos, de 15 de mayo de 1871, puso de manifiesto nuevamente su protesta contra la regulación jurídica de la ley
italiana, que calificaba de admisible. Con la Ley de Garantías se pretendió consagrar la desaparición de la
soberanía temporal, negándose incluso al papa mas que unas determinadas prerrogativas.
El Papado considero ilegal la ocupación de Roma por las tropas de Italia e insuficientes las previsiones de la Ley
de Garantías. Desde entonces quedo en pie la Cuestión Romana entre el Vaticano y el Quirinal (Estado Italiano). El
Papa se considero cautivo voluntario y rehusó a percibir la dotación pecuniaria que le fue asignada en 1870.el
ceremonial del Vaticano impidió que ningún soberano extranjero visitase el Quirinal antes de haber visitado el
Vaticano. Por haber infringido esta regla en 1904 por el Presidente de Francia, Emilio Loubet, se produjo un
incidente diplomático entre ambas potencias. Antes de 1920, el ceremonial pontifical establecía un distingo entre
los Soberanos católicos y los Soberanos no católicos: éstos para ser recibidos por el Papa, debían salir de la
Embajada o Legación de su país o desde una iglesia de su respectivo credo. En esta ultima forma, visitaron al
vaticano, Guillermo II en 1893, 1898 y 1903; Eduardo VII, en 1903; Wilson, en 1919. Una encíclica del Papa
Benedicto XV de 23 de mayo de 1920, atenuó el rigor de aquella regla, estableciendo para los Soberanos católicos
el mismo ceremonial que el que regia para los Soberanos no católicos.

3. LOS ACUERDOS DE LETRÁN (1929)


En los últimos tiempos, el Estado Italiano (Quirinal) y el Vaticano parecieron haber depuesto sus intransigencias;
pero mientras el primero era partidario de la nacionalización, el segundo ser inclinaba hacia la internacionalización.
El Gobierno Italiano consentía en acordar a la Santa Sede franquicias mas extensas o condiciones jurídicas y
financieras mas ventajosas que la contenida en la Ley de Garantías, pero a la condición de que la “Cuestión
Romana” continuara siendo italiana, si ingerencia de potencias extranjeras. La Santa Sede, por el contrario, deseaba
que el nuevo reglamento de garantías recibiese el consentimiento colectivo de las potencias, a fin de dar a esta
cuestión un carácter internacional.
El 11 de febrero de 1929 se celebra un tratado entre la Santa Sede y el Reino de Italia, que modifica la condición
jurídica del Papa y deroga la Ley de Garantías. Este tratado político, acompañado de una Convención Financiera y
un Concordato, suscritos en la misma fecha en nombre del rey Víctor Manuel III por Benito Mussolini, el jefe de
gobierno italiano, y en nombre del papa Pío XI por el cardenal Pietro Gasparri, su secretario de Estado
(responsable de las relaciones internacionales del Papado), se conocen con el nombre de “Tratados de Letrán”,
canjeados el 7 de junio de 1929.
Mediante este acto bilateral, la personalidad internacional de la Santa Sede se acrecienta: se soberanía personal se
convierte en soberanía territorial que se ejerce sobre la Ciudad del Vaticano y sobre una población sujeta
exclusivamente a su jurisdicción. Reúne así el Papado los elementos esenciales de un Estado temporal, que son:
territorio, población, gobierno y fin social.
El preámbulo del Tratado de Letrán establece que es propósito de ambas partes asegurar a la Santa Sede “una
condición de hecho y de derecho que le garantice la absoluta independencia en el cumplimiento de su alta misión
en el mundo”, arreglando en forma definitiva e irrevocable la “Cuestión Romana”. Añade, que “en la necesidad de
asegurar a la Santa Sede la absoluta y visible independencia, garantizándole una soberanía indiscutible aun en el

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campo internacional, se ha considerado la necesidad de constituir, con especial modalidad, la Ciudad del Vaticano,
reconociendo sobre la misma a la Santa Sede la plena propiedad y la exclusiva y absoluta potestad y jurisdicción
soberana”.
Articulo 1 reafirma que la religión católica apostólica romana es la única religión del Reino de Italia.
Articulo 2, “Italia reconoce la soberanía de la Santa Sede en el campo internacional como atributo inherente a su
naturaleza, de acuerdo con su tradición y las exigencias de su misión en el mundo”.
Articulo 3, “se reconoce a la Santa Sede la plena propiedad y la exclusiva y absoluta potestad y jurisdicción
soberana sobre el vaticano, como esta actualmente constituido, con todas sus pertenencias y dotaciones, creándose
en tal modo la Ciudad del Vaticano para los fines especiales y con las modalidades del presente Tratado. Los
confines de dicha Ciudad son los indicados en la Planta de que constituye el Anexo I del presente tratado, del cual
forma parte integrante”. Añádase, que la plaza de San Pedro, que forma parte de la Ciudad del Vaticano, continuara
normalmente abierta al público y sujeta a la policía italiana con algunas restricciones.
Artículo 4, 5 y 6: se refieren a la no ingerencia del Gobierno de Italia en la Ciudad del Vaticano, condición de los
inmuebles dentro y vecinos y medios de comunicación (tiene libertad absoluta de comunicaciones de toda especie
con el exterior en tiempos de paz como de guerra).
Articulo 7, “en conformidad a las normas de Derecho Internacional, está prohibido a las aeronaves de cualquier
especie sobrevolar el territorio del Vaticano”
Artículo 8, considerando sagrada e inviolable la persona del Sumo Pontífice se castigará todo atentado, ofensa e
injuria contra su persona como si se perpetrase contra el Rey, así sea en discursos, hechos o escritos.
Articulo 9, “de conformidad con las normas del derecho internacional, están sujetas a la soberanía de la Santa Sede
todas las personas que tengan estable residencia en la Ciudad de Vaticano. Tal residencia no se pierde por el simple
hecho de una temporaria permanencia en otra parte no acompañada de la perdida del domicilio en la Ciudad misma
o por otras circunstancias comprobatorias del abandono de dicha residencia”. Es una ciudadanía especial, pues es
supletoria, ya que se superpone a la Ciudad de origen o adquirida y es funcional, pues solo se adquiere por el
ejercicio de tales funciones en el Vaticano, “ciudadanía vaticana”
Articulo 10, asegura la exención del servicio militar, del jurado y otras prestaciones personales, a los dignatarios
de la Iglesia y personas de la Corte Pontificia.
Articulo 11, regula las entidades centrales de la Iglesia en su calidad de persona jurídica.
Articulo 12, “Italia reconoce a la Santa Sede el derecho de legación, activo y pasivo, según las reglas generales del
derecho internacional”. Es decir, puede enviar y recibir agentes diplomáticos. Los jefes de misión de la Santa Sede
que tienen rango más alto son los nuncios. En los países católicos se reconoce al nuncio la calidad de Decano Del
Cuerpo Diplomático residente. En los países que no reconocen al nuncio esta calidad, la Santa Sede acredita
pronuncios. Unos y otros tienen la misma jerarquía que los embajadores. Los internuncios son jefes de misión que
tienen rango equivalente al de ministros plenipotenciarios. A los Estados que no tienen relaciones diplomáticas con
la Santa Sede ésta envía un delegado apostólico, el cual es representante del Papa ante la Iglesia local.
Articulo 13, Italia reconoce a la Santa Sede la plena propiedad de las basílicas patriarcales de San Giovanne, de
Santa Maria Maggiore y de San Pablo con los edificios y monasterios anexos, más el edificio de San Calisto.
Articulo 14, le reconoce el palacio Castel Gandolfo, la Villa Barbieri, los inmuebles sitados al norte de Colle
Ganicolense perteneciente a la Sacra Congregazione di Propaganda Fide y demás instrumentos eclesiásticos, mas
los edificios ex-conventuales, anexos a la basílica de los Santi XII Apostoli y a la Iglesia Sant’Andrea della Valle y
de San Carlo a los Catinari.
Articulo 15, asegura la inmunidad diplomática a dichos inmuebles y los palacios de la Dataria, de la Chancillería,
de Propaganda Fide, del palacio de Santo Oficio, de la Congregación para la Iglesia Oriental, del palacio de
Vicariato y otros edificios eclesiásticos aunque formasen parte del territorio italiano.
Articulo 16, establece que los edificios mencionados, así como la Universidad Gregoriana, Instituto Bíblico,
Oriental, Arqueológico, Seminario Ruso, Colegio Lobardo, palacio de San Apolinario y la Casa de los ejercicios no
sufrirán expropiaciones sino con previo acuerdo de la Santa Sede y serán exentos de todo impuesto italiano.
Articulo 17, exime de impuestos las retribuciones y salarios eclesiásticos.
Artículo 18, conserva la publicidad de los tesoros de arte y de ciencia existentes en la Ciudad del Vaticano y en el
Palacio de Letranense, pudiendo la Santa Sede reglamentar el acceso del público.
Articulo 19, “los diplomáticos y los enviados de la Santa Sede, los diplomáticos y enviados de los gobiernos
extranjeros cerca de la Santa Sede y los dignatarios de la Iglesia provenientes del exterior, que se dirijan a la
Ciudad de Vaticano, munidos de pasaportes de los Estados de su procedencia y visados por los representantes
pontificios en el extranjero, podrán sin otra formalidad tener acceso a aquella a través del territorio italiano.
Articulo 20, exime de derechos de aduana a las mercaderías de transito para la Ciudad del Vaticano.
Articulo 21, declara que todos los cardenales gozaran en Roma de honores de Príncipes de Sangres. Los
Cardenales residentes en Roma son ciudadanos de la Ciudad del vaticano aunque se hallen fuera de ésta. También
se garantiza la libre reunión de los Cónclaves.

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Articulo 22, a requerimiento de la Santa Sede y por delegación transitoria o permanente que ella consienta, podrá
Italia proveer al castigo de los delitos que se cometan en la Ciudad del Vaticano, salvo cuando el autor del delito se
hubiere refugiado en el territorio Italiano, en cuyo caso se procederá sin mas contra el, de acuerdo con las leyes
italianas. Habrá extradición de las personas que se refugiasen en la Ciudad del Vaticano, a no ser que se prefiera
permitir la entrada de funcionarios italianos para arrestarlas.
Articulo 23, establece que para la ejecución en Italia de las sentencias emanadas de los tribunales de la Ciudad de
Vaticano, se aplicaran las normas generales del derecho internacional, pero se dará eficacia jurídica inmediata a las
sentencias relacionadas con materia espiritual o disciplinaria.
Articulo 24, “la Santa Sede declara que es su deseo permanecer y que permanecerá ajena a las contiendas
temporales entre los demás estados y a los congresos internacionales convocados para tal objeto, a menos que las
partes contendientes no hagan de común acuerdo un llamamiento a su misión de paz, reservándose en cada caso el
hacer valer su potestad moral y espiritual. Por consiguiente, la Ciudad del Vaticano será siempre y en tal caso
considerada como neutral e inviolable”
Articulo 25, dispone que la liquidación de los créditos de la Santa Sede se haga por convenio especial.
Articulo 26, abroga la Ley de Garantías. La Santa Sede declara definitivamente arreglada la Cuestión Romana y
reconoce a Italia bajo la dinastía de la Casa Saboya, con Roma por capital del Estado italiano; y el reino de Italia
“reconoce al Estado de la Ciudad del Vaticano (Stato della Cittá del Vaticano) bajo soberanía del sumo pontífice”
La Convención Financiera estipula una indemnización por daños causados a la Santa Sede por la perdida del
patrimonio de San Pedro constituidos por los antiguos Estados Pontificios y otros bienes eclesiásticos. Fijase como
indemnización a pagar a la Santa Sede, la suma de 750.000.000 de liras italianas en títulos del Consolidado
Italiano 5% al portador por un valor nominal de 1.000.000.000 de liras, es decir que se constituye un titulo de renta
a su favor.
El Concordato dispuso que el catolicismo sería la religión oficial del Estado, estableció la enseñanza de la doctrina
católica, aseguró la prestación de la fuerza pública para la ejecución de las sentencias eclesiásticas, etc.

4. CONCORDATO CRAXI-CASAROLI (1984)


El Concordato de 1929 dio lugar a desacuerdos serios entre la Santa Sede y el Gobierno Italiano. Uno de ellos
surgió con motivo de la ley que instituyo el divorcio en Italia (1970), ley que el Papa consideró contraria a las
estipulaciones concordatarias.
El concordato de 1929 fue reemplazado por el Concordato Craxi-Casaroli, firmado en 18 de febrero de 1984,
firmado en Roma (Villa Madama) entre la Santa Sede y la Republica Italiana. Por Italia firmo el Presidente del
Consejo de Ministros, el Socialista Benito Braxi y por la Santa Sede, el Cardenal Agostino Casaroli, Secretario de
Estado del Vaticano.
Este concordato reafirma que las dos partes, el Estado y la Iglesia Católica son, cada uno en el propio orden,
independientes y soberanos. Ambos se comprometen a la colaboración reciproca para la promoción del hombre y
para el bien común; reconoce los efectos civiles del matrimonio convenido según las normas de derecho canónico;
se retira la ayuda financiera a la Iglesia católica por parte del Estado; garantiza a la Iglesia Católica el derecho de
instituir libremente escuelas e institutos de educación; dispone que la republica Italiana continuará asegurando la
enseñanza de la religión católica en las escuelas publicas no universitarias, sin perjuicio del derecho de cada cual
para seguir o no dicha enseñanza. Por este instrumento quedo anulado el principio del primitivo Concordato que
establecía a la religión Católica como la religión oficial y única de la Republica Italiana y se reafirma la
aconfesionalidad del Estado, es decir, que la Republica de Italia no pertenece o está adscrito a ninguna confesión
religiosa.

5. EL PATRONATO REAL EN LA AMERICA HISPANA


El patronato real, por su origen y alcances tiene excepcional importancia en el estudio de los caracteres del
Derecho público eclesiástico americano.
A partir de la llegada de las primeras noticias del descubrimiento de lo que sería dado en llamar Nuevo Mundo a
cargo de Cristóbal Colón, los Reyes Católicos y sus sucesores comenzaron a recibir numerosas concesiones,
relacionadas con el derecho de ocupación de las nuevas tierras y el dominio sobre sus habitantes, como una
donación papal. El Papa, que tenía la potestad de entregar los territorios recién descubiertos a los príncipes
cristianos, en función de este principio repartió el continente americano entre España y Portugal. Por lo tanto,
desde 1493 y por medio de bulas como las Inter Caetera, Dudum Siquidem, Eximiae Devotionis, Universalis
Eclesiae, Romanus Pontifex, Omnimoda, o Sublimis Deus, papas como Alejandro VI, Julio II o Adriano VI, al
tiempo que les concedieron las tierras les encomendaron su evangelización.
Para poder llevar a cabo esta labor, la Corona adquirió el derecho a intervenir en numerosas competencias, que
hasta ese momento eran exclusivos de la Iglesia católica:
- cobro de los diezmos eclesiásticos
- capacidad para organizar la Iglesia de América y el envío de misioneros

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- someter candidatos a todos los cargos eclesiásticos vacantes
- imponer placet real (aprobación) a bulas papales
- decidir sobre la construcción de catedrales e iglesias
- para el establecimientos de monasterios y ordenes religiosas se necesitaba el previo consentimiento real.
- la monarquía iba a financiar todos los gastos de la empresa eclesiástica.
Todas estas atribuciones se definieron con la constitución del Patronato Real, que convertían a la Corona
española en protectora de la Iglesia y en ocasiones incluso en su supervisora, ya que se llegó a establecer la
obligatoriedad de que el monarca diera el visto bueno a los documentos que el Vaticano destinaba a América.
Durante el reinado de Carlos V fueron establecidos 2 arzobispados (México y Lima) y 22 obispados.
En los tiempos cuando Alejandro de Humbolt visitara el Nuevo Mundo se habían creado 8 arzobispados: México,
Lima, Guatemala, Santo Domingo, La Habana, Caracas, Bogota, y Chuiquisaca.
El mejor símbolo de la unión de la Iglesia y la Corona era la bandera de Castilla del siglo de oro, la cual llevaba,
por un lado, el escudo real, y por el otro, una cruz o una imagen de la Virgen Maria, del apóstol Santiago o de otro
santo. Durante 3 siglos estuvo en manos del monarca español esta institución reconocida por el Derecho Canónico
y establecida en las Leyes de Indias.

6. EL PATRONATO NACIONAL EN EL PARAGUAY EN LAS DIVERSAS CONSTITUCIONES


Al tiempo de la emancipación de los países americanos, los gobiernos se atribuyeron el privilegio del patronato
(aunque el Papa originariamente les había concedido a los reyes, en forma personal e intransferible), a pesar de que
sus magistraturas ya eran independientes de la corona.
En el gobierno del Dr. Francia, el prelado6 continuaba cediendo sus derechos de nominación y actuaba de
conformidad con el gobierno, ahora consular. Durante todo su gobierno y en forma creciente, el Doctor Francia no
vaciló en apretar las clavijas de un patronato, que había recibido de herencia, entendido ahora con una estrictez,
que los más severos Borbones o Habsburgos hubiesen envidiado. Numerosas iglesias fueron erigidas en época del
Dr. Francia, con la licencia del Provisorio y Vicario General Roque Antonio Céspedes, pero primero debía obtener
la licencia del Dictador. Asimismo, la asistencia y provisión de elementos litúrgicos a los miembros del clero
paraguayo necesitaba su aprobación. Los sacerdotes e incluso sacristanes7, cobraban puntualmente sueldos del
Estado, y éste costeaba las misas dominicales.
En 2 de julio de 1815, por decreto se dispuso que las comunidades religiosas existentes en el país debían cortar
todo vínculo de dependencia con sus superiores fuera del país. Y que, asimismo, cesaran en sus empleos y oficios
eclesiásticos aquellos extranjeros, declarándolos vacantes, a menos que obtengan carta de incorporación y de
ciudadanía. En el año 1823, el Dictador clausuró el Colegio Seminario de San Carlos y, por decreto del 20 de
setiembre de 1824, ordenó la secularización de los conventos. Pero la iglesia no dejó de ejercer un rol en el Estado,
en la capital y en el interior se celebraban misas, bautismos y otros actos religiosos, inclusive procesiones como la
de Corpus Chisti y la de la Virgen de Asunción. Si quedó sin embargo reducido el clero, y la Iglesia dejó de
cumplir su cometido en algunos pueblos.
Don Carlos, ya desde el consulado, buscó restablecer comunicación y buenas relaciones con la Santa Sede, tan
deterioradas desde que en 1815 el Dr. Francia prohibió a la dirigencia de la Iglesia en el Paraguay, toda relación de
subordinación con el exterior, naturalmente a la Santa Sede. Desde entonces, la iglesia quedó subordinada a la
autoridad del Estado paraguayo. Don Carlos pretendió cuando se abrieron las relaciones con la Santa Sede, en la
primera carta que envió al internuncio en el Brasil, Mons. Ambrosio Campodónico, afirmar sin reservas que
estaban en cuanto gobierno supremo, haciendo “uso del patronato, que le pertenece y que la S.S había concedido a
la Corona Española”. La Santa Sede se manifestó complacida por la disposición manifestada por el nuevo gobierno
paraguayo, tras más de un cuarto de siglo de absoluta prescindencia. El gobierno solicito que Vicente Orue sea
designado en carácter de Vicario de la Diócesis, en sede vacante, y la S.S aceptó.
En la Constitución de 1844, el patronato esta bien establecido en su Art. 16, que establece entre las atribuciones
del Presidente de la Republica: “ejerce el patronato general respecto de las iglesias, beneficios, y personas
eclesiásticas con arreglo a las leyes: nombra los obispos y los miembros del Senado eclesiástico”. El presidente
López, utilizo estos términos en forma amplia y hasta extralimitada, sujetando a la “suprema aprobación”
gubernativa todos los actos eclesiásticos. Éste nunca dejó de considerarse legítimo “patrono” de la Iglesia en el
Paraguay, el cual se sentía exigido por la constitución.
El 12 de junio de 1853 se embarca en Asunción el general Francisco Solano López, plenipotenciario en misión
especial en Europa; uno de cuyos objetivos fundamentales era la gestión ante la Santa Sede de un modus operandi
y resolución conforme a las pretensiones del gobierno paraguayo, vale decir, la vigencia de los privilegios del
Patronato Regio. El plenipotenciario no obtuvo audiencia personal ante el Pontífice Pío IX, y puso en manos del
Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Giacomo Antonelli, la documentación de que era portador. El
6
Prelado: Superior eclesiástico constituido en una de las dignidades de la Iglesia
7
Sacristán: Hombre que en las iglesias tiene a su cargo ayudar al sacerdote en el servicio del altar y cuidar de los ornamentos y de la
limpieza y aseo de la iglesia y sacristía.

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gobierno paraguayo dio muestras de apreciable voluntad en pro de un buen relacionamiento con la Iglesia, a través
de múltiples realizaciones: creación del Seminario, facilidades para los estudiantes y ordenación de nuevos
sacerdotes, creación del Senado Eclesiástico, edificación de la nueva Catedral asuncena y múltiples iglesias
parroquiales en la capital y poblaciones del interior, y las provisiones de recursos para el sostenimiento personal y
material de la Iglesia.
El 14 de enero de 1870, el Gobierno Provisorio de la Republica del Paraguay formula un “Reglamento de
Gobierno”, que duraría hasta la promulgación de la Constitución del mismo año (once meses). En ese lapso, se
decreto, mediante el Art. 17, que “todos las creencias religiosas serán toleradas, en tanto que se respeta la del
Estado, que es Católica, Apostólica, Romana”. Por el Art. 18, establece que mientras el Congreso dictara las leyes,
se observaría en toda la republica el derecho español, de las Siete Partidas, las de Castilla y las de Toro”, es decir
que se declaraba el “patronato”.
La Constitución de 1870, conservará intacta entre las atribuciones del Poder Ejecutivo, donde establece en el
Articulo 102, “El presidente de la republica tiene las siguientes atribuciones:…inc.7 “ejerce los derechos del
Patronato Nacional de la Republica en la presentación de Obispos para la Diócesis de la nación propuesta en terna
del Senado, de acuerdo con el Senado Eclesiástico, o en su defecto, del Clero Nacional reunido”;… inc. 8 “concede
el pase o retiene los decretos de los Concilios, las Bulas, Breves y Rescriptos del Sumo Pontífice con acuerdo del
Congreso”
En la Constitución de 1940, se refunden en el Artículo 51 los dos incisos anteriores en uno sólo, cambiándose su
redacción en su última parte, suplantando el Congreso, por el Consejo de Estado (antes Senado) y de la Cámara de
Representantes. “inc. 8,…Ejerce los derechos del Patronato Nacional de la Republica en la presentación de
Arzobispos y Obispos, a propuesta en terna del Consejo de Estado, de acuerdo con el Senado Eclesiástico, o el
Clero Nacional reunido; concede el pase o retiene los decretos de los Concilios, y las bulas, breves y rescriptos del
Sumo Pontífice con acuerdo del Consejo de Estado y de la Cámara de Representantes.”
En la Constitución de 1967 se dejó de incluir disposición alguna atinente al Patronato estatal.

7. RELACIONES DEL PARAGUAY CON LA SANTA SEDE


A partir de la Constitución de 1992, el Artículo 24 de la misma consagra:
“De la libertad religiosa y la ideológica. Quedan reconocidas la libertad religiosa, la de culto y la ideológica, sin
más limitaciones que las establecidas en esta Constitución y en la ley. Ninguna confesión tendrá carácter de oficial.
Las relaciones del Estado con la Iglesia Católica se basan en la independencia, cooperación y autonomía.
Se garantiza la independencia y autonomía de las iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las
impuestas en esta constitución y las leyes.
Nadie puede ser molestado, indagado u obligado a declarar por causa de sus creencias o de su ideología.”
Y el Artículo 82 establece:
“Del reconocimiento a la Iglesia Católica. Se reconoce el protagonismo de la Iglesia Católica en la formación
histórica y cultural de la Nación.”
Las relaciones diplomáticas son las únicas verdaderamente formales que tiene el Estado paraguayo en la
actualidad, ya que se mantiene una representación diplomática del más alto nivel, con rango de Embajada, ante la
Santa Sede. A su vez, el Vaticano tiene un representante ante el Gobierno de Paraguay, con el rango de Nuncio
Apostólico de Su Santidad, y al que se le reconoce como decano del cuerpo diplomático, en virtud de la tradición
que arranca de 1815.

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BOLILLA 13
1. LAS NACIONES UNIDAS
Organización internacional de naciones basada en la igualdad soberana de sus miembros.

2. ANTECEDENTES
Se suele considerar a la ONU como sucesora de la Sociedad de Naciones, organización internacional creada
tras la I Guerra Mundial para cumplir muchos de los mismos fines. La Sociedad, sin embargo, no consiguió
mantener la paz, y se debilitó de forma paulatina en los años previos a la II Guerra Mundial. La Sociedad de
Naciones nunca alcanzó un alto grado de universalidad. Además de retiradas, suspensiones y expulsiones, la
continuada ausencia de los Estados Unidos constituyó un factor de debilidad de la Sociedad de Naciones.
a) Carta del Atlántico (1941)
El primer compromiso para establecer una nueva organización internacional se recogió en la Carta del Atlántico,
firmada por el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt y el primer ministro británico Winston
Churchill el 14 de agosto de 1941, en una conferencia celebrada a bordo de un buque de guerra norteamericano
frente a las costas de Terranova (Canadá) en el océano atlántico. Ambos dirigentes se comprometieron a establecer
un “sistema permanente y más amplio de seguridad general” y expresaron su deseo de “conseguir la máxima
colaboración de todas las naciones en el plano económico”. Este documento consagro 8 principios:
1. Respeto a la integridad territorial, con la excepción de cambios consentidos por las poblaciones respectivas.
2. Respeto al derecho de los pueblos a elegir su régimen de gobierno, que puede significar, la defensa del
principio de no intervención o el de democracia.
3. Igualdad de los Estados en materia comercial.
4. Cooperación económica internacional
5. Libertad de los mares
6. Organización de la paz con base en los principios de independencia política y económica de los Estados
7. Condena a la agresión (uso o amenaza de fuerza)
8. Desarme y seguridad colectiva
Los principios de la Carta del Atlántico fueron aceptados por las Naciones Unidas de forma más general en su
Declaración, firmada el 1 de enero de 1942 por los representantes de las 26 naciones aliadas contra las potencias
del Eje Roma-Berlín-Tokio durante la II Guerra Mundial. Fue en este documento donde por primera vez se utilizó
de modo oficial el término Naciones Unidas, que había sido sugerido por Roosevelt.
b) Declaración de Moscú (1943)
El 19 de octubre 1943, se reunieron en una conferencia celebrada en Moscú, los ministros de Asuntos Exteriores de
los Gobiernos de EE.UU., G.B, URSS, y China iniciaron las gestiones para crear una nueva organización. El 30 de
octubre 1943, representantes de la URSS, Gran Bretaña, China y Estados Unidos firmaron y emitieron una
declaración en la que reconocían la necesidad de “establecer en el tiempo más breve posible una organización
general internacional, que fuera capaz de asegurar al mundo, después de finalizada la Segunda Guerra Mundial,
un estado de paz y tranquilidad”.
c) Conferencia de Teherán (1943)
En un encuentro celebrado en Teherán (Irán) un mes más tarde, entre el 28 de noviembre y 1 de diciembre, los
presidentes Roosevelt, Churchill y Stalin, emitieron una declaración en virtud del cual reafirmaron el
compromiso a organizar la futura sociedad internacional sobre la base de la igualdad jurídica de los Estados y
que de esa Gran Sociedad tomaran parte todas aquellas naciones grandes o pequeñas que deseen construir ese
mundo de paz. Decía textualmente “la suprema responsabilidad que recae sobre nosotros y sobre todas las
Naciones Unidas de crear una paz que gane absoluta mayoría de los pueblos y destierre el azote y el terror de la
guerra por muchas generaciones”.
A. CONFERENCIAS DE BRETTON WOODS (1944)
En una pequeña ciudad en Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos), se reunieron entre el 1 y el
22 de julio de 1944, expertos en economía, de las naciones que se encontraban en guerra a fin de estudiar
la forma de reconstrucción económica de los países en lucha. Sobre todo, había que reconstruir la
economía europea que se hallaba en ruinas.
La Conferencia, a la cual acudieron representantes de 44 países, fue convocada para intentar lograr la
estabilidad de las unidades monetarias y del crédito para conseguir un nuevo orden económico una vez que
finalizara la II Guerra Mundial. De la Conferencia surgieron el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Internacional para la Reconstrucción y Fomento (Banco Mundial o BIRF), con el objetivo de
proporcionar créditos a corto y largo plazo a escala mundial. De la Conferencia surgió también un nuevo
sistema monetario internacional que tenía que lograr la estabilidad de los tipos de cambio entre las distintas
monedas. Este sistema logró la estabilidad monetaria hasta que se derrumbó bajo las presiones
especulativas que siguieron a las crisis de los precios del petróleo de 1973.

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B. DUMBARTON OAKS (1944)
Representantes de las cuatro potencias, Estados Unidos, Reino Unido, URSS, y China, se reunieron en
Dumbarton Oaks (Washington, Estados Unidos), desde el 21 de agosto hasta el 7 de octubre de 1944, para
estudiar una serie de propuestas destinadas a la creación de una organización internacional para el
mantenimiento de la paz y la seguridad ante la inminencia del fin de la II Guerra Mundial. Redactaron un
borrador de carta constitutiva que especificaba sus fines, estructura y métodos operativos. El organismo
estaba compuesto de una Asamblea General, en la cual estarían representados todos los miembros de la
Organización, de un Consejo de Seguridad con 11 miembros, un Consejo Económico y Social y una Corte o
Tribunal Internacional de Justicia. El mantenimiento de la seguridad y la paz en el mundo, estaría reservado
en forma especial al Consejo de Seguridad. Pero no lograron ponerse de acuerdo en el método de votación
del Consejo de Seguridad propuesto, que sería el órgano que habría de tener la mayor responsabilidad en
cuestiones relativas al mantenimiento de la paz y la seguridad. Estos acuerdos o proposiciones, se dieron a
la publicidad el 10 de octubre de 1944.

C. CONFERENCIAS DE YALTA (1945)


El problema de las votaciones quedó resuelto en la Conferencia de Yalta, en el palacio de Livadiya, situado
en las proximidades de la ciudad de Yalta, enclavada en la costa de Crimea (en la actualidad perteneciente a
Ucrania) y que tuvo lugar desde el 4 a 11 de febrero de 1945, última cumbre negociadora a la que asistirían
Roosevelt, Churchill y Stalin en el último de sus encuentros durante la contienda.
En síntesis, el líder soviético aceptaba la postura británica y estadounidense, que limitaba las prerrogativas
de las grandes potencias en asuntos de procedimiento, pero mantenía el derecho al veto en cuestiones
esenciales. Al mismo tiempo, los líderes aliados plantearon que se celebrase una conferencia de las
Naciones Unidas que se reuniría el 25 de abril de 1945, para preparar la Carta constitutiva de la nueva
organización.
Marcó el momento de mayor coordinación militar entre los aliados después de que hubiera tenido lugar una
reunión de características similares en Teherán catorce meses antes. En ella se reelaboró la estrategia militar
aliada y se trataron diversos asuntos políticos referentes al futuro de las relaciones internacionales una vez
que finalizara la contienda. Expresaron su propósito de "destruir el militarismo alemán y el
nacionalsocialismo, y asegurar que Alemania no pueda perturbar la paz del mundo jamás", además de
"someter a todos los criminales de guerra a la justicia para un rápido castigo y una exacta reparación de las
destrucciones provocadas por los alemanes". Se aprobó la decisión de dividir Alemania en zonas de
ocupación que serían administradas a través de una comisión de control central, con sede en Berlín, y se
acordó invitar a Francia a hacerse cargo de la administración de una zona de ocupación y participar en la
comisión de control. Se decidió crear una comisión de reparaciones de guerra que operaría en Moscú.

D. CONFERENCIA DE CHAPULTEPEC (1945)


La Conferencia Interamericana sobre Problemas de la Guerra y de la Paz fue celebrada en el castillo de
Chapultepec, México del 21 de febrero al 8 de marzo de 8 de marzo de 1945 y trató sobre problemas de la
guerra y la paz. De esta conferencia surgió el famoso instrumento internacional conocido como el Acta de
Chapultepec.
A la misma asistieron todos los países miembros de la Unión Panamericana, a excepción de Argentina. Los
países firmantes acordaron aplicar una política de mutua defensa y solidaridad frente a las agresiones que
pudieran producirse contra cualquiera de ellos. En este documento se establecieron los principios
fundamentales que sirvieron de base a la Carta de la ONU y a la Carta de la OEA. Estos principios son:
1. Todos los Estados soberanos son iguales entre sí.
2. Todo Estado tiene derecho al respeto de su personalidad e independencia
3. Todo atentado contra la integridad territorial o la independencia política de un Estado Americano, sea
considerado como un acto de agresión contra los demás Estados Americanos. Principio de “solidaridad
continental”
4. Ante el peligro de un agresión, los Estados Americanos se consultaran entre si para adoptar las medidas
necesarias (usado luego en Carta de la OEA, como la Reunión de Consulta de Ministros de RR.EE.)
Ya en ocasiones anteriores, las repúblicas americanas habían adoptado declaraciones de naturaleza similar
contra posibles agresiones por parte de países no americanos. La novedad del Acta de Chapultepec fue la
extensión de la mutua defensa para el caso de agresiones provenientes de uno de los propios estados
americanos. Esta característica del acuerdo se debió al temor que inspiraba la dictadura militar de
Argentina, que se había mostrado favorable a las potencias del Eje Roma-Berlín-Tokio. Pese a ello,
Argentina firmó el Acta unas semanas más tarde. El Acta de Chapultepec también contemplaba la futura
redacción de un tratado, al término de la II Guerra Mundial, para que, durante el periodo de posguerra,

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continuaran en vigor las garantías del Acta referidas a los países agresores. Esta disposición se cumplió en
1947 con la firma del Tratado de Río de Janeiro.

3. CONFERENCIA DE SAN FRANCISCO, CALIFORNIA (1945)


Hubo dos conferencias internacionales que tuvieron lugar en San Francisco, en 1945 y en 1951 respectivamente,
las cuales se produjeron en el contexto histórico inmediatamente posterior al final de la II Guerra Mundial. La de
1945 elaboró el documento fundacional de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en tanto que la
celebrada en 1951 acordó los términos del tratado de paz entre Japón y sus enemigos tras el reciente conflicto
bélico.
La primera conferencia se realizo entre el 15 de abril y 26 de junio de 1945, concurrieron a la misma 50
delegaciones. Los delegados elaboraron un documento compuesto por 111 artículos basado en el borrador
redactado durante la Conferencia de Dumbarton Oaks (agosto-octubre de 1944) y modificado en la Conferencia
de Yalta (febrero de 1945). La mayoría de las proposiciones en el borrador fueron aprobadas. Se introdujeron, sin
embargo, modificaciones substanciales, entre las cuales podemos consignar la creación de un organismo encargado
de la administración fiduciaria de los territorios sometidos a este régimen. Asimismo se acordó el establecimiento
de un órgano judicial, cuya sede seria la ciudad de la Haya. A Francia se le otorgó la calidad de Gran Potencia,
por lo que pasó inmediatamente a formar parte del Consejo de Seguridad como miembro permanente. El resultado
final fue la llamada Carta de las Naciones Unidas, aprobada el 25 de junio y firmada al día siguiente por los
delegados. Entró en vigor el 24 de octubre de ese año, tras ser ratificada por la mayoría de los signatarios.

FUENTES DE LAS NACIONES UNIDAS: LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS


4. NATURALEZA, PREAMBULO, FINES, PROPOSITOS Y PRINCIPIOS DE LA ONU
A. Preámbulo
Comienza diciendo que los pueblos de las naciones unidas están resueltos a:
- Preservar a las generaciones venideras de la guerra;
- Reafirmar los derechos fundamentales del hombre, 1a dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad
de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas;
- Asegurar la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho
internacional
- Promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad
B. Fines
- Practicar la tolerancia y convivir en paz como buenos vecinos
- Unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional
- Asegurar que no se usará la fuerza armada sino en servicio del interés común
- Promover el progreso económico y social de todas los pueblos
C. Propósitos (establecidos en el Art. 1)
- Tomar medidas colectivas para prevenir y eliminar amenazas a la paz, y suprimir actos de agresión u otros
quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones
internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz;
- Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto, la igualdad de derechos y la libre
determinación de los pueblos, y fortalecer la paz universal;
- Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico,
social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión;
- Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.
D. Principios (establecidos en el Art. 2)
- El principio de la igualdad soberana de todos sus Miembros.
- Cumplir de buena fe las obligaciones contraídas
- Arreglar las controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro ni la
paz y la seguridad internacional ni la justicia.
- Abstenerse de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia
política de cualquier Estado
- Abstenerse de dar ayuda a Estado contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción preventiva o
coercitiva.
- Que los Estados que no son Miembros de las Naciones Unidas se conduzcan de acuerdo con estos Principios en
la medida que sea necesaria para mantener la paz y la seguridad internacionales.
- Esta prohibido a las Naciones Unidas intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna
de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo.

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5. ESTRUCTURA: MIEMBROS Y ORGANO
A) Miembros (establecidos en los Arts. 3, 4, 5 y 6)
Los miembros de las Naciones Unidas se dividen en:
Miembros originarios: son los que habiendo participado en la Conferencia de las NN.UU sobre Organización
Internacional celebrada en San Francisco, o que habiendo firmado previamente la Declaración de las Naciones
Unidas (1-enero-1942), suscriban esta Carta y la ratifiquen de conformidad con el Artículo 110. Originalmente
fueron 50 países signatarios.
Miembros admitidos: Podrán ser Miembros de las Naciones Unidas todos los demás Estados amantes de la paz
que acepten las obligaciones consignadas en esta Carta, y que, a juicio de la Organización, estén capacitados para
cumplir dichas obligaciones y se hallen dispuestos a hacerlo. La admisión de tales Estados como Miembros de las
Naciones Unidas se efectuará a propuesta del Consejo de Seguridad y tras ser aceptados por decisión de la
Asamblea General por una mayoría de dos tercios. Desde el 2002, la ONU cuenta con 190 miembros.
Suspensión de miembros: Todo Miembro de la ONU que haya sido objeto de acción preventiva o coercitiva por
parte del Consejo de Seguridad podrá ser, a recomendación del Consejo de Seguridad, suspendido por la Asamblea
General del ejercicio de los derechos y privilegios inherentes a su calidad de Miembro. El ejercicio de tales
derechos y privilegios podrá ser restituido por el Consejo de Seguridad.
Expulsión de miembros: Todo Miembro de la ONU que haya violado repetidamente los Principios contenidos en
esta Carta podrá ser expulsado de la Organización por la Asamblea General, a recomendación del Consejo de
Seguridad.
B) Órganos (Arts. 7 y 8)
La Carta establecer como órganos principales de las Naciones Unidas los siguientes:
- La Asamblea General
- El Consejo de Seguridad
- El Consejo Económico y Social
- El Consejo de Administración Fiduciaria
- La Corte Internacional de Justicia
- La Secretaria General
La Organización no establecerá restricciones en cuanto a la elegibilidad de hombres y mujeres para participar en
condiciones de igualdad y en cualquier carácter en las funciones de sus órganos principales y subsidiarios.

6. LA ASAMBLEA GENERAL (Capitulo IV de la Carta, Art. 9 a 22)


Es uno de los seis órganos principales que componen la ONU. En la Asamblea General están representados todos
los Estados Miembros de las NN.UU. Cada Estado puede tener en ella hasta 5 representantes, pero sólo tiene 1
voto. La Asamblea General no es un “Parlamento Mundial” sino un órgano internacional, compuesto por
representantes de Estados soberanos sujetos a las instrucciones de sus respectivos gobiernos.
La Asamblea General se reúne una vez por año en sesión ordinaria, que se inaugura el tercer martes de septiembre
y se clausura hacia Navidad, y cuando las circunstancias lo requieren, en sesión extraordinaria, a petición de una
mayoría de sus miembros o a solicitud del Consejo de Seguridad
¿Cuáles son las funciones de la Asamblea General?
La Asamblea General puede discutir cualquier asunto comprendido dentro de la Carta que le haya sido
consultado y realizar recomendaciones a los Estados Miembros y también al Consejo de Seguridad. Entre estos
asuntos se comprenden los relativos a la paz y seguridad internacional, incluyendo aquellos sobre desarme y
regulación de armamentos, el desarrollo progresivo del derecho internacional y su codificación, la cooperación en
materias de carácter político-económico, social, cultural y sanitario, y los derechos y libertades fundamentales.
La Asamblea, sin embargo, no puede formular decisiones de carácter obligatorio y no puede efectuar
recomendaciones en asuntos que están siendo estudiados por el Consejo, a menos que éste así lo solicite. El
aspecto más importante y a menudo menos comprendido de la Asamblea General es que, sus resoluciones no son
vinculantes en el orden legal. La fuerza de sus recomendaciones radica, pues, en el carácter de la Asamblea como
entidad representante de la opinión pública mundial.
Como el llamado “derecho a veto” puede paralizar la acción del Consejo de Seguridad en caso de ruptura
de la paz o agresión, la Asamblea General adoptó en noviembre de 1950 la llamada resolución Unión Pro Paz.
Según ella, si el Consejo de Seguridad está imposibilitado por el veto de un miembro permanente de ejercer su
responsabilidad primordial de mantener o restablecer y la seguridad internacional, la Asamblea General puede
reunirse en sesión de emergencia, convocada con sólo 24 horas de antelación, si lo solicita una mayoría de los
miembros del Consejo de Seguridad, con el objeto de hacer recomendaciones a los Estados miembros para el
empleo de medidas colectivas, incluso el uso de la fuerza armada. Estas recomendaciones no son obligatorias.
La Asamblea aprueba resoluciones o “materias simples” por mayoría simple, siempre y cuando no se trate
de “materias importantes” en las cuales se requiere una mayoría de dos tercios de los miembros presentes y
votantes, como:

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- recomendaciones sobre paz y seguridad
- la elección de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad
- elección de miembros del Consejo Económico y Social,
- elección de miembros del Consejo de Administración
- la admisión, suspensión y expulsión de miembros
- cuestiones relativas al funcionamiento del régimen de administración
- las cuestiones presupuestarias
La Asamblea General tiene autoridad exclusiva para examinar y aprobar el presupuesto de la ONU, que
procede de las aportaciones concertadas entre todos sus miembros. El miembro de las Naciones Unidas que esté en
mora en el pago de sus cuotas financieras para los gastos de la Organización, no tendrá voto en la Asamblea
General cuando la suma adeudada sea igual o superior al total de las cuotas adeudadas por los dos años anteriores
completos. La Asamblea General podrá, sin embargo, permitir que dicho Miembro vote si llegare a la conclusión
de que la mora se debe a circunstancias ajenas a la voluntad de dicho Miembro.
Para cada sesión la Asamblea elige un presidente y 21 vicepresidentes. La agenda, que rara vez consta de
menos de 100 puntos, se distribuye entre siete comisiones principales, de las cuales dos se encargan de cuestiones
políticas y de seguridad, mientras las restantes se ocupan de asuntos económicos y financieros, temas sociales,
humanitarios y culturales, cuestiones relativas al régimen de tutela, problemas administrativos y presupuestarios, y
cuestiones legales.
La labor de organización del trabajo de cada sesión recae en el Comité General, formado por el presidente,
los 21 vicepresidentes y los presidentes de las siete comisiones principales (que son elegidos por esos mismos
órganos), encargándose un Comité de Credenciales, compuesto por nueve miembros, de la aprobación de la validez
de las acreditaciones. La Asamblea recibe la ayuda de dos comisiones permanentes y puede establecer organismos
subsidiarios que estime necesarios para el desempeño de sus funciones, si así lo requieren situaciones concretas.

7. EL CONSEJO DE SEGURIDAD
a) Composición
El Consejo de Seguridad es un órgano permanente que celebra sesiones periódicas. Funciona en Nueva York,
ciudad sede de las NN.UU. El Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la
seguridad internacionales. Es, por así decirlo, el órgano ejecutivo de la Organización. Es el único de los cuales que,
puede aplicar acciones coactivas que pueden abarcar desde la imposición de sanciones económicas hasta medidas
militares, en casos establecidos de agresión o violación de la paz.
El Consejo de Seguridad consta de 15 miembros, pero sólo 5 permanentes:
- Estados Unidos
- Rusia
- Gran Bretaña
- Francia
- China
Los otros 10 miembros no permanentes son elegidos por la Asamblea General para periodos de 2 años que
pueden no ser consecutivos. El reparto de estos puestos se determina según un criterio geográfico: 5 corresponden
a Asia, África y Oriente Próximo, 2 a los países occidentales, 2 a Latinoamérica y 1 a Europa oriental. Cada uno de
los miembros desempeña la presidencia del Consejo durante un mes, siguiendo el orden alfabético anglosajón para
ordenar la sucesión de los países.
b) Votación
En las decisiones sobre cuestiones de procedimiento 9 votos de cualquiera de los miembros del Consejo son
suficientes; las decisiones sobre todas las demás cuestiones (decisiones que no son de procedimiento o
substantivas) deben ser tomadas por el voto afirmativo de nueve miembros, incluso los votos afirmativos de los 5
miembros permanentes; En las decisiones relativas a arreglo pacifico de las controversias, la parte en una
controversia se abstendrá de votar. Cualquier Estado Miembro que no sea miembro del Consejo de Seguridad
podrá participar sin derecho a voto en la discusión de toda cuestión llevada ante el Consejo de Seguridad cuando
éste considere que los intereses de ese Miembro están afectados de manera especial.
La exigencia de que las resoluciones sobre cuestiones no procesales, es decir, sustantivas o de fondo,
requieran el voto afirmativo de los miembros permanentes permite a cualquiera de ellos oponerse a la adopción de
una resolución mediante su voto negativo y paralizar así la acción del Consejo. Este voto negativo es conocido
como ‘derecho de veto’ de las grandes potencias, y ha sido motivo de polémica desde el momento de fundación de
la ONU. El frecuente uso del derecho de veto por parte de la Unión Soviética (aunque también Gran Bretaña,
Francia y Estados Unidos lo hayan ejercido) ha provocado repetidas quejas en el seno de la ONU. La abstención
voluntaria o la ausencia de un miembro permanente no impiden la adopción de una resolución por el Consejo. En
1950 este particular ejercicio del derecho de veto por parte de los soviéticos originó la adopción de la resolución

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‘Unidos por la Paz’ o Unión Pro Paz, que determina que la Asamblea General puede seguir considerando un
problema aun cuando el Consejo de Seguridad se encuentre bloqueado por un veto.
c) Funciones y poderes
El Consejo esta organizado de modo que pueda funcionar continuamente. La sede del Consejo está en Nueva York,
pero puede reunirse donde estime conveniente en caso de imposibilidad o peligro o por cualquier otra
conveniencia. El Consejo esta presidido en forma rotativa correspondiendo a cada miembro un mes en el cargo,
seguida por el orden alfabético en ingles. Cada miembro tiene derecho a tener 1 solo representante ante él.
El Consejo de Seguridad esta dotado de amplísimos poderes tendiendo todos ellos a salvaguardar la paz en el
mundo. Y son los siguientes:
- Mantenimiento de la paz y seguridad internacionales
- Presentar a la Asamblea General informes anuales, y cuando fuese necesario, informes especiales.
- Elaboración de planes para regular armamentos (hechos con el Comité del Estado Mayor)
El Consejo de Seguridad recomienda también a la Asamblea General la admisión de nuevos miembros en el seno
de la ONU, el nombramiento de un nuevo Secretario General, y participa de forma conjunta con la Asamblea
General en la elección de los jueces de la Corte Internacional de Justicia.
El Consejo cuenta con dos comités permanentes y un Comité de Personal Militar, no vigente en la actualidad;
asimismo, pueden establecerse organismos según lo requiera cada situación.
d) Competencia respecto del:
- Arreglo pacifico de las controversias
Las partes en una controversia pueda poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales
tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el
arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de su elección.
En presencia de una controversia de esta clase, el Consejo de Seguridad puede: por iniciativa de un estado o del
secretario general, instar a las partes a que arreglen sus controversias por medios pacíficos, recomendarles un
método de solución determinado y términos de arreglo. El Consejo solo puede formular recomendaciones pero
no imponer decisiones obligatorias a los estados miembros.
- Acción en caso de amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión
Se pretendió establecer un sistema de seguridad colectiva, que pudiera actuar en contra de los estados agresores.
Así el Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto
de agresión y hará recomendaciones o decidirá que medidas serán tomadas para mantener o restablecer 1a paz y la
seguridad internacionales. Esta determinación que hace el consejo es fundamentalmente de carácter político.
El consejo podrá, en estos casos:
1. previamente instar las partes interesadas a que cumplan con las medidas provisionales que juzgue necesarias,
como el cese de fuego y el retiro de fuerzas militares a posiciones anteriores.
2. adoptar medidas que no impliquen el uso de la fuerza, como ruptura de relaciones diplomáticas, sanciones
económicas, interrupción de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, etc.
3. ejercer por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender demostraciones, bloqueos y
otras operaciones similares.
Las medidas adoptadas pueden revestir la forma de recomendaciones o de decisiones, en éste ultimo caso seria
obligatoria para los Estados miembros. La adopción de estas medias puede ser paralizada por el “veto” de
cualquiera de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

8. EL CONSEJO ECONOMICO Y SOCIAL


En inglés, Economic and Social Council, ECOSOC, este órgano desempeña sus funciones bajo la autoridad de la
Asamblea General y sus acuerdos están sujetos a la aprobación de ésta. Esta compuesto por representantes de 54
países. Cada año 18 miembros son elegidos por la Asamblea General por un periodo de 3 años. Los miembros
salientes serán reelegibles para el periodo subsiguiente. Cada miembro de ECOSOC tendrá 1 representante.
Celebra anualmente dos sesiones, una en Nueva York y otra en Ginebra.
Cada miembro del Consejo Económico y Social tendrá un voto y las decisiones se tomarán por la mayoría de los
miembros presentes y votantes.
El ECOSOC tiene por misión:
1. iniciar estudios e informes respecto a asuntos de carácter económico, social, cultural, educativo y sanitario y
hacer recomendaciones sobres éstos asuntos a la Asamblea General y organismos especializados
2. hacer recomendaciones a la Asamblea General en materia de derechos humanos y libertades fundamentales del
hombre
3. formular proyectos de convenciones sobre materia de su competencia y someterlos a la Asamblea General y
convocar las conferencias internacionales.

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Las primeras actividades del ECOSOC estaban encaminadas con claridad a proporcionar ayuda a los países de
Europa y Asia devastados por la guerra. Hoy en día, los problemas de las naciones en desarrollo son su objetivo
prioritario. El Consejo lleva a cabo estudios sobre asuntos internacionales económicos, sociales, humanitarios,
culturales, educativos y de relaciones, y coordina las actividades de los órganos especializados de la ONU en estas
áreas. El ECOSOC opera sobre todo a través de sus varios comités fijos, comisiones funcionales y regionales.
Cinco comisiones regionales operan dentro del Consejo en la actualidad. Se crearon según el órgano
matriz y reflejan la diversidad geográfica de recursos y necesidades. Cada una está encabezada por una secretaría
ejecutiva:
1. La Comisión Económica para Europa, establecida en Ginebra, tiene 42 miembros;
2. La Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, con sede central en Bangkok, tiene 45 miembros
plenos y 8 miembros asociados; ambas se crearon en 1947.
3. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPALC), con 41 miembros plenos y 6
asociados, se fundó en 1948 en Chile.
4. La Comisión Económica para África se estableció en 1958 en Etiopía; tiene 52 naciones miembros y dos
países miembros asociados.
5. La Comisión Económica de Asia Occidental, con 13 miembros, se organizó en 1973 en Beirut, Líbano; su
sede principal se trasladó más tarde a Bagdad, Irak, debido a la guerra del Líbano.
Una comisión regional puede hacer recomendaciones a algún gobierno miembro, pero sólo puede actuar
con el consentimiento del mismo. El ECOSOC está relacionado con otros órganos de la ONU, en tanto participa en
sus trabajos al elegir a los miembros directivos de numerosos organismos especializados como la Agencia
Internacional de Energía Atómica y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

9. EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN FIDUCIARIA


También conocido como Consejo de Tutela de Naciones Unidas, integrado por todos aquellos Estados miembros
de la ONU que administran territorios fideicometidos. El Consejo estaba integrado por Estados Unidos, como
única potencia administradora, y la Unión Soviética, Gran Bretaña, Francia y China en su calidad de miembros
permanentes del Consejo de Seguridad. La votación se realiza por cada miembro del consejo que tiene derecho a 1
voto. El quórum es la mayoría de presentes votantes.
Es responsable de la supervisión de los territorios que estaban bajo el sistema internacional de fideicomiso. Su
misión consistía en ayudar a estas zonas a lograr la independencia o la autonomía. El régimen de administración
fiduciaria se aplicará a los territorios de las siguientes categorías:
a. Territorios bajo mandato;
b. Territorios que, como resultado de la segunda guerra mundial, fueren segregados de Estados enemigos
c. Territorios voluntariamente colocados bajo este régimen por los Estados responsables de su administración.
Será objeto de acuerdo posterior el determinar cuáles territorios de las categorías anteriormente mencionadas serán
colocados bajo el régimen de administración fiduciaria y en qué condiciones. Originariamente había 11 territorios
fideicomisados que ya han abandonado tal situación; algunos quedaron integrados en Estados vecinos, y otros
accedieron como Estados Miembros a la ONU tras lograr la independencia. Los objetivos de este Consejo se han
cumplido, y solo quedaba un fideicomiso estratégico: el de las Islas del Pacifico, administrado por Estados Unidos,
que en 1994 el Consejo de Seguridad puso fin al Acuerdo de Administración Fiduciaria de éste territorio, que pasó
a llamarse, una vez alcanzada la independencia, República de Palau. A partir de ese año, el Consejo de
Administración Fiduciaria modificó su reglamento, y sólo se reúne cuando es necesario. En la actualidad está
autorizado a examinar y debatir los informes sobre los adelantos políticos, económicos, sociales y educativos de los
territorios en fideicomiso, a examinar sus peticiones y a realizar visitas periódicas y misiones especiales.
10. LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA: CONSITUCION Y ATRIBUCIONES
También conocido como Tribunal Mundial o Tribunal de La Haya, con sede en la ciudad de La Haya (Países
Bajos) aunque puede funcionar en cualquier otro lugar, pero funciona de manera permanente, excepto en
determinados periodos de vacaciones. Es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas. Fue creado en 1945
a partir de la Carta de las Naciones Unidas, como sucesor de la Corte Permanente de Justicia Internacional de la
Sociedad de Naciones. La Corte se rige según su propio estatuto, que forma parte integral de la Carta de las
Naciones Unidas. Su principal función consiste en resolver asuntos jurídicos entre naciones; el público no puede
presentar casos privados. Todos los Estados miembros de la ONU se consideran partes del estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, al igual que los 3 estados no asociados: Suiza, Liechtenstein y San Marino. Una nación no
incluida en el estatuto puede someterse a la Corte si acepta, de manera general o en un caso en particular, las
obligaciones de un miembro de la ONU.
Según el artículo 94 de la Carta de la ONU, los conflictos pueden llegar a la Corte de 2 maneras.
1º) Por un acuerdo especial, bajo el cual todas las partes aceptan presentar el problema ante la Corte.
2º) Por una petición unilateral presentada por una de las partes involucradas en una disputa: Ej. Un país podría
alegar que su adversario está obligado por los términos de cierto tratado a aceptar la jurisdicción de la Corte.

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Una disposición en el estatuto de la Corte también permite, aunque no lo exige, que naciones que consten como
parte declaren por adelantado que aceptan la jurisdicción preceptiva de la Corte en ciertos tipos de litigios
internacionales. Si dos partes en litigio han hecho constar tales declaraciones y si el litigio está dentro de los límites
de estas declaraciones, entonces cualquier parte puede elevar el caso a la Corte. En octubre de 1985 el presidente
Ronald Reagan terminó formalmente con la tradicional política estadounidense de aceptar automáticamente los
fallos de la Corte Internacional; esta decisión redujo a 43 las naciones que consideraban vinculantes las decisiones
de la Corte. La acción de los EE.UU. debilitó a la Corte, que ya estaba perjudicada por el rechazo de muchas e
importantes potencias —como la Unión Soviética, China, Francia, Alemania Occidental (ahora integrada en la
reunificada República Federal de Alemania) e Italia— a aceptar su autoridad.
La Corte emite sus sentencias fundándose en los principios generales del Derecho internacional reconocido por las
naciones civilizadas, así como sobre la base de costumbres internacionales y normas de tratados y convenciones
suscritos por las partes en litigio. La Corte también se fundamenta en anteriores decisiones judiciales y en los
escritos de expertos en Derecho internacional. La sentencia de la Corte, que debe ser razonada, es definitiva e
inapelable. Las partes deberán cumplir de buena fe la sentencia, y el Consejo de Seguridad tiene potestad para
tomar medidas que impongan la decisión de la Corte si las partes en conflicto no la respetan por sí mismas. Sin
embargo, en la práctica, la Corte Internacional tiene poca capacidad para hacer respetar sus decisiones. En 1980,
por ejemplo, cuando la Corte ordenó a Irán la liberación de 53 rehenes estadounidenses, éste sencillamente ignoró
la orden. Una vez pronunciada la sentencia las partes no pueden hacer otra cosa que pedir aclaraciones o
interpretaciones a la misma Corte o hacer uso del “recurso de revisión”, que solo se da si se descubre un hecho
nuevo que puede ser factor decisivo para variar la sentencia o que un hecho haya sido desconocido en el momento
de pronunciarse la sentencia por la Corte o parte perjudicada (siempre que no haya sido por negligencia). La
solicitud de revisión se debe formular dentro del término de 6 meses de que fue descubierto el hecho y cuando no
hayan transcurrido 10 años desde la fecha de la sentencia.
Además de resolver conflictos entre naciones, la Corte asesora en cuestiones jurídicas a la Asamblea General, al
Consejo de Seguridad y a otros organismos especializados que hayan sido autorizados por la Asamblea General
para demandar esa información. Un ejemplo de ello fue la sentencia de la Corte que en 1962 falló que los gastos de
mantenimiento de la paz en la República Democrática del Congo constituían “gastos de la organización”, que
debían ser pagados por los Estados miembros en la proporción que fijara la Asamblea General.
Los jueces
La Corte tiene 15 jueces, cada uno de ellos elegido por mayoría absoluta en dos votaciones independientes del
Consejo de Seguridad y de la Asamblea General. Los jueces se eligen para un periodo de 9 años y pueden ser
reelegidos aunque no puede haber dos del mismo país. Un juez puede ser destituido por unanimidad de los demás
jueces. La Corte elige su propio presidente y vicepresidente por un término de 3 años, también nombra a sus
propios funcionarios y secretario. Se supone que en todo momento la composición de la Corte debe reflejar las
principales formas de civilización y los principales sistemas legales del mundo. Si una de las partes implicadas en
un litigio no tiene en la Corte ningún juez de su nacionalidad, puede elegir uno para que estudie el caso. Nueve (9)
jueces constituyen quórum y las cuestiones son decididas por mayoría de jueces presentes.

11. LA SECRETARIA GENERAL: CONSITUCION Y ATRIBUCIONES


Órgano administrativo de la ONU, se compone de un Secretario General y del personal que requiera.
Funciones
El Secretario General será el más alto funcionario administrativo de la Organización. Éste es nombrado para un
mandato de 5 años por la Asamblea General, previa recomendación del Consejo de Seguridad.
- El Secretario General actuará como tal en todas las sesiones de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad,
del Consejo Económico y Social y del Consejo de Administración Fiduciaria, y desempeñara las demás funciones
que le encomienden dichos órganos. El Secretario General rendirá a la Asamblea General un informe anual sobre
las actividades de la Organización.
- Puede llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre cualquier tema que parezca amenazar la paz y la
seguridad internacionales. Desde el mismo nacimiento de la ONU, esta disposición proporcionó al secretario
general una cierta autoridad ejecutiva, lo que provocó el descontento sistemático de la Unión Soviética con las dos
primeras autoridades de la ONU.
En el cumplimiento de sus deberes, el Secretario General y el personal de la Secretaría no solicitarán ni recibirán
instrucciones de ningún gobierno ni de ninguna autoridad ajena a la Organización, y se abstendrán de actuar en
forma alguna que sea incompatible con su condición de funcionarios internacionales responsables únicamente ante
la Organización. Cada uno de los Estados Miembros se compromete a respetar el carácter exclusivamente
internacional de las funciones del Secretario General y del personal de la Secretaría, y a no tratar de influir sobre
ellos en el desempeño de sus funciones.
En 1977 la Asamblea General adoptó una resolución que otorgaba al secretario general la autoridad de nombrar a
un vicesecretario, que tendría el título de director general para el desarrollo económico y la cooperación económica

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internacional, y cuya responsabilidad sería dirigir aquellas agencias de la ONU dedicadas a temas sociales y
económicos. El personal de la ONU es nombrado por el Secretario General, que es, además, quien selecciona a
estos funcionarios internacionales basándose en la competencia e integridad de éstos y respetando que la
composición de la Secretaría refleje la diversidad multinacional que caracteriza a la propia ONU. Los funcionarios
de la ONU sólo son responsables del ejercicio de sus actividades ante este organismo y no pueden solicitar o recibir
instrucciones de otro gobierno o autoridad.
La Secretaría General de la ONU está organizada en varios departamentos, entre los que se incluyen las oficinas
encargadas de la información política, legal, financiera, económica, pública y de tutela. En 1997 tomó posesión del
cargo el ghanés Kofi Annan y termina sus funciones en diciembre de 2006.

12. ORGANISMOS DE LAS NACIONES UNIDAS


Los organismos especializados son muchos y cada uno tiene sus propias peculiaridades, pero tienen en común que
todos son el producto de acuerdos intergubernamentales, con amplias atribuciones dentro de su campo y
vinculados con la ONU mediante lazos de coordinación y subordinación. Su principal característica es que sus
miembros son los Estados y en el pasado también territorios no autónomos (fiecometidos); pero jamás son
particulares. El régimen interno de cada una de las organizaciones nace de la Cata y de sus acuerdos particulares.
Pero a todos se les reconoce cierta independencia en cuanto a sus miembros, su sede y sus finanzas. Sin embargo,
sus relaciones con la ONU obedecen a principios generales comunes, como son en efecto los reglamentos internos
o convenios que traten de los organismos especializados.
Esta coordinación con la organización mundial se cumple alrededor del Consejo Económico y Social, quien
puede recibir informes de los organismos especializados y prestarles servicios.
En general los organismos especializados son muy sencillos: todos tienen una asamblea compuesta de los
representantes de los Estados, un consejo que varía en su composición, pero de todas maneras menos numeroso que
la Asamblea y una secretaria. Entre los organismos de las Naciones Unidas se encuentran:
- OMS: Organización Mundial de la Salud
- UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
- FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
- OIT: Organización Internacional del Trabajo
- BIRF: Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento
- FMI: Fondo Monetario Internacional.
- UPU: Unión Postal Universal
- CFI: Corporación Financiera Internacional, entre otros.

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BOLILLA 14
1. LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS (OEA)
Organización supranacional, de carácter regional, en la que están integrados todos los estados independientes del
continente americano. Excepto Cuba desde 1962, Guyana Francesa (FR), Islas Malvinas (GB), Puerto Rico
(EE.UU.), Islas Vírgenes (GB), Isla Anguilla (GB.), Isla Montserrat (GB.), Isla San Martín (FR y GB), Martinica
(FR), Guadalupe (FR), Antillas Neerlandesas (HOL), y Bahamas (GB).
La OEA fue fundada por los 21 países que el 30 de abril de 1948, durante la IX Conferencia Panamericana,
suscribieron el Pacto de Bogotá. Entro en vigor el 13 de diciembre de 1951, y actualmente lo conforman 34 países.
Nacida en el contexto del panamericanismo, su precedente más inmediato fue la Oficina Internacional de las
Repúblicas Americanas (llamada Unión Panamericana desde 1910), fundada en 1890 y que en 1948 se convirtió en
Secretaría General de la OEA.
La Carta de la OEA esta dividida en tres partes: 1) la parte Dogmática, que contiene la naturaleza, propósitos,
principios deberes y derechos fundamentales y normas de carácter genérico; 2) la parte Orgánica, que establece los
órganos, sus competencias y funciones; 3) la parte Protocolar, la cual forman parte las disposiciones de carácter
transitorio suscritos en los diferentes protocolos. Para las reformas de la Carta, se utilizo la técnica de introducir
modificaciones, conservando la estructura original básica, a través de varios protocolos:
- Protocolo de Buenos Aires (firmado en 1967 y vigente desde 1970)
- Protocolo de Cartagena de Indias (aprobado en 1985 y vigente desde 1988)
- Protocolo de Washington (1992, vigente desde 1997)
- Protocolo de Managua (1993, vigente desde 1996).
También forman parte el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca o TIAR (1947), la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes de los Pueblos, y el Pacto de San José de Costa Rica (1967).

2. SUS ORGANOS
Los principales órganos de la OEA son:
- La Asamblea General
- La Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores
- Los Consejos:
El Consejo Permanente
El Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI)
- La Secretaría General.
- El Comité Jurídico Interamericano (CJI)
- La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

- Conferencias especializados
- Organismos especializados

3. LA ASAMBLEA GENERAL
Todos los Estados miembros tienen derecho a hacerse representar en la Asamblea General. Cada Estado tiene
derecho a un voto. Se reúnen una vez al año, en la sede que fijan en la reunión anterior y en la época que determine
el reglamento. Previo a la asamblea general debe reunirse una “Comisión Preparatoria”, a fin de definir el temario
de la Asamblea. Toma sus decisiones por mayoría absoluta de los Estados Miembros, salvo cuando se requiere dos
tercios.
Las funciones de la Asamblea General son:
a) Decidir la acción y la política general de la OEA, determinar la estructura y funciones de sus órganos y
considerar cualquier asunto relativo a la convivencia de los Estados americanos;
b) Coordinar las actividades de los órganos, organismos y entidades de la OEA;
c) Cooperar con las ONU y sus organismos especializados;
d) Propiciar la colaboración, en los campos económico, social y cultural, con otras organizaciones internacionales
que persigan propósitos análogos a los de la OEA;
e) Aprobar el presupuesto de la OEA y fijar las cuotas de los Estados miembros;
f) Considerar los informes anuales y especiales de los diversos órganos;
g) Adoptar las normas generales que deben regir el funcionamiento de la Secretaría General;
h) Aprobar su reglamento y, por dos tercios de los votos, su temario.

4. LA REUNION DE CONSULTA DE LOS MINISTROS DE RELACIONES EXTERIORES


Ésta deberá celebrarse con el fin de considerar problemas de carácter urgente y de interés común para los Estados
americanos, y para servir de Órgano de Consulta. Cualquier Estado miembro puede pedir que se convoque la
Reunión de Consulta. La solicitud debe dirigirse al Consejo Permanente de la Organización, el cual decidirá por

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mayoría absoluta de votos si es procedente la Reunión. Si excepcionalmente el Ministro de Relaciones Exteriores
de cualquier país no pudiere concurrir a la Reunión, se hará representar por un Delegado Especial.
Puede reunirse también en los casos de ataque armado, peligros a la paz del continente o cualquier otro caso de
agresión que no sea ataque armado.

5. LOS CONSEJOS
A) El Consejo Permanente:
Actúa como órgano provisorio de consulta y se reúne en Washington. Se encuentra compuesto por un representante
de cada Estado miembro nombrado especialmente por el Gobierno respectivo con la categoría de embajador.
El Presidente es elegido entre los representantes de acuerdo al orden alfabético de los nombres en español de sus
respectivos países y la vicepresidencia en idéntica forma, siguiendo el orden alfabético inverso. El presidente y
vicepresidente no duran más de 6 meses en sus funciones.
El Consejo Permanente velará por el mantenimiento de las relaciones de amistad entre los Estados miembros y,
con tal fin, les ayudará de una manera efectiva en la solución pacífica de sus controversias.
Cualquier parte en una controversia en la que no se encuentre en trámite ninguno de los procedimientos pacíficos
previstos, podrá recurrir al Consejo Permanente para obtener sus buenos oficios. El Consejo, asistirá a las partes y
recomendará los procedimientos que considere adecuados para el arreglo pacífico de la controversia. Así como
también, en el ejercicio de sus funciones, con la anuencia de las Partes en la controversia, podrá establecer
comisiones ad hoc para estudiar e investigar el caso. Si el procedimiento de solución pacífica de controversias
recomendado por el Consejo Permanente, o sugerido por la respectiva comisión ad hoc, no es aceptado por alguna
de las partes, o cualquiera de éstas declare que el procedimiento no ha resuelto la controversia, el Consejo
Permanente informará a la Asamblea General, sin perjuicio de llevar a cabo gestiones para el arreglo entre las
Partes o la reanudación de las relaciones entre ellas. El Consejo Permanente, en el ejercicio de estas funciones,
adoptará sus decisiones por el voto afirmativo de los dos tercios de sus miembros, excluidas las Partes, salvo
aquellas decisiones cuya aprobación por simple mayoría autorice el reglamento.
B) El Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI):
Tras la ratificación del Protocolo de Managua en 1996, un nuevo Consejo Interamericano para el Desarrollo
Integral reemplazó al Consejo Interamericano Económico y Social (CIES) y al Consejo Interamericano para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (CIECC).
Se compone de un representante titular, a nivel ministerial o su equivalente, por cada Estado miembro, nombrado
especialmente por el Gobierno respectivo. Éste también podrá crear los órganos subsidiarios y los organismos que
considere convenientes para el mejor ejercicio de sus funciones.
Tiene como finalidad promover la cooperación entre los Estados americanos con el propósito de lograr su
desarrollo integral, y en particular para contribuir a las eliminaciones de la pobreza crítica, en los campos
económicos, sociales, educacionales, culturales, científicos y tecnológicos. Se reunirá por lo menos una vez al
años. Se reunirá, además, cuando lo convoque la Asamblea General, la Reunión de Consulta de Ministros de
Relaciones Exteriores o por propia iniciativa.
Para realizar sus diversos fines, el CIDI deberá:
a) Formular y recomendar a la Asamblea General el plan estratégico que articule las políticas, programas y
medidas de acción
b) Formular directrices para elaborar el programa-presupuesto de cooperación técnica, así como para las demás
actividades del Consejo.
c) Promover, coordinar y responsabilizar la ejecución de programas y proyectos de desarrollo a los órganos
subsidiarios y organismos correspondientes, en áreas tales como:
- Desarrollo económico y social, incluyendo el comercio, el turismo, la integración y el medio ambiente;
- Mejoramiento de la educación y la promoción de la investigación científica y tecnológica,
- Fortalecimiento de la conciencia cívica de los pueblos americanos, para el ejercicio efectivo de la democracia
y la observancia de los derechos y deberes de la persona humana.
d) Establecer relaciones de cooperación con los órganos de la ONU y con otras entidades nacionales e
internacionales.
e) Evaluar periódicamente las actividades de cooperación para el desarrollo integral, su desempeño, programas y
proyectos, en términos de su impacto, eficacia, eficiencia, aplicación de recursos, y de la calidad, entre otros, de
los servicios de cooperación técnica prestados, e informar a la Asamblea General.

6. EL COMITÉ JURÍDICO INTERAMERICANO


Tiene su sede en Río de Janeiro. Se encuentra formado por 11 juristas nacionales de los Estados Miembros, que
son electos de ternas presentadas por los Estados Miembros, por un periodo de 4 años. La Asamblea General hará
la elección mediante un régimen que tenga en cuenta la renovación parcial y procure una equitativa representación
geográfica. En el Comité no podrá haber más de un miembro de la misma nacionalidad. Es un órgano de consulta

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en asuntos jurídicos. Promueve el desarrollo progresivo y la codificación del Derecho Internacional, como también
estudia los problemas jurídicos referentes a la integración de los países en desarrollo del Continente y la posibilidad
de uniformar sus legislaciones en cuanto parezca conveniente
7. LA COMISION INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Formada en 1959, tiene como objetivo promover la observancia y defensa de los Derechos Humanos, y servir de
órgano consultivo a la OEA. Se compone de 7 miembros elegidos a titulo personal que deben ser personas de alta
autoridad moral y de reconocida versación en materia de derechos humanos. La comisión tiene su sede en
Washington.
¿Quines pueden recurrir ante la Comisión?
 Cualquier personas físicas o grupo de personas, o entidad no gubernamental legalmente reconocida en un o de
los Estados miembros de la OEA, puede presentar su denuncia en contra de un Estado parte, incluso el propio.
Para que la denuncia sea admisible es necesario que una de las partes haya interpuesto y agotado los recursos
de jurisdicción interna.
 También puede recurrir un Estados miembro, en contra de otro Estado miembro.
La Comisión por la presunta violación de derechos humanos, puede hacer una de tres cosas:
a) lograr una solución amistosa del asunto
b) preparar un informe sobre el caso, hacer recomendaciones y fijar un plazo dentro del cual el Estado debe
remediar la situación.
c) someter el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, siempre que el Estado acepte la jurisdicción de
la Corte.
8. LA SECRETARIA GENERAL
Es el órgano central y permanente de la OEA. El secretario general, responsable máximo de la Secretaría General,
es elegido por la Asamblea General por un periodo de 5 años y no puede ser reelegido por más de dos periodos
consecutivos ni sucedido por una persona de la misma nacionalidad. En caso de que quedare vacante el cargo de
Secretario General, el Secretario General Adjunto asumirá las funciones de aquél hasta que la Asamblea General
elija un nuevo titular para un período completo. El Secretario General Adjunto es el Secretario del Consejo
Permanente.
El Secretario General, o su representante, podrá participar con voz pero sin voto en todas las reuniones de la
Organización. También podrá llevar a la atención de la Asamblea General o del Consejo Permanente cualquier
asunto que, en su opinión, pudiese afectar la paz y la seguridad del Continente o el desarrollo de los Estados
miembros.
La sede de la Secretaría General se encuentra en la ciudad de Washington (Estados Unidos), aunque también
cuenta con oficinas en otros países miembros. El actual secretario general el José Miguel Insulsa (chileno).
9. LAS CONFERENCIAS ESPECIALIZADAS Y LOS ORGANISMOS ESPECIALIZADOS
Las Conferencias Especializadas son reuniones intergubernamentales para tratar asuntos técnicos especiales o
para desarrollar determinados aspectos de la cooperación interamericana, y se celebran cuando lo resuelva la
Asamblea General o la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, por iniciativa propia o a
instancia de alguno de los consejos u Organismos Especializados. El temario y el reglamento de las Conferencias
Especializadas serán preparados por los consejos correspondientes o por los Organismos Especializados
interesados, y sometidos a la consideración de los Gobiernos de los Estados miembros.
Se consideran Organismos Especializados, organismos intergubernamentales establecidos por acuerdos
multilaterales que tengan determinadas funciones en materias técnicas de interés común para los Estados
americanos.
10. EL GRUPO DE RÍO
Mecanismo permanente de consulta y concertación política entre países latinoamericanos, creado en Río de Janeiro
en 1986 como instrumento diplomático para lograr la paz en los conflictos armados de Centroamérica. Sus
miembros fundadores son México, Colombia, Venezuela, Panamá, Argentina, Brasil, Perú y Uruguay. En 1990 se
incorporaron Chile, Ecuador, Bolivia, Paraguay, un representante rotativo del Caribe y otro de Centroamérica; en el
año 2000 lo hicieron Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y la República Dominicana.
En la actualidad, el Grupo de Río ejerce de interlocutor del bloque ante terceros países, y constituye un
importante mecanismo regional de diálogo y cooperación. Una vez al año, los jefes de Estado se reúnen en
uno de los países miembros, mientras que los ministros de Relaciones Exteriores lo hacen con cierta
periodicidad. El grupo mantiene vínculos con la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Grupo de Contadora y el
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y mantiene una relación especial con la Unión Europea,
especialmente desde la Declaración de Roma (20 de diciembre de 1990), que institucionalizó esta colaboración
mediante la celebración de encuentros ministeriales conjuntos, generalmente de carácter económico.

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BOLILLA 15
LAS PERSONAS HUMANAS
1. LA NACIONALIDAD. NOCIONES GENERALES
Es un vínculo jurídico y político que liga a una persona con un Estado determinado en virtud del cual la
persona asume hacia el Estado obligaciones de lealtad y fidelidad y el Estado se compromete a protegerla.
La Corte Internacional de Justicia la describió como: “la nacionalidad es un vinculo jurídico que tiene como base
un hecho social de conexión, una solidaridad efectiva de existencia, de intereses y de sentimientos, unidos a una
reciprocidad de derechos y deberes”.
La nacionalidad tiene relevancia para diversos efectos, entre ellos los siguientes:
- En principio, un estado puede sólo brindar amparo diplomático a una persona o compañía que tenga su
nacionalidad.
- Un Estado puede ejercer ciertas competencias respecto de sus nacionales que residan en el extranjero. Ej.
Exigirles que presten servicio militar, o que paguen impuesto, etc.
- Los tratados consideran la nacionalidad para ciertos efectos. Ej. La Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas de 1961, establece: “los miembros del personal diplomático de la misión habrán de tener, en
principio, la nacionalidad del Estado acreditante”.
- Un Estado debe admitir en su territorio a sus nacionales que sean expulsados de otros.
2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA
En las sociedades primitivas, el grupo social (constituido por el clan y después la tribu) lo formaban cierto numero
de personas ligadas por el vinculo de la sangre y por el culto que rendían a sus antepasados; y cuando el grupo
social llegaba a erigir la Ciudad-Estado el nexo político que une a sus miembros es todavía un mismo antepasado
común, el héroe o semidiós de los antiguos griegos y romanos. Los demás individuos carecen de derechos o solo
poseen algunos limitados. Este es el antecedente más remoto de la nacionalidad. El Estado, en Roma, en Grecia,
era la prolongación de la familia. De este modo el individuo pertenecía primero a la familia y después al Estado. El
“jus sanguinis” fue esparcido por el resto de Europa a través de las conquistas de Roma.
En los pueblos germánicos el vínculo social-político no se fundo ya en la sangre, sino en la afiliación a una tribu
determinada. En la Edad Media y en la época de las grandes monarquías, va a predominar otro sistema atributivo
de la nacionalidad o “jus soli”, el individuo es vasallo del señor feudal, o súbdito del soberano como consecuencia
del hecho de haber nacido en su territorio, y a ese señor o soberano está sometido por toda la vida. La tierra era
considerada la mayor riqueza y símbolo de poder. El vínculo es perpetuo. Más aún: le esta prohibido emigrar bajo
pena de severísimas sanciones.
La Revolución Francesa, reaccionando contra ese régimen, estableció en la constitución de 1791 la libertad de
entrar y salir en el país como uno de los derechos del hombre. El Código Napoleónico de 1804 legisla sobre la
nacionalidad, adoptando para su adquisición la regla del jus sanguinis: es francés el hijo de francés, sea cual fuere
el territorio en que aquel haya nacido. Y la mayor parte de los países de Europa occidental, al sancionar poco
después sus códigos civiles, se inspiran en el modelo francés y adoptan aquella doble formula: la regla del jus
sanguinis y el sistema de la nacionalidad.
La adquisición de la nacionalidad por medio de la naturalización en país extranjero, se conocía desde antiguo; pero
un acontecimiento raro y casi siempre una liberalidad con que el soberano honraba y distinguía a determinada
persona extranjera. La naturalización no importaba el cambio de una nacionalidad por otra: permanecía intacta la
nacionalidad de origen, porque era un vinculo perpetuo entre el soberano y su súbdito, éste venia a tener 2
nacionalidades. Esta situación comenzó a cambiar en 1868, como consecuencia del “derecho de expatriación”
sostenido por los EE.UU. a causa de ciertos hechos de notoria importancia. A partir del primer tercio del siglo XIX,
levantada paulatinamente la prohibición de vivir dentro del propio pais, causas diversas originaron una corriente
emigratoria desde Europa Occidental hacia los Estados Americanos.
La nacionalidad, hasta mediados del siglo XIX había sido un vinculo indisoluble que cambio de carácter en la
segunda mitad de ese siglo. Cierto es que todo estado atribuye una nacionalidad al individuo desde el momento en
que nace, y sobre este punto subsiste entre los Estados una divergencia todavía en cuanto a la norma básica para
conferir la nacionalidad; pero hoy es indudable que, en determinadas circunstancias, todo individuo puede adquirir
otra nacionalidad, puede perder la de origen y hasta puede recuperarla. La nacionalidad, que era un privilegio de
grupo racial en las sociedades antiguas, y una rígida sumisión al príncipe desde la época feudal, se ha amoldado a
las exigencias de la vida contemporánea, que muchas veces obligan al hombre a trasladarse a otro pais y vincularse
definitivamente al nuevo medio social.

3. LA NACIONALIDAD DE ORIGEN
La nacionalidad de divide en dos especies desde el punto de vista de su adquisición:
a. La nacionalidad de origen que es la que el estado atribuye a toda persona física en el momento de nacer.
b. La nacionalidad adquirida, que es la que toda persona física puede obtener mas tarde por medio de la
naturalización y la mujer como consecuencia del matrimonio (adquisición de la nacionalidad).
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La atribución por el Estado de una nacionalidad de todas personas físicas en el momento de nacer, la
nacionalidad de origen, tiene por base principal las siguientes normas:
a. El jus sanguinis, según el cual la persona tiene la nacionalidad de sus padres, cualquiera sea el pais en que
nazca.
b. El jus soli que asigna a la persona la nacionalidad de territorio en donde nace, sea cual fuere la nacionalidad de
sus padres.
Estas normas no se aplican de modo exclusivo. El jus sanguinis y el jus soli aparecen siempre combinados en
diversa medida, predominando según los países, aquel sobre éste o a la inversa. Generalmente los países
densamente poblados o de emigración, se inclinan de preferencia hacia el jus sanguinis, y los países de población
escasa o de inmigración, hacia el jus soli; pero es erróneo afirmar que el primero es propio de los países europeos y
el segundo es característico de los países americanos.

4. ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD
Las legislaciones internas establecen diversos modos de adquisición de la nacionalidad:
- La Naturalización: una persona adquiere una nacionalidad usando el procedimiento de la naturalización, que
requiere esencialmente una manifestación de voluntad por parte de la persona y una concesión, también voluntaria,
por parte del Estado que lo otorga. Para obtenerla, la persona debe reunir ciertas condiciones que especifican las
leyes respectivas. Generalmente, tienen por objeto comprobar la vinculación de la persona con el pais (residencia
durante determinado tiempo, conocimiento del idioma, etc.); su capacidad y honestidad (edad mínima, buenos
antecedentes de conducta, aptitud para el trabajo o poseer medios de subsistencia, juramento de fidelidad a las
instituciones y a las leyes locales, etc.); a veces se exigen otros requisitos, como la perdida de la nacionalidad
anterior y no haber adquirido otra nacionalidad por medio de naturalización. Estas condiciones son requisitos
indispensables; pero no bastan por si solos, porque la naturalización no es una dádiva8
- Matrimonio de la mujer con un nacional: en el siglo XIX rigió, según muchas legislaciones, la regla de que la
mujer adquiere la nacionalidad del marido por el hecho del matrimonio. Introducida en 1804 por el Código
Napoleón, esa norma respondía a la necesidad de mantener la unidad jurídica del matrimonio, que se hacia sentir
en los países que han adoptado el sistema de la “nacionalidad” para regir el estado civil y las capacidades de las
personas.
Las legislaciones de algunos países, como las del Reino Unido y los Estados Unidos, imponían su nacionalidad a la
mujer extranjera que se casaba con uno de sus nacionales. Estos principios fueron abandonados, y sus legislaciones
facilitan la adquisición de la nacionalidad. Más adelante se introdujeron reformas, y en la Convención sobre la
Nacionalidad de la Mujer Casada de 1957, aprobada por la Asamblea General, dispone que la nacionalidad de la
mujer no podrá quedar afectada automáticamente ni por la celebración o la disolución del matrimonio entre
nacionales y extranjeros, ni por el cambio de nacionalidad del marido durante el matrimonio. También establece
que si uno de sus nacionales adquiere voluntariamente la nacionalidad de otro Estado o renuncia a su nacionalidad,
no es impedimento para que la cónyuge conserve la nacionalidad del marido. Finalmente, de acuerdo con la
convención, la mujer extranjera casada podrá adquirir la nacionalidad del marido, mediante procedimiento especial
de naturalización privilegiada, si así lo solicita. La Séptima Conferencia Interamericana de 1933 en Montevideo,
contemplando el problema mas general de la discriminación por sexo, y estableció que “no se hará distinción
alguna basada en el sexo en materia de nacionalidad, ni en la legislación, ni en la practica.”
- La adopción por un nacional
- Transformaciones territoriales: la anexión total del Estado u otro Estado, anexión o cesión parcial y secesión de
un territorio respecto de las personas que allí residen, etc., los habitantes del territorio anexado pasan a ser parte de
otro Estado.
Algunos Estados han establecido en sus legislaciones modos novedosos de adquisición de su nacionalidad. Ej. En
virtud de la ley israelí sobre la Nacionalidad (1952) adquieren la nacionalidad israelí por el retorno a Israel los
judíos que tengan intención de establecerse en el país.
5. PÉRDIDA DE LA NACIONALIDAD
Se pierde la nacionalidad por disposición de la ley del Estado de Origen, fundada en ciertas causas que importan la
desvinculación de la persona con respecto a ese Estado. Esas causas son diversas y han variado con el tiempo.
Corresponde a la legislación de cada Estado determinar cuáles son las causales de pérdida de su nacionalidad.
Entre las causales de pérdida de su nacionalidad contempladas por las legislaciones internas se cuentan:
- Por renuncia: el individuo expresamente declara que renuncia a su nacionalidad para adquirir otra o quedar
apátrida.
- Por naturalización en país extranjero: se requiere esencialmente una manifestación de voluntad por parte de
la persona y una concesión, también voluntaria, por parte del Estado.

8
Dádiva: Cosa que se da gratuitamente

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- Por residencia prolongada en otro país, en Argentina, si la persona reside en el extranjero durante dos años
continuados, se presume su voluntad de no regresar al territorio argentino (presunción juris tantum)
- Desnaturalización: la privación de ella por vía de sanción; cuando una ley interna de un Estado puede optar
como sanción para el individuo o grupo de individuos, la perdida de su nacionalidad (ej. traición a la patria)
- Expatriación: cuando una ley interna prescribe que se extinguirá la nacionalidad de los súbditos que se vayan
del pais a trabajar en el extranjero y adquieran residencia en otro pais. Este sistema no es muy usual hoy en día.
- Por opción: cuando un individuo a su nacimiento adquiere 2 nacionalidades, por cumplir con requisitos
exigidos por los 2 Estados, y una ley de dichos países permite que al cumplir mayoría de edad pueda elegir
entre ambas nacionalidades.
La Conv. Am. sobre DD.HH: “A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiarla”.
6. READQUISICIÓN
La nacionalidad perdida por naturalización en el extranjero puede readquirirse, según algunas legislaciones,
mediante ciertos requisitos que implican el retorno al pais y a veces el domicilio durante algún tiempo,
acompañado o no de una manifestación de voluntad y de renuncia a la nacionalidad adquirida.
Con España y con Italia se han firmado en 1969 y 1971 Convenios sobre Nacionalidad que establecen que los
nacionales de las respectivas partes contratantes podrán adquirir la nacionalidad de la otra, pero “manteniendo su
anterior nacionalidad con suspensión del ejercicio de los derechos inherentes a ésta ultima” y quedando sometida a
la legislación del Estado que le ha otorgado la nueva nacionalidad. El ejercicio de los derechos públicos y privados,
la protección diplomática, el otorgamiento de pasaportes, los derechos políticos, civiles, sociales y laborales, y el
cumplimiento de las obligaciones militares se regirán por las leyes del pais que otorga la nueva nacionalidad, salvo
que ya hubiera cumplido los deberes militares en el pais de origen. Si la persona beneficiada con este convenio
regresa al pais de origen, ello implica la “recuperación de todos los derechos y deberes inherentes a su anterior
nacionalidad”. Si se traslada a un tercer pais, se entenderá por domicilio el último que tuvo en el territorio de una
de las partes contratantes.
7. LA DOBLE O MÚLTIPLE NACIONALIDAD
Se da con frecuencia el caso de que una persona tenga a la vez dos nacionalidades, adquiridas en el momento del
nacimiento o después de él. La diversidad de las legislaciones sobre nacionalidad ocasiona situaciones de doble
nacionalidad.
Por ejemplo, una persona nace en el Estado A (que acepta el jus soli) de padres que son nacionales del Estado B
(que acepta el jus sanguini). En conformidad a la legislación de A, esa persona será nacional suyo por haber nacido
en su territorio, pero, según la legislación del Estado B, esa persona tendrá su nacionalidad por ser hijo de padres
que son nacionales.
La doble nacionalidad es un absurdo jurídico, pues una persona no puede ejercer derechos ni cumplir obligaciones
en varios Estado a la vez, y se ve colocada en situaciones incompatibles y aun opuestas, tanto en lo moral como en
lo material; además, es una incongruencia política, una fuente de serias dificultades para muchas personas y de
rozamientos internacionales, especialmente con motivo de la imposición de obligaciones militares y del ejercicio
de la protección diplomática.
Los tribunales internacionales pueden tener que decidir cuál de las dos nacionalidades regularmente adquiridas por
una misma persona debe prevalecer para un efecto determinado. Ellos se inclinan a preferir la llamada nacionalidad
efectiva (master nationality), para cuya determinación atienden a varios factores: la residencia habitual del
individuo, el país donde tenga el centro de sus actividades comerciales o profesionales, el Estado en que ejerza sus
derechos políticos y con el cual tenga vínculos familiares más estrechos, etc.
Existen tratados bilaterales que permiten a los nacionales de cada uno de los dos Estados contratantes la
adquisición voluntaria de la nacionalidad del otro sin renunciar a su nacionalidad de origen. Paraguay, en esta
materia, firmo en Madrid, el 25 de Julio de 1959, entre el Ministerio de Relaciones Exteriores, Dr. Raúl Sapena
Pastor, y su colega español, Don Fernando María Castiella y Maíz, el acuerdo que establece que los paraguayos de
origen, y recíprocamente los españoles de origen, podrán adquirir la nacionalidad española o paraguaya sin perder
por ello su anterior nacionalidad.
8. LA APATRIDIA
Todos los individuos que han perdido su nacionalidad sin haber adquirido otra nueva son apátridas. Es decir, que la
persona carece de nacionalidad, lo cual ocurre principalmente por las siguientes causas:
a) por la perdida de la nacionalidad adquirida sin haber adquirido otra nacionalidad
b) en los países cuya legislación se basa en el jus sanguinis, por ser hijo de padre apátrida o de padre desconocido.
La apatridia es una situación anormal que tiene serias consecuencias legales para la persona y el Estado, todo
individuo debería tener una nacionalidad. También afecta a veces a amplios sectores de la población de Estado que,
por razones raciales o políticas, han sido privados de la nacionalidad de dicho Estado. Ej. La Alemania nazi privó
de la nacionalidad alemana a los judíos que vivían fuera de Alemania. En los países que siguen el “sistema de la
nacionalidad” para la determinación del estado civil y la capacidad de las personas, al apátrida puede verse
imposibilitado de ejercer los derechos civiles, y a fin de evitar tal extremo las leyes locales han debido

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disponer que para esos individuos riga la ley del domicilio. Pero subsisten otras consecuencias no menos graves:
aquellas personas, puesto que carecen de nacionalidad, no pueden obtener el pasaporte ni pueden ser objeto de
protección diplomática, y en caso de expulsión sucede a menudo que no encuentran pais que las admita.
A evitar la apatridia y atenuar sus efectos Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, que entro en vigor en
1954, trata de la situación de los apátrida, y los define como “toda persona que no sea considerada como nacional
suyo por ningún Estado, conforme a su legislación” y que el mismo tiene la obligación de acatar las leyes y
reglamentos del pais donde se encuentra y a su vez el Estado contratante le otorgará el mismo trato que otorga a los
extranjeros en general. La Convención relativa al estatuto de los Apátridas, de 1954, contiene disposiciones
similares al Estatuto de los Refugiados.
La Convención sobre Reducción los Casos de Apatridia (1961, entró en vigor en 1973), esta contempla ciertas
restricciones para evitar la perdida de la nacionalidad cuando esta privación provoca la apatridia y facilita la
adquisición de la nacionalidad , con motivo del nacimiento dentro de las fronteras. La base de la Convención
consiste en que todo Estado contratante concederá su nacionalidad a toda persona nacida en su territorio que de
otro modo sería apátrida y por otra parte no privará de la nacionalidad a un individuo cuando por este hecho se
vuelva apátrida.

9. LA NACIONALIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS COLECTIVAS


Criterios opuestos se han mantenido con respecto a la atribución de nacionalidad a las personas jurídicas colectivas,
es decir, a ciertas entidades que, no siendo personas físicas, gozan de personalidad en el derecho privado. Según un
gran numero de países, las personas jurídicas colectivas tienen una nacionalidad, pero sólo una; según otros,
aquéllas no tienen nacionalidad, sino domicilio.
Hay profundas diferencias entre la nacionalidad de los individuos y la de las personas jurídicas. La nacionalidad no
puede tener en las personas jurídicas colectivas los mismos efectos que en las personas físicas, pues no se concibe
en aquéllas los derechos y deberes cívicos, ni la repatriación. La “nacionalidad” de una sociedad o compañía,
determina el Estado que puede prestarle amparo diplomático, su carácter neutral o enemigo, los beneficios que la
compañía puede derivar de un tratado. Así la importancia de la nacionalidad de personas jurídicas es porque:
- El Estado necesita distinguir a las personas jurídicas colectivas en nacionales y extranjeras a los efectos de los
derechos que puedan ejercer y de las obligaciones que están subordinadas, a fin de acordar a las sociedades
nacionales derechos más amplios que a las extranjeras y fijar para éstas reglas de fiscalización más estrictas
para asegurar su solvencia y funcionamiento regular.
- Por razones económicas y políticas inducen a los Estados a ejercer, en ciertos casos, su protección diplomática
con respecto a los capitales invertidos en el exterior bajo la forma de empresas bancarias, comerciales,
industriales, de transportes, obras publicas, etc.; y también sucede que el Estado en que se hallan instaladas las
referidas personas jurídicas puede verse obligado, en circunstancias extraordinarias como el estado de guerra, a
adoptar medidas de defensa, ya sea como beligerante con relación a las que tengan la nacionalidad del enemigo,
o bien, como neutral con respecto a las que tengan la nacionalidad del Estados beligerantes.
La diversidad de prácticas demuestra que no existe noción rígida respecto de la nacionalidad de las compañías. En
algunos países, como Francia y Alemania, se considera que una sociedad es nacional si su sede social está situada
en su territorio, en otras palabras, el lugar de explotación. La sede social es el lugar en que se ejerce la dirección
de la sociedad, donde se encuentran sus órganos, tales como los administradores y las asambleas generales. Otras
prácticas aunque hoy ya desechadas eran por la nacionalidad de la mayoría de sus miembros o la nacionalidad del
lugar de constitución de la entidad, como en los países anglosajones, el que también recibe el nombre de
incorporation: la sociedad tiene la nacionalidad del pais bajo cuyas leyes se ha constituido y a la cual debe su
existencia, aun si la sede social se encuentra en otro país.
En materia de amparo diplomático de las sociedades se conjugan ambos criterios: se considera que una sociedad
tiene la nacionalidad del Estado en conformidad a cuyas leyes se ha constituido y en cuyo territorio tiene su sede
social. Es dicho Estado el que, según la regla tradicional, puede brindar amparo diplomático a la sociedad.

10. LOS EXTRANJEROS. NOCIONES GENERALES


“Extranjeros son aquellas personas físicas o jurídicas que no son considerados como nacionales por el país
en que están domiciliados o son transeúntes en él o, simplemente operan en el territorio del referido Estado,
como el caso de las personas jurídicas”
Exigencias de orden publico obligan al Estado a ejercer su acción sobre todas las personas y cosas que se hallan en
su territorio, ya sea permanente o de paso y cualquiera fuese su nacionalidad; por consiguiente, la persona y los
bienes del extranjero están sujetos a la jurisdicción del Estado en que se encuentran.
Los extranjeros que ingresan al territorio de un Estado quedan sujetos, en principio, a la “comunidad de fortuna” de
la población local y, en consecuencia, no pueden exigir mejor trato que el brindado por dicho Estado a sus propios
nacionales. El extranjero está sometido a la soberanía territorial y a las leyes locales. Sin embargo, el Estado de
residencia está obligado a garantizar a los extranjeros un trato que no sea inferior al Standard mínimo

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internacional. Este Standard no reviste contornos precisos, pero incluye los derechos fundamentales de la persona
humana, como:
- el de ser protegida su vida e intereses
- el derecho a no ser detenido arbitrariamente
- a no ser sometido a torturas o a tratos inhumanos o degradantes
- a recurrir libremente a los tribunales locales y obtener justicia, a adquirir bienes de consumo, etc.
- ejercitar derechos civiles básicos, como los derechos de familia.
El Estado que infringe el standard mínimo internacional en la persona o bienes de un extranjero comete un acto
internacionalmente ilícito e incurre en responsabilidad. Además, el extranjero esta sometido a la ley territorial del
Estado donde reside. El Estado de residencia está obligado a respetar el deber de fidelidad del extranjero hacia su
Estado Nacional. Por lo tanto, en caso de guerra no puede ser obligado a luchar contra su propio país ni obligarlos a
cumplir el servicio militar o cualquier acto que pueda ser considerado en detrimento del país de origen.
El derecho internacional permite a los Estados a imponer ciertas prohibiciones y restricciones a los extranjeros,
tales como la prohibición de ejercer ciertas profesiones o actividades, la de adquirir inmuebles, la de pescar en el
mar territorial, etc. A su vez, los extranjeros no tienen derechos políticos (de elegir y de ser elegidos para cargos
de elección popular) ni pueden exigir que se los admita a cargos públicos.
Por otra parte, el Estado del cual dicha persona es nacional puede prestarle “amparo diplomático”, es decir una
reparación debida a uno de sus nacionales por perjuicios que otro Estado le hubiere causado ilícitamente.

11. EVOLUCIÓN HISTÓRICA


En la antigüedad, los pueblos extranjeros eran considerados bárbaros o enemigos y las personas provenientes de
ellos se les denegaban todo derecho. Sin embargo, en Atenas se hizo necesario crear una jurisdicción especial para
los extranjeros, que se encomendó a un polemarca, magistrado encargado de dirigir la guerra y las relaciones con
el enemigo. En Roma, desde que en el siglo III a.C., había conquistado la parte meridional de la península, que
estaba poblada por los griegos, admitió que los extranjeros (peregrini) tuvieran, en cuanto a sus relaciones
privadas, ciertos derechos al margen del jus civile, que era exclusivo de los romanos que poseían la categoría de
ciudadanos (cives). Aquellos derechos, aplicados y desarrollados por un magistrado especial, pretor peregrinus,
eran normas que comúnmente regían en la generalidad de los pueblos civilizados, y el conjunto de reglas así
establecidas por los edictos de los pretores vino a constituir el Jus Gentium.
Caído el Imperio Romano, las tribus germánicas invasoras se rigieron por sus propias leyes en los territorios en que
se asentaron; este sistema conocido como “personalidad de la ley”, importaba someter al hombre a sus leyes de
origen durante toda la vida, aunque por acaso se hallare en el extranjero. Mas adelante, ante la dificultad de
conocer en cada caso la ley personal, el Imperio Germánico estableció una sola ley para todos los que vivieran en
su suelo, sin distinción de razas o procedencias: el sistema de la “territorialidad de la ley”
Desde el siglo VIII al siglo XIII los señores feudales aplicaron a todos los habitantes los estatutos, fueros y
costumbres locales con exclusión de toda otra ley, pero con los glosadores en los siglos XIII al XV, ciertas
relaciones jurídicas de los extranjeros se rigieron por su ley personal. Pero se siguieron aplicando normas duras
como: el jus albinagii, donde al fallecer un extranjero, el señor feudal o monarca confiscaban los muebles e
inmuebles que dejase, y luego fue suplantado por el jus detractus, impuesto especial a la salida de los bienes
hereditarios, y el jus naufragio autorizaba a apoderarse de los bienes de los náufragos extranjeros arrojados a las
costas.
Desde comienzos del siglo XIX se generalizaron en las leyes de los principales países europeos y de las nuevas
republicas americanas los principios difundidos por la Revolución de Independencia de EE.UU., y la Revolución
Francesa, según los cuales corresponden ciertos derechos a todos los hombres con abstracción de su nacionalidad.
A mediados de ese siglo, con la abrogación de las leyes que prohibían salir del propio pais y la facilitación de las
comunicaciones, desarrollaron intensamente la emigración europea y determinó el transporte de millones de
hombres a los países nuevos de América, Canadá y Australia. Los países de emigración intentaron retener el
vinculo político con esos hombres y sus descendientes, mediante la regla del jus sanguini para la adquisición de la
nacionalidad y el sistema de la “nacionalidad de la ley” para determinar el estado civil y la capacidad de las
personas. Al mismo tiempo, se afirmaba la regla de que los extranjeros quedaban sometidos, en primer lugar, a la
protección de las leyes y a la jurisdicción del pais de su elección.

12. ADMISIÓN
Ningún Estado podría denegar en absoluto, sin encerrarse en una política de aislamiento hostil, la entrada
de extranjeros en su territorio. Pero todo Estado ejerce el derecho, fundado en motivos de orden publico, de
reglamentar las condiciones de la entrada, permanencia y transito de los extranjeros.
Dicha reglamentación es para impedir que la admisión de individuos no vinculados al país constituya una carga
para la comunidad o un desequilibrio social o político. Por ello se prohíbe generalmente la entrada de los
inhabilitados legalmente (extranjeros expulsados con anterioridad); la de los físicamente incapaces (enfermos

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contagiosos o crónicos, ancianos, etc.) y la de los inhabilitados moralmente (delincuentes, proxenetas, prostitutas,
agitadores, mendigos, indigentes, vagos, gitanos, etc.). El calificativo de “no deseables”, dado a esos individuos, se
ha hecho extensivo a ciertas razas, en algunos países.
El fenómeno migratorio ha sido reglamentado desde dos puntos de vista diversos:
1. Estados de Emigración: unos Estados, por lo general densamente poblados, tienen en mira proteger al
emigrante, a fin de impedir que sea victima de engaños y asegurar que viaje en condiciones higiénicas, pero
también, han procurado restringir y aun impedir la emigración.
2. Inmigración: los países de inmigración, o de escasa población, se proponen facilitar y aun fomentar la llegada
de nuevos habitantes útiles, excluyendo por ello a los que presenten fallas físicas o morales, o bien adoptan la
política de restringir o impedir la entrada de las que pertenecen a ciertas razas.
También la inmigración ha sido en varios países objeto de restricciones, como adoptar el método de fijar una cuota
anual a la entrada de individuos de cada nacionalidad como número máximo admisible, establecida en proporción
al los habitantes de determinado pais en determinada fecha, como también prohibir la entrada de individuos
pertenecientes a ciertas razas, y el “sistema de selección”, establecida por los Estados Unidos desde 1965.

13. EL RÉGIMEN DE LOS PASAPORTES


El pasaporte es un documento de nacionalidad e identidad que el Estado otorga a sus nacionales (casi
siempre de carácter individual y a veces colectivo) con el objeto de habilitarle para salir del pais y regresar a
él eventualmente, y que a la vez habilita, previa visación por el cónsul respectivo, pera entrar en territorio
extranjero. Las personas que habitan en pais extranjero y desean salir de él usan análogo documento, expedido por
su propio cónsul y visado por las autoridades locales. Según convenios internacionales, suelen algunos Estados
prescindir, con reciprocidad, del requisito de la visa. Los pasaportes no son necesarios para los ciudadanos de la
Unión Europea que viajen por los países miembros.
El Estado puede, si lo considera conveniente, otorgar pasaportes a extranjeros residentes que carezcan de un
documento equivalente propio. Es por esto que es mejor decir que el pasaporte es un documento de “identidad”
más que uno de “nacionalidad”
Con este instrumento cada Estado controla, y a veces restringe o impide, la salida de los nacionales así como la
entrada de los extranjeros. Régimen existente en los Estados Europeos desde el siglo XVI, había sido abolido desde
mediados del siglo XIX, en casi todos ellos, salvo en ciertos cases de guerra. La conflagración de 1914 a 1918, la
Primera Guerra Mundial, vino a restablecerlo de un modo general y desde entonces ha subsistido en todos los
Estados.
El “pasaporte diplomático” es el que otorga el Estado a los nacionales a quines inviste una función representativa
en el exterior o confieren ciertas instituciones internacionales a determinados funcionarios, y tiene el mismo objeto
y además habilita para hacer valer las inmunidades correspondientes ante las autoridades aduaneras del pais de
destino y de los de tránsito.
En el Paraguay, el régimen de pasaportes se halla reglamentado por el Decreto Nº 26.982 de fecha de 3 de mayo de
1927, que dispone la expedición de pasaportes por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores y por el Decreto
Nº 686 del 31 de agosto de 1990, que actualizaba la reglamentación sobre expedición de Pasaportes a cargo del
Ministerio de RR.EE.

14. EXPULSIÓN
Un Estado puede expulsar o deportar de su territorio a un extranjero cuya presencia juzgue inadmisible o
sea perjudicial para la seguridad o el orden público, disponiendo que el retorno sin permiso está sujeto a
pena. El derecho interno de cada estado legisla sobre la expulsión de extranjeros. Generalmente tiene en vista a los
espías, conspiradores, delincuentes consuetudinarios, agitadores sociales y a los que se inmiscuyan en actividades
políticas. Por lo general, en los países es competente para ordenar la expulsión el Poder Ejecutivo; pero en algunos
casos se sigue un procedimiento con intervención del Poder Judicial. El derecho de expulsión también esta
reglamentado en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU, como también en la convención
interamericana de 1928, sobre la condición de extranjeros.
La expulsión debe hacerse en forma humanitaria y sólo después de que el extranjero haya interpuesto sin éxito los
recursos que le franquea la ley local para impugnar la decisión de expulsión, o de que hayan transcurrido los plazos
para interponer tales recursos. Son contrarias al derecho internacional las expulsiones colectivas de extranjeros,
pues importaría un acto de xenofobia (odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros).
Un extranjero no puede ser deportado a un país que corran peligro su vida y su libertad en razón de su raza,
nacionalidad, religión, situación social u opiniones políticas. En cuanto al lugar de destino del individuo expulsado,
es evidente que el Estado de origen tiene el deber de acogerle.
Cuando un particular o una compañía de nacionalidad extranjera recibe de un Estado un trato contrario al derecho
internacional, el Estado de su nacionalidad puede prestar a dicho particular o compañía el amparo diplomático.

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El amparo diplomático o protección diplomática, consiste en la acción de un Estado ante otro Estado para reclamar
la debida aplicación del derecho internacional respecto de sus nacionales (individuos o compañías).
Al prestar amparo diplomático, un Estado hace suya la reclamación de uno de sus nacionales en contra de un
Estado extranjero y eleva a la categoría de diferendo internacional una reclamación que, en su origen, tenia carácter
privado. El Estado que formula la reclamación diplomática, “hace valer su propio derecho, el derecho de asegurar
el respeto de las reglas de derecho internacional en la persona de sus nacionales”.
Si las gestiones hechas por el Estado que brinda el amparo, no producen resultados satisfactorios, éste puede
ejercer el amparo judicial, es decir, recurrir ante un tribunal internacional competente en contra del Estado que
causó daño.
Para que un Estado pueda brindar amparo a una persona se requiere la concurrencia de ciertos requisitos:
- que el individuo o persona jurídica lesionada posea la nacionalidad del Estado que lo protege
- el agotamiento previo de los recursos internos del Estado que lo lesiona (acciones judiciales, interponer todos los
recursos legales que le franquea la ley del país).
- la no intervención en asuntos internos o “manos limpias”, es decir, que esta persona no se encuentre en una
situación dudosa desde el punto de vista político
- que no tenga el ciudadano que va a ser protegido, protección propia como funcionario internacional o
diplomático, porque en ese caso no juegan las normas de amparo sin la inmunidad diplomática.
La falta de uno de los requisitos, hace que la reclamación sea inadmisible. Un Estado tiene completa discreción
para decidir si presta o no amparo diplomático o judicial.

15. LA EXTRADICIÓN. CONCEPTO


Es la entrega que hace un Estado de una persona que se encuentra en su territorio, a otro Estado que la
reclama a fin de juzgarla o de aplicarle una pena a causa de un delito común por el que le ha iniciado
proceso formal o le ha impuesto una condena definitiva.
El Estado que solicita la entrega del fugitivo se llama “Estado requirente”; el Estado donde se encuentra la persona
se llama “Estado requerido”. Un Estado no está obligado a conceder la extradición de una persona que se
encuentra en su territorio. Sólo está obligado si medió un tratado de extradición con el Estado requirente, estos
puede ser tratados bilaterales o de carácter colectivo.
La extradición, impide que un individuo perseguido o condenado en un país pueda sustraerse a la justicia de ese
país dirigiéndose al extranjero. La extradición se concede respecto de ciertos delitos graves, como asesinato,
incendio, malversación de caudales públicos. Los delitos que motivan la extradición se contemplan en el tratado
respectivo. Los llamados “delitos políticos”, no dan lugar a extradición.
Uno de los principios consagrados en los tratados y en las legislaciones es el de los efectos especiales de la
extradición: la persona entregada sólo puede ser juzgada y sancionada por aquellos delitos respecto de los cuales la
extradición fue solicitada y concedida.

15.1 PROCEDIMIENTO
La solicitud de extradición se presenta por escrito utilizando la vía diplomática, y según algunos
tratados puede ser presentado por los funcionarios consulares. Deben acompañarse los documentos
necesarios para precisar la identidad de la persona reclamada y hacer conocer la causa determinante de
la requisición. En caso de una persona procesada o indagada, se necesita por lo general una copia
legalizada del proceso, orden de detención o aprehensión, emanada de juez competente, así como las
leyes penales aplicables al caso y de las leyes relativas a la prescripción de la acción penal. En caso de
ser una persona ya condenada, se necesita copia autorizada de la sentencia condenatoria, acompañada
de la declaración de haber sido ejecutoriada y copia de las leyes referentes a la prescripción de la pena.
El derecho interno del Estado requerido establece cual es la autoridad competente para determinar la
procedencia o no de la extradición. En algunos países es el Poder Judicial, los tribunales; en otros el
Poder Ejecutivo; y hay países que siguen un sistema mixto, el procedimiento judicial y la decisión final
del Poder Ejecutivo. La autoridad competente debe examinar la solicitud y determinar si la extradición
es procedente en conformidad a la ley interna o a la convención de extradición. En cambio, no deben
proceder a un examen detallado de los cargos de la culpabilidad del acusado; bastará que aprecien
grosso modo la suficiencia de cargos.
Casos de urgencia: Antes de formalizar el pedido de extradición, las autoridades competentes del
Estado interesado pueden solicitar que el Estado en que se encuentra la persona imputada adopte,
durante un plazo determinado, medidas preventivas para impedir la desaparición de la persona, así
como sus efectos y documentos.
En caso de concurrencia de varios Estados en la solicitud de extradición:
Tres son los casos que se pueden presentar en caso de concurrencia de solicitudes de extradición sobre
una misma persona:

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a) cuando la extradición de un individuo se pida por más de un Estado con referencia al mismo o
diferente delito, se dará preferencia a la solicitud del Estado en cuyo territorio se cometió el delito.
b) Si en las solicitudes de extradición existen delitos diferentes, se dará preferencia al Estado que
reclame al individuo por el delito que sea sancionado con pena más grave según la ley del Estado
requerido
c) Si se tratara de hechos diferentes que el Estado requerido considerara de igual gravedad, la
preferencia será determinada por la prioridad del pedido.
Principio de especificidad: la persona cuya extradición ha sido concedida no podrá ser juzgada por el
Estado requeriente por delito distinto por el que se solicitó la extradición.
Concedida la extradición, la persona queda a disposición del Estado requeriente, señalándose un plazo
para que se haga cargo de ella, y transcurrido ese plazo es puesta en libertad.

16. LA PROTECCIÓN DE LAS MINORÍAS NACIONALES


Cuando en un Estado existe un grupo diferente a la mayoría de su población, que se diferencia
especialmente por la lengua, raza, religión, costumbres, etc., y éstas son idénticas a las de otro Estado, nos
encontramos ante una minoría nacional. Estas situaciones se han presentado a través de la historia, provocadas por
conquistas de determinados territorios que han pasado a formar parte del Estado conquistador. Las poblaciones
subyugadas han continuado con sus costumbres, practicando su propia religión y hablando su propia lengua. Ante
la negativa de las minorías, de asimilarse a los conquistadores, se produjeron hechos contrarios a las normas de
justicia internacional.
Las minorías tienen con frecuencia menos derechos y menos poder político que los grupos mayoritarios. Una de las
principales causas de su formación es la inmigración; pero también el asentamiento de un pueblo en un territorio
ajeno puede dar lugar a que el pueblo nativo o conquistado se convierta en una minoría, como en el caso de los
pueblos indígenas americanos.
A lo largo de la historia de Europa los lazos de los pueblos minoritarios con sus países de origen étnico han llevado
a conflictos y guerras, como ocurrió en la antigua Yugoslavia. En una sociedad heterogénea pueden acentuarse las
diferencias culturales y de clase entre diferentes elementos de la población, causando desigualdades por
discriminación. Algunos grupos minoritarios: Kurdos en Turquía y oeste de Irán, gitanos, indígenas en América,
alemanes en Checoslovaquia, los moriscos (moros del norte de África), judíos, negros, beluchis y azeríes en el
suroeste de Irán y turcomanos, como también los parsis (seguidores de la antigua religión persa conocida como
zoroastrismo, que huyeron de Persia, siglo VII y VIII para evitar la represión de musulmanes) en Irán, India,
Afganistán y Pakistán.
Como antecedentes históricos, debemos recordar las guerras de la religión y en especial la Guerra de los Treinta
Años, a la que se puso fin con los tratados de Westfalia de 1648, donde se contempló por primera vez en el
Tratado de Osnabruck, una protección de las minorías religiosas. También esta el Tratado de Viena de 1815,
con motivo de la unión de Bélgica con Holanda, reconoce la libertad de religión para defender a determinadas
minorías en estos dos países y el Tratado de Paris de 1856, que puso fin a la Guerra de Crimen, que estableció
que no se debe aceptar en un país, que una clase de individuos sean inferiores a otros, no solamente en razón de su
culto, sino también por causa de su raza.
Después de la Primera Guerra Mundial, a raíz de la formación de nuevos Estados en los Balcanes y Europa
Oriental, quedaron integradas varias minorías nacionales en otras naciones las cuales eran ajenas en sus
costumbres, raza, lengua y religión. En tratados celebrados después de la Primera Guerra Mundial, algunos
Estados, como Polonia y Checoslovaquia, se obligaron a conceder a sus nacionales que pertenecieran a minorías
étnicas, religiosas o lingüísticas, derechos específicos, como:
- Igualdad ante la ley
- Goce de los derechos políticos y civiles
- Libertad de emplear su propio idioma, tanto en relaciones comerciales como privadas, en materia de religión,
prensa u otro.
- Libre ejercicio de cualquier religión (no contraria al orden publico y buenas costumbres) y organizarse para
fines religiosos;
- Crear, dirigir, y controlar establecimientos educacionales, usando su propia lengua y religión para que los niños
de una minoría lingüística puedan recibir enseñanza primaria en su propio idioma en regiones en que la minoría
constituía un considerable sector de la población;
- derecho a la nacionalidad
Después de la Segunda Guerra Mundial el derecho Internacional, mediante los tratados de paz de 1947, se
orientó a la protección internacional de los derechos humanos en general. Sin embargo, también se adoptaron
algunas disposiciones convencionales para proteger los derechos de ciertas minorías, en los países vencidos, como
Bulgaria, Finlandia, Hungría, Italia, Rumania. En 1957 con la firma del Tratado de Roma se crearon mecanismos
jurídicos efectivos de protección de derechos humanos en Europa.

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En 1993 se creó el Alto Comisionado para las Minorías Nacionales (ACMN), cuya función consiste en
identificar la pronta solución de cuestiones étnicas. Por lo general trata los conflictos entre el gobierno central y las
autoridades regionales, problemas para obtener la ciudadanía, la posiblidad de ser deportado a su lugar de origen, o
que los miembros de las minorías reciban educación en su lengua materna.

17. LA PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS REFUGIADOS. CONVENCIÓN DE GINEBRA


SOBRE EL ESTATUTO DE LOS REFUGIADOS (1951)
Refugiados son personas que han huido o han sido expulsadas de su patria a causa de una catástrofe
natural, guerra u ocupación militar, o como consecuencia de una persecución religiosa, racial o política.
Según la Convención de Ginebra de 1951, un refugiado es una persona que "debido a fundados temores de ser
perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opiniones
políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera
acogerse a la protección de su país; o que careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales
acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores,
no quiera regresar a él".
Una persona es un refugiado, ya se haya reconocido o no su estatuto, a través de un procedimiento legal definido
por cada gobierno, que determina la situación legal de esa persona y sus derechos y beneficios. Los refugiados
tienen derecho de asilo en condiciones de seguridad y deberían recibir al menos la ayuda básica y los mismos
derechos que cualquier otro extranjero que sea residente legal. Así, tienen derechos civiles básicos, incluyendo la
libertad de pensamiento, de movimiento, y el derecho al respeto como persona. De igual forma, los derechos
económicos y sociales se aplican a los refugiados al igual que a otros individuos: derecho a asistencia médica,
derecho a trabajar para los adultos y derecho a la escolarización para los niños.
A lo largo de los tiempos, la opresión y las catástrofes han sido las causas que han obligado a las personas a
huir de su país. Ya la Biblia menciona la huida de Egipto de los israelitas que estaban sojuzgados por los distintos
faraones. En el siglo XVII los puritanos ingleses que buscaban la libertad religiosa se establecieron en el Nuevo
Mundo. En el siglo XVIII la nobleza huyó de Francia durante la Revolución Francesa y a mediados del siglo XIX
fueron numerosos los exiliados políticos que abandonaron Europa central y meridional.
Después de la I Guerra Mundial, grandes masas huyeron de Asia Menor, del Imperio Ruso y de los
Balcanes. En la década de 1930 muchas personas huyeron de China a causa de la invasión japonesa y de España a
raíz de la victoria franquista en la Guerra Civil (1936-1939). Los exiliados republicanos españoles tuvieron que
refugiarse en África del Norte y en Francia, país donde se improvisaron numerosos campos de concentración de
refugiados, que llegaron a albergar a medio millón de personas. En México y otros países de América Latina se
refugiaron también los más de 20.000 españoles llegados como consecuencia de la emigración republicana.
Durante la II Guerra Mundial, la amenaza de los nazis provocó la huida de 7 millones de judíos y de numerosas
personas contrarias a su política. Al finalizar la II Guerra Mundial, y hasta la década de 1970, un gran número de
países occidentales, con el fin de ayudar a millones de personas desplazadas, aprobaron programas para admitir
refugiados de Europa oriental y otras zonas geográficas.
Hasta principios del siglo XX, los refugiados, cuya supervivencia dependía de la ayuda de organizaciones
privadas, carecían de derechos legales y de protección oficial alguna. A partir de la I Guerra Mundial se crearon
diversas organizaciones internacionales para ofrecerles protección y asistencia. Los primeros esfuerzos para
proteger a los refugiados se realizaron a favor de los refugiados rusos después de la Revolución de 1917, y de los
refugiados armenios, donde la Sociedad de Naciones creó una oficina internacional encargada de otorgar unos
certificados que llevaban el nombre de su autor, Nasen, que venia a reemplazar la carencia de pasaportes. Con ellos
los refugiados podrían acreditar su identidad y trasladarse de un país a otro.
En 1946 fue creada la Organización Internacional de Refugiados (OIR), que era un organismo
especializado de la ONU y desapareció en 1951, habiendo prestado una gran contribución en auxilio de los
refugiados de la guerra. Y en 1951 se creo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR)
Ese mismo año se celebró la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, génesis de su
protección internacional. La Convención define quién es un refugiado y establece una serie de derechos para ellos,
además de las obligaciones de los estados. El Protocolo de 1967 eliminó las restricciones geográficas y temporales
de la Convención. En esta Convención, los Estados contratantes se comprometen a otorgar a los refugiados, en
materias tales como empleo remunerado y ejercicio de las profesiones liberales, un trato que no sea menos
favorable que el concedido a los extranjeros. En otras materias, como enseñanza elemental y seguro social, se
equipara a los refugiados nacionales. El principio fundamental respecto de los refugiados es el de la no devolución,
que prohíbe ponerlos en las fronteras de territorios, donde su vida o su libertad peligran por causa de su raza,
religión, etc.
En 1951 también se fundó el Comité Intergubernamental de Migración, formado por 33 países. Su
principal función era organizar el traslado de los refugiados a los países de asilo. Otro de sus objetivos era impulsar
el desarrollo económico y social de los países de nueva creación. La Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda

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a los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) se ocupa de los refugiados de Palestina que huyeron
de Israel después de la primera Guerra Árabe-israelí (1948) y que no fueron admitidos por los estados árabes
vecinos. Hoy las asociaciones gubernamentales de refugiados colaboran con organizaciones no gubernamentales
(ONGs). Entre estas últimas se encuentran el Comité Internacional de Rescate, el Comité Internacional de la
Cruz Roja y el Consejo Internacional de Asociaciones de Voluntariado.
Dado que en algunos países siguen existiendo causas de agitación política y económica (privación de
derechos humanos, guerras civiles, carencia de alimentos y otros recursos), se estima que el movimiento a gran
escala de refugiados se va a mantener, e incluso a intensificar, a medida que la población mundial siga en aumento,
en especial en los países más pobres. A pesar de que se producen menos conflictos entre países, son las guerras
civiles (se estima que hay unas 35 en el mundo) y los conflictos entre diferentes etnias los que provocan la
expulsión de cada vez más personas de sus hogares. Desde 1990, alrededor de 10 millones de refugiados han
retornado a sus países de origen; sin embargo, el número de desplazados internos continúa aumentando y nuevos
grupos se han visto obligados a huir.

18. EL ALTO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS REFUGIADOS (ACNUR)
Órgano subsidiario de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), creado para
proporcionar protección jurídica internacional a los refugiados y encontrar soluciones estables a sus
problemas, que generalmente incluyen la falta de vivienda, enfermedades y distintos traumas psicológicos.
El ACNUR fue fundado el 1 de enero de 1951 por resolución de la Asamblea General. Con anterioridad, las
actividades de identificación, registro, clasificación, cuidado, protección legal, repatriación y restablecimiento de
los refugiados (así como de otros grupos desplazados) eran realizadas por la Organización Internacional para los
Refugiados (OIR), agencia de la ONU ya desaparecida. Con una finalidad social, humanitaria y apolítica, el
ACNUR proporciona protección y auxilio material a los refugiados que no reciben ayuda de otros organismos de la
ONU. En el momento de su fundación, la organización se ocupaba, principalmente, de los problemas que afectaban
a refugiados europeos. Sin embargo, desde mediados de la década de 1950 aparecieron problemas en África, Asia y
Latinoamérica que han incrementado el número de refugiados en dichos espacios geográficos.
El ACNUR tiene su sede en Ginebra (Suiza), y en la actualidad asiste a más de 22 millones de personas en 120
países. En la última década, el ACNUR ha organizado campamentos de refugiados de emergencia en conflictos
como los de Kosovo, Timor Leste, el Golfo Pérsico, la región de los Grandes Lagos de África y la antigua
Yugoslavia, entre otros.
La máxima autoridad de la organización es el Comité Ejecutivo, formado por representantes de los 61 Estados
miembros, que se reúne anualmente en Ginebra para aprobar los programas, las directrices y las decisiones
políticas. A su vez, un Comité Permanente se reúne varias veces al año para delinear acciones a seguir, mientras
que el Alto Comisionado, presidido por una persona elegida por la ONU, es la encargada de informar a su
Asamblea General sobre los avances del trabajo de la organización. El cargo de Alto Comisionado esta actualmente
a cargo de la estadounidense Wendy Chamberlin.
Además, los equipos de ACNUR trabajan en cooperación con otras organizaciones, algunas de las cuales se han
ido sumando a medida que las crisis humanitarias se han vuelto más complejas y difíciles de contener. ACNUR
tiene también acuerdos con otras 500 organizaciones no gubernamentales, entre las que se cuenta la Cruz Roja
Internacional, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre otras. La financiación depende de
contribuciones voluntarias que son aportadas, principalmente, por los países industrializados.

19. EL ASILO: CONCEPTO


Es la acogida que un Estado a una persona perseguida por motivos políticos, ideológicos, raciales o de otra
clase, dentro de su propio territorio cuando juzgue conveniente. Este asilo puede constituir en un refugio
temporal o en un refugio definitivo que conlleve el derecho de instalarse en el país.
Los Estados no están obligados a conceder asilo a las personas que lo soliciten. Cada Estado decide, en un caso
determinado, si lo concede o no.
El asilo puede ser de 2 maneras:

20. CLASES
• Asilo Territorial: es el asilo común. El asilo territorial puede consistir en refugio temporal, o en un refugio
definitivo (conlleva el derecho de instalarse en el país). Es aquel que el Estado concede a individuos
perseguidos dentro de su territorio. Es admitido en toda sociedad internacional y está consagrado en el Art. 14
de la Declaración Universal de Derechos del Hombre: “en caso de persecución, todo hombre tiene derecho a
buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción
judicial realmente originada por delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de la
NN.UU.”

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El Asilo Territorial puede terminar por: 1) la naturalización del asilado en el Estado de refugio; 2) cuando el
refugiado parte del Estado de refugio; 3) su expulsión del Estado de refugio, solo en casos excepcionales; 3)
cesa la causa que motivo el asilo; 4) muerte del refugiado.
• Asilo Diplomático: es el asilo que se otorga en la sede de una misión diplomática (embajada o legación), en un
buque de guerra en una aeronave o campamento militar a una persona que es perseguida por motivos o delitos
políticos. El asilo no puede otorgarse en los consulados.
Para que un Estado pueda otorgar asilo diplomático es necesario que se reúnan dos condiciones:
a) Que el país en que se otorga esté conmocionado por disturbios políticos de carácter revolucionario o que no
existan en tal país las garantías del debido proceso.
b) Que la persona que se asila esté perseguida o haya sido condenada por delitos políticos. No procede otorgar
asilo en tiempos normales o a personas perseguidas por delitos comunes.
El asilo diplomático ha sido practicado y reconocido sólo por los países en América Latina. En tiempos de
trastornos políticos (revoluciones, pronunciamientos militares, guerras civiles) misiones diplomáticas de estos
países han otorgado refugio a personalidades del régimen depuesto o del intento revolucionario fracasado.
El Asilo Diplomático puede terminar por: 1) renuncia del asilo; 2) la entrega del asilado, como criminal común,
por el asilante al Estado territorial; 3) fuga del asilado; 3) la salida del asilado; 4) muerte del asilado.

21. EL PARAGUAY Y EL DERECHO DE ASILO


- Nuestro país tiene una larga tradición en materia de asilo. Desde la época del Dictador Francia, fue el primer país
de América Latina, que concedió asilo en 1820 a José Gervasio Artigas, quien busco refugio en territorio
paraguayo. Artigas llego en setiembre de 1820, acompañado de mil hombres a la misión de Itapúa y solicito asilo al
dictador para el y toda su tropa. Francia manifestó: “es un acto no sólo de humanidad sino aún honroso para la
Republica, el conceder asilo a un jefe desgraciado que se entregaba” y ordenó inmediatamente que un escuadrón de
caballería hiciera pasar a los fugitivos en pequeños grupos. Artigas fue alojado unos días en una celda del convento
de la Merced y luego, sin concederle audiencia, fue enviado al pueble de Curuguaty, a 85 leguas al nordeste de
Asunción. Francia le otorgó un a casa, tierra y 32 pesos mensuales, que era su antigua paga de teniente de
cazadores. Falleció 30 años mas tarde.
- El asilo que confirma la tradición paraguaya, fue concedido al ex Presidente de Bolivia, Víctor Paz Estenssoro.
Salvó su vida cuando fue perseguido por la turba que llegó hasta la embajada paraguaya en La Paz. En esas
circunstancias, el propio Embajador del Paraguay en 1946 salió, arma en mano, hasta la puerta de la calle para
salvaguardar la vida del asilado.
- Otro caso, fue el general argentino Juan Domingo Perón, derrocado por la revolución libertadora dirigido por
Eduardo Lonardi, cuando se refugio en la cañonera paraguaya “Paraguay” que se hallaba en dique seco en Buenos
Aires, a la espera de que se efectuaran reparaciones. Hubieran intensas negociaciones diplomáticas y fuertes
controversias suscitaron en la opinión publica paraguaya, por temor a la represalia contra Paraguay por parte del
nuevo gobierno argentino. El 27 de setiembre de 1955 el gobierno argentino otorgó el permiso a Perón para salir
rumbo a Paraguay. El 2 de octubre Perón embarcó en un avión paraguayo piloteado por Leo Nowak y llegó a
Asunción, donde se alojo en la residencia de un argentino, Ricardo Gayol. El 17 de octubre de ese mismo año, el ex
presidente fue internado en una residencia perteneciente a Rigoberto Caballero, Ministro de Defensa a unos 4 o 5
Km. de Villarrica. El 2 de noviembre, Perón salio del Paraguay en un avión paraguayo, nuevamente piloteado por
Leo Nowak, rumbo a Nicaragua de donde paso a asilarse en Panamá y finalmente España y recién regreso en 1973.
La Constitución paraguaya de 1992 consagra el derecho de asilo, en el Art. 43, en los siguientes términos: “el
Paraguay reconoce el derecho de asilo territorial y diplomático a todas persona perseguida por motivos o delitos
políticos o por delitos comunes conexos, así como por sus opiniones o por sus credenciales. Las autoridades
deberán otorgar de inmediato la documentación personal y el correspondiente salvoconducto. Ningún asilado
político será trasladado compulsivamente al país cuyas autoridades lo persigan.”
- El otorgado a los hermanos Cardozo, ex miembros de la policia argentina, quienes a la caida del regimen
peronista, buscaron asilo en la embajada del Paraguay en Buenos Aires. El gobierno argentino por años denegó
salvo-conducto para ellos, a quienes acusaba de delitos comunes. La chancillería paraguaya negó a entregar a los
asilados, amparandose en la potestad calificadora del Estado asilante, hasta que, superados todos los tiempos
conocidos de permanencia en una Embajada asilante, el gobierno otorgo los salvoconductos. Dadas las reservas
formuladas a la calidad moral y humana de los asilados, nunca como entonces fue más valorada la fidelidad de la
conducta paraguaya a la institución de asilo.

22. LAS CONVENCIONES INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHO DE ASILO


 La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en 1967 una Declaración sobre Asilo Territorial.
Reconoce que el otorgamiento de asilo “es un acto pacifico y humanitario que, como tal, no puede ser
considerado inamistoso por ningún otro Estado”.

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La Declaración recomienda a los Estado que se inspiren en su práctica relativa al asilo territorial, en ciertos
principios, como los siguientes: corresponderá al Estado que conceda el asilo calificar las causas que lo motivan;
ninguna persona que busque asilo será objeto de medidas tales como la negativa de admisión en la frontera o, si
hubiera entrado en el territorio en que busca asilo, la expulsión o devolución obligatoria a cualquiera Estado
donde pueda ser objeto de persecución (salvo ciertas excepciones); no tendrán derecho a asilarse los sospechosos
de haber cometido un delito contra la paz, un delito de guerra o un delito contra la humanidad.
 Los Estados americanos han celebrado entre sí convenciones sobre asilo tales como:
 la Convención de la Habana firmada en la 6ª Conferencia Internacional Americana (1928). Fueron delegados
paraguayos, los señores Eduardo Espinola y Lisandro Díaz León.
 la Convención de Montevideo firmada en la 7ª Conferencia Internacional Americana (1933). Fueron delegados
paraguayos, los Dres. Justo Pastor Benítez, Luis A. Riart y Horacio A. Fernández.
 Convención Interamericana sobre Asilo Diplomático de Caracas (1954) y la Convención Interamericana
sobre Asilo Territorial de Caracas (1954), firmada en la 10ª Conferencia Internacional Americana, reunida en
Caracas las dos convenciones. Fueron delegados paraguayos los señores Don José Antonio Moreno González y
Dres. Raúl Sapena Pastor, Ramiro Recalde de Vargas y Hermogenes González Maya.

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BOLILLA 16
LAS PERSONAS HUMANAS
1. PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS. ANTECEDENTES
El derecho internacional comenzó protegiendo a los individuos como miembros de un grupo determinado, como
minorías o refugiados. Es después de la Segunda Guerra Mundial que el derecho internacional tiende a proteger a
los individuos como titulares de “derechos humanos”, es decir, aquellos que son inherentes a la dignidad de la
persona humana. Esta rama surgió, en gran parte, como reacción contra los actos de barbarie y de atropello a la
dignidad de las personas cometidos por el nazismo y otros regimenes totalitarios.
La protección internacional de los derechos humanos es fundamentalmente de carácter convencional. En diversas
convenciones los Estados han reconocido ciertos derechos humanos, han contraído la obligación de respetarlos y
garantizarlos y han establecidos mecanismos de protección. Algunas de estas convenciones confieren a los
individuos o grupos cuyos derechos han sido infringidos, o a personas y entidades que actúen en su nombre, ciertos
recursos ante instancias internacionales para tratar de poner fin a la infracción de que son víctimas.
Paralelamente al derecho convencional de los derechos humanos se está desarrollando un derecho internacional
consuetudinario destinado a protegerlos. Este último obliga a todos los Estados, incluso a aquellos que no son
partes en las convenciones respectivas.
2. SISTEMA INTERNACIONAL: DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos “como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse”.
La Declaración proclama el derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona; la prohibición de la
esclavitud y de la trata de esclavos; la prohibición de infligir torturas y tratos crueles, inhumano o degradantes; la
igualdad ante la ley; el derecho de la persona acusada de delitos a que se presuma su inocencia mientras no se
pruebe legalmente su culpabilidad y a no ser condenada por actos u omisiones que en el momento de cometerse no
fueron delictivos; el derecho a la propiedad y a no ser privado arbitrariamente de ella; la libertad de pensamiento,
de conciencia y de religión; el derecho al trabajo, a fundar sindicatos y a sindicarse; el derecho a la educación y a
tomar parte en la vida cultural de la comunidad, el derecho al descanso.
Esta Declaración tiene valor programático y moral, ha inspirado diversas convenciones y resoluciones adoptadas
por la ONU y contribuye a la elaboración de derecho consuetudinario de los derechos humanos.
3. LOS PACTOS INTERNACIONALES DE DERECHOS HUMANOS DE LAS NACIONES UNIDAS
En 1966, las Naciones Unidas adoptaron dos Pactos destinados a transformar los principios de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en detalladas normas contractuales: el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
En este Pacto cada uno de los Estados se compromete a respetar y a garantizar los derechos civiles y políticos
en él reconocidos y a adoptar las disposiciones internas que fueren necesarias para hacerlos efectivos. Entre los
derechos consagrados se encuentran los siguientes: el derecho a la vida, la libertad y las seguridades personales,
la igualdad ante los tribunales de justicia, la libertad de expresión, el derecho de reunión pacifica y de
asociación. Establece un mecanismo muy débil para conocer de reclamaciones por violaciones de derechos
humanos.
Para permitir reclamaciones individuales, la Asamblea General de la ONU, adoptó un Protocolo Facultativo
del Pacto de Derechos Civiles y Políticos. Ambos mecanismos de protección (el pacto y el protocolo) tienen
carácter facultativo y no conducen a una solución obligatoria.
 El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
En Este Pacto cada uno de los Estados partes se compromete a adoptar medidas, hasta el máximo de los
recursos de que disponga, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que enuncia. Entre
estos derechos se encuentran: el derecho a trabajar y al goce de condiciones de trabajo equitativas y
satisfactorias, el derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, el derecho de
huelga, el derecho a la seguridad social y el derecho a la educación y a la vida cultural.
4. SISTEMAS REGIONALES
La afinidad cultural e ideológica que existe entre Estados de una misma región facilita la celebración de acuerdos
sobre derechos humanos en el plano regional. Ej. 1950, el Consejo de Europa elaboró una Convención Europea
para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.
5. SISTEMA INTERAMERICANO: DECLARACIÓN AMERICANA DE LOS DERECHOS Y
DEBERES DEL HOMBRE
El continente americano siempre se preocupó por los derechos del hombre y desde la Conferencia de Chapultepec
(1945), se pensaba en formular una declaración sobre el asunto.

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En Bogota, en la Novena Conferencia Interamericana, en 1948 fue suscrita la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, como primer documento intergubernamental de su clase en la historia es
precursora de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre del mismo año.
Esta considera que:
- Que los pueblos americanos han dignificado la persona humana y que sus constituciones nacionales reconocen
que las instituciones jurídicas y políticas, tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del
hombre y la creación de circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y alcanzar la
felicidad;
- Que, los Estados americanos han reconocido que los derechos esenciales del hombre no nacen del hecho de ser
nacional de determinado Estado sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana;
- Que la protección internacional de los derechos del hombre debe ser guía principalísima del derecho americano
en evolución;
- Que la consagración americana de los derechos esenciales del hombre unida a las garantías ofrecidas por el
régimen interno de los Estados, establece el sistema inicial de protección que los Estados americanos
consideran adecuado a las actuales circunstancias sociales y jurídicas, no sin reconocer que deberán fortalecerlo
cada vez más en el campo internacional, a medida que esas circunstancias vayan siendo más propicias,
Esta dividido en dos capítulos, de Derechos y de Deberes, con un total de 38 artículos.
Consagra el derecho a la vida, libertad, seguridad e integridad de la persona; a la igualdad ante la ley; a la libertad
religiosa y de culto; libertad de opinión, investigación, expresión y difusión; a la constitución de la familia y su
protección; protección a la maternidad e infancia; derecho a la inviolabilidad del domicilio, a la educación;
seguridad social; trabajo y justa retribución; descanso y aprovechamiento; reconocimiento de la personalidad
jurídica y derechos civiles; asilo; proceso regular; propiedad; asociación, entre otos.
Y consagra los deberes de: sufragio; obediencia a la ley; pagar impuestos; servir a la comunidad y nación;
abstenerse a actividades políticas en el extranjero; de cooperar con la comunidad en asistencia y seguridad; de
adquirir instrucción primaria; para con los hijos y padres; y de convivir en sociedad.

6. CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS O PACTO DE SAN JOSÉ DE


COSTA RICA
Fue suscrita el 22 de noviembre de 1969 y entró en vigor el 18 de julio de 1978. Son partes de la Convención 25
Estados. Los Estados se comprometen a respetar los derechos civiles y políticos (derecho a la vida, integridad,
libertad personal, de pensamiento y expresión, garantías judiciales y derechos políticos) que ella consagra y a
lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales.
Dos son los órganos que establece la Convención para cautelar su cumplimiento: la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (mencionado ya en la bolilla 14) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
6.1 CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
Es una institución judicial autónoma que tiene su sede en San José de Costa Rica. Su propósito es aplicar e
interpretar la Convención Americana sobre Derechos Humanos y otros tratados relativos a esta materia. Está
integrada por 7 jueces que son nacionales de los Estados miembros de la OEA. Actúan a titulo personal y son
elegidos entre juristas de la más lata autoridad moral y de reconocida competencia en materia de derechos
humanos.
La Corte ejerce competencia contenciosa y consultiva.
a) Competencia contenciosa: se ejerce en casos en que se alegue que uno de los Estados partes ha violado la
Convención. La Corte sólo tiene competencia para decidir el caso si Estado demandado y el Estado denunciante
han aceptado, por convención o declaración especial, la competencia de la Corte. Este Tribunal no tiene, pues,
competencia obligatoria estatutaria. Su competencia es de carácter facultativo. Los individuos, grupos de
personas o entidades que no son Estado, no tienen capacidad para demandar ante la Corte, pero pueden recurrir
a la Comisión Interamericana y ésta puede llevar el asunto ante la Corte.
b) Competencia consultiva: los Estados miembros pueden consultar a la Corte acerca de la interpretación de la
Convención o de otros tratados concernientes a la protección de los derechos humanos en los Estados
Americanos. También, en lo que les compete, los órganos de la OEA. Por otra parte, la Corte, a solicitud de un
Estado miembro, puede dar a dicho Estado opiniones acerca de la compatibilidad de sus leyes internas y los
mencionados instrumentos internacionales. Las opiniones consultivas tienen un valor moral, pero no son
jurídicamente obligatorias.
7. CONVENCIONES SOBRE LA TORTURA (ONU Y OEA)
• ONU
En 1984, la Asamblea aprobó la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
Degradantes. La Convención trata de que se sancione la tortura que sea infringida “por un funcionario público u
otra persona en el ejercicio de sus funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia”
• OEA

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Los Estados Americanos adoptaron una Convención contra la Tortura en 1986. La tortura tiende a ser considerada
como un crimen internacional. Ej. Caso Filartiga vs. Peña (1980), un tribunal norteamericano sostuvo que, en
virtud del derecho consuetudinario, “la tortura oficial está ahora prohibida por el derecho de gentes” y que “el
torturador ha pasado a ser hostis humanis generis (enemigo del género humano)”.
La tortura es un crimen internacional respecto del cual el derecho internacional ha dado jurisdicción universal a
todos los tribunales, dondequiera que el crimen ocurra.
8. OTRAS CONVENCIONES SOBRE DERECHOS HUMANOS
Existen violaciones del derecho internacional que, por su gravedad, su crueldad y el menosprecio por la vida
humana que revelan, tienen carácter criminal, y no sólo comprometen la responsabilidad del Estado al cual son
atribuibles sino también la responsabilidad de los individuos que las cometieron. Se llaman crímenes contra el
derecho internacional.
• Las Cartas de Nuremberg y Tokio:
Al término de la Segunda Guerra Mundial, las Potencias Aliadas establecieron un tribunal militar en la ciudad
alemana de Nuremberg, para juzgar a los grandes criminales de guerra de las potencias europeas del Eje. También
se constituyó en Tokio otro tribunal destinado a juzgar a los grandes criminales de guerra del Lejano Oriente. Los
principios formulados en las Cartas de los tribunales de Tokio y Nuremberg y en las sentencias que ellos dictaron
fueron más tarde reafirmados por la Asamblea General de la ONU y enunciados por la Comisión de Derecho
Internacional.
Esta Carta distinguió 3 clases de crímenes:
a) crímenes contra la paz: preparar, iniciar o llevar a cabo una agresión o una guerra en violación de tratados,
acuerdos o seguridades; o participar en una conspiración para ello.
b) Crímenes de guerra: son violaciones graves de las leyes y costumbres de la guerra tales como el asesinato de
prisioneros de guerra, el asesinato de rehenes, la destrucción injustificada de ciudades, etc.
c) Crímenes contra la humanidad: asesinato exterminación, reducción a la esclavitud, deportación y todo acto
inhumano cometido contra poblaciones civiles, o bien las persecuciones por motivos políticos, raciales o
religiosos.
El derecho internacional establece que no sólo es responsable de estos crímenes el Estado al cual son atribuibles,
sino también las personas que ordenaron o ejecutaron. El hecho de que la legislación nacional no sancione el
crimen internacional cometido no exime a los autores de su responsabilidad. La obediencia a las órdenes superiores
no exime al ejecutante de ellas de su responsabilidad personal; sólo puede considerarse como circunstancia
atenuante.
Los crímenes en estudio son imprescriptibles y varias legislaciones internas así lo declaran. La Asamblea General
de la ONU, adoptó en 1968, una Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra, y contra la
humanidad.
• Convención para la Prevención y la Sanción del Genocidio
El 9 de diciembre de 1948, la Asamblea General de la ONU aprobó por unanimidad esta convención. Ésta, fue
adoptada con un fin puramente humano y civilizador. Posprincipios básicos que ella refleja “son principios
reconocidos por las naciones civilizadas como obligatorios para los Estados incluso fuera de todo vínculo
convencional”. Son derechos y obligaciones erga omnes. Los Estados partes en la Convención confirmaron que el
genocidio, ya sea cometido en tiempo de paz o de guerra, es un delito de derecho internacional que se
comprometen a prevenir y sancionar.
La convención caracteriza como genocidio ciertos actos perpetrados con la intención de destruir un grupo nacional,
étnico, racial o religioso como tal, la matanza de miembros de un grupo, la lesión grave a su integridad física o
mental, el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción
física total o parcial, las medidas destinadas a impedir dentro del grupo nacimientos dentro del grupo y el traslado
por fuerza de niños a otro grupo. La convención no sólo a obliga a castigar el genocidio sino también los actos de
asociación, instigación, tentativa y complicidad para cometerlos, y dispone que la sanción debe alcanzar a los
gobernantes, funcionarios y particulares de este crimen. La convención de Genocidio es non-self-executing, ya que
cada Estado contratante debe dictar la legislación necesaria para prevenir y sancionar los actos constitutivos de
genocidio.
• La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial
Fue adoptada en 1965. Su preámbulo declara que “toda doctrina de superioridad basada en la diferenciación racial
es científicamente falsa, moralmente condenable y socialmente injusta y peligrosa”. La Convención tiende a
condenar y a eliminar prácticas tales como la segregación racial, el apartheid y el antisemitismo.
Los Estados partes condenan la discriminación racial y se obligan a adoptar una serie de medidas, tales como
declarar como acto punible toda difusión de ideas basadas en la superioridad o en el odio racial, así como los actos
de violencia contra cualquier raza o grupo de otro color u origen étnico, y a declarar ilegales las organizaciones y
actividades que promuevan la discriminación racial
• Convención sobre todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.

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Fue adoptada por al Asamblea General el 18 de diciembre de 1979 y entró en vigor el 3 de diciembre de 1981.
• Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la tortura. (1986)
• Convención de los Derechos del Niño (1989)
• La represión del terrorismo
El terrorismo es el empleo de la violencia en contra de la vida de las personas o de su integridad física con fin de
crear un sentimiento general de intimidación que facilite el logro de ciertos objetivos. El terrorismo, se caracteriza
porque las victimas no son elegidas en tanto que individualidades, sino al azar o como símbolos. Quienes emplean
esta forma de combate esperan generalmente obtener de los gobiernos o de las opiniones publicas ciertas
concesiones o actitudes favorables a sus tesis.
No existe un tratado o convención universal para la represión del terrorismo, pero los Estados han tratado de
cooperar en este campo mediante el intercambio de información policial, la fijación de pautas de acción comunes
respecto de los países que estimulan el terrorismo y la celebración de tratados para la persecución y la extradición
de los terroristas culpables de ciertas infracciones. En 1977 se adoptó, n el macro del Consejo de Europa, una
Convención Europea para la Represión del Terrorismo que facilita la extradición de autores y limita los casos en
que se puede invocar la excepción de “delito político” para eludir la extradición. Algunos Estados, como el Reino
Unido y Estados Unidos, han promulgado leyes en contra del terrorismo.
• La protección internacional del medio ambiente
La Conferencia de Estocolmo creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con
sede en Nairobi (Kenya), encargado de la elaboración y ejecución de proyectos y de organizar reuniones tendientes
a proteger el medio ambiente. La base del derecho del medio ambiente es que todos sus elementos (aire, agua.
Suelo, recursos naturales, fauna y flora) deben ser protegidos en beneficio de generaciones futuras.
Para prevenir y combatir la contaminación se han adoptado varias convenciones internacionales relativas a
materias tales como la contaminación del mar por hidrocarburos, el vertimiento de desechos, la protección del
medio marino antártico y la protección de la capa de ozono.
En 1992 se reunió en Río de Janeiro la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo. La Conferencia adoptó una declaración que enuncia diversos principios programáticos.
• El derecho consuetudinario de los derechos humanos
Paralelamente al derecho convencional se ha ido desarrollado un derecho consuetudinario de los derechos humanos
que tiene su base en la práctica y en la convicción jurídica de los Estados.
Un Estado viola el derecho internacional si como política estatal, practica, estimula o condona: el genocidio; la
esclavitud o la trata de esclavos; el asesinato o el causar la desaparición de individuos; la tortura u otros tratos o
castigos crueles, inhumanos o degradantes; la detención arbitraria prolongada; la discriminación racial sistemática;
o un cuadro persistente de violaciones graves de derechos humanos internacionalmente reconocidos. Los actos
enumerados constituyen violaciones del derecho consuetudinario de los derechos humanos sólo si han sido
practicados, estimulados o condonados por el gobierno de un Estado como política oficial.
El derecho internacional consuetudinario de los derechos humanos impone a los Estados obligaciones hacia todos
los demás Estados de la comunidad internacional (erga omnes), de manera que cualquier Estado puede reclamar
contra otro por la infracción cometida. Si embargo, en el hecho, los Estados sólo reclaman cuando las personas
afectadas son nacionales suyos, personas sometidas a su jurisdicción, o minorías con las cuales tienen vínculos
étnicos, o religiosos o de otra índole.

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BOLILLA 17
LOS OBJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL
1. TERRITORIO
La expresión “territorio del Estado” tiene en derecho internacional un sentido amplio. El territorio del Estado
comprende:
• Dominio terrestre (la tierra firme, aguas interiores, lecho y subsuelo)
• Dominio marítimo (superficie y subsuelo)
• Dominio aéreo (cubre la tierra firme, las aguas interiores y el mar territorial).
Los dominios marítimo y aéreo del Estado constituyen una dependencia de su dominio terrestre. Es la tierra la que
confiere al Estado ribereño un derecho sobre las aguas que bañan sus costas. El Estado que adquiere un territorio lo
adquiere ipso jure con sus aguas interiores, mar territorial y espacio aéreo.
2. DOMINIO TERRESTRE
El dominio terrestre de cada Estado comprende el suelo y el subsuelo del área geográfica, incluidas las fronteras
que le son propias, como también, eventualmente, el suelo y subsuelo de cualesquiera otros territorios
pertenecientes al mismo Estado, o de éste jurídicamente dependientes. Se considera que todo subsuelo depende
directamente del área que constituye la superficie. Cualquiera sea su profundidad, le pertenece al Estado que posee
el territorio del suelo correspondiente.
• La Delimitación:
Consiste en determinar la línea que separa el territorio de dos Estados. Esta línea se llama límite internacional o
frontera. La delimitación se efectúa normalmente por medio de un tratado. También puede ser hecha por
sentencia de un tribunal internacional que resuelve un litigio limítrofe. Los Estados que desean convenir una
frontera son libres para determinar la base de su trazado. Una frontera establecida por tratado adquiere carácter
permanente y tiene existencia jurídica propia. El tratado que la establece puede cesar de estar en vigor sin que
ello afecte el carácter permanente de la frontera. Sin embargo, ello no obsta a que dos Estados modifiquen la
frontera por consentimiento mutuo.
• La Demarcación
Consiste en materializar el terreno, mediante signos visibles, el curso de la línea de frontera. Para ello se utiliza
hitos u otras señales que indiquen el límite. Para demarcar una frontera y para densificar los hitos que la hacen
visible se establecen comisiones demarcadoras. Ésta debe levantar actas consignando la ubicación y demás
datos descriptivos de cada uno de los hitos colocados. Los órganos encargados de la demarcación no tienen
facultad para modificar el trazado del límite indicado en el instrumento que lo define. Sin embargo, algunas
comisiones demarcadoras han sido autorizadas para recomendar a los gobiernos respectivos, o aun para
efectuar cambios por sí mismas en el terreno, ciertos ajustes o rectificaciones menores del límite convenido.
• La Soberanía o Competencia Territorial
Es el poder que tiene un Estado sobre el territorio que le pertenece. En virtud de su soberanía territorial un
Estado ejerce su poder público o imperium sobre las personas presentes en el territorio, los bienes en él situados
y los hechos que allí ocurran. Toda persona que está dentro del territorio del Estado se encuentra ipso facto
sujeta a la soberanía territorial del mismo.
3. FRONTERAS NATURALES Y ARTIFICIALES
Naturales: identificado por los accidentes geográficos debidamente identificados y señalados, como montañas,
ríos, lagos etc.
Artificiales: uso de las líneas imaginarias: meridianos y paralelos geográficos o trazando líneas imaginarias entre
determinados puntos de referencia indicados en el terreno. .
DOMINIO FLUVIAL
4. RÍOS NACIONALES E INTERNACIONALES
Son ríos nacionales los que corren enteramente dentro de un mismo Estado, desde su fuente hasta su
desembocadura. Ellos forman parte del territorio del Estado que atraviesan y están sujetos a su soberanía.
Son ríos internacionales aquellos que separan o atraviesan el territorio de dos o más Estados, como el Paraná, el
Amazonas, el Rhin, el Danubio. En principio, cada Estado ribereño ejerce soberanía dentro de la parte del río que
corre por su territorio, sujetos a las reglas de derecho internacional relativas a la libre navegación y a la utilización
de las aguas del río por parte de los demás Estado ribereños.
El derecho internacional moderno no sólo considera el curso principal de un río internacional, sino toda su hoya o
sistema fluvial, formado por las aguas, tanto superficiales como subterráneas (como arroyos, manantiales, lagos),
que fluyen hacia una desembocadura común.
5. PRINCIPIO PROCLAMADO POR EL PARAGUAY
Desde su independencia, el Paraguay sostuvo el principio de la libre navegación de los ríos internacionales. La
Junta Superior Gubernativa el 6 de enero de 1812, proclamó en un Bando este principio de la libre navegación,
adelantándose así en tres años a lo que mas tarde proclamaría el Congreso de Viena de 1815.

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La política internacional del Paraguay fue invariable sobre el tema. Así, mantuvo una larga controversia con sus
vecinos, y especialmente con la Republica Argentina. Recién el 23 de enero de 1967, Paraguay y Argentina
suscribieron un Tratado de Navegación que asegura a los buques argentinos y paraguayos la libre navegación por
los ríos Paraguay, Paraná y de la Plata.
En la reunión de cancilleres en 1971 en Asunción, es donde fueron aprobadas las siguientes recomendaciones:
a. en los ríos contiguos el aprovechamiento debe ser hecho de común acuerdo;
b. en lo ríos sucesivos cada Estado puede hacer obras para el aprovechamiento en el trecho de su territorio sin
causar perjuicios sensibles a los demás ribereños.
c. La navegabilidad debe ser siempre respetada.
6. LA CONFERENCIA DE BARCELONA (1921)
La Conferencia de Barcelona, bajo los auspicios de la Sociedad de Naciones, elaboró la Convención del 20 de
abril de 1921, junto con un Estatuto y Protocolo. Estuvieron representados 42 Estados en la Conferencia, pero solo
21 de ellos lo ratificaron.
El liberalismo en materia de navegación llegó a su cenit en esta Conferencia de Comunicaciones y Tránsito. La
Conferencia aprobó un Estatuto sobre el Régimen de las Vías Navegables de Interés Internacional. El Estatuto
estableció principios generales sobre la libre navegación a favor de los Estados contratantes y dispuso la igualdad
de trato hacia ellos: no se haría distinción alguna entre los nacionales, los bienes y los pabellones de los diversos
Estados contratantes. También se dispuso que “tanto en el curso como la desembocadura de vías navegables de
interés internacional, no podrán ser cobradas tases de cualquier especie aparte de las fijadas como retribución y
destinadas, exclusivamente a cubrir los gastos de conservación o mejoramiento de la vía navegable”. El Estado no
puede entorpecer la navegación. La libertad de navegación no se extiende a los navíos de guerra.
7. LA NAVEGACIÓN
El Acta final del Congreso de Viena de 1815, fue el primer instrumento multilateral que consagró la libre
navegación de los ríos internacionales. Este principio, que se aplicó inicialmente a los segmentos de ríos situados
en el territorio de las partes contratantes, fue ampliado más tarde a los Estados no ribereños.
El principio de la libre navegación se extendió durante el siglo XIX al continente europeo y constituyó la base de
diversos regímenes convencionales.
Con posterioridad a la Conferencia de Barcelona, la tendencia liberal reflejada en ella acusó una regresión: se fue
limitando la libertad de navegación de un río internacional sólo a los Estados ribereños del mismo.
La navegación de cada río internacional se rige por los tratados o convenciones que establecen su régimen
particular. A falta de tratado aplicable, rige la norma consuetudinaria según a la cual los buques de los Estados
ribereños (no los de terceros Estados) tienen libertad de navegación sobre todo el curso del río. Este beneficio no se
aplica a los buques de guerra. Sin embargo, en América rige una norma regional diferente: los buques de un Estado
ribereño no pueden navegar por los sectores fluviales de los demás Estados ribereños, a menos que la libertad de
navegación les haya sido concedida por tratado o por concesión unilateral.
La concesión de la libertad de navegación no implica, para el Estado que otorga, el abandono de sus derechos de
jurisdicción y de policía sobre los ríos. El Estado territorial ejerce sobre su sector del río y puede aplicar allí los
reglamentos fiscales y de policía a los buques en tránsito.
8. EL APROVECHAMIENTO DE LAS AGUAS
El la Declaración de Montevideo de 1933, emanado en la VII Conferencia Internacional Americana sobre uso
industrial y agrícola de los ríos internacionales, se dispone que los Estados tienen el derecho exclusivo de
aprovechar, para fines industriales o agrícolas, la margen que se encuentra bajo su jurisdicción, de las aguas
internaciones siempre que se tenga el consentimiento del Estado a ser afectado con la obra, a fin de evitar
perjuicios. Pero en un río internacional, la utilización agrícola o industrial de sus aguas, por uno de los ribereños,
puede acarrear perjuicios a los demás. Así, por ejemplo, si el ribereño desvía el curso del agua o produce polución
por deshechos en sus aguas, el hecho puede ocasionar daños a los ribereños. También por alterar el régimen de las
aguas y causar inundaciones en terrenos del ribereño puede ocasionar perjuicios. Se fija un procedimiento
diplomático o, en su caso, arbitral, para la solución de diferencias entre las partes.
9. TRATADOS DE ITAIPÚ Y YACYRETÁ
- Tratado de Itaipú:
El 26 de abril de 1973, fue suscrito en Brasilia, entre Paraguay (Pres. Alfredo Stroessner) y Brasil (Gral. Emilio
Garrastazú) el tratado para el aprovechamiento de los recursos hídricos del río Paraná, perteneciente en condominio
de los dos países, desde el Salto del Guaira o Salto Grande de Sete Quedas, hasta la boca del río Iguazú, y fue
aprobado en Paraguay por Ley Nº 389 del 13 de julio de 1973. Fue firmado por los respectivos cancilleres: Raúl
Sapena Pastor y Mario Gibson Barboza
Entre sus principales cláusulas, se crea la Entidad Binacional “Itaipú” en igualdad de derechos y obligaciones,
constituida por la ANDE y Electrobras, con igual participación en el capital y con sedes en Asunción y Brasilia. Se
construirá una represa con 18 turbinas y 2 de reserva, con capacidad global de producción de 12.600.000 kw. El
aprovechamiento hidroeléctrico será dividido entre los dos países en partes iguales, siendo reconocido a cada uno

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de ellos el derecho de adquisición de la energía que no sea utilizada por el otro país para su propio consumo. La
administración se halla a cargo de un Consejo de Administración y un Directorio Ejecutivo integrado por igual
numero de nacionales de ambos países. En la práctica sin embardo, el Brasil se hizo cargo de las principales
Direcciones del ente binacional e impuso el costo de la energía por Kw/hora, entre otras prerrogativas.
A raíz de la contracción de la represa hidroeléctrica de Itaipú entre Brasil y Paraguay (1973), la Argentina entendió
que la misma le causaría perjuicios sensibles, por el impacto ecológico de su construcción —se taló el 95% del
bosque de la zona y su embalse inundó las espectaculares cataratas de Guairá— y los vertidos de las nuevas
industrias colindantes. Después de algunos años de tensiones con Argentina, la cuestión fue resuelta en 1979, con
un acuerdo tripartito con Argentina, Paraguay y Brasil.
- Tratado de Yacyretá:
La firma del Tratado de Itaipú con el Brasil, hizo que la Argentina se resolviera a concurrir a un acuerdo con el
Paraguay para llevar a la practica un acuerdo de antigua data, referido al aprovechamiento del potencial energetico
resultante del cruce del rió Paraná entre las islas de Yacyretá y Apipé. Así, a los pocos meses del referido tratadoi
con el Brasil, los presidentes del Paraguay y Argentina, Stroessner y Perón, designan plenipotenciarios al raul
Sapena Pastor y Alberto Juan Vignes, quien el de diciembre de 1973, firmaron en Asunción el Tratado de
Yacyretá, y aprobado por Ley Nº 433 del 28 de diciembre de 1973, para el aprovechamiento hidroeléctrico, el
mejoramiento de las condiciones de navegabilidad del río Paraná a la altura de la Isla Yacyretá y eventualmente la
atenuación de los efectos depredadores de las inundaciones producidas por crecidas extraordinarias.
Para el efecto, fue creada la Entidad Binacional “Yacyretá”, constituida por la “ANDE” y “A y E”, Agua y
Energía Eléctrica de Argentina, con capacidad jurídica, financiera, administrativa y responsabilidad técnica para
operar como unidad en las obras.
En Entidad Binacional tiene sede en Asunción y en Buenos Aires, y se encuentra administrado por un Consejo de
Administración y un Comité Ejecutivo. Se establece el condominio entre las partes, en cuanto a la instalación,
obras y energía producida.

10. EL DOMINIO MARÍTIMO


Los espacios marítimos consisten en aguas o fondos marinos. Ellos son de dos clases: espacios marítimos bajo
jurisdicción nacional y espacios marítimos no sometidos a jurisdicción nacional.
Los principales espacios marítimos bajo jurisdicción nacional:
- Aguas Interiores - Zona Económica Exclusiva
- Mar Territorial - Zona Contigua
- Estrechos - Plataforma Continental
Las zonas marítimas no sometidas a jurisdicción nacional son:
- La Alta Mar
- La Zona, es decir, los fondos marítimos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la
jurisdicción nacional.
La Corte Internacional de Justicia estableció un principio respecto de los problemas fundamentales que presentan
las zonas marítimas, que es el de su delimitación. “la delimitación de los espacios marítimos tiene siempre un
aspecto internacional; ella no puede depender de la sola voluntad del Estado ribereño, tal como expresa su derecho
interno. Si bien es cierto que el acto de delimitación es un acto unilateral porque sólo el Estado ribereño tiene
competencia para realizarlo, la validez de la delimitación respecto de Estados terceros depende, en cambio, del
derecho internacional”.

11. EL MAR LIBRE


De da el nombre de alta mar o mar libre al vasto espacio marítimo no perteneciente al mar territorial ni a las
aguas interiores de un Estado.
A comienzos de siglo XVII varias potencias marítimas reclamaban el dominio o soberanía sobre extensiones
marítimas que hoy consideramos alta mar. Como Venecia, con el Adriático; Inglaterra con el Mar del Norte, el
Canal de la Mancha y parte del Atlántico; Dinamarca y Noruega de los mares septentrionales; Pisa con el Mar
Tirreno. Con los grandes descubrimientos geográficos, Portugal sostuvo derechos exclusivos en el Océano Indico
por la bula del Papa Alejandro VI, y esto afectó seriamente la navegación e intereses de los Países Bajos. En 1609
el jurista holandés Hugo Grocio reaccionó contre ello publicando un folleto titulado Mare Liberum (Mar Libre), en
el que se opone a las pretensiones portuguesas; Grocio sostiene que la alta mar es libre y que no puede ser
apropiada por ningún Estado. Rebatió su tesis el jurista inglés John Selden en un libro de titulo Mare Clausum,
publicado en 1635, diciendo que existían ciertas extensiones de mar adyacente (narrow seas) en que se posee
derechos exclusivos. Pero el principio de libertad de los mares terminó por imponerse; los Estados fueron
restringiendo sus pretensiones sobre los mares y limitándolas a una franja de mar adyacente a sus costas. A
comienzos del siglo XIX el principio de la libertad de los mares quedaba definitivamente establecido, y la noción
de mar adyacente abrió aso a la noción de “mar territorial”.

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La libertad de los mares es hoy una norma de derecho internacional. Pero cuando surge el estado de guerra entre
dos o más países marítimos se imponen graves restricciones a la navegación y el comercio de los demás. La
libertad de los mares, existente en tiempos de paz, es todavía un grave problema en tiempo de guerra.
El régimen jurídico de la alta mar fue codificado por la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar (1958), cuyas
disposiciones son “declaratorias en términos generales de los principios establecidos de derecho internacional”.
Más tarde dicho régimen fue ampliado por la Convención de la ONU sobre Derecho de Mar (1982).
11.1 CONDICIÓN JURÍDICA
• La libertad de los mares
La alta mar no puede ser apropiada. Ningún estado puede pretender legítimamente someter cualquier parte de ella a
su soberanía. Ella está abierta a todos los Estados, sean ribereños o sin litoral. La libertad de alta mar comprende
las siguientes libertades:
- la libertad de navegación
- la libertad de sobrevuelo,
- la libertad tender cables y tuberías submarinos,
- la libertad de pesca,
- la libertad de investigación científica.
• Estados sin litoral
Los Estados sin litoral también tienen los mismos derechos de acceso al mar y desde el mar, que los Estados
costeros. Para este fin, gozan de libertad de tránsito, a través de los Estados intermedios, por todos los medios de
transporte. Las condiciones y modalidades para el ejercicio de la libertad de transito deberán ser convenidas
mediante acuerdos bilaterales, sub-regionales o regionales. Los Estados de transito, en el ejercicio de su plena
soberanía sobre el territorio, podrán tomar todas las medidas necesarias para asegurar que los derechos y
facilidades otorgados a los Estados sin litoral no lesionen en forma laguna sus intereses legítimos.
La práctica en la alta mar de los derechos que acabamos de señalar ha originado para cada Estado el ejercicio, en
tiempos de paz, de cierta jurisdicción y policía:
• Jurisdicción sobre buques
La jurisdicción en la alta mar sólo recae, en principio sobre los buques de la propia bandera, es decir que los
buques que navegan en alta mar están sometidos a la jurisdicción exclusiva del Estado cuyo pabellón están
autorizados a enarbolar. Está prohibido a los demás Estados ejercer respecto de dichos buques actos
coercitivos o de policía, como arrestar a un criminal que se encuentra a bordo. Pero se admite excepciones,
que sólo se aplican a los buques mercantes, y no a los de guerra, en algunos casos previstos en la
Convención de Derecho de Mar y otros tratados internacionales. Además, los buques de los Estados sin
litoral gozaran del mismo trato que el Estado costero en cuestión, otorgue a sus buques o a los buques de
otras banderas.
• Casos en que se permite la interferencia de buques extranjeros en alta mar:
- Piratería: Todo Estado puede apresara a un buque o a un aeronave pirata a fin de detener a las personas e
incautarse de los bienes que se encuentran a bordo. Los tribunales del Estado captor pueden asimismo
sancionar el delito de piratería, una de cuyas características es la universalidad de represión.
- Persecución inmediata (hot pursuit): Los buques de guerra y las aeronaves militares de un Estado tienen
derecho para continuar persiguiendo en alta mar a un buque mercante extranjero cuando las autoridades de
ese Estado tienen motivos fundados para creer que el buque ha cometido una infracción de sus leyes y
reglamentos. La persecución debe haber empezado mientras el buque extranjero se encontraba en aguas de
su jurisdicción, debe haber continuado ininterrumpidamente, y detenido antes de haber entrado en mar
territorial propio o de Estado extranjero.
- Visita y Registro (right of visit and search): Un buque de guerra que encuentre a un buque mercante
extranjero en alta mar no tiene derecho para efectuar en él acto alguno de interferencia o de registro, salvo
en casos graves previstos en la Convención de 1982, como cuando hay motivos razonables para sospechar
que el buque no tiene nacionalidad, o que se dedica a la piratería o al tráfico de esclavos. En estos casos, el
buque de guerra puede exigir que el buque sospechoso compruebe su nacionalidad mediante la exhibición
de los documentos que justifiquen el uso de la bandera que enarbola.
- Autorización concedida por tratado: Algunos tratados autorizan a los buques de guerra de los Estados
contratantes para adoptar ciertas medidas de verificación e inspección, como de vigilancia y de policía
respecto de sus buques mercantes en caso de que éstos cometan ciertas infracciones, a fin de asegurar
intereses comunes. Pero no implican el ejercicio de actos de jurisdicción, pues el juzgamiento queda
reservado al estado de la bandera del buque inculpado.
• Nacionalidad de los buques
Todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, tienen el derecho a que los buques que enarbolan su pabellón
(bandera nacional) naveguen en alta mar. Cada Estado establece los requisitos necesarios para conceder su

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nacionalidad a los buques, para su inscripción en un registro y para que tengan derecho a enarbolar su
pabellón. Los buques poseen la nacionalidad del Estado cuyo pabellón están autorizados a enarbolar.
Esta libertad de los Estados para establecer las condiciones de registro ha permitido a algunos Estados fijar
condiciones tan indulgentes que sus banderas han pasado a ser “banderas de conveniencia”. Es, por
ejemplo, el caso de Liberia, Panamá y Honduras, países que registran gran tonelaje marítimo. Algunos
armadores registran sus buques en esos países para evadir las leyes sociales y tributarias de su propio
Estado y colocarse bajo la legislación y el control (más ventajosos) del país de conveniencia. Paraguay tiene
prohibido en su legislación otorgar “banderas de conveniencia”.

12. EL MAR TERRITORIAL


Es una franja de mar adyacente a las costas de un Estado y sujeta a su soberanía. La soberanía sobre el mar
territorial se extiende al espacio aéreo suprayacente, así como al lecho y subsuelo de dicho mar.
El mar territorial es una dependencia del dominio terrestre. “Es la tierra la que confiere al Estado ribereño un
derecho sobre las aguas que bañan sus costas”.
12.1 EVOLUCIÓN HISTÓRICA
En el siglo XIII apareció la noción de que el Estado posee ciertos derechos sobre las aguas adyacentes a
sus costas marítimas, ya fuese para vigilar a los piratas, ya para reservarse el monopolio de la pesca, ya
para controlar la navegación e imponer contribuciones a los buques extranjeros o exigir de ellos un
saludo como demostración de acatamiento. Las republicas italianas, siguiendo la regla de Sassoferrato,
fijaban 100 millas, y en los países nórdicos se tomaba como limite el alcance de la vista. Bynkershoek
expreso que la potestad llega hasta donde alcanza el tiro del cañón desde la ribera, y a fines del siglo
XVIII se tradujo a una medida numérica: Galiano, señalando que el alcance de un cañón es de 3 millas
náuticas, o una legua marina o 5.556 metros. La “regla de las 3 millas” fue adoptada por varias
Potencias, como Francia, Inglaterra, EE.UU. Sin embargo, en la misma época, otros Estado pretendían
anchuras mayores: los países escandinavos, 4 millas; España y Portugal, 6 millas; Rusia, 12 millas.
12.2 EXTENSIÓN
La anchura del mar territorial es uno de los problemas más importantes y más discutidos del derecho
internacional. Hasta hace pocas décadas se daba por establecida, como una regla fija del derecho
internacional, que el mar territorial del Estado costero se extendía hasta una anchura de 3 millas. Dicho
territorio era seguido por una zona contigua a los efectos aduaneros, fiscales, de inmigración y
sanitarios, donde el Estado costero podía ejercer controles con tales propósitos.
En la 3ª Conferencia de la ONU sobre el Derecho del Mar de 1960, se obtuvo consenso sobre la anchura
del mar territorial. Se dispuso que todo Estado tenga derecho a establecer la anchura de su mar
territorial hasta una distancia que no exceda de 12 millas marinas medidas a partir de las
correspondientes líneas de base. Pero hasta ahora no hay un instrumento de vocación universal que fije
la extensión del mar territorial, son los existentes de carácter regional.
Se mide siempre desde una línea de base que constituye su límite interior. La línea de base normal para
medir la anchura del mar territorial es la línea de bajamar a lo largo de la costa, y en el caso de costas
muy desmembradas desde las líneas de base rectas.
- Líneas de base rectas: es los lugares en que la costa tenga profundas aberturas y escotaduras o en los
que hay una franja de islas a lo largo de la costa situada en su Proximidad inmediata, el mar territorial
puede medirse desde líneas de base rectas que unan diversos puntos del continente y de las islas e
islotes cercanos al mismo. Estas líneas no siguen la línea de la costa misma sino “la dirección general de
la costa”. Las aguas situadas al interior de las líneas de base rectas son consideradas como aguas
interiores. Con este trazado imaginario, se logra que el dominio marítimo del Estado se extienda a zonas
marítimas que anteriormente tenían carácter de alta mar; aumenta la zona exclusiva de pesca del Estado
litoral y reduce las zonas de alta mar en que podían pescar otros buques. Debe cumplir dos condiciones:
a) no puede apartarse de una manera apreciable de la dirección general de la costa, y
b) las zonas de mar encerradas por las líneas “han de estar suficientemente vinculadas al dominio
terrestre para estar sometidas al régimen de las aguas interiores”.
12.3 DELIMITACIÓN
el mar territorial, cualquiera sea la extensión que se le asigne, se delimita, como regla general, midiendo
perpendicularmente desde la línea de la mas baja marea en la costa, hacia fuera, en consecuencia, el
limite exterior del mar territorial asume el aspecto de una línea paralela a la costa.
Cuando la costa presente configuración muy irregular, como costas con profundas aberturas o
escotaduras, se hace prácticamente imposible seguir todas las sinuosidades; entonces se utiliza ciertos
elementos geográficos como “línea de base” para medir perpendicularmente hacia fuera la extensión del
mar territorial y se unan por puntos apropiados.

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El sistema de bases rectas es facultativo; su adopción no es obligatoria para el Estado cuya costa reúna
las condiciones geográficas descriptas.
12.4 CONDICIÓN JURÍDICA
El Estado posee en la franja de mar adyacente a sus costas un derecho de soberanía, y en consecuencia
deriva un derecho de jurisdicción y policía, pues consiste en la facultad de legislar con respecto a las
personas y a las cosas que se hallan en determinado territorio, y en consecuencia la facultad de ejercer la
policía, necesaria para vigilar el cumplimiento de las disposiciones adoptadas y aplicar las sanciones
que correspondan. Por soberanía se entiende la facultad de reservar determinadas zonas para explotarlas
por si mismo o por sus nacionales, como ocurre con la pesca, y eventualmente otorgar concesiones a
personas privadas para explotar las riquezas del agua, lecho y subsuelo. Sin embargo, la soberanía que
el Estado ejerce no es absoluta.
• Jurisdicción sobre buques
a) Buques mercantes
La jurisdicción penal del Estado ribereño no debe aplicarse a bordo de un buque mercante extranjero
que pase por el mar territorial salvo casos excepcionales, como cuando el delito tenga consecuencias en
el Estado ribereño, o cuando el delito sea de tal naturaleza que pueda perturbad la paz del país o el buen
orden en el mar territorial. En materia civil, el Estado ribereño no debe detener ni desviar buques que
pasen por el mar territorial para ejercer su jurisdicción sobre personas que se encuentran a bordo.
b) Buques de guerra
El Estado ribereño debe abstenerse de ejercer jurisdicción sobre un buque de guerra extranjero que pase
por su mar territorial. Sin embargo, el buque de guerra debe cumplir con las disposiciones establecidas
por el Estado ribereño para el paso por el mar territorial. En caso de que insista infringirlas, el Estado
puede exigir al buque que salga del mar territorial.
• El paso inocente
La soberanía del Estado sobre su mar territorial está sujeta a una limitación importante: el Estado debe
permitir el paso inocente de los buques extranjeros por dicho mar.
La expresión “paso inocente” denota exactamente la naturaleza de este derecho. Paso indica el hecho de
navegar continuamente y sin detenerse a través del mar territorial. Inocente, significa que el paso no sea
perjudicial para la paz, el orden o la seguridad del Estado ribereño.
El Estado ribereño puede tomar las medidas necesarias para impedir todo paso que no sea inocente y
dictar leyes y reglamentos relativos a dicho paso (seguridad de la navegación y reglamentación de
trafico marítimo, protección de cables y tuberías, etc.). El Estado ribereño puede suspender
temporalmente, en determinados lugares, el paso inocente de buques extranjeros si tal suspensión es
indispensable para su seguridad y no es discriminatoria. Sin embargo, el paso no puede ser suspendido
en el mar territorial de los estrechos utilizados para la navegación internacional.

13. AGUAS INTERIORES


Son aquellas aguas, inclusive partes del mar, situadas al interior de la línea de base del mar territorial.
Comprenden: las aguas que están dentro del territorio (lagos, mares cerrados, ríos, canales), los puertos, las bahías
y las aguas situadas entre la costa y la línea de base a partir de la cual se mide el mar territorial. Las aguas
interiores forman parte del territorio Estado y están plenamente sometidas a su soberanía territorial, difieren pues
del mar territorial en cuando en este ultimo el barco extranjero tiene el derecho de paso inocente, mientras que en
las aguas interiores puede ser excluido legalmente por el Estado costero.
• Puertos de mar
Son los lugares habilitados de la costa en que los buques cargan o descargan mercaderías y embarcan o
desembarcan pasajeros. Un Estado puede prohibir o reglamentar el acceso de buques extranjeros a algunos puertos
manifestando claramente si voluntad en este sentido. Según la Convención de Ginebra de 1923, establece el doble
principio de libertad de acceso a los puertos para los buques mercantes y de la igualdad de trato a ellos.
• Bahías
Las bahías bordeadas por un solo Estado cuya entrada no excede de 24 millas pueden ser encerradas por una línea
trazada entre los puntos naturales de entrada (línea de cierre); las aguas que quedan al interior de dicha línea son
aguas interiores. Cuando la entrada de la bahía excede de 24 millas se podrá trazar dentro de la bahía una línea de
esa longitud: las aguas así encerradas son interiores. La línea de cierre de bahía sirve de línea de base para medir la
anchura del mar territorial y de los demás espacios marítimos adyacentes. Respecto de las bahías bordeadas por las
costas de dos o más Estados no existen reglas generalmente reconocidas. Las convenciones sobre derecho del mar
de 1958 y 1962, no contienen disposiciones sobre esta clase de bahías.
• Aguas situadas al interior de las líneas de base rectas
Los canales marítimos son vías de agua artificiales construidas a través del territorio de un Estado y que comunican
dos mares u océanos. En principio, los canales marítimos han sido sometidos, por tratado, a un régimen

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internacional de libre navegación. Ej. Canal de Suez, comunica el Mar Mediterráneo con el Mar Rojo; Canal de
Panamá: hecho por medio de tratados entre Estados Unidos y Panamá, es un canal perpetuamente neutro, abierto a
todas las naciones en un pie de igualdad y sin discriminación; Canal de Kiel, comunica el Mar del Norte con el Mar
Báltico, abierto a los buques de comercio y de guerra de todas las naciones en paz con Alemania.

14. ZONA CONTIGUA


Es una zona de alta mar vecina al mar territorial en la que el Estado costero puede ejercer el control
necesario para prevenir o castigar infracciones a las reglamentaciones aduaneras, fiscales, de inmigración o
sanitarias, cometidas o que pudieran cometerse en su territorio terrestre o en el mar territorial.
La Convención sobre el Derecho del Mar reconoce a los Estados ribereños la facultad de establecer una zona
contigua a su mar territorial. En su Art. 33 dispone:
1º En una zona contigua a su mar territorial, designada con el nombre de zona contigua, el Estado ribereño podrá
tomar las medidas necesarias de fiscalización para:
a) Prevenir las infracciones de sus leyes y reglamentos aduaneros, fiscales, de inmigración o sanitarios que se
cometan en su territorio o en su mar territorial.
b) Sancionar las infracciones de esas leyes y reglamentos cometidos en su territorio o mar territorial.
2º La zona contigua no podrá extenderse más allá de 24 millas marinas contadas desde las líneas de base a partir
de las cuales se mide la anchura del mar territorial, eso significa que la anchura máxima de la zona contigua de un
Estado es igual a 24 millas menos la anchura de su mar territorial.
El Estado ribereño no tiene soberanía sobre la zona contigua, como tiene sobre el mar territorial: sólo dispone en
ella de competencias limitadas para adoptar ciertas medidas de fiscalización y control sobre los buques extranjeros
a fin de prevenir y sancionar infracciones de las categorías de leyes y reglamentos.

15. ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA


Una zona que no se extiende por más de 200 millas y que el país costero tiene el aprovechamiento de los
recursos marinos y naturales del lugar; en su mayoría son normas atinentes exclusivamente a la explotación
pesquera, como también normas o derechos para la exploración, explotación, conservación y administración de los
recursos naturales renovables y no renovables.
• La protección de la riqueza marítima
Desde que en el siglo XVII se proclamó la libertad de la alta mar, se admitió como consecuencia la libertad de
pescar en ella, se basaba en la creencia de que los recursos vivos que la habitaban son inagotables. Esta creencia
fue siendo desvirtuada a medida que se introducían innovaciones en los buques, equipos y métodos de pesca.
En las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, flotas pesqueras de países desarrollados, equipadas con
procesadores de pescado, radares y frigoríficos, realizaron faenas de pesca intensiva en zonas de alta mar cercanas
las costas de otros Estados. El resultado fue el exceso de explotación pesquera en ciertas regiones y el riesgo
consiguiente de que algunas especies existentes en ellas, como la ballena, mermaran su rendimiento o aun llegaran
a su virtual extinción. Es por ello que estos países adoptaron medidas tendientes a someter a su soberanía, a su
jurisdicción o a su control zonas de alta mar cercanas a sus costas o los recursos en ellas existentes, para preservar,
proteger, conservar y aprovechar los recursos y riquezas naturales que se encuentran en las costas adyacentes. La
Convención de 1982 sobre Derecho del mar, cristalizó un consenso básico sobre una zona marítima situada entre el
mar territorial y la alta mar: la zona de economía exclusiva. Reconoció a los Estados ribereños un cuasi monopolio
sobre las actividades económicas que en ella se realicen.
• Derechos del Estado ribereño en la zona económica exclusiva
En la zona exclusiva el Estado ribereño tiene derechos de soberanía para los fines de exploración y explotación,
conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos como no vivos, del lecho y subsuelo del mar y
de las aguas suprayacentes. También tiene jurisdicción en la zona con respecto a la investigación científica marina
y a la protección del medio marino.
Los derechos de aprovechamiento del Estado en su zona económica son amplios: se extienden al lecho y subsuelo
del mar, a las aguas suprayacentes: comprenden todas las actividades económicas que se desarrollan en la zona y
todos los recursos naturales que allí se encuentran (minerales, pesca, producción de energía derivada del agua,
etc.).
Un Estado no tiene derecho ipso jure a una zona económica exclusiva. El Estado debe establecerla o proclamarla y
dar publicidad a cartas que describan el límite exterior de ella.
• Anchura
Está situada entre el mar territorial y la alta mar, La zona no puede extenderse a más de 200 millas marinas
contadas desde las mismas líneas de base a partir de las cuales se mide el mar territorial. Parte de la zona es
absorbida, pues, por el mar territorial, de manera que si un Estado tiene un mar territorial de 12 millas podrá tener,
como máximo, una zona económica de 188 millas.
• Derechos de terceros Estados

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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
Paz Vierci Pedretti 2006
En varios aspectos la zona económica se asemeja a la alta mar: todos los Estados, sean ribereños o sin litoral, gozan
en la zona, de las libertades de navegación, sobrevuelo y de tendido de cables y tuberías submarinos- además, los
Estados terceros pueden tener cierto acceso a los recursos vivos de la zona.
• Conservación y utilización de los recursos vivos
El Estado ribereño debe asegurar que la preservación de los recursos vivos de la zona no se vea amenazada por un
exceso de explotación. A este fin debe determinar la captura permisible de dichos recursos, es decir, el nivel de
pesca permitido en la zona. El Estado ribereño debe fijar su propia capacidad de captura de los recursos vivos
existentes en su zona. Si dicho estado no tiene capacidad para aprovechar toda la captura permisible, debe abrir la
zona a pescadores extranjeros para que exploten el excedente. Se trata de lograr la utilización óptima de los
recursos pesqueros. Sin embargo, éstos (los extranjeros) no tienen acceso automático al excedente. El país ribereño
otorga este acceso por medio de acuerdos u otros arreglos y condicione como: concesión de licencias y pago de
derechos, determinación de especies que pueden capturarse, fijación de cuotas de captura, reglamentación de
temporadas y áreas de pesca, etc. La zona económica exclusiva, no es, pues, tan exclusiva como lo pretende su
nombre.

16. LA PLATAFORMA MARINA


Los continentes no se quiebran abruptamente al llegar a la costa sino que se sumergen gradualmente en el mar
hasta que una profundidad de entre 130 y 200 metros (a veces más) experimentan un marcado declive y descienden
a profundidades muchos mayores. Esta zona submarina situada entre la costa y el marcado aumento de
pendiente se denomina plataforma continental o marina. De ello resulta que las aguas son poco profundas en
una extensión marítima considerables y el fondo presenta la configuración de una meseta o plataforma en relación
a las grandes profundidades vecinas.
La plataforma continental contiene una enorme reserva de recursos naturales. En ella se encuentran yacimientos de
petróleo y de gas natural, nódulos polimetálico que contienen níquel, cobre, cobalto y manganeso; especies
sedentarias, etc.
Gracias a la Proclamación formulada por el Presidente Truman de los Estados Unidos, que pasó a ser el punto de
partida de la elaboración de una norma consuetudinaria. La principal doctrina enunciada en la Proclamación, a
saber: que el Estado ribereño tiene un derecho originario, natural y exclusivo sobre la plataforma continental
situada frente a sus costas, es parte del derecho internacional consuetudinario.
La plataforma continental de un Estado ribereño comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas que se
extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la prolongación natural de su territorio hasta el borde
exterior del margen continental, o bien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desde las líneas de base
a partir de las cuales se mide la anchura del mar territorial, en los casos en que el borde exterior del margen
continental no llegue a esa distancia.
Cada Estado puede basarse en la que más le convenga de las dos definiciones alternativas de plataforma para
justificar derechos sobre el suelo y el subsuelo de las áreas submarinas adyacentes a sus costas.
a) Derechos del Estado ribereño
El Estado ribereño ejerce derechos de soberanía sobre la plataforma continental a los efectos de su exploración y de
la explotación de sus recursos naturales. Estos derechos son exclusivos: si el Estado ribereño no explora o no
explota los recursos naturales de ésta, nadie puede emprender actividades sin expreso consentimiento de dicho
estado. Estos derechos son independientes de la ocupación real o ficticia de la plataforma, así como de toda
declaración expresa. Los recursos naturales sobre los cuales el Estado ribereño ejerce soberanía son dos:
- recursos minerales y otros recursos no vivos del lecho y subsuelo del mar.
- Organismos vivos pertenecientes a especies sedentarias, es decir, aquellos en el periodo de explotación están
inmovibles en el lecho o subsuelo del mar. Ej. Las ostras, almejas.
b) Delimitación
Cuando las costas de un Estado son adyacentes a la de otro, o enfrentan a corta distancia las costas de otro Estado,
será necesario proceder a la delimitación de sus respectivas plataformas continentales. Según la 3ª Conferencia
sobre el Derecho del Mar, estableció que la delimitación de la plataforma continental entre Estados con costas
adyacentes o situadas frente a frente se efectuará por acuerdo entre ellos sobre la base del derecho internacional, a
fin de llegar a una solución equitativa. Si no se llegare a un acuerdo dentro de un plazo razonable, los Estados
interesados recurrirán a los procedimientos para solución de controversias previstos en la parte XV de la
Convención. La disposición citada establece la finalidad que debe alcanzarse con las negociaciones (“una solución
equitativa”), pero nada dice sobre el método que debe seguirse para lograr este resultado.
c) Plataforma Continental y zona económica exclusiva
Una zona económica exclusiva en la cual el Estado costero tiene derechos soberanos sobre todos los recursos
naturales de esta zona, incluyendo los recursos del lecho y del subsuelo, determina que ahora pueden coexistir dos
títulos sobre el lecho y el subsuelo: uno en virtud de la plataforma continental y otro en virtud de la zona

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económica exclusiva. Esta situación puede generar confusiones. Para ello hay que considerar separadamente los
derechos del Estado ribereño dentro de la zona de 200 millas y sus derechos más allá.
- Dentro de las 200 millas: el Estado ribereño, en virtud de su titulo sobre la plataforma continental, tiene
derecho a aprovechar los recursos minerales y las especies sedentarias del suelo y del subsuelo. Si el Estado
ribereño proclamó una zona económica exclusiva, tiene derecho no sólo a aprovechar los minerales y las
especies sedentarias sino también todos los recursos vivos que existan en el suelo, el subsuelo y la columna de
agua suprayacente.
- Más allá de las 200 millas: no hay zona económica exclusiva sino sólo alta mar. El Estado ribereño sólo tiene
derecho a explotar, además de los recursos minerales del suelo y el subsuelo, las especies sedentarias de la
plataforma. La columna de agua que cubre la plataforma más allá de las 200 millas es alta mar, el Estado
ribereño no tiene derechos exclusivos para aprovechar los recursos vivos que existan en dicha columna.

17. FONDOS MARÍTIMOS Y OCEÁNICOS


Más allá de los límites exteriores de las plataformas continentales, que están bajo las jurisdicciones nacionales,
yacen los fondos marinos y oceánicos que se encuentran fuera de estas jurisdicciones. Son de interés para los
Estados estos fondos ya que los avances tecnológicos han hecho factible extraer de su suelo y subsuelo recursos
minerales. En 1970 la Asamblea General de la ONU aprobó la Convención sobre Derecho de Mar. Ésta, estableció
la llamada “Zona”, que comprende los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo situados más allá de los límites de
las jurisdicciones nacionales y contempla un régimen detallado para el aprovechamiento de los recursos que ella
contiene. Este régimen, que ha sido calificado de “revolucionario”, suscitó resistencia de parte de países
industrializados, algunos de los cuales se abstuvieron de firmar la Convención hasta que dicho régimen fue
modificado.
La Convención sobre Derecho de Mar proclama que la Zona y sus recursos “son patrimonio común de la
humanidad”. De esto derivan 3 consecuencias:
- No apropiación: ningún Estado puede reivindicar o ejercer soberanía sobre parte alguna de la Zona o de sus
recursos.
- Utilización pacifica: debe utilizarse exclusivamente para fines pacíficos por todos los Estados.
- Explotación en beneficio de la humanidad: las actividades de la Zona se realizaran en beneficio de toda la
humanidad (of mankind), prestando en consideración especial a los intereses y necesidades de los países en
desarrollo.

18. CONVENCIONES DE LA ONU DE 1958 Y 1982


El régimen jurídico de la alta mar fue codificado por la Convención de Ginebra sobre la Alta Mar (1958), cuyas
disposiciones son “declaratorias en términos generales de los principios establecidos de derecho internacional”. En
esta conferencia se adoptaron 4 importantes convenciones:
- Convención sobre el Mar Territorial y la Zona Contigua
- Convención sobre el Alta Mar
- Convención sobre la Pesca y Conservación de los Recursos Vivos de la Alta Mar
- Convención sobre la Plataforma Continental
Más tarde dicho régimen fue ampliado por la Convención de la ONU sobre Derecho de Mar del 10 de diciembre
de1982. La convención es un texto amplio con 320 artículos y 9 anexos, aborda casi la totalidad de las cuestiones
relativas al derecho internacional de mar. Ello no se limitó a reflejar reglas que formaban parte del derecho
consuetudinario y las convenciones de 1958, sin también modifico normas anteriores e introdujo audaces
innovaciones en el derecho del mar. La convención entro en vigor el 16 de noviembre de 1994.
Se unificaron criterios sobre las demarcaciones sobre el mar territorial, zona contigua, zona económica exclusiva y
mar abierto. En éste ultimo aspecto, fue declarado patrimonio de la humanidad para su aprovechamiento con fines
pacíficos y abiertos a los países con o sin costas del mar.
18.1 ÓRGANOS ESTABLECIDOS EN LA CONVENCIÓN DE LA ONU DE 1982
Tribunal Internacional del Derecho del Mar, que tiene su sede en Hamburgo.

19. EL DERECHO DE LOS ESTADOS MEDITERRÁNEOS


La reafirmación del principio general de la libertad de alta mar y de sus corolarios se hace a favor de todos los
Estados, “con o sin litoral”. Los estados sin litoral (que son 29), constituyen un núcleo considerable en la
Conferencia, han obtenido en ella mejoras importantes con respecto a la posición que tenían con arreglo a las
disposiciones del Art. 3º de la Convención de 1958 sobre Alta Mar, donde decía “deberán tener libre acceso al
mar”, lo cual constituye una recomendación y no una regla obligatoria, y donde el Estado sin litoral debía obtener
acceso por medio de un acuerdo con el Estado en transito, como también exigía reciprocidad. Con la nueva
convención se establecen los siguientes derechos a los estados sin litoral:
- Derecho de acceso al mar y desde el mar y libertad de tránsito

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- No estará sujeto a derechos de aduana, impuestos y otros gravámenes, con excepción de las tasas impuestas por
servicios específicos prestados en relación a dicho trafico.
- Los estados deberán facilitar el trafico en transito, mediante zonas francas o facilidades aduaneras en los puertos
de entrada y salida para los estados en transito, mediante acuerdos entre estados y estados sin litoral.
- se prescribe la igualdad de trato en los puertos de mar, pues todos los buques que tengan bandera de estados sin
litoral, gozaran de los mismo trato que gozan otros buques extranjeros.
20. ESPACIO AÉREO
Es el ámbito dentro del cual está contenido el aire y es, por tanto, definible, limitado, constante, apropiable y
susceptible de ejercer sobre él actos de jurisdicción o soberanía.
Antes de la Primera Guerra Mundial se formularon tres teorías respecto de la situación del espacio aéreo que está
sobre el territorio de un Estado:
- que el espacio aéreo es libre,
- que sobre el territorio de un Estado hay dos zonas: 1º) una zona inferior bajo la soberanía del Estado y 2º) una
zona superior de espacio aéreo libre, y
- que un Estado tiene plena soberanía sobre todo el espacio aéreo que está sobre su territorio
Todo Estado tiene soberanía plena y exclusiva sobre el espacio aéreo que está sobre su territorio y su mar
territorial. Las aeronaves de los demás Estados no tienen derecho de sobrevuelo sobre dicho espacio, a menos que
tengan autorización del Estado subyacente. En cambio, sobre la alta mar y la zona económica exclusiva hay
completa libertad de navegación aérea para todos los Estados.
Los principios que regulan la navegación aérea, figuran en varios textos convencionales, siendo el mas importante
la Convención civil internacional de Chicago de 1944, donde se establecen las 5 libertades: 1) derecho a paso
inocente; 2) derecho a paso para fines diferentes de trafico; 3) derecho a desembarcar pasajeros, valijas y cargas
procedentes del país de origen de la aeronave; 4) derecho tomar pasajeros, valijas y cargas para el país de origen de
la aeronave 5) derechote subir o dejar pasajeros, valijas y cargas procedentes o destinadas a otros países.
21. EL ESPACIO ULTRATERRESTRE
Hasta la fecha no existe propiamente un régimen jurídico universalmente aceptable para el espacio ultraterrestre.
Sin embargo, la ONU viene elaborando una serie de principios sobre su utilización y control.
Para su análisis es necesario examinar, con los límites que el tiempo y espacio imponen, el proceso histórico que
siguió este derecho, sus fines esenciales, los principales problemas que se plantean, al estado de evolución que a
alcanzado y sus perspectivas.
El 1957 se lanza el satélite de la Unión Soviética Sputnik, para orbitar alrededor de la tierra. El noviembre del
mismo año, se produce el lanzamiento del segundo Sputnik, y la Asamblea General de la ONU, llama para realizar
estudios conjuntos para elaborar un sistema que asegure que el envió de objetos al espacio exterior sean solo para
fines pacíficos.
Los viajes al espacio que, tripulados o teledirigidos, realizados desde 1957, han puesto a la luz la necesidad de una
regulación legal de las naves espaciales y las actividades en el espacio. Así, las Naciones Unidas nombraron en
1959 un Comité para el Uso Pacífico del Espacio Exterior (UNCOPOUS). El 1963 se presenta la “Declaración
de principios jurídicos que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del
espacio exterior”. Esta resolución establece 9 “principios capitales” para el espacio exterior.
En 1967 el Tratado para el espacio exterior (Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los
Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros cuerpos
celestes)codificó principios aceptados por el Derecho internacional relativos al espacio exterior y estableció la
proposición según la cual, el espacio exterior no puede ser objeto de apropiación nacional y sólo puede ser
destinado a fines pacíficos (proposición que fue cuestionada a principios de la década de 1980 por el presidente de
los Estados Unidos, Ronald Reagan, y su Iniciativa de Defensa Estratégica basada en el espacio). En 1968 se firmó
un Tratado sobre el rescate y retorno a tierra de astronautas y la recuperación de los objetos enviados al
espacio. También se contempla en este tratado el regreso seguro e inmediato al país que efectuó el lanzamiento, de
cualquier cosmonauta, nave espacial o cualquier otro componente o parte que aterriza en el territorio de otro país
firmante del acuerdo, como consecuencia de un accidente u otras emergencias.
En 1971, en el seno de las Naciones Unidas, se adoptó un tratado sobre responsabilidad en el espacio (Convenio
sobre la responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales), de acuerdo con el cual la
nación desde la que se produce el lanzamiento es responsable por entero, y debe indemnizar cualquier daño, lesión
o pérdidas de vidas que produzcan los objetos lanzados al espacio desde ese país. Desde la sanción de un tratado de
1971 se requiere registrar en las Naciones Unidas cualquier objeto espacial.
En 1979 se concluyó un tratado sobre la explotación comercial de la luna (Acuerdo que deben regir las
actividades de los Estados en la Luna y Cuerpos Celestes), que ha estado rodeado de controversia y todavía no
se ha ratificado por diversas naciones entre las que destaca los Estados Unidos. Este país, por otro lado, ha
realizado diversos tratados bilaterales sobre bases espaciales, satélites de comunicaciones y el uso de los datos
obtenidos por esta vía. Todos estos acuerdos, forman parte del “Corpus Juris Spatialis”

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 18
TERRITORIO
Los principios de derecho internacional relativos a la adquisición de territorio se formaron en la época de las
monarquías absolutas, cuando prevalecían las concepciones monárquicas y patrimoniales del Estado. Según ellas,
el territorio del Estado era propiedad del Príncipe, el cual podía disponer del territorio por herencia, venta, pactos
de familia, etc. Esta circunstancia, explican los principios sobre adquisición de territorio que fueron elaborados
tomando como base los modos admitidos por el derecho romano para la adquisición del dominio.
Los modos de adquisición de territorio tradicionalmente admitidos por el derecho internacional eran: la ocupación,
la accesión, la cesión, la prescripción, y la conquista. Este último ya no es admitido por el derecho internacional.
1. MODOS ORIGINARIOS DE ADQUISICIÓN DEL DOMINIO
1.1 LA OCUPACIÓN
Es la toma de posesión de un territorio que no pertenece a ningún Estado, aunque sea habitado por
poblaciones o tribus más o menos organizadas. Los territorios no poblados o habitados por pueblos
bárbaros o salvajes se designaban con la expresión romana res nullius, que no pertenecen a nadie. La
ocupación se practicó en gran escala, en los territorios del África, Asia y Oceanía, siendo el instrumento
de que se valieron las potencias colonizadoras. Este modo de adquisición tiene escasa aplicación en la
actualidad, sus principios sirven para decidir litigios relativos a ocupaciones realizadas en el pasado.
Durante los grandes descubrimientos marítimos, la ocupación de basó en el descubrimiento. El mero
desembarco en una costa, el solo paso a lo largo del litoral, bastó para conferir el derecho a la posesión
del territorio tocado. Así adquirió Portugal el África, la India y el Brasil; España, la América Central y
sur. Bastó plantar una bandera, labrar un acta, para acreditar el descubrimiento.
REQUISITOS
La ocupación debe llenar las siguientes condiciones:
a) que el territorio sea res nulius, es decir, que no esté ocupado por indígenas más o menos
organizados, debiendo sin embargo respetarse sus propiedades privadas y obtener en cuanto sea
posible su consentimiento, sin recurrir a la fuerza;
b) que la posesión del territorio ocupado sea real y efectiva, a cuyo efecto es preciso establecer una
autoridad capaz de mantener el orden;
c) que la toma de posesión sea notificada a los demás Estados, a fin de evitar los conflictos de
prioridad;
d) que la ocupación sea hecha a nombre de un Estado y para el Estado.
El Estado que adquirió un territorio por ocupación debe mantener su título mediante el ejercicio de
soberanía efectivo, pacifico y permanente del mismo. Un Estado puede perder por su inactividad el título
adquirido, particularmente si otro Estado ejerce soberanía sobre dicho territorio durante el periodo de
inactividad del primero.
1.2 ACCESIÓN
Es la adquisición de fracciones de territorios gracias a la acción natural (como cuando se forman nuevas
islas, por acción de los ríos o mar) o artificial (construyendo muelles, diques, quiebramares o rellena los
espacios intermedio) en las costas del mar territorial o en los ríos limítrofes. La accesión natural puede
ocurrirse por: aluvión, avulsión o de formación de islas, abandono del lecho de un río.
A. ALUVIÓN
Acumulación lenta, recién perceptible con el tiempo, formado por depósitos de tierra y
terraplenes naturales, al margen de un río o a la vera del mar. Los aluviones, o aumento de
territorio pertenecen al Estado en cuyo territorio se agregan.
B. AVULSIÓN
La masa de tierra que, desprendida súbitamente y violentamente por un hecho natural, tiene
como consecuencia el desprendimiento de una porción de tierra que desaparece en las aguas o se
añade a otras tierras. Puede producirse por motivos de fuertes terremotos que sean capaces de
fraccionar la tierra.
C. FORMACION DE ISLAS
Fuerzas naturales producen, a veces, la formación de islas, en ríos o en los mares. En caso de ser
en el río, la nueva formación no determina, propiamente, la adquisición de territorio, sino apenas
modificación. Si la isla surge en un mar territorial, el territorio del Estado a que ésta pertenece es
el beneficiado. Pero en caso de que surja la isla sobre el thalweg adoptado como limite, ésta
deberá pasar enteramente para uno de los Estados ribereños.
D. ABANDONO DEL LECHO DEL RÍO
Es consecuencia de la modificación del curso del rió (que es un limite internacional), a través de
los años, sin intervención de la actividad humana. Esto puede ocurrir paulatinamente debido al
depósito de sedimentos en las orillas o súbitamente por un fenómeno geológico o inundación. Cae
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Derecho Internacional Público – UCA Maria Paz
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bajo el dominio del Estado ribereño. Una solución a esto consiste en estipular que el límite
internacional permanecerá inalterado aunque el río cambie de curso. Otra es convenir que el
límite internacional seguirá los desplazamientos que sufre el curso del río. La tercera solución es
aquella que prevé que, en los casos de desplazamiento paulatino del curso del agua (aluvión), el
límite seguirá a este; mientras que en los casos de modificación súbita (avulsión), el límite
permanecerá inalterado. Todas estas soluciones tienen carácter convencional, es decir, que se
aplican a casos concretos por haber sido estipuladas por las Partes en un tratado.

2. MODOS DERIVADOS DE ADQUISICIÓN DEL DOMINIO


- SUCESIÓN
La adquisición de territorios por herencia se practicó en los siglos pasados, cuando el patrimonio del Estado se
confundía con el patrimonio de la Corona y se transmitía por testamento, sucesión y donación. Ej. Leopoldo II de
Bélgica, legó por testamento el Congo a la Nación belga en 1889. Hubo grandes guerras de sucesión (la sucesión
de Carlos II de España y de Carlas IV de Alemania).
En tiempos modernos, los territorios no se transmiten más por herencia de familias reinantes, pero se produce la
sucesión de Estados en caso de emancipación, de secesión, de fusión o de separación de Estados.

- CESIÓN
Consiste en la transferencia de un territorio hecha por un Estado a otro en virtud de un tratado, sea voluntaria o
forzosa. La simple ocupación, militar no basta para conferir la soberanía: es preciso que un tratado venga a ratificar
la renuncia del soberano anterior. Es la consecuencia de la abolición del derecho de conquista, aunque
prácticamente el Tratado no sea más que una formalidad.
- La cesión voluntaria se hace bajo la forma de permuta, venta, arrendamiento perpetuo.
a) PERMUTA
Es la transacción por la cual se transmiten mutuamente el dominio de territorios o derechos a cambio de
una prestación de común similar, como la cesión de una isla a cambio de territorios ricos en petróleo.
Hubo permutas en el caso de las islas Heligoland, que Inglaterra cedió en 1890 a Alemania, en cambio
de unos territorios en el África. O el caso de Chile, que ofrece a Bolivia la salida al mar, a cambio de
parte de su territorio.
b) VENTA
Se transfiere el dominio de un territorio a cambio de una suma de dinero pactado. Hubo ventas en los
casos de Luisiana, vendida por Francia a EE.UU. 1803) por 15 millones de dólares, o la venta de
Alaska, por Rusia a Estados Unidos (1867) por 7.200.000 de dólares, entre otros.
- La cesión coercitiva asume la forma de anexión
c) ANEXIÓN
Unir o agregar un territorio a otro. Como casos de anexión se puede citar: la de Besarabia, anexada por
Rusia en 1856 (devuelta a Rumania en 1919); la de Venecia, devuelta a Italia en 1886, entre otros.
Los Estados neutrales pueden ceder alguna fracción de su territorio, y esta parte cedida seguirá siendo neutral.
- PRESCRIPCIÓN
Es un modo de adquisición de un territorio ajeno por parte de un Estado mediante el ejercicio de soberanía
continuo, pacifico e indiscutido sobre dicho territorio durante un tiempo suficiente. Para que la posesión por parte
del Estado conduzca a la prescripción, se requiere:
a) que no sea controvertida;
b) que no se haya iniciado con violencia;
c) que sea efectiva
d) que se prolongue durante un largo tiempo, sin ser interrumpidas por reclamaciones o reservas del
Estado al que el territorio pertenecía antes
A diferencia de la prescripción adquisitiva del derecho civil, la del Derecho internacional no establece plazo fijo de
posesión para producir la prescripción. Para interrumpir la prescripción, el Estado perjudicado debe reclamar o
formular reservas cada tanto tiempo ante el Estado ocupante del territorio u otra entidad internacional competente.
La prescripción permite también fundamentar un título sobre un territorio que se posee desde tiempo inmemorial
(praescriptio inmemorialis), pero cuya adquisición no puede ser demostrada por otro título específico.
La prescripción está inspirada en el deseo de no alterar un estado de cosas que parece consolidado (quieta non
movere). Ella representa una concesión hecha por la ley a una situación de hecho en nombre de la estabilidad y de
la paz social.
- CONQUISTA
La sumisión a la soberanía de un Estado por medio de la fuerza, de un territorio perteneciente a otro Estado.
Antiguamente, la conquista violenta de territorios fue un modo legítimo de adquirir territorios ajenos. Este derecho
ha sido ejercitado ampliamente por Roma para extender su dominio en el mundo entonces conocido. El derecho de

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conquista subsistió en la Edad Media y contribuyó a la formación de la mayor parte de los Estados modernos. El
derecho público contemporáneo repudia la conquista como medio de adquisición de la soberana territorial. Se
considera que la ocupación militar de un territorio enemigo sólo concede al ejercito ocupante los derechos de
usufructo que cesan con el advenimiento de la paz.
En América está fuertemente arraigado el repudio de las guerras de conquista. Los principios americanos han sido
expresados en Conferencias, Declaraciones y Tratados colectivos. Una Declaración, proyectada en 1925 por
Instituto de Derecho Americano de Derecho Internacional, dice que es un principio primordial del derecho
internacional americano que, sin criticar las adquisiciones territoriales realizadas en el pasado y sin referirse a las
controversias actuales, “en el futuro no serán lícitas las adquisiciones territoriales obtenidas por la guerra, o bajo
amenaza de guerra, o en presencia de una fuerza armada, en perjuicio de ninguna república americana; y que, en
consecuencia, las adquisiciones territoriales realizadas en el futuro por estos medios, no podrán invocarse como
título; y que las obtenidas por tales medios serán nulas de hecho y de derecho.
La Declaración del 3 de agosto de 1932 decía que “Las naciones de América declaran también que no reconocerán
arreglo territorial alguno de esta controversia (Paraguay vs. Bolivia) que no sea obtenido por los medios pacíficos,
ni la validez de las adquisiciones territoriales que sean logradas mediante la ocupación o la conquista por la fuerza
de las armas”.
3. REGLA DEL “UTI POSIDETIS”
Cuando los países hispanoamericanos se independizaron de su metrópoli adoptaron el principio del uti possidetis
juris para fijar sus fronteras. Según este principio, las nuevas repúblicas hispanoamericanas tendrían los mismos
límites que tenían a la época de su independencia las divisiones administrativas españolas (virreinatos, capitanías
generales, etc.) de las cuales dichas Repúblicas se consideraban sucesoras. Así, en virtud del uti possidetis, los
límites administrativos coloniales se transformarían en límites internacionales propiamente dichos.
El problema de determinar cuáles eran efectivamente los límites coloniales presentó dificultades: muchas regiones
estaban inexploradas a la época de la independencia; otras eran vagamente conocidas; la Corona española no había
determinado de manera precisa los límites de sus diversas dependencias, y existían límites para diversos efectos
(administrativos, militares, eclesiásticos) que no siempre coincidían.
El principio del uti possidetis juris permitió establecer fronteras ciertas y estables en la mayor parte de América del
Sur y América Central. Sin embargo, en ciertas regiones su aplicación suscitó dificultades y litigios territoriales.

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BOLILLA 19
1. ACTIVIDADES MARITIMAS O FLUVIALES
Las actividades marítimas y fluviales, se hallan constituidas por la actividad o desempeño de las embarcaciones
que trasportan cosas o personas por agua. Generalmente se desplazan por aguas de distintos países, por lo que debe
estarse a lo que establecen las respectivas legislaciones de dichos países o a los tratados internacionales que rigen
la materia.
2. LOS BUQUES
Los buques se desplazan conducidos por una autoridad propia (el capitán) y llevando personas y cosas a bordo;
Los buques se clasifican en:
• Buques Públicos: los que están afectados exclusivamente a un servicio oficial y no comercial.
- Buques de guerra: a los que pertenecen a la marina de guerra de un Estado y ostentan los signos
exteriores distintivos de los buques de guerra de su nacionalidad.
- Buques encargados de un servicio publico (vigilancia aduanera, sanitaria, policial marítima y fluvial )
• Buques Privados: los que se dedican a servicios no estrictamente oficiales, cualquiera que sea la naturaleza de
su propietario.
- Buques Mercantes: los que efectúan el transporte o trasbordo de mercaderías o pasajeros y los buques
dedicados a la pesca, al remolque, etc.
- Embarcaciones destinadas al deporte o turismo
- Buques de propiedad del Estado, o fletados o requisados por el, cuando están afectados totalmente o en
parte a operaciones en carácter comercial.

3. PERSONALIDAD JURÍDICA
Todo buque posee personalidad jurídica, pues constituye una entidad que puede adquirir derechos y contraer
obligaciones a los efectos del derecho interno y el derecho internacional. Esa personalidad jurídica se individualiza
mediante la nacionalidad o bandera que un Estado le ha otorgado y por el nombre que lleva.
La nacionalidad significa que el buque esta sometido a la jurisdicción de un Estado determinado (a las leyes y su
aplicación por sus órganos administrativos y judiciales), y significa también que se halla bajo la protección del
mismo estado. La nacionalidad de prueba en los buques públicos por la bandera que enarbolan, siendo entendido
que en caso de duda basta la palabra de honor de su comandante. En los buques privados la bandera es el signo
distintivo, de la nacionalidad, pero la prueba de ésta se hace por medio de ciertos documentos de que debe estar
provisto todo buque de esta especia, llamados comúnmente “papeles de a bordo”.
Según la costumbre internacional, cada Estado especifica en sus leyes los requisitos necesarios para otorgar su
nacionalidad a un buque privado y para retirarla. Con tal fin, toma en cuenta ciertos elementos que entran según las
respectivas legislaciones ya sea conjuntamente o en parte y en medida diversa: la nacionalidad del capital, oficiales
y demás tripulantes; la nacionalidad de los propietarios del buque; el lugar de construcción.
La nacionalidad queda obtenida mediante la inscripción del buque en la matricula y un puerto determinado. El
nombre del buque es registrado por el Estado que le otorga su nacionalidad y no puede ser cambiado sin permiso y
nuevo registro. Este debe estar en un punto visible de la proa o de la popa del buque.
Los buques privados gozan en el país de su bandera dos privilegios exclusivos: la navegación de cabotaje y la
pesca y caza en aguas territoriales.

4. EL DERECHO DE NAVEGACION
En tiempos de paz, el derecho de navegación es hoy universalmente reconocido a los buques de todas las banderas;
pero ese derecho se ejerce en grado diverso, en el alto mar, en el mar territorial y en las aguas interiores de los
estados extranjeros. Todos los estados con o sin litoral tienen el derecho de navegar en alta mar los buques que
enarbolen su bandera.
En tiempos de guerra, el derecho de navegación se ve restringido considerablemente, no solo por la circunstancia
de que la alta mar, así como el mar territorial y las aguas interiores de los estados beligerantes, son teatro de las
hostilidades y el litoral enemigo puede ser bloqueado, sino también porque dichos estados ejercen en todas esas
aguas el derecho de visita y apresamiento. Estas restricciones, por muy graves que sea, constituyes excepciones
temporarias a las reglas que rigen la navegación en tiempos de paz.

5. NAVEGACION EN EL MAR TERRITORIAL DEL ESTADO EXTRANJERO


Como consecuencia del principio de la libertad de los mares y de la necesidad común de facilitar la navegación, ha
quedado establecido que los buques, cualquiera que sea su especie y bandera, pueden transitar en el mar territorial
extranjero, no solo por la circunstancia de entrar a puerto o salir de él, sino también siempre que lo estimen útil en
el curso de su viaje. Este derecho esta subordinado a la condición de que no perjudique al estado costero, y por ello
se conoce con el nombre de “transito inocuo o paso inocente”.

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El transito inocuo supone el paso sin estacionamiento, salvo detención impuesta por accidentes eventuales de la
navegación, como bruma, varadura, o avería. Éste derecho esta subordinado a las reglamentaciones que el estado
costero establezca.
El paso para que sea inocente no debe perjudicar la paz, o el orden o la seguridad del estado ribereño, y debe
hacerse conforme a la convención y otras reglas del derecho internacional. Los barcos de pesca extranjero que no
cumplan con las disposiciones pertinentes, se considerará que afecta el paso inocente. El estado ribereño puede
tomar las medidas necesarias para impedir, todo paso que no sea inocente.
6. CASO DEL CANAL DE CORFÚ
En mayo de 1946, baterías albanesas (conjunto de piezas de artillería dispuestas para hacer fuego) hicieron fuego
sobre dos cruceros británicos que estaban atravesando aguas territoriales albanesas en el Canal de Corfú, en una
zona que había sido un campo minado alemán ya levantado durante la guerra. En la correspondencia diplomática
que siguió Albania sostuvo que barcos de guerra extranjeros no gozaban de derecho de paso inocente en su mar
territorial, sin su autorización. Gran Bretaña, por el contrario, sostuvo en esta correspondencia que tenia derecho de
paso por esas aguas del canal y que si las baterías costeras albanesas en un nuevo pasaje, abrían el fuego, los barcos
británicos contestarían. En octubre de 1946, el gobierno británico, con el objeto de probar las actitudes albanesas,
envió 2 cruceros y 2 destroyers a través del canal de Corfú. Los barcos tenían sus tripulaciones listas para contestar
el fuego, pero sus cañones estaban en posición normal, apuntando a proa y popa, y no hacia las costas. Durante el
paso dos destroyers fueron dañados por minas, en la zona que había sido barrida anteriormente, con perdidas de
vida. En noviembre de 1946 en canal de Corfú fue limpiado de minar por barreminas británicos, se sacaron 22
minas del tipo alemán, recientemente colocadas según los expertos británicos. El asunto fue llevado a la Corte
Internacional de Justicia en la Haya, y sobre este caso hubo 3 fallos: el primero sobre la jurisdicción de la corte; el
segundo sobre el fondo de la controversia; el tercero, sobre el monto de los daños que Albania debería pagar a Gran
Bretaña.
La Corte dictaminó que aunque no existía prueba concluyente de que Albania había colocado las minas, era
responsable por no haber anunciado su existencia, de las que debería tener conocimiento, por su supervisión del
estrecho. También sostuvo que Gran Bretaña no había violado la soberanía Albania al enviar los barcos a través
del estrecho, sin su autorización.
7. NAVEGACION DE CABOTAJE
Según lo ha establecido la costumbre internacional, todo Estado tiene el derecho, salvo estipulación expresa en
contrario, de reservar para los buques de su bandera la navegación de cabotaje.
En la mayoría de los países se considera navegación de cabotaje la que se efectúa entre puertos o costas nacionales
del mismo Estado; pero algunos consideran cabotaje la navegación entre puertos situados en regiones geográficas
mas extensas, comprendiendo las posesiones o colonias (España, EE.UU., Francia, etc.); o bien definen el cabotaje
por el tonelaje de las embarcaciones empleadas (Dinamarca).
8. LA EXPLOTACION DE LAS COSTAS, DEL LECHO DEL SUBSUELO:
8.1 EL ALTA MAR
En la alta mar los buques de todas las banderas pueden realizar la explotación de las aguas, es decir, la pesca y la
caza de ballenas, focas, lobos marinos y demás especies útiles, así como la explotación de ciertas riquezas naturales
que se encuentran en yacimientos fijos en la rocas o en el lecho: ostras, perlas, corales, esponjas, ámbar, etc.
A causa del desarrollo de procedimientos modernos de efectuar la gran pesca, como la pesca con radas, con buques
usinas y frigoríficos, y también por emplearse métodos irracionales, las reservas de peces en ciertas zonas han
disminuido considerablemente. De allí que se imponen ciertas medias restrictivas para evitar la sobrepesca, ya que
este derecho no es absoluto e ilimitado.
8.2 EN AGUAS TERRITORIALES E INTERIORES
El Estado local tiene el derecho de reservar para sus nacionales la pesca y la caza, así como la explotación de los
yacimientos fijos en el lecho o subsuelo. La costumbre internacional lo ha establecido así, entendiendo que, a las
poblaciones costeras interesa especialmente explotar y conservar esas riquezas. Los Estados co-ribereños en ríos o
lagos pueden convenir la pesca en común en esas aguas.
9. JURISDICCION EN LOS BUQUES PRIVADOS
Los buques privados se hallan, en cuanto a la jurisdicción aplicable, en condición distinta a los públicos. Ello se
debe a varias causas:
- son meramente comerciales o por lo menos de interés privado
- su tripulación no está sometida al régimen militar
- son generalmente de propiedad de personas privadas.
Todos los actos que se realizan en alta mar a bordo de un buque privado, están sometidos, en principio, a la
jurisdicción del Estado de la bandera, ya se trate de actos de carácter civil (nacimientos, defunciones, contratos,
matrimonios, etc.) o de naturaleza penal (delitos o infracciones) y cualquiera que sea la nacionalidad de las
personas participantes.

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Además, todo Estado ejerce en la alta mar, por medio de sus naves de guerra, de modo permanente y exclusivo, un
derecho de protección y de policía sobre los buques de su bandera. Un buque de guerra podrá proceder al registro
de un buque que tenga en realidad la misma nacionalidad de aquel, aunque haya izado una bandera extranjera o se
halla negado a izar bandera. Existen 4 excepciones donde no se halla la soberanía exclusiva de un Estado sobre su
buque:
- la represión internacional de la piratería
- el derecho de persecución ininterrumpida.
- El derecho de registro
- Detención en caso de trafico de esclavos

DERECHO DE PERSECUCIÓN ININTERRUMPIDA


El estado ribereño podrá emprender la persecución de un buque extranjero cuando tenga motivos fundados para
creer que ha cometido una infracción de sus leyes y reglamentos. No cualquier infracción da lugar al derecho de
persecución, debe tratarse de la violación de ciertas normas importantes, como las leyes de inmigración o actos de
contrabando; si por el contrario la violación fuera de carácter menor, como errores de reglamentos de navegación,
no habría lugar a dicho derecho de persecución. También la sospecha de infracción lleva al derecho de persecución.
En caso de que la persecución no sea justificada, se dispone el resarcimiento de todo perjuicio o daño que haya
sufrido el buque extranjero por dicha detención o intercepción.
El derecho de persecución puede ser indefinido en cuanto tiempo y siempre que tenga lugar en alta mar, pero no
puede continuarse en el mar territorial de otro estado. Para llevar a cabo la persecución pueden intervenir: buques
de guerras o aeronaves militares u “otros buques” o aeronaves al servicio del gobierno, especialmente autorizados
para tal fin.

10. LA AERONAVEGACIÓN
Fue reglamentada desde sus comienzos en el siglo XX por el derecho interno de cada estado, pero sus
disposiciones resultaron insuficientes por tratarse de un medio de transporte que pronto llego a utilizarse con gran
ventaja en las comunicaciones internacionales. Algunos estados concertaron al respecto tratados bipartitos con
países vecinos. Entre tanto, la aeronavegación habiéndose desarrollado prodigiosamente, requirió acuerdos más
amplios, convenciones de carácter multilateral que unieran a todos los continentes.

11. CONDICION JURÍDICA DE LAS AERONAVES


Se consideran aeronaves todos los aparatos de transporte que utilizan el aire como elemento de sustentación y
traslación, ya sea mas livianos o mas pesados que el aire, sea con o sin motor y ya se posen en la tierra o sobre las
aguas: globos de aire, globos dirigibles, aviones, hidroaviones, helicópteros, etc.
La Convención de Paris de 1919 distingue entre aeronaves de Estado y aeronaves Privadas; la Convención de
Chicago 1944, clasifica la aeronave en dos clases: Civiles y de Estado (utilizados en servicios militares, aduaneros
o policiales).
La nacionalidad de las aeronaves es la del Estado en que estan matriculadas. Las aeronaves privadas se
individualizan por una “marca de nacionalidad”, constituida para cada estado por una o dos letras mayúsculas
determinadas; por el “distintivo de matricula” formado por un segundo grupo de tres o cuatro letras mayúsculas y
por la indicación del nombre y domicilio del propietario. Además cada aeronave debe llevar a bordo un certificado
de matricula, lista de pasajeros y manifiesto de carga, etc. Las aeronaves públicas se caracterizan solo por los
colores nacionales pintados en sus alas.

12. LA CIRCULACION AEREA INTERNACIONAL


Las normas que rigen la circulación aérea internacional se aplican únicamente al tiempo de paz y difiere según se
trate del espacio aéreo situado sobre la alta mar o sobre el territorio de otro estado, ya sea marítimo o terrestre.
La circulación aérea sobre la alta mar esta abierta a todas las aeronaves, sin distinción de clase o nacionalidad.
En el espacio aéreo situado sobre el espacio terrestre, el mar territorial o las aguas interiores, la circulación aérea
esta subordinada a los derechos del respectivo Estado subyacente o costero, dado que allí ejerce soberanía.
El derecho de transito inocuo por el espacio aéreo sujeto a la jurisdicción nacional por aeronaves extranjeras es
acordado mediante acuerdos multilaterales o bilaterales, que establecen las condiciones de su otorgamiento. Dicho
derecho no surge de normas del derecho internacional general, que se limita a establecer la soberanía del Estado
subyacente sobre el espacio aéreo. Las aeronaves de Estado podrá sobrevolar sobre el territorio de otro Estado o
aterrizar en el, cuando haya obtenido autorización para esto.
Si la aeronave no se dedica a servicios internacionales de itinerario fijo y no tuviere fines comerciales, tendrá
derecho a hacer vuelos o transitar sin hacer escalas o hacerlas en el territorio de otra parte contratante, sin obtener
permiso previo, pero tendrá que aterrizar si así lo solicita el Estado sobre el que vuela.

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La Convención sobre Aviación Civil Internacional (Chicago 1944) es la madre ley sobre la aviación internacional.
Esta convención creó además la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI). Su sede se estableció en
Montreal, Canadá. En cuanto a las tarifas aéreas, se estableció la Internacional Air Transport Association (IATA),
una organización no gubernamental interempresaria que ejerce considerable influencia en el tráfico aéreo.
13. RESPONSABILIDAD AÉREA
Las normas de responsabilidad aérea estan contenidas en la Convención de Varsovia de 1929 llamada
“Convención para la unificación de determinadas reglas relativas al transporte aéreo internacional” y en la
Convención de Roma de 1952 sobre “daños causados por aeronaves extranjeras o terceros en la superficie”.
La Convención de Varsovia fue modificada sucesivamente por el Protocolo de la Haya de 1955, el Convenio
Complementario de Guadalajara de 1961 y el Protocolo de Guatemala de 1971. Estas convenciones contienen
normas de derecho internacional privado. Los tribunales competentes son tribunales nacionales, ya sea el del
domicilio del transportador o del lugar de destino o donde ocurrió el daño.
En cuanto a la responsabilidad, el sistema establece que en caso de que un pasajero sufra daño por muerte o
lesiones corporales, o por destrucción, perdida o avería de equipajes o mercancías, o por retraso en el transporte
aéreo, el transportador será responsable sobre la pase de una presunción juris tantum, es decir salvo que el
transportado pruebe que él o sus representantes adoptaron todas las medidas necesarias para evitar el daño.
La responsabilidad será atenuada o descartada por el tribunal nacional, conforme a los preceptos de su propia ley,
si la persona lesionada contribuyo al daño o lo produjo.
14. JURISDICCION SOBRE LAS AERONAVES
Las aeronaves militares, donde quieran que se encuentren estan sometidas a la jurisdicción exclusiva de los
tribunales y autoridades del país de su nacionalidad. En el extranjero estas aeronaves gozan de inmunidad de la
jurisdicción local.
Las aeronaves civiles que se encuentran en el territorio o el espacio aéreo de un estado extranjero, y las personas o
cosas a bordo de ellas, estan sometidas a la jurisdicción de dicho estado. Sin embargo el estado de la nacionalidad
de la aeronave puede ejercer jurisdicción concurrente.
Las aeronaves que sobrevuelan la alta mar o la zona económica exclusiva de otro estado estan sujetas a la
jurisdicción del Estado de su nacionalidad.
En 1963, se celebró en Tokio una Convención sobre crímenes y ciertos actos cometidos a bordo de aeronaves. La
convención determina cuál es el país que tiene jurisdicción para conocer de los delitos cometidos a bordo de una
aeronave en vuelo. En principio, esta jurisdicción corresponde al Estado de matricula de la aeronave.
La Convención de la Haya tipifica la figura delictual, que dice: “Comete un delito toda persona que a bordo de una
aeronave en vuelo:
- ilícitamente, mediante violencia, amenaza o cualquier forma de intimidación se apodere de tal aeronave, ejerza el
control de la misma.
- sea cómplice de la persona que cometa o intente cometer tales actos

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BOLILLA 20
1. LOS ÓRGANOS DEL ESTADO EN SUS RELACIONES EXTERIORES
Los órganos de las relaciones exteriores son órganos del Estado por medio de los cuales éste mantiene relaciones
con otros Estados u otros sujetos de derecho internacional. Estos órganos pueden ser internos o externos.
Los órganos internos se encuentran en el territorio del Estado. Son: el Jefe de Estado, el Jefe de Gobierno y el
Ministro de Relaciones Exteriores.
Los órganos externos son las misiones diplomáticas, los cónsules y otros representantes.

2. LOS JEFES DE ESTADO


El Jefe de Estado (Rey, Presidente de la República) es la persona que ejerce y representa con carácter supremo
el poder público que rige un Estado. Inviste la plena representación de su país en las relaciones internacionales.
Al asumir el poder, el Jefe de Estado dirige sendas cartas autógrafas a los demás jefes de Estado comunicándoles el
acontecimiento. Si la accesión al poder es consecuencia de un cambio de régimen institucional, la contestación a la
referida notificación puede importar el reconocimiento del nuevo gobierno.
El Jefe de Gobierno (Presidente, Primer Ministro) goza también de algunas competencias internacionales como la
de celebrar tratados y la de representar a su país en reuniones y organizaciones internacionales.

3. FUNCIONES
El origen del cargo, así como el titulo y las atribuciones del jefe de Estado, estan regidos por el derecho interno.
Esas materias son ajenas al derecho internacional; para éste el jefe de Estado es la persona que encabeza el poder
publico. Pero hay ciertos actos del jefe de Estado son de naturaleza internacional:
- posee la representación exterior del Estado, pero normalmente delega su ejercicio en su ministro de RR.EE. o
en el representante diplomático acreditado en el respectivo Estado extranjero;
- reconoce a los representantes diplomáticos que los Estados extranjeros acreditan ante él y puede tratar con ellos
(aunque en general delega tal función al Ministro de RR.EE.)
- envía funcionarios consulares al exterior y admite los de otros países;
- concierta tratados o se adhiere a ellos, los ratifica y los denuncia;
- formula declaraciones de guerra y estipula la paz
Algunas de estas funciones son compartidas, en el orden interno, con otros poderes u órganos del Estado, según lo
disponga el derecho local; pero en definitiva es el jefe de Estado quien las ejerce del punto de vista internacional,
ya sea por sí mismo o en forma delegada.

4. CEREMONIAL
El Estado que recibe en su territorio a un Jefe de Estado extranjero debe acordarle el tratamiento condigno con el
cargo que inviste. El ceremonial respectivo se inspira en todos los países (aun cuando hay diferencias de detalle) en
el propósito de tratar por igual a todos los jefes de estado. Han desaparecido las distinciones de rango que se hacían
entre los que ostentaban titulo de emperador, rey, o presidente, y se han suprimido los “honores reales”.
El jefe de Estado se propone realizar un viaje no oficial por territorio extranjero y desea sustraerse a las fatigas del
protocolo, hace informar que viajar de incógnito. El país referido se limita a adoptar las medidas necesarias para
hacer efectivo el incógnito, así como la seguridad personal del huésped.

5. INMUNIDADES Y PRIVILEGIOS
La costumbre internacional ha establecido que el jefe de Estado, así como su familia, y el sequito oficial, gozan en
territorio extranjero de ciertas inmunidades, que consisten en la inviolabilidad de su persona y en la exención de
jurisdicción local, y de privilegios que importan la exención de determinados impuestos. Las inmunidades tienen
por base la necesidad de que el jefe de Estado disponga de entera independencia y los privilegios estan abonados
por razones de reciproca cortesía.
En virtud de la inviolabilidad, se debe reprimir toda ofensa, daño o violencia, tanto de parte de las autoridades,
como de la población, contra la persona o los efectos de un jefe de Estado extranjero. Ello comprende también los
agravios de carácter moral, ya sea que el jefe de Estado se encuentre en el país o fuera de el, pues tales hechos
afectan al gobierno que preside, y el Estado que no los previene o reprime, incurre en responsabilidad.
La exención de jurisdicción en materia penal es absoluta y alcanza a la persona, residencia, y los efectos. Pero la
exención de jurisdicción civil plantea algunos problemas. Sin duda, el Jefe de Estado extranjero no puede ser
demandado, en su carácter de tal, sin afectar su personalidad oficial y por tanto los intereses del Estado; y no hay
tampoco duda que si el Jefe de Estado demanda, a titulo personal, a otro individuo, la jurisdicción local procede,
porque el se somete voluntariamente a ella.
Por motivos de cortesía, se exime al jefe de Estado extranjero el pago de impuestos directos y de tasas, excepto los
impuestos y tasas sobre inmuebles que tenga a titulo personal y sobre las sucesiones en que fuese parte. Las

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inmunidades y privilegios régimen aun cuando el jefe de Estado viaje “de incógnito”, pues ésta solo exime las
reciprocas obligaciones protocolares, pero no la personalidad del jefe de Estado.
Los privilegios e inmunidades de los jefes de Estado tienen el carácter de normas consuetudinarias.
En algunos Estados de acuerdo con su estructura constitucional el jefe de Estado es también jefe de Gobierno. En
este caso, el derecho internacional considera que sus funciones internacionales tienen la misma naturaleza de los
jefes de Estado, y por esto se les acuerda similares inmunidades y privilegios.

6. EL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES


El ministro de Relaciones Exteriores (Ministro de Asuntos Extranjeros, Secretario de Estado) lleva a efecto la
política exterior de su país, y mantiene las relaciones con Estados extranjeros. Actúa bajo la dirección del Jefe
del Estado o del Jefe de Gobierno o del parlamento, según sea el caso de acuerdo a la constitución.
Funciones
- mantener contactos con diplomáticos extranjeros;
- dar instrucciones a los diplomáticos nacionales;
- participar en la celebración de tratados;
- representar ocasionalmente al país en conferencias y organizaciones internacionales
A los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de Relaciones Exteriores que visitan oficialmente otro país, se
les debe brindar protección y respetar su dignidad. Ellos gozan en el extranjero de privilegios e inmunidades
análogos a los de los agentes diplomáticos, y les son aplicables la Convención sobre Misiones Especiales, de 1969,
y la Convención sobre la Prevención y el Castigo de Delitos contra Personas Internacionalmente Protegidas, de
1973.
Las declaraciones oficiales que formulen, en un contexto internacional, pueden crear obligaciones internacionales
para el Estado que representan.

7. EL MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES EN EL PARAGUAY


Después de la postguerra de 1879, el Paraguay dicto varios reglamentos para cónsules. En relación al Ministro de
Relaciones Exteriores, por decreto del Poder Ejecutivo de 1903, fue establecida la organización y reglamento del
Ministerio. En 1941 se establece el Estatuto Orgánico y Reglamento Interno del Ministerio de RR.EE, que a su vez
se sustituye en 1946 por el Estatuto Orgánico del Ministerio de RR.EE. y Culto.
Este ministerio esta regido por varias normas:
a. la Constitución Nacional, Art. 238 y 242
b. Reglamento Interno del Ministerio de Relaciones Exteriores
c. Estatuto Orgánico del Ministerio de RR.EE. y Culto.
d. Ley Nº 219/1970, “establece la carrera diplomática y consular”
e. Decreto Nº 24.450/1972 “reglamenta la ley nº 219 ”
f. Ley Nº 200/1970 “establece el estatuto del funcionario publico”
g. Decreto Nº 16.567/1993 “establece normas complementarias al decreto 24.450, para el ingreso y ascenso del
Escalafón de la Carrera Diplomática y Consular de la Republica”
En el Paraguay, no existe una Ley de Ministerios que regule las funciones específicas que correspondería a cada
uno de ellos. Es así, que la función del Ministerio de RR.EE. en un régimen democrático, pero fuertemente
presidencialista, está en manos del que ejerce el Poder Ejecutivo de la Nación.
La Organización jerárquica del Ministerio de RR.EE, es la siguiente:
- Ministro, Subsecretarios, Directores Generales, Directores, Jefes de División, Vice Director, Funcionarios.
El Servicio Exterior. De acuerdo con el arto 3º del reglamento Interno, son:
- Las embajadas de la República;
- Los Consulados;
- Las Representaciones Permanentes ante los Organismos Internacionales.

8. CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES DIPLOMÁTICAS (1961)


Aunque desde antiguo existía entre las naciones la practica de acreditar y de recibir representantes para tratar
asuntos determinados, fue la República de Venecia la que inauguró la institución de las misiones diplomáticas
permanentes en el siglo XVI. En los siglos siguientes la institución se generaliza y adquiere caracteres definidos.
La principal fuente del derecho diplomático contemporáneo es la Convención de Viena sobre Relaciones
Diplomáticas de 1961, que codificó y desarrolló las reglas consuetudinarias vigentes en este campo. Sus reglas han
sido aceptadas por naciones de todas las creencias, culturas y persuasiones políticas.
Esta Convención entró en vigor el 24 de abril de 1964.

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9. LOS AGENTES DIPLOMÁTICOS
Son agentes diplomáticos las personas que ejercen la representación oficial de un Estado en otro Estado, ya
sea de modo general y permanente, o bien en carácter ad hoc. La facultad de enviar y recibir agentes
diplomáticos pertenece a los Estados, se llama respectivamente derecho de legación activo y pasivo.
El derecho de legación es ejercido acreditando a un agente diplomático, el cual es llamado “jefe de misión”, que
está acompañado de “miembros de la misión” que estime necesario: consejeros, secretarios, agregados comerciales,
militares, navales, etc.
El conjunto de los jefes de misión acreditados ante un gobierno constituye el “cuerpo diplomático”, que tiene a su
frente como “decano” al nuncio o al jefe de misión mas antiguo en el lugar dentro de los de mayor jerarquía. Esa
entidad no ejerce funciones políticas, sino puramente protocolares.
El establecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados y el envío de misiones diplomáticas permanentes se
efectúan por consentimiento mutuo. Las misiones diplomáticas son las intermediarias regulares y permanentes
entre el Estado que representan y el Estado que las recibe.
El personal de la misión diplomática comprende:
- el personal diplomático (Embajador, Consejeros, Secretarios, Agregados Militar, Naval, Aéreo, Cultural, etc.);
- el personal administrativo y técnico (secretarios, traductores, etc.);
- el personal doméstico (chóferes, jardineros, empleadas).

9.1 CATEGORÍAS
Los agentes diplomáticos pueden ser permanentes o ad hoc. Entre los agentes diplomáticos permanentes, la
Convención sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, divide los jefes de misión en tres clases:
a) Embajadores o Nuncios acreditados antes los jefes de Estado, y otros jefes de misión de rango equivalente;
b) Enviados, Ministros o Internuncios acreditados antes los jefes de Estado;
c) Encargados de Negocios acreditados ante los ministros de Relaciones Exteriores.
Los agentes diplomáticos ad hoc son acreditados para un asunto determinado, ya puramente protocolar (visita de
cortesía, celebración de un acontecimiento, etc.), o bien para realizar una negociación circunstancial de carácter
político, económico, etc. Se les inviste por lo general, con el titulo correspondiente a una de las dos primeras
categorías; y si deben desempeñar sus funciones en una conferencia internacional se les titula de delegados, en
cuyo caso su carácter diplomático proviene del hecho de estar munidos de plenipotencia.

10. DESIGNACIÓN E INVESTIDURA LOCALES DE LA MISIÓN


La costumbre internacional ha establecido, como requisito previo para la designación de un jefe de misión
diplomática, consultar confidencialmente al gobierno ante el cual ha de ser acreditado, si el candidato es “persona
grata”. El gobierno consultado puede responder en sentido negativo sin que por ello tenga que expresar motivos en
que se funda. No se requiere igual consulta para la designación de los demás funcionarios que integren el personal
oficial de la misión diplomática, que el Estado acreditante podrá nombrar libremente. En el caso de agregados
militares, navales o aéreos, el Estado receptor podrá exigir que se le sometan de antemano sus nombres para su
aprobación.
En cuanto a la nacionalidad del agente diplomático, se dispone que en principio los miembros del personal
diplomático sean de nacionalidad del estado acreditante, pero podrán designarse personas que tengan la
nacionalidad del Estado receptor, con el consentimiento de este Estado, que podrá retirarlo en cualquier momento.
Los jefes de misión de las dos primeras categorías, acreditan su carácter con las “cartas credenciales”, documento
en el cual el jefe de Estado que lo envía manifiesta al jefe de Estado de destino que ha resuelto designar ante él en
carácter de embajador (o ministro, en su caso) a la persona cuyo nombre indica, y en consecuencia le ruega que le
preste entero crédito a cuanto exprese y haga como tal. En caso de ser encargados de negocios, se acreditan, si son
permanentes, por medio de una “carta de gabinete”, documento análogo al anterior pero subscripto por el ministro
de RR.EE. y dirigido a su colega del paso de destino. No hay que confundirlo con el encargado de negocios ad
interim, diplomático que reemplaza provisoriamente al Jefe de la Misión; éste queda acreditado por medio de una
nota firmada por el jefe de misión que transitoriamente se ausenta.
Los “plenos poderes” o “plenipotencia” son un documento mediante el cual el jefe de Estado autoriza a
determinado agente diplomático (ya sea permanente o ad hoc) a realizar tal o cual negociación diplomática o a
participar en una conferencia de esta especie, y en ambos casos a suscribir acuerdos que correspondan. Puede estar
contenidos en las “cartas credenciales” o pueden ser especiales.
Las “instrucciones” que el agente diplomático recibe se su gobierno no son documento habilitantes sino directivas
para el desempeño del cargo, que se le dan con carácter reservado. La personería del agente diplomático, así como
la extensión de sus facultades, surgen únicamente de las “cartas credenciales” y de los “plenos poderes”
Los Nuncios son Jefes de Misión de la Santa Sede que tienen la categoría de embajadores. En los países católicos el
Nuncio tiene precedencia protocolar sobre los demás Jefes de Misión y es el Decano del Cuerpo Diplomático. En
cuanto a “otros jefes de misión de rango equivalente”, se comprende a los Altos Comisionados, que se acreditan

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entre miembros de la Commonwealth y los Pronuncios, que la Santa Sede acredita en aquellos países que no
reconocen al Nuncio como Decano del Cuerpo Diplomático.

11. LOCALES DE MISION


Normalmente la misión diplomática se instala en la sede de gobierno del Estado receptor, pero para establecer
oficinas que formen parte de la misión en otras localidades diferentes de la sede principal, se necesitan el
consentimiento del Estado receptor.
A los efectos del mejor funcionamiento de la misión, el Estado receptor deberá facilitar el Estado acreditante la
adquisición de locales necesarios para el funcionamiento de la misión diplomática. Cuando esto no sea posible,
como ocurre en países donde los Estados extranjeros no pueden adquirir propiedad inmueble, el Estado receptor
deberá ayudar a obtener alojamiento de otra manera. Dicho Estado deberá ayudar también a obtener alojamiento
adecuado para los miembros de la misión diplomática.

12. FUNCIONES
Las funciones de una misión consisten principalmente en:
- Misión de representación: representar al Estado acreditante ante el Estado receptor;
- Misión de protección: proteger en los intereses de su país y los de sus nacionales, dentro de los límites
permitidos por el derecho internacional;
- Misión de negociación: negociar con el gobierno del Estado receptor;
- Misión de observación e información: enterarse por todos los medios lícitos de las condiciones del Estado y
evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al Estado acreditante;
- Fomentar las relaciones amistosas, económicas, culturales y científicas entre ambos Estados.

13. INMUNIDADES Y PRIVILEGIOS PERSONALES


El agente diplomático no se ha instalado con fines personales, sino que ha sido enviado para desempeñar una alta
representación política; es indudable entonces que éste no podría desempeñarse si estuviera subordinado a las
autoridades de su persona. Por esto, las inmunidades y privilegios se fundan en la necesidad de asegurar su libertad
e independencia en el ejercicio de sus funciones.
Las inmunidades y privilegios diplomáticos comprenden al jefe de Estado y a los otros miembros del personal
diplomático, como también a los miembros de la familia de un agente diplomático, siempre que no sean nacionales
del Estado receptor y formen parte de la casa del agente.
Los miembros del personal administrativo y técnico y sus familiares siempre que no sean nacionales y formen parte
de la casa, gozaran también de los mismos privilegios e inmunidades de los agentes diplomáticos, salvo que la
inmunidad de jurisdicción civil y administrativa no se extenderá a actos realizados fuera del ejercicio de sus
funciones. Los miembros del personal de servicio, es decir, empleados del servicio domestico de la misión, pero no
sus familiares y siempre que no sean nacionales, ni residan permanentemente en el Estado receptor, gozan de
inmunidad por actos realizados en el ejercicio de sus funciones, de exención de impuestos y gravámenes por sus
salarios y estan exentos de las disposiciones de seguridad social del Estado receptor.
En el presente siglo, las inmunidades y privilegios diplomáticos se han extendido, mediante estipulaciones
contractuales y por el mismo motivo de asegurar su independencia, a algunos funcionarios internacionales.
- La inviolabilidad de su persona
“La persona del agente diplomático es inviolable”. Ello significa que no puede ser objeto de actos de coercion por
parte del Estado receptor, como tampoco de ninguna forma de detención o arresto. Mas aun, debe gozar de una
protección mayor, por representar un Estado extranjero, que el resto de los habitantes contra actos de violencia o
insulto. En Estado receptor de tratará con el debido respeto y adoptara todas las medidas adecuadas para impedir
cualquier atentado contra su persona, su libertad o su dignidad. La residencia particular, sus bienes y documentos
gozan de inviolabilidad también; los funcionarios locales no pueden entrar a su residencia sin autorización; y sus
bienes, tales como automóviles y cuentas bancarias, no pueden ser objeto de embargo o de otras medidas de
ejecución. En caso de que un agente diplomático sea sorprendido en flagrante delito de agresión o en otra
infracción grave, podría ser brevemente detenido por la policía del Estado para fines preventivos.
- La inmunidad de jurisdicción local
La inmunidad de la jurisdicción local impide que los agentes diplomáticos sean sometidos a juicio, tanto en materia
penal, civil o administrativa, o sean objeto de medidas de ejecución.
La inmunidad de la jurisdicción penal es absoluta, no admite excepción alguna. No pueden, por lo tanto ser
procesados o sancionados por los tribunales locales por los delitos o faltas que ellos cometan. Por el contrario, la
inmunidad de jurisdicción civil y administrativa tiene 3 excepciones: 1) si se trata de una acción real sobre bienes
inmuebles particulares radicados en el territorio del Estado receptor, a menos que el agente diplomático los posea
por cuenta del Estado acreditante para los fines de la misión; 2) caso de una acción sucesoria en la que el agente
diplomático figure, a título privado y no en nombre del Estado acreditante, como ejecutor testamentario,

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administrador, heredero o legatario; 3) caso de una acción referente a cualquier actividad profesional o comercial
ejercida por el agente diplomático en el Estado receptor, fuera de sus funciones oficiales.
Los agentes diplomáticos además, no estan obligados a comparecer como testigos ante los tribunales del Estado
receptor. La inmunidad no exime al agente de cumplir con las leyes del Estado receptor.
El Estado acreditante puede renunciar expresamente a la inmunidad de jurisdicción de que gozan sus agentes
diplomáticos y demás personal de la misión. La renunciar a la inmunidad de jurisdicción respecto de las acciones
civiles o administrativas no comprende la renuncia a la inmunidad en cuanto a la ejecución del fallo, para lo cual es
necesario una nueva renuncia.
- Otras prerrogativas: exención de impuestos directos
Los agentes diplomáticos gozan, además, de otras prerrogativas, como una amplia exención de impuestos y la
exención de derechos de aduana para la internación de objetos destinados a su uso personal o al de su familia. Esto
es un privilegio que se funda en motivos de cortesía, y se práctica sobre la base de reciprocidad. Estos privilegios e
inmunidades se extienden también a los miembros de la familia del agente que formen parte de su casa, siempre
que no sean nacionales del Estado receptor.

14. INMUNIDADES Y PRIVILEGIOS DE LA MISIÓN


Estos privilegios e inmunidades se fundan sobre el principio de que la misión diplomática debe funcionar sin
trabas, ni presiones que impidan el cumplimiento de sus objetivos lícitos.
Una concepción que remonta Grocio, trata de explicar los privilegios e inmunidades, mediante la ficción de la
extraterritorialidad, es decir, como si se hallara fuera del territorio. Según ella, aunque el agente diplomático está
físicamente presente en el territorio del Estado receptor, continua residiendo, para todos los efectos legales, en el
territorio del Estado que representa; y los edificios ocupados por la misión diplomática constituyen una parte del
territorio del Estado acreditante en el Estado receptor. La teoría de la extraterritorialidad ha sido rechazada por la
doctrina moderna por haber sufrido muchos abusos. Una teoría más reciente, la recogida por la Convención de
Viena, ve la razón de los privilegios e inmunidades diplomáticas en la necesidad de “garantizar el desempeño
eficaz de las funciones diplomáticas en calidad de representantes de los Estados”.
- La inviolabilidad
“Los locales de la misión son inviolables”. Los agentes del Estado receptor no pueden penetrar en ellos sin el
consentimiento del jefe de la misión. El Estado receptor tiene la obligación de adoptar todas la medidas adecuadas
para proteger tales locales contra toda intrusión o daño y de evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se
atente contra su dignidad. También son inviolables los archivos y documentos de la misión, dondequiera que se
hallen.
Tampoco puede tener lugar ningún registro, requisa, embargo o medida de ejecución en los locales de la misión, su
mobiliario y demás bienes situados en ello, así como los medios de transporte de la misión. Aun en caso de
conflicto armado debe respetarse la inviolabilidad del personal de la misión, de sus locales, de sus bienes y
archivos.
La misión tiene el derecho a la libre comunicación para fines oficiales, utilizando los medios de comunicación
adecuados, como correos diplomáticos, mensajes en clave o cifra, etc. Esta correspondencia es inviolable. Así, las
valijas diplomáticas, que no pueden contener más que objetos y documentos para uso oficial, no pueden ser
abiertas o retenidas.
- Otras prerrogativas
El Estado acreditante goza, además de exención fiscal de todos los impuestos sobre los locales de la misión de que
sean propietarios o inquilinos, salvo los que constituyan el pago de servicios particulares. Lo mismo sucederá si el
jefe de misión es propietario o inquilino de los locales de la misión. La exención fiscal no se otorgará a los
impuestos que deba pagar el particular que venda o arriende los locales de la misión.
Además, los derechos y aranceles que perciba la misión están extentos de todo impuesto o gravamen. En materia
aduanera, el Estado receptor permitirá la entrada, libre de derechos de aduana, de los objetos destinados al uso
oficial de la misión.
15. OBLIGACIONES DEL ESTADO RECEPTOR
- El Estado receptor puede, en cualquier momento y sin tener que exponer los motivos de su decisión, comunicar
al Estado acreditante que el Jefe u otro miembro del personal diplomático de la misión es persona non grata, o
que cualquier miembro de la persona de la misión no es aceptable. El Estado acreditante deberá entonces retirar
a esa persona o poner término a sus funciones. Toda persona podrá ser declarada non grata o no aceptable antes
de su llegada al territorio del Estado receptor. Si el Estado acreditante se niega a ejecutar o no ejecuta en un
plazo razonable las obligaciones que le incumben, el Estado receptor podrá negarse a reconocer como miembro
de la misión a la persona de que se trate.
- El Estado receptor deberá facilitar la adquisición de los locales necesarios para la misión, o ayudar a éste a
obtener alojamiento de otra manera. Cuando sea necesario, ayudará también a las misiones a obtener alojamiento
adecuado para sus miembros.

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- Dará toda clase de facilidades para el desempeño de las funciones de la misión.
- Garantizará a todos los miembros de la misión la libertad de circulación y de tránsito por su territorio.
- Permitirá y protegerá la libre comunicación de la misión para todos los fines oficiales
- A falta de acuerdo explícito sobre el número de miembros de la misión, el Estado receptor podrá exigir que ese
número esté dentro de los límites de lo que considere que es razonable y normal, según las circunstancias y
condiciones de ese Estado y las necesidades de la misión de que se trate. También, podrá negarse a aceptar
funcionarios de una determinada categoría.
- Tiene la obligación de adoptar todas las medidas adecuadas para proteger los locales de la misión contra toda
intrusión o daño y evitar que se turbe la tranquilidad de la misión o se atente contra su dignidad.
16. OBLIGACIONES DEL ESTADO ACREDITANTE
No se trata de obligaciones estrictamente del Estado acreditante, pero si de sus agentes diplomáticos:
- El agente diplomático no ejercerá en el Estado receptor ninguna actividad profesional o comercial en provecho
propio.
- El personal de la misión tiene la obligación de respetar las leyes locales y no podrá inmiscuirse en los asuntos
internos de ese Estado.
- Los locales de la misión no pueden ser utilizados de manera incompatible con sus funciones.
- Se notificará al Ministerio de RR.EE., o al Ministerio convenido, del Estado receptor:
a. el nombramiento de los miembros de la misión, su llegada y su salida definitiva o la terminación de sus
funciones en la misión;
b. la llegada y la salida definitiva de toda persona perteneciente a la familia de un miembro de la misión y, en su
caso, el hecho de que determinada persona entre a formar parte o cese de ser miembro de la familia de un
miembro de la misión;
c. la llegada y la salida definitiva de los criados particulares al servicio de las personas a que se refiere el inciso
y, en su caso, el hecho de que cesen en el servicio de tales personas;
d. la contratación y el despido de personas residentes en el Estado receptor como miembros de la misión o
criados particulares que tengan derecho a privilegios e inmunidades.
Cuando sea posible, la llegada y la salida definitiva se notificarán también con antelación.
- El Estado acreditante no podrá, sin el consentimiento previo y expreso del Estado receptor, establecer oficinas
que formen parte de la misión en localidades distintas de aquella en que radique la propia misión.
- El jefe de misión para asumir sus funciones en el Estado receptor debe presentar sus cartas credenciales o
comunicar su llegada y presentado copia de estilo de sus cartas credenciales al Ministerio de RR.EE. o al
Ministerio convenido.
- El jefe de misión notificará al Ministerio de RR.EE., o al Ministerio convenido, el orden de precedencia de los
miembros del personal diplomático de la misión.
- El nombre del encargado de negocios ad interim será comunicado al Ministerio de RR.EE. del Estado receptor, o
al Ministerio convenido, por el jefe de misión o, en su lugar, por el Ministerio de RR.EE. del Estado acreditante.

17. LÍMITE DE PRIVILEGIOS E INMUNIDADES


Los privilegios e inmunidades otorgados a los distintos miembros del personal de la misión, están limitados:
a) rationae personae: las inmunidades del agente diplomático que sea nacional del Estado receptor o de los que
tengan residencia permanente en dicho Estado, están limitadas a la inviolabilidad y la inmunidad de
jurisdicción por actos oficiales realizados en el ejercicio de sus funciones.
b) rationae temporis: las inmunidades y privilegios se otorgaran a los beneficiarios, mientras se encuentren en
condición oficial en el territorio del Estado receptor. Es decir, que los privilegios e inmunidades cesan en el
momento en que la persona salga del país o que expire el plazo concedido para su salida, hipótesis que se
presenta si fuera declarado persona non grata o cuando se rompieran las relaciones diplomáticas o en caso de
conflicto armado. Es decir, que aun terminadas sus funciones del miembro de la misión, ellas subsisten por un
periodo de tiempo razonable, necesario para liquidar sus asuntos y salir del territorio.
c) rationae loci: los privilegios e inmunidades son acordados, en principio, en el territorio del Estado receptor,
salvo el transito por un tercer estado. Es decir, que si el agente diplomático y los miembros de su familia
atraviesan el territorio de un tercer Estado o estuvieran en él para ir a tomar posesión de su cargo o volver al
país, dicho Estado le concederá la inviolabilidad y todas las inmunidades necesarias, al igual que la
correspondencia oficial y los correos diplomáticos.

18. FIN DE LA MISIÓN DIPLOMÁTICA


Las funciones del agente diplomático terminarán, principalmente:
-Por voluntad del Estado acreditante, cuando el Estado acreditante comunique al Estado receptor que las
funciones del agente diplomático han terminado o debe ser trasladado a otro destino;

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-Por declaratoria de persona non grata, cuando el Estado receptor comunique al Estado acreditante que, se
niega a reconocer al agente diplomático como miembro de la misión.
La misión diplomática puede terminar por:
- cierre temporal o definitivo de la misión, sin ruptura de relaciones
- por conflicto armado
- por ruptura de relaciones diplomáticas.
En todos los casos, aun existiendo conflicto armado, el Estado receptor deberá facilitar la salida del personal y de
sus familias lo mas pronto posible, poniendo a su disposición los medios de transporte. En caso de ruptura de
relaciones diplomáticas o de cierre definitivo o temporario de la misión, el Estado acreditante esta facultado a
confiar al custodia de los locales, sus bienes y archivo, así como la custodia se sus intereses y los intereses de sus
nacionales a un tercer Estado, aceptable para el Estado receptor.
19. AGENTES DIPLOMÁTICOS AD HOC
El agente ad hoc es el enviado a una misión especial. Por misión especial se entenderá una misión temporal, que
tenga carácter representativo del Estado, enviada por un Estado ante otro Estado con el consentimiento de este
último para tratar con asuntos determinados o realizar ante él un objetivo determinado. La misión tiene carácter
provisional, limitado, bilateral, representativo y consensual, pero además tiene un carácter restrictivo, pues excluye
otra forma de diplomacia ad hoc constituida por el envió de funcionarios que no son diplomáticos de profesión, que
van a tratar problemas de diversa índole, generalmente técnicos, pero sin tener carácter representativo..
La rige por la Convención sobre Misiones Especiales, del 8 de diciembre de 1969.
El consentimiento del Estado receptor debe ser obtenido previamente al envío de la misión especial y sus
funcionarios también deben ser determinados por mutuo consentimiento. Este consentimiento se solicita
normalmente por la vía diplomática, pero pueden utilizarse otros medios mutuamente convenidos.
Existen varias formas diferentes de misiones especiales:
1. envío de la misma misión especial ante dos o más Estados.
2. envío de una misión especial común por dos o más Estados
3. envío de misiones especiales por dos o más Estados para tratar una cuestión de interés común.
Si la misión es encabezada por un jefe de Estado, por un jefe de Gobierno, por un ministro de Relaciones
Exteriores u otro tipo de personalidad de rango elevado, dichas personas gozan de los privilegios e inmunidades
que el otorga el derecho internacional.
Para el sistema de nombramiento, le Estado que envía tiene la facultad de designar libremente los miembros de la
misión especial, que podrá estar integrada por uno o varios representantes y comprender personal diplomático,
administrativo, técnico y de servicio. El Estado receptor, por su parte, podrá negarse a aceptar una misión especial
cuyo número no considere razonable, además, sin dar razones, de cualquier persona como miembro de la misión
especial. También podrá declarar a cualquier representante que envía o cualquier miembro del personal
diplomático, como persona non grata.
En materia de inmunidades y privilegios, son casi idénticas tanto en lo que se refiere a la misión, como a sus
miembros. La principal diferencia consiste en que se agrega, a las excepciones sobre inmunidad de jurisdicción
civil y administrativa, la “acción por daños resultantes de un accidente ocasionado por un vehículo utilizado fuera
de las funciones oficiales de la persona de que se trate”
20. LA CONVENCIÓN DE VIENA SOBRE RELACIONES CONSULARES (1963)
Teniendo presente que han existido relaciones consulares entre los pueblos desde hace siglos, y según los
Propósitos y Principios de la Carta de la ONU relativos a la igualdad soberana de los Estados, al mantenimiento de
la paz y de la seguridad internacional y al fomento de las relaciones de amistad entre las naciones. Se estimó que
una convención internacional sobre relaciones, privilegios e inmunidades consulares contribuiría también al
desarrollo de las relaciones amistosas entre las naciones, prescindiendo de sus diferencias de régimen
constitucional y social, se garantiza a las oficinas consulares el eficaz desempeño de sus funciones en nombre de
sus Estados respectivos, afirmando que las normas de derecho internacional consuetudinario continuarán rigiendo
las materias que no hayan sido expresamente reguladas por las disposiciones de la Convención.

21. LOS FUNCIONARIOS CONSULARES


Los cónsules son funcionarios oficiales de un Estado que actúa en territorio de otro Estado, con previo
consentimiento de éste, con el fin de ayudar a sus nacionales, recoger información comercial, extender y
visar pasaportes, actuar como ministro de fe, etc. Los cónsules no son agentes diplomáticos, no representan al
Estado que los envía y, en consecuencia, no tienen carácter diplomático. Ellos son, más bien, órganos estatales de
un país que ejercen funciones en el territorio de otro Estado.
Como antecedente mas remoto de la institución consular se recuerda a los próxenos, que en las ciudades de la
antigua Grecia asumían la protección y ayuda de los conterráneos cuando llegaban a la ciudad en que ellos residían.
La institución consular es más antigua que la diplomática, pero en su forma actual data del siglo XVI. En sus
comienzos, los comerciantes de un país que desempeñaban sus actividades en otro, elegían un cónsul entre ellos

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mismos. Más tarde, los Estados establecieron servicios consultes y acreditaron cónsules de profesión en países
extranjeros. Las relaciones consulares estaban regidas por tratados bilaterales y por la costumbre internacional.
Para la implantación de la función consular, es menester el consentimiento expreso o tácito de parte del Estado
extranjero. Con ese objeto se acostumbra a estipular por medio de tratados bipartitos el derecho reciproco de
establecer consulados; en otros casos, el establecimiento de consulados se realiza de hecho en forma reciproca.
La Convención sobre Relaciones Consulares, adoptada en Viena el 24 de abril de 1963, bajo los auspicios de las
Naciones Unidas, es la que ha codificado las normas relativas a este tema.

22. ESTABLECIMIENTO DE LA OFICINA CONSULAR


El establecimiento de relaciones consulares no supone automáticamente la autorización para la apertura de una
oficina consular. La sede de la oficina consular, su clase y la circunscripción consular, las fija el Estado que envía y
deben ser aprobadas por el Estado receptor. No se puede establecer una oficina consular en el territorio del Estado
receptor sin su consentimiento. El Estado que envía no puede modificar posteriormente la sede de la oficina
consular, su clase, ni la circunscripción consular sin el consentimiento del Estado receptor. Ello se debe a que, a
diferencia de la misión diplomática que en principio debe tener una sola oficina, el Estado que envía puede
establecer varias oficinas consulares en distintas ciudades y zonas del Estado receptor, dadas sus funciones de
promoción del comercio y protección de los intereses de los nacionales, pero dicho Estado receptor, por razones de
seguridad nacional u otras que le sean propias, puede negarse a la apertura de consulados.
Si existe una sola oficina consular, ésta actúa generalmente para todo el país, pero el Estado que envía puede
establecer circunscripciones consulares si un consulado general o un consulado desea abrir un viceconsulado o una
agencia consular en una localidad diferente de aquélla en la que radica la misma oficina consular, también se
necesita del consentimiento del Estado receptor. No se puede abrir fuera de la sede de la oficina consular una
dependencia que forme parte de aquélla, sin haber obtenido previamente el consentimiento expreso del Estado
receptor.

23. CLASIFICACIÓN
En los tratados y en la práctica consular se distingue entre cónsules de profesión y cónsules honorarios.
a) Cónsules de profesión: son funcionarios permanentes del Estado que los envía, desempeñan exclusivamente
funciones consulares y tienen, en principio, la nacionalidad de dicho Estado.
b) Cónsules honorarios: ejercen otra profesión u oficio en el país en que actúan y pueden ser nacionales de ese
país. Los cónsules de profesión gozan de mayores prerrogativas que los cónsules honorarios. Los privilegios
e inmunidades establecidos en la Convención no se conceden a los miembros de la familia de un funcionario
consular honorario, ni a los de la familia de un empleado consular de una oficina consular dirigida por un
funcionario consular honorario.

Categorías de jefes de oficina consular: (éstos son nombrados por el Estado que envía y son admitidos al ejercicio
de sus funciones por el Estado receptor) Se dividen en 4 categorías:
a. Cónsules generales
b. Cónsules
c. Vicecónsules
d. Agentes consulares

24. DESIGNACIÓN E INVESTIDURA


La designación de un funcionario consular no requiere consulta previa al gobierno del Estado receptor acerca del
candidato. Los jefes de oficina consular son nombrados por el Estado que envía y son admitidos al ejercicio de sus
funciones por el Estado receptor.
La persona designada, es provista por su gobierno de un documento denominado “carta patente” que acredita su
calidad y destino. Dicho documento se transmite por vía diplomática al Estado receptor. Este documento acredita
su calidad, y extendido para cada nombramiento y en el que indica, por lo general, su nombre completo, su clase y
categoría, la circunscripción consular y la sede de la oficina consular.
Los procedimientos de nombramiento y admisión del jefe de oficina consular son determinados por las leyes,
reglamentos y usos del Estado que envía y del Estado receptor, respectivamente.
El jefe de oficina consular queda admitido para ejercer sus funciones desde el momento que el Estado receptor lo
autoriza, es decir, desde que concede el exequatur. Dicho Estado receptor puede negarse a otorgar el exequátur, sin
estar obligado a comunicar las razones de la negativa.
El jefe de oficina consular no puede iniciar sus funciones antes de haber recibido el exequátur. Hasta que se le
conceda el exequatur, el jefe de oficina consular puede ser admitido provisionalmente al ejercicio de sus funciones.
Una vez que se haya admitido al jefe de oficina consular, aunque sea provisionalmente, al ejercicio de sus
funciones, el Estado receptor está obligado a comunicar a las autoridades competentes de la circunscripción

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consular. Asimismo está obligado a velar por que se tomen las medidas necesarias para que el jefe de oficina
consular pueda cumplir los deberes de su cargo.

25. FUNCIONES
- Proteger y prestar ayuda en el Estado receptor los intereses del Estado y de sus nacionales, sean personas
naturales o jurídicas;
- Fomentar de las relaciones, especialmente las comerciales y económicas;
- Informarse por todos los medios lícitos de las condiciones y de la evolución de la vida comercial, económica,
cultural y científica del Estado receptor, e informar al gobierno del Estado que envía;
- Extender pasaportes y documentos de viaje a los nacionales del Estado que envía, y visados o documentos
adecuados a las personas que deseen viajar a dicho Estado;
- Actuar en calidad de notario, en consecuencia, autorizan y registran ciertos actos jurídicos (contratos civiles,
comerciales, marítimos, otorgamientos de mandatos, protestas, testamentos, legalización de documentos, etc.),
además pueden actuar como funcionario de registro civil;
- Velar por los intereses de los nacionales del Estado que envía, en los casos de sucesión por causa de muerte que
se produzcan en el territorio del Estado receptor;
- Velar por los intereses de los menores y de otras personas que carezcan de capacidad plena y que sean
nacionales del Estado que envía, en particular cuando se requiera instituir para ellos una tutela o una curatela;
- Representar a los nacionales del Estado que envía o tomar las medidas convenientes para su representación ante
los tribunales y otras autoridades del Estado receptor, a fin de lograr la preservación de los derechos e intereses
de esos nacionales, cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no puedan defenderlos oportunamente;
- Comunicar decisiones judiciales y extrajudiciales y diligenciar comisiones rogatoria;
- Ejercer los derechos de control o inspección de los buques que tengan la nacionalidad de dicho Estado, y de las
aeronaves matriculadas en el mismo y, de sus tripulaciones;
- Prestar ayuda a los buques y aeronaves y, también, a sus tripulaciones; recibir declaración sobre el viaje de esos
buques, encaminar y refrendar los documentos de a bordo y, efectuar encuestas sobre los incidentes ocurridos en
la travesía y resolver los litigios de todo orden que se planteen entre el capitán, los oficiales, los marineros,
siempre que lo autoricen las leyes y reglamentos del Estado que envía;

26. INMUNIDADES Y PRIVILEGIOS


Respecto a la inmunidad de los funcionarios de carrera y miembros de la oficina consular
- Inviolabilidad personal: no podrán ser detenidos o puestos en prisión preventiva, salvo casos de delitos graves o
cuando exista sentencia firme.
- Inmunidad de jurisdicción: no estarán sometidos a la jurisdicción de las autoridades judiciales o administrativas
por los actos ejecutados en el ejercicio de sus funciones consulares; el cónsul no puede ser juzgado por tales
actos ante la justicia local. En cambio, están sometidos a la jurisdicción local por los actos de carácter privado.
Las inmunidades de que gozan los cónsules son más restringidas que las que gozan los agentes diplomáticos, ya
que no tienen inmunidad de jurisdicción civil en casos de daños causados por accidentes.
Respecto a las facilidades a funcionarios de carrera y miembros de la oficina consular:
- El derecho a ser tratados con deferencia y tomar medidas para evitar atentados en su contra persona, su libertad o
su dignidad.
- Cuando se arreste o detenga preventivamente a un miembro del personal consular, o se le instruya un
procedimiento penal, el Estado receptor está obligado a comunicarlo sin demora al jefe de oficina consular.
- El agente diplomático no esta obligado a dar testimonio, pero en el caso de miembros del consulado, inclusive
los cónsules, podrán ser llamados a comparecer como testigos en procedimientos judiciales o administrativos.
Aunque no se aplicara ninguna medida coactiva o sanción. Los miembros de la oficina consular no estan
obligados a deponer en asuntos relacionados con el ejercicio de sus funciones.
Respecto a los privilegios de los funcionarios de carrera y miembros de la oficina consular:
- Se pueden negar a exhibir la correspondencia y documentos oficiales, así como podrán rehusar deponer como
expertos respecto a las leyes de su Estado.
- Estan exentos de las obligaciones sobre inscripción de extranjeros y permisos de residencia,
- Estan exentos de las obligaciones relativas a permiso de trabajo y al régimen de seguridad social.
- En materia fiscal, gozan de exención fiscal con relación a los impuestos personales o reales, con excepción de
los impuestos indirectos, los imponibles sobre inmuebles privados, sucesion, ingresos privados, hipoteca, etc.
- En materia aduanera estan exentos de derechos e impuestos, los bines destinados al uso personal del cónsul,
como también de inspección aduanera
- Estan exentos de todo servicio de carácter publico y cargas militares, como requisas, contribuciones y
alojamientos militares.
Respecto a las facilidades de la oficina consular:

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- El Estado receptor deberá conceder todas las facilidades para el ejercicio de sus funciones.
- Deberá facilitar la adquisición de los locales necesarios para su funcionamiento o ayudarle a obtenerlos de
alguna manera, así como conseguir alojamiento para los miembros.
Respecto a los privilegios de la oficina consular:
- La oficina consular, al igual que la misión diplomática, podrá usar su bandera y escudo en el local de dicha
oficina, en la residencia del jefe de la oficina consular y en sus medios de transporte oficiales.
- Los locales consulares y la residencia del jefe de la oficina copular de carrera están exentos de impuestos y
gravámenes, ya sean propiedad o alquilados por el Estado que envía. Así como de derechos de aduana los
objetos destinados al uso oficial de la oficina consular.
- Libertad de transito de los miembros de la oficina consular, salvo las zonas de acceso prohibidas por razones de
seguridad nacional
- Libertad de comunicación de la oficina consular para fines oficiales
- Facultad de la oficina consultar se percibir derechos y aranceles por sus actuaciones, que estarán exentos de todo
impuesto o gravamen.
Respecto a las inmunidades de las oficinas consulares:
- Los locales consulares gozan de inviolabilidad: las autoridades locales no pueden entrar en la parte de ellos que
se utilice exclusivamente para el trabajo de la oficina consular. Los archivos y documentos consulares son
siempre inviolables, dondequiera que se encuentren; no pueden ser examinados o registrados por las autoridades
locales bajo ningún pretexto.
- Los muebles y los bienes de la oficina consular y sus medios de transporte, no pueden ser objeto de ninguna
requisa. A diferencia de la misión diplomática, si podrán ser objeto de expropiación, pero debe evitarse perturbar
el ejercicio de las funciones consulares y se paga al Estado que envía una compensación inmediata. Debe
recordarse que la requisa es temporaria y la expropiación es definitiva.
- La oficina consular no puede ser utilizada como lugar se asilo, ya que el derecho de asilo es competencia de la
misión diplomática

27. AGENCIAS CONSULARES


Art. 69 de la Convención de Viena permite a los Estados interesados al establecimiento de “agencias consulares”
dirigidas por agentes consulares que no hayan sido designados jefes de oficina consular. Las condiciones de su
actuación serán determinadas por mutuo consentimiento.

28. FIN DE LAS FUNCIONES CONSULARES


Las funciones de un miembro de la oficina consular terminarán inter alia:
a. por la notificación del Estado que envía al Estado receptor de que se ha puesto término a sus funciones;
b. por la revocación del exequátur;
c. por la notificación del Estado receptor que ha dejado de considerar a la persona de que se trate como miembro
del personal consular.
En cuanto al procedimiento normal, es Estado que envía decide, generalmente por traslado o cierre de la oficina
consular, dar por terminadas las funciones de su personal. Pero el Estado receptor podrá declarar a un funcionario
consular persona non grata y otros miembros que no son aceptables, sin tener que dar motivos.
Aun en caso de conflicto armado, el Estado receptor deberá dar a los miembros de la oficina consular y a los
miembros del personal privado, que no sean nacionales del Estado receptor, y a los miembros de su familia que
vivan en su casa, cualquiera que sea su nacionalidad, el plazo necesario y las facilidades precisas para que puedan
preparar su viaje y salir lo antes posible, una vez que tales personas hayan terminado sus funciones. En especial,
deberá poner a su disposición, si fuere necesario, los medios de transporte indispensables para dichas personas y
sus bienes, con excepción de los adquiridos en el Estado receptor cuya exportación esté prohibida en el momento
de la salida.
Cuando terminen las funciones de un miembro de la oficina consular, cesan sus privilegios e inmunidades así como
los de cualquier miembro de su familia que viva en su casa y los de su personal privado; normalmente ello ocurre
en el momento mismo en que la persona interesada abandone el territorio del Estado receptor o en cuanto expire el
plazo razonable que se le concede para ello, determinándose el cese por la fecha más anterior, aunque subsistirán
hasta ese momento incluso en caso de conflicto armado. Los privilegios e inmunidades de su familia o personal
privado, terminan en el momento en que éstas dejen de pertenecer a la familia o de estar al servicio de un miembro
de la oficina consular. Sin embargo, cuando se dispongan a salir del Estado receptor dentro de un plazo de tiempo
razonable, sus privilegios e inmunidades subsistirán hasta el momento de su salida.

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BOLILLA 21
1. LOS TRATADOS INTERNACIONALES
En el siglo antepasado el número de tratados era relativamente reducido y en su mayoría versaban sobre temas de
carácter político; actualmente, los Estados celebran diariamente tratados sobre los temas más diversos. Esta
importancia se debe a varios factores: el papel que juegan los tratados particularmente los multilaterales, como
reemplazo de una legislación internacional, imposible por inexistencia de un parlamento internacional. En algunos
casos estos tratados permiten dar certeza a normas consuetudinarias ya existentes o modificarlas o creas nuevas o
completarlas.
Tratado es toda concordancia de voluntades entre dos o más Estados u otros sujetos de derecho
internacional, regida por este derecho, mediante la cual se crea, modifica o extingue entre ellos determinada
relación jurídica.
REQUISITOS
• Debe haber concordancia de voluntades, es decir, consenso ad idem. Esta característica lo distingue de la
declaración unilateral en que basta la comunicación al destinatario de la misma, sin necesidad de su aceptación.
• Deben ser realizado entre Estados. Las definiciones de tratado del derecho internacional clásico comprendían
solamente las estipulaciones entre Estados; actualmente se reconoció también a otros entes capacidad para
celebrar tratados. Así, los acuerdos entre organizaciones internacionales o entre éstas y Estados, son
considerados como tratados. No se ha reconocido el carácter de tratado al contrato celebrado entre un Estado y
una Sociedad. Cuando se trata de contratos públicos entre un Estado y particulares, ya sean individuos o
sociedades, se presume que tales contratos está regidos por normas de derecho interno, ya sean el derecho del
Estado contratante o de otro Estado o por los principios generales del derecho, dependiendo de la intención de
las partes; el problema es de derecho internacional privado y no público. Los Estados y las organizaciones
intergubernamentales gozan de la capacidad para celebrar tratados. Las personas de derecho privado,
individuales o jurídicas, no poseen esta capacidad.
• Debe estar regido por el derecho internacional. No todos los instrumentos concluidos entre sujetos del derecho
internacional, inclusive entre Estados, son tratados, pues las partes pueden acordar la aplicación de normas de
derecho interno.
• Las partes deben tener por objeto crear una relación jurídica o producir efectos jurídicos, creando, modificando
o extinguiendo una obligación exigible entre ellas. Esto distingue al tratado de la declaración de tipo político o
moral, cuyas obligaciones son exigibles en derecho.

2. LA CONVENCIÓN DE VIENA DE 1969


El régimen jurídico de los tratados emergía de la costumbre internacional y también de los principios generales del
derecho, la jurisprudencia y la doctrina. En 1969, se adoptó en Viena, la Convención sobre el derecho de los
tratados que codificó numerosas normas de derecho consuetudinario y desarrolló otras nuevas.
La definición de tratado contenida en la Convención difiere con la que da Podestá Costa, porque este instrumento
no pretende, en ninguna de sus definiciones adoptar un criterio científico; por eso el articulo 2º comienza diciendo
“para los efectos de la presente Convención:
a) se entiende por "tratado" un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su
denominación particular.”
En primer lugar esta definición sólo comprende los tratados celebrados por escrito, excluyendo los celebrados
oralmente; en consecuencia, éstos quedan sujetos al régimen de derecho consuetudinario, la mayoría de cuyas
reglas están codificadas en la convención. En segundo lugar, se limita a acuerdos entre Estados, dejando fuera de la
convención a los tratados entre otros sujetos del derecho internacional.
La definición de tratado de la convención de Viena contiene, además de diferencias, otros elementos que son
coincidentes con la definición científica. Así, la inclusión de la frase “y regido por el derecho internacional”
excluye aquellos acuerdos regidos por el derecho interno. También consagra la condición no formalista de los
tratados al comprender en ella tanto los tratados que constan “en un instrumentos único o en dos o más
instrumentos conexos” y tampoco distingue entre tratados en debida forma y tratados en forma simplificada, en
cuanto a su validez, eficacia, ejecución, interpretación, obligatoriedad, aunque sí con relación a su celebración y
entrada en vigor, como ocurre ene el derecho consuetudinario. Finalmente, la Convención entiende por tratado un
acuerdo internacional “cualquiera se su denominación particular”; aunque el nombre genérico para este tipo de
estipulación es tratado.
La convención se aplica a tratados entre Estados, celebrados por escrito, que entren en vigor con posterioridad a
que entre a la entrada en vigor de esta convención.

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3. TERMINOLOGÍA DE LOS ACUERDOS INTERNACIONALES
Los convenios entre Estados tienen diversas denominaciones teniendo en cuenta su forma, objeto, importancia,
etc., tales como convención, acta, convenio, arreglo, protocolo adicional, acta adicional, modus vivendi, cambio de
notas, notas reversales, pacto, carta, estatuto, constitución, etc.,
• Convención: en otros tiempos se daba este nombre a los tratados de un alcance restringido, reservando el de
“tratado” a los acuerdos de mayor significación política. Actualmente ambas expresiones se denominan
indistintamente. En los idiomas neo-latinos, es más correcto decir Tratados de tal o cual país, que
Convenciones del mismo modo, porque el vocablo Tratado es más general.
• Convenio: se emplea para no repetir las palabras “Tratado”o “Convención”, y se aplica a cualquier acuerdo no
designado con un nombre especial.
• Protocolo: puede ser un instrumento autónomo, o complemento de un tratado; también se usa para aclarar o
interpretar alguna cláusula dudosa o resistida. Ejemplo de protocolo autónomo es el Protocolo de Ginebra que
creó la Corte Permanente de Justicia Internacional. En los Congresos internacionales se firma, a veces, un
Protocolo de Clausura en que se transcriben todas las convenciones, resoluciones, recomendaciones y votos
adoptados. En las negociaciones complicadas, se labran actas o protocolos sobre los puntos resueltos.
• Acuerdo: puede ser un tratado formal o una mera acta.
• Pacto: antes se empleaba para designar los tratados secretos, alianzas o convenios entre casas reinantes; pero el
Tratado de Versailles de 1919 dio este nombre a la Sociedad de Naciones, para denotar quizás que algunas de
sus capitulaciones tienen un carácter político, o que las partes contratantes tienen mas fe en el honor de la
palabra que en el texto escrito.
• Modus Vivendi: es un convenio provisional mientras se negocia un tratado definitivo, o prorrogando un tratado
fenecido hasta la celebración de uno nuevo.
• Acta adicional: se usa para aclarar el sentido de un tratado, o para reformarlo después de un cambio de
circunstancias.
• Acta final o Acta General: al igual que el Acta de Clausura, es un documento que contiene todos los tratados,
convenciones, protocolos, resoluciones, recomendaciones y votos adoptados en un congreso o conferencia
internacional. Sólo son obligatorios aquellos tratados mencionados en el Acta que hayan merecido la
ratificación de los Estados signatarios.
• Declaración: se usa para proclamar algunos principios internacionales, sea en forma de Tratado, sea como
simple documento diplomático.
• Reglamento: se utiliza como anexo de otro tratado, cuando la materia es complicada y tiene cuadros y detalles
que no cabrían dentro del tratado.
• Resolución: se emplea en los congresos o Conferencias cuando no se puede llegar a un tratado formal las
resoluciones son compromisos, por decirlo, morales. También se votan resoluciones en los congresos que no
tienen carácter diplomático.
• Recomendaciones, Votos: tienen un alcance mayor que las resoluciones, pues sólo sugieren normas de
conducta que se consideran convenientes; no son compromisos formales, pero al igual que las resoluciones
deben ser tenidas en cuenta por los gobiernos que los suscriben.
• Capitulaciones: son tratados que algunas grandes potencias han celebrado con Turquía, China y otros países
del Oriente y Extremo Oriente; en virtud de los cuales los cónsules y ciudadanos de dichas potencias gozan de
varios privilegios, sin reciprocidad. Japón, Turquía y China lograron librarse de estas restricciones a su
soberanía.
• Notas Reversales: fueron originalmente un acuerdo a esclarecer un acuerdo reciente, dejando constancia que él
no se altera con determinada situación anterior. Actualmente las reversales comprenden una gran variedad de
acuerdos en forma simplificada que se efectúan por simple cambio de notas.
• Concordato: son tratados que se realizan con la Santa Sede para reglar asuntos de naturaleza principalmente
eclesiástica; lo importante es que esté regido por el derecho internacional, de modo que produzca efectos
jurídicos.
• Armisticio: es un convenio de orden militar, que tiene por objeto estipular la suspensión o la cesación de las
hostilidades.
• Cambio de notas: puede haber acuerdos intencionales sin tratado formal, por medio de cambio de notas
diplomáticas entre ambos países; se estila para celebrar modus vivendi provisionales.

4. CLASIFICACIÓN
Los tratados pueden clasificarse desde varios puntos de vista:
a. Según el número de Estados participantes
• Bilaterales
Son los que ligan a dos sujetos de derecho internacional.
• Multilaterales

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Son los concluidos entre dos o más sujetos.
Esta clasificación tan usada y que parece tan simple, no lo es cuando se analiza la relación jurídica que
emerge del instrumento; puede suceder que el tratado tenga la forma de multilateral, pues participan varios
Estados, pero sin embargo los derechos y obligaciones sólo se atañen a dos grupos, constituyendo en
esencia, un tratado bilateral. Esto sucede, en tratados de paz o en acuerdos de asociación a las comunidades
europeas. Se distingue también entre los tratados multilaterales generales y restringidos. Los generales son
aquellos que tienen una vocación de universalidad y todos los Estados pueden llegar a ser parte en ellos,
precisamente porque contienen normas de derecho internacional general (Ej. Convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas). Los multilaterales restringidos limitan su participación a ciertos Estados o
categorías de Estados, como sería el caso del instrumento constitutivo de un organismo regional.
b. Según la forma de dar el consentimiento para obligarse
• Tratados de debida forma
Son acuerdos solemnes en los que la voluntad de obligarse se expresa por un acto del jefe del Estado,
mediante un procedimiento que permite que transcurra un cierto lapso entre la adopción del texto del
tratado y la expresión final de la voluntad de obligarse. Tal es el caso de los tratados que entran en vigor
mediante la ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión.
• Tratados en forma simplificada
Éstos entran en vigor por un procedimiento más rápido, en los que obliga al Estado un funcionario de
categoría inferior al jefe de Estado, mediante la sola firma o mediante un simple cambio de notas.
c. Según su objeto
Por su objeto general se distinguen entre Tratados de Paz, de extradición, culturales, fiscales, sociales,
económicos, consulares, de amistad, de navegación, de tráfico aéreo, etc.; sería una lista interminable buscar
objetos posibles de los tratados existentes.
d. Según el tipo de obligaciones que crea
El jurista alemán Triepel, distingue entre Tratados Ley y los Tratados Contratos. Para él, sólo reconocía al
tratado ley como fuente del derecho internacional. No le interesan los tratados contratos porque no crean
normas de carácter general, con obligaciones y derechos similares para todas las partes.
Essen sostiene que lo que al tratado ley del tratado contrato no es la existencia de un procedimiento diferente en
cuanto al contenido de las voluntades necesarias para llegar al acuerdo, sino por el tipo de normas jurídicas
resultantes del acuerdo, en un caso la norma surgida del acuerdo ordena conductas opuestas y en el otro ordena
conductas iguales.
Se consideran tratados contratos los que crean normas jurídicas particulares, referentes sólo a una situación
jurídica determinada, que suponen prestaciones diferentes de las partes y que a menudo sólo se pueden ejecutar
una sola vez. Los tratados leyes crean normas jurídicas generales, susceptibles de ser aplicadas a un numero
definido de situaciones jurídicas, con poder de vigencia indefinida.
En la práctica no existe diferencia entre estos tratados en lo referente a la aplicación de las normas del derecho
general de los tratados. Ambos tipos poseen la misma naturaleza intrínseca, no constituyen ni más ni menos que
un acuerdo de voluntades entre sujetos de derecho internacional, generalmente Estados, que producen efectos
jurídicos, es decir, obligatorios.
e. Según el criterio utilizado para su participación
• Tratados Abiertos
Prevén la participación de contratantes que no han participado en la negociación, generalmente mediante la
adhesión o la firma según lo que establezca el instrumento.
• Tratados Cerrados
Son aquellos que permiten exclusivamente la participación de los negociadores, es decir, de los que han
participado en l elaboración y adopción del texto del tratado, y no prevén la incorporación de nuevos
contratantes. Los tratados bilaterales son los tratados cerrados por excelencia.

5. FUNDAMENTO LEGAL
Está regido por el Derecho Internacional

6. FORMA Y REDACCIÓN
El derecho internacional no presirve ninguna forma para la celebración de los tratados, éstos son generalmente
formulados por escrito, para dar mejor precisión y fijeza del contenido. La Convención de Viena, comprende sólo
los tratados celebrados por escrito.
La forma oral para los tratados sólo es excepcionalmente utilizada.
Aunque la forma de los tratados varía considerablemente de un instrumento a otro, en general el texto se puede
dividir en 3 partes:

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1º) Comienza con un Preámbulo, que enuncia las partes contratantes, el objetivo perseguido en el tratado, los
nombres de los plenipotenciarios, luego se deja constancia que se han recíprocamente comunicado los “plenos
poderes”, encontrando “en buena y debida forma” y que han convenido lo que sigue. En el articulado se emplean
los verbos en el futuro, pero también se los puede emplear en el presente. Generalmente no se crean obligaciones
en el preámbulo, pero nada impide que se haga. El preámbulo es útil para la interpretación del tratado, porque en él
se enuncian sus propósitos.
2º) Le sigue la parte Dispositiva, que contiene las obligaciones que asumen las partes y toma la forma de artículos,
divididos, a veces, como en la propia Convención sobre el Derecho de los Tratados, secciones y partes.
3º) Incluyen luego las llamadas Cláusulas Finales, que contienen estipulaciones de tipo general referentes a su
entrada en vigor, duración, denuncia, adhesión, procedimiento para la solución pacífica de controversias que
pudieran surgir, etc.
Se hace a continuación constar el pleno acuerdo de las partes, el lugar y fecha de la firma, el número de ejemplares
en que se redacta, así como el idioma o los idiomas utilizados y cuáles harán fe en caso de duda. Cada Estado
puede traducir el tratado a su idioma nacional, para su uso propio. El instrumento termina con la firma y sello de
los plenipotenciarios. Si existen correcciones, tachaduras o interlineas, lo que no es frecuente, se salvas antes de las
firmas.
Los tratados bilaterales se redactan generalmente en dos ejemplares del mismo tenor, salvo la enunciación de las
partes, pues debe figurar en primer lugar el nombre del Estado, cuyo ejemplar conserva.
Los tratados multilaterales, se redactan en un solo ejemplar y se firman por orden alfabético o por sorteo, se
depositan en los archivos de una de las partes o en la secretaria de la organización internacional que auspicia su
adopción.
A menudo los tratados son acompañados de documentos anexos. Se debe principalmente, a que a veces incluyen
materias técnicas, que han sido negociadas por separado, pero dentro del marco del tratado. Otras veces se trata de
elementos complementarios, como por ejemplo si se establece un procedimiento de solución de controversias con
recurso a la C.I.J., que pueden ser aceptados por ciertas partes y por otras no, sin por ello dejar de asumir las
obligaciones principales.
Cuando las partes posean el mismo idioma, no existe problema para la redacción del tratado, pro cuando posean
leguas diferentes se ha recurrido a distintas soluciones. Actualmente se redacta en las dos lenguas correspondientes
y ambas hacen fe, pero también existe la practica de elegir el francés o el ingles como tercera lengua que prevalece
sobre las otras dos, o se inserta una cláusula diciendo cuál de ellas prevalecerá. Los multilaterales generalmente se
redactan en varias lenguas y todas ellas hacen fe. Los tratados celebrados bajo los auspicios de la ONU, como la
Carta misma, se redactan en castellano, francés, ingles, chino y árabe.
ESTRUCTURA
1. Titulo
2. Preámbulo
3. Dispositiva (disposiciones)
- Dogmática
- Orgánica
4. Cláusulas Finales
- Reservas
- Entrada en vigor
- Denuncia (terminación)

7. CONDICIONES DE VALIDEZ DE LOS TRATADOS


Por su forma, el tratado es un instrumento escrito, puede haber acuerdos verbales, pero para que tengan fuerza
obligatoria de un tratado, deben consignarse por escrito. Fuera de la cuestión de forma, las condiciones de validez
de los tratados son: capacidad, consentimiento, objeto lícito, canje, registro.

7.1.CAPACIDAD DE LAS PARTES


Cuando se habla de capacidad para celebrar tratados, este concepto puede tener dos acepciones:
1º) la determinación de los sujetos del derecho internacional que poseen el poder de celebrar tratados;
2º) la determinación de los órganos internos del sujeto que tienen capacidad para celebrar tratados.
El derecho internacional regula la primera situación y deja a cada Estado la facultad de fijar los órganos y
procedimientos por los que se forma su voluntad de concluir tratados, aunque los procedimientos y condiciones que
permiten expresar su consentimiento para quedar obligado por el tratado en el plano internacional, son de interés
del derecho internacional.
El Art. 6º de la Convención dice “Todo Estado tiene capacidad para celebrar tratados”. El propósito de este artículo
es evitar todo tipo de discriminación.

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Pero no todos los Estados pueden celebrar tratados: los semi-soberanos pueden celebrarlos con el Estado protector,
pero su capacidad de contratar con terceras potencias depende del tratado de sujeción que los una a aquél. No
pueden celebrar por separado los Estados que integran una Unión Real, ni los Estados o Provincias de una
federación. Los de una confederación sólo pueden negociar aquellos tratados que no afecten el lazo común.
7.2 HABILITACION DE AGENTES SIGNATARIOS
Los representantes de los Estados u organismos internacionales deben estar provistos de documentos habilitantes
que demuestren su competencia a los efectos de la ejecución de los actos relativos a la celebración de un tratado;
estos documentos se denominan “plenos poderes”.
El Art. 2º inciso c) define esta expresión así: “se entiende por "plenos poderes" un documento que emana de la
autoridad competente de un Estado y por el que se designa a una o varias personas para representar al Estado en la
negociación, la adopción o la autenticación del texto de un tratado, para expresar el consentimiento del Estado en
obligarse por un tratado, o para ejecutar cualquier otro acto con respecto a un tratado”.
Esta definición, entiende por “pleno poderes” el documento habilitante para cualquier acto relativo al tratamiento,
la que incluye, por supuesto, actos relativos a la terminación y la denuncia, etc.
La categoría de personas que, en virtud de sus funciones, son consideradas representantes del Estado, sin tener que
presentar plenos poderes son:
• Los Jefes de Estado, Jefes de Gobierno y Ministros de Relaciones Exteriores, para la ejecución de todos los
actos relativos a la celebración de un tratado;
• Los Jefes de misiones diplomáticas, para la adopción del texto de un tratado entre el Estado acreditante y el
Estado ante el cual se encuentran acreditados;
• Los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante una organización
internacional o uno de sus órganos, para la adopción del texto de un tratado en tal conferencia. Organización u
órgano, es decir, pueden dar el consentimiento al texto, pero necesitan plenos poderes para dar el
consentimiento de obligar al Estado.

7.3 CONSENTIMIENTO
En tiempos de paz, ningún Estado puede ser obligado a celebrar un tratado contra su voluntad, excepto los Estados
semi-soberanos. En caso de guerra, el Estado vencedor puede imponer condiciones desventajosas al Estado
vencido y, por duras que éstas sean, son válidas.
El consentimiento de un Estado en obligarse por un tratado se puede manifestar mediante la firma, el canje de
instrumentos que constituyan un tratado la ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión, o en cualquier
otra forma que se hubiere convenido.
En los tratados en forma simplificada el consentimiento en obligarse se perfecciona en el momento de la firma o
del canje de instrumentos, es decir, del canje de las notas de oferta y aceptación.
En los tratados en debida forma el consentimiento se perfecciona mediante varios métodos.
Si se trata de un tratado bilateral o multilateral de participación restringida, el momento de constar el
consentimiento es, generalmente, el canje de los instrumentos de ratificación, del que se deja constancia en acta
especial. La ratificación es un acto unilateral, que no hay que poner en conocimiento de los otros contratantes.
Si se trata de un tratado multilateral de participación amplia, se recurre al metido del deposito ante un depositario
designado, generalmente el Ministro de RR.EE. del país sede de la conferencia o la Secretaria de un organismo
internacional. El depósito es pues el momento en que consta el consentimiento en obligarse. Éste produce efectos
jurídicos por sí mismo, antes de su notificación.

7.4 OBJETO POSIBLE Y CAUSA LICITA


Los tratados deben tener una causa lícita, pero es difícil determinar lo que debe entenderse como ilícito en el orden
internacional. Por analogía con el derecho privado, se puede calificar de ilícito todo acto prohibido por el derecho
internacional, por los tratados o por la moral internacional: son ilícitos los tratados que autorizan la piratería, la
trata de blancas, trafico de negros, el monopolio de la navegación marítima, o cualquier otro convenio que tenga
por objeto atacar los derechos fundamentales de los Estados, o los derechos de terceros Estados.

7.5 RESERVAS
El consentimiento sigue siendo la base del tratado. En estas circunstancias y dada, además, la variedad de los
objetivos económicos, sociales y políticos de los Estados que componen la comunidad internacional, el problema
que se presentó fue si el consentimiento de todos los Estados con derecho a ser partes, era necesario para la
admisión de una reserva. El derecho tuvo que elegir entre dos valores importantes, la integridad del tratado o una
mayor participación. Para enfrentar este desafío las normas tuvieron que ser modificadas.
La reserva puede ser definida como una “declaración unilateral, cualquiera que sea su enunciado o denominación,
hecha por un Estado al firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o
modificar los efectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado”.

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La declaración debe hacerse fuera del tratado, no dentro del mismo. Luego, debe ser unilateral, pero produce
efectos jurídicos sólo cuando es aceptada por otro Estado. Si es bilateral o multilateral ya no se trata de una reserva,
sino de una cláusula acordada que forma parte del tratado.
El propósito de la reserva debe ser excluir o modificar los efectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado. La
exclusión, es decir, la no aplicación lisa y llana de ciertas cláusulas es aceptada por la doctrina y en la práctica de
los Estados es el tipo más común de reserva.
Debe distinguirse entre reservas y enmiendas. Una enmienda modifica una o más de las disposiciones del tratado
mismo, en el caso de la reserva el tratado en sí no varía, lo que cambia son las obligaciones asumidas bajo el
tratado por el Estado reservante.
Las reservas a los tratados bilaterales no presentan problemas jurídicos. Formular una reserva por una de las dos
partes, muestra el propósito del Estado reservante de modificar o invalidar la cláusula en cuestión y significa
simplemente una nueva oferta para negociar. En los tratados multilaterales, si la reserva es aceptada por las otras
partes, no se presentan dificultades, pero si algunos Estados la aceptan y otras la objetan, surgen dificultades
jurídicas.
El Art. 19 establece el principio general que todo Estado tiene derecho a formular reservas, salvo excepciones,
dice: “Un Estado podrá formular una reserva en el momento de firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado o de
adherirse al mismo, a menos:
a) que la reserva esté prohibida por el tratado;
b) que el tratado disponga que únicamente pueden hacerse determinadas reservas, entre las cuales no figure la
reserva de que se trate; o
c) que, en los casos no previstos en los apartados a) y b), la reserva sea incompatible con el objeto y el fin del
tratado”.
7.6 RATIFICACIÓN
La ratificación tiene por objeto crear un vínculo obligatorio entre los contratantes. Es el método tradicional para
que un Estado manifieste su consentimiento en quedar obligado y puede definirse como el acto formal
internacional por el cual el órgano superior de un Estado, generalmente el jefe de Estado, con la firma de su
plenipotenciario y declara que el tratado es tenido para el Estado que representa como jurídicamente obligatorio.
La ratificación asume la forma de una nota de un jefe de Estado a los otros Estados interesados, que contiene la
promesa solemne de cumplir el tratado, cuyo texto se incluye en la nota. Esta nota recibe el nombre de instrumento
de ratificación. Los instrumentos son intercambiados y se levanta acta de este intercambio. A partir de ese
momento los Estados se consideran ligados.
El envío al Parlamento fue establecido en las constituciones nacionales y sigue siendo un requisito de derecho
interno, pero la ratificación, acto internacional, sirve con su procedimiento en dos etapas para dar oportunidad de
actuar los órganos internos del Estado. Aparte de los requerimientos constitucionales, que puede inclusive ser un
referéndum, la ratificación permite en la práctica, examinar con cuidado el tratado propuesto, escuchar a la opinión
pública, observar la actitud de los otros Estados y tomar la decisión final con el mayor numero de elementos
posibles. La firma de un tratado no crea la obligación de ratificar, el Estado conserva su libertad de hacerlo o no.

7.7 CANJE DE RATIFICACIONES


Es el acto por el cual los Estados contratantes se entregan recíprocamente copia autentica del tratado, de la
ratificación legislativa y de su promulgación como ley; de cuya entrega dejan constancia en un Acta de Canje.
Los instrumentos de ratificación de un tratado multilateral se dirigen al Estado al efecto designado por el mismo
tratado, que es generalmente aquel en cuyo territorio se originó o suscribió; quien se encarga de hacer las
comunicaciones del caso a los demás Estados contratantes.

7.8 REGISTRO Y PUBLICACIÓN


El Pacto de Sociedad de las Naciones decía que “todo tratado o compromiso internacional concluido en el futuro
por un miembro de la Sociedad deberá ser registrado inmediatamente por la Secretaría y publicado por ella tan
pronto como sea posible. Ninguno de estos tratados o compromisos internacionales será obligatorio antes de haber
sido registrado”. El propósito era evitar que se concertaran a espaldas de la Sociedad, tratados contrarios al Pacto.
La ONU continúa con el registro y la publicación de tratados. En el Art. 102 inc 1º de la Carta establece “Todo
tratado y todo acuerdo internacional concertados por cualesquiera Miembros de la ONU después de entrar en vigor
esta Carta, serán registrados en la Secretaría y publicados por ésta a la mayor brevedad posible”. La Secretaría
General registra también tratados entre Miembros y no-Miembros y todo hecho ulterior en la vida del tratado,
como cambio en las partes, modificación en sus términos, alcance y aplicación. Asimismo, se autoriza al registro
de tratados en que sea parte la Organización misma o los organismos especializados.
En cuanto a la sanción por el no registro, se estipula en el inc 2º “Ninguna de las partes en un tratado o acuerdo
internacional que no haya sido registrado conforme a las disposiciones, podrá invocar dicho tratado o acuerdo ante
órgano alguno de la ONU”. Esta disposición puede tener consecuencias prácticas en un procedimiento ante la C.I.J.

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El Art. 80 de la Convención de Viena confirma la obligación de registro establecida en la Carta “Los tratados,
después de su entrada en vigor, se transmitirán a la Secretaria de la ONU para su registro o archivo e inscripción,
según el caso, y para su publicación. La designación de un depositario constituirá la autorización para que éste
realice los actos previstos en el párrafo; precedente”.

8. LOS TRATADOS INTERNACIONALES EN LA CONSTITUCIÓN NACIONAL DEL PARAGUAY


Art. 141 De los Tratados Internacionales “los tratados internacionales validamente celebrados, aprobados por ley
del Congreso, y cuyos instrumentos de ratificación fueran canjeados o depositados, forman parte del ordenamiento
legal interno con la jerarquía que determina el articulo 137”
Art. 142 de la denuncia de los tratados “los tratados internacionales relativos a los derechos humanos no podrán
ser denunciados sino por los procedimientos que rigen para la enmienda de esta Constitución”.

9. EFECTOS DE LOS TRATADOS ENTRE LAS PARTES Y CON RESPECTO A TERCEROS


ENTRE LAS PARTES
Al igual que los contratos del derecho privado, los tratados no producen efectos jurídicos sino entre las partes
contratantes, es decir, entre los Estados que han suscrito o que han accedido a ellos posteriormente.
CON RESPECTO A TERCEROS
Para los terceros Estados, la relación contractual le es ajena, no los beneficia ni perjudica inter alios acta, que ni les
aprovechan ni los perjudican. Un tratado no crea obligaciones ni derechos para un tercer Estado sin su
consentimiento. La aceptación de cláusula a favor de un tercer Estado depende de la libre determinación de éste.
Los grandes tratados generales firmados en Congresos y Conferencias internacionales, tampoco constituyen
obligaciones estrictas para terceros Estados.
Una disposición de un tratado da origen a una obligación para un tercer Estado si las partes en el tratado tienen la
intención de que tal disposición sea el medio de crear la obligación y si el tercer Estado acepta expresamente por
escrito esa obligación. En este caso se fijan dos condiciones para que el tercer Estado quede obligado por un
tratado; 1º) que se desprenda del tratado la intención de crear esta obligación; 2º) que ésta sea aceptada
“expresamente por escrito”, requisito formal estricto e virtud de estar de por medio en estos casos el principio de la
independencia e igualdad de los Estados.
Un tratado crea derechos solamente entre los Estados que son parte contratante en él; en caso de duda, no se
desprenden derechos a favor de otros Estados. Los terceros Estados tienen el deber moral de abstenerse de actos
que puedan perturbar la aplicación de un tratad, pero si se perjudica sus intereses puede reclamar por la vía
diplomática o si desconoce de sus derechos hacer responsables a los Estados contratantes.
Los tratados deben ser cumplidos de buena fe y respetados, no sólo por los poderes públicos, sino también por los
particulares. Las leyes internas contienen sanciones contra las personas que violen los tratados internacionales o
que por su causa exponen al Estado a un conflicto con una potencia extranjera. A su vez, los particulares pueden
invocar los tratados vigentes en apoyo a gestiones administrativas o judiciales. El cumplimiento fiel de los tratados
es una condición fundamental de la convivencia internacional: pacta sunt Servanda.

10. NULIDAD
El tratado, como todos los actos jurídicos, está sometido a ciertas condiciones de validez y deja de ser válido si es
afectado por causas que provoquen su nulidad; deja de tener valor jurídico, si faltan algunas de las condiciones de
fondo o de forma necesarias para su validez.
La aplicación por analogía de las normas relativas a los contratos a los tratados, debe hacerse teniendo en cuenta
que las partes en unos y en otros, las situaciones que normalmente regulan ambos tipos de instrumentos y los
órganos destinados a hacerlos cumplir, a anularlos, terminarlos o suspenderlos, no son los mismos que en los
contratos.
Las condiciones requeridas para la validez de un acto jurídico son:
• sujeto capaz (capacidad)
• objeto lícito (no en contra del jus cogens)
• voluntad libre y expresada de acuerdo con procedimientos jurídicos establecidos para ese acto (sin vicios)
Estas mismas condiciones generales se aplican a la validez de un tratado, como acto jurídico internacional. En caso
de no reunirse las condiciones de validez requeridas, el derecho internacional sanciona al tratado de nulidad, es
decir carece de efectos jurídicos.
En derecho interno se distingue entre acto inexistente que es el que no reúne los elementos de hecho que supone su
naturaleza y su objeto y en ausencia de los cuales es lógicamente imposible concebir su existencia; y acto nulo, que
es el que reúne las condiciones esenciales para la existencia de todo acto jurídico, pero se encuentra privado de
efectos por la ley.
Los actos nulos o anulables absolutos son lo actos contrarios al orden publico o las buenas costumbres, sufren en
consecuencia, todo el peso de la sanción legal, la que puede ser pronunciada o invocada por el juez, la parte

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interesada o terceros y el acto no es susceptible de confirmación. La nulidad relativa es una medida de protección
que la ley establece en beneficio de intereses particulares y solamente puede ser invocada por la parte interesada y
el acto puede ser confirmado.
Los casos de nulidad relativa se presentan cuando el tratado es afectado por:
• vicios del consentimiento, con excepción de la coacción y violaciones de procedimientos internos.
• Restricción de poderes
• Error; un Estado puede alegar un error en un tratado como vicio de su consentimiento en obligarse por el
tratado si el error se refiere a un hecho o a una situación cuya existencia diera por supuesta ese Estado en el
momento de la celebración del tratado y constituyera una base esencial de su consentimiento en obligarse por el
tratado.
• Dolo; si un Estado ha sido inducido a celebrar un tratado por la conducta fraudulenta de otro Estado
negociador, puede alegar el dolo como vicio de su consentimiento en obligarse por el tratado.
• Corrupción del representante del Estado
El Estado contratante que es victima, puede invocar estas causales de nulidad.
Los casos de nulidad absoluta se presentan cuando:
• El consentimiento es viciado mediante la coacción, ya sea sobre el representante o sobre el Estado mismo,
• El tratado contradice una norma imperativa de derecho internacional o jus cogens Es nulo todo tratado que, en
el momento de su celebración, esté en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general.
Una norma imperativa de derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad
internacional de Estados en su conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser
modificada por una norma ulterior de derecho internacional general que tenga el mismo carácter.

Las consecuencias de la nulidad de un tratado carecen de fuerza jurídica en cuanto a sus disposiciones.
Las consecuencias de la nulidad de un tratado que esté en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general (jus cogens) son diferentes de las otras causales de nulidad: las partes deben eliminar en lo
posible las consecuencias de todo acto, que se haya ejecutado basándose en una disposición que esté en oposición
con la norma imperativa de derecho internacional general, y ajustar sus relaciones mutuas a la norma imperativa de
derecho internacional general. La diferencia radica en que la contradicción del tratado con una norma de jus
cogens, trae aparejada la necesidad de volver al status quo ante, la de ajustar las relaciones entre los Estados a la
norma de jus cogens.

11. EXTINCIÓN
Un tratado puede terminar:
A. Por la voluntad de las partes
La voluntad se puede manifestar en forma tácita o expresa. La expresa es la prevista en las cláusulas del tratado
mismo o la que se establezca por acuerdo posterior a la celebración entre todas las partes. También si todas las
partes así lo acuerdan, fuera de las condiciones establecidas en el tratado mismo. Por consentimiento de todas las
partes después de consultar a los demás Estados contratantes.
o Por la expiración del plazo
Lo más común es que el tratado fije un periodo de tiempo o una fecha fija para su terminación; el tratado también
puede tener una duración indefinida, pero las partes se reservan la facultad de retirarse mediante preaviso. El
tratado a plazo fijo expira a media noche del último día.
o conforme a las disposiciones del tratado
La mayoría de los tratados que se celebran siguen la buena práctica de fijar en sus disposiciones, en forma expresa,
las condiciones de su terminación. Estas cláusulas son muy variadas y las partes gozan, por supuesto, de plena
autonomía para establecerlas como lo estimen conveniente, pero existen ciertas categorías que son más comunes.
o por denuncia
Es el acto por el cual uno de los Estados contratantes notifica al otro su intención de dar por terminado el tratado.
Este acto es unilateral cuando así lo autoriza el propio tratado, ya que si fuera una acción de todas sus partes el
tratado terminaría.
Si el tratado guarda silencio respecto a la facultad de denunciarlo, una de las partes no puede dejar sin efecto el
tratado, pero puede gestionar su anulación o sustitución por otro.
Un tratado que no contenga disposiciones sobre su terminación ni prevea la denuncia o el retiro del mismo, no
puede ser objeto de denuncia o de retiro a menos:
a) que conste que fue intención de las partes admitir la posibilidad de denuncia o de retiro: o
b) que el derecho de denuncia o de retiro pueda inferirse de la naturaleza del tratado.
Una parte debe notificar con 12 meses, por lo menos, de antelación su intención de denunciar un tratado o de
retirarse de él, puesto que no puede denunciar o retirarse de un tratado si no existe disposición que lo autorice, lo
contrario sería dejar fácilmente de lado la piedra angular el derecho de los tratados, la norma pacta sunt Servanda.

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Paz Vierci Pedretti 2006
El propósito de esto es para preservar la seguridad de las transacciones internacionales, evitando que el retiro o
denuncia tenga efectos jurídicos inmediatos.
Existen cierto tipo de tratados, como los de paz o los que establecen un límite, que por su naturaleza no pueden ser
objeto de denuncia o retiro. Otros, como los tratados de alianza o cooperación militar, en los que puede presumirse
el derecho de denuncia o retiro, salvo intención contraria. La Carta de la ONU, no contiene cláusulas de denuncia.

B. Por la invocación de ciertas circunstancias no previstas en el tratado


Esto es, independientemente de la voluntad de las partes, pero establecidas, por supuesto, por el derecho
internacional y la Convención de Viena, ésta establece como causas de terminación:
o la violación grave de un tratado
Una violación grave de un tratado bilateral por una de las partes faculta a la otra para alegar la violación como
causa para dar por terminado el tratado o para suspender su aplicación total o parcialmente.
Una violación grave de un tratado multilateral por una de las partes faculta:
a) a las otras partes procediendo por acuerdo unánime para suspender la aplicación del tratado total o parcialmente
o darlo por terminado sea: en las relaciones entre ellas y el Estado autor de la violación: o entre todas las partes;
b) a una parte especialmente perjudicada por la violación para alegar ésta como causa para suspender la aplicación
del tratado total o parcialmente en las relaciones entre ella y el Estado autor de la violación;
c) a cualquier parte, que no sea el Estado autor de la violación, para alegar la violación como causa para suspender
la aplicación del tratado total o parcialmente con respecto a sí misma, si el tratado es de tal índole que una
violación grave de sus disposiciones por una parte modifica radicalmente la situación de cada parte con respecto a
la ejecución ulterior de sus obligaciones en virtud del tratado.
Constituyen violación grave de un tratado:
a) un rechazo del tratado no admitido por la Convención; o
b) la violación de una disposición esencial para la consecución del objeto o del fin del tratado.
Lo previsto en los párrafos 1 a 3 no se aplican a las disposiciones relativas a la protección de la persona humana
contenidas en tratados de carácter humanitario, en particular a las disposiciones que prohíben toda forma de
represalias con respecto a las personas protegidas por tales tratados. El valor superior de la protección de la persona
imana, no autoriza a dar por terminado o suspender un tratado, por violación grave por una de las partes. No se
justifica el daño apersonas inocentes, por el hecho que la otra parte no cumpla.
La violación grave de las disposiciones de un tratado no significa la terminación o la suspensión ipso facto del
tratado, sino el otorgamiento al Estado perjudicado del derecho a invocar dicha causa para poner en movimiento el
procedimiento pertinente.
o Imposibilidad de cumplimiento
Una parte puede alegar la imposibilidad de cumplir un tratado como causa para darlo por terminado o retirarse de
él si esa imposibilidad resulta de la desaparición o destrucción definitivas de un objeto indispensable para el
cumplimiento del tratado. Si la imposibilidad es temporal, puede alegarse únicamente como causa para suspender
la aplicación del tratado. Ejemplo, el hundimiento de una isla, el secado de in río, la destrucción de un dique, etc.
La imposibilidad de cumplimiento no puede alegarse por una de las partes como causa para dar por terminado un
tratado, retirarse de él o suspender su aplicación si resulta de una violación, por la parte que la alegue, de una
obligación nacida del tratado o de toda otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el
tratado.
En este caso, estamos frente a un criterio objetivo. A menudo se evoca la fuerza mayor al considerar la
imposibilidad de cumplimiento, pero ésta es un concepto amplio que no se basa exclusivamente en la desaparición
o destrucción de un objeto. La fuerza mayor es un concepto más vinculado con la responsabilidad internacional del
Estado, que a la cuestión de la terminación o suspensión de los tratados.
Este derecho a alegar la imposibilidad puede ser ejercido cuando se dan dos circunstancias acumulativas:
1º la desaparición o destrucción del objeto del tratado.
2º que se trate de un objeto indispensable para el cumplimiento del tratado.
o El cambio fundamental de circunstancias no previstas en el tratado
Un cambio fundamental en las circunstancias ocurrido con respecto a las existentes en el momento de la
celebración de un tratado y que no fue previsto por las partes no puede alegarse como causa para dar por terminado
el tratado o retirarse de é1 a menos que:
a) la existencia de esas circunstancias constituyera una base esencial del consentimiento de las partes en obligarse
por el tratado, y
b) ese cambio tenga por efecto modificar radicalmente el alcance de las obligaciones que todavía deban cumplirse
en virtud del tratado.
Tampoco puede alegarse como causa para dar por terminado un tratado o retirarse de él:
a) si el tratado establece una frontera; o

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Paz Vierci Pedretti 2006
b) si el cambio fundamental resulta de una violación por la parte que lo alega, de una obligación nacida del tratado
o de toda otra obligación internacional con respecto a cualquier otra parte en el tratado.
Cuando, una de las partes pueda alegar un cambio fundamental en las circunstancias como causa para dar por
terminado un tratado o para retirarse de él, puede también alegar ese cambio como causa para suspender la
aplicación del tratado.
El cambio debe ser en las circunstancias existentes al tiempo de la celebración del tratado;
Se debe tratar de un cambio fundamental y no de un cambio menor;
El cambio no debe haber sido previsto por las partes;
El cambio de referirse a circunstancias que constituyeron una base esencial para obligarse
El cambio debe modificar radicalmente el alcance de las obligaciones a cumplirse.
En el caso de cambio fundamental de circunstancias existe una apreciación subjetiva de la situación.

C. Por la aparición de una nueva norma imperativa


El Art. 53 trata de los tratados que están en oposición con una norma imperativa de derecho internacional general
("jus cogens"). “Es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración, esté en oposición con una norma
imperativa de derecho internacional general. Para los efectos de la presente Convención, una norma imperativa de
derecho internacional general es una norma aceptada y reconocida por la comunidad internacional de Estados en su
conjunto como norma que no admite acuerdo en contrario y que sólo puede ser modificada por una norma ulterior
de derecho internacional general que tenga el mismo carácter”. Este artículo trata de la nulidad de los tratados en
oposición a una norma imperativa de derecho internacional, es decir, de la oposición de un tratado con una norma
de jus cogens ya existente al tiempo de la celebración del tratado; el tratado es nulo ab initio.
El Art. 64 es su complemento y se refiere a la situación jurídica existente cuando surge una norma de jus cogens
con posterioridad a la celebración valida de un tratado. En este caso el efecto de la nueva norma no es volverlo
nulo ab initio, sino desde la fecha de la aparición de la nueva norma. La norma no anula el tratado, sino que
prohíbe que continúe existiendo y cumpliéndose. Se trata de una situación que sobreviene cuando el tratado es
válido. Art. 64 “Si surge una nueva norma imperativa de derecho internacional general, todo tratado existente que
esté en oposición con esa norma se convertirá en nulo y terminará”.
La terminación de un tratado, por esta causal, no tiene efecto retroactivo, es decir, no acepta derechos, obligaciones
o situaciones jurídicas que fueron creados cuando el tratado era válido, antes de la aparición de la norma de jus
cogens.
Las consecuencias de esta terminación son según el Art. 71:
“Las consecuencias de la nulidad de un tratado que esté en oposición con una norma imperativa de derecho
internacional general.
1. Cuando un tratado sea nulo en virtud del artículo 53, las partes deberán:
a) eliminar en lo posible las consecuencias de todo acto, que se haya ejecutado basándose en una disposición que
esté en oposición con la norma imperativa de derecho internacional general, y
b) ajustar sus relaciones mutuas a la norma imperativa de derecho internacional general.
2. Cuando un tratado se convierta en nulo y termine en virtud del artículo 64 (Aparición de una nueva norma
imperativa de derecho internacional general -jus cogens-), la terminación del tratado:
a) eximirá a las partes de toda obligación de seguir cumpliendo él tratado;
b) No afectará a ningún derecho, obligación o situación jurídica de las partes creados por la ejecución del tratado
antes de su terminación; sin embargo, esos derechos, obligaciones o situaciones podrán en adelante mantenerse
únicamente en la medida en que su mantenimiento no esté por sí mismo en oposición con la nueva norma
imperativa de derecho internacional general.”

D. Otras
o Desuso
Es un problema de consentimiento y de interpretación de la voluntad de las partes, que pueden darlo por terminado,
en cualquier momento, con el consentimiento de todas ellas. Si el “desuso” indica dicha voluntad el tratado está
terminado.
o Guerra
Los efectos jurídicos de la guerra en cuanto a la terminación de los tratados han variado conforme con el cambio en
el concepto jurídico de guerra. Hasta la 1ª Guerra Mundial, cuando la guerra era jurídicamente permitida, ella
terminaba todos los contratos, porque destruía todo el orden jurídico anterior. En la actualidad, la guerra es un acto
ilícito, salvo la legítima defensa o en cumplimiento de una decisión del Consejo de Seguridad. Por ello hoy se
considera la naturaleza intrínseca del tratado en cuestión. Así, los tratados que fueron celebrados para el caso de
guerra, se aplican en estas circunstancias. Los tratados establecen situaciones objetivas respectos de terceros
Estados, como los tratados de límites, también subsisten. Los tratados bilaterales se extinguen, como los de alianza,
amistad, navegación, etc., así lo han resuelto varios tribunales internos europeos después de la 2ª Guerra Mundial,

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porque ello parece desprenderse de la voluntad de las partes. Los tratados multilaterales quedan suspendidos, por
imposibilidad de cumplimientos, salvo aquellos que deben considerarse terminados por su incompatibilidad con el
estado de guerra y aquellos otros en que, dado que existe en ellos un interés superior de la comunidad
internacional, subsisten contra los beligerantes, como el caso de las convenciones sobre el genocidio o esclavitud.
EFECTOS
La nulidad, terminación o denuncia de un tratado, el retiro de una de las partes o la suspensión de la aplicación del
tratado, cuando resulten de la aplicación de la Convención o de las disposiciones del tratado, no menoscaban en
nada el deber de un Estado de cumplir toda obligación enunciada en el tratado a la que esté sometido en virtud del
derecho internacional independientemente de ese tratado.
Art. 70 “Salvo que el tratado disponga o las partes convengan otra cosa al respecto, la terminación de un tratado en
virtud de sus disposiciones o conforme a la presente Convención:
a) eximirá a las partes de la obligación de seguir cumpliendo el tratado;
b) no afectará a ningún derecho, obligación o situación jurídica de las partes creados por la ejecución del tratado
antes de su terminación.
Si un Estado denuncia un tratado multilateral o se retira de él, se aplicará el párrafo 1 a las relaciones entre ese
Estado y cada una de las demás partes en el tratado desde la fecha en que surta efectos tal denuncia o retiro.”

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BOLILLA 22
1. CONTROVERSIAS INTERNACIONALES. SOLUCIONES PACIFICAS
La Convención de la Haya de 1907 establece que para evitar en lo posible el recurrir a la fuerza en las relaciones
internacionales entre los Estados, las Potencias signatarias convienen en emplear todos sus esfuerzos para asegurar
el arreglo pacifico de la diferencias internacionales. Entre los principios de la ONU, impone a los Estados
Miembros la obligación de no arreglar las controversias internacionales sino por medios pacíficos “Los Miembros
de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se
pongan en peligro ni la paz y la seguridad internacional ni la justicia”. Esta norma es obligatoria, no sólo para los
Estados Miembros de la ONU, sino además para los Estados No Miembros. La Carta no impone a los Estados la
obligación de solucionar pacíficamente todas sus controversias, si no que éstas deben arreglarse únicamente por
medio pacíficos.
La obligación de no arreglar las controversias internacionales sino por medios pacíficos, es consecuencia lógica de
la prohibición del uso o la amenaza de la fuerza en las relaciones internacionales, norma central de todo el sistema
de la Carta de la ONU
Clasificación
A. MÉTODOS DIPLOMÁTICOS
B. MÉTODOS JURISDICCIONALES
C. SISTEMAS DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES

2. MEDIOS DIPLOMÁTICOS
Se caracterizan porque la solución se logra con el acuerdo de las partes, no sólo en cuanto al método, sino en
cuanto a los términos mismos del arreglo. Los métodos diplomáticos tradicionales son la negociación, los buenos
oficios, la mediación, la investigación y la conciliación.

3. NEGOCIACIONES DIRECTAS
Este es el único método de solución pacífica entre Estados en que no interviene un tercero. Es el método más usual
y consiste sencillamente en el contacto directo entre las partes en la controversia, con el objeto de tratar de lograr
un acuerdo a sus diferencias.
Normalmente las negociaciones se llevan a cabo con la intervención de agentes diplomáticos de una y otra parte,
que pueden, por supuesto, ser designados especialmente con ese propósito, o puede realizarse una conferencia
internacional, a tal efecto. Estas negociaciones pueden tener lugar mediante conversaciones, o intercambio de notas
y propuestas y terminan generalmente en declaraciones o comunicados que dan cuenta de lo ocurrido y en caso de
éxito en acuerdos entre las partes. Los tratados de arbitraje y arreglo judicial, incluyen generalmente cláusulas que
establecen la necesidad de negociaciones previas para hallar la solución al diferendo, o en caso de no lograrla,
determinar el objeto de la disputa y el procedimiento a seguir.

4. CONGRESOS Y CONFERENCIAS

5. LOS BUENOS OFICIOS Y LA MEDIACIÓN


Los medios más simples de solución pacífica de las divergencias internacionales, con la colaboración de terceros,
(es decir, los procedimientos a que puede apelarse cuando las negociaciones directas han quedado paralizadas o
parecen estériles) son los buenos oficios y la mediación.
Los buenos oficios no tienen otro alcance que poner en contacto a las partes distanciadas, facilitar su acercamiento
para hacer viales negociaciones directas, sin que por ello el tercero participe en éstas.
En la mediación el tercero colabora activamente en las negociaciones, sirviendo de intermediario a fin de allanar
dificultades, sugiriendo a las partes, de modo confidencial y sin que sea necesaria formalidad escrita, cuantas
fórmulas puedan servir de base para un posible arreglo amistoso.
Los buenos oficios y la mediación pueden ser desempeñados por un solo Estado o por varios actuando
colectivamente, por una persona, generalmente un jefe de Estado, o aun un órgano de un organismo internacional.
Estos métodos requieren sumo tacto, perspicacia y prudencia. La mediación es especialmente delicada, pues su
viabilidad, así como su buen éxito, reposa en la confianza que inspira el mediador; éste no puede ejercer más
influencia que la que legítimamente emana de su interés amistoso, ni más presión que la moral.
La mediación corresponde sólo en casos de disentimiento grave o de conflicto; pero su ejercicio, así como su
aceptación, son voluntarios, salvo el caso de que exista estipulación contractual en otro sentido. La función del
mediador consiste en avenir a las partes, en apaciguar sus resentimientos, en formular sugerencias destinadas a
facilitar un acuerdo; pero las partes tienen la libertad de aceptar o no tales sugerencias. Durante el desempeño de la
mediación no están obligadas a paralizar o disminuir sus preparativos militares o a suspender las operaciones

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Paz Vierci Pedretti 2006
bélicas en curso. El mediador no se hace parte formal en las negociaciones ni en la solución que se alcance, por lo
tanto, puede exigir el cumplimiento ni es garante de él, a menos que expresamente se lo estipule.

6. LA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL
Este es un método creado por la Convenciones de La Haya de 1899 y 1907. Consiste en entregar, mediante acuerdo
de las partes, a una comisión especial (llamada “comisión internacional de investigación” el esclarecimiento de una
divergencia proveniente de la distinta apreciación de una cuestión de hecho, a fin de que dicha comisión, una vez
realizado por ella un estudio imparcial, expida un informe, por mayoría de votos, que contenga un análisis objetivo
y claro del hecho acaecido; este informe no tiene el carácter de un fallo, pero sus conclusiones poseen innegable
valor moral y habilitan a las partes para llegar a un entendimiento.

7. COMISIONES DE INVESTIGACIÓN
Las reglas para la constitución y funcionamiento de la comisión internacional de investigación son fijadas por las
partes en un acuerdo especial, que debe contener, al menos:
1) la indicación de los hechos que deberán examinarse
2) el modo y el plazo para la formación de la comisión
3) la extensión de los poderes de sus miembros
4) la sede
5) idioma a emplear
6) plazos para que las partes presenten sus respectivas exposiciones
La comisión investigadora se forma, salvo estipulación en contrario, designando cada parte dos miembros y el
quinto es nombrado por los 4 así elegidos, en caso de empate debe ser designado por uno o más Estados
extranjeros. El procedimiento tiene carácter contencioso, y las partes pueden designar agentes especiales para
representarlas ante la comisión investigadora así como consejeros y abogados para sostener sus puntos de vistas.
Las partes deben suministrar a la comisión todos los medios y facilidades necesarios para el conocimiento
completo y la apreciación del hecho controvertido.

8. TRATADOS BRYAN
Los EE.UU. celebraron entre 1913 y 1914 una treintena de tratados bilaterales de solución pacifica, denominados
acuerdos Bryan, por el nombre del Secretario de Estado que los inspiró. Pensó Bryan que podría obtener un medio
satisfactorio de solución pacífica si se estipulaba que toda divergencia no solucionada por la vía diplomática o por
arbitraje, ya fuese originada por una cuestión de hecho o de derecho, sería entregada a una comisión mixta de 5
miembros que tendría por encargo, durante el plazo prorrogable de un año, investigar la cuestión y emitir un
informe final aconsejando la solución posible, que las partes podrían adoptar o no, pero entretanto estaban
obligadas a abstenerse de realizar cualquier acto de fuerza. La formula Bryan se caracterizaba por las funciones de
la comisión que no solo eran aplicables a las cuestiones de hecho sino también a las de derecho; además, los
miembros de la comisión debían ser designados apenas entrara en vigor el tratado, con lo cual la comisión quedaba
constituida antes de todo posible conflicto y era permanente. El merito principal de la “fórmula Bryan” reposaba en
un factor psicológico: el transcurso de cierto tiempo sin que las partes pudiesen innovar contribuiría a calmar los
ánimos y con ello se facilitaba el que la cuestión lograse un entendimiento amistoso.

9. CONCILIACIÓN INTERNACIONAL
Es un método mediante la colaboración de terceros, consistente en entregar a una comisión mixta, por acuerdo
formal entre las partes, una divergencia internacional de cualquier naturaleza que éstas no hayan podido resolver
por la vía diplomática, a fin de que la referida comisión de conciliación, dentro de determinado plazo
(generalmente 6 meses o un año), realice un estudio imparcial de la cuestión y someta a las partes un informe con
las recomendaciones que estime aceptables para resolver la divergencia, siendo entendido que mientras se
desarrolla el procedimiento las partes deben abstenerse de adoptar medidas de fuerza.
Es un método relativamente nuevo que ha venido a ocupar, por su naturaleza, posición intermedia entre la
investigación internacional y el arbitraje. Puede ser aplicado a todas las divergencias (tanto sobre cuestiones de
hecho como de derecho) y busca un arreglo razonable entre las partes y facilitar un acuerdo amistoso, ya sea por
medio de una proposición final o bien sugiriéndoles las fórmulas conducentes.
Este método tiene como antecedente 28 tratados bilaterales concluidos por EE.UU. (tratados Bryan).
La comisión de conciliación es designada por las partes, casi siempre está constituida por 5 miembros y de modo
que los menos 3 sean de nacionalidad ajena a las partes. Por lo general, los miembros son designados para integrar
la comisión antes de toda divergencia posible. El procedimiento es contencioso en cuanto significa que la comisión
debe escuchar a ambas partes y debe apreciar los elementos de prueba que le ofrezcan.

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10. LAS COMISIONES DE INVESTIGACIÓN DE LA LIGA DE LAS NACIONES

11. EL CAPITULO VI DE LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS


ARREGLO PACIFICO DE CONTROVERSIAS
Art. 33 l. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de
la paz y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la
investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos
regionales u otros medios pacíficos de su elección. 2. El Consejo de Seguridad, si lo estimare necesario, instará a
las partes a que arreglen sus controversias por dichos medios.
Art. 34 El Consejo de Seguridad podrá investigar toda controversia, o toda situación susceptible de conducir a
fricción internacional o dar origen a una controversia, a fin de determinar si la prolongación de tal controversia o
situación puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Art. 35 1. Todo Miembro de la ONU podrá llevar cualquiera controversia, o cualquiera situación de la naturaleza
expresada en el Artículo 34, a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General. 2. Un Estado que no
es Miembro de la ONU podrá llevar a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General toda
controversia en que sea parte, si acepta de antemano, en lo relativo a la controversia, las obligaciones de arreglo
pacífico establecidas en esta Carta. 3. El procedimiento que siga la Asamblea General con respecto a asuntos que le
sean presentados de acuerdo con este Artículo quedará sujeto a las disposiciones de los Artículos 11 y 12.
Art. 36 1. El Consejo de Seguridad podrá, en cualquier estado en que se encuentre una controversia de la naturaleza
de que trata el Art. 33 o una situación de índole semejante, recomendar los procedimientos o métodos de ajuste que
sean apropiados. 2. El Consejo de Seguridad deberá tomar en consideración todo procedimiento que las partes
hayan adoptado para el arreglo de la controversia. 3. Al hacer recomendaciones de acuerdo con este Artículo, el
Consejo de Seguridad deberá tomar también en consideración que las controversias de orden jurídico, por regla
general, deben ser sometidas por las partes a la C.I.J., de conformidad con las disposiciones del Estatuto de la
Corte.
Art. 37 1. Si las partes en una controversia de la naturaleza definida en el Art. 33 no lograren arreglarla por los
medios indicados en dicho Artículo, la someterán al Consejo de Seguridad. 2. Si el Consejo de Seguridad estimare
que la continuación de la controversia es realmente susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales, el Consejo decidirá si ha de proceder de conformidad con el Art. 36 o si ha de
recomendar los términos de arreglo que considere apropiados.
Art. 38 Sin perjuicio de lo dispuesto en los Arts. 33 a 37, el Consejo de Seguridad podrá, si así lo solicitan todas las
partes en una controversia, hacerles recomendaciones a efecto de que se llegue a un arreglo pacífico.

12. LA CONVENCIÓN GONDRA


Se celebró el 3 de mayo de 1923 en la 5ª Conferencia Panamericana, por iniciativa del delegado de Paraguay Dr.
Manuel Gondra. El Art. 1 dice: toda cuestión que por cualquier causa se suscite entre dos o más de las Altas Partes
Contratantes, y que no se hubiera podido resolver por la vía diplomática, ni llevada a arbitraje en virtud de tratados
existentes, será sometida a la investigación e informe de una Comisión constituida de modo que establece el Art. 4.
Las Altas Partes Contratantes se obliga, en caso de conflicto, a no iniciar movilizaciones, concentraciones de tropas
sobre la frontera de la otra parte ni ejecutar ningún acto hostil ni preparatorio de hostilidades, desde que se
promueva la convocatoria de la Comisión Investigadora, hasta después de producir el informe de la misma. El Art.
2º autoriza a cualquiera de los gobiernos directamente interesados en la investigación de los hechos que originaron
la cuestión, a promover la convocatoria de las Comisiones Investigadoras. Se constituirán dos comisiones
permanentes, una con sede en Washington y otra con sede en Montevideo. Estas, formadas por los 3 agentes
diplomáticos más antiguos del respectivo cuerpo diplomático, sólo tendrán por misión recibir y notificar los
pedidos de convocatoria de la Comisión Investigadora. En el momento de la convocatoria, cada Estado en litigio
designará dos miembros, de los cuales, uno nacional y otro extranjero, y el quinto será nombrado de común
acuerdo por los ya designados. La comisión debe presentar su informe antes de un año, a contar desde la fecha de
su instalación, plazo que puede ampliarse por 6 meses con el consentimiento de las partes interesadas. Las
resoluciones de la Comisión se consideraran como informes, pero no tendrán el valor o la fuerza de sentencias
judiciales o arbitrales. Transmitido el informe a los gobiernos en conflictos, éstos tendrán un término de 6 meses
para procurar nuevamente el arreglo, pasado el cual recuperaran su libertad de acción.
Esta convención es una extensión panamericana de la formula Bryan, pero es menos liberal que ésta, pues limita
los casos de investigación a los que no afecten la Constitución, en tanto que Bryan no hace excepción alguna y
tiende a llenar el vacío que dejan los tratados.

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BOLILLA 23
CONTROVERSIAS INTERNACIONALES (CONT.)
SOLUCIONES PACIFICAS
1. MEDIOS JURÍDICOS
En las cuestiones de orden jurídico y, en primer término, en las cuestiones de interpretación o aplicación de las
Convenciones internacionales, el arbitraje es reconocido por las potencias contratantes como el medio más eficaz y
al propio tiempo más equitativo de arreglar los litigios no resueltos por la vía diplomática. En consecuencia, es
conveniente que las partes recurriesen, dado el caso, al arbitraje, siempre que lo permitiesen las circunstancias.
La decisión tiene carácter obligatorio y es dictada por un tercero independiente.

2. EL ARBITRAJE
El arbitraje tiene por objeto el arreglo de los litigios entre los Estados, por jueces de su elección y sobre la base del
respeto de los derechos. Hay arbitraje cuando dos o más Estados someten un conflicto a la decisión de un tercero,
elegido de común acuerdo, y se obligan a estar a lo que resuelva.
El arbitraje es ocasional o facultativo cuando determinada divergencia existente es sometida por las partes a ese
procedimiento, celebrando para ello un acuerdo especial; y tiene carácter institucional u obligatorio cuando dos o
más Estados se obligan a dar solución por medio del arbitraje a las divergencias que eventualmente se produzcan
en lo futuro y no logren resolver por la vía diplomática. Es limitado cuando se excluyen las divergencias de cierta
naturaleza y es ilimitado si no se formula ninguna exclusión.
Los tratados en que se pacta el arbitraje con carácter institucional suelen denominarse tratados generales de
arbitraje; pero esta calificación no significa que el arbitraje esté pactado con alcance ilimitado.
Para que el arbitraje sea institucional no es indispensable que emane de un tratado general de arbitraje. Aquél
puede ser acordado mediante una “cláusula compromisoria”, esto es, una estipulación contenida en un tratado que
no es específicamente arbitraje: esa estipulación es una “cláusula compromisoria especial” cuando dispone que
toda divergencia ulterior con respecto a la aplicación o interpretación de ese tratado será dirimida por el
procedimiento arbitral; y es una “cláusula compromisoria general” cuando la obligación de acudir al arbitraje no
tiene en mira específicamente al tratado en que ella figura inserta sino que abarca de modo genérico las cuestiones
que surjan en lo futuro (esta cláusula no se usa ya, históricamente ha sido el núcleo inicial de los tratados generales
de arbitraje).
Se entiende que hay cuestiones que por su naturaleza e importancia fundamental deben ser excluidas del
procedimiento arbitral: son las cuestiones reservadas, o que pertenecen al “dominio reservado” del Estado.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El arbitraje es el más antiguo de los medios de solución pacifica de las divergencias internacionales mediante la
colaboración de terceros. Se registran casos de arbitraje n la historia de todos los pueblos civilizados;
especialmente en las ciudades de la antigua Grecia y durante la Edad Media entre los pueblos unidos por estrechos
vínculos religiosos o políticos: las ciudades helénicas sometían sus divergencias al Consejo Anfictiónico; los
señores feudales acudían al Papa o al emperador; los cantones suizos y las ciudades anseáticas dirimían sus
conflictos por medio de árbitros.
Ya se inspire o no en vínculos religiosos o políticos, es indudable que en el arbitraje domina el propósito de
alcanzar una solución razonable equitativa y evitar soluciones insostenibles. El arbitraje desaparece cuando impera
la fuerza: no lo practicaron Roma ni las monarquías absolutas que rigieron durante los siglos XVI a XVIII.
En el siglo XIX el arbitraje se tornó frecuente y luego adquiere forma institucional. Esta doble evolución es
consecuencia de las ideas que inspiran a las instituciones en la mayoría de los países de civilización occidental.
Correspondió a las repúblicas americanas asignar al arbitraje carácter institucional, es que en los países
latinoamericanos el arbitraje fue fruto natural de la comunidad de origen, de los vínculos creados durante la lucha
por la independencia y de los ideales comunes con que se constituyeron todos ellos.
El arbitraje institucional se presenta en la América Latina siguiendo 3 etapas:
o como cláusula compromisoria (en el primer tercio del siglo XIX)
o en los tratados aparece la “cláusula compromisoria general”, esto es, una estipulación que no es ya un accesorio
destinado a someter al arbitraje las divergencias provenientes de la aplicación o interpretación del tratado que la
contiene, sino que importa por sí sola pactar el arbitraje, para otras divergencias del futuro.
o Surgen los tratados generales de arbitraje, que no son sino el desarrollo de la cláusula compromisoria general.

LAS PARTES
Se consideran partes en un arbitraje internacional solamente los Estados, cuando se proponen dirimir mediante ese
procedimiento una divergencia de carácter internacional; no son parte las personas privadas, aunque tengan
intereses comprometidos en el litigio, como ocurre en las reclamaciones pecuniarias o contractuales.

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Puesto que el arbitraje es un juicio de jurisdicción voluntaria, sólo son parte los Estados que han recurrido a él en la
divergencia en cuestión, y no los terceros Estados; pero a veces se ha pactado que estos últimos, cuando se trate de
la interpretación de un tratado colectivo en que ellos son parte contratante, pueden intervenir en el proceso.
Las partes se hacen representar ante el tribunal por medio de “agentes” quienes actúan en nombre de su mandante y
están acompañados, como “consejeros”, por juristas que intervienen en el desarrollo del proceso.

3. ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
1. EL COMPROMISO
Los Estados que llegan a un acuerdo para someter un asunto al arbitraje, deben suscribir un “Compromiso”,
determinando:
o el objeto del litigio,
o el plazo para la designación de los árbitros,
o orden, forma, y plazos en que serán presentadas las memorias, contra-memorias, replicas,
documentos;
o la suma que cada parte ha de depositar como anticipo de los gastos.
o las normas de fondo que debe aplicar, es decir, si ya han de ser las del derecho internacional o las
de la “equidad”, o ambas, o determinadas reglas especiales convenidas al efecto por las partes.
o las normas de procedimiento que ha de observarse en el juicio, o bien la autorización expresa al
tribunal para fijarlas por sí mismo.
o término dentro del cual deberá dictar sentencia.
o El compromiso puede determinar los poderes de los árbitros, el asiento del tribunal, el idioma que
se empleará, y demás condiciones que las partes estimen convenientes.
Este acuerdo es de carácter ad hoc y se denomina “compromiso arbitral”.
Otras cláusulas de menor importancia son útiles en el compromiso arbitral:
o Las referentes a la sede del tribunal
o A la autorización para las partes de hacerse representar por agentes y defender por abogados
o Al numero de miembros indispensables para constituir quórum en las audiencias y la mayoría
necesaria para las decisiones
o A los idiomas que han de utilizarse, etc.
Cuando el juicio se realiza en virtud de un tratado general de arbitraje, las cláusulas del tratado suple, de
modo explicito o implícito pero indudable, las estipulaciones fundamentales que son propias de un
“compromiso arbitral”. Este tratado faculta a cualquiera de las partes a convocar el tribunal. Pero si tales
estipulaciones no se encuentran en el tratado general, es menester concertar en cada caso un acuerdo ad hoc
entre las partes, porque el tribunal tiene competencia para decidir tan sólo determinada cuestión o
cuestiones concretas, en la forma y en la medida establecidas de común acuerdo y formalmente por
aquéllas.
2. LA ELECCIÓN DE LOS ÁRBITROS
La función de árbitro es conferida por las partes designando al efecto, de común acuerdo, a una persona o a
varias, o a una institución determinada. Como es obvio, la organización del tribunal requiere la aceptación
del cargo por las personas designadas.
Hasta época no lejana, era frecuente encomendar la función de árbitro a un jefe de Estado o al Papa. Se
acudía ocasionalmente al arbitraje para poner término a una divergencia mediante una solución satisfactoria
dada por un tercero, y nada parecía más apropiado que la decisión de un soberano imparcial y amigo de
ambas partes. También han actuado como árbitro único personalidades eminentes en el derecho, la
magistratura o la política.
En las últimas décadas se observa firma tendencia a encomendar la función arbitral a un tribunal colegiado,
con número impar de miembros elegidos por su versación y honorabilidad universalmente reconocidas. En
la organización de los tribunales colegiados rige la costumbre de incluir un miembro de cada una de las
partes en litigio. Por tal razón el tribunal se compone, por lo menos, de tres miembros y otras veces de
cinco.
Muchos tratados generales de arbitraje establecen que las cuestiones se someterán al Tribunal Permanente
de Arbitraje de la Haya (Corte Permanente de Arbitraje), o bien dejan opción entre dicho tribunal y
cualquier otro que las partes convengan organizar.
Las “Comisiones Mixtas” son tribunales arbitrales que generalmente se instituyen para pronunciarse sobre
una cuestión de limites o sobre reclamaciones pecuniarias o contractuales. Pueden organizarse con
miembros designados en numero igual por los Estados que son parte, y entonces ha ocurrido en algunos
casos que, atendiendo especialmente a la naturaleza del asunto, se les ha dado la faculta de proceder a la
manera de “amigables componedores”; pero casi siempre actúan como tribunales arbitrales, y por ello se
componen de 3 miembros, nombrados a razón de uno por cada parte y un tercero designado de común

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acuerdo. Ha habido “comisiones mixtas” en que el tercero sólo debía actuar en calidad de arbitro dirimente
(umpire), es decir, una vez que se hubiese planteado una disidencia entre los miembros por las partes. Este
método no es recomendable, hoy se acostumbra a establecer que el tercero integra el tribunal desde que se
constituye, por lo que actúa siempre conjuntamente con los demás miembros.
3. LOS PODERES DE LOS ÁRBITROS
Se limitan en el tiempo, las cuestiones que tratan no pueden extralimitarse o meter a terceros Estados con
riesgo de causar la nulidad del acto. Se basa en procedimiento de la ONU (UNCITRAL).
Emana la competencia, como el tribunal mismo, de la voluntad de las partes expresada de común acuerdo,
pues a ellas corresponde determinar cuál es la cuestión o cuestiones que someten a su decisión arbitral.

4. EL PROCEDIMIENTO ARBITRAL Y EL LAUDO


Las reglas de procedimiento que ha de seguirse en el juicio son establecidas en el “compromiso arbitral” o en un
acuerdo ad hoc.
Según las convenciones de 1899 y 1907, existe una instrucción escrita y debates orales, llamado procedimiento
ordinario; pero estos últimos no son públicos sino mediante decisión del tribunal con asentimiento de las partes.
La instrucción escrita consiste en la presentación de memorias, contra memorias, etc., que se presentan al tribunal,
directamente o por medio de la Oficina Internacional de La Haya.
La Convención de 1907 establece también que las partes pueden hacer uso de un procedimiento sumario (cuando
el asunto lo permita y así lo deseen), el cual es exclusivamente escrito, pero se puede solicitar la declaración de
testigos y peritos. A falta de estipulación contraria, el procedimiento sumario es como sigue: cada parte nombra un
árbitro y los dos árbitros así designados eligen un tercero; si los árbitros no se ponen de acuerdo, cada parte
presenta dos candidatos, tomados de la lista general de la Corte, con excepción que sean nacionales de los mismos;
el tercer arbitro es elegido por sorteo entre dichos candidatos y hace las veces de presidente.
En muchos tratados generales de arbitraje se ha convenido que las partes adoptan, en cuanto al procedimiento, las
reglas de las convenciones de La Haya.
Puesto que el juicio arbitral es contencioso, las reglas del procedimiento (sean cuales fueren los detalles) se
inspiran siempre en el doble propósito de asegurar que ambas partes son debidamente oídas y de que el tribunal
disponga de libertad para la apreciación de las pruebas. Ni en los tratados generales de arbitraje, ni en el
“compromiso arbitral” se especifica a quién corresponde la carga de la prueba. En la práctica, los árbitros han
entendido (sin perjuicio del deber de ambas partes de colaborar en el esclarecimiento de los hechos y sin desmedro
de la libertad de apreciación de que dispone el tribunal), que la carga de la prueba incumbe a la parte que afirma un
hecho y, en su caso, a la quien opone una excepción o una defensa. Estas dos reglas, provenientes del derecho
romano (onus probando incumbit qui dicit y excipiendo fit actor), son de simple buen sentido, pues se fundan en la
convicción de que sólo es posible probar hechos positivos, ya sean los afirmados por una de las partes o los
opuestos a aquellos por una afirmación de la parte contraria. Además, las mencionadas reglas, aplicadas desde muy
largo tiempo en el procedimiento judicial de todos los países civilizados, constituyen “principios generales de
derechos”. Se explica, pues, que los tribunales de arbitraje y la justicia internacional las hayan hecho suyas.

EL LAUDO
Presentadas las pruebas y hechas las defensas, se declara clausurados los debates, y el tribunal pasa a deliberar a
puertas cerradas.
El tribunal está obligado a dictar sentencia sobre la cuestión o cuestiones que se le han sometido. Y para ello debe
ajustarse a las normas estipuladas en el “compromiso arbitral”, tanto en lo que respecta al fono del asunto como a
ala forma en el proceso, porque sus facultades provienen de aquel acuerdo entre las partes.
El fallo o laudo debe decidir de modo claro y preciso la cuestión concreta sometida y no a otras que difieran de ésta
por su naturaleza o alcance.
En el régimen interno de los Estados, la ley prohíbe a los jueces inhibirse de dictar sentencia invocando al silencio
o a la oscuridad de las disposiciones legales. ¿Podría un tribunal abstenerse de decidir la cuestión, podría
pronunciar insuficientes u oscuras las cláusulas del compromiso arbitral? Algunos autores afirman que el tribunal
debe abstenerse de decidir, si a la vez no se halla habilitado para pronunciarse ex aequo et bono, porque está
obligado a ceñirse al “compromiso arbitral” y de lo contrario excedería los límites de su competencia. Pero esto no
es admisible, habiéndose desarrollado el proceso son que las referidas deficiencias fuesen observadas ni subsanadas
en por las parte; habiendo concurrido éstas y producido as probanzas y alegaciones que han estimado necesarias,
parece indudable que el tribunal puede y debe pronunciarse interpretando según su ciencia y conciencia el
“compromiso arbitral”. Y en el caso de un arbitraje puramente juris, el tribunal puede y debe decidir aplicando las
normas provenientes de las diversas fuentes del derecho internacional, esto es, de los trataos y de la costumbre y,
de modo subsidiario, de los “principios generales del derecho”, la jurisprudencia y la doctrina.
Cuando el tribunal es colegiado, el fallo debe ser dado por mayoría de votos. Los árbitros que se pronuncien en
disidencia con la mayoría, o en igual sentidos que ella pero con otros fundamentos, pueden dejar constancia de las

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razones de su voto, salvo que a ellos e opusiera el compromiso arbitral. La sentencia es firmada por el Presidente y
Secretario y es leída en sesión pública, con citación de los representantes de las partes.

EFECTOS
Una vez notificado a las partes, el fallo hace cosa juzgada y el tribunal se disuelve.
o El fallo arbitral no es apelable, pues no se ha instituido otra instancia
o El hecho de someter a arbitraje una cuestión lleva implícita la obligación para las partes de cumplir de buena fe
el fallo. Este es un compromiso de honor, ya que el arbitro no dispone de fuerza coactiva
o El fallo constituye un conjunto jurídico indivisible, es decir, debe cumplirse íntegramente
o Se estipula en tratados, que cualquiera de las partes puede solicitar al tribunal que ha dictado el fallo, que aclare
o interprete las decisiones que ella considere oscuras o dudosas.
o Cada parte sufraga sus propios gastos y, por partes iguales, los gastos del tribunal.

5. NULIDAD DEL LAUDO


El fallo o laudo carece de fuerza obligatoria cuando el árbitro se ha excedido de los límites de su competencia, los
cuales han sido establecidos de modo explícito o implícito en el “compromiso arbitral” o en otros acuerdo formales
entre las partes; como por ejemplo, si se expide sobre cuestión o cuestiones distintas a las que le fueron sometidas o
hubiese dejado de pronunciarse sobre algunas de ellas, o se ha faltado a las reglas de fondo o de forma que se le
habían señalado, o si ha decidido ex aequo et bono sin estar autorizado expresamente para ello. Igualmente ocurre
cuando se han realizado maniobras fraudulentas para la constitución del tribunal o cuando sus miembros han
prevaricado. En tales circunstancias, el fallo carece de fuerza obligatoria porque el árbitro ha desnaturalizado su
mandato. Sin embargo, no puede hablarse de nulidad del fallo en el sentido en que esta expresión se emplea en el
ámbito de los tribunales internos de justicia. En el actual régimen internacional no existe el tribunal de apelación al
cual pudiese acudir la parte agraviada para obtener la anulación del fallo. Cabe realizar entre las partes
negociaciones diplomáticas a fin de arribar a un entendimiento o a un nuevo arbitraje; pero estas soluciones
implican un acuerdo entre las partes.

6. AUSENCIA DE LA PRESENTACIÓN DE FUNDAMENTOS


El tribunal debe examinar los hechos, clarificar las pruebas y alegaciones de las partes y someter todo ello a un
análisis critico a la luz de ciertas normas y de sus propio entendimiento; y aun en el caso de actuar ex aequo et
bono, la solución a que arribe más satisfactoria se apoya en ciertos fundamentos. Por tanto, es menester que el fallo
sea motivado, es decir, que esté precedido de una exposición tan clara como completa y breve de los hechos y de
las razones que lo determinan.

7. REVISIÓN DEL LAUDO


Las partes pueden reservarse en el “Compromiso” el derecho de pedir la revisión de la sentencia arbitral, en cuyo
caso la petición es dirigida al tribunal que la dictó. La revisión sólo puede fundarse en el descubrimiento de un
hecho nuevo, capaz de ejercer influencia decisiva sobre la sentencia y que, en el momento de clausurarse los
debates, era ignorado por el tribunal y por la parte que pide la revisión. El procedimiento de revisión se abre por
una resolución del tribunal que hace constar la existencia del hecho nuevo y el carácter decisivo que haya
admisible la petición. El plazo para formular la petición, lo fija el mismo “compromiso”.

8. RELATIVIDAD DEL LAUDO


El arbitraje no ha respondido a las esperanzas que en él se cifraron, porque las excepciones que comporta
desvirtúan su eficacia en los asuntos de mayor gravedad que son, precisamente, los que conducen a la guerra. En
América, los Congresos de Panamá (1826) y de Lima (1847) intentaron darle una extensión ilimitada, aplicable a
toda clase de conflictos internacionales; la misma extensión quiso reconocerle la Conferencia oficiosa de Caracas
(1883). Varias naciones americanas celebraron tratados de arbitraje irrestricto. Pero no América ni Europa han
podido realizar un tratado continental o universal libre de excepciones. Lo tratados vigentes exceptúan, unos la
independencia, el honor o los intereses vitales; otros, las cuestiones que afecten los preceptos constitucionales;
otros, reducen el arbitraje a los asuntos de orden jurídico, excluyendo los de carácter político; otros detallan las
cuestiones que se someterán y las que no se someterán a arbitraje. En América y Europa subsisten los recelos
contra el arbitraje ilimitado; ni el panamericanismo, ni las Conferencias de La Haya, lograron consagrar el arbitraje
totalmente obligatorio y hoy, como antes, predomina el arbitraje facultativo. (Antokoletz).

9. CORTE PERMANENTE DE ARBITRAJE


La Convención de La Haya de 29 de julio de 1899 creó una Corte Permanente de Arbitraje, confirmada por la
Convención de 18 de octubre de 1907. La Corte funciona en La Haya y tiene oficina permanente encargada de las
comunicaciones relativas a la Corte custodia archivos y gestión de los asuntos administrativos. Las potencias

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signatarias deben comunicar a la oficina copia certificada de todo tratado de arbitraje, de toda sentencia dictada por
los tribunales especiales, así como leyes, reglamentos y documentos referentes a sentencias que dicte la Corte.
Pueden utilizar servicios de ese tribunal los Estados que han ratificado esa convención y también los no
contratantes que lo acuerden entre sí en un caso concreto; pero todos tienen libertad para acudir, si así lo
convienen, a un tribunal ad hoc.
La Convención de 1907 declara que es un deber, en caso de que un conflicto grave amenace estalle entre dos o más
de los Estados contratantes, recordarles que la Corte está a su disposición. El hecho de recordar a las part4s en
conflicto las disposiciones de esta convención y el consejo dado, en el interés superior de la paz, de dirigirse a la
Corte, sólo pueden ser considerados como Buenos Oficios. En caso de conflicto entre dos potencias, cualquiera de
ella puede dirigir a la oficina internacional una declaración de que está dispuesta a someter la cuestión al arbitraje,
y la oficina debe poner en seguida dicha declaración en conocimiento de la otra parte.
Organización y Funcionamiento
A pesar de su nombre la corte no está constituida de modo permanente. Sólo se ha instituido un régimen que
permite organizar un tribunal tan pronto como dos o más Estados convengan recurrir a sus servicios. Ese régimen
consiste en una secretaría permanente, establecida en La Haya, que conserva una lista de personalidades designadas
a razón de cuatro por cada uno de los Estados ligados por las referidas convenciones de 1899 ó 1907. Llegado el
caso de acudir al tribunal, las partes eligen de común acuerdo, dentro de la mencionada lista, el árbitro o árbitros
que ha de constituirlo, éstos deben ser de reconocida competencia en derecho internacional, revestidos de la mayor
consideración moral y deben estar dispuestos a aceptar las funciones de árbitro. En defecto de acuerdo, se procede
del siguiente modo: cada parte designa dos árbitros, de los que sólo uno puede ser de su nacionalidad o elegido
entre las personas que ella ha presentado para formar la lista, y los cuatro árbitros así nombrados eligen
conjuntamente un quinto; si hay empate, se confía la elección de éste a un tercer Estado designado por ambas
partes y, en su defecto de acuerdo a este respecto, cada parte indica un Estado diferente y la elección del quinto
miembro se hace por esos Estados, siendo entendido que si éstos no logran ponerse de acuerdo en el plazo de dos
meses, cada uno presentará dos candidatos tomados de la lista, con exclusión de los designados por las partes y de
sus nacionales, y la suerte decidirá quien debe ser el quinto miembro.
Los miembros de la Corte son nombrados por seis años, y su mandato es renovable. En caso de fallecimiento o de
retiro de un miembro, se procede a su reemplazo en la misma forma que para su nombramiento, por un nuevo
periodo de 6 años.
Competencia
La jurisdicción de la Corte es facultativa y sólo entiende en virtud de un compromiso que convengan los Estados en
litigio.

10. EL ARBITRAJE DE DERECHO


Corresponde a las partes fijar de común acuerdo (en el “compromiso arbitral” o en el tratado de arbitraje, ya sea
institucional u ocasional), cuales han de ser las normas de fondo que debe regir en el litigio para apreciar los
hechos y las pruebas así como las alegaciones respectivas. Todo ello está condicionado por la naturaleza y las
circunstancias de la cuestión,
En ciertas ocasiones, las partes convienen en realizar un arbitraje de derecho. Estipulan entonces que el tribunal
deberá regirse por las normas del derecho internacional; pero en casos excepcionales precisan de común acuerdo
determinadas reglas de fondo para que el tribunal se ajuste a ellas como reglas de derecho. En ambos casos se pacta
un arbitraje juiris; pero en el segundo las facultades del tribunal están regidas por una lex specialis.
Si nada se especifica sobre las normas aplicables al arbitraje, el árbitro debe aplicar el derecho internacional.
Cuando el tribunal debe regirse por las normas del derecho internacional el derecho aplicable es el imperante en la
comunidad internacional en la época en que se produjo el hecho originario de la cuestión que ahora está ante el
tribunal y no, si fuere distinto, el derecho vigente en el momento en que se ha iniciado el proceso arbitral. Esto es
indiscutible, porque son aquellas reglas y no esas últimas las que rigieron la conducta de los Estados que ahora
discrepan.

11. EL ARBITRAJE DE EQUIDAD


En otras oportunidades, las partes acuerdan que el tribunal aplique normas más elasticas que las estrictamente
jurídicas: estipulan entonces un arbitraje de equidad.
La “equidad” es una noción ética que proviene del derecho romano: el juez está autorizado a decidir ex aequo et
bono, esto es, a adoptar, inspirándose en su conciencia, lo que él estime razonable y adecuado a fin de dar a cada
cual lo suyo según las circunstancias del caso. La “equidad” no se desentiende en absoluto de las normas del
derecho, aproximándose a las más semejantes, salva sus deficiencias, mitiga sus rigores y llena sus vacíos. Esto no
significa, desde luego, que el juez haya de proceder impulsado por simple benevolencia o simpatía hacia una de las
partes; el fiel de la balanza, movido por la “equidad”, puede inclinarse como es natural hacia un lado como hacia el
otro.

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Paz Vierci Pedretti 2006
La autorización para pronunciarse según la equidad debe ser expresa, porque confiere a los árbitros una facultad
que no está restringida por frenos legales. Tal autorización existe cuando las partes estipulan que los árbitros
decidirán ex aequo et bono o al menos manifiestan que procederán “de acuerdo con la justicia y la equidad”.
Los árbitros autorizados para decidir “de acuerdo con el derecho internacional” no pueden pronunciarse según la
“equidad”, aunque estimen satisfacer con ellos las deficiencias del derecho internacional. Y cuando las partes han
acordado que os árbitros se pronunciaran “de acuerdo con el derecho internacional y ex aequo et bono”, debe
entenderse, puesto que el derecho es más preciso que la equidad, y figura señalado en primer termino, que ésta
actúa de modo subsidiario: los árbitros deben acudir primero al derecho internacional, y si la cuestión a resolver lo
estuviere de modo insuficiente u oscuro, se pronunciaran entonces adoptando la solución que según su conciencia
estimen como más razonable y adecuada.

12. EL ARBITRAJE DE LAS CONFERENCIAS PANAMERICANAS


Primera Conferencia Panamericana de 1889 – 1890
El programa la preveía la adopción del arbitraje. La discusión de este tema dio lugar a un proyecto de tratado, cuyo
artículo 1º declaró que el arbitraje es un principio de Derecho Publico Americano. El 2º articulo señaló el arbitraje
para toda discusión concerniente a los privilegios diplomáticos y consulares, fronteras, territorios,
indemnizaciones, derechos de navegaron, validez, interpretación o ejecución de tratados. Los artículos 3º y 4º
hicieron extensivo el arbitraje a todos los demás conflictos con excepción de aquellos que, a juicio de una de las
partes en litigio, pudieran poner en peligro su existencia, en cuyo caso el arbitraje seria facultativo para ella, pero
obligatorio para la otra parte si lo pidiere. Este proyecto no llegó a convertirse en tratado formal.
Segunda Conferencia Panamericana,
Por iniciativa de Argentina y Perú se discutió el arbitraje obligatorio y, no pudiendo reunir la unanimidad por
oposición de Chile, un grupo de delegados suscribió el tratado el 29 de enero de 1902 firmado por Argentina,
Bolivia, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Rca. Dominicana y Uruguay. Por este tratado, las partes
contratantes se obligaron a someter al arbitraje todos los conflictos que no hayan podido ser resueltos por la vía
diplomática, menos aquellos que afectaren el honor o la independencia. Por su parte, la Conferencia aprobó un
protocolo por el cual los Estados que aún no lo han hecho, se comprometían a adherir la Convención de La Haya
de 29 de julio de 1899 sobre arreglo pacifico de los conflictos internacionales.
Tercera Conferencia Panamericana
Resolvió que cada república del continente diera instrucciones a sus representantes en la 2ª Conferencia de La
Haya, para propugnar el arbitraje.
Cuarta Conferencia Panamericana
Sólo se habló del arbitraje con motivo de prorroga del tratado sobre Reclamación Pecuniarias.
Quinta Conferencia Panamericana
El tema 11 se refería a la “consideración de los mejores medios para dar más amplia aplicación al principio del
arreglo judicial o arbitral de las diferencias entre las repúblicas del continente americano”. Después de un largo
debate, la Conferencia declaró su complacencia por la extensión que en los últimos años han experimentado la
conciliación, el arreglo judicial y el arbitraje, como medios de resolver los conflictos entre las naciones del
continente; e hizo votos por que el progreso de estas instituciones fuera siempre creciente prosperando su
aplicación en un futuro próximo lo más general y amplio posible. Finalmente se firmó en Washington el Tratado
Interamericano de Arbitraje de 5 de enero de 1929, este tratado se inspira en los celebrados por los Estados Unidos
el año anterior, pues establece que se someterán a arbitraje las cuestiones que surjan con motivo de la reclamación
de un derecho, en virtud de un tratado o por cualquier otra causa que sea de naturaleza jurídica.
Novena Conferencia Panamericana
Reunida en Bogotá, se firmó el 30 de abril de 1948 el “Tratado de soluciones Pacificas”, denominado también
“Pacto de Bogotá”, que se propone reemplazar a todos los acuerdos interamericanos referentes a los diversos
medios de solución pacífica. En ese instrumento el arbitraje aparece coordinado especialmente con la justicia
internacional.

13. DISPOSICIONES DE LA CARTA DE LAS NACIONES UNIDAS


El Capítulo VI trata del arreglo pacifico de controversias en sus artículos:
Artículo 33
l. Las partes en una controversia cuya continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz
y la seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo, mediante la negociación, la investigación, la
mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros
medios pacíficos de su elección.
2. El Consejo de Seguridad, si lo estimare necesario, instará a las partes a que arreglen sus controversias por dichos
medios.
Artículo 34

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Paz Vierci Pedretti 2006
El Consejo de Seguridad podrá investigar toda controversia, o toda situación susceptible de conducir a fricción
internacional o dar origen a una controversia, a fin de determinar si la prolongación de tal controversia o situación
puede poner en peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Artículo 35
1. Todo Miembro de la ONU podrá llevar cualquiera controversia, o cualquiera situación de la naturaleza
expresada en el Artículo 34, a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General.
2. Un Estado que no es Miembro de la ONU podrá llevar a la atención del Consejo de Seguridad o de la Asamblea
General toda controversia en que sea parte, si acepta de antemano, en lo relativo a la controversia, las obligaciones
de arreglo pacífico establecidas en esta Carta.
3. El procedimiento que siga la Asamblea General con respecto a asuntos que le sean presentados de acuerdo con
este Artículo quedará sujeto a las disposiciones de los Artículos 11 y 12.
Artículo 36
1. El Consejo de Seguridad podrá, en cualquier estado en que se encuentre una controversia de la naturaleza de que
trata el Artículo 33 o una situación de índole semejante, recomendar los procedimientos o métodos de ajuste que
sean apropiados.
2. El Consejo de Seguridad deberá tomar en consideración todo procedimiento que las partes hayan adoptado para
el arreglo de la controversia.
3. Al hacer recomendaciones de acuerdo con este Artículo, el Consejo de Seguridad deberá tomar también en
consideración que las controversias de orden jurídico, por regla general, deben ser sometidas por las partes a la
Corte Internacional de Justicia, de conformidad con las disposiciones del Estatuto de la Corte.
Artículo 37
1. Si las partes en una controversia de la naturaleza definida en el Artículo 33 no lograren arreglarla por los medios
indicados en dicho Artículo, la someterán al Consejo de Seguridad.
2. Si el Consejo de Seguridad estimare que la continuación de la controversia es realmente susceptible de poner en
peligro el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, el Consejo decidirá si ha de proceder de
conformidad con el Artículo 36 o si ha de recomendar los términos de arreglo que considere apropiados.
Artículo 38
Sin perjuicio de lo dispuesto en los Artículos 33 a 37, el Consejo de Seguridad podrá, si así lo solicitan todas las
partes en una controversia, hacerles recomendaciones a efecto de que se llegue a un arreglo pacífico.

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 24
CONTROVERSIAS INTERNACIONALES (CONT.)
1. SOLUCIÓN JUDICIAL. DEFINICIÓN

2. DIFERENCIA CON EL ARBITRAJE

3. LA CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA


Después de la guerra de 1914-18 fue creada la Corte Permanente de Justicia Internacional. Lo que no pudo lograrse
en las Conferencias de La Haya de 1899 y 1907 (que intentaron organizar un tribunal permanente de arbitraje y
sólo alcanzaron a elaborar una convención para formar un tribunal en cada caso que eventualmente los Estados en
divergencia convinieran dirimir la cuestión mediante ese método) fue posible obtener al terminar una contienda
armada que por primera vez había asolado al mundo entero.
El Pacto de la Sociedad de las Naciones (1919) encomendó al Consejo de esta institución formular y someter a los
Estados miembros los planes necesarios para el establecimiento de una Corte Permanente de Justicia Internacional,
con competencia para entender en las divergencias internacionales que las partes sometieran y para emitir
“opiniones consultivas” acerca de las cuestiones que le sometiese el Consejo o la asamblea. En cumplimiento de
esa disposición, la Sociedad de Naciones designó una comisión de juristas con el encargo de redactar un
anteproyecto de Estatuto para la Corte. Aprobado éste con algunas modificaciones por el consejo y por la
Asamblea de la Sociedad de Naciones, los Estados miembros suscribieron en Ginebra, el 13 de diciembre de 1920,
el “Protocolo de firma del Estatuto de la Corte”, en el que declararon “aceptar la jurisdicción de la Corte en los
términos y condiciones previstos en el Estatuto arriba indicado”, éste entraría en vigor tan pronto fuese ratificado
por la mayoría de los miembros de la Sociedad.
La Corte Permanente de Justicia Internacional comenzó a funcionar el 30 de enero de 1922, con sede permanente
en La Haya. Regíase por su Estatuto y el Reglamento dictado por ella. Aunque la Corte Permanente de Justicia
Internacional fue creada por la Sociedad de las Naciones, nunca fue parte integrante de ésta. Era un organismo
aparte, aunque ligado al organismo mundial, ya que la elección de los jueces era hecha por el Consejo y la
Asamblea, órganos que además podían solicitar opiniones consultivas y su presupuesto era aprobado por la
Asamblea.
La creación de la Corte Permanente de Justicia Internacional fue un adelanto considerable en la evolución de los
mecanismos para dar soluciones jurídicas a las controversias internacionales por las razones siguientes:
1. fue el primer tribunal establecido con carácter permanente y sujeto a reglas de procedimiento fijadas con
anterioridad al litigio; esta permanencia le permitió desarrollar una jurisprudencia homogénea y establecer
prácticas y principios procesales que constituían una garantía para las partes;
2. las fuentes de derecho aplicables estaban claramente definidas, agregándose a los tratados y la costumbre
los principios generales del derecho, de forma de no dejar lagunas jurídicas y obligar al juez a juzgar,
permitiéndose además a las partes, si lo deseaban, solicitar una solución ex aequo et bono;
3. la Corte publicó todas las actuaciones, salvo, por supuesto, sus deliberaciones internas, con lo que dio
publicidad y claridad al proceso;
4. se estableció una Secretaría permanente, que permitió a los Estados en toda oportunidad un canal abierto de
comunicación con el tribunal y con a otra parte;
5. se amplió su actividad fuera del campo contencioso, extendiéndola a la facultad de otorgar opiniones
consultivas;
6. composición representativa de los principales sistemas jurídicos dio un carácter universal a la nueva
entidad.
En 1945, al terminar las hostilidades armadas que había desencadenado la 2ª Guerra Mundial, la Conferencia de
San Francisco organizó la Corte Internacional de Justicia, destinada a continuar la obra anterior: la naturaleza de la
Corte, su organización, su competencia y reglas de procedimiento están consignadas en la Carta de la ONU y en el
Estatuto correspondiente que, a diferencia del Pacto de la Sociedad de las Naciones, forma parte integrante de ésta.
La Corte Internacional de Justicia es el órgano judicial principal de la ONU; funciona de conformidad con el
Estatuto anexo, que está basado en el de la Corte Permanente de Justicia Internacional, y que forma parte integrante
de Carta.
La Carta establece que todos los Miembros de las ONU son ipso facto partes en el Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia. Un Estado que no sea Miembro de la ONU puede llegar a ser parte en el Estatuto de la
Corte Internacional de Justicia, de acuerdo con las condiciones que determine en cada caso la Asamblea General a
recomendación del Consejo de Seguridad (Art. 93); en virtud de esta cláusula se han hecho parte, en el Estatuto de
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la C.I.J. Suiza, San Marino y Liechtenstein. La creación de la Corte Permanente de Justicia Internacional, realizada
en 1922, significa el primer paso hacia la organización de la justicia internacional. La Corte Internacional de
Justicia, erigida sobre la estructura de su antecesora, no es sino la consolidación y mejora de este propósito. Cierto
es que, a diferencia de los tribunales internos, no se ha investido no a una no a otra Corte con la facultad de
compeler a los Estados para presentar su juicio ante sus estrados; pero se ha asignado carácter permanente a ambas
instituciones y se ha proveído un procedimiento que en ciertas circunstancias autoriza a la Corte para proceder a
requisión de una de las partes.
Los dos instrumentos fundamentales que rigen la vida de la Corte Internacional de Justicia son el Capitulo XIV de
la Carta de la ONU y el Estatuto. Además se rige por su Reglamento y la Resolución Relativa a la Práctica Interna
de la Corte en Materia Judicial.

ORGANIZACIÓN
La Corte está compuesta de 15 jueces de distintas nacionalidades quienes constituyen un cuerpo de magistrados
independientes, elegidos sin tener en cuenta su nacionalidad de entre personas que gocen de alta consideración
moral y que reúnan las condiciones requeridas para el ejercicio de las más altas funciones judiciales en sus
respectivos países, o que sean jurisconsultos de reconocida competencia en materia de derecho internacional.
Los jueces de la Corte son “magistrados independientes” no representan ni a su Estado, ni a su gobierno. Los
jueces de la nacionalidad de las partes tienen derecho, sin embargo, a entender en el litigio, y las partes que no
cuenten con juez de su nacionalidad pueden designar un juez ad hoc que la posea.
Si no se incluye entre los jueces ningún magistrado de la nacionalidad de las partes, cada una de ellas tendrá
derecho a nombrar un juez ad hoc.
Los miembros de la Corte son elegidos por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de una nómina de
candidatos propuestos por los grupos nacionales de la Corte Permanente de Arbitraje. El Secretario General de la
ONU invita por escrito a los miembros de la Corte Permanente de Arbitraje pertenecientes a los Estados partes en
el Estatuto y a los miembros de los grupos nacionales designados no pertenecientes a la ONU a que, dentro de un
plazo determinado y por grupos nacionales, propongan como candidatos a personas que estén en condiciones de
desempeñar las funciones de miembros de la Corte. Ningún grupo puede proponer más de 4 candidatos, de los
cuales no más de 2 son de su misma nacionalidad. El Secretario General de la ONU prepara una lista por orden
alfabético de todas las personas así designadas, y presenta esta lista a la Asamblea General y al Consejo de
Seguridad.
Debe tenerse en cuenta, no solamente que los candidatos reúnan las condiciones necesarias de aptitud, sino que en
el conjunto de la Corte “estén representadas las grandes civilizaciones y los principales sistemas jurídicos del
mundo”, para satisfacer este requisito, se ha adoptado una distribución de asientos similar a la del Consejote
Seguridad, es decir, hay 3 jueces africanos, 2 de América Latina, 3 de Asia, 1 de Europa Oriental, 2 de Europa
Occidental y 4 de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
Los miembros de la Corte desempeñan su cargo por 9 años, y son reelegibles. Pueden ser separados por decisión
unánime de los demás miembros.
La corte se renueva a razón de 5 magistrados cada 3 años. La Corte elige por 3 años a su Presidente y
Vicepresidente; quienes pueden ser reelectos; designa su Secretario y puede disponer el nombramiento de los
demás funcionarios que fueren menester.
La sede de la Corte está en La Haya. Su funcionamiento es permanente, excepto determinados periodos de
vacaciones. Sus miembros gozan, en el ejercicio de las funciones del cargo, de privilegios e inmunidades
diplomáticos.
Salvo excepción prevista en el Estatuto, la Corte ejerce sus funciones en sesión plenaria, bastando un quórum de 9
jueces para constituirse. La Corte puede crear salas, compuestas de 3 o más magistrados. Tres distintas clases de
salas pueden ser formadas, como los relativos a litigios del trabajo, comunicaciones y transito, o determinado tipos
de asuntos.
La Corte es asistida en sus funciones por una Secretaría compuesta por un Secretario, un Secretario adjunto y
diversos funcionarios profesionales y de servicios generales.

4. COMPETENCIA
La Corte Internacional de Justicia tiene competencia en materia contenciosa y en materia consultiva; es decir,
resolver, de acuerdo con el Derecho Internacional, las disputas legales sometidas por los Estados y/u ofrecer
consultas (advisory opinions) sobre cuestiones legales, remitidas a ella, debidamente autorizadas por los órganos y
agencias internacionales.

5. FORMAS DE ACEPTARLA
La Corte sólo puede ejercer su jurisdicción cuando las partes han voluntariamente aceptado su intervención en la
solución jurídica de la controversia.

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Paz Vierci Pedretti 2006
El consentimiento puede ser otorgado con anterioridad a que se produzca la controversia o con posterioridad al
conflicto.
El consentimiento otorgado con anterioridad a que se produzca la controversia puede ser dado en un tratado o en
una declaración unilateral.
5.1. EL COMPROMISO
Ocurre cuando se acepta la competencia de la Corte, después que se ha producido la controversia, el Estado,
en este caso acepta la jurisdicción con relación a esa controversia exclusivamente, sin que quede obligado
por ninguna otra que nazca en el futuro. El Art.36 inc 1º “La competencia de la Corte se extiende a todos
los litigios que las partes le sometan y a todos los asuntos especialmente previstos en la Carta de la ONU o
en los tratados y convenciones vigentes”. El consentimiento puede resultar de un acuerdo de voluntades de
ambas partes en la controversia para someter el asunto a la Corte, el instrumento que consagra dicha
voluntad de las partes y los límites de la jurisdicción de la Corte se llama compromiso, como en el caso del
arbitraje.
5.2. TRATADO O CONVENCIÓN
En cuanto a “tratados y convenciones vigentes” se puede referir a un tratado general de solución pacifica
que contiene cláusulas relativas a la jurisdicción obligatoria de la Corte, o tratados sobre cualquier materia
que incluye una cláusula compromisoria que prevé que las controversias sobre la interpretación o aplicación
del tratado serán sometidas a la Corte. Estos tratados son bilaterales o multilaterales.
El Art. 37 del estatuto establece “Cuando un tratado o convención vigente disponga que un asunto sea
sometido a una jurisdicción que debía instituir la Sociedad de las Naciones, o a la Corte Permanente de
Justicia Internacional, dicho asunto, por lo que respecta a las partes en este Estatuto, será sometido a la
Corte Internacional de Justicia”
5.3. LA CLAUSULA OPCIONAL (ART. 36 DEL ESTATUTO DE LA CIJ)
En cuanto a las declaraciones unilaterales de aceptación de la jurisdicción de la Corte, se tiene este sistema
muy original; el jurista brasileño Raúl Fernández concibió un mecanismo ingenioso que se denomina
cláusula facultativa o cláusula “opcional”. El Art. 36 inc 2º del estatuto establece “Los Estados partes en el
presente Estatuto podrán declarar en cualquier momento que reconocen como obligatoria ipso facto y sin
convenio especial, respecto a cualquier otro Estado que acepte la misma obligación, la jurisdicción de la
Corte en todas las controversias de orden jurídico que versen sobre:
a. La interpretación de un tratado;
b. Cualquier cuestión de derecho internacional;
c. La existencia de todo hecho que, si fuere establecido, constituiría violación de una obligación
internacional;
d. La naturaleza o extensión de la reparación que ha de hacerse por el quebrantamiento de una obligación
internacional”.
En consecuencia, se trata de un mecanismo por el cual un Estado se puede obligar de antemano a aceptar la
jurisdicción de la Corte para ciertos litigios frente a todo Estado que haya aceptado o que acepte en el futuro
dicha jurisdicción. El sistema de reciprocidad, se trata de actos unilaterales paralelos que crean la
jurisdicción en la medida que son concordantes. En la práctica, esta cláusula significa que basta la demanda
de un Estado que haya hecho una declaración similar, para que quede entablada la litis.
La declaración a que se refiere este Artículo puede hacerse incondicionalmente o bajo condición de
reciprocidad por parte de varios o determinados Estados, o por determinado tiempo.
Debe destacarse que las reservas se aplican bajo condición de reciprocidad, a veces esta condición está
contenida en forma explícita, pero, de todas maneras, se reconoce implícita toda declaración: si no fuere así,
se beneficiaria la parte que ha hecho una declaración con una reserva restringida frente a otro que ha hecho
una reserva más amplia o no ha hecho ninguna reserva.
Las declaraciones aceptando la cláusula opcional por parte de los Estados han sido hechas con diferentes
tipos de reservas. Muchas de estas declaraciones aceptándola contienen limitaciones ratione temporis.
Algunas se efectúan por plazos definidos, sujetos generalmente a una tacita reconducción, otras con
cláusulas que establecen que la declaración puede ser retirada en cualquier momento. También existen
declaraciones que sólo aceptan la jurisdicción con respecto a controversias futuras, no a las anteriores,
asimismo las hay que se refieren a tratados posteriores a la fecha de la declaración. Pero la categoría más
controvertida de reservas es la que excluye de la jurisdicción de la Corte, las controversias que, de acuerdo
al derecho internacional, quedan comprendidas dentro de la jurisdicción interna de los Estados.
Corresponde, en consecuencia, a la Corte, determinar frente a un caso dado si un asunto queda o no
comprendido dentro de la jurisdicción interna o competencia exclusiva.

6. PROCEDIMIENTO DE LA CORTE
A. EN MATERIA CONTENCIOSA

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El procedimiento ante la Corte se caracteriza por su flexibilidad. Las normas establecidas en el Estatuto y el
Reglamento, se basan en la ausencia de formalismos, pues se trata aquí de controversias entre Estados soberanos, a
quienes no se puede constreñir a un procedimiento rígido.
En razón de ser un sistema judicial internacional, la Corte, tiene dos idiomas oficiales, el francés e ingles, y aunque
las partes se expresen ambas en la misma lengua, todas las piezas de procedimiento deben ser traducidas a la otra.
Pero si una de las solicita utilizar otro idioma, la Corte puede autorizar.
Las partes están representadas por agentes y asistidas por abogados y consejeros que gozan de los privilegios e
inmunidades necesarios para el ejercicio de sus funciones. El nombramiento del agente es necesario y obligatorio,
pues a través de él se establecen todas las comunicaciones entre la Corte y la parte.
Una vez iniciada la instancia mediante notificación del compromiso o mediante solicitud escrita dirigida al
Secretario, éste transmite la solicitud a todos los interesados e informa por intermedio del Secretario General a
todos los miembros de la ONU, así como a los otros Estados con derecho a comparecer ante la Corte.
El procedimiento se divide en dos fases, una escrita y otra oral. La fase escrita comprende la presentación, a la
Corte y a las partes, de memorias, contra memorias y, si necesario fuere, de réplicas, así como de toda pieza o
documento en apoyo de los argumentos sostenidos. Si se trata de una demanda unilateral el procedimiento es
consecutivo, es decir, hay primero una memoria de la parte actora y luego la contramemoria de la demandada y
alternativamente réplica y duplica, si las partes lo solicitaran o lo estimara oportuno la Corte. Cuando se trata de un
compromiso, las partes pueden elegir el procedimiento simultáneo, o sea la presentación al mismo tiempo, por
ambos Estados, de memorias y contramemorias y si fuere el caso, réplicas y dúplicas; este sistema de depósito
simultáneo de escritos, ha sido utilizado con frecuencia en arbitrajes.
Los escritos contienen una parte destinada a los hechos y otra al derecho que se llama “conclusiones”, que son las
peticiones respectivas, que tienen gran importancia; dichas conclusiones pueden ir variando de acuerdo a los
argumentos o pruebas del contrario. Los escritos son transmitidos ala otra parte y pueden ser comunicados a otros
Estados que lo soliciten, si ambas partes autorizan.
El procedimiento oral se inicia una vez que se ha terminado la fase escrita y tiene lugar en audiencias públicas, a
menos que las partes pidan que sean a puertas cerradas, o que la Corte lo decida así. En general, tienen lugar dos
ruedas de presentación de argumentos; si el procedimiento es consecutivo se sigue el orden de las memorias; si es
simultaneo, las partes arreglan entre sí el orden a seguir. La Corte y los jueces individualmente tienen la facultad de
hacer preguntas sobre puntos que necesitan esclarecimiento o pedir información o documentación adicional. Al
terminar su exposición cada agente lee y entrega por escrito sus conclusiones finales.
En cuanto a las pruebas, la mayoría de ellas son normalmente documentos que acompañan los escritos; estos
documentos no podrán presentarse después de cerrado el procedimiento escrito, salvo el consentimiento de la otra
parte o de la Corte. Pocos casos existen en la práctica de la Corte en la utilización de la prueba testimonial. Los
testigos pueden ser presentados por las partes o requeridos por la Corte misma; pueden ser examinados por los
agentes, abogados o por los jueces. La prueba de peritos está reglamentada conjuntamente con la de testigos, y
como en este caso, puede ser solicitada por las partes o requerida por la Corte.
La Corte también puede, a pedido de parte o por sí, decidir hacer una investigación in loco, como en el caso del
Canal de Corfú.
En caso de existir hechos controvertidos, la apreciación de la prueba se efectúa de acuerdo a la intima convicción
del juez, de manera libre y sin estar sujeto a procedimientos formales. Cada parte debe probar los hechos que
afirma. En cuanto al derecho, corresponde a la Corte misma establecerla existencia de normas jurídicas. La Corte
juega un papel muy amplio en cuanto a la producción de pruebas o información de cualquier índole.
La instancia se inicia ante la Corte, mediante notificación del compromiso o mediante solicitud escrita dirigida al
Secretario. El compromiso tiene carácter bilateral y su notificación puede ser hecha por ambas partes o por una de
ellas. La solicitud tiene carácter unilateral. En cualquiera de los dos casos se debe indicar el objeto de la
controversia y las partes, pero cuando se trata de una solicitud se debe agregar, “de ser posible”.las normas sobre
las cuales se pretende basar la competencia de la Corte, la indicación precisa del objeto de la demanda, una síntesis
de los hechos y motivos sobre los cuales se basa la demanda.
La iniciación del proceso contencioso produce varios efectos jurídicos importantes:
o Es a la fecha de iniciación del procedimiento que la Corte debe determinar su competencia, así como la validez
o nulidad de la solicitud.
o Dicha fecha es la que se considera normalmente como la fecha critica para la apreciación de los hechos y del
derecho aplicable, aunque la Corte puede considerar como tal el momento del nacimiento de la controversia. En
el caso de someter el asunto por compromiso, la fecha del compromiso es la esencial.
o La iniciación del procedimiento establece el objeto de la disputa, pero el petitorio puede ser modificado a la luz
de la posición que tome el demandado. Sólo acuerdo posterior entre las partes puede cambiar el objeto de la
controversia.
o Le iniciación del procedimiento pone en movimiento el mecanismo de administración de justicia de la Corte.
La Secretaría también transmite a los Estados interesados, la solicitud presentada; también se le notifica a los

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Miembros de la ONU y demás Estados con derecho a comparecer. Las partes también pueden nombrar jueces
ad hoc.
o La iniciación del procedimiento impide la consolidación de una situación que por le transcurso del tiempo
puede transformarse en un derecho, es decir, interrumpe cualquier elemento favorable a la prescripción. Este
efecto si produce aun si la Corte se declara incompetente.

B. EN MATERIA CONSULTIVA
De acuerdo con el Art. 68 la Corte se guiará en el ejercicio de sus funciones consultivas, por las disposiciones del
Estatuto que rijan en materia contenciosa, en la medida en que la propia Corte las considere aplicables. Es decir
que, en principio, es aplicable el procedimiento en materia contenciosa, salvo las particularidades del caso.
La solicitud de opinión consultiva debe ser sometida por el organismo interesado por escrito y debe contener, en
terminas precisos, la pregunta que le formule el organismo interesado. El Secretario de la Corte debe transmitir
enseguida, la pregunta a todos los Estados que tengan derecho a comparecer ante la Corte. Si un Estado con
derecho a comparecer no ha sido notificado podrá solicitar participar en el procedimiento. Los individuos no son
admitidos a presentar directamente ninguna información ante la Corte.
Normalmente hay un procedimiento escrito y uno oral. El procedimiento escrito se limita a la presentación de
escritos por los Estados, organismos u órganos que estimen conveniente hacerlo; en esta etapa procesal no hay,
generalmente, un asegunda rueda de réplicas, aunque nada impide que la Corte la ordene.
En el procediendo oral pueden participar otros Estados u organismos que los que presentaron escritos.
Generalmente hay un solo turno de exposiciones. Los Estados especialmente interesados pueden solicitar la
designación de un juez ad hoc de su nacionalidad, si la opinión que se solicita sobre una cuestión pendiente entre
dos o mas Estados.
La opinión consultiva tiene normalmente las apariencias de un fallo, comenzando por el análisis de la competencia
de la Corte para darla y las razones para hacerlo, ya que el ejercicio de esta función es facultativo; sigue la
descripción de los hechos, y del derecho aplicable, los razonamientos que se estimen corresponder y en la parte
dispositiva a respuesta concreta a las preguntas formuladas. Las opiniones consultivas no son jurídicamente
obligatorias para quienes las solicitan.
La instancia se inicia por la Asamblea General, el Consejo de Seguridad o por los órganos de la ONU u organismos
especializados debidamente autorizados por la Asamblea, mediante solicitud escrita, en términos precisos la
cuestión respecto de la cual se haga la consulta, acompañado de los documentos pertinentes. No hay agentes de la
organización internacional interesada en el procedimiento consultivo.
Su efecto jurídico es sólo que pone en funcionamiento el mecanismo de la Corte.

DELIBERACIÓN
Una vez que los agentes, consejeros y abogados, hayan completado la presentación de su caso, el Presidente
declarará terminada la vista. Entonces, la Corte se retirará a deliberar. Las deliberaciones de la Corte se celebran en
privado y permanecen secretas. Las decisiones de la Corte se toman por mayoría de votos de los magistrados
presentes El voto es por la afirmativa o la negativa, en voz cantante; no se permite la abstención por la naturaleza
judicial de lo que se resuelve; la función del juez es decidir.

EL FALLO
Las sentencias de la Corte son leídas en sesión pública después de notificarse debidamente a los agentes. Se redacta
en los idiomas oficiales y se publica, haciendo fe como texto autentico el impreso en las páginas de la izquierda.
Está firmado por el Presidente y el Secretario.
El fallo debe ser motivado. Se divide en 3 partes: la introducción, que contiene el nombre de jueces y
representantes de las partes; un resumen del procedimiento seguido y las peticiones de las partes; los motivos,
donde se analizan los hechos y el derecho en que se basa la sentencia y la parte dispositiva, que contiene la
decisión propiamente dicha respecto al petitorio de las partes y las costas, si a ellos hubiere lugar.
Las condiciones de forma de los fallos se aplican a las opiniones consultivas, salvo la mención de las partes, los
agentes y las costas. La parte final de dichas opiniones contiene la respuesta a las preguntas formuladas.
Los jueces pueden agregar al fallo opiniones individuales, ya sea que hayan votado con la mayoría, para explicar
mejor sus motivos; o que haya votado en contra, con mayor razón, para dar a conocer las razones de su actitud. Las
opiniones pueden también agregarse a las opiniones consultivas y a las ordenanzas.
Los fallos de la Corte son obligatorios para las partes que voluntariamente le han sometido el caso. El Art. 94 de la
Carta establece “Cada Miembro de la ONU se compromete a cumplir la decisión de la C.I.J. en todo litigio en que
sea parte. Si una de las partes en un litigio dejare de cumplir las obligaciones que le imponga un fallo de la Corte,
la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o
dictar medidas con el objeto de que se lleve a efecto la ejecución del fallo”. El carácter obligatorio también se
aplica los Estados no miembros de la ONU pero sí partes del Estatuto. Aunque los fallos y ordenanzas son

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obligatorios inter partes, pueden, sin embargo, tener algunos efectos. Así, la Corte puede dirigirse a cualquier
Estado para obtener pruebas en el lugar de los hechos y dicho Estado deberá cooperar.
No hay apelación a otra instancia de una decisión de la Corte. El fallo es definitivo e inapelable. Esta norma se
aplica también en los casos contradictorios como en los de rebeldía. El fallo asume, en consecuencia, autoridad de
cosa juzgada.

MEDIDAS PREVISIONALES ** No incluye el programa


El Art. 41, inc1º faculta a la Corte para indicar, si considera que las circunstancias así lo exigen, las medidas
provisionales que deban tomarse para resguardar los derechos de cada una de las partes. Ante la presentación
de una solicitud de una de las partes a este respecto, la Corte deberá darle prioridad sobre todos los otros casos que
esté considerando. La Corte debe reunirse inmediatamente para decidir sobre la solicitud “como una cuestión de
urgencia”, para lo que deberá fijar una audiencia para oír los argumentos de las partes y el Presidente puede,
mientras tanto, hacer un llamado para que las partes actúen de tal manera que permitan que cualquier orden que
emita el tribunal tenga los efectos apropiados.
Las medidas provisionales pueden ser tomadas no sólo a pedido de una parte, sino también hacerlo la Corte motu
propio. En cualquier etapa del procedimiento puede solicitarse, aunque generalmente se presentan al comienzo del
asunto.
La solicitud de medidas provisionales debe estar directamente ligada a la demanda, porque su propósito es proteger
los derechos que son el objeto de la controversia. Las circunstancias que justifican la adopción de medidas
provisionales han sido definidas en varios asuntos presentados a la Corte. Deben tener carácter de amenaza
inminente, debe existir el riesgo de un perjuicio irreparable y su adopción debe impedir la agravación o la
extensión de la controversia.
Estas medidas provisionales son de naturaleza judicial e intrínsecamente tienen carácter obligatorio.

REBELDÍA
El Estatuto prevé en as Art. 53 la posibilidad de que el Estado demandado no comparezca ante la Corte. En tales
circunstancias, la Corte debe asegurarse no sólo que tiene competencia, sino también de que la demanda esté bien
fundada en cuanto a los hechos y al derecho.
Cuando una de las partes no comparezca ante la Corte, o se abstenga de defender su caso, la otra parte podrá pedir
a la Corte que decida a su favor.
La parte en rebeldía generalmente presenta solamente una primera nota en que invoca la incompetencia de la Corte
y pide que la cuestión sea, sin más, retirada de la Corte. Como consecuencia, la parte rebelde se abstiene de
nombrar juez ad hoc si tiene derecho a ello, no nombra agente y no se defiende en el procedimiento escrito u oral.
La Corte por su parte puede constatar la rebeldía por medio de una orden. La incomparecencia no es obstáculo para
que la Corte ordene medidas provisionales.

EXCEPCIONES PRELIMINARES
Son los incidentes que se han presentado con más frecuencia en la historia de la Corte. Se trata de medios de
defensa, que presenta generalmente el demandado con el objeto de dar inmediatamente fin al procedimiento, a fin
de cuidar que la Corte se pronuncie sobre el fondo del caso. En la doctrina, la excepción de incompetencia es un
medio invocado en el curso del procedimiento que consiste en objetar el poder del juez de juzgar sobre el diferendo
que le ha sido sometido; y la excepción de inadmisibilidad es otro medio procesal que tiende a obtener que el juez
competente para conocer de un asunto, no proceda al examen del fondo, en razón de que la existencia de una
condición anterior a dicho examen lo impide.
La excepción debe ser presentada por escrito. En el caso del demandado el plazo es fijado para la presentación de
la contramemoria; para las otras partes el establecido para el depósito del primer escrito en el procedimiento. La
presentación de la excepción preliminar suspende la consideración del fondo del asunto. La parte contra la que la
excepción es presentada podrá presentar un escrito contestando. El resto del procedimiento es oral. También
pueden ser presentadas en caso de que el asunto sea sometido a la Corte mediante una demanda unilateral, un
compromiso o aun en casos de opiniones consultivas.
La Corte dará solución al incidente mediante una sentencia. El fallo puede o aceptar la excepción preliminar, con lo
que caso termina, o rechazarla continuando el asunto; pero también puede unir la excepción al fondo, ya sea por
acuerdo de partes o de oficio.

INTERVENCION
Es un incidente procesal en el que un tercer Estado, ajeno a las partes originarias, reclama participar en el caso por
entender afectados sus intereses o derechos; puede presentarse tanto en un procedimiento ante la C.I.J., como en un
procedimiento arbitral. El Estatuto prevé dos casos de intervención:

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o Un Estado puede pedir a la Corte que le permita intervenir, si considerase que tiene un interés de orden jurídico
que puede ser afectado por la decisión del litigio, la Corte decide con respecto a dicha petición.
o Un Estado tiene el derecho de intervenir cuando se trate de la interpretación de una convención en la cual sea
parte aunque no lo sea en el litigio, pero si ejerce ese derecho, la interpretación contenida en el fallo será
igualmente obligatoria para él. la Secretaría de la Corte tiene la obligación de notificar a todas las partes,
cuando se trate de la interpretación de una convención.
En caso de que la Corte decida a favor de la intervención, el tercer Estado lo hará en el mismo nivel principal que
las partes originarias; si por el contrario, dicho Estado se decide a no intervenir, la Corte no puede decidir sobre los
aspectos de fondo que lo afecten y deberá declararse incompetente al respeto.

7. CARÁCTER DE SU JURISDICCIÓN
La función principal de la Corte es decidir, conforme al derecho internacional, las controversias que el sometan
voluntariamente los Estados. El poder de juzgar, es decir, la jurisdicción de la Corte, es, en consecuencia, de
naturaleza voluntaria, no compulsiva; si dicho poder de juzgar no ha sido otorgado voluntariamente por los
Estados, la Corte no tiene jurisdicción.
Además de decidir controversias sometidas voluntariamente por los Estados, la Corte puede emitir opiniones
consultivas sobre cuestiones jurídicas que el presenta a su consideración cualquier organismo internacional
autorizado para ello, conforme a las condiciones establecidas en la Carta de la ONU.
El Estatuto reconoce a la Corte, de acuerdo a un principio de derecho internacional general en materia de arbitraje,
el poder de decidir sobre su propia jurisdicción, de acuerdo a su Art. 36 inc 6º “En caso de disputa en cuanto a si la
Corte tiene o no jurisdicción, la Corte decidirá”
LAS PARTES
Las disposiciones del Estatuto son claras y contundentes en cuanto al principio de sólo Estados pueden ser partes
en caso contencioso ante la Corte. Las personas individuales y las jurídicas de derecho interno NO tienen, en
consecuencia, acceso a la Corte. Esto no significa que, a través de la protección diplomática, un Estado no pueda
defender intereses particulares de sus nacionales frente a otro Estado pero el litigio es siempre de Estado a Estado.
Las organizaciones internacionales no pueden llegar a ser partes en casos contenciosos ante la Corte. Sin embargo,
pueden darse las circunstancias en que, sin ser partes, no estén totalmente ajenas al proceso. la Corte puede solicitar
informaciones de las organizaciones internacionales en casos en que litiguen ante ella y las organizaciones, a su
vez, pueden enviarle, por iniciativa propia, dichas informaciones.

8. FUENTES DEL DIP QUE APLICA LA CORTE


La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean sometidas,
aplica:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente
reconocidas por los Estados litigantes;
b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho;
c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como
medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 59 (La
decisión de la Corte no es obligatoria sino para las partes en litigio y respecto del caso que ha sido decidido). Es
decir, después de haber recurrido a las 3 primeras fuentes contenidas en los incisos a, b y c; en otros términos,
la jurisprudencia y la doctrina pueden ser utilizadas solamente cuando aquellas tres fuentes no existan o sean
incompletas u oscuras. Pero no se establece una gradación estricta y con valor jurídico decreciente. Hecha la
salvedad relativa al carácter auxiliar de la jurisprudencia y la doctrina, se ha querido dejar libertad de
apreciación a la Corte para determinar el derecho en cada caso aplicando todas esas fuentes sin que se excluyan
en absoluto entre sí.
La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las partes así
lo convinieren.

9. OPINION CONSUTIVA DE LA CIJ


La función solutiva, adicional a la función contenciosa regular a todo tribunal, fue incorporada al Estatuto de
C.P.I.J., siguiendo una practica de tribunales anglosajones. Esta función consultiva tuvo por objeto que la C.P.I.J.
prestara asistencia jurídica, por medio de su opinión, a organizaciones internacionales debidamente autorizadas en
problemas jurídicos que se presentaren en relación con su estructura y funcionamiento o en cuestiones de derecho
en controversias entre Estados presentados a la consideración de una organización internacional.
Quienes pueden pedirla
El Art. 96 de la Carta, que confiere a la Corte Internacional de Justicia funciones consultivas similares a su
antecesora, establece “La Asamblea General o el Consejo de Seguridad podrán solicitar de la Corte Internacional

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de Justicia que emita una opinión consultiva sobre cualquier cuestión jurídica. Los otros órganos de la ONU y los
organismos especializados que en cualquier momento sean autorizados para ello por la Asamblea General, podrán
igualmente solicitar de la Corte opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas que surjan dentro de la esfera de
sus actividades”. En consecuencia, la función consultiva no se encuentra abierta a los Estados, sólo se ejerce con
relación a solicitudes de órganos de Naciones Unidas y organismos especializados debidamente autorizados. Los
órganos de la ONU, además de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad son: el Consejo de Economía y
Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Comisión Interina de la Asamblea General y la Comisión de
Peticiones de Revisión de los Fallos del Tribunal Administrativo. Los organismos especializados son: OMS,
UNESCO, FAO, OIT, BIRF, FMI, UPU, CFI.
Aunque los Estados no pueden solicitar una opinión consultiva de la Corte, algunos instrumentos internacionales
prevén que en caso de controversia entre un Estado y una organización internacional, dicha organización puede
pedir una opinión consultiva a la Corte, que será aceptada como decisiva.
Objeto de la solicitud
El Art. 96 establece “La Asamblea General o el Consejo de Seguridad podrán solicitar de la Corte Internacional de
Justicia que emita una opinión consultiva sobre cualquier cuestión jurídica” y los otros organismos especializados
“sobre cuestiones jurídicas que surjan dentro de la esfera de sus actividades”. A su vez, el Art. 65 del estatuto
dispone que la Corte “podrá emitir opiniones consultivas respecto de cualquier cuestión jurídica”. Estas normas
suponen, por supuesto, que la Corte no puede dar su opinión en cuestiones políticas. La diferencia entre cuestiones
jurídicas y cuestiones políticas no es fácil; el sentido de los términos “cuestión jurídica” esta aquí claro, se trata de
toda cuestión capaz de recibir una respuesta fundada en derecho. No importa, en consecuencia, que el pedido de la
opinión consultiva esté basado en consideraciones políticas, es muy difícil que no lo sea, o que el asunto tenga
trascendencia política, lo importante es que pueda recibir una respuesta jurídica, es decir, declarar cuáles son las
normas existentes aplicables, no cuáles o cómo deberían ser dichas normas.
Como la Carta y el Estatuto se refieren a “cualquier cuestión jurídica” el problema se plantea cuando la cuestión
jurídica objeto de la solicitud es una cuestión de derecho interno, no de derecho internacional. El Art. 2º, inc 7º de
la Carta prohíbe “a la ONU intervenir en los asuntos que son esencialmente de los Estados”; el derecho interno de
Estado pertenece esencialmente a su jurisdicción domestica y queda, fuera de la competencia de la Corte, aun para
opiniones consultivas. La solicitud debe referirse a cuestiones jurídicas de derechos internacional, aunque puede
suceder que para responder una cuestión de derecho internacional debe interpretar reglas de derecho nacional.
Finalmente, en cuanto al objeto de la solicitud de opinión consultiva, ella puede referirse tanto a una cuestión
abstracta, como a una cuestión concreta. Así lo decidió la Corte, ya que no puede considerar una pregunta
formulada en términos abstractos. Esta es una afirmación desprovista de toda justificación. La Corte puede dar
opinión consultiva sobre cualquier cuestión jurídica, abstracta o no.
Carácter permisivo
La Corte puede ejercer su poder discrecional para dar o no la Opinión. La jurisprudencia de la Corte así lo ha
reconocido en varias oportunidades. En consecuencia, no está obligada a responder a una solicitud de opinión. Sin
embargo, la Corte también señaló que ka respuesta a una pregunta debidamente formulada al Tribunal “en
principio no debería ser rechazada”, porque representa su participación, como órgano de la ONU, en las actividades
de la Organización. En consecuencia, la Corte parecería haber reconocido que, dentro de ciertos limites dictados
por su naturaleza de órgano jurisdiccional, su deber de cooperar con otros órganos de las Naciones Unidas y
organismos especializados que soliciten opiniones consultivas y que, en principio no debería rehusarse a responder,
salvo que existan razones decisivas para ello.

10. REFORMAS DEL ESTATUTO DE LA CIJ


Según el Art. 69 las reformas al Estatuto se efectuarán mediante el mismo procedimiento que establece la Carta de
las Naciones Unidas para la reforma de dicha Carta, con sujeción a las disposiciones que la Asamblea General
adopte, previa recomendación del Consejo de Seguridad, con respecto a la participación de Estados que sean partes
en el Estatuto, pero no Miembros de las Naciones Unidas.
La Corte esta facultada para proponer las reformas que juzgue necesarias al Estatuto, comunicándolas por escrito al
Secretario General de la ONU a fin de que sean consideradas de conformidad con las disposiciones del Artículo 69.
La Carta de la ONU se reforma de esta manera:
1. Se puede celebrar una Conferencia General de los Miembros de la ONU con el propósito de revisar esta Carta,
en la fecha y lugar que se determinen por el voto de las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea
General y por el voto de cualesquiera 9 miembros del Consejo de Seguridad. Cada Miembro de la ONU tiene
un voto en la Conferencia.
2. Toda modificación de la Carta recomendada por el voto de las dos terceras partes de la Conferencia entra en
vigor al ser ratificada de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales, por las dos terceras
partes de los Miembros de la ONU, incluyendo a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

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Paz Vierci Pedretti 2006
3. Si no se hubiere celebrado tal Conferencia antes de la décima reunión anual de la Asamblea General después de
entrar en vigor la Carta, la proposición de convocar tal Conferencia será puesta en la agenda de dicha reunión
de la Asamblea General, y la Conferencia será celebrada si así lo decidieren la mayoría de los miembros de la
Asamblea General y 7 miembros cualesquiera del Consejo de Seguridad.
Las reformas a la Carta entran en vigor para todos los Miembros de la ONU cuando hayan sido adoptadas por
el voto de las dos terceras partes de los miembros de la Asamblea General y ratificadas, de conformidad con
sus respectivos procedimientos constitucionales, por las dos terceras partes de los Miembros de las ONU,
incluyendo a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 25

CONTROVERSIAS INTERNACIONALES (CONT.)

1. MEDIOS COERCITIVOS
Cuando una divergencia internacional no llega a ser resuelta ni por negociaciones diplomáticas entre las partes ni
con la colaboración de terceros, sólo restan dos caminos posibles: o las partes abandonan toda nueva gestión a la
espera de que el tiempo provea oportunidad más propicia, o alguna de ellas recurre a los medios coercitivos. Estos
medios son la retorsión, las represalias, la ruptura de relaciones diplomáticas, el embargo, el boicot, el
bloqueo pacifico, y el ultimátum. Todos ellos significan cierta coerción sobre la contraparte a fin de inducirla a
ceder en sus pretensiones; y aunque no importan necesariamente la guerra, pueden conducir a ella. La guerra
constituye la máxima forma de coerción entre los Estados.

2. LA RETORSIÓN
Este medio coercitivo se emplea cuando un Estado, en el ejercicio de su soberanía, trata en forma desventajosa a
otro Estado, sin cometer una violación del derecho internacional o de los tratados vigentes. En tal caso, puede por
vía de retorsión el Estado lesionado en sus intereses, aplicar un tratamiento igualmente desventajoso al Estado
causante del daño. Si un Estado, por ejemplo, grava la importación de los productos de otro con una elevación de
tarifas aduaneras, hace uso de sus atribuciones legislativas, o establece restricciones a la admisión de buques o
personas extranjeras o a los derechos que éstas puedan ejercer; pero el Estado perjudicado, ejerciendo las suyas
propias, puede replicar con gravámenes análogos. La retorsión se funda en la reciprocidad por vía ejecutiva o
legislativa. Es difícil que haya retorsión de orden judicial, debido a las garantías individuales; pero se puede exigir
la reciprocidad antes de conceder el pedido de un tribunal extranjero. La retorsión la debe ejercer el Estado contra
otra, considerando como entidad colectiva, no contra sus nacionales en particular.

3. LAS REPRESALIAS
Consisten en la adopción, con respecto a determinado Estado, de ciertas medidas de coerción (las que se estimen
más conducentes para imponerle una rectificación a su conducta), en respuesta a un hecho ilícito realizado por
aquél en perjuicio de los derechos del Estado o de sus nacionales. Se diferencian, en efecto, de la retorsión en que
ésta es una réplica a un acto que, aunque lícito en sí mismo, causa una lesión a otro Estado; mientras que las
represalias son por actos ilícitos a los cuales el Estado dañado responde con otros actos ilícitos. Las represalias no
se confunden con la legítima defensa. Las represalias son de diversa naturaleza, según lo aconsejen las
circunstancias; por ejemplo, prohibir a entrada a puerto a los buques de la bandera del Estado culpable, proceder al
embargo o retención de esos buques cuando se encuentren dentro de la jurisdicción del Estado lesionado, etc. Las
represalias deben recaer sobre los intereses generales o los buques que llevan bandera del Estado culpable y no
sobre las personas particulares, aunque sean sus nacionales; no deben afectar directamente a Estados terceros o a
sus nacionales.
Aun con estas restricciones, el ejercicio de las represalias conduce a una pendiente peligrosa; incita a contestar una
represalia con otra nueva y más grave, de tal manera que los actos sucesivos y creciente de fuerza pueden
degenerar en serio conflicto y provocar la guerra. Las represalias no deben ser excesivas en relación al daño
recibido y no pueden significar mayor coerción que la necesaria para lograr un acuerdo a la disputa. Con
anterioridad a la adopción de represalias el Estado que las aplica debe demandar la reparación consiguiente del
Estado infractor y comenzar con ellas sólo en caso de incumpliendo por este último. Asimismo las represalias
deben terminar si se acepta el reclamo. Aquí se refiere a represalias en tiempo de paz, que deben distinguirse de las
adoptadas en tiempo de guerra, que tienen por objeto que el enemigo no continúe violando las leyes de la guerra y
las que normalmente serian actos ilícitos de acuerdo a dichas leyes. En ciertos casos las represalias pueden ser
autorizadas en un tratado. Así, según el Convenio del Café de 1968, se puede recurrir a tales actos si la otra parte
no acepta las conclusiones de una comisión de arbitraje o panel previsto en tal instrumento.

4. EL EMBARGO
Es una medida de coacción que se ejerce deteniendo buques del Estado extranjero anclados en los puertos. El
embargo de coerción no se confunde con el embargo decretado en los tribunales, ni con la antigua “saisie du
prince” que a titulo de precaución impedía la salida de buques.

5. EL BLOQUEO PACIFICO
Desde el primer tercio del siglo XIX, algunos países, proponiéndose alcanzar una solución favorable a ciertos
intereses, echaron mano al recurso de impedir, por medio de sus fuerzas navales y sin que exista estado de guerra,
las comunicaciones marítimas de un país determinado. El “bloqueo pacifico” (que así se llamó) fue una forma de
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represalia, pero también sirvió de instrumento para desarrollar una intervención de carácter político. Aplicada por
primera vez en 1827 por Gran Bretaña, Francia y Rusia contra Turquía para impedir el aprovisionamiento de sus
fuerzas y favorecer así la independencia de Grecia, fue utilizada desde entonces una veintena de veces. El “bloqueo
pacifico” no constituyó propiamente un bloqueo porque no reunía las condiciones que éste requiere con respecto a
los Estados terceros; y no era pacifico, porque se ejercía con respecto a los Estados terceros; y no era pacifico,
porque se ejercía por medio de la fuerza y se traducía en actos de hostilidad armada. La verdad es que los países
que han acudido a ese procedimiento intentaron utilizar un método propio de la guerra internacional sin asumir las
obligaciones que ésta impone.
Actualmente, la interdicción del uso o la amenaza de la fuerza, ha transformado el bloqueo pacifico en ilegal, pues
supone claramente el uso de la fuerza armada. El bloqueo pacifico puede, eso sí, ser decidido por el Consejo de
Seguridad, como una medida para mantener la paz y la seguridad internacionales, en caso de amenaza a la paz,
quebrantamiento de la paz o actos de agresión.

6. EL BOICOT
Es una medida de coerción que consiste en interrumpir las relaciones economizas, comerciales o financieras con el
Estado inculpado. El boicot puede ser decretado sea por el gobierno o por los particulares. Durante la guerra de
1914, los Aliados establecieron el boicot al comercio enemigo, aun en los países neutrales, por medio de “listas
negras”. El Pacto de la Sociedad de las Naciones consagró el boicot como medio coercitivo contra el Estado que
perturbe la paz. El Art. 16 enmendado en 1924, establecía la obligación de romper inmediatamente todas las
relaciones comerciales o financieras, prohibir toda relación, al menos entre las personas residentes en sus territorios
y las personas residentes en el territorio del Estado en ruptura del pacto y además, como convenga, entre sus
nacionales y los del Estado en ruptura del pacto.

7. LA RUPTURA DE RELACIONES DIPLOMÁTICAS


Esta es una medida que un Estado asume cuando se siente gravemente afectado por la conducta de otro Estado o
cuando la desinteligencia ha llegado a un punto que considera preferible no discutir más directamente y aun
formular con ello una advertencia acerca de su desagrado. La medida se adopta entregando sus pasaportes al jefe de
la misión diplomática correspondiente, así como a todos los miembros del personal oficial y sus familias, y
ordenando a los propios agentes diplomáticos en el país respectivo soliciten a la vez sus pasaportes. En principio,
no comprende a los funcionarios consulares, dado que el desempeño de su cargo no tiene alcance político. Los
agentes diplomáticos deben abandonar el país a la brevedad posible. Mientras tanto, sus inmunidades y privilegios,
como también las consideraciones de cortesía personal, no cesan hasta que traspongan la frontera; el gobierno local
debe asegurarles aquellos derechos y el respeto debido a su persona y efectos. El archivo, debidamente sellado, de
la embajada o legación (y eventualmente la sede) quedan a cargo del representante diplomático de un Estado
amigo, al cual se le pide prestar ese servicio y asumir la protección de los nacionales que se hallen en el país.

8. EL UTLIMATUM
Consiste en una intimidación que un gobierno dirige a otro, por medio de una nota diplomática como proposición
final con respecto a una divergencia que los separa, requiriéndole aceptar determinada solución dentro de un plazo
que generalmente es de 24 ó 48 horas, siendo entendido que la no aceptación implica la adopción de medidas
graves, que pueden ser la ruptura de las relaciones diplomáticas u otros medios coercitivos y aun la guerra.

9. CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU EN CASOS DE AMENAZAS A LA PAZ,


QUEBRANTAMIENTOS DE LA PAZ O ACTOS DE AGRESION (Arts. 39 – 51 de la Carta)

Art. 39 El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o
acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá que medidas serán tomadas de conformidad con los Artículos
41 y 42 para mantener o restablecer 1a paz y la seguridad internacionales.

Art. 40 A fin de evitar que la situación se agrave, el Consejo de Seguridad, antes de hacer las recomendaciones o
decidir las medidas de que trata el Artículo 39, podrá instar a las partes interesadas a que cumplan con las medidas
provisionales que juzgue necesarias o aconsejables. Dichas medidas provisionales no perjudicarán los derechos, las
reclamaciones o la posición de las partes interesadas. El Consejo de Seguridad tomará debida nota del
incumplimiento de dichas medidas provisionales.

Art. 41 El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada han de
emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de la ONU a que apliquen dichas
medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las

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comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de
comunicación, así como la ruptura de relaciones diplomáticas.

Art. 42 Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo 41 pueden ser inadecuadas o
han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria
para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender demostraciones,
bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres de Miembros de la ONU.

Art. 43 1. Todos los Miembros de la ONU, con e1 fin de contribuir al mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales, se comprometen a poner a disposición del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite, y de
conformidad con un convenio especial o con convenios especiales, las fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades,
incluso el derecho de paso, que sean necesarias para el propósito de mantener la paz y la seguridad internacionales.
2. Dicho convenio o convenios fijarán el número y clase de las fuerzas, su grado de preparación y su ubicación
general, como también la naturaleza de las facilidades y de la ayuda que habrán de darse. 3. El convenio o
convenios serán negociados a iniciativa del Consejo de Seguridad tan pronto como sea posible; serán concertados
entre el Consejo de Seguridad y Miembros individuales o entre el Consejo de Seguridad y grupos de Miembros, y
estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos
constitucionales.

Art. 44 Cuando el Consejo de Seguridad haya decidido hacer uso de la fuerza, antes de requerir a un Miembro que
no éste representado en él a que provea fuerzas armadas en cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud
del Artículo 43, invitará a dicho Miembro, si éste así lo deseare, a participar en las decisiones del Consejo de
Seguridad relativas al empleo de contingentes de fuerzas armadas de dicho Miembro.

Art. 45 A fin de que la Organización pueda tomar medidas militares urgentes, sus Miembros mantendrán
contingentes de fuerzas aéreas nacionales inmediatamente disponibles para la ejecución combinada de una acción
coercitiva internacional. La potencia y el grado de preparación de estos contingentes y los planes para su acción
combinada serán determinados, dentro de los límites establecidos en el convenio o convenios especiales de que
trata el Artículo 43, por el Consejo de Seguridad con la ayuda del Comité de Estado Mayor.

Art. 46 Los planes para el empleo de la fuerza armada serán hechos por el Consejo de Seguridad con la ayuda del
Comité de Estado Mayor.

Art. 47 1. Se establecerá un Comité de Estado Mayor para asesorar y asistir al Consejo de Seguridad en todas las
cuestiones relativas a las necesidades militares del Consejo para el mantenimiento de la paz y la seguridad
internacionales, al empleo y comando de las fuerzas puestas a su disposición, a la regulación de los armamentos y
al posible desarme. 2. El Comité de Estado Mayor estará integrado por los Jefes de Estado Mayor de los miembros
permanentes del Consejo de Seguridad o sus representantes. Todo Miembro de las Naciones Unidas que no éste
permanentemente representado en el Comité será invitado por éste a asociarse a sus labores cuando el desempeño
eficiente de las funciones del Comité requiera la participación de dicho Miembro. 3. El Comité de Estado Mayor
tendrá a su cargo, bajo la autoridad del Consejo de Seguridad, la dirección estratégica de todas las fuerzas armadas
puestas a disposición del Consejo. Las cuestiones relativas al comando de dichas fuerzas serán resueltas
posteriormente. 4. El Comité de Estado Mayor, con autorización del Consejo de Seguridad y después de consultar
con los organismos regionales apropiados, podrá establecer subcomités regionales.

Art. 48 1. La acción requerida para llevar a cabo las decisiones del Consejo de Seguridad para el mantenimiento de
la paz y la seguridad internacionales será ejercida por todos los Miembros de la ONU o por algunos de ellos, según
lo determine el Consejo de Seguridad.

2. Dichas decisiones serán llevadas a cabo por los Miembros de la ONU directamente y mediante su acción en los
organismos internacionales apropiados de que formen parte.

Art. 49 Los Miembros de la ONU deberán prestarse ayuda mutua para llevar a cabo las medidas dispuestas por el
Consejo de Seguridad.

Art. 50 Si el Consejo de Seguridad tomare medidas preventivas o coercitivas contra un Estado, cualquier otro
Estado, sea o no Miembro de la ONU, que confrontare problemas económicos especiales originados por la
ejecución de dichas medidas, tendrá el derecho de consultar al Consejo de Seguridad acerca de la solución de esos
problemas.

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Art. 51 Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho inmanente de legítima defensa, individual o
colectiva, en caso de ataque armado contra un Miembro de la ONU, hasta tanto que el Consejo de Seguridad haya
tomado las medidas necesarias para mantener la paz y la seguridad internacionales. Las medidas tomadas por los
Miembros en ejercicio del derecho de legítima defensa serán comunicadas inmediatamente al Consejo de
Seguridad, y no afectarán en manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la presente
Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime necesaria con el fin de mantener o restablecer la paz
y la seguridad internacionales.

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Paz Vierci Pedretti 2006

BOLILLA 26

1. LA GUERRA
En la Edad Media era posible la “guerra privada”, esto es, la lucha armada entre señores feudales que, no obstante
reconocer un soberano común, disponían de suficiente autonomía para dirimir sus antagonismos por medio de las
armas. A partir del siglo XV, concentrando el poder en manos de una autoridad central con dominio más extenso y
efectivo, establecida la noción del Estado, esas guerras han desaparecido: la lucha armada entre individuos o
bandas ha pasado a ser un delito que el Estado reprime. Hacia fines del siglo XVIII se enunció la idea de que la
guerra es una contienda entre las fuerzas armadas de los beligerantes; no constituye una relación de hombre a
hombre sino de Estado a Estado y, por lo tanto, no debe dirigirse contra la persona o los bienes de los civiles, pues
ellos no participan de las hostilidades. Esta norma fue introducida por Rousseau; los anglosajones no la adoptaron
integralmente, aunque entendieron que los civiles no debían ser atacados directamente con las armas, consideraban
que era menester tratarles como a enemigos en cuanto ellos pudieran beneficiar a su país con su comercio o con sus
bienes. Desde la guerra de 1914-1918 se ha producido una regresión; pues la lucha ha asumido carácter económico,
moviliza a las poblaciones para trabajar en las industrias bélicas y los beligerantes implantan el bloqueo total del
enemigo y la guerra submarina ilimitada hundiendo sin aviso previo todos los buques en ciertas zonas, a fin de
paralizar su intercambio y la subsistencia de sus habitantes. La guerra de 1939-1945 no sólo utilizó estos mismos
instrumentos en la lucha económica, sino que apeló al bombardeo en nueva forma, por medio de la aviación en
masa, y al finalizar la contienda puso en juego nuevos elementos ultrapoderosos que afectaron gravemente a las
poblaciones: la “bomba V”, proyectil aéreo de gran volumen que los alemanes lanzaron a través del Canal de la
Mancha sobre el territorio británico, y la “bomba atómica” que los norteamericanos dejaron caer desde aviones
sobre las ciudades japonesas Hiroshima y Nagasaki, destruyéndolas por completo. Cualquiera que haya sido el
concepto que los pueblos antiguos tuviesen de la guerra, es indudable que desde la Edad Media, por influencia del
cristianismo, la guerra ha sido considerada como un flagelo, como un terrible desastre que cae sobre los hombres a
la par que otras calamidades de la naturaleza. La guerra era un mal, un recurso extremo al cual podía acudirse tan
sólo cuando hubiera “justa causa”. Hasta comienzos del siglo XIX el uso de la fuerza en las relaciones
internacionales, incluyendo la guerra, no estaba prohibida por el derecho internacional clásico. Cada Estado, en lo
que se entendía como una manifestación normal de su soberanía, podía recurrir al uso de la guerra, sin violar las
reglas del derecho internacional. Los teólogos y canonistas católicos (San Agustín, San Isidro, Santo Tomas,
Francisco de Vitoria y Francisco Suárez) se empeñaron desde el siglo V hasta el siglo XVI en señalar cuándo la
guerra era justa. Se entendía como tal la que tenía por objeto hacer prevalecer una pretensión legítima. La
distinción entre guerras justas e injustas fue también sostenida por los partidarios del derecho natural; pero el
derecho internacional clásico no aceptó dicha distinción. Yatel sostuvo como legitima aquella guerra que
comenzaba lealmente con una declaración de guerra anterior a las hostilidades. Aunque los Estados invocaban
motivos jurídicos para justificar, desde el punto jurídico ello no era necesario.
Hasta la firma del Pacto de la Sociedad de las Naciones, en 1919, la guerra era un instrumento legítimo de política
nacional. A partir de dicho Pacto, comenzó a delinearse de una manera más clara la tendencia a establecer la
ilegalidad del recurso de la guerra. El Pacto declaro ilegal el recurso de la guerra en violación a sus normas. El Art.
10º estableció: “los miembros de la Sociedad se obligan a respetar y a preservar contra toda agresión exterior la
integridad territorial y la independencia política existente de todos los miembros de la Sociedad. En caso de alguna
agresión, o e una amenaza o de un peligro de agresión, el Consejo aconsejará los medios por los cuales se dará
cumplimiento a esta obligación”. En síntesis, la guerra era ilegal cuando se hacía en contra del procedimiento que
establecían, lo que significó un gran paso adelante, pero cuando se seguían las pautas establecidas, la guerra era
legal.
CONCEPTO
La guerra (del alemán werra - defensa) ha sido definida por calvo como “estado de hostilidad que se sustituye a la
buena armonía de nación a nación, o entre ciudadanos de un mismo país pertenecientes a diferentes partidos
políticos, y que tiene por objeto conquistar por la fuerza de las armas lo que no se ha podido obtener por las vías
pacificas y amistosas”; esta definición abarca la guerra internacional y la guerra civil, pero tiene la ventaja de
señalar que la guerra es el ultimo recurso para cuando han fracasado todas las gestiones amistosas.

La guerra internacional es la lucha armada entre dos o más Estados que se lanzan a dirimir por medio de la
fuerza una grave cuestión que los separa.

Renault la define como el conjunto de actos de violencia por medio de los cuales cada beligerante intenta someter
al otro a su voluntad. Para que haya guerra, no basta un acto aislado de violencia; es preciso que los Estados en
conflicto expresen en forma inequívoca su intención de colocarse en “estado de guerra”, con todos los efectos que
produce en sus relaciones mutuas y respecto de terceras potencias. Puede producirse el “estado de guerra” antes del
comienzo de las operaciones bélicas, y a veces subsiste después de la cesación efectiva de las hostilidades.

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También puede ser que exista el “estado de guerra” sin operaciones militares propiamente dichas; como sucedió en
la conflagración de 1914, en que varias repúblicas americanas declararon la guerra a Alemania sin participar en
hostilidades de carácter militar.

2. CONVENCIONES DE LA HAYA
La reglamentación oficial de la guerra recibió un gran impulso a partir de la segunda mitad del siglo XIX; que por
medio de tratados y una serie de normas de derecho internacional positivo destinaron a regir las hostilidades.
Primera Conferencia de La Haya de 1889
Se firmó una convención relativa a las leyes y usos de la guerra terrestre, y otra convención que extendió a la
guerra marítima los principios de la Convención de Ginebra de 1864. también declaró prohibido, por el termino de
5 años, el arrojar proyectiles y explosivos desde los alto de los globos u otros aparatos análogos, así como emplear
proyectiles que tengan por fin esparcir gases asfixiantes o mortales, y emplear balas que se expandan o aplasten en
el cuerpo humano (dumdum).
Segunda Conferencia de La Haya de 1907
Se hizo un voto recomendado que, mientras se dicte un reglamento especial para la guerra marítima, se apliquen
por analogía los principios de la guerra terrestre; hasta la clausura de la Tercera Conferencia de La Haya. Se
celebraron también las siguientes convenciones:

I. Convención sobre la solución pacifica de los conflictos internacionales.


II. Convención sobre la limitación del empleo de la fuerza para el cobro de las deudas contractuales.
III. Convención sobre la ruptura de hostilidades.
IV. Convención sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre.
V. Convención relativa a los derechos y deberes de las potencias y personas neutrales en caso de guerra
terrestre.
VI. Convención sobre el régimen de los buques mercantes al empezar las hostilidades.
VII. Convención sobre la transformación de buques mercantes en buques de guerra.
VIII. Convención sobre la colocación de minas submarinas
IX. Convención sobre el bombardeo de fuerzas navales en tiempo de guerra.
X. Convención sobre la aplicación a la guerra marítima de los principios de la Convención de Ginebra
de 1864 (éste último se refiere a militares heridos de los ejércitos en campaña).
XI. Convención sobre las restricciones al derecho de captura en la guerra marítima.
XII. Convención estableciendo un Tribunal Arbitral de Presas.
XIII. Convención sobre los derechos y deberes de las potencias neutrales en caso de guerra marítima.
XIV. Declaración sobre la prohibición de arrojar proyectiles y explosivos desde globos u otros medios
análogos.

En la guerra de 1914, varias leyes de la guerra fueron desconocidas o violadas. En algunos casos estas infracciones
se cometieron a titulo de represalias (es como represalias que los Aliados han empleado las llamas liquidas y los
gases asfixiantes), pero mucho ha influido la falta de ratificación de las Convenciones y declaraciones existentes,
así como la circunstancia de que en la guerra hayan participado varios Estados no adheridos a esos acuerdos
internacionales. Esto sucedió con las principales Convenciones de La Haya de 1907, en vista de que según un
artículo de aquellas, sólo serian aplicables entre los Estados contratantes o cuando todos los beligerantes se
hubiesen adherido a sus disposiciones; luego, bastó la no ratificación por algunos o la falta de adhesión de un
beligerante, para impedir su aplicabilidad. En general, las convenciones fueron respetadas, salvo excepción. No se
respetó la propiedad privada en la guerra terrestre. Se prohibió en absoluto el comercio con los súbditos enemigos.
Se hostilizó a los no combatientes. No se pudo cumplir con los deberes de los prisioneros. Se cumplió la
Convención de Ginebra sobre enfermos y heridos; pero no se pudo dar cumplimiento a los deberes con los muertos.
Se emplearon medios nuevos, lanza-llamas y gases asfixiantes. Se hizo guerra aérea y submarina despeinada; se
abusó de los bombardeos aéreos. No se observaron las condiciones del bloqueo. Se exageraron las listas del
contrabando. No se respetó a los neutrales en alta mar. Se combatió en territorio neutral.

3. TRATADO BRIAND-KELLOG
Este Pacto de 1928, concertado primeramente entre el Ministro de RR. EE. de Francia Briand y el Secretario de
Estado de Estados Unidos Kellog, se generalizó por medio del Tratado de Paris de 1928, también llamado Tratado
de Renuncia a la Guerra. Se compone de sólo dos artículos. El primero establecía, que las Altas Partes contratantes,
en nombre de sus respectivos pueblos, declaran solemnemente que condenan el recurso a la guerra y consagra la
renuncia a ella como instrumento de política nacional. El segundo, contiene el compromiso de resolver todos los
conflictos entre los Estados contratantes por medios Pacíficos.

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Este pacto establece ya claramente que el recurso a la guerra entre sus partes era un acto ilegal. Muchos Estados
llegaron a ser partes de este importante tratado, inclusive Alemania, por lo que fue invocado como una de las bases
de las sentencias en los juicios de Nuremberg. Pero este Pacto, como el de la Sociedad de las Naciones tenía varias
fallas. En primer lugar, ambos utilizaban la palabra “guerra” y algunos hicieron una interpretación estricta,
señalando que no toda operación militar lo era y que sólo se aplicaba tal concepto cuando había una declaración
formal. En segundo, se desnaturalizó la frase “instrumento de política nacional”, pretextando que determinadas
acciones bélicas no eran “instrumento de política nacional”, sino “internacional”. En tercer lugar, la mayoría de los
países sudamericanos no llegaron a ser partes del Pacto y, por ultimo faltaba toda la organización para llevar a cabo
los propósitos del instrumento.

4. LA GUERRA EN EL PACTO DE LA LIGA DE LAS NACIONES Y EN LA CARTA DE LA ONU


En el Pacto de la Liga de las Naciones
El Pacto en su preámbulo declara que a fin de desenvolver la cooperación entre las naciones y garantizarles la paz
y la seguridad, importa aceptar ciertas obligaciones de no recurrir a la guerra, explayar públicamente relaciones
internacionales guindadas en la justicia y el honor, observar rigurosamente las prescripciones del derecho
internacional reconocido en adelante como regla de conducta efectiva entre los gobiernos, hacer reinar la justicia y
respetar escrupulosamente todas las obligaciones de los tratados en las relaciones mutuas de los pueblos
organizados. El Pacto prohíbe recurrir a la guerra sin ensayar previamente el arbitraje, el recurso judicial o la
mediación del Consejo o de la Asamblea.

En la Carta de la ONU
Un paso adelante ha sido dado en la Carta de la ONU, que en vez de limitar el recurso de la guerra, amplió la idea
con una interdicción general del uso de la fuerza. A partir de la Carta, en otras palabras, el uso de la fuerza en las
relaciones internacionales es ilegal, con las excepciones a seguir.
El Art. 2º inc. 4º señala “Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de
recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier
Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de la ONU”. Aquí se reemplaza “guerra” por el
concepto más amplio de “uso de la fuerza”; se introdujo la “amenaza” junto a dicho uso, con lo que se declaran
ilegitimas una serie de actividades militares que, sin llegar al uso de la fuerza, tienen el propósito evidente de
doblegar la voluntad de otro Estado. Ejemplo, la movilización general o concertación de tropas en la frontera, pues
se trataría de una “amenaza”, aunque la apreciación de los hechos dependen de las circunstancias del caso, pues
pueden tener lugar la movilización o la concentración como paso previo a la legítima defensa. Dentro de la frase “o
en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de la ONU”, aquellos usos de la fuerza que no sena
medidas colectivas son ilegales, salvo el caso de legitima defensa individual y colectiva; en consecuencia hay dos
excepciones legitimas al uso de la fuerza:
1) cuando la fuerza la utilice la Organización de acuerdo con lo establecido en la Carta;
2) en caso de legitima defensa individual o colectiva.
Resumiendo, en el plano normativo del derecho internacional contemporáneo el uso de la fuerza en las relaciones
internacionales es ilegal, salvo las excepciones mencionadas. Esta norma constituye uno de los avances más
notorios realizados para lograr que el derecho internacional salga de su etapa primitiva y se transforme en un
derecho evolucionado.

5. DECLARACIÓN DE GUERRA

Según la Convención de La Haya de 1907, el comienzo de las hostilidades debe ser precedido de una declaración
de guerra, hecha en una de las formas que la misma señala.

En la antigüedad se consideró indispensable la declaración previa de guerra; sin ésta la guerra no adquiría el
carácter de justa amparada por los dioses. En Roma, la guerra se iniciaba mediante una declaración simbólica
realizada por el Colegio de los Feciales. En la Edad Media, los señores feudales la emprendían en forma
caballeresca, enviando al adversario un cartel de desafío; los monarcas siguieron un procedimiento análogo, que
consistía en enviar un heraldo de armas con el encargo de formular la declaración. La declaración previa se
mantuvo en vigor hasta el siglo XVIII cuando empezó a caer en desuso. Los partidarios de la previa declaración de
guerra aducen diversas razones a saber:

1) conviene imprimir un aspecto legal a las hostilidades, determinando el momento en que han de comenzar a regir
las convenciones reglamentarias de la guerra;

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2) es necesario diferenciar el estado de guerra de los incidentes de fuerza más o menos graves, o de medidas
violentas que se adoptan a titulo de represalias sin el ánimo de iniciar la guerra propiamente dicha;

3) como en la guerra hay Estados beligerantes y Estados neutrales, con derechos y deberes recíprocos, es necesario
que se sepa en forma inequívoca el momento a partir del cual comienzan a regir tales derechos y deberes;

4) la guerra entre pueblos civilizados debe ser franca y leal y no pasar por sorpresa del estado de paz al de guerra.

La Convención de 1907 dispone que para la seguridad de las relaciones pacíficas, importa que las hostilidades no
comiencen sin un previo aviso; que importa, también, que el estado de guerra sea notificado sin demora a las
potencias neutrales. Por tanto, las potencias contratantes reconocen que las hostilidades entre ellas no deben
comenzar sin un previo aviso e inequívoco, que tendrá ya sea la forma de una declaración de guerra motivada o la
de un ultimátum con la declaración de guerra condicional. Art. 1º “el estado de guerra deberá ser notificado sin
demora a las potencias neutrales y sólo producirá efecto, a su respecto, después de la recepción de una notificación
que podrá ser hecha aun por la vía telegráfica. Sin embargo, las potencias neutrales no podrían invocar la falta de
notificación, si estuviese establecido de una manera indudable, que de hecho ellas conocían el estado de guerra”.

De esta convención resultan dos formas de declarar la guerra:

a) por medio de una declaración especial;

b) por medio de un ultimátum con declaración de guerra condicional.

La declaración debe ser antes, no después de comenzadas las hostilidades, los cual excluye la declaración con
efecto retroactivo. Además, toda declaración debe ser motivada.

El ultimátum debe ser condicional, expresando que el caso de que no sea aceptado en un plazo dado, se producirá
el estado de guerra; se fija un término de días, se entiende que vence a las 24 horas del último día.

Después de la 1º Guerra Mundial, la formalidad de la declaración de guerra fue escasamente cumplida. Entre otras
causas influyó en ello, sin duda, el propósito de no aparecer como Estado agresor, pues se había difundido la
noción –no siempre verdadera- de que debía ser considerado así el Estado que declarase la guerra. A partir de 1945,
la declaración formal de guerra ha caído totalmente en desuso. Las razones para terminar esta practicase basan en
consideraciones de orden estratégico, en la era nuclear, donde las exigencias militares de la sorpresa o la rapidez
son obvias. Pero además, jurídicamente, la adopción en la Carta de la ONU del principio de la prohibición del uso
de la fuerza trae como consecuencia inmediata la imposibilidad de sostener la legalidad de un acto formal, la
declaración de guerra, para llevar a cabo un acto ilegal, la guerra misma.

EFECTOS

Producido el estado de guerra, los Estado que son parte en la contienda armada asumen el carácter de beligerantes
y su población se divide en dos clases: combatientes y no combatientes. Además, los Estados que no participan en
la guerra vienen a quedar colocados en una condición jurídica (la neutralidad) que les impone deberes y acuerda
derechos especiales.

a. Con respecto a las relaciones oficiales y al intercambio

La guerra implica, en principio, la ruptura de toda obligación entre los Estados enemigos. En cuanto a las
relaciones oficiales, cesan en sus funciones los respectivos representantes diplomáticos y los funcionarios
consulares, debiéndose asegurar su salida hasta la frontera con las inmunidades que les corresponden y con las
debidas consideraciones de respeto personal. El Estado receptor debe, aún en caso de conflicto armado, dar
facilidades para que las personas que gozan de privilegios e inmunidades y no sean nacionales del Estado receptor,
así como los miembros de sus familias, sea cual fuere su nacionalidad, puedan salir de su territorio lo más pronto
posible. En especial, debe poner a su disposición, si fuere necesario, los medios de transporte indispensables para
tales personas y sus bienes. La ruptura de las relaciones diplomáticas suele preceder a la declaración de guerra,
pero también puede ser simultánea o posterior a ella, en la guerra de facto las relaciones diplomáticas no siempre se
interrumpen. En doctrina, la declaración de guerra no debe interrumpir las relaciones consulares, porque estos
funcionarios no son representantes políticos de los Estados de que dependen. Todo aconseja permitir su

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permanencia en las regiones en que no hay combates y allí donde se tolera la residencia de ciudadanos enemigos.
Las prohibiciones no deben ser generales, sino regionales o individuales.

Los gobiernos de los beligerantes suelen utilizar como intermediarios a los representantes de Estados neutrales para
ajustar incidencias relativas a la conducción de las hostilidades, al cumplimiento de las “leyes y usos de la guerra”,
a la situación de las nacionales residentes en territorio enemigo, etc. Entre los territorios de los Estados beligerantes
queda interrumpido el intercambio de personas y de cosas. No obstante, algunos Estados han concedido, aunque
raras veces, licencias especiales permitiendo ciertas relaciones de carácter económico entre personas privadas con
otras residentes en territorio del enemigo.

b. Con respecto a los tratados

En los tratados de paz pueden las partes declarar extinguidos determinados tratados anteriores y confirmar otros, o
pueden estipular que se renuevan todos los tratados o solamente tales o cuales; pero mientras no se llegue a esa
solución, mientras la guerra siga su curso, se entiende que no es posible considerar a todo como destruido, y pro el
contrario hay tratados que son abrogados por la guerra y existen otros que sólo quedan suspendidos. En la doctrina
prevalecen las siguientes reglas con respecto a tratados bipartitos las estipulaciones:

1º referentes a la guerra (como la reglamentación de las hostilidades, la neutralización de territorios, la condición


de las personas de nacionalidad enemiga, etc.) entran a regir;

2º de carácter netamente político quedan abrogadas entre los Estados enemigos;

3º relativas a la soberanía permanecen en vigor no hace desaparecer ipso facto la soberanía del Estado;

4º que regulan las relaciones económicas quedan abrogadas, porque la guerra subvierte el estado de cosas sobre el
cual se habían asentados aquellas;

5º siendo de cumplimiento continuado, aseguran solamente una colaboración en asuntos de interés para las
instituciones o los habitantes se tornan de hecho inaplicables durante la guerra, quedan suspendidas y renacen al
terminar aquella;

6º los tratados multilaterales se rigen, cuando sólo obligan a los Estados beligerantes, por las reglas que acabamos
de señalar para los tratados bilaterales;

En caso de que también sean parte Estados neutrales, esos tratados permanecen en vigor entre éstos, porque están
ligados entre sí, y en lo que respecta a los beligerantes puede ocurrir que se vean impedidos de aplicarlos por
incompatibilidad jurídica con la situación de neutralidad o por imposibilidad material, por ello son suspendidos.

c. Con respecto a los bienes del Estado enemigo

Producido el estado de guerra, el beligerante puede confiscar los bienes del estado enemigo que se encuentren
dentro de su jurisdicción y sean susceptibles de ser utilizados directa o indirectamente por aquel con fines bélicos,
tales con el numerario, los fondos y otros valores, los materiales de guerra, los buques públicos o privados de dicho
Estado y demás elementos de transporte o de comunicación, las provisiones, etc. Estos bienes son confiscables por
autoridad militar en territorio enemigo ocupado y a fortiori lo son cuando se encuentren en territorio del propio
beligerante. Además, éste puede confiscar los buques públicos y privados del Estado enemigo (así como las cosas
pertenecientes a él que se encuentren a su bordo) que aprese ene el teatro de las operaciones navales, es decir, en el
alta mar o en el mar territorial de los beligerantes.

d. Con respecto a los individuos de nacionalidad enemiga

Desde a antigüedad se acostumbraba, al comenzar una guerra, someter a prisión e infligir malos tratos a los
individuos de nacionalidad enemiga que se encontraban en el territorio o bien expulsarlas del país en un plazo
determinado. Pero esas prácticas han sido abandonadas. Desde mediados del siglo XIX lo habitual es que el Estado
consienta en que las personas de nacionalidad enemiga permanezcan en el país; pero, atendiendo a la seguridad
nacional, las comete a medidas de vigilancia, obligándolas a inscribirse en un registro especial, a munirse de un
documento de identidad, a no poseer armas, a presentarse periódicamente a las autoridades, etc.; o bien, en
circunstancias muy graves, procede a su internación en lugares alejados del posible teatro de operaciones, lo que

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significa que la residencia de efectúa bajo estricta vigilancia y en ciertos casos permaneciendo en campos de
concentración. Según la Convención de Ginebra de 1949, los que deseen partir pueden hacerlo, al comienzo o
durante la guerra, siempre que no sea contrario a los intereses del Estado. Los que permanezcan en el territorio
deben ser tratados de acuerdo con las normas de la seguridad nacional. El internamiento sólo tendrá lugar cuando
sea absolutamente necesario para la seguridad de la Potencia bajo cuyo poder se halla, pero esta decisión debe estar
sujeta a una revisión periódica por autoridad judicial o administrativa, a pedido del internado y pueden ir en queja a
la potencia protectora, el Comité Internacional de la Cruz Roja y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja.

De acuerdo a la Convención de Ginebra, sobre protección de las personas civiles en tiempos de guerra, los
internados conservan plenamente su capacidad civil y pueden ejercer los derechos que sean compatibles con su
condición de internados.

e. Con respecto a los bienes de las personas de nacionalidad enemiga o residentes


en territorio enemigo

Hasta fines del siglo XVIII, los bienes muebles e inmuebles que los individuos de nacionalidad enemiga poseían en
el territorio, así como los créditos que debían cobrar en él, eran confiscados, pues se los consideraba parte
integrante de la riqueza del país enemigo. En el siglo XIX se introdujo la regla contraria: los bienes de individuos
de nacionalidad enemiga que se encontraban en el territorio eran inviolables. Esta norma era consecuencia de la
noción de los derechos individuales y de la máxima enunciada por Rousseau según la cual la guerra se hacía
exclusivamente entre las fuerzas armadas. Durante la guerra de 1914-18, los beligerantes adoptaron medidas que
vinieron a afectar los derechos patrimoniales de las personas de nacionalidad enemiga, ya se tratase de personas
físicas o jurídicas colectivas. La lucha se libraba en gran parte en el campo económico, tenía por base principal la
riqueza mobiliaria manejada por grandes sociedades anónimas desde el extranjero, desde el territorio enemigo,
cuyos intereses servían en la paz y en la guerra. Las medidas que se adoptaron en consecuencia los beligerantes, se
dirigieron no sólo contra las personas de nacionalidad enemiga sino también contra los individuos residentes en
territorio enemigo, cualquiera que fuese su nacionalidad, y aun los residentes en territorio neutral. Los bienes
muebles o inmuebles de las personas de nacionalidad enemiga fueron también afectados; los beligerantes
adoptaron medidas de carácter conservatorio que se transformaron en liquidación y confiscación. En la 2ª Guerra
Mundial todos los beligerantes adoptaron medidas análogas a las anteriores. Desde el primer momento dictaron con
ese objeto leyes especiales. Las medidas consistieron en la “congelación” de los fondos pertenecientes a las
personas de nacionalidad enemiga o a los habitantes de los territorios ocupados por el enemigo; en la formulación
de “listas negras”; y en la vigilancia, secuestro, liquidación y confiscación final de los “bienes enemigos”. Al
terminar la esta guerra (de análoga manera que en 1919) los tratados de paz confirmaron las medidas adoptadas con
respecto a los bienes de las personas de nacionalidad enemiga y dejaron el reintegro de las pérdidas sufridas a
cargo de su respectivo país.

f. Con respecto a los buques privados que siendo bandera enemiga se hallan en
puerto

Desde la guerra de Crimea (1854) hasta comienzos del siglo XX se ha seguido la práctica, al iniciarse la guerra, de
conceder y número de días o de semanas a fin de permitir la partida de buques privados que teniendo bandera
enemiga se encontrasen en puerto; y también se ha admitido en muchas ocasiones que los buques en viaje al
estallar la guerra entraran a puerto, realizaran operaciones y partieran.

6. BELIGERANTES

Con la declaración de guerra se produce la situación de Estados beligerantes y Estados neutrales. Los primeros son
los que participan abiertamente en la guerra. Los segundos son los han declarado su neutralidad o que, sin
declaración expresa, se conducen como neutrales. Dentro de cada Estado beligerante los súbditos se clasifican en
beligerantes y no beligerantes. Los beligerantes son las fuerzas armadas que se subdividen en combatientes y no
combatientes. La distinción entre súbditos beligerantes y no beligerantes tiene por objeto señalar cuáles son las
fuerzas armadas autorizadas a ejercer actos de hostilidad bélica contra el enemigo, con exclusión de los no
beligerantes o de la población civil. Los no beligerantes no pueden tomar participación en la lucha armada, son
pena de ser juzgados por la ley marcial, en lugar de ser tratados como prisioneros de guerra. Exceptuase el caso de
levantamiento en masa durante la invasión. ¿Quiénes son beligerantes? El Reglamento de la Convención de La
Haya 1899-1907 lo define así: “ las leyes, derechos y deberes de la guerra no se aplican solamente al ejercito, sino
también a las milicias y a los cuerpos de voluntarios que reúnan las condiciones siguientes: 1) tener a su cabeza a
una personas responsable de sus subordinados; 2) llevar un signo distintivo fijo y reconocible a distancia; 3) llevar

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armas abiertamente y; 4) conformarse en sus operaciones a las leyes y costumbres de la guerra. En los países en
que las milicias o cuerpos voluntarios constituyen el ejercito o forman parte de él, se hallan comprendidos bajo la
denominación de ejercito”.

En el lenguaje común se llama no-combatientes a la población civil. Pero los beligerantes mismos se dividen en
combatientes y no-combatientes. La Convención de La Haya establece que: las fuerzas armadas de las partes
beligerantes pueden componerse de combatientes y no-combatientes. En caso de captura por el enemigo, tienen
derecho a ser tratados como prisioneros de guerra. Son combatientes los jefes, oficiales y tropa, y no-combatientes
las personas encargadas de servicios auxiliares como cocineros, médicos, enfermeros y demás de la Cruz Roja;
fotógrafos, periodistas, intérpretes. El personal de no combatientes queda asimilado a los beligerantes sin forma
parte directamente del ejercito.

Sólo a los combatientes les es permitido realizar actos ofensivos. Los no combatientes únicamente tienen el
derecho a defenderse si son atacados.

Esta diferencia entre combatientes y no-combatientes ha sufrido derogaciones en las guerras de 1914 y 1939, en
que se ha movilizado poblaciones enteras en servicios auxiliares, en fabricaciones de municiones y otros
aprovisionamientos, preparación de ropa para los combatientes, decretándose la conscripción civil de hombres,
mujeres y niños. En tales condiciones ha sido difícil aplicar a las grandes masas las reglas de los no combatientes,
pues ni pudo otorgarles la calidad de prisioneros de guerra, ni someterlas a la ley marcial colectivamente.

Existe también la cobeligerancia o potencias “asociadas” cuando combaten a un enemigo común, sin previo
tratado de alianza.

7. FUERZA ARMADA

Las fuerzas armadas beligerantes deben ser del Estado, no bandas armadas por cuenta propia. Son fuerzas
beligerantes tanto el ejército de conscripción obligatoria como la milicia o cuerpos de voluntarios, siempre que
formen parte del ejército bajo control del Estado. No importa la denominación que tenga, así se llamen ejercito,
milicia, guardia nacional, legión extranjera. Es lícito recurrir a voluntarios extranjeros siempre que no se les
obligue ir en contra de su propia patria. Por lo demás, y con tal que llenen las condiciones de beligerantes, es
indiferente que sean tropas metropolitanas o coloniales, blancos o negros, batallones de hombres o mujeres.

8. FUERZAS IRREGULARES

9. LEVANTAMIENTO EN MASA

Es reconocida la licitud de los levantamientos en masa para repeler una invasión, no durante la ocupación, y se
estableció como requisito del levantamiento que éste sea espontáneo y se conforme a las leyes y usos de la guerra.
Es la población de un territorio no ocupado que, al aproximarse el enemigo, toma espontáneamente las armas para
combatir a las tropas invasoras, sin haber tenido tiempo para organizarse, es considerado como beligerante, si lleva
las armas abiertamente y respeta las leyes y usos de la guerra. Se le dispensa tener un jefe responsable y de usar no
distintivo reconocible a la distancia.

10. LA NEUTRALIDAD. NOCIONES GENERALES

El concepto de neutralidad es de origen moderno. Antiguamente, los beligerantes no respetaban el territorio ni los
derechos de los países ajenos a la lucha armada y sólo guiaban por la necesidad militar: todo el mundo era aliado o
enemigo. Poco a poco los usos han desarrollado los atributos de la soberanía y, con ellos, la noción de neutralidad.
Hubo que recurrir algunas veces al sistema de la “neutralidad armada” para contener los abusos de los beligerantes.
La noción clásica de la neutralidad presidente ha sufrido una modificación profunda a raíz del Pacto de la Sociedad
de las Naciones de 1919 que permitió aplicar colectivamente medidas coercitivas contra cualquier Estado en
ruptura de pacto, son colocarse en situación de Estados beligerantes. Esta condición escapa al concepto de clásico
de neutralidad, se explica por su origen contractual, pero la neutralidad desaparece en su contenido.

11. CONCEPTO

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Es una situación jurídica que crea derechos e impone obligaciones de imparcialidad y de prescindencia. Colocarse
en la condición neutral es un derecho de todo Estado soberano, salvo las restricciones impuestas por algún tratado
de alianza, o en virtud de los pactos colectivos para el mantenimiento de la paz. Además de ser un derecho, la
neutralidad es un deber, porque el Estado que participa en las hostilidades o se aparta de la estricta prescindencia o
la imparcialidad, sin haber sufrido un agravio, comete un acto de intervención indebida en los asuntos exteriores de
los Estados en guerra, los que quedan liberados del deber de respetar su derecho de neutral. Lo mismo sucede con
los súbditos neutrales que presten asistencia hostil a cualquiera de los beligerantes.

La neutralidad es la no participaron en las hostilidades, directa no indirectamente, debiendo traducirse en una igual
prescindencia e igualdad para con ambos beligerantes y respetar sus derechos de tales conforme a la
reglamentación internacional en vigencia, interpretada con espíritu de ecuanimidad e igualdad para los Estados en
guerra.

12. CLASES

a. Perfecta e imperfecta

Aplicaría en forma absoluta las reglas que rigen los deberes de los Estados neutrales.

b. Estricta

Admitiría una gradación en el cumplimiento de esos deberes en favor de uno o de todos los Estados beligerantes.

c. Benévola

Responde más a motivos políticos que jurídicos. Sólo puede producirse en los casos en que no existan normas
consagradas por tratados o usos internacionales; aun así, las facilidades deben dispensarse sin preferencias, a
ambos beligerantes.

Es tal el deber de no participar en la guerra, que no es lícito a un Estado neutral prestar auxilio a ninguno ni a todos
los beligerantes, aunque sea en la misma proporción, porque sería imposible hacerlo en igualdad. Con su actitud el
Estado neutral sólo contribuiría a prolongar más la lucha armada.

La neutralidad puede ser singular y concertada.

13. PROCLAMACIÓN

La neutralidad se presume, contrariamente a la guerra que necesita una manifestación expresa sea por declaración
formal o por medio de ultimátum. Todo Estado se presume neutral y de be ser tratado como tal por los Estado
beligerantes. No es obligatoria una declaración de neutralidad; pero, en caso de duda, es lícito inquirir la actitud
que asumirá un Estado frente a una guerra inminente o producida. Tal consulta se formula cuando hay un tratado
de alianza o compromiso de ayudarse mutuamente en caso de guerra, si surgiera dudas, sobre la naturaleza ofensiva
o defensiva de la guerra. En la práctica, casi todos los Estados dan a publicidad declaraciones de neutralidad, en
que señalan las normas internacionales que propone seguir.

14. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES


- El primer deber de los beligerantes es respetar el territorio de las potencias neutrales, pues éste es inviolable. Por
tanto, está prohibido el paso de tropas o convoyes de municiones y abastecimientos a través de dicho territorio.
- Todas las medidas restrictivas o prohibitivas que adopte la potencia neutral con respecto a la exportación o
transito de armas o uso de telecomunicaciones, las debe aplicar uniformemente a ambos o todos los beligerantes.
- No se considera acto hostil el hecho de que un Estado neutral haya repelido por la fuerza atentados a su
neutralidad. Si una tropa de guerra beligerante penetra en territorio neutral, es deber del Estado neutral desarmarla
e internarla, tanto como sea posible, lejos del campo de la guerra.

15. DEBERES ACTIVOS Y PASIVOS DE LOS NEUTRALES DENTRO DE SU TERRITORIO Y EN


TERRITORIO DE LOS BELIGERANTES
El neutral pierde su calidad de tal y es tratado igual que el nacional del beligerante enemigo en los siguientes casos:
a. si comete actos hostiles contra un beligerante;

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b. si comete actos en favor de un beligerante, especialmente si tome voluntariamente
servicio en las filas de la fuerza armada de una de las Partes.
No se consideran actos hostiles contra un beligerante:
a. los suministros de provisiones o los empréstitos concedidos a uno de los beligerantes, si tales
prestamistas no habitan en el territorio ocupado por uno de los beligerantes, ni se trata de
provisiones que provengan del territorio ocupado;
b. los servicios que el súbdito neutral preste en materia de policía o de administración civil.

16. DERECHO AL COMERCIO Y A LA NAVEGACIÓN

En principio, los Estados y súbditos neutrales conservan en derecho de comerciar entre sí, y con los Estados de los
súbditos beligerantes. Pero tal libertad de comerciar sufre dos restricciones:

1º se refiere al comercio con artículos de contrabando de guerra;

2º al comercio con puertos o costas bloqueados.

En las guerras marítimas los beligerantes tienen el deber de respetar el territorio y las aguas neutrales. Está
prohibido a os buques de guerra beligerantes realizar en aguas territoriales de la Potencias neutrales cualquier acto
de hostilidad, así sean combates, apresamientos o el derecho de visita.

17. EL BLOQUEO

Un bloqueo es un acto de guerra ejecutado por naves de guerra de un beligerante repartidas de modo que impidan
el acceso o la salida de una porción definida de la costa enemiga. El bloqueo es un acto de guerra, y ello lo
diferencia del llamado bloqueo pacifico. Es un acto de guerra contra puertos y costas del enemigo u ocupadas por
el enemigo, no contra puertos o costas de Estados neutrales. Puede abarcar todo el territorio del Estado enemigo, si
es insular, pero no es practicable el bloqueo de todo un continente. Consiste el bloqueo en impedir la entrada y
salida de los lugares bloqueados, para todos lo buques, tanto del enemigo como de los neutrales.

Su empleo es legítimo entre las potencias beligerantes, como cualquier otro acto de guerra. Pero el bloqueo,
regularmente constituido, es de respeto obligatorio aun para las potencias neutrales. El bloqueo produce el
debilitamiento de la resistencia económica del país bloqueado.

18. CONDICIONES DE VALIDEZ, EFECTOS, SANCIÓN Y TÉRMINO DEL BLOQUEO

1ª. Para que los bloqueos sean obligatorios, deben ser efectivos, es decir, mantenidos pro una fuerza suficiente para
prohibir e impedir el acceso al litoral enemigo. Así se evitan los bloqueos ficticio o sobre papel y los bloqueos por
cruceros o buques en número insuficiente que navegan de un lado a otro ejerciendo vigilancia intermitente frente a
la costa o puertos bloqueados.

2ª. El bloqueo debe ser declarado. La declaración es el acto por el cual la autoridad competente deja constancia de
su existencia en las condiciones legales. Es el hecho de llevar la declaración a conocimiento de las potencias
neutrales y de ciertas autoridades del enemigo. La declaración puede emanar del gobierno mismo o de sus
autoridades navales, debe contener: la fecha en que comienza el bloqueo, limites geográficos del litoral bloqueado
y plazo que se da a los buques para salir.

3ª. Que sea notificado; se debe hacer a las potencias neutrales y a las autoridades locales para que comuniquen el
bloqueo a los cónsules extranjeros residentes en el puerto o litoral bloqueados. También debe hacerse una
notificación especial a cada buque que se aproxima a la zona del bloqueo.

Para que el bloqueo sea respetado por los neutrales, no basta que sea declarado y notificado, sino que debe además
ser mantenido. Si ha sido levantado, su reanudación requiere nueva declaración y notificación. No se considera
como levantado el bloqueo, sino como suspendido, cuando la fuerza bloqueadora ha tenido que alejarse
momentáneamente por mal tiempo. Pero si el alejamiento se debe a cualquier otra causa, hay levantamiento de
bloqueo.

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En el bloqueo de ríos internacionales, si la desembocadura pertenece a un estado beligerante y el río conduce a
países neutrales, se puede impedir la entrada o salida de los puertos del enemigo, dejando libre el paso a los buques
que se dirigen o salen de los puertos neutrales. No se puede efectuar bloqueo en aguas neutralizadas, ni en mar
libre ni en estrechos que comunican con mares libres. No se puede bloquear una costa o un puerto neutralizado, ni
el Estrecho de Magallanes, ni el Estrecho de Gibraltar, tampoco el Canal de Panamá ni el Canal de Suez.

EFECTOS

El bloqueo debe ser aplicado imparcialmente a todas las banderas neutrales sin discriminaciones. Se debe dejar
pasar al puerto bloqueado a todo buque para reparar averías o proveerse de agua o vivieres, a la condición de que
regrese sin desembarcar ninguna carga en el puerto bloqueado. La violación del bloqueo por un buque es
sancionada con la captura del buque. Para ello debe ser sorprendido dentro del radio acción de las fuerzas
bloqueadoras encargadas de asegurar la efectividad del bloqueo.

No se puede bloquear los puertos propios, pero sí clausurarlos, en cuyo caso basta la notificación

TÉRMINO DEL BLOQUEO

El bloqueo subsiste hasta que termine el estado de guerra. No se considera levantado por la suspensión de las
hostilidades o por el armisticio, salvo estipulación expresa en contrario.

19. EL BLOQUEO AÉREO

El Art. 42 de la Carta de la ONU “Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que trata el Artículo 41
pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la
acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá
comprender demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres de
Miembros de las Naciones Unidas”.

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