EL GUARDIÁN DEL BARRIO
Por Ana Bejarano Ricaurte
A
l parecer, la Cor-
te Constitucional les
dará la razón a DeJus-
ticia y otras organi-
zaciones sociales en su
solicitud de alargar el periodo
de la Comisión de la Verdad. Oja-
lá así sea, porque cuánta ver-
dad falta en Colombia. Insti-
tuciones como esa sirven, entre
otras cosas, para no cometer los
mismos errores una y otra vez.
Recordar para corregir. Desde
hace varios procesos de paz está
demostrado que el Estado co-
lombiano auspició e impulsó la
creación y el auge de los grupos
paramilitares. Y este Gobier-
no, que ha liderado una guerra
frontal en contra de la memoria
histórica, parece empecinado en
no enmendar el camino.
El pasado 21 de agosto, tras un
consejo de seguridad en la capital
del Atlántico, el ministro de Defen-
sa, Diego Molano, y el alcalde, Jaime
Pumarejo, anunciaron que entrega-
ban “el frente de seguridad en Ba-
rranquilla, que tendrá el apoyo de
empresarios de la región” y alimen-
tará “las Redes de Apoyo Ciudada-
nas para enfrentar el delito”.
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29 de agosto 2021
Hablé con el jefe de la cartera de
Defensa para resolver dudas sobre
esta propuesta, que suena tan fa-
miliar. Según el ministro, es necesa-
rio “el trabajo de la comunidad para
garantizar seguridad y convivencia”.
Según él, las Redes de Apoyo Ciuda-
dano se nutren de “esas capacidades
humanas, logísticas y tecnológicas
que tienen esas empresas de vigilan-
cia para dar información”.
Políticas como esta se justifican me-
jor cuando hay alteraciones estruc-
turales del orden público. La idea es
que la solidaridad ciudadana nos sir-
va para cuidarnos entre nosotros. Se
presume que si sumamos más ojos
a la vigilancia, podremos “limpiar”
las comunidades de las “impurezas”
que las infectan. Se trata, en teoría,
de la materialización del principio de
colaboración mutua entre las autori-
dades y la gente.
En cada vigilante hay un proyecto
de policía y, como ahora los visten
igual, la confusión crece. Como lo ex-
plicó el Ministro: “son los guardianes
de los barrios”.
Pero así inició el paramilitarismo
en Colombia; así floreció. Lo dijo el
mismo Salvatore Mancuso ante la
Comisión de la Verdad: “No se crea
una organización político-militar de
la noche a la mañana. Fui policía civil,
tuve carnet del B2 y estaba recogien- y ya hemos visto cómo puede termi-
do finanzas, información, armando nar.
redes de comunicación, implemen-
tando todo este sistema de apoyo. Claro que el Estado tiene el deber
Era un miembro de facto del Esta- de luchar contra el crimen, brindar-
do en apoyo de las fuerzas militares nos seguridad y es cierto que una
como civil. Así llegamos al horror de de las razones para la conformación
la guerra”. de grupos paramilitares fue el ase-
dio impune de la guerrilla. Pero la
Y en este escenario las Convivir — insinuación de que el Estado nece-
Cooperativas de Vigilancia y Segu- sita nuestra ayuda para proteger-
ridad Privada— tuvieron un papel nos adecuadamente es el fracaso
protagónico. Según Mancuso, tales del contrato social. Como quien dice
organizaciones sirvieron de “bisa- “aquellos designados para cuidarnos
gra; de engranaje entre la institucio- ya no son suficientes, échenles una
nalidad y la autodefensa ilegal. Se re- mano”. Es solucionar la ausencia del
caudaba información que proveía la Estado con más ausencia del Estado.
ciudadanía a las institu-
ciones de seguridad del Como lo dijo Ho-
Estado y viceversa”. Las Las Convivir, por bbes, la ciudadanía
Convivir, por lo menos lo menos en el trasciende el esta-
en el papel, se parecen do de naturaleza,
mucho a lo que ahora papel, se parecen donde cada quien
propone el gobierno de mucho a lo que se defiende como
Duque. ahora propone quiere y puede,
para crear un solo
El Estatuto de Seguri- el gobierno de gigante que nos go-
dad de Julio César Tur- Duque. bierne a todos y en-
bay y la política de se- tregarle las armas:
guridad democrática de el Leviatán, “aquel
Álvaro Uribe descansaban en el mis- dios mortal, al cual debemos nuestra
mo raciocinio: se necesitan redes de paz y defensa”. Lo que ocurre es que
informantes civiles para arrancar la en Colombia nuestro Leviatán inca-
hierba que crece en la sociedad. Un paz insiste en devolverle los fusiles a
viejo conocido: el enemigo interno, y la gente.
si, además de los vigilantes armados,
la ciudadanía prende sus alertas po- El ministro Molano dijo que esta
dremos detectarlo y eliminarlo. propuesta no es lo mismo que las
Convivir porque “aquí ya estamos
Propuestas como las que lanzó el trabajando con organizaciones es-
Gobierno la semana pasada en Ba- tablecidas. No se está creando nada
rranquilla conducen a la estigmati- nuevo”. En eso último estamos de
zación y persecución de los críticos acuerdo, pero esa diferencia no nos
y autorizan a la ciudadanía a ejercer pone a salvo de la tentación de que
de guardia del vecino. Así empieza, se haga justicia por propia mano.

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