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Cuadro Comparativo
‘’ ¿Demanda o Consulta? ’’
Matrícula 393467
Es bastante común escuchar que no se puede ayudar a aquel que no quiere ser ayudado,
podría parecer una frase común entre la sociedad, pero al analizarla a través de los ojos de la
psicología, esto resultaría el principio por el cual se rige la práctica profesional de la misma. Si
el paciente no solicita ayuda para cambiar o mejorar algo sobre él mismo, el cambio nunca
llegará. A esto se le llama demanda.
La demanda va más allá de reconocer que algo anda mal dentro de uno mismo y se
podría mejorar o adquirir nuevas habilidades, el demandar exige solicitar ayuda y atención ante
la dificultad presentada, buscar un profesional para ser acompañado en el proceso.
Existen varios motivos por los que un paciente acude a consulta, principalmente estos se
presentan en el contexto familiar o social. El motivo consiste en una inquietud que el paciente
no logra manifestar pues se avergüenza o desconoce cómo hacerlo. Como profesionales de
la salud mental el trabajo consiste en hacer que el cliente logre encontrar la demanda y no solo
el motivo, que si aún no ha hecho su parte en aprender a pedir ayuda, lo logre y así el proceso
tenga éxito.
En la consulta infantojuvenil los menores buscan el apoyo de alguien que los comprenda y no
minimice aquello que los preocupa y esta sería la demanda manifestada cuando no pueden
expresarse de la mejor manera. En el adulto resulta diferente pues, se supone, es un ser
completamente capaz de autoanalizarse y reconocerse, aunque en muchas ocasiones no
resulta así.
A partir del cuadro comparativo presentado a continuación, se puede visualizar con más
amplitud las principales diferencias de la demanda a la consulta y como es que son
manifestadas en las distintas presentaciones del proceso psicológico.
¿Demanda o Consulta?
A partir de los artículos puedo concluir que la relación entre motivo de consulta y demanda en
psicología es bastante estrecha, sin embargo la diferenciación de ambos al llevarlo a la
práctica, es lo que hace que el proceso sea exitoso. Si se induce desde un principio al paciente
a solicitar su demanda, todo el proceso tendrá una dirección clara.
Creo que como profesionistas, más allá de comprender y atender al paciente, es indispensable
seguir los principios establecidos en el código ético, la integridad e identidad del consultante
son una base en el trabajo diario del psicólogo. Si el confía en que su sentimientos, ideología
e identidad están en buenas manos y lo consultado es privado para el resto del mundo, sea
niño, adolescente o adulto, será capaz de expresar más a fondo su demanda y lograr los
objetivos terapéuticos.
Referencias