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Materia: Realidad Social Latinoamericana y Derecho

Cátedra: Dr. Hugo Rubén Galderisi


Prof. Dr. Eduardo Abel Garcia
Unidad: Nueve.

Cambios en Europa del Este.


Al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, los regímenes comunistas alcanzaron
el poder en varios países de Europa del este, que habían sido ocupados previamente por las
fuerzas soviéticas mientras se desplazaban hacia la ciudad de Berlín.
Entre 1945 y 1948, ocho países de Europa del Este cayeron bajo la esfera de influencia
soviética. Aunque la mayor parte de sus gobiernos estaban sometidos al dominio soviético, el
líder político de Yugoslavia: Josip Broz Tito, mantuvo una tenaz independencia y en 1948
rompió relaciones con Moscú.
El proceso de democratización abierto en Europa del este por Gorbachov desde su
llegada al poder en 1985, conmocionó profundamente las estructuras de los países satélites de
la U.R.S.S., hasta el punto de que cuatro años mas tarde se asistía a la espectacular
desintegración de un sistema social político e ideológico que había polarizado el mundo en
dos bloques desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Por primera vez en más de cuarenta años, se celebran elecciones libres en Polonia,
Hungría, Checoslovaquia, Yugoslavia, Bulgaria, Alemania Oriental, Rumania y Albania. De
esta forma los partidos no comunistas encontraban su sitio como fuerzas políticas activas.
La transición a fórmulas democráticas de gobierno se dio en medio de una gran
agitación social y política que en algunos casos degeneró en violentos enfrentamientos.
La pérdida tan rápida de Europa del Este privó a Gorbachov de sus principales palancas
para poner en funcionamiento los grandes cambios que proyectaba para el futuro del viejo
continente.
La sorprendente calma que reinaba en Moscú mientras se precipitaban los cambios
entre noviembre y diciembre de 1989, los acontecimientos en Europa Central indicaba
claramente que se había tomado la decisión de no intervenir por la fuerza en ninguna
circunstancia.
Checoslovaquia:
Mientras que el país Checo permaneció durante largo tiempo bajo la influencia
austríaco-alemana, Eslovaquia en cambio, estuvo inmersa en la esfera cultural de Hungría.
Este hecho, acentúo aún más el carácter definitivo entre ambas regiones, a pesar que las
mismas habían permanecido durante largo tiempo bajo un mismo país denominado
Checoslovaquia.
Como consecuencia de la política exterior promovida por Gorbachov para los países de
Europa del este, el 7 de noviembre de 1989, el Foro Cívico encabezaba las manifestaciones
que provocaron en menos de un mes, la caída del régimen comunista, en lo que se dio a
conocer como la “Revolución de Terciopelo”, y más tarde se pactaba la división pacífica del
país en la República Checa y la República Eslovaca (1993), como consecuencia del auge del
nacionalismo eslovaco, que planteó como necesaria la división del país.

Bulgaria y Albania:
En 1990, se profundiza la apertura política. Se llevan a cabo elecciones en 1991, donde
se produce el triunfo de los partidos democráticos sobre los partidos socialistas
(excomunistas).

Rumania:
La tiranía de Nicolae Ceaucescu (1965-1989), derrocado y fusilado junto a su esposa
Elena, el 25 de diciembre de 1989, luego de que la “Securitate” (Policía Política) ejerciera una
brutal represión ante las fuerzas opositoras al régimen, en lo que se denominó la “Matanza de
Timisoara”, donde luego se originó la insurrección popular que diera lugar a uno de los
episodios mas sangrientos.

Polonia:
En 1980, se produce el nacimiento del sindicato independiente “Solidaridad”.
En 1981, se instala en el poder el gobierno pro-soviético del general Jaruzelski. A
partir de 1989, se establece una cohabitación gubernamental entre el partido comunista y la
oposición y se designa como primer ministro un político del Partido demócrata Cristiano.
En 1990, se establece el fin del sistema comunista al ser elegido presidente Lech
Walesa, quien había sido dirigente del Sindicato Solidaridad.
La reunificación de Alemania:
Mientras la República Federal de Alemania (RFA), se colocaba entre los países mas
desarrollados del mundo, la República Democrática de Alemania (RDA), como el resto de los
países del bloque socialista y del Tercer Mundo, se endeudaba hasta niveles insoportables,
debido a la presión de los consorcios internacionales y la ineficacia, debilidad o corrupción de
las administraciones locales.
Fue el resultado del proceso por el cual tuvo lugar la creación de un único Estado
alemán el 3 de octubre de 1990, después de la unión de la República Democrática de
Alemania (RDA) y la República Federal de Alemania (RFA).
Tras la llegada al poder de Mijail Gorbachov en la Unión Soviética, a mediados de los
años ochenta, los regímenes comunistas de Europa del este empezaron a perder el control
político absoluto sobre sus respectivos países.
El gobierno de la RDA, también conocida como Alemania oriental, estado que estuvo
bajo la órbita soviética desde su creación en octubre de 1949, presidido por su último Jefe de
Estado: Ergon Krenz, cayó a finales de 1989, lo cual alteró profundamente las relaciones
entre las dos alemanias.
Cuando el 9 de noviembre de 1989, el gobierno comunista de la RDA, anunció la
apertura de las fronteras, el pueblo de la ciudad de Berlín, se lanzó a las calles para derribar el
famoso muro que había sido un símbolo emblemático de la Guerra Fría, que abrió la puerta a
la reunificación de Alemania.
Con la destrucción del muro de Berlín, en el mes de noviembre de 1989, decenas de
miles de alemanes orientales entraron en la RFA, denominada asimismo, Alemania
Occidental, cuyo gobierno presidido por el canciller democristiano Helmut Kohl, ayuda a los
nuevos inmigrantes y asignó una gran cantidad de capital para apuntalar la economía de la
RDA.
El retiro de armamento y efectivos militares soviéticos, debilitaron al Partido
Comunista local, el cual no contaba con el apoyo popular para su subsistencia, por lo cual se
vio obligado a adelantar las elecciones para el mes de marzo de 1990.
En la RDA, se convocaron las primeras y únicas elecciones libres desde su existencia,
poco después de que se acordara la supresión del liderazgo del Partido Socialista Unificado
(el partido predominante, de carácter comunista durante toda la existencia de la Alemania
Oriental), en diciembre de 1989.
En el mes de marzo de 1990, los resultados de los comicios legislativos supusieron el
triunfo de la candidatura democristiana y la inmediata formación de un gobierno presidido
por Lothar de Maiziere, encargado de gestionar el proceso de unificación con los vecinos del
oeste.
El 1º de julio de 1990, ambos estados llevaron a cabo una unión tanto económica como
monetaria.
En el mes de agosto de 1990, los parlamentos de ambas Alemanias firmaron el Tratado
de Unificación donde se estableció la adhesión de las 5 provincias de la RDA a la constitución
de la RFA.
Posteriormente, el 12 de septiembre de 1990, se celebra en Moscú la conferencia “2+4”
entre los dos Estados de Alemania, mas los cuatro países vencedores de la Segunda Guerra
Mundial (Gran Bretaña, EE UU , Francia y la U.R.S.S.). Según este acuerdo, las principales
potencias internacionales responsables de la partición de Alemania en 1945, tras el final de la
Segunda Guerra Mundial asistieron y aprobaron los pasos finales que permitían el nacimiento
de una única Alemania.
Este Tratado entró en vigencia el día 3 de octubre de 1990, y así se disolvió la RDA, de
forma que todos sus habitantes se convirtieron en ciudadanos de la RFA, tras haberse
notificado en los parlamentos de ambos países el Tratado de Unificación acordado un mes
atrás.
La coalición dirigida por Kohl, consiguió la victoria en las elecciones que se celebraron
en los territorios de los antiguos países en diciembre de 1990.
Si bien la reunificación, permitió el reencuentro de familias y amigos separados por el
muro de Berlín, También trajo consigo numerosos problemas sociales y económicos.
Los déficits presupuestarios causados por la unificación provocaron un aumento de los
impuestos, reducción de ayudas gubernamentales, el aumento de privatización de empresas y
el recorte de los servicios sociales, al tiempo que resultaba evidente el abismo entre las dos
Alemanias, en cuanto a los niveles de vida, capacidad productiva e infraestructuras; debido a
ello, muchos alemanes occidentales consideraban que estaban sacrificando sus niveles de vida
para poder mantener a sus nuevos compatriotas.
Los cambios en la ex Yugoslavia:
Yugoslavia, se constituyó como Estado, luego del fin de la Primera Guerra Mundial,
siendo un conglomerado de pueblos eslavos (Croacia, Serbia, Eslovenia, Bosnia Herzegovina,
Montenegro y Macedonia) y las provincias autónomas de (Voivodina y Kosovo).
Estos Estados se caracterizaban por la diversidad étnica, religiosa, lingüística, histórica
y socio-económica.
El Mariscal Josip Broz Tito, quien gobernó desde 1945 hasta 1980 con su prestigio
personal y carisma popular, logró el control del ejército y la independencia política y
económica de los designios de Moscú para la zona del Báltico y del Cáucaso, logrando la
unidad nacional a través de un Estado federal.
Tras su muerte en 1980, y ante la ausencia de un dirigente aglutinador comenzó a
debilitarse el poder central y el proceso disgregador se acentúo a partir de la política exterior
diagramada por Mijail Gorbachov y la “serbialización” del país propulsada por Slodoban
Milosevic. Milosevic, entendía que Serbia, luego de la Segunda Guerra Mundial, había
perdido el predominio en la región y estaba propuesto a recuperarlo sin importar las
consecuencias.
Se inician tensiones étnicas cuando en 1989 el gobierno serbio de Milosevic, suprimió
la autonomía de Kosovo y en 1990, Eslovenia y Croacia manifestaron su voluntad de separase
de Yugoslavia, proclamando su independencia en 1991, lo que motivó la intervención del
ejército serbio, dando comienzo a una sangrienta guerra civil.
En 1992, la independencia de Bosnia Herzegovina enfrentó a los serbio-bosnios con los
musulmanes y los croatas, provocando masivas matanzas y expulsiones, comienza a
desarrollarse una limpieza étnica emprendida por los serbios y croatas.
La O.N.U., incapaz de detener la masacre, creó un Tribunal Internacional para juzgar
los crímenes de guerra.
La Argentina, con el gobierno de Carlos Saúl Menem, mientras era garante de la paz
con efectivos dentro de las Naciones Unidas (cascos azules), se vió involucrada con una venta
ilegal de armas que contribuyó a dramatizar el conflicto.
En 1995, ante la ineficacia de los organismos internacionales (O.N.U.) y Comunidad
Europea), los EE UU decidió asumir su papel de árbitro en la región y garante de la
estabilidad europea poniendo fin al conflicto.
1.2.- Nuevos esquemas económicos globales.
La integración económica: Conceptualización, el modelo de la Unión Europea:
La Comunidad Económica Europea, se creó tras los acuerdos llevados a cabo en el
Tratado de Roma de 1957 y que luego desembocaría en la fundación de la Unión Europea en
1991.
El Mercado Común, que inició su funcionamiento en 1959, tenía como objetivos
inmediatos la liberación interna de los cambios, eliminar las barreras aduaneras y asegurar el
libre tránsito y residencia de personas y capitales en el marco geográfico fijado por los países
miembros.
A mediados de la década del ochenta, las dificultades y reticencias de los países
europeos, hacían cada vez más problemático alcanzar los objetivos comunitarios. Coincidió
con esa circunstancia el espectacular giro de la política soviética que abrió posibilidades de
expansión hacia Europa del este.
Uno de los puntos conflictivos fue el objetivo de una moneda única en sustitución de las
nacionales, para lo cual los países miembros debían ajustar sus monedas al Sistema Monetario
Europeo.
El 17 de diciembre de 1995, bajo la presidencia de España, el Consejo aprobó el
“Euro”, como moneda única a partir de 1999, asimismo se aprobó la reforma del Tratado de
Maastricht, a efectos de que puedan ingresar los países del este a partir del año 2000.
Los puntos clave del Tratado de Maastricht han sido los siguientes:
a) Pasar de una Comunidad Económica a una Comunidad Europea;
b) Crear una ciudadanía común;
c) Aumentar la cohesión económica y social:
d) Proteger el medio ambiente;
e) Aumentar la capacidad operativa del Parlamento Europeo y de los demás órganos
comunitarios;
f) Crear un Sistema Europeo de bancos Centrales y un Banco Central Europeo;
g) Definir una política exterior y de seguridad común entre la Unión y sus Estados
miembros.
Tales metas se fueron cumpliendo paulatinamente, permaneciendo sólo las fronteras
fiscales, y los avances en el desarrollo económico se hicieron evidentes. A mediados de la
década del noventa, la Unión Europea pasó de 12 a 15 miembros, ocupando un espacio
que va desde el Ártico hasta el Mediterráneo y desde el Atlántico hasta la frontera rusa,
dentro del cual se encuentran varios de los países más ricos del planeta.
Este Mercado Europeo sirvió de inspiración para la creación de otros organismos
económicos en América como el Pacto Andino (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y
Venezuela) o el MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), aunque sin
traspasar los límites económicos debido a la vulnerabilidad de las instituciones políticas
latinoamericanas.
A partir de 1995, se realizan una serie de acuerdos entre la Unión Europea y el
Mercosur, que a través de negociaciones comerciales busca, no sólo conformar una zona
de libre comercio, sino también profundizar y revitalizar el diálogo político entre ambas
regiones e intensificar la cooperación mutua, es decir, se trata de una negociación que
excede la mera promoción de la integración comercial.

El nuevo orden global: La globalización, Bush y el Nuevo Orden:


La Globalización:
En los últimos años del siglo XX, ha tenido lugar una serie de fenómenos de carácter
“global” que habrían sido impensables unas décadas antes.
Así, a partir de la finalización de la Segunda Guerra Mundial y sobre todo durante la
década de 1980 y principios de la década de los noventa, se suceden rápidos cambios, entre
los cuales se destacan: el colapso del sistema socialista, la reestructuración de los sistemas
productivos, mayor movilidad de capital, la revolución de las comunicaciones y la tecnología
como así también la creciente presencia de actores no gubernamentales.
Genéricamente por globalización se entiende aquel fenómeno de progresiva extensión,
a nivel mundial, de la innovación tecnológica, de la sociedad de la información y de la
extensiva presencia de las operaciones financieras.
Puede definirse, como un conjunto de comportamientos, gustos y valores que son
compartidos en la actualidad por millones de personas que pertenecen a culturas muy
diferentes.
Este nuevo sistema mundial, enfoca el planeta como si fuera una gran aldea, sin
distinción de fronteras, etnias ni religiones.
Este concepto pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria,
más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas y condiciones
socioeconómicas o culturales.
Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez mas acentuada de los
procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.
En sus comienzos, el concepto de globalización se ha venido utilizando para describir
los cambios en las economías nacionales, cada vez mas integradas en sistemas sociales
abiertos e independientes, sujetas a los efectos de la libertad de los mercados, las
fluctuaciones monetarias y los movimientos especulativos de capital.
Los medios de comunicación han reducido las distancias físicas y han hecho que
tiempos diferentes sean vividos al mismo tiempo ante las pantallas de televisión o ante un
determinado producto de consumo.
Los ámbitos de la realidad en los que mejor se refleja la globalización son la economía,
la innovación tecnológica y el ocio.
La globalización, tiene su ámbito mas preciso en el mundo de la economía, sobre todo
en el nivel comercial, financiero y organizativo, donde funciona ya de un modo eficaz.
En este campo, ha generado una gran movilidad de capitales, que en algunos casos son
meramente especulativos, los cuales cuando pierden la rentabilidad deseada son retirados
rápidamente, constituyendo una verdadera fuga de capitales que ponen en riesgo las
economías regionales.
Se concibe a las empresas multinacionales como el principal agente de la globalización.
La globalización económica supone una absoluta libertad de intercambio. Con ella, la
producción de mercancías sólo se encuentra limitada por ventajas físicas o geográficas, las
empresas se encuentran organizadas de un modo muy flexible para que tengan mejor acceso a
los mercados globales, al tiempo que el mercado financiero se halla descentralizado, tiene
carácter instantáneo y escapa a la influencia de los gobiernos.
En el ámbito de la política, la globalización afecta a la estructura de los gobiernos y las
decisiones políticas. En un mundo global, la soberanía de los Estados parece debilitarse, se
crean múltiples centros de poder y las organizaciones internacionales ven incrementada de
forma notable su importancia.
Las deslocalizaciones hacia los países emergentes aniquilan de manera lenta pero
inexorable el segmento intermedio de las economías de aquellos países, economías que se
reposicionan en sus dos extremos: por un lado, en los sectores que se benefician con la
mundialización (finanzas, transportes, energía, aeronáutica, informática), con sus empleados
especializados y sus capitanes de empresa; por otro, en los sectores domésticos no afectados
por la globalización (servicios a las personas, construcción, esparcimiento….), con los
empleados poco especializados de esas actividades. Por lo tanto, como no han dejado de
señalar numerosos expertos, existe efectivamente una “desaparición de la clase media”,
industrial en particular, en beneficio de una polarización de las economías y de los mercados
laborales en los extremos. Esto como es obvio implica necesariamente la irresistible explosión
de las desigualdades, en provecho de una pequeña minoría., y el estancamiento de los salarios
reales para la mayoría.
La cultura se ve afectada de múltiples formas por el proceso de globalización. La
creación de grandes símbolos tiene un carácter mundial. Hay una tendencia a la diversidad
cultural y al triunfo de un cosmopolitismo que va más allá de los propios Estados.
La información no tiene un único origen local y se difunde de un modo veloz en todo el
mundo.
El ocio y el turismo crecen hasta niveles insospechados. Los instrumentos de
universalización y conexión cultural, como Internet, se multiplican y obligan a idear nuevas
formas de aprendizaje.
La caída del muro de Berlín y la desaparición del bloque comunista ha impuesto una
acusada mundialización de nuevas ideologías, planteamientos políticos de “tercera vía”,
superación del antagonismo tradicional “izquierda-derecha”, e incluso un claro deseo de
internacionalización de la justicia.
Tras la caída del bloque comunista el liberalismo económico se impuso en todo el mundo. La
extensión de este modelo, auspiciado por instituciones como el Fondo Monetario
internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, junto con el
progreso tecnológico, propició una economía interconectada a nivel planetario en la que las
empresas multinacionales ganaron protagonismo y poder.
El desarrollo de las comunicaciones, sobre todo con la aparición de internet, derribó
fronteras no sólo económicas, sino también culturales.
La globalización ha internacionalizado los derechos humanos o el acceso a la
información, pero también el terrorismo o el deterioro del medio ambiente.
La globalización en un fenómeno nuevo y aún resulta difícil de calcular sus
consecuencias para el siglo XXI.

El lado negativo de la Globalización:


1) Por la globalización, la competitividad empuja a destruir empleos para ganar productividad
(desempleo, baja de salarios, aumento de índice de pobreza) tanto en países desarrollados
como en vías de desarrollo.
2) Se pierde la identidad de los pueblos, quienes van adoptando el estereotipo extranjero.
3) Inversión extranjera, fuga de capitales.
4) Deslocalización productiva.
5) Desprotección del medio ambiente.
6) No se observa una distribución armónica de la riqueza, ni de los progresos científicos o
filosóficos.
7) Se incrementa rápidamente la brecha entre el mundo industrializado y en desarrollo.

El lado positivo de la globalización


1) Avance de la tecnología.
2) Expansión del mercado.
3) Inmediatez de las comunicaciones.
4) Presenta un “mundo sin fronteras” centrado en la tríada (EEUU, Comunidad
Económica Europea y Japón).
5) Señala que las empresas con el capitalismo y la ciencia están transformando el mundo
en forma sumamente benéfica.

Cronología:
Nunca antes el mundo había sido tan pequeño. El último cuarto de siglo XX ha estado
marcado por un vertiginoso proceso de globalización que influye sobre la política y la
economía de los países y su ciudadanía, cuya vida no está al margen de un fenómeno
controvertido e imparable.
27/12/1945: 29 países crean el FMI con el objetivo de facilitar la cooperación y el desarrollo
económico.
14/12/1960: Se crea la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
17/10/1973: Primera crisis del petróleo. Las potencias occidentales redireccionan sus políticas
económicas.
1987: Primeras conexiones con Internet, en su gran mayoría para correo electrónico.
1989: El politólogo Francis Fukuyama expone en un artículo su polémica tésis sobre “el fin
de la historia”.
1989: John Willamson acuña el término Consenso de Washington para describir las políticas
neoliberales de instituciones internacionales.
1989: Movicom comienza a brindar servicios de telefonía móvil en la ciudad de Buenos Aires
y sus alrededores.
6/08/1991: El sistema web (WWW) es accesible al público general en internet.
1/01/1995: Nace la Organización Mundial del Comercio (OMC) con el fin de regularizar y
supervisar el comercio mundial.
Primeras conexiones comerciales en Internet.
1997: Crisis en los países del sudeste asiático que provoca una debacle financiera en las
bolsas de todo el mundo.
13/05/1998: En la Cumbre de Birmingham se forma el G8 (Grupo de los países mas
industrializados) tras la incorporación de Rusia al grupo.
1998: Nace Google Inc, la empresa del buscador de Internet más popular.
30/11/1999: Las manifestaciones contra la cumbre de la OMC, en Seattle marcan un hito en el
movimiento antiglobalización.
25/01/2001: Primera reunión del Foro Social Mundial en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
11/09/2001: Ataque terrorista de Al-Qaeda en EE UU, utilizando aviones comerciales
estadounidenses.
2008: se desata crisis financiera global debido al colapso de la burbuja inmobliaria en EE UU
en el año 2006 que provocó una crisis de liquidez y alimentaria global con diferentes
derrumbes bursátiles.
2020: crisis económica mundial debido a pandemia de coronavirus, que se originó en China y
el FMI confirma que debido al Covid-19 viviremos la peor recesión económica en 90 años,
superando lo visto durante la crisis financiera global en 90 años, superando las crisis de 1929
y 2008.

Bush y el Nuevo orden:


Con el fin de la Guerra Fría y la disolución de la Unión Soviética y su bloque de
naciones aliadas, los EE. UU. se erigieron en la única superpotencia planetaria.
La conjunción de distintos factores y la ausencia de cualquier enemigo capaz de
discutirle su liderazgo mundial consolidan su nueva posición. Su capacidad armamentística
resulta inigualable para cualquier Estado. Asimismo, su liderazgo económico, el desarrollo
científico y técnico, la expansión global de su cultura y el rol de garante de la seguridad
internacional fortalecieron su posicionamiento en el escenario posterior a la Guerra Fría en la
década de los noventa.
Estos cambios geopolíticos en el mundo hicieron posible que a comienzos de 1991, el
presidente de los EE. UU. George Bush, luego de reenlazar a Ronald Reagan, declarara que
se había iniciado un Nuevo Orden Mundial.
Esta redefinición del sistema internacional señala la preeminencia de los EE. UU. en el
marco de una estructura política global. De esta forma, la comunidad internacional actuaría a
partir de entonces, como una unidad, expresándose a través de la O.N.U. y asentándose
indiscutiblemente sobre el derecho internacional. Los tiempos imperiales habían llegado a su
fin.
El triunfo en la Guerra Fría señalaba claramente que el modelo democrático liberal y
capitalista era el único viable y aceptable para organizar la vida política interna de los Estados
y las relaciones entre ellos.
Desde el punto de vista económico, el Nuevo Orden Mundial implicaba la completa
consolidación del neoliberalismo impulsado por los economistas de la Escuela de Chicago.
EE.UU. se constituye en el centro hegemónico indiscutido y en torno a él se van
ubicando los distintos Estados en una suerte de anillos concéntricos en torno a aquel y según
su rol en la política internacional.
En un primer anillo se encuentran entidades políticas con mayor peso económico
global: el G 8 (reune a las 8 naciones mas desarrolladas: EE.UU., Francia, Gran Bretaña,
Italia, Canadá, Japón, Alemania y Rusia), luego los países reconocidos con influencia regional
y finalmente en la periferia aquellos Estados cuya estructura política y socio-económica los
relegaba de la toma de decisiones dentro del nuevo Orden Mundial.
Así las cosas, además de las entidades estatales tradicionales, se reconocía la
presencia activa de nuevos actores no estatales con tanto poder o más que los propios Estados.
Las organizaciones supranacionales gubernamentales de carácter global como la
O.N.U. y el F.M.I. y de carácter regional como la Unión Europea, la Comunidad de Estados
Independientes, el NAFTA o el MERCOSUR. Asimismo, también tienen participación las
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como Greepeace y Amnisty Internacional son
organizaciones privadas que atraviesan los límites nacionales y procuran imponer sus propias
ideas en el sistema internacional.
Tras la caída del bloque comunista el liberalismo económico se impuso en todo el
mundo. La extensión de este modelo, auspiciado por instituciones como el Fondo Monetario
internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, junto con el
progreso tecnológico, propició una economía interconectada a nivel planetario en la que las
empresas multinacionales ganaron protagonismo y poder.
El desarrollo de las comunicaciones, sobre todo con la aparición de internet, derribó
fronteras no sólo económicas, sino también culturales.
La globalización ha internacionalizado los derechos humanos o el acceso a la
información, pero también el terrorismo o el deterioro del medio ambiente.

Globalización y pandemia:
La pandemia del coronavirus ha puesto en cuestión todo el sistema económico y
sanitario global. Un virus ha conseguido poner patas arriba la globalización económica
sembrando el miedo, por no decir pánico, en las diversas economías y en los poderes políticos
de los diversos estados. Ha sido un verdadero “efecto mariposa”.
El sistema económico de la globalización y de la especulación financiera que parecía
una fortaleza imbatible ha temblado ante un virus ajeno a todo conglomerado económico
mundial.
Cabe pensar que nada será igual después de esta crisis sanitaria que sin duda provocará
cambios que no podemos imaginar y sin que sepamos en estos momentos en que sentido lo
hará. Pero lo cierto es que este episodio comportará la necesidad de una profunda reflexión
sobre el conjunto del sistema global y las relaciones de producción, consumo y de las
relaciones políticas, sociales e incluso personales.
Esta situación hará probablemente que se produzcan cambios en lo referente a los
equilibrios entre las diversas potencias y que economías como China salgan beneficiadas,
pese a ser la primera en sufrir la crisis y que otras como la europea salgan malparadas ante su
falta de respuesta común. Asimismo economías ultraliberales como la de Gran Bretaña o la
estadounidense puedan sufrir convulsiones internas en sus estructuras sanitarias debilitadas.
La ciudadanía ha visto sus vidas cambiadas de raíz a partir de los confinamientos
derivados de la pandemia. El consumo y la vida social han cambiado y sin duda esto tendrá
consecuencias sobre su visión de la importancia de las cosas.
Ante una situación de peligro se ha visto la importancia trascendental de la función del
estado y especialmente de lo público, comenzando por la sanidad pero también de todo el
conjunto de los servicios públicos.
Ello puede conllevar la crisis del pensamiento neoliberal y así “los neoliberales se han
convertido al keynesianismo” pidiendo la intervención del estado con toda potencia. Para tal
caso y como ejemplo podríamos citar en nuestro país a Javier Milei, un economista liberal
ortodoxo y anarquista de la escuela austríaca (cuyo modelo no se ha aplicado en ningún lugar
del mundo), que se opone a toda intervención del estado en la economía y a la emisión
monetaria, llegando a afirmar que habría que “volar” el Banco Central de la República
Argentina y está percibiendo la mitad de su sueldo gracias al dinero que emite el estado.
Cuando hay un problema global, vemos que entra en juego la falta de solidaridad global
y así podemos apreciar que la solidaridad ha desaparecido en muchas partes del mundo y se
hace sentir también la falta de un gobierno global.

Bibliografía:
*Gaggero, Horacio-Garro, Alicia-Mantiñan, Alicia. Historia de América en los siglos XIX y
XX-Editorial Aique-Argentina-2001.
*Dabene, Olivier. América Latina en el siglo XX. Síntesis. Madrid 1999
*Massum, Ignacio C. M. Las ideologías en el siglo XXI. Editorial Metodos S.A., Bs. As.
2005.
*Historia del Siglo XX. TIME. La globalización. Editorial Arte Gráfico Editorial Argentino.
2013.
*Manel García Biel. Pandemia y globalización. Crónica global. Publicación de fecha 27-04-
2020. España.
*Patrick Artus Marie-Paule Virard. Globalización: aún falta lo peor. Le Monde Diplomatique.
Ed. Capital Intelectual

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