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BLOQUE SOCIALISTA (perfección de informe 😍)

El Bloque Socialista fue una alianza política que se formó en septiembre de 1983 como
resultado de un proceso de reunificación de diversos grupos de izquierda en Chile.
Entre los grupos que lo conformaron se encontraban la Izquierda Cristiana, el
Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU), el MAPU Obrero y Campesino (OC), el
PS Altamirano, y el Grupo de la Convergencia, liderado por figuras como Manuel
Antonio Garretón, Tomás Moulian, José Joaquín Brunner y Eugenio Tironi.

Este bloque se autodefinía como una corriente de izquierda renovadora que buscaba
una identidad política que reflejara su lucha por la democratización y transformación del
país, basándose en la participación activa de las organizaciones sociales. Su objetivo
principal era crear una nueva izquierda independiente del Partido Comunista de Chile y
promover nuevas interpretaciones y propuestas políticas.

Los principios programáticos del Bloque Socialista incluían la búsqueda de la verdadera


unidad de la izquierda en torno a valores democráticos, la promoción de la
desobediencia civil y la masificación de la lucha política como medios para alcanzar un
régimen democrático en Chile. Además, abogaban por desarrollar relaciones
multilaterales que facilitaran el diálogo entre diferentes espectros políticos para mejorar
la democracia en el país.
Trayectoria Histórica
Para fines de 1985, la Izquierda Cristiana se retiró del bloque socialista, quedando sólo
miembros del MAPU y el Partido Socialista. Con esto el alcance de la combinación se
fue debilitando hasta disolverse en 1988.

ANTECEDENTES
En 1922, la Unión Soviética se formó a partir de la República Socialista Federativa
Soviética de Rusia, la República Socialista Soviética de Ucrania, la República Socialista
Soviética de Bielorrusia y la República Socialista Federativa Soviética de
Transcaucasia. Esto se llevó a cabo mediante la aprobación del Tratado de Creación
de la Unión Soviética y la Declaración de la Creación de la Unión Soviética. Bajo el
liderazgo de Iósif Stalin, la Unión Soviética se consideró una "isla socialista" y se buscó
reemplazar el cerco capitalista existente con uno socialista.

EXPANSION DE LA UNION SOVIETCIA DEL 39


AL 40
En 1939, la Unión Soviética firmó el Pacto Mólotov-Ribbentrop con la Alemania nazi,
que incluía un Protocolo adicional secreto para dividir Europa del Este en esferas de
influencia alemanas y soviéticas. Esto resultó en la ocupación soviética de partes de
Polonia, Letonia, Estonia, Finlandia y Rumania del Norte. En el caso de Polonia, la
Unión Soviética invadió el este del país después de la invasión alemana de la parte
occidental. Se llevó a cabo una campaña de sovietización, que incluyó la
colectivización de la agricultura y la nacionalización de la propiedad privada y estatal
polaca.

En los países bálticos, las ocupaciones soviéticas comenzaron en junio de 1940, con la
supresión de las administraciones estatales locales y elecciones fraudulentas que
buscaban la aprobación prosoviética. Esto condujo a la anexión de Estonia, Letonia y
Lituania como Repúblicas Socialistas Soviéticas. La comunidad internacional condenó
estas anexiones como ilegales.

Además, en 1939, la Unión Soviética intentó invadir Finlandia sin éxito y luego obtuvo
territorios finlandeses y rumanos después de presionar a Rumania con un ultimátum.
Esta serie de eventos ilustra la expansión y las acciones agresivas de la Unión
Soviética en Europa del Este en ese período.

FRENTE ORIENTAL Y CONFERENCIAS ALIADAS

En junio de 1941, Alemania rompió el Pacto Mólotov-Ribbentrop al invadir la Unión


Soviética, dando inicio a la guerra entre ambos. A partir de 1944, las áreas anexadas
por la Unión Soviética se convirtieron en parte del territorio controlado por Alemania en
el Ostland, con la excepción de la República Socialista Soviética de Moldavia. La Unión
Soviética combatió a las fuerzas alemanas en el frente oriental.

Tras la Segunda Guerra Mundial, se llevaron a cabo conferencias relacionadas con la


Europa de posguerra, que abordaron la posible anexión y control soviético en Europa
Central. Las políticas de Churchill, Roosevelt y Stalin difirieron en cuanto a la Europa
Central. Roosevelt expresó la esperanza de que Stalin no buscaría anexar territorios y
colaboraría en la democracia y la paz. Churchill, por su parte, mostró interés en la
restauración de la independencia de Polonia pero evitó presionar demasiado para
evitar conflictos entre los aliados.

En la Conferencia de Yalta en 1945, Stalin demandó una esfera de influencia soviética


en Europa Central. Finalmente, se acordó que Alemania no sería desmembrada y que
la Unión Soviética mantendría la parte oriental de Polonia. Se prometió un gobierno
prosoviético en Polonia, aunque Churchill y Roosevelt insistieron en que este gobierno
debería ser más democrático. También se acordó que los países liberados de Europa
podrían elegir sus propios gobiernos democráticos.

En la Conferencia de Potsdam después de la rendición de Alemania, Stalin reiteró sus


promesas anteriores de no sovietizar Europa Central. Sin embargo, insistió en
reparaciones y en adquirir propiedad de las naciones conquistadas. Se permitieron
ciertas limitaciones en esta cláusula.

FORMACION DEL BLOQUE DEL ESTE


En el contexto posterior a la Segunda Guerra Mundial, el ministro de Asuntos
Exteriores soviético, Viacheslav Mólotov, expresó preocupación por la redacción del
Acuerdo de Yalta, que podría dificultar los planes de Stalin en Europa Central. Sin
embargo, Stalin respondió con indiferencia, diciendo: "No importa. Lo haremos a
nuestra manera más tarde". Esto sugiere que Stalin tenía la intención de avanzar en
sus intereses en la región de todas formas.

Con el tiempo, las fuerzas soviéticas ocuparon y establecieron regímenes títeres


comunistas en los países de Europa Central y del Este, utilizando elecciones
manipuladas. Churchill se refirió a esta región como si estuviera detrás de un "telón de
acero" bajo el control de Moscú.

Inicialmente, muchos países no comunistas criticaron el discurso de Churchill como


belicista, pero con el tiempo, la percepción cambió y muchos historiadores
reconsideraron sus opiniones. Los países del Bloque del Este, junto con la Unión
Soviética, a menudo se denominan como "estados satélites" de la Unión Soviética
debido a su relación de dependencia y control por parte de Moscú.

PROCESO DE CONTROL INICIAL


En los países ocupados por el Ejército Rojo en 1944-45, el desafío inicial fue
transformar el control de ocupación en un control del desarrollo nacional. Dado que los
comunistas eran minorías en la mayoría de estos países, se les instruyó inicialmente
para formar coaliciones con otras fuerzas políticas. Al final de la guerra, ocultar la
influencia del Kremlin era esencial para neutralizar la resistencia y presentar los
regímenes como autónomos y similares a las democracias burguesas.

La toma de control soviético siguió un proceso general que implicaba:

 Una coalición de izquierda amplia de fuerzas antifascistas.


 Una reorganización de la coalición en la que los comunistas tenían un papel
dominante y neutralizaban a otros partidos que no aceptaban su supremacía.
 La completa dominación comunista, a menudo a través de la creación de un
nuevo partido que fusionaba a comunistas y otros grupos izquierdistas.
Es importante destacar que durante la Segunda Guerra Mundial, muchos grupos
antifascistas, incluidos comunistas y otros de orientación izquierdista o radical,
desempeñaron un papel significativo en la derrota del fascismo en Europa. Esto
contribuyó a que los soviéticos ganaran el respeto y la admiración de las poblaciones
locales al final de la guerra.

La unidad soviética en la insistencia de establecer "gobiernos amigos" al final de la


guerra se basó en parte en el respeto ganado por los partidarios antifascistas en los
frentes de batalla y en el alto costo humano que los soviéticos habían pagado para
derrotar al fascismo. Sin embargo, la imposición de regímenes prosoviéticos en Europa
Central se llevó a cabo unilateralmente por parte de la administración soviética.

La excepción a este patrón fue la República Federal Socialista de Yugoslavia, donde


antiguos guerrilleros participaron en un gobierno independiente de influencia soviética.
Mantuvieron posiciones políticas independientes y se negaron a ser regímenes títeres,
lo que llevó a la ruptura entre Tito y Stalin y al desarrollo de un "socialismo
independiente" en Yugoslavia, que la diferenció de otros países del Bloque del Este.

REUBICACION DE LA PROPIEDAD

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, gran parte de Europa Oriental, en particular la


Unión Soviética, había sufrido una enorme devastación. La Unión Soviética perdió 27
millones de vidas humanas y su industria e infraestructura quedaron gravemente
dañadas, tanto por la invasión nazi de la Wehrmacht como por la propia Unión
Soviética, que aplicó una política de "tierra quemada" para evitar que cayera en manos
de los nazis, quienes llegaron a estar a menos de 15 kilómetros de Moscú. Como
resultado, la Unión Soviética trasladó físicamente las industrias y activos de Europa del
Este más allá de los Montes Urales.

Este traslado fue especialmente notorio en los países del Eje en Europa Oriental, como
Rumanía y Hungría, donde se consideró una política de reparaciones punitivas, algo
que fue aceptado por las potencias occidentales. En algunos casos, los soldados del
Ejército Rojo saquearon ciudades, pueblos y granjas. Otros países del Bloque del Este
se vieron obligados a proporcionar recursos como carbón, equipos industriales,
tecnología y material rodante para la reconstrucción de la Unión Soviética.

Entre 1945 y 1953, los soviéticos recibieron una importante transferencia neta de
recursos procedentes del resto del Bloque del Este bajo esta política, que se
asemejaba en cierta medida a la transferencia de recursos que los Estados Unidos
proporcionaron a Europa occidental a través del Plan Marshall.

POLITICA
A pesar del diseño institucional original del comunismo implementado por Iósif Stalin en
el Bloque del Este, la evolución posterior varió entre los países de la región. En los
estados satélites, después de la firma inicial de tratados de paz, la oposición fue
suprimida, se llevaron a cabo medidas fundamentales hacia el socialismo y los líderes
del Kremlin buscaron fortalecer el control interno. Inicialmente, bajo el liderazgo de
Stalin, se establecieron sistemas que rechazaron las características institucionales
occidentales como las economías de mercado, la gobernanza democrática (a menudo
llamada "democracia burguesa" en la terminología soviética) y el Estado de Derecho
sometido a la intervención discrecional del Estado. Los estados resultantes aspiraban a
un control total desde un centro político respaldado por un extenso aparato represivo y
un papel central para la ideología marxista-leninista.

Sin embargo, los vestigios de las instituciones democráticas no se eliminaron por


completo, como se evidencia en la fachada de instituciones de estilo occidental, como
los parlamentos. Estos parlamentos aún celebraban elecciones, pero sus reuniones se
llevaban a cabo solo unos pocos días al año y se limitaban a legitimar las decisiones
del Politburó. Las constituciones también existían, pero su adherencia por parte de las
autoridades era limitada o inexistente. Los parlamentarios en realidad no tenían un
papel significativo, ya que algunos de ellos habían fallecido y los funcionarios
abiertamente declaraban que ocupaban los escaños de aquellos que habían perdido
las elecciones.
La figura más poderosa en cada régimen era el primer secretario general del comité
central de cada partido comunista. Estos partidos comunistas no eran partidos de
masas, como en las democracias occidentales, sino que se componían de una minoría
selectiva, que representaba entre el tres y el catorce por ciento de la población del país
y que había aceptado la total obediencia. Los miembros de este partido selecto recibían
beneficios significativos, como acceso a tiendas con precios más bajos, escuelas
especiales, viviendas, muebles, obras de arte y vehículos oficiales especiales para que
pudieran ser identificados a distancia por la policía y otros funcionarios.

RESTRICCIONES POLITICAS Y CIVILES


Además de las restricciones a la emigración, en los regímenes comunistas del Bloque
del Este, se impidió el desarrollo de una sociedad civil que pudiera actuar políticamente
fuera del control estatal del partido comunista, con la posible excepción de Polonia en
la década de 1980. Aunque los sistemas comunistas originalmente rechazaron el
Estado de Derecho, la infraestructura legal experimentó cambios reflejando la
descomposición de la ideología comunista y la sustitución de la ley autónoma.
Inicialmente, los partidos comunistas eran pequeños en todos los países, excepto
Checoslovaquia, lo que resultó en una escasez de personas políticamente "confiables"
para la administración, la policía y otras profesiones. Por lo tanto, personas no
comunistas y consideradas "poco confiables" inicialmente ocuparon estos roles.
Aquellos que no obedecían a las autoridades comunistas eran expulsados, y desde
Moscú se implementaron programas a gran escala para capacitar al personal y cumplir
con los requisitos políticos.

Los regímenes comunistas en el Bloque del Este veían a los grupos marginales de
intelectuales de oposición como una amenaza potencial debido a su influencia
subyacente en la sociedad. La supresión de la disidencia y la oposición se consideraba
crucial para mantener el poder, aunque el costo de mantener a la población bajo
vigilancia secreta en algunos países era enormemente costoso. Después de una fase
inicial totalitaria, tras la muerte de Stalin, se produjo un período post-totalitario en el que
el método principal de gobierno comunista cambió del terror de masas a la represión
selectiva, junto con estrategias ideológicas y sociopolíticas de legitimación y
aseguramiento de la lealtad.

La policía desalentaba y reprimía la oposición a las directrices del partido, y la policía


política jugaba un papel central en el sistema. Varias organizaciones estatales de
policía y seguridad hicieron cumplir las leyes en favor del partido comunista en cada
país del Bloque del Este, y algunas de las organizaciones incluían:
 República Democrática Alemana: Stasi, Volkspolizei y los Grupos de Combate
de la Clase Obrera.
 Unión Soviética: NKVD, KGB y GRU.
 Checoslovaquia: StB.
 Bulgaria: Darzhavna Sigurnost.
 Albania: Sigurimi.
 Hungría: ÁVH.
 Rumania: Securitate.
 Polonia: Urząd Bezpieczeństwa, Służba Bezpieczeństwa y ZOMO.

RESTRICCIONES A LOS MEDIOS Y LA


INFORMACION
Durante la época comunista en el Bloque del Este, la prensa era un órgano
estatal completamente dependiente y subordinado al partido comunista. Las
organizaciones de radio y televisión eran propiedad estatal, y los medios
impresos generalmente pertenecían a organizaciones políticas, en su mayoría al
partido comunista local. Los periódicos y revistas dirigidos a jóvenes también
estaban afiliados a organizaciones juveniles asociadas con los partidos
comunistas.

El control de los medios de comunicación estaba en manos del partido


comunista y del estado, y la censura estatal estaba bajo el control del partido.
Los medios de comunicación eran completamente serviles y desempeñaban un
papel crucial en el control de la información y la sociedad. La difusión y
representación del conocimiento se consideraban esenciales para la
supervivencia del comunismo, ya que se buscaba evitar la difusión de conceptos
alternativos y críticas.

En diferentes países del Bloque del Este, se publicaban varios periódicos


afiliados al Partido Comunista, como Pravda e Izvestia en la Unión Soviética,
Trybuna Ludu en Polonia, Esti Budapest en Hungría, Neues Deutschland en
Alemania Oriental, Rudé právo en Checoslovaquia, y muchos otros en diferentes
repúblicas.

La Agencia Telegráfica de la Unión Soviética (TASS) era la encargada de


recopilar y distribuir noticias tanto a nivel nacional como internacional para todos
los medios de comunicación soviéticos. A menudo, esta agencia era infiltrada
por la inteligencia y los organismos de seguridad soviéticos.

A pesar de los intentos de las autoridades para bloquear las ondas, los países
occidentales invirtieron en transmisores potentes que permitieron que servicios
como la BBC, VOA y Radio Free Europe (RFE) fueran escuchados en el Bloque
del Este.cabe de mencionar también la religión en el bloque del este que en la
mayor parte de los países del Bloque del Este se declaró el ateísmo de Estado y
la religión fue activamente suprimida y perseguida.

ORGANIZACIONES
En 1949, la Unión Soviética y varios países del Bloque del Este, incluyendo
Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Rumania, fundaron el Comecon.
Este acuerdo se estableció por el deseo de Stalin de consolidar la dominación
soviética sobre los estados más pequeños de Europa Central y para
contrarrestar el interés de algunos Estados en el Plan Marshall, lo que los
aislaba cada vez más de los mercados y proveedores tradicionales de Europa
Occidental.

El papel del Comecon fue ambiguo, ya que Stalin prefería mantener vínculos
más directos con otros líderes del partido en lugar de depender de esta
organización. Inicialmente, el Comecon sirvió como una forma de encubrir la
toma de materiales y equipos por parte de la Unión Soviética del resto del
Bloque del Este. Sin embargo, con el tiempo, la dinámica cambió, y los
soviéticos se convirtieron en otorgantes netos de subvenciones al resto del
bloque a través de intercambios comerciales desiguales.

En 1955, se formó el Pacto de Varsovia en respuesta a la inclusión de la


República Federal de Alemania en la OTAN y para proporcionar una justificación
para mantener unidades del Ejército Rojo en Hungría. Este pacto perpetuó la
idea estalinista de la seguridad nacional soviética basada en la expansión
imperial y el control de los regímenes satélites en Europa Oriental. También se
convirtió en una estructura institucional que compensó en parte la falta del
liderazgo personal de Stalin después de su muerte en 1953. Bajo el Pacto de
Varsovia, los ejércitos de los Estados miembros operaban bajo un mando
soviético unificado.

A partir de 1964, Rumania comenzó a tomar un camino más independiente


dentro del Bloque del Este, aunque no repudió oficialmente el Comecon ni el
Pacto de Varsovia. Nicolae Ceauşescu asumió el liderazgo del país y lo llevó
hacia una dirección más separatista. Albania también se retiró del Pacto de
Varsovia en 1968, tras la invasión de Checoslovaquia y bajo el liderazgo
aislacionista de Enver Hoxha.
RESTRICCIONES DE INMIGRACION Y
DESERTORES
En 1917, Rusia implementó restricciones a la emigración, incluyendo controles
de pasaportes y la prohibición de abandonar el país para los nacionales
beligerantes. Luego, en 1922, después del Tratado de Creación de la Unión
Soviética, tanto Ucrania como Rusia emitieron reglas que prácticamente
anularon todas las salidas legales, haciendo que la emigración fuera imposible.
Los controles fronterizos se fortalecieron, y para 1928, incluso la emigración
ilegal era prácticamente imposible. Esto incluyó controles de pasaportes internos
y la propiska (empadronamiento) obligatoria en las ciudades, lo que restringió la
libertad de movimiento interna.

Después de la formación del Bloque del Este, la emigración de los países


ocupados se detuvo efectivamente en la década de 1950, ya que la mayoría de
los países del Bloque adoptaron políticas similares a las de la Unión Soviética
para controlar el movimiento nacional. Sin embargo, en Alemania Oriental, las
personas aprovecharon la frontera interalemana entre las zonas ocupadas para
huir a Alemania Occidental. Se registraron grandes cifras de personas que
cruzaron la frontera en los años 50, especialmente en 1953.

La emigración convencional desde los países del Bloque del Este era
prácticamente inexistente, y la mayoría de los emigrantes entre 1950 y 1990 lo
hicieron a través de acuerdos bilaterales de "migración étnica". Alrededor del 10
% fueron inmigrantes refugiados bajo la Convención de Ginebra de 1951. La
caída del Telón de Acero en la década de 1980 y principios de la década de
1990 resultó en un aumento masivo de la migración de Europa del Este a
Occidente. Esto incluyó a figuras destacadas como la hija de Stalin, Svetlana
Alliluyeva, quien desertó en 1967.

ECONOMIAS
Las economías del Bloque del Este experimentaron un desarrollo deficiente
debido a la falta de señales de mercado y la planificación centralizada, lo que
resultó en una producción ineficiente y una escasez de bienes de consumo.
Estas economías dependían en gran medida de la Unión Soviética para obtener
materiales. Operaban según planes quinquenales que no tenían en cuenta la
demanda del mercado, lo que llevó a tasas de crecimiento económico
decrecientes.

Mientras tanto, en Europa Occidental, países como Alemania Occidental, Austria


y Francia experimentaron un crecimiento económico significativo, conocido como
el "milagro económico" y los "treinta gloriosos". Estas economías occidentales
alcanzaron niveles de PIB per cápita similares a los de Estados Unidos, pero los
países del Bloque del Este no lograron hacerlo.

Los sistemas económicos centralizados y planificados colapsaron debido a


ineficiencias acumuladas, y los intentos de reforma no pudieron revertir la
tendencia de crisis económica. La caída del Bloque del Este resultó en una
grave crisis económica en la región, con millones de muertes prematuras, un
drástico descenso en la esperanza de vida en Rusia y un aumento significativo
de la pobreza. La delincuencia, el consumo de alcohol y drogas, y los suicidios
aumentaron considerablemente después de la caída del Bloque del Este.

REVUELTAS
Alemania Oriental en 1953
En el primer semestre de 1953, tres meses después de la muerte de Iósif Stalin,
se produjo un dramático aumento en la emigración desde Alemania Oriental,
conocido como "Republikflucht" o fuga de cerebros. Muchos alemanes orientales
viajaron hacia el oeste aprovechando el único punto de escape que quedaba en
las restricciones de emigración del Bloque del Este, la frontera del sector de
Berlín. El gobierno de Alemania Oriental aumentó las "normas", que eran las
cantidades que cada trabajador estaba obligado a cumplir, en un 10%. Esto
enfureció a los ya descontentos ciudadanos de Alemania Oriental, que podían
observar el relativo éxito económico de la República Federal de Alemania en
Berlín.

Las protestas comenzaron con los trabajadores de la construcción y se


extendieron a otros sectores, culminando en una marcha hacia la sede sindical
de Berlín. Aunque el gobierno accedió a retirar los aumentos en las "normas", la
crisis ya se había convertido en una protesta política más amplia que exigía
elecciones libres, la disolución del ejército y la renuncia del gobierno. El 17 de
junio de 1953, se registraron ataques en 317 localidades que involucraron a
unos 400,000 trabajadores. Cuando los manifestantes rodearon la sede del
SED, el partido en el poder, y arrancaron la bandera de la Puerta de
Brandeburgo, el secretario general del partido, Walter Ulbricht, abandonó Berlín.

Se declaró el estado de emergencia y el Ejército Rojo soviético intervino en


algunos edificios importantes. Aunque se utilizaron tanques soviéticos, no se
abrió fuego de inmediato contra los manifestantes. En cambio, se aplicó una
presión gradual. Se desplegaron aproximadamente 16 divisiones soviéticas y
20,000 soldados del Grupo de Fuerzas Soviéticas en Alemania, junto con 8,000
miembros de la Kasernierte Volkspolizei. A pesar de los intentos por evitar
derramamiento de sangre, hubo al menos 21 muertos oficialmente reportados,
aunque la cifra real de víctimas podría haber sido mucho mayor. En el proceso,
se llevaron a cabo 20,000 detenciones y se ejecutaron a 40 personas.

Revolución húngara de 1956


Después de la muerte de Stalin en 1953, comenzó un período de
desestalinización en Europa del Este. En Hungría, el reformista Imre Nagy
reemplazó al dictador estalinista Mátyás Rákosi. En Polonia, Wladyslaw
Gomulka, quien había sido rehabilitado recientemente, asumió el cargo de
primer secretario del Partido Obrero Unificado Polaco con un mandato para
negociar concesiones comerciales y la reducción de tropas con el gobierno
soviético.

La Revolución húngara de 1956 comenzó con protestas de estudiantes en la


Universidad Politécnica de Budapest y se extendió rápidamente, llegando a
involucrar a unas 200,000 personas. Las demandas de los manifestantes
incluían elecciones libres con voto secreto, tribunales independientes y la
remoción de la estatua de Stalin, símbolo de la tiranía estalinista. La estatua de
Stalin fue derrocada y los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad
húngaras estallaron.

El 24 de octubre de 1956, tanques soviéticos entraron en Budapest por orden


del ministro de Defensa soviético Gueorgui Zhúkov. A pesar de un alto el fuego
declarado el 28 de octubre y la retirada de algunas tropas soviéticas, la
revolución fue aplastada por una gran fuerza soviética el 4 de noviembre. Más
de 2,500 húngaros y 722 soldados soviéticos murieron, y miles resultaron
heridos.

Tras la revolución, miles de húngaros fueron arrestados, encarcelados y


deportados a la Unión Soviética, y aproximadamente 200,000 húngaros huyeron
del país. Un nuevo gobierno instalado por los soviéticos bajo János Kádár
suprimió toda oposición pública, y líderes como Imre Nagy fueron ejecutados
tras juicios secretos.
BLOQUE OCCIDENTAL
Durante la Guerra Fría, el bloque occidental estaba compuesto por países con
economías capitalistas y sistemas políticos democráticos. Se promovieron el
levantamiento de las barreras al comercio mundial y la cooperación internacional en
instancias como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Acuerdo General sobre
Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), lo que evitó el aislamiento económico y
fortaleció las alianzas internacionales.

Estados Unidos adoptó una postura de apoyo a Europa occidental, que había quedado
debilitada después de la Segunda Guerra Mundial y era crucial para contrarrestar la
influencia comunista en la Guerra Fría. La Doctrina Truman y el Plan Marshall fueron
pasos clave en esta nueva estrategia. La Doctrina Truman implicaba el respaldo militar
y económico a las poblaciones que enfrentaban la expansión comunista. El Plan
Marshall, por otro lado, consistió en un programa de ayuda económica para los países
de Europa occidental, contribuyendo a la reconstrucción de sus economías y a la
estabilidad social.

El Plan Marshall también impulsó la coordinación económica europea, dando lugar a la


creación de la Organización Europea de Coordinación Económica (OECE), que luego
evolucionaría en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE). La formación del bloque occidental se completó en 1949 con la firma del
Tratado del Atlántico Norte y la fundación de la OTAN (Organización del Tratado del
Atlántico Norte), una poderosa alianza militar occidental.

LOS INICIOS DE “LA CONTRUCCION EUROPEA”


Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos desempeñó un papel
fundamental al impulsar la unidad europea en la posguerra. La idea de una identidad
europea y la promoción de la unidad entre los países de Europa occidental no era
nueva, habiendo sido propuesta en el período de entreguerras por figuras como
Coudenhove-Kalergi y Aristide Briand, aunque estas iniciativas fracasaron debido a la
Gran Depresión de 1929 y el surgimiento de los fascismos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, se tomaron diversas iniciativas que allanaron


el camino hacia la integración europea:

En mayo de 1948, se celebró el Congreso de La Haya, en el que más de 750 figuras


europeas, incluyendo líderes políticos prominentes, se reunieron para discutir la idea
europea. En 1949, se estableció el Consejo de Europa.

Durante los años 1950 y 1951, en medio del inicio de la Guerra de Corea, se dieron
pasos cruciales hacia la integración europea. La Declaración Schuman y la creación de
la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) fueron hitos clave en este
proceso.

La firma de los Tratados de Roma en 1957 y la creación de la Comunidad Económica


Europea (CEE) marcaron pasos adicionales hacia la integración económica y sentaron
las bases para la formación de la Unión Europea en 1993.

En resumen, Estados Unidos desempeñó un papel importante en promover la unidad


europea en la posguerra, impulsando la integración económica y política en Europa
occidental a través de una serie de iniciativas y tratados clave.

UNA RED MUNDIAL DE ALIANZAS


Durante el período de entreguerras y la Guerra Fría, Estados Unidos abandonó su
tradicional aislacionismo y buscó consolidar alianzas internacionales para fortalecer el
bloque occidental y contrarrestar el avance del comunismo. Algunas de las alianzas y
tratados más destacados incluyen:

OEA (Organización de los Estados Americanos): En 1947, bajo la presidencia de Harry


S. Truman, se firmó el Tratado de Río con veinte países latinoamericanos. En 1948, se
fundó la OEA, aunque esta institución tenía un desequilibrio de fuerzas, con Estados
Unidos como la potencia dominante. A pesar de su existencia, no pudo evitar la
alineación de Cuba con la Unión Soviética ni el surgimiento de movimientos marxistas y
guerrillas en América Latina en las décadas de 1960 y 1970.
ANZUS y Tratado de San Francisco: En 1951, durante la Guerra de Corea, se formó la
alianza militar ANZUS entre Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. Además, se
firmó el Tratado de San Francisco con Japón para poner fin a la hostilidad de la
Segunda Guerra Mundial. Estos acuerdos tenían como objetivo detener la influencia
comunista en el Pacífico y llevaron a la participación de Estados Unidos en la Guerra
de Vietnam (1964-1975) en apoyo de Vietnam del Sur.

SEATO (Organización del Tratado del Sudeste Asiático): En 1954, bajo la presidencia
de Dwight Eisenhower y el secretario de Estado John Foster Dulles, se creó la SEATO
con la participación de Gran Bretaña, Francia, Australia, Nueva Zelanda, Filipinas,
Tailandia y Pakistán. Esta alianza tenía como objetivo contrarrestar la influencia
comunista en el sudeste asiático.

CENTO (Organización del Tratado del Centro): En 1955, se firmó el Pacto de Bagdad,
una alianza de seguridad en el Próximo Oriente entre Gran Bretaña, Turquía, Irak,
Pakistán e Irán. Tras la retirada de Irak en 1959, este pacto se convirtió en la CENTO,
destinada a mantener la estabilidad en la región.

Estas alianzas y tratados formaron parte de la estrategia de Estados Unidos para


contener la expansión del comunismo durante la Guerra Fría y consolidar el bloque
occidental en diferentes regiones del mundo.

BLOQUE SOCIALISTA
Durante los años treinta, la Unión Soviética se convirtió en un estado totalitario
caracterizado por el control y la represión de la población. A pesar de esto, bajo el
liderazgo de Stalin, logró una rápida industrialización y se convirtió en una potencia
mundial tras su victoria en la Segunda Guerra Mundial.

En el contexto de la Guerra Fría contra las democracias occidentales, la Unión


Soviética estableció estados "satélites" conocidos como "democracias populares" en
las zonas de Europa ocupadas por el Ejército Rojo. Esta influencia se extendió a
Alemania Oriental, Rumania, Bulgaria, Hungría y Polonia, mientras que en Albania y
Yugoslavia, las guerrillas comunistas locales tomaron el poder al final de la Segunda
Guerra Mundial.
El proceso de establecimiento de estas "democracias populares" siguió un patrón
similar:

"Desnazificación": Se llevó a cabo la purga de colaboradores del Eje, lo que a menudo


incluyó la represión de clases acomodadas, independientemente de sus simpatías
hacia el nazismo.

Formación de "Frentes Nacionales": Se crearon coaliciones en las que el Partido


Comunista del país colaboraba con otras fuerzas democráticas, pero mantenía el
control de cargos clave en el gobierno.

Represión y satelización: Se reprimió cualquier disidencia y se estableció una completa


dependencia de Moscú. En el ámbito económico, se nacionalizaron tierras y fábricas, y
se organizaron las actividades económicas según las directrices de la Unión Soviética.

El cisma yugoslavo en 1948 marcó la primera fisura en el bloque oriental, cuando el


mariscal Tito rompió relaciones con la Unión Soviética sin abandonar el socialismo. En
la década de 1960, Albania y Rumania dejaron de participar en los organismos del
bloque oriental, mientras que Cuba se unió al bloque después de la revolución de 1959.

LA ORGANIZACIÓN DEL BLOQUE COMUNISTA


Tras la ruptura con las potencias occidentales, la Unión Soviética difundió la Doctrina
Jdanov, que dividió el mundo en dos bloques: uno imperialista liderado por Estados
Unidos y otro democrático liderado por la Unión Soviética. Se creó la Kominform en
1947 como un órgano de coordinación de los países comunistas y desempeñó un papel
importante en la propaganda y la movilización ideológica en estos países. Después del
cisma yugoslavo, la Kominform se centró en la lucha contra Tito, temiendo que su
influencia se extendiera a otras "democracias populares".

La Kominform también organizó el Movimiento por la Paz, que se centró en criticar el


armamento nuclear estadounidense y lanzó campañas para la prohibición de armas
atómicas, presentando al poder soviético como defensor de la paz y obteniendo el
apoyo de intelectuales en todo el mundo.

En los estados "satélites", se llevaron a cabo nuevas purgas entre 1948 y 1952,
marcando los últimos años de la dictadura de Stalin. Cualquier intento de seguir una
"vía nacional" al socialismo que no se ajustara al modelo soviético era considerado
"desviacionista", y sus partidarios eran acusados de "trotskistas" o "titoístas". Esto
resultó en la represión y el encarcelamiento de un cuarto de los miembros de la
militancia comunista en estos países, incluyendo a militantes veteranos con
experiencia. La represión se convirtió en una característica distintiva de las
"democracias populares".

El COMECON y el Pacto de Varsovia


En 1949, se estableció el COMECON (Consejo de Ayuda Mutua Económica), una
institución multinacional que incluía a la URSS y los países del bloque oriental (excepto
Yugoslavia) con el objetivo de fomentar y planificar los intercambios comerciales entre
ellos. Sin embargo, no fue hasta alrededor de 1960 que este organismo comenzó a
funcionar plenamente.

La Unión Soviética construyó una red de alianzas para dar coherencia a su bloque
comunista, aunque esta red era menos densa y se consolidó más lentamente que la del
bloque occidental. Moscú firmó acuerdos bilaterales con las "democracias populares" y
con China comunista de Mao.

En 1955, dos años después de la muerte de Stalin y tras la incorporación de la


República Federal de Alemania a la OTAN, se formó el Pacto de Varsovia, una alianza
militar que unió a la Unión Soviética con todos los países europeos del bloque
comunista, excepto Yugoslavia.

Se estima que las fuerzas militares del Pacto de Varsovia constaban de alrededor de 6
millones de soldados y un armamento altamente homologado, bajo el mando unificado
de un general soviético. En julio de 1991, poco antes de la disolución de la Unión
Soviética, el Pacto de Varsovia se disolvió. Algunos días antes, también dejó de
funcionar el COMECON.

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