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Resumen: De la Habana a la paz.

Capítulo 1.
Colombia y el futuro
William Ospina, al inicio de su obra, habla acerca de las principales desgracias de
nuestro país, dando cabida a una reflexión profunda, de cómo podríamos pensarnos
en una mejor sociedad. Su principal crítica, es a la cultura colombiana, que ha
desatado probablemente los escenarios posibles para convivir en la corrupción, en la
competencia, y en la trampa. Su idea de pensar una Colombia futura, donde la
juventud retome el papel predominante para establecer unos nuevos principios en
busca de una sólida unión, resalta en el transcurso de su obra. El autor, menciona los
principales rasgos de nuestro territorio, como sus altísimas tasas de criminalidad, y
sus índices enormes de corrupción. El principal desmantelamiento o lo que quiere
mostrar William Ospina, es reconocer como somos un país individualista, donde
somos ajenos a las necedades de los demás y como somos indolentes ante las
desgracias de los que nos rodean. Existe una indiferencia en como comprendemos
los hechos que nos involucran, pero que damos la espalda por interesarnos solo en
nosotros mismos buscando llenar nuestro homoestomago. Este primer capítulo
proyectado al futuro, resalta que nos debemos enfocar en el presente, mencionando
que en este esta el cambio, dado que lo atribuimos a futuras generaciones, que no
sabremos como vamos a preparar para conseguir lograr fortalecer los espacios de
nuestra actual comunidad. Ospina sostiene que debemos trabajar en una cultura en la
que formemos parte todos, para fortalecer las carencias éticas, y un lenguaje que
genere una unión social. Este primer capítulo culmina así, con reflexiones
profundas que abordan las principales crisis de los colombianos, dando una
perspectiva muy crítica para entablar posibles formas de solución. También se añade
en el apartado final, el entusiasmo de reintegrarnos al ahora, para cambiar nuestra
nación, que de tantos desgastes e irregularidades se está cansando, y dará apertura en
la búsqueda de un mejor lugar para habitar.
Capítulo 2.
De chigüiros y cipreses
En este capítulo, principalmente se enfoca en revindicar como hemos sido participes
inconscientemente del olvido de nuestra propia tierra. El autor, hace una crítica a lo
que denomina países euroamericanos, que son aquellos que extinguen su cultura, por
aferrarse a la europea. Para este análisis, Ospina entabla un juicio, donde reconoce
que las potencias europeas no están exentas de caer en la barbarie, donde lo
ejemplifica con la segunda guerra mundial. Es importante recobrar nuestra historia,
para comprender la diversidad de la cual proviene nuestro país; hay una
insuficiencia en cómo hemos pensado nuestra cultura, con la europea. Hemos caído
en el colonialismo que borra de manera paulatina todas nuestras prácticas y
creencias retomando como única la ciencia, y la religión universal; hemos caído en
la enorme brecha racial que desprecia a nuestros semejantes de diferente color. El
racismo como usual forma de despreciar al otro simplemente por su color, se nos ha
impuesto desde las naciones europeas, que desmeritan el accionar que no sea similar
al de ellos. Según Ospina, ha habido muchas cosas fundamentales para nuestro
proceso de cultura que hemos olvidado, para comprender nuestra integración en el
mundo latinoamericano que contrae su propia historia. Con esto, se empieza a
hablar de un apartado lingüístico, que da cabida a una reflexión en torno al proceso
de la conquista de nuestra lengua. Se atribuye esta importancia, sobre todo, a las
cantidades de personas que retoman a un territorio para tratar de expandir una
lengua convirtiéndola en universal. “La lengua que nos llegó estaba hecha para
nombrar un mundo distinto”, sostiene el autor, porque había realidades que no
correspondían a la nueva lengua. En este enfoque del capítulo, se habla de un
enfoque poético, donde se habla de Juan de Castellanos, principalmente, y entre
otros autores que han sido resultado de la apropiación de nuestra lengua española.
Lengua de la cual habla, para comprender el resultado de los procesos de mestizaje y
evolutivos en el habla que se convertiría en casi universal. Los versos que por
aquella época se escribieron, contraían implícitamente el mensaje americano, pero
esto siempre fue un crimen estético. A modo de conclusión, se describe también la
importancia de Márquez, de Neruda y demás autores, que tomaron la lengua, para
trasmitir el romántico, poético y crítico mensaje, hacia una sociedad en general, que
busca la apropiación de su lengua.
Capítulo 3.
Colombia en la encrucijada
En este capítulo, William Ospina, nos introduce a algunas de las reflexiones entorno
a la violencia, junto con los eventos más memorables de esta. Es a través de este
análisis, que parte para hablar de los distintos tipos de violencia que se han forjado
en nuestro país. A esto resalta la guerra de los mil días, la muerte de Gaitán, y por
supuesto, el narcotráfico. Su crítica al colombiano, dada su insolidaridad, e
individualismo, es algo que sostiene el autor con mucha convicción, ya que de aquí
deriva la insurgencia de muchos grupos armados, que, tras las malas políticas, y el
descuido de la fuerza pública, fue el escenario ideal. El inicio de las FARC, junto
con su ideología comunista, revivieron el conflicto armado de Colombia, que por
tanto duraría, y pudieron dar apertura a diálogos de paz con el gobierno de Andrés
Pastrana. En este capítulo, también se atribuye la importancia de la paz, para poder
cesar la guerra y buscar el ambiente sano, donde podamos convivir. Pero para esto
se exige una comunidad que sea participativa y del interés de establecer la paz en un
territorio que ha vivido sumergido a la guerra. Se exige un proceso educativo de
calidad, que prepare al futuro ciudadano para trazar estas discusiones referentes a la
paz. Somos responsables en todos los grados que competen al ciudadano, que
necesitan espacios de formación, de buscar el amor a la naturaleza y el profundo
respeto por la vida. El autor también menciona la diversidad y belleza de nuestra
tierra, que es tan completa en sus estante turísticos y naturales, teniendo el privilegio
de limitar con dos océanos, de compartir fronteras con algunas importantes
naciones, y ser dueño de gran parte del territorio amazónico, que es uno de los
máximos resplandores de este país. Colombia necesita fortalecer sus democracias y
buscar mayores ideas para crear ordenes sociales que establezcan la simpatía por la
sociedad. Nuestro país presenta un enorme deterioro dado las raíces de intentar
complementar la paz. El gobierno de Pastrana y sus mínimas discusiones intentaron
buscar la paz de la nación, pero la guerrilla solo uso de este para beneficios propios.
Este problema Ospina lo identifica con la falta de vigorosidad de la ciudadanía,
capaz de comprometerse con el estado y la ciudadanía para forma mejores espacios
de unión. Para emprender este pacto de paz, se necesita de los medios de
comunicación, y contar con el poyo del resto del mundo. Para finalizar, el autor
pregunta si es digno perder nuestro bienestar en un país tan completo en muchos
campos como el nuestro, que genera los suficientes elementos para vivir en
sociedad.
Capítulo 4:
Negociar es el reto
Nos habla de que hace poco la embajadora de USA Anne Patterson presento un
documento sobre la situación de Colombia frente a las negociaciones de paz
partiendo de unos pilares con lo cual parece ver una posibilidad de negociación por
medio del dialogo. La negociación es posible y conveniente, pero si aún seguimos
creyendo en esta política doble cara que sonríe y te abraza, pero al final te apuñala
no vamos a ver ningún resultado positivo de ninguna parte.
Este proceso se torna hostil debido a su carencia de una verdadera reconciliación
que permita convertir los sueños de paz desde lo rural y lo urbano. Colombia
necesita un cambio porque a pesar de que estos procesos se lleven a cabo desde el 80
aún no está a nuestro alcance ya que exigimos una negociación verdadera, pero sin
respeto mutuo no vamos a llegar a ningún lado.
También Nos habla que Colombia requiere una reforma agraria desde hace 70 años,
que es algo que aquí no ignoran ni los políticos ni los empresarios. Nos explica que
esa reforma agraria no tiene por qué ser una ingenua distribución de minifundios,
para que los pobres campesinos sin capacidad de competir los pierdan de nuevo en
pocos años, ni una irresponsable división de predios productivos, sino una estrategia
de productividad y tributación que favorezca a las mayorías campesinas y que
estimule a los empresarios comprometidos con la reactivación y con el país
Propone estrategias económicas para que el futuro que no esté gobernado por un
absurdo sentimiento de venganza contra los que tienen más, pero que sí replantee
seriamente las oportunidades de los que tienen menos. Como decía Felipe González,
con lo que hay que acabar no es con la riqueza sino con la pobreza, pero los
privilegios y las exclusiones no los impiden.
Capítulo 5
lo que está en juego en Colombia
Nos habla de que, En Suramérica, pero especialmente y de un modo más violento y
duradero en Colombia, han venido ocurriendo una serie de guerras por diversos
factores como lo han sido las guerras del oro, de las perlas, de la canela estas guerras
fueron terminando con las tribus indígenas existentes en el país y dejando un legado
de explotación, que más tarde renacería de nuevo con el surgimiento de los actores
armados en la guerra del café, la violencia, y la guerrilla.
El autor narra las guerras que han venido ocurriendo en el país desde el siglo XVI,
que debido a lo corto del artículo no deja entrever la cruda realidad y violencia que
trascendieron a partir de cada una de estas guerras, dejando miles de muertes,
rencores, deseos de venganza, pobreza que han ido también agregando complejidad
al conflicto actual y que según altos asesores de la presidencia del anterior gobierno
consideran que no existen “'Águilas negras' son una "marca creada para hacer
aparecer amenazas cuando convienen las amenazas" y que el paramilitarismo es
cosa del pasado.”
Capítulo 6:
Lo que se gesta en Colombia
En este capítulo el autor hace una de las más profundas reflexiones sobre nuestra
cultura que finalmente no es tan nuestra. Colombia fue siempre un país que, como
una figura anómala de la geometría, tuvo su centro fuera de sí misma. El centro de
nuestra cultura fue sucesivamente la corona española, el Vaticano, la Revolución
Francesa, el mercantilismo inglés, la sociedad de consumo norteamericana” . Así las
cosas, resulta que no tenemos espejo propio siempre hemos usado espejos
extranjeros que lo único que hacen es golpear la autoestima, rechazar lo que somos y
querer ser como los foráneos. Esta reflexión nos permite entender nuestra desmedida
adoración por ellos; son los que tienen el conocimiento, su raza es mucho más linda
y pura que la nuestra, sus idiomas más elaborados y bonitos que el propio. Su
concepto tiene mucho más valor que el de un experto reconocido y experimentado
pero formado en estas tierras.
Capítulo 7
COLOMBIA EN EL PLANETA
El autor nos habla sobre aspectos muy importantes de Colombia y algunas tragedias
que ha vivido, donde es muy bueno que todos estemos enterados de la historia de
nuestro país y los que nos pueden ayudar con eso son las personas mayores ya que
ellos han vivido gran cantidad de situaciones y también que sepamos que nuestro
país es original, por su cultura, por los bailes representativos como el bambuco, la
cumbia, los currulaos, los vallenatos, entre otros. Pero no todo es bueno, ha habido
numerosas guerras civiles del siglo XIX y guerras actuales, donde el espíritu de
venganza hizo que perdiéramos una patria y que hubieran muchos asesinatos, donde
se supone que uno debería tener como ese fuego en el corazón por la muerte de una
persona, pero desafortunadamente en nuestro país todo muerto se olvida, a
diferencia de países como México que hacen como un carnaval el día del difunto y
en los antiguos romanos ellos dialogan con los muertos. Algo que caracteriza a
nuestro país tristemente es el peligro, los ciudadanos viven con miedo a toda hora,
además en Colombia ha habido personas llamadas monstruos como Pablo Escobar,
Gonzalo Rodríguez Gacha, Fabio Vásquez y otros que se creían dueños del país y
decidían quien vivía, quien se quedaba en el territorio, mejor dicho, hacían lo que
querían con las personas. A pesar de que nuestro país es peligros, es valeroso, ya que
la mayoría de la sociedad son personas valientes, que salen cada mañana a trabajar
sin ningún arma, pero muchos creen que las personas valientes son las que salen con
armas. Un ejemplo claro de la desconfianza que le tenemos a nuestros mismos
compatriotas, es cuando antes uno iba por el campo y se encontraba a alguien,
cruzaban palabras y se volvían hasta amigo, hoy en día no es así es todo lo contrario
Capítulo 8
EN BUSCA DE UNA PAZ CON ARGUMENTOS
En este capítulo El autor trata de decirnos que la justicia que necesita Colombia no
es una justicia de venganza, sino una justicia de dialogo, que Colombia ha tenido
venganza entre los bandos de la guerrilla y el gobierno durante mucho tiempo, y esta
venganza es la que provoca que no se llegue a un acuerdo de paz. Habla de que
Colombia vive múltiples crisis y que estas son las que casi nos llevan al colapso ya
que nuestro país vive una guerra que se alimenta de diferentes conflictos y que
podrían ser evitados con la paz.
Pero el autor nos dice que el conflicto que vive Colombia en contra de las guerrillas
no tiene solución militar, y la única solución al problema es con la política y el
dialogo. También nos dice que Colombia sufre problemas de dirigencia y que esto
tiene bases en lo que se llama indiferencia y corrupción o el egoísmo, y como estos
tres valores negativos son la base de la política colombiana estos son los que guían
al gobierno y a las personas a dejar la legitimidad, lo que lleva a botar o destruir lo
que podría darnos un buen futuro.
Luego nos habla de que Colombia, vive bajo esa nube de miedo y violencia, donde
se debe tener cuidado de en qué callejón caminemos, o en qué pueblo estemos, por
lo que es necesario transformar nuestra realidad, y que aquellos que estuvieron al
filo de la muerte, de ser víctimas se conviertan en transformadores e intérpretes de
su realidad. Nos dice que para que Colombia se haya habituado a vivir de esta
forma, no son solo el terror que causa el causante, sino la vocería de aquellos que
son patrocinadores del terror. Por último, nos dice que debemos reconocernos a
nosotros mismos y reencontrarnos dialogando y con confianza, fortalecer la verdad,
perdonando y encontrando nuestra memoria, y depende de nuestra reconciliación
como nación y demostrar que Colombia es una bomba de creatividad e imaginación
EL VIEJO REMEDIO
Este capitulo el autor nos habla sobre la injusticia y la violencia de Colombia,
donde el autor empieza hablando sobre que a el no es que le alegre la
muerte de muchas personas que le hicieron daño al país como Pablo Escobar,
Marulanda, el Mono jojoy y de Efrain Gonazales, entre muchos otros, pues
ellos solo han sido victimas de la mala dirigencia colombiana, que ha sido la
misma desde hace muchos años, donde hay racismo y la cuna sigue
decidiendo que persona será sicario o presidente. Aunque estas personas
hayan hecho muchos daños como matar a quienes les pasara por el frente o
poner bombas donde quisieran, que las compraban con la plata que
supuestamente el Estado debia gastar con cosas que pedían los campesinos
para las zonas donde vivian, no se les puede culpar de la situación del país. Lo
único que se puede hacer para que todo mejore en el país es que haya
justicia y generosidad, pues esto podrá traerle paz a la población pobre que
de ahí es de donde la mayoría salen los delincuentes, paramilitares, sicarios,
donde todo esto sucede por las malas condiciones del Estado de que ningún
colombiano tenga asegurado un trabajo, la educación, la seguridad social,
etc. Con este capitulo el autor quiere que los ciudadanos que construyamos
un país con dignidad y respeto, que podamos sentirnos orgullosos de lo que
somos.
CON MILLONES DE OJOS
El escritor en este capitulo nos habla sobre el desplazamiento de muchos
campesinos, por el robo de sus tierras, donde todo ha sido un proceso
violento de asaltos, crímenes, masacres, entre muchos mas. Como sabemos
en este país, es muy raro que una persona pague por los delitos que ha
cometido, por sus errores y esta no es la excepción, pues estos no han sido
sometidos por el Estado. El autor dice que para que haya justicia es
importante el acompañamiento internacional, para que todo sea limpio, para
que no hayan referencia y también para que el mundo sepa que Colombia ha
sido victima de mucha violencia. El autor dice que lo único que puede
impedir el esfuerzo por recuperar las tierras arrebatadas, es que esto se
convierta en un nuevo baño de sangre, ósea que esa lucha por recuperar sus
tierras, traiga mas violencia y empeore todo.
TRAS UN SUEÑO INTRANQUILO
El autor en este capitulo nos habla sobre Colombia, donde nuestro país de un
momento a otro sus temas empezaron a conmocionar al mundo, uno de ellos
era la integración continental que se hablaba en tiempos de Bolivar. Otro
tema que resalta son las regiones, como la occidental que se ve la
complejidad de la Cuenca del Pacifico, la del Caribe es un mundo físico y
cultural, la región oriental es una de las alas de la Orinoquia, la central
pertenece a la topografía, la memoria y la cultura de la cordillera de los
Andes y la del sur tiene muchas riquezas y desafíos de la cuenca amazónica.
Con esto podemos ver que en Colombia cada parte es distinta, que los
caracteriza, pero asi como hay cosas buenas también hay cosas malas como
lo es la pobreza, pues nuestro país tiene muy mala distribución de ingreso en
todo el continente y por esto es que muchos colombianos se desplazan a
otros lugares para mejorar su situación. Pero uno de los problemas urgentes
es el trafico de armas, el narcotráfico y las drogas, donde se sabe que
Estados Unidos es el mayor productor. Sabemos que las drogas son muy
malas y traen problemas mas que penales o militar es de salud pública.
UN GRAN HOMBRE EN PELIGRO
El autor nos habla sobre Luis Carlos Restrepo, que el lo describe como un
hombre generosos y bien intencionado, por lo que mas ha trabajado por la
paz de Colombia, por eso el autor dice que el no esta de acuerdo por el orden
de captura que le hicieron y por acusarlo de unos crímenes. A pesar de que
en el gobierno de Patrana el proceso de negociación del conflico fracaso por
la intransigencia criminal de la guerrilla, el aun así después acepto el cargo
de alto comisionado para la paz en el gobierno de Alvaro Uribe y también
lidero la desmovilización de los ejércitos paramilitares que era muy
necesaria, ya que con esto podría mostrar una estructura civilizada y traer
tranquilidad a todos. El autor dice que a el no le gustaba la manera de
gobernar de Alvaro Uribe, pero el desmonte de las estructuras paramilitares,
la guerra sin cuartel contra una guerrilla hundida en el secuestro y
narcotráfico, que le dio un nuevo aire al país. Pero algo que se debe tener en
cuenta es Uribe y Santos estaban formando un conflicto que podría
desencadenar la nueva violencia colombiana, por los desacuerdos de las
elites.
ÉL
En este capitulo el autor nos habla sobre el expresidente Juan Manuel
Santos, el buen mandato que hizo, donde en sus ocho0s años de gobierno ,
tuvo la oportunidad de cambiar el destino de su país, que lo hizo dándole fin
a la guerra, donde todo fue por medio de un acuerdo llamado la Habana, que
fue algo muy importante para el país y mas a el como presidente, pues
después de 50 años de guerra el por fin pudo llegar a un acuerdo, pero el
autor dice que para que esa paz sea totalmente verdadera, se deben
encontrar soluciones especialmente para los jóvenes que son los mas
afectados por la violencia, pero que eso no se lograra si no hay empleo,
educación y cultura, pero como tal el fin de las muertes es la condición mas
importantes para el nuevo comienzo. Muchos no estarán de acuerdo con
este tratado, pues con la paz no podrán seguir siendo beneficiado por la
guerra.
EL COFRE MAGICO
Este capitulo nos habla sobre que Uribe era para que hubiera logrado las
negociación política del conflicto que llevaba mas de 50 años en Colombia,
pues tenia verticalidad, firmeza y capacidad de persistir es una posición. El
autor nos dice que lo que ha impedido el acuerdo era la volubilidad de
gobiernos, que un dia dialogan y al otro bombardean, pero en el gobierno de
Uribe especialmente de que la guerrilla quería todo el poder y hasta podría
conseguir que Colombia se convirtiera en un país comunista, que eso es lo
que mas temia Uribe de que nuestro país se convirtiera como Venezuela, un
país que era rico en petróleo y ahora anda en la miseria, pero el autor da una
razón por la cual no seria posible que Colombia se volviera como nuestro país
vecino y es porque Venezuela la principal riqueza es del Estado y en
Colombia la principal riqueza es de los empresarios, los dueños de la tierras y
hasta los narcotraficantes.
LA PAZ ES LA VICTORIA
El autor nos habla sobre el expresidente Alvaro Uribe, donde reacciono con
alarma cuando se entera de que el gobierno de Santos podría estar teniendo
diálogos con la guerrilla en un país externo, pero se supone que no nos
deberíamos preocupas, pues no es malo eso, ya que con esto se podría
acabar la guerra, que por cierto a Colombia no es que le salga gratis siempre
tiene que sacar una parte del presupuesto y además de que el país dejaría de
gastar ese dinero, esto mejoraría la situación de todos, aun su objetivo en el
mandato siempre era ponerle fin a la guerra y que el país quedara en paz .
Cuando estaba Santos en el poder se cumplieron 50 años de conflicto, donde
hubo muertos de todos los bandos, soldados, guerrilleros y paramilitares.
Para que la guerra se acabe se tendrá que aceptar una condiciones, como
conceder victorias materiales y que haya un trato respetuoso y leal como
combatientes que aceptaron volver a la sociedad de antes. Todo esto
muertra que la guerra nos esta costando demasiado en forma de plata, con
los daños y los asesinatos.
PAZ CON IMAGINACIÓN
Este capitulo nos habla sobre las guerras que han sido un obstáculo para que
Colombia progrese, esta lleva mas de 50 años entre el Estado y las guerrillas,
donde han dejado muchos daños y muertes. Algo importante es que las
negociaciones de paz deben ser en muy poco tiempo, pues no es bueno que
un dialogo se prolongue mucho, además la guerra tiene que ser finaliza
porque el peligro es que se presente una semejante, para eso se tienen que
entregar las armas. La violencia era reflejada en la ciudad y en el campo, por
esta razón muchos de los campesinos tuvieron que desplazarse y por una
política que les impidió el desarrollo agrícola. El principal beneficiario de la
guerra es el narcotráfico y mientras no llegue la legalización de las drogas,
todo seguirá igual.
LA HORA DE LA VOLUNTAD
Este capitulo nos habla sobre la paz en Colombia, donde afirma que ningún
proceso dialogo como el de la Habana había llegado tan lejos y mas si el
expresidente Uribe en ese momento estaba tan irritado por este proceso era
porque iba enserio y mas que su política no podría alcanzar esa paz asi le
dieron muchos años de preiodos presidenciales. Se sabe que muchos
poderes egoístas saben que si se presenta la paz en nuestro país ya no
podrán hacer sus ambiciones particulares. Pero la paz se ve tan difícil en ese
momento porque seguían los asaltos guerrilleros y los campos minados. Algo
muy importante que dice el autor es que las delegaciones en la Habana
debian hacer cosas que llamaran la atención, porque a nadie le interesa un
acuerdo improvisado y que no brinde garantías, el país necesita saber que
sean pasos firmes y que este muestre resultados.
La paz antes de la paz
Como Colombia ha estado avanzando en el tema de la paz, se esperaba que esta se
alcanzara antes de las elecciones del 2014, con la marcha del 9 de abril se logró que el
pueblo estuviera de acuerdo con el proceso de paz, lo cual es algo que el presidente
Santos siempre había esperado. Además, el tener el apoyo internacional hace ver que no
solo Colombia necesita este acuerdo de Paz si no américa latina para lograr una
estabilidad. Y se dice que, aunque no es un secreto, Colombia es uno de los países con
más conflictos como la pobreza, la droga, la corrupción. Luis Carlos Restrepo, ex
comisionado dice que es necesario el proceso de paz y que no lo deberían parar. Lo que
se busca es que no haya un futuro de guerras, se necesita hacer varios cambios como
que la policía este más relacionada con la solución de problemas de los ciudadanos.
Las contradicciones de la sociedad podrían ser un debate democrático dejando de lado la
violencia. Si la guerrilla entra en la democracia, Colombia podría ser un ejemplo para el
mundo de un esfuerzo de corrección. Pero esto es un conflicto que lleva medio siglo y es
el causante de los niveles de descomposición social en el que estamos.
“EL deber de la esperanza” no puede limitarse a un gesto, tiene que estar en todas las
iniciativas sociales. Hay instantes en que se debe jugársela y darla toda por un sueño de
verdadera cultura y no hay una sola persona en Colombia que no quiera la puerta de
fraternidad y de independencia.

Formas de la reparación:
El autor nos presenta que lo que genera más desacuerdo en los diálogos es que no se
den los castigos merecidos, ósea la impunidad; siendo entre otros temas el no abandonar
la reparación de las víctimas. Pero nos explica que también es necesario el abordar esto
desde la parte social e histórica ya que según él hay distintas formas de reparar daños,
que debe ser primordial el corregirlos mas no el castigarlos o generar venganza como
prioridad. Lo histórico es importante al tener en cuenta que no se puede tratar con igual
de condiciones a quienes fueron atrapados en plena guerra a quienes deciden dialogar
por voluntad propia. También pensando a futuro de detener el conflicto y las posibles
víctimas que pueden surgir.
También nos expone como una de las principales causas de esto viene directamente de
la parte política, ya que el deber del estado de cumplir con oportunidades y garantizar
derechos al no ser cumplido y abrir camino a negociación es porque se admite fallas en
su deber, generando fenómenos sociales que concluyen con guerra. Nos cuenta como lo
que se logre obtener con esto para la comunidad es importante y el autor espera que
luego de estos procesos de acuerdos realmente sirva para crecer como país y demostrar
como Colombia tiene bastante riqueza humana, un nuevo futuro para las siguientes
generaciones.
La pequeña grandeza
En este capítulo el autor nos explica como Uribe tuvo todas las posibilidades y
oportunidades de ser el colombiano más grande de la historia, de haber hecho el bien por
sobre su interés propio. Entre todo esto sus malas decisiones frente a la paz, optando por
el camino de la guerra. Se empeñó mucho en el TLC pero esto no siendo más que
perjudicial, ya que había mucho que comprar y poco que vender; sus decisiones no fueron
acertadas en muchas ocasiones, generando más daño del que se quería arreglar. Está
claro que hizo cosas que lograron disminuir la violencia, mas no la acabó, generando
daños así, siendo su verdadero propósito el justificar la guerra. El autor nos da a entender
que Uribe tuvo todas las posibilidades de hacer algo mejor por el país, pero se guio de
malas decisiones y formas de combatir con los problemas, pero le faltó el velar más por el
país, por sus sueños y orgullo.
¿Qué hay detrás de todo esto?
El autor comienza expresando su rechazo hacia como en Colombia, a diferencia de otros
países, al momento de cuestionarse que hay detrás de los hechos se busca es a un
culpable y no a una causa. Explica como la estrategia del gobierno frente a los reclamos
sociales siempre es que detrás de todo hay gente mala que dicta órdenes de desorden
social, estos siendo tomados como rebeldía en nuestro país. Muchos al cuestionarse o
buscar respuestas nunca van a dar con que detrás está la injusticia y desigualdad del
estado. Se da el caso en que un delegado de la ONU dice las verdades e irregularidades
que presenta el gobierno frente al pueblo y el Estado directamente va a atacar diciendo
que es una intromisión frente a los asuntos internos del país e incluso que lo está
irrespetando, los medios no haciendo nada más que apoyar al Estado. Por eso al final del
capítulo el autor se cuestiona en que quien realmente puede decir la verdad sobre este
país, ya que si las dicen la ONU son metidos y si las dice el pueblo son unos violentos.

Antes de que el arco se rompa


Este capítulo se basa en el gobierno de Santos y lo que pudo haber hecho como
mandatario, desperdiciando la oportunidad de demostrarle al pueblo que sabe que es un
estadista. Frente a las protestas que se generan en el Catatumbo, Santos permite que se
agranden los problemas de guerra, teniendo la oportunidad de actuar frente a los
manifestantes con ayuda, de decirles que iban a aportarles a sus condiciones de vida sin
necesidad de tomarlas de acuerdo con la guerrillas. Una de las fallas grandes del
gobierno y guerrilla es pensar que la solución inicia poniéndose en papeles y luego si
actuando, se debe comenzar a trabajar en conjunto con la comunidad y velar por las
necesidades. El autor expresa que Santos tiene miedo, de ser criticado y que no debería
dudar al momento de tomar decisiones, no poniendo a depender todo de la negociación,
uno ejemplo es que si hubieran modernizado el campo se habrían evitado muchos
conflictos. La culpa de cierto modo también cae en el pueblo al elegir al dirigente y ser
cegado por argumentos convincentes, el pueblo elige pero el gobernante solo gobierna
por el interés de minorías. El autor finaliza diciendo que Santos estaba a tiempo de
demostrar que es capaz e inteligente.
El martillo de la historia
Las cifras que se conocen actualmente después de realizado el acuerdo de paz y
suministradas especialmente por el Centro de Memoria Histórica no puede significar el fin
y resultado del conflicto armado de Colombia, porque desde hace muchos años en el país
se vienen presentando muertes violentas en diferentes escenarios, por lo tanto, estas
cifras deben ser tomadas como alerta para analizar las causas. Se debe cuestionar la
responsabilidad que debe tener la dirigencia que tuvo el país todo este tiempo en medio
de muertes, la culpa siendo derivada no solo de quienes empuñan el arma para matar,
sino también del gobierno bajo el cual se ha actuado todo este tiempo, la historia en este
caso haciendo referencia a los diferentes tiempos en que han ocurrido masacres, no
siendo cosa de ahora, sino de años.
Doctor si, Doctor no
Este capítulo hace referencia a que El presidente Mujica de Uruguay propone hablar con
las Naciones Unidas para que se pronuncien sobre la paz de Colombia, el presidente
Santos, que habla de la necesidad de avanzar hacia la reconciliación, ordena al ejército
dar de baja al jefe de las guerrillas cuando lo encuentren en su camino. Pero el presidente
de un país donde no existe legalmente la pena de muerte tiene que decirle a su ejército
que combata a la guerrilla, que capture a sus jefes, y que si se resisten los elimine en
combate. Pero no puede dictar altisonantes sentencias de muerte y seguir tan campante
con el diálogo. Es más, en bien de la democracia, el presidente de la República no puede
desear la muerte de ningún colombiano además En este capítulo el autor señala que el
presidente Santos es una persona que se contradice permanentemente entre lo que dice
y lo que hace desconcertando al país, siendo oportunista, solo actuando a favor de lo que
le conviene en cada momento. Especialmente en el acuerdo de paz, ya que mientras
intenta llegar a un acuerdo al mismo tiempo da órdenes de pelear contra ellas, igualmente
convocando un plebiscito que puede hacer que las FARC se retiren del acuerdo. Cita
como ejemplos de esta postura el anuncio de Santos que haría depender la economía de
Colombia de 3 grandes fuerzas: minería, industria y agricultura, pero no ha impulsado
realmente ninguna.
¿Cómo será lo que sigue?
Nos habla del libreto es la política neoliberal. Un modelo diseñado por los grandes
poderes mundiales para serle recetado al planeta entero. Consiste en que en este mundo
sólo tienen derecho a existir un modelo de economía y un modelo de orden social, el que
han alcanzado las naciones de gran poderío industrial, militar y tecnológico. Todos los
países deben ingresar en ese esquema al que hace tiempo ya se llama el desarrollo, el
progreso, la sociedad de consumo.
Estos países periféricos sólo pueden ser consumidores de la industria multinacional,
productores de materias primas para su poderío comercial y tecnológico. Y así se abren
camino esos contratos leoninos que se llaman tratados de libre comercio, mediante los
cuales pequeñas economías mal planificadas, sistemáticamente debilitadas por gobiernos
venales o faltos de carácter, tienen que abandonar toda agricultura, toda industria local,
todo rasgo cultural y toda relación original con sus territorios. Colombia ha vivido el
progresivo desmonte de su agricultura y de su industria.
La ayuda inesperada
Los que deploran los acuerdos de La Habana, a quienes esta semana se les oscureció la
mirada en el preciso momento en que al resto del país se le iluminaba, cuando, como
pocas veces, Colombia resplandecía de esperanza, hace 11 años celebraron el fracaso
del Caguán y 11 años más de guerra. Pero tal vez no son años de guerra lo que quieren,
sino unos cuantos períodos electorales obtenidos con la estrategia de que la
reconciliación nunca llegue.

Eso en Colombia sólo parecen ignorarlo los que toman las decisiones, los que manejan
los presupuestos, los que han sido encargados en vano durante décadas de cumplir las
promesas constitucionales. La noticia de que el Gobierno y la guerrilla han llegado a un
acuerdo sobre el segundo punto de la agenda produjo una alegría nueva en todos los que
quieren que la guerra termine, en las gentes humildes que han padecido esta guerra
década tras década.
Las preguntas que vuelven
El autor comienza cuestionando la sinceridad del gobierno frente a su voluntad de
alcanzar la paz, más si este es un gobierno que se encarga de mostrar contradicciones
día a día o de utilizar maquillaje político, el autor daba como ejemplo que hay un proceso
de paz que no vincula a la comunidad en lo absoluto. Todo esto pareciendo nada más que
una estrategia para la relección política por parte del presidente, siendo incoherente para
el autor ya que el gobierno no se caracteriza por su pacifismo, y presenta incoherencia
entre lo que dice a lo que hace, concluyendo que realmente no vale la pena una relección,
señalando como responsable al gobierno porque son quienes deberían actuar en
beneficio del país, no de ellos mismos, y son ellos quienes deben hacerlo ya que las
guerrillas no son quienes deben de dar cara por la negociación.
Agrega que el gobierno de Uribe ha hecho más cosas significativas que el propio Santos,
además de ser quien realmente posee un discurso al menos sincero frente a los procesos.
Se cuestiona principalmente el ¿porque se debería tener en cuenta una relección por un
gobierno que ni se preocupa por tener coherencia en sus acciones o formas de presentar
la negociación
Ahora si comenzó la campaña
Santos optó por proponerle al país la paz negociada. Esta decisión del ministro que había
dirigido la guerra es tal vez suficiente prueba de que quienes abogamos siempre por la
paz negociada teníamos razón.
Son los hijos de los pobres los que mueren como guerrilleros, como soldados y como
paramilitares. A veces, incluso, hay hijos de una misma familia enrolados en los distintos
bandos, tan dura es la guerra para las gentes humildes.
Colombia es el uribismo. Y la paz, como lo ha dicho Santos, se hace es con los enemigos.
Hasta ahora, Santos se ha erigido no sólo en el audaz mandatario que se atrevió a
proponer la paz cuando su deber era hacer la guerra, con lo cual mostró criterio e
independencia, sino en el único camino para una paz negociada en Colombia. Hasta
ahora, Santos tenía muy fácil su camino a la Presidencia, pues nadie parecía disputarle
esa estrategia.
Un sector del electorado estaba convencido de que había que votar por Santos porque
era el único que ofrecía la paz, aunque fuera una paz a ciegas, sin claridad de objetivos,
en medio de grandes secretos y con inquietantes mensajes contradictorios.
La irrupción de lo invisible
En este capitulo el autor nos empieza hablando sobre la decisión de minimizar el
papel del Estado, ósea abandonar la idea de lo público, haciendo que el mercado
dirija el empleo y el consumo, la salud y los sistemas de pensiones se haga
responsable cada persona, que la educación sea parte de lo empresarial y que la
cultura se sostenga con la industria cultural. El autor nos dice que somos un país
con mucha desigualdad, donde esta es traducida en violencia y desdicha,
produciendo cada vez más el conflicto, bueno y porque se dice que hay mucha
desigualdad, pues los poderosos cuando tienen todo en sus manos no ayudan a
los pobres y solo se preocupan por ellos, sabiendo que su tarea es hacer posible
la vida para los humildes, que tengan trabajo, educación, que se les pague de
manera justa, en resumen quieren un orden de dignidad que haga verdaderos sus
derechos, como cualquier ser humano.
Además de haber tanta desigualdad, también somos un país, donde si se critica a
la banca se atenta contra la libre empresa, si se cuestionan los medios de
comunicación es atentar contra la libertad de expresión, otra es que si denuncias
al poder es una falta de respeto y que si queremos cambiar el mundo es ser
sospechoso de rebelión.
El deber de la esperanza
En este capitulo el autor nos empieza hablando sobre que no es justo que los
colombianos ya esten saliendo poco a poco de esa guerra de 50 años, ya que se
esta esperando que el proceso de la Habana empiece con la construcción de la
convivencia y a la normalidad de la vida, y que ahora tengan que aguantar la pelea
entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, donde se supone que esa campaña
electoral debería estar proponiendo soluciones para todos los problemas que hay
en el país y no empeorándolos, antes eran buenos amigos e hicieron hasta alianza
y todos perdimos, ahora que son enemigos pues mas vamos a perder, ya que en
Colombia hay injusticia, se ve mucho el lenguaje del odio y de la discordia
principalmente en los políticos, por eso estamos esperando que alguien diferente a
los políticos traiga un proyecto moderno que proponernos y que nos favorezcan a
todos, pero no toda la culpa lo tienen los políticos, ya que los ciudadanos cuando
hay elecciones, prefieren votar por el que les da dinero o el que tanga mas buses
para llevar los votantes a las urnas, que los que tienen buenas propuestas. Por
todo esto es que se ve muy complicado construir una buena convivencia en el país
y que este mejore poco a poco.
De dos males
En este capítulo el autor nos habla sobre los males de Colombia, donde el mal
menor de los dos males principales es Oscar Iván Zuluaga que fue el
representante de Uribe en su mandato, pero ¿Por qué el menor? Pues el autor
nos dice que el uribismo es el responsable de muchas cosas malas que le ha
pasado a Colombia en los últimos años, pero el santismo es el responsable de
todas las cosas malas que le han pasado a Colombia. El autor resalta que Santos
es un hombre inteligente y elegante, pero la manera en la que gobernaba no era la
mejor, son expertos en hacerlo todo, pero nunca ser responsables de nada, por
eso es que mientras ellos sigan en el mandato nada en Colombia cambiará, a
ellos se les debe la desigualdad en Colombia, su miseria, su violencia, sus
guerrillas, sus delincuentes, su atraso, entre otras cosas. El autor también nos
habla de la etapa en el que Santos se alió con Uribe, gobernó con el y todo lo
hacían juntos, pero ahora descarga Santos en Uribe todo el desprestigio de esa
acción conjunto. Algo que tienen Zuluaga y Uribe es que si hablan de guerra,
hacen guerra y si no quieren a la oposición, no fingen amarla.
Verdades amargas
En este capítulo el autor nos habla sobre algunas verdades amargas de la guerra
y lo irresponsable que ha sido la dirigencia colombiana, donde esta no sólo tiene
que hacer un proceso de paz con las guerrillas sino con todo el país, por muchas
cosas, la primera es que permitió que un grupo de campesinos perseguidos, que
reclamaban unos gestos de incorporación al orden institucional, se convirtieran al
pasar los años en un ejercito de miles de militantes (forma parte de un grupo o una
organización, especialmente de un partido político),otra fue exigir a las familias
pobres de Colombia que les dieran a sus hijos para ir a librar la guerra, también
tener en cuenta que muchos de los soldados del Ejército Nacional perdieron su
vida o extremidades por hacer su trabajo, el autor nos dice que el vivió con su
familia este dolor de perder a un ser querido por el conflicto y que esto ha marcado
su vida mucho. Sabemos que para hacer una guerra se necesitan muchos, eso
quiere decir que hay varios culpables, por lo tanto para hacer la paz verdadera se
van a necesitar más.
El autor nos dice que en ese entonces había mucha gente votando por la paz de
Santos, cabe a clarar de que se le dice así porque no se ha convertido en la paz
de todos los colombianos, pero puede pasar a llamarse así si se convierte en una
paz con justicia social. El autor habla sobre una duda que siempre ha tenido y que
sé que muchos de nosotros también la han tenido y es porque los gobiernos
cuando dicen que hay que modernizar el campo, como combatir la exclusión, dar
educación, salud al pueblo, entre otras cosas, no lo hacen teniendo todo en las
manos para poder realizar esos cambios y lo que hacen es esperar que las
guerrillas impongan la agenda.
La paz y las reformas
En este capitulo el autor nos habla sobre la situación de Colombia, donde el diario
el Tiempo informa que Colombia es un país que lleva muchos años con injusticias,
donde nadie se hace responsable de lo que ha ocurrido y también de que somos
el duodécimo país con mayor desigualdad. Todo lo mencionado anteriormente
hace parte de la guerra que ha habido Colombia por tantas décadas, donde el
autor nos dice que nunca se va a acabar el conflicto en nuestro país si no se
presenta algún cambio en el orden económico y en el orden social, además que si
los gobiernos siguen siendo voceros exclusivos de los intereses parciales como de
la banca, los terratenientes y la industria, no se va a dar el nuevo comienzo que
los colombianos soñamos. Somos un país donde las personas tienen prohibido
decir siquiera una palabra de reconocimiento al adversario, mientras hablan de
paz y reconciliación, si siguen así las cosas nunca se va a llegar a la paz, ya que
siguen satanizando a millones de personas. El autor nos dice que la paz se tiene
que hacer con toda la sociedad y que lo principal que se debe hacer para llegar al
objetivo, es hacer reformas por parte de quienes tienen el mandato y los recursos.
Po ultimo el autor nos dice que el siempre ha tenido la duda de porque el gobierno
si ya sabe lo que toca hacer, no lo hace y lo que hace es esperar que las guerrillas
sean las que impongan la agenda de lo cambios en la mesa de negociación.
El pacto
El autor en este capitulo nos empieza hablando de que Santos no se había
posesionado para el segundo mandato y ya el estaba hablando de romper las
negociaciones de la Habana. Mientras que Santos dialogaba con Alfonso Cano
(comandante máximo de las FARC) del rompimiento, se dio la orden de dar de
baja al comandante con el cual dialogaba, para así demostrar que fuera de la
mesa de dialogo la guerra sería sin cuartel, así que desde ese momento
ocurrieron bombardeos permanentemente y las FARC siguieron asaltando,
atentando contra la infraestructura y combatiendo a la fuerza pública. Por todo
esto es que Colombia se caracteriza por se un país colapsado de la violencia, la
insolidaridad, la corrupción, entre otros. El gobierno solo muestra que las FARC
son los únicos victimarios y las FARC de que el Estado y la vieja dirigencia fueron
los que comenzaron con la guerra, así mismo la izquierda muestra el papel de
Uribe en el auge del paramilitarismo y le recuerda que por haber estado en el
mandato tiene mas responsabilidad y Santos intenta salir limpio de la guerra, que
el quiere hacer la paz, pero siente la obligación de garantizar que nada va a
cambiar, al igual Uribe también quiere la paz con la total derrota de los guerrilleros,
pero el autor nos dice que la guerrilla no alzo así porque así las armas, tuvo que
haber tenido alguna razón, pues estos son campesinos que no se dejaron
expulsar del campo y que para eso tuvieron que armarse para protegerse.
El autor nos dice que es muy difícil que haya reconciliación entre los enemigos
después de 50 años, si los que eran amigos hace 10 años ahora se tratan super
mal. Somos un país tan complicado que las personas que están dispuesta a
perdonar son las que no han victimizado y las que si participaron en la guerra sean
los que mas exigen castigo.
Pa que se acabe la vaina
En este capitulo el autor nos habla sobre lo que debería producir el proceso de
paz en Colombia, en primer lugar que el Estado reconozca que hace 50 años
respondió injustamente a los reclamos de unos campesinos que exigían presencia
institucional, obras y servicios públicos, que es a lo que todo ser humano tiene
derecho, donde esa respuesta del Estado dio origen a un conflicto armado,
también los actos de inhumanidad que produjeron los paramilitares, la guerrilla y el
mismo Estado, a su vez que todos acepten su responsabilidad en el deterioro de
la vida civilizada y pidan perdón, además de reconocer que la democracia
colombiana tiene una deuda con el pueblo en términos de empleo, educación,
salud, igualdad de oportunidades, justicia, entre otros, donde sabemos que este
ha sido uno de los causantes del conflicto y por último es la prohibición de las
drogas que ha generado mafias, capitales clandestinos, corrupción y muerte,
haciendo que cada vez se vaya aumentando el conflicto. El autor nos dice que lo
ideal es que no se vuelva a permitir que las armas intervengan en el debate
político, que se cuente toda la verdad de esta historia larga y sangrienta, donde
muchas personas sufrieron y participar a su vez en la reparación de victimas, para
poder ir sanando todas esa heridas y para que los colombianos podamos vivir en
paz.
Lo que se gesta en Colombia (2)
En este capitulo el autor nos empieza hablando sobre que Santos poco a poco
logro que nadie se negara a la solución negociada del conflicto, ni siquiera los que
querían una justica de venganzas. Lo que pasa con el santismo y el uribismo es
que ellos quieren eliminar el conflicto, cosa que solo les conviene a ellos, mas no
van a eliminar las causas del conflicto, que eso si nos conviene a nosotros la
comunidad, por todo esto es que insisten que la causa de la guerra es la maldad
de unos terroristas, mas no por la injusticia y la desigualdad. Lo que se sabe es
que la paz negociada sólo le sirve a Colombia si es una paz que ayude a convertir
el país, en una republica decente, con un Estado que defienda el trabajo, donde la
economía no sea vender el suelo bruto, donde haya industria, agricultura, mercado
interno, una infraestructura pensada para favorecer al país, mas no sólo a unos
cuantos. Pero desafortunadamente el mismo gobierno insiste que con esta paz
nada esencial va a cambiar, muestra que lo único que quieren es mantener el
mismo desorden que origino la guerra, la misma injusticia y la misma pobreza.
Para salir de la cárcel
El autor en este capitulo nos empieza hablando primero que todo sobre la
propuesta que hizo Cesar Gaviria para hacer posible la paz y es que se incluyan
en la justicia transicional a los civiles, guerrilleros, paramilitares, miembros de la
fuerza pública, políticos, empresarios, los que han cometido los crímenes, entre
otros. Muchas personas dicen que no están de acuerdo a que consigamos la paz
sin castigar a los que participaron en esta guerra tan larga, ya que podría ocurrir lo
mismo que paso con el frente nacional, que hubo paz por muy poco tiempo y que
no resolvió el problema del campo, siguió la delincuencia, no creo empleo, cerró
las puertas a toda promoción social y a toda iniciativa empresarial y también
permitió que el Estado desamparara a los ciudadanos, haciendo que este fuera la
causa de la guerra siguiente. El autor nos dice que para que van a meter a la
cárcel a todos los que participaron, si esta no corrige nada, si lo hiciera Colombia
sería el país más pacífico del mundo, ya que nuestras cárceles están llenas.
Con todo esto el autor nos dice que no se puede conseguir la paz hasta que los
dirigentes dejen el egoísmo de tantos años, que solo quieren la paz cuando les
conviene, dejando en pie todas las injusticias y las degradaciones.
Los veinte mil
En este capítulo el autor nos empieza hablando sobre que Santos con el proceso
de paz pudo aplazar las reformas que Colombia necesitaba, ya que el país no se
pudo modernizar porque la guerrilla no dejaba, esto muestra como cincuenta
millones de personas dependen de veinte mil. Alrededor de la mesa de
negociación Santos inventaba cada día un preacuerdo, una comisión, que no
inventaba, mostrando como si ya se fuera a dar el acuerdo, pero no cada semana
la guerrilla informaba que el acuerdo estaba lejos, además Colombia es un país
que sólo función con bombas, denuncias, entre otras cosas, así que es muy difícil
poder lograr el acuerdo.
El autor también nos habla sobre la Asamblea Nacional Constituyente, donde las
FARC no tienen quien las elija, Uribe se cree el dueño de la mitad de lo electores y
Santos siempre mostrando ser el mas sagaz de los jugadores, es una Asamblea
muy necesaria para refrendar los acuerdos, ósea darles validez y también para
rediseñar al país que hace rato se quedo sin el ejecutivo, sin el legislativo y
judicial.
Ante las puertas de la ley
En este capitulo el autor nos empieza hablando sobre que en los 50 años de
guerra se decía que esta era un problema militar, sabiendo que era un problema
político, donde Santos lo confirmo después y se pensó que podría darse en ese
momento las soluciones políticas, pero el autor nos dice que la dirigencia sabe que
la paz verdadera es costosa, ya que no es sólo enviar a los guerrilleros a la cárcel
o concentrarlos en un sitio donde puedan morir por las bombas después del
acuerdo, sino que toca hacer varias inversiones y darle al pueblo mucho
protagonismos, como nunca antes visto, mejor dicho es todo un proceso. Lo que
si tiene claro el autor es que la culpable de todo lo que pasa en Colombia, como lo
es la pobreza, la violencia, la criminalidad, las guerrillas, el narcotráfico, los
paramilitares, la corrupción, entre otras cosas, es la dirigencia que tenemos hace
mucho tiempo.
En conclusión el autor nos dice que estaremos maduros para la paz, cuando nos
duela la muerte de todos esos miles de colombianos, muchas personas humildes
que estaban atrapados en todos los bandos.
Capítulo 32

Un llamado a la mesa de la Habana

El capitulo nos empieza hablando de la facilidad con la que se puede iniciar una guerra y lo difícil
que puede llegar a ser terminarla, tomando de ejemplo a Colombia que ya llevaba cinco décadas
de guerra las cuales le dejaron demasiadas heridas y del como a pesar de que ha durado tanto
existe la idea poco realista de que se pueda acabar en unos pocos meses.

El autor nos habla de que a pesar de que existe la voluntad de ambas partes por llegar a un
acuerdo siempre los esfuerzos retroceden porque se enredan en desacuerdos que podrían
prolongar por más tiempo el sufrimiento de millones de personas del país, o más definidamente el
sufrimiento de seres humanos.

El autor también dice que es obligación de toda persona que quiera la paz, a que no solo hagan el
llamado a la paz, sino que empiece a pedir la acción, que la paz no sea solo de palabras sino
también de acciones que lleven a un cambio decisivo, el autor sigue hablándonos del como el
dialogo exige a ambas partes y debe llevar a estas partes a tomar decisiones políticas inmediatas ,
dando como camino el cese al fuego de ambas partes ya que para muchas personas que han
sufrido en nuestro país podría ser un alivio de un conflicto del que ya no se puede vivir más
tiempo.

El autor sigue, empezando a hablar de los errores que ocurren en el dialogo de paz, empezando
con decir que las partes creen que la paz va a llegar con la simple firma del acuerdo, cuando
realmente se debe tener en cuenta que la firma solo representa la reconciliación de ambas partes.

Otro de los problemas es el que las partes discuten por buscar a un culpable, el culpable de la
guerra cuando realmente las partes deberían pensar en quienes serán los principales autores de la
llegada de la paz, lo que el país va a reconocer son aquellos hechos que marcaran la paz, como el
silencio voluntario de las armas en el país.

Otra de las cosas que nombra es que hay que pacificar el espíritu de los ciudadanos, pero para
llegar a eso hay que empezar con la mesa de la habana en la que todos se tratan como enemigos ,
cuando se podría hablar con cordialidad y se miren como personas y ciudadanos, pues un buen
trato de estas personas podría ser el ejemplo de el buen trato que queremos de nuestros
ciudadanos para el futuro.

Por ultimo el autor habla de como cada parte debe obtener algo , pero que la paz no se mide con
lo que cada quien obtenga sino por lo que a través del dialogo se halla obtenido para la
comunidad. Debemos pensar en el futuro de nuestro país, del como no solo necesitamos la paz
sino un país nuevo, teniendo en cuenta que las decisiones de unos cuantos días podrían ser de
gratitud del tiempo futuro.

Capitulo 33

Paz

El autor empieza haciendo una comparativa acerca del ejercito de estados Unidos y el de
Colombia, pues Estados Unidos cuenta con una población total de trecientos millones, y en el
ejercito cuenta con más de un millón de activos, mientras que Colombia con cuarenta y ocho
millones de habitantes tiene quinientos mil activos, con estas cifras el autor nos dice que entonces
Colombia debería ser uno de los países más seguros del mundo, pero nos pone ejemplo de la
situación en la que se vive como lo son las tierras arrebatadas a sus dueños, millones de personas
desplazadas y un montón de masacres dando a entender que a pesar de tener un ejercito tan
grande, la solución a sus conflictos no era la opción militar.

Luego sigue hablando de como en ochenta años de guerra el ejercito no ha sido capaz de vencer a
las guerrillas, ya que es una situación incontrolable, ya que hubo momentos en los que el mismo
ejercito o las fuerzas armadas eran cómplices de actos criminales, además de que estos hechos
criminales como fue el robo de los dineros de la salud se dieron gracias a la ayuda del Estado y de
los altos cargos.

Luego el autor nos da su opinión acerca de la situación ya que nos dice que las guerrillas si son
culpables de muchos actos criminales, pero que esos actos no hubieran pasado si el país no
hubiera crecido bajo el poder de los Santos, López, Gómez y Uribes, que convirtieron el país a su
antojo, poniendo el ejemplo del asesinato de Gaitán, ya que el autor culpa a estas personas del
surgimiento de las guerrillas del narcotráfico y del paramilitarismo, ya que de por si gobernaban
antes de la formación de guerrillas. Además de señalar que estas personas querían la guerra y
obligaron al país a quererla, y ahora que quieren la paz, quieren una paz a su forma para que
puedan seguir controlando al país.

Por último, lo que el autor nos dice es que el país necesita empleo, que no se necesitan armas sino
futuro.

Capitulo 34 La guerra de las guerras

El capítulo nos empieza hablando de como el tratado de paz puede estar mal hecho pues además
de las guerrillas el país se encuentra controlado por mil quinientas bandas criminales, y esta
enorme cifra es una cifra incontrolable, el autor nos dice que uno de los principales factores que
provocan la abundancia de estas bandas es la misma guerra ya que los jóvenes desde hace años
solo tienen como alternativa la violencia. Otra razón es la desmovilización a medias de los grupos
paramilitares que usan la matanza y la sangre como una forma de justicia, en la cual no hacían
justicia, sino que decían querer combatir a las guerrillas mientras solo estaban buscando rutas de
drogas para competir por el negocio contra las guerrillas. Y por último siendo el más importante
las guerras de las drogas, ya que amenaza la estabilidad de la nación y será motivo para la
violencia y corrupción. Luego habla de cómo Estados Unidos también busco la solución policial a
un asunto de salud pública, como lo es el alcohol, ya que en 1920 estados unidos prohibió el
alcohol y el crimen estuvo a punto de adueñarse del país, hasta que quitaron la ley prohibicionista
y se recuperó el control.

Luego sigue hablando de que esta guerra de drogas se dio gracias a la falta de reformas liberales y
de el pacto del frente nacional. Luego habla de que el propósito de las guerrillas lo han perdido y
por eso se aliaron con el negocio de las drogas, y que si realmente se quiere llegar a una paz en
nuestro país debemos tener en cuenta la idea de la legalización de las drogas.

Capitulo 35 Los invisibles


El capitulo nos empieza hablando de como a pesar de que el mundo esta lleno de tecnología y
grandes avances que son muy normales, en nuestro país aquello de grandiosa tecnología es
imposible pues el autor dice que nuestros gobernantes nos han acostumbrado a mendigar y a no
ver más lejos de lo que ya tenemos, conformándonos con lo que tenemos y ya.

La dirigencia que hemos tenido desde hace muchos años es la que nos trae así y solo busca
culpables de nuestros males, como lo fueron las guerrillas, los revolucionarios o los paramilitares,
señalando que estos son los culpables de nuestros males, aunque el autor dice que pueden llegar
a ser culpables pero que más culpables son nuestros dirigentes, que durante mucho tiempo han
tomado malas decisiones como lo son la irresponsabilidad en la administración, el abandono al
campo y etc., sin embargo con la proximidad del acuerdo de paz entre el gobierno y las Farc el
autor dice que los dirigentes son muy inteligentes pues se hacen pasar por inocentes, y que son las
personas que perdonan todos los males cometidos por las farc, a pesar de que ellos provocaron
todos esos males.

Por último, nos dice que la paz necesita grandes cambios sociales en los cuales la gente vea un
cambio de dirigencia y empiecen a tener un pensamiento patriótico.

Capitulo 36 Oración por la paz

El capitulo nos empieza hablando de como nuestro país lleva esperando la paz por mucho tiempo
más o menos el tiempo que dura una vida humana, pero que aún no ha llegado.

Nuestros gobernantes no nos dan acciones o cosas que demuestren lo que realmente esta
pasando si no que se especializaron en dar cifras, pues a pesar de todos los males que vive el país,
las cifras que nos dan solo dicen que todo anda de maravilla cuando no es así.

El autor nos dice que la primera señal que rompe la paz es el egoísmo, pues solo buscamos la
felicidad de nosotros y con eso se tiene el pensamiento de que solo algunos pueden ser felices, y
nuestra felicidad se basa en aquello que nos hace falta y aquello que tiene el otro.

Nuestro país esta centrado en darle cosas a los otros países cuando ni piensan en su gente,
pueden darles oro a otros países, pero no pueden darles comida a sus propios habitantes, lo que
nuestro país necesita es que cada ciudadano tenga todo lo básico de una vida digna.

También nos dice que nuestra gente ya esta acostumbrada a la violencia, que cuando alguien es
asesinado es algo normal, y que las personas del país no son compasivas con el otro pues no lo ven
como un hermano sino como alguien más, el autor sigue diciendo que nuestro gobierno no
respeta a nuestra gente y por eso esta no los respeta, pues el gobierno nunca respeto a sus
ciudadanos, y las personas que nunca fueron respetadas son aquellas que no saben respetar, lo
que le falta a nuestra sociedad es aquella educación y respeto que el Estado no nos ha dado,
respeto por las nuevas ideas, y el fundamento de la generosidad.

Capitulo 37 Lo que falta en la habana

Se empieza hablando de cuando el gobierno y el comandante de las farc anunciaron que habían
llegado a un acuerdo en la justicia dedicada a los crímenes de guerra todo el país y el mundo
pensaban que se había llegado a un acuerdo definitivo sin embargo había algo de confusión, pues
según el gobierno el acuerdo al que habían llegado apenas era un borrador sin embargo las farc
decía que ese ya era el acuerdo definitivo, sin embargo aquel proceso de paz se desvio del camino
pues hace parte del escenario político, pero se fue al escenario jurídico, buscando la solución en
este, sin embargo no es lo correcto ya que la solución de un guerra que ha durado medio siglo no
se encuentra en los tribunales tratando de buscar a un culpable. El autor dice que el proceso no
debe ser jurídico sino político ya que hace parte de un derecho de la sociedad y no de algún hecho
particular, el autor sigue hablando diciendo que llevar la paz a los tribunales es una medida que
usan para seguir aplazando el proceso de paz para evitar las transformaciones positivas del país,
como podría ser la modernización.

Luego sigue diciendo que uno de los motivos de la creación de las guerrillas es el encierro del
espacio para debate político, y con el proceso de paz no se esta consiguiendo que los integrantes
de las guerrillas participen en estas, por lo que no se llegaría a una reconciliación verdadera.

Por ultimo nos habla de las dos guerras mundiales, pues en estas Europa vivió un gran terror del
cual aprendieron una lección, lo que los llevo a tomar acciones y fundar principios, y gracias a eso
están como están, pero mientras esas personas aprendieron e hicieron grandes acciones nuestro
país aguanta una guerra de setenta años que no ha terminado y en la cual nadie a querido tomar
acción verdadera, por lo que la paz no llegara si nosotros no la construimos, para dar un nuevo
comienzo al país la gente debe dejar de pensar en el pasado y pensar en el futuro.

Capitulo 38 La paz y el territorio Una mirada desde el Tolima, la tierra donde comenzó el
conflicto

El acuerdo de la habana debe abrirse camino, sea firmado y se deje de lado las armas para así
brindarle la oportunidad que tanto necesita la sociedad. Colombia ha aplazado por mucho tiempo
su proyecto democrático, pues tiene un sistema electoral podrido en el cual la ciudadanía es
indiferente. En Colombia hace falta un pueblo que haga valer sus derechos, que exija el lugar que
merece tener. Colombia necesita personas que busquen una manera diferente de ver el mundo,
de renovación, pues Colombia es un país que necesita descubrirse a si mismo, necesita avanzar en
todos los sentidos. La política en Colombia es muy inferior a lo que en realidad necesita el país con
cada desafío que vive a diario. El autor afirma que lo que se termina con el acuerdo no es una
guerra, es una época, una manera de entender el país y manejarlo. Con este fin de la época los
ciudadanos han ido perdiendo el miedo que los ha aterrorizado por décadas, han empezado a
adueñarse de esa dignidad que siempre les habían negado. De la manera en que vivamos el
proceso de paz va a depender si Colombia avanza y se vuelve un nuevo país, en el que se tiene
dignidad y en el que se perdió el temor. El autor afirma que si los gobernantes le hubieran
prestado más atención a Tolima, que fue el lugar donde inició toda la guerra, hoy la historia sería
diferente.

El estado colombiano obró mal, pues maltrataron a los campesinos y a la zona cafetera con el
poder. En Colombia no se necesita de violencia para estructurar al país, se necesita de buenos
proyectos que aporten en todo sentido y que beneficien. Colombia es un país con mucha riqueza,
pero el centralismo colombiano no ha sabido tratar esto, es alarmante este suceso. Por eso es tan
desalentador que el gobierno haga lo que quiera con toda la diversidad que tiene el país sin tener
en cuenta nada de lo que afecta. Hablar de paz es hablar también de la defensa de la
biodiversidad, de la vida animal, del agua, de la tierra, de la naturaleza, paz abarca todos los temas
que un país como Colombia tiene. Para llegar a la paz debemos tener en cuenta muchos aspectos
que abarcan nuestro país.

Capitulo 39 los recursos de la paz

Nos empieza hablando de Juan Manuel Santos que consiguió una cifra de 450 millones de dólares
de parte de Estados Unidos para ayudar en el posconflicto de le guerra, sin embargo, la cifra era
más grande y se redujo mucho, sabiendo que la construcción de la paz costara mucho más. El
gobierno dice que tiene prioridades, pero no se esfuerza en cumplir esas prioridades para que no
haya necesidades, le muestran al mundo que Colombia es un país muy normal pues su único
problema es el de la guerra, cuando existen un montón de problemas, pues ante el mundo las
cifras siempre dicen que andamos bien, que todo anda de maravilla, además de esto el proceso no
llama la atención ya que solo será una firma la cual no propone cambios importantes en nuestra
forma de vivir y de ser. Además de no llamar la atención los ciudadanos de su país no son tontos
pues ya saben que si sus gobernantes quieren llegar a la paz es por algo, hay algún interés, ya que
la guerra la iniciaron para evitar grandes cambios en el país, y que si la quieren terminar es para
continuar en el poder.

Luego sigue diciendo el autor que lo que se pacta en la Habana es muy poco comparado a lo que
realmente se quiere hacer o lo que necesita el país, pues la firma del tratado solo da fin al
conflicto, la paz la construimos nosotros, la comunidad, luego nos habla de los jóvenes de nuestro
país, pues algunos se dedican a robar y esto se debe a que el país los dejo excluidos y se
encuentran en la pobreza y en situaciones desiguales, y con esto de los jóvenes quiere llegar a la
idea de que la guerra no es el único problema pues también hay problemas económicos, sistemas
de salud desordenados, de la educación digna para muchos que no pueden tenerla entre otras.

Ya por último nos habla de los recursos de la paz, que el primero es el presupuesto nacional con el
cual busca proponer grandes tares de reconstrucción basada en la innovación con ayuda de la
población civil, y claro un poco de cooperación internacional la cual ayude en ámbitos
tecnológicos, científicos, artísticos etc. Para que el país empiece a diseñar el futuro de prosperidad
que tanto han buscado.

Capitulo 40 Un mensaje para el papa Francisco

El capitulo inicia hablando de cómo después de vivir tantos años en guerra Colombia necesita
encontrar la normalidad en su forma de vivir, pues no ha sido capaz de crear o innovar ya que el
odio lo impide y lleva a la desesperanza.

Nos cuenta que incluso antes del conflicto de guerrillas y paramilitarismo, también hubo épocas
en las cuales el odio se esparcía por la predica que estaba influenciada por el racismo y la
intolerancia. Pero que ante todo el gobierno debería dar la señal para incentivar a los ciudadanos
en participar en la reconciliación.

Nos cuenta que el frente nacional fue aquello que callaba la voz del pueblo, y que las rebeliones o
reclamos sociales eran actos terroristas, también de que los problemas de Colombia tienen raíces
en la manipulación de los electorados, el proyecto para callar las diferencias, la exclusión o la
desigualdad.

Luego nos habla de las épocas en las que la iglesia se asoció con los dirigentes para permitir
discriminación desprecio o desamparo a los pobres, sin embargo, con el paso del tiempo se ha
transformado y ha empezado a ver que en los pobres hay una gran riqueza con la cual se puede
llegar a la justicia, y es por eso que la Iglesia latinoamericana desde hace tiempo lleva reclamando
la justicia social.

Luego como aluce el titulo empieza a hablar o pedirle al papa Francisco que ayude pues el es
aquella figura que representa a la sociedad que representa a la comunidad que ha sido excluida
del proceso de paz, para que también se tengan en cuenta sus opiniones, además de que puede
agilizar el proceso. Ya por último le dice al papa que ayude a Colombia pues el es un vocero que
puede despertar el sentido humano y la justicia en nuestra dirigencia.

Capítulo 41 El tercero

Nos empieza hablando de que ya es muy evidente que tanto Santos como Uribe no pueden hacer
llegar la paz en Colombia ya que primero ellos representan un poder con el cual han causado la
guerra y con la cual estos se benefician, y se hace necesario que llegue un tercero para hacer lo
que estos dos no pueden, y el autor trata de aclarar las cosas pues dice que Santos no es que no
quiera la paz sino que la quiere para algunos sectores, y no es que Uribe no quiera la paz pues
también la quiere pero para algunos sectores y para los pocos dueños de tierra, por lo que se llega
a la conclusión de que ambos quieren la paz para las personas que son dueñas de tierras y que son
dueños de depósitos en los bancos.

Luego nos sigue hablando de lo que quiere cada uno pues Uribe cree que dejar la guerra otros
años puede llevar a una victoria militar con la cual piensa hacer que la guerrilla se arrodille,
mientras que Santos quiere la negociación inmediata para llegar a un premio nobel y para dejar
por fuera del poder a aquellos que no hacen parte de su sequito, ósea para mantenerse en el
poder o mantener a algún aliado de él. Por lo que este quiere hacer desaparecer la guerrilla.

Pero estos dos son iguales en la idea de que ninguno quiere la paz realmente, pues no quieren que
haya transformaciones ya que viven bien con el país que tienen.

Ya por último nos habla de cómo Uribe y Santos juegan con los anhelos de la gente, pues usan los
deseos del pueblo para conseguir sus objetivos y de que el Estado es aquella herramienta para
mantener en poder a los suyos siempre.

Que en la mesa de la Habana hace falta la sociedad ya que con lo que dicen Uribe y Santos solo
hay una paz que no cambiara nada, pues la paz que proponen es aquella en la cual solo se hacen
promesas que no se cumplen.

El tercero y más necesitado en este momento es la misma Colombia que es la que puede hacer
posible la llegada de la paz.

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