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Vinculo que une a dos o más personas, del cual emanan deberes y derechos.
Era el hombre, aquel en quién además de su condición humana concurren la de ser libre, ciudadano
y sui juris.
Al sujeto de derecho, se lo designa en la terminología con la palabra persona, que los romanos
habrían derivado de personae, voz latina con que se denominaba a las máscaras que los actores
usaban en el teatro romano.
Esta capacidad, también llamada de derecho, que daba al sujeto la suficiente aptitud para gozar de
los derechos, debía completarse con otra que le permitiera ejercer por sí mismo los derechos.
Determina requisitos para que exista una persona física, para los romanos
Algunas limitaciones vienen por razones de salud como los enfermos corporales y mentales o
pródigo, la edad, el sexo, etc.
Honor Civil: En Roma el honor ciudadano (existimatio) debía mantenerse sin mácula para que este
fuera apto para el goce de sus derechos, tanto en el orden público como privado.
Religión: Las diferencias de derechos en las personas según las religiones que profesaban.
Profesión: Unas merecían ciertos privilegios, como las profesiones liberales, otras, por el contrario,
traían tacha de infamia con la consiguiente disminución de los derechos.
Domicilio: El lugar en que una persona reside podía ser voluntario si lo elegía libremente el sujeto, y
necesario cuando era impuesto por la ley.
Edad: La edad era una causa que atañe a su capacidad de obrar. Existía la distinción fundamental
entre púberes e impúberes.
Sexo: Fue otra causa modificatoria de la capacidad de obrar. La mujer en los pueblos indogermánicos
siempre estuvo colocada en situación inferior al hombre.
Prodigalidad: El pródigo aquel que tenía la manía de dilapidar sus bienes, podía ser privado, bajo
pronunciamiento del magistrado, de su plena actividad de obrar.
Elabora un cuadro comparativo estableciendo en ellas las diferencias que existes entre la capitis
deminutio mínima, media y máxima.
La maxima capitis deminutio ocurría cuando el ciudadano libre era reducido a la condición de
esclavo por algunas de las causas previstas por el derecho de gentes o por el derecho civil.
La capitis deminutio media tenía lugar cuando el sujeto perdía la condición de ciudadano romano,
aunque conservaba el estado de libertad.
Había capitis deminutio mínima en todos los casos en que la persona, sin perder el status civitatis,
cambiaba de familia (mutatio familiae), como ocurría con la adopción, la adrogación, la legitimación
y la emancipación.
1.Conceptualiza el Matrimonio.
2.En la antigua Roma solo bastaba la conjunción de dos elementos para concretar el matrimonio,
identifica cuales eran esos elementos.
Un elemento objetivo, representado por la cohabitación, y otro subjetivo o intencional, que era la
affectio maritalis.
La confarreatio: se trataba de una ceremonia religiosa de una solemne unión. La mujer desde
entonces era admitida en la comunidad familiar de pater, bajo la potestad del cual quedaba.
La coemptio: fue una mancipatio por la cual la mujer era vendida o se autovendia al marido.
9.Lee los art. 4, 5, 17, 18 y 19 de la ley 1/92 vigente en nuestro país y realiza un análisis comparativo
con lo dispuesto por el Derecho Romano en ese aspecto.
1)los menores de uno y otro sexo que no hubiere cumplido diez y seis años de edad, excepto
dispensa especial para casos excepcionales a partir de la edad de catorce años y a cargo del Juez en
lo Tutelar del Menor;
3)los que padezcan de enfermedad crónica contagiosa y transmisible por herencia; excepto
matrimonio in extremis o en beneficio de los hijos comunes;
4)los que padezcan de enfermedad mental crónica que les prive del uso de la razón, aunque fuere en
forma transitoria; y
En el Derecho Romano tenían impedimento absoluto los castrados y los esterilizados, aunque no los
que nacían impotentes, esto es, los spadones (esterilizados) por naturaleza. Con el cristianismo la
legislación romana prohibió con carácter absoluto el matrimonio de las personas que hubieran
hecho voto de castidad o recibido las órdenes mayores. También había inhabilitación absoluta para
contraer nupcias en el caso que alguno de los desposados estuviera unido en un matrimonio
anterior, impedimento que los modernos denominan “ligamen”.
3)el adoptante y sus descendientes con el adoptado y sus descendientes. El adoptado con el
cónyuge del adoptante ni éste con el cónyuge de aquél. Los hijos adoptivos del mismo adoptante
entre sí y con los hijos biológicos del adoptante;
4)el condenado como autor, instigador o cómplice del homicidio doloso, consumado, tentado o
frustrado de uno de los cónyuges, respecto del otro cónyuge; y
5)el raptor con la raptada mientras subsista el rapto o hasta que hayan transcurrido tres meses
desde el cese de la retención violenta.
En el Derecho Romano: entre los impedimentos relativos tenía especial importancia el parentesco.
En el antiguo derecho la prohibición en la línea recta –natural o adoptiva- se extendía hasta el
infinito, en tanto que en la colateral llegaba hasta el sexto grado. El emperador Claudio, para
legalizar sus nupcias con su sobrina Agripina, autorizó el matrimonio de tíos y sobrinos y los
emperadores Arcadio y Honorio permitieron el de primos hermanos, es decir, colaterales en cuarto
grado. Respecto a la afinidad, el obstáculo era total en línea recta y en la colateral hasta el segundo
grado (cuñados). Justiniano prohibió el matrimonio de padrino y ahijada, en razón del vínculo
espiritual existente.
Otros impedimentos relativos derivaron de razones religiosas, como ocurrió cuando se impuso el
cristianismo como culto oficial del Imperio y se prohibió el matrimonio de cristianos con herejes y
judíos. Los había que tenían origen ético, como el que prohibía casarse al adúltero con su cómplice,
al raptor con la mujer raptada y al hijo con la prometida o concubina de su padre.
1)del tutor o curador con el menor o incapaz hasta que el primero hubiese cesado en sus funciones y
fueren aprobadas las cuentas de la tutela; o, en el segundo caso, que el incapaz recupere la
capacidad, y, asimismo, sean aprobadas las cuentas de la curatela. el que infrinja esta disposición
perderá la retribución a que tuviese derecho, sin perjuicio de la responsabilidad que pudiese derivar
del mal ejercicio del cargo;
2)la viuda hasta que no transcurran trescientos días de la muerte de su marido, salvo que antes diera
a luz; igual disposición se aplica en caso de nulidad de matrimonio la contraventora perderá como
única sanción los bienes que hubiere recibido de su marido a título gratuito; y
3)el viudo o viuda que no acredite haber hecho inventario judicial, con intervención del Ministerio
Pupilar, de los bienes que administre pertenecientes a sus hijos menores; o, en su defecto que
preste declaración jurada de que sus hijos no tienen bienes o de que no tiene hijos que estén bajo su
patria potestad.
La infracción a esta norma acarrea la pérdida del usufructo legal sobre los bienes de dichos hijos.
El desempeño de ciertas funciones públicas o privadas vino a constituir para el derecho romano un
impedimento relativo para el matrimonio. Así, el gobernador de provincia no podía unirse en
legítimas nupcias con mujer domiciliada dentro de los límites de la misma y los tutores o curadores y
sus hijos con la pupila antes de rendir cuentas de su gestión. Se trataba, como dijimos, de casos de
incapacidad de derecho.
10.Glosario Jurídico
ACTIO DE PARTU AGNOSCENDO: La acción que el derecho romano otorgó a la esposa para el
reconocimiento del hijo.
1.Conceptualiza la Dote
Se designaba la dote al conjunto de bienes o cosas particulares que la mujer, su paterfamilias u otra
persona en su nombre aportaban a causa del matrimonio, con el fin de atender los gastos que
demandaba al marido la vida matrimonial.
4.Determina el alcance de los derechos que tenía el marido sobre los bienes dotales de la esposa,
durante el matrimonio.
El marido tenía la obligación de restituir la dote estaba autorizado, empero, a retener cierta cuota de
los bienes en caso de la existencia de hijos, retención que también podía hacer como sanción por el
adulterio de la mujer para castigar una conducta menos grave, por los gastos útiles que hubiera
realizado y por indebidas sustracciones que la mujer hubiera hecho de los bienes del esposo.
5.Especifica cuáles eran las acciones dotales que las esposas podían ejercer en contra de los esposos
para lograr la restitución de la dote.
Si el esposo no cumplía la promesa restitutoria, esta se hacía exigible por la acción propia del
contrario, la actio ex stipulatu, de objeto incierto, a no ser que se hubiese prometido, no la
restitución, sino el valor tasado de la dote, en cuyo caso procedía la condictio.
Se admitió también, en el derecho postclásico, un pacto de restitución que las partes podían
celebrar al hacer la transmisión inmediata de los bienes dotales (dotis datio).
Con Justiniano surge una nueva acción dotal (actio dotis), que en términos de contenido es
prácticamente idéntica a la anterior actio rei uxoriae. Como curiosidad cabe mencionar que el
emperador la llama actio ex estipulatu.
La reforma dotal de Justiniano se completó con la de las donaciones nupciales (donationes propter
nuptias), que el marido debe prometer a la mujer como aportación en compensación de la dote y
cuyo fin consiste en afianzar el mantenimiento de su esposa en condición de viudez.
Bienes parafernales
Todos los bienes de la mujer, que ésta no aportara en dote, permanecían a su disposición en el
matrimonio en dote, permanecían a su disposición en el matrimonio libre, y se denominaban bienes
parafernales. La mujer podía conservar la libre administración de ellos, o confiar a marido su
custodia y administración, como de ordinario ocurría. En este último caso, la mujer solía tomar
inventario de las cosas que en esta forma destinaba al uso común y debía también subscribirse por
el marido (libellus, cautio depositionis). La mujer podía después repetir los bienes parafernales, no
mediante la actio rei uxoriae, sino mediante las de depósito, de mandato, la reivindicación y,
finalmente, mediante la condictio.
9.Glosario Jurídico.
DONATIO PROPTER NUPTIAS: Donación hecha a favor de uno o ambos cónyuges, en consideración
al matrimonio que van a celebrar.
ORATIO SEVERI: Oración de Severo. De acuerdo con la proposición del emperador*- Septimio
Severo, en el 195 se dictó esté senadoconsulto tendiente a prohibir la enajenación de los fpn- dos
rurales o suburbanos pertenecientes a menores impúberes.1.Métodos de estudio del Derecho
Romano.
Ius occupandi agrum publicum: los autorizaba a tomar posesión de las tierras conquistadas.
Ius actions: facultad de hacer valer en justicia sus derechos al uso de tres nombres, uno individual,
otro gentilicio y un tercero familiar.
La periodicidad es uno de sus rasgos, y aparece opuesto al carácter vitalicio del rey. Los magistrados
duraban un año en sus funciones, a excepción del censor que disponía de 18 meses para cumplir sus
tareas censales.
La colegialidad, las ejercían dos o más titulares, con la particularidad de que los magistrados no
actuaban simultáneamente, sino alternativamente.
La efectividad fue la tercera característica, porque los magistrados eran elegidos por el pueblo
reunido en comicios.
Durante los primeros siglos de la República, la política romana estuvo dominada por la lucha entre
los plebeyos y los patricios, los aristócratas que controlaban el poder. Esta lucha política y social
terminó fijando, según quién escribiera, esas imágenes del patricio tiránico y del no menos tiránico y
descarado plebeyo. Algún tiempo después de la caída del último rey de Roma, Tarquinio el Soberbio,
la ciudad estaba inmersa en una de las guerras contra sus vecinos que la hicieron famosa como
potencia agresora. Entonces, en el año 494 a.C., se asistió a un espectáculo inédito: sus soldados,
todos plebeyos, se negaron a combatir bajo las órdenes de los magistrados republicanos, todos
patricios, y se retiraron a un monte cercano, para unos el Monte Sacro y para otros el Aventino. Allí
hicieron saber de su descontento a los patricios.
Los plebeyos se negaban a luchar y a participar de la vida común si no se les daba franco acceso a las
magistraturas desde las que se dirigía la República o, al menos, si no se les permitía nombrar a
magistrados para gobernarse a sí mismos. Con esta secesión nació una primera institución: la
Asamblea de la plebe. Con el paso de los años, los plebeyos consiguieron que las leyes se pusieran
por escrito, para evitar que los magistrados patricios se aprovecharan de que sólo ellos las conocían.
Los plebeyos también consiguieron levantar la prohibición que les impedía casarse con patricios.
Igualmente, lograron que se constituyeran las primeras asambleas plebeyas, y que las decisiones de
los plebeyos también afectaran y obligaran a los patricios. Estas concesiones, que llevaron más de un
siglo de lucha y otras dos secesiones conocidas, en 471 y 449 a.C., se plasmaron en una serie de
leyes que abrieron resquicios a los plebeyos en el sólido y opaco mundo de la política republicana
patricia.
Durante dos mil años, los historiadores han seguido el relato de la pugna entre patricios y plebeyos
que hizo Tito Livio, del que hoy sabemos que contiene errores y mistificaciones. Mientras dice que
no hubo cónsules plebeyos hasta el siglo IV a.C., los Fastos Consulares (las listas de cónsules que
conservaban sus nombres) contienen nombres plebeyos ya en el siglo V a.C. Otras partes de su
relato son difíciles de creer: que, por ejemplo, el conflicto fuese algo puramente político,
solucionado sin derramamiento de sangre; y no de una vez, sino en un proceso que duró nada más y
nada menos que doscientos años. Las concesiones a los plebeyos se realizaron en momentos de
extrema necesidad por la existencia de invasiones o guerras muy peligrosas para la supervivencia del
propio Estado. En todo caso, la larga duración de esta pugna parece indicar que ni los plebeyos
estaban unidos en sus reivindicaciones, ni el recurso a la secesión dio todos los frutos esperados, ni
los patricios se opusieron en bloque a conceder derechos a los plebeyos. La formación de una nueva
nobleza de patricios y plebeyos enriquecidos cerró el conflicto entre ellos, pero abrió otro que
enfrentó a esta nueva clase y los plebeyos pobres.
El edicto perpetuo (Edictum perpetuum praetoris), en la Antigua Roma, era el edicto que definía las
normas que regirían la administración de justicia del pretor durante su mandato, por lo general un
año.
Edicta: Normas dictadas por el príncipe en uso del ius edicendi, aneja a su imperium proconsulare, y
que se asemejan a las de los antiguos magistrados de la República.
Decretas: Resoluciones extra ordinem en procesos civiles o criminales de los que conoce el príncipe
en primera instancia o en apelación.
Los proculeyanos habrían trabajado sin apego al precedente, aplicando una lógica rigurosa que les
permitía inferir por deducción las conclusiones particulares que resultaban de los principios
generales.
Los sabinianos, más afectos a la tradición, habrían seguido los criterios de sus predecesores y las
decisiones de los tribunales.
Era sui iuris aquel que no se encontraba bajo la patria potestad del paterfamilias.
Era alieni iuris la persona sometida al poder familiar, cualquiera que fuera su edad o su sexo.
14.Como se rompe el vínculo establecido por justas nupcias entre cada uno de los cónyuges y los
parientes del otro.
Por la disolución del matrimonio y por la capitis deminutio que sufriera uno de los componentes.
“Nuptiae autem sive matrimonium est vires et mulieris coniuctio, individuam consuetudinem vitae
continens”. Nupcias o matrimonio es la unión de varón y mujer que contiene un régimen inseparable
de vida.
Contrato verbal y solemne que se usaba para perfeccionar la promesa. El Digesto lo define como
“mención o promesa mutua de futuras nupcias”.
Dos profecticia: si era constituida por el paterfamilias y más adelante también ppor el padre que no
tenía patria potestad sobre la mujer.
Dos adventicia: la otorgada por la mujer misma, por su madre o por persona distinta del padre.
Dos recepticia: la dote en la que el constituyente se reservaba el derecho de recuperar los bienes en
caso de disolución del matrimonio.
Dotis datio: operaba la transmisión inmediata de los bienes dotales y que se realizaba por la
mancipatio in iure cessio o traditio.
Dotis dictio: contrato verbal, que consistía en una promesa unilateral solemne del contribuyente,
que podía ser el padre de la mujer, esta misma si era sui iuris, o un deudor que interviniera por
mandato de ella.
Promissio dotis: que era una promesa de dote en forma de la stipulatio, utilizable por cualquiera que
deseara beneficiar a la mujer.
La mujer debía guardar un tiempo de diez meses, y de un año en el derecho postclásico, con el fin de
dar certeza a la paternidad, evitando el turbatio sanguinis.
Alejandro Severo prohibió a la mujer viuda que contraía segundas nupcias educar a sus hijos. Por su
parte Teodosio II y Valentiniano II restringieron el derecho de los viudos en cuanto a la disposición
de los bienes de sus filii.
Establecieron, además, que el cónyuge que celebraba su segundo matrimonio sólo conservaba el
usufructo de los bienes del consorte premuerto, quedando la nuda propiedad para los hijos.
El concubinato es la unión estable del hombre y la mujer sin que medie intención reciproca de estar
unidos en matrimonio; fue la única forma posible de unión con libertos y mujeres sancionados con
tacha de infamia.
Concubernio es la unión de carácter marital entre esclavos, o entre un hombre libre y una esclava.
Acto jurídico por cuya virtud un extraño ingresaba a una familia sometiéndose a la potestad del su
jefe.
Se exigió del adoptante una edad superior a la del adoptado y se prohibió la adoptar a los castrados.
Las mujeres, por una constitución de Diocleciano, pudieron adoptar para consolarse de los hijos
perdidos.
No podía adoptarse por segunda vez y por la misma persona a quien, adoptado, primeramente,
había sido luego emancipado o adoptado a otro.
Tutela es la fuerza y potestad sobre una cabeza libre dada y permitida por el derecho civil para
proteger al que por su edad no puede defenderse por sí mismo.