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INTEGRANTES GRUPO XX
Matulich, Carla Lilia Mariela - Mendoza, Lilian Regina - Meza, Nora Gabriela - Michelón, Lorena - Miraglia, María
Laura
A cualquier edad la baja autoestima puede generar la sensación de sentirse atrapados, sin
ninguna posibilidad de cambiar, además, la motivación para alcanzar metas o planes se
encontraría en un bajo nivel. Toda las situaciones o actividades cotidianas se entornan muy
difíciles, fomentando las conductas destructivas y de evasión que son la puerta de entrada al
mundo de las adicciones y el consumo de sustancias toxicas. El consumo de drogas lleva a la
persona a un mundo muy íntimo, donde no hay la posibilidad de ser juzgado, ante esa realidad
sin posibilidad de ninguna opinión se establece la adicción. Para ser un consumidor de drogas o
de alcohol no se necesita una habilidad especial y la autoestima apenas se asoma en el contexto,
el consumo de sustancias toxicas es algo muy fácil. El consumo de sustancias toxicas que
afectan la conciencia, es solo la manera fácil de desaparecer el desconsuelo que impone la baja
autoestima y de eludir el dialogo interno destructivo. Generalmente, a las personas adictas a las
drogas se les considera tímidas, pero en realidad el problema de autoestima presente les produce
inhibición social y el consumo de sustancias toxicas los ayuda a liberarse de los lasos
psicológicos y su desconfianza. Para estas personas adictas a las drogas le permiten incorporarse
fácilmente a la interacción social, se hacen más amigables y accesibles a los demás, que desde
la baja autoestima les resultaba muy difícil incorporarse. Los especialistas de la salud en temas
de adicciones lo primero que trabajan con sus pacientes es el amor propio y la autoestima.
EMOCIONES Y SENTIMIENTOS DE UNA PERSONA CON BAJA AUTOESTIMA
¿Qué crees que está afectando principalmente a tu autoestima?
1) Me cuesta asumir el mérito de logros alcanzados
2) No he podido satisfacer mis expectativas o la de otros
3) He sentido que no eh podido conseguir nada por mí mismo
4) No me he sentido lo suficiente amado y respetado
5) He sido humillado, menospreciado o anulado como persona
6) He sentido que no encajo en mi entorno actual
¿COMO SE RELACIONA LA DEPRESION Y AUTOESTIMA?
A nivel de autoestima, los sujetos adictos presentan niveles medios y bajos de autoestima,
comúnmente manifiestan desanimo, apatía, desconfianza consigo y con los otros, aislamiento y
rechazo a las relaciones interpersonales.
¿QUE TIENE QUE VER LA AUTOESTIMA CON EL ALCOHOL?
Está demostrado que las personas que presentan baja autoestima son más propensas en beber en
exceso que aquellas que disponen de una autoestima sana. Y es que la infravaloración personal
hace que el individuo se deje influenciar por el ambiente, por sus iguales, en cuestión de
consumo de alcohol
EJEMPLOS DE SUPERACION:
Tips para levantar el ánimo y mejorar la autoestima
1) Escribe lo que sientes y si quieres compártelo, pero guarda algunos de los recuerdos que
te han hecho sentir alegría y cuando te sientas deprimido/a, échales un vistazo
2) Evita los pensamientos negativos sobre ti mismo, si acostumbras a centrar la atención
en tus defectos, empieza a pensar en aspectos positivos que los contrarrestes y te hagan
feliz
3) Fíjate metas en tu vida, sin caer en la perfección. Piensa que te gustaría conseguir y
diseñar un plan para hacerlo, analiza en que eres bueno y en las cosas que disfrutas y ve
por ellas
4) Si te equivocas, No pasa nada, cometer errores no es malo, al contrario, es parte del
aprendizaje, recuerda que cada uno sobresale en cosas diferentes
5) Prueba actividades nuevas, realiza algún deporte, has ejercicio o diferentes prácticas,
siempre que ello no implique riesgo para tu salud
6) Si hay algo que no te gusta de tu imagen y puedes cambiarlo, investiga y hazlo, pero si
se trata de algo que no puedes modificar, acéptalo y quiérete tal y como eres
7) Externa siempre tus opiniones e ideas, no tengas miedo al qué dirán, pero procura ser
amable en la manera en que lo expresas, para no dañar la autoestima de alguien mas
8) Quienes te aceptan y respetan tal cual eres te quieren de verdad, dedícales tu tiempo y
disfruta haciendo las cosas que te gustan
9) Siempre es posible construir, una autoestima positiva. A veces será necesario buscar
ayuda profesional, como un psicólogo, para no recurrir en hábitos negativos o
adicciones
MEJORAR LA AUTOESTIMA DISMINUYE EL RIESGO DE ADICCIONES
El IMJUVE y los CG trabajan coordinadamente para prevenir las adicciones en las/os
adolescentes y jóvenes, y mejorar sus condiciones de vida.
La autoestima tiene que ver con la diferenciación, la afirmación de uno mismo, la palabra yo,
cuando un niño dice yo, dice no, y no, dice si, se afirma y se diferencia del mundo y de los
demás, y establece su propio ritmo
2) EL SORTEO DE AUTOREGALOS
Este ejercicio tiene como finalidad el autocuidado, autorrespeto y el mimarnos a nosotros
mismos. Para ello comenzaremos haciendo un listado de pequeñas cosas agradables que
podemos hacer por nosotros mismos en el día a día. Se trataría de cosas que impliquen mimarte,
cuidarte y fomentar actividades agradables o que te causen bienestar. Dedícale tiempo e intenta
hacer la lista lo más larga que puedas. No se trata de poner grandes cosas sino temas cotidianos,
si es posible que impliquen acciones o experiencias (no regalos materiales) por ejemplo:
Escuchar un disco que te gusta, ir al gimnasio o algo que tenga que ver con cuidar tu salud,
probar un nuevo peinado, pasear un rato por un parque, llamar algún amigo para charlar,
preparar un plato que te gusta, leer un rato… ¿Qué se te ocurre?
INTENTA QUE LA LISTA SEA BASTANTE LARGA, DEDICALE UN DIA O DOS
SOLO A ELABORARLA.
Cuando tengas tu listado de premios crearemos el método para el sorteo: has de poner cada una
de estas actividades en un papelito que doblaras y pondrás en una cajita o frasco que te guste,
intenta dedicarle tiempo y hacerlo bonito y creativo(papelitos de colores, una cajita
personalizada, etc.…) cuando lo tengas listo empieza el sorteo, cada día por la mañana debes
sacar un papelito de la caja y darte el premio que te haya tocado… así día a día hasta acabar
todos los papelitos, pero no lo tires porque luego puedes volver hacer el sorteo de premios
diarios y añadir otras cosas que se te ocurran.
Otra variante (idea de una consultante) es hacer una lista enumerada de autor regalos e ir tirando
dados.
3) HABLAR CON MI LADO AMABLE
Se trataría de pensar en que mensaje te transmitiría un amigo que te quiere y se preocupa por ti,
en relación con la situación que te esté haciendo sufrir. Puedes escribirte una carta a ti mismo
desde tu yo amable y compasivo. Imagina un yo futuro que te habla desde el cariño:
¿Qué consejos te daría? ¿Qué mensajes cariñosos o de consuelo te daría?
No se trata de mentirte o darte mensajes irreales, nada de, TODO VA A SALIR ESTUPENDO,
O ERES LA MEJOR ÉRSONA DEL MUNDO… se trata de conectar contigo, validar tus
emociones, darte un consejo sincero, y hablarte con tono cariñoso. Si piensas en un yo futuro
que tiene una buena relación consigo mismo, con autoconfianza, relajado… ¿Cómo llego hasta
ahí? ¿Qué hizo?... ¿Qué haría el si estuviera en su situación?
Trabajar tu aceptación y comunicación es el primer paso para una buena relación contigo
mismo/a.
RECOMENDACIONES EXTRA:
Tal como comentamos, cuando nuestra autoestima se encuentra baja, tendemos hablarnos peor a
nosotros mismos, nuestras criticas pueden que sean más destructivas que constructivas, por
ejemplo: así que fíjate en tu lenguaje interno y como te hablas. ¿Qué harías si un amigo te
hablara de esa manera? Procura hablarte de manera asertiva.
También es útil que imagines que cosas serian diferentes si tuvieras un poco más de autoestima:
¿Qué harías o dejarías de hacer?
¿Cómo afrontarías tal o cual problema?
¿Cómo te relacionarías con los demás?
…imagínate a tu yo con buena autoestima y pregúntate de vez en cuando ¿Qué haría o hubiese
echo mi yo con buena autoestima? ¿Cómo lo habría hecho?
RECUERDA QUE LA AUTOCONFIANZA SE FOMENTA CON LA ACCION NO TE
QUEDES CON LA PARALISIS POR ANALISIS Y MUEVETE, EL MOVIMIENTO, EL
ENFRENTARSE A LAS DIFICULTADES TE IRA DANDO SEGURIDAD.
El duelo y la Gestalt
Todo sujeto es un ser social y como tal necesita relacionarse, donde cada encuentro sea de
calidad en cada vida.
Ante un contexto de soledad no deseada, donde se vivencia sentimientos subjetivos de carencia,
cada persona se enfrenta a un vacío existencial que conlleva sentimientos de impotencia y
frustración que pueden devenir en situaciones de abandono, suicidio, muerte prematura o
enfermedades.
Cuando hablamos de este tipo de soledad hacemos referencia a aquella soledad inesperada
causada por la muerte de un ser querido, por problemas socioeconómicos, deterioro de
relaciones personales, baja autoestima, aislamiento.
Todo proceso de duelo implica atravesar y transitar emociones, fantasías, pensamientos
opuestos, que desde la Gestalt envuelve una modificación en el aquí y ahora, una
transformación de su mundo interno y externo.
Este escenario doloroso posee diferentes etapas. Elizabeth Kübler-Ross describe a una de ellas,
la negación como mecanismo mediador entre la realidad y los sentimientos. Desde la Gestalt se
entiende a la negación como aquello que se utiliza para evitar darse cuenta (awarenes-contacto
con el yo real y con el mundo real) de la realidad con la implicancia del mecanismo de
deflexión, el cual consiste en evitar el contacto, trasladando la interacción hacia la zona
intermedia.
La ira es otra, en donde se experimenta la culpa por la pérdida, enojo por aquello que
supuestamente pudo haber realizado y no lo hizo. En ella está presente el mecanismo de
retroflexión (situación resistencial donde uno se hace lo que desea hacerles a otros, pudiendo
llegar a convertirse en su peor enemigo) que permite el afloramiento de pensamientos negativo.
Luego encontramos la negociación, donde se encuentra cierta protección de la realidad que está
transitando, aunque la culpa está latente. Aquí el mecanismo de desensibilización, aquel que
bloquea ciertas sensaciones frente a la pérdida tiene presencia.
La depresión es otra de las etapas, donde la aceptación de la realidad aparece y donde se logra
entrar en contacto con aquello que se ha perdido.
Aquí la totalidad y la integración, la misma Gestalt se hace manifiesta. El contexto se vuelve
fondo y el dolor es figura impactando en todo su ser.
Las etapas descriptas no tienen un orden establecido ni se viven de manera completa, pero
sostienen y acompañan en este proceso tan desolador en principio y tan gestáltico al final.
Ahora bien, el duelo no tiene una duración definida, sino que depende de cada persona que la
transita. Pero puede considerarse patológico aquel que no llega a resolverse, aquel en donde la
persona sobrevive, no vive.
Según Bowlby, el duelo tiene etapas basadas en la teoría del apego y son cuatro también.
Fase de shock, estupor o negación: sensaciones de incredulidad, confusión,
aturdimiento, ansiedad, shock. Emociones anestesiadas, donde el estado de estupor a la
rabia fluctúa de forma repentina.
Fase de anhelo o búsqueda de la figura perdida: la ira y la congoja están de
manifiesto en forma simultánea. La culpa, la injusticia, el desamparo, enfado,
resentimiento son otras emociones presentes. La falta de concentración en lo cotidiano
disminuye.
Fase de desorganización y desesperanza: se toma conciencia de la situación
irreversible de lo que ha perdido y aparece la tristeza profunda. Se experimenta apatía y
desinterés, ante todo. Aparece la culpa si ante una situación sonríe o se siente alegre.
Fase de reorganización: aceptación de la realidad y de nuevas significaciones sobre la
vida y su contexto nuevo de una forma reparadora.
Otro autor que abordo la temática fue Worden y él describe ciertas tareas que la persona debe
transitar para elaborar suduelode forma activa.
Aprender a vivir con la ausencia del ser querido o en su caso del objeto de la pérdida.
Recolocar emocionalmente al ser querido o el objeto de la pérdida para vivir en plenitud
y dar nuevos significados a la propia vida e identidad.
Es importante el apoyo psicológico en este contexto para que el doliente pueda comprender que
le está ocurriendo y cómo transitarlo para concluir el proceso, y de esa manera facilitar y
propiciar un espacio desde un vínculo sanador y contenedor, para poner luz entre tanta
oscuridad.
La sociedad en la que vivimos no está acostumbrada a tratar la muerte, las pérdidas ni el dolor
que situaciones difíciles pueden ocasionarnos. Hablar de la muerte es un tema tabú y causa
rechazo o temor.
Las pérdidas son parte de cada cotidianeidad, representando cambios gestálticos que se
destruyen para dar lugara otros, significando la destrucción de nuestro campo organismo-
entorno para permitir la formación de otro diferente, dándonos la oportunidad de evolucionar y
perfeccionarnos.
La tristeza es una emoción presente ante la pérdida, ante los cambios. Cuando no son aceptados
los momentos de pena y tristeza, cuando se hace un hábito evadirlos, se inicia un mecanismo de
retroflexión que lleva hacia la depresión en vez de al duelo fisiológico.
La sociedad que conformamos sólo reconoce el éxito, descalificando las frustraciones, las
pérdidas, dejando sin oportunidad las posibilidades de aprender desde el dolor, sin poder asumir
el presente ni completar el pasado, sólo apura hacia al futuro, evadiendo las emociones que nos
invaden y llenándonos de finales inconclusos. Y los finales inconclusos conducen
inevitablemente a los comienzos distorsionados que van llenando de neurosis la existencia de
estos sujetos.
Pensar en que las emociones son positivas o negativas o destructivas, o buenas o malas
estaríamos aceptando sin capacidad de dilucidación. Ellas tienen finalidad y sentido, son útiles
para algo, surgiendo como un efecto ante diversos acontecimientos; no pudiendo ser controladas
o reprimidas
“La rabia prepara nuestro cuerpo para la pelea; el miedo dispara una serie de mecanismos
fisiológicos que facilitan una rápida huida; el amor es el responsable de que se establezcan
nexos afectivos para asegurar la supervivencia de la descendencia, y la tristeza proporciona el
pensamiento reiterativo y el recogimiento suficiente como para reflexionar sobre las causas que
la originaron y bastante malestar como para que provoque aprender a hacer algo útil con tales
reflexiones”.
Pero el dolor podría convertirse en una oportunidad para conocernos mejor y redefinir nuestra
identidad, cuestionándonos y develando lo que esta aventura llamada vida nos depara,
aceptando y asumiendo que la muerte forma parte de nuestra existencia.
Aceptar que además del apego, esa vinculación afectiva, intensa, duradera y de carácter singular
que se consolida por medio de la interacción entre dos personas, existe también el desapego
como forma de relación con otros desde una mirada sanadora sería de suma importancia para
transitar estas circunstancias donde el dolor invade y envuelve.
Desde la Gestalt acompañar a “hacer el duelo” transitando el dolor de la pérdida, ayudará a
aceptar la realidad del cambio. Pero ¿cómo hacerlo?
Este trabajo consistirá en ayudar a la persona a poner en palabras lo que está silenciado,
ofreciendo comprensión y apoyo, sin juzgar ni exigir, integrando lo que se siente para hacerlo
parte de uno mismo.
¿Pero, como hacer este proceso?
Evitar frases hechas respecto a la pérdida
No decirle que mire a otras personas cómo lo han hecho, cada persona hace su proceso
No nos forcemos ni simulemos situaciones que no sentimos
No animar, solo escuchar
Dejar que la persona llore, se exprese, que hable, que haga lo que necesite hacer.
Que hable sobre la muerte y la persona fallecida.
Cada persona tiene su propio tiempo para elaborar su duelo. El tiempo “normal” para
elaborar un duelo puede ser hasta dos años.
Pero existen los duelos crónicos (patológicos), en los que los mecanismos de defensa se
perpetúan y no sirven para superar la pérdida.
Los mecanismos de defensa utilizados en el duelo son los propios del ciclo
gestáltico:proyección, retroflexión, proflexión, deflexión.
La persona encuentra la posibilidad de resignificar, sentir y responder de una forma nueva más
integral y saludable, en cuanto a la forma de sentirse ante esa pérdida.
Colocar en la Silla Vacía a una persona significativa que puede no estar disponible por diversas
causas, la persona asimila que, si bien, ya no tiene existencia en la realidad física, ésta existe en
la realidad psicológica.
Utilizar la imaginación para rellenar con la presencia de esa persona el espacio vacío de la silla,
describiéndolo en su aspecto físico para darle identidad y presencia a esa imagen, causará una
serie de sensaciones y sentimientos que se van a reflejar corporalmente.
Intervenir en el momento de mayor intensidad emocional, facilitará la toma de contacto,
comunicándose directamente con la persona ubicada en la silla vacía.
Otorgar un espacio de dialogo con aquella persona, desde el presente sentimental y emocional,
intentando que no evada ni evite ese contacto corporal y fisiológico, sino alentando y
fortaleciendo el awareness y fijando el límite de la frontera desdela cual el paciente reconoce lo
propio y lo ajeno.
De esta forma, encuentra laresponsabilidad yrecupera e integra su propia proyección.
Cuando este diálogo con la persona en la Silla Vacía termina, s de utilidad que cierre sus ojos e
imagine a esa persona, que la acerque hacia sí y la ponga en algún lugar de su cuerpoque no sea
la cabeza (para evitar racionalizaciones)., observando la región corporal sobre la que se ha
reintegrado la proyección, ya que cada parte del cuerpo guarda una relación simbólica con la
necesidad afectiva.
Una vez reintegrada la proyección, el terapeuta le indica que puede abrir los ojos y le da tiempo
paraque se recupere de las imágenes trabajadas y se ubique en el momento y espacio
terapéutico. Lepregunta cómo se siente y da por terminada la sesión.
Decidí escribir sobre el duelo porque lo viví muy de cerca. Hace nueve años atrás perdí a mi
segundo hijo cuando tenía 2 años.
Sin embargo, desde el día de su nacimiento comencé a convivir con la muerte rondando a cada
segundo de mi vida, ahogándome, porque Nehuén (el más fuerte y guerreo - así se llama)había
nacido con parálisis cerebral. Algo totalmente inesperado, ya que transité un embarazo hermoso
y muy cuidado.
Cuando nació nos encontramos con una realidad totalmente ajena a la soñada y fantaseada.
Enojo, ira, frustración, dolor, tristeza, culpa necesitando volver el tiempo atrás y repasar qué no
había hecho, en qué había fallado.Las preguntas, los interrogantes, la incertidumbre, el
desconcierto era solamente lo que encontraba, habitaba y transitaba en esos días.Acostarme y no
saber qué iba a pasar al día siguiente con Nehuén era cotidiano. Tratar de continuar con la vida
que tenía se tornaba muy pesado.
Pasaba el tiempo y todo era cada vez más oscuro, pero tenía que seguir. Tenía otro hijo de 9
años al que cuidar, Mateo (regalo de Dios). Tenía que volver a trabajar. Y no sabía cómo
hacerlo.
Al poco tiempo, quedo embarazada nuevamente, con Nehuén estando con internación
domiciliaria. Luego de que Nehuén cumple su primer año, voy a parir a mi tercer hijo con
mucho temor. Nació y cuando lo escuché llorar, rompí en llanto también.Volvimos a casa con
Aikén (Vida) y Nehuén aún nos esperaba.
Transitamos un largo camino y la muerte se acercaba cada vez más. Muchas personas, mucha
medicación, mucha aparatología para sostener a Nehuén entre nosotros. Ya era muy invasivo
todo lo que a Nehuén le sucedía.Hasta que llegó un día que tuvimos que internarlo porque ya no
podía seguir en casa.Y al día siguiente llegó esa noticia que tanto le temíamos. Nehuén se había
ido.
Me invadió otra vez ese dolor insoportable, insostenible. Me ahogaba otra vez, me desagarraba
por dentro… Transité el duelo como pude. Siento que fueron dos los duelos con Nehuén.Aún
me pregunto cómo pude continuar.
Pero aquí estoy. Con otro niño más, Pehuén (árbol sagrado).
La Depresión y La Gestalt
La depresión es sin duda uno de los problemas (o desequilibrios) más habituales. Es más, según
la psicoterapia Gestalt los trastornos depresivos acontecen cuando hay un bloqueo, cuando
nuestra realidad deja de tener armonía y perdemos incluso la capacidad de conectar con
nosotros mismos y nuestras necesidades.
Tratar la depresión con la terapia Gestalt es una estrategia tan útil como interesante. Nos
permite, por ejemplo, reajustarnos a nuestra realidad de un modo más creativo, resolviendo
bloqueos emocionales para relacionarnos con nosotros mismos y todo lo que nos envuelve de
una forma más válida y más segura.
Queda claro, no obstante, que cada enfoque psicológico y cada escuela terapéutica tiene su
estrategia particular para abordar esta enfermedad; sin embargo, cabe decir que la terapia
Gestalt resulta muy efectiva para trabajar esos bloqueos citados y favorecer a su vez nuestra
autorrealización.
Veamos 4 claves para entender un poco mejor su línea de trabajo.
2. Técnicas supresivas
Para tratar la depresión, según la terapia Gestalt resulta de gran utilidad conseguir que el
paciente aplique un enfoque “supresor”. Ahora bien, ¿qué entendemos por técnica supresiva?
Tal y como la propia palabra indica, vamos a eliminar algo, algo que rompe esa armonía con el
todo que nos envuelve y que a su vez bloquea esa unión saludable con nuestro ser interno.
Debemos por tanto “suprimir”, controlar y gestionar todos aquellos pensamientos y dinámicas
que nos alejen del momento presente, del aquí y ahora.
En lugar de sumirnos en un torrente infértil de preocupaciones que no nos llevan a ningún sitio,
debemos permitirnos “vivenciar” el momento, sentir cada segundo de forma abierta y receptiva.
Hay que eliminar también de nuestro discurso interno los “debería”, los “puede qué”, los “tal
vez”, los “es posible qué”… Todo ello nos aleja también del aquí y ahora.
3. Técnicas integrativas
Para la Gestalt, la experiencia depresiva supone una desfragmentación personal. Nuestra
realidad se halla descompuesta y nosotros mismos desconectados a su vez de nuestras
necesidades internas y de ese contexto que nos envuelve donde, de pronto, no nos sentimos
identificados. La terapia Gestalt busca favorecer esa integración entre nuestro organismo y el
entorno, ese equilibrio ahora perdido. Las técnicas integrativas tienen ese fin y lo trabajan
mediante dos estrategias:
El encuentro intrapersonal. Ahí donde favorecer un diálogo hábil y efectivo. Un intercambio
donde tomar conciencia de ciertos elementos y circunstancias. Por ejemplo: “pienso que no
valgo para nada”⇔ ¿qué hechos concretos me hacen llegar a esta conclusión?
Asimilación de proyecciones. Por ejemplo “pienso que todos mis compañeros de trabajo me
odian” ⇔ proyección ⇔ Ponte ahora en el lugar de todos tus compañeros de trabajo e imagínate
que eres todos ellos. ¿Qué razones concretas y lógicas tienen para odiarte?
Asimismo, cabe decir que este proceso entre el terapeuta y el paciente logra excelentes
resultados siempre que acontezca el “awereness”. Es decir, ese paso por el que la persona “se da
cuenta”, toma conciencia de lo que piensa, siente y ocurre en su interior.
4. El ajuste creativo
El trabajo terapéutico de la Gestalt no solo busca liberarnos de nuestros bloqueos o resolver
asuntos pendientes que a veces también rompen el equilibrio con esa totalidad que nos
conforma. Lo que intentará conseguir el terapeuta de nosotros es que con la terapia terminemos
siendo personas más libres, más creativas a la hora de resolver nuestros problemas cotidianos.
Por tanto, no es suficiente con sanar, con superar una depresión. Hay que aprender de ese
proceso mediante un ajuste creativo, sacando algo nuevo de ello, un impulso potenciador donde
adquirir nuevos recursos y capacidades para crear un presente más rico, más favorecedor, y por
supuesto, feliz.
Tal y como dijo Fritz Perls, el ajuste creativo es un impulso transformador. Un impulso que nos
permite seguir adelante, sintiéndonos renovados, más fuertes y también más hábiles. De este
modo, y para concluir, no podemos olvidar que en ese camino por recobrar nuestra homeostasis
interna y esa sintonía perfecta con lo que nos envuelve también es necesario integrar nuevas
habilidades para fluir en el viaje de la vida con mayor solvencia.
El tratamiento del comportamiento depresivo consiste típicamente en restablecer en la persona
la elaboración de conductas que proporcionen refuerzo adecuado. El tratamiento desde la
Gestalt consiste en intensificar la toma de conciencia del presente de la persona depresiva
(Polster, 1966), y su flexibilidad para manejar este presente (Knopp, 1974). Por tanto, el
enfoque de la Gestalt adjudica más responsabilidad al individuo y más confianza en su inherente
capacidad para ayudarse.
La teoría de la Gestalt comparte con el modelo de autorregulación de la depresión la hipótesis
de que los humanos funcionamos de acuerdo con el principio de homeoestaticidad. El modelo
de la autorregulación mantiene que cuando una cadena comportamental no se completa
convenientemente, todos los organismos pasan por las fases de autorevisión, autoevaluación, y
autorrefuerzo. Para el individuo depresivo, sin embargo, las autoevaluaciones tienden a ser
excesivamente inflexibles y los autorrefuerzos claramente inadecuados. Por tanto, la natural
autorregulación del organismo queda obstruida. El punto de vista de la Gestalt es que el
neurótico no permite que pueda tener lugar el proceso natural de contacto y retirada, por lo que
mantiene el contacto cuando necesita retirarse, o se retira cuando necesita el contacto (Perls,
1978). El tratamiento desde la Gestalt anima al paciente a escuchar su propio proceso natural.
La Escucha Activa en la Gestalt
La escucha activa supone presencia, disponibilidad y verdadero interés por la persona que habla.
Cuando el hablante siente que el oyente le escucha profundamente y comprende, no solo sus
palabras, sino lo que quiere expresar con ellas, se produce un momento de verdadera conexión
humana. Quien ha tenido esa experiencia sabe que ello sucede.
Para qué sirve la escucha activa
La escucha activa te ayuda a mantenerte presente, a comprender mejor al otro, y a hacerle saber
que le has comprendido. ¿Y cómo hacemos ello? Parafraseando lo que nos dice, haciendo un
resumen de lo escuchado para ver si comprendimos. Es estar atento a lo que se dice y a lo que
no se dice. Es un hábito que puede adquirirse y entrenarse y, una vez que lo haces, transforma
radicalmente tus relaciones y tus resultados.
Cuando escuchas activamente, no solo oyes las palabras que el otro te dice: escuchas también
sus sentimientos, sus necesidades y, a veces, aquellas cosas que no se atreve a decir con
palabras. Escuchar más allá de las palabras, que a veces el que habla dice lo que dice con sus
palabras y su comportamiento es otro. Su postura, sus gestos, sus emociones nos hablan a quien
quiere escuchar.
La escucha activa puede utilizarse en cualquier ámbito, en nuestras relaciones familiares, con
nuestra pareja, con nuestros padres, con nuestros hijos, con amigos incluso en el ámbito laboral,
dado que en las relaciones sociales es donde aplicamos la escucha activa. Porque el mayor
regalo que puedes hacerle a alguien es escucharle de verdad.
«Nunca te pierdas una buena oportunidad para callar» —Will Rogers
Según el filósofo portugués Antonio Estanqueiro, la escucha activa debe incluir “disponibilidad,
interés por la persona, comprensión del mensaje, espíritu crítico y prudencia en los consejos”.
Aunque a menudo no nos damos cuenta, nuestra tendencia natural es a expresarnos, a contarle al
mundo y a los demás nuestras opiniones y nuestras inquietudes.
Y nos resulta difícil prescindir de nuestro ego por unos momentos para escuchar de verdad a los
demás.
Porque nadie nos ha enseñado a escuchar. Nadie nos ha enseñado a intentar comprender
profundamente lo que se esconde detrás de las simples palabras.
Y, sin embargo, ese es el secreto de la influencia y de la verdadera conexión.
El principal objetivo de la escucha activa es entender bien a la otra persona, y mostrarle que la
hemos entendido.
Presencia. Implica ser consciente de dónde y con quién estás, y dedicarle activamente nuestro
tiempo y nuestra atención durante la conversación. Evitar las distracciones (interrupciones,
cualquiera sea), y buscar un tiempo y un espacio adecuado para la conversación. Si uno siente
que no están dadas las condiciones para que ello sea así, es conveniente que esa conversación
sea en otro momento.
Disposición psicológica. Para escuchar y comprender de verdad a la persona con la que estás
hablando, independientemente de lo simpática que te resulte, o de si compartes o no su punto de
vista. Hace falta valor y mucha confianza para salir de tu zona de comodidad y escuchar cosas
que no te gusta oír: pero ese es, precisamente, la clave de la influencia y del verdadero
crecimiento personal.
Actitud física de escucha. Es necesario el contacto visual con la otra persona para mostrarle que
la estás escuchando y que te importa lo que dice.
Parafrasear y resumir. En la escucha activa el parafraseo consiste en repetir aproximadamente, o
en expresar con tus propias palabras, lo que te parece que la otra persona acaba de decir. Y, de
vez en cuando, cuando la otra persona te dé pie, resume en voz alta lo que has entendido. De
esta manera le muestras activamente que la estás escuchando, y además le das la oportunidad de
corregirte si cree que no le has entendido bien. Por ejemplo, podemos utilizar frases como:
haber si comprendo lo que me querés decir… o a qué te refieres cuando dices tal cosa…
Escuchar sin aconsejar, por lo menos antes de estar seguros de haber comprendido lo que
estamos escuchando. Muchas veces las personas lo que necesitan no es una solución, sino
simplemente que las escuchemos de verdad.
Escuchar no solo con los oídos ni para responder sino con los cinco sentidos. Observar bien a la
persona, estar atento a su actitud y a su lenguaje no verbal para entender mejor cuáles son su
disposición y su emoción, el estado de ánimo desde el que nos habla.
Hay que preguntar antes que suponer. Realizando preguntas abiertas, para que amplíe o aclare
algún punto que no hayamos entendido. De esta manera le volvemos a mostrar nuestro tu
interés, y además se consigue información más clara sobre lo que nos quiere decir.
La amabilidad y la empatía son importantes. Buscamos empoderar a quien nos habla con
palabras que las validen como persona y que le muestren que aprecias su tiempo y su confianza.
Hay que evitar precipitarse a juzgar lo que nos dicen y a dar nuestra opinión. Las conclusiones
apresuradas, en este momento no son las mejores aliadas, cómo tampoco restar importancia a
las opiniones o vivencias del otro, aunque nos parezcan equivocadas o poco relevantes. Es
importante esperar y estar seguro de haber comprendido bien, y tomarse el tiempo para decidir
cuál va a ser nuestra respuesta. En definitiva, podemos dar nuestra opinión sin dar soluciones,
ayudando al otro a que se dé cuenta.
En mi experiencia personal puedo decir que ejerciendo la profesión de abogada he tenido la
oportunidad de darme cuenta de que mi escucha no era activa, que escuchaba para responder,
dado que las personas acudían a la consulta en busca de una solución. Con los años me di cuenta
de que las personas, más allá de una solución necesitaban ser escuchadas y fue entonces cuando
comencé a buscar herramientas para que esa escucha sea más efectiva, asertiva, más activa. Y
me di cuenta de que al escuchar activamente la relación con mis clientes fluyó de una manera
diferente. Y en ese camino intento convertirme en la abogada que a mí me gustaría tener llegado
el caso de necesitar uno. Escuchar activamente me dio la oportunidad de comprender al otro,
que hay detrás de esa posición que es la que primero escuchamos para luego ir en busca de sus
necesidades, lo que realmente quiere. En Mediación también se trabajan con herramientas de
escucha activa, parafraseo, con la comunicación, y poder integrarlas en la consulta hace posible
que quien tiene un conflicto, cualquiera sea, pueda tener un espacio donde ser escuchado y que
esa escucha sea activa.
ORACIÓN DE LA GESTALT
“Yo soy Yo. Tú eres Tú.
Yo soy responsable de mi vida y tú de la tuya.
No estoy en este mundo para cumplir tus expectativas,
Ni tú para cumplir las mías.
Si nuestros caminos se cruzan será maravilloso, pero si no, tendremos que seguir avanzando por
separado.
Porque no me quiero si por complacerte me traiciono,
Ni te amo si intento que seas como yo quiero, en vez de aceptarte como eres.
Tú eres Tú y Yo soy Yo”.
-Fritz Perls-
CONCLUSIÓN
La Gestalt nos ha develado que cada emoción, que cada sensación, nos atraviesa como una cinta
de Moebius,donde al problematizar esas oposiciones binarias (interno/externo – amor/odio –
significante/significado – verdad/apariencia) sostenidos y acompañados, todo puede resultar
superador, reparador e integrador.
Los temas abordados, tan significativos y enlazados, fueron elegidos por cada una de nosotras
desde una mirada autorreflexiva, indagando en la deconstrucción y reconstrucción de lo
transitado alguna vez, para despertar y registrar conscientemente que cada nuestro aquí y ahora
es producto de nuestro aprendizaje y comprensión de las experiencias vividas;
Darnos cuenta de que somos un todo unificado, que existe un compromiso con uno mismo para
encontrar nuestro centro de equilibrio, nos posibilitará poder sanar.
BIBLIOGRAFÍA
Material de la cátedra trabajado en las CLASES IV y XVI
Brandsen 1994, pág. 45
Yolanda Falcón Flores, terapeuta Gestalt con estudios de medicina y psicología
https//www.psonrie.com – noticias – psicología instituto mexicano de la juventud (7 de
septiembre 2017)
Artículo publicado en The Gestalt Journal, Vol. IV, No. 1
GOOGLE La mente es Maravillosa Escrito de la LIC. Valeria Sabater
Experiencias personales