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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD DE FALCÓN
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
CATEDRA: DERECHO CANÓNICO (ELECTIVA I)
DOCENTE: PROF. VANESSA RAVELO

LA HISTORIA DEL DERECHO CANÓNICO


(Características y división)

Autora:
Romero, Zailin
C. I.V.- 28.159. 821

Punto Fijo, mayo de 2022


Se conoce como Derecho Canónico el conjunto de leyes y estatutos
elaborados o adaptados por la autoridad eclesiástica, para el gobierno de la
organización cristiana y sus miembros. El término adaptado se utiliza para
señalar el hecho de que hay ciertos elementos en el derecho canónico que la
Iglesia tomó prestados del derecho civil o de los escritos de individuos
privados, que como tales no tenían autoridad en la sociedad eclesiástica. En
ese sentido, Canon se deriva del griego kanon, es decir, una regla o
instrucción práctica (por no hablar de los otros significados de la palabra,
como lista o catálogo), un término que pronto adquirió un significado
exclusivamente eclesiástico.
De igual manera, existe también una razón científica por la cual debe
interesar el Derecho Canónico, y es que constituye una rama del
Derecho; es parte de la Ciencia del Derecho, y es, y ha sido por muchos
siglos, fuente doctrinaria del Derecho y sucesor del Derecho Romano y
de muchas de sus instituciones
Ahora bien, muy temprano en cierto período se encuentran expresiones
que se refieren al cuerpo de legislación eclesiástica entonces en proceso de
formación: canones, ordo canonicus, sanctio canonica; pero la expresión
"Derecho Canónico" (jus canonicum) se vuelve común solo alrededor de
comienzos del siglo XII, al usarse en contraste con la “ley civil” (jus civile), y
más tarde el "Corpus juris canonici", según se tiene el "Corpus juris Civilis".
Asi mismo, el derecho canónico es llamado también "derecho
eclesiástico" (jus ecclesiasticum); sin embargo, estrictamente hablando, hay
una leve diferencia de significado entre las dos expresiones: derecho
canónico denota en particular la ley del “Corpus Juris”, incluyendo las
regulaciones tomadas prestadas del derecho romano; mientras que derecho
eclesiástico se refiere a todas las leyes hechas por las autoridades
eclesiásticas como tal, incluyendo aquellas hechas después de la
compilación del “Corpus Juris”. Al derecho canónico a veces se le llama
derecho pontificio (jus pontificium), a veces también es llamado derecho
sagrado (jus sacrum), e incluso a veces derecho divino (jus divinum) pues
concierne a las cosas sagradas, y tiene como su objeto el bienestar de las
almas en la sociedad divinamente establecida por Jesucristo.
Por otra parte, el derecho canónico se puede dividir en varias ramas, de
acuerdo a los puntos de vista desde los cuales es considerado:
De acuerdo a sus fuentes: comprende la ley divina, incluida la ley
natural, basada en la naturaleza de las cosas y en la constitución que
Jesucristo dio a su Iglesia; y derecho humano o positivo, formulado por el
legislador, de conformidad con el derecho divino. La forma en que se halla:
se tiene el derecho escrito (jus scriptum) que consta de las leyes
promulgadas por las autoridades competentes, y el derecho no escrito (jus
non scripture), o incluso el derecho consuetudinario, que resulta de la
práctica y la costumbre; este último, sin embargo, perdió importancia a
medida que se desarrolló el derecho escrito. De acuerdo el tema de la ley:
se tiene el derecho público (jus publicum) y derecho privado (jus privatum).
Por consiguiente; dos diferentes escuelas de escritores explican esta
división de dos maneras diferentes: para la mayoría de los adherentes de la
escuela romana, por ejemplo; Cavagnisn (1906), el derecho público es la ley
de la Iglesia como una sociedad perfecta, e incluso como sociedad perfecta
tal como la estableció su Divino Fundador. El derecho privado abarcaría
todos los reglamentos de las autoridades eclesiásticas sobre la organización
interna de esa sociedad, las funciones de sus ministros, los derechos y
deberes de sus miembros. Entendido de ese modo, el derecho eclesiástico
público se derivaría casi exclusivamente del derecho divino y del natural.
Por otro lado, la mayoría de los adherentes de la escuela alemana,
siguiendo la idea del derecho romano define el derecho público como el
cuerpo de leyes que determinan los derechos y deberes de aquellos
investidos con autoridad eclesiástica, mientras que para ellos el derecho
privado es aquel que establece los derechos y deberes de los individuos
como tales. El derecho público, por lo tanto, busca directamente el bienestar
de la sociedad como tal, e indirectamente el de sus miembros; mientras que
el derecho privado se enfocaría principalmente en el bienestar del individuo y
en segundo lugar en el de la comunidad. Ahora bien, el derecho público se
divide en derecho externo (jus externum) y derecho interno (jus internum). El
derecho externo determina las relaciones de la sociedad eclesiástica con
otras sociedades, ya sea cuerpos seculares (por lo tanto, las relaciones de la
Iglesia y el Estado) o cuerpos religiosos, es decir, relaciones entre credos
religiosos. El derecho interno tiene que ver con la constitución de la Iglesia y
las relaciones existentes entre las autoridades legalmente constituidas y sus
súbditos.
Continuando con las ideas, otra rama del Derecho Canónico: Desde el
punto de vista de su expresión, el derecho canónico puede dividirse en
varias ramas, tan estrechamente aliadas, que los términos utilizados para
designarlas a menudo se emplean casi indistintamente: el derecho común y
el derecho especial; el derecho universal y el derecho particular; el derecho
general y el derecho singular. Es fácil señalar la diferencia entre ellos; la idea
es la de un alcance más amplio o más limitado; para ser precisos, el derecho
común se refiere a las cosas, el derecho universal a los territorios, el derecho
general a las personas; entonces las regulaciones que afectan solo a ciertas
cosas, ciertos territorios, ciertas clases de personas, al ser una restricción o
una adición, constituyen leyes especiales, particulares o singulares, e incluso
derecho local o individual.
En ese sentido, esta ley excepcional a menudo se conoce como un
privilegio (privilegium, lex privata), aunque la expresión se aplica más
generalmente a las concesiones hechas a un individuo. El derecho común,
por lo tanto, es el que debe observarse respecto a un determinado asunto, a
menos que el legislador haya previsto u otorgado excepciones; por ejemplo,
las leyes que regulan los beneficios contienen disposiciones especiales para
los beneficios sujetos al derecho de patronato.
Por consiguiente, la ley universal es aquella promulgada para toda la
Iglesia; pero diferentes países y diferentes diócesis pueden tener leyes
locales que limitan la aplicación de la primera e incluso la derogan.
Finalmente, diferentes clases de personas, el clero, las órdenes religiosas,
entre otras tienen sus propias leyes que se sobreañaden a la ley general. En
consecuencia, se tiene que distinguir entre la ley de la Iglesia occidental o
latina, y la ley de las iglesias orientales, y de cada una de ellas. Asimismo,
entre la ley de la Iglesia católica y las de las iglesias o confesiones cristianas
no católicas, el anglicanismo y las diversas iglesias ortodoxas orientales.
Finalmente, si mira la historia o evolución cronológica del derecho
canónico, se encuentran tres épocas: desde el comienzo hasta el “Decretum”
de Graciano exclusivamente; desde Graciano hasta el Concilio de Trento; y
desde el Concilio de Trento hasta nuestros días. El derecho de estos tres
períodos se conoce como el antiguo, el nuevo y el reciente (jus antiquum,
novum, novissimum), aunque algunos escritores prefieren hablar del derecho
antiguo, el derecho de la Edad Media y el derecho

El Derecho Canónico como Ciencia

La ciencia del Derecho Canónico es concebida como el estudio


ordenado, sistemático, racional de las leyes eclesiásticas y, de las divina y
humanas en cuanto fundamentan aquellas. A diferencia de la ley moral que
mira a la obligación de conciencia de obedecer la ley, el Derecho Canónico,
mira a la conducta externa según el orden social de la iglesia sin que por eso
deje de obligar en conciencia. Todas las particularidades del Derecho
Canónico son consecuencia de su naturaleza propia, y de la naturaleza
del fin propuesto. Así pues, el Derecho Canónico se presenta como un
ordenamiento en libertad, pues rige para los bautizados; y, para ser
bautizados, si se trata de adultos, se requiere su consentimiento y,
tratándose de menores, se requiere el consentimiento de sus padres o de
quienes hacen sus veces. La Iglesia, por otra parte, ha reconocido en el
Concilio Vaticano II (declaración Dignitatis humanae) el principio de libertad
religiosa, en el sentido de ausencia de coacción externa en materia religiosa.

Características del Derecho Canónico

El Derecho Canónico es un ordenamiento con duplicidad de fueros. El


fuero interno y el fuero externo, son característicos del Derecho Canónico, y
ningún canonista niega que el establecimiento del fuero interno se
fundamenta en la "salus animarum" (salvación de las almas). Es un
ordenamiento donde no es posible una rígida distinción entre el ámbito de lo
público y de lo privado. Prescindiendo de si tal distinción es posible en el
Derecho estatal, lo cierto es que el interés particular (salvación propia) no
es fácilmente deslindable del interés público (salvación de todos).
De igual forma, es un ordenamiento en que no existe el dogma de la
igualdad ante la ley. Esta característica es una consecuencia del
personalismo en sus dos vertientes. Como ha escrito Oliveros (1966-1976),
la igualdad es proporcional: todos los hombres tienen el Derecho de ser
tratados en razón de sus diversas circunstancias. Desde el punto de vista
de la organización de la potestad, se da un equilibrio entre obligaciones y
derechos: los investidos de autoridad tienen más obligaciones que los
simples fieles y más derechos atribuidos para cumplir su función. Otra
característica fundamental es que no existe rígidamente el principio de
legalidad penal, (Nullum crimen, nulla poena, sine previa lege). Pues en
virtud del escándalo o gravedad de un caso, puede ser castigado con pena
una violación de ley cuya penalidad no ha sido prevista en el Código o en
otras leyes.
Mientras, otros autores clasifican las características del Derecho
Canónico de la manera siguiente:
La característica fundamental no radica en ser derecho, ya que esto es
común a otras ramas del mismo, sino en la materia que regula el derecho
canónico, muy en consonancia con las características de la Iglesia católica:

Universalidad: Es el ordenamiento que con una técnica más occidental, que


a un mayor número de personas se le aplica en la Tierra, a diferencia con el
resto de los Ordenamientos cuyas características principales son la
territorialidad y la personalidad.

Unidad: Tiene el mismo origen que la universalidad, con importantes


manifestaciones: La autoridad del Papa se extiende de una forma directa a
todo el ámbito de la Iglesia. No existe la clásica división de poderes, que
radican siempre en los mismos núcleos de decisión, según niveles, Papa,
Obispos. Todos los bautizados tienen un patrimonio común, que son los
Sacramentos y las Sagradas Escrituras, y el mismo patrimonio jurídico de
derechos y deberes. Aquí es importante diferenciar Unidad de Uniformidad.

Variedad: Puede actuar como correctora de la segunda característica. Las


normas canónicas van destinadas a una pluralidad de sujetos, variedad que
tiene expresiones concretas a nivel positivo, lo que se llama Derecho
Canónico Particular, de vigencia en un territorio determinado o para un grupo
humano concreto y que se contrapone al Derecho Canónico General. Esto
procede de la competencia legislativa que tienen determinados órganos de la
Iglesia, locales (Obispos), nacionales (Conferencia Episcopal). Hay que tener
en cuenta que los entes fundacionales tienen cierta potestad legislativa que
son normas fundacionales y que introducen otra parte de variedad en el
Derecho Canónico.

Plenitud: Incluida como otra característica del Derecho Canónico,


introducida en España por el Profesor González del Valle, plenitud siempre
entendida en sentido limitado. Regula todas aquellas materias relevantes en
cuestiones que afectan a sus intereses.

Elasticidad: Capacidad de adaptación, que en el Ordenamiento Canónico


explica la pervivencia de este a lo largo de 2.000 años, manteniéndose el
mismo aunque en cierto sentido distinto. Las Normas Fundamentales han
permanecido inmutables frente a la elasticidad de otras, en su adaptación a
los tiempos. La primera figura propiamente canónica es la “Equidad”
aplicación ajustada, mensurada de la norma. La segunda figura es la
“Dispensa”, perdida de vigor, de vigencia de una Ley para un caso particular,
igualmente los “Decretos Singulares”, que tienen por destinatarias algunas
colectividades o grupos o incluso una única persona, se denominan también
“Privilegios”.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Hervada, J. (1983). Las raíces sacramentales do Derecho Canónico, en


«Theologica» 17 fase. I-NV, p. 17.
Lomelí E, Narciso P: (s/f). Breve semblanza del Derecho Canónico y de su
Nuevo Código. Revista digital de Derecho, Colegio de Notarios de
Jalisco, México
Plataforma Virtual UDEFA: Cátedra de Derecho Canónico (Electiva I).

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