Está en la página 1de 2

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES

CARRERA: LIC. EN PSICOLOGÍA Y LIC. EN PSICOPEDAGOGÍA

ASIGNATURA: PSICOPATOLOGÍA I - TURNO MAÑ ANA

PROF. GUADALUPE GUZMÁ N - AYUDANTE DE CÁ TEDRA: EMILIANO GONZÁ LEZ

Las fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad – 1908 – S. Freud (Ficha de


cátedra).

“Todos los ataques histéricos que he podido indagar hasta ahora probaron ser
unos tales sueños diurnos de involuntaria emergencia.” Explica entonces que el sueño
diurno, la fantasía inconsciente, puede volverse patógena, y así la misma se expresa en
síntomas y ataques.

Estas fantasías pueden haber sido siempre inconscientes, o bien comenzado


como conscientes y luego reprimidas. La misma mantiene un vínculo muy importante
con la vida sexual de la persona, e incluso menciona que es idéntica a la fantasía que le
sirvió para su satisfacción sexual durante un período de masturbación.

Freud separa en dos partes al acto masturbatorio: la fantasía que se evoca y la


operación activa de autosatisfacción que se monta encima de ella, en un determinado
lugar erógeno del cuerpo. Esto nos sirve para entender el siguiente punto en la
explicación freudiana:

Explica que el síntoma se da cuando la persona renuncia a la satisfacción


masturbatoria y fantaseada, y es allí donde la fantasía pasa de ser consciente a
inconsciente. Entonces, si la persona no encuentra el modo de sublimar esa energía
sexual hacia una meta superior, se generan las condiciones para que la fantasía
inconsciente se abra paso y prolifere como síntoma patológico.

Freud piensa entonces a las fantasías inconscientes como los estadios previos
más próximos a una serie de síntomas histéricos. Menciona que ellos “no son otra cosa
que las fantasías inconscientes figuradas mediante ‘conversión’”. Explica que la meta
última de todo el proceso patológico, inconscientemente, es restablecer la satisfacción
sexual. Si bien nunca se consuma así, se alcanza con un poco de aproximación a ella.

Desde la técnica psicoanalítica, lo que se debe hacer es prestarle especial


atención a esas fantasías, para que luego puedan devenir en conscientes para el enfermo.
Menciona que para todos los psiconeuróticos funciona este método, el de ir de los
llamativos síntomas hasta las fantasías inconscientes escondidas.

Luego menciona que la relación entre las fantasías y los síntomas no es simple,
quizá a causa de las dificultades con las que tropieza la fantasía para expresarse.
Además agrega que un síntoma no corresponde a una única fantasía inconsciente, sino
más bien a una multitud de ellas.
Freud enumera 8 puntos acerca del síntoma histérico, los cuales son:

1. Es el símbolo de ciertas impresiones y vivencias traumáticas eficaces.


2. Es el sustituto, producido mediante conversión, del retorno asociativo de esos
traumas.
3. Es la expresión de un cumplimiento de deseo.
4. Es la realización de una fantasía inconsciente (al servicio de que se cumpla el
deseo).
5. Sirve a la satisfacción sexual y figura una parte de la vida sexual de la persona.
6. Corresponde al retorno de una modalidad de la satisfacción sexual que fue real
en la vida infantil y que desde entonces fue reprimida.
7. Nace como un compromiso entre 2 mociones pulsionales opuestas: una se
empeña en expresar uno de los componentes de la constitución sexual
(libidinal), y la otra busca sofocarlo (represora).
8. No puede carecer de significado sexual.

El autor explica que la séptima y la octava definición son las que mejor explican la
naturaleza del síntoma histérico, entendiendo a este como la realización de una fantasía
inconsciente. Luego, agrega una novena definición:

9. Es la expresión de una fantasía sexual inconsciente masculina, por un lado,


y femenina, por el otro.

Sin embargo, Freud aclara que este enunciado no tiene la misma validez universal
que los anteriores, ya que no lo ha observado en todos los casos. Sin embargo, expresa
que se da frecuentemente y que representa el grado más alto de complicación, ya que se
da solo si la neurosis ha persistido largo tiempo y se ha producido allí “un gran trabajo
de organización.”

Luego piensa a estos síntomas como una prueba de su hipótesis, acerca de que todos
los seres humanos presentamos una configuración bisexual de origen. Explica que la
“simultaneidad contradictoria” (de desear como mujer y como varón) es lo que permite
entender el carácter incomprensible de la situación, y que se figura tan plásticamente en
el ataque que es muy adecuada para ocultar la fantasía inconsciente eficaz.

Luego menciona que, en el análisis, hay que estar preparados para un síntoma de
características bisexuales en su naturaleza inconsciente, ya que se puede resolver uno
pero puede quedar pendiente el otro.

También podría gustarte