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CONFERENCIA 17 Y 23 - FREUD.

Comenzará introduciendo el concepto de síntoma, teniendo como referencia las


conferencias 17 y 23 de Freud, de 1816. Nos situamos en el Segundo tiempo de Freud
(pensándolo en 3 tiempos).
En segundo período no piensa al síntoma como modalidad de descarga (1er tiempo) sino
que lo piensa como un compuesto. Esto se puede ver presente en Dora y el texto de “las
fantasías histéricas y su relación con la bisexualidad”, sumando el Teórico 15 de Naparstek.
Sitúa la estructura del síntoma, pensando por qué sería un compuesto, qué quiere decir que
sea un compuesto: en principio quiere decir que un compuesto está constituido por dos
elementos, y estos dos elementos son heterogéneos. Se va a valer de la conferencia 17
para explicar uno de esos aspectos, el sentido del síntoma. Y de la 23 para dar cuenta de la
otra parte del síntoma, su aspecto pulsional.
El primer Freud intenta hacer consciente lo icc y de esta forma resolver el síntoma. Se
encuentra con la clínica, con la resistencia, con que el síntoma vuelve a aparecer, y
comienza a pensar ya al síntoma no como una descarga de aquello que no fue descargado
en el momento del trauma como lo pensaba en el primer tiempo, sino como un compuesto.
La conferencia 17 nos permite pensar el aspecto del sentido del síntoma pensado como un
compuesto. El síntoma, va a decir Freud, es rico en sentido, y se entrama en el vivenciar del
enfermo. Va a tomar dos viñetas, de las neurosis obsesivas, porque es menos conocida que
la histeria. Pero nos va indiciado cuestiones acerca de la tipicidad de cada una. Lo típico.
Histeria: se da un salto de lo anímico a lo corporal. Neurosis obsesivas: no se encuentra
este salto, sino que lo que se encuentra en la neurosis queda más bien en el ámbito del
alma, los síntomas se comportan más bien como un asunto privado. No tiene que ver con
que la histeria sea menos privada, sino que (la neurosis) tiene menos relación al otro,
aparece más en el ámbito de su pensamiento, y en la histeria se produce este salto a lo
corporal, y no se muestra al otro. En la neurosis obsesiva queda todo en el ámbito de la
cabeza.
Lo interesante es que se pensaban a las histerias más del lado de las mujeres y las
neurosis obsesivas más del lado de los varones, y Freud nos sorprende con dos casos que
pertenecen a dos señoras, que nos transmite para no quedar pegados a ese dato. Nos
empieza a dar lo típico de los síntomas de la neurosis obsesivas y empieza a hablar de que
hay impulsos, siente algo absolutamente extraño, empieza a haber pensamientos que no le
interesan en lo más mínimo, pero que no puede dejar de pensarlos, lo mismo los impulsos,
no puede dejar de hacerlos, y como son impulsos o tentaciones que no puede dejar de
hacerlos y pueden pensarse como grandes crímenes o cosas horrorosas donde el enfermo
queda como preocupado sobre lo que el mismo puede llegar a pensar, entonces aparecen
toda una serie de prohibiciones para que esos pensamientos e impulsos no sucedan. ¿Cuál
es la consecuencia directa de todo esto? Cada vez más se limita la libertad del sujeto.
Estos dos ejemplos intentan dar cuenta de cómo el PSA logra eliminar duraderamente esos
extraños síntomas. Discute con la psiquiatría de la época que dice que estos son enfermos
degenerados. Dice que el PSA no piensa de esta manera, en absoluto, y que lo que ubica
es que si se puede lograr eliminar duraderamente los síntomas. El sentido de los síntomas
se puede esclarecer en relación al vivenciar de los neuróticos, y su sentido último va a tener
que ver con lo sexual. Esto se retoma en Dora.
Invita a pensar qué tienen que ver estos pensamientos que no pueden dejar de pensar, con
los de la psicosis.
Por un lado están los sentidos, los tipos de síntomas, un pequeño detalle que dicen de la
Histeria, que es el pasaje de lo anímico a lo corporal, tenemos que esto no se da tanto en la

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Neurosis Obsesivas sino que ahí queda todo en el ámbito de lo psíquico y lo privado,
importante para pensar su tipicidad. Pero entonces, ¿en donde se puede leer la singularidad
del síntoma? Es allí donde propone hacer una lectura orientada por la conferencia 23 “los
caminos de la formación del síntoma”: toma más el aspecto somático del síntoma, no tanto
el del sentido. Habíamos pensado al síntoma como un compuesto, nos metimos en la
carretera de la conferencia 17 que nos lleva a los sentidos del síntoma, lo típico, ubicar tipos
de síntomas. Pero ¿dónde está la singularidad? propone el camino de la conferencia 23.
Ahí el habla más del aspecto somático. Este es el otro elemento del síntoma. Lo somático
es lo que hace que el síntoma se repita. Sentidos puede tener muchos, pueden variar, pero
lo que hace que un síntoma se repita y vuelva a suceder, es esta característica del aspecto
somático del síntoma.
En Dora se pregunta si el síntoma es corporal o psíquico, hace una lectura de eso.
¿Qué es lo somático? Es una referencia a la pulsión, para Freud, y a la fijación de la pulsión
a una determinada zona erógena, del cuerpo. Eso es el aspecto somático; la referencia a la
pulsión y la fijación de la misma sobre una zona del cuerpo. Por eso Fabián propone en su
teórico 15 llamar a esto lo zomatíco del síntoma (zona erógena - Somático) para dar cuenta
que lo somático tiene que ver con la Zona erógena. La fijación hace que determinadas ZE
sean más propensas a que ahí se constituya el síntoma. Uno podría creer que lo
propiamente humano son los sentidos del síntoma, y que lo somático tiene que ver con el
cuerpo, algo dado. Pero como nos dio la definición de somático para Freud que nada tiene
que ver sólo con lo instinto o lo dado, sino que tiene que ver con la pulsión, el modo de
fijación en un determinado lugar del cuerpo, es interesante pensar que, como dice en la
conferencia 23, pone el énfasis en que esta satisfacción pulsional se fija a una determinada
ZE y eso es lo más propio de lo humano. Es decir, no hay un objeto para la pulsión pero una
vez que esta se fija a un determinado objeto es lo mas fijo que hay. Entonces el síntoma
tiene su fuente o energía en la pulsión. Pero la pulsión no aparece así a secas, fluyendo
como una fuente, sino que se encuentra enmarcada en la fantasía.
Entonces, vamos un paso más: tenemos por un lado que el síntoma es un compuesto que
toma un aspecto que es del sentido y otro que es pulsional, el pulsional y el sentido son dos
elementos heterogéneos, entonces necesitamos algo que venga a enlazar estos dos
elementos, que va a ser la fantasía. Es aquello que viene a enlazar. Por lo tanto, la pulsión
no se va a mostrar a secas, sino enmarcada por la fantasía y va a venir a constituir en freud
lo llamado realidad psíquica. La fantasía, que él llama la realidad psíquica, es la realidad
que cuenta para el neurótico, no importa si sucedió o no, sino que importa la marca que ha
dejado en su realidad psíquica. Lo nuevo de Freud, no es solamente que el síntoma tenga
un sentido, sino que es un destino de la pulsión.
En la conferencia 23 afirma que la eliminación de los síntomas no es todavía la cura (es
importante). Si dijimos que se pueden resolver los sentidos del síntoma en la conf 17, pero
la capacidad de repetir el síntoma la tiene el componente pulsional. ¿qué pasa si no
tocamos esa modalidad de satisfacción que se juega en el síntoma? el síntomas se repite y
esto es lo que se encuentra clínicamente freud: que por mas que analice e interprete los
síntomas, el síntoma sigue apareciendo. ¿Por qué? Porque la capacidad de reproducción
del síntoma, con 1500 sentidos diferentes, la tiene el factor pulsional, y este no parece ser
susceptible a la interpretación. Entonces, en la cof 23, “tras eliminarlos lo único aprehensible
que resta de la enfermedad es su capacidad para formar nuevos síntomas”. Ahora, ¿qué
podemos leer en un síntoma? Podemos leer sentidos pero también una modalidad de
satisfacción paradojal, un descubrimiento increíble de Freud en el sentido de que uno se
satisface en algo que le produce malestar. La satisfacción que se juega en el síntoma es

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una satisfacción que produce sufrimiento y no puede dejar de repetirse. Entonces,
encontramos síntomas, encontramos lo típico en la neurosis y la histeria, y también
singularidades. Estas singularidades están del lado de lo pulsional del síntoma.
Ahora vamos a seguir pensando en el síntoma como un compuesto.
Vamos a pensar esta forma de satisfacción paradojal que se juega en el síntoma en su
aspecto pulsional, su componente pulsional. Entonces Freud dice que la palabra PSA viene
de analizar, y analizar en química significa descomponer, separar elementos. Nos dice: los
síntomas y las exteriorizaciones patológicas del paciente son, como todas, actividades
anímicas de naturaleza en extremo compuestas, en su fundamento último los elementos de
esta composición están constituidos por motivos, mociones pulsionales. Es decir, el síntoma
tiene la característica de un compuesto y más bien sólo en uno se encuentra con la cara
más superficial, la cara del sentido. Esta cara del sentido, que se expresa como sufrimiento,
muestra que este sufrimiento con el que el paciente llega, es la manifestación misma de una
satisfacción. Entonces se trata de pensar al síntoma que habla, es un aspecto del asunto,
es decir, el síntoma que habla, el sentido, que habla, que expresa, es un aspecto solo del
síntoma, pero además, el síntoma goza, se satisface en ese sufrimiento, es un compuesto
ente los sentidos y la pulsión. Entonces, el analista es un buscador de ese elemento último
indivisible, casi un artesano de la búsqueda de ese elemento, ese elemento que tiene que
ver con la satisfacción, no es el que se muestra, el que se da a conocer, el que habla, sino
mudo, que es la pulsión. Pero que en ese síntoma lo que freud ubica, que aparece en su
cara de sufrimiento, es que ahí hay una satisfacción en juego, y que si no se toca esa
modalidad de satisfacción, el síntoma vuelve a reaparecer.
(EJEMPLO DEL BYPASS GÁSTRICO)
El analista daría cuenta de lo más singular del sujeto.
Esta parte irreductible del síntoma, que ya está presente como vemos eno Freud, en un
momento bastante adelante de su enseñanza, con antecedentes como lo tóxico del
síntoma, lo vemos en dora, en fantasías histéricas, la conferencia 23. Él comienza a
introducir la idea de un síntoma que no desaparece por no tocar la capacidad de
reproducción. Un sentido sustituye a otro sentido y a otro sentido. La pulsión, a la vez, es
sorda, muda, no se hace escuchar como el sentido. ¿Hasta qué punto el sentido, el
desciframiento, es susceptible de modificar este punto irreductible? Freud descubre a partir
del sueño, el síntoma, que los fenómenos son interpretables, su idea es hacer cc lo icc. El
segundo Freud también tiene esa idea pero es su tope con la clínica, escucha la clínica, y
ubica el núcleo duro del síntoma que este aspecto pulsional, esta noción de Freud de que el
síntoma dice algo sobre la base de algo que no dice nada, que es la pulsión, muda. que es
sin sentido y que da al síntoma la capacidad de repetición.

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