Profesor: Víctor Samuel Rivera

Sección: 12
Integrantes del grupo:

 Andree Santiago Collazos Yurivilca

 Brisa Avril Monterroso Laurel
 Arely Liliana Quispe Gonzales
 Luis Alberto Lozano Hilasaca
 Anderson Levi Pérez Leuyacc
 Adrian Escobal Rojas

David Sobrevilla: reseña de sus obras

David Sobrevilla fue uno de los maestros de la filosofía peruana, cuyo modelo de vida
es digno de seguir para quien se ha consagrado al ejercicio filosófico con pasión,
profundidad, afecto y sobre todo respeto, además de promover un constante
cuestionamiento a aquellas formas de pensar autoritarias. Un maestro que invitaba a la
reflexión y explicaba la necesidad de intelectuales que fluyan y ayuden a la buena
gestión de paradigmas hegemónicos y enfrentar los estereotipos, pensamientos
estandarizados y los intentos violentos de supremacía de un solo tipo de criterio. Un
activista que, con una comprometida preocupación, promovía los necesarios espacios de
discusión.Asimismo, Sobrevilla nos deja un legado filosófico en su producción
bibliográfica. “Repensando la tradición nacional” es una de sus obras máximas, que
funciona como un manifiesto o un grito de guerra filosófico debido a que evalúa el
pensamiento de filósofos importantes peruanos y llega a la conclusión de que es
inevitable no ser parte del gran tejido de una matriz discursiva occidental y es necesario
estudiarla, analizarla y cuestionarla, apropiarse de ella, una frontera diseñada sobre la
cual debemos inclinarnos; pues, es imposible borrar nuestro pasado colonial y lleno de
su influencia occidental. Por lo tanto, se debe tener un cuestionamiento riguroso y
permanente de esta matriz, para poder tener una gestión apropiada de este gobierno de
ideas, un dominio conocedor sobre este pensamiento que nos permita manejar las ideas
a nuestro favor, obviamente sin dejar de lado los discursos que puedan tener origen
peruano, una fusión de ambos. David también nos deja un libro llamado “La filosofía
contemporánea en el Perú” en el cual nos muestra su capacidad cronista a través de su
brillantez como un testigo de su tiempo, recogiendo las preocupaciones de su coyuntura
y planteando elementos claves para entender nuestra propia historia filosófica, además,
por ser alguien que reconoce los matices de la heterogeneidad de nuestro pensamiento
filosófico en sus diversos niveles. David no se restringe al ámbito filosófico
universitario, él reconoce la existencia de la dinámica filosófica en las diferentes
dimensiones institucionales y no institucionales, de modo que lleva la filosofía a la
práctica a través de congresos en el Perú. Por último, nos presenta una crítica hacia
Mariátegui llamado "El marxismo de Mariátegui y su aplicación a los 7 ensayos" en este
libro Sobrevilla toma a Mariátegui como una referencia y no como una deidad, lo
cuestiona y toma un espíritu crítico ante él. David Sobrevilla piensa que alguien puede
tener la verdad relativamente y no para siempre, que nadie puede escribir un texto
sagrado en el cual debemos allanarnos como seguidores, inclusive hasta a nuestros
propios héroes, ya que esto nos acerca más a la religión y no a la verdadera filosofía
radical y problematizadora.